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COLECCIÓN TEXTOS JURÍDICOS UMVERSITARIOS

• lA. UBRE COMPETENCIA • DERECHO INTERNACiONAL


Javier AguiJar Álvarez de Alba PRIVADO· Parte Especial
Francisco José Contreras Vaca
• DERECHO PENAL - 2a. ed.
• DERECHO INTERNACIONAL
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Francisco José Contreras Vaca
• INTRODUCCiÓN A LA CiENCIA
POÚTICA - 2a. ed. • DERECHO CONSTITUCIONAL
Eduardo Andrade Sánchez Y DERECHO INTERNACIONAL
DE LOS DERECHOS HUMANOS
• TEOIÚA GENERAL DEL ESTADO Santiago Corcuera Cabezut
Eduardo Andrade Sénchez
• HISTORIA DEL DERECHO EN MÉXICO
• DERECHO CONSTITUCIONAL Osear Cruz Barney
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• TiTuLOS y CONTRATOS
• INTRODUCCIÓN AL DERECHO DE cRÉDITO. QUIEBRAS - 2 •• <d.
ECOLÓGICO Tamo 1: Títulos de Crédito
Tomo 11: Derecho Bancario
Edgard Baquelro Rojas
y Contratos de Crédito
• DERECHO CIVIL. INTRODUCCiÓN Carlos Felipe Dávalos Mejía
Y PERSONAS • TÍTULOS Y CONTRATOS DE cRÉDITO
Edqard Baqueiro Rojas 3a. ed.
Rosalla Buenrostro BAez Carlos Felipe Dévelcs Mejia

o DERECHO DE • CONTRATOS MERCANTILES - 6a. ed.


Arturo Dlaz Bravo
FAMILIA Y SUCESIONES
Edgard Baqueiro Rojas • F1LOSOFiA DEL DERECHO - 2•. <d.
Rosalla Buenrostro Báez Luis Alfonso DOTantes Tamayo

• TEOIÚA DEL DERECHO • JUiCiO DE AMPARO


PARLAMENTAIDO Manuel Bernardo Esplnoza Barraglln
Bemerdo Bátiz Vázquez • SOCIEDADES MERCANTILES - 2a. ed.
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• OBLIGACIONES
CIVILES - 5a. ed. • DERECHO INDMDUAL DEL TRABAJO
Manuel Bejarano Sanchea Alena Garrido Ramón

• DERECHO DEL TRABAJO· 211. ed. • DERECHO PROCESAL CIVIL - 611. ed,
Miguel Bermúdez Cisneros Ciprlano G6mez Lera

• DERECHO PARLAMENTARIO • TEOIÚA GENERAL DEL PROCESO· 9a. ed.


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PRIVADO - Parte Especial
• DERECHO ADMINISTRATIVO Lecnel Pereenretc Castro
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• TEOIÚA GENERAL • DERECHO PROCESAL


DEL PROCESO - Sa. ed. PENAL· 2 a. ed.
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• INSTITUCIONES DEL DERECHO • MEDICINA FORENSE· 28. ed.


DEL TRABAJO Y DE LA Francisco Javier Tello Flores
SEGUmDAD SOCIAL
o EL JUICIO DE AMPARO EN MATERIA
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PRIVADO - Parte General - 7a. ed. Hugo Italo Morales
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o HISTORIA DEL DERECHO MEXICANO
• DEONTOLOGtA JUIÚDlCA. LA ÉTICA EN
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o En preparación

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COMENTADA Y CONCORDADA - 5a. ed. MEXICANA COMENTADA
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PROCESAL CIVIL MERCANTILES
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INTERNACIONAL EN MÉXICO ~ 2a. ed. FINANCIERAS
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EN EL DERECHO PENAL
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• EL COMBATE A lA PIRATERlA EN INDIAS • lA PERSONALIDAD JURIDlCA
Osear Cruz Barney SOCIETARIA
David Enrlquez Rosas
o En preparaci6n
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l y. c~mtratos
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l.-de crédito
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I Segunda edición
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O Carlos Felipe Dávalos Mejía


U UNIVERSIDAD IBEROAMERICANA

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División: Universitaria
Arca: Derecho y Ciencias Sociales
Colección Textos Jurídicos Universitarios
Dirección académica: Leonel Pereznícrc Castro
Sponsor editor: María del Carmen del Río Yelmi
Edición: Sara Giambruno Roca
Producción: Antonio Figucredo Hurtado
DERECHO BANCARIO Y CONTRATOS DE CRÉDITO
Todos los derechos reservados © 1992, respecto a la segunda edición por
Carlos Felipe Dávalos Mejía
Ninguna parte de esta publicación puede reproducirse, almacenarse en un sistema
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Editorial Mexicana, registro número 723
ISBN 970-613-006-3
Impreso en México Printed in Mexico
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Se terminó de imprimir
en el mes de enero de 2002 en
Litográfica Ingramex, S.A. de C.v.
Centeno No. 162-1
Col. Granjas Esmeralda
09810, Izrapalapa, México, D.F.,
sobre papel Bond Editor AltaOpacidadde 60 g
El tirajefue de 1 000 ejemplares.
A mis padres,
con veneración,
en un intento
de agradecer a Dios.

Al maestro Jorge Barrera Graff,


in memoriClm.
íNDICE CAPITULAR

TíTULO PRIMERO
TíTULOS DE CRÉDITO

CAPiTULO 1 INTRODUCCiÓN AL DERECHO


MERCANTIL, DE CRÉDITO

Primera sección Apuntes de la historia del comercio


y el crédito 4
Segunda sección Apuntes de historia del derecho mercantil 15
Tercera sección Clasificación del derecho y del derecho
mercantil 25
Cuarta sección Peculiaridades del derecho mercantil 33

CAPiTULO 2 TEORiA GENERAL DEL TITULO DE


CRÉDITO

Primera sección Funciones elementales de la moneda


y el crédito 49
Segunda sección Venta/as utilitarias del título de crédito 52

/
viii iNDICECAPITULAR

Tercera sección Noción de título de crédito en derecho


mexicano 56
Cuarta sección Elementos existenciales del título de crédito 64
Quinta sección Clasificación de los títulos de crédito 76
Sexta sección La obligación cambiarla 85
Séptima sección Reglas generales de utilización, aplicables
a todos los títulos de crédito 95
Octava sección Reglas de aplicabilidad extraordlnarl;il 147

CAPiTULO 3 LA LETRA, EL PAGARÉ V EL CHEQUE

Primera sección La letra de cambio 165


Segunda sección El pagaré 199
Tercera sección Elcheque 218
Cuarta sección Diferencias sinópticas entre la letra. el
pagaré y el cheque 275

CAPíTULO 4 OTROS TITULOS DE CRÉDITO


PRIVADOS

Primera sección La acción societaria y otros títulos


asimilables 280
Segunda sección La obligación societaria, también conocida
como bono 289
Tercera sección Los certificados (fiduciarios) de
participación 306
Cuarta sección El certificado de depósito en el bono de
prenda 316
Quinta sección El conocimiento de embarque 327

CAPiTULaS LOS TITULOS DE CRÉDITO PÚBLICOS

Primera sección Los títulos de crédito bancarios 332


Segunda sección Los títulos de deuda pública 350
Tercera sección Los títulos de crédito bursátiles 370

CAPiTULO 6 OTROS TEMAS DEL DERECHO


CAMBIARlO

Primera sección Documentos confl.lndlbles con un títUlo de


crédito 391
Índice capitular ix

Segunda sección Unificación de la legislación cambiarla 397


Tercera sección Conflictos de leyes en materia cambiarla 407

CAPíTULO? INTRODUCCiÓN AL DERECHO


PROCESAL CAMBIARlO

Primera sección Reglas generales del juicio mercantil 418


Segunda sección Juicio de cancelación y reposición de un
título de crédito 427
Tercera sección El juicio ejecutivo mercantil 439

TíTULO SEGUNDO
DERECHO BANCARIO Y CONTRATOS
DE CRÉDITO
PRíMERA PARTE INTRODUCCiÓN AL DERECHO
BANCARIO

CAPíTULO 1 LÓGICA, JUSTIFICACiÓN E HISTORIA


DE LA BANCA

Primera sección Introducción general 463


Segunda sección Notas sobre la historia de la banca europea 485
Tercera sección Historia del derecho bancario en México 496
Cuarta sección El monopolio estatal de la banca (1982) 529
Quinta sección La reprivatlzación de la banca comercial
(1990) 542

CAPíTULO 2 NORMATIVIDAD y AUTORIDADES


BANCARIAS

Primera sección La normatividad bancaria 566


Segunda sección La Secretaría de Hacienda y Crédito Público 590
Tercera sección El Banco de México, la Comisión Nacional
Bancaria y otras autoridades 612

CAPíTULO 3 LAS SOCIEDADES MERCANTILES DEL


SISTEMA FINANCIERO
x íNDICE CAPITULAR

Primera sección Las sociedades mercantiles bancarias 635


Segunda sección Introducción a las organizaciones y
actividades auxiliares del crédito 682

SEGUNDA PARTE LOS CONTRATOS DE CRÉDITO

CAPíTULO 1 LOS CONTRATOS DE CRÉDITO


TRADICIONALES

Primera sección Introducción 706


Segunda sección Contrato de apertura de crédito (préstamo) 712
Tercera sección Contrato de cuenta corriente 720
Cuarta sección Contrato de carla de crédito 727
Quinta sección Contrato de prenda 732

CAPíTULO 2 LOS CONTRATOS DE CRÉDITO


BANCARIOS
Primera sección Contrato de depósito 745
Segunda sección Los contratos de préstamo y apertura de
crédito 769
Tercera sección Los contratos refaccionario y de
habilitación o avío 785
Cuarta sección Contrato de crédito documentario
(conocido como carla de crédito) 796
Quinta sección Otros contratos bancarios 811

CAPíTULO 3 EL CONTRATO DE FIDEICOMISO


Primera sección Introducción al fideicomiso mexicano y de
otros países 827
Segunda sección Naturaleza jurídica del fideicomiso 845
Tercera sección Diferentes tipos de fideicomiso 865
Cuarta sección El patrimonio fideicomitído 877
Quinta sección Elementos de existencia y condiciones de
validez del fideicomiso 888
Sexta sección Breve introducción al fideicomiso público 912

CAPíTULO 4 NUEVAS MODALIDADES DE


CONTRATACiÓN EN EL CRÉDITO
Primera sección La transferencia electrónica de fondos 930
índice capitular xi

Segunda sección La tarjeta de crédito bancaria, tarjetas 952


asimilables
Tercera sección Algunos contratos auxiliares del crédito 967

TíTULO TERCERO
QUIEBRA Y SUSPENSiÓN DE PAGOS
PRIMERA PARTE LOS ESTATUS JURíDICOS DE
QUIEBRA Y DE SUSPENSiÓN
DE PAGOS

CAPíTULO 1 Conceptos generales 987


CAPíTULO 2 Elementos participantes en la quiebra 1011
CAPiTULO 3 Efectos de la declaración de quiebra en 1033
el quebrado y la empresa
CAPíTULO 4 Efectos de la declaración de quiebra en 1045
los derechos de cobro y exigencia
CAPiTUlaS Estado jurídIco de suspensión de pagos '055
CAPiTULO 6 Diferencias entre quiebra y suspensión
de pagos '069

SEGUNDA PARTE EL JUICIO DE QUIEBRA

CAPíTULO 7 Los principios rectores del proceso 1077


concursal
CAPíTULO 8 Sentencia de declaración de quiebra 1085
CAPiTULO 9 Apoderamiento, cuantificación y
conservación del patrimonio quebrado 1093
CAPíTULO 10 Reconocimiento y selección de créditos 1101
CAPíTULO 11 Venta del patrimonio quebrado 1111
CAPíTULO 12 Formas de extinción de la quiebra 1117

Bibliografía para el título primero 1131


Bibliografía para el título segundo 1142
Bibliografía para el título tercero 1153

i
,

íNDICE GENERAL

Prólogo xlv
Introducción xlix
Abreviaturas y siglas liii

TíTULO PRIMERO
TíTULOS DE CRÉDITO Ixi

CAPiTULO 1 INTRODUCCiÓN AL DERECHO


MERCANTIL DE CRÉDITO 1

Primera sección APUNTES DE HISTORIA


DEL COMERCIO V EL CRÉDITO 4
1 Lógica y causas del comercio 4
2 Semejanzas entre el comercio nacional y el internacional 7
3 Diferentes etapas del comercio 8
4 Trueque o permuta 9
5 Compraventa no monetaria 9
6 Etapa monetaria 10
7 Compraventa a crédito 11
8 Compraventa internacional en compensación 13

/
xiv iNDICE GENERAL

Segunda sección APUNTES DE LA HISTORIA DEL DERECHO


MERCANTIL 15

9 Creación espontánea y alta especialidad de la norma mercantil 15


10 Diferentes etapas del derecho mercantil 16
11 Derecho mercantil subjetivo 17
12 Derecho mercantil objetivo 18
13 Derecho mercantil de concepción dualista (objetivo y subjetivo) 19
14 Derecho de los tratados internacionales de comercio 21
15 Crisis de la autonomía de la voluntad 22

Tercera sección CLASIFICACiÓN DEL DERECHO V DEL


DERECHO MERCANTIL 25
16 El derecho es único, como la naturaleza humana 25
17 Derecho eficaz (realista) e ineficaz (idealista) 26
18 Los intereses del público, y el interés individual 27
19 Derecho nacional, extranjero e internacional 28
20 Clasificación y definición del derecho mercantil.
Opinión de Barrera Graf 29

Cuarta sección PECULIARIDADES DEL DERECHO


MERCANTIL 33
21 ¿Para qué sirve el derecho? y ¿para qué el mercantil'! 33
22 Bienes jurldicos tutelados por el derecho mercantil 34
23 Fuentes del derecho mercantil. Reglas generales de supletoriedad 36
La Ley como fuente formal por excelencia 36
Régimen de supletoriedad de la LUTO(' 37
La supletoriedad del (' ( 'ro para el DF 38
La costumbre 38
La jurisprudencia 39
El tratado internacional 40
Sinopsis 40
24 La función del legislador mercantil 41
25 Federalidad de las leyes mercantiles 42

CAPiTULO 2 TEORiA GENERAL DEL TiTULO DE


CRÉDITO 45

Primera sección FUNCIONES ELEMENTALES DE LA


MONEDA Y EL CRÉDITO 49

26 Función comercial de la moneda 49


Índice general xv

27 E 1 crédito permite una mayorcirculación de moneda 49


28 Formas de préstamo 50

Segunda sección VE;NTAJAS UTILITARIAS ÓE;L TíTUlO DE;


CRÉDITO 52

29 Instrumentos para transportar y almacenar dinero 52


30 Instrumentos de préstamo a mediano y largo plazo 52
31 Instrumento para agilizar el pago de obligaciones líquidas 54
32 Instrumentos para facilitar la transferencia electrónica de fondos 55

Tercera sección NOCiÓN DE TÍtULO DE CRÉDITO E;N E;L


DE;RECHO I\IIEXICANO 56

33 El problema de la denominación 56
34 Definición legal de titulo de crédito 59
35 Los títulos de crédito son bienes muebles y cosas mercantiles 61
Son bienes muebles 61
Son cosas mercantiles 62

Cuarta sección ELEMENTOS EXISTENCIALES DEL TÍTULO


DE CRÉDITO 64

36 Naturaleza ejecutiva 64
37 Formalidad 66
38 Representación de obligaciones de dar 67
39 Incorporación 67
40 Literalidad 69
41 Autonomía 71
42 Circulación 72
43 Legitimación 73

Quinta sección CLASIFICACiÓN DE LOS TíTULOS DE


CRÉDITO 76

44 ¿Títulos de crédito civiles? 76


45 La clasificación de Abascal Zamora 77
46 Según el número de títulos creados en una sola emisión 79
xvi íNDICE GENERAL

47 Según el derecho incorporado 80


48 Segun la naturaleza del emisor 81
49 Según la forma de identificación del beneficiario 81
50 Según el interés comercial de su emisión 82
51 Enumeración de los títulos de crédito más imponantes del derecho
mexicano 83

Sexta sección lA OBLIGACiÓN CAMBIARlA 85

52 Su ubicación como una obligación atípica 85


53 Obligatoriedad cambiaria (obligado al pago) 88
54 Solidaridad cambiaria (responsable del pago) 88
55 El aval (obligado por el obligado y responsable por el responsable) 91

Séptima sección REGLAS GENERALES DE UTiliZACiÓN,


APLICABLES A TODOS lOS TiTUlOS DE
CRÉDITO 95

56 Capacidad y representación 95
Capacidad 95
Representación 97
57 Alteración del texto. Teoría de la convicción 99
58 Titulas con defecto de redacción o de llenado 101
59 Tipos de trasmisión (endoso y otros) 103
Títulos al portador. Entrega o tradición 104
Titulas a la orden. Requisitos del endoso en general 105
Endoso en propiedad 107
Endoso en procuración 107
Endoso en garantía 110
Cesión ordinaria 111
60 El pago. Tipos de vencimiento 113
Tipos de vencimiento 113
El pago 115
1 Pago extrajudicial 116
Il Pago judicial 117
61 Falta de pago. Protesto 117
Protesto 118
62 Acciones cambiarías 119
63 Acciones extracambiarias 123
Acción causal 125
Acción de enriquecimiento 126
índice general xvii

64 La caducidad y la prescripción cambiarías 127


Diferencias generales entre la prescripción y la caducidad 127
La prescripción en el derecho sustantivo general 128
La caducidad en el derecho de las obligaciones generales 128
La prescripción en el derecho procesal general 129
La caducidad en el derecho procesal general 129
Prescripción y caducidad cambiarías 130
Términos de la prescripción cambiaría 131
Términos y condiciones de la caducidad cambiaría 132
La cadncidad en el cheque 133
65 Régimen de excepciones oponibles a la acción cambiaria 134
Precisiones generales respecto a las defensas del art 80 143
Capacidad procesal, legitimación en la causa y en el proceso 144

Octava sección REGLAS DE APLICABILIDAD


EXTRAORDINARIA 147

66 Cláusulas excepcionales: "no negociable ", "sin mi responsabilidad".


"sin protesto" y "documentos contra pago o aceptación" 147
Cláusula "no negociable" (art 25 LUTOC) 147
Cláusula "sin mi responsabilidad" (art 34, 20 párr LUTOC) 148
Cláusula "sin protesto" (art 141, ler párr LGTOe; 148
Cláusulas "documentos contra pago --() aceptactán-»-' (art 89
LaTOC) 149
67 El idioma en la redacción de los títulos de crédito 149
68 La moneda de pago en el titulo de crédito 153
69 Las sanciones" ...se tendrá por no escrito... " "...no surtirá efectos. ., Y
"...será nulo... " 155
"Se tendrá por no escrito" 156
"Na surtirá efectos" 157
"será nulo" 159

CAPiTULO 3 LA LETRA, EL PAGARÉ Y EL CHEQUE 161

Primera sección LA LETRA DE CAMBIO 165

70 Su lógica. Su nacimiento y su desarrollo histórico 165


71 Montaje de su funcionamiento 169
72 Requisitos literales. Presunciones legales 172
xviii íNDICE GENERAL

73 Elementos personales, Obligaciones y derechos 175


Girador 176
Beneficiario 176
Uirado y girado/aceptante 177
Confusión de los diferentes elementos personales 177
74 La aceptación y la recomendación 182
La aceptación 182
La recomendación 183
Protesto por falta de aceptación 183
75 El pago 183
Pago voluntario (no es necesario ejercitar una acción) 184
Pago forzoso (mediante el ejercicio de una acción judicial) 185
76 Pago)' aceptación por mtervención 185
77 Esquemauzacion del ejercicio de la acción cambiaría en la letra 186
78 Duplicados, copias, grupos y senes de letras de cambio 192
Dupf icados y copias 192
Grupos y series '93
vencimientos anticipados y vencimientos sucesivos 194
79 Ltilidad actual 196

EL PAGARÉ 199

80 Origen. Montaje de su funcionamiento 199


Breve recuento histórico 200
81 Requisitos literales. Presunciones legales 201
82 Elementos personales. Obligaciones ~ derechos 205
Suscriptor 206
Beneficiarte 206
Pagare domiciliado 207
83 Pago 207
Pago voluntario 208
Pago forzoso (mediante el ejercicio de una acción cambiaria) 208
84 l-squematización del ejercicio de las acciones cambiarlas en el parare 209
85 Su utilidad actual 209

Tercera seccrór- EL CHEQUE 218

86 e onformación histórica 218


87 Montaje de su funcionamiento 223
88 Rcquisitux para el libramiento 226
índice general xix

89 Requisitos literales 229


90 Elementos personales. Obligaciones y derechos 233
El banco librado, Responsabilidad exclusivamente contractual 233
El beneficiario. Plazos de presentación. Diferentes formas de cobro
y depósito 235
El librador. Obligaciones y sanciones 238
91 El pago con cheque, y el pago del cheque 239
La condición salvo buen cobro 240
La circulación del cheque y el pago con cheque, de un titulo de
crédito 241
92 La revocación del cheque 242
93 Cámara de compensación 243
94 Algunos tipos especiales de cheque 246
Cheque no negociable 246
Cheque cruzado 247
Cheque para abono en cuenta 247
Cheque certificado 249
Cheque de caja o de banco 250
Giros bancarios 251
Cheque de ventanilla 252
Cheque de viajero 253
Cheque posdatado (posfechado) 253
95 El protesto y la acción carnbiaria en el cheque 255
Protesto 255
Las acciones cambiarías 255
Protesto y acciones cambiarías 260
Ejercicio de las acciones cambiarías 260
96 Libramiento de cheque sin fondos 264
97 Progresión mercantil en materia de cheques 268
98 Prácticas y usos bancarios más importantes en materia decheques 270

Cuarta sección DIFERENCIAS SINÓPTICAS ENTRE LA


LETRA, EL PAGARÉ Y EL CHEQUE 275
99/100 Criterios de diferenciación 275

CAPíTULO 4 OTROSiTíTULOS DE CRÉDITO


PRIVADOS 277

Primera sección LA ACCiÓN SOCIETARIA Y OTROS


TíTULOS ASIMILABLES 280
XX INDICE GENERAL

101 Montaje de funcionamiento 280


102 Elementos personales. Obligaciones y derechos 281
103 Requisitos literales de la acción y otros títulos societarios 284
104 'l rasmisión de las acciones. El endoso 286
105 1'tilidad actual 287

Sbgu"da sección LA OBLIGACiÓN SOCIETARIA, TAMBIÉN


CONOCIDA COMO BONO 289

106 Diferencias financieras y societaria.') entre la acción. la obligación y el


crédito. El balance contable 289
Tres diferentes formas de financiamiento 289
El balance contable 292
Diferencías financieras y societarias 293
107 El acta de emisión, 1.<.1 categoría de vulor bursátil 297
, 08 Requisitos literales y caractcnsticas documentales 299
109 Elementos personales 301
La sociedad emisora 301
Los obligacionistas 302
La asamblea general 303
El representante común 303
110 Las obligaciones convertibles 304

Tercera sección LOS CERTIFICADOS (FIDUCIARIOS) DE


PARTICIPACiÓN 306
111 Montaje. S610 se emiten a través de un fideicomiso 306
112 Diferentes tipos de certificados de participación 306
113 Certificados de participación ordinarios. Montaje. Requisitos literales.
Características documentales 308
114 Los certificados de vivienda o inmobiliarios 309
115 El acta de emisión. Elementos participantes 311
Fiduciaria 'emisora 312
Ienedores de los certificados 313
Representante común 313
116 Utilidad actual. Un caso concreto: los petrobonos 313

EL CERTIFICADO DE DEPÓSITO Y EL
BONO DE PRENDA 316
117 Montaje y utilidad 316
índice general xxi

118 Elementos participantes 318


El certificado de depósito 319
El bono de prenda 319
119 Características técnicas y requisitos literales 319
120 Utilización, impago y protesto del bono de prenda 322
Utilización del bono de prenda 322
Protesto del bono de prenda 323
121 El remate de las mercancías 323

QUinta sección El CONOCIMIENTO DE EMBARQUE 325

122 Mecanismo de su funcionamiento 325


123 Requisitos literales. Elementos personales 326
124 Utilidad actual 327

CAPíTULO 5 lOS TíTULOS DE CRÉDITO PÚBLICOS 329

Primera sección lOS TíTULOS DE CRÉDITO BANCARIOS 332

125 Precisiones generales. ¿Son títulos ejecutivos? 332


126 Los certificados de aportación patrimonial (CAP S) 336
Cómo está representado el capital social de las SNC 336
Normas marco 337
CAPS serie A 338
CAPS serie B 340
127 Los bonos bancarios 342
128 Las obligaciones subordinadas 344
129 El certificado de depósito bancario de dinero 346
130 El certificado de depósito de NAFlNSA 347

Segunda sección lOS TíTULOS DE DEUDA PÚBLICA 350

131 Notas sobre la teoría de la hacienda pública 350


132 Los títulos de crédito como fuente de financiamiento del gobierno 353
Los tftulos de crédito públicos son valores bursátiles 356
133 Certificados de la Tesorerta de la Federación (CETESl 357
134 Los bonos públicos 359
Bonos de renta fija a plazo indefinido 360
xxii íNDICE GENERAL

Bonos del gobierno federal para el pago de la indemnización


bancaria (BIBS) 361
Bonos de renovación urbana del DE (BORESD!!) 363
Pagarés de la Tesorería de la Federacion (PAGArES) 363
Bonos de la Tesorerla de la Federación (TESOBONOS) 365
Bonos de Desarrollo del Gobierno Federal (SONDES) 366
Bonos Ajustables del Gobierno Federal (AJUSTABONOS) 367
Bonos de Regulación Monetaria de Banxico 368
135 Petrobonos 368

Tercera sección lOS TíTULOS DE CRÉDITO BURSÁTilES 370

136 La desnaturalización del título de crédito 370


El título bursátil es la mercancía del mercado de valores 372
Títulos originalmente bursátiles. y títulos convertidos en bursátiles 373
Títulos originalmente bursátiles 374
Títulos ordinarios convertidos en bursátiles 375
Al convertirse en bursátiles, los títulos cambiarios se desnaturalizan 375
137 La desmaterialización (inmaterialidad) del título de crédito 376
¿Qu~ se entiende por desmaterialización" 376
Algunas reglas de registro. depósito. trasmisión y pago 379
138 Los tftulos bursátiles creados originalmente para el mercado de valores 381
Las obligaciones y los bonos 382
Las acciones societarias de suscripción pública 383
139 Los títulos de crédito creados originalmente para las transacciones
comerciales, convertidos en bursátiles 384
El papel comercial extrabursátil 384
El pagaré bursátil 385
El pagaré fiduciariu 386
La aceptación bancaria 386
El certificado de participación 387

CAPíTULO 6 OTROS TEMAS DEL DERECHO


CAMBIARlO 389

primera sección DOCUMENTOS CONFUNDIBLES CON UN


TíTULO DE CRÉDITO 391

140 Breve repaso a los elementos del título de crédito 391


indicegeneral xxiii

141 Selección de los documentos confundibles 392


142 Opinión de Cervantes Ahumada 395

Segunda sección UNIFICACiÓN DE LA LEGISLACiÓN


CAMBIARlA 397

143 Planteamiento general 397


144 Dos métodos de unificación internaciunal de los titulos de crédito:
el sustancial y el conflictual 398
145 La unificación sustantiva en el nivel mundial 399
146 La unificación sustantiva en la región latinoamericana 404

Tercera sección CONFLICTOS DE LEYES EN MATERIA


CAMBIARlA 407

147 Reglas de solución cunflictual en el derechu interno mexicanu 407


148 Las convenciones interamericanas de Panamá, Montevideo y La paz 409
149 Conflictos de leyes sobre la validez del titulu 411
150 Conflictos de leyes sobre los efectos del titulo 412
151 Cunflictos de leyes sobre la ejecución del titulo 412
152 Resumen de las reglas conflictuales del derecho cambiario 413

CAPíTULO 7 INTRODUCCiÓN AL DERECHO


PROCESAL CAMBIARlO 415

Primera sección REGLAS GENERALES DEL JUICIO


MERCANTIL 418

153 La jurisdicción concurrente 418


154 Clasificación de los juicios mercantiles 420
155 Las reglas procesales más importantes 421
Supletoriedad en el proceso mercantil 421
Competencia 422
Actuaciones judiciales 423
Notificaciones 423
Términos 424
Calificación de la vía mercantil 425
xxiv ÍNDICE GENERAL

Segunda sección JUICIO DE CANCELACiÓN Y REPOSICiÓN


DE UN TíTULO DE CRÉDITO 427

156 Calificación y naturaleza del juicio 427


157 Titulos nominativos en posesión de buena fe. Juez competente. Causas 428
de pérdida
158 Concepto "presunción Judicial grave" (art 45 LGTOe) 429
159 Reposición. cancelación y pago. o reivindicación 430
160 La sustanciación del juicio 431
161 Escrito de solicitud 432
162 Decreto de adrnisión/cancelacíón 432
163 Oposiciones a la solicitud de cancelación 433
164 Precisiones finales a la sustanciación del Juicio 434
165 Apreciación critica 435
166 Funcionalidad de esta institución 435
167 Breve referenciaa derechos extranjeros 436
168 Opiniones sobre la subsistencia del negocio procesal 437

Tercera sección EL JUICIO EJECUTIVO MERCANTIL 439

169 Precisiones y comentarios iniciales 439


170 Naturaleza del juicio ejecutivo 440
171 Demanda 442
172 Auto de excqucndo. Requerimiento de pago 443
173 Bienes objeto de la garantía 444
174 Traba del embargo. Emplazamiento 445
Gravamen 445
Emplazamiento 446
175 Depósito de los bienes embargados 448
176 Medidas de apremio por oposición 449
177 Modificación del embargo original 449
178 Contestación de la demanda. Excepciones cambiarías 450
179 Pruebas y alegatos 451
180 Sentencia de remate 452
181 La adjudicación por el actor 453
182 El caso de insolvencia 454

CUADROS PARA El TíTULO PRIMERO


CUADRO 1 Serie no interrumpida de endosos 75
CUADRO 2 La solidaridad cambiaria 90
Índice general xxv

CUADRO 3 El aval 93
CUADRO 4 En caso de alteración de un título de crédito 100
CUADRO 5 El endoso 108
CUADRO 6 Acción cambiaría directa y en vía de regreso 121
CUADRO 7 Las acciones que tiene un obligado en vía de regreso
que paga un títu lo 124
CUADRO 8 Mecanismo de la letra de cambio 170
CUADRO 9 Confusión de personas en la letra de cambio 181
CUADRO 10 Suscripción, aceptación, endoso y pago de la letra 187
CUADRO 11 Suscripción, falta de aceptación y acción cambiaria en vía de
regreso 188
CUADRO 12 Suscripción, endoso, falta de aceptación y acción cambiaría
en vía de regreso 189
CUADRO 13 Suscripción. aceptación, endoso. falta de pago, acción
cambiaría directa y en vía de regreso 190
CUADRO 14 Signatario que paga en via de regreso y puede intentar acción
directa o igualmente de regreso 191
CUADRO 15 Montaje del pagaré 202
CUADRO 16 Suscripción y pago del pagaré 210
CUADRO 17 Suscripción, endoso y pago del pagaré 211
CUADRO 18 Suscripción, endoso, falta de pago y protesto del pagaré 212
CUADRO 19 Acciones del signatario que pagó en vía de regreso en el
pagaré 213
CUADRO 20 Montaje del cheque 224
CUADRO 21 Libramiento, presentación en tiempo, rechazo por falta de 261
fondos y acción cambiaria directa, en el cheque
CUADRO 22 Libramiento, endoso, presentación en el tiempo, rechazo por 262
falta de fondos, acción cambiaría directa y en vía de regreso,
en el cheque
CUADRO 23 Caducidad y prescripción de la acción cambiaría en el cheque 263
CUADRO 24 Diferencias entre la letra, el pagaré y el cheque 276
CUADRO 25 Montaje de la acción 282
CUADRO 26 Esquema de un balance contable 290
CUADRO 27 Registro en el balance de deudas por emisión de 294
CUADRO 28 Montaje de la emisión de obligaciones 300
CUADRO 29 Series y CAPS A y B 537
CUADRO 30 Clasificación de los ingresos del fisco federal (ubicación de 352
los titulos de deuda pública)
CUADRO 31 Esquema de la L<'Y de Ingresos de la Federación (ubicación 354
de los tftulos de deuda publica)
CUADRO 32 Los títulos que se manejan en la bolsa de valores 371
xxvi ÍNDICE GENERAL

TíTULO SEGUNDO
DERECHO BANCARIO
Y CONTRATOS DE CRÉDITO 455

PRIMERA PARTE INTRODUCCiÓN AL DERECHO


BANCARIO 457

CAPíTULO 1 LÓGICA, JUSTIFICACiÓN E HISTORIA


DE LA BANCA 459

Primera sección INTRODUCCiÓN GENERAL 463

1 Diferencia entre financiero y banquero 463


Una tesis sobre su evolución 463
La partida doble: forma insustituible de control 465
2 Breve aproximación al impacto bancario en Occidente 468
La redistribución del capital 469
La introducción de la moneda 469
El manejo de la tasa de interés 470
Estabilidad y seguridad 471
3 Prestar un dinero que se está guardando (vocatio intermedia) 471
4 Guardar dinero: operación pasiva (la captación) 473
5 Prestar dinero: operación activa (el crédito) 476
6 Los servicios en el crédito (las operaciones neutrales) 476
7 La actividad de los bancos ¿es un negocio o un servicio público? 478
Características económicas del servicio público 478
Definición legal de servicio de banca y crédito 480
La teoria de la oportunidad. Opinión de Acosta Romero 483

Segunda sección NOTAS SOBRE LA HISTORIA DE LA


BANCA EUROPEA 485

8 Formación de la banca capitalista 485


Ubicación del tema en un contexto mundial 485
¿Prohibición del préstamo con interés? 485
9 Los grandes bancos del Renacimiento y de la Edad Media 486
10 La banca en el siglo XIX. Concepto de banca central 490
índice general xxvíí

11 AIgunas entidades financieras internacionales 492


El Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial 492
El Banco Interamericano de Desarrollo 494

Tercera sección HISTORIA DEL DERECHO BANCARIO


EN MÉXICO 496

12 Algunos sucesos importantes en la historia de la banca en México 496


Introducción 496
Método 497
13 Etapa de la Independencia (1821-1855) 498
14 Etapa de la Reforma (1855-1863) 502
15 Etapa del Imperio (1863-1867) 503
16 Etapa de la Restauración de la República (1867-1884) 504
17 Etapa del Porfiriato (1884-1910) 506
18 Etapa de la Revolución (1910-1920) 509
19 Etapa de la Posrevolución (1920-1934) 510
20 Etapa de la Consolidación (1934-1940) 513
21 Etapa de la Modernidad (1940-1982) 514
22 Etapa del Monopolio de Estado (1982-1989) 518
23 Etapa de Reprivatización de la banca comercial (1990) 523
24 Importancia de la historia en el estudio de la banca 525

Cuarta sección EL MONOPOLIO ESTATAL DE LA BANCA


(1982) 529

25 El ambiente político económico en 1982 529


26 Los decretos expropiatorios 532
¿Estatización o nacionalización? 532
Constitucionalidad del decreto expropiatorio 533
Formas bancarias que continuaron después de la estatización 535
27 La ley bancaria en el periodo 198311990 536
Régimen provisional de transición 1983/1985 536
Naturaleza administrativa del régimen del periodo 1985/1990 539

Quinta sección LA REPRIVATIZACIÓN DE LA BANCA


COMERCIAL (1990) 542

28 El ambiente económico y financiero 542


29 Modificaciones a la LRSPBC de diciembre de 1989 que retomó la LIC 544
xxviii íNDICE GENERAL

Trascendencia de las reformas de diciembre de 1989 544


Sinopsis del contenido de las reformas 545
30 La enmienda constitucional de junio 1990 547
Argumentos constitucionales 548
Argumentos socioecon6micos 548
Argumentos financieros 549
31 La nueva Ley de Instituciones de Crédito 550
Objetivos de la nueva L/C 550
Índice de la L/C 552
La LIC es un avance y no un regreso 554
32 Sinopsis de los cambios recientes en algunos sistemas bancarios
capitalistas 555
Estados Unidos de América. El cambio de 1980 555
Francia. El cambio de 1984 557
Japón. E 1 cambio de los ochenta 559
33 Sinopsis de los cambios recientes en algunos sistemas bancarios
socialistas 559
Rusia. Un gran cambio por definir 559
Yugoslavia. El cambio de 1978 560

CAPiTULO 2 NORMATIVIDAD y AUTORIDADES


BANCARIAS 563

Primera sección LA NORMATIVIDAD BANCARIA 566

34 Por su vocación, las normas del derecho bancario son de cuatro tipos 566
35 Primera vocación: organización de la forma societaria de los bancos 568
36 Segunda vocación: organización de los títulos y los contratos bancarios 569
Organización de operaciones de crédito en general 570
Organización de operaciones bancarias específicas 570
37 Tercera vocación: fijación de objetivos 571
38 Cuarta vocación: régimen de control y vigilancia 572
39 E l fenómeno de la supletoriedad en el derecho bancario 573
Ubicación del tema. Leyes enunciativas y leyes integrales 573
Reglas de supletoriedad de la L/C 574
BANXICO y bancas de desarrollo 577
Comentarios críticos al régimen de supletoriedad 579
40 Facultades legales para emitir reglas generales 582
41 ¿Es posible una codificación bancaria? 585
Utilidad de una codificación 585
Una vez más acerca de la diferente vocación de la norma bancaria 586
índice general xxix

42 El progreso electrónico obliga a cambios frecuentes 587


43 Las autoridades bancarias. Introducción 588

Segunda sección LA SECRETARiA DE HACIENDA


Y CRÉDITO PÚBLICO 590

44 Introducción 590
45 Facultades reglamentarias 591
46 Facultades aprobatorias 593
47 Facultades designatorias 596
48 Facultades sancionatorias 597
49 Facultades estructurales y de política económica y financiera 599
50 Subsecretarías y direcciones generales competentes 601
Direcciones generales con facultades fiscalizadoras 602
Direcciones generales competentes en materiade planeación 604
Direcciones generales con competencia sobre bancas de desarrollo 605
Direcciones generales con competencia sobre bancas múltiples 607
Otras direcciones con competenciaen materiabancaria 609

Tercera sección EL BANCO DE MÉXICO, LA COMISIÓN


NACIONAL BANCARIA Y OTRAS
AUTORIDADES 612

51 El Banco de México 612


Las cuatro facultades institucionales de la banca central 612
Facultades específicas concedidas a Banxico en la LIC 615
Organismos de gobierno 618
Autoridad para efectos del juicio de amparo 619
52 La Comisión Nacional Bancaria 620
Organismos de gobierno y su funcionamiento 620
Facultades generales concedidas por la L/C 624
53 La Secretaria de Programación y Presupuesto, la Comisión Nacional de
Valores y otras autoridades 630
Secretaría de Programación y Presupuesto 630
Secretaria de la Contraloría General de la Federación 631
La Comisión Nacional de Valores 631
Otras autoridades 632

CAPiTULO 3 LAS SOCIEDADES MERCANTILES DEL


SISTEMA FINANCIERO 633
xxx iNDICE GENERAL

Primera sección LAS SOCIEDADES MERCANTILES


BANCARIAS 635

54 Los bancos son sociedades mercantiles 635


55 La sociedad anónima bancaria de 1941 637
56 La sociedad nacional de crédito (SNC) 639
57 La sociedad anónima bancaria de 1990 643
58 El concepto de banca múltiple 646
59 El concepto de banca de desarrollo 647
60 Principales características de la banca múltiple 648
61 Principales características de la banca de desarrollo 650
62 Sinopsis de las diferencias entre una y otra 651
Diferencias más notables entre la SA bancaria y la SNC 652
Díferencias más notables entre banca múltiple y banca de desarrollo 653
63 ¿Se justifica la existencia de dos especies de bancos? 654
64 Las siete bancas de desarro 110 657
Nacional Financiera (Nafinsa) 657
Banco Nacional de Obras y Servicios Públicos (Banobras) 661
El sislema Banrural 664
Banco Nacional de Comercio Exterior (Bancomext) 664
Las otras lres bancas de desarrollo 667
65 ¿La banca de desarrollo es autoridad en el amparo? 669
Precisión introductoria 669
Concesión de autoridad, patrimonio y personalidad 670
Títulos de crédito y ejecutabilidad 672
66 Prohibiciones de los bancos 673
Operaciones autorizadas 673
Operaciones prohibidas 674
67 Los grupos financieros 677
La nueva LPRAF 677
Características principales y su constitución 678
Administración 680
Convenio de responsabilidades 680

Segunda sección INTRODUCCiÓN A LAS ORGANIZACIONES


Y ACTIVIDADES AUXILIARES DEL
CRÉDITO 682

68 Precisión general 682


69 Los almacenes generales de depósito 684
70 Las arrendadoras financieras 686
71 Las uniones de crédito 689
Índicegeneral xxxi

72 Las empresas de factoraje financiero 691


73 Las casas de cambio (compraventa profesional de divisas) 695
74 Breve cita de algunas sociedades afines a las bancarias 698

SEGUNDA PARTE LOS CONTRATOS DE CRÉDITO 701

CAPITULO 1 LOS CONTRATOS DE CRÉDITO


TRADICIONALES 703

Primera sección INTRODUCCiÓN 706

75 Las operaciones de crédito son contratos 706


76 Breve regreso a la teoría del contrato 707
77 El contrato de crédito en la clasificación del negocio mercantil 708
Clasificación de Alfredo Rocco 708
Calificación del contrato como de crédito. Opinión de Urla 710
78 Diferencia entre contrato de crédito privado y bancario 710
79 Plan de la segunda parte 711

Segunda sección CONTRAtO DE APERTURA DE CRÉDITO


(PRÉSTAMO) 712

80 Definición y montaje 712


Definición 712
Crédito simple 712
Crédito en cuenta corriente 713
81 Objeto 713
82 Partes del contrato. Capacidad 714
83 Obligaciones de las partes 714
Del acreditante 714
Del acreditado 715
84 Características y cláusulas más importantes 715
85 El pago del contrato con un título de crédito 717
86 Términos y extinción 717
87 Algunas aplicaciones actuales 718

Tercera sección CONTRATO DE CUENTA CORRIENTE 720

88 Definición y montaje 720


xxxii ÍNDICE GENERAL

89 Elementos de existencia y condiciones de validez 721


Naturaleza y objeto 721
Partes del contrato. Capacidad 722
Obligaciones durante la vigencia del contrato 723
Obligaciones al saldo de la cuenta 724
90 Exigibilidad del saldo 724
91 Clausura del contrato 725
92 Algunas aplicaciones actuales 726

Cuarta sección CONTRATO DE CARTA DE CRÉDITO 727

93 Definición y montaje 727


94 Elementos de existencia y condiciones de validez 728
Objeto. Características esenciales 728
Partes del contrato. Capacidad 728
Obligaciones del dador 729
Obligaciones del tomador 729
95 Garantia y cancelación del contrato 729
96 Utilidad actual 730

Quinta sección CONTRATO DE PRENDA 732

97 Naturaleza y definición: vocación ab accesorii 732


98 Formalidad. Opinión del maestro Díaz Bravo 733
99 Constitución de la prenda 734
Prenda sobre títulos 734
Prenda sobre créditos 735
Prenda sobre bienes 735
100 Supletoriedad de la LGTDe en la prenda bancaria 736
101 Obligaciones y derechos de las partes 737
102 Venta y ejecución de la prenda. Posturas de la Corte 738
Reglas generales de venta 738
Posturas de la Suprema Corte 739

CAPíTULO 2 LOS CONTRATOS DE CRÉDITO


BANCARIOS 741

Primera sección EL CONTRATO DE DEPÓSITO 745

103 Definición y características principales 745


Índice general xxxiii

104 Diferentes formas y especies 746


105 Elementos de existencia y condiciones de validez 748
~~ ~
Partes. Capacidad 748
Formalidades 749
En caso de fallecimiento del titular 750
Obligaciones de las partes 751
La tripode documental del depósito bancario: contrato, ficha de
depósito y ficha de retiro 751
106 Depósito en cuenta de cheques 752
Tres negocios en uno: el contrato, el depósito de dinero a la vista y
el cheque 753
Definición y objeto 754
Cláusulas del contrato 755
Terminación 756
107 Mesa de dinero: un contrato de depósito bancario de títulos fungibles y
de dinero; uno de administración; y uno de comisión mercantil, en un
solo documento 757
Montaje 757
Origen del negocio: un fideicomiso 759
Contrato de comisión mercantil 759
El depósito como negocio independiente 760
La prueba del depósito 760
Las diferentes responsabilidades del banco 761
108 Depósito de ahorro 762
109 Depósito de dinero a plazo 764
110 Depósito de títulos y depósitos en cajas de seguridad 766
Depósito de títulos 766
Depósito en cajas de seguridad 767

Segunda sección LOS CONTRATOS DE PRÉSTAMO


V DE APERTURA DE CRÉDITO 769

111 Breve introducción a la apertura de crédito y al mutuo 769


112 Diferencias y semejanzas entre el préstamo y la apertura de crédito 770
113 El concepto Linea de crédito 772
114 El concepto cajón bancario 773
115 Obligaciones y derechos más importantes de los prestadores
profesionales (los bancos) 774
116 Las aperturas de crédito más frecuentes 775
El préstamo quirografario 775
xxxiv ÍNDICE GENERAL

Breve anticipo al descuento, al crédito documentario y al


refaccionario y de avío 777
117 Los tipos de préstamo (mutuo) más frecuentes 777
El préstamo prendario 777
El préstamo hipotecario 778
El préstamo para la vivienda de interés social 780
Otros tipos de créditos 783
118 Ejecución de garantías reales; análisis del art 72 de laLfe 783

Tercera sección LOS CONTRATOS REFACCIONARIO


y DE HABILITACiÓN O Avío 785

119 Definiciones e introducción a sus diferencias 785


120 Formalidades 787
121 Partes. Capacidad 788
122 Reglas generales aplicables a los dos créditos 788
123 Reglas particulares al crédito refaccionario 789
124 Reglas particulares al crédito de habilitación o avío 790
125 Las garantias 791
126 La documentación del crédito en pagarés 792
127 Algunas reglas de litigio en caso de incumplimiento 794

Cuarta sección CONTRATO DE CRÉDITO DOCUMENTARlO


(CONOCIDO COMO CARTA DE CRÉDITO) 796

128 Introducción. Los riesgos del comercio internacional 796


129 Definición y montaje 797
130 Diferentes tipos de acreditamiento 799
Crédito documentario revocable 800
Crédito documentario irrevocable 800
Crédito documentario irrevocable y confirmado 801
La provisión de fondos del derecho mexicano 802
131 La reglamentación nacional y la internacional 802
132 Los documentos más importantesen la materia 803
Contenido de las reglas UPC núm 400 804
133 Requisitos literales 806
134 En caso de incumplimiento. Un caso práctico 807

Quinta sección OTROS CONTRATOS BANCARIOS 811

135 El contrato de descuento de títulos de crédito 811


Índice general xxxv

Montaje 811
Normatividad 812
Obligaciones 813
136 El descuento de créditos en libros 813
El descuento de la LCTOC 813
La prenda constituida en créditos en libros de la L/C 814
137 El contrato de reporto bancario 815
138 Los contratos de servicio bancario 816
Clasificación 816
Algunas reglas aplicables a todos los contratos de servicio 817
139 Mención de algunos contratos de servicio bancario 618
Mandatos civiles y mandatos mercantiles (comisiones) 818
Liquidaciones mercantiles societarias e individuales 819
Sindicaturas 620
Albaceazgos 820
Otros contratos de servicio 820
El fideicomiso 621

CAPíTULO 3 EL CONTRATO DE FIDEICOMISO 823

Primera sección INTRODUCCiÓN AL FIDEICOMISO


MEXICANO Y DE OTROS PAíSES 827

140 El fideicomiso es un contrato universal 826


141 El fideicomiso en el derecho suizo 829
142 El fideicomiso en el derecho de algunos paises de la Comunidad
Económica Europea (CEE) 831
El derecho alemán 831
El derecho italiano 834
El derecho francés 837
143 El derecho de Estados Unidos de América 838
144 Antecedentes legislativos del fideicomiso en México 841

Segunda sección NATURALEZA JURíDICA DEL FIDEICOMISO 845

145 Breve definición y montaje técnico del fideicomiso 645


146 Ubicación de la teoria del fideicomiso 848
Marco doctrinal 848
Primera postura legal sobre la naturaleza del fideicomiso 849
Hecho jurídico, acto jurídico, negocio jurídico y negocio fiduciario;
definiciones 850
xxxvi iNDICEGENERAL

147 Tesis del maestro Dominguez Martinez (negocio jurídico) 853


148 Tesis del maestro Barrera Graf(negocio fiduciario) 855
149 Tesis del maestro Cervantes Ahumada (declaración unilateral) 856
150 Pero ¿cómo denomina la Ley a los actos y los negocios? 857
Breve repaso de la teoria general del contrato 857
Tesis del maestro Batiza (contrato fiduciario) 858
151 Posturas de la Corte ante la naturaleza del fideicomiso 859
152 Defmición de fideicomiso para efecto de este texto 863

Tercera sección DIFERENTES TIPOS DE FIDEICOMISO 865

153 Clasificación para efectos contables de las instituciones de crédito 865


154 Algunas aplicaciones prácticas de fideicomiso 867
155 El fideicomiso de garantía 867
156 Fideicomiso con fines testamentarios 871
157 El fideicomiso en zonas turísticas 872
158 Fideicomiso de colocación bursátil 874
159 Otras aplicaciones fiduciarias diversas 875

Cuarta sección EL PATRIMONIO FIDEICOMITIDO 877

160 Diferencia entre objeto y fin del fideicomiso 877


161 ¿Quién es el propietario de los bienes fideicomitidos? 877
162 Diferentes formas de titularidad 879
La propiedad civil 879
La titularidad fiduciaria 881
Posturas de la Suprema Corte 883
163 ¿Cuándo se entienden trasmitidos los bienes? 884
164 El patrimonio fideicomitido remanente, al término del contrato 886

Quinta sección ELEMENTOS DE EXISTENCIA Y


CONDICIONES DE VALIDEZ DEL
FIDEICOMISO 888

165 Requisitos del objeto y del fln del fideicomiso 888


Requisitos del objeto 888
Requisitos del fin 889
166 Enumeración de las partes del contrato 890
167 La fiduciaria 891
8610 pueden serlo las instituciones de crédito 891
índicegeneral xxxvii

El delegado fiduciario 892


Obligaciones y prohibiciones de la fiduciaria 893
¿La fiduciaria puede ser fideicomisario? 895
La carga obligacional del delegado 897
168 Otras posturas de la Corte ante las responsabilidades de la fiduciaria 898
169 El fideicomitente 899
Capacidad 899
Derechos y facultades 900
Obligaciones 900
El comité técnico 901
170 El fideicomisario 903
Capacidad 903
Derechos 903
Obligaciones 904
171 Postura de la Suprema Corte respecto de la posición de fideicomitente y
fideicomisario 904
Fideicomitente 904
Fideicomisario 906
172 Formalidades de constitución en el fideicomiso 907
173 Extinción del fideicomiso 908
El fideicomiso se extingue (cesa) 908
El fideicomiso se resuelve (incumplimiento) 909
174 Prohibición de algunos tipos de fideicomiso 909

Sexta sección BREVE INTRODUCCiÓN AL FIDEICOMISO


PÚBLICO 912

175 Su localización en la administración pública 912


176 Definición. Normatividad 914
Proceso de constitución 915
Secuencia de constitución 916
177 Partes en el fideicomiso público. Obligaciones 917
El fideicomitente (la SPP) 917
El fiduciario 918
Categorfa burocrática del delegado fiduciario 919
El com ité técnico 920
178 Diferencia entre fideicomiso público y fondo de fomento económico.
Opinión del maestro Malpica de la Madrid 921
179 Clasificación del fideicomiso público. Opinión del maestro Villagordoa
Lozano 922
180 Cita de algunos fideicomiso público 924
xxxviii ÍNDICE GENERAL

CAPíTULO 4 NUEVAS MODALIDADES


DE CONTRATACiÓN EN EL CRÉDITO 927

Primera sección LA TRANSFERENCIA ELECTRÓNICA


DE FONDOS 930

181 Instituciones internacionales 930


Introducción 930
Las organizaciones internacionales abocadas al tema 931
182 Descripción de una transferencia electrónica 932
Definición 932
El quidpro qua: la posibilidad de error 933
183 Posibilidades más elementales de fraude 935
Prácticas deshonestas de los empleados del cliente 935
Fraudes cometidos en las tenninaIes operadas por el cliente 935
Fraude cometido por empleados del banco 936
Fraude por intervención al sistema de telecomunicación 936
Utilidad, mayor que el riesgo 937
184 Fuente legal de las obligaciones electrónicas 937
Precisión previa 937
Las fuentes tradicionales de las obligaciones 938
Reglas de Banxico sobre tarjeta de crédito, arts 52 y 87 L/e 939
La responsabilidad de las partes 941
Las autoridades competentes 943
185 El problema de la pobranza 945
Medios de identificación electrónica sustitutos de la firma 945
Prueba en favor de los bancos que hace su contabilidad 948
Documentos generados por impresoras de computación 948
186 Algunos comentarios críticos 949

Segunda sección LA TARJETA DE CRÉDITO BANCARIA,


TARJETAS ASIMILABLES 952

187 Tarjeta de crédito bancaria 952


Introducción 952
Breve contraste con los títulos de crédito 953
Definición 954
188 Montaje del aparato contractual 954
189 Norrnatividad 955
Fundamentos legales 955
Algunas deficiencias con impacto en la práctica 958
Caracterlsticas y requisitos literales de la tarjeta 959
Índice general xxxix

190 Obligaciones y derechos del banco emisor 960


Obligaciones 960
Las empresas operadoras del sistema de tarjetas de crédito 962
191 Obligaciones y derechos del tarjetahabiente 962
192 Obligaciones y derechos de los proveedores 964
193 Otras tarjetas semejantes 965
La tarjeta de crédito comercial 965
La tarjetade servicios financieros 965

Tercera sección ALGUNOS CONTRATOS AUXILIARES


DEL CRÉDITO 967

Precisión general 967


194 El contrato uniforme de comisión bursátil 967
195 Defensa del cliente contra actos de la casa de bolsa 969
196 Antecedentes del arrendamiento financiero. Montaje 970
197 Régimen legal del arrendamiento financiero 971
198 Algunos ejemplos prácticos de arrendamiento financiero 973
199 El contrato de compraventa profesional de divisas 974
200 El contrato de reporto 975
Definición y funcionamiento 9'75
Objeto 976
Obligaciones de las partes. Capacidad 9'76
Requisitos formales 978
Algunas de sus utilidades 979
201 El contrato de factoraje financiero o factoring 980
Definición y antecedentes 980
Reglas generales de funcionamiento 980
Diferentes tipos y modalidades 982

CUADROS PARA El TíTULO SEGUNDO


CUADRO 1 Balance I 465
CUADRO 2 Balance 2 466
CUADRO 3 Balance 3 467
CUADRO 4 Balance 4 468
CUADRO 5 Esquema de un balance 474
CUADRO 6 Montaje del crédito documentario 798
CUADRO 7 Fideicomiso. Equivalentes idiomáticos 82'7
CUADRO 8 Montaje del fideicomiso 847
CUADRO 9 Montaje de la tarjeta de crédito 956
CUADRO 10 Reporto 977
xl ÍNDICE GENERAL

TíTULO TERCERO
QUIEBRA Y SUSPENSiÓN DE PAGOS 983

PRIMERA PARTE LOS ESTATUS JURíDICOS DE LA


QUIEBRA V DE LA SUSPENSiÓN
DE PAGOS 985

CAPITULO 1 CONCEPTOS GENERALES 987

1 Panorámica y lógica de la quiebra 989


Las dos connotaciones del término quiebra 990
Precisiones preliminares 990
Lógica de la quiebra. Como ejemplo una hipótesis de escuela 990
i,Qué sucede cuando una empresa deja de pagar sus deudas? 992
2 Primeradecisión: ¿qUiebra o suspensión de pagos? 995
i,Por qué algunos se pueden suspender y otros sólo quebrar'! 995
3 La Ley de QUiebras y Suspensián de Pagos. Cronología 997
Antecedentes del concurso en el derecho europeo 997
Antecedentes del concurso en el derecho mexicano 1000
Algunas opiniones acerca de la LQSP 1001
4 Presupuestos de la quiebra 1003
Primer presupuesto: el quebrado debe ser un comerciante 1003
Segundo presupuesto: el comerciante debe ser insolvente 1004
Tercer presupuesto: los acreedores deben ser más de uno 1005
Cuarto presupuesto: la quiebra debe ser declarada por un juez 1006
Requisitosjudiciales, formales o procesales 1006
5 La declaración de quiebra 1006

CAPi:UW2 ELEMENTOS PARTICIPANTES EN LA


QUIEBRA 1011

6 hl quebrado 1013
Tipos de quiebras 1013
El quebrado fortuito 1014
El quebrado culpable 1014
El quebrado fraudulento 1015
Los consejeros de las sociedades quebradas 1016
Los delitos concursales especiales 1016
7 lol juez 1018
La competencia 1018
Índice general xli

Las facultades del juez concursal 1019


8 Los acreedores 1020
La j unta de acreedores 1020
Los acreedores según los tipos de créditos 1021
Acreedores singularmente privilegiados 1022
Acreedores hipotecarios 1022
Acreedores con privilegio especial '023
Acreedores comunes 1023
Reglas de prelación y graduación 1023
9 La intervención 1024
1O EI sindico 1027
¿Quiénes pueden ser síndicos? 1029
11 El rmnisterio público 103'

CAPITULO 3 EFECTOS DE LA DECLARACiÓN DE


QUIEBRA EN EL QUEBRADO V LA
EMPRESA 1033

12 Efectos en la capacidad jurídica del quebrado 1035


13 Quiebra de una sociedad '036
14 El quebrado en tanto que cónyuge '037
15 La actuación del quebrado en el juicio '038
La acumulación 1039
16 La administración por parte del quebrado. de algunos de los bienes 1040
17 La separación (de cienos bienes por sus propietarios) 1041

CAPITULO 4 EFECTOS DE LA DECLARACiÓN DE


QUIEBRA EN LOS DERECHOS DE
COBRO V EXIGENCIA 1045

18 ¿Qué sucede con las obligaciones todavfa no vencidas? 1047


19 Obligaciones bilaterales 1048
20 Obligaciones unilaterales (títulos de crédito) 1050
21 Obligaciones solidarias 1051
22 La acción pauliana en la quiebra 1051

CAPITULO 5 ESTADO JURfDICO DE SUSPENSiÓN


DE PAGOS 1055
23 Naturaleza de la suspensión de pagos 1057
Temporalidad y definición 1057
xlii INDICEGENERAL

Presupuestos y requisitos de la suspensión 1058


24 Elementos parncipantes 1059
El juez '059
El síndico 1059
La intervención 1060
Junta de acreedores 1060
25 El convenio preventivo 1061
F,I convenio como documento accesorio a la.dernanda 1061
Requisitos y proposiciones de pago en el convenio 1062
Consecuencias de la aprobación judicial del convenio 1063
26 Admisión )t declaración de suspensión 1064
Dcc laración de suspensión de pagos 1064
El síndico en la suspensión 1065
27 Efectos de la suspensión 1065
Vencimiento anticipado de todas las deudas 1065
Paralización de cobro y pago de crcditos anteriores 1065
Parálisis de los juicios en curso 1066
Prohibiciones al suspenso 1066
28 Formas de concluir ía suspensión 1067

CAPITULO 6 DIFERENCIAS ENTRE QUIEBRA Y


SUSPENSiÓN DE PAGOS 1069

29 Punción socioeconómica 1071


30 Inhabilitación de la capacidad de ejercicio 1071
31 Continuidad de las actividades de la empresa 1072
32 Contenido y objetivos del convenio 1073
33 Derechos de persecución de los acreedores 1073
34 Procedimientos e iniciativa judicial 1074

SEGUNDA PARTE EL JUICIO DE QUIEBRA 1075

CAPITUlO 7 LOS PRINCIPIOS RECTORES DEL


PROCESO CONCURSAL 1077

35 Equidad procesal (igualdad de trato a los acreedores) 1079


36 Valorización y determinación de las deudas 1080
37 Homogeneidad de la masa quebrada 1082
38 Breve cronología del juicio de quiebra 1083
índice general xliii

CAPiTULO 8 SENTENCIA DE DECLARACiÓN DE


QUIEBRA 1085

39 La sentencia de quiebra inicia el juicio y no lo termina. al contrario


de otros juicios 1087
40 Demanda 1088
Los convenios extraconcursales 1089
41 La sentencia de quiebra. Requisitos. Publicidad 1089
Publicidad '090
42 Oposiciones a la sentencia 1091
43 Efectos. Retroacción 1091

CAPíTULO 9 APODERAMIENTO. CUANTIFICACiÓN Y


CONSERVACiÓN DEL PATRIMONIO
QUEBRADO 1093

44 La ocupación del patrimonio quebrado 1095


45 Exclusión de ocupación 1096
46 Diligencias de ocupación 1096
47 Levantamiento del inventario 1097
48 Redacción del balance 1097
49 Administración y mantenimiento 1099

CAPíTULO 10 RECONOCIMIENTO Y SELECCiÓN


DE CRÉDITOS 1101

50 Solicitud de reconocimiento 1103


51 Evaluación preliminar de cada solicitud 1104
52 Primerajunta de acreedores. Sentencia de Reconocimiento 1105
53 Oposición a la sentencia 1106
54 Grado y prelación de deudas (prioridad de pago): i 107
¿A quiénes se debe pagar primero') 1107
Breve regreso al sistema de grado y prelación 1109

CAPíTULO 11 VENTA DEL PATRIMONIO QUEBRADO 1111

55 Fijación de preferencias para la venta de la masa 1113


56 Excepciones al orden de preferencia 1114
57 Fijación del precio de venta 11'4
58 Subastas y actos de venta 1115
xliv ÍNDICE GENERAL

CAP'HAO ';;> FORMAS DE EXTINCiÓN DE LA


QUIEBRA i 117

59 Por pago 1119


60 Otras razones de exttnción 1120
61 Por convenio 1121
¿Quiénes celebran el convenio'! y ¿quiénes lo pueden proponer'.' 1121
Requisitos y objetivos de ia proposición de convenio 1122
Junta de admisión 1122
Sistema de mayorías de votación en lajunta de admisión 1123
Acta judicial de la junta de admisión 1125
Sentencia de aprobación 1125
Consecuencias de la aprobación del convenio 1126
62 Oposición a la sentencia 1127
Apelación de la sentencia que aprueba el convenio 1127
Incumplimiento del. convenio 1128
63 La rehabilitación del quebrado 1129
64 Definición 1129
65 Condiciones de rehabilitación 1130

CUADROS PARA EL TíTULO TERCERO


CUAOf10!. Relación y graduación de los créditos de la quiebra 1025

Bibliografía para el titulo primero 1131


Bibliografía para el título segundo 1142
Bibliografía para el titulo tercero 1153
Índice onomástico 1155
Índice de bancos e instituciones de importancia
histórica o actual 1158

Índice de instituciones y entidades citadas, relevantes 1160


Índice de leyes y decretos de importancia histórica 1161
Índice de presidentes citados de los Estados Unidos 1162
Mexicanos
Índice de materias 1163
Índice de tesis de jurisprudencia y precedente 1183
Índice de cuadros para el título primero xxiv
Índice de cuadros para el texto segundo xxxix
Índice de cuadros para el título tercero xliv
PRÓLOGO

El autor de esta obra es un jurista joven, graduad) en la UNAM y doctorado en derecho en


la universidad francesa de Aix-en-Provence. En ambas destacó como estudiante e
investigador en temas de la disciplina que trata este libro, el derecho mercantil.
Esta rama. del derecho se enfrenta al fenómeno de la dispersión, como sucedió con el
derecho civil de cuyo seno nació, y del que también surgieron otras importantes disciplinas
jurídicas: el derecholaboral, el agrario, y más recientemente, el derecho familiar. Y también,
como en el caso del civil que tradicionalmente se ha considerado como privado, en que
algunos de sus descendientes, en México cuando menos, son ramas del derecho público;
en el derecho comercial, algunas de las vertientes que de él derivan, como el derecho
marítimo, el bursátil, el derecho al consumo y el mismo derecho de crédito, más se refieren a
situaciones y problemas colectivos del comercio, de las finanzas, del crédito público, que
a intereses particulares y a derechos subjetivos. Ese carácter público, por lo que toca al crédito
representado por su personaje más esclarecido, o sea, la banca, resulta indudable ahora, en
virtud de la reciente expropiación de ella "pór causas de interés público".
Por lo demás, la nacionalización es efecto y consecuencia de una tendencia creciente
e irreversible, parabien y paramal, que es el intervencionismo del Estado en las actividades
económicas; unas veces, para suplir o ampliar la actividad de la empresa privada, para
colaborar con ella suministrándole capitales y técnica. concederle privilegios,
autorizaciones, concesiones, etc; otras, para vigilar el funcionamiento de los negocios
privados, y evitar excesos y abusos en contra de la colectividad y de otras empresas; y, otras
en fin, para encauzar sus funciones en interés y beneficio del público, lo que acontece
claramente en cuestiones de banca y de bolsa.
xlvi PRÓLOGO

Este texto está dirigido a los estudiantes del segundo curso de derecho mercantil en
las escuelas y facultades de derecho en México, pero se puede adaptar a Latinoamérica. Se
trata pues, de una nueva obra de texto que, para el sector al que se ofrece -los estudiantes
del derecho comercial-, es casi única. A dicho nivel institucional. salvo el curso de derecho
mercantil de Joaquín Rodríguez Rodríguez ~uyo segundo tomo comprende el crédito, o sea,
el derecho cambiario y el bancario (títulos y operaciones de crédito), así como el derecho
concursal (quiebra y suspensión de pagos)- no se había escrito un libro desde principios del
siglo quecubriera ese importante caudal de principios, instrumentos y transacciones del derecho
mercantil mexicano. Estudios compendiados -como el magnifico de Rafael de Pina Vara,
destinado a contadores, economistas y licenciados en administración de empresas; el de
Roberto L. Mantilla Malina, que cubre el panorama del derecho mercantil mexicano; y el
mío, de introducción a esa disciplina, por su carácterelemental en el primer caso, y de síntesis
y guía meramente para los estudiosos de las instituciones comerciales. en las otras dos- no
llenan los fines pedagógicos, de preparación docente universitaria a que se destina la obra
de Carlos Dávalos. Bienvenido sea, consecuentemente.
Se va superando la extrema penuria de disponer de obras jurídicas mexicanas, esa que
don Alberto Vázquez del Mercado señalaba hace más de cuatro décadas en el prólogo a la
traducción del libro de Donatí acerca de la invalidez de las deliberaciones de las asambleas
de sociedades anónimas. Se han publicado libros de texto para todas o a casi todas las materias
que se imparten en la Facultad de Derecho de la UNAM y también se han multiplicado en
los últimos años las monograflas y obras de consulta, escritas por profesores de la misma.
Como es obvio, no todos, unos y otras, son excelentes, algunos, por el contrario, adolecen
de precipitación, improvisación o superficialidad; pero el esfuerzo reiterado de sus autores,
el estudio y la elaboración de temas legales por parte de tratadistas, abogados y jueces, día
a día abre paso a la mejor orientación y estimulo para quienes se dedican a la docencia, a la
investigación y al ejercicio de las profesiones jurídicas.

Varios son los méritos de la obra de Carlos Dávalos.


La amplitud de las materias que trata -ya que en las tres partes de que se compone la
obra, se analizan prácticamente todos los temas e instituciones jurídicas que las comprenden
en nuestro derecho-o En el capítulo preliminar. Introducción al derecho mercantil de
crédito, además, el autor sitúa la materia que estudia y analiza sus principios y precedentes
históricos.
El método de exposición es óptimo para el lector por la sistematización de los distintos
temas, y por recurrir constantemente a tablas, gráficas y ejemplos sencillos, que ayudarán a
la comprensión de los mismos, tanto por juristas consagrados como por incipientes.
La exposición de los distintos, variados y complejos asuntos de que trata esta obra,
muestra el conocimiento que se tiene de ellos, tanto desde el punto de vista teórico como
practico. El autor no cita, como a mi juicio debiera, la doctrina de los tratadistas que sigue
y que lo han formado; esto, dice él, lo hizo deliberadamente, porque las referencias
doctrinales no resultan propias de trabajos "a nivel de licenciatura". No comparto tal
criterio, porque si bien vuelve la lectura más fácil y más rápida, no contribuye, en cambio,
al mejor conocimiento de la materia, ya que puede desorientar al estudioso, y no ofrece
horizontes ni posibilidad de profundizar cuestiones, o despejar dudas que le asalten.
En cuanto al aspecto práctico, en el desarrollo de problemas e instituciones siempre
se apoya en la ley, cuya interpretación muestra el buen juicio y discernimiento del autor;
pero también, con frecuencia, acude a la práctica de los negocios y tribunales, y a la
Prólogo xlvii

jurisprudencia, lo que es motivo de elogio. Es la asistencia a aulas y bibliotecas mexicanas


y extranjeras, con su experiencia en el litigio y en la formulación de títulos y contratos
mercantiles de crédito en la vida de los negocios.
Por todas estas razones auguro al libro que prologo una gran profusión en las
universidades, en las actividades bancarias y, en general, en la práctica del comercio. El autor
que en esta su primera y temprana obra, ya madura, nos deja conocer su cultura y experiencia
juridicas, habrá de ofrecemos nuevos opimos frutos si, como es muy probable, mantiene su
atención y dedicación al estudio de nuestro derecho mercantil, como profesor, como
abogado, como investigador.

Ciudad de México, enero de 1983

JORGE BARRERA GRAF


Profesor numerario
de derecho mercantil
en laUNAM
INTRODUCCiÓN

El presente es la tercera edición de lo que en anteriores versiones se dividiera en trestomos.


Hoy, retornando al formato original, conjuntamos en un sólo libro:TíTULOS Y
CONTRATOS DE CRÉDITO, QUIEBRAS; tanto por motivos académicos como editoriales
y de utilidad y manejo a saber.
En esta edición hemos procurado cubrir esos tres librosintegrándolos portítulos, con
el fin de evitar su consulta tediosa y dificil: Esto es: Titulo primero, TÍTULOS DE
CRÉDITO; Titulo segundo, DERECHO BANCARIO Y CONTRATOS DE CRÉDITO, Y
Titulo tercero, QUIEBRA Y SUSPENSIÓN DE PAGOS.
Por lo anterior, este texto dilató en darse a la estampa porque pretendía estar
actualizado. La tardanza también se debió a que el autor enfrentó sacrificios profesionalesy
crucigramas de horario similares a los que enfrentan los autores mexicanos que no son
investigadores de tiempo completo. Ejemplo de ello es que de la publicación original se
hicieron cinco reimpresiones y s610 se actualizó una vez -muy tarde, además-, porque
una de las materias de que trató (el derecho bancario) sufrió múltiples y constantes cambios
ocurridos durante el periodo comprendido entre enero de 1983 hasta la publicación en el
Diario Oficial de la Federación de fecha 17 de julio de 1990, de la Ley de Instituciones de
Crédito, la cual inicia una apertura financiera que culmina con la reprivatización parcial
de una bancaque durante escasos ocho años fuera monopolio estatal
Como el primer libro, éste pretende ser un instrumento útil para los alumnos de las
escuelas de derecho o de aquellas en las que se estudie esta materia y, simultáneamente, se
propone constituir una guía más para los maestros. Por otra parte,los practicantes, acaso,
pueden aprovechar lascitasjurisprudenciales -400 aproximadamente-, que por lo general
INTRODUCCIÓN

se relacionan con casos concretos del litigio bancario. Tal vez, también sirvan de pequeñas
notas informativas al funcionariojudicia1, bancario y bursátil. Finalmente, pretende mostrar,
como en todos los casos, una opinión más: la más modesta.
Las mayores diferencias de este volumen con la obra original son, por una parte, un
número mayor de temas, de tesis y de gráficas; y por otra, mayor bibliografia dividida en
libros (250) y artículos (100), incluyendo documentación extranjera porque tal fue, dentro
de otras, una de las amables sugerencias que dirigieron profesores y abogados en la primera
edición.
En lo que se refiere al aspectoacadémico, esta obra busca, en el título primero: introducir
al alumno en las bases del derecho mercantil en el que se estudian los titulos bancarios, los de
deuda pública y los bursátiles. En cuanto al titulo segundo, el texto busca dos objetivos: (l)
proporcionar al estudiante universitario un adecuado conocimiento técnico y práctico de las
contrataciones bancarias y de las que celebran no s610 los bancos sino también los auxiliares del
crédito y los particulares, y (i1) también busca ofrecer un panorama suficiente, económico y
jurídico, del sistema bancario de finales de siglo. Para tal efecto, se dividió en dos partes:
Introducción al derecho bancario (primera) y Los contratos de crédito (segunda).
En consecuencia, el marco teórico de las dos partes es diferente: en la primera es
histórico, administrativo,económico, constitucional y societario. En la segunda es ad-
ministrativo, contractual y eminentemente mercantil, pues se analiza desde la óptica de los
principios tradicionales de esta fama del derecho, que pretendemos es la nuestra. Todo ese
material teórico y doctrinal es considerado en su conjunto como el derecho de crédito
bancario, o simplemente, bancario, que por la forma en que se trata en este texto no pasa de
ser, lo hemos dicho, una mera introducción.
Por su parte, el título tercero se aboca exclusivamente al estudio de la materia de
derecho concursal, o de derecho de quiebras.
Nuestra doctrina concursal adolece de una marcada falta de bibliografía, aunque por
fortuna, dispone de importantes tratados, entre otros, los de los maestros Eduardo Pallares,
Dominguez del Río, Cervantes Ahumada, y Rodríguez y Rodríguez; y de estudios de
relevancia, como los de los maestros Rocha Díaz y Aarum Tame. En el caso de este último
autor, el que escribe se siente obligado a rendirle homenaje por haber dedicado a esta materia
más de medio siglo de práctica profesional. No sólo nuestro homenaje, sino nuestra petición
pública, de que nos transmita a sus alumnos, por escrito, su invaluable experiencia.
Es importante señalar también que la cita de tesis de la Suprema Corte y de los
tribunales colegiados debe entenderse como una interpretación causal y no con el carácter
de derecho obligatorio, a no ser que se trate de jurisprudencia firme. Por lo demás, cuando
se hace necesario se anuncia la existencia de tesis contradictorias o de tesis aprobadas por
mayoría y no por unanimidad, a fin de proporcionar al estudiante mayores elementos de
ponderación.
La falta de correlación entre el talento y la experiencia, y su transmisión escrita,
no es, afortunadamente, tan frecuente, en el derecho bancario como en otras materias
mercantiles.
Efectivamente, la judicatura, el foro, la academia y la doctrina disponen en esta
materia de importantes aportaciones cuyos autores han propiciado la formación de toda
una corriente técnica y doctrinal con penetración incuestionablemente internacional. En
ese fondo, este texto no pretende otra aspiración que la de, como ya dijimos, introducir
al estudiante en los temas de la banca, los títulos y contratos de crédito así como las
quiebras y suspensión de pagos. Asimismo, el presente trabajo cumplirá uno de sus
Introducción ti

propósitos si se llega a recibir como un reconocimiento respetuoso a la labor de tantos autores


(citados en bibliografía), que han permitido con su talento y tesón convertir a esta importante
rama del derecho en una de las más atendidas y, por tanto, más difundidas de nuestro elenco
jurídico.
El autor quisiera, finalmente, agradecer a todas las personas que lo auxiliaron en la
elaboración del texto en sus tres títulos. A todos ellos, gracias. En tal sentido, y de manera
particular, su agradecimiento perenne a don Jorge Barrera Graf, valor y ejemplo primordial
del derecho mercantil de habla hispana, y mi reconocimiento y admiración de siempre, que
sumo al de tantos otros dentro y fuera del país. A I maestro Arturo Díaz Bravo, mi afecto y
mayor agradecimiento, reconociéndole sus aportaciones al derecho de seguros y al de los
contratos mercantiles, como las más importantes. Al maestro Leonel Pereznieto Castro, por
su ejemplo de amistad e integridad. Al maestro Raúl González Schmal!, director del
Departamento de Derecho de la Universidad Iberoamericana, por la oportunidad de
participar en su plantel docente.
Al maestro José Maria Abascal, jurista y autoridad del derecho cambiario, por sus
sugerencias, sus críticas y su biblioteca.
Al licenciado Fernando Ortega por su auxilioen la preparación de los diferentes índices
y el acopio de tesis. A su secretaria, la señora Elizabeth Hernández de Alcalá. A mis alumnos
de las Universidades Autónoma de México, Autónoma de Baja California e Iberoamericana,
porque me han obligado, respetuosamente, a estudiar más.
A Magdalena Islas por su auxilio en el estudio y selección de tesis. A Amando
Mastachi por su revisión al manuscrito. Al licenciado Fernando Ortega por su auxilio en la
preparación de los diferentes índices y el acopio de tesis. A mis alumnos porque me han
obligado, respetuosamente, a estudiar más.
Resta la siguiente invitación. Maynard Keynes alertó que ya no se debía pensar en
plazos mediatos, porque cuando pasaran "ya nadie estaría aquí": opinaba pues que las cosas
tenfan que hacerse ya. Muchos le tomaron la palabra y el capitalismo salió adelante y lo sigue
haciendo. Si los jóvenes esperamos a acumular toda la experiencia que pensamos que se
requiere o esperamos a tener todos los conocimientos que presumimos indispensables. para
escribir un libro, probablemente se nos vaya la vida y acabemos escribiendo nada, porque
la experiencia y los conocimientos en esta profesión no terminan jamás. Por lo demás escribir
es una de las pocas actividades en las que, literalmente, el único límite es uno mismo; luego,
el sacrificio se justifica. Mi invitación es entonces a escribir; y si algún profesional tuviese
a bien escucharla, más importante será entonces recomendarle que considere de manera
fundamental la opinión de nuestros abogados mayores, porque son ellos los que saben, lo
que se debe saber.
A Adriana, porque en silencio me muestra siempre lo más bello e importante, preciosa
mujer. A ella se deben los méritos que puedan tener éste y todos mis trabajos. A Carlos y
Felipe, mis mejores amigos, porque son dos hijos espléndidos, formidables. Y a mis padres,
cuyo ejemplo de absoluta dedicación a sus prioridades me permitió constatar, en los hechos,
que con paciencia y tenacidad las cosas se consiguen. Desde luego, también agradezco su
pregunta frecuente ¿cuándo estará el libro?
Rindiendo homenaje a la pérdida irreparable de don Jorge Barrera Graf, el autor les
dedica este modesto trabajo.

El autor
Ciudad de México, abril de 1992.
ABREVIATURAS Y
SIGLAS

AD Amparo directo
AJUSTABONOS Bonos ajustables del Gobierno Federal
AR Amparo en revisión
art(s) artículo(s)
BANAMEX Banco Nacional de México
BANCOMER Banco de Comercio
BANCOMEXT Banco Nacional de Comercio Exterior
BANCO MUNDIAL Banco Internacional para la Reconstrucción y el
Desarrollo
BANOBRAS Banco Nacional de Obrasy Servicios Públicos
BANPECO Banco Nacional del Pequeño Comercio
BANRURAL Banco Nacional de Crédito Rural
BANXICO Banco de México
BIBS o BONDIS Bonos del Gobierno Federal para el Pago de la
Indemnización Bancaria
BID Banco Interamericano de Desarrollo
BOND ES Bonos de Desarrollo del Gobierno Federal
BORES-DF Bonos de Renovación Urbana del Distrito Federal
liv ABREVIATURAS Y SIGLAS

BM Banco Internacional para la Reconstrucción y el


Desarrollo
cap(s) Capltulo(s)
CAP Certificado de Aportación Patrimonial
CCiv Código Civil para el Distrito Federal
CCom Código de Comercio
Cde ProcC Código de Procedimientos Civiles para el DF
Cde ProcP Código de Procedimientos Penales para el DF
CCI Cámara de Comercio Internacional (sede en París}
CEE Comunidad Económica Europea
CFE Comisión Federal de Electricidad
CEPI Certificado de Participación
CEPLATA Certificados de Participación no Amortizables de Plata
CEPTUR Certificado de Participación de Desarrollo Turístico
CETES Certificados de la Tesorería de la Federación
CFPC Código Federal de Procedimientos Civiles
CIDIP Conferencia Interamericana sobre Derecho
Internacional Privado
CNB Comisión Nacional Bancaria
CNBS Comisión Nacional Bancaria y de Seguros
(desaparecida)
CNSA Comisión Nacional para las Sociedades y la Bolsa
(italiana)
CNUDMI Comisión de las Naciones unidas para el Derecho
Mercantil Internacional
CNV Comisión Nacional de Valores
CodCom Código de Comercio
Col Colección
CONASUPO CompañíaNacional de Subsistencias Populares
Constitución Constitución General de los Estados Unidos
Mexicanos
DF Distrito Federal (ciudad de México)
DO Diario Oficial de la Federación
ed edición, editor(a), editado por
FICORCA Fideicomiso para la Cobertura de Riesgos Cambiarios
FIDEIN Fideicomiso para el Estudio y Fomento de Conjuntos,
Parques, Ciudades Industriales y CentrosComerciales
FINAZUCAR Financiera Nacional Azucarera
FIRA Fideicomisos de Fomento a la Agricultura: Fondo de
Garantía y Fomento para la Agricultura, Ganaderia y
Avicultura 1954; Fondo Especial para Financiamientos
Agropecuarios 1965; y Fondo Especial de Asistencia
Técnica y Garantía para Créditos Agropecuarios 1972
Abreviaturas y siglas Iv

FIRCO Fideicomiso de Riesgo Compartido


FMI Fondo Monetario Internacional
FOGA Fondo de Garantla y Apoyo a los Créditos para la
Vivienda de Interés Social
(desaparecido)
FOGAIN Fondo de Garantía y Fomento a la Industria Mediana y
Pequen a
FOIR Fideicomiso para Obras de Infraestructura Rural
FOMEX Fondo para el Fomento de las Exportaciones de
Productos Manufacturados
FOMIN Fondo Nacional de Fomento Industrial
FOMUN Fondo Fiduciario Federal de Fomento Municipal
FONACOT Fondo de Fomento y Garantla para el Consumo de los
Trabajadores
FONART Fondo Nacional para el Fomento de las Artesanías
FONATUR Fondo Nacional de Fomento al Turismo
FONEI Fondo de Equipamiento Industrial
FOVI Fondo de Operación y Descuento Bancario a la
Vivienda
trac(s) fracción( es)
GATT General Agreement on Tariffs and Trade (Acuerdo
General Sobre Aranceles y Comercio)
IMSS Instituto Mexicano del Seguro Social
INDEVAL Instituto Mexicano para el Depósito de Valores
INFONAVIT Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los
Trabajadores
INFORME InformeAnual de laboresrendidopor el Presidentede la SC]
INMECAFE Instituto Mexicano del Café
LAMP Ley de Amparo
LFEP Ley Federal de Entidades Paraestatales
LFPC Ley Federal de Protección al Consumidor
LFRSP Ley Federal de Responsabilidades de los Servidores
Públicos
LGBN Ley General de Bienes Nacionales
LGCRURAL Ley General de Crédito Rural
LGOP Ley General de Deuda Pública
LGIC Ley General de Instituciones de Crédito (derogada)
LGICEB Ley General de Instituciones de Crédito y
Establecimientos Bancarios
LGICOA Ley General de Instituciones de Crédito y
Organizaciones Auxiliares (derogada)
LGIF Ley General de Instituciones de Fianzas
LGIS Ley General de Instituciones de Seguros
Ivi ABREVIATURAS y SIGLAS

LGOAAC Ley General de Organizaciones y Actividades


Auxiliares del Crédito
LGSI Ley General de Sociedades de Inversión
LGSM Ley General de Sociedades Mercantiles
LGTOC Ley General de Títulos y Operaciones de Crédito
LI Ley para Promover la Inversión Mexicana y Regular la
Inversión Extranjera
L1C Ley de Instituciones de Crédito
LM Ley Monetaria de los Estados Unidos Mexicanos
LM Ley de Monopolios
LMON Ley Monetaria de los Estados Unidos Mexicanos
LMV Ley del Mercado de Valores
LNCM Ley de Navegación y Comercio Marítimo
LOADMONPF Ley Orgánica de la Administración Pública Federal
LOBANCOMEXT Ley Orgánica de BANCOMEXT
LOBANOBRAS Ley Orgánica de BANOBRAS
LOBANPECO Ley Orgánica de BANPECO
LOBANXICO Ley Orgánica de BANXICO
LOBPESQUERO Ley Orgánica de BANPESCA
LONAFIN Ley Orgánica de NAFlN
LOSRURAL Ley Orgánica del Sistema BANRURAL
LPRAF Ley para Regular los Agrupamientos Financieros
LQSP Ley de Quiebras y Suspensión de Pagos
LRSPBC83 Ley Reglamentaria del Servicio Público de Banca y
Crédito publicada en el DO de 31 de diciembre de
1982 (derogada)
LRSPBC85 Ley Reglamentaria del Servicio Público de Banca y
Crédito publicada en el DO de J4 de enero de 1985
(derogada)
LSCS Ley Sobre el Contrato de Seguro
NAFIN Nacional Financiera
NAFINSA Nacional Financiera
núm(s) número(s), numeral(es), por ejemplo, los numerales en
los que está dividida esta obra (núm 124, núm 3 J, etc)
OEA Organización de Estados Americanos
ONU Organización de las Naciones Unidas
p,pp página, páginas
PAGAFE Pagaré de la Tesorería de la Federación
párr(s) párrafo(s)
PETROBONO Certificado de Participación Ordinario Amortizable,
sobre petróleo crudo "ligero mexicano"
PGR Procuraduría General de la República
REGORNAFIN Reglamento Orgánico de NAFlN
Abreviaturas y siglas Ivii

RIBMV Reglamento Interior de la Bolsa Mexicana de Valores


RISHCP Reglamento Interior de la SHCP
ROBANCOMEXT Reglamento Orgánico de BANCOMEXT
ROBANOBRAS Reglamento Orgánico de BANOBRAS
ROBANPECO Reglamento Orgánico de BANPECO
ROFINAZUCAR Reglamento Orgánico de FINAZUCAR
RPde la P; Registro Público de la Propiedad y del Comercio
RPPyC
o RPP
SA Sociedad Anónima
SARH Secretaria de Agricultura y Recursos Hidráulicos
SCGF Secretaria de la Contralorla General de la Federación
(hoy Secretaria de Contratoría y Desarrollo
Administrativo)
SCJ Suprema Corte de Justicia de la Nación
SECOFIN Secretaría de Comercío y Fomento Industrial
sec(s) sección(es)
SECOBAN Servicios de Compensación Local del Banco de
México
SHCP Secretaria de Hacienda y Crédito Público
SJF Semanario Judicial de la Federación
SMG Salario mínimo general vigente
SNC Sociedad Nacional de Crédito
SPP Secretaria de Programación y Presupuesto (subsimida
en la SHCP en 1992). Hoy Secretaria de Contraloría y
Desarrollo Administrativo, al fusionarse con la
Secretaria de Contralorla de la Federación
SRA Secretaria de la Reforma Agraria
1(5) tomo(s)
TESOBONO Bonos de la Tesorería de la Federación
trl(s) Título(s)
trad Traducción de, traducido por, traductor(a)
UNCITRAL United Nations Comission on lnternatíonal Trade Law
(Comisión de las Naciones Unidas para el Derecho
Mercantil Internacional)
vol(s) volumen, volúmenes
TíTULO
SEGUNDO

DERECHO BANCARIO
Y CONTRATOS DE
CRÉDITO
PRIMERA
PARTE

INTRODUCCiÓN
AL DERECHO
BANCARIO
SUMARIO

CAPiTULO PRIMERO LÓGICA, JUSTIFICACiÓN E HISTORIA


DE LA BANCA
Primera sección Introducción general
Segunda sección Notas sobre la historia de la banca europea
T arcara sección Historia del derecho bancario en México
Cuarta sección El monopolio estatal de la Banca (1982)
Quinta sección la reprivatización de la Banca comercial
(1990)

CAPiTULO SEGUNDO NORMATIVIDAD y AUTORIDADES


BANCARIAS
Primera sección La normatividad bancaria
Segunda sección la Secretaría de Hacienda y Crédito Público
Tercera sección El Banco de México, la Comisión Nacional Bancaria
y otras autoridades

CAPITULO TERCERO LAS SOCIEDADES MERCANTILES DEL


SISTEMA FINANCIERO
Primera sección Las sociedades mercantiles bancarias
Segunda sección Introducción a las organizaciones y actividades
auxiliares del crédito
CAPíTULO
1

LÓGICA, JUSTIFICACiÓN
E HISTORIA DE LA BANCA
SUMARIO

PRIMERA SECCION INTRODUCCION GENERAL


1 Diferencia entre financiero y banquero
Una tesis sobre su evolución
La partida doble: forma insustituible de control
2 Breve aproximación al impacto bancario en Occidente
La redistribución del capital
La introducción de la moneda
El manejo de la tasa de interés
E stabilidad y seguridad
3 Prestar un dinero que se esté guardando Ivocatio intermedial
4 Guardar dinero: operación pasiva (la captación)
5 Prestar dinero: operación activa (el crédito)
6 Los servicios en el crédito (las operaciones neutrales)
7 La actividad de los bancos ¿es un negocio o un servicio público?
Caracteristicas económicas del servicio público
Definición legal de servicio de banca y crédito
Teoria de la oportunidad. Opinión de Acosta Romero

SEGUNDA SECCION NOTAS SOBRE LA HISTORIA


DE LA BANCA EUROPEA
8 Formación de la banca capitalista
Ubicación del tema en un contexto mundial
¿Prohibición del préstamo con interés?
9 Los grandes bancos del Renacimiento y de la Edad Media
10 La banca en el siglo XIX. Concepto de banca central
11 Algunas entidades financieras internacionales
El Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial
El Banco Interamericano de Desarrollo

TERCERA SECCION HISTORIA DEL DERECHO BANCARIO


EN M~XICO
12 Algunos sucesos importantes en la historia de la banca
en México
Introducción
Método
13 Etapa de la Independencia (1821-1855)
14 Etapa de la Reforma (1855-1863)
15 Etapa del Imperio (1863-18671
16 Etapa de la Restauración de la República (1867-1884)
17 Etapa del Porfiriato (1884-19101
18 Etapa de la Revolución (1910-1920)
19 Etapa de la Posrevolución (1920-19341
20 Etapa de la Consolidación (1934-19401
21 Etapa de la Modernidad (1940-1982)
22 Etapa del Monopolio de Estado (1982-1989)
23 Etapa de Reprivatización de la banca comercial (19901
24 Importancia de la historia en el estudio de la banca

CUARTA SECCION EL MONOPOLIO ESTATAL DE LA BANCA


119821
25 El ambiente politico-económico en 1982
26 Los decretos expropia torios
¿Estatización o nacionalización?
Constitucionalidad del decreto expropiatorio
Formas bancarias que continuaron después
de la estatización
27 La ley bancaria en el periodo 1983/1990
Régimen provisional de transición 1983/1985
Naturaleza administrativa del régimen del periodo
198511990

QUINTA SECCION LA REPRIVATIZACION DE LA BANCA


COMERCIAL (1990)
28 El ambiente económico y financiero
29 Modificaciones a la LRSPBC de diciembre de 1989
que retomó la L/C
Trascendencia de las reformas de diciembre de 1989
Sinopsis del contenido de las reformas
30 La enmienda constitucional de junio 1990
Argumentos constitucionales
Argumentos socioeconómicos
Argumentos financieros
31 La nueva Ley de Instituciones de Crédito
Objetivos de la nueva L/C
Índice de la L/C
La L/C es un avance y no un regreso
32 Sinopsis de los cambios recientes en algunos sistemas bancarios
capitalistas
Estados Unidos de América. El cambio de 1980
Francia. El cambio de 1984
Japón. El cambio de los ochenta
33 Sinopsis de los cambios recientes en algunos sistemas bancarios
socialistas
Rusia. Un gran cambio por definir
Yugoslavia. El cambio de 1978
PRIMERA
SECCiÓN

INTRODUCCiÓN GENERAL

1 DIFERENCIA ENTRE FINANCIERO Y BANQUERO


Adelantándonos a la inquietud del lector que se pregunte, ¿habrá alguna dife-
rencia entre uno y otro? diremos que, las diferencias entre un banquero y un
financiero, si la hay, en la actualidad, es imperceptible desde el punto de vista
de sus clientes. Si nos avocamos a este tema es con el único interés de desme-
nuzar el espectro bancario desde sus más elementales manifestaciones, a fin
de partir de una base sólida respecto qué es un banco. Como sea, este tema
encuentra en nuestro paJs una razón adicional interesante, en la medida de que
la diferencia entre banquero y financiero es similar a la que existe entre el ser-
vicio de banca y el servicio de crédito, que desde 1982 fue la denominación téc-
nica del sistema mexicano (servicio público de banca y crédito) y que a partir
de 1990 es, simplemente la banca y el crédito, según nuestra nueva ley (art 20,
párr 20 LIC).

Una tesis sobre su evolución


Si un individuo acude a un banco a depositar -guardar- su dinero y después
va a una bodega a guardar -depositar- un piano, .¿qué diferencia encuentra
entre uno y otro depósito? En ambos casos él confia en que tanto su dinero
como su piano le serán devueltos; sin embargo, evidentemente, el de bodegue-
ro y el de banquero son dos actividades bien distintas. ¿Será entonces que un
banquero es simplemente un almacenista que se distingue de los demás por
ser el único que guarda dinero? Veamos.
Partiremos de un principio indiscutible: la de banquero es una profesión
como cualquier otra y, por tanto, quien se dedica a ella cobra dinero por desem-
peñarla. Pero resulta que quien deposita su dinero en un banco no paga por
464 LóGICA, JUSTIFICACiÓN E HISTORIA DE LA BANCA

ello sino por el contrario, el banco le paga a él; mientras que quien deposita
su piano en una bodega si le paga su servicio al bodeguero. Por otra parte, si
el bodeguero renta el piano a terceras personas en vez de guardarlo con fideli-
dad, la demanda que interponga en su contra el dueño del piano, desde luego,
va a prosperar; en tanto que si el banco le presta a terceros el dinero confiado,
nada va a suceder.
Los servicios de banca (depósito y servicios) y de crédito (préstamo) no son
lo mismo, aunque en la actualidad sean virtualmente indisolubles. Sin embar-
go, esto no siempre ocurrió así: primero fue el depósito como servicio; luego,
el servicio terciario en él mismo; y tiempo después, por las razones que se apun-
tan enseguida, el préstamo.
Se recordará (t 1) que durante el renacimiento florentino se fundan los po-
derosos gremios mercantiles que, según fueran por región o actividad agrupa-
ban, por el solo hecho de serlo, a la totalidad de los comerciantes que se
dedicaban a un oficio determinado, o que traficaban en una zona especifica. Uno
de los primeros gremios fue el de los artesanos, que indiscriminadamente agru-
paba a los oficiales, maestros y aprendices que se dedicaban a elaborar deter-
minados artlculos y a quienes comerciaban con éstos con sus manos (por
ejemplo, armas, vajillas, muebles, vestuario, joyas). Posteriormente, los arte-
sanos llegaron a ser tantos y tan distintas sus sendas especializaciones que
se generaron nuevos gremios, como el de los armeros, lozeros, carpinteros, la-
neros y, dentro de otros, el de los joyeros y orfebres. Las caracteristicas de ca-
da oficio tendían hacia la especialización no solo de la actividad sino también
de las instalaciones. Es fácil entender que la ausencia de materias inflamables
en el caso de los carpinteros o la abundancia de agua en el de los tintoreros
y tejedores, era tan importante como la protección e inviolabilidad de su local,
lo era para los joyeros y orfebres; sin ser esa su intención, las caracterlsticas
de sus establecimientos implicaba una seguridad que no ofrecla ningún otro
oficio.
En algún momento de esa época, los comerciantes empezaron a acumular
bastante más dinero del que necesitaban para mantenerse ellos y para finan-
ciar a sus negocios. Surgió entonces la necesidad de guardar el excedente y es
cuando los interesados se preguntan: ¿en dónde? El lugar más confiable eran
los locales de los orfebres, no solo por la seguridad que ofrecían sus instalacio-
nes, sino también porque su especialidad los habla habituado a manejar meta-
les en términos de peso, valor e identificación. Tal fue el desarrollo mercantil
de aquel momento y la consecuente acumulación de moneda y de metal precio-
so, que varios orfebres dejaron de ser de manera principal eso para convertir-
se, exclusivamente, en bodegueros de dinero y de metales. Contra el depósito
el orfebre entregaba un recibo el cual le era tan importante al depositante co-
mo que era la única manera de recuperar sus valores. Nótese que el orfebre/jo-
yero entregaba un recibo -no podría haber sido de otra manera- únicamente
Introducción general 465

por metal o dinero y no por cierta pieza de metal, cierta moneda especifica o
cierta cantidad (pesada) de oro.
Ni más ni menos, éstos fueron los primeros banqueros. El antecedente se-
mántico de esta sonora denominación -banquero- es muy interesante. En un
principio, solo a las entradas de las grandes ferias comerciales (Lyon, Champa-
ña, Burgos, etc) y después a la puerta de sus establecimientos, los orfebres,
conociendo la necesidad que los comerciantes tenian de sus servicios, se apos-
taban en una mesa en la que traficaban los depósitos y reintegros. Estaban
sentados, en una banca y eran por este motivo, banqueros, y asi los conoció
su sociedad y así fueron conocidos en el futuro que ellos mismos crearon. Esta-
ban instalados en una mesa situada fuera de sus locales, y no dentro, porque
las medidas de seguridad para entrar a ellos les impedian el ingreso a los mis-
mos a sus clientes potenciales lo que superaban poniéndose en un lugar de fácil
acceso como es el paso de la calle.
Por otra parte, debemos subrayar que por ese servicio de almacenaje los
orfebres sólo cobraban una cierta cantidad, pues únicamente ofrecían un serví-
cio y nada más. En este anonimato (se recibe tanto metal, luego sólo debe reino
tegrarse tanto metal) que deriva de la fungibilidad del dinero metálico o de papel,
radica la diferencia básica entre un banco actual y un almacén de depósito. Pe-
ro, como se observa, entre los banqueros del renacimiento y un almacén de de-
pósito no existía diferencia alguna, ya que ambos son, en exclusiva, instituciones
de depósito y no de préstamo.

La partida doble: forma insustituible de control


¿Cómo seria el balance contable de uno de estos prósperos banqueros exorfe-
bres? Muy simple: supóngase que invirtió unos 50 mil "dineros" en la adquísí-
cíón de su banca y sus utensilios, y recibió en depósito, digamos un millón; el
balance seria el siguiente (véase Cuadro 1. Balance 1)

CUADRO 1 Balance 1
ACTIVO PASIVO

caja 1 000 000 depósitos


utensilios 50 000 a la vista 1 000 000

CAPITAL

inicial 50000
1 050 000 1 050 000
466 LÓGICA. JUSTIFICACIÓN E HISTORIA DE LA BANCA

Sus utilidades las generaba gastando menos de lo que habia cobrado por
el servicio y no, como los demás comerciantes, vendiendo más caro lo que ha-
bian comprado, pues no vendía cosas sino servicios. Desde luego, los orfebres
siempre tenían a la vista el dinero guardado, es decir, lo tenian disponible para
sus clientes en todo momento. Nunca se hubieran atrevido a hacer uso de él
porque tenian pánico a la bancarrota, o sea, a la declaración de insolvencia en
caso de que sus clientes se presentaran a retirar sus depósitos y ellos no tuvie-
ran el dinero para devolverlos (t HI). Se observa que la declinación idiomática
del término bancarrota y su ulterior derivación quiebra, están más vinculados
a los banqueros orfebres que a los comerciantes de otras cosas.
Por último, llegó un momento -imposible de ubicar- en el cual los orfe-
bres se percatan -seguramente con gran alegria- de que si prestaban a un
tercero una pequeña cantidad del dinero que sus clientes les habían deposita-
do, no pasaba nada sino al contrario, ganaban por dos lados; ya que cobraban
un precio por el servicio del depósito de dinero y cobraban un interés por pres-
tarlo. Éstos fueron los primeros financieros. Supóngase que del millón que el
orfebre de nuestro ejemplo habia recibido en depósito, prestó 200 mil; ¿cómo
seria su balance?(Véase, Cuadro 2. Balance)

CUADRO 2 Balance 2
ACTIVO PASIVO

caja 800 ()()() depósitos


utensilios 50000 a la vista 1 000 000
deudores 200000

CAPITAL

inicial 50000
1 050000 1 050000

El lector se puede imaginar que el banquero no prestaba gratis (cobraba inte-


rés), pero además exigia garantias (casas, tierras, etc) de valor superior al dine-
ro prestado, para asi disminuir el riesgo que iba a correr. Si el prestatario no
pagaba, el balance contable se des balanceaba (los 200 mil del pasivo se conver-
tian en incobrables y se corria el riesgo de que súbitamente el millón deposita-
do se retirara sin tener en ese momento, lo suficiente para cubrirlo); entonces
el banquero ejecutaba la garantía y el balance volvía a quedar des balanceado,
pero en sentido contrario (si, por ejemplo, la garantia valla 500 mil desaparecia
la cuenta deudores en el activo y se abria otra nueva inmuebles, por 500 mil);
entonces el balance quedaba de esta forma (Véase Cuadro 3. Balance 3)
lntroducci6n general 467

CUADRO 3 Balance 3
ACTIVO PASIVO

caja 800 000 depósitos


utensilios 50 000 a la vista 1000000
inmuebles 500000

CAPITAL

inicial 50 000
utilidades 300 000

1 350000 1 350 000

Entonces, ¿de quién es el dinero reflej ado en estos balances? Algunos autores,
entre otros Soldado y Aragón, encuentran la respuesta en la mecánica que los
orfebres instrumentaron para controlar tales operaciones, y que constituye el
origen de la partida doble, y no en las operaciones netamente comerciales. Co-
mo se observa, del millón 50 mil que aparece en el balance 1, los únicos que
son propiedad efectiva del orfebre son 50 mil; lo demás es de sus depositantes.
Sin embargo, los 200 mil que aparecen en el activo del balance 2 implican un
activo, es decir, un derecho que pertenece al banquero. Y los 300 mil que apare-
cen en el capital del balance 3 es una cantidad que efectivamente se generó y
existe, diferente a las anteriores, para la cual el banquero no empleó sus 50 mil
porque no le alcanzaban, sino que utilizó el dinero depositado por sus clientes.
La partida doble permite cuadrar esta realidad mediante la inscripción del mi-
llón como deuda y como propiedad, simultáneamente. Nótese que el millón 50
mil de la izquierda reflej a un activo para el orfebre, como sucede hasta la fecha
en cualquier banco (véase cuadro 5).
Las innumerables posibilidades de control que la partida doble ofreció a
los banqueros, les permitió que la realidad de sus operaciones se balanceara
todavía mejor mediante la creación de reservas generadas de sus propias utili-
dades y destinadas a cancelar totalmente el riesgo de que les solicitaran reti-
ros superiores a sus existencias en caja. Digamos que en lugar de estimar como
utilidades esos 300 mil, el banquero decide considerar sólo 100 mil y con los
otros 200 mil crea un fondo de reserva; a partir de entonces únicamente pres-
tará 200 mil hasta en tanto no obtenga más utilidades y beneficios por ejecu-
ción de garantlas o acumulación del dinero por cobro de servicios de depósito.
En ese caso, el banquero debla primero vender el inmueble de 500 mil que ha-
bla ejecutado; desaparece la cuenta inmuebles, reaparece la cuenta deudores
y caj a se aumenta en 100 mil. El balance quedaría así (Véase Cuadro 4. Balan-
ce 4)
468 LÓGICA. JUSTIFICACiÓN E HISTORIA DE LA BANCA

CUADRO 4 Balance 4
ACTIVO PASIVO

caja 900 000 depósitos


utensilios 50 000 a la vista 1 000000
fondo
reserva 200000
deudores 200 000

CAPITAL

inicial 50 000
utilidades 100 000
reserva
contingente 200 000

1 350000 1 350 000

Lo tan elemental de los datos reflejados en los cuatro balances anteriores no


los hace diferentes, en esencia, a los balances de una banca moderna (véase cua-
dro 26). La diferencia significativa consiste en un número de ceros astronómi-
camente mayor.
En suma, los banqueros son las instituciones destinadas al recibo de depó-
sitos de dinero (de la persona que sea) y a su liberación mediante le exhibición
de la contraseña idónea, que en la actualidad es, por supuesto, el cheque. Los fí-
nancieros son las instituciones destinadas a financiar -prestar- dinero (que
el banco tienen en depósito) contra el pago de un precio denominado interés.
No obstante que se trata de dos actividades claramente diferenciables, la
realidad bancaria -o financiera- condujo a que la mayoria de los orfebres se
dedicaran, simultáneamente, a las dos actividades, pues el eje indispensable
para el desempeño de cualquiera de las dos era, como hemos visto, el dinero
de otros.
Como se colige fácilmente, el negocio de los bancos no es recibir depósitos
sino prestar dinero; pero como esto sólo lo puede hacer si tiene dinero, y a su
vez éste únicamente lo consigue si la gente le deposita, entonces el banco tiene
un vivo interés en ganarse la confianza del público para asi captar la mayor
cantidad de depósitos posible y de esta manera poder prestar más y por esta
via cobrar más interés. En adelante, al utilizar el concepto banca en términos
modernos, estaremos haciendo referencia indistintamente a las dos actividades.

2 BREVE APROXIMACiÓN AL IMPACTO BANCARIO


EN OCCIDENTE
No corresponde a nuestra materia, ni a ninguna de las ramas del derecho, el
estudio del fenómeno enunciado. Sin embargo, se considera adecuado esbozar
Introducción general 469

algunos apuntes elementales en tomo a él, a manera de ubicación temática, sin


que se busque agotarlo sino tan solo mencionar las consecuencias que conside-
ramos más importantes y fáciles de inteligir para el estudiante de derecho.

La redistribución del capital


Los pequeftos inversionistas y ahorradores tienen poco dinero ocioso -aho-
rro-, pero lo tienen, y como por lo general, no es suficiente para invertirlo, por
seguridad lo depositan en un banco. Esta operación practicada por cientos de
miles de individuos hace ingresar a un banco cientos de miles de cantidades
de dinero que, ponderadas de manera aislada, apenas servirian para adquirir
un pequeño articulo de consumo, sin embargo, siendo el banco el centro de con-
vergencia de muchas pequeñas cantidades individuales consigue comprimir en
un solo punto -él mismo- todo ese dinero, el cual pone a la disposición de
la gente, que además de necesitarlo lo puede aplicar metódicamente. Los ban-
cos permiten concentrar enormes cantidades que consideradas de forma indi-
vidual no son importantes, pero que en conjunto permiten el desarrollo de las
grandes empresas y los servicios públicos los cuales a su vez benefician a toda
la comunidad. Además facilitan prestar dinero en cantidades relativamente ma-
yores que su disposición en efectivo, a personas que todavía no cuentan con
los fondos para adquirir un bien (una casa, un vehiculo, etc), a pesar de que
no sean una empresa o un comerciante.
De acuerdo con lo anterior, un dinero que está ocioso se vuelve útil (al de-
positarse y ser prestado a un tercero por el banco), por lo que los bancos se
convierten en redistribuidores de capital. De una pequeña cantidad sobrante,
tres sujetos se benefician individualmente (el depositante, el banco y a quien
se presta); pero desde un punto de vista social, la oferta de crédito permite ins-
talar e impulsar la infraestructura que crea el ambiente idóneo para que se den,
ab infinitum, más pequeñas cantidades ociosas. Los bancos redistribuyen el
capital tantas veces cuantas se lleve a cabo el siguiente ciclo, sin otro tope que
la capacidad (cantidades ofrecidas y cantidades demandadas) de cada econo-
mía, a saber: captación de dinero ocioso; su colocación entre personas que lo
necesitan; generación de empleo y tecnologia con ese dinero; generación de di-
nero ocioso, etcétera.

La introducción de la moneda
Como veremos (núm 106), la mayorla de los depósitos de dinero que recibe el
banco son reintegrables a su dueño a la vista (hablamos de las cuentas de che-
ques). Así, al estar en permanente posibilidad -y actualizarla- de hacer en-
trar a la sociedad, dinero a la vista, los bancos se convierten en los más
importantes introductores de la moneda, lo que a su vez es el origen de la cir-
cunstancia siguiente.
470 LÓGICA, JUSTIFICACIÓN E IlISTORlA DE LA BANCA

Dentro de la triple clasificación que hacen los economistas del dinero: me-
tálico, papel y bancario, este último corresponde, desde luego, a los bancos, Se
entiende por dinero bancario el que está depositado. Por ejemplo, en una cuen-
ta de cheques, el dinero depositado y no los cheques que se libren es el dinero
más importante desde el punto de vista de su cantidad, por ser el que permite
mediante simples asientos y transacciones interbancarias en papel y número,
la mayor parte de las operaciones de toda índole. Esta circunstancia se amplio
fica en la moneda plástica, cuyo ejemplo más esclarecido es la tarjeta de crédi-
to y otras operaciones electrónicas que veremos después (núm 182) y que
corresponden principalmente, una vez más, a los bancos. En la banca, se ve
con claridad una de las funciones papeles más relevantes que desempeñan los
titulas de crédito, que es la de ser instrumentos de pago (t 11. Los bancos pero
miten el ahorro de enormes cantidades de papel y metal porque evitan el uso
de la moneda metálica y de papel.

El manejo de la tasa de interés


Una de las medidas de lucha contra la inflación es el manejo al alza y a la baja
del interés que la banca le paga a sus clientes por el dinero que depositen. En
teoría, mientras más interés paga un banco, más depósitos -y no gastos- rea-
lizan sus clientes. y como habrá menos demanda (porque el dinero no se gasta
por estar guardado) en consecuencia los precios tenderán a bajar. Sin embar-
go, como se pudo observar en años recientes que el exceso en el alza de las tao
sas de ínterés puede provocar recesión, pues el alto interés ofrecido por el banco
a sus depositantes debe pagarlo con el dinero que le cobre a quienes le pidan
prestado, y no toda la industria y el comercio puede pagar esos intereses, y
la producción baj a en cantidad y calidad porque así lo prefieren, o porque no
pueden, pagar tal interés. De ahí que. los bancos sean el vehículo de un arma
fantástica de lucha contra la inflación: la tasa de interés, cuyos quantums de-
ben obedecer a las leyes de la oferta y la demanda o. al menos. a politicas eco-
nómicas globales.
Por otra parte, el interés bancario representa otras posibilidades. Con un
interés mayor en determinados tipos de inversión o de ahorro, se puede lograr
una mayor captación de personas, cuyo dinero es importante parar o atraer;
y a la inversa, con la oferta de crédito a un interés inferior sólo utilizable en
ciertas actividades, los sectores beneficiados tenderán a expandirse o consoli·
darse (núm 631. De esta forma, mediante las tasas de interés, los bancos se con-
vierten en un medio de captación de un dinero particularmente ocioso o
perjudicial, así como en un conducto muy eficiente para desarrollar ciertos seco
tares económicos; es decir, son excelentes reguladores del ahorro y la inversión.
Introducción general 471

Estabilidad V seguridad
Los bancos pequeños, medianos o grandes proveen a la sociedad de un alto grado
de seguridad, que sólo ellos proporcionan de dos formas: por una parte, procu-
ran una gran cantidad de oferta de empleo y, por lo general, propician en sus
empleados un nivel de vida sociocultural y económico que en la mayoría de los
países es alto, por el tipo de actividad y por la estabilidad con que se desempe-
ñan. Pero además proporcionan la seguridad civil que consiste en ser institu-
ciones destinadas exclusivamente a generar en el público una confianza
suficiente para imbuir en él el deseo de entregarle su dinero o la de pedirle dine-
ro prestado, según el caso. En fin, los bancos inducen la confianza que provoca
la solidez de quien administra el bien que en una sociedad como ésta, tiende
a ser el más importante de todos. Esta confianza y seguridad tal vez la ilustre
el lector si imagina un país sin bancos: haría falta "algo" que generaria una
desconfianza y una inseguridad insuperables.
Este doble complejo de actividades que se centran en un recibir como en
un prestar dinero, a su vez dan nombre a las dos operaciones bancarias por
excelencia, a saber, las pasivas y las activas. A continuación se proporciona
una breve definición de cada una, pero antes abundaremos un poco en esta for-
midable vocatio intermedia.

3 PRESTAR UN DINERO QUE SE ESTA GUARDANDO


(VOCA TlON INTERMEDIA)
En mayor o menor medida, en todas las sociedades en las cuales existan méto-
dos estables y eficientes de ganar y gastar dinero, a la gente económicamente
activa, le sobra un dinero de su ingreso, después de cubrir sus gastos fijos y
algunos personales de capricho, o cuando menas tendrá un dinero que en ese
preciso momento, no puede gastar ni invertir. Por una parte, el dueño de cada
sobrante, por lo general, no sabe cómo utilizarlo con rendimiento, por otra, hay
mucha gente que necesita dinero no para gastarlo (agotarlo sin producir), sino
para trabajar (aplicarlo para producir). Si esa gente le pide dinero a cada perso-
na a la que le sobra, tardarla años en reunir lo suficiente y además, no sabría
por dónde empezar; y si la gente a la que le sobra intenta prestarlo, o no le
harían caso o no le seria rentable.
Entonces, el dueño del dinero sobrante decide guardarlo (ahorrarlo o in-
vertirlo) para obtener una pequeña renta (fija o variable, según el caso), por
todo el tiempo que no lo vaya a necesitar. Los únicos entes que inspiran la sufi-
ciente seguridad como para que la gente les confie su ahorro son los bancos.
Con tal entrega, el ahorrador le presta su dinero al banco para que éste haga
con él lo que guste, siempre que le pague puntualmente su interés; o bien, siem-
pre que se lo entregue de inmediato cuando lo libere mediante un cheque. En
el primer caso, se trata de un depósito a plazo es y en el segundo, de uno a
la vista.
472 LÓGICA, JUSTIFICACIÓN E HISTORIA DE LA BANCA

Digamos que el interés es de 30% anual y que la cantidad depositada por


el ahorrador a plazo es un millón. Al recibirlo, evidentemente, el banco tiene que
hacer algo con él, pues de algún lugar tiene que obtener el mencionado 30%
para cumplir con su cliente. En otro lugar de la ciudad, algún sujeto, lejos de
tener dinero ocioso necesita de manera imperiosa un millón y acude al banco
a solicitar que se lo preste; suponiendo que reúna los requisitos de crédito y
garantia que el banco le exige para hacerlo, y obtiene en préstamo un millón.
El banco resuelve asi su problema de obtener de algún lugar ese 30% para pa-
garIo a quien le depositó su dinero. Pero como además de dicho 30% que ha
de pagar el banco a su cliente debe pagar computadoras, arriendos, sueldos,
salarios, prestaciones, papelería, etc, lógicamente tiene que cobrar un interés
superior, digamos que le cobra 33%. En resumen
• Alguien -un cliente- deposita en el banco un millón
• El banco se compromete pagarle a dicho cliente, 30%
• Otro tercero le pide prestado al banco, precisamente un millón
• El banco se lo presta, pero no a 30% sino a 33%
• Con ese 3%, el banco realiza su empresa, negocio y utilidad
• El lector puede imaginar el negocio que representan para un banco los de'
pósitos a la vista (cuentas de cheques), pues por ellos no paga interés; es
decir, 33 % que cobra al prestarlo es todo para él.
Ante este breve bosquejo de operación bancaria surge otra vez la siguiente pre-
gunta: ¿quién le prestó a quién, un particular a otro, un particular al banco,
o el banco a otro particular? La respuesta nos lleva a inteligir la función de
los bancos como verdaderos intermediarios de crédito y dinero (véase balance 3).
Hay en realidad tres operaciones distintas: (i) la inversión o ahorro que hi-
zo el particular al depositar su dinero en el banco; (ii) el crédito bancario que
solicita y obtiene un tercero del banco, y (iii) una operación que no se refleja
al exterior y que son los asientos contables que hace el banco: por una parte,
el ingreso de un millón y, por otra, el egreso de otro millón, pero en ambos ca-
sos es un dinero que, contablemente, pertenece al banco. En efecto, como el
dinero es el bien fungible por antonomasia (si recibe un peso no se debe devol-
ver el mismo peso, sino simplemente un peso, el que sea), los bancos reciben
dinero en depósito y se comprometen a reintegrarlo en el plazo pactado. Pero,
como ya vimos, ese dinero no solo lo guarda sino que además lo presta, y no
es tanto que el banco preste un dinero que no es de él -desde luego que lo es,
de lo contrario no lo prestaria- sino que las obligaciones en juego, por ser de
devolución pura de dinero (cualquiera que sea el número de serie estampado
en los billetes), basta con que el banco reintegre dinero a su cliente, y que quien
recibió el préstamo también le devuelva dinero al banco, para que queden sa-
tisfechas dichas obligaciones.
Traspolando la idea de ese millón a la realidad de cualquier economía, re-
sulta que miles de millones le son confiados a los bancos cotidianamente, los
Introducción general 473

cuales, también a diario, el banco presta a su vez a las personas que los necesi-
ten y ofrecen las suficientes garantias de devolución. Es invaluable la circula-
ción de capital que se obtiene con la extraordinaria labor de intermediación (en
la mejor expresión literal de la palabra) realizada por los bancos. Cuando el banco
recibe el dinero se convierte en deudor y cuando lo presta se convierte en acree-
dor, en ambos casos, respecto del mismo dinero. Cada acto recibe una denomi-
nación técnica diferente, el primero es una operación pasiva y el segundo una
activa. Estas dos nominaciones, bastante más aritméticas que económicas y
menos jurídicas, permitirán al estudiante comprender mejor el nombre de los
rubros más importantes del balance, un ejemplo del cual se presenta en el cua-
dro 4.

