NOCTEM

AETERNUS
Inconclusiones vertidas en noches de insomnio
 Marcia Morales Montesinos

NOCTEM
AETERNUS
Inconclusiones vertidas en noches de insomnio

Ediciones Manantiales Misteriosos

Primera edición, julio del 2015

Noctem aeternus. Inconclusiones vertidas en noches de

insomnio.
© Marcia Morales Montesinos

Diseño de carátula: José Carlos Ramírez Mija
Diagramación: José Carlos Ramírez Mija
Imagen de la carátula: Death and the Maiden, 1518-20,
Oil on panel, 31 x 19 cm.
Autor de la pintura: Hans Baldung Grien
Hecho el Depósito Legal en la
Biblioteca Nacional del Perú N°. 2015-08489
Impreso en:
Los Talleres Gráficos de Servicios Generales Francys de
Ada Eberett Retto Muñoz
Calle 4 Manzana G Lote 12 Urbanización Manzanares,
San Martín de Porres – Lima
Julio 2015
Estas son mis inconclusiones vertidas en noches de
insomnio y locura. La mayoría pertenecen a mis años de
juventud, cuando tenía entre 20 a 25 años, y solo unos
cuantos han sido escritos el año pasado. Todo lo aquí
vertido representa una parte de lo que actualmente soy y,
tal vez, mucho de la que ya no.
Influenciada y guiada por la literatura de horror, grotesca,
oscura o como quiera denominársela, he dado a luz
estos versos que no son versos, y que deseo compartir
con quienes se atrevan a leerlos. Espero disfruten de su
lectura.
Larga vida a la muerte

Impreso en el Perú / Printed in Peru

«En una pila bautismal llena de sangre
El DNA ratificó su sentencia:
VIVIRÁS».

Mario Cruz

«De que cripta salieron arrastrándome no podría

decirlo, pero cada noche veo a las gomosas
criaturas, negras, astadas y esbeltas, con alas
membranosas y colas que tienen la púa bífida
del Infierno. Vienen en legiones sobre el oleaje
del viento del norte, con obscenas garras que
cosquillean y pican, y me arrastran en
monstruosos viajes a mundos grises ocultos en
las profundidades de un pozo de pesadilla».

H. P. Lovecraft
 PRÓLOGO

Marcia Morales Montesinos es una necrófila. No hay duda

en ello. Desde la imagen de la carátula, esa pintura de Hans
Baldung Grien, Death and the Maiden, nos sumergimos
en una vorágine de letanías de alabanza al dolor, a la
incomprensión, a la desesperanza, para finalmente sucumbir
al llamado de la Dama de Negro que nos espera al final del
túnel oscuro del laberinto caótico: «y Tanatos me encontró,
me miró, me habló y me brindó su frío abrazo» (XLII). A
través de su poesía, la muerte adquiere una cariz seductor
y embriagante, haciéndonos desear «dormir el sueño de la
eternidad» (XXXVI). Y la musa de Marcia no es otra que la
misma Dama de Negro:

Y en mi cita con la muerte

encontré la paz eternal (XVI)

El amor necrófilo se manifiesta una y otra vez en este conciso

derrotero, como esas líneas que me recuerdan los diálogos de
la heroína de Nekromantic 2 del alemán Jörg Buttgereit:

No quiero que me toques,

solo quiero tocarte
y así saber, si eres tú el que existe (XLIX)
Los seres vivientes no somos más que un espectáculo
aberrante, «autómatas de carne y hueso» (XLVIII). Más bien,
bienvenidos sean los cadáveres carcomidos por gusanos
deformes, que encienden amores nefandos en las fétidas
criptas que se encuentran en Zothique, el último continente
en la imaginación de Clark Asthon Smith.

Me gustaría invocar a los seiscientos sesenta y seis dioses

que habitan en la cabeza de Marcia, esos mismos que la
encadenan con ganchos de acero, perforando su carne,
como los cenobitas, y la hacen entonar himnos mediante la
configuración de sus lamentos. ¡Qué música para los oídos de
Hela! ¡Qué acordes para la flauta de Azathoth!

¡Que quede claro! Este poemario es como la absenta:

Nos embriaga con el elíxir de la Muerte y en ella nos deja
sumergidos.

