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El Antimanual Del Mal Historiador PDF
El Antimanual Del Mal Historiador PDF
1, ENERO-MARZO, 2004
Carlos Antonio Aguirre Rojas. 2002. Antimanual del mal historiador o ¿cómo hacer
hoy una buena historia crítica? Bogotá: Ediciones Desde Abajo, 160 pp.
P
APÁ, EXPLÍCAME PARA qué antimanual del mal historiador o ¿cómo
sirve la historia, pedía hace hacer una buena historia crítica?
algunos años a su padre, Este nuevo libro de Carlos Anto-
que era historiador, un muchachi- nio Aguirre es el resultado de una
to allegado mío. Quisiera poder larga y fecunda trayectoria intelec-
decir que este libro es mi respuesta. tual, que combina su quehacer
Porque no alcanzo a imaginar mayor como investigador, su infatigable
halago para un escritor que saber ha- labor docente, el trabajo de difusión
blar por igual a los doctos y a los de sus reflexiones en numerosas
escolares. Pero reconozco que tal universidades de México, América
sencillez sólo es privilegio de unos Latina y Europa y sus continuos
cuantos elegidos. Estas palabras con debates y combates en pro de una
que el historiador francés Marc Bloch historia crítica. Experiencia que le
iniciaba su manuscrito Apología para permite dialogar con la misma cla-
la historia o el oficio de historiador, pu- ridad y profundidad tanto con
blicado hace ya más de 50 años con un lector especializado como con un
el título de Introducción a la historia, público más amplio.
pueden ser aplicadas, en toda su ex- Las contribuciones de Aguirre
tensión, a la obra del historiador a los debates historiográficos con-
mexicano Carlos Antonio Aguirre, El temporáneos son numerosas. Por
SECCIÓN BIBLIOGRÁFICA 197
E
N LAS ÚLTIMAS DÉCADAS, las le fueron concedidos en el momento
comunidades indígenas se de formación de los estados-nación
han ido convirtiendo en acto- como al resto de la población. No
res cada vez más significativos en obstante que los primeros movimien-
América Latina, tanto en países don- tos se organizaron en época de dic-
de son el sector mayoritario de la taduras, como en la de Hugo Bánzer
sociedad (Bolivia, Guatemala, Ecua- en Bolivia (1971-1978), la de Augus-
dor) como en aquellos otros donde to Pinochet en Chile (1973-1989) y
son una minoría (Brasil, Chile). Si la de Efraín Ríos Montt en Guate-
bien la población indígena constitu- mala (1982-1985), ha sido apenas
ye cerca del diez por ciento del total con la democracia que los indígenas
de América Latina (algo más de 40 formaron organizaciones y movimien-
millones de personas), históricamen- tos más estructurados. El hecho de
te se ha mantenido al margen de las que tras siglos de exclusión se co-
instituciones formales de los siste- menzaran a constituir organizaciones
mas políticos. Esto ha sido así a pesar y movimientos sociales que desarro-
de que los derechos de ciudadanía llaran una identidad étnica propia y