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MMPI 2 Paso A Paso PDF
MMPI 2 Paso A Paso PDF
UCR
(PASO A PASO)
Realizado por Carlos Arguedas Rodríguez
¿Qué mide el test?: Psicopatología de la personalidad.
Rango de edad: 18 años en adelante. En caso de utilizarse con adolescente hay que tener cuidado.
Cuando la calificación es por medio de computadora, los valores son:
1 punto para las respuestas verdaderas
2 puntos para las respuestas falsas
0 punto cuando no contesta.
1
Escala L F K Hs D Hy Pd Mf Pa Pt Sc Ma Si
Escala 1 2 3 4 5 6 7 8 9 0
Puntuac 57 75 43 69 88 75 94 52 81 75 79 59 65
Código: 4*26“8 37`10+95 F`L/K
Este código significa lo siguiente:
4* = Que la escala Pd (4) registran puntajes ubicados en el rango de 90 a 96.
26“= Que las escalas D y Pa registran puntajes ubicados en el rango de 80 a 89.
8 37`= Que las escalas Sc, Hy y Pt registran puntajes ubicados en el rango de 70 a 79, pero que
Hy y Pt los puntajes tienen el mismo puntaje o un punto menor Pt de Hy.
La importancia estriba en hacer subgrupos de Escalas clínicas y Subclínicas al momento de la
interpretación, siempre que el puntaje entre las escalas 8, 3, 7 tengan una diferencia de cinco
unidades.
Cuando exceden a cinco, se recomienda examinar: a) el contenido de los ítems omitidos, con el fin
de descubrir los temas y posibles áreas de conflicto, b) en qué parte del cuestionario se producen
omisiones, sobre todo si se dan en los 370 primeros ítems y pueden, por ello, afectar a las escalas
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de validez o clínicas, o si más bien ocurren después de este punto y afectan a las puntuaciones de
contenidos o suplementarias; d) el porcentaje de ítems contestados en cada escala.
En la entrevista posterior a la aplicación debe preguntarse directamente al paciente el motivo de
tales omisiones.
Los factores que inducen a dejar sin contestar algún ítem o a dar dobles marcas pueden ser:
Mala comprensión de las instrucciones
Deficiencias intelectuales de tipo general
Problemas de comprensión de lectura
Ambigüedad o confusión semántica
Consideración ofensiva de un contenido, suspicacia o resistencia.
Escala L (Mentira)
Implicaciones de las puntuaciones
Puntuaciones T Utilidad del perfil Origen de la elevación Hipótesis interpretativa
T 80 Probablemente Fingir un buen Prueba de
invalidado ajuste resistencia e
ingenuidad.
T 70-79 Validez cuestionable Respuestas al Estado de
azar confusión
Rechazo de faltas Estilo represivo
Falta de
comprensión
T 60-69 Probablemente válido Cuadro defensivo Superconvencional
y conformista.
Moralista
Rígidamente
virtuoso
T 50-59 válido Típica Conforme con su
aproximación a los propia imagen
tests.
Puntuaciones
dentro de la media
T < 50 Posible actitud de “mala Cuadro de “buscar Auto-confiado e
imagen” conseguir algo independiente
más”
Crítico, sarcástico.
Todas las
respuestas son
“Verdadero”
3
1. Es una de las escalas de manipulación de la imagen.
2. Puntajes altos no implica necesariamente que el sujeto mienta intencionalmente, sino que
niegan pequeños y comunes defectos de carácter y disciplina extendidos en la cultura
occidental. Contrariamente son personas que no niegan esos defectos, como personas
pertenecientes al clero, o los pacientes que interpretan el contexto de la evaluación como si en
él fuera objeto de revisión y de amenaza de su situación e incluso sus valores morales.
3. Algunas personas no sólo niegan los pequeños defectos sino sus síntomas, el malestar, las
dificultades interpersonales, los rasgos y actitudes negativas (puntuaciones altas).
4. Ambos grupos tienden a rebajar puntuaciones en las escalas clínicas (más el primero que el
segundo)
5. L es la escala más débil y la más fácil de manipular.
6. Personas brillantes, bien formadas y cultas suelen obtener puntuaciones bajas. L está influida
por la formación, la inteligencia y la educación en general.
Escala F (Incoherencia)
Implicaciones de las puntuaciones
Puntuaciones T Utilidad del perfil Origen de la elevación Hipótesis interpretativa
T> 100 Perfil invalidado Respuestas al Actitud no
azar cooperativa
Errores de Fingir mala imagen
corrección de sí mismo.
Grave dislexia Paciente
psiquiátrico que
Contestar a todo
puede estar
como “Verdadero”
desorientado,
confuso, con un
comportamiento
claramente
psicótico.
T 80-100 Perfil invalidado Fingir enfermedad Reafirmación
Si válido, considerar Procesos Deseabilidad social
serios problemas psicóticos
Estado confusional
psicopatológicos
Responder “Falso”
a todas las
respuestas
Exageración de
problemas.
T 65-79 Probablemente válido Fingir enfermedad Psicótico
Procesos Neurótico severo
psicóticos
Problemas de
4
sociabilidad
Propenso a cambiar
de humor,
desasosegado,
inquieto,
insatisfecho
Cambiante,
impredecible.
T 60-64 Probablemente Válido Problemas en un
área particular
(trabajo, salud,
sexo, etc.)
T 50-59 Registro aceptable Puntuaciones Buen
dentro de la media funcionamiento
Típicas respuestas
T < 50 Registro aceptable Conformidad Convencionalidad
Posible falsa Sinceridad
imagen
Conformidad social.
Evalúa la tendencia del paciente a mantener actitudes y conductas muy inusuales en función de
una gran psicopatología, a desear presentar una imagen desfavorable de sí mismo, o a tener
dificultades para completar el cuestionario.
Respuestas al azar y puntuaciones altas.
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V. ESCALA K (corrección)
Escala K (Corrección)
(Implicaciones de las puntuaciones)
Puntuaciones Utilidad del perfil Origen de la elevación Hipótesis interpretativa
T
T> 70 Probablemente Fingir buena imagen Implicación
invalidado emocional acusada
Marcada defensividad
inhibición, timidez
Contestar a todo como
Desconfianza
“falso”
Ausencia de
comprensión
T 60-70 Validez cuestionada Defensividad moderada Clínicamente
defensivo. Todo lo
Negación del problema
niega.
Intolerante
Sin capacidad para
la intuición.
T 50-59 Perfil válido Autoevaluación equilibrada Muy ajustado
Independiente
Entusiasta
Intereses amplios
T < 50 Perfil invalidado Fingir “hacerse el enfermo” Confuso
Exageración de sus propios Autocrítico
desajustes
Conformista
Contestar a todo como
Introvertido
“Falso”
Cínico, suspicaz
T 35-45 Perfil invalidado Recursos limitados para Sugiere
afrontar el estrés y la infravaloración, muy
exigencia diaria o ambas autocrítico, pesimista,
cosas. insatisfecho, irritable,
inestable, pensamiento
perturbado.
Es el más complejo de los indicadores de validez. El contenido de los ítems cubre un rango de
características que muchos individuos prefieren negar acerca de sí mismos y de sus familias. Pero
muchos otros sujetos encuentran esos mismos atributos inofensivos y hasta bastante positivos, por
lo que los aplican a sí mismos o sus familias. Por ello, las puntuaciones superiores a la media
pueden reflejar la tendencia al sesgo.
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Es una escala de validez. Funciona como escala de auto-engaño o como manipulación de la
imagen.
Registra las actitudes sobre sí mismo relativamente estables y profundamente arraigadas, y
puede ser sensible a la sobrevaloración que haga el sujeto de sí mismo.
Las escalas clínicas estándar incluyen las ocho escalas básicas desarrolladas a partir de los grupos
criteriales patológicos y las escalas Masculinidad-Feminidad (Mf) e Introversión Social (Si).
T de 65 puntos de referencia para diferencia entre normales y patológicos.
Las elevaciones de las escalas y los perfiles pueden estar influidas, en primer lugar, por la gravedad
y estrés del examinado, pero también, de manera significativa, por factores relacionados con el
estilo de respuestas.
Cuando las escalas L o K son sustancialmente más altas que F, las puntuaciones en las escalas
clínicas raramente alcanzan una T de 65, independiente de la gravedad del trastorno o la
incapacidad del sujeto. Las puntuaciones superiores a 50 son raras bajo las mismas circunstancias.
Cuando F está sustancialmente elevada sobre L y K, la extensión y gravedad de los problemas del
sujeto pueden ser groseramente exageradas por las elevaciones de las escalas más altas y por el
número de escalas con puntuaciones superiores a T 65. En estas condiciones, las escalas de
contenido están sujetas también a una rápida y simultánea elevación que, a su vez complica la
interpretación.
Escala Fp (F posterior)
Implicaciones de las puntuaciones
Puntuaciones T Utilidad del perfil Origen de la elevación Hipótesis interpretativa
T> 100 Perfil invalidado Responder al azar. Paciente
psiquiátrico que
Responder a todo
puede estar
como “Falso”
desorientado,
Ofrecer una mala confuso o que
imagen de sí mismo. puede mostrar
claramente su
conducta psicótica.
T 80-100 Perfil invalidado Responder a todo Posibles problemas
como “Falso” psicopatológicos.
Si es válido,
considerar serios Hacerse el enfermo. Confuso
problemas
Exagerar sus Fatiga, cansancio.
psicopatológicos
desajustes
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T 65-79 Validez cuestionable Responder a todo Considerar serios
como “Falso” problemas
psicopatológicos
Hacerse el enfermo
Fatiga, cansancio.
Exagerar sus
desajustes
T 50-64 Puntuaciones dentro Puntuaciones
de la media aceptables
T< 50 Validez cuestionable Considerar que ha
podido expresar una
“buena imagen” de sí
mismo.
El índice F-Fp.
En algunos casos una puntuación alta en Fp, sí F está en un nivel aceptable, significa que el
examinado elige simular perturbación de ánimo e ideación suicida más que psicotismo.
En otras ocasiones refleja ansiedad real de pánico o síntomas depresivos.
La exageración o el fingimiento pueden interpretarse con seguridad solamente cuando las
dos, F y Fp, son altas por encima de ciertos límites.
VIII. INVAR (inconsistencia de las respuestas variables) INVER (inconsistencia de las respuestas
verdadero) /
Análisis de las escalas de consistencia.
Los individuos pueden responder a todos los ítems como verdadero o como falso. Un patrón
extremo es fácilmente detectable examinando la hoja de respuestas, pero una predisposición
menos extrema en una dirección u otra puede no ser tan fácilmente detectable.
El uso de INVAR e INVER PUEDE SER ÚTIL PARA DETECTAR INCONSISTENCIA EN LAS
RESPUESTAS.
INVAR / INVER
Las puntuaciones INVAR e INVER proporcionan un índice de la tendencia del sujeto a responder a
los ítems de forma inconsistente o contradictoria.
Cuando ambas alcanzan puntuaciones T > a 65, es muy probable que los ítems del tests se
hayan contestado de modo inconsistente.
Si INVAR está alta y INVER normal = las elevaciones de F, Fp suelen confirmar modelos
de falta de cuidado, exageración o falta de cooperación al responder.
F, Fp son elevados y INVAR bajo, se descarta la falta de cuidado al responder y sospechar
de sicopatología, exageración de síntomas o fingimiento.
INVER alta indica una tendencia a dar respuestas verdaderas de manera indiscriminada e
INVER muy baja tendencia a contestar falso indiscriminadamente.
8
a) INVAR
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IX. ESCALAS CLÍNICAS ESTANDAR
Índice de Goldberg.
Goldberg propuso una fórmula predictiva que discrimina entre perfiles neuróticos y psicóticos. El
índice se calcula así:
L + Pa + Sc – Hy – Pt = si el resultado de la puntuación es mayor a 45, sugiere un diagnóstico
psicótico.