Carlos Carrillo
Lima, julio del 2015
 I

Sé que no existe nada más aberrante que una vida sin sue-
ños…

y ¡no soñé!

sé que mis ojos no fueron concebidos para el llanto…

y ¡lloré!

sé que la vida debe engendrar vida…

y ¡me asesiné!

sé que no todo tiene porque ser una cuestión…

pero coloque signos de interrogación en cada palabra que

aprendí.

Viviendo sin vida

sabiendo y no siendo

deambulando inerte por esta prisión llamada mundo.

15
 II

Mi cuerpo en ausencia de mi alma firmó un contrato en

blanco…

que me condenó a la existencia en este mundo,

III
así empezó todo,
¿Cuántas lágrimas tengo que derramar?
empezó esta historia melancólica
¿cuántas veces suplicar?
de días sin noches,
¿cuántos gritos proferir?
de luz lacerando mi piel y sin penumbra donde refugiarme,
¿cuántas heridas sangrar?
de tristezas inconsolables,
para ser arrancada de este caos.
de cicatrices incurables,

de mi deseo enfrascado y arrojado al mar de la sinrazón

que aún espera ser recogido y devuelto a su oscuridad.

16 17
 V

Huiste del mundo de las tinieblas,

IV te internaste en mi mundo infraterrenal,

Por el infierno que deseo y el cielo que desprecio, llenaste de oscuridad todo lo corrompido por la luz,

solo un camino sigo… emanaste armonía entre mi caos,

el camino de la verdad, trasmutaste las letanías en melodías

el camino de la oscuridad. y al final…

al final de todo

mataste mi cuerpo

para que renaciera mi alma.

18 19
 VII

Todo lo que deseo hundido en el mar de lo imposible,

todos mis anhelos resbalando entre los dedos de la esperan-

za
VI
y cayendo al abismo del infortunio
No puedo odiar porque nunca aprendí a amar,
a veces pienso que estoy sumergida en un estado onírico
no puedo llorar porque nunca aprendí a reír, perpetuo,

no puedo morir porque nunca aprendí a vivir. sumergida en el sueño de los sin vida,

encadenada a un mundo acéfalo de seres intransigentes,

imposibilitada de trocar risas por lágrimas,

condenada a no abrir los ojos a mi mundo de paz.

20 21
 IX

VIII Después de conocer la belleza de la noche infinita,

Tomada de la mano de la soledad después de sufrir el dolor de la vida,

esparciendo mis cenizas en la necrópolis del olvido. después de descubrir el placer de la muerte,

después de experimentar la armonía de las tinieblas,

después de todo me encontré tras las puertas de este infier-

no eterno.

22 23
 X XI

Y llegará el día en que Tanatos me brinde su frío abrazo Amores no correspondidos,

y otorgue a mi alma la paz eterna. sueños desvanecidos,

caminos truncados,
Y llegará el día en que Hades me abra las puertas del Infra-
mundo heridas que se niegan cicatrizar ,

y otorgue a mi alma cobijo. entre la vida y la muerte,

divagaciones y más divagaciones.

Y llegará el día en que Perséfone me rebele los misterios de
Eleusis TODO…

y otorgue a mi alma sabiduría. revelando la agonía de mi cuerpo y de mi alma.

24 25
 XIII

Tú… ahí
tan ausente, perdido e impasible
entre toda esa caterva de cuerpos sin almas,
callado e indiferente.

Yo… acá
distante, silente con un reflejo casi muerto en el espejo,
que me grita,
que me mira como si no me reconociera.
XII
De repente…
Érebo un rayo de luz me ciega por completo,
toma mi sangre y déjala fluir en plenitud y devoción hacia ti. quema mis ojos,
mi piel,
distorsiona mi mente,
Mors pensamientos fugaces,
toma mi alma y deja que se vuelva una contigo. rostros sin nombre,
imágenes sin palabras.

Kautet Una barrera de oscuridad me protege,

toma mi mente y déjala pensar en libertad. se interpone entre mi pesadilla y yo,
me libera y cura mis heridas,
mi cuerpo se levanta
pero mis ojos aún son ciegos,
solo una imagen tengo dibujada en mi mente… tu rostro.

