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Pettinato, Ebla - Una Ciudad Olvidada PDF
Pettinato, Ebla - Una Ciudad Olvidada PDF
Giovanni Pettinato
T R O T T A
K 1) I C I O N S DE I. A U N I V E R S I T A T DE B A R C E L O N A
CONTENIDO
Abreviaturas 9
Prefacio 13
introducción: Ebla o la gran sorpresa de la historia del Próximo
Oriente Antiguo 17
Primera Parte
EL DESCUBRIMIENTO ARQUEOLÓGICO DE EBLA
P L I E G O S DE O R I E N T E
1RECTOR: GREGORIO DEL OLMO LETE
S E R I E PRÓXIMO ORIENTE I. Ciento cincuenta años de excavaciones arqueológicas en
Título original: La cittá sepolta. I misteri di Ebla el Próximo Oriente 31
II. Tell Mardikh, un yacimiento olvidado 48
icions de la Universitat de Barcelona. 2OO III. Ebla en la tradición epigráfica de dentro y de fuera de
© Editorial Trotta.S.A-, 2000
Siria 69
Sagasta, 33-28004 Madrid IV. La Ebla del m milenio 83
teléfono; 91 5939°4O V. La Ebla del II milenio 104
fax: e'sgss 111 VI. La decadencia de Ebla 122
e-mail: trotta@infornet.es
http://wvw.trotta.es
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CONTENIDO
Apéndices 359
Selección bibliográfica 389
índice de nombres y divinidades 407
índice lugares 413
Para una mejor comprensión del texto, creemos necesario ofrecer aquí algunas ex-
plicaciones sobre los símbolos utilizados:
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EL D E S C U B R I M I E N T O EPIGRÁFICO: UNA PÁGINA DE HISTORIA
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EL D E S C U B R I M I E N T O E P I G R Á F I C O : UNA PÁGINA DE HISTORIA
LA H E R E N C I A DE E B L A
—como indiqué en la introducción— constantes y cada vez más du historia política, pero también y sobre todo una página de la historia de
ros exámenes, nada podrán arrebatar a la verdadera grandeza d las instituciones y de la economía.
Ebla: en efecto, no se podrá nunca —por volver sobre una imagen Estamos convencidos, como decía anteriormente, de que los nu-
muy querida por mí— reducir nuevamente a «cabana» lo qu e po rnerosos tell de Siria y Mesopotamia esconden tesoros quizá más pre-
mérito de los estudiosos italianos se ha convertido en un «palacio» ciosos que los que han visto la luz en Ebla. Es más, espero que se in-
Ebla, y con ella la Siria que la vio nacer, ocuparán de ahora en ade- tensifiquen las excavaciones en el Próximo Oriente Antiguo a fin de
lante un lugar de honor en el estudio de las civilizaciones antiguas del que otras ciudades emerjan del polvo de los milenios y que otros do-
Creciente Fértil. cumentos sean sacados a la luz, de modo que nuestros conocimientos
En este trabajo de conjunto no he podido, o no he querido, abor- sobre este maravilloso mundo se enriquezcan cada vez rnás. Estoy fir-
dar todas las manifestaciones de la cultura de Ebla. El objetivo que me memente persuadido —y los indicios en este sentido nos los propor-
había marcado era el de presentar la realidad de la nueva civilización tal cionan las propias tablillas de Ebla— de que en Siria yacen enterrados
y como se nos muestra hoy a más de treinta años del comienzo de la numerosos archivos de documentos económicos e históricos cuyas in-
investigación arqueológica en el yacimiento de Tell Mardikh y a casi formaciones contribuirán, sin duda, a completar el cuadro que hemos
veinticinco años del hallazgo de la espléndida Biblioteca Real. Sin duda empezado a esbozar sobre la base de los Archivos de Ebla.
una de las contribuciones más llamativas de Ebla es la de habernos Podemos estar seguros desde ahora de que los nuevos hallazgos no
dado a conocer las entidades políticas existentes en la extensa área ge- podrán hacer mella en la grandeza y la centralidad de Ebla, sino que
ográfica a la que llegaron sus mercaderes a mediados del m milenio más bien lo confirmarán. No creo siquiera exagerar cuando afirmo que
a.e. Con la ayuda de los documentos administrativos en los que los es- los archivos de otras ciudades nos ayudarán a definir mejor el papel de
cribas registraban las transacciones económicas realizadas por diligen- Ebla en el Próximo Oriente Antiguo.
