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Borges, Jorge Luis - Fervor de Buenos Aires - 1923 Primera Edición PDF
Borges, Jorge Luis - Fervor de Buenos Aires - 1923 Primera Edición PDF
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UENO). AIRE.)··._·
POEMAS
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·A QUIEN LEYERE
•
LA RECOLETA
Convencidos de caducidad
vueltos un poco irreales por el morir altivado en tanto
[sepulcro
irrealizados por tanta grave certidumbre _de muerte,
nos demoramos en las veredas
que apartan los panteones enfilados
cuya vaniJocuencia
hecha de mármol, de rectitud y sombra interior
equivale a ·sentencias axiomática~ y severas
de Manrique o de Fray Luis de Granada.
Hermosa es la serena. decisión de las tumbas,
su arquitectura sin rodeos
y las plazuelas donde hay frescura de patio
y el aislamiento y la .individuación eternales ;
cada cual fué contemplador de su muerte
única y personal como un recuerdo.
Nos place la quietud,
¡ equivocamos tal paz de vida con' el morir
1 v mientras creemos anhelar el no· ser
i ~ . ··-- - . - - --· . . . -. " ·--. " --·-···"'
¡ lanzamos jaculatorias a la vida apac>ble.
· Vehemente en !as batallas y remansado ·en las losas
sólo el vivir •:o:.iste.
\ Son aiedaños suyos tielupo y. espacio,
son arrabales de alma . ,
son las herramientas y son las manos del alma
y en desbaratándose esta, •
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D E BUENOS AIRE S
FERVOR
B U P. "l OS All?r!S
F E R 11 O R. D E
-·---·
HALLAZGO
\ ...~
UN PATIO
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..
BARRIO RECONQUISTADO
VANILOCUENCIA
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j( Nadie justip1·eció la belleza
de los habituales caminos La ciudad está en mí como un poema
el
hasta que pavoroso en clamor que aún no he logrado detener en palabras.
ee
v dolorido en contorsión de mártir
··A un lado hay la excepción de algunos versos
CE
q' ~e derrumbó el complejo cielo verdoso y al .otro, arrinconándolos,
en · manirn¿to abatimiento de agua y de sombra. la vida se adelanta sobre ,el tiempo
d
como terror . ·.
q El temporal desaforado
maltrató la humillación de las casas que usurpa toda el alma. ·
le
Siempre hay otros ocasos, otra glm;ia;
l y aborrecible fué a las miradas el mundo,
Pero cuando un arco benigno yo siento el rendimiento del espejo
c.
··que no descansa 'en una imagen soJa.
alumbró con sus colores el deJo
y un olor a inquieta tierra mojada ¿Para qué esta porfía
alentó los jardines de clava< con dolor un claro verso
nos echamos a caminar por las calles de pié como una lanza sobre el tiempo
como quien recorre una recuperada heredad; · si mi _calle_. mi casat""'"¡,._,\.v..\....._~tfl"s
v en Jos cristales hubo generosidades de sol desdeñosas de plácemes verbales, .
me gritarán su novedad· mañana?
)· en las hojas lucientes que ilustran la arboleda
Nuevas -
dijo su temblorosa inmortalidad el estío ..
como uila novia rio besada.'
'
VILLA 1JRQUIZA SALA VACIA
Zanjones
Inconmensurable~ abstracto, casi divino, sierras ásperas
.·desbaratadas las trabaduras del ser, médan"os,
d muerto ya no es ttn muerto: es la muerte. sitiados por jadeantes singladu~as
Como el Dios de los místicos y por las leguas de temporal y de arena
del cual han de negarse todos los predicados, que desde el fondo del desierto se agolpan:
el muerto ubicuamente ajeno En nn declive está el jardín.
no es sino la pe~·dición y ausei1cia del mundo. Cada arbolito es una selva de hojas.
Todo Se lo robamos, Lo asedian vanamente _
1;.0 le dejamos ni. una brizna de_ cielo: los infecundos cerros doloridos
aquí está el patio que ya no palpan sus ojos, que apresuran la noche con ·su sombra
allí la acera donde acechó su esperanza. y el triste mar de inútiles verdores.
Todo el jardín es una luz apacible
Aún lo que pensamos que ilumina la tarde
podría estarlo pensando él también; y es también -una canción conocida
nos hemos repartido co"n1o ladrones entre la algarabía del paraje.·
el asombroso caudal de noches y días. El jardincito es un día de fiesta
en la eternidad de la tierra.