4 GUARDAR DINERO: OPERACION PASIVA


(LA CAPTACION)
En tal concepto están comprendidos todos los contratos mediante los cuales
el banco recibe de sus clientes una cierta cantidad de dinero o de titulos de cré-
dito, con la sola contraprestación principal de darle un servicio (cuenta de che-
ques) o de pagarle un interés periódico. Por actividad pasiva entiéndase, pues,
el acto celebrado por la banca en virtud del cual recibe dinero O titulos de crédi-
to de sus clientes y en el que, por asumir el carácter de tenedor temporal del
valor fungible, adquiere la categona de deudor. A titulo enunciativo, mencio-
naremos las operaciones pasivas más comunes
• En primer lugar, se cuentan los depósitos a la vista, entre los cuales, el
más importante es la cuenta de cheques (art 46, frac 1 a) LIC) y contra la
que, hemos visto, el banco no se compromete a pagar interés, con excep-
ción de las llamadas cuentas maestras (núm 184)
• Los depósitos de ahorro (art 46, 1, c) LIC), por los que el banco se obliga
a pagar un interés institucional
• Los depósitos de dinero conocidos como a plazo o a dias preestablecidos,
en virtud de que durante cierto tiempo ese dinero es intocable y el cliente
no lo puede recuperar (art 56, 1, b} Y d) LIC), contra la importante obliga-
ción para el banco, de pagar un interés de mayor significancia
• La percepción de dinero por emisión de bonos bancarios y de obligaciones
(art 46, 1Il Y IV LIC), en los que, como vimos (t 1), el banco adquiere el
papel de deudor en virtud de un crédito colectivo en su contra, que está
representado, individualmente, en cada bono u obligación
• Los depósitos de títulos de crédito y la aceptación de obligaciones por cuenta
de terceros (art 46, VIII LIC)
• Otros actos de tipología pasiva distinta, como las tarjetas de crédito (art
46, VII LIC) Y el gran elenco de alternativas que permite la apertura de
crédito (núm 116).
474 LÓGICA. JIJSTIFICACIÓN E HISTORIA DE LA BANCA

CUADRO 5
Estado de contabilidad al 28 de febrero de 199_ del Banco X SA
Millares de pesos

ACTIVO

Caja $ 1067489
Depósitos en Banco de México 38794 202
Bancos de! pais y del extranjero 394 470086
Otras disponibilidades 488 852 s 434 820 629
Valores gubernamentales 2006 934 374
Acciones y aportaciones patrimoniales 1313087498
Valores de renta fija 2 195 644 371
Incremento por revalorización de valores 144241238
5659 007 481
Menos. Estimación por baja de valores 37137208 5622 770 273
Préstamos quirografarios y prendarios 37 231 672 610
Préstamos con garantía de unidades industriales 50 428 648
Préstamos de habilitación o avlo 88 352 048
Préstamos reteccronenos 1 345785 236 38 716 238 542
Futuros a recibir 768866206
Coberturas cambiarías a recibir 1 280 seo
Operaciones especializadas 972 716 880
Amoruzacones y créditos vencidos (neto! 188 372 319
Deudores diversos (neto) 328059835 516432 154
Valores muebles e inmuebles adjudicados (neto) 46 205 776
Otras mversrones (neto) 365840809
Mobiliario y equipo (neto} 29181 149
Acciones de organizaciones auxiliares y empresas de
servicios conexos (neto) 1439
Acciones de inmobiliarias bancarias (neto) 94 280 864
Incremento por revalorización de acciones de
inmobiliarias bancarias 226940608
Inmuebles destinados a oficinas (neto) 17492186 367896246
Cargos diferidos (neto) 111 752 567
$ 47 924 820 582

CUENTAS DE ORDEN
Títulos descontados con nuestro endoso
Avales otorgados
Aperturas de crédito irrevocables
Otras obüqecones contingentes
Bienes en fideicomiso o mandato
Bienes en custodia o en administración
Cuentas de registro

El presente Estado de Contabilidad, se formuló de acuerdo con los onncp.os estamecidos en el art 102 de la Ley
de Instituciones de Crédito y a las disposiciones de carácter general dictadas por la H Comisión Nacional Bancaria, con
fundamento en lo dispuesto por los erts 99 y 101 de la misma ley, de observancia general y obligatorJa, aplicados de
manera consistente, encontrándose reflejadas las operaciones efectuadas por la Institución hasta la fecha arriba mencio-
nada. las cuales se realizaron con apego a sanas prácticas bancarias y a las disposiciones legales y administrativas aplica-
bles y fueron registradas en las cuentas correspondientes del catálogo oficial, habiendo sido valorizados los saldos en
moneda extranjera a los tipos de cotización del ore señalados por el Banco de México.
Introducción general 475

Millares de pesos

PASIVO Y CAPITAL

Otras obnaecrcnes a la vista 1 290 988 290


Bonos bancarios en circulación $ 2 368 792 505
Valores o títulos en circulación en el extranjero 780 095385
Depósitos a plazo 44 565 562
Aceptaciones bancarias en circulación 3562 257 337
üctxeno Federal 23955781
Otras obligaciones a plazo 3132065 6 782 798 635
-------
Préstamos de bancos. . .. . 32 982 B58 754
Otros créditos de entidades no bancarias del exterior 64606917
Futuros a entregar 704 909 307 769516224
Coberturas cembartas a entregar 1 286 500
Otros depósitos y obligaciones 15158 780
Reservas y provisiones para obligaciones diversas 973372 714
Obligaciones subordinadas en circulación 2038 221 B64
Créditos diferidos 6165965
Capital social 950 000 000
Menos: Capital social no exhibido 466025800 483 974 200
Aportaciones de capital pendientes de formalizar 58 604 197
Reservas de capital y otras reservas 1546317793
Utilidad en el ejercicio de 1990 220 773 491
Superávit por revaluación de valores en cartera 431086941
Superávit por revaluación de activos fiJOS .. 16964447
Superávit por revaluación de acciones de inrncbuiarias
bancarias 226940 60B
Resultados del ejercicio en curso 79791 179 3064 452 856

--------
$ 47 924 820 582
-

110 709 425


1 618 179 197
163392164
645 109 1 892925895
33 369 892 402
25911 121 371 59281013773
80 065 744 767

Tanto el propio Estado, coma los resultados del ejercicio que en el mismo se consignan, fueron aprobados por el
Consejo Directivo, autorizando su publicación en los términos del ert 42, frac VIII de la misma Ley, bajo la respcnsabíñ-
dad de los funcionarios que to suscriben.
La utilidad que muestra el presente Estado. se encuentra afectada por la provisión que se creó para el pago de la
participación de los trabajadores en la misma.
México, DF a _ de marzo de 199_

DIRECTOR GENERAL
476 LÓGICA, JUSTIFICACiÓN E HISTORJA DE LA BANCA

En la parte siguiente del texto, analizaremos en detalle, los contratos que per-
feccionan cada una de las operaciones pasivas mencionadas,

5 PRESTAR DINERO: OPERACION ACTIVA (EL CRÉDITO)


Con todo el dinero que el banco recibe como deudor o sujeto pasivo (cuentas
de cheques, depósitos a plazo, emisión de obligaciones, etc) algo debe hacer pa-
ra pagar el interés que prometió. Y como ya hemos dicho, forzosamente debe
ser un interés superior al que ofreció pagar a sus clientes, pues de algún lugar
debe obtener el dinero necesario para pagar empleados, papelería, sistemas de
computación, etc y, además, las utilidades para los dueños del banco. Es esta
necesidad ineludible la que completa el circulo de las actividades bancarias: en
conjunto se denominan operaciones activas y son aquellas en las cuales el ban-
co asume la categoria de acreedor. Igualmente, a titulo enunciativo menciona-
mos las operaciones activas más importantes de nuestro sistema
• Desde luego, la operación pasiva por excelencia: el préstamo (art 46, VI,
segunda parte LIC), que puede ser por múltiples causas las cuales a su vez
dan nombre a cada tipo, por ejemplo, el directo, conocido como personal
o quirografario; el prendario, que por definición se otorga contra una ga-
rantia pignoraticia; los hipotecarios, que se otorgan contra una garantía
inmueble; los créditos simples en cuenta corriente; los de habilitación, que
se otorgan a una empresa para que produzca; los refaccionarios, que se otor-
gan a una empresa para que mejore su producción; los préstamos para la
vivienda; o la apertura de créditos comerciales especificos (exportación,
construcción, etc) por todos los cuales, el banco cobra un interés
• El descuento (núm 136), que consiste en la compra de un titulo de crédito
en la cantidad que consigna, menos el interés que causaría el dinero entre-
gado desde la fecha del descuento hasta la del vencimiento del titulo (art
46, VI, primera parte, LIC)
• La aceptación de obligaciones por cuenta de terceros como podria ser el
otorgamiento de un aval, el otorgamiento de aceptaciones (t 1) o la expedi-
ción de cartas de crédito (núm 93).
Igualmente en la parte siguiente del texto se analizan los contratos que permi-
ten instrumentar las operaciones bancarias activas mencionadas,

6 LOS SERVICIOS EN EL CRÉDITO (LAS OPERACIONES


NEUTRALES)
En oposición a las operaciones bancarias activas y pasivas, que implican un
aumento o una disminución en el patrimonio del banco o de sus clientes, en
las cuales asume, según el caso, el carácter de acreedor o deudor, y que supo-
nen el pago de un interés sea por el banco o al banco, las operaciones neutrales
Introducción general 477

se circunscriben en el contexto de los servicios que sólo pueden ser prestados


o coordinados por un banco. No suponen a [ortori el movimiento de capital ni
el desprendimiento o recepción de dinero por parte del banco y, en general, son
operaciones en las cuales los bancos no desarrollan su función tipica de especu-
lación sobre crédito y dinero.
Cabe señalar que desde la LRSPBC de 1983, se plasmó en el derecho ban-
cario, con gran claridad, el interés socioeconómico del legislador (introducido
por la modificación constitucional de 1982), según el cual, la banca y el crédito
eran un servicio público; de ah! que sea fácil entender el porqué estas operacio-
nes -las neutrales o de servicios- han recibido un tratamiento prioritario. La
importancia en la organización de los servicios perduró en nuestra actual LIC,
a pesar de que la Constitución dejó de considerar al de banca y crédito, de for-
ma especifica, como un servicio público. Algunos ejemplos son los siguientes
• Desde luego, el fideicomiso (núm 145), que en la práctica mexicana es el
más significativo de los actos bancarios neutrales (art 46, XV LIC)
• La mediación en pagos tanto de comercio nacional como internacional, me-
diante cartas de crédito o créditos documentarlos (art 46, VIII, última parte
LIC)
• La mediación en cobros, en pagos y en la trasmisión de dinero de una plaza
a otra (art 46, XIV, LIC)
• Los servicios de caja, tesoreria (art 46, XVIII LIC), de nómina y de cajas
de seguridad (art 46, XIII LIC)
• El cumplimiento de cualquier tipo de mandato fiduciarlo o bancario
• La realización de servicios más complicados, como la mediación en la emi-
sión de acciones y obligaciones a favor de una sociedad (art 81 LIC); su
actuación en su calidad de representante común de tltulos bursátiles (art
46, XVII LIC); y la organización y transformación de sociedades mercan-
tiles (art 46 LIC) y el llevado de sus libros de actas, registros y contabili-
dad (art 46, XIX LIC); su actuación en concepto de sindico concursal o de
albacea (art 46, XX Y XXI LIC) y práctica de avalúos, tan importante en
las transacciones inmobiliarias, (art 46, XXII LIC)
• Asimismo, se puede mencionar el desahogo de servicios más comunes, co-
mo el depósito, la administración o custodia de titulos de crédito y de otros
documentos mercantiles (art 46, XVI LIC), la operación de metales y divi-
sas (art 46, XII LIC) Y su intervención en el mercado de valores (art 46,
IXLIC).
Por dichos servicios el banco cobra honorarios y no intereses, y, desde luego,
tampoco paga intereses ni dinero alguno, toda vez que no son movimientos que
afecten a las cuentas de su pasivo, de su activo o de su capital sino que única-
mente afectan a las cuentas de orden de su balance, así llamadas porque los
valores, el dinero o los títulos que en ellas se reflejan los tiene a la orden de
un cliente o un tercero y no a su disposición, razón por la cual las cuentas de
478 LÓGICA, JUSTIFICACiÓN E HISTORIA DE LA BANCA

orden no se insertan en el balance propiamente dicho sino a su calce (véase cua-


dro 5), En la parte siguiente, se analizan las operaciones neutrales que por su
importancia, ameritan una atención especial,

7 LA ACTIVIDAD DE LOS BANCOS ¿ES UN NEGOCIO


O UN SERVICIO PÚBLICO?
Como mero apunte introductorio, permitasenos decir que en nuestra opinión,
es ambas cosas.

Características económicas del servicio público


Durante ocho afios el art 28 constitucional estableció que el servicio público
que prestaban los bancos era un monopolio exclusivo de las instituciones del
Estado (su derogado párr 50 permite afirmar que el constituyente asumia que
desde antes de 1982, tal servicio ya era público: ", , .la prestación del servicio
público de banca y crédito. , . será prestado exclusivamente por el Estado a
través de sus instituciones. . . "). No obstante que a partir de junio de 1990 di-
cho monopolio desapareció, el servicio se siguió prestando y precisamente al
público. Esa desmonopolizacion (denominada en la práctica reprivatización) sig-
nifica que ¿el servicio prestado por los bancos dejó de ser público? o ¿lo segui-
rá siendo aunque en muchos casos lo presten los particulares? De forma distinta:
la categoría de servicio público proviene de que ¿el gobierno participe activa-
mente como prestador o concesionante? y, de no ser así, ¿de qué circunstan-
cias proviene?
En un sentido lato, la idea de servicio público se entiende de dos formas:
(i) el que se presta no a una persona sino a cualquiera, es decir, al público gene-
ral, y (U) el que el gobierno presta o concesiona a un particular para que éste
lo preste. Es improbable que el estudiante a quien se pregunte qué es un servi-
cio público conteste en un sentido lato, con pequefias variaciones, una posibili-
dad diferente a estas dos, porque dicho concepto está tan penetrado en la
conciencia de los técnicos del derecho y la economia que ya lo utilizan incons-
cientemente sin referenciar sus antecedentes semánticos, que son los que per-
miten entender al estudioso que se enfrenta al término por primera vez, su origen
y sus reales ámbitos de influencia. Veamos.
Servicio es el que presta cualquiera que lo desee (un abogado, un transpor-
tista, una compafiía telefónica, etc); y es público cuando se le presta a quien
lo pida; su oficina está abierta al público. Esta es la definición que daría indivi-
dualmente, por ejemplo, el diccionario de servicio y de público. Pero, desde lue-
go, no es a ella a la que se aludía en la Constitución cuando ésta hablaba del
servicio público de banca y crédito; al tipo de servicio a que se refería, al igual
que en el caso de cualquiera de los otros servicios públicos que la Constitución
Introducción general 479

y sus leyes secundarias contemplan, es a los que revisten para los usuarios,
la misma importancia por las razones siguientes
• Por la frecuencia y difusión con las que lo usan, que económicamente cons-
tituye una demanda perfecta y absoluta
• Por la necesidad inaplazable que el usuario tiene de él
• Por la utilidad insustituible que su uso representa
• Por la imposibilidad de los oferentes del servicio en prestarlo con la eficiencia
que estos tres últimos requerimientos demandan
• Por la imposibilidad de que su precio obedezca a las reglas ordinarias de
la oferta y la demanda
• Finalmente, porque con el objeto de asignarle un régimen idóneo, la ley ca-
lifica el servicio como público.
Técnicamente, pues, el término servicio público se refiere a los servicios que
son del interés general, es decir, del interés del público y no del particular, en
los cuales (a diferencia de los prestados por un abogado o una linea aérea) no
hay posibilidad de una competencia efectiva entre un número adecuado de ofe-
rentes independientes, por lo que deben ser prestados, o cuando menos regula-
dos, por el Estado, para lo que, por método, la ley los califica de esa forma.
Por ejemplo, la red de drenaje municipal tiene, en todo momento, la misma im-
portancia para cualquier individuo, y no parece probable que personas inde-
pendientes lo pudieran prestar con la eficiencia, la estabilidad y la especialidad
que la demanda requiere (art 23 Ley Orgánica del DDF). Por una parte, el pre-
cio que cobrarian les seria pagado, por quienes lo pudiera pagar, de inmediato;
y por otra, los independientes tendrian que ser tantos y tan fuertes como el
Estado mismo, porque ese servicio se debe prestar a todos los que lo requie-
ren, que son la mayoria absoluta.
En opinión de Samuelson, las razones por las que un gobierno decide pu-
blicitar un servicio (convertir un servicio privado en público, o crearlo sin que
existan antecedentes privados) son en gran parte históricas y, hasta cierto pun-
to, variables en el tiempo y espacio, pero en el campo económico la diferencia
en ningún caso es arbitraria, ya que la trascendencia que tiene la anulación de
la competencia y el riesgo de provocar consecuencias desfavorables en cadena,
obligan a que la decisión obedezca a una visión global en atención a los tres
plazos. Politicamente la diferencia es, simplemente el cumplimiento de una ofer-
ta hecha por un partido político para hacerse elegir, o reelegir, razón por la cual
es preciso que el partido esté muy atento a lo que la sociedad requiere y exige,
es decir la categoria de interés público o privado, servicio público o privado,
orden generala particular, etc, siempre es establecida por la comunidad urba-
na, regional o nacional, según el caso, en cada momento histórico en el cual
las cosas cambien por el motivo que sea.
Por ello, no existe una opinión universal objetiva en torno a cuáles son los
servicios que deben ser públicos; pero si hay definiciones nacionales -en todo
caso, situacionales- pues en cada pals hay diferentes servicios que son del in-
480 LóGICA. JUSTIFICACiÓN E HISTORIA DE LA BANCA

terés del público; o sea los que la mayoría demanda y su gobierno escucha. Sin
embargo, cabe decir que si existe un consenso relativo, en lo que concierne a
que ciertos servicios siempre son públicos -en la acepción del término
comentado- como la mayoría de los medios de comunicación, la salud y los
servicios municipales (drenajes, banquetas, seguridad, etc). En el Casode la ban-
ca, precisamente, no hay consenso y en varios paises, tal vez la mayoría de los
estimados económicamente decisivos, la banca no se considera un servicio pú-
blico sino un negocio que, como otros (el bursátil, el abasto, el seguro, etc), el
gobierno sólo debe vigilar de forma estrecha y en ciertos paises ni siquiera los
concesionan, En otros, la banca ha sido monopolizada y consesionada en dife-
rentes épocas, porque las necesidades de la sociedad, lo hemos dicho, cambia-
ron en esa dirección (Francia, Perú, Inglaterra, México, etc).
Ahora bien, cuando un gobierno detecta que un servicio debe ser público,
porque la conducta de la sociedad ya lo calificó de esa forma, el que decida con-
cesionario o prestarlo de forma directa obedece, si ese es su plan de gobierno,
a sus recursos financieros y a su eficiencia administrativa. Si cuenta con uno
de estos rubros, o más todavía, si cuenta con ambos (Suecia, por ejemplo) es
normal que lo preste directamente, porque de esa forma asegura un servicio
en el cual no hay posibilidad de competencia efectiva; pero si carece de ellos,
los concesiona, lo que también es una forma de servicio, pues el control que
ejercerá sobre los concesionarios implica que la libertad de éstos será tan gran-
de como el gobierno y la concesión permitan.
Si en la prestación de un servicio público que estaba monopolizado, la efí-
ciencia, los recursos financieros, o ambos, disminuyen, se justifica cancelar el
monopolio para otorgar la concesión (por ejemplo, el 3er párr de la exposición
de motivos de la LIC señala: ".. .las anteriores razones -a la modificación
constitucional- se apoyaban, también, en el hecho de que ante la magnitud
de nuestras necesidades y la limitación de los recursos existente. . . resultaba
inconveniente mantener la exclusividad estatal . . "l. A la inversa, cuando en
un principio el gobierno no puede acometer un servicio público por la falta de
dichos elementos, pero posteriormente los reúne, se justifica el monopolio, síem-
pre que dicho servicio siga siendo considerado por la sociedad como del interés
de todo el público porque reúna las caracteristicas que se apuntan más arriba.

Definición legal de servicio de banca y crédito


A diferencia de las anteriores LRSPBC, la nueva LIC si define al servicio de
banca y crédito (art 20, 20 párr)
Se considera servicio de banca y crédito -nótese que desapareció el térmi-
no público- la captación de recursos del público en el mercado nacional
para su colocación en el público, mediante actos causantes de pasivo direc-
to y contingente, quedando el intermediario obligado a cubrir el principal
y, en su caso, los accesorios financieros de los recursos captados.
Introducción general 481

El lector puede remitirse a la diferencia que hicimos antes entre banquero


y financiero para comprender gráficamente la definici6n de nuestra Ley (núm 1).
Haciendo abstracci6n de esta definición, y aplicando al servicio de banca
y de crédito el criterio econ6mico de servicio público antes citado. resulta que
deberla cumplir con las siguientes condiciones
• Tener para los usuarios la misma magnitud de importancia
• La frecuencia y difusi6n de su uso deberla consistir en una demanda eco-
n6micamente perfecta y absoluta
• La utilidad de su uso deberla ser insustituible
• La necesidad del servicio deberla ser inaplazable para el público
• Por los motivos anteriores o similares. los oferentes del servicio deberían
estar en la imposibilidad de prestarlo con la eficiencia requerida por la
demanda
• Deberia existir imposibilidad de que el precio del servicio obedezca a las
reglas ordinarias de oferta y demanda
• Finalmente. guardando una mayor o menor relaci6n con las condiciones an-
teriores. el legislador también debiera calificar el servicio como público. para
asignarle un estatuto especial.
Caben las siguientes precisiones. En secci6n anteriores (núm 2). decíamos que
por la redistribuci6n del capital que permite. por la moneda que pone en circu-
lación, por la utilidad que representan las tasas de interés en la economia de
conjunto y por tratarse de entidades cuyo principal objetivo es crear confian-
za en el público para que le deposite su dinero o se lo pida prestado. dentro
de otros motivos. la banca es un servicio que. en occidente. resulta insustitui-
ble. También. declamos que el dinero cobrado por la banca no es por la venta
de un bien sino por la prestaci6n de un servicio (núm 1). Por otra parte. si bien
es cierto que en apariencia no todos los ciudadanos requieren de este servicio
(por lo que podria pensarse que la demanda no es absoluta). no es menos cierto
que el gobierno -y la ley- está conciente de que si esas personas llegan a uti-
lizarlo. tanto su economia personal como la del pais marcharlan mejor; es de-
cir. la demanda sigue siendo. potencialmente. absoluta desde el punto de vista
de la planeaci6n pública.
De manera análoga, la posibilidad de que en la banca mexicana se diera
una competencia efectiva en términos de número de competidores, precio y ca-
lidad, y asl desapareciera una de las condiciones de servicio público apunta-
das. efectivamente existe. pero no por eso dej a de existir el riesgo de que, a
la postre. la competencia quede anulada. Por más que el gobierno vigilara de
forma estrecha el desempeño de una banca privada no concesionada el riesgo
de una excesiva acumulaci6n de los beneficios que le genera al propietario
-hasta cierto punto. fácil de anticipar por la experiencia hist6rica- provoca-
rla precisamente lo que se queda evitar: la imposibilidad de una competencia
efectiva por desplazamiento de competidores, fij aci6n unilateral de precios y
la consecuente irregularidad en el interés, el crédito y la circulaci6n del dinero.
482 LÓGICA, JUSTIFICACIÓN E HISTORIA DE LA BANCA

Luego, es necesario que la banca se concesione y se vigile tanto a ella como


a su desempeño; por este motivo, también se puede considerar un servicio pú-
blico. Este argumento se valida aún más con la nueva LPRAF (núm 67), que
regula la operación de las grandes empresas controladoras.
Entonces, de acuerdo con estos apuntes puramente ubicativos, resulta que
la banca reúne, en principio, las condiciones necesarias para ser considerada
un servicio público. Pero, resulta que a partir de 1990 ni la Constitución ni la
vigente L/C estiman a este servicio como público -lo que también es una
condición- sino que a diferencia de lo que sucedió durante ocho años lo consi-
deran un servicio simple. Cabe preguntar en tal caso, ¿la banca es un servicio
público o no?
En efecto, se desprende de las consideraciones hechas en este numeral que
la calificación de la banca y el crédito, y de cualquier otro servicio, como públi-
co, depende en grado principal de condiciones puramente situacionales que son
sugeridas por el ánimo del gobernado y detectadas por el gobernador. Por tan-
to, son en potencia, de manera esencial, sensibles a cambios frecuentes. Dicho
de otra forma: en la determinación de un servicio como público, la oportunidad
representa un valor fundamental.
En virtud de lo anterior, resulta evidente que el hecho de que en un lapso
de apenas ocho años la banca primero fue una concesión exclusiva de los nacio-
nales, después un monopolio de Estado y, finalmente, una banca mixta con in-
versión extranjera (todo en ocho años), no se debió a la dubitación" o volubilidad
de nuestros gobernantes, sino a que las condiciones sociales, politicas y econó-
micas del país cambiaron, aun más de lo que cambió la banca misma en el DÚS-
mo plazo, de manera tal que los intereses del público fueron tan claros como
para mostrar al gobernante qué era lo que debía hacer (el párr 20 de la exposi-
ción de motivos de la L/C expresa ".. .el cambio profundo de las realidades so-
ciales en nuestro pois, así como de las estructuras económicas. del propio papel
del Estado e, incluso, del sistema financiero mismo, ha modificado de raíz las
circunstancias que explicaron la estatización de la banca en diciembre de
1982... '1-
Como quiera que sea, desde el punto de vista del cliente, el funcionario ban-
cario y el banquero, sea el Estado o un particular, la determinación de si des-
pués de septiembre de 1990, la banca es un servicio público constituye, una
vez más, un problema puramente conceptual y, por tanto, secundario para efec-
tos prácticos. Aunque debe tenerse presente (t 1) que el régimen judicial -en
caso de litigio- de los bienes destinados a un servicio público es privilegiado,
de haber continuado, como tal, el desempeño de la banca privada hubiera de-
tentado privilegios injustificables. En fin, la realidad es que sea lo que sea el
servicio de banca está ahí, listo para ser utilizado por quien necesitando capi-
tal cumpla con las exigencias de garantía y devolución o por quien teniendo
dinero lo quiera guardar o invertir con seguridad y para ser explotado por el
negociante que reúna las caracteristicas necesarias para recibir la concesión.
Introducción general 483

Pensamos que la razón por la que la nueva LlC considera a la banca y el


crédito como un servicio simple y no como uno público, obedece, además de
la imposibilidad de permitir el privilegio judicial de los bienes destinados a un
servicio público, arriba mencionados, al acento de importancia que tal vez el
legislador quiso poner en cuanto a que ya no es un monopolio estatal sino un
servicio sujeto a autorización. Pero como vimos, su caracterología económica
es la de un servicio público típico, principalmente porque ahora es objeto de
un permiso sujeto a una vigilancia acaso más enérgica que en cualquier otra
época del derecho bancario; calificación que, como se dijo, es irrelevante para
su operatividad, pues a diferencia de otros servicios que se califican públicos
con objeto de indicar que están sometidos a un régimen legal diferente y privi-
legiado en el bancario tal calificación es innecesaria porque ya dispone de por
si de un régimen totalmente diferente y especializado, sin que para ello sea ne-
cesaria su calificación directa de servicio público, y así introducirlo a la norma-
tividad general de los servicios públicos, a la que, a pesar de no pertenecer, no
impide que sea un servicio público en términos propios.

La teoría de la oportunidad. Opinión de Miguel Acosta Romero


Uno de los autores que en nuestro país se ha ocupado con la mayor autoridad
del derecho bancario expone una tesis relativa a este tema que por su claridad
e importancia debe ser conocida por el lector de derecho.
El maestro Acosta define el servicio público, en lo general, de la forma si-
guiente
"es una actividad técnica encaminada a satisfacer necesidades colectivas, básicas
o fundamentales, mediante prestaciones individualizadas, sujetas a un régimen de
derecho público que determina los principios de regularidad, uniformidad, adecua-
ción e igualdad; actividad que puede ser prestada por el Estado, o por los particu-
lares, mediante concesión".
La integración de esta definición, por los elementos que a continuación se
identifican y que enumera el propio autor, hacen opinar que el de banca y cré-
dito es, en efecto, un servicio público.
Es una actividad que corresponde al Estado A pesar de que no corresponden
al Estado todas las actividades crediticias, tanto en el régimen anterior a 1982
como en el comprendido entre 1982 y 1990, Y en el actual, legalmente le perte-
nece el desarrollo de gran parte de ellas, como la emisión de moneda, la política
monetaria, las directrices del crédito público, la política financiera, el equili-
brio de la balanza de pagos y otras. Es decir, en opinión del maestro, Acosta
Romero, el crédito le corresponde al Estado, sea mediante su ejercicio directo
o mediante concesión.
Es una actividad técnica En efecto, el desempeño de la actividad bancaria pre-
cisa de conocimientos y preparación especializados, de carácter complejo.
484 LÓGICA, JUSTIFICACIÓN E HISTORIA DE LA BANCA

El régimen aplicable es de derecho público Por ser el crédito una actividad


que le pertenece al Estado, el sistema legal y reglamentario conforme al cual
debe desempeñarse debe corresponder, por tanto, al derecho estatal o de las
cosas públicas,
El régimen aplicable es exorbitante del derecho común En opinión del doctor
Acosta -emitida antes de septiembre de 1990- en México, definitivamente
no es de derecho privado, debiéndose entender por éste al Código Civil para
el Distrito Federal.
Que el régimen aplicable garantice regularidad, adecuación, igualdad y conti-
nuidad en el servicio La segunda implica que el servicio se debe adaptar a los
cambios de la realidad y de la técnica; la tercera implica que no existan discri-
minaciones en la prestación del servicio por razones raciales, de sexo, etc; y
la cuarta implica que el servicio se pueda utilizar oportuna, reiterada y normal-
mente según las necesidades de los usuarios, mediante el establecimiento de
horarios, lugares, etcétera,
Como se observa, el autor apoya en los ángulos técnico y legislativo del
fenómeno bancario, y en la necesidad de que sea reglamentada por el Estado
debida su trascendencia en la economia y la sociedad, los principales argumen-
tos de su opinión en tomo a que la banca y el crédito no pueden ser otro que
un servicio público,
Pero además, el autor citado concede a la oportunidad un papel determinan-
te, razón por la cual su opinión es tan válida antes como después de la reprivati-
zación comercial de 1990, En efecto, opina que
"es pertinente recordar que la noción de servicio público no es estática, sino que
evoluciona conforme a los cambios de la sociedad y debe irse asimilando a las con-
diciones de interés público que el Estado considere que deben prevalecer, para de-
terminar que una actividad tiene esa característica. Por lo tanto -continúa- no
es dable estudiar la banca estáticamente en el pasado sin contemplar los cambios
en ella operados, de naturaleza social, económica y jurídica".
Asl pues, como el doctor Acosta, consideramos que en la actualidad y des-
de 1889, fecha en la que se establece por primera vez la necesidad de concesión
para el ejercicio de la banca y el crédito (núm 17), la banca es un servicio públi-
co que intermitentemente ha sido prestado de manera exclusiva por las insti-
tuciones del Estado, por los particulares o por ambos, en la medida en que la
forma de la prestación del servicio ha debido ajustarse a los cambios que ha
motivado la conducta social, Es decir, la categorla pública de un servicio no
proviene de que sea el gobierno quien lo preste, sino de considerandos econó-
micos que son, en el tiempo y el espacio, esencialmente cambiantes,
Sin embargo, también consideramos que en la perspectiva del derecho co-
mercial, la banca y el crédito, además de ser un servicio público son, desde lue-
go, un negocio cuya rentabilidad depende, como en el caso de cualquier otro,
de la prudencia, la diligencia y el talento de los propietarios, y de que los mer-
cados y oportunidades se escojan en los momentos más propicios, tal cual ha
sido, y así se verá enseguida, desde sus origenes más remotos,
Notassobre la historia de la banca europea 485

SEGUNDA
SECCiÓN

NOTA SOBRE LA HISTORIA


DE LA BANCA EUROPEA

8 FORMACIÓN DE LA BANCA CAPITALISTA


Ubicación del tema en un contexto mundial
La Intima e indisoluble relación que existe entre el comercio y la banca hizo
que su evolución fuese paralela, lo que se debe, tal vez, a que la banca es tamo
bién una forma de ejercer el comercio. Desde la fundación de Jericó, la primera
ciudad (según los historiadores, punto de partida del mundo actual), en 905 a
de ne, ya se realizaban operaciones comerciales y de banca. No hay duda, como
el militarismo, la adoración de lo sobrenatural y el lenguaje, la banca y el co-
mercio son dos factores fuertemente representativos de la condición humana;
son nosotros mismos.
Algunos ejemplos muy acabados en sus detalles, mencionados por Bau-
che, Aragón, Soldado y Rodriguez son los contratos bancarios de Babilonia (650
a de ne), si bien estiman que probablemente 2000 años a de ne tanto en China
como en la India ya se daban cambios de monedas con ganancia de un premio.
En Grecia, algunos oficios, como los trapecistas cumplian funciones de ban-
queros y, con posterioridad, en Roma, los argentarii, hicieron lo propio en las
mismas épocas.

¿Prohibición del préstamo con interés?


A partir del advenimiento del cristianismo como la religión predominante en
Europa, las actividades bancarias se vieron alteradas por la prohibición que
hizo la Iglesia de prestar con interés. No obstante, durante la guerra entre Ve-
necia y Bisancio del siglo XII, se fundó en Venecia el que podria considerarse
el primer banco, cuyo fin principal era efectuar préstamos y admitir depósitos.
486 LÓGICA, JUSTIFICACIÓN E HISTORIA DE LA BANCA

Los préstamos se realizaron incluyendo en la deuda de capital, los intereses


pactados, con lo que se disimuló el cobro del interés y así cumplir con la prohi-
bición papal; argucia que permitió a Venecia el financiamiento de esa guerra
y que ulteriormente se difundió en toda Europa. Hasta ese evento, la actividad
bancaria se resume al primitivo objeto de las actuales operaciones de depósito:
recibir en custodia un dinero ocioso; si el custodio decidía prestar a rédito y
correr el riesgo inherente a toda actividad clandestina, lo conseguia disminuir
incluyendo, en el capital, el interés pactado con el cliente.
Esta limitación se anuló en su totalidad a partir del siglo XVI en Inglate-
rra, Alemania, Suiza y otros palses que se separaron del Vaticano a causa de
los movimientos protestantes luteranos, calvinistas y anglicanos de ese enton-
ces, pues los banqueros que estaban bajo la influencia de tales movimientos
dejaron de estar sometidos a la prohibición del interés, impuesta por el Papa.
Igual situación, pero por diferentes motivos, se observó en los paises bajos,
en los que por razones no fáciles de comprender se realizaron importantes asen-
tamientos de judíos, que, desde luego, no estaban ni están sometidos al Papa.
Por supuesto, el interés tampoco estaba prohibido en Turqula y los países de
Asia Central y de Levante, regiones con las cuales los palses europeos soste-
nian importantes relaciones comerciales.
Entonces, durante la Baja Edad Media la actividad bancaria no se desa-
rrolló con la pujanza que podrla haberlo hecho de no haberse prohibido el pivo-
te de sus posibilidades: el interés, lo cual no fue un obstáculo significativo porque
el interés se acostumbra incluir en el capital; costumbre que, por haberse reali-
zado a ciencia y paciencia del Papa en Avígnon o en Roma, permitió el desen-
volvimiento de la banca temprana. Antes de esta época existlan ciertos
parangones con el actual servicio bancario, como era el depósito de dinero. Pe-
ro con la aparición de los bancos de Florencia y de Venecia en la Alta Edad
Media y el Renacimiento, se crean las bases originales de la banca moderna.

9 LOS GRANDES BANCOS DEL RENACIMIENTO


Y DE LA EDAD MEDIA
Cuando la moneda llegó a ser plenamente funcional, los comerciantes se perca-
taron de la posibilidad que existía de realizar las tres actividades lucrativas
con el dinero de otros, que ya hemos comentado, depositarlo, transportarlo y
prestarlo. El beneficio en cada caso, también lo hemos dicho, era el precio que
se cobra por guardarlo o transportarlo y el interés que se cobra por prestarlo.
En razón de que sus inversiones iniciales eran relativamente rnlnimas, con fac-
tores poco importantes, como la seriedad y la confiabilidad, aquellos banque-
ros amasaron fortunas enormes y crearon en dos o tres generaciones. familias
tan poderosas en el campo económico que en muchos casos superaron muchos
principados europeos.
Notas sobre la historia de la bancaeuropea 487

Varias de ellas, algunas de las cuales se recuerdan adelante, ofreclan servi-


cios eminentemente profesionales, como el dep6sito del dinero de sus clientes,
su transferencia a otras plazas, el préstamo y la recaudaci6n de sus rentas y
cobros. Asimismo, tenian sucursales en los principales centros comerciales, in-
dustriales y financieros de Europa y sus zonas inmediatas, y por lo general tra-
bajaban como una unidad completa, pues podían tomar decisiones y
aprovecharse de las fluctuaciones locales de los precios y del valor de la mone-
da, a tal grado que de acuerdo con el profesor de la Universidad de Comell J ohn
R Hale, trataban a las otras sucursales del mismo grupo exactamente igual
que a otros clientes. Por otra parte, similarmente que con la ins6lita puj anza
con la cual lo hacen los bancos occidentales de la segunda mitad del siglo xx,
también en aquel capitalismo temprano, los bancos explotaron posibilidades
insospechadas merced al dinero acumulado, como la compraventa de mercan-
clas ex6ticas de procedencia lej ana, la asociaci6n temporal con otros mercade-
res e incluso la incursión en la mineria y la industria; en el acrecentamiento
de sus fortunas, se alcanzaron éxitos que, de cierta forma, perdurarían para
siempre. Son el cimiento del capitalismo actual.
Este aumento geométrico del poder de las familias fioancieras se incrementa
por la necesidad de ciertos príncipes (e incluso del Papa, como fue el caso del
dueño del Banco de Florencia, C6simo de Médícís, y el Papa Eugenio IV) de
financiar sus ejércitos para conquistar o defender una plaza, ciudad o regi6n.
A causa de que no contaban con el dinero suficiente vendian sus tierras a los
comerciantes o se las daban en garantía para obtener dinero inmediato. Un ban-
quero es exitoso cuando no pierde dinero, por eso escogian con cautela las posi-
bilidades de colocar capital en negocios en los cuales las perspectivas de ganar
o perder (según el caso) la guerra fueran muchas, y de esta manera continua-
ban expandiendo sus fortunas. Las guerras en la Edad Media no eran pocas
y no menos la necesidad de capital para el pago de enormes ejércitos de merce-
narios, y los príncipes, en pago, no podian ofrecer otra cosa que tierra y propie-
dad, las cuales adquirian los banqueros pero, ya lo vimos, con el dinero de otros.
La nueva economía giraba en torno al dinero y a los individuos que lo poseían
y manej aban, y ya no en tomo al antiguo valor econ6mico: la tierra.
Un ejemplo claro lo encontramos en el judío francés J acobo Coeur, de quien
se dice que fue y será el hombre más rico que jamás haya habido. José Pijoan
opina que el lujo y exceso de su forma de vida superaba a la del rey de Francia
que entonces era el ejemplo de la opulencia y el alarde. Su red de negocios, que
se inici6 con el mero dep6sito y la especulaci6n del préstamo a interés, lleg6
a tener oficinas en Brujas, París, Lyon, Brabante, Génova, Zurich, Viena, Bo-
hemia, Chipre, Sicilia, Barcelona, etc. Sus actividades iban desde el financia-
miento absoluto de una guerra, el armado de flotas militares y mercantiles
completas o la construcci6n de mansiones o castillos hasta la planificaci6n de
una invasi6n total, cuya paga seria una cierta extensi6n del territorio conquis-
488 LÓGICA, JUSTIFICACIÓN E HISTORIA DE LA BANCA

tado (acuerdo con un principe de Famagusta, Chipre, respecto de una ciudad


vecina).
Otros ejemplos son las familias Passi, Peruzzi, Bardi y, desde luego, Médi-
cis, en Florencia, cuyo refinado talento banquero y politico financió el arran-
que del Renacimiento, es decir, de nuestra realidad actual. Los Fugger y los
Wesler en Bavaria y Habsburgo, respectivamente, que crean una dinastia ca-
pitalista tan relevante que no solo controló la "hansa" dos o tres siglos sino
que llegan a ser tan importantes en la politica que se convierten en los banque-
ros de papas y emperadores y después, los grupos financieros que les siguieron
financian esfuerzos bélicos, como la guerra franco-alemana de 1870, e incluso,
la propia guerra del 14-18, al grado que fueron los únicos civiles invitados por
el emperador alemán al Palacio de Versalles, a la celebración del triunfo bisma-
riano en 1870. Situación similar es la de otros notables ejemplos en Estados
Unidos de América como el banquero y zar del acero Carnegie, cuya segunda
generación donó en 1919, el palacio sede de la Sociedad de las Naciones; o el
magnate banquero Rockefeller, cuya tercera generación donó en 1949 las 10
hectáreas de Manhattan en donde se construiría el edificio de la ONU. Los Gri-
maldi, los Doria y los Spinola, en Génova; y otros, de no menor trascendencia.
Con riguroso realismo, puede decirse que en los banqueros y financieros
de este tipo y dimensiones despegó el Renacimiento y la modernidad; de los
actos que brotaron desu imaginación arrancan los sistemas económicos, e in-
cluso politicos, posteriores a esa fecha. Así, formándose siempre con capitales
privados los primeros bancos del mundo se dan en esa época. Dentro de los
más importantes podemos mencionar los siguientes

• Como ya dijimos, durante la guerra entre Venecia y Bizancio en el siglo XII


se funda en Venecia el que puede considerarse el primer banco, pero su rápi-
da desaparición implicó que su importancia se resuma a haber sido el primero,
nada más. Con posterioridad, de acuerdo con el maestro Bauche, en Siena,
Bardona y Lombarclia se crean los asientos bancarios más importantes de
los siglos XII a XIV; principalmente, en Siena, por tener el control de la ruta
que iba de Francia a Roma, en la cual estaban tres de las más importantes
ferias europeas: Lyon, Besaneon y Champaña
• En 1397, Giovanni di Bicci de Médicis funda el que llegaria a ser el más
poderoso banco italiano, el Banco de Florencia, cuyas actividades comer-
ciales, industriales, mineras y, desde luego, financieras fueron el soporte
dinerario del renacimiento florentino
• Poco después, en 1401, se fundan las Taules de Canvi (taulas, tablas o me-
sas, de cambio) de Valencia y Barcelona, instituciones bancarias que se de-
dican básicamente al cambio de monedas y metales, y al depósito y
libramiento de dinero depositado, y de cuya experiencia se nutriría la im-
portantísima banca de Medina del Campo
Notassobrela historia de la banca europea 489

• En 1409. se funda el Banco di San Giorgío, en Génova. cuyo origen fue si-
milar al del Banco de Venecia por cuanto que su vocación inmediata fue
la de financiar la guerra que Génova sostuvo. precisamente. contra Venecia
• En 1412. Jacobo Coeur funda en Brujas. el primero de sus establecimien-
tos bancarios. destinado específicamente al depósito de metales y al prés-
tamo contra garantías metálicas; ulteriormente incrementaria sus negocios
de la forma planteada más arriba
• Aproximadamente en 1450. la familia Fugger establece sus asientos finan-
cieros en Bavaría, de manera especifica en Augsburgo, y cuya principal sigo
nificancia radica en haber sido la primera institución bancaria que perdura
por más de 300 años
• En 1531. la segunda generación de la familia Fugger funda en Amberes,
un banco que tuvo especial importancia. pues de él se origina la primera
moderna bolsa de mercancías. Asimismo. el Banco de Medina del Campo.
de origen y residencia españolas, adquiere gran parte de la propiedad. de
uno y otra. en 1555. Podria ser este el inicio de la penetración de la familia
Fugger en la corona española y. de esa forma. su ampliación a latinoamérica
• En 1609. se funda en Holanda. el Banco de Amsterdam, acontecimiento
que tuvo particulares consecuencias. ya que se creó con objeto de proteger
la moneda holandesa. de la especulación extranjera. y para atender a las
necesidades de los mercaderes de dicha ciudad. Estas actividades le impri-
men notable impulso al desarrollo de la banca. al facilitar créditos al muni-
cipio y a la Compañía Holandesa de las Indias Orientales. con las cuales
financian sus operaciones al exterior. Financiamientos de resultados fan-
tásticos
• El Banco de Hamburgo fundado en 1619 y el de Nurenberg en 1621. los
más representativos de la Liga Hanseática. realizan operaciones similares
a los bancos de Venecia. Amberes y Amsterdam, recogen de éstos las ex-
periencias recibidas que sirven para perfeccionar de manera importante el
todo de la materia bancaria
• El Banco de Estocolmo, fundado en 1656. es el primero en poner en circu-
lación moneda fiduciaria (papel moneda respaldado por su propia tesore-
ría), que constituye un paso relevante para el desarrollo del crédito bancario
• Posteriormente. cada nación establece sus bancos oficiales o nacionales re-
cogiendo como propios los sistemas de financiamiento utilizados por los
bancos de Hamburgo y Nurenberg y la emisión de papel moneda iniciada
por el Banco de Estocolmo •
• Por último. a causa de la incipiente revolución industrial y otros factores
de la mayor importancia que superan el espiritn de este texto. en la prime-
ra mitad del siglo XVIII. el funcionamiento de los bancos ingleses. de ma-
nera principal. los de Londres. Brístol, Manchester y Liverpool y el impulso
que dio al Banco de Inglaterra un genio como de Issac Newton, elevan a
su expresión más compleja y eficiente. la tipica función de intermedia ca-
490 LÓGICA, JUSTIFICACiÓN E HISTORIA DE LA BANCA

pitalis. Inglaterra se beneficia de la experiencia de los bancos de entonces


-por el estrecho contacto que la casa Orange propició con el comercio de
los paises bajos- y sienta las bases de un imperio que apenas en un siglo
se apropió aproximadamente de la mitad de la amplitud terrestre y acuáti-
ca del planeta. El ejemplo más ilustrativo es la familia Barclays, que desde
el siglo XVII se desarrollaba como underurriter en el club de aseguramien-
to Lloyd's, la que en 1716 funda un banco el cual a la fecha es todavía uno
de los más importantes de Inglaterra y occidente.
Es conveniente precisar que la alusíón a los bancos más destacados del Rena-
cimiento y la Edad Moderna no puede ser exhaustiva; tal vez hubo miles. In-
cluso, algunos de los que se citan tuvieron una gran relevancia en su tiempo,
pero quebraron y desaparecieron, como es el caso del banco de los Médicis en
Florencia. Los ejemplos mencionados lo son sólo a titulo de ilustración, y lo
fueron porque ímplantaron métodos, sistemas o contratos que influyeron a la
totalidad de los bancos posteriores. Como sea, se sugiere al lector que profun-
dice en el estudio de la historia del comercio y de la banca, porque un buen co-
nocimiento de tales temas le permítirá tener una perspectíva completa del
ambiente económico de finales de este siglo. Más adelante (núm 24) regresare-
mos a tratar la importancia concreta que tiene la historia en el asunto de la
banca.

10 LA BANCA EN EL SIGLO XIX. CONCEPTO DE BANCA


CENTRAL
Por así decir, las bancas centrales de esta época, además de ocupar el lugar
más relevante en términos de la cantidad de la emisión de moneda, adquieren
el carácter de controladores de las operaciones activas de los bancos; subsidia-
riamente, en aquella época también asumen el papel de bancas ejemplo a las
cuales todos los bancos privados deberían imitar en teoría. Veamos.
Consolidado del desarrollo de los bancos del Renacimiento y la Edad Mo-
derna -creados con capitales privados-, la falta de uniformidad en sus opera-
ciones generales, el peso especifico de su importancia y trascendencia, y sus
quiebras recurrentes, motivó que los gobiernos de los principales paises de Euro-
pa y América se preocuparan por fundar bancos oficiales los cuales en su ma-
yoría, adquirieron el carácter de bancos de emisión (no siempre gozando de
monopolio para ello) y el de entes que deliberadamente controlaran la amplia-
ción O reducción de la oferta de dinero y del crédito (según los requerimientos
de cada país], con el interés de pe-mitír y fomentar la creación de otros bancos
de carácter privado, los cuales, al estar sometidos a las reglas y políticas, dic-
tadas por aquellos, en conjunto harían posible el desarrollo estable de su eco-
nomia. Dicho de otra forma, la creación de las bancas centrales no fue un triunfo
gubernamental sino, una vez más, la solución lógica a una necesidad planteada
Notas sobre la historia de la banca europea 491

por el mercado; situaci6n que es más clara si consideramos que la mayoría de


las bancas centrales se crearon después de una crisis econ6mica de cualquier
magnitud.
En opini6n del maestro Cervantes Ahumada, la primera banca central fue
el Banco de Inglaterra, que se funda a finales del siglo XVII, según dice el maes-
tro Acosta, en 1694. Tal vez el más célebre de sus directores, hasta Montagu
Norman, fuera Issac Newton, quien a los 59 años -1701- decide abandonar
la investigaci6n y el Parlamento para, de acuerdo con Díaz Ruiz y Trigueros,
"incursionar en nuevos y más prácticos campos". Éste fue el primer banco al
que se le concede el monopolio de la emisión de billetes en su país: monopolio
que no dur6 mucho, pues se volvi6 a concesionar por más de un siglo. En 1844,
con la promulgaci6n de la Ley Peel, se vuelve al monopolio, pero con la prohibí-
ci6n de emitir billetes sin una garantia en oro, de igual monto; billetes de emi-
si6n privada que continuaron en circulaci6n hasta bien entrado el siglo xx. Cabe
recordar la gran depresi6n originada por la sequía de 1834 (nulas cosechas de
patata por más de dos decenios y primera migraci6n masiva de ingleses e ir-
landeses a Estados Unidos de América) que causó quiebras bancarias en cas-
cada. Superada esta situaci6n se reinstal6 el Banco de Inglaterra, como una
consecuencia del restablecimiento económico.
El primer banco central de Francia se creó en 1718 a iniciativa de un aven-
turero escocés de nombre John Law. Individuo novelesco, Law cimbró hasta
sus cimientos al sistema financiero francés por haber implantado, gracias al
apoyo del regente de París, sus peculiares teorías acerca del volumen de la ve-
locidad de circulaci6n de la moneda. Law amas6 una gran fortuna (a costa de
otras) e instaur6 un sistema bancario harto peculiar. No obstante, en 1730, hu-
y6 a Venecia para salvar su vida, lugar donde muri6 arruinado. Uno de sus múl-
tiples socios, Fouquet, quien llegarla a ser ministro de Luis XIV, fue condenado
a perpetuidad por actos de corrupci6n. Como se entenderá ese banco central
fue efimero. En 1800, Napole6n fund6 el Banco de Francia al que se concedi6
en 1803, el monopolio de la emisi6n de billetes en París y, a partir de 1808, en
el resto de Francia. A su caída, también se derrumbaron algunas de sus insti-
tuciones incluido el Banco de Francia; pero en la Segunda República (final de
la crisis de 1848), se reabre y se le vuelve a otorgar el monopolio de emisi6n.
La unificaci6n de Alemania, en 1871, suprímí6los obstáculos políticos que
habían impedido la integraci6n de su sistema bancario. Al establecerse en Ber-
lIn, la capital política de la nueva naci6n, a ella se desplazaron sus centros fi-
nancieros y en ella se instalan los cuatro más importantes bancos alemanes
de la época, uno de los cuales fue el de Prusia; también a ella se desplaza la
Bolsa de Valores de Franckfort, acaso la más importante de Europa en ese mo-
mento. En 1875, el gobierno alemán adquiere el Banco de Prusia (creado a fina-
les del siglo XVI por los sucesores de Wesler), el cual, a pesar de tener un capital
mayoritariamente particular, era un banco oficial que fungi6 como emisor de
moneda. A partir de 1876, inicia sus funciones de banca central como el Reichs-
492 LÓGICA. JUSTIFICACIÓN E HISTORIA DE LA BANCA

bank. Es indudable que también en Alemania, la creación de un banco central


siguió a importantes crisis no solo económicas sino políticas e incluso militares.
El pánico generado en los Estados Unidos de América en 1904, por lo que
Samuelson denomina la más importante "epidemia de quiebras bancarias has-
ta entonces", fue el punto culminante del malestar que padeció el público esta-
dounidense por la anarquía y la inestabilidad con la que habían venido
funcionando los bancos a partir de la crisis de 1873. Así, después de algunos
años de debates en el Congreso el presidente Wilson firmó en 1913, la Federal
Reserve Act. Su primera disposición consistió en la creación de un banco cen-
tral que se denominó precisamente Banco de la Reserva Federal, cuya junta
de gobierno se asentó en la ciudad de Whashington.
Los finales del siglo XIX pueden ser considerados como el periodo en que
se consolida la institución bancaria comercial y central en todo el mundo, con
base en la cual funcionan los bancos capitalistas del siglo XX. La mayor dife-
rencia entre unos y otros radica en los movimientos de nacionalización banca-
ria que experimentaron diferentes paises en la segunda mitad del presente siglo.
Acerca de este último tema, así como del funcionamiento de la banca central
mexicana nos referiremos más adelante (núms 26 y 51).

11 ALGUNAS ENTIDADES FINANCIERAS


INTERNACIONALES
En esta breve aproximación histórica, es conveniente también hacer referen-
cia a algunas instituciones y bancos internacionales, pues por una parte utili-
zan la misma mecánica básica de intermediación que los bancos nacionales
públicos o privados, y por otra debido a la gran importancia que revisten en
la actualidad, la cual incluso es considerada por más de un pais como la última
oportunidad para acceder al desarrollo. Con ese interés resumiremos muy rápi-
damente el funcionamiento del Fondo Monetario Internacional (FMI), del Banco
Internacional para la Reconstrucción y el Desarrollo (BIRD), más conocido co-
mo Banco Mundial, y del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).

El Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial


En julio de 1944, unos cuantos meses antes de que finalizara la guerra en Europa
y un afio antes de que terminara en el Pacifico, se reunieron en la pequeña ciu-
dad de Breton Woods, New Hampshíre, Estados Unidos de América, en la con-
ferencia monetaria y financiera de la recién creada Organización de las Naciones
Unidas, los delegados de 44 paises que, sabiendo ya quien seria el vencedor,
buscaban aprovechar de forma positiva la trágica lección que estaba por ter-
minar. La conferencia concluyó con los Acuerdos de Breton Woods que entra-
ron en vigor a partir de diciembre de ese mismo afio, en virtud de los cuales
se crearon dos organismos: el FMI y el Banco Mundial cuya sede, en ambos
Notas sobre lahistoria de la banca europea 493

casos. seria Washington. Sus membresias están relacionadas en el sentido de


que para poder ser miembro del Banco Mundial es indispensable primero ser
miembro del FMI. Los únicos entes que pueden ser miembros son los Estados
reconocidos como tales por la comunidad internacional. los cuales. en la actua-
lidad son 131. Cabe precisar que hasta 1989 los únicos paises sociali&tas miem-
bros eran Rumania y Yugoslavia. es decir. desde su fundaci6n los afiliados eran
básicamente los paises occidentales y los del Tercer Mundo con esa perspecti·
va debe estudiarse su funcionamiento durante sus primeros 45 aftoso
El FM I es un centro de análisis y de captaci6n de informaci6n y de polítí-
cas nacionales. cuyo objetivo fundamental es asegurar la estabilidad en las ta-
sas y los criterios de cambio de una moneda a otra; es decir, es la instituci6n
reguladora del control de los valores de cada moneda nacional frente a las de-
más. lo que sugiere la necesidad de un estrecho contacto entre los paises miem-
bros, primordialmente de tipo financiero.
Por su parte. el Banco Mundial es un organismo que tiene como funci6n
principal ayudar en el financiamiento de la reconstrucci6n de los paises des'
truidos por la guerra -tarea que se cumpli6 hace ya varios años-e- y buscar
el eficiente y sostenido desarrollo de los paises llamados del Tercer Mundo.
Para ser miembro del banco. cada Estado debe cumplir con determinadas
obligaciones dentro de las cuales está la de aportar cierta cantidad a la forma-
ci6n del capital financiero del banco; es decir. los miembros del banco son sus
socios por ser suscriptores de su capital. Su influencia en la organizaci6n de-
pende de su ínversión, toda vez que cada país tiene un voto por cada cien mil
d61ares de aportaci6n. Ejemplo: Estados Unidos de América cuenta con 64 980
votos que le aseguran 22.6% del total de la votaci6n; Inglaterra. 26 250 votos
para 9.13%; Jap6n. 10480 para 3.64%; mientras que Kenia posee 650 votos
para 0.23% y Camerún, 450 para 0.16%. El Banco cuenta con un Consejo (ge-
neralmente los directores de los bancos centrales de cada país miembro). un
cuerpo de administradores (gobernadores. según el derecho internacional) que
son representantes de cada país miembro elegidos por los anteriores para un
periodo de dos años (excepto los de Estados Unidos de América. Inglaterra.
Francia, Alemania y J ap6n que son elegidos de forma directa por el presidente
de sus respectivos paises) y el presidente del banco, el cual desde su creaci6n
ha sido siempre un estadounidense entre quienes se encuentra Robert Mac
Namara.
Con el capital social constituido con las aportaciones de cada Estado. el
Banco realiza préstamos a los paises miembros que lo solicitan, previa aproba-
ci6n del consejo para entregar la cantidad al interés y el plazo que el propio
consejo determine. Como ilustraci6n cabe mencionar que en 1978 se realizaron
161 préstamos.
Los sectores prioritarios del banco en sentido decreciente son
• El desarrollo rural
• La lucha contra la miseria y pobreza urbanas
494 LóGICA, JUSTIFICACIÓN E HISTORIA DE LA BANCA

• La asistencia técnica
• Todas las acciones que puedan intentarse en favor del desarrollo de las ac-
tividades "que pertenezcan a sectores susceptibles de tener una influencia
profunda y duradera en las bases del desarrollo".
Aunque en el Banco Mundial no existen organismos hegemónicos, como suce-
de en la ONU con el Consejo de Seguridad, ni tampoco derechos de veto, y los
Estados miembros funcionan teóricamente en un plano de igualdad, los cinco
países más representativos (Estados Unidos de América, Inglaterra, Francia,
Japón y Alemania) suman con su aportación en el capital 45% de los votos,
que les asegura una mayoria que permite suponer que las decisiones tomadas
por el banco serán siempre en la dirección más compatible hacia ellos.

El Banco Interamericano de Desarrollo


Con un acuerdo fechado el8 de diciembre de 1958, se crea en el seno de la Orga-
nización de Estados Americanos (OEA), el Banco Interamericano de Desarro-
llo, el cual comenzó a funcionar el 8 de abril de 1959 en la sede que se le dio:
Washington. En nuestro país, el18 de diciembre de ese mismo año se publicó
en el D O la Ley que Establece las Bases para la Ejecución en México, por el
Poder Ejecutivo Federal; del Convenio Constitutivo del Banco Intreramerica-
no de Desarrollo.
El funcionamiento del BID es bastante similar al del Banco Mundial, y
cuenta con los siguientes órganos: una asamblea (formada por los representan-
tes de cada miembro la cual dura en funciones cinco años), un directorio ejecu-
tivo, un presidente, un vicepresidente ejecutivo, un vicepresidente encargado
del fondo y los demás funcionarios de apoyo que se consideren necesarios. De
éstos, el directorio ejecutivo es el responsable de la conducción de las operacio-
nes del banco y para ello podrá ejercer todas las facultades que le delegue la
asamblea de ministros (gobernadores, según el derecho internacional). El régi-
men de votaciones pretende ser más equitativo y es de 135 votos para cada
país miembro, más un voto por cada acción que posea en el capital, es decir,
se otorga un minimo de participación por via de voto a titulo de membresia
simple, más la participación que le corresponda, según el monto de capital
aportado.
De acuerdo con el propio convenio de creación (art lo, sec primera), el ob-
jeto del banco es contribuir a acelerar el proceso de desarrollo económico, indi-
vidual y colectivo de los países miembros, para lo cual distribuye sus operaciones
en ordinarias (aquellas referidas al otorgamiento de préstamos normales con-
tra el análisis previo de una solicitud expresa, presentada por un país miem-
bro), y las de carácter especial (para las cuales el banco debe tener previsto un
fondo especifico que no podrá ser utilizado sino en condiciones muy particula-
res). También en el BID, Estados Unidos de América es el país que cuenta con
la máxima participación y, por tanto, con la mayor posibilidad de dirección.
Notas sobre la historia de la bancaeuropea 495

No obstante, el director ejecutivo durante muchos afios -hasta 1988- fue un


mexicano, quien es uno de los técnicos en finanzas más importantes que ha te-
nido nuestro país: Antonio Ortiz Mena.
Cabe precisar que, a fin de poder abarcar y cumplir adecuadamente con
sus funciones de préstamo, tanto el Banco Mundial como el BID están faculta-
dos para solicitar dinero prestado a instituciones públicas o privadas naciona-
les de los paises miembros, y encausar el dinero captado de esta manera a las
actividades prioritarias de su atención crediticia. Entonces, debe entenderse
que tanto uno como otro banco trabaj an, además de con el capital propio, con
el que obtengan de terceros.
La Ley del 18 de diciembre de 1959 se ha modificado en múltiples ocasio-
nes (diez en total), principalmente en el sentido de autorizar al Banco de Méxí-
co, que es el órgano competente para coordinar las relaciones de nuestro país
con entidades financieras internacionales (art 20, V LOBANXICO), a suscri-
bir acciones del capital del B ID en un número adicional a la suscripción origi-
nal de 1958. La última modificación se publicó en el D O del 26 de diciembre
de 1989, y consistió en la autorización para el Banxico, de suscribir 169308
acciones adicionales del capital del BID hasta por el equivalente a mil 633 mi-
llones de dólares americanos de peso y ley en vigor ello de enero de 1959.
496 LÓGICA. JUSTIFICACIÓN E HISTORJA DE LA BANCA

TERCERA
SECCiÓN

HISTORIA DEL DERECHO BANCARIO


EN MÉXICO

12 ALGUNOS SUCESOS IMPORTANTES EN LA HISTORIA


DE LA BANCA EN MÉXICO
Introducción
Como en la mayoria de los países. con excepción de algunos europeos y Esta-
dos Unidos de América, durante los primeros años de la Independencia de nues-
tro país, no hubo instituciones de crédito. Además de la entendible carencia
de dinero, el gobierno absorbía la totalidad de la oferta de crédito mediante
diversas captaciones, cubriendo, incluso, por las necesidades inaplazables que
enfrentaba, elevados intereses tanto al clero como a otras naciones, por ejem-
plo, España, Inglaterra y Francia. Sin embargo, los préstamos con garantía
hipotecaria continuaron atendiéndose por algunos terratenientes, pues lo co-
mún era que estuvieran respaldados con garantías sólidas. No obstante, lo ve-
remos más adelante, en la misma época paulatinamente se instalan o crean
ciertas instituciones, como el Barclay's Bank de Londres en 1824, el Banco de
Avio en 1830, el Banco de Amortización de la moneda de cobre en 1837 y otros
que tuvieron corta vida y cuya influencia en la recién liberada economia fue
intrascendente.
En opinión de López Rosado, al inicio de la Revolución existian en el país
28 instituciones emisoras de billetes, dos en la capital, autorizadas para operar
en todo el país; tres bancos hipotecarios, dos en la ciudad de México y uno
en Mazatlán; y cinco refaccíonaríos, tres de ellos en la capital y los restantes en
los estados. La gran mayoria del potencial de crédito y captación estaba en po-
der de bancos de capital extranjero.
En 1913, y más concretamente a la caída de Hoerta en 1914, la banca se
encontró en el más absoluto desastre, a grado de verse suspendido el servicio
Historia del derecho bancario en México 497

de la deuda pública y con el consiguiente acrecentamiento de las deudas ínter-


na y externa. Con el triunfo de la Revolución, de 1916 a 1921, se incautaron
los bancos, con lo que desapareció casi totalmente el crédito, para dar paso a
la usura y el préstamo personal. Recién tomada la presidencia por Elías Calles,
en 1924, se convoca la convención bancaria y en 1925 se adoptan tres medidas
pertinentes para superar tal situación: se promulga la Ley General de Institu-
ciones de Crédito y Establecimientos Bancarios, se funda la banca central con
el monopolio de la emisión de moneda que se denominó Banco de México, S A
Yse publica su primera ley orgánica. A partir de entonces, se normaliza la acti-
vidad bancaria tanto pública como particular y se crea la plataforma necesaria
para sostener la estructura financiera que permitió el desarrollo de la actividad
crediticia de nuestro pals.
A partir de los ailos treinta, fueron tan importantes la banca privada y
la pública que durante los siguientes decenios de actividades compartidas, re-
gidas prácticamente por las mismas leyes, cada una adoptó su papel económi-
co y reconocieron de forma espontánea el tipo de negocios e indrstrias a los
que se abocarían. Dentro de algunas de las más importantes instituciones pri-
vadas que se generaron en ese entonces, se puede mencionar a Bancomer, Ca-
mermex, Banamex, Serfin (que han sido de las bancas más relevantes de
latinoamérica) y alrededor de otras 100 bancas en todo el pals. Por su parte,
la banca pública estuvo representada por instituciones como la Nacional Fi-
nanciera, el Banco Mexicano Somex, el Banco Internacional, Banobras y Ban-
rural, cada una de ellas provista de actividades claramente identificadas con
los planes económicos de los gobiernos en turno en virtud de haber sido funda-
das, o, veremos después, por razones de orden político, económico o social muy
concretas.
Como es sabido, en septiembre de 1982, se hizo pública la voluntad ejecu-
tiva de expropiar todos los patrimonios de las bancas privadas existentes a
esa fecha. Las circunstancias que rodearon la trascendencia de este suceso se
analizan adelante (núm 25). Por ahora, baste mencionar que en la historia de
la banca, ello de septiembre de 1982 cerró un capítulo y abrió uno nuevo, cuyo
significado dialéctico más importante podría ser que en ese momento el pals
inició una tan vigorosa como rigurosa puesta al día de su economia. Pero des-
pués de ocho ailos de ejercicio de la banca y el crédito como monopolio del go·
bierno, en 1990, una vez más la banca comercial retomó al dominio privado
lo que, debe verse como una consecuencia lógica, en el sentido de que con este
movimiento culminó, la reorganización económica originada en 1982.

Método
Con objeto de proporcionar al lector una vista panorámica del fenómeno ban-
cario, en los siguientes numerales de este cap se presenta una relación de los
bancos, la normatividad bancaria y los acontecimientos más relevantes dentro
498 LÓGICA. JUSTIFICACIÓN E HISTORIA DE LA BANCA

y fuera del país, que influyeron en nuestro sistema a tal grado que de no haber-
las recibido éste no sería como es. El método que adoptamos para ello fue el
siguiente: cada hecho notable se enuncia de manera puramente objetiva, en fun-
ción de la división temporal que hace el Colegio de México de las diferentes
etapas de nuestra historia, a partir de la Independencia. Cabe precisar que la
última de ellas, desde luego, no es contemplada por dicho Colegio a causa de
que se trata de un tema privativo de nuestra materia. Las etapas en mención
son las diez siguientes

Etapa Años que abarca

De la independencia 1821 a 1855


De la reforma 1855 a 1862
Del imperio 1862 a 1867
De restauración de la República 1867 a 1884
Del porfiriato 1884 a 1910
De la revolución 1910 a 1920
De la posrevolución 1920 a 1934
De la consolidación 1934 a 1940
De la modernidad 1940 a ~982
Del monopolio estatal 1982 a 1990

Igualmente, hacemos notar que en dicho recuento cronológico señalaremos, tan-


to el año en que sucedieron los hechos notables como el nombre de la persona
que ocupaba el cargo de presidente en ese momento; en ambos casos, con el
fin de ubicar al lector en un plano histórico más fácil de ponderar y evaluar.

13 ETAPA DE LA INDEPENDENCIA (1821-18551


Como ya dijimos, en la época de la Independencia no existían instituciones de
crédito propiamente dichas, pero el Monte de Piedad, fundado a finales del si-
glo XVIII, por una parte, ya estaba operando el crédito prendario y su benéfi-
ca actividad aprovechaba un amplio sector de los habitantes de las grandes
ciudades; y por otra, es la institución que, por lo mismo, fue el sujeto de las
primeras reglas gubernamentales concretas. Debemos precisar que como ins-
titución de crédito, no es equiparable a las instituciones objeto de nuestro es-
tudio, las cuales se instituyen algunos años después de la Independencia, ya
que el Monte de Piedad no era ni es un banco de depósito ni de préstamo espe-
culativo, sino una entidad destinada a prestar dinero inmediato contra garan-
Historiadel derechobancario en México 499

tías muebles de toda indole, las cuales son valuadas de forma discrecional por
el propio prestador.
1824 (presidente Victoria)
Se publica la primera Constitución que convierte al pais en una república fede-
ral y representativa; en la misma, no se considera de ninguna forma, el comer-
cio o la banca.
El banco inglés Barclay's Bank instala en México una agencia de repre-
sentación ante el nuevo gobierno, que produjo múltiples consecuencias. La pri-
mera fue la obtención del primer crédito de deuda pública internacional (8
millones 400 mil pesos) a 8% anual y diez años renovables. De manera curiosa,
el gobierno mexicano prestó en condiciones muy favorables, un millón 500 mil
pesos al gobierno de Colombia. Ni Colombia pagó a México, ni éste al Barclay' s.
Este crédito fue uno de los motivos de la intervención inglesa en 1861. Por otra
parte, en opinión de la profesora Josefina Vázquez, este banco introdujo en Mé-
xico el uso de la letra de cambio bancaria, que ulteriormente fue utilizada no
solo por los bancos sino por entidades prestadoras diversas, de manera princi-
pal por el clero.
Chiapas, que se habia separado de México junto con Centroamérica en 1821,
votó su reintegración a la República de México.
1830 (presidente Bustamante)
Se crea el Banco de Avio para Fomento Industrial, de capital exclusivamente
inglés, cuyos fondos fueron transferidos por la representación en México del
Barclay's.
1836 (presidente Justo Corro)
Se deroga la Constitución de 1824 y en su lugar, se publican las llamadas Siete
Leyes, en las que se refuerza el poder presidencial, se restringe la libertad indi-
vidual, se suprimen los estados y se crean departamentos que serian goberna-
dos por personas nombradas por el presidente; en ellas, tampoco se considera
el comercio o la banca. Poco antes, el territorio de Texas había declarado su
independencia, la cual México nunca reconoció.
Después de diez años de vanos intentos para conseguirlo, el Vaticano re-
con oc, la Independencia mexicana una vez comprobado que la Constitución
consideró la nueva República como católica. Ese año España hace lo mismo
y un año más tarde lo haria Francia.
1837 (presidente Bustamante; segundo periodo)
Se funda el Banco Nacional para la Amortización de la Moneda de Cobre con
capitales español y mayoritariamente inglés.
Se gesta la primera invasión francesa por motivo de cobros privados y de
deuda pública, al finalizar la invasión quedan en México fuertes inversiones,
500 LÓGICA. JUSTIFICACiÓN E HISTORIA DE LA BANCA

de manera principal en el sector comercial. Asimismo, en este año Yucatán de-


clara su independencia, a la que renunciaría en 1843.
1838 (presidente Bustamante]
Se produce la primera invasión francesa a nuestro país -conocida como de los
pasteles-o El ministro Deffaudis dicta su célebre ultimátum demandando el
pago inmediato de 600 mil pesos oro, el retiro de múltiples funcionarios hacen-
darios y de aduanas, y la intervención directa de los franceses en el comercio
de México a partir de abril.
1839 (presidente Bustamante; Santa Anna presidente interino)
Se firma el armisticio con Francia, aceptándose sus condiciones; de esa forma.
se instalan en México fuertes intereses comerciales franceses.
Se publica un decreto que prohibe las operaciones del crédito en las que
se pacte más de 12 % anual; ésta puede considerarse la primera reglamenta-
ción oficial de las operaciones de crédito en México.
En otro orden de acontecimientos, con el apoyo de Estados Unidos de Amé-
rica, el territorio de Texas formaliza su independencia aunque México la conti-
núa desconociendo.
1842 (presidente Santa Anna cuarto periodo)
Se publica un decreto en el que se sancionan los abusos en los créditos otorga-
dos por las casas de empeño diferentes al Monte de Piedad.
1843 (ejecutivo provisional: Nicolás Bravo, Santa Anna y Valentin Canalizo)
Se derogan las Siete Leyes y se publica una nueva Constitución bajo el nom-
bre de Bases Orgánicas, en la que una vez más, ni el comercio ni la banca reci-
ben tratamiento alguno.
1844 (presidente Santa Anna sexto periodo)
J ames K Polk gana las elecciones presidenciales en Estados Unidos de Améri-
ca. Su plataforma politica era básicamente la anexión de Texas y üregón, y
de ser posible ampliar todavía más su territorio. Sus puntos programáticos con-
sistian en la expansión y consolidación internacional de su país. Inmediatamente
a su toma de posesión la 'República Del Oso (la mitad norte del territorio de
Alta California) declara su independencia de México estableciendo su capital
en la ciudad de Los Ángeles. pero el gobierno mexicano la vuelve a desconocer.
Agosto de 1846 a febrero de 1848 (fueron presidentes alternadamente
Paredes y Arrillaga; Nicolás Bravo -tercer periodo-; José Mariano Salas;
Valentin Gómez Farías -segundo periodo-; Santa Anna -séptimo
periodo-; Pedro María Anaya -primer periodo-; Santa Anna -octavo
periodo-; Manuel de la Peña y Peña -primer periodo-; Pedro Maria
Anaya -segundo periodo-; y Manuel de la Peña y Peña -tercer periodo)
Historia del derecho bancario en México 501

Se lleva a cabo la primera invasión estadounidense que provoca en nuestro país


múltiples consecuencias. Las demandas del gobierno estadounidense consis-
tian en la cesión de los territorios de Arizona, Nuevo México, las dos Califor-
nias y Chihuahua, paso libre ab semper por el itsmo de Tehuantepec y el pago
de fuertes indemnizaciones. Las consecuencias finales se contienen en los Tra-
tados de Guadalupe Hidalgo, que fueron firmados por el presidente Manuel
de la Peña y Peña en febrero de 1848: la pérdida de los territorios de Alta Cali-
fornia, Arizona y Nuevo México contra el pago de 15 millones de pesos, y la
absorción, por el gobierno estadounidense, de las deudas que el gobierno mexi-
cano tenia con los nacionales de aquel país. Esto motivó la permanencia en Mé-
xico de múltiples inversionistas (en la industria minera y textil principalmente)
y el inicio de las primeras operaciones de apertura de crédito contractual for-
mal (1848).
Asimismo, mientras Santa Anna acudia al norte del país para organizar
la defensa, el vicepresidente Gómez Farias se encargó del financiamiento de la
guerra. Para ello publicó la Ley de Venta de Bienes en Manos Muertas y promulgó
un decreto que facultó al Ejecutivo para vender inmuebles en manos
de la Iglesia hasta por cinco millones de pesos y a hipotecar hasta 15 millones de
sus inmuebles (1847). Ambos fueron un fracaso y el vicepresidente tuvo que re-
nunciar. Como sea, se evidenció que gran parte de los problemas criticos del
financiamiento y el crédito provenian de la propiedad que tenia la Iglesia de mi-
les de hectáreas rusticas y urbanas ociosas. De las 3 760 haciendas existentes
en todo el territorio, se supone que 450 pertenecian a la Iglesia.
En otras latitudes, se reabre el Banco de Inglaterra y el Parlamento le otor-
ga el monopolio de la emisión de billete o de su concesión, iniciándose asi el
funcionamiento de la primera banca central, la cual perdura hasta la fecha.

1849 (presidente Joaquin Herrera tercer periodo)


Se crea la caja de ahorro del Monte de Piedad, que puede estimarse como la
primera institución financiera de capital mexicano, creada con sanción guber-
namental.
En Europa, en la Segunda República, el Banco de Francia, creado en 1800
y cerrado a la caída de Napoleón, vuelve a recibir el monopolio para la emisión
de billetes y se le conceden facultades de banca central, pudiéndose considerar
después de la inglesa, la segunda banca central operativa.

1851 (presidente Mariano Arista)


En el Palacio de Cristal, en Londres, se celebró la primera feria mundial de ex-
hibición industrial, comercial y artística. En uno de los pabellones de Estados
Unidos de América, el City Bank de Nueva York presentó, como su invento
o aportación más importante al dominio bancario, los talonarios engomados
de cheques (blocks), que hasta entonces se utilizaban sueltos o en libros desho-
502 LÓGICA. JUSTIFICACiÓN E IiISTORlA DE LA BANCA

jables; los cuales fueron objeto de una aceptación superior a las expectativas
y su uso se difundió totalmente. inclusive en nuestro país.
1853 (presidente Santa Anna noveno y último periodo)
Se promulga una ley (de Lares, ministro de Justicia) en la que se suprimen las
legislaciones provinciales. Asimismo se firman los llamados Tratados de la Me-
silla, en virtud de los cuales México vende a EUA 100 kilómetros cuadrados
de terreno, localizados en la parte más meridional de nuestro territorio. En con-
secuencia, el comercio y las operaciones de crédito privado y bancario conti-
núan siendo regidas de manera más o menos anárquica por reglas centenarias
(las Ordenanzas de Bilbao) y por contratos privados, en todo caso, bajo consi-
derandos de orden puramente convencional inspirados en las costumbres ban-
carias europeas y, a partir de estas fechas, principalmente estadounidenses.

14 ETAPA DE LA REFORMA (1855-1863)

1855 (presidente Comonfort)


Se publican la Ley Juárez (vicepresidente, quien impulsó su promulgación), la
cual restringe los fueros eclesiásticos; la Ley Lerdo (ministro de Hacienda, que
inició la ley) por cuyo medio se desamortizan los bienes en poder de corporacio-
nes civiles y de la Iglesia; la Ley Iglesias (ministro de Justicia), que prohibe
al clero el control de los cementerios, el cobro de derechos parroquiales y la
fijación de los montos que habrian de cobrarse como réditos; y la Ley Lafra-
gua (ministro de Gobernación), la cual declara irrestricta libertad de prensa y
expresión. Sus consecuencias de conjunto consisten en que, una vez más, las
formas más o menos convencionales utilizadas en ese tiempo para operar el cré-
dito quedaron suprimidas.
1857 (presidente Comonfort)
Antes de 1857, a la caída de Santa Anna en 1855, se derogan múltiples leyes
y decretos, dentro de los cuales, también se derogó el Código de Lares (estuvo
en vigor 11 meses), pero no termina con ello la necesidad de contar con reglas
oficiales de comercio.
Así, en este año, se derogan las Bases Orgánicas y se publica una nueva
Constitución que se apega, en lo esencial a la de 24, cuyo art 72, frac X, facultó
al Congreso "para establecer las bases generales de la legislación mercantil",
lo que no era, en estricto sentido, una facultad para "legislar en el comercio ",
como fue el caso en 1883. Este mismo año, Félix Zuloaga proclama el Plan de
Tacubaya y desconoce a Comonfort y a la Constitución, si bien más tarde, en
enero de 1861, se volvería a instaurar por Benito Juárez, al término de la gue-
rra civil que se inició en diciembre de 1857.
Historia del derechobancario en México 503

1859 (presidente Juárez)


De forma similar, a lo sucedido en esa época en diferentes paises de Europa
continental, se publican las Leyes de desamortización de los bienes del clero,
junto con otras ocho leyes y decretos conocidos en conjunto como Leyes de
Reforma (libertad de cultos, matrimonio civil, secularización de hospitales y
casas de beneficencia, extinción de comunidades religiosas, etc) con las que sú-
bitamente se reduce el potencial político y económico del único grupo de poder
que habla mantenido su presencia y estabilidad desde la Independencia (el cle-
ro); pero al mismo tiempo se liberan e ingresan a la economía gran cantidad
de bienes susceptibles de constituirse en garantías bancarias o crediticias dán-
dose impulso, de esa forma, a las operaciones de préstamo.
1861 (presidente Juárez)
La guerra por la abolición de la esclavitud en Estados Unidos de América se
declara en todo el territorio de aquel país y, por ese motivo, se reduce de mane-
ra temporal su expansionismo, que en verdad, a la nación que más había afec-
tado, hasta esa fecha, era precisamente la nuestra.
Probablemente, aprovechando ese paro expansionista, aunado a la suspen-
sión de pagos de la deuda externa decretada por el presidente J uárez en este
mismo año, se verifica la invasión hispano-franca-inglesa a territorio mexica-
no. Al retiro de las armadas inglesa y española, en 1862 (merced a la firma de
fuertes y leoninos compromisos), quedan en México gran cantidad de capitales
industriales, mineros y comerciales de ambos paises y se consolidan las inver-
siones de capital financiero, que con anterioridad se habian iniciado. Asimis-
mo, se empieza a operar el crédito con base en las costumbres bancarias de
aquellas dos naciones. Pero permanecen en México, la armada y los asentamien-
tos comerciales de Francia.

15 ETAPA DEL IMPERIO 11863-1867)

1863 (emperador Maximiliano)


Se instala en México el autodenominado Imperio, con Maximiliano de Habs-
burgo como emperador, merced al apoyo del partido conservador mexicano y
la invitación expresa formulada a éste por la junta de regencia que presidia
Juan Nepomuceno Almonte, hijo del libertador José Maria Morelos y Pavón.
Esta situación fue equivalente, por cuanto a la invitación de una familia real
a crear una dinastía monárquica se refiere, a la acontecida en Suecia, Bélgica
y Grecia, algunos años antes.
1864 (emperador Maximiliano)
Se establece en México una sucursal del London Bank of Mexico and South
América de capital inglés, bajo la denominación Banco de Londres, México y
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504 LóGICA, JUSTIFICACIÓN E HISTüRJA DE LA BANCA

Sudamérica, que permanece después de la calda del Imperio, En un primer mo-


mento, se instaló con el único interés de inscribir sus estatutos en el Tribunal
de Comercio de la ciudad de México para actuar como agente de créditos y co-
locador, pero en mayo de 1865, se constituye finalmente la sociedad denomina-
da Banco de Londres y México, y fue operativo, Muerto Maximiliano, el banco
continuó funcionando con la promesa de reconocer todas las disposiciones le-
gales. Con altas y bajas en su actividad y propiedad de capital, es el mismo
banco que continúa hasta nuestros dias con la denominación de Banca Serfin,
Durante el Imperio, se crearon algunas leyes, las cuales posteriormente
fueron derogadas (por ejemplo el Estatuto Provisional del Imperio, el Código
Civil del Imperio Mexicano, la Ley de Pensiones, la Ley de Abogados, etc), y
otras que, a pesar de haber sido derogadas, inspiraron de cierta forma a las le-
yes creadas durante la Restauración; por ejemplo, la Ley Orgánica de Los Tri-
bunales y del Ministerio Público, las bases para elaboración los contratos de obra
pública, la Ley sobre los Trabajadores y la adopción del sistema métrico deci-
mal, entre otras. La mayor parte de estas legislaciones fueron desarrolladas por
el ministro de Justicia de MaximiIiano, Teodosio Lares.

16 ETAPA DE LA RESTAURACiÓN DE LA REPÚBLICA


/1867-1884)

1870 (presidente Juárez)


Estalla la guerra franco-prusiana, la cual concluye con la calda del Il Imperio,
y su pérdida de las provincias de Alsacia y Lorena, el resultado de la guerra
condujo a una nueva distribución del poder internacional de Europa. Proba-
blemente, esta catástrofe tenga relación directa con la falta del apoyo que Ma-
ximiliano solicitó a Napoleón Il, y cuya negativa derivó en la calda y
fusilamiento de aquel. Napoleón no podía con su carga, menos podia con la de
Maximiliano. En Francia se forma la Comuna de París que genera otra época
de terror y, al mismo tiempo, el surgimiento de la Tercera República; tales acon-
tecimientos se constituyeron en un freno para sus ambiciones expansionistas
durante algunos años.
y con el Risorgimento, después de cientos de años de azarosa lucha y pre-
cisamente, después de 50 años de sucedido lo mismo en México, Italia consi-
gue constituirse, en una república, es decir, en un país,
1875 (presidente Lerdo de Tejada)
Se funda en Chihuahua, el Banco de Santa Eulalia, cuya principal función fue
la emisión de billete en la región noroeste del país; ulteriormente cambió su de-
nominación a Banco Comercial Mexicano, después al de Banco Comercial y ac-
tualmente, pues todavía sigue funcionando, al de Multibanco Comermex. Su
verdadera influencia sobre el sistema crediticio no se vio sino hasta bien entra-
Historia del derecho bancario en México 50S

do el siglo xx, en cuyos inicios su importancia fue relativa. Es uno de los mu-
chos bancos que se diluyeron en el mare mágnum de la Revolución que, con
el restablecimiento del sistema bancario, en 1925, reinició operaciones.
El gobierno alemán adquiere el Banco de Prusia; a partir de tal compra,
el gobierno imperial le otorga facultades de banca central (Reichsbank).

1878 (presidente Porfirio Diaz; primer periodo)


Por decreto presidencial se autoriza al Monte de Piedad a expedir certificados
impresos como justificantes de los depósitos que recibiera, que podrian ser no-
minativos o al portador y, por supuesto, objeto de prenda; puede considerarse
el primer género de certificado de depósito. Igualmente, en este año se crea
el Banco Mexicano, de capital francés.

1881 (presidente Manuel González)


El presidente Grant y el general Sheridan realizan una visita oficial a México,
en la cual hacen una importante declaración, consistente en el interés -y la
necesidad- que tiene su país de invertir en México grandes excedentes de ca-
pital, preferentemente en la construcción de ferrocarriles. Esto era evidente:
después de tres decenios de haber sembrado miles de kilómetros de vías en el
territorio estadounidense, la recesión de 1871 había provocado que su enorme
maquinaria de construcción ferroviaria estuviera parada; a la vez que Estados
Unidos de América no contaba todavia con la presencia trasnacional suficien-
te para exportar dicha maquinaria y en México, no existían ferrocarriles (con
excepción de algunos cientos de kilómetros entre Veracruz, Puebla y México).
Así, poco tiempo después, el presidente Díaz concede a los inversionistas
estadounidenses toda suerte de facilidades en la construcción ferroviaria y en
otros sectores pesados tradicionales, y, desde entonces, las operaciones credi-
ticias celebradas en México podrán considerarse como orientadas por los usos
bancarios de ese país; asimismo, se inicia fuertemente la emisión de moneda
fiduciaria por los bancos privados ya establecidos.
Igualmente en este año se constituye el Banco Nacional Mexicano repre-
sentante del Banco Franco Egipcio de París, de capital francés.

1882 (presidente González)


Se instituye el Banco Nacional Mexicano, como banco de emisión de billetes,
descuento y depósito.
Cabe precisar que el capital del Banco de Londres y México era totalmen-
te inglés, el del Banco Nacional Mexicano, francés, y el del Banco Mercantil,
español.
Mediante un movimiento de fusión, que resultó afortunado para los parti-
cipantes, en 1884, el Banco Mercantil y el Banco Nacional Mexicano se fusio-
nan en uno solo, que se denominó Banco Nacional de México, el cual bajo la
506 L6GICA, JUSTIFICACI6N E HISTORIA DE LA BANCA

misma denominación, constreñida a Banamex, en la actualidad continúa fun-


cionando:
Son básicamente en estos dos bancos, el de Londres y México y el Nacio-
nal de México, en los que descansa la mayor parte de la actividad crediticia
de nuestro país e, incluso, la atribución de la emisión de billetes, hasta el térmi-
no de la Revolución; aunque varios pequeños bancos, los cuales se mencionan
enseguida, ejercieron una influencia individual, y aun regional, no tan sensi-
ble, pero que también ocupan el escaparate del crédito mexicano durante el por-
firiato.
En esta época se crean el Banco Internacional e Hipotecario y el Banco
Minero de Chihuahua,
1883 (presidente González)
Se establece el Banco de Empleados y el Banco Mercantil Agricola y Ganade-
ro, de capital español, que más tarde se subsumen en el Banco de Londres y
México,
Se modifica el art 72, X de la Constitución del 57, otorgando facultades
al Congreso para expedir códigos obligatorios en toda la República, en mate-
rias de mineria y comercio, comprendiéndose en este último, los bancos (acerca
de los motivos de estos códigos obligatorios, véase t I),

17 ETAPA DEL PORFIRIATO (1884-1910)

1884 (presidente Porfirio Diaz; segundo periodo)


Se publica el primer Código Federal de Comercio de México, Este código otor-
gó facultades al gobierno para autorizar el establecimiento de bancos, siempre
que reunieran los siguientes requisitos: sólo podian serlo las sociedades anóni-
mas o las de responsabilidad limitada; los estatutos debian ser aprobados por
la Secretaría de Hacienda; sólo las sociedades anónimas constituidas confor-
me a dicho Código, o por una ley federal, podían emítír documentos con prome-
sa de pago en efectivo al portador y a la vísta; la emisión de billetes no podía
exceder del capital exhibido por los accionistas; y los bancos hipotecarios no
podían emitir billetes, pero sí bonos hipotecarios, Estas disposiciones provo-
caron un conflicto de interpretación respecto a si la emisión de billete quedaba
libre de concesíón una vez que el banco hubiera sído autorizado, conflicto con-
cluido por la Secretaría de Hacienda en el sentido de que la emisión era un pri-
vilegio privatívo del Estado, el cual, éste lo podía concesionar, y que sólo las
operaciones bancarias típícas eran libres. Asimismo, se publica el segundo Có-
digo Civil; el primero lo fue en 1870,
Se celebra un convenio bilateral México-Inglaterra, en virtud del cual, am-
bas naciones se consideran dignas de otorgarse la cláusula de "la nación más
favorecida", y se concede a los nacionales de Inglaterra, libertad irrestricta para
Historia del derechobancario en México 507

adquirir bienes inmuebles en México y para exigir judicialmente o por la via


diplomática el pago de reclamos financieros. Después del desastre de Maximi-
liana, ésta fue la forma que eligió el Imperio británico para desarrollar (en Mé-
xico, y con posterioridad en el resto de Latinoamérica), su expansión colonialista,
que si bien tuvo el efecto de ingresar fortísimos capitales financieros, no ímpli-
có una invasión militar.
A Juárez se le conoce en México, y en algunos libros de historia de latinoa-
méríca, como El Benemérito de Las Américas. El término probablemente re-
sulte un tanto retórico, pero lo cierto es que después del fusilamiento de
Maximiliano, y contra lo que sucedió en África, Asia, Australia y el Pacifico
sur, nunca se volvió a presentar en territorio latinoamericano una invasión mi-
litar procedente de Europa; aunque sí por parte de Estados Unídos de Améri-
ca. El espírítu coloníalista europeo de finales del síglo XIX y principios del XX,
consideraba a Latinoamérica una región, además de independiente en térmi-
nos políticos, intocable en términos mílitares; el fracaso más que descalabro,
que sufrió uno de los imperios más importantes de entonces fue tan grande
como el triunfo y el prestigio que recíbió nuestro país. Tal fue la consecuencia
(el bíen que hízo un benemérito) internacional de las decisiones de Juárez.

1887 (presidente Díaz)


Se emite un decreto por el que se autoriza al Ejecutivo a modíficar el Código
de Comercio de 1884, de acuerdo con los imperativos económicos de aquel mo-
mento; éste puede considerarse un antecedente de las facultades del Ejecutivo
en materia económica, adicionadas a la Constitución en 1983. Con fundamento
precisamente, en dicho decreto el presidente Díaz promulga, dos años más tar-
de, el Código de Comercio de 1889 todavía vigente.

1889 (presidente Díaz: tercer periodo)


Se promulga el segundo Código de Comercio de México (todavía vigente), el cual
constaba de 1500 arts y cinco libros (I Generalidades del comercio y el co-
merciante; Ir Del comercio terrestre; IIr Del comercio marítimo; IV De las
quiebras; y V De los juicios mercantiles). En este Código, además de continuarse
las disposiciones previas del Código de 84, la bancaria se convierte, expresa-
mente, en materia federal y se hace indispensable, de conformidad con su art
640 (derogado en 1941), la autorización de la SHCP para constituir una insti-
tución bancaria.
Se publica el decreto Limantour, que más tarde se integra al mismo art
640 del Código de Comercio, en virtud del cual, se declara que para el estableci-
miento de cualquier institución bancaria, de acuerdo con el Códígo recién en
vigor, sería indispensable la autorización de la Secretaría de Hacienda, de los
respectivos contratos de concesión aprobados por el Congreso.
508 LóGICA, JUSTIFICACIÓN E HISTORJA DE LA BANCA

1895 (presidente Diaz; cuarto periodo)


Se fundan cinco bancos estatales: el de Yucatán (Mérida), de Chihuahua (el se-
gundo en el estado), de Durango, de Zacatecas y de Nuevo León (Monterrey).
Se inicia la guerra hispano-americana que concluiría con la índependencia
de Cuba, la anexíón por Estados Unidos de América de las Filipinas en el Paci-
fico, y la de Puerto Rico en el Caribe, y la participación de ese país en la separa-
ción de Panamá de la República de Colombia y que, pocos años después, le
facilitaría la concesión y construccíón del canal. Además, 20 años antes había
comprado a Rusia, en algunos millones de dólares, el territorio de Alaska; es
decir, Estados Unidos de América se encontraba en pleno periodo de expan-
sión colonialista.

1897 (presidente Díaz; quinto periodo)


Se publica la primera Ley General de Instituciones de Crédito, en la que se sis-
tematiza la mayoria de las disposiciones emitidas con anterioridad acerca de
la materia, y sobre la cual descansó, con suficiente estabilidad, el desarrollo
del sistema bancario por todo el porfiriato; reconoce el criterio de la especiali-
dad y previene cuatro tipos de instituciones: las de emisión, las hipotecarias,
las refaccionarias y los almacenes de depósito.
Se crean otros ocho bancos estatales: el del Estado de México (Toluca], de
Coahuila (Torreón), de San Luis Potosí, de Sinaloa (Mazatlán], de Sonora (Her-
mosillo), de Veracruz (Jalapa), de Monterrey (el segundo en el estado) y el de
Puebla.
1899 (presidente Díaz)
Se emite el decreto de creación del Banco Central Mexicano cuya principal fun-
ción, contra lo que podría desprenderse de su nombre, sería sólo la de actuar
como cámara de compensación, que era un servicio igualmente sujeto a con-
cesión.
1901 (presidente Díaz; sexto periodo)
Se realiza en México la Segunda Conferencia Panamericana. La primera se lle-
vÓ a cabo en Washington, en 1889. En esta Segunda Conferencia, se adopta
dentro de otras, la resolución de crear el Banco Panamericano con aportacio-
nes de los ratificantes, el cual tendría como función la de prestar dinero a cada
gobierno para facilitar diversas actividades correspondientes al intercambio
comercial y politico entre unos y otros. Éste es el antecedente del BID.
Se funda el Banco Agrícola e Hipotecario de México que puede conside-
rarse el primer banco de vocación esencialmente agrícola.
Se crean las Cajas de Préstamos para Obras de Irrigación y Fomento de
la Agricultura, en las cuales el gobierno suscribe una parte muy importante
del capital fundacional y, por ello, puede estimarse como el antecedente más
Historiadel derechobancario en México 509

importante de la banca paraestatal; de la manera en que lo indica su nombre,


también estaban destinadas a promover la agricultura mediante el crédito.
Cabe subrayar en este nivel de la efemérides, que durante los últimos diez
años del siglo pasado y los diez primeros del presente, con excepción de Fran-
cia, Inglaterra y Alemania, que estaban abocadas a participar con toda su fuerza
en la distribución territorial del mundo, casi la totalidad de los paises de Euro-
pa resintieron la explosión de múltiples revoluciones sociales y laborales ubi-
cándose así en el gran movimiento mundial de modificación de las estructuras
sociales, polfticas y, consecuentemente, financieras, a las cuales también ingre-
sarla nuestro pals pocos meses después.
1908 (presidente Díaz; séptimo periodo)
Se modifica la Ley de 1897, en el sentido de que los préstamos refaccionarios al
campo, no solo se concederlan a quienes tuvieran la calidad de propietarios sino
también a los que tuvieran la de agricultores. Este fue un intento importante,
aunque tardío, de paliar las grandes diferencias que concluirlan en el conflicto
armado dos años después.

18 ETAPA DE LA REVOLUCiÓN (1910-1920)


1913 (presidente Huerta)
Se publica un decreto en el que se concede a los bancos una moratoria de diez
dias para presentar a las autoridades un proyecto de viabilidad; pero concluido
el plazo ningún banco presentó tal proyecto.
Se emite un decreto en el que se autoriza a los bancos de emisión, a no te-
ner que cambiar sus billetes, concediéndoles poder liberatorio ilimitado.
Finalmente, no obstante la excesiva complacencia del presidente Huerta
los bancos suspenden en bloque su operación asumiendo una condición de ban-
carrota general.
Se crea en Estados Unidos de América la institución denominada Reserva
Federal que fungiria, desde entonces, como banca central.
1913 (Carranza; primer jefe del Ejército Constitucionalista)
Carranza hace publicar un discurso en el que presenta, para una vez restaura-
do el régimen constitucional, su programa de reorganización bancaria, en el mis-
mo propone lo siguiente: abolir los monopolios privados y la emisión por parte
de los bancos particulares; establecer un banco único de emisión de control pú-
blico directo; y cancelar las concesiones a los bancos privados no controlados
por el Ejecutivo.
1914 (presidente Huerta)
Se de a conocer un Decreto por el cual se disminuye, de 50 a 33% a que obliga-
ba la Ley de 1897, la exigencia de garantía metálica a los bancos de emisión.
510 LÓGICA. JUSTIFICACIÓN E HISTORIA DE LA BANCA

En Europa se inicia la Gran Guerra, que incidentalmente le permite a nues-


tro pais a enfrentarse, él s6lo, a la soluci6n de sus problemas.
1915 (Carranza; primer jefe del Ejército Constitucionalista)
Se publica un decreto en el que se conceden 45 dias a los bancos privados para
regularizar su situaci6n operativa global, en los términos de la Ley de 1897,
fundamentalmente, en el sentido de probar que su emisi6n fiduciaria corres-
pondia a los límites legales.
Se crea la Comisión Reguladora e Inspectora de Instituciones de Crédito,
con facultades de inspecci6n, complementarias del decreto anterior, que desa-
parece junto con los bancos privados, un año después, o sea, en 1916.
1916 (Carranza; primer jefe del Ejército Constitucionalista)
Una vez que Victoriano Huerta renuncia al cargo de presidente, se publica un
decreto en el cual: se abrogan todas las concesiones otorgadas a bancos priva-
dos de cualquier tipo; se ordena la incautaci6n de sus bienes suficientes para
garantizar las emisiones fiduciarias de cada uno; se ordena la liquidaci6n socie-
taria de todos ellos; y se deroga la Ley Bancaria de 1897; es decir, el sistema
bancario desaparece.
Simultáneamente se publica un decreto en el que se suspende el pago de
la deuda pública interna e internacional.
1917 (presidente Carranza)
Se vota y publica la Constitución General, aún vigente. Asimismo, se crea la
Comisi6n Monetaria con el interés básico de vigilar la liquidaci6n de los ban-
cos privados.
En la Constituci6n de 1917, se continúa con el criterio de considerar al co-
mercio y la banca como materias federales. y se incluye en el nuevo art 28 la
facultad para el gobierno federal de detentar el monopolio de la emisión de bi-
lletes.
Carranza presenta una iniciativa para la creaci6n de una Ley Orgánica del
Banco Único de Emisión, la cual fue rechazada.

19 ETAPA DE LA POSREVOLUCIÓN (1920-1934)

1921 (presidente Obregón)


Se presenta una iniciativa de Ley en la que se propone otorgar a los bancos
privados, concesiones prorrogables por 10 años, la cual fue rechazada por es-
casa mayoría.
Se publica el Decreto de Devolución a sus Legítimos Representantes, de
los Bancos y los Bienes Incautados. En dicho decreto, se hace una triple clasi-
ficaci6n de los bancos: (i) los que tuvieran un activo superior al pasivo en 10%
Historia del derecho bancario en México 511

podrían continuar operando, pero sin emitir; (ii) los que tuvieran un activo su-
perior al pasivo, pero en menos de 10% podrian operar sólo para terminar su
liquidación; y (iii} los que tuvieran un pasivo mayor al activo, deberían consig-
narse a la autoridad hacendaria para ser liquidados. Es decir, se reinstaló ínci-
pientemente el sistema bancario, y como la Ley de 1897 había sido derogada,
su operación institucional se confió a la costumbre bancaría y a circulares de
contenido específico, emitidas por el gobierno federal, o sea, el sistema banca-
rio reinició sus actividades.
1924 (presidente Obregón)
Se realiza la Convención Bancaria, para lo cual se convocó a los interesados
a un coloquio cumbre y conclutivo en la materia, dicha Convención tuvo im-
portantes consecuencias, que cristalizaron meses después, al inicio del periodo
presidencial siguiente.
Se publica la Ley de Pagos de Deuda Pública con el fin de movilizar los
pagos insolventes provocados por la moratoria incurrida años atrás.
1924 (presidente Calles)
Se publica la Ley General de Instituciones de Crédito y Establecimientos Ban-
carios, en la que se prevé la creación de una Comisión Nacional Bancaria y se
enuncian desde ese momento algunas de sus facultades. Dicha Comisión inició
sus operaciones el año siguiente.
1925 (presidente Calles)
Se funda el Banco de México, S A Y se publica su primera ley orgánica. Asi-
mismo, la Comisión Nacional Bancaria inicia sus labores. Puede considerarse
que estas dos creaciones legislativas e institucionales sientan las bases, tan
necesarias, del sistema bancario.
1926 (presidente Calles)
Se da a conocer la segunda Ley General de Instituciones de Crédito y Estable-
cimientos Bancarios, a la cual se agregan como tales, las cajas de ahorro, las
compañías de fianzas y los almacenes generales de depósito; y también la pri-
mera Ley de Establecimientos de Fideicomiso.
Además se publica la Ley de Crédito Agrícola; en ella, se prevé la creación
de sociedades regionales y locales de crédito agricola. Asimismo, se publica la
Ley de Bancos Ejidales Agrícolas cuyo objeto, como indica su nombre, era pro-
mover las actividades ejidales de cualquier tipo, por medio del crédito. Es im-
portante hacer notar que, de inmediato a la Revolución y al establecimiento de
bases legales suficientes para el sistema bancario, el Estado se preocupó de ma-
nera prioritaria por el desarrollo social y económico del campo (postulado esen-
cial de la Revolución), mediante el crédito; responsabilidad cuyo desahogo
enfrentó dificultades que, lo veremos, acabaron por convertirse en crónicas.
512 LÓGICA. JUSTIFICACIÓN E HISTORIA DE LA BANCA

Se crea el primer banco de participación estatal plena, a saber, el Banco


Nacional de Crédito Agrícola, S A. Por lo mismo, puede considerarse la prime-
ra institución de crédito que tuvo, además de un fin económico, uno predomi-
nantemente social.
1928 (presidente Calles)
Aparece el Código Civil, todavia vigente, el cual entró en vigor cuatro años
más tarde.
1931 (presidente Ortiz Rubio)
Se promulgan la Ley Monetaria y la Ley de Crédito Agrícola para Ejidatarios
y Agricultores en Pequeño. Esta Ley englobaba en su hipótesis legal a las acti-
vidades del banco nacional y de los regionales y locales creados en 1926.
1932 (presidente Ortiz Rubio)
Se publica la tercera Ley General de Instituciones de Crédito y Organizacio-
nes Auxiliares en la que se incluyen los entes fiduciarios, al considerárseles ins-
tituciones de esa índole, y se deroga la Ley de Establecimientos de Fideicomiso,
de 1926. Igualmente, se crean como instituciones nominales, las llamadas na-
cionales de crédito, que serian las bancas denominadas en México paraestata-
les, por tener una participación mayoritaria o total del gobierno.
Asimismo, se modifica de forma drástica la Ley Orgánica del Banco de Mé-
xico, S A en virtud de lo cual dicho organismo se convierte, en opinión del maes-
tro Acosta, en una banca central típica.
En este año, se derogaron 182 arts del Código de Comercio de 1889 y se
publica la LG TOC, en la que se organiza el fideicomiso, por primera vez de ma-
nera sustantiva en el derecho mexicano. Más tarde, en los importantes movi-
mientos de 1982, esta Ley se convertiria en cuasi-bancaria, porque las LRSPBC
de 1983 y 1985 Yla LIC de 1990, así como múltiples leyes orgánicas de bancas
de desarrollo, la erigieron en su ley supletoria por excelencia. Al volverse por com-
pleto administrativo, el derecho bancario carecía de reglas especificas acerca de
los contratos y su operatividad.
1933 (presidente Abelado L Rodríguez)
Se emite la ley que crea la primera banca de vocación industrial con participa-
ción estatal total: la Nacional Financiera (Nafinsa), la cual continúa funcionan-
do con la misma denominación. También se publica la ley que crea la primera
banca con vocación de apoyo y promoción social de participación estatal total:
el Banco N acíonal Hipotecario Urbano y de Obras Públicas, cuya denomina-
ción actual es Banco Nacional de Obras y Servicios Públicos (Banobras]. Es-
tas importantes incursiones públicas en la banca financiera, por lo demás, muy
similar a la de la Comisión Federal de Electricidad en la industria respectiva,
pueden considerarse las tres, en opinión de Lorenzo Meyer. como los primeros
Historia del derecho bancario en México 513

intentos del gobierno revolucionario por iniciar la estructuración de la econo-


mía de acuerdo con los postulados de la nueva Constitución.
En efecto los gobiernos de la revolución siguieron ciertos pasos de acuer-
do con su prioridad: primero la reforma social (1917-1928), después la reforma
política (1928-1937) y al final, la reforma económica. Nafinsa, Banobras y la
CFE anticipan la reforma económica, que en 1940, se inicia con todo vigor.

20 ETAPA DE LA CONSOLIDACiÓN (1934-1940)

1934 (presidente Abelardo L Rodriguez)


Se promulga la Ley de Crédito Agncola, que involucra a las instituciones crea-
das con anterioridad y deroga a la ley de 1926. En otro orden, se derogan otros
184 arts del Código de Comercio de 1889 y se publica la Ley General de Socie-
dades Mercantiles.
1935 (presidente Cárdenas)
Se derogan las legislaciones anteriores acerca de la materia y se publica la Ley
de Crédito Agricola, la cual prevé la creación de un nuevo organismo bancario
especializado en el sector ejidal. Se crea el Banco Nacional de Crédito Ejidal.
Una vez más, como su nombre indica, estaba destinado a atender los requeri-
mientos de los ejidatarios; el funcionamiento de este banco y la estructura de
dicha Ley fueron censurados por su ineficacia (en el lapso de 1936 a 1946 el
Banco dejó de recuperar 150 millones de pesos).
Mediante un fideicomiso se crea el Fondo de Crédito Popular, con objeto
de promover las actividades de productores y obreros artesanos en pequeño.
Éste puede considerarse como el primer esfuerzo del gobierno por fomentar ac-
tividades específicas mediante el fideicomiso.
Se publíca el Reglamento de Inspección, Vigilancia y Contabilidad de las
Instituciones de Crédito.
Se derogan 57 arts del Código de Comercio de 1889 y se publica la Ley
Sobre el Contrato de Seguro.
1936 (presidente Cárdenas)
Se emíte la segunda Ley Orgánica del Banco de México, por medio de la cual,
dicha institución se consolida, en opinión de los autores Acosta y Herrejón,
como una banca central moderna.
1937 (presidente Cárdenas)
Se crea la primera banca con vocación de apoyo económico estructural de par-
ticipación estatal total: el Banco Mexicano de Comercio Exterior, S A. Actual-
mente, sigue funcionando bajo la misma denominación (Bancomext). Se crea
el Banco Nacional Obrero de Fomento Industrial, con objeto de proporcionar
514 LÓGICA, JUSTIFICACIÓN E HISTORIA DE LA BANCA

a los productores y artesanos en pequeño un apoyo adicional al del fideicomiso


creado dos años antes con los mismos fines.
Se publican diferentes modificaciones a diversas leyes en la materia, desti-
nadas a permitir una mayor flexibilidad en las politicas cambiarias que pudie-
se asumir el gobierno federal.
También se realiza la expropiación de enormes cantidades de hectáreas en
todo el territorio, de acuerdo con las reglas del nuevo art 27 constitucional. Asi-
mismo, bajo la misma mística de reivindicación, se expropian los patrimonios
de las 17 compañias petroleras extranjeras establecidas en México y se trans-
fieren a un organismo público creado expresamente, que se denominó Petró-
leos Mexicanos.

21 ETAPA DE LA MODERNIDAD (1940-1982)

1941 (presidente Á vila Camacho)


En opinión de varios historiadores, entre ellos, Meyer y Cossio Villegas, 1940
-inicio del segundo plan sexenal- puede ser visto como el comienzo real de
la modernidad del país. Diversos factores, como el importante hecho de haber-
se concluido las dos reformas prioritarias de la Revolución (la social y la políti-
ca), el inicio de la segunda guerra rnundial Ipues en este año, México le declara
la guerra a las potencias del eje) que convierte de manera súbita a México en im-
portante proveedor, y habiendo pasado el periodo de pruebas y ensayos de le-
yes enteramente novedosas, como la de fideicomiso, la de monopolios, la de banca
central y la de instituciones de apoyo financiero a sectores económicos
y otras de vigilancia, México experimentó una transformación notable en todo
género. Lo importante para nuestro estudio es que, en este año se promulga
la ley bancaria que fue el sustento del hacer crediticio por más de 40 años.
Se promulga la cuarta Ley General de Instituciones de Crédito y Organi-
zaciones Auxiliares. En su art lo transitorio, se declara inaplicable el derecho
civil a la materia bancaria. Quedan previstos, como los únicos seis tipos y sub-
tipos de establecimientos bancarios, los bancos de depósito, de ahorro, de fi-
deicomiso. de capitalización, las financieras y las hipotecarias. Esta Ley se
ocupó. igualmente. de organizar las facultades de la Comisión Nacional Banca-
ria. a la que más tarde se le agregaron las correspondientes a las instituciones
de Seguros.
Se publica la ley que funda el primer banco de participación estatal total
con vocación puramente comercial: el Banco Nacional Cinematográfico. S A.
Se crea el Banco Nacional de Fomento Cooperativo que más tarde se converti-
ria en el Banco Pesquero y Portuario y que actualmente. como una de las siete
bancas de desarrollo del periodo del monopolio estatal (1982-1990). se encuen-
tra en liquidación (núm 64).
Historia del derecho bancario en México 515

Se modifica el Consejo Nacional de Economía. Una de sus más importan-


tes consecuencias fue el surgimiento de la Comisión Federal de Planificación
Económica. Es evidente que toda la energia del pals se volcó hacia el desarro-
llo. Para apoyar los objetivos inmediatos de la Comisión se crea la Coordina-
ción de Fomento a la Producción, la cual puede considerarse como la primer
institución, en el pals, destinada a la elaboración sistemática de planificacio-
nes a gran escala, por cuyo medio se pretende no hacer descansar la conducta
de la economía en impulsos pragmáticos, y que llega a su mejor expresión con
la actual Ley Federal de Planeación.
Finalmente, en este año, se firmó un convenio bilateral de cooperación in-
ternacional suscrito entre México y Estados Unidos de América, en el cual, se
fija una paridad cambiaria estable de 4.85 pesos por dólar, por tiempo indefini-
do, paridad que habria de modificarse, con la duplicación del cambio, en 1952.

1942 (presidente A vila Camacho)


Se publica la Ley de Crédito Agncola, en la cual se modifica el sentido de la
anterior, al incluir ciertas organizaciones de crédito, no contempladas antes:
las sociedades de crédito agrícola y las uniones de sociedades de crédito agrícola.

1943 (presidente A vila Camacho)


Se constituye el Banco del Pequeño Comercio, S A. Asimismo, en este año se
derogan 179 arts del Código de Comercio de 1889, y se publica la Ley de Quie-
bras y Suspensión de Pagos.

1944 (presidente Avila Camacho)


Se instaura la Comisión Nacional de Inversiones, la cual tendria un importan-
te papel en el control de la participación extranjera en el capital de las socieda-
des mercantiles, dedicadas a ciertos sectores. En este año se fundan, con los
acuerdos de Breton Woods, el FMI yel Banco Mundial.

1946 (presidente Alemán)


Se funda la Comisión Nacional de Valores. Asimismo se modifica la Ley Orgá-
nica del Banco de México S A, en el sentido de hacer obligatorio para los ban-
cos el depósito, en el Banco de México, de 33% para los localizados fuera del
DF, y de 50% para los localizados en él, de todos los depósitos que reciban por
motivo de la operación de su especialidad.
Se modifica la estructura y la denominación del Banco Nacional de Crédi-
to Agricola por el de Banco Nacional de Crédito Agrícola y Ganadero; se aumen-
ta de manera importante su capital social mediante suscripciones hechas por
el gobierno federal, los gobiernos estatales y del DF, y en una parte minorita-
ria, por las sociedades y las uniones de crédito.
516 LÓGICA, JUSTIFICACIÓN E HISTORIA_DE LA BANCA

1947 (presidente Alemánl


Se crea una institución destinada, exclusivamente, a la promoción del ahorro
nacional: el Patronato del Ahorro Nacional, a la que se facultó para emitir títu-
los de crédito denominados bonos del ahorro nacional.
1950 (presidente Alemán)
Se instituye el Banco Nacional del Ejército y la Armada, S A.
1953 (presidente Ruiz Cortines)
Se publica el Reglamento de Trabajo de los Empleados de las Instituciones de
Crédito y Organizaciones Auxiliares y, asimismo, la Financiera Nacional Azu-
carera, S A, que continúa trabajando como Banca de Desarrollo (FINAZUCAR).
1955 (presidente Ruiz Cortines)
Se promulga la Ley de Crédito Agncola, que una vez más, pretende reorgani-
zar el sistema del crédito agrlcola y ganadero para convertirlo, finalmente, en
uno real y eficiente.
1958 (presidente López Mateos)
Surge, en el seno de la Organización de Estados Americanos, el Banco Intera-
mericano de Desarrollo.
1960 (presidente López Mateos)
Se fundan los bancos agrarios, cuyo objeto primordial era otorgar préstamos
a los ejidatarios y comuneros, bajo un régimen de responsabilidad solidaria.
También en este año, culminan los importantes ensayos paraestatales del
gobierno federal con la compra, en 400 millones de dólares, de las acciones de
la Mexligth y la American Foreign Power, las empresas eléctricas que hablan
venido compitiendo con la CFE desde 1930. Igual sucede con las empresas ex-
tranjeras propietarias, en totalidad, de la explotación del azufre.
Cabe señalar que en esa época, nuestro país se encontraba a la mitad plena
de su modelo proteccionista de sustitución de importaciones, el cual se habla ini-
ciado desde 1944, con la Comisión Nacional de Inversiones y que culmina,
en 1965. en la materia bancaria, y en 1973, en toda la economía, con la mexica-
nización de las empresas constituidas en México, mediante la prohibición a los
extranjeros relativa a que no pueden poseer en ellas capital o control por más
de 49% -y 0% en los bancos-o Situación que se revirtió y que se anuló con
el Reglamento de Inversiones Extranjeras, en mayo de 1989.
1963 (presidente Diaz Ordaz)
Se modifica el art 228 de la Ley General de Títulos y Operaciones de Crédito,
injertándole un apartado bis (de los certificados de vivienda o inmobiliarios),
en virtud del cual, el gobierno federal utiliza de manera institucional el fideico-
Historia del derecho bancario en México 517

miso, para compactar una gran cantidad de recursos financieros en una sola
operación, a su vez, destinada a distribuirse entre el gran público; en este caso,
como forma de paliar los déficit de vivienda que desde entonces se advierten.
Se derogan 305 arts del Código de Comercio de 1889 y se publica la Ley de
Nauegacián y Comercio Marüimo.
A este año de los 1500 arts originales del Código de 1889 se hablan dero-
gado 877 y se hablan modificado 115, con la simultánea publicación de cinco
leyes especializadas (LGTOC, LGSM, LSCS, LQSP y ésta), que a su vez ten-
dieron a convertirse, fundamentalmente la LGTOC, en cuerpos legales tronco
de las actividades económicas y comerciales que organiza cada ley.
1965 (presidente Diaz Ordaz)
Se reforma el art 80 de la Ley General de Instituciones de Crédito y Organiza-
ciones Auxiliares de 1941, en el sentido de mexicanizar los bancos privados,
prohibiendo que personas físicas o morales extranjeras tuviesen participación,
directa o indirecta, en su administración o capital. Éste es uno de los motivos
por los cuales se ha denominado estatización y no nacionalización, al movimiento
expropiatorio de 1982. En efecto, desde 1965 las bancas estaban nacionaliza-
das pues sólo los nacionales podían ser sus propietarios.
Se creó el Banco Nacional Agropecuario. Esta institución tenia como fun-
ción primordial la de poner fin al desorden crediticio que imperaba en el otor-
gamiento de préstamos, de parte de los bancos nacional y agricola. En efecto,
aquella sustituyó a éstos.
1967 (presidente Diaz Ordaz)
Se gira a los bancos, mediante circular, el Reglamento de las Tarjetas de Crédi-
to Bancarias, que se puede considerar el primer dispositivo en México destina-
do a regular las actividades bancarias automatizadas o computarizadas,
dispositivo que causó un gran impacto sobre el gran público.
1970 (presidente Echeverria)
Se modifica y adiciona el art 99 de la Ley General de Instituciones de Crédito
y Organizaciones Auxiliares de 1941, en el sentido de permitir la creación, en
demérito del criterio de la especialidad fuertemente arraigado en México hasta
esa fecha, de grupos financieros siempre que pudieran garantizar ante la SHCP,
con un fondo común correspondiente a 10% de las utilidades consolidadas de
cada grupo, el cumplimiento del convenio concesional que se firmara entre ellos.
Éste puede considerarse el antecedente más claro, primero, de la banca múlti-
ple y segundo, de las actuales agrupaciones financieras.
1971 (presidente Echeverría)
Se institucionaliza el fideicomiso como el apoyo estructural a las actividades
de promoción industrial en favor de todo el público, y no de sectores geográfi-
518 LÓGICA, JUSTIFICACiÓN E HISTORIA DE LA BANCA

cos, sociales o económicos determinados, al publicarse el Decreto de Fideico-


misos Turisticos en Zonas Prohibidas.
1975 (presidente Echeverría)
Como una clara erradicación del criterio de especialidad, se permite por prime-
ra vez la fusión de los bancos pertenecientes a un grupo financiero y se publica
el decreto que autoriza la fusión destinada a crear, en el fusionante, una banca
múltiple.
El Ejecutivo se ve en la neoesidad de condonar nueve mil millones de pe-
sos al Banco Ejidal, con lo cual se muestran, una vez más, las dificultades in-
salvables enfrentadas en materia de préstamo a la agricultura y la ganadería.
Por decreto presidencial se ordena la fusión de los bancos Ejidal, Agricola y
Agropecuario para dar nacimiento al fusionante: el Banco Nacional Agrope-
cuario. En el propio decreto se ordena su cambio de denominación a la actual:
Banco Nacional de Crédito Rural (Banrural).
1976 (presidente Echeverría)
Se emite el decreto acerca de las Reglas para el Establecimiento y Operación
de Bancas Múltiples. Se publica la Ley General de Crédito Rural, conforme a
la cual funcionó el sector correspondiente hasta las modificaciones diametra-
les, posteriores a 1982.
1978 (presidente López Portillo)
Se reforma la Ley General de Instituciones de Crédito y Organizaciones Auxi-
liares de 1941, mediante la incorporación de un nuevo cap: De las bancas múl-
tiples.
1981 (presidente López Portillo)
Se publica el segundo reglamento para el funcionamiento y operación de las
tarjetas de crédito bancarias.

22 ETAPA DEL MONOPOLIO DE ESTADO (1982-1989)

1982 (presidente López Portillo)


Se opera un cambio radical en el sistema bancario, con la publicación, en sep-
tiembre, de dos decretos: (i) el que establece la nacionalización de la banca pri-
vada, y (ii) el que establece el control generalizado de cambios, ambos ello de
septiembre de 1982.
En efecto, el primero -el que interesa a nuestra exposición- expropió la
banca privada y otorgó al Estado el monopolio del servicio público de banca
y crédito; modificó el régimen societario de los bancos de S A que venían como
tales, desde 1897 al pasarlos a ser SNC; desapareció el voto y, luego, las asam-
Historia del derecho bancario en México 519

bleas y los consejos de administración; y finalmente, dentro de muchos otros


cambios, modificó la estructura del banco central de sociedad anónima estatal
a organismo descentralizado. Probablemente, aun más que en 1916, en el que
los avatares propios de una revolución, hacen comprensibles tanto el fondo co-
mo la forma de los cambios operados entonces -que además acabaron por re-
trotraerse en gran medida, a su situación original-, a partir de 1982, en materia
de banca, es necesario hablar de un antes y un después que, en cuanto a la for-
ma en la que se hizo, no resulta fácil ni apropiado exponerla en un libro de tex-
to; si bien en cuanto al fondo, como ya vimos (núm 7). tuvo razones que si se
explican. con relativa sencillez. a la luz de la teoría del servicio público.
En efecto, la ausencia de lógica politica, la violencia esgrimida en el anun-
cio público, la constitucionalidad de los decretos (núm 26); la ausencia de bene-
ficios evidentes desde el punto de vista de los clientes; y la desconfianza que
motivó en la inversión extranjera; fueron irregularidades difíciles de dilucidar
(el párr séptimo de la exposición de motivos del decreto expropiatorio señaló:
"Que la crisis económica por la que actualmente atraviesa México y que, en
buena parte, se ha agravado por la falta de control directo de todo el sistema
crediticio, fuerzan igualmente a la expropiación para el mantenimiento de la
paz pública. .. "), sobre las mismas regresaremos (núm 26).
Cabe decir que algunas de ellas fueron impugnadas por los particulares
en juicios de amparo. cuyos resultados se desvanecieron en los acuerdos de in-
demnización (véase BüNDIS, t 1) pero, fundamentalmente, en la arrolladora
maquinaria administrativa que con rapidez y emergencia evitó la pérdida de
control, consiguiendo continuidad en la operación del crédito, as! como un nue-
vo estado de cosas eficiente, relativamente al anterior. Como quiera. la banca
se convirtió a partir de entonces (cinco años después que sucediera lo mismo
en Francia) en una actividad exclusiva del Estado. pero no mediante una com-
pra (caso de las industrias eléctrica y azufrera) sino de una expropiación, es
decir. mediante la fuerza de la voluntad de imperio de un Estado.