tes y perspicaces mercaderes, estamos ahora en condiciones de trazar Y no se diga que no existen las premisas para una confirmación
un mapa de la geografía de todo el Creciente Fértil. Los ochenta rei- de la grandeza y la centralidad de Ebla en otras fuentes de informa-
nos autónomos con los que Ebla mantenía relaciones económicas y po- ción: la ampulosa afirmación del rey Naramsin de Akkad, citada más
líticas, y que junto a ella poblaban un territorio que hasta el descubri- arriba, según la cual «nadie, desde la creación del género humano, ha-
miento de Ebla se consideraba vacío, o cuando menos no civilizado, bía conseguido destruir Ebla», es un reconocimiento explícito del pa-
demuestran la magnitud de la aportación de la excavación de Tell Mar- pel central de Ebla y de su extraordinaria importancia, pronunciado
dikh en la reconstrucción de la historia del Próximo Oriente Antiguo, precisamente por un adversario que se preparaba para intentar lo im-
Aunque los detalles todavía se nos escapan, el cuadro político que posible. Por otra parte, también otras culturas se plegaron ante Ebla y
emerge leyendo los textos de Ebla se revela armónico y completo, por le reconocieron un primado que solo gracias a la excavación italiana
lo que de ahora en adelante no se podrá dejar de lado la documentación somos capaces de entender en su totalidad: es reciente la identifica-
eblaíta para el estudio y la profundización en cuestiones concernientes ción de documentos mitológicos y épicos hurritas en los cuales Ebla,
al Próximo Oriente Antiguo. como hemos dicho, aparece muy a menudo y ciertamente en una po-
Además de las informaciones sobre la división política del territo- sición de relieve. Las palabras pronunciadas por Zazalla, un sobera-
rio, las tablillas de Ebla contienen noticias directas sobre la estructura no hurrita en el «Ritual de la liberación», que nos ha llegado en va-
del Estado de Ebla y sobre la dinámica de las transacciones comercia- rias tablas, dirigidas al rey de Ebla nos dan a entender que la ciudad
les efectuadas en un radio muy amplio, con las leyes que las goberna- siria había entrado ya en la leyenda por sus extraordinarios logros en
ban y con los recursos empleados para hacerlas posibles. La invención el campo político, institucional y económico en la época de los Archi-
de las colonias comerciales en lugares diferentes y distantes entre sí, in- vos Reales: «Así comenzó a hablar Zazalla dirigiéndose a Meki: "¿Por
cluso en ciudades extranjeras, es un testimonio de las tendencias y as- qué te expresas de este modo tan humilde, oh, Meki, Estrella de
piraciones de estos semitas que hacen del comercio no ya una profe- Ebla?"».
sión, sino un arte. Las novedades que provienen de Ebla en materia de Aparte de la sorprendente importancia histórica de estas pocas lí-
gestión del poder y de la economía, si son relevantes para el ambiente neas —piénsese solo en la estatua de Ibbit-Lim, discutida en la prime-
histórico en el que se llevaron a cabo, lo son aún más para los estu- ra parte, en la que aparece la expresión mekim eblaim, que con toda
diosos que nos ocupamos de la reconstrucción del pasado: la que Ebla probabilidad hay que relacionar con el Meki aquí mencionado—, el
nos revela con sus documentos escritos es, desde luego, una página de apelativo «Estrella de Ebla», atribuido al soberano de Ebla, y la invi-
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tación a que no se muestre humilde confirman que ya en la antigüedad El mensaje que la civilización de Ebla nos dirige a todos, pero sobre
Ebla no solo no había sido olvidada, sino que continuaba despertan- todo a los que he llamado los sucesores naturales de los eblaítas, es de-
do admiración por el recuerdo aún vivo de su grandeza. cir, a los habitantes de Siria, Líbano y Palestina, es que todos somos
También la varias veces recordada explosión entusiasta del gran hermanos, gobernantes y ciudadanos sin excluir a ninguno, y como ta-
orientalista Gelb, «Ebla nos ha mostrado una nueva lengua, una nue- les debemos comportarnos, viviendo los unos para los otros.
va cultura, una nueva historia», resume bien el verdadero y profundo
significado del descubrimiento italiano. Con la excavación de Tell
Mardikh no solo se ha recuperado una página de la historia, sino que
se ha llegado a los orígenes de muchos de los fenómenos culturales, so-
ciales y religiosos que impregnaron las civilizaciones posteriores de
la gran Siria. Las colonias fenicias, por una parte, y la gran tradición
del comercio de Alepo y Damasco, por otra, no hacen más que in-
sertarse en una tradición mercantil que arrancó en Ebla. También las
variadas expresiones lingüísticas y culturales de la gran Siria hunden
claramente sus raíces en la lengua y en la civilización de Ebla: quizá
sin las grandes invenciones obra de los eblaítas no habría surgido si-
quiera la escritura ugarítica, ni se explicarían tampoco tantas tradi-.
ciones todavía vivas, después de más de un milenio, en el mundo he-
breo, como el profetismo y la unción en ceremonias públicas o
privadas, o esa tan particular del chivo expiatorio para la elimina-
ción de toda impureza.
La historia, sin embargo, es maestra de vida, y por ello debemos
preguntarnos si Ebla ha dejado algún mensaje válido también para el
hombre de hoy. Todos los aspectos de la nueva civilización de Ebla
han sido repetidamente definidos por mí como modernos: desde la con-
cepción de la realeza hasta las costumbres sociales y las iniciativas de ca-
rácter económico y comercial, todo ello es una sucesión tal de innova-
ciones respecto al modo de pensar «oriental», que mi apelativo de
«moderno» tiene plena justificación.
Pero Ebla quiso hablar explícitamente a toda la humanidad cuan-
do, como en un estribillo, señala la relación de fraternidad existente
entre los habitantes del reino sirio y los habitantes del reino elamita.
Son palabras que leemos en la carta diplomática enviada al soberano de
Hamazi:
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