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CONSIDERACIONES INTERPRETATIVAS
Las preocupaciones están centradas en la salud y el funcionamiento somático. Estas
preocupaciones suelen persistir a pesar de la opinión médica disconforme y los resultados negativos
de los procedimientos diagnósticos, lo que no produce alivio sino una continuada convicción de
enfermedad y una decreciente confianza en el médico.
En el paciente hipocondríaco, el problema real es normalmente difícil de localizar y clasificar y
las quejas físicas van acompañadas a menudo por una narración detallada del historial médico del
paciente que puede incluir un amplio vocabulario técnico de los síntomas, indisposiciones y demás y
de los procedimientos diagnósticos y de tratamiento que no han proporcionado alivio.
En los pacientes psiquiátricos los síntomas de preocupación son mucho menos estables en el
tiempo a menos que vayan unidos a ideación delirante.
Patrón sintomático
Estos pacientes suelen estar sensibilizados a sensaciones somáticas interiores o a implicaciones
de salud potencialmente horribles con signos visibles. Aunque no sean especialmente deprimidos o
ansiosos, quienes puntúan alto tienden a estar tristes, insatisfechos, algo pesimistas y de aspecto
cínico. Cuando está presente la ansiedad es capaz de tomar la forma específica de nerviosismo.
Los pacientes son perezosos y faltos de entusiasmo, difíciles de animar y carentes de impulso y
ambición. Desde el punto cognitivo tienden a ser más bien estrechos de miras, poco creativos e
imaginativos, convencionales y limitados por hábitos y rutinas.
Son cautelosos, reprimiéndose en muchas áreas y considerando muchos placeres como frívolos.
Su trato con personas ajenas a la familia es distante aunque responsable y escrupuloso. Son
generalmente educados, sinceros y considerados, observan las normas y los reglamentos (aunque
a veces con cierto resentimiento) y no cometen actos antisociales. Raramente tienen capacidad.
De ordinario son capaces de llevar una vida normal, pero con un reducido nivel de eficiencia.
RELACIONES INTERPERSONALES
Estos pacientes tienden a formar lazos de dependencia duraderos, especialmente de naturaleza
familiar, con otra persona, normalmente un cónyuge. Sus relaciones con otros suelen ser limitadas,
utilitarias y controladas.
Ponen expectativas y exigencias excesivamente altas en los íntimos y se convierten en huraños
o quejumbrosos cuando los demás dejan de prestar atención, consideración o servicios. Al mismo
tiempo son emocionalmente reservados y tacaños cuando los demás son los interesados y
frecuentemente se muestran obstinados, estrictos, egoístas, interesados, desagradecidos y difíciles
de contentar. Su ira (especialmente hostilidad) suele expresarse de modo indirecto mediante el
desagrado, la insatisfacción, la exigencia y el excesivo control. Suelen también manipular los
síntomas y deficiencias somáticas para intimidar a los demás, insinuar culpa y un exagerado sentido
de la obligación, o ambas cosas. Con el tiempo, su modelo de comportamiento crea una
acumulación de resentimiento en los demás, quienes pueden, a su vez, atender a las necesidades
de la persona con menor frecuencia y de mala gana (o ambas cosas a la vez). No obstante sus
matrimonios suelen ser estables.
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Estabilidad emocional
Este patrón puede ser extraordinariamente estable a lo largo del tiempo. Se considera una escala
de rasgo
PUNTUACIONES BAJAS
El primero y preferible consiste en tener una puntuación baja en esta escala, junto a una de
tipo medio en K. Sugiere experimentar “en la propia piel” una completa sensación de confort. A
este patrón corresponde la ausencia de dolencias somáticas, mayor iniciativa en la actividad física y
social, satisfacción positiva con el estado corporal, sensación de placer en el ejercicio, esfuerzo y
actividad, y capacidad para aceptar cambios y oportunidades sin temor. Puede existir una falta de
atención a los temas de la salud y seguridad y aceptar riesgos imprudentes en la actividad física.
El segundo modo de tener esos valores bajos puede hacerse con la elección de pocos ítems,
tanto en esta escala como de K. En este modelo, la ausencia de dolencias somáticas va unida a la
autocrítica, la insatisfacción, la ineficiencia y escasa decisión social que implica la puntuación baja
en K. Puede producirse la desatención a la enfermedad o al daño hasta que estos problemas
empeoren y causen mayor debilidad.
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ESCALA 2: DEPRESIÓN (D)
Mide aspectos de depresión sintomáticas: disforia, ansiedad, pesimismo, baja moral, inhibición,
molestias físicas, síntomas vegetativos y problemas en el modo de pensar.
El tema se centra en torno al estado de ánimo, la moral y la eficiencia. Las puntuaciones tienen
implicaciones con la salud física y el bienestar experimentado, el nivel de interés y compromiso con
el entorno, incluyendo el entorno social, y los sentimientos generales de satisfacción, agrado y
seguridad. Sus puntuaciones tienden a ser muy sensibles a las fluctuaciones del humor y a los
factores situacionales que pueden causar estos cambios y, en general, son más sensibles al
verdadero estado de salud o enfermedad que las puntuaciones de la escala 1. La escala 2 es
raramente elevada por separado y su interpretación es sumamente dependiente de sus modelos de
combinaciones con otras escalas.
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SUBESCALAS DE E/D
Patrón sintomático.
Son muy variables. Los más frecuentes son quejas de depresión o ánimo deprimido, pero son
comunes también los síntomas y la enfermedad física (llamada “depresión enmascarada”),
insomnios o somnolencia, pérdida o ganancia de peso, debilidad, fatiga y agotamiento o falta de
energía y vigor, culpabilidad, baja autoestima, falta de auto-confianza, distractibilidad, falta de
memoria, indecisión, tensión, ansiedad, preocupación, irritabilidad, enfado y agitación fáciles e
incluso ira.
Las quejas actuales implican frecuentemente un profundo sentido de pérdida o dolor que
precede a la aparición de los síntomas y afecta negativamente la seguridad y la autoestima del
paciente.
Estos pacientes se sienten desgraciados, tristes, deprimidos e insatisfechos y pesimistas
respecto al futuro y son lentos de pensamiento y de movimientos. Les falta también motivación e
iniciativa, encuentran difícil superar una sensación de inercia para “ponerse en marcha” o para
retomar una tarea interrumpida o apartada y tienden a abandonar ante los obstáculos. Son
frecuentes los problemas de apetito y sueño. La culpabilidad, el autodesprecio y la baja autoestima
perjudican la confianza en sí mismos y los pasados logros se desprecian sin razón para ello. Se
aíslan de las actividades físicas y sociales normales en el silencio y el ensimismamiento. Sin
embargo el encerrarse en sí mismos les sirve para poco porque sus funciones mentales están
comprometidas. Los problemas de atención, concentración, memoria, juicio e indecisión hacen el
pensamiento y la solución de problemas muy laboriosos, gravosos, estereotipados y
frecuentemente inútiles.
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Procesan la información lenta e incompletamente y, a menudo, dándole un sesgo pesimista.
Tienden a alejarse de las preocupaciones presentes y futuras con una infructuosa fijación en el
pasado. Con inquietud reflexiva, preocupación y recriminación de sí mismos crean una espiral
descendente que conduce a la desesperación y a pensamientos de suicidio.
La emocionalidad está constreñida y muy controlada y el paciente tiende a ser indiferente,
convencional, poco asertivo y agresivo y con escasas probabilidades de llevara a cabo acciones
contraproducentes o antisociales o de “engancharse” en el consumo de drogas. La mayor parte de
ellos sufre debilidad, cansancio y fatiga, tiene poca energía o iniciativa, y manifiesta algún grado en
enlentecimiento o retardo. En estos casos, la agresión y la hostilidad están fuertemente inhibidas.
No obstante, en un pequeño número de casos aparecen tensión, agitación, impaciencia,
irritabilidad, intolerancia a la frustración y enfado pasajero fuerte, sobre el que el paciente puede
experimentar posteriormente un exagerado sentimiento de culpa.
Relaciones interpersonales
Retraído y socialmente reservado.
Tiende a evitar los conflictos y enfrentamientos y generalmente parece tímido.
Los amigos lo consideran distante y difícil de ser afectado emocionalmente.
Su comportamiento puede conducir al rechazo y al abandono que el paciente ha temido y añorado
al mismo tiempo.
Los patrones defensivos asociados con las puntuaciones altas en la escala 2 son muchos y
variados, dependiendo de otras características del perfil. Las elevaciones señalan algún grado de
fallo, si no la rotura de toda postura defensiva anterior.
Muchas defensas, como la intelectualización, la racionalización, o la reacción-formación pueden
observarse cuando el paciente está airado. Otras defensas como la negación, el desplazamiento, la
supresión y la represión, pueden canalizarse hacia la ira o hacia la misma depresión,
enmascarándola así frente al propio paciente y a los demás.
En la historia del paciente es pertinente indagar la pérdida o muerte de un padre o de otro ser
querido durante la niñez, la exposición a la negligencia, abuso o crueldad emocional, tanto directa
como indirecta, durante el crecimiento, así como la experiencia de ser frecuentemente desarraigado
o la pérdida de lo que se consideraba una importante oportunidad, especialmente si el paciente
responde pasivamente a tales pérdidas. Más recientemente, pérdidas que pueden ser relevantes
incluyen la separación de una fuente importante de apoyo emocional o compañerismo, como la
esposa o un amigo íntimo, debido a la muerte o el abandono, pérdidas relacionadas con el empleo
o la seguridad económica y pérdidas relacionadas con accidente, daño o pérdida de función debida
a enfermedad.
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Consideraciones diagnósticas
El diagnóstico se sitúa generalmente entre los trastornos del estado de ánimo: trastorno distímico,
trastorno depresivo mayor, trastorno depresivo no especificado o trastorno adaptativo con estado
de ánimo depresivo.
Puntuaciones bajas
Las puntuaciones bajas reflejan optimismo, alegría y capacidad para el entusiasmo, actividad
intensa e intereses sociales así como vigilancia y facilidad mental.
No obstante, si las puntuaciones son demasiadas bajas, estas tendencias pueden convertirse en
problemáticas. Un excesivo optimismo puede conducir a debilidad de juicio, una excesiva alegría
puede dar lugar a un carácter implacable e insensible; una gran actividad y entusiasmo pueden
producir inhibición y temeridad; un exceso de intereses sociales puede conducir a relaciones
superficiales y oportunistas, a ostentaciones, inconstancia, insensibilidad o intromisión; una
excesiva facilidad mental puede acarrear un juicio enfermizo y un estilo impresionista o descuidado
del proceso de información. La agudeza de un optimismo emocional y la rapidez cognitiva pueden
concluir en expresiones que son irreprensibles, pero inapropiadas o hirientes para los demás.
Aunque se den en raras ocasiones, las puntuaciones bajas en la escala 2 pueden reflejar la euforia
y el descontrol que aparece en la manía.
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Trastornos del sueño
Ausencia de comprensión acerca de las causas de los síntomas
Negatividad
Inmaduro, centrado en sí mismo
Exigente, absorbente
Sugestionable
Cariñoso
T 40-59 Puntuaciones medias
Realista, abierto a los sentimientos
Lógico, sensato
T < 40 Reservado, conformista, convencional
Intereses reducidos
Socialmente aislado y reservado
Critico, de mente cerrada
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por parte de los demás, tienen temores de que esta necesidad no se satisfaga si se es honesto con
respecto a las mismas y a sus creencias. Se presentan a sí mismos, o ante los demás, como
honestos, sensibles irrazonables y niegan tener sentimientos negativos hacia los otros.
Hy 3. (Lasitud-malestar):
Puntaciones altas: Se sienten incómodos y sin buena salud. Son propensos a sentir debilidad y
fatiga y a tener dificultades para concentrarse y para conciliar el sueño. Pueden sentirse tristes y
desgraciados.
