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SALVAMENTO DE VOTO
En relación con los Expedientes sometidos a consideración del Tribunal Disciplinario para
determinar decisión de cancelación de la inscripción profesional por haber ejercido la
profesión en tiempo de suspensión y correspondientes a los procesos 2016-407, contra el
contador público Carlos Arturo Martinez Ojeda, 2016-413 contra el contador público
Geovanny Wilches Navarro y 2016-424 contra la contadora pública Alcira Molina Cortes ,
me permito presentar salvamento de voto por las siguientes consideraciones:
3. Se han dado alarmas frente a la posición de aplicar sanciones con base en los
términos de prescripción, la primera derivada de la visita realizada en el año 2005,
por la Procuraduría General de la Nación a través del doctor Edilberto Berrocal
Araujo, Asesor del Despacho del Procurador General con funciones asignadas en
la Procuraduría Segunda Distrital, quién en su informe sostiene y sustenta que la
Junta Central de Contadores está aplicando indebidamente el fenómeno de
prescripción establecido en el Código Único Disciplinario, cuando la ley 43
determina que la integridad normativa se remite al Código Contencioso
Administrativo que en su artículo 38 determina la caducidad de la acción
administrativa en tres años, como así lo ratifico la sentencia C-530 de 2000,
emanada de la Corte Constitucional. El artículo mencionado ha sido incorporado
como artículo 52 del Código de Procedimiento Administrativo y de lo Contencioso
Administrativo prescrito a través de la ley 1314 de 2011.
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Expediente 2003 – 0010, demandante Nancy Mariela Palacios Rubio, demandad Junta Central de
Contadores, Magistrada ponente Susana Buitrago Valencia, 13 de mayo de 2004.
administrativas disciplinarias contra sujetos privados aquéllos pueden llenarse con
las normas del C.C.A. o en su defecto, con las normas del Código Único
Disciplinario. Precisamente, se observa que el artículo 22 de la Ley 43 de 1990
dispone la integración normativa, cuando ordena que los pronunciamientos de la
Junta de Contadores están sujetas a los recursos establecidos en el C.C.A .2
Existen otras sentencias más recientes como la emitida por el Consejo de Estado
el 25 de agosto de 2014, ordenando la nulidad de la resolución 63 de abril de 2004 y aún
otras que permiten construir un amplio inventario, las cuales coinciden en determinar que
el fenómeno de prescripción no actúa en sustitución de la caducidad en los procesos que
adelanta la Junta Central de Contadores. Todas estas sentencias que privilegian la
caducidad sobre la prescripción en el proceso disciplinario de la Junta Central de
Contadores fueron emitidas con posterioridad a la ley sexta de 1992 que en su artículo 64
incorporó la última modificación del artículo 638 del Estatuto Tributario.
Entendí como caducidad “el cumplimiento del plazo que para el ejercicio de un
derecho o una potestad ha previsto la ley. Aunque no siempre sea fácil, como lo
demuestran las vacilaciones de la jurisprudencia, la doctrina e incluso el derecho
positivo, ha de distinguirse entre caducidad y prescripción. En efecto, el computo
del tiempo para la caducidad se efectúa desde el momento del nacimiento del
hecho, mientras que en la prescripción se lleva a cabo desde que cesa el ejercicio
del derecho. La razón estriba en la conveniencia de que determinadas situaciones
jurídicas no queden indefinidamente sometidas a la posibilidad de revisión”.
Caducidad es pérdida de fuerza de una ley, testamento o contrato, extinción de un
derecho, una facultad, instancia o recurso. Es la pérdida de competencia de la
autoridad para intervenir y aplicar sanciones.
La primera interpretación considera que las sanciones impuestas por la Junta son
disciplinarias y en tal circunstancia el vacío se satisface con la remisión al Código Único
Disciplinario para cumplir el principio de integración normativa y por lo tanto el término a
considerar es el de prescripción disciplinaria, es decir cinco (5) años. Es el criterio de la
sección jurídica de la Junta Central de Contadores que ha orientado sus decisiones hace
varios años y ha sido desvirtuado por la jurisprudencia.
La segunda interpretación plantea que las sanciones impuestas por la Junta Central de
Contadores son actuaciones administrativas y por tanto el principio de integración
normativa se surte por remisión al Código Contencioso Administrativo, como lo plantea la
ley 43 y la sentencia C-530 de 2000 emanada de la Corte Constitucional. En esta
comprensión se aplicaría el artículo 52 del citado Código de Procedimiento Administrativo
y de lo Contencioso Administrativo, estableciendo la caducidad de la acción administrativa
en tres años, dentro de los cuales debe quedar ejecutoriada la sanción, incluyendo dentro
del término los recursos de vía gubernativa.
3
Sentencia C – 507 de 1994, Corte Constittucional