1983 (presidente De la Madrid)


Se derogó parcialmente la Ley General de Instituciones de Crédito y Organiza-
ciones A uxiliares de 1941. De forma especifica, de sus seis titulas se deroga-
ron el III y gran parte del II (regulaban los diferentes tipos de bancos
especializados y las organizaciones auxiliares del crédito. que desaparecieron
y se regularon en otra ley, respectivamente) y quedaron vigentes los otros cua-
tro. que atendían básicamente las operaciones bancarias. la vigilancia de la CNB,
la contabilidad y las disposiciones generales comunes (en apariencia, habla que-
dado vigente el dispositivo transitorio de la Ley del 41. según el cual el dere-
cho civil no era aplicable al bancario). De manera simultánea. entró en vigor
una nueva ley de transición, Reglamentaria del Servicio Público de Banca y
Crédito, la cual sería el sustento (junto con los titulas de la Ley de 41 que no
520 LóGICA, JUSTIFICACIÓN E HISTORIA DE LA BANCA

se habían derogado) de la actividad bancaria del lo de enero de 1983 a enero


de 1985.
1983-1984 (presidente De la Madridl
Durante este lapso de clara transición, el sistema bancario se distinguió, den-
tro de otras, por las siguientes dos circunstancias
1 Se ponen en práctica las reglas preliminares (principalmente, las de voca-
ción estructural) de la Ley de 1983. Por ejemplo, el funcionamiento del Ban-
co de México como organismo descentralizado de acuerdo con su nuevo
estatuto legal; la fusión de los pequeños bancos con los mayores; la distin-
ción progresiva entre bancas de desarrollo (representadas por las antiguas
sociedades nacionales de crédito) y las bancas múltiples (representadas por
los bancos privados expropiados), de acuerdo con su nuevo estatuto como
SNC en lugar de S A; la formación de los nuevos órganos de representa-
ción y de administración; la implantación del nuevo régimen laboral de los
trabajadores bancarios, en tanto que empleados de una entidad estatal, con
la ley reglamentaria respectiva; la propalación de los acuerdos de indemni-
zación; y la colocación en la bolsa, tanto de los CAPS (sustitutos de las
acciones de los antiguos bancos) como de los BüNDIS (t I], que también
fueron objeto de especulación bursátil
2 En los años inmediatos a la expropiación, pareciera que el gobierno decidió
atemperar el carácter total y definitivo de la expropiación, otorgando a los
intermediarios bursátiles la concesión, puramente reglamentaria, de cier-
tas facultades tanto de captación de aborro privado como de oferta de cré-
dito también privado (por captaciones masivas mediante diferentes
instrumentos). Durante los ocho años del monopolio estatal dichas activi-
dades bursátiles no eran contrarias al art 28 constitucional (que daba al
Estado el monopolio del servicio público), pues los servicios de este tipo
que las casas de bolsa prestaban eran, por cuanto al crédito se refiere, pu-
ramente "privados" y no públicos. Este acto de temperación en nuestra
opinión, obedeció al interés del gobierno por paliar el fuerte déficit de cré-
dito que entonces se afrontaba, motivado por las altas tasas de interés y
otras razones, más que por permitir a la inversión privada una mayor par-
ticipación en el sistema crediticio, como sucedió en 1990.
1985 (presidente De la Madrid)
Se publica la segunda LRSPBC. Esta Ley, cuyo articulado, como veremos más
adelante (núm 27), estaba en cuatro quintas partes destinado a organizar las
bases estructurales de las instituciones encargadas de ejercer la banca tradi-
cional, en tanto que instituciones estatales, y sólo la quinta parte a la organi-
zación sustantiva y material de todo el tan delicado y técnico conjunto de las
contrataciones, no puede considerarse una ley mercantil, sino una de orden cla-
ramente administrativa. Esta situación implicó que el derecho bancario, por
Historia del derecho bancario en México 521

tradición localizado en los esquemas generales del derecho mercantil, fuera des-
plazado, aparentemente, por el administrativo, tema sobre el cual regresare-
mos (núm 27).
Por otra parte, en cumplimiento del art 60 transitorio de dicha Ley de 1985,
en el curso del mismo afio se publicaron la totalidad de los reglamentos orgáni-
cos de las SNC y la Ley General de Organizaciones y Actividades Auxiliares
del Crédito, en la que se les considera el carácter de organizaciones a los alma-
cenes generales de depósito, las arrendadoras financieras y las uniones de cré-
dito y, COmo los sujetos activos de actividades auxiliares, las casas de cambio
(núm 68).
1986 (presidente De la Madrid)
Se genera una gran actividad legislativa destinada, principalmente, a cumplir
con el art 90 transitorio, 40 párr de la Ley de 1985, en el sentido de que las
SNC a las que la legislación concede el rango de bancas de desarrollo -por opo-
sición a la segunda especie, la banca múltiple- debían, a diferencia de éstas,
regirse por su propia ley orgánica. Esta obligación de creación legal (del Poder
Legislativo y no del Ejecutivo), se convierte entre otras, en la diferencia es-
tructural más conspicua entre las bancas de desarrollo y las múltiples (núm
62). AsI, se publican las leyes orgánicas de las bancas de desarrollo.
Igualmente, se publican, dentro de otras disposiciones complementarias
del sistema bancario considerado en su conjunto, el Reglamento Interior de
la CNB -y de Seguros-,la Ley de Sociedades de Inuersián, el Estatuto Orgá-
nico del Patronato Nacional, la Ley de la Casa de Moneda de México, las Re-
glas de Banxico a las que Habrán de Sujetarse las Instituciones de Banca
Múltiple en la Emisión y Operación de las Tarjetas de Crédito Bancarias.
1987-1988 (presidente De la Madrid)
Durante este tiempo, se consolida la nueva organización de la banca. Este cor-
to periodo se distingue, más bien, por el inusitado desarrollo de las actividades
bursátiles, de arrendamiento financiero y de factoraje (en cierto modo, sustitu-
tivas de las bancarias), más que por el incremento en el volumen de las opera-
ciones tlpicamente de bancos, lo cual, en forma paradójica, permitió un saludable
enfriamiento del sobrecalentamiento al que se sometió el régimen bancario du-
rante los cinco años anteriores y que, tal vez, facilitó su normalización. En efecto,
dejando aparte las peculiares circunstancias económicas de occidente, de la re-
gión y del propio país (las que, por supuesto, no fueron generadas por la expro-
piación), durante este periodo la banca mostró, en nuestra opinión, una
estabilidad cuando menos similar a la que se percibla antes de 1982.
Igualmente, la Corte empieza a adoptar sus primeras posturas en torno
a la legislación que siguió a la expropiación. (i) Por la nueva categorla de Ban-
xico como organismo descentralizado, existla la posición legitima de poderlo
considerar autoridad para efectos de amparo, interrogante que fue calificada
522 LÓGICA, JUSTIFICACiÓN E HISTORIA DE LA BANCA

positivamente por la Corte, pero en el sentido de que Banxico era autoridad


ejecutora y no ordenadora (núm 51); (ii) en el mismo sentido, existía el escrúpu-
lo de que las bancas múltiples, por su nueva categoría paraestatal, pudieran
impugnarse en amparo, interrogante que la Corte calificó de forma negativa,
mediante el expediente insalvable de que su capital podia ser, aun minoritaria-
mente, suscrito por particulares, lo que se actualizó con la colocación en la bol-
sa de sus CAPS B, y que en 1990 se anuló totalmente con la reprivatización
de la banca comercial (núm 65),
Finalmente, en este periodo se publica un importante decreto complemen-
tario del sistema bancario y del crédito, a saber: Las Disposiciones Comple-
mentarias de Control de Cambios, que sería modificado de forma importante
el año siguiente.
1989 (presidente Salinas de Gortari)
Este año se caracterizó por un enérgico y organizado quehacer de la adminis-
tración pública, el cual por la importancia y firmeza de las medidas adoptadas,
prácticamente, en todos los renglones administrativos, económicos y sociales
que por décadas se habían mostrado ineficientes, incrementó e! prestigio interno e in-
ternacional de! país. Este lapso tiene una relevancia singular para nuestra materia,
en la medida en que, al igual que otros sistemas legales del orden comercial (control
fiscal y tributario, comercio internacional, propiedad industrial, inversiones extranje-
ras, autotransporte federal y otros) y, desde luego, parafinanciero (mercado bursátil,
arrendamiento financiero, fianzas y otros), también el bancario se impactó con la nue-
va forma de gobierno, que podría definirse como una absolutamente realista, susten-
tada en una planeación sin concesiones, pero orientada a procurar beneficios atrasados
a las clases necesitadas, mediante e! método más seguro: aumento del producto inter-
no bruto, eficienciaen el gasto público y la distribución adecuada de los recursos de
toda índole.
Una de las decisiones macroeconómicas que para cumplir con esos objeti-
vos en el medio financiero se presentaba como, además de necesaria, congruen-
te con la nueva mentalidad, era abrir el mercado interno a los medios
internacionales y, a la vez, forzar una mejor calidad, en todo sentido, creando
las condiciones propicias para generar las soluciones que surgen de la compe-
tencia. Así, con este interés público de modernidad, en 1989, se publican dife-
rentes normas legales y reglamentarias que tendían a conceder al sector
(fundamentalmente al mercado bursátil) una mayor consistencia estructural
y un mejor acceso a la vigilancia, de sus operaciones por parte de la autoridad
hacendaria. Algunas de las reglas más importantes publicadas este año en el
DO son las siguientes, haciendo la precisión que todas éstas fueron emitidas
por la SHCP, en apoyo de las facultades concedidas por la, en aquella época,
todavia vigente LRSPBC
• Acuerdo Sobre las Reglas Básicas de Operación de las Arrendadoras Fi-
nancieras (26 de enero)
Historia del derecho bancario en México 523

• Reglas Sobre las Sociedades de Inversión de Renta Fij a para Personas Mo-
rales (29 de marzo)
• Acuerdo que Reforma las Disposiciones Complementarias de Control de
Cambios (12 de mayo)
• Circular que expide Disposiciones de Carácter General para la Realización
de Arbitraje de Valores (12 de mayo)
• Reglas Generales para las Sociedades que Presten Servicios a las Casas
de Bolsa o Cuyo Objeto sea Auxiliar o Complementario de las Actividades
que Éstas Realizan (10 de agosto)
• Disposiciones de Observancia Obligatoria para las Casas de Bolsa. en sus
Operaciones por Cuenta Propia con Valores de Renta Variable e Inversio-
nes Sobre Dichos Valores que Efectúen con Cargo a su Capital Global (6
de septiembre)
• Acuerdo por el que se Reforman y Adicionan las Reglas Básicas de Opera-
ción de almacenes Generales de Depósito. del 2 de agosto de 1988; así co-
mo (D O del día 6) las Reglas Generales para Operaciones de Fianzas y
Reafianzamientos en Moneda Extranjera Celebradas por Instituciones de
Fianzas Concesionadas del País (5 de diciembre).
Finalmente. también en diciembre (D O del 27) se modificó la LRSPBC (núm
29) con enmiendas que ahora. una vez actualizada la reprivatización, pueden
verse como la firme decisión de la autoridad de poner el sistema bancario. de
golpe (como en 1982 pero en otro sentido). a la altura del crédito y la finanza
internacionales (ler pár de la iniciativa de reformas: "La importancia de la banca
dentro de la actividad financiera, hace necesario dotarla de un marco normati-
vo adecuado que fortalezca su estructura y mejore su organizacián y funciona-
miento, a fin de que contribuya en las politicas de estabilización, crecimiento
y modernización de la economía del pais. . . "l. Con esa modificación, se verificó
(mejor dicho. se adelantó) una apertura comercial plasmada en argumentos de
lógica aplastante. la cual culminó en 1990 pues. como veremos. en gran medi-
da estas modificaciones de diciembre de 1989 fueron mantenidas por la vigen-
te LIC.

23 ETAPA DE REPRIVATIZACIÚN DE LA BANCA


COMERCIAL (1990)
Este año es. para el derecho bancario. tan importante como lo fue 1982 y tam-
bién. lo es para muchas otras materias financieras. como la bancaria. que cul-
minaron con modificaciones de la mayor relevancia. las que se gestaron desde
1989; las cuales se dieron como una consecuencia de haber entrado a un plano
de realismo y modernización que provocó en el público no solo confianza. sino
también una invaluable sensación de seguridad. La afirmación de que nuestro
país es uno de los más enérgicos. eficientes y prósperos de finales de siglo no
suscita discusión.
524 LÓGICA, JUSTIFICACIÓN E HISTORIA DE LA BANCA

Además de las modificaciones a la LRSPBC de diciembre de 1989, en el


periodo semestral siguiente, se publicaron otras enmiendas reglamentarias y
legales, las cuales se pueden ver como la actualización complementaria reque-
rida por el decreto de diciembre de 1989, y, entonces, también pueden verse
como los pasos previos para la "reprivatización" de la banca comercial, Sínóp-
ticamente son las siguientes.
El3 de enero, se modifican y adicionan diversos arts de laLGIS, de laLGIF
y de la LGOAAC. En el mismo mes (lJ O 4 de enero), también se modifican y
adicionan la LMV, la LGIS y el Reglamento Interior de la SHCP. Asimismo,
en el medio reglamentario, y no del Poder Legislativo, la SHCP expidió (lJ O
12 de enero) las Reglas para la Inversión de las Reservas Técnicas de las Insti·
tuciones y Sociedades Mutualistas de Seguros, y las Reglas Sobre la Reserva
para Fluctuaciones de Valores de las Instituciones de Seguros.
El 22 de febrero, se publican las reglas de la SHCP para la Recepción de
órdenes de Asignación de Operaciones que Deben Observar las Casas de Bolsa
y la Circular Sobre los Requisitos Minimos para la Operación y Funcionamien-
to de las Oficinas de Casas de Bolsa. Y el 23 de febrero, también se publican
las Reglas para la Emisión, Registro y Oferta Pública de Bonos de Prenda,
y las Reglas Sobre Criterios y Lineamientos sobre la Propaganda e Información
que Dirijan al Público las Casas de Bolsa, Especialistas Bursátiles, Bolsas de
Valores, Instituciones para el Depósito de Valores, Sociedades de Inversión
y Sociedades Operadoras de Sociedades de Inversión
El 9 de marzo, se promulgan las importantes Reglas del Banxico a que Ha-
brán de Sujetarse las Instituciones de Crédito en la Emisión y Operación de
las Tarjetas de Crédito Bancarias, que se convierten en el moderno sustento
de este tipo de transferencia electrónica de fondos (núm 184).
Finalmente, el 2 de mayo ingresó al Congreso una iniciativa de modifica-
ción constitucional (núm 30) con la cual, se crean las bases de una reprivatización
irreversible, pues la iniciativa anulaba el monopolio del servicio público de ban-
ca y crédito en favor del Estado; monopolio que sólo se podia haber ac-
tualizado -como en efecto fue durante ocho años- mediante el ejercicio que
de él hicieran las instituciones del gobierno federal, Así, después de aprobadas
las modificaciones en junio, se publicó (lJ O del 27) la derogación del párr 50
del art 28, y las modificaciones y adiciones al inciso a) de la frac XXXI del aparo
tado A, y a la frac XIII bis del apartado B, del art 123, de la Constitución
General.
Ese mismo 27 de junio ingresaron al Congreso tres iniciativas que esta-
ban destinadas a procurarle sustento práctico y legislativo a la modificación
constitucional, y que en conjunto se denominó coloquialmente reprivatización
de la banca privada, si bien, como veremos, consistió solamente en una apertu-
ra legal y reglamentaria a la inversión privada mexicana y extranjera, en el
capital y el control de las bancas comerciales; dichas iniciativas fueron las si-
guientes
Historia del derecho bancario en México 525

• La iniciativa de una ley la cual habría de sustituir a la LRSPBC de 1985,


denominada Ley de Instituciones de Crédito (LIC), que finalmente se pu-
blic6 en el D O del 17 de julio de 1990
• La iniciativa de una ley enteramente novedosa, la cual encuentra su ante-
cedente más claro en las modificaciones a la LGICOA de 1941, en virtud
de las cuales, se autoriz6 la constituci6n de grupos financieros y después
de bancas múltiples, denominada LPRAF que igualmente fue aprobada y
publicada en el D O de 17 de julio
• y una iniciativa de reformas y adiciones a la LMV, que era claramente com-
plementaria de las dos anteriores, de la forma que veremos más adelante
(núm 31).
Posteriormente (núms 31 y 67), estudiaremos en detalle estos dos ordenamien-
tos que son las leyes vigentes en las cuales se apoya el sistema bancario.
Es evidente, que la publicaci6n de la LIC cerr6 un capítulo relevante y a
la vez abri6 en la historia del derecho bancario otro de igual trascendencia. El
nuevo, en el que nos encontramos, permite considerar a la banca mexicana co-
mo una de las más modernas del mundo y, así se observa en las últimas pági-
nas, su conformaci6n fue larga, plenamente acorde con nuestra mexicanidad,
en ocasiones farragosa y, desde luego, constituy6 el reflejo de cada uno de los
tipos de sociedad que existieron en los momentos en que sucedieron los cam-
bios recientes. Es decir, la pujanza y modernidad de nuestro sistema bancario
no es una sorpresa, sino el resultado del esfuerzo sostenido de la autoridad ha-
cendaria y de los agentes financieros, por adecuar los trabajos del crédito a
una sociedad siempre en ascenso y crecimiento.

24 IMPORTANCIA DE LA HISTORIA EN EL ESTUDIO


DE LA BANCA
Como la juridica o la económica, la interpretaci6n histórica tiene un valor pro-
pio que puede ser el siguiente. La sistematizaci6n de acontecimientos sucesi-
vos permite describir las características de una zona, región o país, y de su
poblaci6n, que facilita la identificaci6n actual, la ponderaci6n e incluso antici-
pación, de algunos de los resultados que puede tener su actividad general. Lue-
go, como una manifestaci6n esencialmente socioecon6mica, la importancia de
la historia en el estudio de la banca mexicana es la misma que en cualquier otra.
porque en términos latos, la banca es un termómetro, un indicador; la banca
es el reflejo de la clase sociedad a la que pertenece.
Una sociedad estable y floreciente cuenta con una banca fuerte y pr6spe-
ra; en cambio, una sociedad débil o convulsionada simplemente no cuenta con
un sistema bancario o, en el mejor de los casos, lo tendrá, pero carente de un
mínimo de confiabilidad. La cr6nica que acabamos de hacer de la banca mexi-
cana muestra con claridad que esta tesis es muy defendible. En efecto, consta-
ta que las nueve épocas que el Colegio de México ha sistematizado, concuerdan
526 LÓGICA, JUSTIFICACIÓN E HISTORIA DE LA BANCA

con los diferentes momentos de la banca de nuestro pais. Podría pensarse que
hay una tremenda interinfluencia entre banca y sociedad, o por el contrario, que
los ambientes politicos y sociales fueron determinantes para el tipo de banca que
operó en cada época. Desde luego, debemos descartar que sea la banca la que de-
termine el tipo de sociedad y mucho menos de política, que existieron en cada mo-
mento histórico. La consecuencia es la banca y no a la inversa.
Por ejemplo, en los años que siguieron a la Independencia sufrimos ame-
nazas e invasiones constantes, por carecer de identidad nacional y. entonces,
no había bancos. En la Reforma, el Imperio y la restauración, se esbozó el pri-
mer proyecto creíble de pais y, se formalizan las primeras operaciones de crédi-
to y se inicia la instalación de bancos operativos. En el porfiriato, se genera
una paz insólita y se estacionan en México más capitales y bancos extranjeros
de los que había, casi, en su conjunto en toda Latinoamérica, y se generan obras
legales y de subestructura que perduraron más de 50 años. En la Revolución,
el país se convulsíona y, al mismo tiempo, la banca simplemente quiebra y de-
saparece. Con la mistica derivada de los postulados constítucionales (por ejem-
plo, el poder politico y el apoyo al campo ejidal). En la posrevolución, se crean
instituciones burocráticas y legales que permiten cohabitar impulsos tan con-
tradictorios, como el capitalista con el proteccionista, a ultranza de sectores
sociales y geográficos indigentes, que a su vez, crean las condíciones propicias
para la fundación de las primeras bancas estatales y de las decenas de bancos
privados que amasan fortunas en plazos cortos. En la consolidación, al igual
que en la mayoria de los paises independientes, que además de ser pobres, es-
tábamos en ámbitos geográficos y pollticos alejados del conflicto, la segunda
guerra mundial, permitió un desarrollo económico y social (desde luego, no bus-
cado) en su totalidad desproporcionado a las condiciones normales y, enton-
ces, el comercio, y la banca, se desarrollan a unos indices que ya no ha sido
posible alcanzar. La novena época se conoce como modernización, es decir, la
del cambio y el ascenso integral, es testigo de un desarrollo bancario que ya
no se puede sustraer a las influencias internacionales de todo tipo; y acaso sea
el origen o causa de la décima y última época -la reprivatización-la cual des-
de esta perspectíva, debe verse como una decisión congruente con el nuevo es-
tado de cosas de la política y la sociedad.
No obstante -y esto tal vez con el tíempo lo analicen los especialistas
debidamente-, a partir de 1982, es factible hablar de otra etapa hístórica, cu-
ya, denominación, por supuesto, desconocemos, pero que tiene que ver directa-
mente con el reordenamiento y la redísciplina de una sociedad que, por díferentes
motivos los habia perdido, de ser así, también concuerda con el cambio total
que nuestro sistema bancarío experimentó ese año y que culmina en 1990.
De manera análoga en ese repaso histórico es posible constatar que múlti-
ples conflictos y convulsiones sufridas por nuestro pais -con los cuales a ve-
ces los propios mexicanos justificamos nuestro supuesto subdesarrollo o
atraso- a fuer de las cuales se fue moldeando nuestra banca, resultan equiva-
Historia del derechobancario en México 527

lentes, y en ocasiones más tenues, que los que de manera similar resintieron
otros países, europeos o no, al mismo tiempo o incluso después de que México
los habia superado. Desde el punto de vista de nuestra materia, lo anterior es
importante porque el sistema bancario (que si se acepta la tesis anterior es siem-
pre el resultado de las formas sociales y politicas de cada país), se ha manifes-
tado como uno sumamente eficiente y flexible, de la misma manera que lo han
sido, a su vez, nuestra sociedad y nuestra forma de gobernarnos.
Por supuesto, esta interpretación corre el riesgo de caer en el sofisma silo-
gístico post hoc, ergo propter hoc (si esto pasa después de aquello, luego, esto
es consecuencia de aquello), pero precisamente en la materia bancaria este riesgo
puede descartarse a priori por una regla de economia politica muy clara: para
que haya bancos debe haber ahorro, o cuando menos depósitos, para que exis-
tiendo uno u otro o los dos, pueda haber inversión; si no hay ahorro e inversión
simultáneamente, no hay bancos. Por tanto, cabe preguntar ¿en dónde se ini-
cia el círculo?
Los motivos del ahorro son diametralmente opuestos a los de la inversión,
ya que cada uno lo realizan tanto personas distintas coma por causas diferen-
tes; el ahorro consiste en la abstinencia del gasto con ciertas espectativas, y
la inversión es el gasto destinado a crear más capital. Pues bien, partiendo de
que nadie puede ahorrar si no gana dinero, y el que se reciba dinero depende
de que se invierta ordenada y atinadamente, concluimos que el circulo se inicia
en la inversión. Y si -en hipótesis de escuela- una economia arranca de cero,
es decir, si no cuenta con dinero, es evidente que éste debe provenir de otro
país porque si en una economía no hay dinero es ocioso pensar en ahorro.
Asi, en nuestra opinión, es claro que si a causa de revolución, catástrofe,
inestabilidad política, y social o razones equivalentes, no hay inversión, la acti-
vidad bancaria se reducirá de forma más o menos proporcional. Argumento que,
cuando menos en el breve recuento histórico que acabamos de hacer, parece
ser válido en el caso de México. Si no hay estabilidad, no hay inversión; si no
hay inversión, no hay bancos; y si no hay bancos, no hay posibilidad de finan-
ciar los grandes impulsos y empresas que fortalecen a la sociedad en su con-
junto y que también permiten a los particulares tener bienes que de otra forma
no seria posible. La estabilidad de nuestro país, aún más visible en los últimos
años, permite comprender el porqué de la permanencia del sistema bancario.
Otra precisión, en apariencia, separada un tanto de nuestro tema central,
podría ser la siguiente. A diferencia de otros países, europeos o del medio oriente,
que tienen fronteras inmediatas con cinco, seis y a veces hasta con diez países de
economías similares o complementarias, México sólo tiene dos y con países que
están en los extremos de la pobreza y la riqueza; entonces, su comercio
a ejercerse de manera potencial y natural (incluyéndose la banca y el crédito],
tiende a desarrollarse con desventajas en ambos sentidos; el qué tan lejos y
el con quién, son desde luego, factores primordiales en el comercio. En conse-
cuencia, la eficiencia de nuestra banca, resultado a su vez del tipo de sociedad
528 LóGICA, JUSTIFICACIÓN E HISTORIA DE LA BANCA

y de gobierno, también puede evaluarse, como la de cualquier otro país, a la


luz del comercio que ejerce de manera natural, así, es entendible que esta pro-
ximidad territorial y comercial, necesariamente histórica, haya propiciado una
banca tan flexible y rlgida como la obligaron y obligan a ser las caracterlsticas
de sus dos vecinos inmediatos,
El monopolio estatal de la banca (1982) 529

CUARTA
SECCiÓN

EL MONOPOLIO ESTATAL
DE LA BANCA (1982)

25 EL AMBIENTE POLlTICO-ECONOMICO EN 1982


La estatizaci6n de la banca privada puede entenderse como un acto político
dirigido a anular la acumulaci6n de poder de un sector -de la mayor relevancia-
que el gobierno consider6 que no había apoyado sus necesidades y decisiones.
Es decir, puede verse más como soluci6n que sanci6n; aquella consistia en po-
der dirigir dicho sector de acuerdo con las necesidades públícas. Sin embargo,
la problemática que se busc6 resolver de golpe no fue provocada por los intere-
sados (los banqueros, sus subordinados y sus comisarios administrativos), si-
no por la politica del propio gobierno, que si se compara con la de los paises
latinoamericanos de entonces, debe aceptarse que era, tal vez, la única que po-
dia haber implantado en la medida en que con pocas variaciones todos estable-
cieron la misma. No nos corresponde hacer la critica de la estatizaci6n bancaria,
pero para comprender la nueva organización, es necesario citar aun brevemen-
te los sucesos anteriores inmediatos. Antes, es conveniente hacer algunas pre-
cisiones de orden introductorio.
Podria decirse que en el periodo 1950·1980, nuestro plan de desarrollo fue
la sustituci6n de importaciones, el pleno empleo con inversi6n y financiamien-
to públicos y el endeudamiento a cubrirse con ingresos paraestatales y fisca-
les. Algunas de las consecuencias de ese sistema son, desarrollo industrial y
comercial, alto endeudamiento, pleno empleo y, desde luego, gran movimiento
de capital y, por tanto, de crédito. En su política de inversionista el gobierno
se endeud6 dentro y fuera, presupuestando como pago, los ingresos que la planta
industrial recién creada deberia revertir (el petr6leo fundamentalmente), un ries-
go era que los ingresos presupuestados fueran menores. Así, en el último se-
mestre de 1982, nuestro pais era el que tenia la deuda externa más alta. Sin
530 LÓGICA. JUSTIFICACiÓN E HISTORIA DE LA BANCA

embargo, los recursos captados, en efecto, propiciaron incrementar la planta


productiva, el empleo y, en consecuencia, el peso específico de la banca.
Merced a la actividad que tuvieron en el desarrollo de ese plan algunos ban-
cos ampliaron su poder decisorio en el capital accionario de varias empresas
de estas formas: (i) el crédito es un método frecuente de refacción monetaria
que permite a las empresas comprometerse al pago de obligaciones a futuro.
Para algunas el crédito no solo es necesario, sino indispensable, de forma que
la necesidad de guardar relaciones positivas con un banco es inaplazable. Pero,
por el alto interés de los años anteriores a la estatización para algunas (tal vez,
demasiadas), era más rentable que el banco no fuera su acreedor sino su socio.
Otra razón es (ii) la absorción de empresas como consecuencia de la ejecución
de un crédito que, por cualquier motivo, no se pudo pagar. Las empresas que
dieron en garantía parte de sus activos o, incluso, parte de su capital acciona-
rio, que no cumplían, debían aceptar el ingreso del banco acreedor como socio.
Pero el desarrollo conseguido en sólo tres años (197711980), como decimos,
no sustentado en recursos propios, sino en créditos cuyo pago se presupuestó
en ingresos futuros, se suspendió de forma súbita porque resultaron ser meno-
res en relación con las espectativas, con el supuesto adicional de que la cantidad
a pagar aumentó, porque los intereses de la deuda eran flotantes y, precisamen-
te, en esa época aumentaron como una medida internacional antinflacío-
naria. México, cuya deuda a corto y mediano plazo, era mayor que sus ingresos,
estuvo próximo a la suspención de pagos desde finales de 1981. Este fenó-
meno estuvo matizado por otro decisivo factor que puede desdoblarse en dos pre-
misas: (i) la moneda de cobro y pago internacional era el dólar americano, y (ii)
nuestro país está geográficamente inmediato al país origen de esa divisa que,
además era nuestro más importante acreedor y deudor. La relativa inexistencia
de casas de cambio, en esta época, implicó que los bancos fueran los agentes de
cambio por excelencia.
Por la política de sustitución de importaciones y pleno empleo con infla-
ción, y porque en ese momento existía una irrestricta libertad cambiaría, múl-
tiples bienes de consumo y capital se importaron durante esos tres años. Resultó
así, que el dólar se transformó en una cuasi materia prima, pues se convirtió
en un elemento indispensable para comprar cualquier cosa. Gran número de
los bienes que México producía a principios de 1982, tenían en su integración,
cuando menos un elemento de importación pagado en dólares, lo que motivó
otro problema: si bien el dólar era una cuasí materia prima, en realidad, no lo
era: era una divisa similar al peso. La inflación permitida (y aun propiciada co-
mo medida de pleno empleo) se tradujo en que el peso perdió proporción con
la inflación del país origen del dólar, y dado que el poder adquisitivo en térmi-
nos del dólar se disparó, por una parte, resultó que la devaluación del peso era
inminente y, por otra, que esa materia príma (el dólar), era demasiado barata
en relación, con cualquier otra cosa que se pudiera comprar como consumo o
inversión. La demanda del dólar aumentó de forma desproporcionada a las con-
El monopolio estatal de la banca(1982) 531

diciones normales, al grado que no solo existian cuentas de cheques en dólares.


sino que en algunos medios el dólar circulaba más que el peso.
En el primer bimestre de 1982, estas variables provocaron la necesidad ur-
gente de contraer el endeudamiento, la inversión pública y la venta indiscrimi-
nada de divisas; pero no eran, en sí mismas, razones suficientes para expropiar.
Es advertible que inmediatamente a la estatización se consiguieron efectos po-
Iiticos que no corresponde analizar a este autor, pero que en su opinión, no fue-
ron directamente congruentes con una estatización masiva de este género, que
en general, obedece a planeaciones globales o incluso a ofertas o puntos pro-
gramáticos de partidos políticos: es evidente que se trató de un acto desespe-
rado que además tuvo el mal tino de rayar en la ofensa, en un pals en el que
las formas tienen una importancia bien singular. No obstante, cualquiera que
sea el juicio de valor y cualesquiera las causas inmediatas y sectoriales de la
estatización, permitió un tipo de reordenamiento que en ese momento era in-
dispensable. a pesar de las importantes consecuencias a mediano plazo. como
la recesión económica y la fuga de divisas, que fueron crónicas hasta 1990.
A titulo de ilustración, a continuación se citan algunos sucesos previos a
la estatización
• 6n febrero de 1982, Banxico se retira del forzado control de cambios e. in-
mediatamente, el dólar se dispara de la paridad de 27 que tenia, a 35 en
los primeros días y a 47 en poco tiempo
• El2 de agosto se autorizan aumentos desorbitados en el precio de pan, tor-
tillas, gasolina, diesel, gas y electricidad, por la necesidad de retirar subsi-
dios. Crece la expectativa de inflación y para proteger su ahorro muchos
cambían pesos por dólares acelerando la salida de divisas
• El 5 de agosto se devalúa la moneda por segunda vez: se establece una pa-
ridad preferencial que se utiliza para importaciones esenciales y algunos
pagos al exterior
• El12 de agosto se crea, con apoyo en el art 80 de la LM, el llamado mexdó-
ÚLr: depósito de dólares en bancos mexicanos. Se obliga su conversión a 69.50
por dólar y se prohíbe su conversión real. Así, se entra de golpe a un sistema
de tres tipos de cambio: preferencial (50.00), mexdólar (69.50) y paridad li-
bre con funcionalidad en la oferta y la demanda. Pero, finalmente, el 13 de
agosto se cierra el mercado de cambios y se inicia el mercado paralelo (ne-
gro) de compra de divisas
• La banca internacional duda ante los acontecimientos y decide cobrar los
pagos vencidos, que ascendían a 10 mil millones de dólares, en vez de rene-
gociarlos
• Todo esto ocurrió en menos de ocho días
• Se negocia un crédito con el FMI y el Banco Mundial, a fin de hacer frente
a compromisos de plazo inmediato ya vencidos o por vencerse. El conjun-
to de los acreedores internacionales concede 90 días, desde ellO de agosto;
y con carácter de medio de recuperación a corto plazo se suspende el cobro
532 LÓGICA, JUSTIFICACIÓN E HISTORIA DE LA BANCA

de capital y se continúa el cobro de intereses. De cierta forma, ese momen-


to puede ponderarse como una moratoria
• Estados Unidos de América adelantó mil millones de dólares a cuenta de
compra de petróleo para reservas estratégicas y autorizó un crédito de mil
millones de dólares atados a la compra de granos y otros alimentos. Asi-
mismo, interviene ante la banca europea en una negociación de diez días
adicionales. La mitad de un crédito de 1850 millones de dólares que otor-
garon bancos centrales de Europa, finalmente se autoriza en Basílea
• Como medida esencial México acepta iniciar pláticas con el FMI que, en
principio, darían origen a un convenio que redondearla las finanzas nacio-
nales y darla por concluido el plan trienal de sustitución de importaciones,
pleno empleo y desarrollo con inflación que, aparentemente, era el origen
de la crisis
• Ante la insostenible crisis en su último informe de gobierno en septiembre
de 1982, el presidente hizo pública la decisión ejecutiva de expropiar la banca
privada, promulgando el decreto que enseguida se estudia. Las azarosas
condiciones de este momento, se pueden ilustrar en el texto mismo del de-
creto expropiatorio, en el que se culpó a los banqueros como forma, tal vez,
de justificar la importancia de la decisión (por ejemplo, el considerando 60
señala que: "con objeto de que el pueblo de México, que con su dinero y
bienes que ha entregado para su administración o guarda a los bancos, ha
generado la estructura económica que actualmente tienen éstos, no sufra
afectación y pueda continuar recibiendo este importante servicio público
y con la finalidad de que no se vean disminuidos en los más minimo sus
derechos, se ha tomado la decisión de expropiar. . . "]. Se inició el monopo-
lio del servicio público de la banca y el crédito, el cual terminó en junio de
1990.

26 DECRETOS EXPROPIATORIOS
lEstatización o nacionalización?
Los días 1 y 2 de septiembre de 1982, se publicó en elD o elDecreto que estable-
ce la Nacionalización de la Banca Privada. Toda vez que los conceptos astatíza-
ción, mexicanización y nacionalización se han utilizado de manera similar, es
conveniente definir un criterio único para poder desarrol1ar el tema enunciado
en este numeral.
La expropiación es un acto de pleno imperio, de autoridad soberana, ante
el cual no hay negociación, por lo que la única voluntad que participa es la del
pueblo, a través de sus órganos de representación. La compraventa (por ejem-
plo, la que hace el gobierno de una empresa propiedad de particulares) es un
acto de naturaleza y características privadas, en el que participan dos volunta-
des, aun la del Estado, con la misma intensidad. Por su parte, la nacionaliza-
El monopolio estatal de la banca (1982) 533

ción es un acto en virtud del cual un sector económico, un sector geográfico


o una empresa, pasa a ser por disposición de ley, con carácter excluyente de
los nacionales, es decir, de los mexicanos, por lo que, en este sentido, nacionali-
zación y mexicanización si son sinónimos. La Estatizacion es un acto de Esta-
do, por el cual, un sector o una empresa pasan a ser exclusivamente del Estado,
cualquiera que sea la vla seleccionada (una expropiación, una compraventa o
una disposición de ley).
Por tanto, la expropiación, la compraventa o la disposición de ley son tres
formas con las cuales las cosas cambian, son los medios; y la nacionalización
o la estatización son su consecuencia. El caso de la banca, en 1982, se ubica
en el primero de los medios (expropiación) y en la segunda de las consecuencias
(estatízación], ya que por una parte, el acto de cambio fue de imperio y, por
tanto, unilateral; y por otra, porque desde la modificación del art 50 de la Ley
de 41, en 1965 la banca ya estaba nacionalizada, pues se convirtió en un nego-
cio exclusivo de los mexicanos, y en 1982 dejó de ser de los mexicanos para
convertirse en exclusiva del Estado. El término nacionalización de la banca pri-
vada está mal empleado, porque la que se realizó fue la estatizacion, por medio
de la expropiación de una banca que ya estaba nacionalizada.

Constitucionalidad del decreto expropiatorio


El decreto expropiatorio de septiembre de 1982, con siete arts, dos transito-
rios y once considerandos, como ya dijimos, generó un antes y un después en
el sistema bancario de nuestro pros. Fue fuertemente criticado por diferentes
foros y doctrinas, debido a la deficiente estructura constitucional que, sin em-
bargo, no fue suficiente para suponer que las cosas pudieran volver a su esta-
do anterior; de cierta forma las cosas se modificaron en 1990, pero no por motivo
de la falta de constitucionalidad en el decreto. Algunos de los puntos más criti-
cados fueron los signientes.
Utilidad pública Aunque la expropiación se realizó con base en este factor (se-
ñala el art lo "por causa de utilidad pública se expropian en favor de la na-
ción. . . '), la utilidad nunca se probó. La Ley de Expropiación (art lo, 1) en la
cual se fundamenta el decreto, señala que: "se considera de utilidad pública
el establecimiento, explotación o conservación de un servicio público ", pero has-
ta ese momento la banca y el crédito no eran, nominalmente (núm 7), un servi-
cio público, sino que fue el decreto el que los convirtió en eso con el interés,
claro, de justificar la expropiación; servicio, el cual, hasta entonces, habla sido
un servicio privado sujeto a concesión. Tal vez de ahí el prurito de calificar re-
dundantemente a aquella Ley precisamente como del Servicio Público de Ban-
ca y Crédito, de forma que, en esa medida (con una denominación marcadamente
funcional), se justificaba la técnica administrativa y constitucional de la ex-
propiación. Como sea, en el juicio de garantías no se poclrla haber probado la
utilidad pública, tanto más si el servicio se siguió prestando, después de la ex-
534 LÓGICA. JUSTIFICACIÓN E HISTORIA DE LA BANCA

propíación, de manera similar a como se habia venido prestando por los parti-
culares.
Facultades ejecutivas excesivas A partir del decreto expropiatorio, el Servi-
cio Público de Banca y Crédito se convirtió en un monopolio de Estado, lo que
implicaba la necesidad de haber enmendado, antes del decreto, el art 28 consti-
tucional, por ser éste el que organiza los monopolios de nuestro sistema y en
el que no se contemplaba, en esa fecha, el monopolio de la banca. Modificación
que, desde luego, no puede arrogarse el Ejecutivo por ser una facultad exclusi-
va del Congreso, y que tampoco podía haber ordenado si la Constitución no
prevía la hipótesis que el decreto actualizó. Probablemente, la más recalcitran-
te de las críticas consistió, en que un solo hombre decidió cosas trascendentales.
Como sea, el decreto no podía crear un monopolio de Estado sin una previa
modificación constitucional que, necesariamente, implicaba a su vez su previa dis-
cusión en la Cámara, por quienes representan los intereses de todos, lo que si
se hizo, pero después del decreto; rectificación a posteriori que no disminuía la
inconstitucionalidad del decreto en la fecha que se publicó.
Las personas son inexpropiables Los arts lo y 60 del Decreto establecían
que "... las instituciones fueron expropiadas. . . "y que "... se tomará posesión
inmediata de las instituciones de crédito expropiadas. . . ", Es decir, el Decreto
"expropió personas morales" lo que, desde el punto de vista de la teoria gene-
ral del derecho, es imposible; no se pueden expropiar personas, sino solo su pa-
trimonio, sean en el caso concreto, las acciones de los socios del banco, o bien
los activos propiedad del mismo, pero no el banco persona moral. Defecto de
legalidad evidente, producto, tal vez, del apremio en la redacción.
Expropiación de dinero en efectivo En su arts lo y 30 el decreto estableció
que se expropian ".. . los valores, inversiones, acciones o participaciones. . . ",
es decir, se expropió dinero o títulos representativos de éste, para ser pagados
ulteriormente, mediante indemnización constitucional. precisamente, una vez
más, con dinero. Es decir, se expropió dinero para indemnizarse con dinero, lo
cual es insensato, por impropio desde el punto de vista de la técnica de la ex-
propiación: retirar, confiscar o privar la posesión de dinero es, en el mejor de
los casos, un préstamo o un comodato, pero no una expropiación; hubiera sido
preferible, simplemente, no mencionar esos conceptos. Deficiencia que se pro-
dujo también, tal vez, a causa de la prisa con que se actuaba.
Privación de representantes. El art 30 del decreto establece la inmediata susti-
tución de los órganos de administración y directivos de los bancos, por aque-
llos que señaló la propia administración central. Es decir, se privó
intempestivamente a una persona moral de sus representantes legales, lo que
sólo corresponde, desde un punto de vista elemental del derecho societario, a
los socios. Tal vez, ese dispositivo sea la manifestación animosa de un rechazo
a todo lo anterior, al paso que se olvidó, por ejemplo, el expediente fundamen-
tal de la rendición de cuentas y la protesta del cargo, privándose una vez más
El monopolio estatal de la banca (1982) 535

a los particulares de un derecho individual. No es legal que intempestivamente


se prive a una persona moral de sus representantes, a pesar de que sus bienes
y s610 éstos se hayan expropiado, porque la Constitución (art 27, VI) establece
que el ejercicio de las acciones que corresponden a la Nación, por una expropia-
cíón, deben hacerse efectivas por el procedimiento judicial correspondiente, pero
el decreto orden6 la inmediata remoci6n y sustituci6n sin el proceso citado.
Falta de especificidad de la forma de la indemnización La Constitución (art
27, párr 20) establece que la expropiaci6n debe ser pagada, y en defecto, debe
establecerse el término y la forma en que habrá de pagarse. El decreto no esta-
bleci6 ni el uno ni la otra y, desde luego, la indemnizaci6n no se pagó en fun-
ci6n del decreto. Como vimos en otra parte (t 11, la indemnizaci6n se verificó
con el canje, por BONDIS, de las acciones de los bancos expropiados, cuya me-
cánica bursátil y montos, efectivamente fueron altos y eficientes, pero el de-
creto, en él mismo no guardó la regla constitucional.
Falta de refrendo El decreto s610 fue refrendado por el secretario de Gober-
nación, no obstante que debió haberlo sido (art 92 constitucional) por los secre-
tarios del ramo, en nuestra opinión, la SHCP y la SPP.
Falta de igualdad El Decreto excluyó, expresamente, de la expropiaci6n al
Citibank, el Banco Obrero y otras instituciones que más abajo se citan, sin ra-
zones legales de cualquier tipo, desacatándose así el principio de igualdad ante
la Ley que consagra el art 13 de la Constitución.
Se observa que estas y otras violaciones a principios constitucionales po-
dían haber sido canceladas desde el origen, si el decreto expropiatorio hubiera
sido redactado con respeto y acatamiento de ciertas reglas de la técnica consti-
tucional. Es decir, no es tan criticable la estatizaci6n en sí misma, como el de-
creto expropiatorio y los considerandos ejecutivos en los que se fundó (forma). En
efecto, estas violaciones, más O menos flagrantes, fueron demandas en juicio
de garantías por los socios de los bancos privados, pero la maquinaria de emer-
gencia instaurada por la administración pública recién entrante aunada, prin-
cipalmente a las jugosas indemnizaciones que el gobierno federal pag6 a los par-
ticulares mediante el canje de BONDIS (t 1)unos meses después (jugosidad que
se actualiz6 en el mercado secundario), evitó ciertamente que el sistema banca-
rio perdiera rumbo y control, Los juicios de amparo fueron sobreseídos, y la nueva
administración sostuvo el control, y dirigi6 las labores bancarias, de
manera impecable.

Formas bancarias que continuaron después de la estatización


El propio decreto expropiatorio estableci6 (art 50) que ciertos bancos continua-
rían operando con las mismas bases legales anteriores a él, por razones que te-
nían que ver directamente con los objetivos de cada una de ellas, por la
trascendencia politica potencial y por la inutilidad aparente de someterlas al
536 LóGICA. JUSTIFICACiÓN E HISTORIA DE LA BANCA

nuevo estado de cosas. Es el caso del banco estadounidense Citibank, las ofici-
nas representativas de entidades financieras del exterior, las sucursales de ban-
cos extranjeros de primer orden, el Banco Obrero, S A Yel Banco Nacional del
Ejército y la Armada. Como decimos, éstas pueden considerarse un grupo fí-
nanciero autónomo, en virtud de que continuaron operando hasta 1990, de acuer-
do con su régimen legal original, e implicaron que en el decreto, fuera imposible
cumplir la garantia de igualdad ante la Ley, que es fuertemente protegida por
nuestros tribunales federales.

27 LA LEY BANCARIA EN EL PERIODO 1983/1990


Régimen provisional de transición 1983/1985
Como ya vimos (núm 22), el 31 de diciembre de 1982 se publicó la primera
LRSPBC, cuya entrada en vigor, en enero de 1983, derogó parcialmente la LGI-
COA de 1941. Debido a la intempestividad del cambio, por una parte, no era
posible sustentar la modificación total del sistema en una ley elaborada en un
plazo tan demasiado corto; y por otra, a pesar del cambio era necesario, por
lo mismo, seguir utilizando algunas de las instituciones legales en las que ha-
bia funcionado el sistema bancario, con suficiente eficiencia por más de 40 años.
Así, esta primera LRSPBC sólo derogó el articulado de la LGICOA que resul-
taba incompatible con las nuevas condiciones y siguió vigente el articulado que
regulaba a los contratos, los titulas y los servicios.
De sus seis titulas se derogaron el 111 y gran parte del 11 que regulaban,
respectivamente, a los diferentes tipos de bancos especializados, porque éstos
desaparecieron del sistema; a las organizaciones auxiliares del crédito, en ra-
zón de que pasarian a ser reguladas por otra Ley, la LGOAAC. Por su parte,
quedaron vigentes el I, gran parte del 11,el IV, el V y el VI, que atendian, bási-
camente, las operaciones bancarias, la vigilancia de la CNB, la contabilidad y
las disposiciones generales comunes. En consecuencia, la LRSPBC se convír-
tió en una ley de transición que seria el sustento de la actividad bancaria, jun-
to con los titulas de la Ley de 1941 que no se derogaron, de enero de 1983 a
enero de 1985. A esta derogación parcial, deben sumarse las derogaciones de
todo el material legislativo que, similarmente resultaba incompatible con el nue-
vo estado de cosas, como la LOBANXICO, las nuevas facultades de la SHCP,
la emisión de las llamadas "Leyes Marco" de las bancas de desarrollo y otras
que también se elaboraron en forma vertiginosa. Era evidente que transcurri-
do algún tiempo habria de publicarse otra nueva ley definitiva.
Este frecuente hacer derogatorio, total y parcial, provocó problemas de ca-
lificación en el foro y la judicatura; el ritmo no fue para menos. Desde la LG1-
COA de 1941, a enero de 1983, la banca funcionó de acuerdo con ciertas leyes.
Desde la primera LRSPBC de enero de 1983, a la segunda en enero de 1985,
funcionó de acuerdo con los otros lineamientos, pero también, en parte de acuer-
El monopolio estatal de la banca (1982) 537

do con la antigua LGICOA. Desde la segunda LRSPBC hasta julio de 1990,


funcionó de acuerdo con un derecho administrativo totalmente diferente a los
dos anteriores, aunque soportado en reglas de supletoriedad en las que no se
incluye laLGICOA, sino otras leyes viejas de orientación privada. Por último,
a partir de julio de 1990, el sistema trabajó en función de otro régimen.
Habiendo cambiado la banca y obedecido a diferentes órdenes legales, en
tan poco tiempo, es fácil concluir que se vio sometida a fuertes tensiones de
normatividad y, tal vez, se le exigió demasiado. Pero hay más, a partir de la
LRSPBC de 1983 los bancos se convirtieron en entidades paraestatales y, en
mayo de 1986, se creó otra nueva Ley (la LFEP), con la que, si bien se pudo
pensar que las cosas volverían a cambiar, como veremos eso ya no sucedió.
En efecto, este vértigo legislativo aunado a la cascada de oficios y circula-
res del Poder Ejecutivo, y sumados a la singular fenomenologia de una crisis
que se irradió, a partir de 1982, de manera necesaria provocaron una sobrecar-
ga de trabajo en tribunales, que experimentaron una imperiosa necesidad de
leyes sólidas, estáticas, ponderables y seguras que, sin embargo, enfrentaron
el análisis de los diferentes sistemas en comento. Múltiples juicios iniciados
en el lapso anterior a 1983 y en el comprendido entre enero de 1983 y enero
de 1985, continúan y serán resueltos por la Corte en aplicación, precisamente,
de las leyes comentadas. La secuencia derogatoria fue la siguiente
• La antigua LGICOA de 1941 derogó, en su art 11 transitorio, la corres-
pondiente Ley de 1932
• La misma LGICOA declaró al derecho civil, en su art 10 transitorio, ina-
plicable a la materia bancaria. Su texto era el siguiente: "La presente Ley
entrará en vigor en toda la República el2 de junio de 1941, sin que sea apli-
cable, por lo tanto, lo dispuesto por el Código Civil". Se estima que sólo
el litigante y el banquero involucrados directamente en la contratación, pue-
den apreciar la trascendencia de este dispositivo
• La primera LRSPBC de 1983 derogó, parcialmente, la LGICOA de 1941.
Su art 30 transitorio establecia, que serian aplicables a las nuevas SNC
los titulos 1, 11 (de éste sólo los caps 6 y 7), IV y V de la antiguaLGICOA.
Estos cuatro titulos, de los cinco que tenia, regulaban la totalidad de los
contratos, operaciones y servicios que estuvieron vigentes antes del gran
cambio, y que de esta manera lo siguieron estando. Sólo quedaron deroga-
das las disposiciones relativas a la organización de los diferentes tipos de
bancos (depósito, ahorro, fideicomiso, etc), el otorgamiento y seguimiento
de concesiones (desaparecidas por la estatización de la banca) y las organi-
zaciones auxiliares, que también continuaron porque el art 40 transitorio
de la Ley de 1983 las envió a su nueva LGOAAC
• No obstante, que el art 10 transitorio de la LGICOA de 1941, no fue con-
siderado expresamente por la Ley del 83, pensamos que por haber seguido vi-
gentes las reglas aplicables a los contratos y las operaciones continuó
vigente con ellas. Es decir, durante el régimen temporal de 1983 a 1985,
538 LÓGICA, JUSTIFICACiÓN E HISTORIA DE LA BANCA

en nuestra opinión, el derecho civil no era, como desde 1941, aplicable a


la banca
• Con la publicación de la segunda y última LRSPBC, en enero de 1985, tan-
to la primera Ley de 1983 como la antigua de 1941 y su art lo transitorio,
inclusive, quedaron derogadas, al igual que todas las que directa o indirec-
tamente se opusieran a ella; y el derecho civil, después de 45 años, volvió
a ser aplicable al bancario
• En mayo de 1986, se publicó la LFEP. Su exposición de motivos Ipág 13)
canceló la duda en torno a si habria de regular a las nuevas SNC, en tanto
que sociedades mercantiles paraestatales. Motivos que son retomados, efec-
tivamente, por los arts 20 y 40 de esa LFEP.
Algunas de las consecuencias más visibles de este periodo de transición (de un
sistema privado y puramente capitalista a otro burocrático y de estrecho con-
trol paraestatal) son las siguientes.
A la ocasión de un negocio procesal, en virtud de la derogación, del ya men-
cionado art lo transitorio de la Ley del 41, se enfrentaba una gran dificultad
en lo referido a la selección de la via. Por ejemplo, tuvimos noticia de que en
el mismo tribunal se ventilaron dos juicios hipotecarios generados por el in-
cumplimiento de un crédito refaccionario, el uno por la via civil y el otro por
la mercantil.
La particular naturaleza de las SNC como entidades paraestatales ejecu-
toras de un monopolio estatal, pero al mismo tiempo, agentes del comercio y
la especulación, pudo suscitar dudas en torno a la posibilidad de intentar el
juicio de amparo en contra de sus actos; situación que ya fue sentenciada, en
sentido favorable para el caso del Banxico y negativamente en el caso de las
bancas múltiples.
En los títulos -de naturaleza ejecutiva- y los contratos a los que la pro-
pia LRSPBC calificaba como ejecutivos (arts 11, 31, 42, 46, 52, 55, etc), la Ley
del 83 establecía como ley supletoria, especifica y exclusivamente, a la LGTOe.
Es conocido que (t 1) esta Ley organiza (arts 150, 154, 167, etc) todo un siste-
ma de ejecución y cobranza para el caso de impago. Es decir, la Ley del 83 no
continuó, como la generalidad de las leyes paraestatales, con el art 40 CFPC,
según el cual el gobierno no litiga con garantia, no permite embargo a priori,
ni aun en el caso del ejecutivo, en virtud del expediente insalvable de que un
particular no puede embargar al Estado, y los bancos no eran del Estado, sino
eran el Estado por disposición del art 28 constitucional. Como estaba redacta-
do el texto de la LRSPBC permitía, sin duda, el despacho del embargo en el
patrimonio de las SNC, tanto más si, explicitamente, excluyó de su supletorie-
dad al CFPC. Pero en la práctica, esa posibilidad es remota por las razones de
privilegio expuestas en otra parte (t 11.
Finalmente, debemos volver a subrayar la dificultad que en ese lapso en-
frentaba el litigante en la selección de la ley subsidiaria, por la imposibilidad
de definirse a priori sino solo caso por caso. Dentro de los triunfos de la LRSPBC
El monopolio estatal de la banca (1982) 539

por supuesto no estaba comprendido su régimen de supletoriedad, al que re-


gresaremos (núm 39l.

Naturaleza administrativa del régimen en el periodo 1985/1990


Como ya vimos (núm 22l, en enero de 1985, se publicó la segunda LRSPBC.
En esa fecha constaba de 112 arts; en las modificaciones de 1989, se derogó
el art 111 y se injertó el art 37 bis y continuaron siendo, en total, 112.
Estaba distribuida en seis títulos: ocho estaban destinados a la definición
del servicio público de banca y crédito en su nueva acepción estatal; 41 a la
organización, funcionamiento y naturaleza de las nuevas SNC; once al régimen
de sanciones; cuatro al establecimiento de las reglas que habrían de seguir los
usuarios en sus reclamaciones contra las SNC; 16 arts a la organización de la
CNB; y sólo 28 arts (la quinta parte de la normatividad de la Ley) estaban des-
tinados a regular las actividades pasivas, activas y de servicios. Es decir, esa
Ley, cuyo articulado estaba en cuatro quintas partes destinado a regular las
bases estructurales de las instituciones encargadas de ejercer la banca tradi-
cional, en tanto que instituciones estatales, y sólo la quinta parte a la organi-
zación sustantiva y material de todo el tan delicado y técnico conjunto de las
contrataciones, no puede considerarse, ni de acuerdo a criterios conservadores
ni vanguardistas del derecho privado, una ley mercantil. Estaba localizada en
el marco teórico del derecho administrativo.
Esta situación (el desplazamiento del derecho mercantil por el administra-
tivo) suscitaba algunas interrogantes: ¿con la publicación de esa Ley, el banca-
rio se convirtió en un derecho público, ya lo era de por si, O siguió siendo privado?
¿Esta Ley, de clara orientación pública, tan solo omitió, deliberadamente, re-
glamentar el material que en conjunto se conoce como derecho bancario (de ma-
nera fundamental en cuanto a los contratos y a los títulos de crédito bancarios
se refiere) y el bancario propiamente dicho, que donde quiera que esté regla-
mentado, permanece siendo una institución sostenida en la voluntad de las par-
tes? ¿O sucede que esa Ley no era bancaria, sino administrativa, porque acusaba
la vocación principal de dotar a la administración pública del sustento buro-
crático necesario para el desarrollo del estado de cosas creado en 1982, y de
forma subsidiaria la vocación de dotar al derecho de contratos de las reglas
mínimas para que se operaran de manera compatible a dicho estado?
Estas preguntas no pretenden evocar la añeja y bien superada diferencia
entre derecho público y privado (t I), sino centrar la disyuntiva en si los con-
tratos y los títulos bancarios están más cerca de la doctrina mercantil iniciada
en México por el Código de 1898, e incluso siguen siendo gobernados por él
O por las leyes que de él se desprendieron, o si por el contrario, están organiza-
dos por leyes y derechos diferentes, probablemente públicos y por consecuen-
cia de imperio, yergo homnes, con todos los cambios de interpretación que esto
540 LóGICA, JUSTIFlCACJÓN E HISTORIA DE LA BANCA

supondría en la manera en que se celebraron y resolvieron tales actos durante


casi 100 años,
Si atendemos exclusivamente al enorme impacto de la expropiación, a la
modificación del art 28 de la Constitución y a la publicación de un cuerpo legal
como el de 1985, la respuesta sería, desde luego, que el bancario es un derecho
eminentemente público o estatal. Pero si centramos nuestra atención tanto en
que la ley no crea títulos o contratos novedosos, cuanto de la forma en que con-
templa a aquellos de los que sí habla, que consiste en apoyarse en ellos como
ya existentes y no en crearlos; y además, se reconoce que en todo caso "so-
brentiende el fondo y forma de los documentos que utiliza en sus hipótesis",
y luego acepta su preexistencia y funcionamiento, podríamos concluir que tao
les contratos y títulos fueron respetados, en su origen, operación y utilidad prác-
tica, tal como están concebidos en las leyes que, en efecto, los crearon, de matriz
puramente mercantil y no administrativa y parte integrante del género que se
inicia en el Código de 1898, cual es el caso, primordial, de laLGTOC. Tesis que,
en nuestra opinión, es igualmente aplicable a la vigente LIC.
En efecto, el cheque, el pagaré, la prenda, el fideicomiso, la apertura de
crédito, las obligaciones, etc, eran tipos sobrentendidos en la Ley del 85. En
la mayoría de los casos tan solo los enunciaba como expedientes utilizables por
los bancos y acto segundo, señalaba que en todo lo relacionado con ellos se apli·
caría una ley supletoria, por lo general, la LGTOC (arts 11, 39, 50, 51, 53, 58
y otros). He aquí porque una ley trascendental en la materia dedicó únicamen-
te una quinta parte de sus arts a los contratos y a los títulos: éstos están orga-
nizados en otras leyes, y la del 85 utilizó su probada perfección, o bien, de modo
tácito, reconoció su naturaleza burocrática, o ambas cosas. Sin embargo, la ne-
cesidad imperiosa que tenía esta Ley, de contar con un sólido régimen supleto-
rio para seguir el desahogo de títulos y contratos que de forma simple fueron
enunciados, pero no organizados, desafortunadamente se resolvió en el senti-
do de señalar distintas supletoriedades, según el tipo de título, contrato o ser-
vicio, haciéndolos en algunos casos contradictorios, de manera tal que se debía
haber esperado a las posturas de la SCJ para haber conocido la definición de
prioridad (núm 39).
Luego, se comprende que este periodo se haya distinguido, entre otras ra-
zones, por las dificultades de interpretación tanto en la falta de especificidad
de las reglas supletorias de los nuevos cuerpos legales como por la falta de cla-
ridad en tomo a si el derecho civil sustantivo, pero principalmente procesal,
debía aplicarse a los negocios bancarios o si siguiendo el críterio de la Ley del
41, no debía ser así. Al entrar en vigor la Ley de 1985, esta pregunta se contes-
tó, en el sentido de que el civil sí era aplicable al bancario, lo cual a nuestro
entender, fue un error que quienes están cerca de la judícatura resintieron más
que otros, porque las diferencias entre el juicio civil y el mercantil son muy
importantes, y el art 56 LRSPBC prevenía la posibilidad de que las SNC inten-
taran cualquiera de los dos. Por otra parte, el régimen de supletoriedad del ban-
El monopolio estatal de la banca (1982) 541

cario se convirtió en vasto y complejo y en ocasiones contradictorio. por el


mismo motivo (núm 39). Debe subrayarse que en los contratos y otros puntos
de contacto con el público. la Ley que se señaló como supletoria por excelencia
fue la LGTOe.
542 LÓGICA, JUSTIFICACIÓN E HISTüRJA DE LA BANCA

QUINTA
SECCiÓN

REPRIVATIZACiÓN DE LA BANCA
COMERCIAL (1990)

28 EL AMBIENTE ECONÓMICO Y FINANCIERO


Las circunstancias que prevalecían en el periodo anterior a la reprivatizaci6n
constitucional de la banca comercial no eran propicias para haberla realizado,
pero la política gubernamental las hizo. El sistema de sustitución de importa-
ciones y de pleno empleo con inflación (núm 25) que se adoptó a principios de
la segunda mitad de siglo, se siguió puntualmente hasta que se agotó en 1981,
provocando una severa crisis que perduró una década. Vimos también (núm
22), que el régimen que se extiende de 1982 a 1988, estuvo abocado a atenuar
los efectos de esa crisis y a reordenar la metodología general de las formas de
gobierno al paso que, en efecto, como máxima prioridad, consiguió disminuir
los catastróficos indices de la deuda pública y, de manera principal de la in-
flación.
A pesar del éxito de ese periodo de transición, se evidenció que en las con-
diciones económicas internas y externas de finales de los ochenta, ni el sistema
de desarrollo que estuvo vigente dos décadas ni el sexenal inmediato anterior,
serían operantes; por tanto, como manera de proporcionar al sistema una con-
tinuidad de desarrollo que se estaba perdiendo, el gobierno entrante adoptó
una gran cantidad de medidas cuyo análisis supera sobradamente el espíritu
de este libro, sin embargo, dos de ellas se deben mencionar porque produjeron
un impacto directo en la creación de las condiciones propicias para la reprivati-
zación. Las cuales a continuación estudiamos.
Por una parte, la economía y los mercados tanto públicos como privados
ya no podían seguir sobreprotegidos porque eso implicaba, por un lado, que
estuvieran cerrados al ingreso de otras formas más adelantadas de producción
y circulación; y por otro, que disminuyeran su calidad por carecer de compe-
La reprivatización de la banca comercial (1990) 543

tencia. En consecuencia, la competitividad comercial del país en su conjunto


era muy baja, respecto a otros países con una economía de tamaño similar a
la nuestra. En tales condiciones, parecía apremiante que los mercados nacio-
nales se integraran a los mercados mundiales, pero la legislación interna esta-
ba diseñada precisamente para que esa integración no se diera, cuando menos
no de una forma clara y creíble.
Por otra parte, los gobiernos federal y estatales ya no podían seguir sien-
do propietarios de la gran cantidad de empresas importantes o no para el Es-
tado, las cuales habian adquirido en un lapso tan corto, como es los treinta años
anteriores, porque el servicio de esa tenencia implicaba una gran distracción
de recursos humanos, de capital monetario y de capital no monetario, en rela-
ción con otras actividades típicas de la administración pública que careclan de
esos mismos recursos. Sin embargo, la enajenación de buena parte de esas em-
presas enfrentaba un doble obstáculo: por un lado, el endémico soporte finan-
ciero con el que trabaj aron durante el mencionado periodo de crisis, significó
que algunas no fueran atractivas; y por otro, algunos de los capitales privados que
las podían adquirir estaban fuera del país y era necesario generar el ambiente
propicio para su regreso, que además, coadyuvaria a crear el ambiente idóneo
para atraer capitales extranjeros.
Una medida obligada en ese entorno mundial era justamente la modifica-
ción de la legislación en dos sentidos fundamentales: (i) aligerar el peso especi-
fico de la carga de trámite en el desarrollo de los negocios, y (ii) permitir un
acceso más fácil, tanto a la inversión extranjera en la economía interna como
a la inversión mexicana privada, en sectores que tenia vedados por razones que
se volvieron extralógicas. Algunos excelentes resultados de este trabajo de mo-
dernización legal fueron, el reglamento de la Ley de Inversiones Extranjeras,
la eliminación sistemática de permisos de importación, la reducción del costo
arancelario, la desaparición de las concesiones de autotransporte, etc, y, como
veremos, las modificaciones de diciembre de 1989 a la LRSPBC.
Otra medida también necesaria era la optimización de los recursos del go-
bierno. En ese sentido, el interés principal era disminuir su gasto de una mane-
ra inversamente proporcional al aumento de su ingreso; en efecto, lo consiguió
mediante una rigurosa eficiencia en la recaudación tributaria y la venta masi-
va de empresas que, a la luz de la teoría de la hacienda pública, no se justifica-
ba, de manera convincente, que las empresas estuvieran en manos del gobierno.
Primeramente, las modificaciones a la LRSPBC en 1989, después la en-
mienda constitucional en mayo de 1990 y por último, la promulgación de la LIC
en julio del mismo año, se localizan de manera clara en la fenomenologia de
politica económica que se acaba de sintetizar. El lector las puede entender co-
mo una evidente actualización de la normatividad bancaria, un control inme-
diato y bien sustentado de la actividad financiera por parte de las autoridades
bancarias y un importante ingreso de recursos por la venta de bancos de cual-
quier tamaño, que tenderán a eficientarse mediante la existencia y protección
544 LÓGICA. JUSTIFICACIÓN E mSTORlA DE LA BANCA

de una competencia potencialmente efectiva. En los siguientes numerales de


este cap, haremos un repaso breve del contenido tanto de la enmienda consti-
tucional como de la vigente LIC, no sin antes relacionar las modificaciones de
la LRSPBC con los eventos que en el verano de 1990, materializaron la llama-
da reprivatización de la banca comercial.

29 MODIFICACIONES A LA LRSPBC DE DICIEMBRE 1989.


QUE RETOMO LA L/C

Trascendencia de las reformas de diciembre de 1989


Como ya vimos (núm 23), el 27 de diciembre de 1989, apenas cinco meses antes
de la reprivatización constitucional, se publicó un decreto de reformas a la
LRSPBC que por sí solo, de no haberse publicado la LIC, podría haberse consi-
derado una modificación diametral. La LRSPBC, con estas modificaciones, só-
lo estuvo en vigor seis meses y días, pues con la publicación de la LIC, el 17
de julio del año siguiente, desapareció del parque legal.
Las modificaciones estaban integradas en el movimiento de optimización
del servicio paraestatal y de apertura internacional de todo género, que el Eje-
cutivo acometió con desregulaciones y simplificaciones diversas; reformas que
eran ponderables desde un año antes, pues fueron previstas en el libro quinto
del Plan Nacional de Desarrollo (Acuerdo Nacional para la Recuperación Eco-
nómica con Estabilidad de Precios) y concretamente en los siguientes caps y
subcaps
• Subcap 5.1.3. Políticas monetaria, financiera y crediticia
• Cap 5.2. Ampliación de la disponibilidad de recursos para la inversión pro-
ductiva
• Subcap 5.3.9. Modernización de la empresa pública.
Por la precisión con que se desahogaron esas medidas, se podian haber ponde-
rado como puntos programáticos desde que se ofrecieron al público elector (por
ejemplo, 3er párr de la iniciativa) por lo que, en nuestra opinión, eran refor-
mas, aunque de la mayor importancia, poco sorpresivas, pues eran parte de
un plan de gobierno claro, preciso y previamente ofrecido. El autor considera
que las reformas de diciembre de 1989 a la desaparecida LRSPBC adecuaron
el sistema financiero a las necesidades planteadas en el Plan Nacional de Desa-
rrollo, en toda la extensión y posibilidad que permitió el texto de 1985; dichas
reformas pueden considerarse el ejemplo de un esfuerzo exitoso de adecuación
de una ley a necesidades, traspoladas de manera virtual, a las que regían en
el momento de su promulgación (cinco años antes).
Las reformas afectaron 47 arts del texto de la LRSPB del 85, crearon uno
nuevo (37 bis), derogaron otro (106) y modificaron el marco normativo institu-
cional, corporativo y operacional de la banca; y a pesar de que éstas no con-
La repñvatización de la banca comercial (1990) 545

templaron directamente el tema de la participación privada mayoritaria en el


banco comercial, su objetivo más importante (dotar a la actividad financiera
de un marco normativo que fortaleciera su estructura y mejorara su organiza-
ción y funcionamiento para competir de forma eficiente en los mercados en pre-
sencia), fue también uno de los objetivos de la LIC. Pero además, la exposición
de 1989 señalaba otros motivos que fueron retomados por la LIC. Por ejemplo,
fomento del ahorro nacional, mejor acceso del público a los beneficios del ser-
vicio, eficiente canalización de los recursos financieros, adecuada participación
de la banca mexicana en los mercados financieros internacionales, desarrollo
equilibrado del sistema bancario nacional y la sana competencia entre las ban-
cas múltiples, adecuada promoción y financiamiento de las actividades y sec-
tores que corresponden a cada banca de desarrollo; y los siguientes, que
anticiparon el espíritu de la vigente LIC
• Atención de las exigencias de productividad, eficiencia y rentabilidad de
los bancos con apego a usos y prácticas sanas, dotando para ello al marco
legal de una posibilidad creible de perfeccionamiento constante
• Utilización de la probada viabilidad del régimen de economla mixta
• Ampliación, mediante un sano proceso de desregulación administrativa per-
manente, de la capacidad de respuesta de la banca múltiple a las cambian-
tes condiciones del mercado financiero.
Con objeto de mostrar al lector que las modificaciones de diciembre de 1989,
junto con la LGICOA de 1941, fueron su fuente histórica inmediata, e incluso
fueron retomadas en gran parte por el texto de la LIC, a continuación se citan
rápidamente los arts que fueron modificados de forma trascendente y su con-
cordancia con los de la nueva LIC.

Sinopsis del contenido de las reformas

1 Reformas que implicaron una innovación


• Para reforzar el capital de los bancos, se modificó el régimen de circulación
y representación de su capital, para lo cual se crearon los CAPS serie C
(arts de la LRSPBC afectados: 11, 12, 13, 14, 15, 18, Y 28). Esta disposi-
cíón fue retomada, dentro de otros, por el art 15 LIC (núm 56)
• Se dio fe pública a los estados de cuenta y negativos originales de cuentas
y negocios automatizados (art de la LRSPBC afectado: 52). Esta disposi-
ción fue retomada por el art 68 LIC
• Se reconoció la ejecución contractual de garantías fiduciarias (art de la
LRSPBC afectado: 64). Esta disposición fue retomada por el art 83 LIC
(núm 155)
546 LÓGICA, JUSTIFICACIÓN E HISTORIA DE LA BANCA

• Se prohibió a las SNC otorgar créditos con garantía en depósitos u otras


operaciones pasivas (art de la LRSPBC afectado: 84, XVI), Esta disposi-
ción fue retomada por el art 106, XVII LIC
• Se dio una nueva operatividad a los bonos y al reporto bancarios (arts de
la LRSPBC afectados: 37 bis y 47). Esta disposición fue retomada por el
art 54 LIC.
2 Modificaciones que concedieron nuevas facultades

• Para reforzar el papel que debían jugar los consejos directivos, las refor-
mas les concedieron facultades para aprobar planes y circunstancias que
otrora correspondían a la SHCP (arts de la LRSPBC afectados: 7 y 20),
Esa disposición fue retomada por el art 41 LIC (núm 61)
• El consejo directivo quedó sometido a los lineamientos de la SHCP (arts
de la LRSPBC afectados: 20, último párr y 21). Esta disposición fue reto-
mada por el art 42, último párr LIC
• Las inversiones de los bancos en entidades financieras del exterior reque-
rian autorización de SHCP (art de la LRSPBC afectado: 67). Esta disposi-
ción fue retomada por el art 89 LIC (núm 46)
• Reglas de Banxico sobre operaciones con valores realizadas por las SNC
(art de la LRSPBC afectado: 62), Esta disposición fue retomada por el art
81 LIC (núm 51)
• Nuevas atribuciones a la CNB, incluida la de sancionar, además de haberla
convertido en una institución sólo especializada en bancos y ya no en segu-
ros y fianzas, pues se creó otra comisión idónea (arts de la LRSPBC afec-
tados: 86 a 88, 97, III Y 991, Esta disposición fue retomada por los arts
108 a no, 123 y 125 LIC (núm 53)
• Coordinación de la CNB y la CNV en las operaciones que los bancos reali-
cen de acuerdo con la LMV (art de la LRSPBC afectado: 37). Esta disposi-
ción fue retomada por el art 53 LIC.
3 Reformas que implicaron una desregulación
• Se aumentó de uno a cinco por ciento el máximo de CAPS B adquirible
por personas fisicas o morales (art de la LRSPBC afectado: 15). Esta dis-
posición fue retomada por los arts 17 Y 33 LIC
• Se aumentó la capitalización de las SNC, que ya no sería menor del seis por
ciento (art de la LRSPBC afectado: 341. Esta disposición fue retomada por
el art 50 LIC
• Los programas operativos y financieros sólo se autorizan por el Consejo
Directivo (art de la LRSPBC afectado: 20). Esta disposición fue retomada
por el art 42 LIC
• Se aligeró la actuación por cuenta propia de los bancos en la operación de
valores inscritos en INDEVAL (art de la LRSPBC afectado: 37). Esta dis-
posición fue retomada por el art 53 LIC
La reprivatizacíón de la banca comercial (l990) 547

• Se suprimieron de las facultades de la CNB en materia fiscal (art de la


LRSPBC afectado: 105, I). Esta disposición fue retomada por el art 129,
I LIC
• Se modificó, favorablemente a los usuarios, el régimen de designación de
beneficiarios y se amplió el limite de pago en caso de fallecimiento (art
de la LRSPBC afectado: 40). Esta disposición fue retomada por el art 56 LIC
• Se estableció excepción en cuanto a la prohibición de no celebrar operacio-
nes por más de 20 años (art de la LRSPBC afectado: 84, XVII). Esta dis-
posición fue retomada por el art 106 XVIII LIC.
4 Reformas que concedieron nuevos derechos a particulares y organizaron
nuevos quórum

• Se ampliaron las facultades de la Comisión Consultiva (arts de la LRSPBC


afectados: 26 y 27). Esta disposición fue retomada por el art 45 LIC
• Anteriormente, la Junta de Gobierno de la CNB estaba integrada por nue-
ve vocales; con las reformas se aumentaron 11 (arts de la LRSPBC afecta-
dos: 101 y 104). Esta disposición fue retomada por el art 127 LIC.

30 LA ENMIENDA CONSTITUCIONAL DE JUNIO DE 1990


El 2 de mayo de 1990, el presidente envió al Congreso una larga iniciativa (22
págs) en la cual, en algunos sentidos y materias, podría verse, aun más que
en otras ocasiones, la expresión de los puntos de apoyo de su forma de gobier-
no, sus objetivos y, principalmente -con el realismo y la credibilidad propias
de su posición ejecutiva- de las necesidades socioeconómicas que observaba
y la manera como las pensaba afrontar. Esta iniciativa (una verdadera tesis
de Teoría del Estado), fue el prolegómeno de la propuesta: la cancelación del
monopolio público de la banca y el crédito que lo hemos dicho (núm 25), se creó
ocho años antes es decir, en 1982.
La iniciativa proponía, sencillamente, regresar en términos constttuciona-
les las cosas a su situación anterior. En efecto, en 1982, la banca y el crédito
se calificaron de forma expresa como un servicio público (núm 7), y al mismo
tiempo, dicho servicio se declaró como exclusivo del Estado, el cual lo presta-
ria a través de sus instituciones; ambas cosas, mediante el injerto en el art 28
constitucional, en 1982, de un párr 50 que no existía, y cuya desaparición fue
la propuesta de la iniciativa de 1990. Su texto era el siguiente
Se exceptúa también de lo previsto en la primera parte del primer párr de
este art la prestación del servicio público de banca y crédito. Este servicio
será prestado exclusivamente por el Estado a través de sus instituciones,
en los términos que establezca la correspondiente ley reglamentaria, la que
también determinará las garantlas que protejan los intereses del público
y el funcionamiento de aquellas en apoyo de las politicas de desarrollo na-
548 LÓGICA, JUSTIFICACiÓN E HISTORIA DE LA BANCA

cíonal, El servicio público de banca y crédito no será objeto de concesión


a los particulares,
Sin embargo, de la conducta gubernamental y de la propia iniciativa se des-
prende, como evidente, que la desaparición de ese párr 50 no significaba regre-
sar las cosas al pasado, por el contrario, una irrestricta interpretación no solo
de las nuevas circunstancias económicas nacionales y mundiales, sino de la Cons-
titución misma, Esta situación también se desprende de que la iniciativa no
propuso modificación de textos, sino supresión, lo que, como veremos, implica-
ba un respeto al texto constitucional original que debe ser objeto de atención,
Veamos cuáles fueron los argumentos establecidos por la iniciativa,

Argumentos constitucionales
• La reforma del Estado entraña volver al espiritu original de la Constitu-
ción de 1917",
• Hoy, el art 25 atribuye al Estado, de manera exclusiva, las áreas estratégi-
cas que se señalan en el párr 40 del art 28, , ,
• Conducir el cambio para preservar lo esencial de nuestra identidad nos obli-
ga a mantener los compromisos plasmados en la Constitución y que dan
perfil propio al Estado mexicano. Es una interpretación congruente con
nuestra historia respetar las áreas estratégicas reservadas al Estado. , , El
párr 40 del art 28 marca el sentido profundo de las áreas estratégicas de
la nación, , ,
• También existen materias de gran importancia, , , que no son parte del párr
40 del art 28 porque no han sido consideradas, por el constituyente, áreas
estratégicas, , ,
• Así, la reforma del art 28 que adicionó ese 50 párr, en 1982, define el servi-
cio de banca y crédito, sin duda, como una muy importante actividad, pero
no como un área estratégica
• Hoy, es conveniente modificar la propiedad estatal exclusiva de la banca
porque han cambiado las circunstancias que motivaron el proyecto en que
se sustentaba,

Argumentos socioeconámicos
• Primero La impostergable necesidad de concentrar la atención del Esta-
do en el cumplimiento de sus objetivos básicos: dar respuesta a las necesi-
dades sociales de la población y elevar su bienestar sobre bases productivas
y duraderas
• Segundo El cambio profundo en el país de las realidades sociales, de las
estructuras económicas, del papel del Estado y del sistema financiero mis-
mo, modifica de raíz las circunstancias que explicaron la estatización de
la banca
La reprívatización de la banca comercial (1990) 549

• Tercero El propósito de ampliar el acceso y mejorar la calidad de los ser-


vicios de banca y crédito en beneficio colectivo, evitando subsidios, privi-
legios y abusos. Esta profunda crisis financiera, que se prolongó a lo largo
de la década de los ochenta, marcó, al mismo tiempo, el agotamiento de
una estrategia de politica económica que habla mostrado resultados posi-
tivos en épocas anteriores.

Argumentos financieros
• Un Estado excesivamente propietario es inadmisible en un país con tanta
pobreza. Muchas de las más sentidas demandas de la población tendrán
respuesta con los recursos que el sector público ya no invertirá en la banca
y los que genere la desincorporación de los activos bancarios
• El ensanchamiento creciente del Estado en muchos ámbitos de la vida so-
cial, útil en otro tiempo, hoy compite con el cumplimiento de algunas de
sus funciones básicas y, en ocasiones, lo impide
• Frente a los cambios en México y el mundo, la atención de las responsabili-
dades básicas del Estado requiere una más selectiva propiedad estatal y
una más amplia perticipación social
• Hoy... por la seguridad de que los instrumentos a disposición del Estado
son suficientes para ejercer la rectoría en materia económica, no es conve-
niente mantener la exclusividad para el Estado del servicio de banca y
crédito
• Los mexicanos no podemos admitir un Estado tan propietario, con tan con-
siderables recursos invertidos en la banca, en un país con nuestras caren-
cias y necesidades, con urgencias sociales básicas. Al ampliar la esfera de
acción de los sectores privado y social en la prestación del servicio de ban-
ca y crédito... el gobierno podrá aprovechar sus activos y liberar sus re-
cursos para atender la infraestructura y los servicios que son objeto de
reclamo social y propósito esencial del Estado.
Con esta iniciativa, el gobierno buscaba acopiar recursos para destinarlos a las
obras fundamentales del quehacer administrativo. Por una parte, (i) dejar de
poseer la propiedad de algunas de las empresas más grandes y, por tanto, más
costosas del país, y por otra (ii) venderlas, implicaba para el gobierno un enor-
me ahorro y un ingente ingreso; un doble acopio de recursos que se obtendrla
en un plazo corto de venderse la banca comercial. El único obstáculo -que de
haber existido se hubiera respetado- era determinar si la banca era un área
estratégica o no, porque de haberlo sido la venta no podría haberse realizado
por impedimento constitucional. Como vimos, los argumentos esgrimidos en
la iniciativa mostraron que la banca no es un área estratégica por más que sea
una actividad en extremo importante. Asi, la iniciativa fue votada y aprobada,
y, el 27 de junio de 1990, se publicó el decreto que extinguió el monopolio esta-
tal. Por supuesto, era el principio, técnicamente idóneo, de la transformación
550 LÓGICA, JUSTIFICACIÓN E HISTORJA DE LA BANCA

de nuestro sistema bancario que meses más tarde encontró apoyo definitivo
en la LIC,

31 LA NUEVA LEY DE INSTITUCIONES DE CRÉDITO


El mismo 27 de junio, el Ejecutivo envió al Congreso la iniciativa de nuestra
ley vigente, que fue publicada en elD O del 17 de julio de 1990. Desde el punto
de vista de la técnica legislativa, puede verse como un producto ecléctico, por-
que de su texto se desprende que se inspiró en los diferentes ordenamientos,
en cuyo ámbito de competencia cae cada uno de los perfiles de la banca que
organizó; por tanto, es una legislación congruente con nuestro sistema legal.
En efecto, como veremos, muestra una clara inspiración en las enmiendas a
la LRSBC, de 1989, en la LGICOA, de 1941, pero también le concede a otras
leyes de orientación tipicamente mercantil como la LQSP y la LGSM, la im-
portancia que, a nuestro parecer, tienen y que había sido soslayada por legisla-
ciones anteriores.

Objetivos de la nueva L/C


Los objetivos que persigue la nueva LIC son congruentes con los trabajos de
seguimiento y desahogo del Plan Nacional de Desarrollo, en el cual se sustenta
el plan sexenal en curso, con las reformas a la LRSPBC, de diciembre de 1989,
y con la modificación constitucional de junio de 1990; en consecuencia, son ob-
jetivos, esencialmente, consistentes, Algunos de los objetivos más ilustrativos
del cambio, que se anticipan en su exposición de motivos, son los siguientes.
Macroobjetivos Desde el punto de vista general los objetivos de la LIC son:
la regulación de los términos en los cuales el Estado dehe ejercer la rectoría
del sistema bancario; el establecimiento de las bases sobre las cuales se debe
realizar la prestación del servicio de banca y de crédito; la creación de un dise-
ño estable y permanente de las caracteristicas que deben tener las institucio-
nes bancarias; la organización y funcionamiento de las mismas; la procuración
y propiciación de su sano y equilibrado desarrollo; y el señalamiento de las me-
didas pertinentes para proteger los intereses del público,
Objetivos definitorios La LIC le concedió gran importancia a la definición
de ciertas circunstancias, En efecto, además de definir el servicio de banca y
crédito, señala con claridad que los integrantes del sistema son el Banxico, las
bancas múltiples y las de desarrollo, el Patronato del Ahorro Nacional y los
fideicomisos públicos de fomento económico, exclusivamente, Asimismo, se-
ñala que nadie puede prestar el servicio de banca y crédito, excepto los bancos,
los intermediarios y otras sociedades especializadas autorizadas para ello (com-
pañías de seguros, de fianzas, etc). Por último, la LIC guardó la clasificación
de las bancas en múltiple y de desarrollo que se inicia en 1982, porque -según
Lareprivatización de la bancacomercial (1990) 551

el legislador- la idoneidad de esta división sistemática se demostró en los ocho


años anteriores y también por ser una división ampliamente conocida por quie-
nes reciben los beneficios de la banca.
Objetivos de seguridad jurídica De una forma poco usual en los últimos años,
la LIC se preocupa grandemente por brindar seguridad juridica a los interesa-
dos en el servicio. Así, por una parte -como la Ley de 1941-, permite la insta-
lación de instituciones extranjeras, pero solo para que realicen operaciones con
residentes fuera de México y, por tanto, les prohibe que realicen en el mercado
nacional actividades de intermediación que requieran autorización; sin embar-
go, prosigue con la permisión de que establezcan oficinas de representación.
Por otra parte, con el objeto de permitir a los bancos del país conocer los casos
importantes de concentración de riesgos en un mismo deudor, la LIC autoriza
al Banxico para acopiar información en ese sentido y participarla a los bancos.
Asimismo, la LIC continuó la función del Fondo de Apoyo Preventivo para las
Instituciones de Banca Múltiple (con la denominación de Fondo Bancario de
Protección al Ahorro), por ser un organismo eficaz para salvaguardar los dere-
chos de los acreedores de esas instituciones, cuya modificación más significati-
va consiste en que ahora el cliente cuenta con la protección directa del fondo.
La LIC prevé todo un catálogo de causales de revocación de concesiones con
objeto de dotar al Estado de medios efectivos para evitar prácticas indesea-
bles en el servicio; pero al mismo tiempo, para proporcionar al particular auto-
rizado la .segurídad jurídica que exige la importante tarea de la prestación de
la banca y el crédito. Finalmente, la LIC introdujo una atinada modalidad que
consiste en traspasar a la beneficencia pública las operaciones pasivas sin ven-
cimiento que no tengan movimiento por diez años o más, con objeto de liberar
a los bancos de la inseguridad juridica que producen obligaciones perpetuas.
La concesión/autorización Ésta es otra medida destinada a conferir al siste-
ma; seguridad jurídica, La LIC retoma el criterio de sociedad anónima, institu-
cionalizado por la Ley de' 1941; por ser la figura más adecuada para la actividad
de la banca múltiple', dado el vasto marco juridico y doctrinal existente desde
1932:'Asimismo, señala que para dedicarse a la banca, las anónimas interesa-
das deben contar con 'una 'autorización administrativa -no utiliza el término
concesión- a la cual otorga la categoría de intrasmisible. En la integración del
capital societario de las sociedades autorizadas, la LIC persigue el objetivo por
el cual; -los mexicanos aseguren su control; que éste se ejerza de una manera
diversificada y lo suficientemente plural como para impedir fenómenos de con-
centración; y que la pulverización de la propiedad no se pueda modificar; obje-
tivos que norma mediante un mecanismo de máximos de tenencia de acciones
y mediante la continuidad de' las tres diferentes series de circulación del capi-
tal.ique se inició en .diciembre de 1989.
Protección del control del manejo Con el objeto de asegurar la imparcialidad
y honestidad de los directores, la LIC le concedió facultades a la CNB para
552 LÓGICA. JUSTIFICACIÓN E HISTORIA DE LA BANCA

autorizar o denegar sus nombramientos. Por otra parte, para configurar un ver-
dadero equilibrio en el manejo de los bancos, por la vía del voto accionario, res-
pecto del consejo de administración -órgano de suma importancia en la
conducción de las anónimas-«, la LIC establece que su número puede ser par
o impar, y los nombramientos y designaciones corresponden a las distintas se-
ries, en función de diferentes porcentajes para cada una. Por cuanto al consejo
se refiere, la LIC introdujo una nueva modalidad de voto, destinada a reforzar
la necesidad de democratización del capital, consistente en que los consejeros
que sean administradores de valores deben acreditar su personalidad de forma
tal que los accionistas siempre estén informados en el mismo nivel.
Estabilidad en las operaciones Respecto al diseño y organización de las ope-
raciones, el criterio adoptado por la LIC sigue más a la LRSPBC que a la viej a
LOICOA, de 1941, porque resultó -al legislador- idónea para continuar pres-
tándose el servicio. Con el interés de cancelar las operaciones llamadas de com-
placencia, que tanto enojo causaron en tiempos anteriores a 1982 e incluso
después, la LIC organiza un estricto régimen de control de imparcialidad y ob-
jetividad que, desde luego, es una de sus más destacadas aportaciones. En el
mismo sentido, la LIC establece un estricto mecanismo de control en el otorga-
miento de créditos en favor de funcionarios, empleados y accionistas. Ésta es
una de las razones por las cuales seguimos considerando la banca y el crédito
como un servicio público (núm 7), pues a diferencia de otras sociedades mer-
cantiles, puramente de comercio, en los bancos, el dueño no puede hacer lo que
guste con su empresa, al grado de que recibieron la prohibición de adquirir ac-
ciones de sociedades que no tengan relación funcional directa con ellos.
Régimen sancionador Los anteriores objetivos, y todos los que se despren-
den del texto de la LIC, quedaron fuertemente protegidos por un rigido siste-
ma sancionador y de vigilancia, destinado a institucionalizar medidas
inhibitorias de prácticamente la totalidad de las hipótesis dañinas, suscepti-
bles de cometerse por los involucrados en el servicio de banca, sean dueños,
funcionarios, administradores públicos o clientes.
La LIC entró en vigor y la banca comercial se reprivatizó. En su exposi-
ción de motivos, la LIC buscaba su aprobación mediante argumentos de con-
fianza, como éste: "Tenemos frente a nosotros una verdadera oportunidad
histárica, para adecuar nuestra legislación financiera a la dinámica interna y
a los mercados internacionales; asimilando experiencia y erradicando vicios del
pasado, en beneficio de las mayorias". La L/C se aprobó; en adelante, corres-
ponde a los banqueros particulares concretizar esa oportunidad; el tiempo dirá
en función de la conducta de los nuevos dueños, si la reprivatización fue una
medida acertada.

Indice de la Ltt:
La nueva Ley consta de 143 arts más 19 transitorios, distribuidos en siete ti-
tulos cuyo orden y citación obedeció, en nuestra opinión, a un excelente méto-
La reprivatización de la banca comercial (1990) 553

do que entre otros beneficios tiene el de permitir al intérprete localizar la norma


de su interés sin tener que revisar la totalidad del texto, como en otras leyes
viejas -la LQSP- y otras recientes -la propia LRSPBC-. El autor estima
que la L/C tiene una vocación de permanencia, es decir, que durará indefinida-
mente. Los titulos de esta Ley, cuyo estudio es el objeto de los siguientes caps,
se citan, a continuación.
Título prímero De las disposiciones generales; consta de siete arts (10 - 70)
Y en él se establecen las bases generales del sistema bancario.
Título segundo De las instituciones de crédito; consta de dos caps y 38 arts,
en los que se reconocen las dos especialidades bancarias y se establece su régi-
men de formación, desahogo y seguimiento
Cap 1 De las instituciones de banca múltiple; consta de 22 arts (80 - 29)
Cap JI De las instituciones de banca de desarrollo; consta de 16 arts (30
- 45).
Título tercero De las operaciones; consta de cuatro caps y 40 arts, y en ellos
se organizan los requisitos que debe reunir el elenco de las operaciones suscepti-
bles de prestarse por los bancos
Cap 1 De las reglas generales; consta de 10 arts (46 - 55)
Cap JI De las operaciones pasivas; consta de nueve arts (56 - 64)
Cap IJI De las operaciones activas; consta de 12 arts (65 - 76)
Cap IV De los servicios; consta de nueve arts (77 - 85).
Título cuarto De las disposiciones generales y de la contabilidad. Este titulo
consta de dos caps y 17 arts, y en él se organizan los sistemas de flujo y control
de las operaciones bancarias
Cap 1 De las disposiciones generales; consta de 13 arts (86 - 98)
Cap JI De la contabilidad; consta de cuatro arts (99 - 102).
Título quinto De las prohibiciones, sanciones administrativas y delitos; cons-
ta de tres caps y 14 arts, y organiza el régimen sancionatorio del sistema
Cap 1 De las prohibiciones; consta de cuatro arts (103 - 106)
Cap JI De las sanciones administrativas; consta de cuatro arts (del 107
al 110)
Cap IJI De los delitos; consta de seis arts (111 - 116).
Título sexto De la protección de los intereses del público; consta de seis arts
(del 117 al 122) sin caps y en él se organiza el fondo preventivo, as! como las
instancias administrativas y judiciales a las cuales el cliente puede acudir en
la impugnación de los actos de la banca.
Título séptimo De la Comisión Nacional Bancaria. Consta de dos caps y 21
arts, en el cual la L/C organiza la naturaleza y funcionamiento de esa institución
Cap 1 De su organización y funcionamiento; consta de 10 arts (123 -
132)
Cap JI De la inspección y vigilancia; consta de 11 arts (133 - 143).
554 LÓGICA, JUSTIFICACiÓN E HISTORIA DE LA BANCA

En adelante. haremos referencia constante a esta nueva ley. cuyo método.


como se observa, es impecable e inmediato a nuestra tradición legislativa.

La L/e es avance y no un regreso


El lector joven, que por su edad no haya estado en posición de COnocer y pon-
derar los sistemas bancarios que existieron antes de 1982 y entre ese año y
1990, tal vez podría estimar que. si antes del 82 la banca comercial era conce-
sionada, durante ocbo años dejó de serlo y finalmente, en 1990 lo vuelve a ser,
la nueva ley constituye un regreso a como estaban las cosas en 1981. Esto no
es así.
Durante décadas no solo nuestros sistemas sociales y politicos fueron es-
tables, sino también nuestro sistema económico. Pero en el decenio de los ochen-
ta. se generó un cambio mundial que fue implacablemente atractivo y. entonces.
nuestra sociedad demandó cambios hacia esa dirección. Uno de ellos fue la en-
mienda constitucional de 1982 y su consecuencia más visible: la estatización
de la banca comercial. Durante los ocho años. tantas veces mencionados. el Es-
tado prestó el servicio de banca. y desde el punto de vista del cliente, el cambio
no fue mayor al que podría haber sentido por un cambio de dirección simple,
tomado en el consejo de administración de una banca que. en hipótesis, no hu-
biera sido expropiada; es decir, los cambios fueron. en apariencia, menores desde
el punto de vista del usuario. Las cosas podrian haber seguido así indefinida-
mente si -una vez más- la sociedad no hubiera tenido necesidades cuya solu-
ción demandaba de forma diferente.
Una de ellas era no dejar pasar las oportunidades que brindaba la nueva
globalización del mercado internacional (aportación de nuevos capitales. libe-
ración de aranceles en el comercio, tecnificación de las plantas industriales. co-
merciales y financieras, apertura de sociedades, anteriormente de economia
planificada. etc), que se actuliza después de 1982 y cuyas caracteristicas eran
tales. que de no participar de ellas. nuestra economia no solo hubiera quedado
fuera de la oportunidad histórica sino que hubiera quedado atrasada en rela-
ción con la forma de desarrollo que perfiló el quehacer económico mundial, por-
que estaba en punto de no retorno. Entonces, una de las maneras de participar
de esas nuevas condiciones en el sector financiero era presionarlo en lo interno
a través de una banca. si bien mixta. fuertemente vigilada -con interés de que
hiciera lo que convenia a la mayoría y lo hiciera bien- a buscar su conducción
en función de dichos mercados. de acuerdo con la experiencia adquirida en otros
sectores en años anteriores. De ahi que, el origen básico del nuevo estado de
cosas que, desde la modificación a la constitución en junio de 1990, era clara.
La exposición de motivos de aquella modificación (núm 30). señaló que "el
restablecimiento del régimen mixto de propiedad en la banca no significa ni
el retorno de privilegios, ni el abandono de la rectona del Estado ni una renun-
cia a su participación directa en la actividad financiera. La profundización de
La reprlvatización de la banca comercial (1990) 555

los mercados de dinero y capitales, la diversificación de instrumentos e inter-


mediarios y la mayor competencia entre ellos impiden que se formen monopo-
lios de asignación de recursos o que se canalicen éstos de forma preferencial
en favor de intereses de grupos particulares, como pudo ocurrir en el pasado.
Se buscará [sigue) la diversificación accionaria y la participación democrática
en el capital de las instituciones bancarias, pues no se trata de volver a prácti-
cas y situaciones ya superadas". Finalmente, estableció que "el objetivo es am-
pliar la participación de la sociedad fortaleciendo el capital y modernizando a
las instituciones bancarias, consolidando su posición en el sistema financiero
y ampliando su capacidad de respuesta a los ahorradores y al sector producti-
vo. Los usuarios de los servicios se verán sustancialmente beneficiados en la
medida que se ampüen las opciones y se mejore la calidad y oportunidad de
los servicios".
La re apertura del capital social de las instituciones de crédito fue su adap-
tación a las nuevas condiciones del mercado internacional, al cual era imposi-
ble sustraer el nacional. De ahí, por ejemplo, la importancia de la interpretación
histórica de los hechos iterativos en el estudio del derecho bancario (núm 24).

32 SINOPSIS DE LOS CAMBIOS RECIENTES EN ALGUNOS


SISTEMAS BANCARIOS CAPITALISTAS
Como introducción a la estructura crediticia mexicana y su nuevo marco orga-
nízacional, conviene contrastar algunos sistemas bancarios de otros países. por
dos motivos que son de la mayor relevancia para el estudiante: por una parte,
los grandes cambios experimentados por la banca mexicana en los últimos 10
años, no son las únicas mutaciones verificadas, durante el mismo lapso, en los
sistemas bancarios de otros paises, pues desde Estados Unidos de América has-
ta Yugoslavia o Francia han sustentado mudanzas de la misma importancia;
por otra parte, es relevante, por lo mismo, que el estudiante evalúe un cambio
sin parálelo con otros movimientos históricos de la misma magnitud, en tanto
que se trata de un cambio pacifico, que tiene relación directa con la unificación
(conocida por algunos como globalización) de las economías nacionales de prác-
ticamente todos los paises; lo cual es en extremo insólito sobre todo porque
no obedece a razones militares, coloniales o similares, sino al interés en el desa-
rrollo y la supervivencia social y económica.

Estados Unidos de América. El cambio de 1980


El hecho de que la Constitución de aquel pais permita la creación de bancos
sometidos, ya sea a la administración federal o ya sea a la estatal, generó que
los sistemas de crédito y depósito fueran diferentes a lo largo de todo su terri-
torio y que existiera un número verdaderamente inusual de bancos y otras di-
versas instituciones; lo cual, dentro de otras consecuencias, motivó que sólo
556 LÓGICA, JUSTIFICACIÓN E HlSTORlA DE LA BANCA

hasta concluida la segunda guerra mundial, ese país pudiera superar los obstá-
culos de desarrollo modular que sus más importantes competidores europeos
habían resuelto décadas antes.
En la actualidad existen en Estados Unidos de América aproximadamen-
te tres mil bancos, de los cuales sólo la tercera parte operan en todo el país,
es decir, son bancos nacionales; el resto son bancos estatales que actúan bajo
la inspección y el control de cada estado. Lo anterior, como hemos dicho, gracias
a que la Constitución permite la creación de bancos en la esfera de competencia
de cada gobierno estatal, Al constituirse un banco nacional, automáticamente, se
convierte en miembro de la Reserva Federal, de acuerdo con la división efectuada
en 1913 (fecha de su formación), en doce grandes distritos cuyas cabeceras agru-
pan a los bancos ubicados bajo su jurisdicción geográfica. El sistema de Reserva
Federal es la banca central que, como tal, se conoce en todos los países.
La ausencia de uniformidad, derivada de este complejo dualismo de regu-
lación bancaria (estatal y federal), motivó una importante versatilidad finan-
ciera pero al mismo tiempo la falta del control necesario para evitar
irregularidades, las cuales, en muchos casos, condujeron a la quiebra y conse-
cuente quebranto del interés de los usuarios. La Deregulation and Monetary
Control Act (Ley sobre la Desregulación, y Sobre el Control Monetario) apro-
bada por el Congreso en 1980, actualizó el sistema bancario estadounidense
respecto de reglas que habían estado vigentes más de medio siglo y por lo cual,
en opinión de J G Wilson (Banking Policy and Structure. A comparative analy-
sis, Mc Graw Hill, 1985), muchas de sus reglas resultaban obsoletas. Los prin-
cipales objetivos de esa reforma eran los siguientes: (i) incrementar el control
monetario y al mismo tiempo distribuir lo más posible su costo entre todas las
instituciones; (U) disminuir los obstáculos para la competencia de los fondos
de inversión, concediendo más libertad a las instituciones de depósito; e (iii)
incrementar el acceso del pequeño ahorrador a los servicios, reduciendo la de-
sigualdad de competencia entre las diferentes instituciones financieras oferen-
tes. Dentro de otras, las medidas concretas fueron las siguientes
• Las Reglas Uniformes de la Reserva Federal (Uniform. Federal Reserve Re-
quirements} se hicieron aplicables a todas las transacciones y cuentas (fun-
damentalmente, en las electrónicas y cibernéticas) de todas las bancas de
depósito, bancos comerciales, asociaciones de préstamo y ahorro, bancos
mutualistas y de ahorro y de las uniones de crédito; fueran o no miembros
de la Reserva Federal
• La Reserva Federal fue autorizada para acopiar toda la información neceo
saria para el monitoreo y control monetario de los agregados del crédito
• Se amplió el acceso al elenco de descuentos de la Reserva Federal a todos
los bancos que otorgaron contratos o realizaron transacciones no persona-
lizadas o con plazos no definidos
• Se estableció una cuota de costos para los servicios de la Reserva Federal
a los cuales, desde entonces, tuvieron acceso todas las instituciones
La rcprivatización de la banca comercial (1990) 557

• Se estableció un complicado mecanismo de plafones máximos de interés


por depósitos de todo tipo, que habrla de revisarse cada seis afios
• Se establecieron las bases para disminuir el rigor de las leyes estatales, a
las cuales la propia Act denominó usureras
• Se autorizó que las cuentas de ahorro y a la vista tuvieran un funciona-
miento nacional, y que de igual forma se pudieran ofrecer por los prestado-
res del servicio; se previó que, de manera exentual, igual beneficio pudiera
extenderse a otras cuentas y contratos
• Las actividades de las empresas de beneficio público o masivo se difundie-
ron considerablemente
• El seguro de depósito en los bancos comerciales, de ahorro, asociaciones
de préstamo y ahorro, y las uniones de crédito se incrementó de 40 mil a
100 mil dólares por cuenta
• Las reglas de préstamo y financiamiento se aligeraron de manera conside-
rable, con el objeto de que fueran más fáciles de cumplir -no obstante ser
las mismas anteriores- por los solicitantes y los prestadores.

El sistema bancario estadounidense se distingue por ser, además del más po-
deroso, el más versátil y flexible lo cual como se observa, se debió más a la
demanda de crédito y a su estabilidad monetaria que a la perfección de sus re-
glas. En él existen entre otras, las siguientes instituciones tipicas: fiduciarias,
bancas de depósito, bancos comerciales, asociaciones de préstamo y ahorro, ban-
cos mutualistas y de ahorro, uniones de crédito, bancos controladores (holdings);
compañías de financiamiento para venta; de inversión; de inversiones en fidei-
comiso; agencias de financiamiento; planificadoras de presupuesto; agentes de
fmanciamiento, y otras con objetivos tan especificos como los anteriores. Tam-
bién existen grandes organizaciones que prestan todos estos servicios. A titu-
lo de ilustración, cabe señalar que algunos de los bancos, de aquel país son los
más importantes del mundo, que su capacidad de crédito es superior a la de
múltiples economias nacionales, y que todos ellos son bancos particulares.
En el sistema estadounidense, el riesgo del monopolio de los beneficios del
crédito y la captación en pocas manos no está disminuido en las leyes banca-
rias sino en un rígido sistema antimonopolio sustentado sobre tres leyes que
dan nombre al complejo legal del sistema: Clyton Act, Sherman Act y Pitman
Act; el cual es aplicable a todas las actividades financieras y comerciales y su
modelo fue, tal vez, seguido, lo veremos, por las reglas de desconcentración de
capital y control de la nueva LIC.

Francia. El cambio de 1984


Después de la segunda guerra mundial la ley francesa clasificó los bancos en
tres: (i) bancos de depósito; (ii) banques d'affaires (bancas comerciales o bancos
de inversión), y (iii) bancos especializados, que fundamentalmente realizaban
558 LÓGICA, JUSTIFICACIÓN E HISTORIA DE LA BANCA

operaciones en el extranjero. Posteriormente, la Ley de 1966 redujo drástica-


mente la importancia de esa distinción (bancos de depósito y de inversión) y
generó una nueva que obedeció a las siguientes variables: (i) la concentración
de recursos bancarios provocada por un importante movimiento de fusión e
integración financiera por diferentes medios; (U) la conversión de múltiples ban-
cos de inversión en bancas de depósito, como forma de asegurar la presencia
de ciertos grupos emergidos de fusión; (iii) a la importancia estructural que tu-
vieron algunos organismos públicos de crédito y transferencia (banque mutue-
lle, crédits [oncieres caisses de dép6t, etc), y finalmente, (iv) a los primeros
movimientos de nacionalización (compra del material accionario) de bancos de
acuerdo con puntos programáticos de los partidos políticos alternantes en ese
momento.
La legislación federal de 1982 nacionalizó los bancos grandes y medianos
que permanecían en manos particulares (36 en total, más dos grupos totalmen-
te integrados, Indo Zues y Paribas). Por último, la Ley de 1984 canceló en su
totalidad la vieja distinción de los bancos, los cuales fueron denominados sim-
plemente Établissements de Crédit (casualmente como nuestra nueva LIC) lo
que podria denotar una cautelosa intención de llevar la banca francesa hacia
un sistema de banca universal que era, desde luego, la tendencia general a fina-
les de los noventa. Asimismo, la nueva ley se convirtió en aplicativa a todas
las demás instituciones de interés público, como las banques populaires, los
crédit mutuels, el crédit national y otros.
El sistema bancario francés puede considerarse un buen ejemplo del siste-
ma financiero de participación mixta, en el cual todos los agentes participan-
tes obedecen a las mismas reglas legales, están vigilados COn la misma
intensidad y rigor por los comisarios administrativos y funcionan en un plano
de libertad competitiva, pertenezcan a la propiedad pública o a la particular.
Es uno de los sistemas metódicos y fuertemente controlados, que se con-
duce de manera pesada siguiendo leyes y reglamentos mucho más rígidos, que
la han convertido en una banca eficiente. Al contrario de Estados Unidos de
América, en Francia, existen sólo unos 45 bancos y el sistema está dirigido fun-
damentalmente a la prestación de servicios de intermediación financiera con
prioridades macroeconómicas que no prestan la misma atención al servicio in-
dividual y de detalle; en los planes de escala, son instrumentos de movimiento
de capital en masa para ser distribuido por sectores. Es por ello que los servi-
cios a la exportación, los financiamientos para mercados públicos y privados,
de grandes conjuntos inmobiliarios para habitación u otros usos y, en general,
el financiamiento comercial e industrial han ocupado, por mucho, los rubros
más importantes de crédito en aquel país, mientras que el crédito al particular
ocupa un lugar secundario; de ahi que, tal vez, que el interés pasivo y activo
de la banca francesa haya sido tan bajo e invariable durante décadas hasta hoy.
Al igual que el estadounidense, el sistema francés se distingue por su constan-
te actualización y ajuste a los nuevos requerimientos.
La reprivatización de la banca comercial (1990) 559

Japón, El cambio de los ochenta


Este sistema financiero es, desde luego, diferente al que operaba antes de la
segunda guerra mundial. La mayoría de los negocios bancarios están concen-
trados en manos de los grandes bancos, algunos de los cuales están especiali-
zados por tipo de sector, de operación o de cliente, pero no por definición de
ley, sino porque espontáneamente reconocieron su especialidad mediante deci-
siones de consejo. La principal clasificación de los bancos -todos de propie-
dad privada-, más pragmática que institucional, es la siguiente: (i) bancos
urbanos O citadinos y (ii) bancos regionales o provinciales. A pesar que la dis-
tinción no obedece a reglas legales, es tal su penetración en la costumbre de
ese país, que el gobierno los supervisa por separado mediante autoridades otro
tanto distintas. Los bancos agrupados en ambas categorías, sin embargo, per-
tenecen a la Federación de Asociaciones de Banqueros de Japón, que sin ser
el banco central, es su comisario administrativo idóneo.
Los bancos urbanos ofrecen sus servicios básicamente a los sectores in-
dustriales, comerciales y de comercio exterior, de manera particular, a las gran-
des sociedades de capitales. Por su parte, los pequeños bancos departamentales
o regionales están supervisados por una prefectura, provincial y prestan servi-
cios de depósitos a la vista y de préstamo prendario, por lo general, a personas
locales y a pequeñas sociedades de personas o de capital. Paradójicamente, en
opinión de Glen Munn (Encyclopedia of Banking an Finance, 8th ed, by F L
Garcia, 1983), la relevancia de los bancos urbanos decayó en los ochenta, por
la importancia relativa que adquirieron otras instituciones financieras no ban-
carias, como son, por una parte, las compañías de seguros y los fondos de in-
versión; y, por otra, las cooperativas agrícolas.
Las primeras, porque la estabilidad de ingreso y desarrollo económico mo-
tivó en el público un mayor deseo por los beneficios de un interés, aun un poco
superior; y las segundas, porque las cooperativas capturaron prácticamente la
totalidad de los fondos gubernamentales por compra de arroz y otros insumas.
No obstante, lo anterior, debido al indudable incremento en las exportaciones
de la industria japonesa y al consecuente incremento de los activos de la banca
urbana, ésta inició, a finales de los ochenta, una ofensiva masiva de colocación
de recursos excedentes en occidente, cuyas consecuencias están todavía por
concluir.

33 SINOPSIS DE LOS CAMBIOS RECIENTES EN ALGUNOS


SISTEMAS BANCARIOS SOCIALISTAS
Rusia. Un gran cambio por definir
Hasta el invierno de 1989, el sistema bancario soviético funcionó de acuerdo
con la Ley de 1930, que centralizó todos los créditos a mediano y corto plazo
en el Banco del Estado, Gosbank (fundado en 1921) y sólo para servir a las em-
560 LÓGICA, JUSTIFICACiÓN E HISTORIA DE LA BANCA

presas y entidades del soviet. Fue al mismo tiempo, ni más ni menos, la banca
central y la única institución de crédito por 70 años. En efecto, sus responsabi-
lidades y facultades incluían la provisión de crédito a los plazos mencionados;
la instrumentación del financiamiento y la producción; el monopolio de la emi-
sión de moneda; y la responsabilidad del volumen de dinero en circulación. El
Gosbank creó pequeñas oficinas (que en términos occidentales podrian aproxi-
marse, sin serlo, a las sucursales) con el objeto de captar depósitos del público
y, también, con el propósito de servir como centros de pago y cobro. Se crea-
ron 79 mil en todo el territorio, bajo la supervisión de 4 mil 500 oficinas de con-
trol. Así, además de sus funciones de banca central, el Gosbank fue la única
institución de crédito y banca doméstica, útil también para recolectar contri-
buciones y cobros diversos, asi como para realizar pagos de diversa índole; el
servicio de crédito lo prestaba, básicamente, a granj as agrícolas o artesanales
y a pequeñas instituciones gubernamentales; asimismo, abría oficinas tempo-
rales en las zonas en las cuales tenían lugar las cosechas y otras producciones
agroindustriales.
En los sesenta, también se fundaron otras dos instituciones, una vez más,
con aportación y supervisión del Gosbank, las cuales tuvieron por objeto espe-
cializarse en actividades que éste había venido desarrollando con caractér de
monopolio: por una parte, el Stroybank, que se convirtió en la institución de
financiamiento encargada de canalizar las percepciones y apropiaciones del pre-
supuesto estatal, mediante empréstitos al mediano, pero fundamentalmente
al largo plazo. Y por otra, el Vneshtorgbank, que tuvo una clara especializa-
ción en las operaciones de comercio exterior, si bien después se convirtió en
la entidad encargada de prestar servicios al turismo incipiente y a los funcio-
narios de representaciones diplomáticas.
Las modificaciones ocurridas en la Europa Oriental, incluida la Unión So-
viética, en los últimos años y meses, que desde luego están gestando cambios
que todavía no se pueden considerar como definitivos, permiten suponer que
el sistema bancario soviético cambiará en el sentido de la apertura; pero en es-
te momento, sólo puede mencionarse, académicamente, como un sistema de eco-
nomia planificada que está cambiando en la dirección de la liberación del
mercado.

Yugoslavia. El cambio de 1978


Este país se ha distinguido por las notables diferencias que tiene no solo con
los países occidentales, sino con otros de Europa Oriental; tal vez, la más nota-
ble, en el tema bancario, consista en que su sector monetario y crediticio obe-
dece, de acuerdo con su Constitución Federal, a lineamientos establecidos por
una autoadministracián, ejercida por el sector laboral que integra el sistema,
en relación con otros recursos sociales; también se distingue por una decisión
tomada por ese sector laboral, en el sentido de que en ese país existe libertad,
La rcprivatización de la banca comercial (1990) 561

no de compra de divisas, sino de cambio de paridad del valor de su moneda


con otras divisas. Esto, porque, como vimos, Yugoslavia es uno de los pocos
paises del sector socialista que es miembro del FMI (núm 11).
Entre los años de 1971 a 1978, se verificó un gran cambio en la legislación
y, por tanto, en el sistema financiero de Yugoslavia. Desapareció el banco ceno
tral (Banco Nacional de Yugoslavia) y se creó otro denominado Banco Nacio-
nal de Yugoslavia y de las Repúblicas y Provincias Autónomas (1972), que
mostraba claramente el espiritu de las modificaciones constitucionales verifi-
cadas en ese lapso. En efecto, los nueve bancos que funcionan en ese pais están
integrados al sistema uniforme dirigido por el banco central, en un mercado
nacional que, no obstante ser único, en él cada una de las repúblicas y provin-
cias son responsables de su propio desarrollo. Esa banca central tiene entre
otras, las siguientes responsabilidades: regular la cantidad de dinero en circu-
lación; mantener la estabilidad de la paridad, liquidar los pagos al exterior, y
dirigir las politicas del crédito.
La última de las importantes modificaciones de ese lapso tuvo lugar en
1978, y fue la creación del Banco Yugoslavo de Cooperación Económica Inter-
nacional, cuyo principal objetivo era estimular la expansión de la producción
en el largo plazo y financiar la cooperación tanto entre las diferentes econo-
mías domésticas de las nueve provincias y repúblicas como entre la economía
yugoslava de conjunto con otras economías nacionales complementarias. Asi-
mismo, se crearon otras instituciones menores, especializadas en las activida-
des locales de cada provincia, con objeto de rendir servicios de depósito, cambio,
pago, etcétera.
El sistema bancario yugoslavo es uno de los más avanzados del continen-
te europeo y se piensa que su penetración a occidente, en los años por venir,
se realizará con ventajas y, por tanto, su integración no debe presentar los obs-
táculos que enfrentarán otras naciones europeas del este gracias, dentro de otros
motivos, a las modificaciones constitucionales y legales de los setenta.
CAPíTULO
2

NORMATIVIDAD
V
AUTORIDADES BANCARIAS
SUMARIO
PRIMERA SECCION LA NORMATIVIDAD BANCARIA
34 Por su vocación, las normas del derecho bancario
son de cuatro tipos
35 Primera vocación: organización de la forma societaria
de los bancos
36 Segunda vocación: organización de los títulos
y los contratos bancarios
Organización de operaciones de crédito en general
Organización de operaciones de bancarias especificas
37 Tercera vocación: fijación de objetivos
38 Cuarta vocación: régimen de control y vigilancia
39 El fenómeno de la supletoriedad en el derecho bancario
Ubicación del tema. Leyes enunciativas y leyes
integrales
Reglas de supletoriedad de la LlC
BANXICO y las bancas de desarrollo
Comentarios críticos al régimen de supletoriedad
40 Facultades legales para emitir reglas generales
41 ¿Es posíble una codificación bancaria?
Utilidad de una codificación
Una vez más acerca de la diferente vocación
de la norma bancaria
42 El progreso electrónico obliga a cambios frecuentes
43 Las autoridades bancarias. Introducción

SEGUNDA SECCION LA SECRETARIA DE HACIENDA


Y CRlODITO PÚBLICO
44 Introducción
45 Facultades reglamentarias
46 Facultades aprobatorias
47 Facultades designatorias
48 Facultades sancionatorias
49 Facultades estructurales y de politica económica
y financiera
50 Subsecretarías y direcciones generales competentes
Direcciones generales con facultades fiscalizadoras
Direcciones generales competetes en materia
de planeación
Direcciones generales con competencia sobre bancas
de desarrollo
Direcciones generales con competencia sobre bancas
múltiples
Otras direcciones con competencia en materia bancaria

TERCERA SECCION EL BANCO DE MÉXICO, LA COMISION


NACIONAL BANCARIA Y OTRAS
AUTORIDADES
51 El Banco de México
Las cuatro facultades institucionales de la banca
central
Facultades especificas concedidas a Banxico
en la LIC
Organismos de gobierno
Autoridad para efectos del juicio de amparo
52 La Comisión Nacional Bancaria
Organismos de gobierno y su funcionamiento
Facultades generales concedidas por la LIC
53 La Secretaria de Programación y Presupuesto, la Comisión
Nacional de Valores y otras autoridades
Secretaria de Programación y Presupuesto
Secretaria de la Contraloria General de la Federación
La Comisión Nacional de Valores
Otras autoridades
566 NORMATlVIDAD y AUTORIDADES BANCARIAS

RRIMERA
-SECCiÓN

LA NORMATIVIDAD BANCARIA

34 POR SU VOCACIÓN. LAS NORMAS DEL DERECHO


BANCARIO SON DE CUATRO TIPOS
El material legislativo y reglamentario que integra el derecho bancario es como
pIejo -que no dificil- , porque está destinado a organizar múltiples activida-
des y relaciones, algunas incluso disímbolas, que se agrupan conforme a la
denominación genérica de derecho bancario, por la única razón aparente de que
tienen con un banco, una vinculación de cualquier tipo. Esta vastedad y com-
plejidad se incrementó a partir de julio de 1990 porque, como vimos, a partir
de entonces el sistema bancario es mixto, luego, habrán de coexistir en el mis'
mo ensamble legal, normas de orden público y normas de inspiración puramen-
te mercantil. En efecto, recordemos que dentro de otros autores, el maestro
Acosta le confiere al bancario la característica de actividad técnica, pues su
desempefio demanda conocimientos y preparación, precisamente de carácter
complejo; complejidad que el derecho bancario está llamado a organizar en to-
das sus manifestaciones.
A manera de introducción en el estudio de la normatividad bancaria, es
conveniente aislar cada una de las diferentes manifestaciones del fenómeno ban-
cario, visto en su conjunto, y después indagar cuáles son las normas del siste-
ma legal que están avocadas a rendir servicio a cada manifestación, para as!
agruparlas en función de la similitud o identidad de su vocación. Pensamos que
las manifestaciones más importantes del fenómeno se localizan en alguno de
los siguientes temas
• ¿Qué es un banco?
• ¿Qué hace un banco?
• ¿Qué objetivos persigue en su quehacer diario?
• ¿Cómo se vigila su cumplimiento?
La normatividad bancaria 567

La respuesta a cada cuestionamiento dibujará, a su vez, cada una de las cuatro


manifestaciones del todo que forma el espectro bancario. Después, es conve-
niente discriminar la vocación de cada una de las principales leyes y reglamen-
tos del sistema, en función de la manifestación a la que están destinados a rendir
servicio, para así establecer cuántos y cuáles son los grupos de normas mate-
riales de la disciplina y cuáles son las que integran cada uno.
Como apunte preliminar podemos intentar la primera respuesta -cuáles
son las manifestaciones del fenómeno bancario- de esta forma. Recordemos
para ello los cuatro temas anteriores
¿Qué es un banco? Técnicamente los bancos son sociedades mercantiles, trá-
tese de SNC o de SA bancarias; cualquiera que sea su régimen de fundación,
seguimiento, liquidación y naturaleza de los dueños, los bancos no son otra co-
sa que sociedades mercantiles; a partir de agosto de 1990, las bancas múltiples
son, especificamente, anónimas.
¿Qué hace un banco? Desde un punto de vista objetivo, lo que realiza es, sim-
plemente, operaciones, sean pasivas, activas y de servicios; no hace nada más
que eso. Son éstas -las operaciones- los puntos de contacto idóneos entre
el banco y los usuarios.
¿Qué objetivos persigue un banco? Por las razones históricas que vimos atrás
(núm 10), la importancia especifica de la banca en cualquier país obliga a que
los objetivos que persigan sean concordantes con los planes del gobierno a cual-
quier plazo. Como en cualquier derecho (t J), el bancario establece limites de
actuación legal, dentro de los cuales, el destinatario de la norma sabe con segu-
ridad y certeza qué no hacer, qué hacer y de qué manera; esos limites se los
establece a la banca el poder público mediante leyes y reglamentos que, así,
forman esta tercera categoría.
¿Cómo se vigila su cumplimiento? Aquella misma importancia obliga que la
intervención del poder público no se resuma a establecer los objetivos, sino tam-
bién a vigilar su desahogo. Las normas que organizan esa vigilancia forman
la cuarta categoria. Estas normas no son las mismas que fijan los objetivos;
como veremos, son diferentes.
Respectivamente, estas distintas manifestaciones del espectro crediticio
dan nombre a los cuatro grupos de normas del derecho bancario
• Forma societaria de los bancos
• Derecho de los títulos y contratos bancarios
• Reglas de fij ación de objetivos
• Régimen de control y vigilancia.
Cada categoría -que se enuncian sólo con el interés de facilitar la exposición
y la que haremos a la ocasión de una posible codificación del derecho bancario
(núm 41)- está integrada por reglamentos, leyes, reglas generales, circulares
y otras formas de normatividad que en cada caso se identifican porque tienen
568 NORMATIVIDAD y AUTORIDADES BANCARIAS

la misma vocación o especialidad normativa. En efecto, múltiples normas atien-


den a la estructura societaria de los bancos; otras tantas a las operaciones ban-
carias (los titulos y los contratos); otras más al establecimiento de los objetivos
y limites del quehacer bancario; y finalmente, otras tantas normas organizan
el sistema de vigilancia de tales objetivos. En los siguientes numerales se ana-
liza cada categoría y se enlistan las leyes, reglamentos o circulares más impor-
tantes que integran cada una.

35 PRIMERA VOCACION: ORGANIZACION DE LA FORMA


SOCIETARIA DE LOS BANCOS
A esta categoria corresponden las reglas legales y reglamentarias necesarias
para el funcionamiento del banco, en tanto que sociedad mercantil. Insistimos,
jurídicamente un banco es eso: una sociedad mercantil. A pesar de que duran-
te ocho años (de 1982 a 1990), los bancos del sistema fueron SNC, y a partir
de 1990, la banca de desarrollo continuó siendo SNC y la banca múltiple es ahora
una SA, ambas fueron y son, desde el punto de vista de su consistencia jurídi-
ca, sociedades mercantiles, pues a ella es irrelevante la naturaleza de los so-
cios, la denominación de las partes sociales (CAPS o acciones) y otros elementos
aparentemente distintivos.
Pero en el elenco de convenciones y formalidades propias del itinerario de
cualquier sociedad (fundación, integración del capital, designación y faculta-
des de funcionarios sociales, quórum de socios y consejeros, conducción por
dirección, liquidación, etc), las bancas deben sujetarse a un régimen legal y re-
glamentario que es, tanto privativo de la sociedad mercantil bancaria como tamo
bién extensivo a las sociedades en general. En efecto, como tendremos
oportunidad de ver (núm 57), la banca múltiple está sometida en ciertas cosas
a la nueva LIC yen algunos otros a la vieja LGSM; dualidad de régimen legal
que no disminuye su tipo de sociedad mercantil.
La más importante de las leyes de esta categoría es la nueva LIC, no en
todos sus arts, pero sí en los correspondientes a la organización de la banca
de desarrollo y la múltiple (núm 54); también la LGSM, la LQSP, la LOBAN-
XICO, las leyes orgánicas de las bancas de desarrollo, y de cierta forma la
LGOAAC y otras más que, como se observa, forman una categoría integrada
por normas de inspiración diferente. Algunas son leyes administrativas y bu-
rocráticas con pocos años de vigencia, sin precedentes inmediatos y, en conse-
cuencia, cuyas posibilidades y eficiencia restan todavía por evaluar de forma
terminal. Otras, son leyes con más de medio siglo en vigor, probadas y com-
probadas en su eficacia y nula necesidad de supletoriedad que, alternativamente,
son consultadas por el interprete junto con las anteriores.
A manera de ilustración, enseguida se enlistan las normas más importan-
tes de este primer tipo
La normatividad bancaria 569

Respecto del régimen societario del banco en lo general


• Ley de Instituciones de Crédito, de 1990
• Ley de Control de Grupos Financieros, de 1990
• Ley General de Sociedades Mercantiles, de 1932
• Ley de Quiebras y Suspencián de Pagos, de 1943
• Ley General de Organizaciones y Actividades Auxiliares de Crédito, de
1985.
Respecto del régimen societario de bancos especificos
• Ley Orgánica del Banxico, de 1984
• Ley Orgánica de Nafinsa, de 1986
• Ley Orgánica del Banobras, de 1986
• Ley Orgánica del Banco Nacinal de Comercio Exterior de 1986
• Ley Orgánica del Banco del Pequeño Comercio, de 1986
• Ley Orgánica de la Financiera Nacional Azucarera, de 1986
• Ley Orgánica del Sistema Banrural; de 1986
• Ley General de Crédito Rural, de 1976
• Ley Orgánica del Banco Nacional Pesquero y Portuario, que se liquidó en
1989
• Reglas sobre representación de entidades financieras del exterior, de 1972
• Reglas para el establecimiento y operación de sucursales de bancos extran-
jeros, de 1982
• Reglas de la SHCP sobre la tenencia y suscripción de CAPS B de las socie-
dades nacionales de crédito de banca múltiple, de 1985.
Además de las leyes orgánicas de las bancas de desarrollo, el sistema bancario
dispone de otras normas destinadas a organizar instituciones especificas, las
cuales son los reglamentos orgánicos de las propias bancas de desarrollo y los
reglamentos internos de las bancas múltiples; porque éstos, de conformidad
con el art 70 transitorio, frac VI de la LIC, seguirán en vigor hasta en tanto
no se aprueben e inscriban los estatutos sociales de las bancas múltiples que
hayan de privatizarse.