Hy 4. (Quejas somáticas):
Puntuaciones altas: Los sujetos que puntúan alto en esta subescala presentan múltiples quejas
somáticas. Expresan poco o ninguna hostilidad hacia los demás.
Hy 5. (Inhibición de la agresión):
Puntuación alta: Los sujetos que puntúan alto en esta subescala niegan los impulsos agresivos y
hostiles. Tienden a ser muy sensible al modo en que otros reaccionan ante ellos.
Los síntomas no acompañarán necesariamente a las puntuaciones elevadas, a menos que éstas
sean de nivel suficientemente alto (T = 75), para haber obligado a marcar alguno de los ítems
somáticos. Por el contrario, pueden darse fácilmente falsas predicciones negativas cuando las
conversiones son singulares, localizadas y simples, aun cuando sean activas y manifiestas.
La escala abarca dos grupos de ítems claramente distintos; el primero es un conjunto de
dolencias somáticas, en gran parte con connotaciones disfóricas, y el segundo un conjunto de ítems
que afirman ausencia de dificultades emocionales y una orientación amistosa y sociable hacia los
demás.
Las elevaciones en 3 no descartan la existencia de una enfermedad física. Estudios de
seguimiento con pacientes diagnosticados con trastornos de conversión han encontrado con
frecuencia altos niveles de patología orgánicas.
PROBLEMAS QUE PRESENTAN
Son muy variados. Muchos pacientes son remitidos por servicios médicos, especialmente de
neurología o por abogados que representan al paciente en una reclamación personal de
compensación de daños. En los pacientes que acuden por sí mismos, no es infrecuente un foco de
atención somático, pero a menudo no resulta obvio en la entrevista inicial. Algunos de estos
pacientes se presentarán con un desmentido más o menos inmediato de problemas emocionales o
psicológicos. Con frecuencia, las relaciones de un paciente con otras personas tienen
connotaciones de rechazo, tales como la ruptura de una relación estimada, la muerte o enfermedad
de un ser querido, un conflicto o discusión conyugal, el embarazo o el nacimiento de un hijo, o un
sentimiento de no ser plenamente aceptado o integrado en un grupo de compañeros que se desea.
A menudo existe una inicial sensación de falta de armonía entre el modo cómo el paciente se va a
sí mismo y el modo cómo lo ven los demás. Son también evidentes los problemas con el
rendimiento escolar, corren el riesgo de la expulsión del centro o del examen de comprobación o
los fallos en el trabajo que pueden implicar el despido, como lo son los problemas de ansiedad,
especialmente ataques de ansiedad o mareos. Entre los varones, los problemas pueden implicar
conflictos con los profesores, supervisores y otras figuras de autoridad. Una queja de dolor es
probablemente el síntoma somático más común.
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PATRÓN SINTOMÁTICO
Los síntomas pueden ser de aparición reciente o lejana en el tiempo. Los síntomas recientes
aparecen de ordinario de manera repentina como respuesta a situaciones de estrés que tienen un
profundo significado emocional o que replican o recuerdan al paciente algún acontecimiento previo
emocionalmente traumático. Puede presentarse la elegante indiferencia en la medida en que el
síntoma consigue mantener efectivamente el acontecimiento traumático y la ansiedad que le rodea
fuera de la conciencia. Cuando el dolor es el síntoma principal, la presencia de la elegante
indiferencia no se aplica al dolor como tal sino a sus consecuencias en la vida del paciente, a las
adaptaciones y limitaciones que el dolor impone. Los síntomas tienden a ser escasos en número y
a disminuir con el tiempo. Cuando la aparición ha sido hace tiempo, el acontecimiento que le dio
origen es, a menudo, oscuro y desconocido, y la emoción que le rodea está embotada. Los
síntomas son normalmente más numerosos, menos dramáticos y aparentemente menos
incapacitantes y parecen intentados a confirmar o legitimar la situación de enfermo del paciente.
En esos casos, no suele darse la elegante indiferencia y el paciente puede mostrarse como un
inválido, carente de todas las responsabilidades excepto la de buscar tratamiento. Estos casos
presentan frecuentemente una depresión secundaria y tienden a disfrazarse con rasgos
característicos de trastornos hipocondríacos o de somatización.
Tienden a la dramatización en las situaciones sociales tanto al nivel de síntomas como de
estado de ánimo. Las expresiones pueden ser algo exhibicionistas y frecuentemente parecen
calculas para lograr efectos sociales específicos. Son muy sugestionables.
Los que puntúan alto en 3 suelen estar sujetos a la influencia de los demás, a la imitación y a
notables cambios en los sentimientos y en el estado de ánimo, así como a aceptar o abandonar
rápidamente actitudes y convicciones, dependiendo, a veces, de la última persona con la que hayan
hablado.
Tienden a ser lábiles y caprichosos. Si están enfadados y malhumorados o bien llorosos y
suplicantes, frecuentemente la emotividad aparecerá como altamente exagerada, escenificada e,
indirectamente coercitiva.
La ideación psicótica es menos probable cuando la escala 3 es elevada, independientemente del
patrón o perfil o de las elevaciones de otras escalas clínicas. Sus opiniones parece que se forman
de modo apresurado y a partir de informaciones que causan una fuerte impresión emocional, pero
con escasa preocupación por la perspectiva, la precisión o la confirmación.
RELACIONES INTERPERSONALES
El sujeto que es clasificado como tipo 2 en la escala 3 está interesado en que los demás
encuentren satisfacción en estar a su lado, pero secreta reclama atención, afecto, seguridad y
apoyo, e implícitamente insiste en que esto le sea otorgado desinteresadamente de modo que no
requiera reciprocidad. Esta falta de reciprocidad frente a los intereses y deseos de los demás
convierte todas las relaciones del paciente en potencialmente inestables. Confiados, abiertos y
optimistas en las relaciones, pero a la vez, centrados en sí mismos e inmaduros, quienes puntúan
alto en la escala tienden a buscar a otros que sean muy pacientes, necesitados de asistencia y poco
exigentes. Las relaciones con los demás suelen ser algo superficiales e inmaduras. Se desaniman
fácilmente cuando los demás dejan de cumplir sus expectativas y rompen sus relaciones tan
rápidamente como se establecieron. Con los más íntimos su relación es unilateral y de
dependencia y hacen múltiples e infantiles demandas al compañero. Frecuentemente manipulan
los síntomas y las fuertes reacciones emocionales, reales o fingidas, para evitar responsabilidades y
para ocultar las elecciones egoístas.
DEFENSAS
Además de la misma conversión, las defensas clásicas en este caso son la negación y la
represión. La negación es especialmente sorprendente. Muchos de estos pacientes niegan
problemas y dificultades que otros reconocerían como emocionales y psicológicos.
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HISTORIAL
Conviene pensar en la pérdida temprana de un pariente, especialmente el padre, por muerte o
desaparición o en otras experiencias penosas de rechazo; el pariente ausente es, a menudo,
idealizado. Algunos pacientes pueden haber experimentados intensos e incluso violentos altercados
entre sus padres cuya abrumadora intensidad producía una angustia emocional y una aguda
necesidad de escapara a la sobrecarga sensorial.
En algunos casos, el historial puede revelar a alguien que sirvió de modelo de los síntomas del
paciente. Incluso en otros, fue un descuido emocional general lo que contrasto con la excesiva e
indulgencia atención durante períodos de enfermedad.
Consideraciones diagnósticas
Lo característico es el trastorno de conversión, pero también puede haber diagnósticos
secundarios o incluso primarios de trastornos por dolor, distimia, trastorno depresivo no
especificado o trastorno con estado de ánimo depresivo, o con trastorno del comportamiento.
Los trastornos psicóticos son infrecuentes, puesto que se trata de perturbaciones de la
personalidad, pero trastornos histriónicos, paranoides, límites y disociativos se dan en algunos
casos cuando la escala 3 es alta junto con otras. El abuso de drogas tampoco es frecuente.
Mide alineación, desinhibición social y tendencia a entrar en conflicto con la familia, autoridades o
los demás mediante rebeldía, explotación de otros, mala conducta, conciencia escasamente
desarrollada y falta de normas morales interiorizadas.
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Airada, irritable, no cooperativa (mujeres)
Culpabilidad, vergüenza
Extrovertido
Relaciones superficiales
Enérgico
Creativo
T 40-59 Puntuaciones medias
Sincero, confiado
Responsable, persistente
T < 40 Convencional y rígido
Aceptación de la autoridad
Sincero
Persona de confianza
Moralista, autocrítico
Excesivamente cumplidor
Puntuaciones bajas
Personas que prefieren el confort personal y la auto-suficiencia.
Pueden ser antipáticos y socialmente aislados.
Parecen tener generalmente una apariencia misantrópica, los demás les ven fríos, distantes,
difíciles de llagar a conocerlos.
Cínicos y suspicaces. Probablemente son indiferentes a la aprobación social. Carecen de un
sentimiento de diligencia o propósito, tienen escasos intereses y tienen una vida que los demás
pueden considerar relativamente rutinaria y sin compromisos.
IMPLICACIONES INTERPRETATIVAS.
El constructo general subyacente parece ser un patrón de la organización de la personalidad y
la conducta arraigada, duradera y muy inadaptativo, que tiende a estrechar el rango y la estabilidad
de las satisfacciones interpersonales, a dificultar el rendimiento educativo y profesional, a impedir el
logro de los objetivos a largo plazo y a limitar la armonía, flexibilidad, eficacia y actuación social.
No todos los atributos son indeseables. Características tales como intrepidez, la energía, la
espontaneidad, la auto-confianza, la agresión, el espíritu emprendedor e, incluso, la rebeldía,
pueden cumplir funciones sociales importantes y altamente positivas en ciertos momentos y
circunstancias.
Las elevaciones en la escala 4 constituyen generalmente un riesgo físico mayor para el paciente
que para aquellos con los que está en contacto. En términos de mortalidad o morbilidad total,
quienes puntúan alto en esta escala suelen ser más destructivos de sí mismo que de otros.
El abuso de drogas y la tendencia a asumir riesgos imprudentes y despreciar el peligro convierte a
los que puntúan alto en vulnerables a los percances que terminan en daño o muerte. Sin embargo,
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los de puntuación alta constituyen un riesgo emocional para otros por su frialdad emocional, escasa
disponibilidad, egoísmo, falta de responsabilidad e indiferencia al estrés que causan en los demás
por las situaciones en que su comportamiento puede colocarlos.
El hecho de que las puntuaciones Pd-O sean las dominantes en 4 lleva consigo una mayor
elevación del perfil total con “apuntamientos” destacados en 7 y 8 y un patrón autocrítico con las
de validez; mientras que el predominio de 4 en Pd-S se asocia con una menor elevación del perfil,
escasos “apuntamientos” concurrentes.
Elevaciones concurrentes en 6, 8 y 9 tienden a acentuar los aspectos negativos característicos
de 4, mientras que elevaciones en 2, 3, 5 (la 5 baja en mujeres) y 0 tienden a atenuar o socializar
las expresiones de 4. Por ejemplo, el patrón 4-9 ó 9-4 acentúa la actuación exterior y la tendencia
a la búsqueda de sensaciones en 4, mientras que el patrón 4-5 ó 5-4 las tendencias están influidas
en la dirección de la expresión verbal y conciencia social por la pasiva y, en cierto modo, estética e
intelectual orientación de 5.
Las elevaciones en L o K que acompañan a 4, especialmente cuando las puntuaciones en F, 7 y
8 son bajas, reflejan, a menudo, un patrón más fundamentalmente paranoide que antisocial.
Subescalas de Pd
Pd 1 (Discordia familiar).
Puntuaciones altas: Los sujetos que puntúan alto describen a sus familias actuales o de origen
como carentes de amor, comprensión y apoyo. Sienten que sus familias son o ha sido crítica y no
les han permitido una liberación e independencia adecuadas.
Pd 2 (Problemas con la autoridad).