Abro los ojos…

solo distingo siluetas,
los cierro y los vuelvo a abrir,
ahora es claro,
al fin te veo de frente,
estás ahí,
lejano y callado en el cielo de mi noche eterna,

26 27
dime que haces que me enloquece La luz calcinante que de ti emana ya no puede hacerme
que como las mareas logras que mi sangre fluya con fuerza. daño
porque en mi oscuridad inmensa, tu luz pierde el camino,
Estoy aquí, mis alas se extienden al viento,
te miro fijamente, me elevo en el cielo donde antes tú estuviste,
te miro inmutable, la jaula de mi cuerpo es ahora solo un despojo más,
mas tú no me ves, mi corazón late despacio preparándose a detener su marcha,
entre las sombras no me ves. la sangre ahora se consume en mi interior sin cesar.

Estamos los dos El momento de mi muerte pronto se encuentra con mis

en un gigantesco universo, pasos,
distantes, me espera con paciencia
silentes, sin prisa por arrebatarme la vida.
casi como si estuviéramos muertos,
sin tiempo, Hoy, en mi hora de volar
sin espacio, sostienes mi mano tranquilo,
sin aliento, mi reflejo vuelve para estar en tu mirada por primera y últi-
sin nada. ma vez,
con fugitivas lágrimas en tus pupilas me dices que no muera
Tú sigues ahí con la mirada en el vacío que este a tu lado por siempre,
en un desierto que tiene humanos en lugar de arena pero es tarde ya,
con una sonrisa vana para cubrir tu pena. nuestros pasos se dirigen en sentidos contrarios,
el aliento me falta y los pensamientos me abandonan.
Mas yo ya no estoy
ha cambiado mi lugar, Al fin…
el espejo terminó por despreciar mi imagen al fin este idilio con la muerte se ha consumado,
lo ha hecho ahora como antes lo hicieron tus ojos, mi cuerpo yace inerte junto a ti,
el cuervo de mi alma por fin vuela al infinito, ahora son estos ojos los que ya no te miraran jamás
las alas que un día cortaste han terminado de crecer. y este corazón no volverá a latir por ti.

Ahora tu sonrisa se escapa,

tu mirada ya no es tan vacía
y entre el desierto los rostros se empiezan a pintar,
el velo de tu silencio se rasga poco a poco,
tus palabras chocan ruidosas unas contra otras.

28 29
 XIV

6:00 pm
Miro el reloj y espero con ansias la llegada de la penumbra.

7:00 pm
Aún la luz no emprende su retirada, pero no desespero…
se que pronto se ira.

8:00 pm XV
Enciendo un cigarrillo y me asomo entre el dosel,
mi faz anhela ser acariciada por la oscuridad Un día más me convierto en la huésped de la desdicha,
pero…
¡no! más bien es lacerada por la luz, un día más soy patrocinada por el infortunio,
esa luz que hoy se resiste a dar paso a las tinieblas.
un día más soy cobijada por el dolor,
9:00 pm
Mi alma empieza a ser corrompida por la confusión. un día más mis heridas no sanan,

10:00 pm un día más mis ojos han sido condenados al llanto perpetuo,
La confusión se trasmuta en desesperación.
un día más he sido tentada por la horca que pende sobre mi
11:00 pm lecho
La luz ha nublado la mayor parte de mi razón.
Sujeto el revolver y lo observo detenidamente… y es un día más que la cobardía ha triunfado.
una idea nace en mi mente,
me mantengo dubitativa.

11:59 pm
Se oye un disparo

00:00
Ya puedo ver la oscuridad.

30 31
 XVII

La lluvia golpea mi ventana,

XVI
es una llamada,
Sentada en mis inconclusiones
una invitación a salir,
llegué a la conclusión del sinsentido de la vida.
a danzar entre las gotas…

Tomada de la mano del desamor entre esas gotas de efímera felicidad,

descubrí la mentira del amor. gotas que acarician mi faz desprolija,

gotas que no temen hablarme al oído y contarme los secre-

Y en mi cita con la muerte tos del firmamento,

encontré la paz eterna. gotas que mañana se evaporaran y yo…

volveré a mi soledad.

32 33
 XVIII

Abro los ojos XIX

solo la fatalidad forma parte del escenario que contemplo, Buscando mi alma,

solo una tragedia es el guion que siempre sigo, no sé si la perdí

este es mi ser, o nunca la tuve.

este es mi mundo,

este es mi principio,

este es mi final.