36 SEGUNDA VOCACION: ORGANIZACION


DE LOS TITULOS y LOS CONTRATOS
BANCARIOS
Esta categoría incluye las normas legales y reglamentarias que tienen la res-
ponsabilidad de organizar la forma, seguimiento y resolución de las operacio-
nes de captación, préstamo y servicio neutral de los bancos. Es el régimen legal
de las operaciones bancarias propiamente dichas, que como en general, se per-
feccionan a través de un contrato o un titulo de naturaleza bancaria, son bási-
camente leyes sustantivas y procesales que, por tanto, escapan del ámbito sólo
570 NORMATIVIDAD y AUTORIDADES BANCARIAS

administrativo del sistema. Las normas de este tipo son la consistencia legal
de la forma, en la cual los bancos sostienen contacto con el usuario; por ejem-
plo la chequera, los contratos de crédito de todo tipo, el fideicomiso, la emisión
de bonos, los depósitos a plazo, etcétera.
En virtud de lo anterior, las leyes que integran esta categoria son, en lo
fundamental, normas que no fueron diseñadas para los bancos de manera ex-
presa, sino que lo fueron para ser utilizadas, en general, por cualquier persona,
pero que se ajustaron al desar; ~llo de la operación crediticia, usualmente, a tra-
vés de su cita, en las leyes bancarias de las otras tres categorías, como leyes
supletorias en los temas de su especialidad. Dicho de forma diferente, las prin-
cipales leyes de esta categoría no son bancarias sino mercantiles, y son utiliza-
das por los bancos, con pocas variaciones, de la misma forma en que las usan
otras personas de derecho privado. En general, se trata de una legislación con
más de 50 años de vigencia y de fuerte inspiración bonapartista soportada, bá-
sicamente, en considerandos individuales y capitalistas. Algunas de las más
relevantes son las siguientes

Organización de operaciones de crédito en general


• LGTOC, de 1932
• Código de Comercio, de 1889
• LGSM, de 1933
• Código Ciuil, de 1928
• Código de Procedimientos Civiles del DF
• Ley Monetaria, de 1931.

Organización de operaciones bancarias específicas


• Ley General de Organizaciones y Actividades Auxiliares del Crédito, de
1985
• Ley del Ahorro Nacional; de 1951
• Ley del Mercado de Valores, de 1975
• Ley General de Crédito Rural, de 1975
• Ley Orgánica del Patronato del Ahorro Nacional, de 1986
• Reglas del Banxico sobre las tarjetas de crédito bancarias, de 1989
• Reglamento del servicio de compensación por zona, y nacional, del Banxi-
co, de 1958.
Respecto de las normas que integran esta categoria, es necesario subrayar que
el sistema dispone de múltiples reglas generales, circulares y oficios, cuyo nú-
mero probablemente ascienda a cientos, emitidos por la SHCP, el Banxico, la
CNB o la CNV, que organizan en mucho detalle determinadas operaciones o
contratos (núm 40). Acerca de éstas, es prudente consultar el "Prontuario de
La normatividad bancaria 571

Cir~ul~es y Ofjcio~ Circulares", emitido por la CNB (febrero de 1989), cuyo


Indice mcluye prácticamente la totalidad de las generalidades de la banca y con-
sigue ser una recapitulación sinóptica, útil para el conocimiento del sistema
bancario. Enlista alfabéticamente los contratos y operaciones que deben cum-
plir requisitos especiales en los casos que cada circular menciona (por ejemplo,
diversificación de riesgo en operaciones activas, operaciones activas en el mer-
cado de dinero del extranjero, limites a créditos hipotecarios, emisión de bonos
de vivienda, etcétera).

37 TERCERA VOCACION: FIJACION DE OBJETIVOS


A este grupo de normas bancarias corresponde el complejo de reglas destina-
do a establecer cuál debe ser, en el esquema global de los planes gubernamen-
tales de cualquier plazo, la participación de los bancos. Es la orden que se
trasmite a los bancos, por la autoridad competente, de realizar ciertas activi-
dades, operaciones y abstenciones especificas. Las leyes y reglamentos de esta
categoría, en suma vasta, tienen una orientación con claridad administrativa,
porque está en inclusión directa con las responsabilidades del Poder Ejecuti-
vo. Como ya se dijo (núms 2, 7 Y 31), la importancia de la actividad bancaria
hace necesaria la intervención de la autoridad en diferentes formas y no solo
en su concesión, control y vigilancia.
El control del crédito, facultad por excelencia de la autoridad hacendaria
de cualquier país -que en México se actualiza desde el momento de la consti-
tución de un banco, en su autorización-, no se limita a ser un control objetivo
y simple. En efecto, el control hacendario (núm 49) se justifica por ser la mane-
ra de presionar a la actividad bancaria para que se desarrolle en función de ob-
jetivos predeterminados. Éstos, además de que necesariamente deben ser
privativos de la banca, también deben ser congruentes con la forma de gobier-
no, en dos sentidos: (i) desde el punto de vista del diseño del objetivo en sí mis-
mo, y {ii) desde el punto de vista de la forma en la cual se pone en conocimiento
de los agentes de crédito. Estas dos necesidades, el diseño y la notificación de
los objetivos del sector, forman el tercer grupo de normas del sistema, porque
en nuestro país los objetivos de los distintos sectores que comparten la econo-
mía se establecen de forma legal, y porque la forma en la cual se hacen del co-
nocimiento de los prestadores es, una vez más, a través de una norma legal
o reglamentaria; dentro de las cuales están las siguientes
• Ley de Planeacián
• Plan Nacional de Desarrollo 1989-1994
• Acuerdos de emergencia (Pactos de Solidaridad y Reordenación Económica)
• Ley General de Deudo Pública
• Ley de Presupuesto, Contabilidad y Gasto Público
• Ley de Ingresos de la Federación (anual)
• Presupuesto de Egresos de la Federación (anual)
572 NORMATIVIDAD V AUTORIDADES BANCARIAS

• Reglamentos interiores de la SHCP, el Banxico, la CNB, la CNV, la SPP


• Una vez más, innumerables circulares y oficios emitidos por las dependen-
cias señaladas.
Como se observa, son normas nuevas de claro contenido politico y económico;
no solo son leyes bancarias sino de escala, necesariamente cambiantes y, en-
tonces, de dificil seguimiento para los clientes de los bancos, que no es imposi-
ble que requieran de servicios incompatibles con los objetivos fijados a los
bancos por la administración central; son las reglas de control de la obtención
de los objetivos del gobierno que, por tanto, sólo pueden ser racionalizados a
la luz de la totalidad de la planeación pública.

38 CUARTA VOCACION: RÉGIMEN DE CONTROL


Y VIGILANCIA
Las reglas de este grupo consisten en la organización de la forma en la cual,
e! gobierno vigila, fiscaliza y corrige las actividades de los bancos, con el inte-
rés de que los objetivos asignados, que se señalan en el párrafo anterior, se
cumplan adecuadamente. Cabe señalar que en el nuestro, como en la mayorla
de los paises, el control del crédito y la banca se ejerce tanto por la administra-
ción centralizada como la descentralizada, porque la especialidad de! sector de-
manda autoridades otro tanto especializadas. Las leyes de esta cuarta categorla
son, dentro de otras, las signientes

• LIC, por cuanto se refiere a la organización de la CNB y a la defensa de


los intereses del usuario
• LOBANXICO, de 1986
• Ley Orgánica de la Administración Pública Federal
• Reglamento Interior de la SCHP, de 1990
• Reglamento de Seguridad y Protección Bancaria, de 1987
• Reglas sobre las Medidas Básicas de Seguridad a las SNC, de 1987
• Reglamento de Inspección, Vigilancia y Contabilidad de las Instituciones
de Crédito, de febrero de 1935
• Reglamento Interior de la Comisión Nacional Bancaria, de 1986
• LMV, por cuanto se refiere a la organización de la CNV y a la defensa de
los inversionsitas
• Ley de Responsabilidades de los Servidores Públicos.
Como se observa, también en este tipo se trata de leyes cambiantes de politica
económica, cuya aplicación no involucra directamente a los particulares, pero
que, por último, se ven impactados por él, en la medida en que e! servicio que
les procura el banco no puede ser otro que el asignado por la administración,
y cuyo seguimiento está vigilado y sancionado de esta forma.
La normativlded bancaria 573

39 EL FENÓMENO DE LA SUPLETORIEDAD
EN El DERECHO BANCARIO

Ubicación del tema. Leyes enunciativas y leyes integrales


En términos latos, por supletoriedad se entiende el recurso que una ley concede
al interprete, previendo la posibilidad de que alguna de sus hipótesis pueda gene-
rar una consecuencia desprovista de solución en su texto, consistente en señalar,
especlficamente, cuál es la segunda o la tercera ley que se aplicará en ese caso, por
considerar que son con las cuales tiene mayor afinidad. En ese sentido, la su-
pletoriedad permite que cualquier ley consiga ser, por extensión interpretati-
va, exhaustiva; en efecto, lo será porque su contenido sea integral o porque
su régimen supletorio sea preciso y bien planteado en términos de afinidad.
Luego, cuando una ley que es o busca ser, exhaustiva en su propio texto, aunque
por método debe señalarlo, su régimen de supletoriedad no es tan necesario.
Es el caso de las leyes "integrales", como el Código Civil, el Penal, el de
Comercio e incluso la LGTOC y la LGSM, cuyas sendas supletoriedades son
minimas en relación con los casos concretos que su texto alcanza a solucionar
de manera directa: crean una figura, la organizan, y sólo en función de ellas
se pueden interpretar.
Por el contrario, en las leyes "enunciativas", que por oposición a las inte-
grales no organizan la totalidad de los actos o personas destinatarios, sino sim-
plemente "enuncian" actos, contratos o circunstancias cuya caracterologia se
sobrentiende, la supletoríedad demanda los más altos niveles de perfección, una
vez más, en términos de precisión, claridad y afinidad. El caso más claro es
la parte dogmática de la Constitución, pero también la Ley de Inversiones Ex-
tranjeras, la Ley de Entidades Paraestatales y, de la mayor importancia para
nuestro estudio, la nueva LIC, que también es una ley enunciativa y no inte-
gral. En ésta se cita el fideicomiso, el refaccionario, el depósito, etc, sin otro
motivo principal que asignarlos a la banca como operaciones permitidas, pero
no los organiza, sino que sobrentiende su organización en otras leyes, aunque
en ocasiones establece algunas variaciones breves que apuntan más a la ade-
cuación de su tipologia a la operatividad bancaria, más que a crear, por ejem-
plo, una especie nueva del género implicito en la otra ley.
Desde los puntos de vista legislativo y procesal, el señalamiento de leyes
supletorias tiene una importancia particular porque puede originar una "recrea-
ción" legal. Un acto de pleno imperio como la creación de una ley no puede im-
primir mayor obligatoriedad a un art que a otro; todos, los enunciativos, los
orgánicos, los supletorios, etc, son igualmente imperativos. Entonces, si una
ley designa como supletorio de si misma a un reglamento, un oficio o una circu-
lar, hay discordancia, y se podria llegar al extremo de considerar que tal desig-
nación, por provenir eld Congreso, las "convirtió" en leyes. Una ley sólo puede
574 NORMATIVIDAD y AUTORIDADES BANCARIAS

ser suplida por otra, porque sólo puede serlo por un acto del mismo rango, creado
por la misma entidad soberana. Un reglamento no suple una ley, lo que hace
es facilitar su cumplimiento; el Ejecutivo no puede suplir una ley porque no
puede suplir la voluntad del Legislativo, es decir, del pueblo. Pues bien, como
veremos, tal vez la mitad de las reglas supletorias de la LIC son en favor de
reglas generales de la SHCP.
Por otra parte, como ya señalamos, en la captación, el crédito y el servicio
neutral, la nueva LIC utilizó el método de la enunciación y no el de la organiza-
ción integral. Es decir, el legislador de 1990 (como el de 1983 y 1985), puso el
acento relevancia creativa en la estructura societaria de los bancos, la fijación
de sus objetivos y la vigilancia y control de su obtención, pero soslayó la im-
portancia de la creación en el renglón de la técnica de su operatividad y su con-
tacto con el público. Consecuentemente, las reglas supletorias adquirieron en
esta materia una necesidad extrema y, aunque la nueva LIC mejoró en gran
medida las deficiencias del sistema supletorio, guardó algunos de los vicios de
imprecisión del derecho anterior.

Reglas de supletoriedad de la L/e


Las reglas de supletoriedad que establece la LIC son abundantes y en extremo
detalladas. No obstante, la perfección de sus enunciados y citas en términos
de precisión y afinidad, infortunadamente, incurrió en algunas contradicciones.
La LIC estableció 26 reglas diferentes de supletoriedad, que buscan señalar
la regla idónea, con tanta escrupulosidad, que en algunos casos se contradijo.
Las reglas son las siguientes

1 Supletoriedad en las bancas múltiples (art 60)


• La propia LIC
• La LOBANXICO
• La legislación mercantil (no cita orden ni prioridad)
• Los usos y prácticas bancarios
• Los usos y prácticas mercantiles
• El Código Civil para el DF.
2 Supletoriedad en las bancas de desarrollo (art 60)
• Su propia ley orgánica
• La propia LIC
• La LOBANXICO
• La legislación mercantil (no cita orden ni prioridad)
• Los usos y prácticas bancarios
• Los usos y prácticas mercantiles
• El Código Civil para el DF.
La normatividad bancaria 575

3 Supletoriedad en la forma social de las bancas múltiples (art 90)


• Sólo podrán recibir autorización las SA, organizadas de conformidad
con laLGSM
4 Supletoriedad en los plazos para tener a disposici6n de los representantes
de los accionistas, los formularios de poderes para hacerse representar (art
16, IlI)
• El art 173 de las LGSM.
5 Supletoriedad en la disolucion y liquidación de las bancas múltiples (art 29)
• Los caps X y XI de la LGSM.
6 Supletoriedad en la quiebra de las bancas múltiples (art 29 in fine)
• El cap I del titulo VII, de la LQSP.
7 Supletoriedad en los titulas representativos del capital de las bancas de
desarrollo (art 32)
• El cap II del titulo II de la propia LIC
• LaLGTOC.
8 El fideicomiso como contrato susceptible de celebrarse por los bancos (art
46, XV)
• Al cual se refiere la LGTOG.
9 En la tasa de interés, comisiones, premios, descuentos u otros conceptos
análogos, montos, plazos y demás características de las operaciones acti-
vas, pasivas y de servicios, los bancos se sujetarán a (art 48)
• La LOBANXICO.
10 Supletoriedad en las operaciones con valores que realicen los bancos ac-
tuando por cuenta propia (art 53)
• La propia LIC
• La LMV.
11 Supletoriedad cuando los montos de un depositante fallecido excedan de
los cuales señalan la LIG, para ser entregados a los beneficiarios; se debe-
rán entregar (art 56)
• En los términos previstos en la legislación común (?).
12 En los contratos de crédito refaccionario y de habilitaci6n avio, que cele-
bren los bancos, se ajustarán a (art 66)
• LaLGTOC
• Las reglas especificas de la LIG.
576 NORMATIVIDAD y AUTORIDADES BANCARIAS

13 Supletoriedad de la forma en la cual, el deudor podrá adquirir el poder de


los bienes sobre los que se haya constituido prenda (art 66, IlI)
• Art 329 de la LGTOC.
14 Supletoriedad en las garantías hipotecarias de unidades productivas com-
pletas (art 67, último párr)
• Art 214 LGTOC.
15 Supletoriedad en la prenda sobre bienes y valores (art 69)
• LaLGTOC.
16 Cuando el banco sea acreedor en un crédito con garantia real; podrá ejerci-
tar sus acciones (art 72)
• En juicio ejecutivo mercantil
• En juicio ordinario
• El cual, en su caso proceda m.
17 En los servicios que los bancos están autorizados a prestar (art 77) se
ajustarán
• Las disposiciones legales aplicables (?)
• Las disposiciones administrativas aplicables (?)
• A las sanas prácticas que propicien seguridad en la operación y ade-
cuada atención en el usuario (?).
Éste es un espacio gratuitamente enorme. Como en estos servicios no
se especifica la supletoriedad, pensamos que la regla de supletoriedad
general contenida en el art 60 se aplica y entonces, los servicios sus-
ceptibles de prestarse quedan sometidos a las siguientes leyes
• En el fideicomiso, a la LGTOC y a la LFEP
• En las cajas de seguridad, por no ser un depósito (captación), sino un
servicio, al C Civ para el DF
• En el mandato y la comisión al C Com, que a su vez señala como su-
pletorio al C Civ para el DF
• En los contratos de administración y custodia, como no están con-
templados por el C Com, al C Civ para el DF.
18 Supletoriedad en las operaciones que realicen los bancos en cumplimiento
de fideicomisos, mandatos, comisiones o contratos lart 81)
• La propia LIC
• LaLMV.
19 Supletoriedad en la ejecuci6n de los fideicomisos de garantia [art 83)
• El procedimiento convenido expresamente por las partes
• El procedimiento establecido en los dos primeros párrs del art 340
LGTOC.
La nonnatividad bancaria 577

20 Supletoriedad en caso de renuncia o remoción del fiduciario (art 84, últi-


mo párr)
• Art 350 LGTOC.
21 En ias bancas sus apoderados se entenderán facultados para suscribir tí-
tulos y actos cambiarios (t I), cuando los poderes se otorguen (art 90, ter-
cer párr)
• De acuerdo con el art 2554 primero y segundo párrs del C Civ.
22 La eNB tiene facultades presuntivas cuando [art 104)
• Se infrinja el art 350 LGTOC.
23 En los fideicomisos los bancos tienen prohibido responder a los fideicomi-
tentes del incumplimiento de los deudores por los créditos que otorguen,
o de los emisores por los valores que adquieren, salvo que sea por su culpa
según lo dipuesto {art 106, XIX, b)
• En la parte final del art 356 LGTOe.
24 Es a discreción del usuario presentar los reclamaciones que tenga contra
los bancos (art 119)
• Ante la CNB
• Ante los tribunales competentes de la Federación o del fuero común.
25 En el juicio arbitral de estricto derecho ante lo CNB, el compromiso arbi-
tral de las partes se somete lart 120, V)
• Al C Com, con excepción de sus arts 1217, 1235 Y 1296.
26 La CNB tiene facultades para aplicar las sanciones previstas en [art: 123)
• La Ley de Responsabilidodes de los Servidores Públicos.
Hasta aquí, las reglas de supletoriedad establecidas por la LIC. Pero no son
todos.
A continuación se citan las que establecen las leyes orgánicas de Banxico y
de las bancas de desarrollo
Las actividades del Banco de México se regirán por (art 41 LOBANXICO)
• La propia LOBANXICO
• LaLIC
• La legislación mercantil general
• Los usos bancarios y mercantiles
• El C a» para el DF.
La representación del Banco de México por sus órganos de gobierno se sujeta-
rá (art 80 Reglamento de BANXICO)
• A los arts 2554 y 2587 del e Civ para el DF
• Al art 90 LGTOC.
578 NORMATIVIDAD y AUTORIDADES BANCARIAS

El régimen <k supletoriedad general de la LOBANOBRA8 es el siguiente [art 28)


• La LIC
• La LOBANXICO
• Las demás disposiciones "legales" aplicables.
El régimen general de supletoriedad de la LONAFIN8A es el siguiente (art 28)
• LaLIC
• La LOBANXICO
• Las demás disposiciones "legales" aplicables.
El régimen general de supletoriedad de la LOBANCOMEXT es el siguiente (art
30)
• LaLIC
• La LOBANXICO
• Las demás disposiciones (7) aplicables.
El régimen de supletoriedad de la LOBANPECO es el siguiente (art 27)
• La LIC
• La LOBANXICO
• Las demás disposiciones (7) aplicables.
El régimen de supletoriedad de la LOBPE8QUERO es el siguiente (art 27)
• La LIC
• La LOBANXICO
• Las demás disposiciones "legales" aplicables.
El régimen de supletoriedad del Patronato del Ahorro Nacional es el siguiente
(art 44)
• La legislación mercantil general
• Los usos y prácticas bancarias y mercantiles
• El C Civ para el DF.
Los préstamos en el sector rural se regirán por (art 109 LGCRURAL)
• La LGCRURAL
• La LIC
• LaLGTOC.
El contrato de apertura de crédito en el sector rural se regirá (art 120
LGCRURAL)
• Por la LGTOC. exclusivamente.
La administración de los fondos fiduciarios de este mismo sector se regirán
por (art 140 LGCRURAL)
• La LIC
• LaLGTOC.
Lanormatividad bancaria 579

El funcionamiento y organización de las instituciones del sistema de crédito


rural se regirán (art 149 LGCRURAL) por
• La LGCRURAL
• Los estatutos sociales de cada una.
Los gerentes de los bancos del sistema Banrural absolverán posiciones [art 25
LO SISTEMA BANRURAL)
• De acuerdo con la ley procesal de cada lugar.
Las operaciones y servicios de los bancos del sistema Banrural tendrán el si-
guiente régimen de supletoriedad {art 47 LO SISTEMA BANRURAL)
• La LIC
• LGCRURAL
• La LOBANXICO
• Las demás disposiciones "legales" aplicables.
El anterior es, pues, el sistema de la supletoriedad en el derecho bancario. Ame-
rita las siguientes precisiones, unas de orden general, y otras de detalle.

Comentarios críticos al régimen de supletoriedad


La LIC establece dos regímenes supletorios generales y 23 especiales; tal vez,
los primeros hubieran sido suficientes si la LIC (art 6) no hubiera apuntado
que son supletorios "para las bancas múltiples y de desarrollo ': porque no queda
claro si lo que suplirán en cada una es su estructura societaria, sus operaciones
o su sometimiento al régímen paraestatal de control. En ocasiones, los dos re-
gímenes (el general y el especial) son contradictorios; por ejemplo, en los arts
66 y 69 (regímenes especiales) de la LIC, la propia Ley se deroga a sí misma,
en favor de la LGTOC, siendo que en su art 60 (régimen general) ni siquiera
menciona a la LGTOC, sino solo a la "legislacíón mercantil". Pero hay nego-
cios como las obligaciones, el fideicomiso y los CAPS (en tanto que títulos de
crédito), que reciben un tratamiento diferente en la LIC y en la LGTOC. En-
tonces, hay duda en torno al régimen que se debe aplicar porque los dos, en
diferentes arts, reciben la primacía.
Como la LIC establece dos regímenes generales y 23 específicos, la regla
genérica provocará un conflicto de aplicación cuando ambos resulten, además
de aplicables, contradictorios, toda vez que, aparentemente, los dos tienen la
misma fuerza obligatoria; circunstancia que se acentúa en el caso del art 66
LIC, de los créditos de refacción y avío, o del 69, de la prenda, porque son con-
tratos que reciben tratamientos diferentes en el renglón de la forma contrac-
tual y la ejecución de las garantías, en cada ley; y aunque la LIC se auto<!eroga
en favor de la LGTOC, tratándose de un lítigio, en el que por definición los in-
tereses están encontrados, cada parte recurrirá al régimen que le permita una
580 NORMAllVIDAD V AUTORlDADES BANCARIAS

posición procesal más confortable, lo que es posible porque la doble hipótesis


está citada en la ley.
Las únicas leyes de inspiración y vocación sólo privada persistentes en más
de un régimen de supletoriedad son el C Civ para el DF, la LGSM y la LGTOC,
esta última fundamentalmente en la LIC y la LOSRURAL. No obstante, la
totalidad de estas leyes citan, de manera sobrentendida, los contratos, figuras
y operaciones que organiza la LGTOC, luego, la supletoriedad por excelencia
en la materia hubiera sido la LGTOC, pero como vemos no es así.
Con frecuencia, se menciona como derecho supletorio el concepto genérico
"las demás disposiciones aplicables" (el ejemplo más claro es el art 77), en el
cuál el legislador tal vez perdió de vista que al estar realizando con esa cita
un acto legislativo y creador -como lo hizo en cualquiera otra cita de su texto-,
concedió un rango que, como ya dijimos, por su naturaleza no pueden tener
una circular o un oficio aunque pudieran ser, a los ojos de un administrador,
"disposiciones aplicables ", Lo que quiere el gobierno no es siempre lo que quiere
la mayoria de la población, que es la que hace las leyes. Pero el error más mar-
cado no fue ese, sino la falta de precisión entre ley y reglamento aplicable. La
excepción es el señalamiento de las "disposiciones legales aplicables ", que ha-
cen ciertas leyes de bancas de desarrollo, en lugar del impreciso "disposiciones
aplicables". Circunstancia parecida a la creada por este concepto que origina
el de "regla general", pero es más complejo por el expediente de que tales re-
gIas no existian en el momento de creación de la LIC, y algunas todavia no
existen.
Tanto la LIC como las leyes orgánicas de las bancas de desarrollo se de-
signan mutuamente como leyes supletorias; pero siendo las dos, desde el pun-
to de vista de la organización de los contratos y los títulos, leyes sólo
enunciativas y no integrales y, por tanto, carecen de una ley supletoria de dis-
posiciones idóneas en materias contractual y cambiaria, los envios reciprocos
resultan, en ese sentido, inútiles y tendientes a crear un circulo vicioso en el
interprete que siga al pie de letra el texto de las dos.
El art 32 LIC, designa a la LGTOC como supletoria de los CAPS A Y B
de las bancas de desarrollo. Pero el art 22 LGTOC designa a su vez, como su-
pletoria, a la LGSM, en el caso de las acciones, y a la ley correspondiente, en
el caso de los titulos de deuda pública. No queda claro si el legislador quiso
dar al CAP el rango de titulo cambiarlo o el de documento corporativo; si quiso
lo segundo el error es claro, la LG TOC no puede suplir porque es una ley cam-
biarla y no corporativa; podria presumirse entonces que el legislador asignó
al CAP la categoria de cambiario. Aunque nos parece que el CAP, como docu-
mento probatorio de la aportación al capital fundacional de una sociedad mer-
cantil y, entonces, facultativo de votos y decisiones, por supuesto es un titulo
tipicamente societario y no cambiarlo, por lo que una supletoriedad idónea hu-
biera sido la LGSM.
La normatividad bancaria 581

En su art 60, la LIC erigió al C Civ del DF como regla supletoria expresa.
Sin embargo, en su art 56, último párr, señaló que los remanentes de los máximos
legales para entregar automáticamente a los beneficiarios de un depositante fa-
llecido, se entregarán en los términos "del derecho común ", Necesariamente ca-
be la duda de si el derecho común al que se refiere el art 56, es el mismo al que
se refirió el art 60, es decir, al del Distrito Federal; o si se aplicará, en este caso
particular, el derecho común inmediato al intestado o la testamentaria, es
decir, el local. Ésta es una de las pocas reglas de la nueva LIC en la cual, la falta
de uniformidad en los conceptos fue clara.
El art 72 LIC concede a los bancos, en la ejecución de garantías reales,
la opción de entablar el juicio ejecutivo, el ordinario o el que proceda. Dadas
las diferencias formales entre los dos primeros juicios; las importantes diferen-
cias entre los civiles y mercantiles, pues como tampoco se diferenciaron, proce-
dería cualquiera; y la astronómica amplitud del concepto "el que en su caso
proceda", estos dispositivos de opción y suplencia podrían haberse resumido
en la idea de que los bancos podrán hacer, para ejecutar las garantias reales,
lo que gusten. Como ya vimos, a diferencia de la LGICOA de 1941, cuyo art
lo transitorio canceló la supletoriedad civil en materia bancaria, la LIC con
frecuencia cita a dicho derecho como supletorio, tanto en sus regimenes gene-
rales como especiales; y como las hipotecas son contratos muy utilizados en
la práctica bancaria, la definición de si debe seguirse un juicio hipotecario civil
o uno ejecutivo mercantil era sumamente importante, pero no fue así, por el
contrario, se presentó una opción que se erige como un privilegio inexplicable.
Repetidamente la LIC vuelve a designar como supletorias, las prácticas
y los usos bancarios, que en el caso particular de esa leyes inadecuado por dos
motivos: (i) las prácticas y usos bancarios no pueden ser una ley supletoria,
porque no son derecho, ya que, por un lado, la Corte ha sostenido que el único
derecho que se debe probar es el extranjero y, por otro, porque para poderse
sustentar una acción en la costumbre debe probarse, primero, su existencia,
y segundo, que los litigantes aceptaron someterse a ella (t I], y (ii) porque el
nuevo estado de las cosas bancarias tendia a modificar la totalidad de los hábí-
tos y usos anteriores, luego, les dio importancia a unos con las que se presumía
su incompatibilidad; pero además, es dificil suponer la existencia de prácticas
y usos generados en un nuevo régimen de apenas dos o tres años, cuando me-
nos, no al grado de considerarlos derecho supletorio en condiciones ab initio.
No obstante, cabe decir que el legislador de 1990 es cauto al establecer que
los usos y prácticas deben procurar una adecuada atención a los usuarios (art
77 in fine).
Por lo que respecta a los servicios la LIC (art 77), dej a un espacio gratuita-
mente enorme al señalar, que tales servicios se prestarán de conformidad con
"las disposiciones legales y administrativas aplicables "; pero no señala quién
se encargará de calificar a la regla como aplicable (el usuario, el prestador, el
582 NORMATIVIDAD y AUTORIDADES BANCARJAS

juez, el tercero), amén de que vuelve a cometer el equívoco de, potencialmente,


dar rango de "ley" supletoria a un reglamento o incluso una circular.
A pesar de las criticas hechas por este autor, y las que puedan hacerse desde
el punto de vista procesal, mercantil o constitucional, se debe precisar que el
régimen supletorio de la nueva LIC, superó en todo vértice al de la derogada
LRSPBC, que era un verdadero crucigrama, pero además, impenetrable. El nue-
vo régimen es consistente a pesar de las críticas, porque de la interpretación
judicial que se haga en términos del art 14 constitucional, se desprenderá que
la cita supletoria es claramente casuista; es decir, pretende subrayar (por ejem-
plo, citando arts expresos de otras leyes: 66, III y V, 67, último párr, 83, etc)
que la supletoriedad debe hacerse sólo en un sentido muy concreto. Aunque
es un régimen no muy vulnerable a criticas de técnica legislativa, sí lo es en
el sentido de que con demasiada frecuencia, como se verá enseguida, abandonó
a futuras y eventuales "reglas generales" -principalmente de la SHCP- el
desahogo de ciertos principios legales que no solo no debían estar sustentados
en un decreto secretarial, sino que ni siquiera se tiene la posibilidad de seguirlo
-aun con esta falla constitucional- porque no existen (núm 44).

40 FACULTADES LEGALES PARA EMITIR REGLAS


GENERALES
Dos instituciones han tenido una influencia determinante en la conformación
del sistema bancario, a saber, las "reglas generales" y las circulares de las auto-
ridades federales con competencia en la materia. La forma en que se reglamen-
tan los fondos y fideicomisos públicos también ha sido parte importante en esa
conformación, pero sobre ellos regresaremos más adelante (núm 176). De ma-
nera breve, veremos cuál ha sido la significación de las dos primeras.
Aun antes de la LRSPBC de 1985, pero más bien después de ésta, las dis-
posiciones reglamentarias denominadas por el sistema "reglas generales", han
sido las respuestas básicas a las preguntas que usuarios y banqueros se for-
mulan en torno a qué hacer en su conducta diaria, cuando ni la ley general ni
las especiales pueden responder. Luego, el uso excesivo de "reglas generales"
no ha sido un abuso sino una solución, similar además, a la de los palses con
un adelanto como el nuestro. Pero esa solución se incrementa (se instituciona-
liza, es mejor dicho) en la LRSPBC. En efecto, esa derogada Ley concedía a
la SHCP 22 facultades reglamentarias (arts 70, 90, 12, 13, 15, 16, 21, 34, 35,
38,62,67,68,69,70,74,76,81,84, y 40 Y90 transitorios), mediante un difun-
dido texto legal similar a éste: tal o cual contrato, obligación o actividad, "se
regirán por las reglas generales que al respecto dicte la SHCP"; enuncia dog-
máticamente un acto ó una hipótesis especificos, pero no los reglamenta ni ti-
pifica, sino que tales se declinan en favor del ministerio. Texto que mantuvo
la actual LIC.
La normatividad bancaria 583

Por supuesto, los banqueros y usuarios que no encuentren respuesta en


la Ley a sus necesidades operativas, a "algún" lugar o texto, deben acudir a
buscarla. Y si el que finalmente contiene la solución idónea es un reglamento,
su texto será constitucional en la medida en que cumpla con dos requisitos que
son elementales a esta altura de la licenciatura: (i) su normatividad no debe
ser excesiva del texto legal, y (ii) la autoridad que la haya emitido, debe tener
facultades para ello y, si las tiene, no deben implicar un exceso. Tal vez como
en ningún otro tema del derecho bancario, el legislador se ha aplicado con tan-
ta concentración a cumplir con estos dos requisitos. De ah! que sea probable
que la LIC (y sus predecesoras LRSPBC) hayan sido leyes enunciativas y no
integrales (núm 39). El método utilizado, ya citado en el párrafo anterior, es
el siguiente
• El legislador reconoce (al paso que sobrentiende) la existencia de contratos
y titulos en otras leyes, y los cita en el texto bancario como partes ordina-
rias del sistema jurídico general
• Las peculiaridades que se deben seguir en el desahogo de esos contratos
o títulos, en la mayoría de los casos, no se especifican en el texto (también
se sobrentienden)
• Cuando es así, el interprete los desahoga de la forma prevista en la ley na-
tural; pero si no, la ley bancaria establece que deben desahogarse de acuer-
do con ciertas reglas que debe emitir, también, una cierta autoridad
• Para la emisión de esa "regla" -general- la Ley faculta, por ejemplo, a
la SHCP (se cumple el requisito constitucional por el cual, la autoridad de-
be tener facultades para ello)
• La "regla general" que la SHCP emita de esa forma no puede exceder de
la ley bancaria, porque sobre el titulo, contrato o actividad que se regló,
dicha Ley no precisa nada (se cumple con el requisito constitucional de no
exceder las facultades concedidas)
• y la posibilidad de que la "regla ': así emitida exceda del contenido norma-
tivo de la ley natural (LGTOC, LGSM, etc), se anula con la cautela del re-
glamentador
• La norma creada en la "regla general" que resulte enteramente novedosa
-como sucede de manera general- no contradice ni a la ley natural ni a
la bancaria.
Desde luego esta mecánica, en lo absoluto constitucional, que podría parecer
una especie de recuadro legal similar a los que utilizaban algunos fiscalistas,
permite al legislador y a la administración posibilidades insospechadas, pues
la autoridad ejecutiva queda directa y expresamente autorizada, para adecuar
el sistema legal (o reglamentario) de la banca a las nuevas prioridades, en cual-
quier momento y sin necesidad del proceso legislativo, cuya periodicidad y mul-
tiparticipación necesariamente implicarian un tiempo y unas modificaciones
cuya magnitud no es fácil predecir. Sobre la veintena de facultades reglamen-
584 NORMATIVIDAD y AUTORJDADES BANCARJAS

tarias concedidas por la L/C a la SHCP, y otras tantas al Banxico y a la CNB,


de esta forma, regresaremos más adelante (núm 45).
Al respecto de este tema y en relación a las llamadas Leyes Marco, el maes-
tro Acosta Romero tiene criticas que se deben citar. Señala que
se concluye fácilmente que la real tarea de ordenar normativamente un aspecto
de la vida socia! -el bancario- se desplaza del órgano Legislativo a! órgano Ejecu-
tivo; hecho que -continúa- comporta dos contundentes e inequivocas afirmacio--
nes: la ampliación indeterminada de la facultad reglamentaria del Ejecutivo y, por
otra parte, el abandono voluntario y concíente del Legislativo. respecto de sus atri-
buciones.
Remata su opinión diciendo que
al actuar de este modo, los legisladores están, efectivamente. propiciando el rom-
pimiento del equilibrio de los poderes y trastocando el auténtico sentido que debe
tener la colaboración entre los órganos del Eatado.
Dentro de otras complejidades y ventajas de esta peculiar legalidad de fa-
cuitades reglamentarias, cuyo análisis supera los motivos de este texto, se se-
ñala su número (son cientos) y su dispersión (todas están en diferentes textos).
En efecto, esas facuitades reglamentarias legales, que se incrementaron de ma-
nera enérgica, en laLRSPBC de 1985, y se reforzaron aun más en la nuevaL/C,
son tantas, y están tan diseminadas en textos diferentes, que el interprete de-
be ser un verdadero técnico y no un mero conocedor. No obstante, ese número
y dispersión, y la consecuente dificultad por determinar la norma que debe ser
llamada a solucionar cada negocio, fue disminuida de manera importante con
la expedición del "Prontuario de Circulares y Oficios Circulares" de la CNB,
en febrero de 1989, que no obstante, tener un indice de seis hojas y 170 caps
que incluyen gran parte de las generalidades de la banca, consigue ser una bue-
na sinopsis y recapitulación de gran utilidad para el conocimiento del sistema
bancario.
Otra critica es, desde luego, la enorme y gratuita diversidad de designa-
ciones con las cuales, la propia ley bancaria denomina las "reglas generales"
(bases, directrices, disposiciones, reglas, normas, políticas, etc), la diferente am-
plitud que les concede (de carácter general, generales, de orden general, etc),
y su definición (¿qué se entiende por cada una?). La dificuitad interpretativa
(en el estudiante es confusión) que originan la dispersión y el vasto número que
se mencionan en el párrafo anterior, se incrementan con este gran catálogo de
denominaciones que, con toda simpleza, pudo haberse obviado con elementa-
les reglas de uniformidad semántica llamándoles por su nombre: reglamentos.
Además de la regla general, como "fuente" del derecho bancario, se debe
mencionar otra que pertenece a la misma especie y cuyo nombre ha tenido un
arraigo y utilidad que no se encuentra tan fácil en otro sector a saber: la "cir-
cular" girada a los bancos por la CNB, la SHCP O Banxico; fuente de creación
normativa diferente en especie en relación con cualquier otra rama del dere-
La normatividad bancaria 585

cho, que tiene un diseño puramente administrativo y que es, de modo necesa-
rio, equivalente y uniforme para todo banco. La diferente denominación -regla
y circular- no debe llamar a confusión; unas y otras son lo mismo: la actuali-
zación de facultades reglamentarias declinadas, por la Ley, en favor de autori-
dades administrativas centrales o descentralizadas. Recuérdese que es,
precisamente, a través de una circular, que en 1967 se establece por primera
vez en nuestro país, el sistema normativo de la tarjeta de crédito bancaria, que
se continuó ya no como circular sino como regla general, similar a las comenta-
das más arriba, en 1986, después en 1989 y por último, en 1990 (núm 189), siendo
que en los cuatro casos la autoridad emisora fue la misma a saber, el Banxico
o la SHCP.
Finalmente, algunas tendencias doctrinales han visto la codificación como
una posible solución a la complejidad que emana de la dispersión, el elevado
número de reglas generales y su diferente denominación; tema que tratamos
enseguida.

41 lES POSIBLE UNA CODIFICACiÓN BANCARIA?


Utilidad de una codificación
En este tema, es necesario partir del siguiente principio: con la sola excepción
de disposiciones en extremo generales (arts 640 y 75, XIV C Com), el derecho
bancario nunca perteneció a la gran Codificación de 1889; pero es igual de cla-
ro que su operatividad siempre ha descansado en múltiples cuerpos legales que
si se generaron en él. De pensar en una "recodificación" de todo el material
mercantil disperso, la inclusión en él del derecho bancario significarla, más que
nada, una novedad, que cuando menos en esta materia y a diferencia de otras,
no presenta ventajas formidables por el hecho de que, con todas sus perfeccio-
nes e imperfecciones, siempre se ha localizado en leyes autónomas.
Sin embargo, si tomamos la definición de codificación, según la cual un có-
digo es la consideración exhaustiva de todas las hipótesis legales, destinadas
a organizar un fenómeno razonablemente independiente, que se hace por razo-
nes de facilidad en su consulta, una eventual codificación, tal vez más que en
otras materias asimiladas al derecho mercantil, resultaria en el bancario en gran
manera recomendable por dos motivos: (i) al paso de los años esa labor, no obs-
tante con otros intereses, ya se realizó con la proliferación de reglas generales
y circulares que permiten suponer que el tratamiento ya es finalmente exhaus-
tivo; seria de manera simple reunirlos y sistematizarlos a todos en un solo tex-
to. Y {ii} porque en la actualidad, esa misma proliferación obliga a una tortuosa
búsqueda del dispositivo idóneo aplicable, que un código bancario suprimirla;
supresión que algunos, como Barrera Graf y Oppetít, consideran la ventaja más
formidable de la codificación. Al facilitar los medios (un código), los derechos
y las obligaciones se desahogan con mejor calidad y cantidad; labor que co-
586 NORMATIVIDAD V AUTORIDADES BANCARIAS

rrespondería al Legislativo en tanto que creador, como al Ejecutivo en cuanto


que ejecutor.
No obstante lo anterior, el incuestionable cambio que sufrió el derecho ban-
cario, al igual que nuestra sociedad (núm 24), primero en 1982 y otro más en
1990, en nuestra opinión, aumentó la dificultad de una eventual codificación
bancaria por la diferente naturaleza jurídica de las normas que emanaron de
cada momento y que, abara, integran el mismo complejo legal. Acerca del par-
ticular, es necesario centrar nuestra atención en que los puntos de contacto
entre banco y usuario, los títulos y los contratos, en los nuevos regimenes si-
guieron siendo los mismos que en el anterior, de igual manera su fondo y su
forma continúan, y por cuanto que así lo señala con claridad la Ley de 1990
en sus múltiples reglas de supletoriedad (núm 39).

Una vez más acerca de la diferente vocación de la norma


bancaria
En consecuencia, podría hablarse de dos diferentes "manifestaciones" del de-
recho bancario: una, la de la creación, dirección y vigilancia de los bancos, lue-
go, una orgánica y estructural con decidida vinculación a las políticas y
administraciones generales del Estado: y otra, la de los contratos y los titulas,
que sigue teniendo la misma naturaleza cambiaria y contractual irreversible-
mente privada, y susceptible de modificarse sólo por la fuerza de la oferta y
la demanda, es decir, por la evolución propia del mercado en si mismo. Dicho
de otra forma, el sistema bancario ha cambiado en todo, excepto en los instru-
mentos que utiliza para recibir y prestar dinero y servicios.
Pues bien, en este momento es necesario recordar los distintos grupos de
normas bancarias que metodizamos (núm 34) en función de su distinta voca-
ción, en la siguiente manera
• Forma societaria de los bancos
• Derecho de los titulas y contratos bancarios
• Reglas de fijación de objetivos
• Régimen de control y vigilancia.
Como se observa, con excepción del segundo grupo, en la última década los otros
tres han sido sometidos a los más variados vaívenes del quehacer político y
económico; pero el segundo ha permanecido inmutable. Y ese grupo, el del de-
recho de los titulas y contratos bancarios, se originó hace más de un siglo con
el formidable esfuerzo codificador del C Com de 1889. Más aún, ciertamente
a partir de la LIC de 1990, el primer grupo, que había sido sustraído del dere-
cho societario tradicional para someterlo a las estrictas reglas del derecho pa-
raestatal, volvió a regresar al tradicional, al grado que para poder recibir la
concesión, los particulares deben constituirse en una sociedad anónima de con-
formidad con la LGSM de 1932 (art 90 LIC).
La normatlvidad bancaria 587

Entonces, es sencillo concluir que las dos manifestaciones del derecho ban-
cario que evocamos párrafos arriba son claramente identificables: las reglas
de derecho privado (el societario bancario y los títulos y contratos bancarios)
y las reglas de derecho público (diseño de objetivos, y su vigilancia y control).
En estas condiciones resulta que una codificación bancaria, aunque deseable,
es imposible. La experiencia histórica en ésta y otras ramas del derecho (por
ejemplo, la LQSP y el Código Penal), muestra los catastróficos resultados que
se puden producir si dos reglas de vocación, interés juridico tutelado y consi-
deración de la voluntad individual, tan irreduciblemente diferentes, se forzan
a coexistir en el mismo cuerpo legal.
Habría que pensar, entonces, en dos codifícaciones diferentes, que serian
también deseables por las ventajas que se apuntan más arriba: (i) la de las re-
glas de derecho privado, que son con las que trafican a diario los clientes, los
jueces y los funcionarios bancarios prestadores directos del servicio; y la de
las reglas del derecho público, a las que sólo estarían obligados, de modo direc-
to, los funcionarios de la adminístración y los funcionarios bancarios que de-
ban tratar con ella, pero no el público, que es el que más padece la dispersión
y el enorme número de "reglas generales" y otras, al paso que ha quedado re-
ducido a mero espectador que debe cumplir con reglas y contratos que no dise-
ñó, que no los entiende y que cuando los entiende probablemente no esté de
acuerdo con ellos, pero que de manera necesaria, debe firmar para recibir el
servicio.

42 EL PROGRESO ELECTRÓNICO OBLIGA A CAMBIOS


FRECUENTES
Como dijimos en otra parte (t I), el más conspicuo de los avances tecnológicos
de finales de siglo, la computadora, también impactó en gran medida el siste-
ma bancario. Asimismo, la computadora y la gama de posibilidades que permi-
te no propició tanto la creación de nuevas operaciones, contratos o servicios,
sino que dio como resultado, los mismos que se han celebrado y rendido siem-
pre, ahora lo sean con una puntualidad, una confiabilidad y a un número de
personas, astronómicamente mayor. El gran impacto fue formal, pero no fun-
damental ni sustantivo. El derecho no quedó fuera de este fenómeno, pero por
la velocidad de los adelantos de ese género con certeza, quedó resagado; avan-
zó a un ritmo indeseablemente menor. Para sostener este ritmo en el trabajo
de reglamentación, el derecho debiera estar, como sostiene Vasseur, otro tanto
computarizado.
Se escucha con frecuencia que un programa o un sistema electrónico o como
putarizado, que es la quinta esencia, en meses ya es obsoleto porque se inventó
uno mejor; algo similar sucede en la regulación de la operación electrónica ban-
caria. As! como hace tiempo la actividad de la empresa trasnacional se desple-
gó en el mundo, de manera súbita, gran parte de sus actos cayeron en el ámbito
588 NORMAT1VIDAD y AUTORlDADES BANCARIAS

de ninguna ley nacional o supranacional y, entonces, su actividad era anorma-


da o alegal en el sentido de que no obedecía otra norma que la de su consejo
de administración; asi también, en el derecho bancario el frecuente cambio de
programas y sistemas electrónicos y computacionales, que inciden de modo di-
recto en el servicio del crédito y, en tal caso, generan obligaciones y derechos
constantes, simplemente no se han podido seguir por la ley bancaria de forma
que se pueda suponer que su reglamentación es actual. En este caso, como en
ningún otro, se justifica la delegación legal de facultades reglamentarias en la
autoridad idónea (núm 40), porque así tiene la oportunidad de segnir los cam-
bios sin deber llamar al Congreso de la Unión.
El art 52 LIC, establece que los bancos podrán pactar con sus clientes la
celebración de sus operaciones y la prestación de sus servicios, mediante el uso
de equipos y sistemas automatizados; por su parte, el art 87, 40 párr establece
que la instalación y el uso de equipos y sistemas automatizados, que se desti-
nen a la celebración de operaciones y a la prestación de servicios directos al
público, se sujetarán a la "reglas generales" que dicte en su caso la SHCP; por
último, el art 99 señala que los bancos podrán microfilmar todos los libros, re-
gistros y documentos en general, que obren en su poder, relacionados con su
actividad, quedando sujetos a las "disposiciones de carácter general" que dic-
te la CNE. Se observa la falta de uniformidad en la denominación de los regla-
mentos y la dualidad de autoridades para actividades similares, que vimos antes
(núm 40); pero también la discordancia constitucional de que la tarjeta de cré-
dito, actividad electrónica por excelencia, no se organizó por alguna de estas
dos autoridades sino por el Banxíco, por razones que veremos en su oportuni-
dad (núm 184).
La importante incidencia de la transferencia electrónica de fondos en el
moderno derecho bancario se analiza en otra parte (núm 182). De momento,
es de subrayar que la cibernética tiene una importancia especifica sin paran-
gón, que se presenta como la mejor posibilidad para las peculiares ventajas
del sistema de "reglas generales", como facultades reglamentarias delegadas
por la ley, que vimos más atrás. También es de subrayarse que la naturaleza,
en esencia cambiante de la cibernética, ha provocado que, en la actualidad, es-
cape a una reglamentación cuando menos tan rígida como la que se observa
en todas las actividades bancarias operativas, mecanizadas y documentales,
que son más estáticas y, por tanto, más fáciles de reglamentar y vigilar.

43 LAS AUTORIDADES BANCARIAS. INTRODUCCIÚN


Las siguientes secs de este cap están destinadas al estudio, puramente objeti-
vo y no analitico, de las autoridades que tienen competencia para diseñar, diri-
gir, modificar, interpretar, o sancionar alguna de las actividades o funciones
de los bancos. Cada género de competencia, es decir, cada forma en la cual la
autoridad se ejerce, depende, como vimos páginas atrás (núm 34), de la dife-
La normatividad bancaria 589

rente vocación de las normas que integran el derecho bancario en las que se
funden, en cada caso, la competencia, la autoridad y su ejercicio. En efecto
• Las normas del primer tipo, las que organizan la forma societaria de los
bancos (núm 35), son el sustento de la competencia que tienen la SHCP,
la CNB y Banxico
• Las del segundo, las que organizan los títulos y contratos bancarios (núm
36), dan sustento a la competencia que, casi en exclusiva, desde un punto
de vista comisarial o de vigilancia, tiene Banxico, la CNB y, en algunos
casos, la CNV
• Las del tercero, la fijación de objetivos [núm 37), lo son a su vez de la com-
petencia de la SHCP y, en algunos casos, de la SPP
• Las del cuarto, las del régimen del control y vigilancia (núm 38), sustentan
la competencia, una vez más, de la SHCP y la CNE.
Las autoridades que tienen competencia, pero no en el flujo normal y ordinario
de las operaciones bancarias, sino en la interpretación de las normas de cada
grupo, en caso de conflicto judicial son, desde luego, los tribunales locales o
federales, según el caso, pero también pueden llegar a serlo la CNB y la SHCP:
la primera cuando el conflicto se deduce en un tribunal arbitral de amigable
composición o de estricto derecho, porque la entidad ante la cual deben venti-
larse es la CNB; y la segunda cuando se interponen recursos contra imposición
de multas u otras sanciones administrativas, porque en esos casos la autori-
dad es la SHCP.
La competencia que tienen en las actividades financieras la Procuraduria
General de la República, la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje, los go-
biernos municipales y otras entidades, se omite por no corresponder a la intro-
ducción que se hace en este texto. Pero para tal efecto, el conocimiento, aún
panorámico, tanto de la organización como de las facultades que tiene cada una
de las siguientes autoridades, reviste la mayor importancia y, por tanto, se ha-
ce de la siguiente manera
• La Secretaria de Hacienda y Crédito Público
• El Banco de México
• La Comisión Nacional Bancaria
• La Comisión Nacional de Valores
• .La Secretaria de la Contraloria de la Federación.
590 NORMATlVIDAD y AUTORIDADES BANCARIAS

SEGUNDA
SECCiÓN

LA SECRETARíA DE HACIENDA
Y CRÉDITO PÚBLICO

44 INTRODUCCiÓN
De conformidad con la LOADMONPF (art 31, VII), corresponde a la SHCP
planear, coordinar, evaluar y vigilar el sistema bancario del pals, que compren-
de al banco central, la banca nacional de desarrollo y las demás instituciones
encargadas de prestar el servicio de banca y crédito. Como se observa, la orga-
nización de la banca mexicana descansa en este instituto ministerial. Las fa-
cultades, en lo especifico, orgánicas de la SHCP, contempladas y detalladas
por su reglamento interior, se analizan más adelante (núm 501, pero debemos
adelantar que cumplen con exactitud la delimitación de los campos concretos
en los cuales, en efecto, cada una de las direcciones generales que la componen
agotan estos objetivos de la planeación, coordinación, evaluación y vigilancia
de la totalidad de los perfiles del fenómeno bancario.
De manera clara, concordante con estas importantes atribuciones, el le·
gislador de 1990, al igual que el de 1983 y 1985, concede de modo expreso a
la SHCP un cúmulo de facultades que cierran con eficacia las posibilidades de
que los banqueros y los usuarios, puedan hacer nada que no sea homologado,
de cualquier forma, por la Secretaría. Podría pensarse que el 'control del Esta-
do en la banca, a través de la SHCP, es virtualmente total. Sin emitir juicios
de valor pues no es nuestra labor, debe precisarse que esta circunstancia no
contradice ni las espectativas del mercado financiero pues de cierta manera ese
género de control no es aconsej able, sino estrictamente necesario incluso des'
de el punto de vista de los banqueros, ni tampoco contradice la ley sino al con-
trario, la cumple.
Para los efectos introductorios de este texto se considera suficiente el de-
talle de las facultades que recibe la SHCP tanto en la LIC como en su regla-
La Secretaría de Hacienda y CréditoPúblico 591

mento interior por ser como hemos dicho, a manera de introducci6n para el lector
en el tema. Con ese ánimo, dichas facultades se agrupan de la siguiente forma
• Reglamentarias, entendiendo por éstas las que recibe la SHCP para regla-
mentar disposiciones legales
• Aprobatorias, las que recibe para aprobar, previamente a su realizaci6n,
diferentes actos o circunstancias
• Designatorias, que son las que tiene para nombrar diferentes funcionarios
• Sancionatorias, que son las que de manera expresa puede utilizar para pu-
nir conductas contrarias a la Ley
• Estructurales o de política financiera y económica, que son aquellas cuyo
desahogo impacta de manera directa o indirecta la conformaci6n del siste-
rna financiero en su conjunto.
En los siguientes numerales repasaremos, sin6pticamente, cuáles son cada una
de estas facultades, para concluir con aquellas que tiene cada una de las direc-
ciones generales de la SHCP para que, en la práctica, las pueda desarrollar.

45 FACULTADES REGLAMENTARIAS
El fundamento de los reglamentos en nuestro pais es el art 89, I de la Constitu-
ción, pues en función de él, el Ejecutivo debe proveer en la esfera administrati-
va la exacta observancia de las leyes del Congreso. Asimismo, la Constitución
(arts 89, JI Y 90) establece que el Ejecutivo, para el desabogo de sus atribucio-
nes, se auxilia de secretarios de despacho; y uno de los más importantes es,
como ya vimos, precisamente la SHCP. Las facultades reglamentarias en ma-
teria bancaria están declinadas, casi en totalidad, en favor de ese ministerio
mediante un texto ya tradicional similar a éste; tal acto o circunstancia, oo••• se
someterá a las reglas generales que la SHCP emita para el efecto. . . " Las fa-
cultades reglamentarias que concede la LIC son, de manera clara, coincidentes
con el espíritu de rectoría de la economia por el Estado, que en lo fundamental,
a principios de los ochenta asumió el gobierno y que se institucionaliz6 con las
importantes reformas de 1983 a los arts 25, 26 Y 73, XXIX, e) de la Constitu-
ción. Como se observará, múltiples reglas generales no se han emitido para di-
ciembre de 1990, pero todas, por la forma de su enunciamiento, revisten la mayor
importancia en la materia. En este numeral se enuncian sin6pticamente cuáles
son las 20 facultades de este género que la LIC concede a tan importante mi-
nisterio
1 En primer lugar, la LIC cita una la facultad que, en nuestra opini6n, es
de las más importantes, a saber: la SHCP resolverá las consultas y esta-
blecerá criterios de aplicación general para los efectos de la presente Ley,
en caso de duda en torno a si hayo no intermediaci6n bancaria (art 20)
2 Las actividades de las oficinas de representaci6n de entidades financie-
ras del exterior se someterán a las reglas que dicte la SHCP, y a las oríen-
592 NORMATIVIDAD y AUTORIDADES BANCARIAS

taciones que de acuerdo con la política financiera señalen la propia


secretaria y el Banxico (art 70,20 párr LIC); Ysu establecimiento se suje-
tará a las reglas de carácter general que dicte, una vez más, la misma
SHCP; y se subordinará a las disposiciones que al respecto emita el Ban-
xico (art 70, 40 párr LIC). Las oficinas y sucursales extranjeras se some-
terán a la inspecci6n y vigilancia de la CNB, además de cubrir sus cuotas
por estos conceptos que determine la SHCP (art 70, 80 parr LIC)
3 Las instituciones de banca múltiple en las que el gobierno federal tenga
el control por su participaci6n accionaría, s6lo se sujetará a los lineamien-
tos que emita la SHCP (art 20 LIC)
4 La SHCP expedirá el reglamento orgánico de cada instituci6n (art 30, 20
párr LIC)
5 La SHCP establecerá mediante disposiciones de carácter general, las con-
diciones aplicables a la suscripción, tenen<¡ja y circulación de los CAPS

6
B (art 34 LIC) \r,'~' ,.< "¡;:"Afdl:~,,,,:"\o \
El capital minimo ae las t'ancas de ~~sarrollo será el que establezca la
SHCP (art 37 LIC)
7 Los consejos directivos dirigirán las bancas de desarrollo con base a las
políticas, lineamientos y prioridades que, conforme a lo dispuesto por la
LIC, establezca el Ejecutivo Federal por conducto de la SHCP (art 42,
proemio LIC). Y de manera redundante señala que en el ejercicio de las
atribuciones que se confieren a los consejos directivos, s6lo se sujetarán
a lo dispuesto por sus leyes orgánicas, esta ley y los lineamientos que emita
la SHCP (último párr)
8 Las instituciones de crédito deben tener un capital neto equivalente a las
proporciones que determine la SHCP, mediante disposiciones de carácter
general; oyendo la opini6n de Banxico y la CNB (art 50 LIC)
9 El capital neto tampoco deberá ser inferior a la suma de las cantidades
que se obtengan de aplicar a los grupos de activo y demás operaciones,
los porcentajes que la SHCP determine mediante disposiciones de carác-
ter general para cada uno de esos grupos oyendo la opini6n del Banxico
y de la CNB; los porcentajes de capitalizaci6n podrán ser incrementados
en los términos que de manera especifica establezca la SHCP (2 párr)
10 La diversificaci6n de riesgos a los cuales, las bancas múltiples están obli-
gadas, debe efectuarse en seguimiento de las reglas generales que la SHCP,
oyendo la opini6n de Banxico, emita (art 51 LIC)
11 La SHCP determinará mediante disposiciones de carácter general las re-
servas de capital computables para efecto de las inversiones con cargo
a capital pagado y reservas de capital que realicen los bancos (art 55, 70
párr LIC)
12 En las inversiones que realicen las bancas múltiples, en los títulos repre-
sentativos del capital social de sociedades que les presten servicios com-
La Secretaria de Hacienda y Crédito Público 593

plementarios O auxiliares, se sujetarán a las medidas que dicte la SHCP


(art 75, 50 párr LIC)
13 Las bases para la calificación de la cartera de créditos de las instituciones
de crédito, se subordinarán a las reglas generales que la SHCP, oyendo
la opinión de Banxico y de la CNB, emita (art 76 LIC)
14 Las sociedades en cuyo capital hayan invertido bancas múltiples, que ade-
más les presten a éstas servicios complementarios o auxiliares en su ad-
ministración o en la realización de su objeto, se sujetarán a las reglas
generales que dicte la SHCP y a la inspección y vigilancia de la CNB (art
88, 20 párr LIC)
15 Las bancas múltiples que no formen parte de un grupo financiero podrán
invertir en el capital de otros bancos, organizaciones de crédito, compa-
mas de seguros y de fianzas, de acuerdo con las reglas generales que al
efecto dicte la SHCP (art 89, 20 párr)
16 Las empresas sobre cuyo capital haya invertido una banca múltiple en
esas condiciones, que además tengan su domicilio en territorio nacional
y sus actividades no se encuentren reguladas por otra ley, se subordina-
rán a las reglas generales que dicte la SHCP ya la inspección y vigilancia
de la CNB (art 89, 50 párr LIC)
17 Los comisionistas que, previa autorización de la SHCP, presten sus ser-
vicios a bancos, se sujetarán a las reglas de carácter general que dicte la
SHCP (art 92, 20 párr LIC)
18 Oyendo la opinión del Banxico y de la CNB, la SHCP podrá dictar reglas
de carácter general para las medidas básicas de seguridad que establez-
can las instituciones de crédito (art 96, 3er párr LIC)
19 En la estimación máxima de los activos de los bancos, y las reglas para
la estimación minima de sus obligaciones y responsabilidades, la CNB po-
drá proponer a la SHCP que se autorice a los bancos, por disposiciones
de carácter general; por baja extraordinaria, el mantenimiento de ciertos
valores de su activo a la estimación que resulte de sus valores de adquisi-
ción (art 102, último párr LIC)
20 Las bancas múltiples están obligadas a cubrir al Fondo Preventivo de Pro-
tección y de Ahorro el importe que determine la SHCP a propuesta de
Banxico (art 122, III LIC).

46 FACULTADES APROBATORIAS
Además de la facultades estrictamente reglamentarias que la LIC concede a
la SHCP, esta ley bancaria también le concede otras 32 facultades, igual de
importantes, pero que involucran la participación indispensable de ese minis-
terio en la autorización de ciertos actos o circunstancias. En resumen son las
siguientes
594 NORMATIVIDAD y AUTORIDADES BANCARIAS

1 La SHCP debe autorizar el establecimiento de oficinas de representación


de entidades financieras del exterior (art 70 LIC)
2 Debe, también autorizar el establecimiento de bancos extranjeros cuyas
operaciones podrán efectuarse en exclusiva con residentes fuera del pros
(art 70, 3er párr LIC)
3 Con independencia de que los bancos extranjeros deben responder ilimi-
tadamente con todos sus bienes por las operaciones que realicen, manten-
drán al efecto, el capital minimo que determine la SHCP (art 70, 50 párr
L/C)
4 Para organizarse y operar como institución de banca múltiple se requiere
autorización de la SHCP, quien debe oír la opinión de Banxico y de la CNB
(art 80 LIC)
5 Se someterá a aprobación de la SHCP cualquier modificación a la escritu-
ra constitutiva de las sociedades anónimas de banca múltiple (art 90, 60
párr L/C)
6 La SHCP podrá solicitar todos los documentos que requiera, adicionales
a los que se hayan acompañado a la solicitud para organizarse y operar
como banca múltiple (art ID, IV LIC)
7 La emisión de las acciones de la serie C, requiere la autorización de la SHCP
(art 11, 111 L/C)
8 Las acciones de la serie B, podrán ser adquiridas por ciertos inversionis-
tas institucionales, cuando lo autorice expresamente la SHCP, oyendo opi-
nión de la CNV (art 14, 111 LIC)
9 La SHCP podrá autorizar, cuando a su juicio se justifique, una adquisi-
ción del capital social de una banca múltiple por más de 5% del capital
que establece la LIC, pero que nunca será mayor de 10% (art 17 LIC)
10 En el transcurso del primer trimestre de cada afio, la CNB dará a conocer
el monto minimo con el cual deberán contar los bancos, pero muy rara
vez, la SHCP podrá ampliar dicho plazo (art 19 LIC)
11 La SHCP establecerá los casos y condiciones en los cuales, las bancas múl-
tiples podrán adquirir transitoriamente las acciones respresentativas de
su propio capital (50 párr LIC)
12 Para la fusión de dos o más instituciones de banca múltiple, se requerirá
autorización previa de la SHCP, quien oirá opinión de Banxico y la CNB
(art 27 LIC), Y en todo caso las instituciones presentarán ante la SHCP
todo lo concerniente al plan de fusión
13 Las bancas de desarrollo formularán anualmente sus programas operati-
vos y financieros, que deberán someterse a la autorización de la SHCP.
La propia secretaria determinará las modalidades que cada institución debe
seguir en esta materia en función de la asignación global de gasto finan-
ciero que establezca la SPP (art 31 LIC)
14 Salvo el gobierno federal y las sociedades de inversión común, ninguna
persona física o moral podrá adquirir CAPS B por más de 5% del capital
LaSecretaria de Hacienda y Crédito Público 595

pagado de dichas instituciones (art 33 LIC), pero la SHCP podrá autori-


zar qué entidades de la administración pública federal, y los gobiernos de
los estados y los municipios puedan adquirir dichos certificados por una
porción mayor a la establecida (20 párr LIC)
15 La adquisición de CAPS B, por aumento de capital que pueden hacer otros
tenedores actuales, se hará mediante acuerdo de la SHCP (art 35, 1II LIC)
16 La SHCP está facultada para aprobar las modificaciones al reglamento
orgánico, del aumento o reducción del capital social y de cesión de activos
y pasivos, que proponga el consejo directivo de las bancas de desarrollo
(art 42, Xl Y XIII LIC)
17 Previamente a la instalación de agencias y oficinas, la constitución y apli-
cación de reservas, programas anuales de compra y arrendamiento, emi-
sión de obligaciones subordinadas, inversión en el capital de empresas
complementarias, programas anuales de publicidad y estructura orgáni-
ca básica de las bancas de desarrollo, se requerirá la autorización expresa
de la SHCP (art 42, penúltimo párr LIC)
18 Las bancas podrán realizar operaciones activas, pasivas o de servicios no
expresamente señaladas por la LIC, cuando sean análogas y conexas a
ellas y las autorice la SHCP, oyendo opinión de Banxico y la CNB (art
46, XXIV LIC)
19 Las instituciones de banca múltiple podrán realizar inversiones en titulos
representativos del capital de sociedades no complementarias o auxilia-
res (art 75 LIC), por los siguientes porcentajes: (i) más de 5 y hasta 15%
del capital de la emisora durante un plazo que no exceda de tres años; la
SHCP, podrá ampliar el plazo; (ii) por porcentajes y plazos mayores cuan-
do se trate de empresas que desarrollen proyectos nuevos de larga dura-
ción o realicen actividades susceptibles de fomento, previa autorización
de la SHCP, quien la otorgará o negará de manera discrecional, oyendo
la opinión del Banxico
20 Las bancas múltiples deben someter a la autorización de la SHCP sus pro-
gramas anuales sobre establecimiento, reubicación y clausura de sucur-
sales y oficinas, tanto en el pais (art 87, ler páre L/C) como en el extranjero,
asimismo para la cesión del activo o pasivo de sus sucursales (20 párr)
21 La SHCP podrá autorizar que las sucursales de instituciones de crédito
establecidas en el extranjero realicen operaciones que no estén previstas
en las leyes mexicanas (art 87, 3er párr LIC)
22 Las instituciones de banca múltiple requieren autorización de la SHCP,
para invertir en títulos representativos del capital de empresas que les
presten servicios complementarios (art 88 LIC)
23 Se requerirá autorización de la SHCP para que las instituciones de crédi-
to inviertan en títulos representativos del capital social de entidades fi-
nancieras del exterior (art 89 LIC)
596 NORMATIVIDAD y AUTORIDADES BANCARIAS

24 Las bancas múltiples que no formen parte de grupos financieros, podrán


invertir en el capital social de organizaciones auxiliares del crédito e in-
termediarios financieros no bancarios que no sean casas de bolsa, previa
autorización de la SHCP (20 párr LIC)
25 Las instituciones de crédito sólo podrán utilizar los servicios de comisio-
nistas, cuando se trate de personas morales que cuenten con autorización
de la SHCP, oyendo la opinión de la CNB (art 92 LIC)
26 Las instituciones de crédito deben presentar la información y documen-
tación que en el ámbito de sus respectivas competencias les soliciten la
SHCP -o el Banxico y la CNB- (art 97 LIC)
27 Ninguna persona física o moral podrá captar recursos del público en el
mercado nacional, excepto las personas autorizadas por la SHCP (art 103,
III LIC)
28 Sólo personas autorizadas por la SHCP podrán utilizar las palabras ban-
co, crédito, ahorro, fiduciaria u otras que expresen ideas semejantes (art
105 LIC)
29 La SHCP, oyendo la opinión de Banxíco, resolverá sobre las consultas que
al respecto se le formulen, si hayo no captación de recursos del público,
asi como de los créditos que puedan otorgarse con recursos provenientes
de la colocación de instrumentos inscritos en el INDEVAL (art 106, 60
párr LIC)
30 La SHCP podrá autorizar excepciones a las prohibiciones generales im-
puestas a los bancos, respecto de (i) la celebración de operaciones, en vir-
tud de las cuales, resulten o puedan resultar deudores de la institución
sus empleados, salvo que corresponda a prestaciones de carácter laboral,
otorgadas de manera general; (U) el otorgamiento de fianzas o causiones,
salvo cuando no puedan ser atendidas por las instituciones de fianzas, en
virtud de su cuantia y previa, y (iii} la adquisición con recursos provenien-
tes de sus pasivos, titulos valores o bienes de los señalados en las fracs
I y III del art 55 de esta ley (art 106, VI, IX Y XIII LIC).
31 La formulación del reglamento interior de la CNB se someterá a la apro-
bación de la SHCP (art 125, VI LIC)
32 Asimismo, la formulación de los presupuestos anuales de la CNB se so-
meterá a la autorización de la SHCP (art 125, VII LIC), incluido el presu-
puesto de egresos (art 131, VIII LIC).

47 FACULTADES DESIGNATORIAS
En tanto que órgano central, la SHCP recibe importantes facultades de desig-
nación que le aseguran la tenencia del control en las entidades correspondien-
tes; sinópticamente son las cinco siguientes
1 La designación de los consejeros de la serie A de las bancas de desarrollo
se hará por el gobierno federal, a través de la SHCP (art 41, 20 párr LIC)
La Secretarfa de Hacienda y Crédito Público 597

2 El director general de las mismas bancas de desarrollo será designado por


el Ejecutivo Federal. a través de la SHCP (art 43. 20 párr LIC)
3 La junta de gobierno de la CNB estará integrada por once vocales. y los
vocales que tengan el carácter de presidente y vicepresidente de la comi·
sión. Cuatro son designados por la SHCP; asimismo. la SHCP designará
a los otros dos vocales. quienes no deberán ser servidores de esa depen-
dencia (art 127. ler párr LIC)
4 La propia CNB tiene facultades para proponer a la SHCP la designación
de los vocales vicepresidentes (art 131. IX LIC)
5 La SHCP nombrará al presidente de la CNB. que lo será a su vez. de su
junta de gobierno (art 127. 20 párr LIC).

48 FACULTADES SANCIONATORIAS
Es importante señalar que. corno vimos anteriormente (núm 29). con las modio
ficaciones sufridas por la desaparecida LRSPBC. en diciembre de 1989. que
fueron retomadas por la actual LIC. múltiples facultades sancionatorias que
con anterioridad detentaba la SHCP fueron reasignadas a la CNB; sin embar-
go. el despacho de hacienda continúa reteniendo las sanciones facultativas de
su ministerio. en tanto que institución central. En independencia de la faculta-
des de sanción que le asignan otras leyes y reglamentos, algunos de los cuales
analizaremos más adelante (núm 50). la LIC concede a la SHCP las siguientes
12 facultades sancionatorias
1 La SHCP podrá declarar la revocación de las autorizaciones que haya con-
cedido a instituciones extranjeras para establecer sucursales y oficinas
de representación, cuando no cumplan con los ordenamientos estableci·
dos al efecto. sin perjuicio de la aplicación de las sanciones establecidas
en la LIC y otras leyes (art 70. 60 párr LIC)
2 La SHCP sancionará a las personas que adquieran acciones de las series
A, B y C de una banca múltiple sin tener la habilidad juridica para ello.
o que adquieran más de 5 o 10%. si fueron de modo expreso, autorizados
para ello, del capital de bancas múltiples; en tal caso. oyendo previamen-
te al interesado. determinará, que se vendan al propio banco las acciones
comprometidas (art 18. 20 párr LIC)
3 El beneficio que se obtenga de la venta hecha en esas condiciones. será
entregado por la institución al gobierno federal (art 18. 50 párr LIC)
4 Las resoluciones con respecto de la remoción o suspensión de funciona-
rios bancarios. podrán ser recurridas ante la SHCP dentro de los 15 dias
siguientes de que fuese notificada; la que podrá revocar. modificar o con-
firmar la resolución aludida. previa audiencia de las partes (art 25, 70 párr
L/C)
5 La SHCP, escuchando a la institución de banca múltiple afectada y oyen-
do la opinión de Banxico y la CNB. podrá declarar la revocación de la auto-
598 NORMAT1VIDAD y AUTORIDADES BANCARIAS

rizaci6n concedida a una an6nima para funcionar como banca múltiple.


si inici6 operaciones sin exhibir sus estatutos para aprobaci6n; si no reali-
za la aportaci6n al Fondo Preventivo de Protecci6n al Ahorro a que está
obligada; o si arroj a pérdidas que afecten a su capital mínimo (art 28 LIC)
6 La SHCP podrá establecer un plazo. que no será mayor de 60 días, para
que la banca múltiple afectada reintegre su capital en la cantidad necesa-
ria para mantener su operaci6n, cuando la haya alterado por ese motivo
(art 28, 20 párr LIC); pero si apesar de las observaciones de la CNB, o
si bien a juicio de la SHCP, no cumple con las funciones de banca y crédi-
to para las que fue autorizada, se procederá a la revocaci6n (art 28. IV LIC)
7 La CNB con acuerdo de su junta de gobierno, podrá determinar que se
proceda a la remoci6n o suspensi6n de los servidores de las bancas de de-
sarrollo, con excepci6n del director general; las resoluciones podrán ser
recurridas ante la SHCP (art 43, 40 párr LIC)
8 La SHCP podrá revocar la autorizaci6n otorgada a los comisionistas que
han sido autorizados para que auxilien a los bancos en la realizaci6n de
sus operaciones, sin perjuicio de la sanci6n correspondiente que imponga
la CNB. cuando incurran en violaciones a la normatividad a la que están
sujetos (art 92, 3er párr LIC)
9 Las sanciones que haya impuesto la CNB a las instituciones de crédito.
se harán efectivas cargando su importe en la cuenta que lleva el Banxico
a dichas instituciones; pero tratándose de sanciones impuestas a partícu-
lares, se harán efectivas por la SHCP (art 110, 50 párr LIC)
10 Cuando alguna persona física o moral capte recursos del público indebi·
damente, por no tener autorizaci6n o por no formar parte del sistema ban-
cario; o cuando funcionarios bancarios reciban de los clientes de su banco
beneficios indebidos como manera de celebrar una operaci6n, se procede-
rá a petici6n de la SHCP. quien escuchará la opini6n de la CNB, denun-
ciando los hechos al ministerio competente o imponiendo las multas
señaladas por la LIC. respectivamente (art 115 LIC)
11 Las resoluciones que dicte la CNB, en uso de sus atribuciones, podrán ser
recurridas ante la SHCP (art 110, 40 párr LIC)
12 Durante una inspecci6n levantada por la CNB se encuentre que una o más
operaciones de alguna instituci6n no están realizadas conforme a las dis-
posiciones aplicables, el presidente de la misma, con acuerdo de la junta
de gobierno, dictará las medidas necesarias para normalizarlas, señalan-
do plazo para tal efecto; pero si terminado el plazo no se han regularizado.
el presidente, cuando lo estime necesario por su importancia, comunicará
la situaci6n a la SHCP y en su caso al Banxíco, con el objeto de que aquella
tome las medidas pertinentes (art 137 LIC).
La Secretaría de Hacienday CréditoPúblico 599

49 FACULTADES ESTRUCTURALES Y DE POLlTICA


ECONOMICA y FINANCIERA
Uno de los capítulos en que es más claro el carácter orgánico -cuasi
reglamentario- de la LIC, consiste precisamente, en las facultades que le con-
cede a la SHCP, en la dirección total del espectro global del crédito y la banca.
En efecto, además de las importantes facultades reglamentarias y aprobato-
rias que se acaban de citar, la LIC concede a este despacho ejecutivo las facul-
tades necesarias para detentar la dirección global del sistema financiero. Esta
situación, perfectamente concordante con las facultades que la LOADMONPF
concede a la SHCP, contrasta con la ausencia de reglas típicas de derecho mer-
cantil y aun bancario, de las cuales adolece la LIC que analizamos más atrás
(núrn 39), y que la convierten en una legislación más de orden administrativo
que comercial. Estas 22 importantes facultades estructurales que la LIC con-
cede al ministerio en análisis, son las siguientes
1 La SHCP puede interpretar la LIC para efectos administrativos (art 50
LIC). En nuestra opinión, la interpretación de una ley sólo puede realizar-
se por el Poder Judicial; sin embargo, el interés del legislador es claro: fa-
culta a la SHCP para determinar la forma en que esta ley fuertemente
enunciativa y no integral, debe ser cumplida por los funcionarios de la ad-
ministración pública
2 En el análisis destinado a autorizar o no una sociedad anónima a funcio-
nar como banca múltiple, la SHCP buscará promover una adecuada des-
centralización procurando evitar una excesiva concentración de
instituciones de crédito en una misma región (art 10, último párr LIC)
3 Los accionistas de bancas múltiples, así como las bancas múltiples mis-
mas, que adquieran acciones de otra banca múltiple más, pero conforme
a los programas aprobados por la SHCP, conducentes a la fusión de di-
chas instituciones, están exceptuados de la prohibición de adquirir más
de 5% del capital social (art 17, V Y VI LIC)
4 Los limites máximos de adquisición del capital de una banca múltiple per-
mitidos por la LIC, se aplicarán, asimismo, a la toma del control por par-
te de personas que la SHCP considere para tal efecto como una sola
persona (art 17, último párr LIC)
5 Las bancas múltiples deben abstenerse de inscribir en el registro de sus
acciones las trasmisiones que se efectúen en contravención de la LIC, de-
biendo dar aviso a la SHCP dentro de los cinco días a que tengan conoci-
miento, en su caso, del acto (art 18 LIC)
6 Al autorizar una fusión la SHCP, cuidará en todo tiempo que los intere-
ses del público, así como los derechos de los trabajadores de la institu-
ción, queden protegidos (art 27, 11 LIC)
7 Las bancas de desarrollo formularán anualmente sus programas operati-
vos y financieros, que deben someter a la autorización de la SHCP. La
600 NORMAnVIDAD y AUTORIDADES BANCARIAS

propia secretaria, determinará las modalidades que cada banca debe se-
guir en esa materia, en función de la asignación global de gasto financiero
que establezca la SPP (art 31 LIC)
8 Por acuerdo de la SHCP y a propuesta de su consejo directivo, el capital
social de las bancas de desarrollo podrá ser aumentado o reducido (art 38,
ler párr LIC)
9 La SHCP es quien establece los casos y condiciones en las cuales, las mis-
mas bancas de desarrollo pueden adquirir transitoriamente los CAPS B
de su propio capital (art 38, último párr LIC)
10 La SHCP fija las bases de remuneración que corresponde a los consejeros
de las bancas de desarrollo (art 41 LIC)
11 El consejo dirige a las bancas de desarrollo, pero con base en las políticas,
lineamientos y prioridades que la ley establezca por conducto de la SHCP
(art 42 LIC)
12 La SHCP dicta los lineamientos y establecerá las medidas y mecanismos
que procuren el mejor aprovechamiento de todos los recursos de las ban-
cas de desarrollo y de las bancas múltiples (art 47, 40 párr LIC)
13 Las tasas de intereses, comisiones, premios, descuentos u otros concep-
tos análogos, montos, plazos y demás caracterlsticas de las operaciones
activas, pasivas y de servicios se sujetarán a lo dispuesto por la LOBAN-
XICO (art 48 LIC), pero en todo caso las medidas que dicte Banxico se
apegarán a las disposiciones legales aplicables y a las directrices de poli-
tica monetaria y crediticia que determine la SHCP (20 párr LIC)
14 La SHCP, oyendo la opinión de Banxico y la CNB, determinará las clasi-
ficaciones de los activos y de las operaciones de pasivo contingente, y otras
operaciones de bancos que determine la propia secretaria (art 49 LIC)
15 Los bancos deben tener un capital neto que será el equivalente de las ope-
raciones que determine la SHCP, mediante disposiciones de carácter ge-
neral, oyendo opinión de Banxico y la CNB (art 50 LIC)
16 Se considerarán integrantes del capital neto de los bancos, su capital pa-
gado y las reservas que señale la SHCP; también podrá computarse como
capital neto, para los mismos efectos, la totalidad o parte del pasivo cap-
tado a través de la colocación de obligaciones subordinadas en los térmi-
nos y condiciones que determine la SHCP (art 50, 3er párr LIC)
17 Las operaciones con valores que realicen los bancos deberán efectuarse
a través de una casa de bolsa, excepto, dentro de otras, las cuales excluya
la SHCP (art 53, 111 LIC). Para resolver sobre dichas excepciones la SHCP
escuchará la opinión de Banxico y de la CNB o la CNV. según la materia
que corresponda a su ámbito de competencia (art 53, último párr LIC)
18 Las inversiones con cargo al capital pagado y reservas de capital de las
instituciones de crédito se sujetarán, dentro de otras reglas, a que el im-
porte de los gastos de instalación no podrán exceder de 10% del capital
LaSecretaria de Hacienda y Crédito Público 601

pagado y reservas de capital, aunque la SHCP podrá aumentar este por-


centaje temporalmente en casos individuales (art 55, U LIC)
19 En las operaciones de fideicomisos que constituya el gobierno federal o
que éste declare de interés público a través de la SHCP, no se aplica la
regla de plazo máximo de 30 años (art 85 LIC)
20 La CNB es un órgano desconcentrado de la SHCP. Dentro de sus faculta-
des concordantes con las atribuciones de política económica y financiera
de la SHCP, se cuentan las siguientes: funge como órgano de consulta de
la SHCP; realiza los estudios que le encomiende la SHCP, respecto del
régimen bancario y de crédito; le presenta, al igual que a Banxico, pro-
puestas respecto de dicho régimen; da opinión a la SHCP sobre la inter-
pretación de la LIC; y está obligada a rendir un informe anual de sus
labores a dicha secretaría (art 125, U, nr, V Y VUI LIC)
21 Las resoluciones y recomendaciones que apruebe en sus sesiones la junta
de gobierno de la CNB, serán comunicadas después de cada sesión a la
SHCP (art 130, 3er párr LIC)
22 La CNB, además, debe informar a la SHCP sobre su actuación y sobre
los casos concretos que ésta le solicite (art 131, XU LIC).

50 SUBSECRETARIAS Y DIRECCIONES GENERALES


COMPETENTES
El art 20 del RISHCP, señala que dentro de las subsecretarías de las que dis-
pone el secretario para el despacho de los asuntos de su competencia, se en-
cuentran las subsecretarías de Hacienda y Crédito Público y de Asuntos
Financieros Internacionales. A ellas están adscritas las direcciones generales
(denominadas unidades administrativas centrales por el propio Reglamento)
que, de la forma que enseguida se presenta, tienen competencia en el desarollo
de las facultades que, como vimos páginas atrás, las leyes bancarias le conce-
den a la SHCP.
En este RISHCP aparecen las siguientes direcciones generales como las
que tienen competencia ejecutiva en la materia. Para efectos de nuestra expo-
sición, se agrupan en las siguientes categorías
• Direcciones generales con facultades fiscalízatorias
• Direcciones generales con competencia en materia de planeación
• Direcciones generales con competencia sobre la banca de desarrollo
• Direcciones generales con competencia sobre las bancas múltiples
• Otras direcciones generales con competencia en la materia bancaria.
A continuación, veremos cuáles son las direcciones generales que integran ca-
da categoría, y haremos un rápido repaso de la competencia que este reglamento
interior les asígna a cada una.
602 NORMATIVIDAD V AUTORIDADES BANCARIAS

Direcciones generales con facultades fiscalizadoras


En principio, debemos mencionar la creación de un nuevo art en el RISHCP
(art 67), que se ubica como un elemento totalmente congruente con la politica
de control de la recaudación fiscal que impulsó en gran medida el periodo ad-
ministrativo que se inició en 1988, y que autoriza a las siguientes direcciones
generales a desplegar importantes facultades fiscalizatorias e incluso denun-
ciatorias, no solo en las sociedades mercantiles que integran el sistema finan-
ciero, sino también en sus clientes. En efecto, de conformidad con este art 67,
compete a las direcciones de Auditoria Fiscal de Instituciones de Crédito; de
Auditoría Fiscal de Intermediarios Financieros no Bancarios; de Auditoría Fis-
cal a Intermediarios del Mercado de Valores; y de Auditoria Fiscal a Entida-
des Paraestatales (art 67 RISHCP), que a continuación tratamos.
Proponer la politica y los programas en materia de revisión de gabinete
y de dictámenes de contador público registrado; de visitas domiciliarias de audi-
toria y de inspección y de comprobación del cumplimiento de las obligaciones
fiscales, inclusive de aquellas a cargo de los beneficiarios de estimulos fiscales;
de resoluciones sobre la participación de los trabajadores en las utilidades de
las empresas; de determinación de créditos fiscales e imposición de multas y
sanciones por infracciones en lo que concierne a los impuestos, derechos, con-
tribuciones de mejoras, aprovechamientos y accesorios de carácter federal, que
lleven a cabo las unidades administrativas adscritas a la subsecretaría de in-
gresos y las autoridades fiscales de las entidades federativas coordinadas, que
sean competentes en dichas materias; así como coordinarse con las autorida-
des competentes de la secretaria para la formulación de los programas de com-
probación del cumplimiento de las disposiciones sobre el control de cambios.
Participa, (i) en la formulación de los convenios y acuerdos de coordina-
ción con las autoridades fiscales de las entidades federativas, y (ii) con las uni-
dades administrativas competentes de la secretaria, en los programas conjuntos
relativos a la aplicación de las disposiciones en materia de participación de los
trabajadores en las utilidades de las empresas, y realizar las actividades nece-
sarias para su inspección y comprobación.
Recibe de los particulares y, en su caso, requiere los avisos, manifestacio-
nes y demás documentación que, conforme a las disposiciones fiscales, deban
presentarse ante ella.
Ordena y practica visitas domiciliarias, auditorías, inspecciones y verifi-
caciones; realiza los demás actos que establezcan las disposiciones fiscales pa-
ra comprobar el cumplimiento de las obligaciones de los contribuyentes,
responsables solidarios y demás obligados, en materia de impuestos, derechos,
contribuciones de mejoras. aprovechamientos, estímulos fiscales. franquicias
y accesoríos de carácter federal; y asímismo, ejerce dichas atribuciones para
cerciorarse del cumplimiento de las disposiciones sobre el control de cambios.
Revisa las declaraciones de los obligados y comprueba el cumplimiento de
sus obligaciones fiscales, en materia de impuestos, derechos, aprovechamien-
La Secretaría de Hacienda y Crédito Público 603

tos y accesorios de carácter federal, y ejerce dichas atribuciones para cercio-


rarse del cumplimiento de las disposiciones sobre el control de cambios,
Requiere a los contribuyentes, responsables solidarios y de terceros con
ellos relacionados para que exhiban y, en su caso, proporcionen la contabili-
dad, declaraciones y avisos, los datos, otros documentos e informes, y recaba
de los servidores públicos y de los fedatarios los informes y datos que tengan,
con motivo de sus funciones para proceder a su revisión, a fin de comprobar
el cumplimiento de las disposiciones legales en las materias señaladas antes
y las referentes al control de cambios.
Ordena y practica embargo precautorio, para asegurar el interés fiscal,
cuando a su juicio haya peligro de que el obligado se ausente o se realice la
enajenación u ocultamiento de los bienes, o cualquier maniobra tendiente a eva-
dir el cumplimiento de las obligaciones fiscales; y lo levanta cuando proceda.
En el mismo sentido, es competente para ordenar y practicar la retención, per-
secución, embargo o el secuestro de mercancías de comercio exterior o sus me-
dios de transporte, y para notificar el inicio del procedimiento administrativo
de investigación y audiencia en materia aduanera, cuando éste tenga su origen
en una visita domiciliaria.
Revisa los dictámenes formulados por el contador público registrado, so-
bre los estados financieros relacionados con las declaraciones de los contribu-
yentes para comprobar el cumplimiento de las disposiciones fiscales, relativas
a impuestos, derechos, contribuciones de mejoras, aprovechamientos, estímu-
los fiscales, franquicias y accesorios federales, y ejerce dichas atribuciones pa-
ra cerciorarse del cumplimiento de las disposiciones sobre el control de cambios.
Comunica los resultados obtenidos en la revisión de gabinetes y de dictá-
menes formulados por el contador público registrado, asi como de las visitas
domiciliarias de auditoría y de inspección, a las autoridades fiscales u organis-
mos facultados para determinar créditos fiscales en materias distintas a las
de su competencia, incluso a las autoridades facultadas para imponer sancio-
nes por infracciones al régimen de control de cambios, aportándoles los datos
y elementos necesarios para que dichas autoridades y organismos ejerzan sus
facultades.
Determina los impuestos y sus accesorios de carácter federal, a cargo de
los contribuyentes, responsables solidarios y demás obligados, y determina los
derechos, contribuciones, aprovechamientos y sus accesorios que no estén se-
ñalados como de la competencia de otra unidad administrativa de la SHCP,
o de otra secretaría de Estado.
Da a conocer al visitado la determinación de las consecuencias legales de
los hechos u omisiones imputables a éste, conocidos con motivo de la visita
domiciliaria que practique, y hace constar dicha determinación en el acta final
que se levante. Dicta las resoluciones en materia de participación de los traba-
jadores en las utilidades de las empresas. Impone las multas por infracciones
a las disposiciones fiscales que rigen las materias de su competencia. Y autori-
604 NORMATlVIDAD y AUTORIDADES BANCARIAS

za el pago diferido o en parcialidades de los créditos fiscales determinados por


la misma, mediante la garantia de su importe y accesorios.
Finalmente, estas direcciones de auditorla tienen competencia para infor-
mar a la Procuradurla Fiscal de la Federación de los hechos de que tenga cono-
cimiento con motivo de sus actuaciones que puedan constituir delitos fiscales
o delitos de los servidores públicos de la secretaria en el desempeño de sus fun-
ciones.

Direcciones generales competentes en materia de planeación


En esta materia son cinco las direcciones generales competentes
• Dirección General de Planeación Hacendaria
• Dirección de Planeación Financiera
• Dirección de Análisis Macroeconómico
• Dirección de Programaci6n y Evaluaci6n Financiera
• Direcci6n de Deuda Pública.
A continuación se citan sin6pticamente sus facultades más importantes.
La Direcci6n General de Planeación Hacendaria es competente (art 18
RISHCP) para proponer: (i} los lineamientos de política del gobierno federal
en las materias financiera, fiscal, crediticia, bancaria, monetaria, de divisas y
de precios y tarifas de bienes y servicios del sector público; {ii} la politica finan-
ciera del gobierno federal en congruencia con la politica econ6mica general del
país; (iii) la politica crediticia del gobierno federal en coordinaci6n con las di-
recciones generales de Crédito Público y de Politica de Ingresos; {iu) la politica
del gobierno federal en materia monetaria y de divisas, los programas corres-
pondientes, en congruencia con la politica econ6mica general del país y en coor-
dinación con Banxico.
Asimismo, le compete formular, con la participaci6n de las direcciones ge-
nerales de banca de desarrollo, de banca múltiple y de seguros y valores. las
politicas del sistema bancario de los demás intermediarios financieros, de con-
formidad con el Programa Nacional de Financiamiento del Desarrollo; así co-
mo participar con las direcciones generales de Crédito Público y de banca de
desarrollo en la formulaci6n de las politicas y los programas globales de la banca
de desarrollo y de los fideicomisos públicos de fomento coordinados por la pro-
pia secretaría.
Consolida los programas financieros y los presupuestos de las entidades
de la banca de desarrollo y de los fideicomisos públicos de fomento que corres-
ponda coordinar a la secretaria; y, por último, es competente para participar,
con las unidades administrativas competentes de la secretaria, en la operación
del sistema de movimiento de fondos y valores del gobierno federal y llevar
en coordinaci6n con ellas, y con la Direcci6n General de Crédito Público, un
registro de las cuentas corrientes de dep6sito en dinero y valores y de las de-
La Secretaría de Hacienda y Crédito Público 60S

más operaciones financieras, que las dependencias y entidades de la adminis-


tración pública federal tengan en instituciones de crédito que operen en el país
o en el extranjero, conforme a las normas que dicte la propia secretaria.
Por su parte, la Dirección de Planeación Financiera es competente (art 19
RISHCPl para participar: (i) en la formulación del Programa Nacional de Fi-
nanciamiento del Desarrollo, para la programación financiera y la captación
y asignación de recursos internos y externos de los sectores público, social y
privado, coadyuvando al diseño de pollticas e instrumentos que fomenten el
ahorro interno; (ii) con las unidades administrativas competentes de la secre-
taria, en la formulación de las pollticas del sistema bancario y de los demás
intermediarios financieros, asi como en las pollticas y programas globales de
la banca de desarrollo y de los fideicomisos públicos de fomento, coordinados
por la propia secretaria; en la consolidación de los programas financieros y pre-
supuestos de las entidades de la banca de desarrollo y de los fideicomisos pú-
blicos de fomento, que corresponda coordinar a la secretaria; finalmente, para
participar (iii) en la formulación de las reglas para orientar y controlar la cap-
tación y asignación de recursos financieros del sistema bancario y de los de-
más intermediarios financieros.
La Dirección de Análisis Macroeconómico es competente para (art 20
RISHCP) estudiar el comportamiento de la economia nacional, identificar su
problemática y proponer alternativas de politica en materia financiera, fiscal,
crediticia, bancaria, monetaria, de divisas y de precios, tarifas de bienes y ser-
vicios; y para realizar investigaciones económicas para apoyar la polltica del
gobierno federal en las materias financiera, fiscal y de precios y tarifas, identi-
ficando los problemas de mediano y largo plazo.
La Dirección de Programación y Evaluación Financiera es competente pa-
ra (art 25 RISHCP) participar, mediante la elaboración de estudios, en la for-
mulación de las pollticas y los programas de la banca de desarrollo y de los
fideicomisos públicos de fomento coordinados por la secretaria, en lo referente
a su desempeño como instrumentos de finaciamiento del desarrollo nacional,
sectorial y regional, así como la evaluación de sus resultados, todo ello con la
participación de la Dirección de Banca de Desarrollo.
Finalmente, la Dirección de Deuda Pública es competente (art 26 RISHCP)
para participar en la asignación y programación del crédito externo del sector
público y de la banca nacional.

Direcciones generales con competencia


sobre las bancas de desarrollo
En esta materia son competentes las siguientes direcciones generales

• Dirección General de Banca de Desarrollo


• Direcciones de Banca Agropecuaria y Pesquera
606 NORMATlVIDADY AUTORIDADES BANCARIAS

• Dirección de Banca Industrial y Comercio Interior


• Dirección de Banca de Comercio Exterior, Servicios y Obras Públicas.

A continuación se citan rápidamente las facultades más importantes de cada


una.
La Dirección General de Banca de Desarrollo es competente para (art 29
RISHCP) formular: (i) en coordinación con las direcciones generales de Planea-
ción Hacendaria y de Crédito Público, la politica y el programa financiero glo-
bal de la banca de desarrollo, los fideicomisos públicos de fomento, y los demás
intermediarios financieros de fomento, que corresponde coordinar a la Secreta-
ria, y (ii) las politicas de planeación, coordinación, vigilancia y evaluación de
las entidades mencionadas.
Participar en: {i) mediante la elaboración de la politica anterior, la formula-
ción del Programa Nacional de Financiamiento del Desarrollo y del Programa
Operativo Anual de Financiamiento de la Administración Pública Federal; (ii)
con las direcciones generales de Crédito Público y de Captación de Crédito Ex-
terno, en la evaluación de los proyectos y financiar con créditos externos desti-
nados a las entidades señaladas, y {iii} con las direcciones generales de
Planeación Hacendaria y de Crédito Público, en la proposición de las asigna-
ciones presupuestales del sector paraestatal coordinado por la Secretaria.
Integrar, proponer y en su caso autorizar, los programas financieros anuales
de las entidades anteriores; asi como integrar sus presupuestos de gasto e in-
versión, en coordinación con las demás unidades administrativas competentes
de la Secretaria.
Autorizar los presupuestos generales de gasto e inversión de las institu-
ciones de banca de desarrollo en los términos de las disposiciones legales apli-
cables.
Realizar el seguimiento y la evaluación anual del programa global de las
entidades mencionadas, de los programas financieros y presupuestos de cada
una de estas entidades y de los programas de instituciones.
Ejercer las facultades de la Secretaria como coordinador del sector de las
entidades señaladas, siempre que no correspondan al secretario con carácter
de indelegable; y para ejercer las atribuciones de la SHCP, en materia de regis-
tro y control de las operaciones de crédito rural.
Finalmente, es competente para administrar y participar en el desarrollo
del sistema de información y estadistica de las entidades mencionadas, de con-
formidad con los lineamientos que emita la Dirección General de Planeación
Hacendaria: y para representar a la Secretaria, en el ámbito de su competen-
cia, en sus relaciones con la CNE.
Por su parte, las direcciones de Banca Agropecuaria y Pesquera, de Banca
Industrial y Comercio Interior y de Banca de Comercio Exterior, Servicios y
Obras Públicas, son competentes en sus respectivas materias para lo siguien-
te (art 30 RISHCP).
La Secretaría de Hacienday CréditoPúblico 607

Participar: (i) en la formulación de la política financiera global de las insti-


tuciones de banca de desarrollo, los fideicomisos públicos de fomento y los de-
más intermediarios financieros de fomento, coordinados por la Secretaria; (ii)
en la formulación de la política financiera de la banca de desarrollo, en el sector
de su competencia y las de cada una de las entidades coordinadas que se le en-
comienden; así como evaluar su aplicación, y {iii) en la definición de los linea-
mientos y criterios técnicos en materia de información y estadística de las
entidades mencionadas.
Coadyuvar con la Dirección General de Banca de Desarrollo en el ejercicio
de las facultades de la Secretaria como coordinadora de este sector (banca de
desarrollo), en sus respectivas materias, y para integrar y proponer los progra-
mas financieros y presupuestos generales de gasto e inversión de las institu-
ciones de banca de desarrollo que correspondan a su competencia.
Ejercer las atribuciones de la Dirección General de Banca de Desarrollo
en los asuntos de su competencia. Y finalmente, para proponer los asuntos y
sanciones administrativas relacionadas con la aplicación de los ordenamientos
legales que rigen la actividad de la banca de desarrollo en sus respectivas ma-
terias.
A la Dirección de Banca Agropecuaria y Pesquera le compete, además, ejer-
cer las facultades que en materia de registro y control de crédito rural, compe-
ten a la Dirección General de Banca de Desarrollo; inscribir los contratos
respectivos, sus renovaciones y modificaciones, y las demás operaciones que
sean propias o se deriven de esta materia, así como conservar y mantener ac-
tualizado el registro de crédito rural de la República Mexicana.

Direcciones generales con competencia sobre las bancas


múltiples
Las direcciones generales con competencia en esta materia son las siguientes
• Dirección General de Banca Múltiple
• Dirección de Análisis y Control de Banca Múltiple
• Dirección de Regulación de Banca Múltiple
• Dirección de Crédito de Banca Comercial.
Debe señalarse que el Reglamento Interior de la SHCP, en el cual están con-
templadas las siguientes facultades y competencias, se publicó en enero de 1990,
es decir, siete meses antes de que entrara en vigor la nueva LIC y, por tanto,
todavla no considera los cambios orgánicos que conllevará la desaparición del
monopolio de la banca y el crédito en el Estado. Es de esperarse que para enero
de 1991, siendo que este texto entró a la imprenta en noviembre de 1990, se
modifique el reglamento interior de acuerdo con el nuevo estado de cosas. Co-
mo sea, a continuación se presenta una breve sinopsis de las facultades de es-
tas direcciones, de acuerdo con el texto actual.
608 NORMATlVIDAD y AUTORIDADES BANCARIAS

En primer término, a la Dirección General de Banca Múltiple le compete


(art 31 RISHCP), formular las politieas de planeación, coordinación, vigilancia
y evaluación de la banca múltiple. Pero además, proponer las actividades de
planeación, coordinación, vigilancia y evaluación de la ~sm~ banca .~últipl~
e integrar, formular y proponer los programas de modernización administrati-
va e innovación institucional de las entidades que la integran.
Le compete participar, mediante la elaboración de las politieas anteriores,
en la formulación del Programa Nacional de Financiamiento del Desarrollo y
del Programa Operativo Anual de Financiamiento de la Administración Públi-
ca Federal, incluido el Departamento del Distrito Federal, así como formular,
para aprobación superior, los programas anuales para la ejecución de aquellos,
en la materia de su competencia.
Estudiar los programas anuales e institucionales de las entidades de la ban-
ca múltiple y en su caso, proponer su aprobación, asi como los presupuestos
de las entidades de la banca múltiple mayoritariamente del gobierno. Asimis-
mo, le compete evaluar los programas institucionales y globales de la banca
múltiple, atendiendo a los objetivos de la LIC.
También le compete ejercer las facultades de la Secretaria corno coordina-
dora de sector de la banca múltiple, excepto con las que tienen carácter de in-
delegables que otorga este Reglamento al secretario; y resolver los asuntos
relacionados con la aplicación de los ordenamientos legales que rigen a las acti-
vidades de la banca múltiple y la materia bancaria.
Por su parte, compete a la Dirección de Programación de Banca Múltiple,
que debe participar en las actividades de planeación, coordinación, evaluación
y vigilancia de las entidades de la banca múltiple, en su operación internacio-
nal (art 32 RISHCP): (i) participa en la formulación de las politieas de planea-
ción, coordinación, vigilancia y evaluación; (ii) propone las actividades de
planeación, coordinación, vigilancia y evaluación; y (iii) coordina la elaboración
de los programas y presupuestos, en los tres casos de las bancas múltiples.
La Dirección de Análisis y Control de Banca Múltiple (art 33 RISHCP),
coordina la elaboración de los programas de modernización administrativa e
innovación institucional, y la aplicación de los mecanismos de control de ges-
tión, de las entidades de la banca múltiple. Pero, asimismo, esta dirección re-
suelve sobre la aplicación de sanciones administrativas establecidas en los
ordenamientos legales que rigen las actividades de la banca múltiple; y propo-
ne la resolución de los asuntos relacionados con las actividades, en el país, de
la banca extranjera que competen a la secretaria conforme a los ordenamien-
tos legales aplicables.
La Dirección de Regulación de Banca Múltiple (art 34 RISHCF), propone
las politieas y medidas de regulación de las actividades de las bancas múlti-
ples, y resuelve los asuntos relacionados con la aplicación de los ordenamien-
tos legales que rigen las actividades de la banca múltiple en la materia bancaria,
La Secretaria de Hacienda y Crédito Público 609

excepto los relativos a la imposición de sanciones y a las actividades, en el país,


de la banca extranjera no concesionada.
La Direcci6n de Crédito de Banca Comercial no tiene facultades expresas
sobre las bancas múltiples en sí mismas, pero su competencia abarca sin duda
gran parte del ámbito en el cual la actividad de dichas bancas se desarrolla (art
39 RISHCP). Esta direcci6n propone las directrices para coadyuvar su acceso
de las entidades de la administraci6n pública federal a los mercados externos de
dinero y capitales, así como intervenir operaciones de cartera en el extranjero.
Pero, también prepara documentos técnico económicos, que sirvan de base para
captar recursos del exterior, vía créditos sindicados o emisiones de bonos.
Esta direcci6n general es la encargada de analizar el mercado de dinero
y de capitales del exterior; participar en la negociación y en la formulaci6n de
los acuerdos de emisión y en los convenios relativos a créditos externos del go-
bierno federal; vigilar los aspectos contractuales de las operaciones de crédito
público externo; y coordinar los programas de captaci6n de recursos de los mer-
cados internacionales y coadyuvar al proceso de obtenci6n de créditos sindica-
dos, emisiones públicas de bonos, colocaciones privadas y otras operaciones
de crédito público externo.
Asimismo, opina sobre las condiciones financieras de las ofertas de crédi-
to externo que sean presentadas por las entidades de la administraci6n públi-
ca federal, comunicando su resultado a la Direcci6n General de Crédito Público,
para que ejerza sus facultades; y participa en la formulaci6n del programa cre-
diticio para atender los requerimientos de divisas de la administraci6n pública
federal y darle seguimiento.

Otras direcciones generales con competencia en materia


bancaria
Además de las anteriores, las siguientes direcciones generales tienen una in-
tervenci6n indirecta en las actividades bancarias, en virtud de la competencia
que les otorga el RISHCP
• Direcci6n General de Seguros y Valores
• Direcci6n de Valores y Organizaciones Auxiliares de Crédito
• Dirección General de Captación de Crédito Externo
• Direcci6n de Financiamientos al Comercio Exterior
• Direcci6n de Organismos Financieros Internacionales
• Direcci6n de Procedimientos Legales de Crédito Externo.
A la Direcci6n General de Seguros y Valores compete (art 35 RISHCP), formu-
lar las políticas de promoción, regulación y control de las instituciones de se-
guros, de fianzas y para el depósito de valores de las sociedades de inversión,
de las casas de bolsa y bolsas de valores, de las organizaciones auxiliares del
crédito y casas de cambio, asimismo las relativas a la planeación, coordinaci6n,
610 NORMATIVIDAD y AUTORIDADES BANCARIAS

vigilancia y evaluación de los citados intermediarios financieros. cuando no siendo


de fomento, corresponda su coordinación a la Secretaria; también. dentro de
otras, imponer multas por infracción a las disposiciones legales en materias
de seguros. fianzas, organizaciones y actividades auxiliares del crédito, socie-
dades de inversión y mercado de valores, así como condonarlas.
Por su parte, a la Dirección de Valores y Organizaciones Auxiliares de Cré-
dito compete (art 37 RISHCP), participar en la formulación de las políticas
de promoción, regulación y control de las sociedades de inversión. de las casas de
bolsa y bolsas de valores. de las organizaciones auxiliares del crédito, para el
depósito de valores y casas de cambio; así como las relativas a la planeacíón,
coordinación. vigilancia y evaluación de dichas instituciones y organizaciones.
cuando no sean de fomento y su coordinación corresponda a la Secretaria. Asi-
mismo, le corresponde efectuar el seguimiento de las políticas y programas de
los sectores bursátil y organizaciones auxiliares del crédito que sean de fomen-
to. coordinados por la Secretaría, así como evaluar sus resultados y ejercer atri-
buciones de la Dirección General de Seguros y Valores en materia de valores,
sociedades de inversión y de organizaciones y actividades auxiliares del crédi-
to, como es el caso de la imposición de multas por infracción a las disposicio-
nes legales que rigen las materias de su competencia.
A la Dirección General de Captación de Crédito Externo, de la mayor im-
portancia en la actualidad. le compete (art 38 RISHCPI, participar con la Di-
rección General de Crédito Públíco en la formulación de la política del gobierno
federa! en materia de crédito público de la Administración Pública Federal y
del Departamento del Distrito Federal. en la negociación y contratación de fi-
nanciamientos externos.
Asimismo. le compete formular. en coordinación con otras unidades admi-
nistrativas competentes de la Secretaría, las políticas y los programas de cap-
tación de recursos en los mercados internacionales, en los que fijen las directrices
para el acceso de los organismos y empresas del sector público a los mercados
de dinero y capitales.
Le corresponde participar; (i) con la Dirección General de Crédito Público.
en la formulación del Programa Nacional de Financiamiento del Desarrollo y
del Programa Operativo Anua! de Financiamiento de la Administración Públi-
ca Federal, incluido el del Departamento del Distrito Federal, en lo referente
a negociación y contratación de financiamientos externos; (ii) con la Dirección
General de Crédito Público en la formulación de los programas financieros sec-
toriales y regionales de corto y mediano plazo de la administración pública fe-
dera! que se integrarán al Programa Naciona! de Financiamiento del Desarrollo,
en la negociación y contratación de financiamientos externos, y (iii) con las uni-
dades administrativas competentes de la Secretaría en la formulación del pro-
grama crediticio para atender los requerimientos de divisas de la administración
pública federal.
La Secretaría de Hacienda y CréditoPúblico 611

Evalúa los proyectos de financiamiento externo de entidades de la admi-


nistración pública federal y dictamina sobre las condiciones de las ofertas de
crédito externo que sean presentadas por aquellas, comunicando su resultado
a la Dirección General de Crédito Público para que ejerza sus facultades. Ejer-
ce las facultades de la Secretaria en materia de negociación y contratación del
crédito público externo, en congruencia con los programas y estrategias auto-
rizados. Resuelve los asuntos relacionados con la aplicación de la Ley General
de Deuda Pública que competan a la Secretaria, en lo referente a la negocia-
ción y contratación de crédito público externo. Y apoya las tareas del secreta-
riado técnico de la Comisión Asesora de Financiamientos Externos.
Propone, con la participación que corresponda al Banxico, al Bancomext
y a otras autoridades competentes, la politica de financiamiento al comercio
exterior. Coordina, instrumenta y evalúa la contratación de financiamiento con
el Banco Mundial y el BID. Prepara estudios, concentra y difunde la informa-
ción sobre el mercado internacional de dinero y capitales. Define y evalúa las
politicas para la negociación de financiamientos bilaterales. Y finalmente, pro-
mueve y apoya la utilización de las líneas globales de crédito de las agencias
bilaterales.
A la Dirección de Financiamientos al Comercio Exterior (art 40 RISHCP),
compete proponer las normas y criterios para la negociación de créditos con
agencias oficiales de financiamiento bilateral, y evaluar los proyectos a finan-
ciarse con recursos provenientes de financiamiento bilateral y apoyar el empleo
de líneas globales de crédito establecidas por agencias oficiales de financiamiento
bilateral; centralizar y seleccionar información procedente de las agencias ofi-
ciales de financiamiento bilateral; y colaborar con el Bancomext sobre los aspec-
tos financieros de sus operaciones de promoción de exportaciones y crédito a la
exportación, asi como con el Banxico y la SECOFIN, en lo concerniente a la de-
finición de políticas de financiamiento al comercio exterior.
A la Dirección de Organismos Financieros Internacionales compete (art
41 RISHCP), proponer las normas y criterios de negociación con los organis-
mos financieros internacionales, con base en las políticas sobre financiamiento
externo de la Secretaria; evaluar los proyectos a financiarse con recursos de
organismos internacionales; concentrar y seleccionar la información de orga-
nismos financieros internacionales y otras fuentes oficiales de financiamiento
internacional; coordinar, instrumentar y evaluar la contratación de financia-
mientos con el Banco Mundial yel BID, y proponer representantes del país
para ese fin, así como evaluar los resultados de dicha contratación; y coadyu-
var en la representación de la Secretaria ante el Banco Mundial y el BID.
y finalmente, compete a la Dirección de Procedimientos Legales de Crédi-
to Externo (art 42 RISHCP) , participar con las unidades administrativas com-
petentes, en la formulación del programa de actividades en materia de
negociación y contratación del crédito público externo y elaborar estudios ju-
rídicos en materia de negociación y contratación del crédito públíco externo.
612 NORMATlVIDAD y AUTORIDADES BANCARIAS

TERCERA
SECCiÓN

EL BANCO DE MÉXICO, LA COMISiÓN


NACIONAL BANCARIA Y OTRAS
AUTORIDADES

51 EL BANCO DE MI:XICO
Las cuatro facultades institucionales de la banca central
Como se vio con anterioridad (núm 10), el lapso comprendido entre la última
parte del siglo XIX y el primer cuarto de éste, la banca se ha caracterizado
por la creación del concepto teórico y práctico de banca central, como resulta-
do de la presentación, simultánea, de dos factores fundamentales: Ii) una crisis
económica de consecuencias particularmente severas, y (ii) le detección, por los
gobiernos, de un mayor o menor nivel de abuso y anarquia en la actividad de
la banca particular. Es decir, la creación de una banca central es, en cada país,
un acto de solución a fenómenos económicos y de mercado concretos.
Como también vimos (núm 19), en 1925 se crea la banca central de nuestro
país, a la que se denomina Banco de México y que hasta 1982, tuvo la forma
de una sociedad anónima; as! como en otros paises, su formación fue la res-
puesta que dio el gobierno a la anárquica situación en que se hundió el sistema
de crédito durante e inmediatamente después de la Revolución.
Después de aquel 1926, la ley orgánica del banco sufrió múltiples modifi-
caciones, en los años treinta que, en opinión de Acosta Romero y Cervantes
Ahumada, convirtieron al banco en una moderna organización central (núms
19 y 20); hasta que en mayo de 1941, se promulga la ley orgánica que sostuvo
su funcionamiento hasta 1982, cuando finalmente, es sustituida por la publica-
da en 1984 (D O 31 de diciembre) que continúa vigente. El cambio más relevan-
te que siguió a 1982 y que adquiere forma definitiva en la Ley del 84, es que
El Banco de México, laCNB y otras autoridades 613

Banxico dejó de funcionar como sociedad anónima y pasó a integrarse a la ad-


ministración paraestatal con la forma de un organismo descentralizado.
Las funciones que esa ley asigna a Banxico son, básicamente, las de toda
banca central, que en opinión de Cervantes Ahumada son: (i) la creación y emi-
sión de billetes de banco y el control del medio monetario circulante; (ii) servi-
cios al Estado, en lo fundamental, de tesorería y de custodia de la reserva
nacional; (iii) custodia de las reservas en efectivo de los bancos mercantiles;
(io} redescuento de papel comercial a éstos; (u) liquidación de compensación
de saldos entre ellos; (vi) control del crédito; (vii) intervención en el comercio de
la banca internacional, de manera principal, en la compensación de intercam-
bio. Pero también, a partir de 1982 (viii) se convierte en el órgano descentrali-
zado encargado de coordinar las reglas de control de cambios que se publican
en septiembre del mismo año y se convierte en el receptáculo y emisor, de con-
trol y tesorería, de las divisas que entren o salgan de nuestro país por cual-
quier motivo.
En efecto, en la actualidad Banxico es una de las instituciones más moder-
nas de este género y su radio de actividad es concordante con cada una de las
actividades financieras en las que se justifica la participación, en diferentes for-
mas, de una institución central que disponga de la autoridad e información que
requiere para conseguir que la actividad financiera global sea homogénea, uni-
forme y relativamente fácil de dirigir en función de las prioridades en las cua-
les el Ejecutivo tiene compromiso de reglamentación. También por esta razón,
las facultades y atribuciones que al conjunto de nuestra legislación financiera
concede a Banxico son muy vastas. Ahora bien, toda vez que este texto no tie-
ne más justificación que la de introducir al estudiante en la materia, no nos
detendremos en el análisis detallado de las facultades de Banxico, sino que só-
lo las enumeraremos. Para ello, y sólo para efectos de este trabajo, clasificare-
mos esas facultades de la siguiente forma
• Facultades de institución central
• Facultades crediticias y cambiarias
• Facultades de tesorero de la Federación
• Facultades de regulación del crédito.
Facultades del institución central Las funciones más importantes que la LO-
BANXICO concede a Banxico, de modo especifico, en tanto que organismo fi-
nanciero central, son las siguientes (art 20)
• Regular la emisión y circulación de la moneda, el crédito y los cambios
• Operar con las instituciones de crédito como banco de reserva y acreditan-
te de última instancia, así como regular el servicio de cámara de compen-
sación
• Prestar servicios de tesorería al gobierno federal y actuar como agente fi-
nanciero del mismo en operaciones de crédito interno y externo
614 NORMATlVIlJAD y AUTORIDADES BANCARIAS

• Fungir como asesor del gobierno federal en materia econ6mica y, particu-


larmente, financiera
• Participar en el FMI (núm 11) y en otros organismos de cooperaci6n finan-
ciera internacional o que agrupen a bancos centrales
• La emisi6n, como facultad monop6lica, de billetes, y la orden, igualmente
como monopolio, de acuñaci6n de moneda metálica; asi como la puesta en
circulaci6n de ambos (art 30).
Facultades crediticias y cambiarías Por otra parte, a fin de que pueda desa-
hogar las funciones arriba listadas en materias de crédito y cambio, la LOBAN-
X/CO concede al banco las siguientes facultades (art 60)
• Recibir dep6sitos bancarios en moneda nacional del gobierno federal, de
dependencias y entidades de la administraci6n pública federal y de empre-
sas cuyo objeto principal sea la intermediaci6n financiera
• Recibir dep6sitos bancarios de moneda extranjera
• Obtener créditos de personas morales domiciliadas en el exterior
• Constituir dep6sitos bancarios de dinero
• Otorgar créditos al gobierno federal y a las instituciones de crédito
• Recibir en garantía de los créditos que otorgue, dep6sitos de dinero consti-
tuidos en el propio Banxico
• Emitir bonos de regulaci6n monetaria, que se consideran títulos de crédito
(t 1)
• Operar con estos bonos, con valores a cargo del gobierno federal, con bo-
nos bancarios y demás títulos emitidos por las instituciones de crédito
• Operar con los organismos financieros del interior y el exterior
• Realizar pagos o cobros que el gobierno federal requiera hacer en el ex-
tranjero
• Actuar como fiduciario cuando la Ley le asigne esa encomienda o cuando
se trate de fideicomisos cuyos fines coadyuven al desempeño de las funcio-
nes del banco
• Celebrar todo tipo de operaciones con divisas, oro y plata, incluyendo re-
portas
• Recibir dep6sitos de títulos o valores en custodia o en administraci6n
• Adquirir bienes y contratar servicios, necesarios o convenientes para el ejer-
cicio de sus funciones.
Facultades de tesorero de la Federaci6n Asimismo, por cuanto a sus atribu-
ciones de tesorero de la Federaci6n, el banco tiene, además de las anteriores,
las siguientes facultades concretas (art 80 LOBANX/CO)
• La de ser depositario de todos los fondos de que no haga uso inmediato
el gobierno federal
• Llevar a cabo la situaci6n y concentraci6n de fondos de todas las oficinas
del propio gobierno
El Bancode México. la CNB y otras autoridades 615

• Encargarse, por cuenta del gobierno federal, de la emisión, colocación, com-


pra y venta de valores representativos de la deuda interna del citado go-
bierno y, en general, del servicio de la misma
• Llevar a cabo los actos a que se refiere el párrafo anterior, en lo concer-
niente a la deuda externa del mencionado gobierno, salvo que conforme a
la ley dichos actos se encomienden a otras instituciones.
Facultades de regulación del crédito Finalmente, al banco se le conceden cla-
ras e importantes facultades respecto de la regulación de la actividad de las
instituciones de crédito, que son concordantes con las atribuciones generales
señaladas en el art 20, a saber (art 14 LOBANXICO)
A él corresponde señalar las tasas de interés, comisiones, premios, descuen-
tos u otros conceptos análogos, montos, plazos y demás caracteristicas de
las operaciones activas, pasivas y de servicios que realicen las institucio-
nes de crédito.
Como se desprende del elenco de atribuciones que se acaba de mencionar,
es Banxico quien fij a las tasas de interés que los bancos cobran y/o pagan a
sus clientes, as! como los plazos, garantías y límites al volumen general de cré-
dito que otorguen. Desde luego, a él corresponde la instrumentación del "enca-
je legal", que es un por ciento que los bancos deben enviarle sobre cada depósito
que, por cualquier concepto, realicen sus clientes. y que será mayor o menor
en la medida en que el Banxico -y la SHCP- considere adecuado restringir
el circulante. o a la inversa. aumentarlo como medio de fomentar la actividad
económica general.
Respecto de la actividad de los bancos. además de las anteriores, Banxico
está expresamente investido, pero por la LIC, de las siguientes facultades.