Puntuaciones altas: Los sujetos que puntúan alto en esta subescala reniegan de las normas y
costumbres parentales y sociales, tienen opiniones definidas acerca de lo que es correcto e
incorrecto, y luchan por sus propias creencias. Admiten haber tenido problemas en el colegio o con
la ley.
Pd 3. (Frialdad social).
Puntuaciones altas: Los sujetos se describen a sí mismos como cómodos y confiados en situaciones
sociales. Tienen opiniones seguras acerca de muchas cosas y no dudan en defender las mismas
vigorosamente.
Pd 4. (Alineación social).
Puntuaciones altas: Los sujetos se sienten alienados, aislados y extraños. Creen que los demás no
les comprenden y que la vida les ha tratado mal.
Pd 5 (Auto alienación).
Puntuaciones altas: Los sujetos que puntúan alto en esta subescala se describen a sí mismos como
incómodos e infelices. No encuentran la vida interesante o de provecho. Pueden expresar vagas
lamentaciones, culpa y remordimiento por hechos pasados.
Es poco frecuente que quienes obtienen puntuaciones altas en Pd acudan a consulta por propia
iniciativa, ya que normalmente están satisfechos con ellos mismos y con su conducta.
Habitualmente estos pacientes son atendidos respondiendo a alguna forma de coacción, tal como la
amenaza de un cónyuge o pareja de romper las relaciones, directivas de los jefes de su trabajo o
potenciales jefes o en el curso de una orden judicial u otras investigaciones de los tribunales,
imposición del hospital y circunstancias similares.
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El motivo para tomar contacto con un profesional de la salud mental suele ser de tipo práctico:
la solución de un problema o conjunto de problemas o la mejora de un conjunto de circunstancias
desagradables de la vida. Debido a que estos pacientes sitúan el problema en sus vidas fuera de
ellos mismos, raramente se interesan por cambiar sus propias cosas; prefieren convertirse en más
hábiles o mejor informados sobre cómo cambiar o evitar el modo de comportarse de los demás con
ellos.
PATRÓN SINTOMÁTICO
Los patrones implicados en la escala 4 predicen fiablemente el enfrentamiento con el entorno
social. Éste puede tomar la forma de un conflicto activo, resistencia pasiva, o esfuerzos para
socavar, subvertir o evadir la influencia de personas específicas, representantes de la autoridad,
convencionalismos y normas. Los pacientes tienden a mostrar rebeldía frente a cualquiera que
considere una amenaza para su autonomía, aunque esa rebelión pueda ser manifiestamente
contraria a sus propios intereses. Suelen minusvalorar o tomar a mal las costumbres o
convencionalismo sociales y procuran evitar o desdeñar las reglas o normas sociales. A menudo,
estos pacientes no tienen una total desconsideración hacia los sentimientos, expectativas y
conveniencia de los que están a su alrededor. Se muestran dispuestos a sacrificar los objetivos a
largo plazo para gozar de las satisfacciones a corto plazo. Tienen dificultad de aprender de la
experiencia, a veces adversa y sancionadora. Su historial revela, a menudo en la niñez, una
incorregible oposición a todas las formas de esfuerzos disciplinarios, desde las advertencias y
privación de privilegios a las distintas modalidades de restricción, castigo corporal, azotes,
suspensión y daños.
Suele darse una mala regulación de la emocionalidad y repentinos cambios de humor. La
excitación y la expresión emocional suelen estar escasamente equilibradas con las circunstancias
que las producen, de tal manera que, por ejemplo, la irritación se convierte en ira expresada
abiertamente, y de la ira se pasa al altercado verbal o físico. La tolerancia a la frustración y al
aburrimiento es baja. Las expresiones de emocionalidad afiliativa, tales como el afecto, la
aprobación y la cordialidad suelen ser engañosas y amañadas. Las mismas tienden a ser
verdaderas expresiones de culpa y remordimiento. En el inicio, el efecto suele ser calmado aunque
inestable, transformable fácilmente en irritabilidad, inquietud o aburrimiento y le tono del
sentimiento tiende a ser frío a agresivo. Estos pacientes raramente sienten ansiedad; sin embargo,
su inquietud, aburrimiento e irritabilidad pueden producir en los demás una ansiedad que éstos, a
su vez, atribuyen erróneamente al paciente.
Aunque es improbable que experimenten un fuerte estrés en la mayoría de las circunstancias
estos pacientes no se consideran a sí mismos especialmente felices o contentos a pesar de que
afirmen lo contrario. Es improbable que se describan a sí mismos como deprimidos, pero a
menudo experimentan un vago sentido de falta de objetivos, de vacío o futilidad en sus vidas, con
sentimientos de aburrimiento e inquietud, y una larvada insatisfacción de claro contenido disfórico.
Con la excepción del juicio, las funciones cognitivas están generalmente dentro de los límites
normales. La atención, la concentración y la memoria están inalteradas y no existen más trabas
para la toma de decisiones que la falta de temor y el atrevimiento. El juicio, sin embargo, es más
bien limitado con una tendencia crónica a subestimar el riesgo y frecuentes fallos de anticipación y
previsión. La planificación anticipada se sacrifica frecuentemente a los impulsos momentáneos o a
la necesidad de estimulación o gratificación.
Sus motivaciones son normalmente vistas por los demás como egoístas, auto-beneficiosas,
auto-justificativas y orientadas a la gratificación inmediata. Raramente definen los objetivos
importantes de la vida e incluso, cuando son capaces de articularlos, hay una notable falta de
persistencia en los esfuerzos para lograrlos. Los valores son utilitarios, auto-beneficiosos y
escasamente interiorizados. La verdad y la mentira se valoran en el plano de la conveniencia, más
bien que en el de las exigencias morales.
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Quienes puntúan alto suelen ser socialmente extravertidos, sociales, superficiales y atrevidos,
incluso con extraños y parecen enérgicos y aventureros. Su carencia de niveles normales de
ansiedad e inhibición social hace que los demás los vean atractivos, auto-confiados y deseosos de
lograr acercamientos de modo que su propia desinhibición puede ayuda a otros a liberarse del
miedo y la timidez, a ser más comprometidos, más “al día” y espontáneos.
Estos pacientes se describen ocasionalmente en términos que sugieren hostilidad, como sarcásticos
y cínicos; sin embargo, más fiablemente son vistos como agresivos, en el sentido de moverse en el
entorno social de modo que los demás les ven descarados, entrometidos o implícitamente
exigentes. La hostilidad, como tal, suele ser situacional más bien que consistente, especialmente
como reacción a la frustración.
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recursos y apoyos o con una protección insegura. En otros casos existió una reacción permisiva o
indebidamente correctiva de la agresividad del niño. Uno o los dos padres pudieron haber
aprobado implícitamente u ofrecido satisfacciones vicarias a la mala conducta del niño a través de
los repetidos rescates e intercesiones ante las autoridades.
Consideraciones diagnósticas
El diagnóstico primario tiende a situarse en el Eje II, en el que sería típico el trastorno de
personalidad antisocial, límite y narcisista.
Puntuaciones bajas
Son personas que están en paz consigo mismas y con los demás. Son poco exigentes y tienen un
aspecto alegre y bondadoso. Pueden ser tímidas, modestas y sin pretensiones. Sinceras y
merecedoras de confianza en las relaciones con otros, muestran a menudo una gran capacidad de
lealtad y perseverancia. Son dignas de confianza en el sentido de que valoran la confianza en sus
relaciones con los demás y tienen un sentido de obligación moral para cumplir sus acuerdos, tanto
explícitos como implícitos. Sin discretas y razonables en sus intentos de solucionar los conflictos
que surgen en sus relaciones y parecen valorar mucho la armonía y la estabilidad. Suelen tener
integradas la conciencia y las sensibilidades éticas.
En algunos casos, se ha observado en varones, que no son competitivos ni intentan aventajar a los
demás. Por el contrario, son frecuentemente considerados agradecidos, pasivos, sumisos, poco
asertivos y fácilmente dispuestos a aceptar advertencias y sugerencias y a subordinar sus propias
preferencias a las de otros, aunque puedan ser vistos a veces como demasiado deseosos de
hacerlo. Toleran bien la rutina y son dependientes y persistentes en la consecución de sus
objetivos y deberes, pero también algo convencional y poco espontáneo. En el extremo, quienes
puntúan muy abajo en 4 pueden ser rígidamente conformistas y conservadores, aceptar
incondicionalmente la autoridad, tener intereses reducidos, mucha tolerancia al aburrimiento,
preocupación por el estatus y la seguridad y miedo al cambio y a lo desconocido.
ESCALA 5: MASCULINIDAD-FEMINIDAD
Mide amplios patrones de intereses, actividades, actitudes y sentimientos que suelen acompañar a
los estereotipos sexuales.
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T 40-59 Puntuaciones medias
Práctico
Acomodaticio
Realista
Convencional
T < 40 Patrón tradicional de intereses masculinos
Declaraciones machistas, crudo, agresivo
Intereses reducidos, escasos
No le gusta jugar con los sentimientos
Imprudente
Orientado a la acción
autoconfiado
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- Enérgica, competitiva
- Considerada
- Flexible, informal
La escala 5 ha sido criticada como medida de los intereses masculinos frente a los femeninos, a
causa de su contaminación con la preferencia homosexual y por su presunta bipolaridad en la que
las puntuaciones altas significan un patrón de intereses extremadamente femeninos y las bajas el
extremo opuesto masculino.
Las puntuaciones de 4 tienen una fuerte influencia en los aspectos interpersonales de las
puntuaciones directas altas de la escala5. En el caso de los varones, la fuerza de la unión básica
del paciente con los demás, su compromiso de mantener o restaurar las estrechas relaciones y su
capacidad para la confianza, el optimismo, la cordialidad y el perdón vienen indicados por el grado
con que la escala 5 supera a la 4, siempre que la escala4 supere a la 5, supuesto que la 4 no sea
superior a T 60.
Si la escala 4 sobrepasa estos límites, especialmente si, en el caso de los varones, supera la
escala 5, tienden a superarse problemas crónicos en la calidad, fuerza y estabilidad de las
vinculaciones. Estos patrones suelen predecir peleas pasivo-agresivas indicando conflictos en torno
a la dependencia y la independencia, tendencia a reaccionar a las peticiones como si fueran
exigencias; y una rapidez a sentirse dominado y a rebelarse reflexivamente contra este sentimiento.
Con puntuaciones altas en 5, las elevaciones en 4 son más benignas que de otro modo. La 5
tiende a centrarse en la rebeldía y los conflictos de autoridad que acompañan a la 4 y a otorgarles
una base intelectual o filosófica de forma que muchos varones con este patrón son mejor descritos
como antiautoritarios que como contrarios a la autoridad.
Los varones con puntuaciones altas habitualmente presentan problemas o preocupaciones
sexuales, humor disfórico, problemas de auto-imagen o dificultades en las relaciones. Se sienten
presionados por las expectativas de otros, principalmente con respecto a representar papeles que
les hace sentirse a disgusto o enfermizos. Otros presentan conflictos con compañeros de trabajo,
vecinos u otras personas debido al acoso o a las burlas hostiles que asustan y enfadan al paciente.
Incluso hay quienes muestran tristeza o depresión, centrada frecuentemente en un sentido de
alineación o frustración y en la incapacitación satisfacer necesidades. Independientemente del
problema inicial planteado, están normalmente presentes problemas en el área de la sexualidad.
La situación es semejante en las mujeres que tienen puntuaciones altas, pero los problemas
sexuales y la disforia se producen con mucha menor frecuencia que entre los varones con
puntuaciones semejantes en esta escala. Las mujeres experimentan, a menudo, conflictos entre
los valores íntimos y los papeles que esperan ejercer. Experimentan una variedad de problemas
interpersonales, incluyendo dificultades por lo que otros perciben de su insensibilidad, sensaciones
de que sus motivos son incomprendidos, sentimientos de rechazo y problemas maritales o de
cuidado de los niños.