--
DICTAMEN
INSCRIPCION EN CUALQUIER SEPULCRO
Sí alti'.·ecen un libro
arriesgue el mármol temerario
gloria ,-erbal. grandeza en el estilo y
gárrulas 'excepciones a la omn_]potencia de olvidO
co;:mmen::.orando las prolijidades
no limaré mis entusiasmos
del nombre, la opinión, los acontecimientos, la patria.
y será mi voz vÍYa herramienta de su honra
Tanto abalorio bien adjudicado está a la tiniebla
n3.s no me· embaücará ·mi devoción
y el n1ármol no hable lo que callan los- hombres.
y silenciosamente
Lo esencial de la. Yida fenecida
~abré qnc aquello es artimaña y trampa dichosa.
- la trémula esperanza,
Pero si al· terminar un libro liso
el 1~1ilagro implacable del dolor y el asombroso del
[goce c.:.uc ni atcmorízó ni fué _{eliz con jactancia
siento que por su influjo
siempre perdurará. ·
se justi fic.aü los otros libros, mi vida
Ciegamente reclama duraCión el alma arbitraria
y la propia existe11cia de ]as cosas,
cuando la tiene asegurada en vidas ajenas,
ron gratitud lo cns~lzo, y con amor lo atesOro
cuando tú mismo eres la continuación realizada
como quien guarda un beso en la memoria.
de quienes no alcanzaron tu tiempo
, serán otros ·a· su vez 'tu inmortalidad en la tierra.
'
LA VUELTA LA GUITARRA
•
Después de muchos años de ausencia He mirado la_ Pampa
husqu¿ la casa p-rimordial de la infancia de un patiecito de la calle .Sarandí en Buenos .:\irCs.
y aún perseYera forastero su áni.bito. Cuando entré no la ví.
J\Hs manos han tanteado los árboles Estaha acm-rucada
como quien besa a un durmiente en lo profundo de _un_a brusca guitana.
y he copiado andanzas de antaño Solo se desmelenó
como quien p¡·actica, un verso olvidado al entreverar la diestra las cuerdas.
y advei·tí al desparramarse la tarde X o sé lo que azuzaban;
la frágil luna nueva a lo mejor {ué un triste del Norte
que se a r!·imó al ampar~· benigno pero yo ví la Pampa. .
de 1a palmera pródiga de hojas excelsas, Ví muchas brazadas de ctelo
como ~wedlia que a Ia nidada :se acoje. sobre un manojito de pasto:
\:""í una loma que arrinconan
i Qué cater\'a de cielos quietas distancias · . •·
\'Ínculará entre stts paredes. el patio, mientras leguas y leguas
cuánto heroico poniente caen desde lo alto.
militará en la hondura de la caUe Ví el c~mpo donde cabe
y cuán{a qüebradiza luna nueva Dios s!n haber de inclinarse,
infundirá al jardín su dulcedumbre. YÍ el único lugar de- la tierra
antes que llegue a reconoce1·me la cas~ dond-e puede caminar ~Dios a Sus anchas.
Y torne a ser una provincia de_ mi alma J Vi la pan¡pa cansada
que antes horrorizaron l?s malone~
y hoy apaciguan en qutetud mae1za las parvas.
De un tirón ví todo eso .; .
mientras. se· desesperaban las ~uerdas:
FERVOR DE llUB.VOS A 1 RE S
Juntameñte l.
caducan la población y la tarde.
~Iás yi} que nn lupanar
Semejantes a ejércitos
la c::~.rnicería rubrica como una afrenta la calle.
. por aqtü discurren los trenes
evidenciando con rudo herraje oficioso Sobre el dintel
la esculpidura de Úna cabeza de Yaca
la inmóvil pol~rería de las casas
de mirar ciego y cornamenta grandiosa
·polvorientas de -tedio,
. que al pié del claro cielo preside d aquelarre
·:·vertiginosamente dilatado de carne charra y mármoles finales
insinúan a la oración su rígida sombra. con la lejana majestad de ttll ídolo
¡Qué lastim.osas las enaltecidas barreras o con la fijeza impasible
ele la· palabra escrita junto a la palabra qne se habla.
sobre la herrumbre del ponient-e!
En estos aledaños
hay vislÍÚnbres de sitios de batalla: ·
tenaces _territplenes
que abaten alrededor los campos serviles,
charcas abandonadas
que _las puestas de sol criminan de sangre,
zanjones, humaredas, puentes, clangores
y el tajo renegrido de los rieles
apartando las casas
y· una précisión militar de tiempo y señales
y un milibr desorden de alternativas de lucha
Todo ello deja un sabor amargo en el alma.