Facultades específicas concedidas a Banxico en la L/e


Desde luego, la LIC señala claramente que Banxico forma parte del sitema ban-
cario mexicano, además de estar localizado, como organismo descentralizado,
en la administración pública federal (art 30 LIC). Pero por otra parte, la LIC
concede a Banxico importantes facultades que, para efectos de este estudio,
pueden distinguirse en tres grupos que enseguida se detallan
• Facultades concedidas respecto de las operaciones especificas
• Concedidas respecto de la actividad de los bancos
• Concedidas en relación con las funciones de la CNE.
Facultades respecto de operaciones especificas Cuando las operaciones con
valores que realicen los bancos, actuando en cuenta propia, lo sean sobre títu-
los inscritos en el Registro de Valores e Intermediarios, se llevarán a cabo me-
diante una casa de bolsa. excepto los tltulos que Banxico, por razones de politica
crediticia o cambiaría, determine mediante reglas de carácter general (art 53,
616 NORMATlVIDAD y AUTORIDADES BANCARIAS

II LIC). Por otra parte, respecto de las reglas sobre el reporto de valores, la
LIC concede a Banxico facultades expresas (art 54 LIC)
• Se deben formalizar de la manera por la cual, mediante reglas de carácter
general determine el Banxico
• El plazo no podrá exceder de 180 días, podrá prorrogarse de la forma que
determine el Banxico,
Asimismo, en la emisión de obligaciones subordinadas, la LIC también conce-
de a Banxico facultades especificas (art 64 LIC)
• Se deben emitir previa autorización, que en cada caso otorgue el Banxico;
las solicitudes deben presentarse por escrito al citado Banxico, acompa-
ñando el respectivo proyecto de acta de emisión (3er párr)
• La inversión de los pasivos captados, a través de la colocación de obliga-
ciones subordinadas se hará de conformidad con las disposiciones que el
Banxico dicte al efecto (50 párr)
• Las operaciones con valores que realicen las instituciones de crédito en cum-
plimiento de fideicomisos, mandatos, comisiones y contratos de adminis-
tración, se realizarán en los términos de la LIC, la LMV, así como de
conformidad con las reglas generales que en su caso emita el Banxico oyendo
la opinión de la CNV (art 81 LIC).
Facultades concedidas respecto de la actividad de los bancos Las institucio-
nes de crédito están obligadas a participar en el sistema de información sobre
operaciones activas que Banxico administra (art 74 LIC)
• Los bancos deben proporcionar al Banxico la información de sus operacio-
nes activas con la periodicidad y en los términos que él indique (20 párr)
• A su discreción Banxico podrá notificar a todas las entidades financieras
del país el nombre y el importe de la responsabilidad de un mismo deudor
(3er párr)
• Las instituciones participantes deben efectuar las aportaciones que el Ban-
xico determine para cubrir los costos de operación del sistema (40 párr)
Cuando los bancos realicen operaciones a través de comisionistas, previamen-
te autorizados por la SHCP, dichas operaciones se sujetarán a las disposicio-
nes que con relación en ellas establezca Banxico (art 92, 20 párr LIC).
Las instituciones de crédito sólo podrán ceder o descontar su cartera con
el Banxico u otras instituciones de crédito, pero el Banxico podrá autorizar ex-
cepciones a esa regla (art 93 LIC).
Los bancos están obligados a presentar la información y documentación,
que en el ámbito de sus respectivas competencias les soliciten, además de la
SHCP y la CNB, también el Banxico (art 97 LIC).
La prohibición general establecida a los bancos, de dar en prenda los títu-
los o valores de su cartera, se deroga en favor de las operaciones de ese tipo
que celebren con el Banxico; aunque igual excepción se hace en favor de las
El Banco de México, laCNB y otras autoridades 617

operaciones que se realicen con alguna institución de crédito debidamente cons-


tituida (art 106, 11 LIC)
Asimismo. respecto de la prohibición general a los bancos de celebrar en-
tre ellos mismos fideicomisos. mandatos o comisiones. la LIC permite que Ban-
xico autorice la realización de determinadas operaciones, cuando no impliquen
un conflicto de intereses mediante disposiciones de carácter general (art 106,
XIX a) LIC). Igual facultad de excepción se establece respecto de las operacio-
nes activas o pasivas. por más de 20 años. y el pago anticipado de depósitos,
bonos. obligaciones y reportos (art 106. último párr LIC).
Finalmente, el mecanismo preventivo y de protección del ahorro, previsto
por la LIC. en el cual todas las bancas múltiples deben participar, involucra,
en favor del Banxíco, las siguientes facultades y atribuciones (art 122 LIC)
• El Banxico administrará un fideicomiso constitutivo de dicho mecanismo.
que se denomina Fondo Bancario de Protección al Ahorro
• Todos los bancos que reciban dicho apoyo deben proveer una garantla en
favor del fideicomiso (Banxíco)
• En el contrato constitutivo del fondo debe preverse la existencia de un co-
mité técnico. integrado por representantes de la SHCP, la CNB y del pro-
pio Banxico
• Las bancas múltiples están obligadas a proporcionar al fondo. la informa-
ción que éste les solicite; asimismo, estarán obligadas a recibir los apoyos
que a propuesta del comité técnico la SHCP estime necesarios
• Por último. el Banxico cargará en las cuentas que lleve a la bancas múlti-
ples el importe de las cuotas.
Facultades concedidas en relación con las funciones de la CNB En primer lu-
gar. uno de los once vocales que integran la junta de gobierno de la CNB debe
ser nombrado, precisamente. por Banxico (art 127 LIC).
Por otra parte, en la imposición de las sanciones que la LIC autoriza a la
CNB a imponer, existe la obligación. para ésta. de tomar en cuenta las medi-
das correctivas que. en cada caso, aplique el Banxico (art 108. 20 párr LIC).
Y tratándose de multas impuestas a los bancos. las sanciones que haya impuesto
la CNB, se harán efectivas cargando su importe en la cuenta que. el propio Ban-
xico le lleve a dichas instituciones (art 110, 50 párr LIC).
La CNB. dentro del desahogo de sus facultades y deberes, debe presentar
a la SHCP y al propio Banxico las propuestas que, en su caso. tenga que hacer
respecto del régimen bancario y de crédito (art 125, 111 LIC); pero además. queda
sometida al Banxico siguiendo las instrucciones que reciba de éste. en el senti-
do de coadyuvar. mediante la expedición de disposiciones e instrucciones para
los bancos, que tengan relación con la politica de regulación monetaria y credi-
ticia (art 125, IV LIC). Asimismo, la CNB debe informar a Banxico los datos
que tenga sobre el estado de solvencia de las instituciones de crédito (art 131,
VII LIC).
618 NORMATIVIDAD y AUTORIDADES BANCARIAS

Finalmente, si durante una inspección levantada por la CNB en un banco,


encuentra que sus operaciones no están realizadas conforme a las disposício-
nes aplicables, el presidente, con acuerdo de la junta de gobierno, dictará las
medidas necesarias para normalizarlas sefialando plazo para tal efecto; y si ter-
minado el plazo no se han regularizado, el presidente cuando lo estime necesa-
rio, por su importancia, comunicará la situación a la SHCP y en su caso al
Banxico, para que aquella tome las medidas del caso (art 137 LIC).

Organismos de gobierno
Como ya se dijo, desde sus inicios, el Banco era una sociedad anónima con do-
micilio en la ciudad de México, cuyo capital social estaba dividido en dos se-
ries: la A por 51 % en todo caso suscrito por el gobierno federal; y la B por 49%
que era suscrita por todas las instituciones de crédito del pais. A partir de la
estatización de 1982, Banxico dej a de ser una anónima, pues la participación
de los bancos privados en su capital se convirtió en imposible e inútil, ya que
éstos dej aran de existir, y pasó a convertirse en un organismo descentralizado
que siguió cumpliendo, con las mismas responsabilidades y derechos adminis-
trativos que correspondian a una banca central. Con la llamada "reprivatiza-
ción" de la banca comercial, la estructura, atribuciones y facultades de Banxico
no se alteraron y continuaron siendo, básicamente, los mismos.
En la actualidad, la funcionalidad interna de Banxico está organizada por
la LOBANXICO y su reglamento interior (1985), los cuales encomiendan el de-
sarrollo de su actividad a tres entidades

• Un director general Es nombrado por el presidente y sus facultades si-


nópticas consisten en la operación, representatividad y uso de la firma del
banco, en la forma señalada por el art 29 LOBANXICO
• Una junta de gobierno Está integrada por once miembros que son los se-
cretarios de la SHCP, de la SPP y de la SECOFIN, el propio director gene-
ral, un subsecretario que designa el secretario de la SHCP, los presidentes
de la CNB y de la CNV, el presidente de la Asociación Mexicana de Bancos
y otras tres personas designadas por el presidente, a través del secretario
de la SHCP; sus facultades sinópticas consisten en la determinación de los
lineamientos generales a seguir por el banco, en la forma sefialada en el
art 25 LOBANXICO
• Una comisión de crédito y cambios Está integrada por el secretario de
la SHCP, sus dos subsecretarios, que sean miembros de la junta de gobier-
no, el director general del banco y su suplente; sinópticamente sus faculta-
des especificas consisten en la determinación de los tipos de cambio y tasas
de interés, que permiten la actualización del art 14 LOBANXICO, de la
forma señalada en el art 27 de la misma Ley.
El Bancode México. la CNB y otras autoridades 619

Respecto de la participación de nuestro país como miembro de las institucio-


nes financieras internacionales, que ya mencionamos (núm 11), corresponde a
Banxico llevarlas a la práctica e instrumentarlas en la manera que disponga
la autoridad central.
Se debe subrayar que la LOBANXICO en el sistema bancario es tan im-
portante, que tanto la propia LIC como todas las leyes orgánicas de las bancas
de desarrollo y las múltiples, la consideran como su derecho supletorio idóneo
(art 60, proemio y último párr), en segundo plano de importancia, después de
la propia LIG.

Autoridad para efectos del juicio de amparo


Como acabamos de señalar, además de ser un miembro integrante del sistema
financiero nacional, Banxico es también un organismo descentralizado. Luego,
su nueva categoría pública motiva, legitimamente, el cuestionamiento de si es
autoridad para efectos de amparo.
En principio cabe recordar, por ser una de las más recientes, una sentencia
de Colegiados, que recoge de modo brillante diferentes criterios de la Corte,
anteriores a esa fecha, en torno de las caracteristicas que debe reunir una enti-
dad descentralizada para considerarse autoridad en el juicio de amparo. El Tri-
bunal, sostuvo que, (i) los particulares deben carecer de facultades para
determinar, por si ante sí, cómo se debe resolver el conflicto; (ii) que la entidad
debe poder concluir una controversia administrativa entre particulares, inclu-
so haciendo uso de la fuerza pública, atrayendo el concurso de otras autorida-
des, si no dispone directamente de la fuerza pública, y (iii) por esos motivos,
que el concepto de autoridad abarca tanto las de derecho como las de facto (Auto-
ridad para efectos del juicio de amparo. Caso en el cual un organismo descen-
tralizado resuelve una, controversia administrativa entre particulares, A R
1551186, Informe 1987, tercera parte, pág 48).
En función de los criterios anteriores podría concluirse, como introducción,
que Banxico si es autoridad, porque reúne las tres características dispuestas
por el Colegiado en su sentencia. En efecto, dentro del ámbito de su competen-
cia, los particulares no tienen el ejercicio de su discreción; pero dentro de su
ámbito, Banxico sí puede dirimir una controversia administrativa e incluso,
como vimos más atrás (núm 48), puede solicitar el apoyo de la fuerza pública,
indirectamente, a través de la SHCP, para hacer prevaler la aplicación que ha-
ga de la Ley. Otro criterio más, determinante en la calificación de una entidad
como autoridad para efectos de amparo, es la expresa concesión de autoridad
que le haga la Ley. Pues bien, como vimos en párrafos anteriores, Banxico re-
o cibe, tanto en su LOBANXICO como en la LIC, múltiples facultades que es-
tán diseñadas para ejercitarse ante personas de derecho privado como son, de
manera principal, las sociedades anónimas bancarias.
620 NORMAl1VIDAD y AUTORIDADES BANCARIAS

A mayor abundamiento debemos citar una tesis que, a pesar de su pro-


nunciamiento por las facultades ejecutoras de Banxico y no por las ordenado-
ras, en nuestra opinión, anula cualquier duda en torno de sus atribuciones como
autoridad en el amparo. Banxico si es autoridad en el caso por el cual reciba
facultades de ejecución en un decreto ejecutivo, pero no por el hecho de que
lo haya firmado, como lo firman los secretarios del ramo en el refrendo, pues
Banxico no es ni secretario de Estado ni jefe de departamento, sino por el ex-
pediente de autoridad de haberlo cumplido; tal como lo sentenció la Corte en
un negocio con cinco precedentes (Cambios. Decreto de control generalizado
de. El director general del Banco de México es autoridad ejecutora, falta de
legitimación para recurrir, A R 5754/83, séptima época, Segunda Sala, Apén-
dice 1985, pág 595).

52 LA COMI510N NACIONAL BANCARIA


Organismos de gobierno y su funcionamiento
La creación de la primera Comisión Nacional Bancaria se remonta a la primera
ley bancaria, posterior a la Revoluci6n, a saber, la Ley General de Institucio-
nes de Crédito y Establecimientos Bancarios, de 1925. En esta primera Ley,
como en la actual, la comisión tenia limitada su competencia a la materia ban-
caria, pero posteriormente, en 1936, se ampliaron sus áreas de control al serie
encomendada la supervisi6n, además de los bancos, de las compañias de segu-
ros y fianzas. Por último, con la publicaci6n de la LGICOA, en 1941, la Comi-
sión alcanza plena madurez y con tal funcionó durante todo el tiempo que duró
la banca mixta hasta 1982. En efecto, en 1982 y posteriormente, en 1985, las
dos desaparecidas LRSPBC organizaron a la Comisión en una forma semejan-
te a como lo hizo la LGICOA.
A partir de las modificaciones a la LRSPBC, de diciembre de 1989 (núm
29), la CNB funciona como un organismo desconcentrado de la SHCP. Pero
además, es uno de los dos resultados de la separaci6n orgánica y legal que se
hizo de las competencias, que hasta esa fecha, desempeñó una sola comisión
que se denominaba Comisión Nacional Bancaria y de Seguros; es decir, la CNB
se erigi6 en una de las dos comisiones a las cuales se reatribuyeron, respectiva-
mente, facultades en materia bancaria y de seguros; la otra comisión producto
de la escisi6n es, desde luego, la Comisíón Nacional de Seguros y Fianzas. AsI,
la inspecci6n y vigilancia de las instituciones de crédito en la prestaci6n del
servicio de banca y crédito y el cumplimiento de las disposiciones de la LIC,
en efecto, quedan confiadas a la CNB (art 123 LIC).
La organizaci6n legal de la CNB está sustentada, como desde 1925, en la
propia LIC, precisamente en su titulo séptimo (De la Comisi6n Nacional Ban-
caria), en los arts 123 y ss; y, como organismo desconcentrado de la SHCP,
tiene asignados los siguientes deberes
El Banco de México. la CNDy otras autoridades 621

• Realizar la inspección y vigilancia e imponer las sanciones, que conforme


a la LIC y otras leyes le competen
• Fungir como organismo de consulta de la SHCP
• Realizar los estudios que le encomiende la SHCP respecto al régimen ban-
cario y de crédito; asimismo, presentar a dicha dependencia y al Banxico
propuestas, cuando así lo estime conveniente, respecto de dicho régimen
• Emitir las disposiciones necesarias para el ejercicio de las facultades que
la LIC le otorga, y para el eficaz cumplimiento de la misma y de los regla-
mentos que con base en ella se expidan; así como coadyuvar, mediante la
expedición de disposiciones e instrucciones a las instituciones de crédito,
con la polltica de regulación monetaria y crediticia que compete al Banxi-
co, siguiendo las instrucciones que reciba del mismo
• Presentar opinión ala SHCP acerca de la interpretación de laLICy demás
relativas en caso de duda respecto a su aplicación
• Formular su reglamento interior que someterá a la aprobación de la SHCP,
e intervenir en los términos y condiciones que la LIC señala en la elabora-
ción de los reglamentos, a los cuales la misma se refiere
• Formular anualmente sus presupuestos, que someterá a la autorización de
la SHCP; a la cual rendirá un informe anual de sus labores
• Proveer lo necesario para que las instituciones de crédito cumplan debida
y eficazmente las operaciones y servicios concertados con los usuarios del
servicio de banca y crédito
• Imponer las sanciones que en términos de esta Ley apruebe la Junta de
Gobierno.
Para el cumplimiento de estas funciones, la CNB cuenta con los siguientes ins-
titutos (art 126)
• Junta de gobierno
• Presidencia
• Vicepresidencias
• Direcciones generales
• Delegaciones regionales, y los
• Demás servidores públicos necesarios.
La junta de gobierno está integrada por once vocales, y los vocales que tengan
el carácter de presidente y vicepresidente de la comisión. Cuatro de ellos son
designados por la SHCP, uno por la SCGF, tres por el Banxico, y uno por la
CNV. La propia SHCP designará los otros dos vocales, quienes no deberán ser
servidores públicos de esa dependencia (art 127 LIC). La SHCP nombrará al
presidente de la CNB, que lo será a su vez de la junta de gobierno.
Los vocales deben ser de nacionalidad mexicana, de reconocida calidad mo-
ral, experiencia y prestigio en materias económica y financiera y no podrán de-
sempeñar cargos de elección popular, ni ser empleados, funcionarios, comisarios,
622 NORMATIVIDADY AUTORIDADES BANCARIAS

apoderados o agentes de las instituciones, y demás establecimientos sujetos


a la inspección y vigilancia de la comisión.
La junta de gobierno puede constituir subcomités con fines especificos, y
disponer de una comisión de cuentas, integrada por dos vocales, que se encar-
ga de vigilar el manejo de sus fondos. A propuesta del presidente, la junta nom-
bra un secretario de actas (art 128), y a ella también corresponde el ejercicio
de las facultades de la CNB, sin perjuicio de las asignadas al presidente (art
129); debe celebrar sesiones, siempre que sea convocada por su presidente y,
por lo menos, se reunirá una vez al mes (art 130). En las sesiones se considera
que hay quórum con la presencia mínima de seis vocales y las resoluciones se
toman por mayoría de votos de los presentes, y el presidente, quien dirige los
debates y da cuenta de los asuntos en cartera, tiene voto de calidad.
El presidente es la máxima autoridad administrativa de la CNB y ejerce
sus funciones, directamente o por medio de los vicepresidentes, directores ge-
nerales, delegados y demás servidores públicos de la propia comisión. En su
ausencia temporal, es sustituido por el vocal vicepresidente que designe al efec-
to; sus facultades son (art 131 LIC)

• Inspeccionar y vigilar las instituciones de crédito, proveyendo en los tér-


minos de la LIC y demás relativas, el eficaz cumplimiento de sus preceptos
• Intervenir en la emisión de títulos o valores, en los sorteos y en la cancela-
ción de documentos, titulos y obligaciones, en los términos de la Ley. cui-
dando que la circulación de los mismos no exceda de los limites legales
• Intervenir en los arqueos. cortes de caja y demás comprobaciones o verifi-
caciones de contabilidad de las instituciones sometidas a su inspección y
estimar los valores de su activo. de acuerdo con la LIC
• Elaborar y publicar las estadisticas relativas a las instituciones de crédito
y a sus operaciones
• Intervenir en los procedimientos de liquidación en los términos de la Ley
• Informar a la junta de gobierno, trimestralmente o cuando ésta se lo solici-
te, sobre las labores de las oficinas a su cargo, y obtener su aprobación pa-
ra la aplicación de las sanciones, así como para todas las disposiciones de
carácter general o reglamentario que crea pertinentes
• Informar al Banxico los datos que tenga sobre el estado de solvencia de
las instituciones de crédito
• Formular anualmente el presupuesto de egresos de la comisión, el cual una
vez aprobado por la junta de gobierno, será sometido a la autorización de
la SHCP
• Proponer a la SHCP la designación de los vocales vicepresidentes
• Nombrar y remover, con la aprobación de la junta de gobierno, a los direc-
tores generales. y designar y remover al resto del personal de la Comisión
• Vigilar la debida ejecución de las disposiciones y de los acuerdos de la jun-
ta de gobierno
El Bancode México, laCNll y otras autoridades 623

• Informar a la SHCP acerca de su actuación y sobre los casos concretos que


ésta le solici te
• Ordenar visitas o inspecciones distintas a las señaladas en la LIC, y en su
caso llevarlas a cabo
• Representar con las más amplias facultades a la CNB, cuando realice to-
das aquellas funciones que a dicho organismo encomienden las leyes, sus
reglamentos y los acuerdos correspondientes de la junta de gobierno
• Investigar los actos de terceros que hagan suponer la realización de opera-
ciones violatorias de las disposiciones de esta Ley, pudiendo al efecto, or-
denar visitas de inspección a los presuntos responsables; en su caso, ordenar
su intervención o proponer su clausura
• Representar a la CNB en los compromisos arbitrales, en los términos que
dispongan las respectivas leyes, así como dictar el laudo correspondiente.
La CNB tiene delegaciones regionales que, dentro del área de su jurisdicción
geográfica, pueden realizar las funciones que se determinen en el reglamento
interior de la comisión, que expide el Ejecutivo Federal (art 132 LIC).
Las inspecciones de la CNB se sujetan al reglamento que, al efecto, tam-
bién expide el Ejecutivo y se efectúan a través de visitas que tienen por objeto
revisar, verificar, comprobar y evaluar los recursos, obligaciones y patrimo-
nio; así como las operaciones, funcionamiento, sistemas de control y en gene-
ral, todo lo que pueda afectar la posición financiera y legal, conste o deba constar
en los registros, de los establecimientos sujetos a su control y vigilancia, a fin
de que se ajusten al cumplimiento de las disposiciones que las rigen y a las
sanas prácticas de la materia (art 133 LIC).
Sus visitas pueden ser ordinarias, especiales y de investigación. Las pri-
meras, se llevan a cabo de acuerdo con el programa anual que apruebe el presi-
dente de la comisión; las segundas, se practican siempre que sea necesario a
juicio del presidente para examinar y, en su caso, corregir situaciones especia-
les operativas; las terceras, tienen por objeto aclarar una situación especifica. Las
medidas adoptadas, en ejercicio de esta facultad, son preventivas, para preser-
var la estabilidad y solvencia de las instituciones, y normativas, para definir cri-
terios y establecer reglas y procedimientos a los cuales deban ajustar su
funcionamiento.
Los visitadores e inspectores deben ser personas especializadas en mate-
ria financiera, comprobados en los términos que determine el reglamento inte-
rior de la Comisión, y ni ellos ni el resto del personal pueden obtener de las
instituciones sujetas a inspección préstamos o series deudores por cualquier
título bajo la pena de destitución. Se exceptúan las operaciones que se realicen
con la aprobación expresa de la junta de gobierno (art 135 LIC).
La intervención administrativa se debe llevar a cabo directamente por el
interventor, quien realiza los actos necesarios para cumplir los objetivos que
se señalen en el acuerdo correspondiente, en los términos del reglamento de
inspección y del reglamento interior de la CNB. Esta intervención administra-
624 NORMATIVIDAD V AUTORIDADES BANCARIAS

tiva se realiza de manera directa, por un interventor-gerente y al iniciarse, se


entiende con el principal funcionario de la institución que se encuentre en las
oficinas de la intervenida (art 139 LIC).
El interventor-gerente tiene todas las facultades, que normalmente corres-
pondan al consejo de administración de la institución, y plenos poderes gene-
rales para actos de dominio, de administración, de pleitos y cobranzas, con las
facultades que requieran cláusula especial conforme a la ley, para otorgar y
suscribir titulos de crédito, para presentar denuncias y querellas y desistir de
estas últimas, previo acuerdo del presidente de la CNB, y para conferir los po-
deres generales o especiales que juzgue convenientes, y revocar los que estu-
vieron otorgados por la intervenida El interventor-gerente no queda supeditado
en su actuación a la asamblea de accionistas ni al consejo de administración
(art 140 LIC).
Desde el momento de la intervención, quedan supeditadas al interventor-
gerente todas las facultades del consejo de administración y los poderes de las
personas que el interventor determine; pero la asamblea de accionistas podrá
continuar reuniéndose regularmente para conocer de los asuntos que le compe-
ten, y lo mismo podrá hacer el consejo, para estar informado por el interventor-
gerente. sobre el funcionamiento y las operaciones que realice la sociedad, y
para opinar sobre los asuntos que el mismo interventor-gerente someta a su
consideración. El interventor-gerente puede citar a asamblea de accionistas y
reuniones del consejo, con los propósitos que considere necesarios o convenientes
(art 142 LIC).
Así, la CNB es el organismo encargado de la inspección y vigilancia de las
actividades de los bancos, a fin de proveer, en los términos de la LIC y demás
relativas. el eficaz cumplimiento de sus preceptos para cumplir con los fines
de fiscalización y de otros procedimientos que corresponda ejercer al Ejecuti-
vo Federal sobre ellos. Pero no solo es la encargada de vigilar el cumplimiento
de las leyes aplicables a la conducta de la banca, sino que también es la encar-
gada de vigilar el adecuado cumplimiento de los contratos de operación activa,
pasiva y de servicio que celebren. fundamentalmente en cuanto al interés pac-
tado, el tipo de garantia demandada, la aplicación del dinero prestado para los
fines por los cuales se solicitó y la conducta del cliente en lo que se refiere al
pago del crédito, como tendremos oportunidad de ver a continuación.

Facultades generales concedidas por la L/e


Las facultades de la CNB en la materia, como se comprenderá, son muy vastas
yen extremo especializadas, y se centran, principalmente, en las labores de la
vigilancia y la sanción; sin embargo, la LIC le concede también otro género de
atribuciones que son complementarias de su vocación fundamental. Para los
efectos de este trabajo, las facultades que la LIC concede de modo expreso a
la CNB, se pueden agrupar de la siguiente forma
El Banco de México, la CNB y otras autoridades 625

• Ámbitos de competencia de la CNB


• Facultades de la CNB sobre las actividades de las instituciones de crédito
en general
• Facultades de la CNB, especificamente sobre la banca múltiple
• Facultades de la CNB sobre la banca de desarrollo
• Facultades sancionatorias de la CNE.
A continuación hacemos un rápido repaso sinóptico de cada una de estas fa-
cultades.
1 Ámbitos de competencia de la CNB La inspección y vigilancia de las ins-
tituciones de crédito y el cumplimiento de las disposiciones de la LIC, quedan
confiadas a la CNB (art 123 LIC). La vigilancia consiste en cuidar que las insti-
tuciones cumplan con lo ordenado en la LIC y atiendan las observaciones e in-
dicaciones de la CNB, como resultado de las visitas de inspección (art 134 LIC).
En el entendido por medio del cual, las oficinas y sucursales extranjeras, al
igual que las mexicanas, quedan sometidas a la inspección y vigilancia de la
CNB (art 70, 80 párr LIC).
Las operaciones con valores que realicen los bancos, actuando por cuenta
propia, serán en los términos previstos por la LIC, la LMV y se sujetarán a
la inspección y vigilancia de la CNV, en coordinación con la CNB (art 53 LIC).
En el mismo sentido, las operaciones con valores que realicen las instituciones
de crédito en cumplimiento de fideicomisos, mandatos, comisiones y contratos
de administración, se deben realizar en los términos de la LIC, la LMV, así co-
mo de las reglas generales que en su caso emita Banxico, oyendo la opinión
de la CNV (art 81 LIC).
Las sociedades que presten servicios complementarios a los bancos, o les
auxilien en el desahogo de su objeto social, se subordinarán a las reglas gene-
rales que dicte la SHCP y a la inspección y vigilancia de la CNB (art 88, 20
párr LIC). Por otra parte, las empresas intermediarias no bancarias y las orga-
nizaciones auxiliares de crédito, en cuyo capital hayan sido autorizadas a in-
vertir bancas múltiples, que tengan su domicilio en el territorio nacional y sus
actividades no se encuentren reguladas por otra ley, se sujetarán a las reglas
generales que dicte la SHCP y a la inspección y vigilancia de la CNB (art 89,
50 párr LIC). Asimismo, los comisionistas que hayan sido autorizados a desa-
rrollarse como tales, repecto de bancos a los cuales les presten ese tipo de ser-
vicios, se subordinarán a las reglas de carácter general que dicte la SHCP, y
se someterán a la vigilancia e inspección de la CNB (art 92, 20 párr LIC).
Finalmente, todas las instituciones de crédito, sociedades o establecimien-
tos sujetos por la LIC, a la inspección y vigilancia de la CNB, deben cubrir
las cuotas correspondientes (art 124 LIC).
2 Facultades de la CNE sobre las actividades de las instituciones de crédito
en general Las instituciones de crédito y las sociedades sujetas a inspección
626 NORMATlVIDAD y AUTORIDADES BANCARIAS

de la CNB están obligadas a prestar a los inspectores todo el apoyo necesario


para sus funciones (art 135 LIC¡.
La CNB vigilará que, en el otorgamiento de sus financiamientos, los ban-
cos hayan estimado la viabilidad económica de los proyectos, los plazos de re-
cuperación, las relaciones que guardan entre si los distintos conceptos de los
estados financieros y la situación económica de los acreditados, así como las
calificaciones administrativa y moral de éstos, sin perjuicio de que hayan con-
siderado las garantías de cada operación (art 65 LIC¡.
Las instituciones de crédito sólo podrán cerrar sus puertas y suspender
sus operaciones los días que autorice el reglamento que anualmente expida la
CNB (art 95 LIC¡. Asimismo, la CNB vigilará que las ínstítuciones de crédito
cumplan con las disposiciones acerca de las medidas básicas de seguridad que
dicte la SHCP (art 96, párr 40 LIC¡.
Las instituciones de crédito deben presentar la información y documenta-
ción que en el ámbito de sus respectivas competencias les soliciten la SHCP,
Banxico y la CNB, dentro de los plazos que cada una establezca (art 97 LIC).
De la misma forma en que están obligadas a recabar los datos de su clientela,
relativos a su identificación y domicilio, de conformidad con las disposiciones
que al efecto dicte la CNB (art 98, párr 20 LICI.
La contabilidad, los libros y los documentos correspondientes a los actos
y contratos que signifiquen variación en el activo o el pasivo de un banco; así
como el plazo que debe ser conservado, se regirán por las disposiciones de ca-
rácter general que dicte la CNB (art 99 LIC¡; la cual, por otra parte, dictará
disposiciones de carácter general respecto del procedimiento de microfilmación
que se autorice llevar a las instituciones de crédito (art 100 LIC¡.
La CNB señalará las bases, a las cuales se sujetarán la aprobación de los
estados financieros mensuales y el balance general de las instituciones de cré-
dito (art 101 LIC¡. Asimismo, la CNB podrá ordenar correcciones que a su jui-
cio fueren fundamentales y ameriten su publicación (20 párr], En esta materia,
debe precisarse que la CNB fijará las reglas para la estimación de los activos
de los bancos y las reglas mínimas para la estimación de sus obligaciones y
responsabilidades. Para tales efectos, los títulos representativos de capital se
valuarán de acuerdo con las reglas que dicte la propia CNB y los inmuebles
urbanos se estimarán por el promedio de avalúos que practiquen los peritos
de bancos que apruebe la CNB; por otra parte, cuando al aplicar las reglas de
valoración fijadas por la CNB, resulte una estimación más elevada de los ele-
mentos de activo que el valor original, la diferencia no podrá ser aplicada a cuenta
de resultados, a menos que la CNB, dependiendo de las investigaciones que rea-
lice, así lo estime conveniente; y asimismo, sin perjuicio de las normas que seña-
le la LIC, la CNB puede proponer a la SHCP que se autorice a los bancos a que
mantengan ciertos valores de activo a su precio de adquisición, por baj a extraor-
dinaria, mediante disposiciones de carácter general (art 102, IV y 3er y 40 párrs
LICI.
El Banco de México, la CNB )' otras autoridades 627

En las prohibiciones impuestas a los bancos, la CNB tiene ciertas faculta-


des de excepción; por ejemplo, podrá autorizar que un banco continúe la explo-
tación por su cuenta de establecimientos mercantiles o industriales, cuando los
haya recibido en pago de créditos o para el aseguramiento de los ya concerta-
dos; asimismo, podrá renovar los plazos que los bancos tienen para vender los
bienes adquiridos por adjudicación O remate. Sin embargo, los bancos deben
informar a la CNB acerca de las cuentas de cheques que, en el curso de dos
meses hayan librado tres o más documentos sin fondos, para que ésta lo comu-
nique a los demás bancos, a efecto de que en el curso de un año. no pueda abrir
otras cuentas (art 106, XII, XIII Y XIV LIC).
Respecto de algunas operaciones específicas, la CNB recibe facultades ex-
presas. Por ejemplo. los bonos bancarios y sus cupones se emitirá en serie me-
diante declaración unilateral de voluntad de la emisora, que se hará constar
ante la CNB, en los términos que ésta señale (art 63 LIC). En el mismo sentido,
las obligaciones subordinadas se pueden emitir en pesos o en divisas, median-
te declaración unilateral de voluntad de la emisora que se hará constar ante
la CNB, previa autorización que en cada caso otorgue Banxico (art 64, 3er párr
LIC). Asimismo, en los contratos de crédito refaccionario y de habilitación o
avío, los bancos se ajustarán a lo dispuesto por la LGTOC y, dentro de otros
requisitos (núm 131), a lo que en conjunto, los créditos refaccionarios que se
destinen a cubrir los pasivos a los cuales se refiere el art 323 de LGTOC. no
excedan de 50%, aunque la CNB puede autorizar en casos excepcionales que
se exceda ese limite (art 66, V LIC).
Finalmente, en ningún caso podrán los bancos dar información o noticias
de los depósitos, servicios o cualquier tipo de operación que realicen, salvo cuan-
do las pidan autoridades judiciales, en virtud de providencia dictada en juicio
en la cual, el titular sea parte o acusado; o cuando la pidan las autoridades ha-
cendarias federales, por conducto de la CNB, para fines fiscales. Sin embargo,
esta limitación de forma alguna afecta la obligación que tienen los bancos de
proporcionar a la CNB toda clase de información y documentos en ejercicio de
sus funciones de inspección y vigilancia (art 109 LICI.
3 Facultades de la CNB, especificamente sobre la banca múltiple En pri-
mer lugar, la CNB aprobará el estado financiero de las bancas múltiples, así
como el valor en libros de sus acciones (art 18, I LIC); asimismo, en el transcur-
so del primer trimestre de cada año, la CNB dará a conocer el monto mínímo
con el cual deberán contar las bancas múltiples; pero excepcionalmente la SHCP
podrá ampliar dicho plazo (art 19 LIC).
El nombramiento del director general y de los funcionarios que ocupen pues-
tos con la jerarquía inmediata inferior a la de aquel, requerirá aprobación de
la junta de gobierno de la CNB (art 24, último párr LIC).
Las bancas múltiples requieren el acuerdo de por lo menos cuatro u ocho
consejeros de la serie A y tres o seis de las series B y C, de su consejo de admi-
nistración, para celebrar operaciones en virtud de las cuales resulten o puedan
628 NORMATIVlDAD y AUTORIDADES BANCAIUAS

resultar deudores de las mismas personas que, por su posición personal, pue-
dan recibir un beneficio privilegiado (art 73 LIC); en esos casos, el acuerdo del
consejo debe presentarse, en copia certificada, a la CNB (20 párr); la misma
comisión, previo acuerdo del consejo de administración, podrá establecer ex-
cepciones (50 párr).
Cuando la forma de garantizar la participación de una banca múltiple en
el Fondo Bancario de Protección al Ahorro sea a través de acciones, las que
lo vayan a ser, dentro de cada serie, serán determinadas por sorteo ante la CNE.
Para el efecto de dicha garantía, las acciones se considerarán por un valor equi-
valente a 75% de su valor en libros, según el último estado financiero aproba-
do por el consejo de administración del banco y revisado por la CNE. En el
contrato constitutivo del fondo debe preverse la existencia de un comité técni-
co integrado por representantes de la SHCP, de Banxico y la CNB (art 122,
I, IV Y VI LIC).
Por último, cabe recordar que la CNB puede solicitar la suspensión de pa-
gos o la declaración de quiebra de una banca múltiple (art 29, II LIC).

4 Facultades de la CNB sobre la banca de desarrollo Corresponde a la CNB


aplicar a los servidores públicos de las instituciones de banca de desarrollo las
disposiciones previstas en la LIC, así como las sanciones previstas por LFRSP,
independientemente de las sanciones que pueda aplicar la SCG R (art 123, 20
párr LIC).
Dentro de otros derechos concedidos por los CAPS de las bancas de desa-
rrollo a sus titulares, se encuentra el de poder recibir el reembolso del CAP,
según el último estado financiero aprobado por el consejo directivo y revisado
por la CNB (art 35, IV LIC).
Para el caso de reducción del capital de una banca de desarrollo, el consejo
propondrá si se efectúa mediante la reducción del valor nominal de los CAPS,
o por amortización de una parte de ellos; pero si es por amortización, los CAPS
B que corresponda amortizar serán determinados por sorteo ante la CNB (art
38, 20 párr LIC). En caso de reducción, por canje o amortización, los CAPS
B se considerarán a su valor en los libros según el último estado financiero apro-
bado por el consejo directivo y revisado por la CNB (3er párr).

5 Facultades sancionatorias de la CNB La CNB, con acuerdo de su junta


de gobierno, oyendo previamente al interesado y a la institución de banca múl-
tiple, podrá en todo tiempo, determinar si procede la remoción O suspensión
del consejo de administración y del personal de las bancas múltiples (art 25
LIC); si bien, para la imposición de la inhabilitación, la CNB debe tomar en
cuenta ciertos factores de gravedad, reincidencia y montos de perjuicio deriva-
dos de la sanción (20 párr).
Si una banca múltiple se disuelve, entra en estado de liquidación o quie-
bra, la SHCP podrá determinar la revocación de la autorización, salvo que el
El Banco de México, la CNB y otras autoridades 629

procedimiento respectivo termine por rehabilitación, y Banxico y la CNB opi-


nen favorablemente para que la autorización continúe (art 28, VII LIC).
La CNB podrá determinar, con acuerdo de su junta de gobierno, que se
proceda a la remoción o suspensión de los servidores de las bancas de desarro-
llo, con excepción del director general; sus resoluciones se podrán recurrir ante
la SHCP (art 43, 40 párr LIC).
La SHCP podrá revocar la autorización otorgada a los comisionistas que
hayan sido autorizados para desarrollarse como tales, en favor de bancos a los
cuales presten ese género de servicios, sin perjuicio de la sanción que imponga
la CNB (art 92, 3er párr LIC).
La CNB podrá ordenar la suspensión de la publicidad que realicen las ins-
tituciones de crédito respecto de sus operaciones y servicios, cuando a su jui-
cio haya inexactitud, oscuridad o competencia desleal (art 94 LIC). Asimismo,
el uso de las palabras banco, crédito, ahorro, fiduciario u otras que expresen
ideas semejantes, por personas distintas a las autorizadas para ello, se casti-
gará por la CNB con multa (art 107 LIC).
Cuando la CNB presuma que una persona física o moral está realizando
operaciones de crédito o banca sin tener autorización para ello, contraviniendo lo
dispuesto por la LIC (arts 20 y 103); o bien que está infringiendo el art 350
de la LGTOC, en el sentido de estar actuando como fiduciario sin tener facul-
tad legal para ello, la CNB ordenará la suspensión inmediata de las operacio-
nes irregulares e intervendrá administrativamente la negociación, empresa o
establecimiento de la persona física o moral de la que se trate (art 104 LIC),
Ylos afectados podrán ocurrir en defensa de sus intereses ante la CNB, sin que
ello afecte la suspensión impuesta (20 párr).
El incumplimiento o violación de las normas de la LIC, la LOBANXICO
y de las disposiciones que emanen de ella, serán sancionadas con multa que
impondrá administrativamente la CNB (art 108 LIC). En la imposición de es-
tas sanciones, la CNB tomará en cuenta las medidas correctivas que aplique
el Banxico. La infracción a cualquiera de las disposiciones de la LIC que no
tenga sanción, señalada de manera especial, será castigada con multa que im-
pondrá la CNB (art 109 LIC).
Para la imposición de las sanciones previstas en la LIC la CNB debe oír
previamente al interesado y tomar en cuenta la importancia de la infracción
(art 109 LIC). Asimismo, los afectados podrán acudir ante la CNB en defensa
de sus intereses, pero las resoluciones que dicte sólo podrán ser recurridas an-
te la SHCP. Finalmente, las sanciones que imponga la CNB a los bancos, se
harán efectivas cargando su importe en la cuenta que les lleve Banxico; y tra-
tándose de sanciones impuestas a particulares, se harán efectivas por la SHCP.
Es importante subrayar que serán sancionados con prisión los empleados
y funcionarios de las instituciones de crédito que, a sabiendas, presénten a la
CNB datos falsos acerca de la solvencia de un deudor o sobre el valor de las
garantias que protejan los créditos que hayan concedido (art 113, Il LIC).
630 NORMAT/VIDAD y AUTORIDADES BANCARIAS

Los usuarios del servicio de banca y crédito podrán, a su elección, presen-


tar sus reclamaciones ante la CNB o hacer valer sus dichos ante los tribunales
competentes de la Federación (art 119 LIC). Pero en caso que la reclamación
se presente ante la CNB, ésta conciliará y en su caso resolverá las diferencias.
Finalmente, cabe señalar, como una de las más importantes facultades de
la CNB, que las reclamaciones de este género se sujetan a las siguientes re-
glas, que implican facultades en favor de la CNB, y que han dado origen a todo
un procedimiento esterotipico en las jurisdicciones bancarias (art 120 LIG): (i)
se presentan por escrito ante la CNB; (ii) en la amigable composición, la CNB
tendrá libertad de resolver en conciencia y a buena fe sin sujeción a las reglas
legales, pero observando las formalidades del procedimiento; (iii) la CNB ten-
drá la facultad de allegarse todos los elementos que juzgue necesarios para re-
solver la cuestión; (iv) para el caso de incumplimiento o desacato de las
instituciones de crédito de las resoluciones de la CNB, ésta podrá imponer mul-
tas; (v) los bancos contarán con un plazo de 15 dlas hábiles para efectuar las
resoluciones, en caso de no hacerlo, la CNB sancionará cada caso; y (vi) las no-
tificaciones en el juicio arbitral de estricto derecho se harán a las partes por
cédula fijada en los estrados de la CNE.

53 LA SECRETARíA DE PROGRAMACiÓN
Y PRESUPUESTO, LA COMISiÓN NACIONAL
DE VALORES Y OTRAS AUTORIDADES
Sin pretender agotar el elenco de facultades que la normatividad bancaria con-
cede a otras autoridades distintas de aquellas que hemos repasado en páginas
anteriores, a continuación se señalan las facultades que, expresamente, la LIC
concede.

Secretaría de Programación y Presupuesto


De conformidad con la LOADMONPF (art 32, V, VII, XIII Y XVIII), la SPP
tiene facultades ministeriales para la formulación de los egresos de la adminis-
tración pública federal, coordinar las inversiones de cada entidad, autorizar sus
programas de inversión y hacerlos compatibles. entre si, asimismo, la organiza-
ción total que forma la administración ejecutiva. AsI pues, las bancas de desa-
rrollo, en tanto que parte de la administración pública paraestatal (igual
situación que guardan todas las bancas múltiples antes de julio de 1990), de-
ben participar también en las labores de coordinación y presupuestación que
desarrolla esta importante secretaria. En la LIC, la SPP recibe las siguientes
facultades.
Las bancas de desarrollo deben formular anualmente sus programas ope-
rativos y financieros, los cuales deben someterse a la autorización de la SHCP.
El Banco de México, la CNB y otras autoridades 631

La propia secretaria determina las modalidades que cada institución deba se-
guir en esa materia, en función de la asignación global de gasto financiero que
establezca la SPP (art 31 LIC).

Secretaría de la Contraloría General de la Federación


Por los mismos motivos paraestatales que en el caso de la SPP, las bancas de
desarrollo quedan sujetas al ámbito de competencia de la SCGF (art 32 bis,
V LOADMONPF). Asimismo, este ministerio recibe de la LIC facultades es-
pecificas.
Corresponde a la CNB aplicar a los servidores públicos de las institucio-
nes de banca de desarrollo las disposiciones previstas por la LIC, así como las
sanciones previstas por LFRSp, independientemente de las sanciones que pueda
aplicar la SCGF (art 123, 20 párr LIC).
El órgano de vigilancia de las bancas de desarrollo está integrado por dos
comisarios nombrados, uno por SCGF y otro por la comisión consultiva, que
como hemos visto, está integrada por los titulares de los CAPS B, distintos
del gobierno federal (art 44 LIC).
La junta de gobierno de la CNB está integrada por once vocales, y los vo-
cales que tengan el carácter de presidente y vicepresidente de la comisión, de
los cuales. como hemos visto. cuatro son designados por la SHCP. tres por el
Banxico, uno por la CNV y uno por la SCGF (art 127 LIC).

La Comisión Nacional de Valores


La CNV está organizada por la ley de la materia (arts 40 y ss, LMV). En esa
legislación se le conceden importantes facultades cuyo estudio supera los inte-
reses de esta introducción, y aunque varias de ellas están expresamente ex-
cluidas de ser aplicables a los bancos (art 41, último párr LMV). existen otras
que si lo son (art 60; 15; 16, último párr; 46, etc), aunque de manera restringida
a la materia bursátil. Por otra parte, esta importante autoridad si recibe cier-
tas facultades, una vez más dentro del dominio de su material normativo, en
la LIC, que son las siguientes.
Las operaciones con valores que realicen las instituciones de crédito ac-
tuando por cuenta propia se realizarán en los términos previstos por la LIC
y la LMV. y se sujetarán a la inspección y vigilancia de la CNV en coordina-
ción con la CNB (art 53 LIC).
La CNB en ejercicio de sus funciones. respecto a que las instituciones de
crédito lleven a cabo sus operaciones con valores en los términos de la LMV,
establecerá mecanismos de coordinación con la CNV para el eficaz cumplimiento
de las disposiciones en la materia (art 125, párr 40 LIC).
Finalmente, las operaciones con valores que realicen las instituciones de
crédito en cumplimiento de fideicomisos. mandatos, comisiones y contratos de
632 NORMAT1VIDAD V AUTORIDADES BANCARIAS

administración, se realizarán en los términos de la LIC y la LMV, as! como de


conformidad con las reglas generales que en su caso emita Banxico oyendo la
opinión de la CNV (art 81 LIC).

Otras autoridades
Simplemente con el objeto de cumplir con el espiritu introductorio de este tex-
to, a continuación se citan las siguientes facultades concedidas por la LIC, ex-
presamente, a otras autoridades distintas de las anteriores.
Para el caso de huelga la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje cuida-
rá que un número iodispensable de oficinas permanezca abiertas para no afec-
tar los intereses de los usuarios (art 121 LIC).
Asimismo, con objeto de cumplir el requisito fundamental de su participa-
ción en la normatividad de este tipo de banca (núm 61), las bancas de desarro-
llo deben atender las actividades productivas que el Congreso de la Unión
determine de acuerdo con la especialidad de cada una, en las respectivas leyes
orgánicas (art 40, párr 20 LIC).
CAPíTULO
3

LAS SOCIEDADES
MERCANTILES DEL SISTEMA
FINANCIERO
r SUMARIO

PRIMERA SECCiÓN LAS SOCIEDADES MERCANTILES


BANCARIAS
54 Los bancos son sociedades mercantiles
55 La sociedad anónima bancaria de 1941
56 La sociedad nacional de crédito (SNC)
57 La sociedad anónima bancaria de 1990
58 El concepto de banca múltiple
59 El concepto de banca de desarrollo
60 Principales características de la banca múltiple
61 Principales caracteristicas de la banca de desarrollo
62 Sinopsis de las diferencias entre una y otra
Diferencias más notables entre la SA bancaria y la SNC
Diferencias más notables entre banca múltiple
y banca de desarrollo
63 ¿Se justifica la existencia de dos especies de bancos?
64 Las siete bancas de desarrollo
Nacional Financiera (Nafinsa)
Banco Nacional de Obras y Servicios Públicos (Banobras)
El sistema BanruraJ
Banco NacionaJ de Comercio Exterior (Bancomext)
Las otras tres bancas de desarrollo
65 ¿La banca de desarrollo es autoridad en el amparo?
Precisión introductoria
Concesión de autoridad, patrimonio y personalidad
Titulos de crédito y ejecutabilidad
66 Prohibiciones de los bancos
Operaciones autorizadas
Operaciones prohibidas
67 Los grupos financieros La nueva LPRAF
Características principales y constitución
Administración
Convenio de responsabilidades
SEGUNDA SECCiÓN INTRODUCCiÓN A LAS ORGANIZACIONES
Y ACTIVIDADES AUXILIARES
DEL CRÉDITO
68 Precisión general
69 Los almacenes generales de depósito
?O Las arrendadoras financieras
71 Las uniones de crédito
72 Las empresas de factoraje financiero
73 Las casas de cambio (compraventa profesional de divisas)
74 Breve cita de algunas sociedades afines a las bancarias
Lassociedades mercantiles bancarias 635

PRIMERA
SECCiÓN

LAS SOCIEDADES MERCANTILES


BANCARIAS

54 LOS BANCOS SON SOCIEDADES MERCANTILES


Anteriormente, vimos que uno de los cuatro libros más importantes del dere-
cho bancario, está formado por las leyes y reglamentos que organizan los ban-
cos en tanto que sociedades mercantiles (núm 34), pues cualquiera que sea la
óptica desde la cual se observen, el hecho de que en todo caso, los bancos son
sociedades de comercio es incontrovertible, insoslayable; evidente. El banco es
un negocio, pero además, un negocio de capitales por excelencia, y no tanto
de personas. Dicho de manera distinta, la posibilidad de que un banco, como
empresa, esté sometido al régimen de persona fisica; o con excepción del Ban-
xico, esté sometido al régimen de la personalidad moral del Estado, es ine-
xistente.
Esta circunstancia, necesariamente inalterable, porque también es inalte-
rable el carácter especulativo del negocio de capitales, en la actividad banca-
ria, ha sido el criterio de formación, desarrollo y control adoptado por la
legislación, incluso desde la primera tentativa de reglamentación en la mate-
ria, que se inserta en el primer gran movimiento de codificación de 1894 (núm
17) al establecer la obligación, para los banqueros, de adoptar la forma de una
sociedad anónima o de responsabilidad limitada para ejercer su actividad; obli-
gación que más tarde se limitó a la anónima, en el Código de 1889 (art 640)
y acabó por institucionalizarse en la Ley General de Instituciones de Crédito,
en 1897; criterio éste -la forzosa adopción de la forma de sociedad anónima
para ejercer la banca- que fue adoptado por la LGICOA de 1941 y que, no
obstante haber desaparecido en 1982, como uno de las primeras consecuencias
636 LAS SOCIEDADES MERCANTILES DEL SISTEMA FINANCIERO

de la estatización de la banca comercial, en 1990 fue retomado una vez más


por la vigente LIC, en cuanto a la banca múltiple se refiere.
Lo anterior es tanto más comprensible, en la medida en que la anónima
representa múltiples ventajas para el gobierno, los clientes y, por supuesto,
los banqueros mismos, todas ellas concectadas con los beneficios que la perso-
nalidad moral procura en lo general. Por ejemplo, para el gobierno es relativa-
mente fácil dirigir, vigilar y controlar la actividad del banco porque las reglas
de operación de la anónima son tan versátiles como conocidas, luego, permite
una verificación y una respuesta inmediatas cuando se establece una disposi-
ción destinada a tener impacto en la economía, más que en el banco. Para el
cliente representa la invaluable ventaja de la estabilidad, confiabilidad y soli-
dez de una estructura que, además de estar vigilada por el gobierno, está sos-
tenida en los capitales de, tal vez, cientos de personas. Finalmente, la estructura
de la anónima permite a los socios -banqueros- las ventajas que con anterío-
ridad, se analizaron en otros textos: el anonimato, la responsabilidad limitada
y las utilidades, pérdidas y votaciones sólo en la proporción aportada, asi co-
mo la ficción de la personalidad moral que señalamos,
Telmant claris fit non interpretatione (es tan claro, que no necesita ínter-
pretación). En efecto, fue a tal grado adoptada la anónima como la estructura
típica de las instituciones bancarias en el mundo entero, que en opinión de di-
ferentes autores como W Lovett en Estados Unidos de América, B Mercadal
y P J anin en Francia, M Spinelli y G Gentile en Italia, B Growet en Inglaterra
y otros; la sociedad anónima es la forma sobrentendida por el legislador, la so-
ciedad y los comisarios respecto de la coordinación de los diferentes elementos
y recursos puestos en común por ciertos individuos, a la cual las leyes genera-
les y tradicionales le conceden personalidad jurídica propia con el fin de que
pueda actuar en favor del interés de la colectividad que forman los aportantes
de los haberes con los que ha de trabajar; las diferencias entre una anónima
bancaria y otra, son sólo aquellas que obedecen a los diferentes intereses de
cada gobierno, es decir, difieren de país a país sólo en los detalles que a cada
uno le son propios sin que la anónima pierda su esencia universal.
Así las cosas, resulta que en 1982, nuestra Ley diseñó una forma societa-
ria distinta a la anónima como el ropaje legal que debían adoptar todos los ban-
cos, a saber, la sociedad nacional de crédito (SNC); pero toda vez que esta nueva
forma no difiere, como veremos, sino en los expedientes de la tenencia y circu-
lación del capital y la intervención de la administración central en el trazo de
su operación, y en cuanto a los otros se refiere -consejo de administración,
vigilancia, liquidación, etc-, a pesar de que con distinto nombre continuaron
los mismos, debemos reconocer que dicha forma era una anónima, pero con dis-
tinto nombre, el que se ideó, en nuestra opinión, con el sólo interés de subrayar
la diferencia que deseaba establecer, a ultranza, la administración de aquel en-
tonces respecto de todo lo anterior; lo que no significó que la SNC continuara
siendo, sin duda ninguna, una sociedad mercantil.
Las sociedades mercantiles bancarias 637

Sin embargo, la SNC se debe considerar como la primera sociedad mercan-


til, expresamente ideada para el tráfico bancario y, por tanto, será objeto, más
adelante, de análisis por separado, en tanto que, como es el caso, continúe sien-
do la forma societaria idónea de los bancos institucionalmente públicos (la banca
de desarrollo). Antes es aconsejable hacer un rápido repaso de lo que fue la an6-
nima bancaria hasta la estatización de 1982, para después hacer lo propio con
la anónima que emerge de la llamada "reprivatización" de 1990.

55 LA SOCIEDAD ANONIMA BANCARIA DE 1941


Como se recordará, hasta 1982 la desaparecidaLGlCOA (art 20,20 párr) auto-
rizaba la formación de los bancos de acuerdo con el criterio de especialización.
Éstos podian ser bancos
• De depósito
• De ahorro
• Financieros
• Hipotecarios
• De capitalización
• Fiduciarios
• Múltiples.
Asimismo, la LGlCOA establecia que toda sociedad que pretendiera dedicarse
a alguna de las actividades anteriores, con anticipación debla obtener una con-
cesión -en la actualidad es autorización- del gobierno federal que competia
conceder discrecionalmente a la SHCP (art 20, 1er párr LGlCOA). Por último,
la propia LGlCOA establecía (art 80): "solamente podrán disfrutar de conce-
sión las sociedades constituidas en forma de sociedad anónima de capital fijo
o variable, organizadas con arreglo a la LGSM .. " de suerte que, aun cuando,
la concesión podía ser solicitada por una persona física, de concederse quedaba
sujeta a la condición de que la anónima quedará debidamente constituida (art
90LGlCOA).
La forma en la cual la LGlCOA y, en general, el antiguo régimen regla-
mentaba el funcionamiento de la anónima bancaria, en tanto que sociedad de
comercio, en nuestra opinión, era muy atinado. No es la labor de este texto con-
trastar el régimen anterior a 1982 con el que surgió en 1990, pero se considera
oportuno recordar algunas de las reglas más relevantes de aquel desaparecido
derecho respecto al funcionamiento interno y privado de los bancos, pues de
esa forma podrá observarse, por una parte, que los bancos disponían de una
importante libertad relativa, que es necesaria para la adecuada actuación de
los agentes de crédito en una economía de mercado, y por otra, que de cierta
forma aquel sistema fue recurrido, una vez más, por el nuevo derecho, poste-
rior a 1990, probablemente por el mismo motivo. Algunas de las desaparecidas
reglas de funcionamiento societario interno de los bancos, eran las siguientes
638 LAS SOCIEDADES MERCANTILES DEL SISTEMA FINANCIERO

o Los estatutos de cada anónima debían ser autorizados por la SHCP, la cual
debla verificar el cumplimiento de las reglas legales aplicables (art 80, XI
LGICOA)
o Desde luego, la más importante regla obedecla al capital social minimo -
regla societaria por excelencia- que cada banco debla sostener, dependiendo
el tipo de banco de acuerdo con las alternativas anteriores
o Cuando se trataba de sociedades con capital variable, el capital minimo obli-
gatorio debía estar representado por acciones sin derecho a retiro (art 80,
IV LGICOA)
o La adquisición o control de más de 10% de las acciones del capital social
de un banco debía someterse a la previa autorización de la SHCP (art 30
bis, LGICOA), pero además, ninguna persona física o moral podia ser pro-
pietaria de más de 15% del capital pagado de un banco, excepto los bancos
que pudieran llegar a ser propietarios de una o varias instituciones de cré-
dito (art 80, IV bis, al LGICOA) y las agrupaciones financieras (art 99 bis
LGICOA)
o En esos casos de proporción, la participación de los accionistas mayorita-
rios en las asambleas de socios, debía cumplir con ciertos requisitos de com-
probación, representación y escrutinio (art 80, IV bis, 1 LGICOA)
• Asimismo, ese accionista o grupo de accionistas mayoritarios en 15% te~
nían derecho a designar un consejero (art 80, IV bis, 2 LGICOA)
o El consejo de administración no podia tener menos de cinco consejeros y
las asambleas debían celebrarse en el domicilio legal; la segunda convoca-
toria estaba legalmente establecida, con cualquiera el número de elemen-
tos presentes, excepto en caso de asamblea extraordinaria, que requería
el voto de 30% (art 80, VI LGICOA)
o Las reglas de orden puramente reglamentario acerca de los puntos ante-
riores, se resumían a la vigílancla de su cumplimiento, cual es el caso del
acuerdo presidencial del D O 5 de octubre 1966, que autorizó a la SHCP
a vigilar que los consejos de administración se reunieran cada mes
o Los bancos estaban obligados a publicar el estado mensual de sus opera-
ciones y su balance general anual, de acuerdo con las reglas de agrupación
establecidas por la CNB, precisamente dentro del mes siguiente a su cierre
en cada caso (art 95 LGICOA)
o Por último, las reglas de disolución y liquidación se organizaban por la
LGSM y las de quiebra y suspensión de pagos por la LQSP (art 80, IX
LGICOA).
Como se podrá observar, la nueva LIC mantiene un estrecho paralelismo con
la desaparecida LGICOA, en el entendido de que el que ésta guardaba con la
también extinta LRSPBC era nulo, al extremo de que el jurista de otro país
podría concluir, legítimamente, que la fuente de inspiración de la LIC, en los
temas societarios, fue la LGICOA; por ejemplo, las reglas supletorias de fun-
cionamiento interno en la LGSM y las de quiebra y suspensión en la LQSP;
Las sociedades mercantiles bancarias 639

la composición del consejo de administración; la responsabilidad directa e ili-


mitada de los bancos por los actos cometidos por sus funcionarios (arts 91 bis
LGICOA y 91 LIC), que será objeto de estudio más adelante (núm 118); el má-
ximo del capital social susceptible de estar en poder de una sola persona o gru-
po de interés; y de la mayor importancia para este trabajo, la organización de
las agrupaciones financieras (art 99 bisLGICOAl, que a partir de 1990 se vuel-
ven a considerar de manera expresa por el derecho bancario aunque ya no en
la LIC, sino en su propia ley especial (núm 67) y que como se sabe, no eran
reconocidas por la LRSPBC, etcétera.

56 LA SOCIEDAD NACIONAL DE CRÉDITO (SNC)


Como ya dijimos, por primera vez desde .1934, fecha de publicación y vigor
de la LGSM, en 1982 nuestro derecho creó una nueva forma societaria, a saber,
la SNC. A esa forma social pertenecieron tanto las bancas múltiples como las
de desarrollo, de 1982 a 1990; es decir, era una forma de agrupación mercantil
privativa del derecho bancario, a la cual debian plegarse todas las institucio-
nes del sistema. Sin embargo, como es sabido, a partir de julio de 1990, las ban-
cas múltiples volvieron a someterse al régimen societario de la anónima (aunque
el art 70 transitorio LIC, concedió un plazo de un año para la transformación),
y las bancas de desarrollo permanecieron como SNC, porque ésta era una for-
ma más compatible con el control de un banco de vocación estrictamente pa-
raestatal.
A diferencia de otras figuras bancarias de reciente creación, ésta no se ori-
ginó en la LRSPBC, en 1985, sino en la primera ley de emergencia que siguió
a la estatización, es decir, en la Ley de 1983, que igualmente se denominaba
LRSPBC. Las SNC se crearon, entonces, de manera inmediata al nuevo estado
de cosas, posterior a 1982 y la LRSPBC de 1985, tomó de aquella de emergen-
cia las reglas funcionales de las SNC diseñadas de modo especial desde el ini-
cio. La vigente LIC volvió a retomarlas pero, como ya dijimos, sólo respecto
a las bancas de desarrollo.
Cabe señalar que dichas reglas funcionales resultaban bastante sernej an-
tes a las que disponía laLGICOA desde 1941, pero respecto de las "institucio-
nes nacionales de crédito". En efecto, de conformidad con esa ley, se entendía
por institución nacional de crédito "las sociedades constituidas con participa-
ción del gobierno federal, o en las cuales, éste se reserva el derecho de nombrar
la mayoría del consejo de administración o de la junta directiva o de aprobar
o vetar los acuerdos que la asamblea o el consejo adopten" (art lo, 3er párr);
luego -parafraseando el texto de la LGICOA- a partir de 1982 todos los ban-
cos se convirtieron en "instituciones nacionales de crédito", porque todos co-
rrespondian directamente a esa definición, y como tal se adoptaron por la
LRSPBC del 83, luego por la LRSPBC del 85 y, por último, por la LIC respec-
640 LAS SOCIEDADES MERCANTILES DEL SISTEMA FINANCIERO

to de la banca de desarrollo, pero sustituyendo la palabra "institución", por


el de "sociedad", dándose origen así a la SNC.
La SNC es una sociedad mercantil que en la actualidad corresponde exclu-
sivamente a las bancas de desarrollo. Por su vocación de financiamiento y pro-
moción en gran medida especializada, en el contexto general del sistema
financiero, puede ser vista como el banco que asume el papel de solución de
ciertas necesidades públicas y prioritarias contempladas como tales en los pla-
nes polfticos de cualquier plazo, por lo cual, además de que no puede participar
de las reglas normales de la competencia deben, por lo mismo, estar bajo el
control absoluto del gobierno federal (en los propios términos, son las antiguas
instituciones nacionales de crédito). Para su mejor comprensión, la estructura
societaria de la SNC puede ser dividida de la siguiente forma
• Su naturaleza jurídica
• Sus órganos de gobierno o administración
• La creación y circulación de su capital social
• Sus órganos de vigilancia.

Desde el punto de vista de su naturaleza jurídica las características más im-


portantes de la SNC son las siguientes
• Tienen personalidad juridica y patrimonio propios (art 30 LICI
• Son instituciones de orden público que tienen carácter mercantil, es decir,
son comerciantes (art 75, XIV C Com)
• Su duración es indefinida
• Su domicilio es el "territorio nacional"
• Su creación obedece a un acto politico consistente en su votación en el se-
no del Congreso de la Unión (art 30, ler párr LIC)
• Funcionan de acuerdo con una ley propia que, desde luego, también es
creada por el Congreso y no por el Ejecutivo
• Pero su operación se rige por un reglamento orgánico expedido por el pro-
pio Ejecutivo a través de la SHCP (art 30, 3er párr LIC).

Por lo que respecta a su administración, las SNC están sometidas a las siguien-
tes reglas consideradas las más importantes
• Está encomendada a un consejo directivo, un director general y una comi-
sión consultiva (art 40 LIC)
• El consejo directivo (que societariamente hace las veces del consejo de ad-
ministración en la anónima) dirige la SNC con base en las polfticas, linea-
mientos y prioridades establecidas por el Ejecutivo, a través de la SHCP
(art 42, ler párr LIC), que podrá delegar al director general mediante ins-
trucciones especificas; está integrado por no menos de nueve miembros ni
más de 15, propietarios y suplentes, designados por el Ejecutivo a través
del secretario de la SHCP; es precidido por éste o por el representante que
Las sociedades mercantiles bancarias 641

designe; y sesiona válidamente con la asistencia de por lo menos la mitad


de los consejeros, siempre que la mayoría corresponda a la serie A (arts LIC)
• No obstante que sus facultades son delegables, existen algunas que no lo
son (art 42 LIC), a saber
• La designación y remoción de los funcionarios y delegados bancarios pro-
puestos por el director general
• La designación y remoción del secretario y prosecretario del consejo
• La aprobación del establecimiento, reubicación y clausura de sucursa-
les, agencias y oficinas
• El acuerdo de creación de comités regionales consultivos y de crédito,
asi como los de su seno
• La determinación de las facultades de los distintos órganos funcionarios
para el otorgamiento de créditos
• La aprobación del balance general anual de la institución
• La aprobación de la constitución y aplicación de reservas
• La autorización y publicación de sus estados financieros
• La aprobación de programas financieros y los presupuestos de gastos,
inversiones e ingresos anuales
• La aprobación de la adquisición y enajenación de inmuebles
• La aprobación de la emisión de certificados de participación provisionales
o definitivos
• La proposición de modificacíones del reglamento interno, a la SHCP
• El acuerdo del aumento del capital pagado de la sociedad
• El acuerdo de la emisión de obligaciones subordinadas
• La aprobación de las inversiones en el capital de las empresas auxilia-
res del crédito, satélites, complementarias e incluso financieras a las cua-
les se refieren los arts 75, 88 Y 89 de la propia LIe
• La aprobación de los programas anuales de publicídad y propaganda de
la institución
• La aprobación de la estructura básica, niveles de empleo y las bases de
elaboración de los tabuladores de sueldos
• Las que establezca con ese carácter la ley orgánica o el reglamento or-
gánico respectivos.
642 LAS SOCIEDADES MERCANTILES DEL SISTEMA FINANCIERO

• Por su parte. el director general tiene a su cargo la administración, repre-


sentación legal y la delegación fiduciaria de la SNC, pudiendo delegar di-
chas facultades en apoderados; es designado por el Ejecutivo Federal a
través de la SHCP, y para poder serlo debe ser mexicano, experto en mate-
ria crediticia y bancaria, haber ocupado puestos decisorios por cinco años
en el sector financiero y administrativo de preferencia en el sistema finan-
ciero. y debe no estar impedido legalmente (art 24 LIC)
• La forma idónea para comprobar sus facultades es la exhibición de una co-
pia certificada de su nombramiento inscrito en el RPP y C, expedido por
el secretario o por el prosecretario del consejo directivo (art 90 LIC)
• Finalmente, la SNC dispone de una "comisión consultiva" que se reúne
cuando menos una vez al año; está integrada por los titulares de los CAPS
serie B; funciona en la forma y términos que señala el reglamento orgánico
de cada una; y se ocupa. en general. de actividades de opinión. conocimien-
to, consulta. recomendación y designación de los consejeros que correspon-
den a la serie B, en el consejo directivo y el órgano de vigilancia (art 45 LIC).

La creación y circulación del capital social de las SNC presenta las siguientes
caracteristicas más importantes
• Es variable, pero solo puede ser aumentado o reducido a propuesta del con-
sejo directivo por acuerdo de la SHCP (art 38 LIC)
• Está representado por titulos que de acuerdo con la LIC. son de crédito
(art 32. l er párr); se rigen en lo conducente por la LGTOC y se denominan
CAPS (t I)
• Los CAPS son nominativos; registrables; están divididos en series A y B.
Y confieren a los titulares de ambas los mismos derechos a participar en
las utilidades. las cuotas de retiro. y de designación en el consejo consulti-
vo (art 35. I LIC)
• A diferencia de la serie B, que sólo puede representar 34%. es de suscrip-
ción libre y puede representarse en uno o varios titulos (art 32. 20 párr LIC);
la serie A nunca representa menos de 66%, sólo puede ser suscrita por el
gobierno federal y está representada en titulo único (art 32. 3er párr LIC)
• Pero además, los CAPS serie B no pueden estar. por el motivo que sea,
en manos de personas físicas o morales extranjeras (art 33. 3er párr LIC),
ni tampoco pueden estar en más de 5% bajo el control de una sola persona
mexicana física o moral. con excepción del propio gobierno federal (art 33,
3er párr)
• Es decir. no obstante que la estructura legal de las SNC permite la partici-
pación minoritaria, pero con relación importante. de los particulares en sus
utilidades y en algunas de sus designaciones, su propia estructura obliga
a que sea el gobierno federal quien controle las SNC en su totalidad. por
una parte. por la mayoría relativa de 66% y, por otra. por la obligada hi-
perdesconcentración del restante 34%; amén de que son, expresamente. en-
Las sociedades mercantiles bancarias 643

tidades de la administración pública federal (art 30 initio LIC), es decir las


bancas de desarrollo más que ser del gobierno federal lo son, porque son
una de sus partes integrantes.
Por último, respecto de su órgano de vigilancia la regla más importante es la
siguiente
• Está a cargo de dos comisarios designados por la SCG F y por la comisión
consultiva serie B, respectivamente, cuyas facultades son similares a los
de la anónima (art 44 LIC).

57 LA SOCIEDAD ANÓNIMA BANCARIA DE 1990


Con la publicación de la LIC, enjulio de 1990, el ejercicio de la banca comercial
se volvió a ubicar, en gran parte, dentro del dominio del derecho societario tra-
dicional; relocalización que se justifica en la medida en que las reglas legales
de la anónima eran y son ampliamente conocidas tanto por los inversionistas
como por la autoridad; y en la medida en que se antojaba poco probable que
la derrama del haber patrimonial de las antiguas SNC múltiples, dispuestas
a la venta, se pudiera colocar ya entre el gran público, ya entre los financieros
especializados, en una manera distinta a la que, de manera espontánea, y sin
mayores modificaciones, se podía ofrecer mediante la simple transmutación de
las bancas múltiples, de SNC a sociedades anónimas. Si a ello se auna que las
reglas de control societario en la SNC eran, como ya dijimos, semejantes a las
de la anónima tradicional, luego la modificación en ese sentido era natural.
Así pues, el art 90 LIC de 1990 establece que:
sólo gozarán de autorización las sociedades anónimas de capital fijo, orga-
nizadas de conformidad con lo dispuesto por la LGSM, en todo lo que no
esté previsto por esta ley...
ASÍ, los bancos comerciales son, en nuestro derecho, sociedades anónimas una
vez más. Con certeza la LIC contiene más reglas diferentes, con respecto de
la LGSM, de las cuales contenía la LGICOA, por lo que no puede considerarse
que la operación de las nuevas anónimas bancarias disfrute de un régimen de
tanta libertad como aquel del que gozaron antes de 1982. Sin embargo, las anó-
nimas del nuevo régimen son eso, y difieren de la anónima tradicional, funda-
mentalmente, sólo en los siguientes puntos
• La sociedad interesada debe presentar una solicitud de autorización ante
la SHCP, conteniendo una abundante información (art 10 LIC), que sucin-
tamente puede resumirse así: (i) proyecto de estatutos; (ii) plan general de
funcionamiento de la sociedad en cuanto a captación de recursos, cobertu-
ra geográfica, bases de aplicación de utilidades y de control interno se re-
fiere; (iii) comprobante del depósito de cuando menos 10% del capital social
propuesto; (iu) la demás información que la SHCP solicite. Una vez autori-
644 LAS SOCIEDADES MERCANTILES DEL SISTEMA FINANCIERO

zada la constitución, en su caso, los estatutos deben inscribirse en el RP


de la P sin que se requiera, como en la anónima ordinaria, mandamiento
judicial (art 90)
• Hay algunas cláusulas estatutarias que invariablemente deben tener el si-
guiente sentido (art 90 LIC): (i) su objeto social debe ser la prestación del
servicio de banca y crédito; (ii) su duración debe ser indefinida; (iii) deben
tener un capital fijado por la SHCP de conformidad con el art 19 LIC, y
(iu) su domicilio debe ser en el territorio nacional
• Su capital social se representa por tres series, A, B Y C; la primera repre-
sentativa de 51% del capital, la segunda hasta de 49% y la tercera que puede
representar hasta 30%, siendo que se requiere autorización de la SHCP para
emitir acciones C (art 11 LIC)
• Dentro de cada serie, las acciones tienen el mismo valor y confieren a sus
tenedores los mismos derechos, pero en todo caso, todas se deben pagar
íntegramente en el momento de su suscripción (art 12 initio LIC)
• Asimismo, todas las acciones deben estar depositadas en el INDEVAL,
el que no tiene obligación de entregarlas a los titulares (art 12)
• Las personas que acudan a las asambleas deben acreditar sus derechos o
sus facultades de representación, con la certificación del otorgamiento de
dichas facultades o derechos, que emita el consejo de administración, pre-
cisamente en formularios preparados por cada institución para esos casos
(art 16 LIC)
• Las acciones A sólo pueden ser adquiridas por personas físicas mexicanas,
el gobierno federal, las bancas de desarrollo, el FBPA y las agrupaciones fi-
nancieras (art 13 LIC); las serie B sólo pueden ser obtenidas, además de por
los anteriores, por sociedades mexicanas con cláusula de exclusión de ex-
tranjeros y los llamados inversionistas institucionales, que veremos en las
dos últimas secs de este cap (art 14 LIC); Y las C pueden ser adquiridas,
además de por los anteriores, por extranjeros que no tengan carácter de go-
biernos o dependencias oficiales (art 15 LIC)
• Con excepción del gobierno federal, los inversionistas institucionales, las
agrupaciones financieras, el FB P A, Yen algunos casos otras bancas múlti-
ples, ninguna persona podrá adquirir más de 5% del capital pagado de un
banco múltiple, salvo que la SHCP autorice un porcentaje mayor que nun-
ca excederá de 10% (art 17 LIC)
• La administración de las anónimas bancarias está encomendada a un con-
sejo de administración y un director general (art 21 LIC)
• El consejo se integra, a elección de los accionistas, por 11 o 22 consejeros,
o por múltiplos de 11. Si son 11 los socios A designarán seis; los B cinco;
y por cada grupo o persona dueña de 10% del capital pagado en la serie
C podrá designar un consejero. Si son 22 los A designarán 12; los B hasta
10; y por cada 5% de capital pagado los serie C podrán designar un conse-
jero. El presidente del consejo se elige de entre los propietarios de la serie
Las sociedadesmercantiles bancarias 645

A Y tendrá voto de calidad, en caso de empate (art 22 LIC). Los consejeros


deben reunir ciertos requisitos de experiencia y conocimientos en materia
financiera o administrativa, honorabilidad, calidad moral y no deben estar
impedidos por razones de relación consanguinea o de afinidad, de antece-
dentes penales patrimoniales, de inhabilitación o incompatibilidad, pues su
omisión produce su remoción por la CNB (art 25 LIC)
• Por su parte, el órgano de vigilancia está integrado cuando menos por un
comisario de la serie A, uno de la B y uno de la C, en su caso (art 26 LIC)
• El director del banco debe ser una persona de reconocida calidad moral,
mexicano, a lo menos con cinco años en puestos de alto nivel decisorio, no
estar realizando funciones de regulación de las instituciones de crédito y
no tener impedimentos legales como los de los consejeros (art 24 LIC). De-
be precisarse que la CNB, como ya vimos (núm 52), tiene las más amplias
facultades para remover de sus puestos a los funcionarios bancarios, cuan-
do no cumplan con estos requisitos o los dejen de cumplir (art 25 LIC)
• La disolución y la liquidación de la sociedad se rige por la LGSM y en caso
de quiebra por la LQSP (art 29 LIC).

No obstante que el espíritu de la LIC es, dentro de otros sentidos, el de permi-


tir la privatización de la banca múltiple, razón por la cual su forma societaria
se modificó de SNC a sociedad anónima, no todos los bancos múltiples tienen
como destino de privatización, sino que habrá algunos que continúen estando
bajo la titularidad del gobierno federal. En ese caso, que está expresamente
previsto por la LIC (art 20), las sociedades anónimas correspondientes no que-
dan sometidas a todos los requisitos que se acaban de enunciar, sino solo a los
lineamientos que emita la SHCP.
Ahora bien, trátese de las SNC bancas múltiples que sean vendidas, o de
aquellas que continuarán siendo propiedad del gobierno federal, todas sin ex-
cepción deben transformarse en sociedades anónimas. Para tal efecto, la LIC
dispone, en su art 70, transitorio, que en un plazo de 360 días contados desde
la vigencia de laLIC (plazo que vence el 12 de julio de 1991), el Ejecutivo Fede-
ral expedirá los decretos mediante los cuales se transformen las SNC en socie-
dades anónimas, contra la cual transformación no se podrán oponer los
acreedores (art 70, IV). Las dos reglas generales de la transformación son las
siguientes

• Mientras se llevan a cabo las citadas transformaciones los aspectos corpo-


rativos de los bancos, incluidos los desempeños de los órganos de gobierno
y los derechos de los trabajadores, seguirán rigiéndose por las LRSPBC
y continuarán inalterables con relación a como se desahogaron con antela-
ción a la LIC
• El valor de las acciones que se emitan en la transformación, así como la
personalidad moral de la institución y la eficiencia de los poderes que haya
646 LAS SOCIEDADES MERCANTILES DEL SISTEMA FINANCIERO

otorgado durante el antiguo régimen, deben coincidir con los de los CAPS
que sustituyan y tendrán la misma fuerza jurídica, respectivamente.
Como se observa, tanto en las reglas de transición corno en aquellas a las que
se someterán las anónimas bancarias, una vez que sean en definitiva constitui-
das, quedaron sujetas a un régimen más riguroso que aquel contenido en la
LGICOA de 1941. Sin embargo, esencialmente la estructura mercantil de es-
tas anónimas es, en nuestra opinión, la misma que encontramos en la sociedad
anónima tradicional y que fue estudiada en otro semestre de la carrera; a aquel
terna ya visto, es conveniente que regrese el lector con objeto de tener una idea
concreta del funcionamiento interno de las nuevas bancas múltiples.

58 EL CONCEPTO DE BANCA MÚLTIPLE


A pesar de que en el texto de la LIC, el concepto "banca múltiple", está indiso-
lublemente ligado al concepto de sociedad anónima, pues aquella sólo se puede
constituir bajo el ropaje legal de ésta, una y otra son cosas bien distintas. An-
tes de la LIC, y durante ocho años esto no fue así, pues la banca múltiple se
ejercia por otra especie societaria, la SNC; y podría haber sido ejercida por cual-
quier otra especie si así lo hubiera autorizado la Ley. Luego, sociedad anóni-
ma, SNC o cualquier otra forma de sociedad mercantil, no son sinónimos de
banca múltiple. En efecto, la anónima es una forma societaria y la banca múlti-
ple es, simplemente, una de las dos formas de prestar el servicio de banca y
crédito que reconoce nuestro derecho; la otra es la banca de desarrollo que ve-
remos (núm 61). La aplicación de ambos conceptos es bien clara: la banca múl-
tiple es el qué y la anónima es el cómo. En los numerales anteriores nos
ocuparnos de definir el cómo, es decir, la sociedad anónima bancaria; y en éste
nos ocuparemos, rápidamente, de definir el qué, es decir, esta forma de hacer
la banca.
Antes de ello, insistiremos en que la LIC no define el concepto de "banca
múltiple", sino solo se refiere a él corno una de las dos posibilidades de prestar
el servicio de banca y crédito (art 20). Luego, una primera aproximación a su
definición sería, simplemente, que la banca múltiple es una de las dos maneras
de prestar dicho servicio, pero por supuesto es insuficiente.
Siendo que la banca múltiple es una de las dos opciones de la prestación
de un cierto servicio, silogisticamente la labor de su definición debe obedecer
al método del contraste: en primer lugar, se debe definir el objeto sobre el cual
se aplica la opción, y luego, deben contrastarse las dos opciones entre sí; el re-
sultado será la definición de ambas.
Corno vimos antes [núm 7), a diferencia de la LRSPBC la LIC sí define el
servicio de banca y crédito. De la misma manera, vimos que a pesar de que
el legislador de 1990 deliberadamente omitió el término servicio "público" e
insertó el de servicio simple, las características de la banca y el crédito coinci-
den Con las de los servicios que, desde el punto de vista de la economia política,
Las sociedadesmercantiles bancarias 647

son públicos; de ahí, tal vez, que el legislador de 1990 también se cuidó de utili-
zar el término concesión como lo hizo el de 1941, y decidió utilizar el de "auto-
rización" (art 90 LIC), pues desde el punto de vista de la teoria del acto
administrativo, en opinión del maestro Fraga, sólo los servicios públicos son
susceptibles de concesión. Esto, que en apariencia no pasa de ser una sutileza
técnica casi gramatical, tiene un impacto trascendente en materia de garan-
tías, pues los actos reclamados en litigio serian también diferentes. Como sea,
para efectos de nuestra labor, el derecho dispone de una definición de servicio
de banca y crédito que es como sigue (art 20 LIC)
Se considera servicio de banca y crédito la captación de recursos del públi-
co en el mercado nacional para su colocación en el público, mediante actos
causantes de pasivo directo y contingente, quedando el intermediario obli-
gado a cubrir el principal y, en su caso, los accesorios financieros de los
recursos captados.
Veamos cómo los conceptos en negritas, constituyen la guía de nuestra
definición. Este servicio de intermediación, consistente en la captación de re-
cursos para ser colocados entre el público, sólo puede ser prestado por una banca
múltiple o una banca de desarrollo. Luego, una segunda aproximación a la de-
finición de "banca múltiple" sería ésta, pero sigue siendo insuficiente por la
existencia de una doble opción.
Las diferencias concretas entre la banca múltiple y la de desarrollo se ana-
lizan más adelante (núm 62), pero son ellas -las diferencias-, las que, en efec-
to, permiten la definición tanto de uno como de otro tipo de banca a través
del método de contraste. Adelantándonos al análisis que haremos de tal distin-
ción, podemos decir que, para efectos de este trabajo, la banca múltiple es
El servicio de intermediacián, consistente en la captación de recursos del
público, en el mercado nacional, por una parte, y su colocación entre el pú-
blico por otra, que presta una sociedad anónima susceptible de fundarse
por personas privadas, y expresamente autorizada para ello por el gobier-
no federal, que queda obligada a cubrir el principal y, en su caso, los acce-
sorios financieros de los recursos captados, sin otros requisitos que los
establecidos por las autoridades financieras y las leyes del mercado.
Esta forma de ejercer la banca en nuestro pais corresponde, entonces, ex-
clusivamente a la sociedad anónima.

59 EL CONCEPTO BANCA DE DESARROLLO


Al igual que en la banca múltiple, la definición de la banca de desarrollo no con-
siste en la definición de una forma societaria, sino en la de una de las dos for-
mas en las cuales, nuestro derecho permite que se presten los servicios de banca
y crédito.
648 LAS SOCIEDADES MERCANTILES DEL SISTEMA FINANCIERO

Siguiendo, pues, con la misma linea de argumentos que en el numeral an-


terior, puesto que los factores que influyen en la definición del concepto "ban-
ca de desarrollo" son los mismos que influyen en la de banca múltiple, podemos
intentar una definición como la siguiente. Antes es importante hacer notar que,
así como la múltiple dispone de una forma societaria privativa -la anónima-,
lo mismo sucede con la de desarrollo pero con respecto de la SNC, cuyas carac-
terísticas societarias se citaron antes (núm 56); pero insistimos, no son sinóni-
mos, la banca de desarrollo es el qué y la SNC es el cómo. Entonces, para efectos
de este trabajo por banca de desarrollo, se entiende una de las dos modalida-
des de prestación del servicio de banca y crédito, es decir
Es el servicio de intermediación consistente en la captación de recursos
del público en el mercado nacional, por una parte, y su colocación entre
los participantes del sector de la economia que le haya asignado el Congre-
so de la Unión, por otra, que con carácter de SNC presta una entidad de
la administración pública federal, por lo mismo, de manera invariable so-
metida a ésta en administración, capital y gestión, que queda obligada a
cubrir el principal y, en su caso, los accesorios financieros de los recursos
captados, así como a generar sus captaciones propiamente dichas, en fun-
ción de una adecuada atención del correspondiente sector de la economía
y del cumplimiento de las funciones y objetivos que le sean propios, exclu-
sivament.
Con objeto de continuar el estudio y así, la comprensión de esas dos for-
mas de prestar el servicio de banca y crédito, a continuación exponemos rápi-
damente las características de una y otra forma de prestar el servicio, para
concluir con el contraste y diferenciación directa, tanto entre la SA y la SNC,
como entre banca múltiple y de desarrollo. Recuérdese que en el primer caso,
se estará haciendo contraste entre dos formas societarias, y en el segundo, en-
tre dos formas de prestar el servicio.

60 PRINCIPALES CARACTERíSTICAS DE LA BANCA


MÚLTIPLE
Como ya vimos (núm 55), hasta 1982 los bancos al igual que las organizaciones
auxiliares de crédito, eran clasificados en función del tipo de servicio que te-
nian concesión para prestar. Así, cuando un grupo financiero (para el caso, Banco
Nacional de México) deseaba desempeñar dos funciones distintas a la vez, por
ejemplo, de fiduciaria y financiera, debía constituir dos sociedades para que
cada una ofreciera el servicio deseado. No había posibilidad de compatibilidad
a no ser la que expresamente concedia la LGICOA a uno y otro tipo de sociedad.
En virtud de que, dentro de otros motivos, esta situación provocó duplici-
dad de funcionarios e incluso gastos inútiles, tanto de capital como de tiempo
de oportunidad, en 1976 se modifica laLGICOA (núm 21), en el sentido de pero
Lassociedades mercantiles bancarias 649

mitir la fusión de las empresas de un mismo grupo que prestaban individual·


mente un servicio diferente, a fin de formar lo que se denominó un "banco
múltiple", pues podía prestar, siendo una sola persona moral, todos los servi·
cios antes mencionados, excepto el de capitalización. La ventaj a de la enmien-
da fue tan clara que en poco tiempo la mayoría de los bancos accedieron a esa
nueva modalidad, que se podía definir como el banco que prestaba todos los
servicios que con anterioridad debían prestar bancos distintos.
Con la estatización (núm 261, el sistema de banca múltiple se instituciona-
lizó en el sentido, por una parte, de que los bancos especializados desaparecie-
ron; y por otra. en el sentido de que la banca múltiple también desapareció como
una opción y se elevó a categoría de institución obligatoria. Desde entonces,
la banca múltiple, como modalidad de servicio de banca y crédito, reconoció
sus ámbitos de actividad y desarollo, de manera precisa, en los sectores comer-
ciales y, por tanto, sujeta a la mejor competencia posible entre todas ellas. Co-
mo acabamos de ver, la LIC retoma este criterio, con la diferencia de que,
potencialmente, la competencia ahora si será efectiva, pues cada banco obede-
cerá los lineamientos que establezcan los sendos consejos de administración
que, al estar integrados por mentalidades e intereses diferentes y autónomos,
por definición tenderán a conductas distintas. Algunas de las características
que distinguen a la banca múltiple, como una de las dos formas de prestar el
servicio de banca y crédito que reconoce nuestro derecho, son las siguientes
• La institución prestadora del servicio se crea mediante un contrato priva-
do protocolizable
• Porque se trata de un servicio prestado, necesariamente, mediante una so-
ciedad anónima
• Por lo que a su vez dispone de un órgano de deliberación especifico, que
es la asamblea de socios
• Los socios adquieren ese status, necesariamente, mediante la adquisición
I
de "acciones" de circulación relativamente libre
• Socios que, como no deben pertencer a un grupo económico especifico, po-
tencialmente presuponen el funcionamiento puntual del sistema democrá-
tico de la anónima tanto a nível de asamblea -propiedad- como de consejo
de administración -dirección-
• El servicio de banca múltiple no tiene limitada la actividad de sus opera-
ciones pasivas, activas o de servicios a determinados sectores, por lo que
el servicio es, potencial y técnicamente total
• Es decir el de la banca múltiple es un servicio que puede consistir en cual-
quier operación bancaria, que se puede ofrecer a cualquier persona y en cual-
quier zona geográfica
• Por tanto, generalmente el prestador dispone de una red de sucursales o
puntos de venta y atención para la oferta de sus servicios, de número ab
infinitum, lo que presupone una mejor calidad, una vez más, hacia el públi-
co general
650 LAS SOCIEDADES MERCANTILES DEL SISTEMA FINANCIERO

• Su marco normativo es, en tanto que servicio bancario, la LIC y su régi-


men supletorio, exclusivamente; y en tanto que organización contractual
específica para cada operación, la legislación mercantil.
Finalmente, cabe subrayar una importante característica que enuncia el maes-
tro Barrera Graf consistente en que, como son entidades puestas deliberada-
mente en el juego de la libre competencia sustentada en las leyes de oferta y
demanda, su régimen fiscal es ordinario y no privilegiado; la banca múltiple
es uno más de los centros generadores de impuestos que reconoce nuestro sis-
tema impositivo.

61 PRINCIPALES CARACTERíSTICAS DE LA BANCA


DE DESARROLLO
Desde hace más de 50 años (núm 20), el derecho bancario reconoció la diferen-
cia entre la llamada banca comercial o privada y la banca pública, conociéndo-
se las primeras simplemente como instituciones de crédito y las segundas, con
la denomiación de instituciones nacionales de crédito (art lo LGICOA). La es-
tatización de 1982, desde luego, no abarcó a las instituciones nacionales por-
que ya lo estaban, sólo alcanzó a la banca comercial; ya que las nacionales
continuaron funcionando, en términos generales, tal como lo habían venido ha-
ciendo hasta esa fecha, pero con otra nominación, de acuerdo no solo con el
reciente estado de cosas, sino fundamentalmente con el universo normativo de
la nueva ley, a saber; banca de desarrollo. Esta segunda forma de prestar el
servicio de banca y crédito presenta, dentro de otras, las características si-
guientes
• El prestador del servicio se crea mediante una Ley Federal y es en función
de ella, y de su normativo, que opera
• Entonces, necesariamente, se trata de una entidad de la administración pú-
blica federal que se desarrolla con carácter de SNC
• Por ese motivo, la fuente de sus decisiones no es un órgano de deliberación
autónomo, sino la SHCP, a cuyos lineamientos establecidos a través del
consejo directivo quedan sometidas la totalidad de sus captaciones, colo-
caciones e intermediaciones
• La forma en que el gobierno federal detenta la propiedad civil de los pres-
tadores de este servicio es mediante la tenencia de su capital social, que
está representado, desde el punto de vista del factor de decisión, por CAPS
A
• Porque el diseño de la circulación de esa serie del capital presupone que
el desarrollo de la institución se sustente sobre bases descentralizadas y
paraestatales, y no en función de sistemas democráticos de cualquier tipo
• Por cuanto a la actividad de sus operaciones pasivas, activas o de servi-
cios, este servicio de banca está categóricamente limitado a los sectores
Las sociedades mercantiles bancarias 651

que haya asignado el Congreso a cada prestador, en las leyes con las que
fueron creados
• Por esa razón, la banca de desarrollo se caracteriza porque su servicio está
limitado a determinados sectores económicos, es decir, a determinados clien-
tes, y la posibilidad de su servicio al público, en general, es prácticamente
inexistente; por lo que, a su vez
• No disponen de una red de sucursales para la oferta de servicios que presu-
ponga una atención hacia un público indiscriminado, pues su objeto social
y societario no es integrarse competitivamente a los agentes de crédito,
sino sustentar el desarrollo económico de un sector especifico mediante el
apoyo financiero a los individuos que lo integren
• Finalmente, este tipo de servicio se distingue en el sentido de que su marco
normativo está integrado por su propia ley orgánica, y subsidiariamente por
la LIC y el régimen supletorio de esta última.
Cabe recordar, otra vez la opinión que nos da el maestro Barrera Graf, en el
sentido de que el régimen fiscal del servicio de banca de desarrollo es privile-
giado, porque el conjunto de sus actividades está considerado por la adminis-
tración central en los apoyos de finanza pública, que corresponde derramar al
sector económico asignado a cada banca de desarrollo. Como se observa, esta
forma de prestar el servicio de banca y crédito es, desde el punto de vista de
la teoría bancaria, un sístema financiero de sector y, por tanto, monopólico,
pues su visualización como agentes del crédito sólo se justifica a la luz de un
sector concreto, pero no geográfico sino económico, por lo que sólo puede ser
ideado y asignado por el gobierno federal; y por lo mismo, porque cada sector
especifico está atendido por una sola institución y cada una de ellas es la única
que puede brindar los servicios que presta. Esta circunstancia es muy clara
en los fondos y fideicomisos públicos que analizaremos en su oportunidad (núm
175) y que organiza, precisamente, una banca de desarrollo, a saber, Nafinsa,

62 SINOPSIS DE LAS DIFERENCIAS ENTRE UNA Y OTRA


En numerales anteriores se citaron las características más sobresalientes de
las dos formas societarias que reconoce nuestro derecho: la sociedad anónima
y la SNC (núms 56 y 57); posteriormente hicimos lo propio respecto de las dos
formas en que nuestra ley permite que el servicio de banca y crédito se preste;
la banca múltiple y la de desarrollo (núms 58 y 59); por ese motivo no nos de-
tendremos ahora en establecer las diferencias técnicas específicas entre unas
y otras, con citación del texto legal, sino solo a indicar el grueso de la diferen-
cia en cada caso. Así pues, corresponde a continuación hacer un breve contras-
te -sólo respecto de los elementos útiles al carácter introductorio de este texto-
entre la forma societaria y el modo de prestación del servicio, es decir, estable-
ceremos las diferencias más notables que existen, por una parte, entre la socie-
dad anónima bancaria y la SNC, y por otra, entre la banca múltiple y la banca
652 LAS SOCIEDADES MERCANTILES DEL SISTEMA fINANCIERO

de desarrollo. El lector verá que la distinción entre forma societaria y de pres-


tación de servicio es muy sutil. pero por lo mismo de importancia singular pa-
ra nuestra exposición.

Diferencias más notables entre la sociedad anomma (SAl


bancaria y la sociedad nacional de crédito (SNCI
Naturaleza juridica La sociedad anónima es una persona moral de derecho
privado; la SNC es una entidad de la administración pública federal que opera
con carácter de SNC.
Forma de creación La sociedad anómina se crea en un contrato estatutario
que debe ser aprobado por la SHCP; la SNC se crea en una Ley Federal.
Operación inicial La sociedad anónima funciona previa autorización de la
SHCP y registro de los estatutos en el RP de la P; la SNC funciona previo acto
politico de votación en el seno del Congreso de la Unión y de promulgación eje-
cutiva.
Reglas de operación La sociedad anónima funciona de acuerdo con sus pro-
pios estatutos; la SNC de acuerdo con la ley orgánica que la creó y su regla-
mento interno emitido por la SHCP.
Origen del capital El capital fundacional de la sociedad anónima proviene del
mercado, al paso que las series en las que circula su capital permite que esté
formado, virtualmente por cualquier persona. excepto las que tengan carácter
de autoridad en el extranjero. es decir, por el carácter democrático de su dise-
ño. sus socios no deben pertenecer a un grupo económico especifico. En la SNC.
el capital proviene, en su mayoría, de ingresos fiscales. es decir. del dinero de
la nación. que orgánicamente es operado. en este caso, por la SHCP.
Origen de las decisiones En la sociedad anónima. las decisiones se originan
en la asamblea de socios de manera democrática, quien las trasmite al consejo
de administración que fue designado por los socios, el que a su vez las instruye
al director general; en la SNC las decisiones las toma la SHCP, quien las tras-
mite al consejo directivo, quien a su vez las ministra al director general.
Circulación del capital En la sociedad anónima el capital circula en tres se-
ries. cuyas facultades disminuyen en cascada según el mayor poder de deci-
sión de cada una; en la SNC el capital sólo circula en dos series, siendo que
sólo la A tiene poder de decisión y está en manos del gobierno.
Órganos de gobierno La sociedad anónima dispone de los tres elementos de
gobierno tradicionales. a saber, la asamblea de socios. el consejo de adminis-
tración y el director general; en la SNC existen cuatro elementos específicos:
la SHCP. el consejo directivo, el director general y el consejo consultivo, este
último con una participación nula por cuanto a toma de decisiones se refiere.
Lassociedades mercantiles bancarias 653

Régimen fiscal La sociedad an6nima está sometida, con las variaciones propias
de un servicio autorizado (anteriormente concesionado), al régimen fiscal gene-
ral tanto en sus ingresos como sus egresos; la SNC tiene un régimen fis-
cal privilegiado porque su actividad forma parte de aquella de la administraci6n
central.
Marco normativo La sociedad anónima está sometida a la LIC, en tanto que
banca, y a las leyes mercantiles especiales en tanto que prestadora; la SNC es-
tá sometida a su propia ley orgánica y subsidiariamente a la LIC y el régimen
supletorio de esta última.

Diferencias más notables entre banca múltiple y banca


de desarrollo
Propiedad civil En la banca múltiple la propiedad de la instituci6n se ejerce
a través de la propiedad de las acciones en las que está representado su capital
social; en la banca de desarrollo se ejerce en igual forma, pero a travésQeIa-
tenencia de su capital decisorio que se representa en los CAPS A..
Limites de oferta de servicios Las dos bancas pueden dedicarse a las mismas
operaciones activas, pasivas y de servicios (art 46 LIC); pero la banca múltiple
no tiene más facultades y restricciones que las generales, en tanto que la ban-
ca de desarrollo debe reánzar todas sus pperaClones de liña forma categórica-
mente limitada al sector Qye le haya asignado la Ley que la cre6.
Límites sectoriales La banca mÚltjple no tiene más limite gue el ~ográfico,
y s610 en la medida en que en su proposici6n de estatutos señale una zona de-
terminada y en su caso sea aprobada por la SHCP; la banca de desarrollo no
tiene limites territoriales pero se caracteriza porgue' su serVICIO está Umitado
a determinado sector econ6mico: EjS decir ª determinados clientes, y no lo pue-
de prestar al público en general.
Objetivo financiero La banca múltiple no tiene, en la práctica, tiRa es¡u:,ciali-
zaci6n especifica, sino que su estructura le permite ser hábil para realizar las
óperaciones bancarias de todo orden; también la banca de desarrollo, pero una
de sus más importantes caracteristicas es la de ser una banca de inversión, es
decir, la de fungir como un intermediario que canaliza sus recursos al capital
social de empresas productivas.
Método de flujo de recursos En la banca múltiple la operación activa consis-
fe, básicamente, en la captación a través de instrumentos sin riesgo, que se
canaliza a empresas productivas mediante préstamos a cualquier plazo. Por
el contrario, en la banca de desarrollo la captación es masiva, sea por instruc-
ci6n de un cliente o de manera sistemática, que se coloca entre empresas pro-
ductivas de regular o mayor importancia, en consonancia con la magnitud de
la captación.
654 LAS SOCIEDADES MERCANTILES DEL SISTEMA FINANCIERO

Otras actividades complementarias La banca múltiple es, en los propios tér-


minos, un negocio, que propugna por hacer rentables sus activos, con utilida-
des repartibles, mediante la optimización de sus servicios, exclusivamente; la
banca de desarrollo, además de esto, presta otros servicios accesorios como son
la capacitación gerencial, la asistencia técnica a proyectos especificos, la parti-
cipación con capital de riesgo y decisión minoritaria en empresas integrantes
de su sector y, en suma, todos los servicios, aun no bancarios, pero necesarios
para procurar una promoción integral del sector asignado.
Diversificación de riesgos La banca múltiple está sujeta al régimen general
de diversificación de riesgos establecido por la LIe (art 51); en tanto que la
banca de desarrollo, por su naturaleza de fomento, más que de rendimiento,
está sometida a un régimen de diversificación adecuado a su sector (art 47 LICI.
Régimen laboral Los empleados de la banca múltiple están sometidos a las
reglas generales y ordinarias del derecho del trabajo; los de la banca de desa-
rrollo están sometidos a los mismos criterios normativos que los empleados
paraestatales.
Sucursales Finalmente, otra diferencia operativa consiste en que la banca múl-
tiple dispone de una red de sucursales destinada a optimizar su captación y
su colocación, de forma ilimitada; la banca de desarrollo no dispone de una red
de sucursales para la oferta de servicios, pues su objeto social y societario no
es integrarse competitivamente a los agentes de crédito, sino sustentar el de-
sarrollo de los individuos que integren un sector económico especifico.
Como se observa, la diferencia más conspicua entre la SNC y la anónima radi-
ca en que ésta se crea mediante un contrato privado y la SNC por ley; además
de que en la anónima, a diferencia de la SNC, existe un órgano de deliberación
especifico que es la asamblea de socios; es decir, en la SNC no hay posibilidad
de polémica, réplica o dúplica y hará lo que.el Ejecutivo, a través de la SHCP,
determine, lo que si bien es concordante con el carácter público y mayoritaria-
mente paraestatal de la SNC, también permite afirmar -con Barrera Graf-
que no es una sociedad mercantil sino una empresa pública de naturaleza ínno-
minal, pero compatible con la de los órganos públicos típicos,
Acerca de particular, cabe decir que en su exposición de motivos la LFEP
-que de acuerdo con este criterio las SNC presuntamente debieran estar bajo
su normatividad- establece la necesidad de excluirlas de manera especifica de
su ámbito de competencia (art 40 LFEP), para permitirles continuar con una
-en nuestra opinión muy temperada- autonomia de gestión indispensable para
su operación.

63 ¿SE JUSTIFICA LA EXISTENCIA DE DOS ESPECIES


DE BANCOS?
En opinión de este autor,la existencia de las bancas de desarrollo no solo está
Lassociedades mercantiles bancarias 655

justificada, sino que puede ser vista como una de las instituciones más atina-
das de todas cuantas han conformado nuestra economía. Veamos.
Por sector económíco (ramo, campo, etc) se entiende, en sentido lato, el blo-
que o porción de las actividades de un país, región, continente, etc, que se iden-
tifican por un bien o un servicio central, en torno al cual giran otras actividades
complementarias o subsidiarias que por su ímpacto en ese país, región o contí-
nente deben considerarse de manera independiente en la producción y la de·
manda total. Asi existe un sector automotriz, agrícola, de la construcción,
alimentario, etc. Pero igualmente, dependiendo del nivel de desarrollo de cada
sector, puede llegarse a hablar de subsectores o íncluso de otros sectores como
pletos originados en los anteriores, como el sector de autopartes, agropecua-
rio, de vivienda, de venta a gran escala o autoservicios, etcétera.
En el espectro general de cualquier economia existen sectores que, por di-
ferentes razones, están particularmente bien atendidos -con relación a otros
países- por el mercado, por ejemplo, por el número de competidores, dístríbu-
cíón geográfica, avances tecnológicos y de propiedad industrial competitivos,
servicios de calidad, garantía, puntualidad y surtido; correspondencia entre can-
tidad de dinero ofrecido y oferta del bien o el servicio, etc. Pero también exis-
ten otros que, por diferentes razones históricas, politicas o similares están, en
particular, malo deficientemente atendidos por el mercado. Siendo que la ban-
ca comercial es un negocio que, como cualquier otro, se funda con el interés
de hacer rendir utilidades a sus socios o fundadores, en general, tiende a reali-
zar actividades en los sectores cuya estabilidad, desarrollo y productividad pero
mitan suponer mejores utilidades. Luego, los sectores menos favorecidos serán,
además, marginados de los servicios bancarios comerciales. He aquí la prime-
ra justificación de la banca de desarrollo: son bancos creados con el fin de pro-
mover, financieramente y a través de otras medidas, a los sectores que, por
diferentes motivos, se encuentran en situación desventajosa en el mercado.
Ejemplo evidente de esta hipótesis son los sectores rural, pesquero y del pe-
queño comercio.
Por otra parte, desde el punto de vista de las ofertas programáticas de los
partidos políticos; del de las planeaciones globales de la administración ejecu-
tiva en las tres clases de plazo; y del de las responsahilidades especificas de
las autoridades financieras y de comercio, pudiera darse el caso de que alguno
de los sectores que estén particularmente bien atendidos requiera ser fomenta-
do -insistimos a la luz de los expresados puntos de vista- de una manera aún
más vigorosa de la que ofrece la banca comercial. He aquí la segunda justifica-
ción: la banca de desarrollo se crea como un instituto de apoyo financiero y de
otras indoles, de sectores económicos que la administración públíca considera
necesario reforzar de manera adicional al apoyo ofrecido por el mercado, como
forma de procurar en el conjunto del país, también de manera adicional, un de-
sarrollo excepcional al que se observaría en condiciones normales. Ejemplos de
656 LAS SOCIEDADES MERCANTILES DEL SISTEMA FINANCIERO

esta segunda hipótesis son la industria manufacturera, las obras de infraestruc-


tura y el comercio exterior.
De manera sintética, la justificación de la banca de desarrollo es procurar
el fomento, por una parte, de sectores marginados o mal desarrollados que por
lo mismo son necesitados de crédito; y por otra, de sectores beneficiados cuya
promoción adicional propiciará un mejor indice de desarrollo en la economia
de conjunto. Ciertamente las actividades de la banca comercial también propio
cian ese género de desarrollo, pero no se crean con ese fin; sino con el fin de
hacer rendir su inversión en utilidades, en tanto que la banca de desarrollo se
funda por los dos motivos anteriores. Desde luego, en opinión del autor, su exis-
tencia está sobradamente justificada. El lector comprenderá por qué en los me-
dios bancarios, administrativos y politicos la banca de fomento es un sinónimo
perfecto de la banca de desarrollo.
Es por los motivos anteriores, que su función económica no corresponde
a la de las bancas comerciales, pues no prestan servicios al público general, si-
no solo a los sectores de su especialización y sólo con objeto de procurar su
desarrollo (art 47 LIC/; el campo de actividad de cada una está, en la actuali-
dad, perfectamente delimitado. De otra forma: la justificación de la creación
de la banca de desarrollo no es la de hacer negocio, sino la de impulsar un sec-
tor hacia su expansión; es el punto de convergencia de recursos captados de
diferentes fuentes internas y externas que son puestos al servicio de un sector
no para obtener dinero de él, sino para apoyarlo en el sentido de abatir su sub-
desarrollo o de fomentar su consolidación. Así, las siete bancas de desarrollo
del sistema, dentro de las cuales las dos últimas tienen una importancia relati·
va bastante menor que las primeras cinco; a continuación su sector de asignación

• La Nacional Financiera INafinsa), está totalmente abocada al financiamiento


global del sector industrial, en todas sus facetas, posibilidades, productos
y zonas geográficas
• El Banco Nacional de Obras y Servicios Públicos (Banobras), realiza otro
tanto, pero en el importante sector de la infraestructura y de la descentra-
lización del parque civil de construcciones y edificios
• El Banco Nacional de Comercio Exterior (Bancomext), desde luego, está
abocado al financiamiento del trabajo de los exportadores o de importacio-
nes, totalmente prioritario en la época actual
• El Banco Nacional de Crédito Rural (Banrural), cuyas peculiares caracte-
risticas lo ubican como un sistema de crédito aparte, que veremos adelan-
te, pero cuyo sector asignado es tan evidente como lo muestra su
designación
• El Banco Nacional Pesquero y Portuario (Banpesca) actualmente en liqui-
dación, que prestaba servicios en dicho sector
• La Financiera Nacional Azucarera (Finazucar) sólo presta servicios en el
sector señalado en su denominación
Lassociedades mercantiles bancarias 657

• El Banco Nacional del Pequeño Comercio (Banpsco], que financia el desa-


rrollo del tan concentrado sector de los comerciantes urbanos micro.
A continuaci6n, veremos muy rápidamente, cuáles son las funciones especIfi-
cas de cada una de estas siete bancas.

64 LAS SIETE BANCAS DE DESARROLLO


En febrero de 1986, se celebr6 en el Instituto de Investigaciones Jurídicas de
la UNAM, bajo la coordinaci6n del maestro Gil Valdivia, un ciclo de conferen-
cias en torno al Régimen Juridico de la Banca de Desarrollo, a la que acudieron
como ponentes algunas de las más relevantes autoridades en la materia. La
publicaci6n de sus memorias por el propio Instituto, reviste la mayor impor-
tancia para el estudioso que desee perfeccionar sus conocimientos acerca del
tema.
Con los fines puramente introductorios de este texto, a continuaci6n hace-
mos un breve repaso de las funciones, objetivos y facultades de cada una de
las siete bancas de desarrollo. Antes de ello, es importante destacar una parti-
cularidad de la legislaci6n de la banca de desarrollo: todas las leyes orgánicas,
es decir, cada una de las leyes orgánicas de las siete bancas de desarrollo, son
fuertemente semej antes, al extremo de que en el medio bancario se conocen
como leyes tronco. En efecto, el texto de cada ley acusa ser uniforme al extre-
mo de parecer machote, y s6lo varía en la medida que se haga necesario distin-
guir las características privativas de cada banca como sus objetivos, facultades,
montos de su capital social, etc, que difieren entre sí, tanto como las caracte-
rísticas de cualquier sociedad an6nima privada que, no obstante, obedece ge-
neralmente al mismo texto. Por ese motivo, nos limitaremos a citar las
facultades y características de cada banca en particular, y obviaremos las re-
glas que son aplicables a todas y que, no obstante, aparecen citadas por sepa-
rado en cada ley; con excepci6n de la Nafinsa, cuya citaci6n de reglas generales
sirve de introducci6n a las otras seis.

Nacional Financiera (Nafinsa)


En otra parte vimos que esta instituci6n se cre6 en 1933 (núm 20) y su primera
ley orgánica se publica en 1934. Esta primera Ley fue sustituida por otra en
1940, la que, a su vez, sufri6 importantes modificaciones en 1947; esa segunda
Ley fue sustituida por una nueva en 1974, que estuvo en vigor hasta 1986, afio
de publicaci6n de la cuarta Ley (D O 31 de diciembre), que para diciembre de
1990 continuaba vigente. Es decir, desde su creaci6n la Nafinsa ha sido regida
por cuatro leyes orgánicas distintas. La última (1986), además de que consigue
coordinar la estructura de la instituci6n con la nueva legislaci6n bancaria, la
658 LAS SOCIEDADES MERCANTILES DEL SISTEMA FINANCIERO

consolida en su papel de ente de fomento industrial por excelencia y de agente


colocador de los instrumentos públicos de circulación bursátil. La importancia
de esta institución es invaluable, tal vez determinante.
La Nafinsa tiene por objeto, promover el ahorro y la inversión, as! como
canalizar apoyos financieros y técnicos al fomento industrial y, en general, al
desarrollo económico nacional y regional del país. Su operación y funcionamiento
se debe realizar con apego al marco legal aplicable y a las sanas prácticas y
usos bancarios para alcanzar dentro del sector industrial, los objetivos de ca-
rácter general señalados en la LIe (art 20 LONAFIN).
Con el fin de fomentar el desarrollo integral del sector industrial y promo-
ver su eficiencia y competitividad, Nafinsa debe canalizar apoyos y recursos,
y debe contar con la infraestructura necesaria para la adecuada prestación de
sus servicios y realización de sus operaciones, en las distintas regiones del país;
para el buen ejercicio de sus funciones está facultada para (art 50 LONAFIN)
• Promover, gestionar y poner en marcha proyectos que atiendan necesida-
des del sector en las distintas zonas del país o que propicien el mejor apro-
vechamiento de los recursos de cada región
• Promover, encauzar y coordinar la inversión de capitales
• Promover el desarrollo tecnológico, la capacitación, la asistencia técnica
y el incremento de la productividad
• Ser agente financiero del gobierno federal, en lo relativo a la negociación,
contratación y manejo de créditos del exterior, cuyo objetivo sea fomentar
el desarrollo económico, que se otorguen por instituciones extranjeras pri-
vadas, gubernamentales o intergubernamentales, as! como por cualquier
otro organismo de cooperación financiera internacional. Pero, dentro de es-
tas facultades no se incluyen los créditos para fines monetarios
• Gestionar y, en su caso, obtener concesiones, permisos y autorizaciones para
la prestación de servicios públicos, vinculados con la consecución de su ob-
jeto o para el aprovechamiento de recursos naturales, que aportará a em-
presas que promueva. En igualdad de circunstancias, gozará del derecho
de preferencia frente a los particulares u otras instituciones para obtener
dichos permisos, autorizaciones o concesiones
• Realizar los estudios económicos y financieros que permitan determinar
los proyectos de inversión prioritarios, a efecto de promover su realización
entre inversionistas potenciales
• Propiciar el aprovechamiento industrial de los recursos naturales inexplo-
tados o insuficientemente explotados
• Fomentar la reconversión industrial, la producción de bienes exportables
y la sustitución eficiente de importaciones
• Promover el desarrollo integral del mercado de valores
• Propiciar acciones conjuntas de financiamiento y asistencia con otras ins-
tituciones de crédito, fondos de fomento, fideicomisos, organizaciones auxi-
liares de crédito y con los sectores social y privado
Las sociedades mercantiles bancarias 659

• Ser administradora y fiduciaria de los fideicomisos, mandatos y comisio-


nes constituidos por el gobierno federal para el fomento de la industria o
del mercado de valores.
Para el cumplimiento del objeto, y la realización de los objetivos, a que se refie-
ren los párrafos anteriores, Nafinsa podrá (art 60 LONAFIN)
• Realizar las operaciones y prestar los servicios a que se refiere el art 46
LIC. Las operaciones señaladas en el citado art 46, 1 Y II, las realizará en
los términos de aquella misma LIC
• Emitir certificados de participación con base en fideicomisos constituidos
al efecto, emitir o garantizar valores, así como emitir bonos bancarios de
desarrollo que procuren fomentar el desarrollo del mercado de capitales y
la inversión institucional
• Participar en el capital social de empresas, así como administrar por cuen-
ta propia o ajena toda clase de empresas o sociedades
• Contratar créditos para la realización de sus funciones de fomento, confor-
me a las disposiciones legales aplicables
• Adquirir tecnología, promover su desarrollo y transferirla conforme a lo
dispuesto por las leyes aplicables
• Emitir certificados de participación nominativos, en los que conste la par-
ticipación de sus tenedores en títulos o valores que se encuentren en poder
de la institución, o vayan a ser adquiridos para ese objeto, como excepción
al art 228 a) LGTOC. N afinsa conservará los valores de los coparticipan-
tes en simple custodia o en administración y en ese caso podrá celebrar,
sobre ellos, las operaciones que estime pertinentes y sólo será responsable
del desempeño de su cargo. Cuando los certificados de participación hagan
constar el derecho del copropietario sobre valores individuales, se enten-
derá que la sociedad garantiza a los tenedores la entrega de esos títulos.
La emisión de dichos certificados se hará por declaración unilateral de la
voluntad, expresada en acta notarial, en la cual se fijarán la naturaleza,
condiciones, plazos de retiro y las utilidades, intereses o dividendos que
Nafinsa garantice a los tenedores de los certificados
• Recibir de terceros en prenda, títulos o valores de la emisión que directa-
mente realicen, los que la sociedad haga por encargo de ellos, o los de las
emisiones que hiciere directamente; por último, realizar las actividades aná-
logas y conexas a sus objetivos que al efecto señale la SHCP.
Por otra parte, la Nafínsa es exclusiva depositaría de los títulos, valores o su-
mas en efectivo que tengan que hacerse por o ante las autoridades administra-
tivas y judiciales de la Federación y del DF, y de las sumas en efectivo, títulos
o valores, que requisen las autoridades judiciales o administratívas de la Fede-
ración y del DF (art 70 LONAFIN). En ese caso, los jueces y las autoridades
administrativas estarán obligados a entregarle dichos bienes en su indicado
carácter de depositaria.
660 LAS SOCIEDADES MERCANTILES DEL SISTEMA FINANCIERO

También, deben hacerse exclusivamente en Nafinsa los depósitos para el


otorgamiento de la suspensión del acto reclamado en el juicio de amparo y, en
general, los depósitos de garantia que deban constituirse conforme a las dispo-
siciones de las leyes federales, del DF o por órdenes o contratos de autoridades
de la Federación o del DF (art 70, 3er párr LONAFIN), mediante el certificado de
depósito que, como titulo de crédito, analizamos en otra parte (t 1).
Las sociedades, empresas u organismos que presten servicios públicos, de-
berán conservar en la sociedad los depósitos que reciban de sus consumidores,
clientes o abonados, salvo lo dispuesto en otras leyes (art 80 LONAFIN). La
falta de cumplimiento de este precepto, se sancionará por la autoridad encar-
gada de otorgar la concesión o de vigilar la prestación del servicio correspon-
diente, según la gravedad del caso, con multa administrativa,
independientemente de que también podrá cancelarse la concesión o permiso
respectivo (art 80 20, párr LONAFIN).
Al igual que en todas las bancas de desarrollo, la SHCP, como excepción
a lo dispuesto por los arts 32 de la LRSPBC y 14 de LOBANXICO, determina-
rá las tasas de interés, comisiones, premios, descuentos y otros conceptos aná-
logos, montos, plazos y demás caracteristicas de las operaciones activas y de
servicios que realice la sociedad para cumplir el objetivo y ejercer las faculta-
des que se le han encomendado en su carácter de banca de desarrollo. Asímis-
mo, corresponde a la propia SHCP determinar las caracteristicas de las
operaciones pasivas que no impliquen captación de recursos del público (art
90 LONAFIN).
Corresponde a Banxico, en los términos de la LOBANXICO, la determi·
nación de los conceptos señalados en el párrafo anterior, respecto a las opera-
ciones pasivas correspondientes a recursos que capten del público y que estén
sujetos al régimen previsto en el art 15, 1, V y VII LOBANXICO (art 90, 20
párr LONAFIN).
De acuerdo con lo que seiíalamos más arriba en torno a la forma de circu-
lación de las SNC, el capital de Nafinsa, como el de todas las bancas de desa-
rrollo, está representado por CAPS en 66% de la serie A, y en 34% de la serie
B (art 12 LONAFIN). La serie A sólo es suscrita por el gobierno federal, se
emite en un titulo que no lleva cupones, es intrasmisible y nunca podrá cam-
biar su naturaleza o los derechos que le confiere al propio gobierno (art 12 LO·
NAFIN). Por su parte, como ya vimos, la serie B puede ser suscrita por el
gobierno federal y por personas fisicas o morales mexicanas. La SHCP, podrá
autorizar qué entidades de la administración pública federal y cuáles de los go-
biernos de las entidades federativas y de los municipios pueden adquirir CAPS
serie B en una proporción mayor a la establecida en la LIC (art 12 LONAFIN).
El capital social de Nafinsa es de 450 mil millones de pesos (art 60 RE-
GORGNAFIN); está representado por cinco millones 940 mil CAPS de la serie
A con valor nominal de 50 mil pesos cada uno; y por tres millones 60 mil CAPS
de la serie B, nominativos, con valor nominal de 50 mil pesos cada uno. Su ca-
Lassociedadesmercantiles bancarias 661

pita! podrá ser aumentado o reducido conforme a la LIC, por acuerdo de la SHCP
y mediante reforma del propio reglamento (art 60, 3er párr REGORGNAFIN).

Banco Nacional de Obras y Servicios Públicos IBanobrasl


Vimos que Banobras (núm 19), se constituyó en febrero de 1933, con el interés
económico fundamental de reconstruir, después del largo periodo de la Revolu-
ción. la ya de por si insuficiente infraestructura urbana del pafs. Su primera
ley orgánica se publica en 1935 y fue sustituida por la de 1946, de duración
efímera, pues también se sustituyó en 1949, por la que fue la tercera ley orgá-
nica del banco. Esa importante ley sufrió modificaciones relevantes en 1956,
1958 y por último, en 1966, cuando se cambió la denominación de la institu-
ción. de Banco Nacional Hipotecario Urbano y de Obras Públicas, SA por la
actual. En 1980. se publica la cuarta ley orgánica que robustece la estructura
del Banobras, al convertirlo. principalmente, en una institución financiera de
obras de infraestructura y de vivienda social. Finalmente. en enero de 1986 se
publica la quinta LOBANOBRAS todavla en vigor. Entonces. esta institución,
de la mayor importancia en la historia de nuestro país, ha sido organizada, en
diferentes épocas, por cinco leyes orgánicas distintas.
En su carácter de banca de desarrollo. Banobras tiene por objeto promo-
ver y financiar actividades prioritarias que realicen los gobiernos federal, del
DF. estatales. municipales, y sus respectivas entidades públicas paraestatales
y paramunicipales en el ámbito de los sectores de desarrollo urbano, infraes-
tructura y servicios públicos, vivienda. comunicaciones y transportes y de las
actividades del ramo de la construcción (art 30 LOBANOBRAS); de ahí que,
en concordancia con sus objetivos haya sido. por ejemplo, el sindico de la quie-
bra de una compañía estatal de aviación.
Su operación y funcionamiento deben realizarse con apego a su marco le-
gal y a las sanas prácticas y usos bancarios, buscando alcanzar con la presta-
ción del servicio, dentro de los sectores encomendados, los objetivos de carácter
general. señalados en la LIC (art 30, 20 párr LOBANOBRAS).
El domicilio del Banobras es el que se fija en su reglamento orgánico y puede
establecer o clausurar sucursales o agencias, o cualquier otra clase de oficinas,
y nombrar corresponsales, en el pafs o en el extranjero, previa autorización de
la SHCP (art 40 LOBANOBRAS). Su duración es indefinida (art 50 LOBA-
NOBRAS).
Con el fin de procurar la eficiencia y competitividad de los sectores enco-
mendados en el ejercicio de su objeto. Banobras está facultado para (art 60 LO-
BANOBRAS)
• Coadyuvar. en el ámbito de su competencia al fortalecimiento del pacto fe-
deral y el municipio libre en los términos del art 115 constitucional, para
lograr el desarrollo equilibrado eficiente y oportuno de las actividades re-
gional o sectorialmente prioritarias
662 LAS SOCIEDADES MERCANTILES DEL SISTEMA FINANCIERO

• Promover y financiar la dotación de infraestructura, servicios públicos y


equipamiento urbano
• Financiar y proporcionar asistencia técnica a los municipios para la for-
mulación, administración y ejecución de sus planes de desarrollo urbano
y para la creación y administración de reservas territoriales y ecológicas
• Otorgar asistencia técnica y financiera para la mejor utilización de los re-
cursos crediticios y el desarrollo de las administraciones locales. La socie-
dad no podrá administrar las obras y servicios públicos realizados con sus
financiamientos
• Apoyar los programas de vivienda y el aprovechamiento racional del suelo
urbano
• Financiar el desarrollo de los sectores de comunicaciones y transportes
• Propiciar acciones conjuntas de financiamiento y asistencia con otras ins-
tituciones de crédito, fondos de fomento, fideicomisos, organizaciones auxi-
liares del crédito y con los sectores social y privado.

Para el cumplimiento de los objetivos a que se refieren los párrafos anteriores


Banobras podrá (art 70 LOBANOBRAS)
• Realizar las operaciones y prestar .los servicios a que se refiere el art 46
LIC. Las operaciones señaladas en las fracs 1 y 11 del citado art, las reali-
zará con vistas a facilitar a los beneficiarios de sus actividades el acceso
al servicio de banca y crédito, y propiciar en ellos el hábito del ahorro y
uso de los servicios que presta el sistema bancario nacional, de manera que
no produzca desajustes en el sistema de captación de recursos del público
• Emitir bonos bancarios de desarrollo. Dichos títulos procurarán fomentar
el desarrollo del mercado de capitales y la inversión institucional, serán sus-
ceptibles de colocarse entre el gran público inversionista, caso en el cual
le serán aplicables las disposiciones legales respectivas
• Otorgar créditos a los sujetos comprendidos en los ámbitos señalados en
el art 30 antes citado, de la Ley
• Tomar a su cargo o garantizar las emisiones de valores y de títulos de cré-
dito en serie, emitidos o garantizados por las dependencias y entidades de
la administración pública federal, del DF, de los estados y municipios, y
los que emita él mismo en el ejercicio de sus atribuciones fiduciarias, pre-
via autorización de la SHCP
• Otorgar garantías y, en su caso, conceder financiamiento a empresas me-
xicanas para la elaboración de proyectos o la ejecución de obras públicas
en el extranjero
• Otorgar avales y garantías con autorización previa, en cada caso, de la
SHCP
• Promover y dar asistencia técnica para la identificación, formulación y eje-
cución de proyectos de los sujetos de crédito que operen en los sectores
a él encomendados
Lassociedades mercantiles bancarias 663

• Contratar créditos cuyos recursos se canalicen hacia los sectores asigna-


dos conforme a las disposiciones legales
• Podrá actuar, a solicitud de los gobiernos del DF, de los estados y munici-
pios, así como de sus respectivas entidades paraestatales y paramunicipa-
les, corno agente financiero o como consejero técnico de la planeación,
financiamiento y ejecución de programas, proyectos y obras de servicios
públicos o de interés social, relacionados con el objeto de la sociedad
• Las demás actividades análogas y conexas a sus objetivos, en los térmi-
nos que al efecto le señale la SHCP, incluyendo las de agente financiero
del gobierno federal en los términos de la normatividad aplicable.