Los hombres con puntuaciones bajas rara vez acuden voluntarios al tratamiento como pacientes
externos, pero a veces acompañan a sus mujeres para un consejo matrimonial o para abordar
problemas con un niño, especialmente problemas de disciplina o rebeldía que tienen su origen en la
falta de sensibilidad del padre con las necesidades del niño o una dependencia alta en el castigo
corporal.
Las mujeres con puntuaciones bajas presentan una amplia variedad de dificultades, centradas
frecuentemente en las relaciones matrimoniales, junto con problemas de comunicación y
asertividad, sentimientos de agobio ante las responsabilidades y una actuación por parte del esposo
o los hijos. Estas mujeres, a menudo, parecen interiorizar estrés y no es raro que presenten
problemas somáticos, tales como dolores de cabeza.
27
Defensas
Los varones con puntuaciones altas tienden a defensas adaptativas y maduras, como el humor
y la sublimación. Suelen ser intelectualizados e intelectualizar, y se dan también con relativa
frecuencia defensas como la racionalización y la supresión, así como pequeñas negaciones,
idealización, devaluación y agresión pasiva.
Las mujeres que puntúan bajo tienden igualmente hacia defensas adaptativas, pero muestran
un rasgo considerable de restricción, con tendencia, cuando es más leve, hacia el humor y la
sublimación y, si es más fuerte, hacia la supresión, la racionalización, la intelectualización, la
formación e incluso la negación y proyección.
Mide rigidez personal o moral, sensibilidad interpersonal, rencor e ideas de ser incomprendido,
maltratado, perseguido o controlado por los demás, así como tendencia a interpretar las acciones,
intenciones y motivaciones de los demás como injustas, desagradables u hostiles.
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Considerar psicosis
T < 35 Probablemente psicosis paranoide
Cauteloso y evasivo
Testarudo
Pa 1. (Ideas persecutorias).
Puntuaciones altas: Los sujetos ven el mundo como un lugar de amenaza. Tienden a ser
suspicaces y desconfiados. En casos extremos pueden tener ilusiones de persecución.
Pa 2. (Hipersensibilidad).
Puntuaciones altas: Los sujetos que puntúan alto en esta subescala están indicando que son más
tensos y sensible que las demás personas. Se sienten solo e incomprendido, y pueden correr
riesgos o realizar actividades emocionantes para sentirse mejor.
Pa 3. (Ingenuidad).
Puntuaciones altas: Los sujetos que puntúan alto en esta subescala presentan actitudes irrealmente
optimistas acerca de los demás. Se presentan a sí mismos como sinceros, con normas de moral y
carentes de impulsos hostiles negativos.
IMPLICACIONES INTERPRETATIVAS
La escala 6 responde a una sensación de vulnerabilidad percibida como sí uno se sintiera a sí
mismo enfrentado despiadada e inexorablemente a fuerzas hostiles o expuesto a enfrentarse a ellas
repentinamente y sin aviso. Quienes obtienen puntuaciones elevadas se sienten atrapados como
se real o potencialmente hubieran sido “empujados a un rincón”, o estuvieran “entre la espada y la
pared” y “sin tener en quien apoyarse”. Se sienten abocados a la aniquilación si ceden y a la
vergüenza, la humillación y la derrota si se mantienen en su puesto. Estos pacientes se sienten
fuertemente inclinados hacia la racionalidad, la ética y la moralidad a la vez que se preocupan de
las amenazas y dilemas a que se enfrentan, sabiendo que son incapaces de superarlas por sus
propias fuerzas. Sus manifestaciones verbales suelen magnificar el poder y el tamaño de las
fuerzas que les acosan, la corrupción existente, o la crueldad, salvajismo, brutalidad. Suelen
29
reclamar mayor capacidad, recursos o conocimientos de los que realmente poseen o creen poseer
para oponerse a tales fuerzas.
En todo caso, la atención del paciente no se centra normalmente sobre la vulnerabilidad física,
sino sobre el sentido de identidad, voluntad y autonomía. Quien puntúa alto en la escala 6 exige
ser tratado como ciudadano pleno con derechos inalienables y buen nombre y teme convertirse en
una cifra o en un esclavo.
Siguiendo el principio de que el precio de la libertad es la perpetua vigilancia, quien puntúa alto
advierte rápidamente los acontecimientos interpersonales que pueden tener implicaciones negativas
para él y sus estatus; interpreta descuidos e inadvertencias como descortesías deliberadas y
maliciosas, y pequeños desaires como indicativos de faltas de respeto, insultos o desprecio. Esto
es, los pacientes se apartan de ellos mismos del mundo ordinario, de toma y daca social en el que
innumerables lapsos e indiscreciones se compensan con el humor, el beneficio de la duda, la broma
y el olvido, porque, en la experiencia del paciente, el nivel de amenaza hace el juego también serio
y sitúa el listón demasiado alto. Tendiendo a interpretar todas las interacciones como situaciones
potenciales de dominio, como juegos de todo o nada, los pacientes sospechan que los demás se
aprovecharán de cualquier debilidad para conseguir la finalidad de su control y sometimiento.
Los amigos deben distinguirse de los enemigos rápida e inequívocamente; dejar de hacerlo es
una amenaza a la supervivencia.
Los problemas asociados con las puntuaciones en la escala 6 dependen en gran medida de su
elevación, de forma que la causa de las consultas por propia iniciativa tiende a decrecer
notablemente a medida que la elevación de las puntuaciones es mayor.
Cuando las elevaciones son bajas, los problemas de relaciones constituyen el motivo más
frecuente de consulta. La pérdida o amenaza de pérdida, de amigos o cónyuge conduce a la
disforia y a aprensiones para las que el paciente desea alivio, comprensión y apoyo.
Las elevaciones en la escala 6 predicen un amplio rango de sentimientos, actitudes y conductas
relacionadas con un tema central: el de evitar ser vulnerables a la hostilidad de los demás,
especialmente cuando tal hostilidad parece dirigirse potencialmente a la autonomía, estatus e
identidad del sujeto. Las manifestaciones sintomáticas tienden a ser parejas a la elevación, con
expresiones relativas a la dinámica general de la personalidad en los niveles más bajos y con
expresiones paranoides psicóticas en os niveles más altos. Prácticamente, en cualquier nivel de
elevación superior a un T de 55, preocupa que la sensación de seguridad personal y bienestar del
sujeto esté sujeta a influencias adversas por los sentimientos y acciones de los demás. Cuando las
elevaciones son medias, la experiencia de desaprobación puede crear sólo un malestar moderado
que activa, también moderadamente, maniobras defensivas o auto-protectoras que pueden
considerarse como un modelo de salvar las apariencias. Al aumentar las elevaciones empiezan
también a incrementarse las distorsiones en la percepción social, de modo que gestos ordinarios de
desaprobación o desagrado por parte de otros, aun cuando no tengan intencionalidad, se
experimentan como producidos maliciosamente.
El estado de ánimo y el afecto suelen concretarse en dos patrones principales que, ambos
relativamente inestables, corresponden a la huida o la lucha, y al alto frente al bajo nivel de auto-
control. La tensión, el miedo, la irritabilidad y el rencor son comunes a los dos. En el primer
patrón, la tensión y el recelo expresan sentimientos de ansiedad y disforia; el paciente tiende a
evitar confrontaciones y a interiorizar el estrés, procura congraciarse o apartarse de los otros y
puede llegar al suicidio; los aspectos de proyección o resentimiento influyen en la colaboración de
estos signos afectivos. En el segundo patrón, la emocionalidad se exterioriza más y los controles
resultan comprometidos; la suspicacia, la amargura, la ira, el rencor, la hostilidad, el odio, la rabia y
la venganza dominan el panorama afectivo.
Los sentimientos de afecto y ternura tienden a aumentar la sensación de vulnerabilidad del
sujeto al daño y la decepción; están, por eso, sujetos a un rígido control. El paciente estima que
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someterse a cualquier solicitud emocional es un signo de debilidad y una amenaza a la racionalidad
y a la capacidad de auto-protección. Por eso, las expresiones de amabilidad y consideración
dirigidas hacia el paciente pueden ser interpretadas como provocativas y arrogantes.
Una característica destacada de quienes obtienen puntuaciones altas en la escala 6 es la
hipervigilancia, una atenta sensibilidad hacia los signos de hostilidad o confirmación de las
creencias establecidas. Este síntoma es mucho menos común después de la formación de delirios y
entre los pacientes en que la cognición está perturbada y desorganizada (véase código 6-8 ó 8-6).
Quienes puntúan alta en la escala 6 tienden, sin embargo, a describir su propio pensamiento
como inusualmente libre de deterioro. Consideran normales y carentes de trastorno su atención,
concentración, memoria, toma de decisiones y juicio. No obstante cuando, a la vez, se dan
elevaciones en las escalas 1, 2, 3, 7 o (especialmente) 8, se marcan más frecuentemente ítems que
indican problemas en el pensamiento. Independientemente de que otras acompañen a la 6, casi
siempre existen problemas de pensamiento, evidentes normalmente para los demás. Debido a que
la atención se centre estrechamente sobre los aspectos del entorno que parecen confirmar
amenazas o rencor, cuando los aspectos que invalidarían la realidad o gravedad de tales amenazas
son ignorados o pasador por alto, el juicio del paciente es reflexivo y desacertado.
De ordinario, estos pacientes tienen importantes dificultades para ver las cosas desde la
perspectiva del otro, por lo que sus dificultades con los demás se agravan y amplían
sustancialmente por su incapacidad para tener empatía con ellos. De este modo, el paciente se
convierte en una especie de prisionero de sus propios puntos de vista, limitados y a menudo
aislado, que son compartidos con otros no como una confidencia, sino como una acusación o
reprimenda. A menudo, los pacientes son incluso incapaces de exponer los motivos de queja que
otros pueden tener contra ellos y mucho menos de considerar la posibilidad de que esos motivos
sean ciertos, incluso si se le pide que lo hagan pueden sentirlo como una concesión a los puntos de
vista que ellos consideran prohibidas y erróneos.
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PUNTUACIONES BAJAS
La sabiduría popular clínica diría que pueden describirse de manera similar tanto los pacientes que
puntúan alto como los que puntúan bajo en la escala 6m, pero no hay una total certeza sobre este
punto.
RELACIONES INTERPERSONALES
El ámbito de las relaciones interpersonales casi siempre está gravemente afectado, o incluso
destruido, en quienes tienen puntuaciones altas en la escala 6. Tienden a ver a todos los demás
como antagonistas potenciales, sojuzgados por quienes los explotan o se interpones a ellos, y
debilitan su voluntad o atacan su dignidad, y tratan de hacer frente a estos riesgos mediante una
hipersensibilidad a los desaires y a los indicios de amenaza.
Con algunos pacientes (aquellos con dependencia significativa o aspectos disfóricos o
histriónicos), las relaciones estrechas se preservan mucho mejor.
DEFENSAS
La proyección es la principal defensa en quienes puntúan alto en la escala 6. La racionalización
de la ira, el rencor y la pérdida de control son también comunes e incluso dominantes. Con una
rígida auto-justificación y la acumulación del uso hostil de la “evidencia”, el paciente considera que
se le autorizan la sospecha, la acusación e incluso el ataque. Dependiendo de otras modalidades
del perfil, existe un rango de defensas secundarias que incluyen la intelectualización, la reacción-
formación y la negación.