34 35
 XXI

Buscando entre atardeceres

XX deseé encontrar el alma capaz de reflejar mi imagen.

Me perdí una tarde de octubre,

Buscando entre llantos
caminado por la senda de la inconclusión,
deseé encontrar la mirada capaz de dibujar sonrisas.
tomada de la mano del desconsuelo,

cantándole una canción de desamor al dolor, Buscando entre insomnios

cuando la última nota se perdió en el vacío deseé encontrar la mano capaz de conducirme al mundo de
los sueños.
el retorno a mi ser quedó velado a mis ojos,

ahora continúo deambulando en el desierto de Buscando…

la impersonalidad.
y nunca encontrando.

36 37
 XXIII

Y si tus palabras nunca fueron fuente de consuelo…

XXII mejor no me digas nada.

Hoy mis alas terminaron de crecer,

Y si tus ojos nunca regalaron una mirada cómplice…
hoy levanté vuelo,
mejor no me mires.
hoy abandoné el mundo real,

hoy me interné en la utopía del sueño eterno. Y si tus manos nunca curaron mis heridas…

mejor no me toques.

Y si tu corazón nunca latió al compás de mi nombre…

mejor no lo menciones.

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 XXIV

Le pedí a la vida ser escuchada

y me negó sus oídos.

XXV
Le pedí al destino ser cobijada
Si un TAL VEZ se convirtiera en certeza,
y me negó sus brazos.
si un AÚN se transformara en un ahora

Le pedí a la locura la felicidad de la enajenación y si la imposibilidad se hiciera patente.

y me negó su sin-razón. TAL VEZ AÚN podría sonreír.

Hoy…

le pido a la muerte seguir con vida

y espero me la niegue

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 XXVII
XXVI
Te pasas buscando el sentido de la vida
Este mundo tan solo será aquel laberinto en el cual me perdí
y cuando lo encuentras
y del cual solo hallé salida el día de mi muerte.
ya nada tiene sentido.

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 XXIX
XXVIII
Cuando tus ojos llenos de negras tempestades

Y esta noche huiré a hurtadillas de la casa del infortunio dirijan su mirada hacia mí

y vagaré por las calles de los recuerdos y tus labios llenos de ecos de desesperación

donde podré dibujar por unos efímeros momentos busquen mi escuche

una sonrisa en mi decrepita faz. solo seré un etéreo reflejo

en la inmensa soledad de tu alma.

44 45
 XXX

La mañana más negra gritaremos juntos al mundo nuestro

desamor XXXI

y brindaremos con el vino de la muerte. Ni mil lunas llenas podrían iluminar la oscuridad de mi alma.

Desamor,

muerte,

único destino.

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 XXXII XXXIII

Sin nombre, Meditando sobre la vida me encontré con el camino hacia

la muerte
sin rostro,
y quise recorrerlo
sin pasado,
y en toda mi vida ese fue el único momento con sentido
sin futuro,
y mis pasos fueron arrastrados por aquel
solo un cuerpo infecto de dolor que sufre en presente.
y al fin…

hoy terminé de recorrerlo.

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 XXXIV

XXXV
Dibujando incongruencias en mi habitación,
Hurgando entre mis venas y rogándole a la sangre que
paseando por senderos de la sin razón, abandone su camino,

bailando al compás de la absurda letanía de la vida,
buscando oscuridad para guiar mi camino entre tanta luz,
exigiendo algo de determinación a esta entidad pusilánime
que soy yo,
pidiéndole al corazón que abandone su monótono y
torturante latir,
obligando al cerebro que deje de incrustar pensamientos,
sentimientos

determinación para ponerme de pie y retirarme al lugar del y todos esos suplicios que acostumbra infligir.
que nunca debí salir...

LA NADA.

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 XXXVI

Dos de la mañana,

cincuenta y siete horas sin dormir

XXXVII
y ni una lágrima más que exprimir,
Antes de dormir, escondí bajo la cama mis nubes negras
ninguna luna que mirar
y al despertar nuevamente estaban sobre mí,
y esos entes observándome,
por la noche cosí mis heridas
buscando captar mi agobiada atención,
y al siguiente día estaban nuevamente abiertas,
susurros y más susurros que se convierten paulatinamente
en gritos… tiré al mar del olvido las piedras de mis zapatos

gritos que me dicen la verdad, y al volver a casa estaban nuevamente incrustándose en

mis pies,
atroz verdad,
hoy quise regalar mi alma y nadie la aceptó
innombrable e impensable,
mañana intentaré perderla.
he perdido el discernimiento entre la razón y la sin-razón,

ahora… solo ansío cerrar los ojos

y dormir el sueño de la eternidad.