Los créditos que se otorguen a los estados y a los municipios, y a sus respecti-
vas entidades paraestatales y paramunicipales, así como a las organizaciones
y sujetos de crédito de los sectores que corresponden a su objeto social, deben
satisfacer los requisitos que se señalen para cada caso en el reglamento orgáni-
co del Banobras o en los acuerdos de su consejo directivo (art 80 LOBA-
NOBRAS).
Como una excepción a lo dispuesto en el art 348, último párr LGTOC, en
los contratos de fideicomiso que se constituyen para garantizar los derechos
del Banobras, éste podrá actuar en el mismo negocio como fiduciario y fideico-
misario (art 90 LOBANOBRAS).
Asimismo, al igual que en todas las bancas de desarrollo, y excepción a
lo dispuesto por los arts 32 de la LRSPBC y 14 de la LOBANXICO, la SHCP
es la que determina las tasas de interés, comisiones, premios, descuentos y otros
conceptos análogos, montos, plazos y demás características de las operaciones
activas y de servicios que realice la sociedad para cumplir los objetivos que
se le han encomendado en su carácter de banca de desarrollo, en los arts 30
y 60 de esta ley. Corresponde igualmente a esa secretaria, la determinación de las
características de las operaciones pasivas que no impliquen captación de recur-
sos del público (art 10 LOBANOBRAS).
Corresponde a Banxico, en los términos de su ley orgánica, determinar los
conceptos señalados en el párrafo anterior, respecto a las operaciones pasivas
correspondientes a recursos que capte del público y que estén sujetos al régi-
men previsto en las fracs 1 y VII del art 15 de su Ley Orgánica (art lO, 20 párr
LOBANOBRAS).
El gobierno federal responde, como en todas las SNC, de las operaciones
pasivas concertadas por el Banobras: con personas físicas o morales naciona-
les y con instituciones del extranjero privadas, gubernamentales e ínterguber-
namentales (art 11 LOBANOBRAS).
El capital social del Banobras es de 130 mil millones de pesos (art 70 RO-
BANOBRAS); está representado por 85 mil 800 millones de CAPS de la serie
A, con valor nominal de mil pesos cada uno, y por 44 mil 200 millones de CAPS
de la serie B, nominativos, con valor nominal de un mil pesos cada uno. Podrá
664 LAS SOCIEDADES MERCANTILES DEL SISTEMA FINANCIERO

ser aumentado o reducido conforme a lo dispuesto en la LIC por acuerdo de


la SHCP, y mediante reforma de su propio reglamento (art 70 ROBANOBRAS).

El sistema Banrural
No obstante que el Banco Nacional de Crédito Rural (Banrural) es una banca
de desarrollo, sus antecedentes, objetivo socioeconómico y tipo de operación,
permiten considerarlo un grupo financiero autónomo que funciona, justamen-
te de acuerdo con una ley tronco (Ley General de Crédito Rural), en sustancia
diferente a las leyes orgánicas de las otras bancas de desarrollo que además,
están sometidas, en primer lugar, a su propia ley orgánica pero subsidiaria-
mente, de manera muy importante, a la LIC; la actividad de Banrural gira en
tomo a una normatividad muy especial aplicable sólo al material agropecuario.
El banco central es, precisamente, el Banco Nacional de Crédito Rural, SNC
y tiene localizadas en todo el país 11 bancas subordinadas (llamadas, bancos
regionales), que tienen por objeto la prestación de sus servicios de forma inme-
diata y especializada en términos de cada región (art 26 LGCRURAL). La de-
nominación de estos 11 bancos se inicia con los mismos cinco términos "Banco
de Crédito Rural del. . . '; y terminan con la palabra que permite conocer su lo-
calización regional, a saber: Del Norte, Del Centro Norte, del Pacifico Norte,
Del Noreste, Del Noroeste, Del Centro, Del Pacifico Sur, del Golfo, De Occi-
dente, Del Istmo, y Peninsular.
Por cuanto se refiere a los órganos reguladores, como ya dijimos, en la ac-
tualidad permanecen los mismos que antes, a saber, la SHCP como ministerio
encargado de la regulación del crédito, la CNB como institución fiscalizadora,
y el Banxico; instituciones que disponen de las facultades posteriores a 1990,
que habrán de analizarse en la próxima edición de este libro. Pero además, en
este caso peculiar de la industria ejidal y agropecuaria, también tienen una im-
portante participación otras autoridades como la SARH, la SRA y la propia
SHCP.
En efecto, para la coordinación del Banrural con las demás entidades pú-
blicas que actúan en el sector agropecuario, el consejo de administración esta-
blece las comisiones de Programación de Crédito y Asistencia Técnica, de
Organización de Productores, y de Finanzas y Administración, que son presi-
didas, respectivamente, por representantes de las tres secretarias menciona-
das (art 19 LGCRURAL).

Banco Nacional de Comercio Exterior IBancomextl


El Bancomext se creó en 1937, con participación privada y pública, y quedó
sometido al régimen societario general. Los objetivos principales de su crea-
ción eran, el apoyo a la transportación de 106 bienes destinados a la exporta-
ción, aunque en poco tiempo se especializó en otras labores de apoyo a la
Las sociedades mercantiles bancarias 665

estructura de exportación, al extremo de que el maestro Phillips Olmedo, esti-


ma que este banco fue el origen de una gran cantidad de entidades que en la
actualidad participan de modo activo en la producción y venta de productos
de vital importancia, como la CONASUPO, CEIMSA, el INMECAFE y, aun-
que no lo originó de manera directa, acabó por administrar un importante fon-
do público que es determinante en el trabajo de la exportación, el FOMEX.
El Bancomext ha estado organizado por dos leyes orgánicas, la primera de 1937
y la última, todavía vigente, de enero de 1986.
En su carácter de banca de desarrollo, el Bancomext tiene por objeto, fi-
nanciar el comercio exterior del país, así como participar en la promoción de
dicha actividad (art 30 LOBANCOMEXT); para tal efecto, desarrolla sus ope-
raciones sujetándose a los objetivos y prioridades del PGD y, en especial, de
los programas nacionales de financiamiento del desarrollo y de fomento indus-
trial y de comercio exterior, para promover y financiar las actividades y secto-
res que le son encomendados (art 20 LOBANCOMEXT).
El domicilio del Bancomext, se determina en su reglamento orgánico, pero
puede establecer o clausurar sucursales o agencias, o cualquier otra clase de
oficinas y nombrar corresponsales en el país o en el extranjero, previa autori-
zación de la SHCP (art 40 LOBANCOMEXT). Su duración, como el de toda
banca de desarrollo, es indefinida (art 50 LOBANCOMEXT).
Con el fin de procurar la eficiencia y competitividad del comercio exterior
comprendiendo la preexportación, exportación, importación y sustitución de
importación de bienes y servicios, en el ejercicio de su objeto, Bancomext está
facultado para (art 60 LOBANCOMEXT)
• Otorgar apoyos financieros
• Suscribir garantías de crédito y las usuales en el comercio exterior
• Proporcionar información y asistencia financiera a los productores, comer-
ciantes, distribuidores y exportadores, en la colocación de artículos y pres-
tación de servicios en el mercado internacional
• Cuando sea del interés el promover las exportaciones mexicanas, podrá par-
ticipar en el capital social de empresas de comercio exterior, consorcios de
exportación y en empresas que otorguen seguro de crédito al comercio ex-
terior
• Promover, encausar y coordinar la inversión de capitales a las empresas
dedicadas a la exportación
• Otorgar apoyos financieros a los exportadores indirectos y en general al
aparato productivo exportador, a fin de optimizar la cadena productiva de
bienes o servicios exportables
• Cuando sea de interés promover las exportaciones mexicanas, podrá otor-
gar apoyos financieros a las empresas comercializadoras de exportación,
consorcios y entidades análogas de comercio exterior
• Propiciar acciones conjuntas de financiamiento y asistencia, en materia de
comercio exterior, con otras instituciones de crédito, fondos de fomento,
666 LAS SOCIEDADES MERCANTILES DEL SISTEMA FINANCIERO

fideicomisos, organizaciones auxiliares del crédito y con los sectores social


y privado
• Puede ser agente financiero del gobierno federal en lo relativo a la negocia-
ción, contratación y manejo de créditos del exterior, ya sea que éstos se
otorguen por instituciones del extranjero privadas, gubernamentales e in-
tergubernamentales
• Participar en la negociación y, en su caso, en los convenios financieros de
intercambio compensado o de crédito recíprocos, que señale la SHCP
• Estudiar políticas, planes y programas en materia de fomento al comercio
exterior y su financiamiento, y someterlos a la consideración de las autori-
dades competentes
• Fungir como órgano de consulta de las autoridades competentes, en mate-
ria de comercio exterior y su financiamiento
• Intervenir en las actividades inherentes a la promoción del comercio exte-
rior, tales como difusión, estudio de productos y servicios exportables, sis-
temas de venta, apoyo a la comercialización y organización de productores,
comerciantes, distribuidores y exportadores
• Opinar, a solicitud que le formulen directamente las autoridades compe-
tentes, sobre tratados y convenios que el pais proyecte celebrar con otras
naciones, en materia de comercio exterior y su financiamiento
• Participar en la promoción de la oferta exportable
• Cuando se le solicite, podrá actuar como conciliador y árbitro en las con-
troversias en que intervienen importadores y exportadores con domicilio
en la República Mexicana.
Para el cumplimiento de los objetivos a que se refieren los párrafos anteriores
Bancomext podrá (art 70 LOBANCOMEXT)
• Realizar las operaciones y prestar los servicios conforme al art 46. Las ope-
raciones señaladas en las fracs 1 y II del citado art, las realizará con vistas
a facilitar a los beneficiarios de sus actividades el acceso al servicio públíco
de banca y crédito y propiciar en ellos el hábito del ahorro y del uso de los
servicios que presta el sistema bancario nacional, de manera que no se pro-
duzcan desajustes en el sistema de captación de recursos del público en los
términos de dicha LIC
• Participar en el capital social de empresas, en los términos de la propia LO-
BANCOMEXT
• Emitir bonos bancarios de desarrollo. Dichos títulos procurarán fomentar
el desarrollo del mercado de capitales y la inversión institucional, y serán
susceptibles de colocarse entre el gran público inversionista, caso en el cual,
les serán aplícables las disposiciones legales respectivas
• Contratar créditos, cuyos recursos se canalicen hacia su sector, conforme
a las disposiciones legales aplicables
• Administrar por cuenta propia o ajena toda clase de empresas o sociedades
Las sociedadesmercantiles bancarias 667

• Otorgar garantias previas a la presentación de una oferta, sostenimiento


de la oferta, de ejecución, de devolución y al exportador
• Realizar las actividades análogas y conexas a sus objetivos, en los térmi·
nos que al efecto le señale la SHCP.
A solicitud expresa de los gobiernos de las entidades federativas, Bancomext
podrá realizar las mismas funciones de fiduciario, mandatario, depositario y
administrador de los recursos que dichas entidades federativas establezcan en
apoyo al comercio exterior (art 80 LOBANCOMEXT).
El gobierno federal responderá, en todo tiempo, de las operaciones concer-
tadas por el Bancomext con personas físicas o morales nacionales y con insti-
tuciones del extranjero privadas, gubernamentales e intergubernamentales (art
10 LOBANCOMEXT).
La SHCP, podrá autorizar qué entidades de la administración pública fe-
deral, de los gobiernos de los estados y de los municipios, pueden adquirir cer-
tificados de la serie B, en una proporción mayor de la establecida en la LIC
(art 11 LOBANCOMEXT). El capital neto a que se refiere el art 34 de la
LR8PBC, será el que fije la SHCP, oyendo la opinión del Banxico y de la CNB
(art 12 LOBANCOMEXT).
El capital del Bancomext es de 400 mil millones de pesos; está representa-
do por dos millones 640 mil CAPS de la serie A, con valor nominal de 100 mil
pesos cada uno y por un millón 360 mil CAPS de la serie B, nominativos, con
valor nominal de 100 mil pesos cada uno. Puede ser aumentado o reducido con-
forme a lo dispuesto en la LIC, por acuerdo de la SHCP y mediante reforma
de su reglamento (art 70 ROBANCOMEXT).

Las otras tres bancas de desarrollo


La Financiera Nacional Azucarera, S A se transformó en SNC, institución de
banca de desarrollo (Finazucar) por decreto que surtió efectos a partir del cie-
rrede sus operaciones del ejercicio del 31 de diciembre de 1986, aunque conser-
vó su misma personalidad jurídica y propio patrimonio (art lo
LOFINAZUCARI. Presta el servicio de banca y crédito en apoyo de las políti-
cas de desarrollo nacional y de la protección de los intereses del público, procu-
rando la satisfacción del sector encomendado (art 20 LOFINAZUCAR). Los
bienes y derechos de que era titular, así como sus obligaciones incluyendo las
de carácter laboral y fiscal, no se modificaron por el hecho de la transforma-
ción (art 80 LOFINAZUCAR).
El capital social de Finazucar es de 70 mil millones de pesos. Está repre-
sentado por cuatro millones 620 mil CAPS de la serie A con valor nominal de
10 mil pesos cada uno, y dos millones 380 mil CAPS de la serie B, nominativos,
con valor nominal de diez mil pesos cada uno. Podrá ser aumentado o reducido
conforme a lo dispuesto por la LIC, por acuerdo de la SHCP y mediante refor-
ma del propio reglamento (art 60 ROFINAZUCAR).
668 LAS SOCIEDADES MERCANTILES DEL SISTEMA FINANCIERO

Por su parte, Banpeco tiene por objeto la promoción y financiamiento pa-


ra el desarrollo económico nacional y regional del comercio en pequeño y del
abasto (art 30 LOBANPECO). Para el cumplimiento de tales objetivos, asi co-
mo para procurar la eficiencia y competitividad del sector encomendado, Ban-
peco está facultado para (art 60 LOBANPECO)
• Promover, gestionar y poner en marcha proyectos que atiendan necesida-
des del sector en las distintas zonas del país o que propicien el mejor uso
de los recursos de cada región
• Promover, encausar y coordinar la inversión de capitales cuando se vincu-
len con la comercialización y abastecimiento de productos de consumo
básico
• Apoyar financieramente y con asistencia técnica los programas de moder-
nización de la infraestructura comercial, impulsando la construcción y ope-
ración de centrales o módulos de abasto, centros de acopio, centros
comerciales y tiendas de autoservicio del pequeño comercio, mercados pú-
blicos, cámaras de maduración y refrigeración, tiendas sindicales, almace-
nes y bodegas
• Realizar los estudios económicos y financieros que permitan determinar
los proyectos de inversión prioritarios para su adecuado financiamiento
• Propiciar acciones conjuntas de financiamiento y asistencia con otras ins-
tituciones de crédito, fondos de fomento, fideicomisos, organizaciones auxi-
liares del crédito y con los sectores social y privado.

Para el cumplimiento de los objetivos a que se refieren los párrafos anteriores,


Banpeco podrá (art 70 LOBANPECO)
• Realizar las operaciones y prestar los servicios a que se refiere el art 30
de la LR8PBC. Las operaciones señaladas en las fracs 1 y 11 del citado art,
las realizará con vistas a facilitar a los beneficiarios de sus actividades, el
acceso al servicio público de banca y crédito y propiciar en ellos el hábito
del ahorro y del uso de los servicios que presta el sistema bancario nacio-
nal, de manera que no se produzcan desajustes en el sistema de captación
de recursos del público, en los términos del art 31 de dicha ley reglamentaria
• Contratar créditos, cuyos recursos se canalicen hacia el sector, conforme
a las disposiciones legales aplicables
• Financiar estudios económicos que permitan determinar los proyectos de
inversión prioritarios para su adecuado financiamiento
• Participar en el capital social de empresas
• Emitir bonos bancarios de desarrollo. Dichos titulos procurarán fomentar
el desarrollo del mercado de capitales y la inversión institucional, y serán
susceptibles de colocarse entre el gran público inversionista, caso en el cual,
le serán aplicables las disposiciones legales respectivas
• Administrar por cuenta propia o ajena, toda clase de empresas o sociedades
Lassociedades mercantiles bancarias 669

• Las demás actividades análogas y conexas a sus objetivos, en los térmi-


nos que al efecto le señale la SHCP, incluyendo las de agente financiero
del gobierno federal, en los términos de las disposiciones legales aplicables.
Al igual que en todas las bancas de desarrollo, el gobierno federal responde:
(i} de las operaciones concertadas por Banpeco con personas fisicas o morales
nacionales, y (ii) de las operaciones que realice con instituciones del extranjero,
privadas, gubernamentales e intergubernamentales (art 10 LOBANPECO).
Finalmente, el capital de Banpeco es de 12 mil millones de pesos. Está re-
presentado por 792 mil CAPS de la serie A con valor nominal de 10 mil pesos
cada uno, y por 816 mil CAPS de la serie B de cinco mil pesos (art 70 RILO-
BANPECO).
Por su parte, el Banco Nacional Pesquero y Portuario, SNC (Banpesca),
que al igual que otras Sociedades Nacionales de Crédito, se transformó en SNC
en 1986, dos años después, en 1988, fue disuelto societariamente y desde en-
tonces se encuentra en periodo de liquidación; no nos detendremos en citar sus
funciones y sectores de asignación.

65 LA BANCA DE DESARROLLO ES AUTORIDAD


EN EL AMPARO?
Precisión introductoria
Antes de 1982 existian bancos, que además de integrar el sistema financiero
nacional, eran al mismo tiempo parte de la administración pública federal des-
centralizada y, como ya vimos, se denominaban instituciones nacionales de cré-
dito (art lo LGICOA). Desde 1982, todos los bancos, tanto los de desarrollo
como los múltiples, dejaron de ser un negocio para convertirse institucional-
mente en cosa pública. A partir de 1990, los bancos múltiples se vuelven a con-
vertir, como antes del 82, en un negocio suj eto a autorización, pero las bancas
de desarrollo continuaron siendo parte de la red pública. Esta situación -la
pertenencia de las SNC al gobierno federal- ha motivado, con cierta razón,
a la luz de la lógica de nuestro control constitucional, el cuestionamiento de
si las bancas de desarrollo son autoridad para efectos de amparo.
La información legal es ésta: (i) la LIC, la LOADMONF y la LFEP (arts
30, 20 11 Y 45, Y 40 respectivamente) consideradan las SNC como instituciones
de derecho público, a pesar de que la última disponga que las SNC se rigen,
en primer lugar por su ley orgánica; (ii) de acuerdo también con la LIC (art 86),
la SNC también se considera de acreditada solvencia y no está obligada a cons-
tituir depósitos o fianzas legales, y (iii) Y si se acepta que, de acuerdo con los
arts citados, la SNC es parte del gobierno federal, no en el sector central, pero
si paraestatal, también se aplica una regla del CFPC
670 LAS SOCIEDADES MERCANTILES DEL SISTEMA FINANCIERO

las instituciones de la administración pública de la Federación tendrán, den-


tro del juicio, la misma situación que otra parte cualquiera, pero Nunca
podra dictarse en su contra mandamiento de ejecución ni providencia de
Embargo
(art 40 1er párr).
A mayor abundamiento, el desaparecido art lo LRSPBC, determinaba que el
servicio de banca y crédito era público, y los arts 40 y 16 LGBN establecen que
forman parte del dominio público, los bienes destinados a un servicio público
y que
son inalienables e imprescriptibles.
Dada esta normatividad, ¿qué podria hacer un cliente de banca de desa-
rrollo que, pidiéndole un crédito se lo autoriza, entonces, se compromete con
proveedores y demás, y ya habiendo invertido parte de su patrimonio, la ban-
ca de desarrollo, unilateralmente, le niega el crédito? ¿O qué pudiera hacer si
le pide un crédito subsidiado en su interés, que el cliente sabe que reúne los
requisitos para poder recibirlo, y la banca de desarrollo se lo niega? ¿O bien
qué pudiera hacer si, por cualquier evento, la banca de desarrollo se convierte
en deudora incumplidora, que se resiste a pagar? ¿Intentaria acción de otorga-
miento y firma de contrato?, ¿podría intentar la ejecución de la deuda?, o bien,
¿podría recurrir al tribunal de amparo a demandar la corrección del acto de auto-
ridad que la negativa de firma o de pago implicaría en la conducta de la banca
de desarrollo? Veamos.

Concesión de autoridad. patrimonio y personalidad


En cuanto al Banxico se refiere, cabe recordar que sí es autoridad para efectos
de amparo, como lo sentenció la Corte en un negocio en el que fue considerado
ejecutor (núm 51). Asimismo, cabe de inmediato recordar que en una impor-
tante tesis del Pleno, la Corte sostuvo que las instituciones de crédito anterio-
res a 1982, cualquiera que sea la integración pública o privada de su capital,
no son autoridad para efectos de amparo (Bancos. No tienen el carácter de auto-
ridad, para el juicio de amparo, A R 6179/77, Pleno, séptima época, vals 121-126,
primera parte, pág 55). Sin embargo, en torno a la SNC como categoría socie-
taria integrante institucional del gobierno federal, la Corte ha asumido postu-
ras contradictorias, aunque como veremos, no son suficientes para concluir que
sean autoridad, pues en efecto, no lo son.
Tampoco ha adoptado todavía, por lo reciente de la LIC, una postura defi-
nida ante la categoria pública de una de las dos entidades que están organiza-
das por la misma Ley, circunstancia semejante a la generada por la LGICOA
en 1941. Respecto de este particular, cabe recordar que anteriormente a la
LRSPBC de 1982, cuando las sociedades privadas y las nacionales compartían
el mismo trabajo de financiamiento, aunque éstas con objetivos de asignación
Las sociedades mercantiles bancarias 671

sectorial diferentes, las sociedades nacionales de crédito estaban organizadas,


desde 1959 (D O de 29 junio), por un reglamento especifico (Reglamento Sobre
las Instituciones Nacionales y Organizaciones Auxiliares Nacionales de Crédi-
to), que en la actualidad podría encontrar su equivalente o sustituto, en tanto
que normatividad especial para la banca pública, en las leyes tronco que aca-
bamos de estudiar.
Desde el punto de vista del derecho en cuyo dominio se debatiría el tema
en un caso concreto -el constitucional-, para que se pueda concluir que la
SNC no es autoridad para efectos de amparo, sería necesario revisar la impor-
tante y extensa teoría del acto de autoridad elaborada por nuestro derecho ad-
ministrativo; labor que no nos corresponde. Sin embargo, es relativamente
simple sustentar esta afirmación mediante el recurso a uno de los elementos de
dicha teoría: la concesión de autoridad. a un ente, mediante la asignación de fa-
cultades específicas a desenvolverse en un ámbito material. personal y geográfico
dado; de no reunirse este requisito, ese ente no puede ser impugnado en juicio
de garantías. Luego. para que pueda serlo se requiere, entonces, (i) que haya re-
cibido una autoridad concreta a desenvolverse en un ámbito especifico y (ii) que
su actividad no se desenvuelva de forma excesiva a las facultades concedidas.
ya sea porque se extralimiten en materia o territorio, o porque se ejerzan en per-
sonas sobre las que no tiene autoridad.
Visto así, es claro que la SNC no es autoridad para efectos de amparo. Por
una parte, no ha recibido, en leyes administrativas, bancarias ni de otro tipo.
facultades cualesquiera que se pueden desahogar, ya no digamos respecto de
sus clientes, sino incluso de sus propios empleados; y por otra, la vinculación
que guarda con el gobierno federal. que podría significar. desde el criterio de
la atracción. un desmembramiento de la autoridad soberana de dicho gobierno
en favor de la actividad de la SNC, además, se anula por el expediente de espe-
cialidad que reviste su funcionamiento; y también por lo siguiente.
Otros criterios de calificación, como el patrimonio público (si el patrimo-
nio de las SNC estuviera subsimido en el patrimonio nacional) o la personali-
dad jurídica (si su personalidad pudiera asimilarse a la del gobierno que es su
socio mayoritario), tampoco son aplicables, en la medida en que de manera cla-
ra y nítida, la LIC les concede, como en el caso de cualquier sociedad de comer-
cio, personalidad distinta a la de los socios (circunstancia que ya ha sido
calificada por los Colegiados en Personalidad jurídica. Que los representantes
de las sociedades nacionales de crédito tienen, A D 968/87, Tribunal Colegiado
del Decimosexto Circuito, Informe 1988, tercera parte, pág 1028); Y porque el
patrimonio de la SNC, además de ser, igualmente, contemplado como uno dis-
tinto al del socio fundador por la LIC, por el diseño de la circulación de su capi-
tal, autoriza la participación, aunque de manera restringida, de personas de
derecho privado y. por tanto, permite que la composición de su estatuto legal
también comprenda al régimen privado de las cosas (circunstancia que tam-
bién ha sido calificada por la Corte de manera clara en Banco Nacional de Obras
672 LAS SOCIEDADES MERCANTILES DEL SISTEMA FINANCIERO

y Servicio Públicos, S A. Tiene personalidad juridica y patrimonio propios dis-


tintos de los de la Federación, C C, 78/68, Tercera Sala, séptima epoca, vol 15,
cuarta parte, pág 15).
Una interesante tesis, anterior a 1982, parecerla contradecir lo antes di-
cho en el sentido de que el patrimonio de las SNC es parte del patrimonio na-
cional (Banco Nacional de Obras y Servicio Públicos, S A. Competencia. Las
acciones intentadas en su contra afectan bienes de propiedad nacional, Com-
petencia 80/71, séptima época, Tercera Sala, vo. 39, cuarta parte, pág 27). Sin
embargo, del análisis de las condiciones de la causa, se concluye que esa sen-
tencia de la Corte, según la cual el patrimonio de la SNC también es de la Fede-
ración, es sólo en función de la calificación de la competencia porque, en efecto,
la serie A de su capital, siempre será propiedad del gobierno federal y, por tan-
to, siempre será patrimonio nacional. Pero esa calificación, dirigida a estable-
cer la competencia del juez, no puede ser suficiente, porque no lo es, para
determinar que la SNC concernida es autoridad, y menos para efectos de am-
paro, porque seria tanto como decir que cualquier entidad que sea propiedad
del gobierno o cualquiera, en la que el gobierno tenga intereses de propiedad
real, son autoridad por ese único hecho.

Títulos de crédito y ejecutabilidad


La ejecutabilidad de los titulas de crédito consiste, como ya vimos (t I), en que
si a la fecha del pago éste no se cubre, la simple muestra de aquellos al juzga-
dor es razón suficiente para despachar ejecución; son -de acuerdo con la Carte-
la prueba confesional preconstituida de la existencia de la acción. Pues bien,
en cada art en el cual la LIC dispone que los titulas bancarios son de crédito
y ejecutivos, utiliza el siguiente texto:
son títulos de crédito a cargo de la emisora y producirán acción ejecutiva
respecto a la misma, previo requerimiento de pago ante fedatario publico
(arts 59, 62 Y 63).
La ejecutabilidad ordinaria se condiciona en esos titulas porque se obliga el
desahogo de tan brumoso requisito, que se erige como una carga similar al pro-
testo de los titulas ordinarios. Pero, pensemos que el acreedor del titulo exige
el pago, la SNC se niega a pagar y, con todo, el acreedor lleva consigo a un
notario para que interpele al banco requiriéndole el pago y, arguyendo sus ra-
zones, el banco se vuelva a negar. ¿Acaso la exhibición al juez de la interpela-
ción y el titulo serian razones suficientes para despachar ejecución en el
patrimonio de la SNC?
En nuestra experiencia hemos constatado, que en efecto, hay ocasiones en
las cuales el juicio natural, sea por ejecución de un titulo de crédito bancario
o por ejecución de sentencia de un ordinario mercantil, efectivamente el juez
de primera instancia despacha ejecución en el patrimonio de la SNC demanda-
Lassociedades mercantiles bancarias 673

da o perdidosa; pero no es menos cierto que, de un modo indefectible, en el amo


paro indirecto presentado por ella en uso de los dispositivos legislativos que
citamos arriba, logra la suspensión definitiva de la sentencia o la orden de em-
bargo y, por último, también obtiene el amparo federal; pero no para liberarse
del pago, sino solo para librarse del embargo o de la ejecución, porque si debe,
efectivamente acaba pagando.
Esta complejidad procesal permite algunas conclusiones: li) el vertiginoso
cambio de las cosas no solo en el derecho bancario, sino en el administrativo
e incluso mercantil, no admite que la diferencia entre lo público y lo privado,
desde un punto de vista comercial y procesal, pueda hacerse de manera clara
y técnicamente convincente; IU) desde el punto de vista de la teoría del derecho
societario privado, los clientes de las SNC están en fuerte desventaja judicial
y comercial, que sólo se atenúa con una vigorosa vigilancia como la que, en
efecto, está sucediendo de algunos años a la fecha, y IUi) las trabas puestas a
la circulación del titulo bancario respecto a no poderse dar en garantía ni en
prenda, y a que la SNC no puede operar sobre ellos (art 84, 11, 111 Y IV LIC),
no son razones contundentes para disminuir la categoría de títulos de crédito
de dichos documentos, pues las mismas trabas se observan en los títulos ordi-
narios como una excepción que, confirma la regla del art 60 LGTOC; mayor-
mente en el bono bancario, el cual a partir de diciembre de 1989, es en un titulo
"al portador" (t 1).
En resumen: (i) la SNC no es autoridad para efectos de amparo, simple-
mente porque no es autoridad en ningún sentido, sino que es una sociedad de
comercio con fines tan claros como abatir el subdesarrollo o fomentar el desa-
rrollo de un sector económico concreto, la cual para conseguirlo está controla-
da en su mayoría, por el gobierno, y IU) los títulos emitidos por las SNC implican
un género distinto de la especie título de crédito, porque al contrastar su ca-
racterologia básica con los elementos de la especie éstos resultan compatibles,
excepto en el renglón de su ejecutabilidad; tal diferencia obedece a los necesa-
rios privilegios que deben estar a disposición de los fines societarios señalados
y que, no obstante, son insuficientes para considerar que no sean títulos de
crédito, sino solo un titulo de crédito con características propias diseñadas en
función de la importante labor financiera que sus emisoras, las SNC, están lla-
madas a ofrecer.

66 PROHIBICIONES DE LOS BANCOS


Operaciones autorizadas
Las instituciones de crédito propiamente dichas (las SNC y las sociedades anó-
nimas bancarias), por oposición a las organizaciones auxiliares de crédito, des-
de 1982 y, de manera fundamental desde 1985, con la entrada en vigor de la
segunda LRSPBC, tienen una especialización por operaciones igual de detalla-
674 LAS SOCIEDADES MERCANTILES DEL SISTEMA FINANCIERO

da, pero en apariencia más reducida que en el régimen anterior al 82. El méto-
do de autorización de operaciones que utiliza nuestra legislación es el limitativo,
pues, en efecto sólo las operaciones expresamente señaladas por la LIC (art
46) son susceptibles de celebrarse por los bancos.
Respecto de las operaciones pasivas, activas, y los servicios que las insti-
tuciones de crédito públicas y privadas están autorizadas a celebrar, el lector
se puede referir a los núms 4, 5 Y 6 en donde aparecen detalladas.

Operaciones prohibidas
Los bancos están sujetos a importantes limitaciones generales y especificas.
Ejemplo de estas últimas es la prohibición de invertir su capital social pagado
y sus reservas de capital de otra forma que no sea la señalada por la LIC, cir-
cunstancia que incide de modo directo, en la libertad del ejercicio de sus opera-
ciones pasivas. En efecto, en las inversiones que los bancos pretendan realizar
en uso de su capital pagado y sus reservas, se aplican las siguientes reglas (art
55 L/C)
• La inversión no excederá de 60% del capital pagado y reservas de capital,
el monto de las inversiones en mobiliario, inmuebles o derechos reales que
no sean de garantía, más el importe de la inversión en el capital de las so-
ciedades en las cuales haya empleado parte de su capital
• El irñporte de los gastos de instalación no podrá exceder de 10% del capi-
tal pagado y reservas de capital. La CNB puede aumentar temporalmente
. en casos individuales, este porcentaje, cuando a su juicio la cantidad resul-
tante sea insuficiente para el destino indicado
• El importe de las inversiones en el capital de entidades financieras del ex-
terior, de organizaciones auxiliares del crédito, de intermediarios financie-
ros no bancarios y de compañías de seguros o fianzas, no puede ser superior
al excedente del capital pagado y reservas de capital de la institución so-
bre el capital mínimo, ni de 50% de dicho capital pagado y reservas de
capital.
La suma de las inversiones a que se refieren los tres párrafos anteriores; el monto
de las operaciones que exceda los limites previstos para la inversión de sus pa-
sivos; y el valor estimado de los bienes, derechos y títulos que reciban en pago
de créditos o como adjudicación; no podrán exceder al capital pagado y reser-
vas de capital de la SNC, y, como ya vimos, la SHCP determinará, mediante
reglas generales, las reservas de capital computables para los efectos anteriores.
Por otra parte, la LIC, al igual que la LOICOA, de 1941 y las LRSPBC,
de 1983 y 1985, establece un cerrado régimen de prohibiciones a los bancos,
tanto múltiples como de desarrollo, de orden general, el cual está dirigido a ga-
rantizar la imparcialidad, la eficiencia, la solvencia y la estabilidad; de las acti-
Las sociedades mercantiles bancarias 675

vidades bancarias, y así, del sistema financiero. Ese régimen está organizado
por el art 106 LIC y sucintamente consiste en lo siguiente.
Sobre los bancos gravita la prohibición de celebrar operaciones y otorgar
servicios, con su clientela, en los que se pacten condiciones y términos que se
aparten de manera significativa de las condiciones de mercado prevalecientes
en el momento de su otorgamiento, de las políticas generales de la institución,
y de las sanas prácticas y usos bancarios.
Desde el punto de vista de las garantías, se les prohíbe a los bancos en
primer lugar, (i} dar en garantía sus propiedades. En segundo lugar, les está
prohibido: (ii) dar en prenda los títulos o valores de su cartera, salvo que se
trate de operaciones con Banxíco, con las instituciones de banca de desarrollo,
con el Fondo Bancario de Protección al Ahorro y los fideicomisos públicos cons-
tituidos por el gobierno federal para el fomento económico; (iii) dar en garantía
títulos de crédito que emitan, acopien y conserven en tesoreria; (io) operar so-
bre los títulos representativos de su capital, salvo que la SHCP autorice ex-
cepciones, y salvo el caso de el Fondo Bancario de Protección al Ahorro; (v)
tampoco pueden otorgar créditos o préstamos con garantía de pasivos sobre
depósitos retirables a plazo, de ahorro y a plazo con previo aviso a su cargo
o de cualquier institución de crédito, ni en derechos sobre fideicomisos, mano
datos o comisiones que, a su vez, tengan por objeto estos tres tipos de pasivos;
(vi) no pueden otorgar fianzas o cauciones, salvo que, en virtud de su cuantía,
y previa autorización de la SHCP, no puedan ser atendidas por las institucio-
nes de fianzas, pero además, siempre que sean por cantidad determinada y el
banco exija contragarantía en efectivo o en valores de los que puedan adquirir
los bancos conforme a la LIC. Finalmente (uii) no pueden garantizar el cumpli-
miento de las obligaciones derivadas de documentos domiciliados, al ceder su
domicilio para pagos y notificaciones.
Desde el punto de vista de la celebración de operaciones pasivas, los ban-
cos tienen las prohibiciones siguientes: ti) no pueden aceptar o pagar documen-
tos; o certificar cheques en descubierto, es decir, sin fondos, excepto en los casos
de apertura de crédito; (ii) no pueden contraer responsabilidades u obligacio-
nes por cuenta de terceros, distintas a las que deriven del otorgamiento de acep-
taciones (t I}, de un endoso o aval de títulos de crédito y de la expedición de
cartas de crédito; (iii) por último, tampoco pueden celebrar operaciones en vir-
tud de las cuales resulten o puedan resultar deudores de la institución: sus em-
pleados, salvo que corresponda a prestaciones de carácter laboral, pero además,
otorgadas de manera general; sus comisarios propietarios o suplentes, estén
o no en funciones; sus auditores externos; o los ascendientes o descendientes
en primer grado o cónyuges de los comisarios y auditores externos. La SHCP
puede autorizar, ya lo vimos, excepciones a esta última prohibición.
Desde el punto de vista de su objeto social, de sus administraciones y ges-
tiones a clientes, los bancos enfrentan las prohibiciones siguientes: (i) no pue-
den comerciar con mercancías de cualquier ciase, excepto las operaciones con
676 LAS SOCIEDADES MERCANTILES DEL SISTEMA FINANCIERO

oro, plata y divisas que puedan realizar de acuerdo con la LIC y la LOBANXI-
CO; {ii} no pueden entrar en sociedad de responsabilidad limitada, ni explotar
por su cuenta establecimientos mercantiles o industriales ni fincas rústicas,
pero si pueden poseer bonos, obligaciones, acciones u otros títulos de dichas
empresas de acuerdo con la LIC; y como ya lo examinamos, la CNB puede auto-
rizar que las exploten cuando las hayan recibido en pago, o como garantia, de
un crédito; {iii) tampoco pueden adquirir con recursos provenientes de sus pa-
sivos, ciertos títulos, valores o bienes expresamente señalados en la LIC (art
55, 1 Y UIl, aunque la SHCP puede autorizar excepciones en reglas generales.
Cuando un banco reciba en pago o por adjudicación, títulos o valores que no
deba conservar en su activo, debe computar su valor en las inversiones con cargo
al capital pagado y reservas de capital, pero además, los debe vender en un
año, a partir de su adquisición, cuando se trate de titulos o de bienes muebles,
en dos años, cuando se trate de inmuebles urbanos y en tres, cuando se trate
de un establecimiento mercantil o industrial o de inmuebles rústicos; y (iv) tam-
poco pueden adquirir titulos o valores emitidos o aceptados por ellas o por otras
instituciones de crédito; asi como readquirir otros títulos, valores o créditos
a cargo de terceros que hubieren cedido, excepto en el caso de las operaciones
de reporto y de los descuentos de su cartera en Banxico, en otros bancos o en
fideicomisos de fomento económico.
Desde el punto de vista de su categoria de depositarios contractuales, los
bancos tienen las importantes prohibiciones siguientes: ti) no pueden mante-
ner cuentas de cheques a personas que en el curso de dos meses hayan librado
tres o más cheques, que presentados en tiempo no hubieren sido pagados por
falta de fondos, a no ser que la falta de fondos no sea imputable al librador;
de no ser asi, el banco dará a conocer a la CNB el nombre del cuentababiente,
para que la Comisión lo dé a conocer a todas las instituciones de crédito del
pais, las cuales en un periodo de un año no podrán abrirle cuenta, y (ii) no pue-
den pagar anticipadamente en todo o en parte, obligaciones a su cargo deriva-
das de depósitos bancarios de dinero, préstamos o créditos, bonos, obligaciones
subordinadas o reportos.
En materia de fideicomisos, mandatos o comisiones, sobre los bancos pa-
san múltiples prohibiciones, a saber: (i) no los pueden celebrar entre ellos mis-
mos, aunque como se apuntó, Banxico los puede autorizar cuando no impliquen
un conflicto de intereses; (ii) no pueden responder a los fideicomitentes, man-
dantes o comitentes del incumplimiento de los deudores (por los créditos que
se otorguen) o de los emisores (por los valores que se adquieran), salvo que sea
por su culpa, según lo dispuesto en el art 356 LGOTC; ni garantizar la percep-
ción de rendimientos por los fondos cuya inversión se les encomiende; (iii) si
al término del fideicomiso, mandato o comisión constituidos para otorgar un
crédito, éste no se liquida por el deudor, el banco lo debe transferir al fideico-
mitente, fideicomisario mandante o comitente, según el caso, absteniéndose de
cubrir su importe (se deben insertar cláusulas que establezcan notoriamente
Las sociedades mercantiles bancarias 677

las tres prevenciones anteriores); (iu) tampoco pueden utilizar fondos o valores
de los fideicomisos, mandatos o comisiones destinados al otorgamiento de cré-
ditos en que la fiduciaria tenga la facultad discrecional para realizar operacio-
nes, en virtud de las cuales, resulten o puedan resultar deudores sus delegados
fiduciarios, los miembros de su consejo de administración o directivo, según
el caso, sus empleados y funcionarios, sus comisarios propietarios o suplentes,
sus auditores externos, los miembros de su comité técnico en el fideicomiso res-
pectivo, los ascendientes o descendientes en primer grado o cónyuges de las per-
sonas citadas, las sociedades en cuyas asambleas tengan mayoría dichas personas
o las mismas instituciones, y aquellas personas que Banxico deter-
mine mediante disposiciones de carácter general. Por último, (u) tampoco pue-
den administrar fincas rústicas, a menos que hayan recibido su administración
para distribuir el patrimonio entre herederos, legatarios, asociados o acreedo-
res, o para pagar una obligación o garantizarla con el valor de la finca o sus
productos; en estos casos, la administración no puede exceder de dos años.
Por último, los bancos no pueden realizar operaciones pasivas y activas,
de cualquier tipo, por un plazo mayor de 20 años, cualquiera que sea la manera
en que se documenten.

67 LOS GRUPOS FINANCIEROS


La nueva LPRAF
La LPRAF es una legislación que, en su carácter de cuerpo normativo autóno-
mo, es por completo novedoso en nuestro derecho, aun cuando su bien jurídico
tutelado no es nuevo porque, desde los años setenta, la necesidad de regular
directa y especialmente los grupos que de {acto amalgamaban distintas socie-
dades con objetos sociales diferentes, si bien complementarios -todos ellos con
el elemento en común de ser objetos de contenido financiero- ya habia consti-
tuido una inquietud para nuestro legislador, el cual la abordó, pero en otras
leyes para ese entonces, existentes. Tal es el caso, principal, de la banca múlti-
ple en la LGICOA (núm 21).
La LPRAF, es el resultado de la convergencia de diferentes circunstan-
cias, las cuales se actualizaron espontáneamente en un momento histórico da-
do -1990-, que además coincide con la apertura del sistema financiero a la
inversión privada nacional y extranjera en la banca múltiple. Algunas de estas
circunstancias son las siguientes
• Con la institucionalización en 1982, de la banca y el crédito como un servi-
cio público monopolizado por el Estado, por una parte, la oferta de crédito
se contrajo respecto de ciertas actividades y se amplió de manera impor-
tante en otras, por ejemplo, en caso de la banca de desarrollo; por la otra,
un importante número de profesionales particulares promovieron las acti-
vidades de otros intermediarios financieros, como las casas de bolsa y las
678 LAS SOCIEDADES MERCANTILES DEL SISTEMA FINANCIERO

arrendadoras financieras, las cuales mediante sus actividades tipicas, lo-


graron disminuir en cierta medida las necesidades de financiamiento en los
sectores que la banca institucional no podia atender con la presencia de-
seada, y alcanzaron importantes indices de eficiencia y de penetración en
el mercado financiero
• Ese importante nivel de desarrollo parabancario permitió que otras activi-
dades financieras, por haberles sido atractivas y atrayentes, no solo se in-
trodujeran al medio sino que, al igual que la casa de bolsa y la arrendadora,
alcanzaran un desarrollo y una eficiencia inusitados, tal es el caso princi-
pal de las sociedades de inversión y las empresas de factoraje
• Ahora bien, por la facultad e incluso la necesidad de inversión bursátil de
otras instituciones con objeto social altamente especializado, pero comple-
mentario de los anteriores, como las de seguros y fianzas, lo anterior a su
vez motivó que las actividades de éstas dos se acrecentaran y, por tanto,
la importancia de su presencia en el mercado financiero, se hiciera mayor
que en épocas anteriores
• Por la estrecha vinculación que existe entre las operaciones de estas dis-
tintas sociedades (de inversión, de seguros, de fianzas, arrendadoras finan-
cieras, de factoraje, casas de bolsa y cambio), las ventajas que obte-
nían sus titulares al agruparlas en un solo grupo de {acto eran inmediatas,
porque propiciaban una economia de escala de eficiencia insoslayable
• Si a lo anterior se auna la apertura de la banca a la inversión privada y,
por tanto, la posibilidad de que en esos grupos de {acto pudieran partici-
par bancas múltiples, entonces es clara la necesidad de una legislación que
permitiera, por una parte, (i) un marco normativo idóneo para los grupos
financieros que ya funcionaban de {acto; y, por otra, (U) que la actividad
de esos grupos se desarrollara, en función de ese nuevo marco normativo,
de manera consonante con la nueva LIC, es decir, que también propiciara
la filiación de bancas múltiples. He aquí, pues, algunas de las justificacio-
nes de la nueva LPRAF.
En efecto, la LPRAF es el nuevo marco normativo de los grupos de sociedades
con objeto social bancario o parabancario identificados entre sí por propiedad
de capital o de control, las cuales ya existian de {acto, marco normativo que
además de permitir que su desarrollo ya no de {acto sino de jure, lo hace con-
gruente con la nueva LIC principalmente, desde el punto de vista de los índi-
ces deseables de propiedad, en la rectoría por el Estado del sistema financiero
y la seguridad del público consumidor de los servicios que, como grupo, están
en posición de ofrecer.

Características principales y su constitución


Una vez más, se requiere autorización de la SHCP para la constitución y fun-
cionamiento de un grupo financiero; asimismo, la autorización es intuite e in-
Lassociedades mercantiles bancarias 679

transferible y en todo caso, debe publicar en el D O (art 13 LPRAF') y,


ulteriormente, se debe inscribir en el RPP Y C (art 17 LPRAF'). La participa-
ción de la CNB, la CNV y la Comisión Nacional de Seguros y Fianzas, será neo
cesaria en la medida en que los integrantes de cada grupo realicen actividades
vigiladas por una u otra, por dos de ellas o por las tres (art 60 LPRAF').
Por ser propio de su naturaleza, la constitución de un grupo financiero puede
provenir de nuevas constituciones de sociedades especializadas, de la fusión
de otras sociedades ya funcionando o, incluso, de la fusión de otros grupos que
ya estén operando como tales, siempre que la fusión de dos grupos no implique
la duplicidad de las sociedades, de sus objetos sociales ni de sus especializacio-
nes. En todos esos casos, los requisitos de autorización son los mismos, tráte-
se de una creación novedosa o de una fusión (arts 90 y 10 LPRAF'). Por los
mismos motivos, y por tratarse de autorizaciones intransferibles, la separación
o escisión de una empresa del grupo al cual pertenecia debe ser igualmente so-
metida a la autorización de la SHCP; y otro tanto se requiere para el caso de
modificaciones estatutarias o convencionales (art 17 LPRAF).
Desde el punto de vista de su denominación y otras ostentaciones ante el
público, los grupos financieros están sujetos a las siguientes reglas (art 80
LPRAF')
• Pueden actuar frente al público de manera conjunta, ofrecerle servicios com-
plementarios y ostentarse como integrantes del grupo que se trate
• Los integrantes pueden usar denominaciones iguales que las identifiquen,
añadiendo la denominación grupo financiero
• No pueden utilizar denominaciones iguales o semejantes a las de otros gru-
pos, ni actuar de manera conjunta ni ostentarse como integrantes de gru-
pos a los cuales no pertenezcan (art 30 LPRAF').
Los grupos financieros están integrados por una controladora o matriz global,
y, con excepción de las operadoras de sociedades de inversión, por lo menos
con tres de las siguientes, es decir, deben componerse de cuando menos cuatro
instituciones: la controladora y alguna de las tres siguientes, excepto las ope-
radoras (art 70 LPRAF'), se insiste
• Almacenes generales de depósito
• Arrendadoras financieras
• Casas de bolsa
• Casas de cambio
• Empresas de factoraje financiero
• Bancas múltiples
• Instituciones de fianzas
• Instituciones de seguros
• Sociedades operadoras de sociedades de inversión.
Es importante recordar que las controladoras no tienen más objeto permitido
que el de controlar, pues en ningún caso podrán realizarse operaciones propias
680 LAS SOCIEDADES MERCANTILES DEL SISTEMA FINANCIERO

de los integrantes del grupo, mediante las oficinas de la controladora, y su ob-


jeto social será, exclusivamente, la adquisición y administración de las socie-
dades integrantes del grupo (arts 80, último párr y 16 LPRAF). Asimismo, no
pueden participar en el mismo grupo dos o más entidades de la misma clase,
excepto las mismas operadoras de sociedades de inversión y las compañías de
seguros autorizadas para operar seguros de vida, ni dos o más que estén auto-
rizadas para operaciones de daños.

Administración
El espíritu de contraloría de esta nueva ley se materializa con claridad en su
art 15, a saber
el control de las asambleas generales de accionistas y de la administración
de todas las sociedades integrantes de cada grupo, deberá tenerlo una mis-
ma sociedad anónima controladora
Para ello, la controladora será propietaria, en todo tiempo, de acciones con de-
recho a voto que representen por lo menos 51 % del capital pagado de cada una
de las participantes, y deberá estar en posibilidad de nombrar a la mayoría de
los miembros del consejo de administración de cada integrante.
Las acciones de la controladora, que en todo tiempo deden estar deposita-
das en el INDEVAL, están sometidas al mismo régimen de circulación que las
acciones de la banca múltiple, diseñado como manera de propiciar la participa-
ción del capital público, privado y extranjero que hemos mencionado páginas
antes (art 18 LPRAF). Y de la misma forma, existe la prohibición, con su res-
pectivas excepciones reconocidas por la SHCP, en casos especiales que no pue-
den superar al 10%, de que una persona tenga más de 5% del capital de una
controladora (art 20 LPRAF).
Por ultimo, la administración de la controladora está sometida a un régi-
men estricto. El consejo está integrado, a elección de los socios, por 11 o 22
miembros, y su composición es enteramente similar, por cuanto a la participa-
ción de sus tres series se refiere, a la de las bancas múltiples, que vimos antes
(art 24 LPRAF). Igualmente son similares las características de experiencia
y honorabilidad que deben reunir los consejeros, en la controladora que en aquel
tipo de banca (art 25 LPRAF).

Convenio de responsabilidades
El reconocimiento en una ley federal de los grupos finacieros entraña riesgos
que, históricamente, son legltimos por múltiples motivos (núm 31). Por esa ra-
zón, dentro de otras, el legislador estableció la obligación no solo para la con-
troladora sino para las empresas integrantes de cada grupo, de suscribir con
el gobierno federal, por medio de la SHCP, un convenio de responsabilidades
Lassociedades mercantiles bancarias 681

(arts 90, IV Y 28 LPRAF) en el cual se pacten, dentro de otras circunstancias


e hipótesis, las siguientes cláusulas
• Que la controladora responderá subsidiaria e ilimitadamente del cumpli-
miento de las obligaciones de sus agrupadas (nótese que la LPRAF no obliga
a que responda "de modo directo", como el art 91 L/C)
• Asimismo, que responderá ilimitadamente por las pérdidas de las
agrupadas.
Este convenio público, a celebrarse entre la administración y sociedades po-
tencialmente de derecho privado, es similar al conocido como cláusula Calvo,
que está contemplada por el art 27 constitucional y sus leyes reglamentarias.
Su intención es evidente (la protección de los intereses del público), y conside-
ramos que la decisión del legislador de organizar este compromiso mediante
una cláusula estatutaria y un convenio directo entre el gobierno y el interesa-
do, releva una técnica impecable desde el punto de vista del derecho societario,
pues no es posible establecer un compromiso de responsabilidades subsidia-
rias ilimitadas en forma legislativa ni aunque se contuvieran en una ley de po-
licia, sino precisamente en los estatutos sociales de las involucradas y en un
contrato expreso, porque tal compromiso implica una responsabilidad que com-
promete la totalidad del patrimonio social; como lo establece el citado art 28
LPRAF.
El autor considera que la LPRAF significa un gran avance y, probable-
mente, con una mayor magnitud de alcances que la propia LIC, porque ade-
más de ser una ley fácil, en extremo atinada y oportuna (le llama a las cosas
por su nombre) y, por tanto, será muy sencilla de seguir por los interesados,
propicia una seguridad juridica tanto a los inversionistas institucionales como
a los extranjeros que contrasta con la imprecisión de otras leyes que también
tienen aplicación en otros capítulos del medio financiero. De cualquier manera,
dado lo reciente de su promulgación sus verdaderos resultados están por eva-
luarse.
682 LAS SOCIEDADES MERCANTILES DEL SISTEMA FINANCIERO

SEGUNDA
SECCiÓN

INTRODUCCiÓN A LAS
ORGANIZACIONES Y ACTIVIDADES
AUXILIARES DEL CRÉDITO

68 PRECISiÓN GENERAL
La denominaci6n organización auxiliar del crédito es directa y afortunada, por-
que las operaciones que realizan esas instituciones son, en efecto, auxiliares
del crédito, es decir, no son auxiliares de los bancos ni de la autoridad financie-
ra. El objeto de los bancos es, como vimos, la intermediaci6n entre la capta-
ci6n y la colocaci6n de dinero; en tanto que las organizaciones auxiliares no
intermedian la captaci6n y la colocaci6n sino que complementan algunas ope-
raciones financieras concretas. Por ejemplo, el financiamiento de bienes y acti-
vos m6viles o inmovilizados en el arrendamiento financiero; el descuento de
facturas comerciales en el factoraje; la creaci6n de un socio financiero, diseña-
do ex pre en las uniones de crédito; o la compra y venta de divisas en la casa
de cambio, son operaciones que, como se observa, guardan un claro paralelis-
mo con algunas operaciones bancarias específicas, son respectivamente, el prés-
tamo para adquisici6n de activos; el descuento de titulos o créditos en libros
contra una linea de crédito; los préstamos profesionales; y la compra y venta
de divisas que realizan los bancos. Luego, estas organizaciones son auxiliares
del crédito, es decir, participan del mismo mercado financiero que los bancos,
pero con una especialidad irrestricta.
Antiguamente, las organizaciones auxiliares de crédito estaban reglamen-
tadas por la ley bancaria de 1941 (art 30 LGICOA) y eran
• Abnacenes generales de dep6sito
• Bolsas de valores
• Cámaras de compensaci6n
• Uniones de crédito.
Introducción a las organizacionesy actividadesauxiliaresdel crédito 683

Los primeros y las últimas permanecen hasta nuestros días, pero las bolsas
de valores y las cámaras de compensación, aunque continúan funcionando, ya
no lo hacen con carácter de organizaciones auxiliares del crédito, sino que lo
hacen de manera díferente. En efecto, las cámaras de compensación dejaron
de funcionar como organizaciones auxiliares de crédito en díciembre de 1970,
fecha en la cual se le concedíeron expresa y legalmente las facultades y obliga-
ciones de compensación a Banxico, (art 80, II LOBANXICO). Por su parte,
las bolsas de valores dejaron de funcionar con el carácter de organizaciones
auxiliares de crédito en 1975, cuando entró en vigor la nueva LMV, en la cual
se reguló el funcionamiento de estas bolsas como organismos principales y no
accesorios o de apoyo, con objetivos definidos que se inician y agotan en la pro-
pia institución (arts 29 y ss LGOAAC).
Con la estatización de la banca y la derogación parcial de laLGICOA (núm
27), quedó igualmente derogado, de manera parcial, el estatuto legal de las oro
ganizaciones auxiliares de crédito que, como se recordará, estaba organizado
por la misma ley que regulaba al estatuto bancario; de ahí la denominación de
la Ley de 1941 (LGICOA) como Ley General de Instituciones de Crédito y Or-
ganizaciones Auxiliares. Así, en 1985 (D O 14 de enero), se publicó una ley por
completo nueva (la LGOAAC), la cual sigue en vigor y cuya vocación consiste
en el establecimiento del estatuto legal tanto de las instituciones como de las
actividades auxiliares del crédito. En el art 20 transitorio de esa ley, se derogó,
por cuanto a las organizaciones auxiliares del crédito se refería, la vieja LGI·
COA de 1941. A partir pues de 1985, este segmento del crédíto dispone de una
ley especial, que en la fecha de su publicación contemplaba las siguientes orga-
nizaciones y actividades auxiliares del crédito (art 30)
• Almacenes generales de depósito
• Arendadoras financieras
• Uniones de crédíto
• Casas de cambio como actividad auxiliar (art 81).
Sin embargo dentro de los cambios importantes que sufrió la LGOAAC el 3 de
enero de 1990, el art 30 y la ley en su conjunto se modificaron en el sentido
de prever otro nuevo tipo legal de organización auxiliar del crédito, a saber,
las empresas de factoraje financiero. Entonces, en nuestro sistema financiero
existen cuatro organizaciones auxiliares del crédito y una actividad auxiliar
(art 30 LGOAAC), a saber
• Almacenes generales de depósito
• Arrendadoras financieras
• Uniones de crédíto
• Empresas de factoraje financiero
• Casas de cambio como actividad auxiliar (art 81).
En los siguientes numerales revisaremos cuáles son las caracteristicas princi-
pales de estas empresas, asi como sus actividades más sobresalientes. Antes
684 LAS SOCIEDADES MERCANTILES DEL SISTEMA FINANCIERO

de ello es conveniente citar los requisitos generales que todas las organizacio-
nes deben cumplir, cualquiera que sea su especialidad y tipo
• Deben constituirse como sociedades anónimas de acuerdo con la LGSM
(art 80 LGOAAC), con una duración indefinida
• Deben obtener una autorización previa de la SHCP, con excepción de las
uniones de crédito, las que deberán obtenerla de la CNB (art 50 LGOAAC)
• Deben mantener un capital minimo que la SHCP determina anualmente,
pero que en todo caso debe estar integramente suscrito y pagado (art 80
LGOAAC)
• Tanto los estatutos como sus modificacioríes, deben ser autorizados por
la SHCP
• No pueden participar en su capital, directamente o por interpósitas: perso-
nas fisicas o morales extranjeras, excepto por autorización de la SHCP,
que es intrasmisible, otras organizaciones auxiliares del mismo tipo, salvo
en caso de fusión; organizaciones auxiliares de tipo diferente; compañías
de seguros, de fianzas y casas de bolsa
• Cada socio o grupo de socios que representen 15% del capital pueden de-
signar un consejero, los que no pueden ser inferiores a cinco, excepto las
uniones de crédito que pueden ser siete.
Por último, es importante señalar que el estatuto legal de las organizaciones
auxiliares del crédito es, desde luego, su ley especial, pero su régimen supleto-
rio es distinto al de los bancos, a saber (art 10 LGOAAC)
• Leyes mercantiles
• Usos mercantiles imperantes
• Derecho común.

69 LOS ALMACENES GENERALES DE DEPÓSITO


Como organizaciones auxiliares del crédito (art 11 LGOAAC), los almacenes
generales, tienen por objeto el almacenamiento, guarda y conservación de bie-
nes o mercancías en general y la expedición de certificados de depósito y bonos
de prenda (t I). También, pueden realizar la transformación de las mercancías
depositadas a fin de aumentar su valor, siempre que no varie esencialmente
su naturaleza.
Según vimos, sólo los almacenes generales de depósito están facultados
para expedir certificados de depósito y bonos de prenda que, en su carácter
de títulos de crédito, son documentos autónomos regulados de manera especí-
fica por la ley de la materia (art 229 LGTOC). Respecto del funcionamiento del
certificado de depósito y la participación de los almacenes en su expedición,
ejecución y custodia, puede recurrirse al t I.
En nuestro sistema, existen dos tipos de almacenes de depósito (art 11 L/C)
Introducción a las organizaciones y actividades auxiliares del crédito 685

• Los que se destinan exclusivamente a graneros o depósitos especiales pa-


ra semillas y demás frutos o productos agrícolas, industrializados o no, así
como a recibir en depósito mercancias o efectos nacionales o extranjeros
de cualquier clase, por los cuales ya se hayan pagado los impuestos Corres-
pondientes; es decir, bienes sobre los que ya se pagaron los derechos y los
aranceles de importación, y que ya están listos para distribuirse en el mer-
cado nacional
• Los almacenes, que además de estar facultados para recibir el depósito de
los frutos o productos mencionados en el párrafo anterior, lo estén tam-
bién para admitir mercancias destinadas al régimen de depósito fiscal; en
este caso, los almacenes sólo pueden establecerse donde existan aduanas
o en su caso donde señale la SHCP (art 14 LGOAAC).
Estos últimos, también conocidos como recintos fiscales, son los lugares de de-
pósito a los cuales llegan las mercancías importadas y en los que deben perma-
necer hasta que cumplimenten los trámites y los pagos tarifarios y de
importación correspondientes y, por lo mismo, todavia no están listas fiscal-
mente para ingresar y distribuirse en el mercado nacional.
Pueden establecerse almacenes generales que funjan simultáneamente co-
mo almacenes para los dos tipos de depósito anteriores, pero de ser así debe
establecerse una separación material completa entre los locales que se desti-
nen a cada tipo de almacenaje.
Los almacenes pueden tomar en arriendo locales ajenos, dentro y fuera de
la República, si reúnen determinados requisitos de acceso, solidez, etc (art 17),
y previa autorización de la CNB; sin embargo, no se deben confundir con los
habilitados, los cuales consisten en bodegas que no son propiedad del almacén,
sino del propio depositario, pero que el almacén toma a su cargo (art 16
LGOAAC). Es el caso de una gran empresa que importa con tanta frecuencia,
que se justifica el tener un almacén geográficamente inmediato a su planta,
y al mismo tiempo le resulta rentable que la bodega sea de su propiedad o po-
sesión.
Los almacenes pueden actuar como corresponsales de bancos, lo mismo
que otros almacenes; tomar seguros por cuenta ajena para cubrir las mercan-
cías depositadas; gestionar la negociación de bonos de prenda por cuenta de
sus depositantes; efectuar el embarque de las mercancias tramitando los docu-
mentos correspondientes; y prestar todos los servicios técuicos necesarios pa-
ra la conservación y salubridad de las mercancias (art 19 LGOAAC). Asimismo,
pueden enajenar al mejor postor, mediante remate en almoneda las mercan-
cías o bienes depositados, cuando debidamente lo pida el tenedor de un bono
de prenda, cuyo deudor prendario no cumplió la prestación para rescatar su
bono, el cual por definición fue útil para obtener un beneficio que quedó garan-
tizado con el mismo (arts 21 y 22 LGOAAC).
El contrato que los almacenes generales celebran con los depositantes es,
precisamente, el de depósito de mercancias en los mismos, y el titulo de crédito
686 LAS SOCIEDADES MERCANTILES DEL SISTEMA FINANCIERO

que expiden al depositante como prueba y consignación del derecho de propie-


dad que tiene sobre los bienes depositados es el certificado de depósito y los
bonos de prenda, los que no pueden tener un valor superior a 50 veces el capi-
tal pagado del almacén (art 13 LGOAAC) lo que ya fue objeto de análisis (t 11.
Finalmente, a los almacenes generales les está prohibido, (i) operar sobre
sus propias acciones; (ii) emitir acciones preferentes de voto limitado; (iii) reci-
bir depósitos bancarios de dinero; (iu) otorgar fianzas o cauciones; (u) adquirir
bienes que no estén destinados a su objeto social; (vi) realizar operaciones de
compraventa de oro, plata y divisas, y (uii) realizar operaciones en las cuales
puedan resultar deudores personas físicas de relación incompatible (art 23
LGOAAC).

70 LAS ARRENDADORAS FINANCIERAS


Hemos visto que las arrendadoras financieras fueron reconocidas expresamente
por nuestra ley hasta la publicación, en 1985, de la primera ley especializada
en la materia; pero es con precisión hasta la expedición de las Reglas Básicas
para la Operación de las Arrendadoras Financieras que, con fundamento en los
arts 8, 1; 24, IV; 36 Y 78 de la propia LGOAAG, expidió la SHCP, en 1989
(D O 31 de julio), que estas entidades reciben una normatividad específica y defi-
nitiva. Sin embargo, cabe señalar que, de forma extra norma, tenian muchos
años de existir con los antecedentes que se señalan más adelante en el estudio
del contrato de arrendamiento financiero (núm 209).
Los dos mayores beneficios que las arrendadoras financieras han presta-
do a los medios industriales, comerciales y de servicios son de orden financiero
y fiscal. En el primer caso, porque el capital monetario de sus clientes arrenda-
tarios, éstos lo aplican en la operación de su negocio y no en la compra de bie-
nes inmovilizados que son los que por lo genral, requieren mayor cantidad de
capital, pero además, en opinión del maestro Díaz Bravo, la disposición de los
bienes que el arrendamiento permite sólo lo hace el comerciante durante su vi-
da útil; como veremos después; y en el segundo caso, porque la totalidad del
pago periódico que el cliente hace a la arrendadora es íntegramente deducible
de impuestos, en tanto que si hubiera adquirido el bien de modo directo, sólo
se podría haber hecho deducible cada afio, como depreciación, un cierto por-
centaje de su costo de adquisición, el cual varía según el tipo de bien.
Las sociedades que disfruten de autorización para funcionar como arren-
dadoras financieras sólo pueden realizar las siguientes operaciones (art 24
LGOAAC)
• Desde luego, y fundamentalmente, celebrar contratos de arrendamiento fi-
nanciero
• y por lo mismo, adquirir bienes para darlos en arrendamiento financiero
• Adquirir bienes del futuro arrendatario con el compromiso de dárselos en
arrendamiento
Introducción a las organizaciones y actividades auxiliares del crédito 687

• Obtener préstamos y créditos de instituciones de crédito y de seguros me-


xicanas o extranjeras, así como de proveedores, fabricantes o constructo-
res de los bienes que serán objeto de arrendamiento, para realizar las
operaciones que se les autorizan. La SHCP puede autorizar otras fuentes
de financiamiento
• Descontar, dar en prenda o negociar los títulos de crédito y afectar los de-
rechos provenientes de los contratos de arrendamiento financiero, o de las
operaciones autorizadas a las arrendadoras, con las personas de las que re-
ciban financiamiento
• Constituir depósitos a la vista y a plazo en bancos mexicanos o del extran-
jero, lo mismo que adquirir valores aprobados para el efecto por la CNV
• Las demás operaciones análogas y conexas que autorice la SHCP, como
son, principalmente, la emisión de obligaciones quirografarias o con garantia
especifica para ser colocadas entre el gran público (regla 9a D O de 1989).

Por otra parte, las arrendadoras financieras tienen las siguientes prohibicio-
nes (art 38 LGOAAC)

• N o pueden operar sobre sus propias acciones ni emitir acciones preferen-


tes o de voto limitado
• No pueden celebrar operaciones, en virtud de las cuales resulten o puedan
resultar deudores de la arrendadora, sus directores generales o gerentes
generales, salvo que correspondan a préstamos de carácter laboral; sus co-
misarios propietarios suplentes; sus auditores externos; o los ascendientes
o descendientes en primer grado o cónyuges de las personas anteriores
• No pueden recibir depósitos bancarios de dinero ni otorgar fianzas o cau-
ciones
• No pueden adquirir bienes, títulos o valores, mobiliario o equipo no desti-
nados a sus oficinas o a celebrar operaciones propias de su objeto, que no
deban conservar en su activo. Si por adjudicación o cualquier otra causa
los adquieren, deben venderlos en un año si se trata de bienes muebles y
de dos si son inmuebles, pudiendo la CNB prorrogar el plazo cuando se di-
ficulte la venta. Si al término del plazo o de la prórroga no se han vendido,
la propia comisión procede a sacarlos administrativamente a remate. Cuan-
do se trate de bienes que las arrendadoras financieras hayan recuperado
por incumplimiento de las arrendatarias podrán arrendarse a terceros si
las circunstancias lo permiten
• No pueden realizar operaciones de compraventa de oro, plata y divisas, ex-
cepto las relacionadas con financiamientos o con contratos que se hayan
celebrado en moneda extranjera, que se ajustarán a las disposiciones ge-
nerales que en su caso expida Banxico
• No pueden llevar a cabo operaciones que no les estén expresamente auto-
rizadas.
688 LAS SOCIEDADES MERCANTILES DEL SISTEMA nNANCIERO

Los préstamos que las arrendadoras financieras están autorizadas a pedir, se


someten en cuanto a condiciones y limites a las reglas generales que en su caso
expida Banxico, especificamente no pueden ser de más de 30% del pasivo exi-
gible (regla 3a D O 1989) Y sólo se pueden aplicar a actividades productivas
(regla 4a DO 1989). La SHCP establecerá oyendo a la CNB, mediante reglas
generales, las obligaciones contingentes de arrendamiento financiero, cuando
dichas obligaciones sean distintas al descuento de los títulos recibidos en vir-
tud de un arrendamiento, y seilala además el monto máximo de estos pasivos
que se les autorice contraer (art 36 LGOAAC).
El capital minimo con el cual deben contar las arrendadoras financieras
es de un mil millones de pesos (regla la D O 1989).
El importe de su capital pagado y de sus reservas de capital debe estar
invertido en operaciones propias de su objeto, así como en los bienes muebles
e inmuebles que están autorizados a adquirir. Asimismo, el monto de las inver-
siones en mobiliario yen equipo o en inmuebles destinados a sus oficinas, más
el valor de la inversión en acciones de sociedades que se organicen, únicamente
para adquirir el dominio y administrar edificios (siempre que en algún edificio
de su propiedad tenga establecida o establezca su oficina principal o alguna
sucursal o agencia), no puede exceder a 60% del capital pagado y reservas de
capital. Esa inversión en acciones y los requisitos que deban satisfacer se suje-
tan a las reglas generales de la SHCP. Por último, el importe de los gastos de
instalación no puede exceder a 10% del capital pagado y reservas de capital,
aunque la CNB puede aumentar temporalmente y en casos especiales, este por-
centaje y el anterior (art 37 LGOAAC).
Las arrendadoras deben invertir los recursos que provengan de créditos
y descuentos, de forma que les permitan mantener condiciones adecuadas de
seguridad y liquidez. La SHCP, oyendo la opinión de Banxico y de la CNB,
determina las clasificaciones de los activos y, en su caso, las operaciones cau-
santes de pasivos contingentes en función de su seguridad y liquidez y, asimis-
mo, los porcentajes máximos de pasivo exigible y de pasivo contingente que
podrán estar representados por los distintos grupos de activos y de operacio-
nes resultantes de las referidas clasificaciones. Las clasificaciones y porcenta-
jes mencionados pueden ser determinados para diferentes tipos de pasivos o
para distintas arrendadoras financieras clasificadas, según su ubicación, mag-
nitud, composición de pasivos u otros criterios (art 37, al LGOAAC).
Las arrendadoras financieras, sin perjuicio de mantener el capital minimo
previsto por la LGOAAC, deben contar con un capital contable por un monto
no inferior al que resulte de aplicar no menos de 3%, a la suma de sus activos
y, en su caso, de sus operaciones causantes de pasivo contingente expuestos
a riesgos significativos. La SHCP, oyendo la opinión de la CNB y de Banxico,
y teniendo en cuenta los usos internacionales en la materia, determinará cuá-
les activos deben considerarse dentro de esta suma. El capital contable tampo-
co debe ser inferior a la suma de las cantidades que se obtengan de aplicar a
Introducción a las organizacionesy actividadesauxiliaresdel crédito 689

los grupos de activo y de operaciones causantes de pasivo contingente, resul-


tantes de las clasificaciones por seguridad y liquidez anteriores, los porcientos
que el Banxico determine para cada uno de esos grupos, oyendo la opini6n de
la CNB. A estos efectos la SHCP, señalará los conceptos que se consideran in-
tegrantes del capital contable de las arrendadoras para lo que habrá de oír a
la CNB y al Banxico (art 37, b) LGOAAC).
Finalmente, las arrendadoras financieras están obligadas a llevar un in-
forme mensual de sus actividades del mes anterior, detallado de forma que se
conozcan las operaciones en curso y las expectativas de su cartera (regla 7a
DO 1989).

71 LAS UNIONES DE CRÉDITO


En materia empresarial como en ninguna otra, el axioma de que "la unión hace
la fuerza" resulta insoslayable. En los últimos 20 años, se han realizado ma-
crooperaciones de fusi6n de empresas que trabaj aban de manera individual,
que a partir de entonces funcionan de modo de enormes consorcios, holdings
y trust que les permite mayor seguridad tanto en el funcionamiento como en
la penetraci6n del mercado. Tal vez, influenciado fundamentalmente por el sis-
tema bancario estadounidense, en el que los creditunion tienen difusi6n y han
sido de gran ayuda en el desarrollo capitalista de aquel país, nuestro legislador
de 1941 también adopt6 dichas figuras, pero no como instituciones de crédito,
sino como un auxiliar del crédito al que denomin6 precisamente "unión de
crédito".
Podríamos definir a esta organizaci6n como la sociedad an6nima creada
por personas fisicas o morales que coinciden en la necesidad de crear otra per-
sona más, la cual les preste dinero, les dé su aval y, en general, les auxilie en
cualquier operación de crédito, y además única y exclusivamente les preste ese
tipo de servicio a ellas. Es decir, las uniones son sociedades creadas por sus
socios para darse a sí mismos un nuevo compañero y aliado de empresa y tra-
bajo, el cual s6lo les dará servicio a ellos.
En nuestra opini6n, Francia es el pais en el cual este tipo de uniones ha
tenido una difusi6n mayor; en opini6n de Mércadal, prestaron utilidad sin pa-
ralelo al desarrollo francés que se inicia en la Quinta República (1968). Bajo
el nombre de Groupement d' interet economique (Agrupaci6n de intereses eco-
n6micos), existen en aquel pais varios miles de uniones, cuya diferencia con la
nuestra consiste en que su objetivo no se reduce a la actividad crediticia, sino
que es ilimitado y puede brindar cualquier tipo de apoyo a sus agrupados.
Una característica que persiste en las uniones de crédito, a pesar de las
modificaciones de su legíslacíón, es que pueden ser de cuatro tipos: agropecua-
rias, industriales, comerciales o mixtas; este último caso cuando su objetivo
es dos o más de los anteriores (art 39 LGOAAC). Su capital no puede ser infe-
rior al que señale la SHCP y las acciones que lo representan, son nominativas
690 LAS SOCIEDADES MERCANTILES DEL SISTEMA FINANCIERO

y para su trasmisión se requiere la autorización del consejo de administración,


cuyos miembros no pueden ser menos de siete. Dichas acciones les confieren
a sus socios los mismos derechos y obligaciones. Debe disponer de una zona
geográfica especifica que será la única donde pueda establecer sucursales. Por
su parte, los socios deben residir en la zona geográfica de la plaza de su domicí-
lio social y su número será el que determine la propia CNB; por último, ningún
socio puede ser propietario de más de 10% del capital, ni pertenecer a dos o
más uniones de crédito que correspondan a un mismo tipo (art 80, IV LGOAAC).
El objetivo de las uniones de crédito es el de facilitar el uso del crédito a
sus socios; prestar su garantía o aval; practicar operaciones de descuento, prés-
tamo y crédito de toda clase; recibir de sus socios exclusivamente, depósitos
de dinero; adquirir acciones, obligaciones y otros titulos semej antes; tomar a
su cargo la administración o construcción de obras propiedad de los socios; pro-
mover la organización y administración de empresas de transformación de los
productos de sus socios; encargarse de las ventas de los frutos obtenidos o ela-
borados por sus socios; encomendarse por cuenta y orden de sus socios de la
compraventa o alquiler de implementos de producción; adquirir los bienes ne-
cesarios para la producción de sus socios, a fin de vendérselos a éstos; encar-
garse de la transformación de los productos obtenidos o elaborados por sus
socios; y realizar todos los actos conexos o accesorios de las actividades ante-
riores (art 43 LGOAAC).
El carácter de compañero de trabajo exclusivo de sus socios se confirma
con la prohibición expresa, para las uniones de crédito, de dedicarse a lo siguiente
(art 45 LIC)

• Realizar operaciones de descuento, préstamos o crédito con personas que


no sean sus socios
• Emitir cualquier clase de obligaciones, bonos O títulos de naturaleza análoga
• Entrar en sociedad de responsabilidad limitada y explotar por su cuenta
minas, plantas metalúrgicas, fincas rústicas y establecimientos mercanti-
les o industriales
• Comerciar por cuenta propia o ajena sobre mercaderias de cualquier género
• Otorgar fianzas, garantias, cauciones o avales salvo que sean en favor de
sus socios
• Hipotecar sus propiedades
• Operar sobre sus propias acciones
• Aceptar o pagar letras de cambio o cualquier otro título de crédito en des-
cubierto
• Conceder préstamos o créditos de cualquier clase con garantia de oro o di-
visas extranjeras, excepto que se trate de sus socios
• Realizar operaciones a futuro de compra y venta de oro y divisas extranjeras
• Hacer operaciones de reporto de cualquier clase
Introducción a las organizaciones y actividades auxiliares del crédito 691

• Concertar operaciones con sus directores, miembros del consejo de admi-


nistración y comisarios, en virtud de las cuales puedan resultar errores di-
rectos del establecimiento.
Las uniones de crédito son organizaciones auxiliares que no han alcanzado un
grado de desarrollado en nuestro país, el cual permita extraer ellas todos los
beneficios que las mismas ofrecen. Algunos técnicos mexicanos han acudido
a la holding, con olivido de que nuestro derecho cuenta con una figura que
colma perfectamente las necesidades de nuestro sistema. Muy afortunado se-
rá el encuentro de las uniones de crédito con nuestro sistema socieconómico;
para ello debe aligerarse la carga administrativa de su trámite de constitución.

72 LAS EMPRESAS DE FACTORAJE FINANCIERO


En enero de 1990 (D O 3 de enero), con la adición de un injerto bis al cap III
de la LGOAAC (De las empresas de factoraje financiero) se reconoció por pri-
mera vez, de manera integral, la operación del factoraje financiero, el cual, ins-
titucionalmente, sólo puede ser prestado por las auxiliares del crédito
denominadas empresas de factoraje financiero.
N o obstante, la antigiiedad con la cual nuestra legislación organiza la ins-
titución del factor como el director de una empresa o establecimiento fabril o
comercial (art 309 C Com), dicho término no es español, sino latino, pero su
declinación etimológica ocurrió en el idioma inglés. En efecto, desde el cente-
nario Statue of Uses el factor era considerado como un agente de comercio, que
se distinguía del broker, en el sentido de que aquel tiene el control, manejo y
posesión de la mercancla y éste sólo actuaba como un intermediario entre como
prador y vendedor sin que, generalmente, ni siquiera conociera la mercancla
o los bienes. Así, el término factor en español es, una vez más, una mala tra-
ducción del inglés, que se hizo de manera directa y no idiomática. De haber
sido mandatario comercial o comisionista. Lo anterior lo podrá constatar el lec-
tor, al consultar el diccionario de la lengua española, en el cual el factor se defi-
ne como un elemento o circunstancia evaluable, en torno a un suceso dado o
un considerando de composiciones aritméticas, pero no un director mercantil
ni tampoco un comisionista.
La anterior no es una critica, es una breve introducción a la exposición de
la recién adoptada por nuestra legislación, figura del factoraje financiero. En
efecto, desde hace siglos en el derecho anglosajón, el sinónimo perfecto de co-
misión (el porcentaje que cobra el comisionista por haberle vendido su mercan-
cía al principal), es factorage. Más tarde. una de sus más importantes
derivaciones. el factoring, se conoció en aquel derecho como la comisión que
cobraba un factor (agente comercial) por colocar o vender, con un tercero, las
deudas a su favor que tenia su cliente; es decir, era la actividad que realizaba
un factor adquiriendo y colocando deudas y no mercancla. A tal grado su dífu-
692 LAS SOCIEDADES MERCANTILES DEL SISTEMA FINANCIERO

sión que tal vez esa operación. por sus orígenes, puede considerarse el verda-
dero antecedente comercial del descuento (núm 135). porque el titulo o el crédito
se recibía, menos un descuento (dtscount); que era. precisamente. el factorage
(comisión) que cobraba el factor (comisionista) por facilitarle dinero en efectivo
a su cliente.
Como ya dijimos. este contrato sólo puede celebrarse por una empresa de
factoraje financiero que esté constituida de conformidad con la LGOAAC, en
la forma que antes apuntamos (núm 68). De acuerdo con ese estatuto legal. las
sociedades que disfruten de autorización para operar en calidad de empresas
de factoraje financiero sólo pueden realizar las operaciones siguientes (art 47.
b) LGOAAC)
• Celebrar. contratos de factoraje financiero
• Obtener préstamos y créditos de instituciones de crédito y de seguros del
país o de entidades financieras del exterior destinados a la realización de
las operaciones autorizadas o para cubrir necesidades de liquidez relacio-
nadas con su objeto social
• Obtener préstamos y créditos mediante la suscripción de títulos de crédito
en serie o en masa para su colocación pública. de acuerdo con las reglas
que expida el Banxico
• Descontar. dar en prenda o negociar. de cualquier forma. los derechos de
crédito provenientes de los contratos de factoraje. con las personas de quie-
nes reciban los créditos; aunque. al igual que en las arrendadoras financie-
ras. la SHCP puede autorizar excepciones. oyendo la opinión del Banxico
• Constituir depósitos a la vista y a plazo en bancos mexicanos o extranje-
ros. así como adquirir valores aprobados para el efecto por la CNV
• Adquirir bienes muebles o inmuebles destinados a sus oficinas o necesa-
rios para su operación
• Adquirir acciones de sociedades que se organicen únicamente para pres-
tarles sus servicios o para adquirir el dominio y administrar inmuebles en
los cuales las empresas de factoraje financiero tengan establecidas o esta-
blezcan su oficina principal. alguna sucursal o una agencia
• Prestar servicios de administración y cobranza de derechos de crédito
• Las demás operaciones conexas que. mediante reglas de carácter general.
autorice la SHCP. oyendo la opinión de la CNB y del Banxico.

Por otra parte. las empresas de factoraje financiero tienen prohibido (art 45.
y LGOAAC)
• Operar sobre sus propias acciones. y emitir acciones preferentes o de voto
limitado
• Celebrar operaciones. en virtud de las cuales resulten o puedan resultar deu-
dores de la empresa sus directores generales o gerentes generales. salvo
que correspondan a préstamos de carácter laboral; sus comisarios propie-
Introducción a las organizaciones y actividades auxiliares del crédito 693

tario O suplente; sus auditores externos; o los ascendientes o descendien-


tes en primer grado o cónyuges de las personas an teriores
• Recibir depósitos bancarios de dinero
• Otorgar fianzas o cauciones
• Enajenar los derechos de crédito objeto de un contrato de factoraje al mis-
mo cliente del cual los adquirió, o a empresas vinculadas con éste o inte-
gradas con él en un mismo grupo
• Adquirir bienes, mobiliario o equipo no destinados a sus oficinas. Si por
adjudicación o cualquier otra causa adquieren tales bienes, deben vender-
los, si se trata de bienes muebles, en el término de un año, o de dos, si son
inmuebles; la CNB puede prorrogar el plazo si se dificulta la venta. Si al
término de la prórroga no se han vendido, la propia CNB procederá a sa-
carlos administrativamente a remate
• Realizar operaciones de compraventa de oro, plata y divisas. Se excep-
túan las operaciones de divisas relacionadas con los financiamientos que
reciban o con los contratos de factoraje financiero que celebren, denomina-
dos en moneda extranjera, que se ajusten a las reglas generales que en su
caso expida, el Banxico
• Adquirir derechos de crédito a cargo de subsidiarias, filiales, controlado-
ras o accionistas de las propias empresas de factoraje a excepción de la ad-
quisición de instrumentos financieros emitidos por bancos
• Celebrar contratos en los cuales el arrendatario quede obligado solidaria-
mente con el deudor, cuando coloquen titulos de crédito entre el público
inversionista, salvo colocaciones en instituciones de crédito, o de seguros
y fianzas, sociedades de inversión comunes y de renta fija
• Descontar, garantizar y, en general, otorgar créditos distintos de los ex-
presamente autorizados en esta ley, y realizar las demás operaciones que
no les están autorizadas de modo expreso.
Las empresas de factoraje financiero pueden gravar los titulos que hayan ope-
rado (factorado), pero en ese caso, la prenda sobre los derechos de crédito que
haya adquirido, se constituye y formaliza, como garantia, en contrato escrito,
pudiendo quedar como depositario de los documentos correspondientes el di-
rector general o gerente general de la empresa (art 45, 1) LGOAAC).
Los créditos que las empresas de factoraje están autorizadas a obtener,
se someten, en cuanto a sus limites y condiciones, a las reglas de carácter ge-
neral que expida, en su caso el Banxico (art 45, m) LGOAAC).
Al igual que las arrendadoras financieras, las empresas de factoraje deben
invertir los recursos provenientes de créditos y descuentos en condiciones que
les permitan mantener la adecuada seguridad y liquidez. La SHCP, oyendo la
opinión del Banxico y de la CNB, determina las clasificaciones de los activos
y, en su caso, de las operaciones causantes de pasivo contingente y, en función
de su seguridad y liquidez, establece los porcentajes máximos de pasivo exigi-
ble y de pasivo contingente que podrán estar representados por los distintos
694 LAS SOCIEDADES MERCANTILES DELSISTEMA FINANCIERO

grupos de activo y de operaciones resultantes de las referidas clasificaciones.


Las clasificaciones y porcentajes mencionados podrán ser determinados para
diferentes tipos de pasivo o para distintas empresas de factoraje financiero se-
gún su ubicación, magnitud, composición de sus pasivos u otros criterios (art
45, n) LGOAAC).
Una vez más, al igual que las arrendadoras financieras, las de factoraje,
sin perjuicio de mantener el capital minimo previsto en la LIC, deben tener un
capital contable -por un monto no inferior a la cantidad que resulte de aplicar
no menos de 3% a la suma de sus activos y, en su caso, de sus operaciones cau-
santes de pasivo contingente expuestos a riesgos significativos. La SHCP, oyen-
do la opinión de la CNB y del Banxico, determina qué activos deben considerarse
en esa suma. El capital contable tampoco debe ser inferior a la suma de las
cantidades que se obtengan de aplicar a los grupos de activos y de operaciones
causantes de sus pasivos contingentes resultantes de las clasificaciones por
seguridad y liquidez anteriores, los porcientos que Banxico deternilite para ca-
da uno de esos grupos, atendiendo a la opinión de la CNB. Para estos efectos
la SHCP, oyendo a la CNB y a Banxico, señala los conceptos que se consideran
para determinar el capital contable de las empresas de factoraje (art 45, o)
LGOAAC).
El importe del capital pagado y las reservas de capital de las empresas
de factoraje debe ser invertido en los términos siguientes (art 45,p) LGOAAC)
• En principio, sólo debe invertirse en operaciones propias de su objeto
• No menos de 40% del capital pagado y reservas de capital debe estar in-
vertido en valores gubernamentales, en instrumentos bancarios o en ambos
• El importe de las inversiones en mobiliario y equipo o en inmuebles destí-
nados a oficinas, así como en gastos de instalación, más el monto de la in-
versión en acciones de sociedades que se organicen sólo para prestarle
servicios o adquirir el dominio y administrar inmuebles, en los cuales la
empresa de factoraje tenga establecida o establezca su oficina principal,
alguna sucursal o una agencia. No excederá de 25% del capital pagado y
sus reservas, la inversión en dichas acciones y sus requisitos se sujetan
a las reglas que dicte la SHCP.
El importe máximo de las responsabilidades a favor de una empresa de facto-
raje y a cargo de una sola persona o grupo de personas que, por nexos patrimo-
niales o de responsabilidad, constituyen riesgos comunes, no puede exceder los
limites que determine la SHCP, oyendo a la CNB (art 45, q) LGOAAC).
Las empresas de factoraje están obligadas a obtener información relativa
a la solvencia moral y económica de los deudores en los contratos de factoraje.
En sus decisiones, deben tener en cuenta, de preferencia, la seguridad, liquidez
y rentabilidad de las operaciones que realicen y deben hacer el análisis de los
derechos de crédito que vayan a adquirir. Los contratos en los cuales el cliente
quede obligado solidariamente con el deudor, deben ser congruentes con la ca-
Introducción a las organizaciones y actividades auxiliares del crédito 695

pacidad económica real de los clientes y con la naturaleza y clase de los dere-
chos de crédito que se hayan trasmitido (art 45, r) LGOAAC).
Finalmente, las empresas de factoraje financiero están obligadas a sumi-
nistrar a Banxico la información general que les requiera acerca de sus opera-
ciones, as! como aquellos datos que permitan estimar su situación financiera
(art 45, s) LGOAAC).

73 LAS CASAS DE CAMBIO (COMPRAVENTA


PROFESIONAL DE DIVISAS)
Las casas de cambio no están consideradas por la ley como organizaciones auxi-
liares de crédito, sino que es la actividad realizada la que se considera auxiliar;
es decir, la compraventa profesional de divisas es una actividad -no una
organización- auxiliar del crédito. Como las organizaciones propiamente di-
chas, las sociedades que pretenden desarrollar esta actividad, requieren auto-
rización de la SHCP. Sin embargo, los bancos y las casas de bolsa no requieren
de autorización, y sólo deben sujetarse en sus operaciones con divisas, a las
leyes aplicables (art 81 LGOAAC).
Es importante hacer notar que las operaciones con divisas, conexas a la
prestación de servicios; as! como la captación de divisas por venta de bienes
que realicen establecimientos ubicados en las franjas fronterizas y zonas libres
del país y demás empresas que por sus actividades normales celebren opera-
ciones con extranjeros, no se consideran actividades habituales y profesiona-
les en los términos de esta regulación.
Las sociedades anónimas a las cuales se les otorgue autorización para
realizar esta actividad se denominarán casa de cambio, y deben organizarse
con arreglo a la LGSM y ajustarse a los siguientes requisitos (art 82 LGOAAC)
• Que su objeto social sea exclusivamente la compra, venta y cambio de di-
visas, billetes y piezas metálicas nacionales o extranjeras, de que no ten-
gan curso legal en el país de emisión; de piezas de plata conocidas como
onzas troy y de piezas metálicas conmemorativas acuñadas en forma de
moneda; lo mismo que otras operaciones afines a las antes señaladaa que
al efecto autorice la SHCP, mediante disposiciones de carácter general, oyen-
do la opinión del Banxico
• En los estatutos sociales debe indicarse que: (i) en la realización de su obje-
to la sociedad debe ajustarse a lo previsto en la LGOAAC y demás dispo-
siciones aplicables, y {ii) que las acciones representativas de su capital sólo
podrán trasmitirse previa aprobación de la SHCP, oyendo la opinión de el
Banxico y de la CNB
• Que estén constituidas como sociedades mexicanas con cláusula de exclu-
sión de extranjeros
• Que cuenten con el capital miuimo pagado que señale periódicamente, en
reglas generales, la SHCP, oyendo la opinión de Banxico y de la CNE. En
696 LAS SOCIEDADES MERCANTILES DEL SISTEMA FINANCIERO

sus estatutos, se debe señalar que el capital citado se ajustará en los tér-
minos y condiciones que se indiquen en dichas disposiciones.
A efecto de obtener autorización para operar como casa de cambio, habrá de
presentarse a la SHCP una solicitud a la cual debe acompañarse lo siguiente
(art 83 LGOAAC)
• Proyecto de estatutos de la anónima correspondiente; relación de los so-
cios que habrán de integrarla, con expresión del capital que suscribirán;
además de la documentación que la SHCP estime conveniente para avalar
su solici tud
• Un detalle curricular y de datos personales generales de los socios y de los
administradores, con el objeto de evaluar la capacidad técnica y la solven-
cia moral de las personas en quienes recaerá la administración de la sociedad
• Un billete de depósito, en moneda nacional, por 10% del capital minimo
exigido para operar que señale la SHCP, de acuerdo con la LGOAAC, ex-
pedido a favor de la propia Secretaria, por institución de crédito. Dicho de-
pósito se reintegra cuando se demuestre la constitución de la sociedad
cuando se niegue la autorización solicitada o cuando exista desistimiento
por parte de los interesados; pero se aplicará al fisco federal en caso de que
no se constituya dentro de los seis meses siguientes a la fecha de autori-
zación.

En esta materia está prohibida toda propaganda en territorio nacional, rela-


cionada con la compra, venta y cambio de divisas de manera habitual y profe-
sional, realizada por personas o sociedades que no cuenten con autorización.
Las casas de cambio deben incluir en toda clase de propaganda o publicidad,
la fecha y 'número del oficio en la cual conste la autorización que les fue otorga-
da para operar como tales (art 86 LGOAAC).
Cuando la CNB presuma que una persona física o moral está realizando
operaciones de las reservadas a las casas de cambio sin autorización, puede nom-
brar un inspector y los auxiliares necesarios a fin de comprobarlo. De ser así,
ordenará la intervención administrativa de la negociación, empresa o estable-
cimiento de la persona de que se trate hasta que las operaciones ilegales sean
liquidadas, sin perjuicio de la clausura administrativa de los locales que la pro-
pia CNB lleva a cabo, quedando facultada para remover los signos externos
y toda ostentación pública prohibidos.
Las operaciones de las casas de cambio deben ajustarse a las siguientes
reglas generales de (art 84 LGOAAC)
• Deben contar con un local exclusivo para la realización de sus operaciones
• Deben proporcionar a la SHCP o al Banxico, su posición para la realiza-
ción de sus operaciones
• Los que vayan a ser administradores de la sociedad, deben solicitar autori-
zación de la SHCP, éstos serán quienes la representarán en sus relaciones
Introducción a las organizaciones y actividades auxiliares del crédito 697

con esa Secretaría y demás autoridades. En caso de que los administrado-


res fueren sustituidos, debe recabarse autorización para los nuevos admi-
nistradores. Para ello, tienen que informar a la SHCP, el nombre, la
nacionalidad y los antecedentes relativos a la capacidad técnica y solven-
cia moral de los administradores. Antes del inicio de sus funciones, los ad-
ministradores deben garantizar su manejo con alguno de los medios, cuyas
características determine de Banxico
• Deben obtener aprobación de la SHCP para su escritura constitutiva y sus
modificaciones; as! como para la trasmisión de acciones, el establecimien-
to y cambio de ubicación del domicilio; y para el establecimiento, la aper-
tura, el cambio de ubicación o clausura de sucursales de atención al público
y del local donde realicen operaciones. La SHCP resuelve previa opinión
del Banxico y la CNB. Aprobada la escritura constitutiva o su modifica-
ción se debe de inscribir en el RP de la P y, también, proporcionar a dicha
secretaría los datos del registro dentro de los 30 dias siguientes a la apro-
bación
• Sus operaciones con divisas, oro y plata, deben ajustarse a las reglas gene-
rales que dicte el Banxico. A petición de éste, las casas de cambio están
obligadas a darle a conocer sus posiciones de divisas, incluyendo el oro y
la plata; y a transferirle sus activos en tales efectos que tengan en exceso
de sus obligaciones en los mismos. La transferencia se hará al precio a que
se hayan cotizado en el mercado de divisas en la fecha en la cual Banxico
dicte el acuerdo respectivo
• Deben proporcionar a la CNB sus estados de contabilidad, la información
financiera y toda aquella relacionada con su giro, en la forma y en los tér-
minos que la propia Comisión sei'iale mediante reglas de carácter general
• Las casas de cambio están obligadas a recibir las visitas de inspección de
la CNB y a proporcionarle los informes de la forma y en los términos que
les solicite (art 85 LGOAAC).
Finalmente, toda vez que sus actividades están autorizadas con carácter ofi-
cial, el cierre de una casa de cambio no significa sólo su disolución y liquida-
ción, sino también el retiro de la autorización, de manera especifica. Acerca de
este particular caben los siguientes apuntamientos. El Banxico puede ordenar
la suspensión temporal de una casa de cambio cuando la situación del mercado
haga necesaria dicha medida, o cuando infrinja las disposiciones de carácter
general expedidas por el propio banco central (art 86 bis LGOAAC). Por su
parte, la SHCP, oyendo a el Banxico y a la CNB y previa audiencia de la socie-
dad interesada, puede declarar la revocación de la autorización en los siguien-
tes casos (art 87 LGOAAC)
• Si la sociedad no presenta el testimonio de la escritura constitutiva para
su aprobación dentro del término de cuatro meses de otorgada la autoriza-
ción, o si no inicia sus operaciones dentro del plazo de dos meses, a partir
698 LAS SOCIEDADES MERCANTILES DEL SISTEMA FINANCIERO

de la aprobación de la escritura o si al otorgarse ésta, no estuviese suscrito


y pagado el capital que determine la SHCP al otorgar la autorización
• Si no mantiene el capital minimo pagado requerido; o si efectúa operacio-
nes en contravención a lo dispuesto por la ley, a politicas dictadas en ma-
teria cambiaría por las autoridades competentes o, en general, a sanas
prácticas cambiarías; o si los administradores han intervenido en opera-
ciones que infrinj an disposiciones financieras o cambiarias
• Si se disuelve, quiebra o entra en estado de liquidación, salvo que el proce-
dimiento respectivo termine por rehabilitación
• Si no realiza las funciones ni las operaciones para las que fue autorizada;
y en cualquier otro establecido por la ley.

74 BREVE CITA DE ALGUNAS SOCIEDADES AFINES


A LAS BANCARIAS
Además de la institución de crédito (los bancos) y la organización auxiliar del
crédito, en el sector financiero interactúan otras sociedades mercantiles, las cua-
les además de su objetivo social, sustentan un propósito fundamentalmente
económico, muy claro y muy diferente al de aquellas dos, por lo que sus activi-
dades intervienen e impactan de forma importante a dicho sector, sea de foro
ma principal, por la compra en gran escala que hacen de valores y titulos
representativos de distintos derechos emitidos por diferentes instituciones; ya
sea por el movimiento de capitales comerciales y bursátiles que desahogan; y,
finalmente, por las funciones concretas de cada sociedades que son, de manera
particular, relevancia en el el aseguramiento de los activos y demás bienes mer-
cantiles, y de cumplimiento de las operaciones del comercio y el crédito, me-
diante dos contratos nominativos y tipicos: el seguro y la fianza.
En efecto, tal es, pues, el caso de las instituciones de seguros (cuya impor-
tancia puede ser observada con interés en la obra del maestro Díaz Bravo), que
son sociedades anónimas autorizadas por el gobierno federal para funcionar
como compailias aseguradoras mediante la contratación del contrato especial
y típico denominado, contrato de seguro, y que están organizadas por una ley
especifica que es la Ley General de Instituciones de Seguros.
Igual caso el de las instituciones de fianzas, que son anónimas autoriza-
das por el gobierno federal para actuar como tales; las cuales tienen por objeto
principal fungir como agentes de garantia institucional en el cumplimiento de
las prestaciones pactadas en los contratos más disimbolos, a través de un con-
trato de garantia especifico que se denomina fianza, y que al igual que las de
seguros, están organizadas por una ley especifica que es la Ley General de Ins-
tituciones de Fianzas.
Finalmente. las sociedades de inversión. las cuales también están organi-
zadas por la ley federal que lleva su nombre y tienen por objeto fomentar la
industria y el comercio industrializado con la participación del público. mediante
Introducción a las organizaciones y actividades auxiliares del crédito 699

la venta de sus acciones en la bolsa de valores. La modalidad es la compra o


adquisición que hacen de valores bursátiles y la venta al público, pero no de
esos valores, sino de las acciones de la propia sociedad de inversión, que por
ser una anónima, también representa su capital en acciones. Es decir, en lugar
de vender al público en la bolsa de valores los titulos y acciones que adquirió
para si, lo que vende son sus propias acciones, que a su vez, por definición, es-
tán respaldadas por las acciones que con anticipación adquirió. Es simplemen-
te un manejo de capital en la bolsa de valores mediante la concentración de
acciones interesantes (t 1).
El concepto de inversionista institucional utilizados por la LIC, y la
LGOAAC, pero en lo fundamental por la LPRAF (art 19) y en general, emplea-
do por la normatividad aplicable y por el medio financiero, está referido entre
otras a las agrupaciones financieras, las bancas de desarrollo, y múltiples y
otros.
La categoria de inversionista institucional que tienen todas y no solo es-
tas tres, permite establecer una afinidad entre unas y otras la cual nos sugirió
la necesidad de citarlas en esta parte del texto, justamente como instituciones
afines a las bancarias. Luego, no nos detendremos -como fue el caso de los
bancos y las organizaciones auxiliares del crédito- en su análisis, porque no
corresponde al tema de este texto.
SEGUNDA
PARTE
LOS CONTRATOS
DE CRÉDITO
SUMARIO

CAPiTULO PRIMERO LOS CONTRATOS DE CRt:DITO


TRADICIONALES
Primera sección Introducción
Segunda sección Contrato de apertura de crédito
Tercera sección Contrato de cuenta corriente
Cuarta sección Contrato de carta de crédito
Quinta sección Contrato de prenda

CAPiTULO SEGUNDO LOS CONTRATOS DE CRt:DITO


BANCARIOS
Primera sección Contrato de depósito
Segunda sección los contratos de préstamo y apertura
de crédito
Tercera sección Los contratos refaccionario y de habilitación
o avío
Cuarta sección Contrato de crédito documentario
(conocido como carta de crédito)
Quinta sección Otros contratos bancarios

CAPiTULO TERCERO EL CONTRATO DE FIDEICOMISO


Primera sección Introducción al fideicomiso mexicano y de otros
países
Segunda sección Naturaleza juridica del fideicomiso
Tercera sección Diferentes tipos de fideicomiso
Cuarta sección El patrimonio fideicomitido
Quinta sección Elementos de existencia y condiciones de validez
del fideicomiso
Sexta sección Breve introducción al fideicomiso público

CAPiTULO CAPiTULO CUARTO NUEVAS MODALIDADES


DE CONTRATACiÓN
EN EL CRÉDITO
Primera sección la transferencia electrónica de fondos
Segunda sección la tarjeta de crédito
Tercera sección Algunos contratos auxiliares del crédito
CAPíTULO
1

LOS CONTRATOS
DE CRÉDITO
TRADICIONALES
SUMARIO

PRIMERA SECCION INTRODUCCION


75 Las operaciones de crédito son contratos
76 Breve regreso a la teoria del contrato
77 El contrato de crédito en la clasificación del negocio mercantil
Clasificación de Alfredo Rocco
Calificación del contrato como de crédito. Opinión de
Uría
78 Diferencia entre contrato de crédito privado y bancario
79 Plan de la segunda parte

SEGUNDA SECCION CONTRATO DE APERTURA DE CRÉDITO


(PRÉSTAMO) .
80 Definición y montaje
Definición
Crédito simple
Crédito en cuenta corriente
81 Objeto
82 Partes del contrato. Capacidad
83 Obligaciones de las partes
Del acreditante
Del acreditado
84 Caracteristicas y cláusulas más importantes
85 El pago del contrato con un titulo de crédito
86 Términos y extinción
87 Algunas aplicaciones actuales

TERCERA SECCION CONTRATO DE CUENTA CORRIENTE


88 Definición y montaje
89 Elementos de existencia y condiciones de validez
N aturaleza y objeto
Partes del contrato. Capacidad
Obligaciones durante la vigencia del contrato
Obligaciones al saldo de la cuenta
90 Exigibilidad del saldo
91 Clausura del contrato
92 Algunas aplicaciones actuales
CUARTA SECCION CONTRATO DE CARTA DE CRÉDITO
93 Definición y montaje
94 Elementos de existencia y condiciones de validez
Objeto. Caracterlsticas esenciales
Partes del contrato. Capacidad
Obligaciones del dador
Obligaciones del tomador
95 Garantia y cancelación del contrato
96 Utilidad actual

QUINTA SECCION CONTRATO DE PRENDA


97 Naturaleza y definición: vocación ab accesorii
98 Formalidad. Opinión del maestro Diaz Bravo
99 Constitución de la prenda
Prenda sobre titulas
Prenda sobre créditos
Prenda sobre bienes
100 Supletoriedad de la LGTOC en la prenda bancaria
101 Obligaciones y derechos de las partes
102 Venta y ejecución de la prenda. Posturas de la Corte
Reglas generales de venta
Posturas de la Suprema Corte
706 LOS CONTRATOS DE CltEDITO TRADICIONALES

PRIMERA
SECCiÓN

INTRODUCCiÓN

75 LAS OPERACIONES DE CRÉDITO SON CONTRATOS


A lo largo de nuestra exposición hemos defendido la realidad ineludible que
implica el texto de la Ley, porque in claris non fit interpretatio. Por eso, en su
oportunidad (t 1) mantuvimos la denominación titulo de crédito y se rechazó
la de titulo valor, ya que ésta no aparece en el texto de la Ley. Y si se adopta
el término contrato de crédito y se rechaza el de operación de crédito, que es el
que utiliza la LGTOC, no debe pensarse que es una contradicción, sino la defen-
sa de las estipulaciones de la Ley misma. En efecto, ni en la LGTOC ni en ningu-
na otra (aunque incidentalmente se utilice) la operación de crédito apa-
rece definida, al contrario del titulo de crédito, del cual nos ofrece una formida-
ble definición el art 50 LGTOC. Abordaremos, pues, en esta sec, como
introducción al estudio de los contratos de crédito, el importante tema de ¿qué
es una operación?, pues así es como los denomina la LGTOC.
Del texto de la Ley (art lo, 20 párr LGTOC), se colige que para el legisla-
dor las operaciones que regula en esa ley no son las únicas, pues señala que
".. .las operaciones de crédito que esta ley reglamenta (y no las otras), son ac-
tos de comercio". Así, para el legislador de 1932, el concepto operación es uní-
versal y, por tanto, presume que es muy conocido en el sistema mexicano.
Al definir las operaciones en su diccionario, Escriche, sólo hace mención
a las cesáreas que se practican a las mujeres. Pero, al definir a la carta de crédi-
to o a la cuenta corriente (consideradas operaciones por la LGTOC), lo hace
como "los contratos mercantiles en virtud de los cuales. . . " De Pina, por su
parte, considera que las operaciones tanto bancarias como en la bolsa, son el
conjunto de contratos mercantiles cuya realización constituye una actividad
característica de la institución correspondiente. Así también Spinelli, Gentile,
W Lovett, Guzmán Cosp, Mairata Lavíña, Sánchez González, Sechi Vázquez
Introducción a los contratos de crédito 707

y otros autores califican las llamadas operaciones por la LGTOC, como contra-
tos. En suma, el legislador dio por sobrentendido un concepto difuso con el cual
además calificó a toda una categoría mercantil. Por otra parte, las figuras que
nuestra ley denomina operaciones, el código francés, el italiano, el español. el
alemán y el estadounidense las denominan contratos mercantiles. Incluso la
propia LGTOC, establece claramente que las operaciones por ella organizadas
son contratos (arts 224, U; 293; 294; 295; 302; 321; 322; 326; etc).
La precisión de que las operaciones de crédito no son, técnicamente, ope-
raciones sino contratos, es más bien un aspecto gramatical. Sin embargo, es
importante hacerla porque es en la teoría del contrato donde se debe buscar
y encontrar su perfección técnica y formal; la denominación operación debe con-
siderarse como el medio de identificación de los contratos mercantiles que se
regulan en la LGTOC o en sus leyes complementarias, como la LIC, a la cual
soporta como su ley supletoria por excelencia (núm 39). Asi, conviene iniciar
el análisis de estos contratos puntualizando que al hacer referencia a las opera-
ciones de crédito técnicamente nos estamos refiriendo a los contratos de crédito.

76 BREVE REGRESO A LA TEORIA DEL CONTRATO


No nos corresponde analizar la teoría de la obligación y el contrato mercantil;
tarea que desarrolla magistralmente en esta misma colección el maestro Artu-
ro Díaz Bravo. Sin embargo, es necesario recordarla con el fin de iniciar nues-
tro análisis a partir de una base sólida.
No existe una diferencia categórica entre un derecho de obligaciones civi-
les y uno de las mercantiles. En opinión de Tena, el derecho de las obligaciones
es sin duda el derecho común por excelencia; el cual está constituido por un
vasto caudal de nociones fundamentales, de ideas directrices, de principios bá-
sicos que arrancan directamente de la esencia y naturaleza de la obligación con-
siderada en sí misma; y por esta razón -continúa- ningún Código de Comercio
se ocupa de exponer, en toda su amplitud, la teoría de las obligaciones mercan-
tiles, puesto que ello sería una superflua repetición de normas establecidas por
el Código Civil. Sólo algunos preceptos, en tanto significan la creación especial
de figuras propias del derecho mercantil, integran o deberían integrar la teoría
pura de la obligación comercial. Esto explica el contenido de nuestro art 81 C
Com
con las modificaciones y restricciones de este c6digo, serán aplicables a los
actos mercantiles las disposiciones de derecho civil acerca de la capacidad
de los contrayentes, y de las excepciones y causas que rescindan o invali-
dan los contratos.
Es decir, no hay una clara línea divisoria entre la fuente de la obligación
mercantil y la de la obligación civil; más aún, en opinión de Cervantes Ahu-
mada, el derecho de los contratos de comercio debe considerarse una mera
708 LOS CONTRATOS DE CRÉDITO TRADICIONALES

parte complementaria del correspondiente en el derecho civil; esto es -con-


tinúa-«, desde la óptica del mercantilista el derecho civil debe considerarse co-
mo el telón de fondo sobre el cual resaltan algunas características o circuns-
tancias accidentales que darán nombre precisamente a los contratos mercantiles.
El universo en materia de obligaciones, del contrato mercantil es aquel de los
civiles, que dejan de ser civiles cuando la ley los califique mercantiles, afirmán-
dose así la naturaleza formal de la materia.
En el nivel de la especulación pura podría decirse que sólo, con algunas
excepciones de estructura y organización, los contratos mercantiles son con-
tratos civiles a los que la ley califica mercantiles. Pero al iniciar el análisis de
aquellos que organiza la LGTOC se enfrenta el problema de su ubicación, en
tanto que operación mercantil, en la teoría de las obligaciones del comercio.
En efecto, un contrato nominal organizado por el C Com como la compraven-
ta, es un contrato mercantil típico, pero el reporto o el fideicomiso son, de acuer-
do con la LGTOC, operaciones de crédito. Entonces ¿de qué forma podriamos,
teoréticamente, asimilar ambos tipos de negocio a la misma idea global de mer-
cantilidad?

77 EL CONTRATO DE CRÉDITO EN LA CLASIFICACiÓN


DEL NEGOCIO MERCANTIL
Clasificación de Alfredo Rocco
La doctrina italiana, inefable clasificadora, ofrece una solución la cual, a pesar
de que no se sustenta en la teoría del acto jurídico (núm 146), permite pensar
en la uniformidad de los negocios mercantiles. Alfredo Rocco, resistiéndose a
aceptar que la única posibilidad de crear una obligación mercantil es el contra-
to, buscó la solución indagando en las fuentes del negocio mercantil, al cual
clasificó en función del número de voluntades que participan en su perfección;
a ese efecto, los dividió en dos grupos: negocios jurídicos unilaterales y nego-
cios jurídicos plurilaterales, grupos que a su vez, los subdivide de esta forma
Negocios jurídicos unilaterales Para su perfección es suficiente con una sola
voluntad expresada formalmente y comprende
• En primer lugar, la promesa contenida en el título de crédito
• La promesa al público, por ejemplo, de mantener un precio; la de mantener
una oferta contractual; y la de celebrar un contrato unilateral
• La oferta del particular contratante con la administración pública, mediante
su participación en concursos, caso de obra pública
• El mandato que se confiere como representación
• El testamento, cuando recae en alguna de las hipótesis previstas por nues-
tro art 75 C Com
Introducción a los contratos de crédito 709

• La renuncia en sus diversas formas (el abandono de algún derecho real, el


allanamiento, etc)
• La confesión o el reconocimiento procesal, según se trate de aceptar un de-
recho a favor de otro o de confirmar la existencia de uno propio
• Igualmente en derecho procesal, el desistimiento unilateral, etcétera.
Negocios jurídicos plurilaterales Su perfección demanda a fortori legis la par-
ticipación de dos o más voluntades coincidentes en tiempo y espacio. Se pue-
den dividir a su vez en
• Negocios jurídicos plurilaterales colectivos o complejos Son los actos re-
sultado de varias declaraciones de voluntad, dirigidos a la realización del
mismo fin; a su vez se subdividen en
• Actos complejos iguales Cuando las declaraciones de voluntad tienen
el mismo rango de valor, como la constitución de una sociedad
• Actos complejos desiguales Todos los actos que necesitan autoriza-
ción, aprobacíón.jhomologacíón, o cuando menos conocimiento, pero
que son un solo acto resultante de amalgamar la declaración de volun-
tad principal y las declaraciones aprobatorias menores y seriadas.
• Contratos La fuente tradicional del negocio jurídico. Rocco distingue los
negocios colectivos del contrato, en que en éste las partes están una frente
a otra, y en el negocio colectivo o complejo, unas están alIado de las otras;
en aquel, la eficacia del negocio satisface al mismo tiempo los diferentes
intereses de las dos partes, no obstante que están en oposición, por ejem-
plo, la compraventa; en cambio, en el acto complejo, los efectos jurídicos
satisfacen los intereses de las partes, pero éstos son iguales y comunes pa-
ra ellas, como sucede en las asambleas de una sociedad anónima.
Es importante subrayar que todas las operaciones enumeradas por Rocco son
justamente eso, operaciones, cuya designación de esa forma es sólo ilustrati-
va, en la medida en que se atienda su clasificación; por tanto, la ubicación de
la operación de crédito que regula la LGTOe, enfrenta en el cuadro de clasifi-
cación anterior el problema de conceptuarlo en el derecho mercantil: ¿qué cate-
goría de negocio jurídico tienen entonces las operaciones de crédito?
Continuando con Rocco, como tendremos oportunidad de ver, a excepción
del fideicomiso y de algunas actividades bancarias neutrales, los intereses de
las partes en las llamadas operaciones de crédito no son coincidentes, sino que
se ubican unas frente a otras, es decir, cada uno en un extremo de la negocia-
ción; por lo mismo, la solución equitativa es la que proviene del equilibrio con-
tractual. De lo anterior se colige que los contratos de crédito son eso, contratos
y no negocios colectivos o complejos y, desde luego, por necesitar a tartarí le-
gis cuando menos dos participantes, en su perfección se descarta el conside-
rarlos unilaterales. Así, de acuerdo con la clasificación escogida, con la que
estamos de acuerdo, los negocios jurídicos que la LGTOe y otras leyes deno-
710 LOS CONTRATOS DE CRÉDITO TRADICIONALES

minan operaciones de crédito son contratos, y como tales se consideran en este


texto.

Calificación del contrato como de crédito. Opinión de Uría


Antes de continuar, es necesario, sabiendo ya que el objeto de nuestra aten-
ción es un contrato, determinar por qué lo hemos calificado de crédito. Desde
luego, esta denominación evoca una clasificación por objetivos, es decir, el su-
jeto se clasifica en función de los distintos objetivos que persigue. Respecto
de este particular Uría (con quien el maestro Cervantes Ahumada se muestra
de acuerdo) clasifica los contratos mercantiles según su objetivo en contratos de
• Cambio (compraventa, permuta, transporte, etc)
• Colaboración (comisión, representación, etc)
• Previsión (seguro, etc)
• Guarda o custodia (el depósito, las caj as de seguridad, etc)
• Garantía (fianza, hipoteca, etc)
• De crédito (cuenta corriente, apertura de crédito, carta de crédito, fideico-
miso y, en general, los contratos que están regulados por la LGTOe y otras
que, genéricamente, la práctica ha optado por denominar operación de
crédito).
Hecha esta precisión procedemos, para concluir nuestra introducción, a clasifi-
car los contratos de crédito, según la persona que los realiza, porque este crite-
rio reviste una importancia singular en la medida en que en nuestro sistema
existe la posibilidad de que los contratos de crédito sean celebrados por insti-
tuciones precisamente de crédito, o por comerciantes ordinarios.

78 DIFERENCIA ENTRE CONTRATO DE CRÉDITO PRIVADO


Y BANCARIO
De acuerdo con la tipología del contrato de crédito que se observa en el dere-
cho mexicano, en nuestra opinión, son dos los grupos en los cuales se puede
dividir la contratación crediticia
• Contratos de crédito bancarios Son aquellos en cuya perfección, cualquiera
que sea el papel que jueguen, es necesaria a fortori legis la participación
de un banco o de una organización auxiliar del crédito
• Contratos de crédito privados Son aquellos en cuya perfección puede par-
ticipar cualquier persona, sin otro límite que no estar disminuido legalmente
de su capacidad de ejercicio en el comercio.
Es esta clasificación la que se adopta como el método de desarrollo de los si-
guientes temas de este libro.
Como las operaciones que organizan la LGTOe y otras leyes que regulan
diferentes negocios que casuísticamente denominan operación de crédito, de
Introducción a Jos contratos de crédito 711

manera técnica son contratos y no operaciones -pues este término significa


nada- su clasificación, desde el punto de vista de las personas que los pueden
o deben realizar, es afortunada, pues permite conocer la necesidad, o cuando
menos la posibilidad, en la cual, porque así lo establece la ley, un banco o una
institución auxiliar deban participar en ellos, pues de esa forma es posible dis-
tinguirlos de los que, siendo también contratos de crédito, se pueden celebrar
por cualquier persona. La importancia de esta distinción radica en que al ser
el mismo contrato y, por tanto, al quedar sujeto a las mismas reglas sustanti-
vas, en uno y otro caso el régimen de control es diferente, creándose así una
tipología distinta pero no en cuanto al diseño del contrato, sino en cuanto a
las obligaciones de las partes que en el caso del contrato bancario son institu-
cionales.

79 PLAN DE LA SEGUNDA PARTE


Por dicho motivo es importante hacer notar que algunos contratos, de la ma-
yor importancia, pueden ser celebrados tanto por los bancos como por los par-
ticulares, cual es el caso, principal, de la apertura de crédito, la prenda y otros.
En el caso de estos contratos, el análisis se hará tanto en este primer cap (con-
tratos tradicionales) como en el cap segundo (contratos bancarios), pues a pe-
sar de que algunos de ellos esencialmente reúnen las mismas caracteristicas,
presentan ciertos perfiles de identificación que los convierten en un subgénero
distinto, sobre todo porque la LiC y la LGOAA e establecen reglas especificas
para los bancos o las organizaciones auxiliares, según el caso, en contratos sus-
ceptibles de celebrarse por cualquiera.
De conformidad con lo anterior, en este primer cap estudiaremos los con-
tratos de crédito que pueden ser celebrados, tanto por un banco como por los
particulares, a los cuales, por esa posibilidad de multiparticipación, para efec-
tos de este libro, denominamos contratos de crédito tradicionales; en el segun-
do cap estudiaremos los contratos de crédito en los cuales, necesariarnente debe
participar un banco o una organización auxiliar, cuya participación en ellos sus-
trae al contrato respectivo del régimen del derecho privado para localizarlo en
el bancario y en el administrativo, contratos que para efectos de este libro de-
nominarnos contratos de crédito bancarios. Por su importancia, el fideicomiso
y otras modalidades nuevas de contratación se analizan por separado en los
caps tercero y cuarto respectivamente.
712 LOS CONTRATOS DE CRÉDITO TRADICIONALES

SEGUNDA
SECCiÓN

CONTRATO DE APERTURA
DE CRÉDITO (PRÉSTAMO)

80 DEFINICION y MONTAJE
Definición
El contrato de apertura de crédito es aquel en virtud del cual un sujeto (acredi-
tante), se obliga a poner a disposición de otro (acreditado), una determinada
cantidad de dinero, o bien a contraer durante ese tiempo, una obligación a su
nombre; y, por su parte, el acreditado se obliga a restituir ese dinero o a pagar
la obligación contratada, en el término pactado. Cuando coloquialmente se ha-
bla de un préstamo comercial, a lo que se está haciendo referencia, en términos
técnicos, es al contrato de apertura de crédito.
La noción legal de dicho contrato (art 291 LGTOC) es la siguiente: en vir-
tud de la apertura de crédito, el acreditante se obliga a poner una suma de di-
nero a disposición del acreditado o a contraer por cuenta de éste una obligación,
para que el mismo haga uso del crédito concedido en la forma y en los términos
y condiciones convenidos, quedando obligado a restituir al acreditante las su-
mas de que disponga o a cubrirle oportunamente el importe de la obligación
que contrajo, y en todo caso, a pagarle los intereses, prestaciones, gastos y co-
misiones que se estipulen.

Crédito simple
Si el acreditante pone a disposición del acreditado durante un mes, un millón
de pesos (es decir, se compromete a prestarle un millón de pesos), durante este
lapso el acreditado podrá exigir cuantas entregas parciales desee hasta que ago-
te el millón; o bien puede pedirlo de una sola vez. Si cumplido el mes, el acredi-
tado solicitó entregas por 850 mil, ya no podrá utilizar los 150 mil que restan,
Contrato de apertura de crédito(préstamo) 713

porque el plazo durante el cual el acreditan te estaba obligado, feneció. A la in-


versa, en caso de que el acreditante disponga del millón antes de que venza
el contrato, ya no podrá disponer de un peso más, en virtud de que el acredi-
tante estaba obligado sólo por esa cantidad. Hay una excepción a esta regla
que deriva de la existencia de dos tipos de contratos de apertura de crédito,
el simple y el de cuenta corriente que a continuación veremos.
El crédito simple, cuyo funcionamiento se acaba de delinear, termina cuando
se agota la cantidad puesta a disposición, o cuando expira el tiempo durante
el cual existia obligación de ponerlo a disposición; lo que suceda primero.