HISTORIAL
Por lo general, son personas que han tenido experiencias de opresión. La atmósfera familiar
fue a menudo tensa y conflictiva; uno de los progenitores, normalmente el padre, era una figura
tiránica y sádica, y a la vez rígida y distante; el otro, habitualmente la madre, era débil, depresiva e
ineficaz para evitar la brutalidad del esposo. En algunos casos se consideraba a la madre
controladora, buscadora de faltas, intrusiva, exigente, perfeccionista y provocativa, mientras que el
padre, cuando no estaba ausente, era pasivo, débil, inaccesible o incapaz de proteger al niño de los
abusos de la madre. La disciplina, aun cuando no violenta, despreciaba ásperamente los
sentimientos del paciente y era arbitraria, caprichosa y desproporcionada a la falta cometida. En
uno y otro caso, el paciente se sentía de ordinario rechazado por ambos padres. Existía, a veces,
un patrón de enemistad crónica entre los padres que iba desde el alejamiento emocional a la
guerra abierta, con frecuentes riñas en voz alta, si no violencia física. El paciente se sentía incapaz
de agradar al padre que le atormentaba, sin correr el riesgo de ser menospreciado, desacreditado o
ridiculizado por su sumisión o incluso abandonado. Nada de lo que hacía era suficientemente
bueno para merecer una aprobación incondicional o gratitud, lo que conducía a sentimientos de
inadecuación personal e inferioridad. Uno de los dos padres parecían sentirse amenazados por
cualquier signo de autonomía por parte del paciente y reaccionaban con ataques dirigidos a la
autoestima o estatus del paciente, buscando que éste se sintiera abatido, ridiculizado, avergonzado
y humillado. En el paciente, la autonomía y la independencia, enfrentadas a la experiencia de sus
relaciones con los padres, sólo podrían mantenerse mediante la sumisión llegando a sentimientos
crónicos de ira, rencor y rabia. Paradójicamente, quizá el paciente pueda también sentir una
frustrada añoranza por el padre maltratador.
CONSIDERACIONES DIAGNÓSTICAS
El diagnóstico está influido por el grado de elevación de las puntuaciones, con las elevaciones
suaves y moderadas asociadas a trastornos de la personalidad y a condiciones combinadas. Lo
habitual en estos niveles es la personalidad paranoide, esquizofrénica, antisocial, narcisista,
histriónica y pasivo-agresiva. También se dan condiciones psicóticas que incluyen trastornos
delirantes y ciertos trastornos del estado de ánimo, especialmente el trastorno bipolar y la manía
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con características paranoides. En niveles de elevación mayores predominan el pensamiento
psicótico y trastornos de estado de ánimo incluyendo la esquizofrenia paranoide o indiferenciada, el
trastorno bipolar, el trastorno esquizo-afectivo, depresiva mayor, todo ello con aspectos paranoides.
ESCALA 7: PSICASTENIA (PT)
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Se aplica el término a “aquellas psiconeurosis que se caracterizan por obsesiones, compulsiones
o fobias. Se habla a menudo de condiciones psicasténicas como neurosis compulsivas, estados
obsesivo-compulsivos o estados de tensión obsesiva reflexiva” Hathaway y McKinley (1942 / 1980)
ampliaron esta definición en su descripción del desarrollo de la escala 7: “el pensamiento se
caracteriza por... miedos irracionales... por grandes dudas sobre el significado de su relaciones con
lo que se presenta como entorno hostil... [sintiéndose] forzado por el miedo a realizar
compulsivamente actos innecesarios, perturbadores o personalmente destructores o bien a
mantener obsesivamente líneas de pensamiento que carecen de significación para sus actividades
normales [y] para realizarlas sin tener en cuenta consideraciones racionales. El pensamiento
obsesivo... va acompañado de ansiedad, de modo que el paciente puede estar tenso y ansioso
sobre el contenido de sus pensamientos... o encontrarse a sí mismo ansiosamente obsesionado con
ideas tales como que se desmaya o que algo terrible y amenazador está a punto de suceder, [o
que] pueda sentirse forzado a pensar cosas que... secundariamente producen una reacción
ansiosa; por ejemplo, contar compulsivamente... A la típica reacción general caracterizada por estos
actos y pensamientos compulsivos y obsesivos se la denomina psicastenia. La palabra parte del
concepto de una voluntad debilitada que no puede resistir la conducta, independientemente de su
carácter inadaptativo.
RELACIONES CON OTRAS ESCALAS
La correlación más importante de la escala7 es la que tiene con la 8. La elevación de estas dos
escalas constituye un buen predictor del diagnóstico del estado psicótico frente al no psicótico. En
la medida en que la puntuación directa en la escala 7 supere en más de tres puntos la puntuación
directa en la escala 8, la 7 refleja probablemente un enfrentamiento contra los efectos
desorganizativos de la escala 8. En la medida en que las puntuaciones directas en la escala 8
superen en más de tres puntos a las de la escala 7, ésta última refleja una derrota o una sumisión
a las influencias psicóticas, de forma que lo que anteriormente pudo experimentarse como lucha y
resistencia se experimenta ahora de forma más pasiva como apatía, ansiedad, alineación o
impotencia.
Esta escala refleja una disposición general alta hacia una emocionalidad negativa o vulnerabilidad a
la ansiedad, aprensión, terror, pusilanimidad, tensión, malestar, estrés, mal humor, confusión,
agitación, tirantez, nerviosismo, alta irritabilidad, ambivalencia, indecisión, inmovilidad, culpabilidad,
arrepentimiento, remordimiento, autocrítica, auto-recriminación, auto-reproches, auto-devaluación,
sentimientos de inseguridad, inhabilidad, inferioridad, retraimiento social, torpeza y timidez.
34
una vida mental en lucha contra sí misma en la que las experiencias yo-otro se enfrentan a los
pensamientos contrarios del yo-sintónico. La experiencia de ansiedad, miedo, creencia, duda,
imagen, idea, palabra o impulso, se origina dentro del yo, pero se considera como una intrusión
inoportuna que debe ser observada, resistida o desterrada por los medios y recursos del mejor yo
del paciente.
Quien puntúa alto tiende a ser interiormente activo y alerta, comprobando, revisando,
preocupándose, anticipándose, criticando, planeando y luchando en un esfuerzo por estar al tanto
de las cosas y dispuesto para lo inesperado. También, tiene temor que la memoria, concentración
o juicio no actúen de la forma deseada, dando lugar a errores o descuidos de consecuencias
catastróficas. A su vez, este miedo inexorable lleva al paciente a sentirse abatido, exhausto y
vulnerable a las perturbaciones sociales.
La interpretación de la escala 7 está muy influida por otras varias escalas básicas,
especialmente la 2 y la 8, y por algunas de las escalas de contenido.
Los pacientes racionalizan sus acciones no sobre la base de sentimientos y deseos, sino sobre la
base de una regla o una norma exterior tal como ellos estiman lo que otros deberían considerar
adecuado. Por eso, tienden a experimentar los motivos de sus actos como impuestos desde fuera
del yo y se sienten dirigidos, más que libres y autónomos para emprender una acción. Suele haber
controles rígidos gobernando la expresión de angustia y hostilidad que, si son manifestados
abiertamente, probablemente son bien racionalizados y mantenidos dentro del ámbito familiar o
bien dirigido hacia alguien considerado como de un nivel inferior.
Quienes puntúan alto tienden ser introspectivos y pesimistas. Anticipan exageradamente
resultados improbables y graves, carecen de confianza para enfrentarse o acomodarse a
situaciones difíciles o estresantes y son propensos a renunciar fácilmente. Presentan a menudo
problemas de distracción y olvido así como deterioro de la eficiencia cognoscitiva. Su estilo
cognitivo da más importancia al análisis que a la síntesis. Tienden a ser rígidos y poco imaginativos
en su acercamiento a los problemas, a atascarse en los detalles, rizar el rizo y perder la visión de
conjunto. Tienen dificultades para distinguir lo relevante y esencial de lo baladí y trivial. Su falta
de inventiva e ingenio, combinada con su búsqueda de soluciones absolutas, les lleva a menudo a
la dilación, la indecisión y, finalmente, al inmovilismo. En situaciones de estrés o cuando la
exigencia de la decisión es alta, el paciente puede abandonar repentina e inexplicablemente todas
sus deliberaciones previas y decidir el tema impulsivamente.
Son propensos a las ideaciones mágicas en las que sus pensamientos e ideas son a menudo
investidas con un grado de poder o entidad propia de las representaciones teatrales y pueden
considerar que los gestos simbólicos tienen un grado de eficacia equivalente al de la acción directa.
Se sienten a menudo importunados por ideas e imágenes que consideran obscenas, horrendas o
blasfemas lo que produce una sensación de alarma o pánico y que ellos pueden estimar como
evidencia de inminente desintegración y locura.
Estos pacientes tratan de resolver los problemas emocionales de forma sobre-ideacional.
Temen y desconfían de los sentimientos y suelen sentir ansiedad cuando una emoción fuerte
amenaza con romper sus controles racionales. A medida que el estado mental del paciente va
siendo progresivamente dominado por la ansiedad, la aprensión o la preocupación, se hace menos
accesible a los demás.
DEFENSAS
Las operaciones defensivas de quienes puntúan alto en la escala 7 tienden a centrarse en la
racionalidad y la lógica. Son comunes la intelectualización, la racionalización, reacción-formación,
el aislamiento del afecto, el desplazamiento y la anulación.
35
PUNTUACIONES BAJAS
Ausencias de los síntomas y rasgos asociados con las puntuaciones altas. Quienes puntúan
bajo deberían atribuirse auto-confianza, seguridad, una actitud generalmente relajada, satisfacción
con las iniciativas subjetivas, así como ausencia de ansiedad, preocupación y miedo. No obstante,
la corrección K complica este panorama. Las puntuaciones T entre 40 y 55 pueden obtenerse por
las elevaciones altas o muy altas en K con pocos o ningún ítem directo en Pt. En la medida en que
Es se aproxima o excede a k, las personas en este intervalo pueden describirse como naturales o
equilibradas, cariñosas y amistosas, responsables, adaptables y realistas, ambiciosas, competentes
y eficaces, así como capaces de emplear sus recursos para llevar adelante sus tareas sin inhibición
ni retraso. Este patrón favorable de rasgos es menos convincente y se ve parcialmente oscurecido
cuando K supera sustancialmente a Es. Estas personas pueden ser menos relajadas y flexibles y
más inhibidas, tímidas y cautelosas. Las puntuaciones inferiores a 40 son infrecuentes y se
consiguen con puntuaciones bajas de K y una reaparición de ítems directos de Pt. En este patrón
el paciente se muestra torpe e inestable y puede exhibir signos obvios de trastornos, especialmente
manía.
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Las investigaciones y la experiencia clínica han confirmado ampliamente que la escala 8 carece
de especificidad diagnóstica, y se encuentran elevaciones comunes en forma psicóticas de manía y
de depresión, en el trastorno por estrés postraumático y algunos otros trastornos de ansiedad, en
trastornos graves de personalidad, especialmente los límites y esquizoides, al igual que en la
esquizofrenia. No obstante la escala 8 es útil para diagnósticos diferenciales, partiendo de los
patrones que forma con otras escalas, así como para hacer descripciones de la personalidad.
La mayoría de los pacientes que puntúan alto en esta escala experimentan un yo enjaulado,
alienado, alejado, afligido o defectuoso. Tienden igualmente a considerar ajeno e incomprensible el
mundo material. Se sienten enfrentados a desafíos que parecen perversamente antagonistas y
frustrantes. Desde las costumbres o convenciones sociales hasta el moverse por la vida, desde el
manejo de asuntos financieros hasta el cumplimiento de sus obligaciones, desde ocuparse de
reparar aparatos rotos o en mal funcionamiento, etcétera. En todas esas tareas las personas
tienden a encontrar la experiencia ordinaria de la vida llena de dificultades y que, para superarlas,
limitan su ámbito de comunicación y conducta de forma que les permita evitar los fallos y ataques
sociales y, al mismo tiempo, los problemas del mundo material, que exceden su capacidad para
afrontarlos y resolverlos.
Sus palabras y acciones parecen torpes, afectadas y fuera, como si fueran el producto de una
representación teatral. Tanto si son amables como si son hirientes, suena como metálicas y
mecánicas, y parecen producir ecos en vez de sonidos. Se sienten perplejos ante la aparente
fluidez de las palabras y acciones de los demás, que parecen tener una armonía e integridad a la
que el paciente se siente incapaz de aspirar. Por tanto, el yo se siente como mal equipado e
incompetente para comunicarse con el mundo y con la gente. Cuando otros parecen
comprometidos y animados, el paciente se siente, impasible y extrañamente indiferente.