.::;..-
BENARES
ALQUIMIA
LLANEZA
LLAMARADA
un tiempo caudaloso
donde todo soñar halla cabida LA NOCHE DE SAN JUAN
tiempo de anchura de- idma. distinto
de las tacaúas y ai)Qcadas ~1edidas ·
que con precisión de afrenta regulan
J"-"- mezquindades atareadas del día. El poniente implacable en esplendores
{Y o soy el único espectador de esta calle, quebró a filo de espada las distancias.
~i dejara de Yerla. se moriría.
Suave como un sauzal está la noche.
(ACT\';jcrto un ,.quieto paredón erizado
.Rojas chisporrotean
de un agresión de in;.;olentadas aristas las cálidas guitarras de las _bruscas hog·ueras:
qne desmintiendo la soledad v la somb-ra
leña sacrificada
el cielo bondádoso martirizan-
que se desangra en briosa 11at'narada,
y ltn foco amarillento que ay_entura
bandera viva en ágil travesura.
:<u indecisión de 'luz sohre la esqui~·a.·
La sombra es apacible como una lejanía;.
También advierto estrellas haJbúcientes.)
hien recuerdan las calles
Grandiosa y viva · . · -
qt~e ftteron ('.ampo 1111 dla.
co~;:¡.o el oscuro plumazón de m• -.c'\.ngcl
Toda la santa noche la soledad rezando
que. anonadase con pavor de alas el día.
el ros-ario disperso de astros desparramat.los.
la noche pierde la-s zaharefias calles
de la ciudad hundida
en un borroso recoveco del tiempo
ba}o la inmensidad yana y baldía.
L u- 1 ~- B ú R-.; E S
SABADOS
A despecho de tu desamor
,.,:_Para mi no'i.'ia, Concepción Gttfrrero. tn hermosura
prodiga sn milagro por el tiempo.
Benjuí de tn pi-esencia
Está en .tí la ventura
qu_e .iré quema.ndo luego en el recuerdo comn 1a primavera en la hoja nueya ..
Y mnadas felices
Quedamente a tu· vera -
de bordear tu v1v 1r.
se desangra el silencio.
Hay afuera un- ocaso, alhaia oscura
engastc..da en el tiemp_o -
Ya casi no soy nadie,
soy tan solo un anhelo
que redim,c las calles humi'lladas
q ne se pierde en la tarde.
Y una hotída ciudad ciega
En tí está la delicia
de hombres que no te vieron.
como está· la crueldad en las espadas.·
L-<l tarde calla o canta.
Alguien_ descrttcifica Jos anhelos
ciaYados en el piano. ***
Siempre la multitud de tu hermosura Sua,'e como una rosa fué tu silencio,
en claro esparcimiento sobre mi alma. mas hoy lo· rayan ~os present~mientos. _
l~mpujando la reja
/
He aquí una flor
Los pai ios ag.a·renos llamada caña de Úínbár. ·
llenos de ancesÍralidad y eficacia, Es recuerdo querid.? de una tarde
pues están cimentados en que me dió su boca una palahra
en las do..s cosas más primordiales que existen: dichosa como un beso.>
en l'a tierra y el ciel.o.
Las yentanas con reja Esas línea..;; publican mi secreto
desde la cual lacaHe semejante al ·de todos.
vuélvese familiar como una lámpara. ¿A qué apilar altos alardes yerbales,
Las encrucijadas oscuras decoro de sentencias y de imágenes,.
que alancean cuatro\ infinitas distancias para decirte lo que- sabes?
e.n arnthalf'~ hechos ele acallamiento y sosiego. También tú junto a la esperan.za ·viviste
Las alcobas profundas y huho en tí dicha dolorosa. desolación de ausencia y
[gloria inconstante
donde arde en quieta llama. la caoba
y el espejo a pesar de resplandores, y certidun}bre Yenturosa ·entre dudas
es una- remansada serenidad en la sombra. y amartelada gustación de otra alma.
Las calles que altivece tu hermosura ... Quiero que ante esta flor y esa palabra
He nombrado los sitios nos reconozcamos iguales·_
donde se despamama mi ternura como ante una común múSica ·patria.
y el corazón está consigo mismo.
TROFEO
INSCRIPCION SEPULCUAL
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