Crédito en cuenta corriente


El contrato en cuenta corriente es aquel en virtud del cual (art 296 LGTOC)
el término permanece invariable, pero el acreditado, conforme vaya haciendo
uso del dinero puesto a su disposición, lo puede ir regresando en remesas par-
ciales, de forma que aunque disponga de parte del monto, el limite máximo del
crédito nunca se agote. Supóngase que el límite es de un millón: se solicitan
900 mil (quedan 100 mil), después se pagan 300 mil (quedan 400 mil), después
se solicitan 400 mil (queda O), al dia siguiente se paga un millón y así, de mane-
ra que nunca se sobrepase el limite; entonces, el acreditante sigue obligado a
continuar prestando porque su obligación es poner a disposición del acredita-
do un millón de pesos en cuenta corriente que, en el caso, es lo sucedido. Este
sistema de apertura de crédito se denomina también de saldos revolventes; la
razón es obvia.
El contrato de apertura de crédito ha sido absorbido, casi en su totalidad,
por los bancos, de manera tal, que incluso gran parte de los créditos persona-
les, conocidos como quirografarios, por oposición a los que se garantizan con
garantías reales, se instrumentan precisamente mediante un contrato de aper-
tura de crédito, pues el limite del fondo revolvente suele ser la línea de crédito
(núm 113) de cada cliente. Mucbos otros tipos de crédito bancario también se
instrumentan con frecuencia de esa forma. N o obstante, la ley no ha converti-
do esta figura en privativa de las instituciones bancarias y, por tanto, perma-
nece la posibilidad de que pueda ser otorgado entre personas de derecbo privado,
tal sucede en una variedad de convenios en los cuales, por ejemplo, el vendedor
vende a fiado (un automóvil, un electrodoméstico, e incluso servicios, como un
viaje, etc).
Como todo contrato mercantil, el de apertura de crédito debe cumplir con
ciertas condiciones y requerimientos, los cuales se analizan a continuación.

81 OBJETO
El objeto del contrato de apertura de crédito simple es permitir al acreditado
disponer de su crédito, no de una sola vez sino de manera diferida y exacta de
714 LOS CONTRATOS DE CREDITO TRADICIONALES

en las cantidades y los momentos en los cuales presupuestó que los va a nece-
sitar, a fin de no pagar más intereses de los necesarios. El objetivo del acredi-
tante es el cobro del interés y accesorios, o ambos, que se estipulen en las
cláusulas del contrato. Veremos enseguida que este crédito como cualquier otro,
requiere de una garantía.
Por lo que se refiere al contrato de apertura de crédito en cuenta corriente,
éste tiene por objeto que el acreditado pueda disponer permanentemente de
una cierta cantidad, la cual nunca se terminará durante la vigencia del contra-
to, siempre que no se sobrepase el límite, lo que el acreditado consigue hacien-
do pagos parciales de sus disposiciones. Esto constituye una verdadera cuenta
corriente con fondos y saldos revolventes: se pueden disponer cantidades, en
mucho, superiores al límite de crédito, siempre que la deuda, a una fecha está-
tica, que puede ser cualquiera, no sobrepase dicho limite. El objetivo del acre-
ditante es el mismo que en el caso del crédito simple: el cobro del interés y los
accesorios.

82 PARTES DEL CONTRATO. CAPACIDAD


Se trata de un contrato bilateral cuyos participantes están claramente identi-
ficados como acreedor y deudor; respectivamente (i) el acreedor es el acreditan-
te, persona fisica o moral obligada durante determinado tiempo a poner cierta
cantidad de dinero a disposición de la otra; y (U) el deudor es el acreditado, per-
sona fisica o moral que disfruta de las cantidades puestas a su disposición du-
rante el tiempo pactado, contra la devolución del principal e intereses en los
términos del contrato.
La capacidad que deben tener las partes para la celebración del contrato
es la ordinaria y general en materia mercantil, es decir, no deben estar dismi-
nuidos en sus capacidades de ejercicio en el comercio, en los términos del dere-
cho mercantil, bancario y en su caso, del civil (art 30 LGTOC).

83 OBLIGACIONES DE LAS PARTES


Las obligaciones recíprocas de las partes derivadas del contrato de apertura
de crédito son, en lo general, convencionales y no tienen, como principio legal,
otro limite que la autonomia de la voluntad de éstas (arts 30 LGTOC, y 78 y
81 C Com); por tal motivo, la forma que el contrato debe revestir es consen-
sual. Sucintamente sus obligaciones son las siguientes.

Del acreditante
Las obligaciones más importantes del acreditante son
Contratode apertura de crédito (préstamo) 715

• Poner una suma de dinero a disposición del acreditado en los términos del
contrato, la cual cobrará junto con los intereses pactados, en el plazo co-
rrespondiente
• Contraer por cuenta del acreditado, una obligación que debe ser cuantifi-
cable o cuantificada, obligación para la cual, el acreditado puede constituir
su provisión previamente, o bien el acreditante la asume con su propio pe-
culio y se la cobrará al acreditado, junto con los intereses pactados, al tér-
mino del plazo.
Como se observa, el acreditante puede obligarse no solo a poner una cantidad
de dinero a disposición del acreditado, sino también a contraer una obligación
en su nombre; por ejemplo, a aceptar u otorgar una letra de cambio, suscribir
un pagaré, prestar su aval, aparecer como endosante o signatario de un título
de crédito por cuenta del acreditado, o inclusive a adquirir bienes o derechos,
etcétera.
En la apertura en cuenta corriente, por lo general, se pacta que el acredita-
do sólo pagará intereses sobre las cantidades de las que haya dispuesto efecti-
vamente. Si en sus remesas periódicas llega a pagar una cantidad superior a
la que en verdad utilizó, de suerte que quede un saldo a su favor, por éstos no
paga intereses porque no es ese el objeto del contrato, pero por tratarse de un
contrato completamente consensual, si las partes lo convienen, el acreditante
puede quedar obligado a pagarlos.

Del acreditado
Desde luego, la obligación más relevante de éste es la de pagar, sea en una en-
trega simple o por remesas en cuenta corriente, según el caso, el dinero que
tuvo a su disposición y del que efectivamente dispuso, en los términos y en
el desahogo de las condiciones pactadas, como pueden ser la tasa de interés,
un mínimo de remesas o una cantidad minima durante el periodo pactado (al
semestre, al mes, etc), en un determinado lugar, etcétera.
Igualmente, vimos que el acreditante puede obligarse a aceptar u otorgar
títulos de crédito por cuenta (es decir, contra) del acreditado, o bien a con-
traer obligaciones en su nombre; en estos casos, el acreditado está obligado
a suministrar al acreditante la provisión de fondos suficientes, a más tardar
el día hábil anterior a la fecha del vencimiento de la obligación correspondien-
te, para que sea pagada (art 297, ler párr LGTOe¡.

84 CARACTERISTICAS y CLAUSULAS
MAs IMPORTANTES
Garantía Como en todo contrato de crédito, en el de apertura de crédito la
garantía ocupa un primer lugar en materia de importancia. Puede ser real o
716 LOS CONTRATOS DE CRt-DlTOTRADICIONALES

personal (en la práctica generalmente es personal), y se entiende extendida, salvo


pacto en contrario, para cubrir las cantidades que el acreditado utilice dentro
de los limites de su crédito y cualquiera que sea el valor de la garantía (art 298
LGTOC), Cuando al cerrarse o extinguirse la cuenta corriente, quede un saldo
contra el acreditante, este saldo es al momento exigible, es decir, tendrá natu-
raleza ejecutiva (arts 296, 20 párr Y 308 LGTOC). La ejecución se verifica pre-
cisamente en la garantía que se otorgó para el efecto, que durante todo el plazo
del contrato tuvo como destino principal el garantizar.

Prescripción En este contrato la prescripción y la caducidad se organizan de


acuerdo con la teoría de las obligaciones mercantiles. El único plazo especifico
es el de rectificación de errores de cálculo, omisiones o duplicaciones, que salvo
pacto en contrario prescribé en seis meses, a partir de la extinción del contrato
(arts 296, 20 párr y 309 LGTOC).

Gastos del contrato Cuando para la ejecución del objetivo del contrato, es de-
cir, cuando al disponer de la cantidad limite del crédito se causen gastos y co-
misiones, éstos se entenderán comprendidos dentro del propio limite, salvo pacto
en contrario. Por ejemplo, si el limite de crédito es de un millón, pero al dispo-
ner de 800 mil, por cualquier motivo, se provocan gastos por 200, el limite del
crédito se extinguió por haber llegado al millón (art 292 LGTOC).

Límite del crédito Si no se fij a un limite especifico para el monto del crédito
a disposición del acreditado, el acreditante estará facultado para fijar dicho li-
mite en cualquier tiempo; en su defecto, el acreditado, actuando de buena fe,
puede disponer del crédito o del derecho proporcionado sin más limites que los
fijados por su capacidad personal (art 293 LGTOC).

Plazo y monto Si no se pacta un plazo especifico, a reserva de las reglas que


se especifican adelante (núm 98) se entenderá liquidado seis meses después de
su celebración, salvo pacto o uso en contrario (arts 296, 20 párr Y308, primera
parte LGTOC). Cuando no se pacte un plazo para la devolución de las sumas
de que el acreditado puede disponer, o para que reintegre las que haya pagado
por su cuenta, el acreditante, la restitución debe hacerse al expirar el término
señalado para el uso del crédito, o en su defecto, dentro del mes que siga a la
extinción de este último (art 300 LGTOC). Sin embargo, en todo caso el acredi-
tado podrá disponer, a la vista, de la suma objeto del contrato, o bien de una
cantidad parcial menor a ella, salvo estipulación contraria (art 295 LGTOC).
No obstante, que esté expresamente fijado en el contrato el importe del crédi-
to y el plazo en el cual se tiene derecho a disponer de él, las partes pueden con-
venir que cualquiera de ellas restrinja tanto la cantidad como el plazo, o ambos
a la vez, e inclusive denunciar el contrato a partir de una fecha, notificando
su intención a la otra parte (art 294, ler párr LGTOC).
Contrato de apertura de crédito (préstamo) 717

85 EL PAGO DEL CONTRATO CON UN TITULO


DE CRÉDITO
Extinguido el contrato o alcanzado elIJmite del crédito, el acreditado podrá
pagar su deuda con la suscripción o endoso de un titulo de crédito; en tal caso,
de acuerdo con la teoria cambiaria (t 1), el pago se entenderá hecho salvo buen
cobro. Si al cobro, el documento se deshonra el acreditante, a su elección, po-
drá regresar el título y asentar el adeudo del saldo por una cantidad igual a
su monto, o bien ejercitar las acciones que de éste se deriven (arts 296, 20 párr
Y 36 LGTOC¡, pero en contra del suscriptor.
Igualmente, en el caso de otorgamiento o trasmisión de un titulo de crédi-
to como reconocimiento del adeudo de acreditado a acreditante, éste no lo pue-
de descontar ni ceder antes del vencimiento, a no ser que el acreditado lo autorice
expresamente a ello. Si esta regla se contraviene y el titulo se cede o descuen-
ta, el acreditan te queda obligado a abonar al acreditado los intereses corres-
pondientes al importe de la disposición que de dicho titulo proceda, conforme
al tipo de interés estipulado en el contrato, y el crédito no se entenderá renova-
do por esa cantidad salvo que las partes así lo hayan convenido (art 296
LGTOC¡.
Finalmente, cuando el pago de la prestación puesta a disposición del acre-
ditado consista en la imposición de la firma en un titulo de crédito, este acto
hará disminuir el saldo del crédito, a menos que se estipule otra cosa, en una
cantidad igual al valor del documento (art 297, 20 párr LGTOC).

86 TÉRMINOS Y EXTICIÚN
Como ya dijimos, en el supuesto de que no se estipule término al contrato, cual-
quiera de las partes lo puede dar por concluido en todo tiempo, notificando ade-
cuada y oportunamente a la otra, tras lo cual se extingue el crédito en la cantidad
que no se hubiere utilizado. Sin embargo, el acreditado debe pagar, salvo pacto
diferente, los premios, las comisiones y los demás gastos correspondientes a
las sumas sobre las cuales, incluso, no haya dispuesto, porque el contrato le
permitió potencialmente haberlas utilizado.
Cuando se hubiere pactado de modo expreso un término al contrato, éste
se extinguirá, cesando en consecuencia el derecho del acreditado a hacer uso
del crédito, con el simple acontecimiento de término fatal. Cuando no se haya
fijado expresamente un término ni se haya denunciado de manera unilateral
se extingue, siempre que se presente alguna de las siguientes circunstancias
(art 301 LGTOC)
• Que el acreditado haya dispuesto de la totalidad de su importe, a no ser
que el crédito se haya abierto en cuenta corriente
718 LOS CONTRATOS DE CRÉDITO TRADICIONALES

• La falta o disminución de las garantías pactadas a cargo del acreditado,


ocurridas con posterioridad al contrato, a menos que el acreditado las su-
plemente o sustituya dentro del término convenido para ello
• Cuando cualquiera de las partes se ponga en estado de suspensión de pa-
gos, quiebra o de liquidación judicial
• Ante la muerte, interdicción, inhabilitación o declaración de ausencia del
acreditado, o por disolución de la sociedad, a cuyo favor se hubiese conce-
dido el crédito.
La denuncia del contrato (expresión utilizada en las relaciones comerciales in-
ternacionales, y que denota la facultad que asiste a cualquiera de las partes
para darlo por terminado unilateralmente sin que esto signifique denunciar el
incumplimiento de la otra parte, o incurrir en incumplimiento al darlo por ter-
minado), también, se utiliza en este contrato a partir de la fecha que se haya
estipulado como forzosa para ambas partes. Es decir, convenido un plazo mi-
nimo y forzoso, una vez terminado éste se abre el derecho a cualquiera de las
partes de denunciar la terminación desde una fecha especifica, la cual será se-
ñalada por el denunciante. Durante la denuncia y la fecha pactada para el tér-
mino del contrato las obligaciones y los derechos de las partes, contratados
originalmente, continúan vigentes porque el contrato no ha terminado.

87 ALGUNAS APLICACIONES ACTUALES


Las aplicaciones y utilidades del contrato de apertura de crédito son innume-
rables. Como el ejemplo más esclarecido podemos mencionar el funcionamien-
to de la tarjeta de crédito bancaria, comercial y de servicios financieros (núm
199), el cual está sostenido en un contrato de apertura de crédito con modali-
dad de cuenta corriente; ésta no es su única aplicación con impacto en el gran
público.
Por ejemplo, en los créditos quirografarios -que se otorgan contra la sus-
cripción de instrumentos de garantía personal- del sector bancario, es frecuente
que el crédito se otorgue en un contrato de apertura; por ejemplo, los llamados
préstamos comerciales a corto plazo, que se conceden contra linea de crédito
(núm 113); así como también un buen número de créditos comerciales a corto
y mediano plazo, que con excepción de los de habilitación, refacción, avío, hi-
poteca y prenda, los cuales veremos en su oportunidad (núms 117 y 120), son
otorgados con base en un contrato de apertura.
En el sector privado (por oposición al bancario) este contrato también ha
tenido un arraigo importante, básicamente en los créditos concedidos a sus clien-
tes por empresas que venden artículos muebles al detalle. Tal es el caso de la
venta de automóviles, eléctrodomésticos e incluso servicios, como viajes o asis-
tencia médica. En virtud de ese contrato, las empresas acreditantes se obligan
con sus clientes a poner a su disposición determinada cantidad de dinero en
efectivo o en bienes, o a contratar en su nombre la adquisición de servicios.
Contrato de apertura de crédito (préstamo) 719

En general, los créditos simples o en cuenta corriente derivados del contrato


de apertura de crédito dan lugar a operaciones fundamentalmente de fomento
a las actividades comerciales y por lo mismo, tienen usualmente plazos cortos,
casi nunca mayores de un año, e involucran la necesidad de remesas periódi-
cas, de acreditado a acreditante.
Finalmente, debe tenerse presente que en la mayoría de los negocios de
préstamo de dinero en cualquier sector, este contrato, después del mutuo, es
el fundamento del asunto, lo que lo convierte en uno de los contratos más im-
portantes de la época.
720 LOS CONTRATOS DE CRljDITO TRADICIONALES

TERCERA
SECCiÓN

CONTRATO DE CUENTA CORRIENTE

88 DEFINICION y MONTAJE
El contrato de cuenta corriente es una convención, además de útil, necesaria,
en el supuesto de que dos comerciantes, por el tipo de actividad que realizan,
adquieran de forma simultánea y reciproca los papeles de deudor y de acree-
dor, uno respecto del otro. En ese caso, no es extraño que uno le deba a quien
a su vez le debe, por lo que el tiempo para pagar y cobrar puede llegar a ser
más costoso que el dinero objeto de las dos deudas, ya que ese tiempo y dinero
puede, destinarse a pagar una cantidad que, probablemente, en ese mismo mo-
mento se estaría cobrando. De manera breve: el contrato de cuenta corriente
es funcional cuando dos comerciantes realizan actividades que provocan deu-
das susceptibles de compensarse, pues por su medio se consigue que se utilice
sólo el dinero indispensable que, desde luego, será el saldo resultante una vez
hecha la compensación.
Según la LGTOC el contrato de cuenta corriente (art 302) es aquel en el
cual los créditos derivados de las remesas reciprocas de las partes, se anotan
como partidas de abono o de cargo en una cuenta, y sólo el saldo que resulte
a la clausura de la misma constituye un crédito exigible y disponible.
En este contrato, por remesa se entiende todo envio de cualquier mercan-
cla o de dinero, que haga un comerciante a otro, por cualquier conducto, el cual
no paga de inmediato sino que anota como crédito en una cuenta abierta espe-
cialmente para ello. Por su naturaleza, en este contrato las remesas no solo son
de un comerciante a otro, sino que son todas las que se hagan de manera simulo
tánea en los dos sentidos; y ya que ninguno de los dos paga la remesa sino que
la anota como un abono a favor de quien la envió y a cargo suyo; al término
del plazo, cada comerciante las suma y las compensa y el saldo resultante se
paga en efectivo o de la forma en que hayan acordado. Por lo general, uno de
Contrato de cuenta corriente 721

los dos recibió más de lo que envió. y entonces se convierte en el deudor de


la cuenta. Por otra parte, tratándose de un contrato de crédito de toda forma
es fácil entender que en el total de cada remesa, sobre el valor de la mercancía
o del total de dinero enviado, se suman los gastos y las comisiones que la pro-
pia remesa o las mercancías, hayan causado (fletes. seguros. embalajes, etc).
a no ser que expresamente se haya establecido lo contrario (art 303 LGTOC).
De lo anterior resulta, que el requisito indispensable para que este contra-
to funcione y sea eficaz es, como hemos dicho, que hayan remesas reciprocas.
pues si solo fuera un comerciante quien remitiera remesas al otro. sin que éste
le haciera envíos a aquel, lo que habría sería una relación crediticia sujeta a
reglas diferentes a las de la cuenta corriente porque la compensación estaría
ausente. El contrato idóneo es el que acabamos de ver: la apertura de crédito.
Como en ningún otro contrato mercantil, el interés y la utilidad más clara es
aprovechar óptimamente la confianza mutua de dos comerciantes. minimizan-
do el uso del dinero y soportando el peso económico del contrato en el asunto
de la compensación; en ningún otro contrato mercantil (con excepción de las
asambleas y las constituciones sociales). las partes actúan sobre una base de
igualdad tan incontrastable; durante la vigencia del contrato no hay ni acree-
dor ni deudor definido sino solo compensadores (cuentacorrentístas), y única-
mente al término del contrato se definirá quién es el que debe, si es que alguno
acaba debiendo.
Este contrato no existía en el derecho antiguo mexicano. ni tampoco en
el derecho gremial consuetudinario. El primer antecedente legal es la LGTOC;
si bien, por su naturaleza eminentemente pragmática. cuyo interés se reduce
tan solo a obviar tiempo y dinero -de por sí el interés fundamental del
comerciante- es de suponerse que ya existía, aunque no de forma institucio-
nal ni aun en los usos mercantiles, desde los más remotos orígenes del comer-
cio organizado.
En fin. como todo contrato mercantil, la cuenta corriente debe reunir de-
terminados requisitos de forma y de sustantividad que lo identifican de los de-
más requisitos. que a continuación se detallan.

89 ELEMENTOS DE EXISTENCIA Y CONDICIONES


DE VALIDEZ
Naturaleza V objeto
La naturaleza de la cuenta corriente ha sido tema de discusión. Se ha dicho
que es un contrato traslativo de dominio porque la propiedad de la mercancla
o el dinero se está entregando en cada remesa; no ha faltado quien afirme que
es un contrato de novación, en tanto que cada nueva remesa significa la crea-
ción de una nueva obligación; hay quienes sostienen que es un mutuo mercan-
til en virtud de que los cuentacorrentistas se están otorgando crédito
722 LOS CONTRATOS DE CRÉDITO TRADICIONALES

mutuamente, pues los dos se envían mercancía y no se le paga a ninguno; in-


cluso se ha dicho que se trata de un mandato, caso en el cual deberian conside-
rarse dos mandatos paralelos, idénticos, pero de sentido inverso. Una vez más,
se observa la naturaleza de un nuevo contrato mercantil, surgido de los afanes
cotidianos de los comerciantes. El contrato de cuenta corriente no es mutuo,
ni novación ni mandato, sino un contrato con perfiles propios y de naturaleza
jurídica identificable.
Algunos autores, entre ellos Cervantes Ahumada, Arturo Puente, Octa-
vio Calvo y otros, muestran consenso en el sentido de que la naturaleza de la
cuenta corriente es su indivisibilidad, en tanto que el número de remesas es
irrelevante y no significa un número diferente de créditos, sino que tanto un
comerciante como otro forman una sola deuda, pues el saldo de la cuenta será
solo uno y no dos, siendo ese únicamente el dinero exigible y, por tanto, el obje-
to crediticio de la convención. Esto es, no puede considerarse cada remesa de
manera aislada sino como parte de un contrato de valor superior cuyo deudor
se desconoce; y debe ser considerada como una simple circunstancia de las mu-
chas (las otras remesas) que deberán evaluarse y tenerse en cuenta en la deter-
minación de un solo saldo, por lo tanto, el contrato de cuenta corriente es
indivisible y total en términos del número de remesas y la cantidad que haya
circulado en ambos sentidos durante la vigencia del contrato.
Su objeto es, como ya dijimos, de carácter pragmático: permitir a dos co-
merciantes aprovechar de manera óptima el crédito recíproco que se tengan
para, sin desembolsar su tesorería, recibir los beneficios de la mercancía e in-
cluso del dinero que mutuamente se puedan enviar, sin necesidad de detener
su comercio para atender en el momento la obligación de pago.

Partes del contrato. Capacidad


La capacidad que deben poseer quienes deseen convertirse en cuentacorrentis-
tas no tiene otro limite que el de no estar disminuidos en sus posibilidades de
ejercer el comercio en los términos del derecho mercantil, del bancario y del
civil (arts 20 y 30 LGTOC).
Si bien la Ley no establece de manera específica que deben ser dos las par-
tes del contrato de cuenta corriente y, por tanto, en apariencia no hay obstácu-
lo técnico para que en la cuenta corriente puedan participar tres o más
cuentacorrentistas, lo común es que la misma se celebre entre dos partes ex-
clusivamente; esto no impide que un comerciante pueda estar relacionado me-
diante una cuenta corriente con más de dos comerciantes a la vez, pero la
relación de compensación no se dará de forma triangular sino bilateral, y cuan-
tas veces sea necesario por cuantos sean los contratos que el comerciante ten-
ga celebrados.
Contrato de cuentacorriente 723

Oligaciones durante la vigencia del contrato


Los cuentacorrentistas no son deudores o acreedores específica ni simultánea-
mente, es decir, no existe un crédito en el cual pueda determinarse con senci-
llez quién debe y a quién le corresponde cobrar. Son los participantes de un
negocio cuya sucesión periódica desembocará en la concretización de un crédi-
to líquido y exigible. Hasta que esto no ocurra, los cuentacorrentistas están
obligados a enviar la remesa que se les solicite y, a su vez, tienen el derecho
correlativo de solicitar la remisión de las que deseen. Dicho en forma distinta,
la obligación principal del cuentacorrentista no es pagar, sino enviar las reme-
sas que el otro le solicite.
En este contrato deben distinguirse dos grupos de obligaciones: (i) por una
parte, las recíprocas que existen durante la vigencia del contrato, las cuales
son idénticas para las dos partes y son vigentes hasta antes de que se obtenga
su saldo, y, por otra, (ii} las que se derivan de la fijación del saldo y, por tanto,
en la determinación de quién es el acreedor y quién el deudor de la cantidad
liquidada. En el primer caso, las obligaciones son similares, de la misma inten-
sidad e idénticas desde el punto de vista del tipo de obligación y derecho; y
en el segundo caso, se trata de una obligación de crédito tipica en la cual, deu-
dor y acreedor son distintos y están identificados.
Durante la vigencia del contrato los cuentacorrentistas están obligados a
enviar sus remesas conforme al contrato (ciertos días, cierta mercancía, cierta
calidad, etc). Ya vimos que el concepto de remesa comprende todo envio de mer-
cancía, dinero y, en general, lo que pueda motivar un costo susceptible de con-
siderarse como crédito en la cuenta del destinatario. No obstante, se debe señalar
que el asiento de un crédito en la cuenta corriente no excluye las acciones y
excepciones relativas a la validez del acto que originó la remesa, salvo pacto
contrario. Es decir, que aun cuando una remesa no se puede individualizar si-
no que siempre debe considerarse en el conjunto del contrato, la validez del
acto origen de cada remesa (una comisión, un préstamo, etc) si tiene incidencia
directa en la remesa considerada en si misma, en el sentido de que se pueden
intentar excepciones o acciones en virtud de la validez del acto que la causó
(art 305, ler párr LGTOC).
Por otra parte, si hubiere fiadores o coobligados de un cuentacorrentista
respecto de una remesa (hipótesis frecuente en los envíos foráneos en los cua-
les se pide el aval de un banco), aquellos quedan obligados en los términos del
contrato por el monto total del saldo resultante a su término, si el saldo resul-
ta en contra del cuentacorrentista del que se es fiador o coobligado (art 305,
20 párr LGTOC).
Si el objeto de una remesa es el envio de un titulo de crédito, se entiende
realizada salvo buen cobro del titulo, y si a su vencimiento el titulo no es paga-
do y existe esa cláusula de manera expresa o sobrentendida, quien lo recibió
puede ejercitar las acciones que de él se deriven o restituir el titulo y volver
724 LOS CONTRATOS DE CRÉDITOTRADICIONALES

a inscribir la deuda en su cuenta en el debe de su correlacionado. Finalmente,


cuando una remesa consista en un crédito que un cuentacorrentista tiene con-
tra un tercero, su inscripción se entenderá definitiva y a riesgo de quien la reci-
be, salvo reserva expresa para el caso de insolvencia del deudor (art 306
LGTOC/.

Obligaciones al saldo de la cuenta


Las obligaciones que nacen después de la obtención del saldo, es decir, las que
se fincan contra el cuentacorrentista que resulte deudor, pueden resumirse así
• El deudor debe cubrir el saldo a la vista, porque al cierre se constituye en
un crédito exigible y ejecutable, si bien debe ser reconocido judicialmente
por el deudor (art 1391, VII C Com)
• En caso de que el cuentacorrentista deudor haya incluido en la cuenta un
crédito garantizado con prenda o hipoteca, queda liberado cuando la ga-
rantía por el importe del crédito garantizado, se haga efectiva (art 305, 1er
párr LGTOC/
• Si el saldo es llevado a cuenta nueva, esa cantidad causa interés al tipo
convenido para las otras remesas y en caso contrario, al tipo legal, desde
la fecha en la que se establece el saldo de la cuenta hasta su consideración
como la primera remesa de la cuenta siguiente (art 308, segunda parte
LGTOC/
• Cuando el deudor considere que la cuantificación del saldo se debe rectifi-
car porque ha habido omisiones o duplicaciones en los asientos o en las re-
mesas, el reclamo debe hacerse dentro de los seis meses que sigan a la
clausura de la cuenta; de lo contrario, la acción de rectificación prescribe
(art 309 LGTOC/.
En términos generales, el cuentacorrentista deudor del saldo se convierte, co-
mo se advierte, en el responsable de una deuda mercantil de tipo contractual,
pero Con posibilidades de ejecución previo reconocimiento judicial.

90 EXIGIBILlDAD DEL SALDO


Una vez sumadas y restadas las remesas de cada comerciante y clausurado el
contrato, resulta un saldo que es exigible a la vista, el cual adquiere carácter
ejecutivo previo reconocimiento judicial del cuentacorrentista deudor. Pero, ade-
más de la exigibilidad de que está investido el cuentacorrentista acreedor so-
bre el deudor, existe otra: la de un tercero que sea acreedor del mismo
cuentacorrentista acreedor. En efecto, un cuentacorrentista, antes de clausu-
rar el contrato, tiene la esperanza o expectativa de convertirse en el acreedor
del saldo; saldo que, también en el nivel de la expectativa, puede comprometer
ante un tercero. De ser así ese tercero puede exigir la totalidad del saldo.
Contrato de cuenta corriente 725

El acreedor de un cuentacorrentista puede pedir, con anticipación a la clau-


sura del contrato, el aseguramiento y adjudicación del saldo eventual que ob-
tenga a su favor. En ese caso, no se consideran con respecto al embargante,
y desde la fecha del aseguramiento, las partidas de cargo correspondientes a
operaciones posteriores; ni tampoco se consideran como operaciones nuevas
las que resulten de un derecho del otro cuentacorrentista, ya existente en el
momento del aseguramiento, aunque todavía no se haya hecho su anotación
en la cuenta. El cuentacorrentista contra el cual se dicte el aseguramiento, de-
be notificarlo al otro cuentacorrentista, quien tendrá derecho a pedir la termi-
nación inmediata de la cuenta (art 307 LGTOC). Esto significa que los derechos
de cobro, eventualmente a favor de uno de los cuentacorrentistas, son suscep-
tibles de garantizar otro crédito contratado con un tercero; más aún son sus-
ceptibles de pago en caso de que, después de la notificación, el otro
cuentacorrentista dé por terminado el contrato, pero las remesas que se sigan
haciendo a partir de dicha notificación no quedan afectas a la acción que haya
intentado el tercero.

91 CLAUSURA DEL CONTRATO


El contrato de cuenta corriente puede terminar por las siguientes causas (arts
307 y 310 LGTOC)
• Por decisión voluntaria, después de la notificación que haga un tercero a
su contraparte para exigir el aseguramiento y adjudicación del saldo even-
tual de la cuenta corriente, de la forma que ya vimos
• Por vencimiento del plazo pactado en el contrato
• Cuando no habiendo plazo expresamente convenido, con diez dias de anti-
cipación uno de los cuentacorrentistas denuncie el contrato al otro, lo que
producirá diez días más de vigencia, transcurridos los cuales se dará por
terminado
• Por muerte o incapacidad superveniente de alguno de los cuentacorrentis-
tas, cuando así lo decidan sus herederos, representantes, y además el otro
cuentacorrentista.
Por último, cabe señalar que para obtener la liquidación del saldo, cuando no
se previó en el contrato que ésta se realice en una fecha especifica, la clausura
de la cuenta se debe operar cada seis meses, sin que esto signifique que necesa-
riamente se termine la cuenta, pues el saldo resultante se puede llevar a nueva
cuenta en la cual será considerado como la primera remesa (art 308 LGTOC).
De no querer continuar con la cuenta, expresión de la voluntad que, desde lue-
go, es una forma de poner término al contrato, los cuentacorrentistas, una vez
determinados el saldo y el acreedor, aplican las reglas de pago vistas ante-
riormente.
726 LOS CONTRATOS DE CRÉDITO TRADICIONALES

92 ALGUNAS APLICACIONES ACTUALES


Al igual que la apertura de crédito, el contrato de cuenta corriente es utilizado
con frecuencia por las instituciones de crédito, pero no en operaciones con sus
clientes, sino en las celebradas con otras instituciones. Sin embargo, también
tiene difusión en el medio de los particulares, por ejemplo, entre los que guar-
dan una relación maquilador/fabricante. Los maquiladores independientes (ins-
titución industrial fuertemente desarrollada en nuestro pais) elaboran productos
con la materia prima y el dinero que a su vez les proporciona un empresario;
las remesas reciprocas consisten, por parte del empresario, en dinero y mate-
ria prima, y por parte del maquilador, en producto terminado. La cuantifica-
ción del dinero y la materia prima proporcionada, y, por otro lado, la
cuantificación del número de articulos terminados por el valor que se agregó
con el trabajo de los maquiladores, al compensarse arroja el saldo que una de
las partes debe pagar.
Entonces, el contrato de cuenta corriente tiene vigencia y utilidad básica-
mente en las relaciones interbancarias, en las relaciones de industriales y ma-
quiladores, y en una escala menos importante, en los pequeños comercios que
intercambian al fiado bienes o servicios, ya sea con otros comerciantes o ya
sea con consumidores. No obstante, como se aprecia, este contrato presta una
utilidad inapreciable a todos aquellos que con alguna frecuencia se ubiquen,
simultáneamente, en el papel de deudores y acreedores reciprocos.
Contrato de carta de crédito 727

CUARTA
SECCiÓN

CONTRATO DE CARTA DE CRÉDITO

93 DEFINICiÓN Y MONTAJE
El contrato denominado carta de crédito es una carta (misiva) dirigida a un
sujeto al que se le pide que entregue un determinado valor a su portador; la
carta de crédito es, en términos propios, una carta de recomendación, que in-
volucra básicamente dos principios
• Se introduce al portador de la carta con el destinatario, identificándolo co-
mo el acreedor del derecho que de la misma carta se desprende
• Contiene la solicitud que hace el remitente al destinatario de entregar al
portador un derecho, una cantidad de dinero en efectivo o un servicio.
Por este motivo, las cartas de crédito deben expedirse a favor de persona de-
terminada y no son negociables, expresan una cantidad fij a o varias cantida-
des indeterminadas, pero comprendidas en un máximo cuyo limite se debe
señalar con precisión (art 311 LGTOC). Lo que significa que el portador no puede
disponer de mayor cantidad que la señalada por el remitente, pero si aparece
detallado en la carta, puede disponer de parcialidades y en diferentes épocas.
No obstante la clara especialización y aparente campo restringido de la car-
ta de crédito, ha tenido difusión por prestar una indiscutible utilidad comer-
cial. Su mecánica es bastante simple
• Se redacta dirigida a un destinatario susceptible de proporcionar un bene-
ficio al portador
• Se entrega a quien será su portador y quien recibirá los beneficios que se
deriven de ella
• El destinatario puede acatar o no la solicitud hecha por el remitente, en
caso afirmativo entrega al portador el derecho o dinero que expresamente
aparezca delimitado en su texto.
728 LOS CONTRATOS DE CRÉDITO TRADICIONALES

Existen dos tipos de cartas de crédito: con provisión y sin ella. En la primera
el portador pone a disposición del remitente el dinero que costará el derecho,
y que el destinatario le proporcionará en otra plaza; es decir, el portador de
la carta pagó por adelantado el derecho que le será proporcionado por el desti-
natario y, por tanto, tiene exigibilidad sobre ese derecho. Las cartas sin proví-
sión son aquellas cuyo valor el portador debe pagar a su regreso, a quien
suscribió la carta, pues gracias a su recomendaci6n el destinatario le propor-
cionó tal beneficio.

94 ELEMENTOS DE EXISTENCIA Y CONDICIONES


DE VALIDEZ
Objeto. Características esenciales
Básicamente las cartas de crédito tienen como función principal permitir a un
sujeto cierta seguridad de que dispondrá, en una plaza diferente a la suya, de
una determinada cantidad de dinero; es, en lo fundamental, un contrato que
sirve para cambiar dinero de una plaza a otra. Como la persona a quien se diri·
ge la carta pidiéndole que entregue al portador determinada cantidad de díne-
ro, no está obligado a hacerlo, sino que queda a su arbitrio aceptar o no la
petición, nos hace recordar la mecánica de operación de la letra de cambio (t
I), pero por ningún motivo se deben confundir ya que la letra de cambio es un
titulo de crédito y la carta de crédito es un contrato de crédito no aceptable
ni protestable, carente de autonomia y de forma alguna ejecutivo (art 312
LGTOC).
Por su parte las caracteristicas esenciales de este contrato son las siguientes
• Debe expedirse por una cantidad fija o varias cantidades indeterminadas,
pero comprendidas en un máximo cuyo limite debe ser igualmente fijo
• Los beneficios deben ser expresamente determinados en el texto; si se ex-
pide al portador no surte efectos
• Debe especificar claramente la persona a quien va dirigida, así como la fe-
cha de expedición
• Se perfecciona en el mismo, sin necesidad de celebrar otro contrato por se-
parado que organice las relaciones entre las partes.

Partes del contrato. Capacidad


Como ya quedó esbozado el número de elementos participantes en la carta de
crédito son tres
• Dador Es la persona que escribe la carta (remitente)
• Pagador (destinatario) Es a quien se dirige la carta y será el encargado
de materializar su objeto, consistente en la entrega al beneficiario de la can-
tidad pactada
Contrato de carta de crédito 729

• Portador (beneficiario) o tomador A quien el pagador entrega el dinero ob-


jeto de la misma y quien recibirá la carta del dador para que la presente
al pagador.
El dador, el tomador y el pagador alcanzan derechos y reciben obligaciones di-
ferentes, que a continuación se analizan; antes de ello se precisa que la capaci-
dad necesaria para contratar de esta manera es la general de ejercicio, tal como
define la LGTOC (arts 20 y 30).

Obligaciones del dador


Cuando el pagador acepta entregar al beneficiario la cantidad objeto de la car-
ta, la principal obligación del dador es pagársela hasta el limite y en los térmi-
nos fijados en el texto.
Si la carta se expidió con provisión o el tomador dio fianza o aseguró su
importe, y ésta no se paga, el dador está obligado por los daños y perjuicios
causados. Tratándose de cartas de crédito con provisión, el dador no puede re-
vocarlas y si asilo hace queda obligado al pago de los daños y perjuicios. Los
daños y perjuicios no pueden exceder la décima parte del importe de la suma
no pagada, además de los gastos causados por el aseguramiento o por la fianza
(art 313 LGTOC). Tratándose de cartas de crédito sin provisión, el dador po-
drá anularla en cualquier momento, pero deberá poner su deseo en conocimien-
to del tomador y de aquel a quien fuere dirigida.
Es necesario precisar que el pagador (el destinatario de la carta) no está
obligado a aceptar la invitación que le hace el dador, pero si la acepta y entre-
ga la cantidad consignada al tomador adquiere ipso jure derechos de cobro con-
tra el dador (y no contra el beneficiario) justamente por la cantidad exhibida.

Obligaciones del tomador


La obligación fundamental del tomador sólo se presenta en las cartas de crédi-
to sin provisión, y consiste en pagar al dador la cantidad que el pagador le ex-
hibió. La segunda obligación, subsiguiente de la anterior, es la de pagar la
cantidad dentro del plazo convenido.
Es importante precisar que el tomador no tiene derecho alguno contra el
pagador, ya sea porque no le exhiba la cantidad estipulada, o bien porque se
la exhiba parcialmente; en todo caso las acciones intentables lo serán contra
el dador y siempre que se trate, como ya dijimos, de cartas de crédito con pro-
visión.

95 GARANTIA Y CANCELACiÓN DEL CONTRATO


Salvo convenio en contrario, el término de las cartas de crédito es de seis me-
ses desde la fecha de su expedición. Es decir, es exclusivamente durante el pla-
730 LOS CONTRATOS DE CRÉDITO TRADICIONALES

zo convenido o el plazo legal cuando el tomador puede aspirar a recibir la


cantidad consignada en la carta Pasado el término convencional o legal sin
que el tomador haya intentado obtener la cantidad consignada, la carta queda
cancelada y no se derivan derechos u obligaciones de ninguna especie en favor
o en contra de los participantes.
Como ya vimos, hay un tipo de carta de crédito en la cual no se otorga
garantia (carta de crédito sin provisión); en este caso si hay incumplimiento
de pago del tomador de la cantidad recibida, la acción de recuperación debe
intentarse por la via ordinaria o ejecutiva, según sea el caso, es decir que el
adeudo sea susceptible de ser reconocido por el deudor judicialmente o no (art
1391, VII C Com).
Las cartas de crédito con provisión pueden darse de dos maneras; (a) con
la entrega en efectivo de la cantidad consignada en la carta que, a su vez, debe
recibir del pagador en otra plaza (lo que es una provisión en los propios térmi-
nos), o bien (b) cuando el tomador dé fianza o asegure de alguna otra manera,
con garantia convencional, el pago de la cantidad que le exhiba el pagador. En
este último caso, si el tomador no paga su deuda el dador tiene derecho a ejecu-
tar la garantia que, como vimos, generalmente es personal.

96 UTILIDAD ACTUAL
Una vez más, las cartas de crédito son negocios celebrados generalmente por
los bancos. Como se desprende de la mecánica de este contrato, en caso de que
no exista provisión, se trata en realidad de un financiamiento que el dador (el
banco) le está haciendo al tomador (su cliente), al cubrir al pagador la cantidad
que entregó al tomador. La forma en que por lo general los bancos instrumen-
tan este tipo de crédito es mediante el depósito en cuenta de cheques, contra
linea de crédito, o en caso de que el tomador no tenga chequera ni linea de cré-
dito con él, a través de la apertura de un crédito simple con la indicación de
la puesta a disposición de ese dinero en otra plaza diferente.
Sin embargo, la carta de crédito también opera en algunos negocios de la
práctica privada. Para el caso, no es extraño que los premios y prestaciones
que los patrones ofrecen a sus empleados se sustenten en cartas de crédito,
por ejemplo, para que dispongan de cierta cantidad para un servicio hotelero,
alimentos, turistico, etc. El patrón entrega al trabajador o asesor una carta
de crédito por una cantidad y fecha especificas, dirigida a un hotel o una agen-
cia de viajes, quien entrega al empleado el servicio que, posteriormente, cobra-
rá al patrón. También puede darse el caso de que una empresa, por la actividad
que realiza o las relaciones que sostiene, pueda obtener precios más accesibles
en ciertos productos o servicios; entonces puede pactar con un proveedor el
pago con una carta de crédito respecto de uno de esos bienes de precio accesi-
ble, que le entregará el pagador al proveedor, siendo que el valor del bien, para
Contrato de carta de crédito 731

esa empresa, es menor que el que pagarla el tomador en caso de comprarlo en


otro lugar.
Pero, la carta se ha arraigado más bien en la práctica bancaria, con el obje-
tivo principal de cambiar dinero de una plaza a otra y, en la mayoria de los
casos, con provisión previa por el tomador.
732 LOS CONTRATOS DE CREDITO TRADICIONALES

QUINTA
SECCiÓN

CONTRATO DE PRENDA

97 NATURALEZA Y DEFINICiÓN: VOCACiÓN


AB ACCESORII
La prenda es, por naturaleza, un negocio accesorio de otro principal; no puede
ser de otra manera. Pero además, la categoría de su accesoriedad es igual de
consistente e inamovible, a saber, no tiene otra función que la de garantizar.
Quien se pregunte cuál es la utilidad de la prenda, sólo tiene una respuesta:
garantiza el cumplimiento de una obligación; y tratándose de una prenda mer-
cantil, precisa y exclusivamente garantiza el cumplimiento de una obligación
mercantil.
La prenda es un contrato accesorio, pero no solo de otros contratos de cré-
dito (que son los elementos tutelados por la LGTOC), sino que es susceptible
de garantizar el cumplimiento de cualquier obligación; incluso, como veremos,
tanto civil como mercantil y de otros tipos. Por este motivo, entre otros, en
total acuerdo con el maestro Arturo Díaz Bravo, consideramos que la prenda
está organizada, sin razones de técnica legislativa aparentes, por la LGTOC,
debiendo estarlo por el C Como En efecto, la garantía en cualquiera de sus for-
mas (hipoteca, fianza, prenda, etc), y en cualquier materia (civil, mercantil, fis-
cal, etc) es un negocio diseñado como manera de asegurar al acreedor que su
deudor cumplirá su prestación: y ese negocio no puede, por lo mismo, involu-
crar un crédito, sino solo su posible incumplimiento. Así, la organización de
la prenda mercantil en la LGTOC debe ser observada -incluso lo apunta el
expositor de motivos- como la calificación de complementariedad y afinidad
que guarda con algunos actos y contratos que organiza, principalmente el en-
doso en garantía (t 1) Y los créditos refaccionarios o de habilitación o avío, y
el fideicomiso.
Contrato de prenda 733

Luego, un primer apunte que se debe recordar es que la prenda es una fi-
gura que existe en diferentes ámbitos de la práctica del derecho, y en cada una
queda sometida a su régimen especial. En adelante analizaremos, sinópticamen-
te, las características del tipo de prenda que nos corresponde, a saber, la mer-
cantil.
La definición de prenda mercantil no existe en el texto de la ley mercantil;
por lo contrario, el art 334 LGTOC sobrentiende los conceptos, no solo de pren-
da, sino de comercialidad; en efecto, en su proemío dispone que .. en materia
de comercio la prenda se constituye. . ." Surjen dos preguntas: ¿qué es la pren-
da? y más aún, ¿cuándo se entenderá que se celebró en materia de comercio?
En atención a la supletoriedad prevista en los arts 20 y 30 LGTOC, el de-
recho civil permite una aproximación. En esa materia (art 2856 C Civ)
la prenda es un derecho real constituido sobre un bien mueble enajenable
para garantizar el cumplimiento de una obligaci6n y su preferencia en el
pago.
Luego, esta es la definición de prenda, útil para seguir al pie de la letra el
texto del art 334. Pero, ¿cuándo se entenderá que la prenda tuvo lugar en mate-
ria de comercio? En la respuesta, no basta saber que la prenda que se constitu-
ya de acuerdo con laLGTOCes un acto de comercio (como señala su art lo, último
párr), pues para ello primero es necesario saber cuándo se verificó en el comer-
cio y no en los medios puramente civiles, porque de no ser asi el que se aplica es
el C Civ y no la LGTOC.
La respuesta procede, una vez más, del universo general del derecho mer-
cantil, bizarramente compendiado en el art 75 C Como En efecto, de conformi-
dad con los arts lo, 30 y 75 C Com y 40 LGSM, la prenda que se constituya
por, o en favor de, comerciantes o de sociedades mercantiles, o sobre cosas mer-
cantiles (titulos de crédito, buques, mercancías de comerciantes, etc), es, nece-
sariamente, una prenda constituida en el comercio y, por tanto, le es aplicable
el citado art 334 que, de conformidad con el art lo de la misma LGTOC, es
en ella misma un acto de comercio.

98 FORMALIDAD. OPINIÚN DEL MAESTRO DIAZ BRAVO


En opinión del maestro Diaz Bravo, la prenda puede formarse por conducto
de un contrato o mediante declaración unilateral de voluntad; dicho de otra for-
ma, en su opinión este negocio no es, necesariamente, un contrato sino que tam-
bién puede ser una declaratoria unilateral, aunque ambos tengan las mismas
consecuencias de enajenación y destino.
De acuerdo con el autor citado, la prenda, en la inmensa mayoria de los
casos, surge de una estipulación mercantil, pero igualmente -continúa- debe
reconocerse que hay prendas constituidas unilateralmente, tal es el caso de la
prenda para garantizar el pago de una pensión vitalicia; la constituida median-
734 LOS CONTRATOS DE CRÉDITO TRADICIONALES

te el endoso adecuado de un titulo de crédito; la que se constituye como un ac-


to de liberalidad por un tercero aun sin consentimiento del deudor; y añade la
constituida mediante simple notificación al acreedor. Además de éstas, cita-
das por el maestro, y otras más como la prenda constituida para asegurar el
pago de créditos fiscales o para garantizar el cumplimiento de una obligación
judicial impuesta por el juez, existen, en efecto, prendas que no tienen su ori-
gen en un contrato, sino en la ley, en una orden judicial o administrativa y,
por último, en la posibilidad legal que deriva, de que la ley no señala que la
prenda se debe constituir, necesariamente, respecto de un contrato, sino que
sólo señala el momento a partir del cual quedó constituida.
Pensamos que tal cual se cita en los Indices del e Ci v y de la propia LGTOe,
la prenda siempre debiera ser un contrato, porque tanto en el uno como en la
otra está citado, respectivamente, como un contrato y una operación, en el en-
tendido de que, como ya lo vimos (núm 75), las operaciones de crédito son con-
tratos. Pero, de la misma manera que nuestro maestro opinamos, que tal como
se organiza en la LGTOe -es decir, la mercantil-, la prenda no debe ser nece-
sariamente un contrato, aunque también se pueda perfeccionar de esa forma,
no solo porque la LGTOe no obliga a ello, sino porque en el comercio la enaje-
nación de la prenda queda trabada con la constitución del gravamen y no con
el cumplimiento de requerimientos convencionales entre acreedor y deudor; lue-
go, en esta materia la presunción de la constitución de la prenda es, como vere-
mos, más importante que los requisitos que en cada caso debe reunir el convenio
o el negocio principal, o el acto o documento en el que conste. De conformidad
con la formalidad que caracteriza nuestra materia, la prenda existe cuando se
actualicen ciertas circunstancias que el legislador considera suficientes para
presumir su constitución.

99 CONSTITUCIÚN DE LA PRENDA
En materia de comercio la garantia prendaria está prevista para ser constitui-
da sobre tres diferentes tipos de elementos, a saber, titulos de crédito, créditos
y bienes o mercancías.

Prenda sobre títulos


Tratándose de titulos de crédito la prenda se entiende constituida cuando se
actualice alguno de los siguientes supuestos (art 334, 1 a IV y VI LGTOe)
• Por la entrega al acreedor del título de crédito si éste es al portador
• Por el endoso del titulo de crédito en favor del acreedor si es un titulo no-
minativo y por este mismo endoso, y la correspondiente anotación en el
registro si el título es registrable
• Con el caso de que el titulo materia de la prenda no sea negociable, con
la entrega al acreedor del título y la inscripción del gravamen en el registro
Contrato de prenda 735

de emisión del titulo; o con notificación hecha al deudor si se trate de un


título para el cual no se exij a tal registro
• Por el depósito del titulo si es al portador, en poder de un tercero que las
partes hayan designado y a disposición del acreedor
• Por la entrega o endoso del título representatívo de los bíenes objetos del
contrato, o por la emisión o el endoso del bono de prenda relativo.

Prenda sobre créditos


En caso de que la prenda no se constituya sobre títulos de crédito, sino sobre
créditos en favor del deudor prendario, la prenda se entenderá constituida (art
334, 111, V, VII Y VIII LGTOC)
• Cuando el crédito materia de la prenda no sea negociable, con la entrega
al acreedor del documento en que el crédito conste, con notificación hecha
al deudor, según que se trate de créditos respecto de los cuales se exija o
no registro
• Por la inscripción del contrato de crédito refaccionario o de habilitación o
avío en los registros correspondientes (núrn 122)
• Por el cumplimiento de los requisitos que señala la LIC si se trata de crédi-
tos en libros (núm 136).

Prenda sobre bienes


Finalmente, cuando la prenda no se constituya ni sobre títulos de crédito ni
tampoco sobre créditos, sino sobre otros bienes o mercancias, se entiende cons-
tituida (art 334, 1, 111, IV Y VI LGTOC)
• Con la entrega de los bienes al acreedor
• Con el depósito de los bienes en poder de un tercero, que las partes hayan
designado, y a disposición del acreedor
• Con el depósito de los bienes a disposición del acreedor, en locales cuyas
llaves queden en poder de éste, aun cuando tales locales sean de la propie-
dad o se encuentren dentro del establecimiento, del deudor.
Pero cuando la prenda se constituya sobre bienes o títulos fungibles, o sobre
dinero en efectivo, además de las anteriores, la constitución de la prenda reúne
las signientes caracteristicas (art 336 LGTOC)
• Se puede pactar que su propiedad se transfiera al acreedor, quien queda
obligado, en su caso, a restituir al deudor otros tantos bienes o títulos de
la misma especie; caso en el que el pacto debe constar por escrito
• Cuando se constituya sobre dinero se entenderá transferida su propiedad
salvo convenio en contrario
• La prenda subsistirá, aun cuando los titulos o bienes sean sustituidos por
otros de la misma especie (art 335 LGTOC).
736 LOS CONTRATOS DE CRÉDITO TRADICIONALES

Por último, es muy importante recordar -porque en la práctica este requisito


frecuentemente se omite- que tanto en la prenda constituida sobre titulas de
crédito como sobre bienes o mercancias, el acreedor prendario está obligado
a entregar al deudor, a expensas de éste, un resguardo que exprese el recibo
de los bienes o titulas dados en prenda y los datos necesarios para su identifi-
cación (art 337 LGTOC).

100 SUPLETORIEDAD DE LA LGTOC EN LA PRENDA


BANCARIA
Como vimos anteriormente, cuando la prenda tiene lugar en el comercio, su for-
ma y consecuencias se organizan de acuerdo con la LGTOC. Sin embargo, la
propia LGTOC se deroga a si misma en favor de la ley bancaria, para el caso
de la prenda constituida por un banco, lo cual, como veremos, no es suficiente
para que la LIC se aplique en lugar de la LGTOC.
Por una parte, la LGTOC establece que sus reglas sobre la prenda no mo-
difican las disposiciones relativas a los bonos de prenda que organiza la propia
LGTOC, ui las contenidas en la LIC o en otras leyes especiales (art 345 LGTOC);
es decir, la regla especifica es que la prenda mercantil se organiza de acuerdo
con las prevenciones de laLGTOC, excepto en el bono de prenda (t 1)Yla pren-
da constituida por los bancos; casos estos dos que, en principio, se deben orga-
nizar de acuerdo con cada ley especial. Sin embargo, a pesar de esta derogación
especifica en favor de la ley bancaria, resulta que, como ya vimos (núm 39),
el art 69 LIC establece que la prenda constituida en favor de bancos se hará
"de acuerdo con la LGTOC".
Pareciera que ni el legislador bancario ni el de crédito desean organizar la
prenda bancaria, porque ambos establecen que se organizará de acuerdo con
lo que señale el otro. Sin embargo, siguiendo al pie de letra las reglas de suple-
toriedad, es aplicable la LGTOC en ambos casos, porque si la LGTOC estable-
ce que la prenda bancaria se organizará de acuerdo con la LIC, y ésta establece
lo mismo, pero en favor de la LGTOC; ésta si organiza la prenda y la LIC no,
luego, aquella es la única con competencia por ser la que establece reglas sobre
el particular.
No obstante, es pertinente precisar que el propio art 69 LIC establece una
excepción a las reglas de constitución de prenda que organiza el art 334 LGTOG,
citadas antes, en el sentido de que basta que se consigne en el documento el
crédito respectivo con expresión de los datos necesarios para identificar los bie-
nes, para que la prenda se entienda constituida. Entonces, la prenda bancaria
queda sometida a las reglas de la LGTOC, con excepción de la formalidad ne-
cesaria para su constitución, cuyo único requisito es el señalado.
'.

Contrato deprenda 737

101 OBLIGACIONES Y DERECHOS DE LAS PARTES


Además de la obligación principal de guardar y conservar los bienes o titulos
dados en prenda, el acreedor prendario tiene la obligación de ejercitar -y es
nulo todo convenio que lo libere de esta responsabilidad-todos los derechos
inherentes a ellos (por ejemplo, cobro de principal o de intereses, expresión del
voto, etc), aunque los gastos son por cuenta del deudor; y salvo pacto en con-
trario, se deben aplicar al pago del crédito todas las sumas que sean recibidas
por el ejercicio de tales derechos, pero dichas sumas se aplican sólo en su opor-
tunidad (art 338 LGTOC).
Esta regla dispone de un dispositivo de apoyo: en caso de que la prenda
sea un título de crédito, si antes del vencimiento de la prestación garantizada,
el titulo se vence o se amortiza, el acreedor debe ejercitar tales derechos de res-
cate, y de ser así puede conservar en prenda, en sustitución de los tltulos co-
brados o amortizados, las cantidades que por estos conceptos reciba (art 343
LGTOC). Es decir, el dinero que recibe el acreedor por haber ejercitado los de-
rechos de cobro que tenga inherentes, sustituye a la prenda y, por tanto, no
puede disponer de ellos, porque lo que recibió el acreedor fue una garantla, y
no un pago con tltulos o dinero. Más aún, la LGTOe establece expresamente
que el acreedor prendario no puede hacerse dueño de los bienes o tltulos dados
en prenda sin el expreso consentimiento del deudor manifestado por escrito,
que debe otorgarse, siempre, después de la constitución de la prenda (art 344),
circunstancia frecuentemente sostenida por la Corte (Prenda, venta de bienes
o títulos dados en. Efectos, A D 512/68, Tercera Sala, séptima época, vol 4,
cuarta parte, pág 73). Pongamos un ejemplo.
Un establecimiento de autos usados vende un vehiculo a un cliente el 1
de enero, quien queda a deber 10 millones de pesos para elIde marzo. Como
garantía del pago le da un pagaré que tiene a su favor por 10 millones de pesos,
pero que vence al1 de febrero; es decir, un mes antes de que vaya a tener oblí-
gación de pagar al establecimiento. De conformidad con el art 338, el estableci-
miento de autos usados -acreedor- tiene la obligación de cobrar el documento;
pero de conformidad con el art 344, no puede hacerse dueño ni del pagaré ni
de los 10 millones de pesos que cobró, a no ser que el cliente lo autorice por
escrito en una fecha posterior a la constitución de la prenda; sin embargo, el
establecimiento continúa garantizado, porque de acuerdo con el art 343, el di-
nero cobrado elIde febrero sustituye, como garantía, al titulo que le entregó
su cliente. En su oportunidad, es decir, elIde marzo, el dinero cobrado será
aplicado al pago de la prestación garantizada.
Finalmente, cuando la prenda sea un título de crédito, y en caso de que
el acreedor prendario deba ejercitar, durante el plazo de la prenda, un derecho
de opción concedido en relación al título, el deudor debe proveerlo de fondos
cuando menos dos días antes del vencimiento del plazo señalado para ejercitar
la opción. Asimismo, si durante el plazo de la prenda, el acreedor prendario de-
738 LOS CONTRATOS DE CRÉDITO TRADICIONALES

be hacer un pago en relación al titulo, una vez más el deudor prendario debe
proveerlo de los fondos suficientes en el mismo plazo (art 339 LGTOC).

102 VENTA V EJECUCIÚN DE LA PRENDA. POSTURAS


DE LA CORTE
Reglas generales de venta
En pláticas informales sostenidas con nuestro maestro Arturo Diaz Bravo. y
otros, la constitucionalidad de ciertas disposiciones de la legislación mercantil
ha sido cuestionada; de modo concreto, los arts 1392 C Com y 341 LGTOC,
porque en ambos se establece la posibilidad, respectivamente, de que el acree-
dar solicite al juez -sin conocimiento del deudor- la ejecución del patrimonio
o la venta de la prenda. sin que el demandado haya sido oído, y menos aún ven-
cido en juicio, lo que en opinión del maestro. y hasta cierto punto de este autor,
atenta contra las garantias sostenidas por los arts 14. 20 párr y 16, primera
parte de la Constitución General. Los importantes argumentos que verte el
autor, en su opinión, de la mayor importancia, no se pueden transcribir porque
de hacerlo se contradeciría el espíritu introductorio de este texto. Sin embar-
go, se menciona esa circunstancia con objeto de subrayar, al lector. la violen-
cia de la sanción y. así, la necesidad de aplicar particular atención a esos
negocios. Como sea. la Corte se ha pronunciado expresamente en torno a este
tema de la forma que más adelante se apunta.
El acreedor puede pedir la venta de la pignus en tres momentos: si el deu-
dar no paga. si el valor de la prenda disminuye o si el deudor no le provisiona
de los fondos necesarios para ejercitar un derecho de opción o de pago, respec-
to de los titulas, a los cuales nos referimos antes.
En efecto, la LGTOC dispone que el acreedor podrá pedir al juez que auto-
rice la venta de los bienes o titulas dados en prenda cuando se venza la obliga-
ción garantizada. De la petición del acreedor se correrá traslado inmediato al
deudor, y éste, en el término de tres días, podrá oponerse. pero la oposición
sólo puede hacerse consistir en la exhibición del importe del adeudo (circuns-
tancia de única excepción que ha sido calificada en múltiples ocasiones; por ejem-
plo, el Colegiado del Quinto Circuito en Venta del bien dado en prenda, oposición
a los conceptos de violación, inoperantes, A D 372/86, Informe 1987, tercera
parte, pág 529); Y si el deudor no se opone a la venta en los términos dichos,
el juez manda que se efectúe la venta al precio de cotización en bolsa, o a falta
de cotización, al precio del mercado, por medio de corredor o de dos comercian-
tes con establecimiento abierto en la plaza. En caso de notoria urgencia, y bajo
la responsabilidad del acreedor, el juez podrá autorizar la venta aun antes de
hacer la notificación al deudor. El corredor o los comerciantes que hayan inter-
venido en la venta deben extender un certificado de ella al acreedor. El produc-
Contrato de prenda 739

to de la venta se conservará, como señalamos antes, en prenda por el acreedor


en sustitución de los bienes o títulos vendidos (art 341 LGTOC).
De igual forma, el acreedor podrá pedir la venta de la prenda si el precio
de los bienes o títulos pignorados baja, de manera que no baste a cubrir el im-
porte de la deuda y 20% más (art 340 LGTOC).
Por último, también podrá pedir el acreedor la venta de los bienes o titulos
dados en prenda, si el deudor no cumple con la obligación de proporcionarle
en tiempo los fondos necesarios para cubrir las exhibiciones que deban sobre
los títulos, En este caso, el deudor podrá oponerse a la venta haciendo el pago
de los fondos requeridos para efectuar la exhibición, o mejorando la garantía
por el aumento de los bienes dados en prenda o por la reducción de su adeudo
(art 342 LGTOC). Veamos a continuación cuáles han sido algunas de las más
importantes posturas jurisprudenciales acerca del tema.

Posturas de la Suprema Corte


En principio, la Tercera Sala ha sostenido en una tesis fuertemente inspirada
en otra tesis más, pero del Pleno (Prenda, constitucionalidad del art 341 de la
LGTOC que establece el procedimiento para la venta, A R 1435/83, Informe
1984, primera parte, pág 366) que al igual que la tesis del Pleno sólo alcanzó
mayoría y no unanimidad, que el art 341 LGTOC es constitucional porque la
venta de los bienes realizada de conformidad con ese art, no convierte al acree-
dor en propietario de su producto en efectivo, sino solo en su depositario, en
tanto que acreedor prendario, para que al término del juicio se resuelva su des-
tino y, por tanto, se conserva incólume la garantía de previa audiencia (Pren-
da, constitucionalidad del art 341 de la LGTOC que establece el procedimiento
para la venta de la, A R 1435/83, séptima época, vols 181,186, primera parte,
pág 147).
Una vez más el Pleno se vuelve a pronunciar, por mayoría y no por unani-
midad, en favor de la constitucionalidad del art 341, en el sentido de que las
necesidades del crédito justifican la tramitación de juicios ejecutivos, y la ins-
titución de un procedimiento muy breve para la venta de la prenda; en ella,
el deudor se puede oponer a la venta exhibiendo el pago y de no hacerlo, la ven-
ta se realiza y su importe lo conserva el deudor; pero esa venta no impide que
el deudor promueva juicio en el que se juzgue la exibilidad de la obligación prín-
cipal, sobre la nulidad, prescripción, pago total o parcial, o parcialmente apla-
zado, por lo que el acreedor sólo conserva, y no se apropia, del producto de la
venta, para que una vez dilucidadas las cuestiones que el deudor hubiese plan-
teado se decida el destino del producto de la venta, conservándose así, íncólu-
me, la garantía de previa audiencia constitucional (Prenda, constitucionalidad
del art 341 LGTOC que establece el procedimiento para la venta, A R 821/88,
Pleno, séptima época, vols 181-186, pág 147).
740 WS CONTRA TOS DE CRÉDITO TRADICIONALES

Finalmente, el acto mismo de solicitud al juez por el acreedor prendario,


de vender los bienes dados en prenda, no constituye un acto impugnable en
juicio de garantías; primero, porque tal acto, en si mismo, no puede considerar-
se que se celebró fuera de juicio por ser una consecuencia de la celebración del
contrato de prenda, y segundo, porque la ejecución no es de imposible repara-
ción, argumento judicial éste que, al igual que en el caso del embargo en el jui-
cio ejecutivo, busca ser la más formidable defensa en contra de una supuesta
violación a las garantías individuales que evocamos párrafos antes (Prenda.
Solicitud de la venta de los bienes dados en. No constituye un acto que pueda
reclamarse en el juicio de amparo indirecto, A R 372/88, Tribunal Colegiado
del Octavo Circuito, Informe 1989, tercera parte, pág 900).
Me parece que el quid pro qua todavia no analizado en juicio, de forma
que se conozca por el pleno, radica en que, en efecto, la garantía de previa audien-
cia está garantizada, pero solo por cuanto al derecho de propiedad se refiere,
y no respecto del derecho de posesión el cual, sin asomo de duda, efectivamen-
te es violentado sin que el deudor se oiga y venza de forma alguna. Esta hipó-
tesis -la violación de la garantía de previa audiencia respecto de la privación
del derecho real de posesión- no se actualiza, al igual que en la ejecución de
la garantia, en un fideicomiso que veremos después (núm 155), si tal ejecución
por venta no solo está prevista por el art 341 LGTOe, sino también en el con-
trato, porque es a eso, efectivamente, a lo que el deudor quizo obligarse, luego,
no puede alegar desconocimiento, exceso y menos falta de constitucionalidad
en su contrato. Sin embargo, en caso de que tal supuesto -la venta inmediata-
no esté previsto en el contrato, sino solo en la ley, la voluntad del deudor no
se ha expresado respecto de los derechos que son inherentes a su personalidad
y, por tanto, en nuestra opinión, debiera ser vencido antes de privársele de la
posesión.
No obstante la opinión anterior, debe reconocerse la necesidad de proteger
al crédito, al comercio, al sistema económico y así, a la sociedad misma, me-
diante un instrumento que garantice más que rapidez seguridad en los acree-
dores, los que hicieron confianza en la enajenación, a su favor, de un bien movible
que se puso a la disposición del cumplimiento de una obligación que, actuali-
zando la hipótesis prevista en el 341, en efecto, no se cumplió por los motivos
que sean, y que por eso, y sólo por eso, se vende, y no para pagarle al acreedor
sino para liquidar -convertir en dinero efectivo- la prenda y, en su caso, faci-
litar el pago de una deuda que, al término del juicio, lo mismo se hará o no de-
pendiendo de la procedencia de las excepciones y defensas argüidas por el dueño
del dinero, es decir, el deudor prendarlo demandado.
Como sea, se debe recordar que si una prenda se vende porque el deudor
no haya cumplido con la obligación que con aquella garantizó, el dinero obteni-
do de la venta no será del acreedor, sino que seguirá siendo del deudor, y su
destino final se resolverá sólo al término del juicio. Así, la utilidad de la prenda
prevalece: garantizar, no pagar.
CAPíTULO
2

LOS CONTRATOS
DE CRÉDITO BANCARIOS
SUMARIO

PRIMERA SECCION EL CONTRATO DE DEPÓSITO


103 Definición y características principales
104 Diferentes formas y especies
105 Elementos de existencia y condiciones de validez
Objeto
Partes. Capacidad
Formalidades
En caso de fallecimiento del titular
Obligaciones de las partes
La tripode documental del depósito bancario: contrato,
ficha de depósito y ficha de retiro
106 Depósito en cuenta de cheques
Tres negocios en uno: el contrato, el depósito de dinero
a la vista y el cheque
Definición y objeto
Cláusulas del contrato
Terminación
107 Mesa de dinero: un contrato de depósito bancario de títulos
fungibles y de dinero; uno de administración; y uno
de comisión mercantil, en un solo documento
Montaje
Origen del negocio: un fideicomiso
Contrato de comisión mercantil
El depósito como negocio independiente
La prueba del depósito
Las diferentes responsabilidades del banco
108 Depósito de ahorro
109 Depósito de dinero a plazo
110 Depósito de títulos y depósitos en cajas de seguridad
Depósito de titulos
Depósito en caj as de seguridad

SEGUNDA SECCION LOS CONTRATOS DE PRÉSTAMO


Y DE APERTURA DE CRÉDITO
111 Breve introducción a la apertura de crédito y al mutuo
112 Diferencias y semejanzas entre el préstamo y la apertura
de crédito
113 El concepto línea de crédito
114 El concepto cajón bancario
115 Obligaciones y derechos más importantes de los prestadores
profesionales (los bancos)
116 Las aperturas de crédito más frecuentes
El préstamo quirografario
Breve anticipo a! descuento, al crédito documentario
y a! refaccionario y de avio
117 Los tipos de préstamo (mutuo) más frecuentes
El préstamo prendario
El préstamo hipotecario
El préstamo para la vivienda de interés socia!
Otros tipos de créditos
118 Ejecución de garantías reales; análisis del art 72
de la L/C

TERCERA SECCION LOS CONTRATOS REFACCIONARIO


y DE HABILITACiÓN O Avlo
119 Definiciones e introducción a sus diferencias
120 Formalidades
121 Partes. Capacidad
122 Reglas generales aplicables a los dos créditos
123 Reglas particulares al crédito refaccionario
124 Reglas particulares al crédito de habilitación o avio
125 Las garantias
126 La documentación del crédito en pagarés
127 Algunas reglas de litigio en caso de incumplimiento

CUARTA SECCION CONTRATO DE CRÉDITO DOCUMENTARlO


(CONOCIDO COMO CARTA DE CREO/TOl
128 Introducción. Los riesgos del comercio internacional
129 Definición y montaje
130 Diferentes tipos de acredita miento
Crédito documentario revocable
Crédito documentario irrevocable
Crédito documentario irrevocable y confirmado
La provisión de fondos del derecho mexicano
131 La reglamentación nacional y la internacional
132 Los documentos más importantes en la materia
Contenido de las reglas núm 400
133 Requisitos literales
134 En caso de incumplimiento. Un caso práctico
QUINTA SECCION OTROS CONTRATOS BANCARIOS
135 El contrato de descuento de títulos de crédito
Montaje
N ormatividad
Obligaciones
136 El descuento de créditos en libros
El descuento de la LGTOC
La prenda constituida en créditos en libros
de la LIC
137 El contrato de reporto bancario
138 Los contratos de servicio bancario
Clasificación
Algunas reglas aplicables a todos los contratos
de servicio
139 Mención de algunos contratos de servicio bancario
Mandatos civiles y mandatos mercantiles (comisiones)
Liquidaciones mercantiles societarias e individuales
Sindicaturas
Albaceazgos
Otros contratos de servicio
El fideicomiso
PRIMERA
SECCiÓN

EL CONTRATO DE DEPÓSITO

103 DEFINICiÓN Y CARACTERlsTICAS PRINCIPALES


El depósito es para los bancos la operación pasiva por excelencia (núm 4), por-
que a la vez, es su principal fuente de captación. Ese concepto tiene diferentes
connotaciones que es importante aclarar para que se pueda utilizar con preci-
sión. Esta necesidad obedece a que en nuestra legislación existe el depósito co-
mo negocio típico que sólo ciertas instituciones están autorizadas a operar (núm
69), así como el contrato de naturaleza eminentemente privada que previene el
Código Civil y el depósito con fines comerciales que, por su parte, organiza
el Código de Comercio; siendo que, en realidad, ese término, en materia banca-
ria, se aplica a todo tipo de entregas de dinero que se haga a cualquier banco
por cualesquiera motivos. La precisión conceptual se impera. Entonces, en breve
veremos las características principales del depósito en lo general, e inmediata-
mente analizaremos las peculiaridades de cada tipo de depósito bancario pues,
en efecto, existen varios.
El derecho común define el contrato de depósito como aquel, en virtud del
cual, el depositario se obliga hacia el depositante a recibir una cosa, mueble
o inmueble, que éste le confía, y a guardarla para restituirla cuando la pida el
depositante (art 2516 C Cív). Ésta es la idea general de qué es un depósito en
materia de derecho que se debe retener. Por su parte, el C Com estima que el
depósito es mercantil (art 332 C Com) si las cosas depositadas son objeto de
comercio o si se efectúa como consecuencia de una operación mercantil. Nóte-
se la doble cumplimentación de la regla que siempre persigue nuestro legisla-
dor: cubrir tanto las posibilidades objetivas como subjetivas del negocio. A
mayor abundamiento, el célebre art 75 C Com establece (frac XVII) que la ley
reputa actos de comercio los depósitos por causa de comercio, cualesquiera que
éstos sean.
746 LOS CONTRATOS DE CRÉDITOOANCARIOS

Como hemos venido sosteniendo, los contratos de crédito bancarios son


aquellos que (núm 78), requieren la participación institucional de un banco pa-
ra su perfección (art 46, I LIC), Ycomo esas instituciones tienen una naturale-
za estrictamente comercial (art 75, XIV C Com), resulta asi que todos los
contratos de depósito que se analizan en este texto son, por la misma razón,
mercantiles, ya sea porque los realiza un banco o un comerciante (criterio sub-
jetivo), o bien porque se realizan por motivos del comercio o sobre cosas mer-
cantiles (criterio objetivo), pero además, porque así los califica la ley (art lo,
20 párr LGTOC).
De lo anterior podemos identificar los siguientes caracteres principales de
este contrato
• Es un contrato bilateral (art 2516 C Civ), consensual, conmutativo, que pue-
de ser oneroso o gratuito
• Es un contrato mercantil (arts 332 C Com y 10, 20 párr LGTOC)
• Es un contrato mercantil que requiere la participación de un banco, por
lo que además es un contrato bancario (art 46, I LIC)
• En virtud del contrato una persona trasmite al banco la propiedad o la po-
sesión de un bien mueble o inmueble, quedando el banco obligado a guar-
darlo y a restituirlo en las condiciones y en la fecha convenida; es decir,
es también un contrato de crédito
• El depositante, según el tipo de depósito, para rescatar o recuperar el bien
depositado debe pagar al banco un interés, una prima porcentual o una can-
tidad como pago del servicio; también hay casos en que no se paga nada,
como tendremos oportunidad de ver a continuación.
En suma, de conformidad con los argumentos legales citados, el de depósito
es un contrato consensual, bilateral, conmutativo, mercantil, de crédito, ban-
cario y que puede ser, en esta materia, oneroso o gratuito.

104 DIFERENTES FORMAS Y ESPECIES


El interés que un cliente puede tener en depositar su dinero o sus bienes en
un banco puede ser diverso, al paso que, desde el punto de vista de ese interés
del depositante, podemos hacer una primera diferenciación de tipos de depósi-
to bancario; genéricamente pueden agruparse en los siguientes grupos de de-
pósitos
• En cuenta de cheques con fines de retiro a la vista
• Con fines de ahorro
• Con fines de inversión
• De titulas o documentos para su conservación o administración
• De muebles y valores en cajas de seguridad
• De dinero como pago en consignación.
El contrato de depósito 747

Cada uno de estos depósitos da origen a un contrato específico, cuyas princí-


pales características se analizan adelante. Pero a pesar de ser diferentes, nóte-
se que todos tienen un elemento persistente: son un depósito en bancos, que
técnicamente concuerda con los criterios legales que arriba se citan.
Ahora bien, no obstante que cada depósito es agrupable en alguno de los
tipos genéricos que se acaban de mencionar, cada uno tiene, además del dife-
rente interés del depositante en el depósito, otras particularidades que perrni-
ten distinguirlos entre sí, que a su vez dan origen, en nuestra opinión, a otra
clasificación más estricta, que sólo pretende facilitar la comprensión y análisis
de los mismos y a la vez preparar la explicación de los tipos nominales. Así,
la clasificación del depósito en bancos puede hacerse desde cinco diferentes pun-
tos de vista
1 Desde el punto de vista del tipo de bien depositado, en
• Depósito en efectivo o en títulos de crédito cobrables a la vista
• Depósito en otros bienes.
2 Desde el punto de vista del tipo de derecho trasmitido en el depósito, en
• Depósito traslativo de la propiedad de los bienes depositados
• Depósito traslativo sólo de la posesión del bien depositado.
3 Desde el punto de vista del bien que debe restituir el banco al término del
depósito, en
• Depósito regular. Debe restituir exactamente el mismo bien
• Depósito irregular. Puede restituirse cualquier otro bien siempre que
sea del mismo género.
4 Desde el punto de vista de la fecha de recuperación, en
• Depósito retirable a la vista
• Depósito retirable a plazo, con previo aviso o en dias preestablecidos.
5 Desde el punto de vista del costo que provoca el depósito, en
• Depósito gratuito para el banco
• Depósito oneroso para el banco (el banco debe pagar por recibir bienes
en depósito).
Cada uno de los tipos de depósito que reconoce la práctica y la legislación ban-
caria reúne alguno de los caracteres que reflej a cada uno de los cinco criterios.
Pongamos como ejemplo el caso de los depósitos que se hacen en cuenta de
cheques. Es un depósito
• Irregular
• En efectivo o en títulos a la vista
• Retirable a la vista
• Traslativo de propiedad
• Gratuito para el banco.
748 LOS CONTRATOS DE CRÉDITOBANCARIOS

A lo largo de esta sec, el análisis de cada tipo de depósito bancario se iniciará


ubicándolo en los tipos de clasificación correspondientes a cada uno de estos
cinco criterios; de abl pues, la utilidad de esa clasificación. Antes de ello, vere-
mos brevemente cuáles son los elementos de existencia y de validez del depósi-
to en general, pues como todo contrato mercantil, debe reunir ciertos requisitos
de fondo y forma que le permitan, además de identificarse de los otros, cumplir
con la reglamentación ejecutiva y bancaria general de la materia.

105 ElEMENTOS DE EXISTENCIA Y CONDICIONES


DE VALIDEZ
Objeto
Con anterioridad a las LRSPBC de 1983 y de 1985, la LGlCOA reconocía dife-
rentes tipos de bancos, dentro de los cuales, precisamente el banco de depósi-
to. Esta circunstancia legal implicaba que sólo los depósitos efectuados en esas
instituciones se organizaban de acuerdo con la LGlCOA ya derogada, y todos
los demás debían serlo de acuerdo con el C Com y supletoriamente por el C
Civ. Es decir, los únicos depósitos propiamente dichos eran los que se efectúa-
ban, en un banco de depósito. Sin embargo, en la actualidad todos los depósi-
tos en bancos reciben el mismo trato uniforme, que consiste en la aplicación
de las reglas mercantiles y civiles de cada caso, con excepción de las que con-
cretamente la LlC señale, en su caso, para cada tipo de convención.
El objeto del depósito bancario descansa en la afortunada coincidencia de
una necesidad y una solución; la primera consiste en que la gente no dispone
ni de la seguridad para custodiar. ni de las instalaciones para almacenar, y me-
nos aún de la experiencia para hacer producir su dinero y sus valores sin traba-
jar; la segunda consiste precisamente en que el banco sí tiene las tres cosas:
ofrece seguridad, instalaciones y un interés periódico. En efecto, el objeto del
depósito bancario consiste. técnicamente. en la trasmisión temporal de la pro-
piedad de una cantidad de dinero, a un banco. para que éste lo utilice en su
actividad crediticia. y salvo pacto en contrario. al término del contrato o bien
de manera periódica, le entregue al depositante el interés que corresponda y
le reintegre el principal al vencimiento.
Entonces, el objeto de este contrato es entregar a un banco dinero a guar-
dar. contra la restitución por éste. además del dinero entregado, el interés de-
bido, siempre al vencimiento del plazo; o bien simplemente a reintegrarle el
principal en disposiciones en cuenta corriente (cheques).

Partes. Capacidad
Son dos las partes del contrato de depósito bancario: depositante y deposita-
rio, este último forzosamente debe ser un banco. La capacidad necesaria para
El contrato de depósito 749

participar en un contrato, como depositante es la general para contratar en los


términos del derecho privado (arts 20 y 30 LGTOC), con el importante supues-
to adicional de que la propiedad de la cosa no debe ser necesariamente del pro-
pio depositante, lo que significa que el usufructuario, arrendatario, mandatario
o poseedor a cualquier titulo legitimo puede de manera válida constituirse en
depositante (arts 2519, 2525 Y 2530 C Civ). Por su parte el depositario, es de-
cir, los bancos susceptibles de fungir como partes de este contrato, son sólo
aquellos que están autorizados expresamente por la LIC para ello, a saber, las
bancas de desarrollo y las bancas múltiples, que vimos en su oportunidad (núrns
59 y 58).

Formalidades
La ley sustantiva (LGTOC) no obliga a que se respete una forma especifica pa-
ra la perfección del contrato de depósito; es decir, se trata de un convenio emi-
nentemente consensual. Sin embargo, la misma ley establece que las entregas
y reembolsos hechos en cualquier cuenta de depósito, ya sea a plazo o previo
aviso, sólo se comprobarán mediante constancias por escrito precisamente no-
minativas y no negociables (art 275). Es del mayor interés constatar que el le-
gislador concedió más importancia probatoria de la existencia del depósito y,
de esa forma, del contrato, a los comprobantes que el banco está obligado a
entregar en cada operación. Dicho de otra manera, el depósito no se prueba
con el contrato, sino con el recibo de la remesa, ya que, como es fácil entender,
el objeto de estos contratos se materializa en cada asunto de depósito o reme-
sa y no en la firma del contrato que formalizó la relación, autorizando al depo-
sitante a realizar depósitos y obligando al banco a recibirlos.
Por otra parte, la LIC establece en ciertos casos una forma especifica para
algunos contratos de depósito, cuál es el de la cuenta de ahorro, que sólo se
comprueba con las anotaciones correspondientes en la libreta especial que la
institución depositaria debe proporcionar gratuitamente a los depositantes (art
59); o el depósito a plazo (art 62), que debe constar en un certificado, es decir,
debe constar por escrito en documentos con una literalidad expresa. Asimis-
mo, la propia LIC establece, en otros casos, la obligación indirecta de respetar
una forma escrita, que deriva de la necesidad de que algunas de las estipulacio-
nes contractuales consten por escrito, como las condiciones generales (art 58,
20 párr), los beneficiarios (art 56, 20 párr), las personas autorizadas para reti-
rar fondos (art 57), y otras disposiciones que, como veremos, al igual que éstas
implican la obligación indirecta de que el depósito guarde una forma, si bien
consensual, escrita.
En fin, aunque no existe obligación legal -excepto en la libreta de aborro
y el depósito a plazo- de una forma especifica para el contrato de depósito,
debe entenderse que siempre tiene que asentarse por escrito y con la manifes-
tación de la voluntad de ambas partes, manifestada con su firma. Lo que debe
750 LOS CONTRATOS DE CRÉDITO BANCARIOS

retenerse con el mayor interés es que, desde el punto de vista de la prueba,


el depósito sólo se puede constatar, no con el contrato, sino con el recibo expe-
dido por el banco depositario.

En caso de fallecimiento del titular


Como ya vimos (num 29), una de las modificaciones a la LRSPBC de diciembre
de 1989, que retomólaLIC(art 56, 20 párr), consiste en el aumento de los mon-
tos que la institución debe entregar, de manera automática, a los beneficiarios
del depositante fallecido. Las reglas correspondientes consisten en que, al fa-
llecimiento del titular, el banco debe entregar el importe correspondiente a las
siguientes bases, que como veremos, tratándose de cantidades importantes,
producto tal vez de toda una vida de trabajo, son montos excesivamente pe-
queños
• 20 veces el salario mínimo general vigente en el DF elevado al año, por ope-
ración
• El equivalente a 75% del importe de cada operación
• Si existiera un saldo remanente, el banco lo entregará a los beneficiarios
que se designen en los términos de la legislación común, ya sea una suce-
sión testamentaria o legitima y, en este caso, por las reglas de estirpe o
cabeza.
Es de hacer notar, que desde hace varios años los bancos disponen de personal
encargado de indagar la muerte de sus clientes, por ejemplo, en las esquelas de
periódicos, con objeto de evitar los abusos a que podria dar origen el que, des-
pués de muerto, los pretendidos herederos hicieran uso de cheques o fichas
de retiro firmados expresamente por el de cujus antes de su muerte. En caso de
que un contrato de depósito haya sido firmado en condiciones y/o, es decir, que
dos o más personas firmen el contrato y depositen dinero, y una fallece, ha sido
conocido, frecuentemente, por nuestro más alto Tribunal. En tales casos, la Ter-
cera Sala ha asimilado esa cláusula a una solidaridad activa, calificada ésta, a
su vez, como una especie de mancomunidad. Así, sostuvo que en caso de muer-
te de uno de los firmantes, si el supérstite retira el dinero, queda obligado ante
los herederos de su cofirmante, pero solo respecto de la mitad del dinero así reci-
bido, pues él era el dueño de la otra mitad (Solidaridad activa. Res-
ponsabilidad del acreedor y/o que cobra el importe total de la obligación, frente
a los herederos del coacreedor fallecido, A D 5565172, Tercera Sala, séptima épo-
ca, visible en vol 86, séptima parte, pág 463).
Del mismo modo cabe, señalar que no obstante el claro adelanto que ímpli-
có la modificación de diciembre de 1989 con respecto al incremento del monto
de la entrega automática, que retoma la vigente LIC, en junio de 1990, aún
es difícil de explicar el porqué los bancos no entregan la totalidad del saldo a
las personas que el propio depositante, con quien el banco contrató, designó
El contrato de depósito 751

de modo expreso. Desde el punto de vista sociológico y civil, la circunstancia


que vive una viuda o un huérfano a la muerte de su cónyuge o padre, se agrava
de manera innecesaria por una disposición, que por estar diseñada a favor del
banco, ve comprometida su constitucionalidad. Al entregar la totalidad del sal-
do, el banco no está obedeciendo una disposición testamentaria, sino a la cláu-
sula de beneficio de un contrato que él firmó, que es de crédito y de naturaleza
eminentemente consensual; en caso de abuso o quebranto (que no seria error
en la entrega) los herederos podrian intentar el recobro, pero no por responsa-
bilidad del banco, sino por la sustitución de heredero incurrida por el que co-
bró. El depositante no dispuso de sus bienes para su muerte, sino para su vida.

Obligaciones de las partes


Toda vez que las obligaciones de las partes y las caracteristicas principales del
contrato son diferentes, según sea cada tipo de depósito, las analizaremos, en
cada oportunidad, por separado, empezando -en el numeral 118- con la cuen-
ta de cheques. Antes, es importante diferenciar los tres elementos documenta-
les que participan en la perfección de cualquier depósito.

La trípode documental del depósito bancario: contrato. ficha


de depósito y ficha de retiro
Este negocio, conocido genéricamente como depósito bancario, no consta de
uno solo, sino de tres elementos fundamentales, que además son independien-
tes entre si, por cuanto a su regulación legal se refiere, pues cada uno se puede
realizar sin que se requiera, la realización de él o los otros dos. En primer lugar:
(i) el documento legal por excelencia, a saber, el comprobante de depósito, pues
si no existe el depósito no se puede probar; {ii} el documento o ficha de retiro,
que en algunas operaciones debe ser un titulo de crédito, como es el caso del
cheque, y por último, (Ui) el contrato, que establece la prueba de la relación con-
tractual existente entre las partes, pero, asimismo, establece la forma en que
tanto los depósitos como los retiros se deben realizar.
En efecto, además de determinar la relación que existe entre las partes,
el contrato debe especificar, mediante dos cláusulas especiales: (i) cómo se or-
ganizará la liberación de fondos, y (ii) qué condiciones deben reunir los depósi-
tos, pues de no existir fondos, desde luego, tampoco puede haber retiros. Una
cosa es la vinculación convencional de las partes (contrato), otra el negocio de
depósito y, finalmente, otra la ficha con que se libera el dinero. El primero, or-
ganiza las obligaciones y derechos de las partes; el segundo, como negocio típí-
ca, perfecciona el objetivo del banco, la captación; y el tercero, materializa el
objetivo fundamental del cuentababiente, a saber, el retiro de su dinero. Resul-
ta así, que el negocio de depósito es complejo porque demanda la integración
de tres documentos diferentes que tienen reglas propias
752 LOS CONTRATOS DE CRÉDITOBANCARIOS

• Un contrato de depósito bancario, que es el sustento del conjunto de toda


la operación
• Una ficha de depósito, cada una de las cuales materializa, en cada entrega
física, un negocio diferente al que se aplican reglas especificas
• Una ficha de retiro, que es el documento que permite al cuentahabiente dis-
poner de manera idónea de su dinero y al que también se aplican indivi-
dualmente, reglas muy concretas.
Cada documento es diferente y cada uno está sometido a reglas diferentes, lue-
go, cada uno de los tres puede verificarse sin el concurso de los otros, porque
su diseño no fue el depender uno de otro; además, en cada uno de los tres casos
el banco está sometido a leyes de orden público diferentes. Así, un retiro se
puede efectuar sin que exista contrato de depósito y sin que se haya deposita-
do dinero (por ejemplo, la orden de pago emitida a nuestro favor desde otra
plaza); o bien, se puede realizar un depósito sin que exista contrato y sin que
se vaya a retirar por el propio depositante (por ejemplo, el caso del que puso
a nuestro favor la orden de pago); pero en cada caso tanto el retiro como el de-
pósito quedan sujetos a reglas específicas y rigurosamente sancionadas, que
son las mismas que se aplican al depósito y al retiro cuando se verifican con
sustento en un contrato. La perfección de cada asunto debe detallarse en fun-
ción de su propia naturaleza, hecho por el cual se procede a interpretar la per-
fección del conjunto del asunto, en ese caso si, en función de las particularidades
establecidas en el contrato.

106 DEPOSITO EN CUENTA DE CHEQUES


Como vimos (núm 104), el depósito en cuenta corriente de cheques es, en nues-
tra clasificación
• Un depósito irregular
• En efectivo o en documentos cobrables a la vista
• Retirable a la vista
• Traslativo de la propiedad
• Gratuito para el banco, ya que éste no está obligado a pagar al depositan-
te, sino solo a cubrir el cheque que se le presente.
La importancia de la disponibilidad de los depósitos de esta naturaleza es tal
que el legislador presume (art 269, 20 párr LGTOC) que los depósitos en dine-
ro, constituidos a la vista en instituciones de crédito, se entenderán entrega-
dos en cuenta de cheques, salvo convenio en contrario. Sin embargo, este
depósito no constituye, ni se realiza, con la forma de un contrato, sino que tan-
to el depósito como su retiro mediante un cheque, son las formas en las cuales
se desahoga y cumple otro tercer contrato más, que es el siguiente.
Antes, es conveniente aclarar que, desde hace tiempo la Corte ha defendi-
do la naturaleza de fungibilidad que reviste la cuenta de cheques, y que da nom-
El contrato de depósito 753

bre al depósito irregular (núm 104), en el sentido de que si el depositante entrega


monedas al banco, pero a la vista, y además no las entrega en sobre cerrado
y sellado; por una parte, se presume que se deposita en cuenta de cheques, y
por otra, el banco sólo está obligado a entregar "una cantidad de moneda igual
a la recibida por él mismo" (Depósitos bancarios a la vista, derechos del depo-
sitante, Tercera Sala, quinta época, t XLIV, pág 3953).

Tres negocios en uno: el contrato. el depósito de dinero


a la vista y el cheque

Como ya vimos (t 1), no obstante la discrepancia doctrinal en torno a si el con-


trato con el que el librador queda autorizado a efectuar disposiciones en una
cuenta mediante cheques, con cargo a sus depósitos (art 184, 1er párr LGTOC),
es un contrato de cheque u otro de naturaleza igualmente singular, lo cierto es
que en los usos bancarios éste no es, como señala Acosta Romero, un con-
trato autónomo ni principal, sino una más de las cláusulas del contrato de de-
pósito bancario de dinero a la vista en cuenta de cheques; dicha cláusula contiene
las obligaciones a que quedan sometidas las partes, banco y cuentahabiente,
con respecto a la disposición, mediante cheques, del dinero depositado. Es de-
cir, para librar un cheque debe existir un contrato entre banco y librador, pero
no de cheques pues no existe, sino "de depósito bancario de dinero a la vista
en cuenta de cheques".
Tanto Acosta como Bauche, como también vimos (t Il, citan la opinión de
Cervantes Ahumada, según la cual, el contrato (sea de cheques, de depósito
de dinero a la vista, en cuenta corriente o el que sea) no es ni puede ser la esen-
cia del cheque, ya que una persona puede librarlo incluso sin haber firmado un
contrato, siempre que cumpla con la condición legal (art 175, 3er párr LGTOC)
de que se entienda autorizada por haberle proporcionado el banco un esqueleto
especial. Pero además, tan no es esencial un contrato para la existencia cam-
biaria del cheque -afirman Cervantes Ahumada y De Pina- que al ser un ti-
tulo autónomo -abstracto en voz de Cervantes-, luego, para su validez es
irrelevante que provenga, o que tenga sustento, en un contrato, porque él es
el único documento necesario para ejercitar el derecho literal que consigna (art
50LGTOC).
Pero a pesar de la claridad del argumento, cabe precisar que si bien el che-
que, una vez emitido, es un titulo cambiario perfecto en términos del art 50,
para que esto haya sucedido fue necesario que banco y cliente entablaran con
anterioridad una relación; y si bien es cierto, como señalan los tratadistas cita-
dos, que esa relación no debe revestir una forma especifica por las razones di-
chas, no es menos cierto que, citando otra vez al maestro Acosta, en la práctica
bancaria es justamente el contrato de depósito de dinero a la vista en cuenta
754 LOS CONTRATOS DE CRÉDITO BANCARJOS

corriente, con cláusula especial sobre liberación de fondos mediante cheques,


que ausentia contestatio es la forma que se utiliza en todos los casos.
Pero además de aquella sobre la liberación de fondos, el contrato debe te-
ner otra cláusula especial que establezca las condiciones en que los depósitos
deben efectuarse, porque de no existir éstos, desde luego, tampoco pueden exis-
tir aquellos pues no habría fondos que liberar. En efecto, una cosa es la vincu-
lación convencional de las partes (contrato), otra el negocio de depósito, y
finalmente, otra más el título de crédito con el que se liberan los depósitos. El
contrato organiza las obligaciones y derechos de las partes; el depósito, como
negocio típico, perfecciona el objetivo del banco, la captación; y el cheque, títu-
lo cambiariamente autónomo, materializa el objetivo fundamental del cuenta-
habiente, a saber, la disposición de su dinero a la vista. Resulta así que el negocio
de cuenta de cheques es complejo porque demanda la integración de tres nego-
cios típicos diferentes que tienen reglas propias
• Un contrato de depósito bancario de dinero a la vista en cuenta de cheques,
que es el sustento del conjunto de toda la operación
• Múltiples depósitos, que se materializan en cada entrega física y a las que
se aplican reglas especificas, aislada e individualmente, es decir al caso por
caso
• El cheque, que es el documento que permite al cuentahabiente disponer de
su dinero de manera idónea y al que también se aplican individualmente,
reglas muy concretas.
En adelante, se analizan las características de los dos primeros, por ser los que
corresponden a este texto. El último fue objeto de estudio en su oportunidad
(t n

Definición y objeto
El contrato de depósito bancario de dinero a la vista en cuenta de cheques, per-
fecciona el juego de intereses y relaciones jurídicas que conforman la mecánica
del uso del cheque y, por tanto, es el que permite la mayor introducción de mo-
neda bancaria en la economía (núm 2). De acuerdo con lo dicho anteriormente,
este contrato se puede definir como la cuenta corriente de naturaleza bancaria
que organiza la relación entre banco y usuario respecto a la forma en que ope-
raran dos actos fundamentales, pero tan independientes como complementa-
rios: por una parte, el depósito de dinero y títulos a la vista y las obligaciones
del banco; y por otra, el libramiento de cheques de acuerdo con la carga obliga-
cional que se deduce de la práctica cambiaria. Recuérdese que el depósito no
se prueba con el contrato, sino con el comprobante (art 275 LGTOe" y el retiro
menos, pues éste se aisla de la materia convencional para ubicarse en el régi-
men cambiario (art 170 LGTOe,.
El contrato de depósito 755

Como se observa, el objeto del contrato no puede ser el uno o el otro, ni


tampoco pueden ser los dos al mismo tiempo, pues ambos, el depósito y el che-
que, son negocios autónomos, cuya perfección puede evaluarse de forma aisla-
da; por el contrario, su objeto es el establecimiento de las reglas a las cuales
se sujetan las partes tanto en los depósitos como en los cheques (moneda, pro-
visiones, responsabilidades, días hábiles, etc); su naturaleza es pues, básica-
mente la cuenta corriente, pero no respecto de remesas reciprocas, sino de los
depósitos y disposiciones del mismo dueño.

Cláusulas del contrato


Cuando una persona desea otorgar contrato de depósito bancario de dinero a
la vista en cuenta de cheques, con un banco, se presenta en alguna de sus oficio
nas acompañado de un documento en el cual otra institución, a su vez, recono-
ce que su firma es verdadera, lo que no debe confundirse con un aval u otro
negocio quirografario semejante, sino que debe entenderse como lo que es: un
reconocimiento de firma y, así, de la existencia de la persona física o moral solio
citante. Seguidamente se firma el contrato, desde luego, se deposita el dinero
inicial, es decir, se "abre" la cuenta y contra ésta, el banco entrega el talonario.
por lo general el contrato de cuenta de cheques contiene las siguientes cláusulas
• Liberación al banco de toda responsabilidad que surja en caso de mal uso
de los cheques proporcionados
• Expresa autorización al banco de cargar en cuenta los créditos vencidos
y no pagados, así como los gastos de cobranza y las comisiones varias que
esté autorizado a cargar por la CNB
• Obligación para el cuentahabiente de mantener un mínimo de fondos en
la cuenta y avisar oportunamente los cambios de domicilio o denominación
en su caso
• Obligación para el banco de proporcionar periódicamente al cliente, un es-
tad", de cuenta que le permita conocer los asientos realizados por el banco
durante el mes anterior, y pueda hacer las reclamaciones pertinentes
• Especificación de las personas autorizadas para firmar cheques contra la
cuenta, para lo cual debe anexarse al contrato una tarjeta en la que aparez-
can las firmas correspondientes.
Respecto de la autorización de depositante a banco, de que éste afecte la cuen-
ta con los cargos que procedan, la Corte ha sido clara en el sentido de que dicha
autorización debe ser expresa (Cuenta de cheques, cargos autorizados en las,
Tercera Sala, quinta época, t CIV, pág 596). Además de las anteriores, las cláu-
sulas de estos contratos de adhesión generalmente transcriben las disposício-
nes de la LlC y de la LGTOe, que reglamentan las relaciones del público con
los bancos a la ocasión de la operación del cheque. Su desarrollo, esto es, la
operación de la cuenta, origina las relaciones de depósito y abono, libramiento
756 LOS CONTRATOS DE CRÉDITO BANCARIOS

y pago, a que ya nos referimos y cuya lectura permitirá un mejor entendimien-


to del contrato que las origina (t 1).

Terminación
Finalmente, la terminación del contrato puede darse por varias razones, algu-
nas de ellas son las siguientes
• En opinión de Rodríguez Rodríguez, la primera razón es la voluntad del
banco, por razones personales directas hacia el cuentababiente o por razo-
nes internas, como el cierre de una sucursal, o del departamento de depósi-
to, etc, en virtud de que aun cuando no existe un precepto legal que lo
autorice, los usos mercantiles y bancarios lo permiten
• Por la voluntad del cuentababiente, caso en el cual dispone de toda su pro-
visión y cancela la cuenta. La puesta en ceros de la cuenta no significa de
manera automática su cierre; si se deja en ceros y no se cancela, el banco
dej a transcurrir el tiempo suficiente para concluir que efectivamente el cuen-
tababiente ha dej ado de serlo, que de acuerdo con la LIe es de cinco años
(art 61 LIC)
• Porque tratándose de un cuentababiente persona moral, se disuelva, liqui-
de, suspenda, quiebre o concurse, según el caso
• Por muerte del titular, trátese de una cuenta en la que sólo firma un suje-
to, o de una en la que firma indistintamente con otros; en este caso sólo
por cuanto a su participación se refiere
• Porque el cuentababiente así lo desee y manifieste expresamente al banco,
en ese caso debe: librar un cheque por el saldo a fin de recuperar la provi-
sión, y regresar al banco el talonario con los cheques sobrantes
• Por razones institucionales, como pueden ser la prohibición de seguir con
una chequera que ha tenido, en un mes, tres o más cheques regresados por
falta de fondos (art 106, XIV LIC).
En caso de muerte o incapacidad superveniente del librador, el banco no puede
dejar de pagar el cheque (art 187 LGTOC), pero esta hipótesis tiene como re-
quisito que el librador haya alcanzado a librar el cheque antes de morir, pues
de lo contrario no pudo haber entrado en circulación. Sin embargo, queda la
posibilidad de que reste un saldo en la cuenta y el cuentababiente fallezca sin
haber librado cheques suficientes para acabarlo. En este caso, se aplican las
reglas del fallecimiento del titular que vimos más atrás.
El dinero que los bancos captan por depósitos en chequera es el más bara-
to, pues no están obligados a pagar interés al cliente por el dinero depositado
y el costo de la atención de la cuenta (talonario, papelería, computadora) no
significa una salida liquida, sino un costo que además de ser relativamente fí-
jo, se contabiliza en resultados. Los bancos consideran que una cuenta no es
rentable (es decir no da a ganar, las demás sí) cuando no sostiene un saldo su-
El contrato de depósito 757

perlor a ese costo fijo que varia según la institución. La excepción a esta regla
de gratuidad es la llamada cuenta maestra, en la que el banco si queda obliga-
do a pagar intereses, pero en la medida en que el cuentahabiente sostenga un
saldo de gran importancia (cinco millones o más), lo cual significa que ese dine-
ro, al estar parado como condición para que tribute intereses, no es a la vista;
asl, además de que se desnaturaliza la chequera porque pierde su valor a la vis-
ta, no es tanto una ventaj a, sino una trasposición de instrumentos: se obvia
la operación de la chequera, por cuanto a esos cinco o los millones que sean,
por la operación de un depósito fijo, cuya aplicación el banco queda en posición
de ponderar.

107 MESA DE DINERO: UN CONTRATO DE DEPÓSITO


BANCARIO DE TITULOS FUNGIBLES y DE DINERO;
UNO DE ADMINISTRACiÓN, Y UNO DE COMISiÓN
MERCANTIL, EN UN SOLO DOCUMENTO
Montaje
El depósito de dinero o de títulos fungibles o de ambos, que realiza un cliente
en una mesa de dinero necesariamente lo hace con fines de inversión y no de
ahorro, y de conformidad con nuestra clasificación (núm 104) presenta las si-
guientes caracterlsticas
• Es un depósito irregular
• Es en efectivo o en documentos cobrables a la vista
• Virtualmente es retirable a la vista, pues por lo general es necesario solici-
tar la venta de los tltulos adquiridos con sólo 24 horas de anticipación
• No es un depósito traslativo de la propiedad
• No es un depósito oneroso para el banco, pues el interés que se le paga al
cliente lo pagan las fluctuaciones del mercado de valores.
Este tipo de depósito está sostenido en tres actos contractuales diferentes, que
implican distintas cargas para cada parte, pero que en conjunto forman un so-
lo negocio de depósito para inversión, que en la actualidad es ampliamente re-
currido.
Un fideicomiso El fiduciario es el banco que recibe el dinero de su cliente pa-
ra invertirlo en la compra de tltulos a su discreción, siempre que cumpla con
hacerlo rendir los intereses más altos posibles.
Un contrato de depósito bancario de dinero o de tltulos fungibles (por lo gene-
ral cheques) o de ambos Sus clientes entregan al banco, en custodia y para
su administración, cheques o dinero que no quedan a la vista sino que serán
aplicados en compras bursátiles.
758 LOS CONTRATOS DE CRÉDITO BANCARIOS

Un contrato de comisión mercantil (mandato] El banco se obliga, en tanto que


comisionista, a realizar inversiones y administrarlas, por cuenta de sus clien-
tes, es decir, se obliga a administrar los valores que él mismo adquirirá con
el dinero confiado.
A pesar de que implica la celebración de dos contratos bilaterales distin-
tos (depósito y mandato) y el desahogo de otro negocio multilateral que no ce-
lebró el banco con su cliente (el fideicomiso), este depósito se contiene en un
solo documento. Su montaje es el siguiente
• El cliente de un banco le entrega a éste cheques, otros títulos fungibles y/o
dinero (se materializa el depósito)
• El banco actúa a través de su dirección o división fiduciaria; es decir, ac-
túa con la personalidad juridica que proviene del fideicomiso (núm 1671 y
no con la que actúan las instituciones de crédito cuando realizan operacio-
nes pasivas o activas (se materializa el desahogo del fideicomiso)
• Con el dinero y los títulos depositados por su cliente, el banco adquiere mer-
cancia bursátil, pero por cuenta del cliente (se materializa el manda-
to/compra)
• Esa mercancía bursátil (bonos, acciones, CETES, etc) el banco la revende,
la hace valer, etc, también por cuenta del cliente (se materializa el manda-
to/administración)
• La mercancia bursátil no se deposita en el propio banco, sino en el
INDEVAL
• De conformidad con el contrato de depósito, el cliente retira su dinero de
una sola vez o parcialmente.

De lo anterior resulta que este tipo de depósito de inversión es distinto al que


se realiza contra la emisión de un certificado de depósito, que como vimos
(t 1) es un titulo de crédito que implica un depósito de características diferentes
(núm 69) a las del contrato que se está analizando. Dicho de otra forma, este
negocio no significa para el banco ni una operación activa ni una pasiva, sino
una operación de servicio, por lo que el dinero confiado debe recibir un trata-
miento especial en la contabilidad y el control interno del banco (art 79 LIC).
En efecto, el comprobante de depósito que entrega el banco contra cada
dinero confiado, no es un certificado de depósito a plazo (art 62 LIC) simple-
mente porque no se emitió dicho certificado pues nunca se hizo un depósito
a plazo; lo que se realizó fue una remesa contractual de dinero con aplicaciones
bursátiles concretas; luego, no se puede hablar de títulos de crédito, sino de
un negocio complejo cuya exigibilidad no es ejecutiva. La obligación fundamen-
tal del banco es el reembolso del principal más los intereses, pero que no pue-
den ser fijos, pues por tratarse de una operación en mesa de dinero el depósito
con expectativas de ganancia entrafia el riesgo de fluctuaciones. Por su parte,
el requisito principal para que proceda la exigencia de esta obligación (el pago)
El contrato de depósito 759

es la prueba del depósito/remesa, sin que se pueda esgrimir, porque se trata


de una entrega lisa y llana, mala fe en el depositante.

Origen del negocio: un fideicomiso


En el contrato de comisión mercantil (sobre el cual se realizan las remesas) el
banco actúa como comitente mandatario, pero quien lo firma es su dirección
o división fiduciaria, por lo que las obligaciones contratadas deben desahogar-
se de acuerdo con un fideicomiso necesariamente celebrado en una fecha ante-
rior, yen el cual se subsimen todos los negocios de este tipo que el banco celebre
con sus clientes. Por lo general estos fideicomisos los realiza cada banco con
una casa de bolsa determinada (como intermediario en la compra de los títulos!
y la participación del INDEVAL (como depositario de los titulos adquiridos), y
en ellos se pacta que la fiduciaria es el banco y los títulos serán adquiridos
por la Casa de Bolsa y serán depositados en el INDEVAL; pero los fideicomi-
tentes pueden ser el cliente o la casa de bolsa, y el fideicomisario igualmente.
Las operaciones con valores que realiza cada banco deben ser de acuerdo
con la propia LIC, la LMVy las reglas que dicte el Banxico (art 81 LIC); reglas
éstas que para octubre de 1990 no se hablan emitido, aunque en 1984 (D O de
19 de julio) la SHCP expidió las reglas sobre fideicomisos de promoción bursá-
til que veremos en su oportunidad (núm 170). Asimismo. como también vere-
mos (núm 167), el banco no responde ante fideicomisarios, comitentes o
mandantes por el incumplimiento de deudores, por los créditos que otorgue ni
por las emisiones o los valores que adquiera, en cumplimiento de mandatos,
comisiones o fideicomisos (art 106, XIX, b) LIC); Y siendo que este negocio es
un mandato. pues el banco no responde de estas formas. Sin embargo, al ac-
tuar como fiduciario ya sea en un mandato mercantil o en cualquier otra forma
o contrato, el banco responde del cumplimiento tanto del mandato como del
fideicomiso (art 356 LGTOC).

Contrato de comisión mercantil


No obstante que el banco actúa como fiduciario, la relación entre él y el cliente
se organiza en un contrato de comisión (mandato) mercantil. Por tanto, las obli-
gaciones de depósito, retiro. entrega y reembolso deben obedecer a las cláusu-
las de cada uno de los contratos que celebre que, como hemos dicho. por lo
general son de adhesión y deben ser autorizados por la CNB de manera previa
a su utilización masiva. El comisionista no requiere poder público y la formali-
dad del contrato es puramente convencional (art 274 C Com), luego, cada ban-
co tiene diferentes cláusulas que es importante leer para conocer los detalles
del cumplimiento de cada parte; por ejemplo, en algunos contratos el comiten-
te está obligado a depositar todos sus títulos en una cuenta de cheques abierta
para ese único efecto. Asimismo. debe tenerse presente que como en el depósi-
760 LOS CONTRATOS DE CREDITO BANCARIOS

to de valores en administración necesariamente no puede existir traslación de


dominio, las facultades del banco deben estar señaladas en el contrato, pues
de lo contrario, el banco no podria mantener y hacer valer los derechos inhe-
rentes, ya que en materia mercantil el mandato tácito no existe (Solidaridad
activa, no existe mandato tácito entre acreedores tratándose de. Código Civil
del Diatrito Federal),
A D 5565/72, Sala Auxiliar, séptima época, vol 86, séptima parte, pág 54).

El dep6sito como negocio independiente


En virtud de que están organizados de manera específica, es decir, en indepen-
dencia del contrato que los sustenta (en cuenta de cheques, en administración,
etcl, los depósitos bancarios de dinero o de títulos, como hemos dicho (núm 107),
son actos que entrañan la obligación fundamental de restituir el principal más
los intereses causados. Esta circunstancia no admite controversia; el quid pro
quo es la prueba del depósito, exclusivamente. El depósito de dinero o titulos
fungibles obliga al banco, como depositario, a restituir la suma depositada de
la forma convenida (arts 267 y 276 LGTOe); pero al mismo tiempo es a cargo
del banco, como comisionista, el quebranto del numerario que tenga en su po-
der por motivo de depósito (art 292 C Com). Finalmente, el depósito con inte-
rés se causa desde el primer día hábil posterior a la fecha de la remesa, y hasta
el último día anterior a la fecha del pago (art 273 LGTOe).

La prueba del dep6sito


Cualquiera que sea la personalidad mercantil con la que actúa el banco (como
fiduciario, mandatario, por cuenta propia, etc) para obligarlo a la restitución
es necesario probar el depósito. La LIC establece ciertos requisitos que no con-
templan directamente la prueba del depósito, como las obligaciones internas
a cargo del banco (art 79) o la obligación para el banco de realizar las operacio-
nes con valores de acuerdo con la LMVy las reglas de Banxico que no se han
publicado, pero en todo caso con vistas no a una adecuada atención del usua-
rio, sino a un desarrollo ordenado del mercado bursátil (art 81); luego, es apli-
cable la Ley Mercantil General y la especial en forma supletoria.
Las reglas supletorias son las siguientes: (i) la entrega de dinero y titulos
para depósito se prueban únicamente mediante constancias por escrito emiti-
das por los bancos (arts 275 y 279 LGTOe), aunque en repetidas ocasiones los
contratos de este género estipulan que, además de con las constancias, los de-
pósitos se prueban con los estados de cuenta emitidos por el banco; (ii) el comi-
sionista -el banco- responde de los efectos que reciba, en los términos y
condiciones que se hayan señalado en la remesa; es decir, se establecen por es-
crito la condición y calidad de los efectos recibidos, que en este contrato es la
recepción de dinero, cheques y otros titulos fungibles para aplicarse a la com-
El contratode depósito 761

pra de valores en representación del cliente (art 294 C Com), y (iii) las cláusulas
del contrato de comisión, que por lo general establecen la forma en la cual se
comprobarán los depósitos (mediante recibos, fichas o avisos de recepción), en
su caso la obligación del endoso de los titulas entregados y conjuntamente a
lo anterior, la liquidación y el estado de cuenta respectivos.
Sobre el particular la Corte ha sostenido que a pesar de que no conste en
un recibo idóneo, ni en el contrato, la recepción de un titulo en depósito se en-
tenderá realizada cuando el depositario haya agotado determinadas activida-
des relacionadas con el cumplimiento de los deberes inherentes al cargo de
depositario (Depositario. Caso en que se estima que recibe los bienes deposita-
dos aunque no se exprese en el contrato que los recibe, A D 4478/72, Tercera
Sala, séptima época, vol 67, cuarta parte, pág 23).

Las diferentes responsabilidades del banco


En este género de operaciones el banco tiene diferentes obligaciones y respon-
sabilidades, según sus diferentes actuaciones como (i) depositario, (U) comisio-
nista, (iii} fiduciario y, en tanto que sociedad mercantil, (iu) como persona moral.
Sinópticamente son las siguientes
Como depositario Esta obligado a la restitución, sea del dinero si se depositó
dinero, ya sea de titulas de la misma especie si se depositaron titulas (arts 267
y 276 LGTOC). Igualmente es responsable, como depositario, por los actos de
sus auxiliares; circunstancia que ha sido sostenida por la Corte de la siguiente
forma: "El depositario puede valerse de auxiliares para el cumplimiento de su
obligación de custodia, pero responde de la culpa de éstos como de la propia.
Por la naturaleza especial de su ocupación, los auxiliares o dependientes no ne-
cesitan poder otorgado por el depositario" (Depositario. Responde de los actos
de sus auxiliares. A D 3893/52, Tercera Sala, quinta época, suplemento 1956,
pág 193). Asimismo, responde por la no devolución oportuna de los titulas, pues
por tal motivo se priva al titular de su importe y otros derechos corporativos
(Titulas de crédito, responsabilidades por la devolución de los recibidos en de-
pósito, A D 3404/58, Tercera Sala, sexta época, vol XX, cuarta parte, pág 237).
Como comisionista (mandatario mercantil) Si recibió dinero para cumplir su
mandato y le da a éste, él o sus dependientes, una inversión distinta a la pacta-
da, el banco debe abonar al cliente el capital y el interés desde el dia en que
recibió el dinero (art 293 C Com). En el mismo caso -recepción de dinero-,
por el quebranto o extravio que sufra el banco del dinero objeto de la comisión,
debe responder al cliente por el principal y los intereses (art 292 C Com). El
banco está obligado a rendir una cuenta completa y justificada del cumplimiento
de la comisión, relacionándola con sus libros, y al término del contrato debe
entregar al comitente el saldo recibido y, en caso de morosidad, debe abonarle in-
tereses (art 298 C Com). Para el desempeño de su comisión, el banco puede
762 LOS CONTRATOS DE CRÉDITO TRADICIONALES

contratar a subalternos, a quienes según la costumbre, se les pueda confiar el


trabajo comisionado, cual es el caso de las casas de bolsa y de sus funcionarios
bancarios (art 280, 20 párr C Com); pero cualquiera que sea el resultado de la
comisión, el comisionista responde de los actos de sus subalternos y funciona-
rios (arts 91 y 80, 20 párr LIC) por tratarse, como veremos, de una persona moral
Como persona moral De acuerdo con la LIC los bancos tienen personalidad
propia (arts 90 y 30); Y de acuerdo con el C Civ -que se aplica a este negocio
supletoriamente- las personas morales se obligan por medio de los órganos
que las representen, ya sea por disposición de ley o de sus estatutos (art 27).
En el mismo sentido, las personas morales responden (art 10 LGSM) por los
daños y perjuicios que causen sus representantes legales en el ejercicio de sus
funciones (art 1918 C Civ); disposición civil que es correlativa a la contenida
en la LIC, según la cual (arts 92 y 80, 20 párr) la fiduciaria responde directa
e ilimitadamente, por los daños y perjuicios que cause su incumplimiento o el
de sus dependientes. Sobre el particular el C Com (art 309, 20 párr) establece
la presunción de que una persona se reputa dependiente si desempeña cons-
tantemente alguna o algunas gestiones propias del tráfico, en nombre y por
cuenta del propietario. Probada esta situación presuntiva, en los contratos ce-
lebrados por el dependiente quedan obligados el principal y sus bienes (art 313
C Com), es decir, queda obligado el banco.
Como fiduciario El banco está obligado a prestar este servicio de manera que
se propicie la seguridad de la operación y se procure la adecuada atención a
los usuarios del servicio (art 77 LIC). Asimismo, en tanto que el fiduciario es
responsable de las pérdidas y menoscabos que los bienes fideicomitidos sufran
por su culpa (art 356 LGTOC in fine).
Por último, cabe precisar que como estos contratos no deben tener un tér-
mino legal especifico y, por tanto, el inversionista puede retirar los títulos o
fondos depositados a su voluntad, el dinero que tiene la institución por este
concepto no es fácil de presupuestar y su aumento o disminución queda al ar-
bitrio de su clientela. Sin embargo, en el contrato por lo general se pacta que
de no existir dinero en depósito durante un cierto tiempo (60 días, seis meses,
etc), automáticamente se produce su terminación.

108 DEPÓSITO DE AHORRO


Además del contrato de administración de valores que acabamos de ver, y el
contrato de depósito a plazos especificos que veremos en el numeral siguiente,
que el público puede utilizar para invertir sus aborros en vez de ahorrarlos y
as! obtener una mayor disponibilidad y, en algunos casos un mayor interés,
existe la cuenta de ahorro típica, que es la forma tradicional y más antigua de
depositar en bancos el excedente de los haberes monetarios del gran público.
El contrato de depósito 763

De conformidad con nuestra clasificación (núm 104), el depósito con fines


de ahorro presenta las siguientes características
• Es un depósito irregular
• Es en efectivo o en documentos cobrables a la vista
• Es retirable previo aviso, y según cada reglamento, puede retirarse a la
vista hasta un cierto porcentaje
• Es un depósito traslativo de la propiedad
• Es un depósito oneroso para el banco.

A diferencia de como sucede en otras operaciones pasivas, en el depósito en


cuenta de ahorro la LIC establece expresamente la posibilidad de que se pueda
abrir a favor de menores de edad, caso en el cual, los retiros deben ser operados
por sus representantes (art 59,20 párr). El interés social de este género de depó-
sito es, como veremos, bastante claro. Por ejemplo, la falta de firma del cuenta-
habiente, de número de clave, y la contravención al reglamento que
enseguida se analiza, por un depósito superior al autorizado, juridicamente no
pueden determinar la ineficacia del contrato, como ha sostenido la Corte en cua-
tro diferentes negocios de similar conclusión (Depósito en cuenta de ahorros,
contrato de, A D 2867/62, Tercera Sala, sexta época, vol XCIX, pág 12). En-
tiéndase, como el inicio del análisis de este contrato, que su forma; la falta de
firma del depositante que sólo puede ser invocada por él mismo, y el incumpli-
miento del reglamento por exceso de la cantidad autorizada para depósito, no
son causas de responsabilidad o invalidez en contra del ahorrador. Este con-
trato es, casi, una institución de orden público, no obstante, estar sometido
a las reglas mercantiles que antes se analizaron.
Su definición legal es clara
es un depósito bancario de dinero con interés capitalizable
(art 59 LIC)
Los bancos que capten inversiones para fines de ahorro deben formular un re-
glamento -que la LIC denomina condiciones generales- en el cual hagan cons-
tar las reglas respecto a: (i) términos para el retiro de los depósitos; (ii) intervalos
entre las distintas disposiciones y plazos de los preavisos; (iii) modo de efec-
tuar los pagos, el abono de intereses y la manera de computarlos, y (iu) las de-
más condiciones que signifiquen ventajas, protección o estímulo al ahorrador.
El plazo de aviso para la modificación de estas condiciones es de 15 días hábi-
les, y deben darse a conocer mediante publicaciones en periódicos de amplia
circulación o en los lugares abiertos al público en las oficinas del propio banco
(art 58 LIC).
En esas bases generales, los bancos elaboran el reglamento a su discreción,
pero antes de iniciar su operación debe ser aprobado por Banxíco. Además del
cumplimiento de dicho reglamento los bancos tienen en general las siguientes
obligaciones
764 LOS CONTRATOS DE CRÉDITOTRADICIONALES

• Deben pagar al depositante un determinado porcentaje anual


• Deben proporcionar a los cuentahabientes una libreta/contrato en la que,
además de insertar un estracto del reglamento, se anote el saldo de la cuenta
conforme a los retiros y depósitos afectados; deben asimismo proporcio-
nar una libreta nueva en caso de destrucción, extravío o robo
• Las libretas/contrato son titulos ejecutivos contra el banco sin necesidad
de reconocimiento de firma ni otro requisito previo alguno (art 59 LIC)
• Con las salvedades anteriores los retiros pueden hacerse en el día hábil se-
ñalado para ello (art 271 LGTOC) y los intereses, salvo pacto en contrario,
comienzan a correr desde el día hábil posterior a la fecha de la remesa o
de apertura de la cuenta (art 273 LGTOC).
Por su parte, el depositante ve resumida su carga obligacional al cumplimien-
to del reglamento, que para tal efecto, le debió entregar el banco, en extracto,
como ya se dijo en la propia libreta. En opinión de Saldaña Álvarez, las cuen-
tas de ahorro, cuyo volumen total es alto, constituyen una de las más impor-
tantes fuentes de recursos de las instituciones de crédito, y es una forma de
depósito ideado con el fin de fomentar el hábito del ahorro de los sectores eco-
nómicamente populares. Cabe señalar, siguiendo a Samuelson, que el interés
puesto por nuestra administración en el fomento del ahorro privado por estos
y otros medios, como son, desde 1957, la creación del Patronato del Ahorro
Nacional, cuya última ley orgánica se publicó en diciembre de 1986 y su último
estatuto orgánico en junio de 1987, podría aligerarse si el interés que se paga
por el ahorro, se hace sustancialmente superior al que paguen los instrumen-
tos ordinarios de renta fija. Es decir, en opinión del autor citado, el ahorro se
aumenta si se incrementa el interés que pueda tener el ahorrador en ahorrar.
En efecto, aunque el dinero que captan los bancos por cuentas de ahorro
no es gratuito, su bajo interés (relativamente a otras inversiones de renta fija),
aunado a las dificultades y desfasamientos para operar los retiros, lo hacen tan
barato como el dinero captado por cuentas de cheques.