Eventualmente esta alineación conduce al auto-desprecio y a una rabia incipiente.
Cualesquiera que sean la causa y las consecuencias de esta experiencia alienado del yo, quien
puntúa alto en la escala 8 tiene problemas para idear y ejecutar planes racionales. La actividad
laboriosa y poco fiable, y los pacientes son, a menudo, sorprendentemente ignorantes de la
información necesaria para resolver un gran número de problemas prácticos. Aunque la
inteligencia y la solución de problemas sencillos pueden conservarse bien, la ejecución intelectual
sostenida necesaria para proyectos complejos y prolongados en el mundo real no está a su alcance.
El pensamiento puede ser productivo poco a poco, pero el paciente tiene dificultades para organizar
coherentemente los materiales y los resultados del pensamiento. La información se reúne
desordenadamente y las personas son incapaces de juzgar la importancia de los hechos y tareas de
que se están ocupando. De este modo, el proceso de pensamiento queda entorpecido por los
datos directos. La información se procesa entonces de manera desorganizada, con fallos
elementales de lógica y secuencia; se producen condensaciones, yuxtaposiciones inapropiadas y
combinaciones arbitrarias, fines que se confunden con medios, concreciones fuera de lugar,
confusión de las relaciones parte-todo, intrusiones fantásticas, sesgos idiosincrásicos y conceptos
supervalorados, lagunas y saltos repentinos, metáforas confusas o arbitrarias, metonimias, y una
multitud de otros deslices y equivocaciones que convierten el producto en laberíntico, caprichoso e
ineficaz.
Dado que el pensamiento no puede lograr fines complejos y distantes, se empobrece el sistema
motivacional. La conducta dirigida a un fin se quiebra a no ser que se enfoque a propósitos
apetitosos inmediatos. La conducta no apetitosa comienza a estar guiada por una ideación
impulsiva y mágica. En la mayoría de los casos, los patrones de conducta se convierten en
descuidados y retraídos, con crecientes periodos de inactividad o actividades repetitivas,
estereotipadas y sin finalidad, como vagabundear, pasear o canturrear.
37
Cuando la escala 7 supera a la 8, el paciente se esfuerza por preservar la organización y contener
las expresiones psicóticas. Cuando la escala 8 supera a la 7, pierde interés por las conductas
inapropiadas. Si la 8 es muy superior a la 7, existe una probabilidad cada vez mayor de que las
expresiones sintomáticas sean extravagantes y de que el descontrol conductual llegue a alcanzar
proporciones destructivas.
Las relaciones con otros reflejan un grado de alineación mayor que la sentida hacia sí mismo; por
eso, son raras las relaciones íntimas y duraderas. Los pacientes se muestran distantes, aprensivos
y reservados con los demás, temerosos de decir o hacer algo que manifieste incompetencia y les
marque como diferentes o raros, o que provoque respuestas incomprensibles tal vez embarazosas y
molestas. Consecuentemente, los pacientes evitan interactuar con los demás porque se sienten en
desventaja. En ocasiones, afrontan este miedo haciendo justo lo que se teme. Cuando se acercan
a los demás sus interacciones carecen, a menudo, de vitalidad, de animación y de un sentido de
co-presencia. Puede parecer que hablan a otros, y sus palabras suenan como sacadas de las frases
de un guión.
Los contactos sociales suelen ser efímeros e instrumentales. A menudo es enormemente limitado o
fortuito el sentido de la corrección, el respeto a la situación personal o el atenerse a cortesías
sociales básicas tales como decir “por favor” y “gracias”, contestar al saludo o abstenerse de mirar
fijamente.
Quienes puntúan bajo se ven a sí mismos y son vistos por los demás como amistosos, cariñosos,
bondadosos, pacíficos, corteses, dignos de confianza, responsables y adaptables. El panorama de
satisfacción, pero también de convencionalismo, conciencia, timidez, cautela y una inclinación a
ceder a la voluntad de otros, especialmente si poseen un alto nivel o autoridad. La tendencia a
evitar conflictos y tensiones subjetivas podría esperarse que limitara tanto el ámbito de relaciones
como los niveles de intimidad conseguidas en ellas. Estas personas que puntúan bajo son
probablemente consideradas competentes para las tareas ordinarias más que dotadas e
imaginativas para la solución de problemas. Al mismo tiempo, parecen tener interés y aptitud por
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las ocupaciones laborales. Atentas, precisas y difíciles de distraer, se valoran seguramente a ellas
mismas sobre la base de la consecución de productividad, más que en términos de características
más personales. Las puntuaciones T bajas son poco comunes. Las inferiores a 30 solamente
pueden obtenerse con puntuaciones directas sumamente bajas en Sc y puntuaciones K por debajo
de la media.
SUBESCALES
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ESCALA 9: HIPOMANÍA (MA)
40
Las características principales de los que puntúan alto en la escala 9 son aumento de energía,
un ritmo físico y mental acelerado y poca necesidad de sueño, incremento de la tasa, volumen y
cantidad de conversación, humor irritable o exaltado, incremento de la agudeza perceptiva,
aumento de la extraversión y de la cantidad de acercamientos sociales, mayor interés y actividad
sexuales, impulsividad y volubilidad. Transmiten una fuerte impresión de carencia de las
limitaciones que inhiben la agresión o la toma de riesgos. Las relaciones con otros propenden a ser
tirantes a causa de los excesos del paciente en la manera de hablar, en las discusiones, la
actividad, el temperamento, la prodigalidad financiera o las aventuras sexuales.
El grado de elevación de las puntuaciones en la escala no está bien calibrado con los niveles de
actividad y trastorno; algunos pacientes con puntuaciones T próxima a 65 pueden manifestar
síntomas maníacos depresivos graves y psicosis, mientras que otros con puntuaciones más altas,
permanecen relativamente eficaces y controlados. La hipomanía tiende a disfrazarse de manía y,
por eso, tampoco las elevaciones en la escala 9 son de mucha ayuda para discriminar entre ellas.
No obstante son útiles a este respecto las elevaciones relativas de Ma-O y Ma-S. Cuando las de
Ma-S superan las de Ma-O, son frecuentes la hipomanía y la manía eufórica, pero es rara la manía
irritable. Si Ma-O es mayor que Ma-S el patrón es el inverso.
Ma 1(Amoralidad).
Puntuaciones altas: Los sujetos ven a los demás como egoístas, deshonestos y oportunistas, y
debido a estas percepciones pueden sentir que está justificado actuar de forma similar. Pueden
obtener satisfacción vicaria de la explotación manipuladora de otros.
Ma 2 (Aceleración Psicomotriz).
Puntuaciones altas: Los sujetos informan de habla acelerada, aceleración de los procesos de
pensamiento y también de las actividades motoras. Pueden sentirse tensos, inquietos y excitados.
Se aburren fácilmente y buscan el riesgo, la excitación o el peligro como modo de superar el
aburrimiento.
Ma 3 (Imperturbabilidad).
Puntuaciones altas: Los sujetos niegan ansiedad social. Se sienten cómodos interactuando con
otros. Les preocupan poco las opiniones, valores y actitudes de los demás.
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Ma 4 (Auto-envanecimiento).
Puntuaciones altas: Los sujetos tienden a tener evaluaciones irreales acerca de sus propias
capacidades y de su propio valor. Se muestran resentidos cuando otros les hacen peticiones.
Tanto en su aparición inicial como en las recaídas, los síntomas maníacos se desarrollan a
menudo repentinamente y es sólo cuestión de horas o días el tiempo transcurrido entre las
primeras manifestaciones sintomáticas y el síndrome maníaco depresivo completo.
En la mayor parte de los casos que puntúan alto, el estado de ánimo es predominantemente
irritable o indisciplinado, y el paciente se convierte en airado, hostil e, incluso, agresivo si es
contrariado. En algunos ocasiones, el estado de ánimo es alegre, eufórico y exaltado,
especialmente en el inicio del ciclo maníaco, y estos pacientes son, a menudo, descritos como
cariñosos, felices, entusiastas, risueños, vivaces y animosos. Sin embargo, este estado de ánimo es
típicamente endeble y frágil, con un substrato de irritabilidad que puede manifestarse fácilmente
frente a la contradicción, la oposición o el rechazo.
Quienes puntúan alto suelen tener también sentimientos reforzados de competencia cognitiva, en la
que el alcance de las ideas y la habilidad para razonar se experimentan como poderosamente
expandidos. La ideación es ágil y superproductiva, la memoria aguda y fácilmente accesible y el
habla fuerte y articulada. El paciente se experimenta a sí mismo como intelectualmente ilimitado y
teniendo un acceso exclusivo a las intuiciones profundas. El ámbito de intereses se ensancha y se
hace más inclusivo. El pensamiento es rápido y comúnmente experimentado en rápidos
pensamientos que pueden ser estresantes cuando se sobreponen a los controles cognitivos
normales. En el extremo, la sucesión de pensamientos se hace nerviosa y se interrumpe
fácilmente; en la manía propiamente dicha, la simple distractibilidad cede el paso al torrente de
ideas en el que los pensamientos se suceden rápidamente unos a otros, pero están cada vez más
tenuemente conectados hasta que el flujo del pensamiento se hace incoherente.
RELACIONES INTERPERSONALES
Son pacientes extravertidos y tienden a manifestar preocupaciones sociales y una alta tasa de
acercamiento social. Normalmente intentan dominar las relaciones y atraer a otros a interacciones
desiguales en las que ellos monopolizan la conversación, preguntan, interrumpen frecuentemente
42
mientras resulta difícil interrumpirles a ellos. En niveles más bajos, su gran vivacidad, rápida
agudeza y fácil desinhibición puede resultar atractivas y contagiosas y producir una primera
impresión favorable. Aunque tienen, a menudo, una cualidad de superficialidad, indiscreción, falta
de sensibilidad y recato en sus interacciones que eventualmente dejan a los demás sintiéndose
heridos, utilizados, exhaustos o irritados y exasperados. Tienden a tener poca consideración con
las necesidades y motivos de los demás mientras que son muy sensibles a sus debilidades. Sus
relaciones con los otros pueden considerarse interesadas puesto que emplean la adulación y la
seducción para conseguir la atención, el apoyo, la alabanza, los favores e incluso los bienes de los
demás. El paciente puede manipular hábilmente la debilidad, la buena voluntad, la autoestima y la
culpabilidad de otros para asegurarse su lealtad y obtener ventajas o para la propia presunción. En
el extremo, estos pacientes pueden ser tan intrusivos, presuntuosos y exigentes que tanto los
procedimientos de seducción como los basados en el interés resulten inefectivos como coercitivos
que alejen a los demás o provoquen su ira. En este momento, en que el paciente empieza a
sentirse progresivamente desdeñado y aislado, es frecuente que se inicie la manifestación de
síntomas paranoides.
Las elevaciones predicen un patrón de conducta errático e inestable con fluctuaciones en el estado
de ánimo, actividad, excitabilidad, asunción de riesgos, etc., tanto a corto como a largo plazo. Los
pacientes con trastornos del estado de ánimo tienden a mostrar mayor inestabilidad que los que
consumen drogas o padecen trastornos de la personalidad; muchos de estos últimos manifiestan un
patrón de conducta estable.
Los diagnósticos asociados a puntuaciones altas varían, pero principalmente se dividen entre
trastornos de estado de ánimo, consumo de drogas y trastornos de personalidad.
