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PURUN HUAYTA

Jatun Pampa o Pampas, capital de la provincia de Tayajjasa o


Tayacaja encierra un precioso drama amoroso ocurrido en tiempo de
los españoles.

En la salida de esta ciudad rumbo a Huancayo, inmediatamente


después del cementerio, se inicia una senda estrecha en la falda del
cerro. Al borde del camino existían una casa y varios caserones que según versiones añejas
construyeron los españoles para ejercer su dominación. Desde allí como de un atalaya podíase
dominar toda la hermosa pampa que entonces se denominaba Jatun Pampa. Asimismo se podía
observar la sección Obrajería que existía en las pampas de Quesera y Pamuri.

Relatan los mayores que por esas lugares vivía el capitán Lagos, jefe español que había quedado
al frente de su guarnición, cuando pasaron hacia el Cusco por el Camino del Inca que atraviesa
precisamente el valle de Pampas y que sube por la rinconada de Atocc.

El lugar por donde se estacionó Lagos se llama PURWAY en la actualidad, pero ese nombre está
adulterado, pues data a raíz del siguiente drama:

Existía en esos parajes una aclla o escogida a quien sus admiradores la llamaban PURUN
HUAYTA o sea la flor mas fraganciosa y pura. Su corazón pertenecía desde la infancia al ágil y
valiente KUSICHE, testigo de sus alegrías y penurias….

El capitán Lagos quería a todo trance interponerse en esos amoríos y burlarse de Purun Huayta
procurando hacerla suya. Ella huía como tierna y delicada “taruca”, ligera y grácil como el
viento, no permitiendo aceptar ni siquiera una mirada para conservar su alma blanca de
fraganciosa flor silvestre.

Las artimañas que tejía el español no surtían efecto hasta que un día resolvió hacerla detener
encerrándola en una de sus habitaciones para consumar su apasionado deseo. Pero, al menor
descuido de su victimario se fugó la prisionera para, unos instantes después estar ya coronando
las alturas de Colesniyocc al lado de su amado indio.

Lagos, loco de rabia montó a caballo y por datos de serviles pongos dio con la pareja por la zona
de Sumaccpampa, que ahora se conoce con el nombre de Sumabamba. Y comenzó a chicotear y
reventar en el cuerpo de Kusinche las duras riendas (correas de cuero). La lucha era desigual;
el indio tratando de quitar la cuerda se balanceó en el aire y cayó de espaldas en el pedregoso
camino mientras el caballo lo atropellaba despiadadamente.

Entre tanto Purun Huayta trataba de ganar la quebrada para ocultarse. El capitán, dejando
exánime al indio a la vera del camino, siguió tras de su presa, llegando al cabo a dominarla y
arrancar la promesa de vivir siempre a su lado.
Llegados luego a Purhuay y mientras Lagos ordenaba que desensíllenla caballo, la escurridiza
india nuevamente desapareció sin que el despechado capitán pudiera explicarse. Y como no
cedían sus pies para huir lejos por el desfallecimiento de su cuerpo, escogió una roca cercana y
se arrojó sobre un monte de cactus espinoso. Así la encontraron pendiente de los brazos de un
cactus.

A los dos días de esa tragedia hallaron el cadáver del fornido Kusiche en idéntica posición, con
los brazos en alto como implorando venganza por el injusto martirio. De aquí también el nombre
quechua legendario del cactus “awaccollay” que quiere decir, el patíbulo de los amantes.

A raíz de este drama, apareció en quechua, el siguiente canto lastimero:

Sumacc pampay yana puyo


Utccay utccay pakaikuway
Yanallaywan lluptirjusacc
Sumabambaywaylla ichu
Simichallanman sullaykamuy
Yanallaymin wañuchkanña
Sumacc pampay chiri wayra
Utccaymanña pukuykamuy
Yanallaywan lluptinaypacc

Traducción:
Negras nubes de Pampa Hermosa
Apresuraos a ocultarme
Para huir con mi amada
Cimbreantes pajonales de Sumabamba
Echad vuestro rocío a los labios
De mi negra que sedienta se muere
Aires fríos de Pampa Hermosa
Soplad, soplad con premura
Para que con mi amada escapar pueda.

Desde entonces Purhuay ha sido lugar tenebroso, al extremo que un solo viajero dudaba
atravesar el camino, lo mismo que por esas gélidas pampas de Sumabamba donde creen muchos
pobladores haber escuchado en altas horas de noches con estrellas, alaridos espantosos de
varón torturado, y gritos y gemidos suplicantes de mujer joven desesperada por el dolor….
.......................
Narración de Sergio Quijada Lara, tomado del libro Literatura de Tayacaja de Carlos Zúñiga.
Imagen: "Sumaq Warmi", óleo del pintor huancavelicano Luis Quispe Leyva "Quispekani"

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