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 XXXVIII

¡No!

tú no eres la noche de luna que apacigua mi alma,

eres el día soleado que calcina mi piel. XXXIX

Necesito saber…
¡No!
¿cuál es la respuesta a la vida?
tú no eres el viento melodioso que arrulla mi sueño,
¿cuál es el significado del dolor?
eres la tormenta estruendosa que no me deja dormir.
¿dónde estoy?

¡No! ¿qué hago acá?

tú no eres el oasis que me cobija y calma mi sed, sumergida en una vorágine de sin razón

eres el espejismo enloquecedor. la muerte... ¿es la respuesta?

Ahora me pregunto…

¿por qué siempre elijo calcinar mi piel, no dormir y

enloquecer?

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 XLI

Andar entre nubes,

caer al vacío,

XL inconsciente,

Dos décadas y nueve años, abrir los ojos,

dos puñaladas por la espalda, ¡esto!…

mil treinta y dos lágrimas, un mundo acéfalo,

un corazón que dejó de sentir, rostros sin expresión,

un cerebro incapaz de pasión, ojos sin deseos,

el desaliento en los labios cuerpos sin voluntad,

y los pies cansados de proseguir el camino autómatas de carne y hueso.

eso es lo que tengo…

Un mareo me invade,
eso y…
un recuerdo salta a mi mente,
27 gramos de arsénico.
una maldición…

la maldición consumada,

encadenada al absurdo,

confinada a la vida en este mundo.

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 XLIII

Consciente y subconsciente inconscientes,

XLII
locura que perdió la razón,
Tus ojos despreciaron mi mirada,
carne podrida que ya no ansía vivir,
tus labios me negaron una palabra ,
dolor comprometido con el amor,
tus manos me privaron de una caricia,
lágrimas alimentándose de risas,
me dejaste esperando bajo el árbol de las inconclusiones …
eones que trascurren en un segundo,
y Tanatos me encontró, me miró, me habló y me brindó
su frío abrazo. reunión de soledades,

vida…

absurda vida hundiéndose en el caos.

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 XLIV XLV

Corazón que descubrió su verdadera función, Dónde esta la sabiduría,

nunca fue amar, dónde la verdad,

nunca pensar, aquello llamado vida es tan efímero,

nunca decidir, la razón mezclada con lo absurdo,

solo latir inconscientemente, el sentido… ¿Cuál es el sentido de esto?,

así es, arrodillada y rezando a la nada,

así debe ser, idiota en realidad,

¿cruel verdad?... llegar a saber algo, imposible en verdad,

¡no! esa es la única certeza,

hermosa realidad. la imposibilidad del conocimiento de algo.

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 XLVII

Nada es lo suficientemente bueno…

eso dijo

¡sí, tienes razón!, le conteste

XLVI
tú no eres lo suficientemente bueno
Necedad incrustada en los huesos,
el mundo no es lo suficientemente bueno
lamento seduciendo a la risa,
la vida no es lo suficientemente buena
sangre que se niega a correr por las venas,
qué hago acá frente a ti
seiscientos sesenta y seis dioses en mi cabeza que me obligan
a adorarlos, forzándome a creer en la quimera del amor

la locura dándome tres razones para seguirla, cuando mi sentimiento, por excelencia, es el desprecio

ojos que solo piden ver el interior. ¿qué ente maldito se atrevió a jugar con mi cerebro

para que yo pueda haber visto en ti algo análogo a mí?

pero el velo ha caído,

el maleficio ha acabado,

el color de la vida vuelve a ser el mismo,

el cerebro otra vez piensa

y los ojos nuevamente ven.

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 XLVIII

Miro por la ventana, soy igual a ellos…

allá fuera, soy una de ellos…

entes acéfalos,

sin sentimientos,

sin decisión,

sin pasión,

sin razón,

los miro y siento aversión,

cuerpos…

asquerosos cuerpos movilizándose,

autómatas de carne y hueso,

espectáculo aberrante.