Puntuaciones bajas
Se manifiestan en personas con depresión, retraso psicomotor y exceso de control. Estos pacientes
pueden sentirse letárgicos, apáticos e inmovilizados. En algunos casos de depresión, la escala 2
puede no mostrar elevaciones, quedando esta escala como único indicador de depresión. En estos
casos el panorama depresivo tiende a estar dominado por manifestaciones conductuales, tales
como el retraso psicomotor o la pérdida de interés, más que por aspectos afectivos o de estado de
ánimo tales como tristeza manifiesta o la disforia que dominan la escala 2. Los depresivos
unipolares obtienen comúnmente puntuaciones muy bajas, a no ser en momentos de agitación.
Mide introversión, timidez, ansiedad y tosquedad, y evitación social (puntuaciones altas) frente a
extroversión, sociabilidad, habilidad y satisfacción social, intrepidez y deseo de estimulaciones
sociales (puntuaciones bajas).
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Bajo ritmo personal
Ausencia de intereses
Supercontrolado
Sumiso, condescendiente
Persona de confianza, formal
Responsable en el trabajo
T 40-59 Puntuaciones medias
Activo, enérgico
Amistoso
Equilibrado
Hablador
T < 40 Extrovertido, sociable
Seguro de sí mismo
Enérgico
Competitivo
Poco controlado
Manipulador
SUBESCALAS
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Si2 (Evitación social).
Puntuaciones altas: Gran aversión y evitación de las actividades de grupo y las muchedumbres;
elude el contacto con otras personas.
Si3 (Alineación respecto a sí mismo y a otros).
Puntuaciones altas: Baja auto-estima y auto-confianza, auto-crítico, cuestiona su propio juicio, se
siente incapaz de determinar su propio destino. También reflejan nervios, temores, indecisión y
suspicacia respecto a los demás.
PATRÓN SINTOMÁTICO
A menudo es difícil discernir el patrón completo de los síntomas y situaciones de quienes
puntúan alto en la escala 0 a causa de su resistencia a abrirse y confiar en los demás. El miedo a
la incomprensión y al desconcierto les obliga a preocuparse por el sentido de la oportunidad y por
expresarse “de la manera adecuada”, lo que conlleva la omisión de hechos y circunstancias
importantes así como de los sentimientos que los acompañan. A veces estas omisiones tienen una
motivación defensiva, pero más frecuentemente son el resultado de una incertidumbre sobre
cuándo podrían suscitarse estos temas. Esta dificultad es frecuentemente fundamental para los
problemas señalados que presenta el paciente y es sintomática de su conducta en diversas áreas.
El estado de ánimo es muy variable entre los que obtienen puntuaciones elevadas y está muy
influido por otras escalas. Las expresiones emocionales suelen estar fuertemente controladas, si
bien estos pacientes son más activos emocionalmente de lo que aparentan superficialmente. Su
preocupación oculta está en que otros puedan considerar inapropiados sus sentimientos. Suelen
experimentar, al menos, una leve disforia y aprensión y tienden a sufrir una penosa timidez de la
que se sienten prisioneros. Un comportamiento de esta timidez es la conciencia que el paciente
tiene de ser incapaz de interactuar de la manera espontánea y despreocupada que observa en
otros, lo que les produce sentimientos de tristeza, privación y envidia. Este estrés es crónico y
tiende a persistir con otros estados de ánimo.
El proceso cognitivo está, de ordinario, totalmente intacto, aparte de la crónica u obsesiva duda
sobre uno mismo, una tendencia a dar vueltas a las situaciones y a los acontecimientos y los
problemas en la toma de decisiones, especialmente, si éstos tienen consecuencias sociales. Estos
pacientes tienden hacia la rigidez cognitiva y son propensos a paralizarse, abandonar o disgustarse
cuando su forma habitual de abordar el problema no lo resuelve. Sin embargo, dentro de sus áreas
de competencia y habilidades aportan una seriedad de propósitos, dedicación, enfoque y formalidad
en el trabajo, y en los resultados derivados de él, que, en ausencia de mayores satisfacciones en
sus relaciones con los demás, constituyen, a menudo, un soporte muy importante a su autoestima.
Estos pacientes suelen pensar demasiado en comparaciones sociales. La confianza en sí
mismos es baja y su autoestima escasa. Son excesivamente sensibles a lo que otros piensen de
ellos, se fijan en la apariencia de los demás, en su adaptación y habilidad en las interacciones, en
su cordialidad y generosidad, y en la notable atención que otros les prestan y que ellos prestan a
los demás, etc. Las situaciones de competencia producen gran malestar y tratan de evitarse. La
notoriedad social se convierte en aversiva, y éste es otro aspecto a considerar en el caso de los que
puntúan alto y hayan de tomar decisiones relacionadas con las actividades en que pueden
comprometerse o que deben evitar y con el grado de interacción que pueden soportar sin
sobrepasar su nivel de bienestar.
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producirla y apoyarla.
La conducta social de los que alcanzan puntuaciones altas está marcada por la timidez, la reserva,
la vergüenza, la incomodidad, la turbación y el retraimiento.
Se sienten incómodos con los demás, pero no necesariamente desean estar solos y dejados de
lado. Establecen relaciones lentamente y de forma deliberada, frecuentemente después de un
período inicial de notables dudas e inconveniente. Sin embargo, una vez formadas estas relaciones
pueden ser muy estables, leales e íntimas. Estos pacientes pueden sentirse especialmente
incómodos al tratar con miembros del sexo opuesto y pagan el déficit de las habilidades sociales
heterosexuales que, a su vez, se deben a su propia vergüenza y evitación anterior de las
situaciones.
PUNTUACIONES BAJAS.
Sugieren un ajuste totalmente favorable; son expresivos e interesados en lo que se dice,
alegres, entusiastas, activos, enérgicos, vigorosos, emprendedores, ambiciosos, aventureros y
valientes, francos, asertivos, adaptables, versátiles, etc. También pueden ser considerados
oportunistas, indulgentes consigo mismos e impulsivos. Su afán por encontrarse con otros puede
ser descarado, e incluso, agresivo, y cabe que se les juzgue frívolos y poco juiciosos.
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X. ESCALAS DE CONTENIDO.
Las escalas de personalidad basadas en el contenido de los ítems, tienen la ventaja de ser más
fáciles de interpretar debido a la homogeneidad de su contenido.
ANX (ANSIEDAD)
Puntuaciones altas: Pueden indicar síntomas generales de ansiedad, incluyendo tensión,
problemas somáticos (tales como problemas cardíacos y respiración entrecortada), problemas de
insomnio, preocupaciones y escasa concentración. Los sujetos temen perder el juicio, viven en
tensión y tienen dificultades para tomar decisiones. Parecen conscientes de estos síntomas y
problemas, y admiten libremente que los tienen.
FRS (MIEDOS)
Puntuación alta: La indicación es que el sujeto tiene muchos temores específicos. Éstos
incluyen temor a ver sangre, a los lugares altos, relacionados con el dinero, temores a los animales
como las serpientes, ratones o arañas, a salir de casa, al fuego, a las tormentas y a los desastres
naturales, al agua, a la oscuridad, a los lugares cerrados o a la suciedad.
OBS (OBSESIVIDAD)
Puntuación alta: Indican que se trata de sujetos con grandes dificultades para tomar decisiones
y que son propensos a rumiar excesivamente sus preocupaciones y problemas, impacientando a los
demás. Les molesta tener que hacer cambios y tienen algunas conductas compulsivas como cantar
o coleccionar cosas sin importancia. Están excesivamente preocupados, tanto que frecuentemente
están asfixiados por sus propios pensamientos.
DEP (DEPRESIÓN)
Puntuación alta: Caracteriza a sujetos con pensamientos significativamente depresivos. Se
sienten melancólicos, con incertidumbre acerca de su futuro y sin interés por sus vidas.
Probablemente dan muchas vueltas a las cosas, están tristes, lloran fácilmente y sienten
desesperanza y vacío. Tienen pensamientos de suicidio o deseo de estar muertos. Suelen creer
que están condenados o que han cometidos pecados imperdonables. No suelen ver a los demás
como fuente de ayuda.
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BIZ (PENSAMIENTO EXTRAVAGANTE)
Puntuación alta: Son procesos de pensamiento psicótico. Informan de alucinaciones auditivas,
visuales u olfativas y pueden reconocer que esos pensamientos son extraños y peculiares. Así
mismo pueden informar de ideación paranoide (como la creencia de que están siendo objeto de
una conspiración). Estos individuos pueden sentir que tienen una misión especial o que poseen
poderes especiales.
ANG (HOSTILIDAD)
Puntuación alta: Sugieren problemas con el control de la ira. Estos individuos se sienten
irritables, son gruñones, impacientes, exaltados, molestos y tercos. A veces siente ganas de jurar o
romper cosas. Pueden perder el control de sí mismos y dicen haber abusado físicamente de
personas y objetos.
CYN (CINISMO)
Puntuación alta: Se caracterizan por creencias misántropas. Estos sujetos esperan ocultar
motivaciones negativas tras los actos de los demás (creen que la gente es honesta porque tienen
miedo de ir a la cárcel). Desconfían de los demás porque creen que la gente usa a los otros y
establece amistades sólo por razones egoístas. Tienden a tomar actitudes negativas hacia las
personas cercanas a ellos, incluyendo compañeros de trabajo, familiares y amigos.
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ISO (INCOMODIDAD SOCIAL)
Puntuación alta: Los sujetos que puntúan alto se sienten intranquilos cuando están rodeados de
gente y prefieren estar solos. Cuando se encuentran en situaciones sociales, suelen sentarse solo
en vez de hacerlo con gente del grupo. Se ven a sí mismos como tímidos y no les gustan las
fiestas y los actos sociales.
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LAS ESCALAS SUPLEMENTARIAS
ESCALA A. (ANSIEDAD)
Puntuaciones altas: Reflejan malestar, ansiedad, incomodidad y trastornos emocionales
generales. Los sujetos tienden a ser inhibidos y excesivamente controlados, incapaces de tomar
decisiones sin vacilación e incertidumbre, conformistas y fácilmente alterables en situaciones
sociales.
Puntuaciones bajas: Reflejan ausencia de malestar emocional. Los sujetos tienden a ser
enérgicos, competitivos y socialmente abiertos. Pueden ser incapaces de tolerar frustración y
frecuentemente prefieren la acción a la contemplación.
ESCALA R (REPRESIÓN)
Puntuaciones altas: Los sujetos tienden a ser convencionales y sumisos, y se esfuerzan por
evitar situaciones desagradables o no placenteras.
Puntuaciones bajas: Los sujetos parecen ser acomodaticios, adaptables, enérgicos, expresivos,
desinhibidos e informales, con entusiasmo por la vida. Tiende a ser emocionalmente excitables,
agresivos, astutos y dominantes.
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ESCALAS ADICIONALES.
DO (DOMINANCIA)
Puntuaciones altas: Están asociadas a equilibrio, seguridad de sí mismo e iniciativa social. La
perseverancia, resolución y liderazgo del grupo son característicos de los sujetos con puntuaciones
altas.
Puntuaciones bajas: Los sujetos son sumisos, poco asertivos y fácilmente influenciables por
otros. Carecen de confianza en sí mismos y se sienten incapaces de hacer frente a sus problemas.
Rs (RESPONSABILIDAD SOCIAL)
Puntuaciones altas: Son sujetos que tienden a verse a sí mismos, o a ser vistos por otros, como
dispuestos a aceptar las consecuencias de sus propias conductas, dependientes y dignos de
confianza y poseedores de integridad y sentido de la responsabilidad hacia el grupo.
Puntuaciones bajas: Los individuos no se ven a sí mismos, o no son vistos por los demás, como
dispuestos a aceptar la responsabilidad de sus propias acciones. Son poco o nada dependientes,
dignos de confianza o íntegros, y carecerán de sentido de la responsabilidad hacia el grupo.
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EMM (Escala de malestar matrimonial)
La puntuación T 60 es un buen punto de corte que indica un mal ajuste matrimonial en los
sujetos de la muestra normativa. La puntuación de corte fue ubicada debajo de T 65 (el nivel
recomendado para la significación clínica), porque este elevado umbral da un número
excesivamente falsos negativos.
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