De pronto una idea nace en mi cabeza y crece

vertiginosamente

decido abrir el armario prohibido,

ahí como un verdugo

un espantoso espejo me muestra la revelación más atroz ,

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 XLIX

No quiero que me mires como yo te miro,

solo quiero que me mires

y así saber que sabes que existo.

L

No quiero que sientas lo mismo que siento, Pido silencio...

solo quiero que sientas algo por mí, aunque sea odio silencio porque el eco de mi llanto no desea ser ahogado,

y así saber que sabes que existo. silencio porque no necesito palabras absurdas de consuelo,

silencio porque necesito saber si mi corazón sigue latiendo o

No quiero que me hables, ya detuvo su agonía,

solo quiero que una vez escuches mi voz diciendo que silencio porque desde hoy renuncio a la mentira de la vida.
te amo

y así saber que sabes que existo.

No quiero que me toques,

solo quiero tocarte

y así saber, si eres tú el que existe.

66 67
 LI

Soy fea, atrozmente fea

por eso necesito de tu belleza

para romper el espejo LII

olvidarme de mi imagen Me dijo: «que nos queda sino más que reír»

y verte solo a ti. Le dije: mejor llorar

Me dijo: «lo mejor que hacer es amar»

Soy taciturna, exageradamente taciturna
Le dije: más bien odiar
por eso necesito de tu sonrisa
Me dijo: «ten fe»
para enseñarle a mi rostro que existen otras alternativas de
expresión Le dije: piensa

que solo el llanto. Me dijo: «tenemos que ser felices, para eso estamos»

Le dije: estamos por estar y eso basta para la infelicidad

Soy depresiva, irremediablemente depresiva
Me dijo: «vive, porque te amo”
por eso necesito de tus manos
Le conteste: muero por eso, porque nunca aprendí a amar
para desatar los nudos de mi horca. la mentira.

Soy racional, lunáticamente racional

por eso necesito de tu sin-razón

para que me conduzcas al mundo de la fantasía.

68 69
 LIV
LIII
Y que es la esperanza
Ya quiero compartir los misterios de los gusanos.
si no el consuelo más inútil.

70 71
 LV LVI

Y ¿cuál es la diferencia entre…

En mi mundo…
amar y odiar,
la felicidad va de la mano de la imposibilidad,
ser y no ser,
la melancolía es un estado perpetuo,
vivir y morir,
el dolor es equivalente a presente
saber o ignorar?
y los hitos entre la vida y la muerte se extraviaron en el
olvido. hitos inexistentes,

la nada y el todo compartiendo el mismo cuerpo,

lo lógico y lo absurdo develando su única identidad.

72 73
 LVIII

No sé tu nombre,

LVII pero lo he imaginado sentada bajo el negro cielo de octubre.

Muñeca de vudú,
No se tu rostro,
objeto repugnante,
pero lo dibujo cada noche en la ventana de mi celda.
privado de amar,

privado de amor, No sé tu voz,

retazos, pero la oigo susurrar cada noche entre mis pesadillas.

despojos,
No sé si existes
esa soy yo.
pero te espero

y por cada día que no te encuentro corto una de mis venas

para regar con sangre la orquídea que cultivo para ti.

74 75
 LIX

Cuerpo enfermo que ansía ser acariciado por las fauces del
gusano,
cuerpo cansado que desea ser vestido con la mortaja de la
eternidad,
LX
Todas las historias siempre terminan con un final feliz
porque el final siempre es el mismo...

mente confusa que pide la claridad de la nada, LA MUERTE.

espíritu atormentado que suplica su libertad.

76 77
 AG R AD E C IM IE N T O S

A mis padres por sumergirme en el mundo de la literatura.

A todos aquellos autores que fueron mis amigos inseparables
en momentos depresivos, en especial a H.P. Lovecraft.
A Carlos Carrillo, que me inspiro con su libro Para tenerlos
bajo llave, y porque gentilmente acepto redactar el prólogo
de este libro.
A Paul Bustamante por las correcciones ortográficas.
A Eduardo por creer en este proyecto, por ayudarme con la
publicación y por sus múltiples consejos.
Noctem aeternus. Inconclusiones vertidas en noches de insomnio,
de Marcia Morales Montesinos
se terminó de imprimir en julio del 2015,
en los talleres gráficos de Servicios Generales Francys,
con una tirada de 500 ejemplares