109 DEPOSITO DE DINERO A PLAZO


El contrato de depósito a plazo fijo es aquel mediante el cual el inversionista
entrega su dinero al banco y éste se compromete a pagar un interés fijo, duran-
te un plazo fijo. El banco se obliga exclusivamente a restituir el dinero y los
intereses en las condiciones acordadas en el contrato. El inversionista se obli-
ga a entregar su dinero con la única condición de no retirarlo ni solicitarlo an-
tes del plazo convenido. Dentro de nuestra clasificación (nÚID 104) este contrato
implica un depósito
• Irregular
/ • En efectivo o en documentos cobrables a la vista
• Retirable a plazo fijo
El contratodedepósito 76S

• Traslativo de propiedad
• Oneroso para el banco, pues está obligado a pagar un interés determinado.
En opinión de Luís Muñoz, el contrato de depósito a plazo fijo es un contrato
de custodia de dinero, en virtud del cual la institución de crédito depositaria
se obliga, una vez transcurrido el plazo fijado, a devolver la cantidad deposita-
da; por otra parte, la manera en que se documentan tales contratos es justa-
mente mediante los comprobantes que la institución de crédito emita y que
señalamos arriba, aunque la L/C establece que
los depósitos a plazo podrán. estar representados por certificados que se-
rán títulos de crédito y producirán acción ejecutiva respecto de lo emisora
previo, requerimiento de pago ante fedatario público
(art 62). No obstante que este dispositivo estipula el certificado de depósito
como una mera posibilidad (".. .podrá. .. "J, la mayoria absoluta de los casos
de inversión por el gran público, el comprobante que se emite es precisamente
este titulo de crédito.
Contra el depósito del dinero, en la firma del contrato la institución de cré-
dito entrega al inversionista un certificado de depósito que debe reunir la lite-
ralidad cambiaria que analizamos en detalle en otro lado (t 11, Y a la cual es
conveniente regresar.
A diferencia de la LRSPBC (art 30, 1 e), que sólo reconocía los depósitos
de dinero a plazo con previo aviso, la vigente L/C (art 46, 1 b} Y dJ reconoce
dos tipos de depósitos
• Los retirables en dias preestablecidos
• A plazo con previo aviso.
Ahora bien, como los depósitos retirables en dias preestablecidos implican, por
lo mismo, un plazo (no son a la vista ni tampoco para ahorro), luego, de confor-
midad con el texto del art 62 L/C (".. .los depósitos a plazo podrán... "), debe-
mos entender que tanto los primeros como los segundos son susceptibles de
estar representados por certificados de depósito, retirables en días preestable-
cidos, o a plazo con previo aviso, respectivamente, pero un certificado -titulo
de crédito- en todo caso.
Finalmente, cabe recordar que como todo depósito que causa interés (art
273 LGTOC), los que son a plazo empiezan a causarlo desde el primer dia hábil
posterior a la fecha de la remesa o de la apertura, y hasta el último dia hábil
anterior a aquel en que se deba hacer el pago.
En esta materia puede hablarse indistintamente de ahorradores o inver-
sionistas, puesto que, si bien el dinero que deposita el consumidor promedio
es un ahorro, no está depositado en una "cuenta de ahorros", sino en una cuen-
ta de inversión que lo convierte en participe directo de la expansión económica
del país, Cuando un ahorrador entrega su dinero a una financiera ésta, a su
vez, financia proyectos comerciales e industriales importantes.
766 LOS CONTRATOS DE CRÉDITO TRADICIONALES

110 DEPOSITO DE TíTULOS. Y DEPOSITOS EN CAJAS


DE SEGURIDAD
Depósito de títulos
En nuestra definición (núm 104) este depósito es
• Regular, en tanto que debe restituirse el mismo bien
• En "otros bienes", en tanto que no es un depósito en dinero ni -ge-
neralmente- en titulos fungibles
• Retirable a la vista
• Traslativo de la posesión
• Gratuito para el banco, pues el depositante es el obligado a pagarle el ser-
vicio de depósito.
La LGTOC (art 276) define el depósito bancario de títulos como aquel en cual
no se transfiere la propiedad al depositario, a menos que por convenio escrito
el depositante lo autorice a disponer de ellos con la obligación de restituir otros
tantos titulos de la misma especie (lo que convertiria al depósito en irregular).
Es decir, la regla general es que el depósito de títulos sea regular, y sólo salvo
pacto en contrario es irregular. Dentro de otros, hay dos tipos principales de
depósitos de titulos
• Para simple conservación
• En administración.
La regla general (que sólo se modifica con pacto en contrario) es que el depósi-
to sea de simple conservación (art 277 LGTOC). Por su parte, el depósito en
administración obliga al banco a efectuar el cobro de los titulos y a practicar
todos los actos necesarios para la conservación de los derechos que aquellos
confieran al depositante. Cuando se deban ejercitar derechos accesorios u op-
cionales, o efectuar exhibiciones o pagos de cualquier clase en relación con los
títulos depositados, el depositante debe entregar al banco los fondos necesa-
rios para ello, por lo menos dos días antes de la fecha en que la exhibición deba
ser pagada; en caso de que no se cumpla esta obligación el banco puede cance-
lar el contrato (art 278 LGTOC). Desde luego, el banco se obliga fundamental-
mente a cumplir con las obligaciones que haya contraido en el contrato y a
conservar vigentes los derechos patrimoniales, pecuniarios o económicos que
sean inherentes al titulo. Por su parte, la obligación del depositante, además
de la entrega material de los títulos, es cumplir oportunamente con las exhibi-
ciones que sean necesarias para que a su vez el banco pueda mantener los dere-
chos inherentes al titulo; desde luego, debe pagar la prima o comisión que el
banco solicite por el servicio.
En el contrato deben constar los nombres del banco depositario y del de-
positante, la especificación de los títulos entregados en depósito, la fecha y el
lugar del otorgamiento, su término, y la clara consignación de las obligaciones
El contrato de depósito 767

que asuma el banco, así como, en su caso, la especificación de la adquisición


de la propiedad de los titulas cuando se trate de un depósito irregular.
Como vimos (núm 107), una de las formas en que se practica el depósito
con fines de inversión es justamente la compra de vslores bursátiles por el banco,
pero por cuenta del cliente; vslores que, una vez adquiridos, quedan deposita-
dos en el INDEVAL. No se debe confundir el depósito bancario de titulas con
el depósito de vslores en el INDEVAL; son diferentes: aquel es un contrato
y éste es una obligación legsl e institucionsl. Sin embargo, en las operaciones
realizadas en mesa de dinero es frecuente que el banco se convierta en deposi-
tario de titulas, y en tsles casos queda sometido a las reglas enunciadas en los
párrafos anteriores. En la actualidad el contrato de depósito de titulas en ad-
ministración tiene difusión, no solo con fines de inversión, sino con el objeto
de encargar sl banco la realización de ciertas diligencias con los titulas deposi-
tados; por ejemplo, el cobro de los titulas en otra plaza; envios de dinero; repre-
sentación en asambleas de obligacionistas o de accionistas, etcétera.

Depósito en cajas de seguridad


El contrato de depósito en caj as de seguridad no implica una captación de di-
nero ni tampoco un crédito otorgado a favor de sus clientes. Es un servicio;
son simples prestaciones que los bancos ofrecen sl público para captar mayor
clientela y competir óptimamente. Hacemos referencia a él, en virtud de que
tiene como base ni más ni menos que un contrato de depósito, denominado con-
trato de depósito en cajas de seguridad. En la clasificación adoptada (núm 116),
el contrato de depósito en cajas de seguridad se ubica como

• Regular
• En otros bienes distintos de dinero
• Retirable a la vista
• Simplemente traslativo de la posesión y no de la propiedad
• Gratuito para el banco y por el que el depositante debe pagar una pensión.

El servicio de cajas de seguridad obliga sl banco que lo presta, contra el recibo


de la pensión estipulada, a responder de la integridad de las caj as y mantener
el libre acceso a ellas en los dias y horas que se señslen en el contrato o que
se expresen en las condiciones genersles respectivas. Por su parte, el tomador
de la caj a es responsable por todos los gastos, daños y perjnicios que origine
sl banco con motivo de su uso (art 77 LIC). Las pensiones varían según el ban-
co y el tamaño de la caj a. Si bien este servicio se presta sl público en genersl,
por su escasez y por la gran demanda que existe de ellas, los bancos han sido
sltamente selectivos.
768 LOS CONTRATOS DE CRÉDITO TRADICIONALES

Las consecuencias de la falta de pago de la pensión; as! como los casos en


los que la institución podrá. ante notario, abrir y desocupar la caja correspon-
diente por fallecimiento. suspensión de pagos, quiebra. concurso o inhabilita-
ción del titular de la caja. y otros motivos o circunstancias semejantes, deben
estar claramente previstos en las condiciones generales y en los contratos indi-
viduales que las instituciones utilicen en la prestación del servicio (art 78 LIC).
Loscontratos depréstamo y deapertura decrédito 769

SEGUNDA
SECCiÓN

LOS CONTRATOS DE PRÉSTAMO


Y DE APERTURA DE CRÉDITO

111 BREVE INTRODUCCiÓN A LA APERTURA DE CR~DITO


y AL MUTUO

En otro lugar de este mismo texto (núm 80) nos ocupamos del contrato de aper-
tura de crédito de la forma en que lo tipifica la LGTOC. Ahi mismo se hizo el
comentario de que no obstante ser un contrato susceptible de celebrarse tanto
entre particulares exclusivamente, como entre instituciones de crédito y par-
ticulares, es en esta última práctica donde ha conseguido cristalizar sus mejores
posibilidades y, por tanto, es en ella donde ha prestado mejores servicios. Por
otra parte, en el curso Contratos de Derecho Civil, el lector estudió un contra-
to de la mayor importancia en las cosas económicas, a saber, el mutuo (art 2384
C Civ), el cual, junto con la apertura de crédito, ha sido el instrumento más
importante en la realización de las operaciones activas de los bancos. Cuando
el público se refiere con simpleza al préstamo de dinero, en realidad la referen-
cia técnica se remite a alguno de estos dos contratos.
En efecto, en las próximas secs de este cap, analizaremos los contratos me-
diante los cuales los bancos realizan este objetivo económico principal, que es
la operación activa (núm 5), y entonces veremos que los contratos con que se
realizan, la gran mayoría de esas operaciones, son (i) la apertura de crédito, por
ejemplo, en la sustentación de créditos refaccionarios o de avío, documenta-
ríos, quirografarios, descuentos, etc; y con el mismo nivel de frecuencia e im-
portancia (ii) el mutuo con interés (art 2393 C Civ) -conocido simplemente como
"préstamo"- en la instrumentación de créditos como el hipotecario, la prenda
y otros. Antes de seguir adelante es pues conveniente que el lector repase la
apertura de crédito general (núm 80) y sus apuntes de derecho civil.
770 LOS CONTRATOS DE CRÉDITO TRADICIONALES

Toda vez que esta sec está destinada al estudio de estos dos contratos ban-
carios, y siendo que ninguno de ellos está reglamentado especificamente como
tales, ni por la LGTOC ni por la LIC u otra ley de crédito (no existen reglas
sobre la apertura de crédito bancaria y menos aún acerca del mutuo bancario),
sino que tan solo existen las matrices generales del primero en la LGTOC y
del segundo en el C Civ, consideramos que una buena introducción al estudio
de los dos contratos (la apertura y el mutuo) será contrastar las diferentes ca-
racterísticas que tiene cada uno como instrumento bancario, porque aunque
sutiles, en muchos casos las diferencias que se observan entre uno y otro son
importantes en los planos práctico y legal.

112 DIFERENCIAS Y SEMEJANZAS ENTRE EL PRÉSTAMO


Y LA APERTURA DE CRÉDITO
Una definición de la apertura de crédito bancaria podría ser la siguiente: es el
contrato en virtud del cual el banco se obliga a poner una suma determinada
de dinero a disposición del cliente, o a contraer por cuenta de éste una obliga-
ción, para que él mismo pueda hacer uso del crédito concedido, cuando lo de-
see, en la forma, términos y condiciones establecidos: quedando el cliente
obligado a restituir al banco las sumas de que disponga, o a cubrirlo oportuna-
mente por el importe de la obligación que contrajo y, en todo caso, a pagarle
los intereses, prestaciones, gastos y comisiones que en el contrato se estipulen
(art 291 LGTOC).
Por su parte, una definición de mutuo bancario sería como sigue: es el con-
trato en virtud del cual el banco se obliga a transferir la propiedad de una su-
ma determinada de dinero a su cliente, quien se obliga a devolverla, junto con
los intereses estipulados, dentro del plazo convenido (arts 2384 y 2393 C Civ).
Desde luego, como se observa, la principal siroilitud entre un contrato y
otro es de orden económico y consiste en que, en ambos el banco le está dando
crédito a un cliente, es decir, le está prestando dinero; en ambos se materializa
la operación activa por excelencia: el banco utiliza los recursos captados por
el público para, a su vez, colocarlos entre el público consumidor de crédito.
Otra importante similitud, pero de orden técnico, es la forma que deben
reunir las transacciones, que no obstante de tratarse de operaciones conven-
cionales y no sacramentales, ambos deben constar por escrito en contratos o
en pólizas, los cuales, junto con los estados de cuenta certificados por el conta-
dor facultado por el banco para ello, son títulos ejecutivos sin necesidad de re-
conocimiento de firma u otro requisito (art 68 LIC). Y a diferencia de otros
derechos como el espailol, ninguno de estos contratos debe otorgarse ante no-
tario o corredor.
Asimismo, en ambos contratos el banco queda sometido al mismo rigor
de cumplimiento respecto de la adecuada colocación del riesgo (riesgo en los
propios términos, porque el que presta no tiene nunca la certeza de que su cliente
Los contratos de préstamo y de apertura de crédito 771

le va a regresar el préstamo), desde el punto de vista de la viabilidad económi-


ca del proyecto; los plazos de recuperación, montos, periodos de amortización
y en su caso términos de gracia; la relación que guarden los datos financieros
del acreditado tanto con la realidad del cliente como entre si; as! como la califi-
cación administrativa y moral de los clientes, todo lo cual queda sometido a
la vigilancia de la eNB (art 65 LIC).
Por su parte, las diferencias más importantes entre la apertura y el mutuo
derivan de su distinta función comercial. En efecto, en la apertura de crédito
el banco se obliga, dentro de un cierto limite, a poner a disposicion del cliente,
la ocupe o no, una cierta suma de dinero u otras prestaciones conforme las va-
ya necesitando, quien se obliga a reintegrarla, junto con los intereses respecti-
vos, en la medida de las disposiciones que haya hecho y de sus propias
posibilidades dinerarias; en tanto que en el préstamo el banco se obliga a entre-
gar al cliente una suma de dinero, quien se obliga a restituirlo en un cierto pla-
zo junto con los intereses correspondientes. Dicho de otra forma, la apertura
permite al cliente disponer, o no, de una suma de acuerdo con sus momentos
de verdadera necesidad, y el mutuo es la disposición única, carente de elastici-
dad, de una suma que se recibe y se debe restituir in remo
Entonces la más importante diferencia radica en que, en la apertura, el ban-
co no entrega nada, salvo que el cliente se lo pida; yen el préstamo, el banco
queda obligado a entregar, de inmediato, el monto autorizado. Otra diferencia,
que es consecuencia de la anterior, radica en que, en la apertura la deuda es
histórica y sucesiva (puede variar cada dial porque el cliente puede retirar y
pagar cuantas veces lo desee, siempre que no rebase el limite que el banco le
autorizó; en tanto que en el mutuo la deuda es una sola, a pesar de que el clien-
te haga quitas o abonos parciales porque, aun cuando los haga, no puede vol-
ver a disponer del dinero que pagó. Dicho de forma distinta en la apertura el
banco no presta una cantidad, sino que se compromete a prestar hasta cierto
monto, y en el mutuo el banco se compromete, exclusivamente, a prestar una
cantidad.
Se entenderá que la existencia de estas dos modalidades de crédito obede-
ce a las distintas necesidades del cliente: si necesita dinero frecuentemente, ce-
lebrar un mutuo en cada caso seria tardado, ocioso y complicado; es más eficiente
celebrar un solo contrato -la apertura- para que, con base en él, reciba todos
los créditos que requiera. Pero si un cliente necesita una sola cantidad para
un solo negocio o inversión, el contrato idóneo es el mutuo. En las sec ulterio-
res de este cap se hará la precisión de a cuál de estos dos tipos de crédito (aper-
tura o mutuo) pertenece el contrato que se analice. Antes de ello es prudente
estudiar el concepto de línea de crédito, porque tal consiste, precisamente, en
la fijación del limite que el banco queda obligado a prestar a sus clientes en
los contratos de apertura.
772 LOS CONTRATOS DE CRÉDITO BANCARIOS

113 EL CONCEPTO LíNEA DE CRÉDITO


Cuando estudiamos el contrato de apertura de crédito (núm SO), vimos que el
acreditante (el banco) pone a disposición del acreditado (su cliente) una cierta
cantidad; también vimos que ese crédito a disposición del cliente puede tener
un tope o límite (art 292 LGTOC). Pues bien, por un principio elemental de co-
mercio se debe entender que tall1mite es diferente para cada cliente, ya que
cada uno solicita una cantidad diferente o bien cada cliente, a criterio del ban-
co, es capaz de responder por cantidades igualmente distintas. En el lenguaje
bancario el concepto linea de crédito significa el tope o limite de dinero que el
banco tiene puesto a disposición de cada cliente en una cierta fecha. Hay clien-
tes que tienen una linea de crédito de 100 millones, los hay de mil, etcétera.
Con objeto de establecer la linea de crédito de cada cliente, el banco suele
solicitar los siguientes documentos e información
• Balance y estado de pérdidas y ganancias de los últimos ejercicios
• Balance y estado de pérdidas y ganancias con cierre a la fecha más cercana
a la solicitud
• Copia de las declaraciones impositivas que correspondan a su giro
• Información curricular de sus operaciones, clientes y proveedores con el
desglose del tipo de actividad a la que se dedica
• Inventario fisico de los bienes de la empresa, o de los personales en caso
de los créditos comerciales
• Un cierto número de referencias personales, comerciales y bancarias
• Es importante para la evaluación general del banco las cuentas, promedios
mensuales, e inversiones que el cliente tenga en la institución
• Desde luego, una inspección -visita- ocular de los funcionarios banca-
rios a los establecimientos de la empresa cliente.
Con los documentos e información proporcionada, el banco aplica ciertas fór-
mulas que arrojan resultados matemáticos estrictos, que se dibujan en un ci-
fra, la cual se entiende el tope o límite de los créditos que se podrán conceder
al cliente. A partir de entonces, éste puede solicitar los créditos que sean con-
ducentes, sin que pueda aspirar a una cantidad mayor a la que fija su linea
de crédito, pero sin que tenga que pasar por otros trámites diferentes a los ci-
tados. El banco se toma la facultad de clausurar la linea de crédito abierta en
favor de sus clientes por razones que, en todo caso, dependen de las politicas
internas de cada institución, deducidas, generalmente, de que los datos e infor-
mación proporcionada por el cliente varien de forma que los intereses del ban-
co se puedan ver perjudicados.
La linea de crédito tiene una utilidad extrema para el banco en la determi-
nación de ciertos limites: (i) la cantidad de titulos de crédito que puede descon-
tar al cliente; (iij hasta qué cantidad puede solicitar créditos a corto plazo,
quirografarios o comerciales; (üij hasta qué cantidad puede disponer en una tar-
jeta de crédito; (iu) hasta qué cantidad de créditos documentarios, y en fin (u)
Los contratos de préstamo y de apertura de crédito 773

para conocer el limite autorizado a su favor en cualquier operación de cuenta


corriente.

114 EL CONCEPTO CAJÓN BANCARIO


Vimos anteriormente (núm 34), que la actividad de los bancos está coordiliada
y sancionada por la SHCP, diseilada por el Banxico y vigilada por la CNB. y
también (núm 7) que el impacto producido por esa actividad en la sociedad eco-
nómica, la convirtió en una prioridad de la administración federal, al grado de
que en el hacer bancario, como en otras materias mercantiles, la libertad indi-
vidual cedió gran parte de su lugar a la voluntad social. Una de las manifesta-
ciones públicas que muestran mejor esta tendencia son los criterios utilizados
en la determinación de los llamados cajones bancarios, concepto que a pesar
de que no ha sido considerado en la Ley, está bien arraigado en la práctica.
Sabemos (núm 3) que los bancos captan dinero de sus clientes y se com-
prometen a devolvérselos más el interés que haya causado durante el tiempo
que lo tuvo en su poder, por lo que al no ser ese dinero del banco, sino que lo
debe, le significa un pasivo; de ah! la denominación de operación pasiva (núm
4). Pero como también sabemos, el banco debe prestar ese dinero y cobrar un
interés por su uso, a fin de producir el capital con el cual pagará a sus clientes,
dándose origen así a las operaciones activas (núm 5). Por otra parte, veremos
que existen muchos tipos de créditos, pues las necesidades de dinero, los posi-
bles deudores y las razones por las c-uales lo solicitan, son otro tanto distintas.
En consecuencia, cada tipo de crédito, su volumen, eficiencia de otorgamiento
y pago y, desde luego, tasa de interés, tienden a provocar diferentes consecuen-
cias en la sociedad, que por tener una incidencia directa en él la circulación de
la moneda y el crédito, deben ser objeto de una regulación también directa (art
20, 1 LOBANXICO).
Por tales motivos, la administración -concretamente Banxico- estable-
ce también el porcentaje de la captación que cada banco debe aplicar a cada
actividad económica; y por otra parte, la SHCP determina las clasificaciones
de los activos y pasivos contingentes, en función de la seguridad de las institu-
ciones (art 49 LIC); por lo general un mayor volumen y un menor interés a
las actividades prioritarias, y un menor volumen y un mayor interés a las otras
actividades (art 15 LOBANXICO). Por ejemplo, los créditos a la pequeña in-
dustria se atienden con los ingresos provenientes de depósitos de inversión a
menos de un año, y así para cada tipo de préstamo (vivienda, refaccionarios,
quirografarios, etc). La mecánica consiste en establecer de cuál de los depósi-
tos provendrán los fondos que se emplearán para otorgar determinados prés-
tamos. Pero además de la localización de la fuente de captación (qué tipo de
depósitos) que se utiliza para atender cada tipo de préstamo, Banxico igual-
mente determina, por una parte el porcentaje del total captado (todos los depó-
sitos) por cada banco que se debe aplicar a cada tipo de préstamo; y por otra,
774 LOS CONTRATOS DE CRÉDITO BANCARIOS

el interés a cobrar en cada caso. La distribución del dinero bancario por fuente,
porcentaje del total captado, e interés, se hace mediante un catálogo de con-
ceptos conocido como cajones bancarios.
Banxico determina y publica con periodicidad la tasa de interés que los
bancos cobran a sus clientes en cada tipo de préstamo; es decir, aunque la ten-
dencia es la de liberarlo en esa dirección, en la actualidad el monto de la tasa
de interés todavía no obedece a la ley de oferta y demanda (arts 48 LIC y 14
LOBANXICO). Por lo que se refiere al porcentaje del total captado que cada
banco debe destinar a cada tipo de préstamo, también lo establece Banxico,
y cabe señalar que a partir de septiembre de 1982, el criterio de determinación
adquirió un tono tanto marcadamente social como institucional (por ejemplo,
art 64, párr 50 LIC).

115 OBLIGACIONES Y DERECHOS DE LOS PRESTADORES


PROFESIONALES (LOS BANCOS)
No es fácil articular de forma sucinta la totalidad de las obligaciones y dere-
chos que se fincan y otorgan a los bancos cuando asumen el papel de acredi-
tantes (prestadores), por lo que nos limitaremos a enunciar los más importantes
• En primer lugar, en sus operaciones activas los bancos tienen dos obliga-
ciones de la mayor importancia: (i) sólo pueden realizar las operaciones ac-
tivas expresamente autorizadas por la legislación bancaria (art 46 LIC),
Y {ii} están obligados a participar en el sistema de información sobre opera-
ciones activas del Banxico (art 74, 1er párr LIC)
• En la realización de sus operaciones -principalmente en el otorgamiento
de créditos o en operaciones causantes de pasivo contingente- los bancos
deben buscar la diversificación de sus riesgos (art 51 LIC)
• Como los bancos, a no ser que se pongan en liquidación o se les declare la
quiebra, se consideran de acreditada solvencia, no están obligados a cons-
tituir depósito o fianzas legales ni aún tratándose del juicio de amparo (art
86 LIC)
• Todo acto o contrato que signifique una variación en el activo o el pasivo
de los bancos (y los contratos de crédito lo significan), o implique una obli-
gación directa o contingente, deberá ser registrado en la contabilidad el
mismo dia en que se realice. La contabilidad, los libros correspondientes
y el plazo que deben ser conservados se regirán por las disposiciones que
dicte la CNB (art 99 LIC). Asimismo, los bancos podrán microfilmar esa
documentación, igualmente sujetándose a las disposiciones de la comisión
(art 100 LIC)
• Para que los bancos que tengan sucursales en el extranjero puedan reali-
zar operaciones activas no previstas en la legislación mexicana, requieren
autorización previa de la SHCP (art 87, 3er párr)
Los contratos de préstamo y de apertura de crédito 775

• Los préstamos y créditos que las instituciones emitan, se ajustarán en cuan-


to a su monto, términos, condiciones de colocación y demás características
a las disposiciones que dicte Banxíco. Dichas disposiciones tendrán carác-
ter general, pero podrán aplicarse sólo a determinados tipos de préstamos
o créditos (arts 48 LIC y 14 LOBANXICO)
• El contrato o póliza en los que, en su caso, se hagan constar los créditos
que otorguen, junto con la certificación del contador de la propia institu-
ción, serán titulos ejecutivos sin necesidad de reconocimiento de firma ni
otro requisito (art 68 LIC)
• En ningún caso un banco podrá otorgar préstamos o créditos con garantia
de: (i) depósitos bancarios de dinero, con excepción de los que sean a la vis-
ta; {ii) de préstamos, bonos u obligaciones a su cargo o a cargo de otro ban-
co, y (iii) de derechos sobre fideicomisos, mandatos o comisiones que tengan
por objeto alguno de los dos pasivos anteriores (art 106, XVII LIC)
• En ningún caso podrá tampoco pagar anticipadamente, en todo o en parte,
obligaciones derivadas de depósitos bancarios de dinero, préstamos o cré-
ditos, bonos, obligaciones subordinadas o reportos (art 106, XV LIC)
• Finalmente, las bancas múltiples tienen una obligación institucional im-
portante que consiste en lo siguiente: cuando del otorgamiento de un cré-
dito puedan resultar deudores personas flsicas o morales vinculadas al
beneficio del préstamo por razones familiares, económicas, privilegiadas o
de parentesco, previo a su otorgamiento se requiere la mayoría de votos de
las series A y B del consejo de administración (art 73 LIC).
Estas obligaciones institucionales, además de estar establecidas de modo ex-
preso por la ley, con frecuencia aparecen consignadas en las cláusulas de cada
contrato. Especialmente, lo anterior es aplicable a todo contrato de mutuo y
de apertura de crédito. Las obligaciones pertenecientes a cada tipo serán anali-
zadas más adelante según sea la naturaleza de cada contrato.

116 LAS APERTURAS DE CRÉDITO MÁS FRECUENTES


El préstamo quirografario
Por oposición a los créditos garantizados con un inmueble (hipotecarios) o a
los créditos cuya garantia es un mueble (prendarios), el crédito personal no tie-
ne más garantía que la firma del cliente, y es por eso que se denomina "quiro-
grafario". En este tipo de crédito que no tiene garantias reales, como las que
acabamos de señalar (llamadas reales porque existen, "ahí" están), evidente-
mente el banco tendrá mucho cuidado en que la persona beneficiada con un
crédito de esta naturaleza goce de buena reputación, así como de cualidades
de solvencia moral y económica. En todo caso, el número de créditos que el clien-
te puede obtener será siempre en función del contrato de apertura de crédito
que se haya celebrado previamente entre él y el banco; y el monto obedecerá
776 LOS CONTRATOS DE CRÉDITO BANCARJOS

al limite que se deduzca de la linea de crédito que también el banco le haya


establecido con anterioridad (núm 113).
Cuando se otorga uno de estos créditos, la operación no se resume a la en-
trega del dinero, sino que éste es el típico crédito que se documenta con un pa-
"'gare suscnto por el cliente a favor del banco, en el que se obliga al pago con
su firma, es decir con su persona, con todo su patrimonio genéricamente pon-
derado; y descansa el conjunto de la operación en la teoría genera! de los títu-
los de crédito (t I). Por su misma flexibilidad, es frecuente que en esta figura
el banco exij a de su cliente la firma de un aval con objeto de garantizar el pago
cambiariamente.
En términos generales, puede decirse que en la práctica, estos créditos só-
lo se otorgan a personas que el banco conoce suficientemente y ofrecen la segu-
ridad, tanto material como moral, de que el crédito será cubierto; debe existir
una estrecha relación persona! entre el cliente y el banquero, que supone una
proximidad que disminuye los riesgos. Las caracteristicas generales de este ti-
po de crédito, que en la actualidad pudieran ser la mitad de todos los que otor-
ga la banca mexicana, son las siguientes
• La cantidad concedida en préstamo da origen a una obligación estrictamente
persona! que carece de garantía especifica
• La forma en que se documenta la deuda es la suscripción de un pagaré por
la cantidad prestada, en el que se consideran los intereses que causará el
préstamo y que se descontarán por adelantado a! momento de entregar la
cantidad a! cliente
• El plazo, así como las demás características del crédito, son convenciona-
les, pero sometidas a las reglas de Banxico sobre el tema
• La operación se entiende renovada cuando al vencimiento se prorroga o
cuando se liquida con el producto de otro crédito en el que sea parte el mis-
mo cliente, aunque se haga aparecer la liquidación en efectivo y se amorti-
ce la deuda parcialmente. Las opciones bancarias que sean objeto de
renovación se computan, teniendo en cuenta el término original, sumado
al de la renovación o renovaciones acordadas
• En virtud de que no tiene una garantía especifica el destino de la cantidad
prestada no queda atado, es decir, el banco no puede verificar que el dinero
se aplicó en lo que el cliente dijo que se aplicaría. Sin embargo, como ya
vimos (núm 52), la CNB tiene facultades para verificar la aplicación del cré-
dito y, en su caso, obligar la resolución del contrato, si se aplica a un fin
distinto
• En caso de incumplimiento de pago, el banco intenta acción cambiaria con-
tra su cliente y, en su caso, contra el ava! con base en el pagaré con el que
la deuda se documentó
• Debido al corto plazo del crédito, a su flexibilidad en cuanto a que la forma
de la garantía es cambiaria y a que los clientes a quienes los bancos conce-
den el beneficio de este tipo de crédito son especiales, este crédito no debe
Los contratos de préstamo y de apertura de crédito 777

firmarse ante notario ni tampoco debe reunir otra formalidad institucional


o legal distinta a las politicas internas de la institución, dentro de las cua-
les, la más importante es la existencia previa de una linea de crédito y, por
lo mismo, de un contrato de apertura de crédito.

Breve anticipo al descuento. al crédito documentario


y al refaccionario y de avfo
Al igual que el crédito quirografario, el descuento (núm 12S), el crédito docu-
mentario (núm 135) y, en algunos casos, el refaccionario y de avío (núm 119)
generan acreditamientos para los cuales no se debe celebrar un mutuo, sino
una apertura de crédito, por lo que en esos negocios es necesario que prevía-
mente se haya establecido una linea de crédito, que le permita al cliente saber
hasta qué monto puede, ya sea descontar titulos de crédito, solicitar crédito
documentario a favor de un proveedor o acreedor cualquiera, u obtener finan-
ciamiento para la compra de materia prima, equipo, etc, respectivamente y, por
tanto, funcionan sobre la base del sistema de cuenta corriente que también vi-
mos en su oportunidad (núm SO). Más adelante veremos las características y
funciones de estas importantes operaciones.

117 LOS TIPOS DE PRÉSTAMO (MUTUO)


MAS FRECUENTES
El préstamo prendario
A diferencia del crédito quirografario el prendario, como su denominación indi-
ca, es el que se otorga contra una garantia mueble. Cuando el crédito se solici-
ta para adquirir un bien mueble, por lo general éste se constituye en la garantia
del préstamo. Cuando el dinero se solicita para cualquier otra actividad, el mue-
ble que garantizará el pago debe ser ofrecido por el cliente y seleccionado y
aceptado por el banco, en todo caso convencionalmente. Antes de continuar,
es conveniente que el lector se refiera al estudio de la prenda que se hizo acerca
de la naturaleza de los contratos de crédito tradicionales (núm 97).
Este crédito es muy utilizado en el sistema mexicano y tiene una aplica-
ción tanto industrial y comercial (por ejemplo, el de habilitación o avio) como
particular, cuando se solicita para la adquisición de bienes no productivos en
la mayoría de los casos destinados al uso o consumo personal y familiar. Esta
última posibilidad fue tan persistente, que desde 1965 Banxico envió a los ban-
cos una circular donde establecia las normas que debian cumplir estos crédi·
tos, a los que denominó créditos para el consumo de bienes duraderos. Las
características principales del crédito prendario son éstas
778 LOS CONTRATOS DE CRÉDITO BANCARIOS

• La regla general es que el contrato de crédito prendario se constituya so-


bre las bases de un mutuo
• Además de el contrato, la deuda, como en el crédito quirografario, frecuen-
temente se documenta en un pagaré
• El bien dado en garantia se constituye como prenda en los términos que
señala el art 334 LGTOC (núm 99)
• Si bien la prenda sobre bienes y valores se constituye de la forma prevista
en la LGTOC bastará que se consignen los datos necesarios para identifi-
car los bienes dados en garantla (art 69, 1er párr LIC)
• En caso de anticipos sobre títulos de la prenda dada o sobre sus frutos y
mercancías, los bancos podrán efectuar la venta de los títulos, bienes o mer-
cancías cuando proceda de conformidad con la LGTOC, por medio de co-
rredor o de dos comerciantes de la localidad, conservando en su poder la
parte del precio que cubra las responsabilidades del deudor en compensa-
ción de su crédito, y guardando a disposición de aquel el sobrante que pue-
da existir (art 69, 20 párr LIC)
• Se exceptúa de esta regla la prenda que se otorgue con motivo de présta-
mos concedidos para la adquisición de bienes de consumo duradero, la cual
podrá constituirse entregando al banco la factura que acredite la propie-
dad sobre la cosa comprada; haciendo en ella la anotación respectiva (art
69, 3er párr LIC).
Es importante hacer notar que la prenda de bienes o titulos al portador sólo
se constituye cuando se pongan en poder de un tercero, y la prenda de bienes
que se pongan a disposición del acreedor sólo se constituye cuando queden en
locales cuyas llaves se encuentren en su poder (art 334, IV y V LGTOC), pues
de no suceder lo uno o lo otro, según el caso (que no queden en poder de un
tercero o no queden en lugar cerrado cuyas llaves retenga el acreedor, respecti-
vamente), la prenda no queda constituida, tal como lo ha sostenido la Corte
en un asunto de prenda bancaria (Prenda constituida en favor de un banco,
pero que permanece en poder del deudor, A D 475/56, Tercera Sala, quinta épo-
ca), lo que provoca un conflicto potencial de interpretación respecto de la regla
del art 69, 1er párr LIC, que comentamos con anterioridad.
En el contrato de crédito prendario, que es meramente convencional, no
debe reunir otros requisitos que los señalados por la LGTOC; el banco acredi-
tante incluirá en el contrato escrito, a su juicio, las disposiciones de la LIC que
sean aplicables al caso concreto. El negocio de la prenda sobre créditos en li-
bros es objeto de análisis por separado (núm 135).

El préstamo hipotecario
Como sugiere su denominación, el préstamo hipotecario es aquel que, teniendo
como base en un mutuo, otorga un banco contra la garantia inmobiliaria o in-
movilizada que proporciona quien recibe el préstamo. Es el dinero que los ban-
Los contratos de préstamo y de apertura de crédito 779

cos prestan contra la garantía de terrenos, construcciones y, en algunos casos,


de maquinaria inmueble por destino. Puede otorgarse por cuatro razones que
son las que dan nombre a cada tipo
• Adquisición de un inmueble
• Construcción de un inmueble
• Terminación de un inmueble
• Ampliación o mejora de las edificaciones ya construidas de un inmueble.
Cualquiera que sea el tipo de crédito, la garantía siempre será el inmueble que
se vaya a adquirir, construir, terminar o remodelar, respectivamente.
Para su otorgamiento, los bancos realizan ciertas investigaciones: (i) com-
prueban fisicamente que el bien que se dará en garantía cubre el monto princi-
pal y los intereses del crédito, de acuerdo con un avalúo; {ii) realizan un estudio
de los ingresos de la persona que recibirá el crédito, a fin de evaluar sus posibi-
lidades de pago, actividades y medios de subsistencia; (iii} solicitan una serie
de datos que permitirán conocer la situación oficial y administrativa del inmue-
ble, como son la escritura pública de la compraventa, planos, boletas prediales
y de servicios municipales, en su caso, contratos de arrendamiento y licencias
de construcción, certificados de libertad de gravámenes y de no adeudos públi-
cos, etc; y (iu) elaboran un análisis detallado de especificaciones y presupues-
tos, para el caso, de que el objeto del crédito sea la construcción o la mejora
de un inmueble. Las caracteristicas generales de este mutuo son las siguientes
• El bien objeto de la garantía queda en poder del cliente y no del banco;
no obstante garantizará el buen pago del crédito concedido (art 2893 C Civ)
• De acuerdo con el derecho común, sólo puede hipotecar el que puede enaje-
nar, y sólo pueden ser hipotecados los bienes que puedan ser enajenados
(art 2906 C Civ)
• Para que la hipoteca sea efectiva ante terceros, debe registrarse en la sec-
ción de gravámenes del Registro Público de la Propiedad de su ubicación;
y por ser un gravamen que se constituye voluntariamente por el propieta-
rio del inmueble cae en la clasificación legal de hipoteca voluntaria (art 2930
C Civ)
• El contrato debe otorgarse ante notario público, en virtud de que el acto
de registro debe ser públicamente fedatado (arts 2917, 1er párry 2320 CCiv)
• El costo de las construcciones, el valor de las obras, o de los bienes, o el
producto de las rentas o aprovechamiento serán fijados por peritos que nom-
brará la institución acreedora (circular 1018, 2 mayo 1988 de CNB)
• Las construcciones y los bienes dados en garantía deben asegurarse con-
tra incendio por una cantidad que cuando menos cubra su valor destructible
• Cuando el inmueble dado en garantía sea una unidad completa, pertene-
ciente a una empresa industrial, agrícola o ganadera el gravamen debe com-
prender, en su caso: la concesión o concesiones respectivas; todos los
elementos materiales, muebles o inmuebles afectos a la explotación consi-
780 LOS CONTRATOS DE CREDlTO BANCARIOS

derados en su unidad; el dinero en caj a de la explotación; y los créditos a


favor de la empresa (art 67 LIC).
Además, los bancos no pueden otorgar un crédito superior a determinado por-
centaje del valor del inmueble de acuerdo con las siguientes reglas: la regla ge-
neral es que el importe del crédito no es mayor de 50% del valor del inmueble;
la CNB puede reducir este porcentaje o exigir que se pacten garantías adicio-
nales cuando se trate de construcciones especializadas, que a juicio de la CNB
no sean susceptibles de fácil transformación o tengan un mercado reducido.
Cuando los créditos se destinen a la construcción, adquisición o mejoras de ha-
bitaciones de tipo medio que reúnan las características que señale el Banxico,
su importe no será mayor de 70% del valor de los inmuebles. Cuando se otor-
guen para construcción, adquisición o mej ora de las viviendas de interés social
que reúnan las características que determine Banxico su importe no será ma-
yor de 80% del valor de los inmuebles.
Finalmente, el crédito puente, que es como cualquier otro hipotecario, tie-
ne las siguientes diferencias: (i) quien solicitó el crédito construye un inmueble
con el sólo fin de venderlo; es decir, el solicitante es una constructora, y (ii) cuan-
do el inmueble ya está en posibilidad de venderse, al comprador que así lo soli-
cite, se le trasmite el crédito a fin de que sea él y no la constructora quien pague
el crédito.
La constructora solicita un crédito hipotecario y da como garantía el te-
rreno y los cimientos del edificio que va a construir; con el crédito obtenido
construye el edificio y lo vende a los consumidores. El constructor que vende
trasmite el crédito a su comprador a fin de que el interés, que se deberá cubrir,
lo pague el adquirente del condominio. Los créditos puentes constituyen, en-
tonces, una cesión de deuda para el constructor (art 2051 C Civ) y un reconoci-
miento de adeudo hipotecario para el banco. El constructor, que era el deudor
original, vende el bien que es la garantía hipotecaria y el adquirente se convier-
te, así, en el nuevo deudor hipotecario.

El préstamo para la vivienda de interés social


El crédito para viviendas de interés social es un crédito hipotecario, por lo que
le son aplicables las reglas generales antes mencionadas. Sin embargo, guarda
diferencias importantes con los créditos hipotecarios tradicionales, diferendas
que brevemente analizaremos.
Debido a la explosión demográfica de los últimos aftas, al inicio de los se-
senta, el gobierno concluyó que sus recursos eran insuficientes para satisfacer
la creciente necesidad de habitación, por lo que decidió utilizar parte de los aho-
rros del público captados por las instituciones de crédito para que, complemen-
tados con otros del gobierno, se atendiera la demanda de vivienda. Así, dentro
de otros mecanismos, en abril de 1963, la SHCP constituyó el fideicomiso pú-
Los contratos de préstamo y de apertura de crédito 781

blico (núm 175) Fondo de Operación y Financiamiento Bancario a la Vivienda


(FOVI), el cual sigue operando hasta la fecha. Sus principales funciones son
• Promover la construcción o mejora de viviendas de interés social, orien-
tando la inversión de las instituciones de crédito para que los programas
vayan de acuerdo con las necesidades económicas y sociales de cada región
• Evaluar y aprobar técnicamente los programas para que éstos sean ade-
cuado respecto de las caracterlsticas socioeconómicas y de construcción
de cada proyecto
• Otorgar apoyo financiero a las instituciones de crédito para complementar
los recursos que éstas destinen a la construcción, adquisición o mejora de
viviendas sociales
• Canalizar recursos para el desarrollo de programa del sector público en sus
niveles federal, estatal y municipal
• Supervisar la ejecución de las obras
• Proporcionar asesorla técnica para la preparación y realización de los pro-
gramas de vivienda.
La operación y el otorgamiento de los créditos para la construcción de vivien-
das de interés social, bajo el régimen FOVI, está regulado por la circular 1935
del Banxíco, la cual, respecto de dichos créditos, se modificó de manera impor-
tante a partir de 1987, Y se consolidó en 1989 con la publicación, en este afio,
de las Reglas de Subasta del propio Banxico. Su funcionamiento consiste bre-
vemente en lo siguiente
• A los efectos de este régimen, existen sólo dos tipos de vivienda: para arren-
damiento y para venta
• El criterio de colección de cada vivienda para tener derecho al privilegio
del monto de su interés bancario, en su costo, obtenido en función de un
determinado número de salarios minimos generales (smg)
• La vivienda para arrendamiento, a tipo R (de renta), a su vez se clasifica
en tipo R a (hasta 100 smg) y tipo R b (de 130 hasta 160 smg)
• La vivienda para venta, o tipo venta, a su vez se clasifica, igualmente, en
tipo a (hasta 100 smg) y tipo b (de 130 hasta 160 smg)
• Para cada tipo de vivienda, el FOVI díseñó un proyecto especifico que el
constructor -que se denomina promotor- debe cumplir, como son un de-
terminado número de metros cuadrados, requerimientos y caracterlsticas
de iluminación, de distribución, de terminado, de número de habitantes po-
tenciales, etcétera
• Si un promotor desea desarrollar un proyecto de interés social del FOVI,
ya sea para venta o ya sea para arrendamiento, debe ajustarse a los reque-
rimientos establecidos por propio Fondo
• La forma en que el promotor recibe la adjudicación del contrato de crédito
es, a partir de 1989, por el sistema de subasta, que opera de la siguiente
forma
782 LOS CONTRATOS DE CRÉDITO BANCARIOS

• Elabora un proyecto que se debe autorizar por el banco de primer piso (de
forma general, una banca múltiple) o por el propio FOVI; previamente de-
be estar inscrito en el FOVI como promotor de viviendas de interés social
• El analista dictamina el proyecto presentado por el promotor, y si discrecional-
mente considera que se adecua a los requerimientos, enviará una carta de inten-
ción a Banxico, en caso de que no haya sido éste el que elaboró el dictamen
• Con la carta de intención elaborada por el banco de primer piso o con el
visto bueno del FOVI, según el caso, al promotor tiene derecho a presen-
tarse a pujar en las subastas que periódicamente realiza el Fondo
• Durante la subasta los promotores pujan y el ganador recibe la adjudica-
ción del contrato de ese dia. La puja consiste en ofrecer en cierto número
de centavos por cada peso de interés que, una vez adjucidado el contrato,
el promotor deberá pagar. Por ejemplo, ofrecer más de 4 centavos por ca-
da paso se considera inusual
• Dado que la ventaja del crédito del FOVI es que el interés es a la par del
cpp (costo porcentual promedio), la primera ministración, una vez adjudi-
cado el contrato, la entrega el banco de primer piso directamente al promo-
tor, pero a tasa de mercado
• Las siguientes ministraciones las entrega el FOVI al banco de primer piso,
el cual las entrega, ya no al promotor sino al particular interesado, para
que éste, a su vez, le pague al promotor (es decir, se individualiza el présta-
mo), quien ve su negocio, precisamente, en el hecho de recibir de inmediato
el dinero que le está costando construir
• El aspecto más delicado del crédito del FOVI consiste en que el promotor
no se debe exceder del presupuesto, pues si la vivienda resulta más cara,
en relación con el dinero que recibirá del comprador individual -que es el
fijado desde el dia de la subasta- el excedente lo tendrá que financiar con
recursos propios, y entonces no se beneficiará del interés social
• Por su parte, el particular que desea adquirir una vivienda de interés so-
cial debe reunir ciertos requisitos, como un ingreso mínimo y máximo, las
cuales debe comprobar, debe ser cabeza de familia, etcétera.

El crédito de interés social regulado mediante el FOVI ha beneficiado a impor-


tantes sectores de la población, asi como a los constructores que cuentan con
el suficiente nivel de eficiencia capaz de cubrir los requisitos de construcción
y costo que el FOVI exige para autorizar el crédito.
Además del crédito del FOVI existe el crédito llamado simplemente de in-
terés social, similar al anterior, pero con las diferencias siguientes

• No interviene el FOVI, sino que es el banco de primer piso el que lo otorga


y negocia directamente
• Se otorga para viviendas de 161 a 216 smg
• El interés del crédito es de entre 7 y 9 puntos sobre el cpp.
Los contratos de préstamo y de apertura de crédito 783

Otros tipos de créditos


Además de los créditos quirografario, prendario, hipotecario y de interés so-
cial que acabamos de ver; y de los créditos por descuento de titulos y de crédi-
tos en libros, de habilitación o avio y de refacción y el documentario, que veremos
en las secs siguientes, existen otros créditos innominados que no están especi-
ficamente previstos en hipótesis legales o reglamentarias que los instituciona-
lice como los anteriores, pero que de manera más o menos general han ido
conformando características crediticias, operativas y económicas propias.
Tal es el caso de los créditos comerciales, que son quirografarios aplicados
exclusivamente al comercio; los directos, que de acuerdo con el maestro Bau-
che, son los que otorga el banco en la ausencia de titulos sobre los cuales ope-
ran el descuento u otras operaciones idóneas; o el crédito para la vivienda, que
sin ser un crédito de interés social es un préstamo hipotecario destinado a fa-
vorecer el patrimonio familiar en virtud de la compra de una casa, y que en
1990 recibió un impulso insólito en términos de los diez años anteriores, etc.
Asimismo, existen otros créditos altamente especializados que no nos deten-
dremos a analizar, como son el de exportación y el agropecuario. A continua-
ción haremos un rápido análisis de una disposición de privilegio establecida en
favor de los bancos, para el caso de la ejecución de las garantias reales ofreci-
das como manera de celebrar las operaciones activas mencionadas.

118 EJECUCION DE GARANTíAS REALES; ANAuSIS DEL


ART 72 uc
Hasta 1982, el régimen de ejecución de las garantias por créditos otorgados
por los bancos era, en nuestra opinión, bastante claro. En efecto, la LG/COA
establecia, por ejemplo, que cuando los créditos de habilitación o refacciona-
rios tuvieron como garantía bienes inmuebles, los bancos podían proceder a
su elección (i) en la vía ejecutiva mercantil; (ii} en la vía hipotecaria; o (iii) ha-
ciendo vender mediante corredor, los inmuebles dados en garantia.
Con la entrada en vigor de la LRSPBC, en 1983, el régimen de ejecución
cambió, en el sentido de que las opciones de ejecución se ampliaron de forma
no tan clara; pero continuó el principio práctico de que más que la ejecución
de garantías, el negocio de los bancos es cobrar puntualmente, poco la ejecu-
ción puede presentar inconvenientes cuyo costo en tiempo de oportunidad e
interés puede ser más alto que el valor de la garantía misma.
El texto del art 72 L/C (copia del art 56 de la LRSPBC de 1985, a su vez,
calca de la de 1983) establece que "cuando el crédito tenga garantia real, el acree-
dor podrá ejercitar sus acciones en juicio ejecutivo mercantil, ordinario o el que en
su caso corresponde, conservando la garantía real y su preferencia, aun cuan-
do los bienes gravados se señalen para la práctica de la ejecución". Como se
observa, este art establece las reglas de la via a seguir, cuando el crédito tenga
garantia real.
784 LOS CONTRATOS DE CRÉDITO BANCARIOS

Sin embargo, en tesis importante, la Corte sostuvo que el texto del art 72
no debe entenderse sólo como el señalamiento de la vía de ejecución, cuando
existan garantías reales, sino como aquella por medio de la cual " ...el acree-
dor puede resolver los conflictos de incumplimiento de los servicios y operacio-
nes bancarias..." (Vlas en que el acreedor puede resolver los conflictos de
incumplimiento de servicios y operaciones. Las señala la Ley Reglamentaria
del Servicio Público de banca y Crédito, A D 2275/87, Tercera Sala, Informe
1907, pág 221). Además, la tesis sotuvo que el señalamiento de la vía, de la for-
ma hecha por el art 56 LRSPBC (actual art 72 LIC) no se debe confundir con
elsefialamiento de su substanciación; es decir, la sustanciación del camino pro-
cesal elegido (la vía) se puede encontrar en otros ordenamientos. Por ejemplo,
en sabido que en el Estado de México no existe juicio especial hipotecario.
como en otros Estados del país, o sea, la via será la que obedezca a los señala-
mientos del art 72, pero su sustanciación obedecerá, desde luego, al ordena-
miento local respectivo.
Del texto del art 72, se colige, una vez más, que el legislador bancario esta-
bleció lineas generales de normatividad tan extensos -y tan poco claros- co-
mo para que cualquier Como práctico de ejecución queda comprendido en la
hipótesis de ley. En efecto, la intención del legislador se hubiera entendido co-
mo la misma si el texto se hubiese limitado a decir "el juicio que en su caso
corresponda", omitiendo los términos "ejecutivo mercantil y ordinario", pues
dada la indicación de correspondancia, no puede entenderse la enunciación de
las tres alternativas (el ejecutivo, el mercantil o el que proceda) como una in-
tención de aplicación prioritaria en orden decreciente.
Por lo demás, este interés en facilitar la actividad de las operaciones acti-
vas de los bancos, judicialmente, durante la duración del monopolio estatal de
la banca, también se observó -y se observa- en otros órdenes distintos a la
vía, cual es el caso de la competencia y las facultades de los representantes.
En efecto, en aplicación directa del principio de juridicción concurrente que
analizamos en otra parte (tomo II el cual consagra el art 104, 1, constitucional,
incluso tratándose de bancos públicos, la competencia puede surtirse como
federal o local indistintamente, tallo sostuvo la Corte en ocasiones suficientes
para sentar jurisprudencia (Competencia local o federal. Cuando se trata de
una sociedad nacional de crédito se surte indistintamente, Comp 53/84, Terce-
ra Sala corrección de tesis publicadas en el Informe de 1987, segunda parte,
pág 309). Asimismo, en concordancia con el Art. 25 LRSPBC de 1985, actual
90 LIC (más claro y mejor localizado este 90 que aquel 25), los colegiados sos-
tuvieron, en tres tesis claramente concordantes con los motivos de la LRSPBG,
que los representantes de las SNC tienen personalidad jurldica de tales por su
mero nombramiento, en cumplimiento del Reglamento de la respectiva institu-
ción (Personalidad jurídica, que los representantes de las sociedades naciona-
les de crédito tienen, A D 968/87, Colegiado del Decirno Sexto, Circuito, Informe
de 1988, tercera parte, pág 1028).
Los contratos refaccionarios y de habilitación o avfo 785

TERCERA
SECCiÓN

LOS CONTRATOS REFACCIONARIO


y DE HABILITACiÓN O Avío

119 DEFINICIONES E INTRODUCCION


A SUS DIFERENCIAS

Los créditos refaccionario y de habilitación o avío son sistemas de préstamo


ideados de manera especifica como apoyo y soporte para la producción de los
sectores industrial, comercial y fundamentalmente agroindustrial; son el caso
más ilustrativo de que el crédito bancario, de acuerdo con Saldaña Álvarez,
debe estar dirigido a la promoción y al fomento de las actividades productivas
y no a la simple sustitución de un acreedor. Aunque los dos se agrupan en el
mismo interés general de promoción a la producción, ambos se diferencian en
función de la aplicación que se da al dinero prestado
• El importe de la habilitación se aplica preferentemente a materia prima y
al pago de la mano de obra directa, as! como a todos los elementos que se
relacionen de forma inmediata con el proceso productivo y estén destina-
dos a transformarse en manufacturas
• En tanto que el importe de la refacción se aplica a la adquisición de maqui-
naria, equipo adicional para renovar o reponer y, en algunos casos, para
ampliar o mejorar las instalaciones de la empresa; es decir, se destina a
la adquisición de bienes que no se van a transformar sino que van a trans-
formar otras materias en productos terminados
• Con el avío se adquieren las materias primas con que trabajará la indus-
tria y con el refaccionario se adquiere el equipo y maquinaria para trans-
formarlas; con el avio se adquieren bienes de consumo y con el refaccionario
bienes de capital (bienes para producir bienes).
De acuerdo con la LGTOe la definición legal de estos dos créditos es la siguiente
786 LOS CONTRATOS DE CRÉDITO BANCARIOS

Habilitación o avío Es el contrato típico (más adelante veremos que puede


tener forma de apertura de crédito simple o de mutuo], en virtud del cual el
acreditado queda obligado a invertir el importe del crédito, precisamente, en
la adquisición de las materias primas y materiales, y en el pago de los jornales,
salarios y gastos directos de explotación, indispensables para los fines de la
empresa (art 321).
Refaccionario Por su parte, el refaccionario se define como el contrato típico
(veremos posteriormente, que también puede tener forma de apertura de crédi-
to simple o de mutuo), en razón del cual el acreditado queda obligado a invertir
el importe del crédito, precisamente, en la adquisición de apeos, instrumentos,
útiles de labranza, abonos, ganados o animales de cría: en la realización de plan-
taciones o cultivos cíclicos o permanentes; en la apertura de tierras para el cul-
tivo; en la compra o instalación de maquinaria y en la construcción o realización
de obras materiales necesarias para el fomento de la empresa acreditada (art
323 LGTOe¡.
Si bien la LGTOe (art 323, 20 párr) prevé la posibilidad de que el refaccio-
nario se pueda aplicar al pago de responsabilidades fiscales (art 66, V LIe¡,
en la práctica eso casi no sucede -y no debiera suceder-, pues el dinero pres-
tado no serviría para el fomento de la producción, sino, como para la simple
sustitución de deudor (el banco sustituye al fisco).
La diferencia comercial entre el crédito de habilitación y el refaccionario
radica pues, como se observa, en el destino que en cada uno se da al dinero
prestado. A tal grado es determinante el destino del dinero prestado, que la
Corte ha sostenido que la naturaleza de un crédito refaccionario no depende
de la mención que sobre el particular se haga en el contrato, sino que deben
acreditarse otras circunstancias indispensables como la del fin a que se desti-
nó la suma prestada (Créditos refaccionarios, naturaleza de los, Tercera Sala,
quinta época, t XLIII, pág 1966). Sin embargo, el mismo Alto Tribunal sostie-
ne que cuando otorgado un préstamo de avío para sembrar en ciertas tierras,
el banco continúa prestando, pero la siembra se verifica en otras tierras, a pe-
sar de no mencionarse en el contrato esa nueva actividad y zona, forman parte
del mismo, no solo porque son operaciones de la misma índole con las cuales
se caracteriza a la empresa sino porque fueron realizadas con el consentimien-
to y vigilancia del banco (Habilitación o avío, alcance del contrato, A D 1253160,
Tercera Sala, sexta época, t XLIX, pág 59).
En esa razón, los bancos que otorguen créditos de refacción o de avío de-
ben cuidar que su importe se invierta en los objetos determinados en el contra-
to, pues si se prueba que se les dio un destino diferente y el banco lo sabe, perderá
los privilegios de garantía automática que establece la propia ley y que más
adelante analizaremos (art 327, 1er párr LGTOe¡. Hay que señalar que el sec-
tor más favorecido con este servicio de crédito a la producción es el agropecua-
rio (ganadería, agricultura y conexos) aunque también presta servicios en los
sectores de la industria y el comercio.
Los contratos rcfaccíonarios y de habilitación o avfo 787

120 Formalidades
Al igual que todos los contratos de crédito otorgados por bancos, el refaccio-
nario y el de habilitación se ubican en alguna de las dos categorías de disposi-
ción de dinero prestado, que analizamos oportunamente (núm 112): mutuo o
apertura de crédito. Antes de tomar postura ante esa calificación, cabe señalar
que los dos contratos están comprendidos en la categoría genérica de contrato
consensual simple, aunque de acuerdo con la LIC, deben reunir ciertas formali-
dades que veremos adelante.
Cuando analizamos las diferencias entre la apertura de crédito simple y
en cuenta corriente (núm 80), vimos que la más importante radica en que en
el simple el crédito se agota cuando se agota el plazo o la cantidad, lo que suce-
da primero, y el de cuenta corriente se agota sólo cuando se agota el plazo, siem-
pre que el acreditado continúe pagando las cantidades de que dispuso. Por su
parte, vimos que el mutuo es un prestamo que se agota cuando el banco presta
la cantidad que se comprometió a prestar (núm 113), lo que generalmente suce-
de en una sola exhibición. Así las cosas, resulta que el refaccionario y el de ha-
bilitación pueden ser una apertura de crédito simple o un mutuo, lo que depende
de que las partes -banco y cliente- deseen el uno O el otro. Como sea, cada
contrato es típico (la LGTOe los tipifica como contrato de crédito refacciona-
rio y como contratos de crédito de habilitación o avío, respectivamente en los
arts 321 y 323), cuya funcionalidad, por cuanto a la disposición del dinero pres-
tado se refiere, puede operar como mutuo o como apertura de crédito simple.
Estos dos contratos deben reunir, principalmente, las dos siguientes for-
malidades (art 66 LIC)
• Se consignarán, según convenga a las partes y cualquiera que sea su mon-
to, en póliza ante corredor público, en escritura pública o en contrato pri-
vado; en el último caso, se debe firmar por triplicado ante dos testigos y
se debe ratificar ante notario O corredor público, juez de primera instancia
en funciones de notario O ante el encargado del Registro Público que co-
rresponda. Acerca del particular la Corte ha sostenido que esta formalidad
se cumple cuando el contrato se otorga ante el registrador de crédito agri-
cola en funciones de notario, en caso de que no acuda ante él a ratificar
las firmas sino a otorgar el contrato, invistiéndose el registrador, enton-
ces, de fe pública en ejercicio de sus funciones (Préstamo refaccionario, con-
trato de. Si se otorga con los requisitos de ley ante el registrador de crédito
agricola en funciones de notario, constituye en documento público que trae
aparejado ejecución, A D 4962/70, Tercera Sala, séptima época, cuarta parte)
• Sin otra formalidad que la señalada, en el contrato se pueden establecer
garantías reales sobre bienes o inmuebles, además de los que constituyen
la garantía propia de estos créditos (núm 125); es decir, en estos contratos
se pueden pactar garantías dobles: las institucionales y las contractuales.
Sin embargo, es importante hacer notar que la garantia convencional, la que
788 LOS CONTRATOS DE CRÉDITO BANCARIOS

autoriza este art 66, II LIe, no puede ser la fianza, precisamente porque ni
esta Ley ni la LGTOe autorizan más garantias que las reales, tal como lo
sostuvo el maestro Rojina en una excelente tesis (Créditos refaccionarios con
garantia hipotecaria del acreditado y fianza de un tercero que además otor-
ga hipoteca, A D 4690/71, Tercera Sala, séptima época, cuarta parte, vol 71,
pág 21).
En suma, la forma de estos contratos se adopta y celebra voluntaria-
mente y al hacerlo las partes no incurren en violaciones de ninguna especie
(Habilitación y avio, formalidades del contrato de, cuando lo celebran ins-
tituciones de crédito, A D 1253/60, Tercera Sala, sexta época, t XLIX, pág
103). Una importante particularidad de estos contratos radica en que el acre-
ditado puede otorgar a la orden del banco pagarés que representen cada
una de sus disposiciones, siempre que los plazos no sean posteriores al ven-
cimiento del crédito y se haga constar en los documentos su procedencia
como crédito original; pagarés que analizamos adelante (núm 126).

121 PARTES. CAPACIDAD


A pesar de que la LGTOe no establece de manera expresa la exclusividad del
otorgamiento de estos créditos de habilitación y refaccionarios en favor única-
mente de los bancos, en la gran generalidad de los casos quienes los otorgan
son, precisamente, ellos (art 66 LIe proemio). Por su parte, pueden ser acredi·
tadas todas las personas fisicas o morales que no tengan incompatibilidad con
el comercio y que no estén disminuidas o inhabilitadas en su capacidad de ejer-
cicio en los términos de las reglas generales del derecho de crédito (arts 30 y
20 LGTOC).

122 REGLAS GENERALES APLICABLES A LOS DOS


CRÉDITOS
El contrato de crédito, tanto refaccionario como de habilitación o avío, se suje-
ta a las siguientes reglas (art 326 LGTOC)
• Se debe consignar en un contrato privado o público que cumpla con las for-
malidades que analizamos antes y se ratificará ante el encargado del regis-
tro público de que habla la frac siguiente
• Se debe inscribir en el registro de gravámenes que corresponda, según la
ubicación de los bienes afectos en garantía, o en el registro de comercio res-
pectivo, cuando en la garantia no se incluyan inmuebles
• Surte efectos contra terceros desde el dia de su inscripción en el registro
• Debe expresar el objeto de la operación, la duración y la forma en la cual
el beneficiario podrá disponer del crédito materia del mismo, lo que dará
forma a la modalidad de apertura de crédito simple o al mutuo
Los contratos refaccionarios y de habilitación o avfo 789

• Debe fijar con precisión los bienes que se afecten en garantia y señalar los
demás términos y condiciones del convenio (Habilitación o avío. Los inmue-
bles sujetos al gravamen hipotecario han de ser determinados, A D 493/62,
Tercera Sala, sexta época, vol LXXXIII, cuarta parte, pág 12)
• En su caso, los bienes sobre los que se constituya la prenda pueden quedar
en poder del deudor, quien la puede utilizar de la forma que se pacte en
el contrato y quien se constituye como depositario judicial (art 329 LGTOC¡.
El deudor podrá usar y disponer de la prenda que quede en su poder, con-
forme al propio contrato. Acerca del punto, cabe recordar que el registro
de la garantía, por si solo, no puede considerarse como constitutivo del de-
recho de garantia real, sino que han de agotarse los requisitos que sobre
la constitución de la prenda establece la LGTOC en su art 334 (Habilita-
ción y avío. Registro de las garantías constituidas para los contratos de,
A D 170/58, Tercera Sala, sexta época, t XXV, pág 175)
• Del monto del refaccionario no se puede destinar más de 50% a cubrir pa-
sivos fiscales, si bien la CNB puede autorizar, en casos excepcionales, el
exceso de ese limite
• Por último, los créditos de habilitación y de refacción son preferenciales
de acuerdo con las siguientes reglas: los créditos de avío, debidamente re-
gistrados, se pagan con preferencia a los créditos refaccionarios, y ambos,
con preferencia a los hipotecarios inscritos con posterioridad. Asimismo,
cuando el traspaso de la propiedad o negociación se efectúe sin consenti-
miento previo del banco, dará a éste el derecho de rescindir el contrato o
dar por vencida la obligación exigiendo el pago inmediato (art 328 LGTOC¡.
A continuación veremos las reglas particulares de cada uno de estos contratos.

123 REGLAS PARTICULARES AL CRÉDITO


REFACCIONARIO
A partir de la LRSPBC de 1985, la reglamentación de los créditos refacciona-
rio y de habilitación o avio dejó de estar tan detallada con la amplitud que lo
fue en la LGICOA de 1941; esta situación, desafortunadamente, continuó en
la vigente LIC. Como señala Acosta Romero, no quedó de manera clara si es-
tos créditos se organizan por la LGTOC y en qué medida, por la LIC o por Ban-
xico, de acuerdo con la gran amplitud de posibilidades normativas que se derivan
del art 14 LOBANXICO. A continuación se eulistan las reglas más importan-
tes y claras a las que se sujetan los refaccionarios
• Quedan garantizados con las fincas, construcciones, edificios, maquinaria,
apeos, instrumentos, muebles y útiles y con los frutos y productos futu-
ros, pendientes o ya obtenidos, de la empresa a cuyo fomento se destine
el préstamo, o con parte de dichos bienes
790 LOS CONTRATOS Dc CRÉDITO BANCARIOS

• La garantía puede consistir en hipoteca sobre los bienes a que se refiere


el punto anterior y podrá agregarse igual garantía sobre otros bienes
• Los bienes dados en garantía estarán libres de gravamen, salvo el caso en
que, estando gravados, el acreedor o acreedores distíntos del banco subor-
dinen sus derechos a los de éste
• Con frecuencia -porque así se estableció durante mucho tiempo en la LG1-
COA con bastante eficiencia- en el contrato se pacta que la empresa deu-
dora sólo puede repartir dividendos cuando esté al corriente en el pago de
intereses y amortizaciones del crédito otorgado
• Generalmente no se otorgan a plazo mayor de 15 años, pactándose el reem·
bolso por amortización proporcional en plazos no mayores de un año cada
uno.

124 REGLAS PARTICULARES AL CRÉDITO


DE HABILlTACION O AvíO
Este crédito, salvo lo que vimos respecto de las reglas comunes a los dos tipos
de contrato, no está sometido a la rigurosídad que se observa en el refacciona-
río y queda más al arbítrio de las partes del contrato, cosa que concuerda con
los plazos máximos de otorgamiento que, por lo general, no exceden de tres
años y que, tal vez, justifica el que en la práctica el mayor número de asuntos
litigiosos se desarrolle en torno a negocios de habilitación y no de refacción.
Como sea, al igual que el refaccionario, el de avío no está en la actualidad tan
profusamente organizado como lo fue durante 40 años en la LGleOA.
Como algunas de las reglas particulares al aviamiento podemos mencio-
nar las siguientes
• Sus garantías pueden ser hipotecarias, además de las otras garantías que
institucíonalmente establece la LGTOe (núm 125); en ese caso, el importe
de la hipoteca no debe exceder del porcentaje que establezca la SHCP res-
pecto del valor de los bienes dados en garantía
• Asimismo, desde hace tiempo la Corte considera que, tanto la empresa del
acreditado como el fin específico perseguido por ella en el contrato, se pre-
suponen con la existencia del contrato de habilitación (Habilitación o avío,
alcance del contrato de, A D 1253/60, Tercera Sala, sexta época, t XLIX,
pág 59)
• En la habilitación, las entregas de dinero que haga el banco al acreditado
no se prueban con los recibos que exhiba la empresa que recibió el dinero,
sino con la concordancia que, en su caso, exista entre el depósito que el
banco realice en la cuenta de cheques de la empresa acreditada y el pagaré
que ésta haya firmado como manera de documentar el pago (Habilitación
o avío. Pruebas que demuestran que el acreditante cumplió con su obliga-
ción de entregar a la acreditada del dinero base del contrato, A D 6496/79,
Tercera Sala, séptíma época, vol semestral 133-138, cuarta parte, pág 139),
Loscontratos refaccionanos y dehabilitaci6n o avío 791

interpretación que, en nuestra opinión, de la práctica se desprende que se


convirtió en válida para todos los contratos de créditos bancario
• Igualmente, de las interpretaciones de la Corte se deriva otra importante
regla en torno a los gastos de inspección y vigilancia a que se refiere el art
327 LGTOC. En efecto, por una parte la LGTOC establece que el banco,
acreedor tiene en todo tiempo el derecho de desiguar un interventor para
que cuide y vigile el exacto cumplimiento de las obligaciones del deudor,
siendo que el sueldo y los gastos del interventor son a cargo del propio banco
salvo pacto en contrario; pero la Corte ha sostenido que los gastos de la
intervención son precisamente gastos, si la intervención se verificó antes
de la cosecha, pues una vez terminada ésta ya no serán gastos, sino intere-
ses no estipulados (Habilitación o avío. Gastos de inspección y vigilancia,
A D 2596/61, Tercera Sala, sexta época, vol LVIII, cuarta parte, pág 139).
Por último, las reglas de preferencia a que nos referimos antes (núm 122) en
el crédito de habilitación tienen una regla especial importante. En efecto, la
preferencia del crédito de habilitación sobre los créditos personales se entien-
de, exclusivamente respecto de los bienes con los que, de modo legal, quedó
garantizado el crédito (art 322 LGTOC), o por lo menos, respecto a las garan-
tías señaladas en el contrato; con exclusión de estos bienes, la preferencia .del
crédito de habilitación sobre los créditos personales no existe (Habilitación o
avío, preferencia de los créditos de, respecto de los créditos personales, A D
170/58, Tercera Sala, sexta época, vol XXV, cuarta parte, pág 147).

125 LAS GARANTIAS


Respecto de las garantías, el régimen legal de los créditos refaccionario y de
habilitación o avio son bastante especiales. En efecto, en ellos la regla general
consiste en que las garantías se constituyen con los bienes que se adquirieron
con el dinero concedido en préstamo; así
• El crédito de habilitación se garantiza con las materias primas y materia-
les adquiridos y con los frutos, productos o artefactos que se obtengan con
el crédito, aunque éstos sean futuros o pendientes (art 322 LGTOC)
• Por su parte, el crédito refaccionario se garantiza simultánea o separada-
mente con las fincas, edificios, construcciones, maquinaria, apeos, instru-
mentos, muebles y útiles y con los frutos o productos, pendientes o ya
obtenidos, de la empresa (art 324 LGTOC).
Sin embargo, como ya vimos, adicionalmente a lo anterior, también se pueden
otorgar otras garantías tanto hipotecarias como prendarias. En el caso de la
garantía prendaria, trátese de aquella sobre las compras a que se refieren los
dos párrafos antecedentes, o de una adicional, la prenda puede quedar en po-
der del deudor y de ser as! se considera, civil y penalmente, responsable como
depositario judicial (art 329 LGTOC). Asimismo, la prenda puede ser consti-
792 LOS CONTRATOS DE CRÉDITO BANCARIOS

tuida por el que explote la empresa a cuyo fomento se destine el crédito, aun
cuando no sea su propietario, a menos que tratándose de arrendatarios, colo-
nos o aparceros el contrato respectivo obre inscrito en los registros de propie-
dad, de crédito agrícola, de minas o de comercio correspondientes, y en el
contrato la empresa se haya reservado el derecho de consentir la constitución
de la prenda (art 331 LGTOC).
Cabe señalar que en el crédito de avío otorgado para fines agroindustria-
les, lo más frecuente es que la garantia sea prendaria, y esté constituida por
la cosecha levantada, exclusivamente durante el ciclo agricola en el que, o para
el cual, el crédito fue otorgado; circunstancia sostenida por la Corte de manera
constante en el caso de que no existan garantías especificas (Avio, crédito de.
La garantia la constituyen los frutos obtenidos durante el ciclo agrlcola para
el cual fue otorgado, A D 7816/60, Tercera Sala, sexta época, vol LXI, cuarta
parte, pág 84 entre muchas otras).
En el refaccionario hay otras reglas particulares respecto de la garantía
que son básicamente las siguientes: cuando la garantía sean fincas, construc-
ciones, edificios y muebles inmovilizados en ella -que en la práctica puede con-
siderarse la regla general-, se entenderá comprendido el terreno constitutivo
del predio, los edificios en cualquier estado al tiempo de hacerse el préstamo,
o edificados con posterioridad a él; las accesiones y mej oras permanentes, los
muebles inmovilizados y los animales fijados en el documento en cual se con-
signe el préstamo, así como la indemnización que se obtenga por seguro contra
destrucción de los bienes mencionados. Por último, en razón de dada su dura-
ción y el destino que se le da al dinero prestado -básicamente la adquisición
de bienes de capital-, cabe señalar que en el refaccionario, aunque la garantía
también puede ser prendaria, por lo general es hipotecaria -precisamente los
referidas bienes de capital- y, por tanto, su obtención es más especializada
en términos de tramitación.

126 LA DOCUMENTACiÓN DEL CRÉDITO EN PAGARÉS


En materia de créditos refaccionarios o de habilitación existe un expediente de
la mayor importancia, que de no evaluarse correctamente puede motivar que de
manera equivocada se piense que es violatorio de los principios de autonomía
y abstracción de los títulos de crédito a que se refieren los arts 50 y 165
LGTOe, que estudiamos en su oportunidad (t 1), a saber, la posibilidad de que
el acreditado suscriba pagarés a la orden del banco, que representen las dispo-
siciones que haga del crédito concedido (art 325, 20 párr LGTOC).
Efectivamente, ese dispositivo previene la posibilidad de que quien reciba
el dinero prestado suscriba un pagaré en cada momento en el cual disponga
de parte o la totalidad del dinero proporcionado por el banco; y como los paga-
rés sólo se pueden suscribir con vencimientos que no sean posteriores al del
contrato quedan, de esa forma, vinculados al contrato, por lo que podría pen-
Los contratos refaccionarios y de habilitación o avíe 793

sarse que carecen de autonomía al haber quedado indisolublemente vinculados


a la suerte que tenga su contrato principal en términos de perfección, interpre-
tación y cumplimiento. Sin embargo, de una correcta interpretación de la car-
ga normativa y de las posibilidades técnicas de ese art 325 se desprende que
esto no es así, Veamos.
Por una parte.Ia Corte se encarga de precisar que el art 325 dispone una op·
ción y no una obligación (" ...el acreditado podrá.... '); pero además, que
esa opción puede ser con forma de pagaré o COn la de cualquier otro documento
mercantil. En efecto, señala que al utilizar el vocablo pagarés que representen
las disposiciones del acreditado, constituye no una indicación precisa de que
debe tratarse necesariamente de un pagaré, sino que puede tratarse de cual-
quier otro documento mercantil, pues tal vocablo tiene por objeto fijar la can-
tidad recibida por el habilitado y la fecha de recibo, para conocer con exactitud
el monto del interés que debe pagar (Habilitación o avío, las disposiciones del
crédito pueden representarse no solo mediante pagaré en el contrato de, A D
4825/72, Tercera Sala, séptima época, vol 67, cuarta parte, pág 35). Pero, ade-
más de su valor cambiarlo, la Corte le concede al pagaré un valor probatorio
innegable de las disposjciones hechas por el habilitado; es decir, le concede un
valor de prueba contractual, pues, en tanto que titulo de crédito es una prueba
preconstituida de la acción que no se invalida por su vinculación con el contra-
to (Apertura de crédito, pagarés emitidos con motivo de las disposiciones, A
D 5024/71, Tercera Sala, séptima épóca, vol 62, cuarta parte, pág 16).
Por otra parte, los pagarés suscritos sobre estos contratos son distintos
esencialmente, de acuerdo con otra tesis de la Corte, de los pagarés ordinarios,
pues aquellos están indisolublemente ligados, desde su origen, al crédito prin-
cipal, En efecto, afirma que éstos no se pueden asimilar el documento crediti-
cio complementario, pues aunque a éste el legislador lo llama pagaré en el art
325 citado, el propio legislador, en el mismo precepto, se encarga de distinguir-
lo del pagaré ordinario al sujetarlo a efectos y consecuencias peculiares por ha-
berlo vinculado, indisolublemente, al negocio causal (Habilitación o avío, pagarés
derivados o relacionados con el contrato de, A D 2405/71, Tercera Sala, sépti-
ma época, cuarta parte, vol 37, pág 25); circunstancia de excepción que, en tan-
to excepción, confirma la regla de la autonomía cambiaría.
Por último, los pagarés suscritos en esa forma; además de ser la prueba
de la exhibición y de su fecha; la prueba preconstituida de la acción, y la opción de
prueba mercantil de disposición; son el reemplazo idóneo de la certificación
del contador del banco a que se refiere el art 108 LGICOA (actual art 68 LIC)
y, por tanto, permiten que el contrato se constituya en un titulo ejecutivo in-
dependientemente de que el pagaré lo sea de por si su propia naturaleza (Habí-
litación o avío, pagarés derivados del contrato de, A D 9899767, Tercera Sala,
séptima época, vol 1, cuarta parte, pág 43). De lo que se deduce, finalmente,
que la acción ejecutiva que intente el banco teniendo como base el contrato,
es procedente (Habilitación o avío, contrato de crédito de. Cuando trae apare-
794 LOS CONTRATOS DE CRÉDITO BANCARIOS

jada ejecución, A D 7891/80, Tercera Sala, séptima época, vol 169·174, cuarta
parte, pág 89).
Cabe, por último, señalar (i) que los pagarés se pueden endosar y, en tal
caso, el endosante responde de modo solidario del pago cambiario en los térmi-
nos que analizamos oportunamente (t J); Y que (ii) el pagaré representa todos
los derechos principales y accesorios del crédito propiamente dicho (art 325
LO TOe¡.
En breve, en los contratos refaccionario o de habilitación es frecuente que
se pacte que en cada disposición el acreditado suscriba un pagaré por el monto
recogido, que tendrá un vencimiento idéntico al del contrato y quedará indiso-
lublemente ligado a la suerte del contrato mismo; esto, como hemos visto, sin
demérito del elemento de autonomia cambiaria que revisamos en el t 1.

127 ALGUNAS REGLAS DE LITIGIO EN CASO


DE INCUMPLIMIENTO
Como ya dijimos, desde la LRSPBC de 1985, el refaccionario y el de habilita-
ción o avío dejaron de estar tan ampliamente organizados como lo estaban en
la LOICOA del 41. circunstancia que continuó en la vigente LIC. En efecto.
a diferencia de la claridad de las reglas de ejecución de garantia, de retención
de prenda y de otras importantes disposiciones que eran verdaderas guias pro-
cesales (por ejemplo, arts 139 y ss LGICOA), la nueva ley bancaria establece
en su art 72 una regla de "opción múltiple" cuya simpleza de enunciado no con-
cuerda con la complejidad de su aplicación. Desde luego. ese art 72 LIC se apli-
ca directamente a la ejecución de las garantías de estos dos contratos y, por
tanto, no nos detendremos una vez más en su estudio, ya que lo hicimos pági-
nas atrás (núm 118). Sin embargo. por la especialidad de su otorgamiento. del
establecimiento de garantías legales y de sus funciones económicas, es ímpor-
tante hacer una breve referencia a algunas reglas procesales especiales vigen-
tes en el litigio abierto a la ocasión de la refacción y el aviamiento.
En primer lugar, es muy importante recordar que la acción ejecutiva mero
cantil que se ejercita con base en un contrato de crédito refaccionario o de avío,
se extingue con el transcurso del término de prescripción general establecida
por el C Com, es decir, prescribe en diez años y no en tres, a pesar de que se
haya documentado en pagarés (Crédito refaccionario, prescripción de la acción
ejecutiva mercantil ejercitada con base en el contrato de, A D 2590/70, Tercera
Sala. séptima época, vol 62, cuarta parte, pág 18). En efecto, vimos en su opor-
tunidad (t J), que aun cuando la acción cambiaria es ejecutiva, no todas las ac-
ciones ejecutivas son cambiarlas; éstas sólo se deducen cuando el documento
base de la acción es un titulo de crédito. Y si el banco ejercita una acción ejecu-
tiva con base en el contrato (pues aunque el contrato no es un titulo de crédito
sI es ejecutivo) no puede tratarse de una acción cambiaria, sino de una ejecuti-
va, aun a pesar de que el contrato se haya documentado en pagarés. En tales
Los contratos rcfaccionarios y de habilitación o avío 795

condiciones, la acción que se intenta prescribe en diez años y no en tres, por-


que al no existir un plazo especifico para la prescripción de las acciones deduci-
das de un crédito refaccionario o de avío, se aplica la regla general contenida
en el art 1047 C Com.
Por otro lado, es de mencionarse que en caso de ejecución de la garantía
hipotecaria de un crédito refaccionario, desde luego, se puede intentar la via
especial hipotecaria, y para su procedencia no es indispensable, como lo es en
el juicio especial hipotecario civil, que el contrato de crédito conste en escritu-
ra pública, sino que es suficiente con que se cumplan las formalidades estable-
cidas por la ley bancaria que analizamos oportunamente (núm 122), tal como
lo han sostenido los colegiados en múltiples sentencias (Via especial hipoteca-
ria. Es procedente si se ejercita por instituciones de crédito para obtener el pa-
go de un contrato de crédito refaccionario, garantizado con inmuebles, aunque
no se haya hecho constar en escritura pública, A D 1351/78, Primer Colegiado
Civil del Primer Circuito, Informe 1979, tercera parte, pág 168, entre otras).
De acuerdo con las reglas de privilegio procesal que analizamos en el jui-
cio de quiebra (t III), los procedimientos de ejecución hipotecaria deducidos
de un contrato refaccionario o de habilitación no son acumulables a la quiebra,
porque independientemente del carácter y la naturaleza civil, mercantil o ban-
caria de los acreedores, éstos pueden deducir las acciones que les competen,
en virtud de la hipoteca en los juicios respectivos, a fin de que se les pague
con el valor de los bienes que voluntariamente se afectaron a la garantia de
sus créditos (Quiebras, acumulación improcedente a las, tratándose de juicios
hipotecarios, A D 5236/67, Tercera Sala, séptima época, vol 4, cuarta parte,
pág 75).
Finalmente, debe también recordarse que los bancos pueden proceder al
cobro en la via ejecutiva mercantil antes citada o, a su elección, proceder a la
venta de los bienes dados en garantia en los términos del procedimiento que
se establece para la ejecución de la prenda mercantil en la LGTOC (art 341).
796 LOS CONTRATOS DE CRÉDITO BANCARIOS

CUARTA
SECCiÓN

CONTRATO DE CRÉDITO
DOCUMENTARlO (CONOCIDO COMO
CARTA DE CRÉDITO)

128 INTRODUCCiÓN. LOS RIESGOS DEL COMERCIO


INTERNACIONAL
La experiencia de miles de años con sus semejantes ha hecho del hombre una
entidad en esencia desconfiada. Un profesor de la Universidad de Kent expli-
caba que si en Inglaterra los automotores circulan por la izquierda, es porque
durante siglos las personas y los vehículos tirados por bestias, igualmente cir-
culaban por la izquierda, y esto era así, porque al caminar por la izquierda el
caminante tenia la mano derecha, y lo que empuñara en ella, siempre lista, en
prevención de cualquier persona que viniera caminando en sentido contrario.
Este expediente atábico de desconfianza está, desde luego, presente en las tran-
sacciones comerciales, yen las que son internacionales está presente a ultranza.
En efecto, en toda transacción comercial el comprador se preocupa en cual-
quier medida por el envío y la calidad de la mercancía que adquirió y el vende-
dor por el cobro que debe hacer. En las relaciones internacionales estos riesgos
se acentúan porque vendedor y comprador son generalmente de nacionalida-
des diferentes y, en todo caso, son residentes de paises también distintos.
Veamos.
En el comercio internacional puro, la mercancía se entrega contra el dine-
ro y viceversa; en caso de que no se pague el dinero cuando se pone a la disposi-
ción la mercancía, ésta tampoco se entrega. En apariencia, el vendedor no tiene
riesgos que correr, sin embargo, su situación es francamente incómoda y des-
favorable
• Aunque puede hacer regresar la mercancía a su país, como solución, esta
opción entraña un aumento importante de los gastos de transporte
Contrato de créditodocumentario (conocido como carla de crédito) 797

• En caso de intentar acción de cumplimiento de contrato, queda la enorme


desventaj a de la duración del juicio y lo que es más, presenta a priori la
gran posibilidad de insolvencia en el deudor
• Fundamentalmente, esa misma mercancía la pudo haber vendido a otra pero
sona y así podría haber continuado su actividad normal.
Pero por otra parte, aún en caso de que el vendedor acepte correr los riesgos
inherentes en este género de actividad, el ejercicio del comercio internacional
entraña, cualquiera que sea el nivel de confianza y experiencia que tenga el ven-
dedor con el comprador, otros numerosos riesgos
• Las reglas aplicables en materia de derecho internacional son generalmen·
te diferentes de un país a otro
• En ejercicio de su soberanía cada gobierno puede estimular y contraer, por
decisiones coyunturales, las relaciones comerciales de sus nacionales res-
pecto de proveedores extranjeros
• El distanciamiento geográfico/ideológico entre comprador y vendedor im-
pone transferencias largas, difíciles y con frecuencia peligrosas.
Todos estos riesgos muestran la necesidad de recurrir a procedimientos parti-
culares de pago y de financiamiento internacionales que, adaptados a su natu-
raleza, cumplan con las exigencias y la duración de las operaciones comerciales
entre particulares de diferentes países. El crédito documentario responde pre-
cisamente a esta necesidad; permite conciliar estos intereses opuestos poníen-
do en presencia, con igual rango de importancia, a tres personas; el comprador,
el vendedor y el banco, este último que sirve de puente entre los otros dos. Con
la mecánica del crédito documentario, las partes suplen la innata ausencia de
confianza mutua basando la operación en la confianza común que tienen en un
tercero: el banco.

129 DEFINICION y MONTAJE


De la interpretación conjunta de los arts 317 LGTOC y 71 LIC, podemos cole-
gir la siguiente definición de crédito documentario
Es el contrato de naturaleza ejecutiva que debe constar por escrito, en vir-
tud del cual, el banco se obliga por cuenta de su cliente al pago de una obli-
gación directa hacia un tercero, y el cliente queda obligado a hacer provisión
de fondos a la institución que asumirá el pago, con la suficiente anticipación.
Su mecanismo es el signiente. Pongamos como la adquisición que hace un
mexicano a un estadounidense; el mexicano importa y el estadounidense exporta
• Un mexicano le compra a un vendedor estadounidense
• El estadounidense desconfía de que se le pague puntualmente
• El mexicano desconfía de la calidad e integridad de la mercancía
798 LOS CONTRATOS DE CRÉDITO BANCARIOS

~ Montaje del Crédito Documentario


Importador

~ a «:
~_ .. -:~.
a (Se entiende hecha con la
entrega del conocrmtemc
a del embarque).

a
a
CL----.:-.-
oll
:)

Colocación del precio en un banco


Banquero del corresponsal en el extenor Banquero del
tmperíeder ~$~ exportador

Méxloo ~ Otro Pal.


Contrato de crédito documentarlo (conocido como carta de crédito) 799

• Entonces el comprador mexicano pide a su banco que le pague al vendedor


estadounidense contra la recepción del certificado de embarque (t 1) Y de
conformidad
• El banco mexicano se pone en contacto con su corresponsal en Estados Uni-
dos de América y le trasmite la orden
• El vendedor estadounidense embarca la mercancía y el técnico mexicano
le entrega un certificado de conformidad, siempre que esté de acuerdo con
la calidad e integridad de la misma
• Con los certificados de conformidad y de embarque, el estadounidense se
presenta con el banco corresponsal del banco mexicano, en Estados Uni-
dos de América, y le cobra el precio de la mercancía.
El comprador ordena a su banco que le pague al vendedor contra la recepción
de ciertos documentos probatorios. Por obviedad de espacio geográfico, el banco
que recibe la orden en México no lo puede hacer él mismo, luego, la trasmite
a su corresponsal en el lugar en que se efectuará el pago. El montaje de esta
operación se ilustra en el cuadro núm 6.

130 DIFERENTES TIPOS DE ACREDITAMIENTO


Los créditos documentarios pueden ser de distintos tipos según sean sus dife-
rentes momentos de previsión y pago, y según la posibilidad de revocarlos o
no, es por eso que hay créditos documentarios revocables, créditos documen-
tarios irrevocables, créditos documentarios confirmados, etc. A continuación
veremos los más importantes. Antes de ello, cabe precisar que, la ley de crédi-
to sólo habla del crédito "confirmado" (arts 317/320 LGTOC), pero no porque
sea éste el único tipo de crédito que reglamenta nuestro derecho, sino por lo
que se puede considerar, a la luz de la nomenclatura internacional, un equivoco
en la denominación (entendible además por el hecho de que laLGTOe se publi-
có un año antes de que se emitieran las primeras reglas internacionales acerca
del tema) pues el crédito confirmado es al crédito documentario lo que la parte
al todo; en efecto, veremos que la ley bancaria si habla y organiza, en conso-
nancia con las normas internacionales, el crédito comercial documentarlo (art
71 LIC).
Pues bien, como se desprende de la explicación anterior, el antecedente del
crédito documentario es la letra de cambio (t I), y más concretamente el desa-
parecido contrato de cambio; pero en la actualidad, la especialidad de su fun-
ci6n econ6mica y sus caracteres lo convierten en una figura inconfundible y
no asimilable. En esta sec, nos limitaremos al estudio del crédito documenta-
rio que se utiliza en el comercio internacional, porque las modalidades de pago
en el comercio interno involucran, casi en su totalidad, las reglas de aquel tipo
de crédito, y en su caso el documentario nacional es idéntico al internacional
con la sola diferencia de que comprador y vendedor, y sus respectivos bancos,
800 LOS CONTRATOS DE CRÉDITO BANCARIOS

están localizados en el mismo país, Asimismo, del crédito internacional men-


cionaremos a continuaci6n, resumidas, las características de los tres tipos más
comunes, es decir, el revocable, el irrevocable y el irrevocable confirmado.

Crédito documentario revocable


Sus características y mecánica de funcionamiento más importantes son éstas
• Por iniciativa y orden del comprador/importador
El banco abre un crédito documentario a favor del vendedor/exportador
• Contra la entrega de los documentos solicitados el banco, a través de su
corresponsal en el extranjero o en su propio domicilio, le paga al vende-
dor/exportador el precio de la mercancia vendida.
No obstante, este tipo de crédito no engendra relaci6n obligatoria alguna entre
las partes que intervengan, ya que el comprador/importador puede en todo mo-
mento revocar la orden de pago que le dio el banco, y el vendedor/exportador
caeria en impago con todo lo que esto signifique, por eso este tipo de crédito
documentario es apenas utilizado, y generalmente s6lo lo utilizan las filiales
de corporaciones trasnacionales para pagarse las transferencias de equipo que
se hagan entre si cuando su uso les permite beneficiarse de tarifas bancarias
favorables.

Crédito documentario irrevocable


A diferencia del crédito revocable, en el cual el beneficiario no recibe ninguna
garantía real, en el irrevocable el vendedor/exportador (beneficiario), desde la
firma del contrato, tiene la completa garantia y seguridad de que el precio le
será pagado
• La mecánica del documentario irrevocable es idéntica a la del revocable:
el comprador/importador ordena a su banco, en este caso con carácter irre-
vocable, que contra ciertos documentos le pague al vendedor/exportador
el precio
• En la totalidad de las veces el pago se realiza a través de corresponsales:
el banco del comprador/importador trasmite la orden de pago, junto con el
dinero, a su corresponsal del pais del vendedor/exportador
• Las condiciones de ejecución y pago se entienden implicitamente someti-
das a la ley del pais donde se realizará el pago (criterio lex loci executionis),
a no ser que desde el inicio se haya optado por la aplicaci6n de reglas inter-
nacionales (núm 132).
• Las condiciones de pago y los documentos requeridos, asi como las demás
cláusulas del crédito son absolutamente invariables e irrevocables a partir
de que se emitan. Solo hay una excepci6n: el acuerdo expreso de todas las
Contrato de crédito documentarlo (conocidocomo carla de crédito) 801

partes involucradas, lo que significa un nuevo crédito documentarlo irre-


vocable sustitutivo del anterior
• Si las partes involucradas no se ponen de acuerdo en su modificación, la
irrevocabilidad de la orden permanece inalterable, aún en caso de insolven-
cia, quiebra e incluso en caso de que el vendedor/exportador envie una cali-
dad defectuosa y, en general, no cumpla con el contrato, siempre que se
presenten los documentos requeridos para obtener el pago.
El sistema de crédito documentarlo irrevocable -tal vez el de mayor difusión
en el sistema internacional- beneficia en lo fundamental al vendedor/exporta-
dor, pues el pago lo tiene asegurado desde el instante en que se respeten las
estipulaciones del crédito, del envio y, fundamentalmente, de la presentación
de la documentación requerida.

Crédito documentario irrevocable y confirmado


Éste es el único tipo de crédito documentario que regula la LGTOe; pero es
importante recordar que no es el único que se utiliza en nuestro medio (art 317
LGTOC). Leonel Pereznieto considera que el documentarlo irrevocable y el do-
cumentarlo irrevocable confirmado son el mismo tipo, con la diferencia que en
el segundo la solídarídad bancaria le otorga al vendedor un grado de certidum-
bre completa. Así, debemos entender que sólo son dos los tipos de crédito do-
cumentarios: el revocable y el irrevocable, de este último podemos distinguir
un subtipo, que seria el irrevocable confirmado. Sus caracteristicas son las si-
guientes
• La mecánica del crédito documentarlo revocable y confirmado es idéntico
a la del documentario irrevocable simple. Las diferencias se detectan en
la amplitud y la obligatoriedad juridica de las bancas que intervienen
• Necesariamente deben participar dos bancas: la del comprador/importador
y la del vendedor/exportador
• Como en el caso del documentario irrevocable, en el confirmado el banco
del comprador/importador recibe la orden de su cliente de pagar al vende-
dor/exportador contra la presentación de ciertos documentos
• Ese pago lo hará mediante su corresponsal en el lugar de origen del vende-
dor/exportador
• En caso de que el banco del comprador/importador autorice a su banco co-
rresponsal en el extranjero a que coloque ante el vendedor/exportador el
crédito irrevocable a su favor, sus bancos adquieren el compromiso "en fir-
me" de que las estipulaciones de pago serán debidamente cumplidas e in-
clusive de manera solidaria respecto de los dos
Si el banco corresponsal en el extranjero no confirma el crédito ese negocio
es exclusivamente un crédito irrevocable, pero si lo confirma es además de
irrevocable, confirmado
802 LOS CONTRATOS DE CRÉDITO BANCARIOS

• Lo que representa una doble seguridad para el vendedor/exportador y por


lo mismo un eficiente instrumento de apoyo al comercio exterior.
La categoría de irrevocabilidad de este tipo de crédito documentario ha sido
sostenida por la Corte en múltiples ocasiones en negocios en torno a la inter-
pretación de los arts correspondientes de la LGTOC (Crédito confirmado, irre-
vocabilidad del, A D 5465/56, Tercera Sala, sexta época, Boletín de 1958, pág
563); de ahí que este autor estime, dentro de otras razones, que el crédito irre-
vocable es el único que reconoce la LGTOC.

La provisión de fondos del derecho mexicano


Tanto en la LGTOC como en la LIC, pero fundamentalmente en esta última,
la provisión de fondos, de manera previa a la colocación de un crédito docu-
mentario de cualquier tipo, es la regla general. En efecto, el art 71 LIC señala que
la apertura de crédito comercial documentario obliga a la persona por cuenta
de quien se abre el crédito, a hacer provisión de fondos a la institución que
asume el pago, con anticipación suficiente.
Se observa con claridad que la necesidad de provisión previa entraña, en
este género de negocios, la confirmación de la colocación del dinero.
Sin embargo, cabe puntualizar que la necesidad de hacer provisión previa
no implica, necesariamente, que el cliente deba "fondear" al banco dinero en
efectivo, sino que puede utilizar, por ejemplo, la linea de crédito que el banco
le haya abierto (núm 113), o bien, puede utilizar el limite del crédito autorizado
en una apertura de crédito en cuenta corriente (núm 116), situación que, por
lo demás, está prevista como una de las posibilidades de acreditamiento per-
mitidas a los bancos (arts 46, VIII y 106, VII LIC).

131 LA REGLAMENTACiÓN NACIONAL


Y LA INTERNACIONAL
Hemos dicho que a pesar de la tentativa de definición y regulación que nuestra
LGTOC hace del crédito documentario (arts 316/320), grandemente mejorada
por el art 71 LIC (cuyo texto es similar al desaparecido art 113 LGICOA, a su
vez fue sustituido por el 55 LR8PBC, también desaparecido), las disposicio-
nes de aquella ley no son suficientes y, sobre todo, no son congruentes con las
reglas internacionales que gobiernan los tres créditos analizados. Así, la LGTOC
poco o nada es utilizada en la organización del crédito documentario en nues-
tro país, tanto nacional como internacional, aunque establece reglas originales
respecto de la trasmisión de los derechos de cobro del beneficiario, que ense-
guida se analizan. En tales condiciones, en nuestro derecho interno es la LIC
la que define las diferentes posibilidades de crédito documentario.
Contrato de crédito documentarlo (conocido como carta de crédito) 803

En efecto, por una parte, la LGTOC establece que salvo pacto en contra-
rio el tercero a cuyo favor se abre el crédito (el legislador se refiere al exporta-
dor/vendedor) podrá transferirlo, pero queda sujeto a todas las obligaciones que
en el escrito de confirmación del crédito se hayan estipulado a su cargo; es de-
cir, el beneficiario del crédito puede trasmitir los beneficios inherentes a la pó-
liza correspondiente, pero sigue siendo responsable solidario de las obligaciones
impuestas al beneficiario en la propia póliza, sea quien fuere, y cuantas veces
se haya transferido. Asimismo, establece la regla general, en la cual el banco
es responsable hacia su cliente, de acuerdo con las reglas del contrato de man-
dato; y la misma responsabilidad tendrá, salvo pacto en contrario, por los ac-
tos de la persona que designe para que lo sustituya en la ejecución de la
operación; es decir, por los actos del banco corresponsal en el extranjero (art
319 LGTOC).
Por otra parte, como ya fue revisado, la LIC establece que la apertura de
crédito comercial documentario, sea o no confirmado, obliga a la persona por
cuenta de quien se abre el crédito a hacer provisión de fondos a la institución
que asume el pago, con antelación suficiente. Asimismo, señala que el incum-
plimiento de esta obligación no perjudica los derechos del beneficiario en caso
de crédito confirmado, y que el contrato de apertura de crédito es titulo ejecu-
tivo para exigir el cumplimiento de dicha obligación. Finalmente, establece que
salvo pacto en contrario, y en los términos de los usos internacionales a este
respecto, la institución pagadora no asume riesgo por la calidad, cantidad o
peso de las mercancías, por la exactitud, autenticidad o valor legal de los docu-
mentos, por retrasos de correo o telégrafo, por fuerza mayor, por incumplimiento
de sus corresponsales de las instrucciones trasmitidas ni por aceptar embar-
ques parciales o por mayor cantidad de la estipulada en la apertura de crédito
(art 71 LIC). Veremos enseguida, que la última parte de este art es claramente
concordante con las reglas de la Cámara de Comercio Internacional.
En su experiencia profesional este autor ha podido constatar que la enor-
me mayoría de los créditos documentarios colocados por bancos mexicanos se
someten expresamente, en su texto, a las reglas uniformes de la Cámara de
Comercio Internacional (CCI) con sede en París, que se analizan enseguida.

132 DOCUMENTOS MAs IMPORTANTES EN LA MATERIA


La reglamentación del crédito documentario descansa, en la práctica, de modo
fundamental en las reglas internacionales que la comunidad se ha preparado
expresamente. Las primeras reglas uniformes fueron publicadas en 1933, en
el VII Congreso de Viena. Su texto ha sido revisado de forma decisiva en tres
ocasiones, respectivamente en 1962, 1974 yen julio de 1983, siendo estas últi-
mas, a partir de octubre de ese año, las vigentes (Uniform Customs and Practi-
ce for Documentary Credits). En la enumeración para efectos de identificación
que sostiene la CC1, se conoce simplemente como el documento núm 400 o sim-
804 LOS CONTRATOS DE CRÉDITO BANCARIOS

plemente UPC, por la abreviatura de sus siglas principales. El texto original


con sus modificaciones, incluso con algunas reservas nacionales, ha sido adop-
tado por algunos paises de manera que ha pasado a formar parte de su derecho
nacional en términos de uniformización (t 1).
Tal es la importancia y difusión de las reglas internacionales sobre crédi-
tos documentarios, que con posterioridad a la fecha de su publicación en 1983,
la CCI dio a conocer otros cuatro extensos documentos, que en la materia re-
visten la mayor importancia, a saber
• En abril de 1984, un documento destinado exclusivamente al análisis com-
parativo y de contraste entre las desaparecidas reglas de 1974 Y las que
en ese año recién publicadas reglas UPC de 1983, que se titula UPC
197411983Revisions Compared and Expiained on Documentary Credits y
se matriculó como el documento núm 411
• En febrero de 1985, un documento destinado a servir como guia interna-
cional para todos los bancos usuarios de las reglas UPC 400, que se titula
Guide to Documentary Credit Operations y se matriculó como el documen-
to núm 415
• En abril de 1986, otro documento que reviste la particular importancia de
ser un complemento indispensable de las reglas UPC 400, junto con las cua-
les se deben interpretar simultáneamente en caso de arbitraje, que se titula
Standard Documentary Credits Forms; Guidance Notes-Recommendations y
se matriculó como el documento núm 416
• Finalmente, en septiembre de 1987, otro documento, de la mayor impor-
tancia en la materia, en el cual reúne y sistematiza los criterios (que deno-
mina opinions) que su tribunal de arbitraje utiliza en los casos prácticos
que llegue a resolver en materia de crédito documentario; Opinions of the
ICC Banking Commission; on Queríes Relating to Uniform Customs and
Practice [or Documentary Credits 1984-1986 y se matriculó como el docu-
mento núm 434.

Contenido de las reglas UPC núm 400


Las reglas UPC 400 de 1983, disponen de 55 arts distribuidos en seis caps que
respectivamente versan acerca de los siguientes temas
1 Disposiciones generales y definiciones (6 arts) En este cap se definen los
términos crédito doeumentario y carta de crédito, así como los subconceptos
que están englobados en ambos (issuing bank e instructed banh, banco solici-
tante y banco acreditante respectivamente, etc).
11 Forma y notificación de los créditos (8 arts) En éste se especifica que la
colocación de los créditos puede ser revocable o irrevocable, exclusivamente;
asimismo se establecen las reglas que debe reunir cada uno.
Contratode créditodocumentario (conocidocomo carta de crédito) 80S

111 Obligaciones y responsabilidades (7arts) Se detallan las obligaciones de


los bancos participantes. En estos arts se observa la clara concordancia que
tienen estas reglas UPC 400 con las disposiciones del art 71 LIC, a que hici-
mos referencia.
IV Documentación (21 arts) Se relaciona la diferente documentación concer-
niente al transporte, el seguro, la factura y otras circunstancias como la decla-
ración del peso de la mercancía, etcétera.
V Disposiciones misceláneas (11 arts) En este importante cap se especifican
las caracteristicas de las cantidades y montos, embarques y retiros parciales,
fechas y plazos de presentación, cargas a bordo, embarques y, finalmente, mo-
mento de la toma de la responsabilidad de la carga; asimismo, sobre especifica-
ción de los términos para cada una de las actividades contempladas, la mercancía
y su transportación; todo esto para efectos de la efectividad del crédito,
VI Trasmisión del crédito (2 arts) Igualmente, las reglas UPC 400 UPC pre-
vén la posibilidad de que los créditos documentarios puedan ser transferibles,
así como, en su caso, sus reglas de operación.

Las disposiciones más importantes de estas reglas, para efectos de este


libro, son las siguientes.
Los créditos pueden ser revocables o irrevocables exclusivamente, por con-
siguiente todos deben indicar si son revocables o irrevocables; a falta de tal
indicación el crédito será considerado revocable. Cada uno de los tres tipos de
crédito se definen, en estas reglas, en plena concordancia con los lineamientos
que vimos anteriormente (núm 130).
En todo caso el vendedor/exportador vende una mercancfa por un precio
que le será cubierto por un banco, con base en un crédito documentarlo. Vol-
viendo una vez más a la teoria del crédito en materia jurídica, es frecuente que
un vendedor necesite pagar una deuda y al no contar con dinero circulante su-
ficiente dé y endose a su acreedor la póliza en la cual se consigne el crédito a
su favor. Esto no significa que esa póliza sea un titulo de crédito propiamente
dicho, sino que es posible trasmitir el derecho de pago que se consigna en él.
Cualquiera que sea el tipo de crédito documentario escogido por las partes
en el contrato de compraventa, como accesorio al contrato de compraventa pro-
piamente dicho, debe anexarse la carta-convenio/machote en el cual se consig-
nará el tipo de crédito que se considere. Estos machotes son utilizados por todos
los bancos y aceptados de manera universal como contratos de adhesión con
obligaciones y derechos perfectamente distribuidos y conocidos por los involu-
crados.
Para garantizar el pago de un crédito de compraventa internacional de mer-
caderías basta tan solo presentamos en nuestro banco y dar la orden
• De pagarle a nuestro vendedor en el extranjero, en condiciones revocables
• De pagarle a nuestro vendedor en el extranjero, en condiciones irrevocables
806 LOS CONTRATOS DE CRÉDITO BANCARIOS

• En condiciones irrevocables, de que pida a su corresponsal en el extranjero


que notifique al vendedor que su pago está confirmado.
Cada hipótesis plantea el inicio de los créditos documentario revocable, docu-
mentario irrevocable o documentario irrevocable confirmado.
Ahora bien, cada uno de los papeles en los cuales se consigna el tipo de
crédito (que como dijimos, son cartas-convenios/machotes) constituyen titulas
ejecutivos para exigir el cumplimiento de la obligación en él consignada, cual-
quiera de las tres que ésta sea (art 71 LIC). Este titulo ejecutivo puede ser tam-
bién objeto de trasmisión.
Antes de continuar debe remarcarse que inexplicablemente la práctica ban-
caria denomina al crédito documentario como crédito comercial o carta de cré-
dito, y es asi como debe solicitarse.

133 REQUISITOS LITERALES


Generalmente la carta-convenio/machote del crédito documentario, contiene una
literalidad que no es obligada por la LIe ni la LGTOe, pero que la práctica
ha llevado a que en su redacción por lo general se sigan, una vez más, las re-
glas UPC 400; y es de la manera siguiente
• Nombre del banco acreditante con la dirección y forma de comunicación
• Identificación del acreditado (comprador/importador), con la especificación
del domicilio, personalidad, poderes de representación y todos los datos que
auxilien la identificación de su persona
• Tipo de crédito de que se trate (irrevocable, revocable, transferible, intrans-
ferible, etc)
• Documentos que serán complemento del crédito, en el sentido de que se-
rán una condición para realizar el pago, tales como facturas (proforma en
su caso) conocimientos de embarque, pólizas de seguro, certificado de cali-
dad o conformidad en el lugar de destino de la mercanía, etoétera
• Nombre e identificación del beneficiario vendedor/exportador
• Identificación del banco solicitado, quien será el avisador (en el crédito do-
cumentario irrevocable] o el corresponsal confirmador (en el crédito irrevo-
cable confirmado)
• Condiciones especiales a que se vaya a someter la operación, asi como obli-
gaciones especificas y no institucionales que se finque a cada parte. Por
ejemplo, el plazo durante el cual el crédito será vigente, la moneda de pa-
go, la unidad de peso, medida o conteo
• Término del contrato que, de no consignarse, se entiende con un plazo de
seis meses a partir de su expedición
• Generalmente, se inserta el tipo de compraventa internacional que se esco-
gió y utilizó para la operación, cuyo pago se realiza con ese crédito (in-
coterms).
Contrato de crédito documentarlo (conocidocomo carta de crédito) 807

• En su texto, se señala la ley nacional o internacional que va a gobernar


el negocio. Por lo general, en la práctica mexicana se acostumbra insertar
una cláusula similar a ésta
Salvo indicación diferente, este crédito está sujeto a los usos y prácti-
cas uniformes vigentes para créditos documentarios de la Cámara In-
ternacional de Comercio.
Asimismo, suele insertarse, como cláusula de jurisdicción, una similar a ésta
En caso de aceptación, la solución de las controversias en torno a este
crédito serán resueltas por un tribunal de arbitraje instalado de con-
formidad con las reglas vigentes sobre el arbitraje comercial interna-
cional de la Cámara de Comercio Internacional
• Lugar y fecha de suscripción, número de crédito para efectos de control
e identificación y firmas de los funcionarios bancarios autorizados.
El crédito documentario es el sistema de pago más utilizado en las transaccio-
nes internacionales de compraventa de bienes, de servicios (transporte, proyec-
tos de ingenieria, arrendamientos, etc), de las llamadas adquisiciones
industriales (instalaciones fabriles, construcción de vías férreas, de presas y
otras obras civiles) y, en general, de las operaciones de adquisición en las que
el fabricante, prestador o constructor se convierta en exportador/vendedor y el
país receptor en importador/comprador.

134 EN EL CASO DE INCUMPLIMIENTO. UN CASO


PRACTICO
El incumplimiento de un crédito documentario puede apreciarse desde diferen-
tes puntos de vista
• Puede ser que el vendedor haya incumplido la compraventa al enviar una
mercancia en cantidad o calidad inferior a la contratada
• Puede ser que el vendedor rechace la mercancía a pesar de que la calidad
y la cantidad sea la adecuada
• Pero, también puede ser que el banco acreditante no le pague al vendedor,
a pesar de que éste haya cumplido con los requisitos y condiciones del cré-
dito documentario
• Que el banco solicitante no le pague al banco que acreditó, una vez que és-
te ya le haya pagado a su vez al vendedor/exportador.
Como se observa, los incumplimientos que, en los propios términos, son incum-
plimientos del crédito documentarlo, se dan sólo en los últimos dos casos. En
efecto, el comprador y el vendedor están vinculados por un contrato de com-
praventa, y no por el contrato de crédito; a partir de que el crédito documenta-
rio se coloca, el deudor del vendedor no es el comprador, sino el banco y sólo
808 LOS CONTRATOS DE CRÉDITOBANCARIOS

a él es a quien le puede reclamar. Pero como el único banco con el cual el vende-
dor trata es con el corresponsal del banco del comprador, pues resulta que tam-
poco le puede reclamar directamente al banco del país de origen, sino sólo al
de su propio país. Sin embargo, como el banco del país del vendedor no está
sino recibiendo órdenes, pues resulta que el único litigio que, en condiciones
normales, se suscribirá respecto de un crédito documentario, será entre los dos
bancos. Pongamos un ejemplo

• Un mexicano quiere comprar 10 mil rines de tractor a un productor japo-


nés; el precio unitario es de 80 dólares y el total de 800 mil dólares; el mexi-
cano se interesa por esa mercancla debido a la alta calidad de las
especificaciones del rin, la cual pone como condición para la compra
• El japonés acepta vender con las especificaciones solicitadas y establece
dos condiciones: (i) desde luego, que se coloque un crédito documentario
irrevocable por 800 mil dólares a su favor, y (U) que la entrega de los rines
se haga en Mazatlán un mes después de que se le notifique la colocación
del crédito a su favor, en Osaka
• El mexicano acude a su banco en México para solicitar el crédito documen-
tario y, como tiene una linea (núm 125) superior a 800 mil dólares, el banco
acepta solicitar a su corresponsal en Osaka que le notifique al japonés la
existencia de un crédito documentario irrevocable por esa cantidad, a su
favor
• El banco mexicano redacta el contrato -carta de crédito- en el cual sella-
la las siguientes condiciones: (i) se deberá pagar al japonés un mes después
de que se reciba la mercancla en Mazatlán; (U) la mercancla se entenderá
recibida cuando el japonés exhiba al banco de Osaka, dentro de otros docu-
mentos menores, el pedimento aduanal y un certificado de conformidad de
calidad y cantidad emitido por el perito X; (iii} el monto de la carta; (iv)
las unidades adquiridas; (v) que el crédito queda sometido a las reglas UPC
400 y al arbitraje de la Cámara de Comercio Internacional; y (vi) las otros
requisitos que señalamos arriba (núm 133)
• El banco mexicano envía el contrato -generalmente por telex o telefax y
ulteriormente por valija- al banco en Osaka, éste le notifica al japonés que
ya está colocado el crédito documentario a su favor, y el japonés se pone
a trabajar; terminados los rines el japonés los embarca y envia a Mazatlán
a donde llegan y en donde los recibe el perito X
• El perito X, por razones situacionales, levanta una inspección ocular por
muestreos y no en totalidad; en efecto, entrega un certificado de conformi-
dad en cantidad y calidad, así como el pedimento aduanal y otros docu-
mentos igualmente exigidos; con esos documentos el japonés se presenta
a el banco de Osaka y le exige el pago; en efecto el banco de Osaka le paga;
y acto seguido le manda un telex al banco mexicano, avisándole que el cré-
dito ya fue cubierto y que ahora el banco mexicano le debe pagar a él
Contrato de crédito documentario (conocidocomo carta de crédito) 809

• Sin embargo, pocos días antes de que el banco de Osaka le solicitara al banco
mexicano el pago, éste recibió en sus oficinas al comprador mexicano, quien
le informó que no se debe pagar el crédito y que no lo pagará, toda vez que la
calidad de múltiples rines es sensiblemente inferior a la solicitada y que
ya le informó al japonés que pasara a recogerlos en su bodega de Tlalne-
pantla; asi que el banco mexicano le notifica al de Osaka que no le pagará
el crédito por esos motivos, y que la única posibilidad de que recupere su
dinero es cobrándole al exportador japonés
• ¿Qué puede hacer el banco de Osaka para recobrar su dinero, y quién es,
en su caso, el culpable de los daños y perjuicios que evidentemente re-
sentirá?
En la práctica bancaria internacional estos conflictos distan de ser raros. Des-
de luego, las hipótesis de incumplimiento no son solo éstas, sino que pueden
ser múltiples; por ejemplo, si la mercancia cumple con la calidad, y la cantidad
pero el vendedor no presenta la documentación completa; si el tipo de cambio
fluctuó de tal forma que la cantidad pagada al vendedor por el banco acredi-
tante resulta ser superior a la cantidad provisionada por el comprador al ban-
co solicitante; si no hubo correspondencia entre la orden enviada por el
solicitante y la recibida por el acred1tante; si el certificado de conformidad, la
factura, el pedimento aduanal, el conocimiento de embarque o la guia de carre-
tera no cumple con los requisitos solicitados, simplemente porque en el país
de la recepción tales requisitos no existen; si la mercancia se pierde y el seguro
no cubre el tipo de siniestro que provocó la pérdida, etc, etc. Pero lo importan-
te a retener por el lector es que, generalmente, esos conflictos se suscitan, liti-
giosa y arbitralmente hablando, entre los dos bancos, porque la naturaleza del
crédito documentario es evitar, a tal grado, la participación de los contratan-
tes, que éstos no tienen motivos técnicos para participar en el litigio por no
ser partes del conflicto bancario.
En el ejemplo anterior, el resultado podria ser alguno de los siguientes;
el banco mexicano decide cargar los 800 mil dólares a la linea de crédito abier-
ta al mexicano comprador, por considerar que el japonés cumplió con los requi-
sitos impuestos por la carta y, luego, el banco de Osaka también cumplió al
pagar. Pudiera ser que el banco mexicano decida no cargar la linea de crédito
y entonces niegue el pago al banco de Osaka, éste sólo tendria dos opciones,
o intenta una acción de cobro de acuerdo con el derecho mercantil japonés in-
terno contra el vendedor japonés, o intenta una acción de pago contra el banco
mexicano en un tribunal arbitral instalado de conformidad con las reglas de
arbitraje de la Cámara de Comercio Internacional; etcétera.
En caso de que el banco solicitante pague al acreditante, de existir conflic-
to entre comprador y vendedor, el negocio sólo puede ventilarse en los tribuna-
les mercantiles del juez competente; pudiera también tratarse de un arbitraje,
pero dado que el negocio sería como cualquier otro asunto igualmente mercan-
til. y en caso de que el banco acred1tante no pague al vendedor, o habiéndolo
810 LOS CONTRATOS DE CREDITO BANCARIOS

hecho, el solicitante no le pague a él, como quiera que sea el negocio es banca-
rio, y comprador y vendedor no tienen otras participaciones que las de prue-
bas y no las de actor o demandado. En suma, el negocio de crédito documentario
es estrictamente bancario y en caso de litigio las partes no pueden ser, por lo
mismo, otras que los bancos.
Otros contratos bancarios 811

QUINTA
SECCiÓN

OTROS CONTRATOS BANCARIOS

135 CONTRATO DE DESCUENTO DE TITULOS DE CRÉDITO

Montaje
Cuando un comerciante vende mercancia a crédito, lo que sucede con mayor fre-
cuencia es que su cliente le firme uno o varios pagarés a su favor; pero si el co-
merciante necesita liquidez con urgencia, y lo que uno tiene o de lo que puede
disponer, son esos o ese pagaré, bien puede
• Endosar ese titulo de crédito contra algún beneficio patrimonial (t 1)
• Descontar el titulo de crédito, o sea, vendérselo a alguien.
Si el comerciante necesita liquidez, por ejemplo, para pagar un equipo de trans-
porte; en primer lugar, debe intentar endosar ese titulo a la persona que le ven-
de la maquinaria; si éste no acepta, intentará otra via de captación de liquidez,
como el acudir a un banco y tratar de que éste le compre el titulo en el valor con-
signado menos los intereses que esa cantidad causaria desde el momento del des-
cuento hasta el momento del vencimiento del titulo. Ilustremos la idea con un
ejemplo
• Un comerciante vende a crédito 500 mil de mercancia
• Su cliente le firma un pagaré por 500 mil
• El comerciante necesita dinero para pagar su renta (350 mil)
• Intenta endosar a su casero el titulo de crédito, pero no lo acepta
• Acude a un banco a solicitar el descuento del titulo y el banco acepta
• Los intereses bancarios son, por ejemplo, de 10%
• El banco le entrega al comerciante 450 mil que es el monto del titulo de cré-
dito menos los 50 mil de interés que, en el descuento, se cobran por ade-
lantado.
812 LOS CONTRATOS DE CRÉDITO BANCARIOS

Podemos definir el contrato de descuento, junto con Luis Muñoz, como la ad-
quisición al contado de un crédito a plazo. El descuento es una operación de cré-
dito activa que llevan a cabo los bancos y consiste, en opinión de Saldaña ÁIvarez,
en la adquisición en propiedad de letras de cambio o pagarés, de cuyo valor no-
minal se descuenta una suma equivalente a los intereses que devengarla tal can-
tidad entre la fecha en cual se recibe y la de su vencimiento.
El descuento de titulos de crédito permite afirmar que el legislador mercantil
reconoce realidades preexistentes y no crea nada (t 1),pues el descuento de títu-
los, no obstante su enorme difusión y utilidad, ni siquiera está reglamentado por
la ley, menos aún podría decirse que lo inventó el H Congreso. LaLGTOe se re-
duce a reglamentar el descuento de créditos en libros (núm 136), que es el ante-
cedente inmediato del descuento de titulos de crédito y que además se utiliza muy
poco; estos dos, a su vez antecedentes del moderno contrato de factoraje (núm
201).

Normatividad
Para analizar los elementos constitutivos del contrato de descuento de titulos
de crédito no podemos acudir a lo que al respecto señala la ley, pues ésta no se-
ñala nada. La fuente legal del descuento de titulos de crédito es, una vez más,
el contrato de apertura de crédito (núm 80), y que también estudiamos en los con-
tratos de crédito que pueden ser suscritos por cualquier persona y no necesaria-
mente por un banco (núm 78). Entonces, aquel sujeto que pretenda obtener el
descuento de un titulo de crédito en un banco debe hacerlo por la vía de la firma
de un contrato de apertura de crédito. Es importante que el lector se refiera, una
vez más a aquel contrato antes de continuar.
Generalmente los bancos sólo aceptan descontar titulos de crédito cuando
el comerciante cumple dos requisitos
• Que el titulo de crédito lo haya recibido el comerciante contra la venta de
mercancías, pues esto implica una continuidad de actividades, indispensa-
ble para la evaluación de su solvencia
• Que previamente al descuento del titulo, el banco le haya dado una linea de
crédito (núm 113), a fin de ponderar cuál es el promedio de dinero que el co-
merciante está en posibilidad de pagar mensualmente al banco, con base en
sus ventas y sus gastos.
Hecho lo anterior, el banco establece el máximo que está dispuesto a prestar a
su cliente con el descuento de sus titulos de crédito. Fijado el limite, el comer-
ciante puede operar la cuenta corriente que ya conocemos.
En fin, parece que la única referencia legal al descuento de titulos de crédi-
to es la organización del contrato de apertura de crédito: el legislador obliga
a que el acreditado (el que solicita el descuento) sólo devuelva o pague la cantidad
que efectivamente preste el acreditante (el banco) al comprar el documento con
Otros contratos bancarios 813

el descuento y a cubrir únicamente los intereses que correspondan a tal suma


(art 297, 20 párr in fine LGTOC). Sin embargo, la operaci6n tlpica del descuento
de tltulos descansa fundamentalmente en la práctica bancaria.

Obligaciones
La obligaci6n más importante del banco (descontador) es poner a disposici6n de
su cliente (el descontatario) el monto del titulo de crédito, menos el interés que
tal cantidad causará desde la fecha del descuento a la del vencimiento, a la tasa
vigente en la operaci6n. También está obligado a presentar el titulo de crédito
en tiempo y forma para su cobro, al momento del vencimiento. En términos ge-
nerales, el titulo de crédito pasa a ser propiedad del banco y el banco, respecto
de su cliente, queda obligado de acuerdo con el contrato de apertura de crédito.
Por su parte, el cliente (descontatario del titulo) tiene dos obligaciones im-
portantes derivadas de la investigaci6n que organiz6 el banco, a fin de poder con-
ceder una linea de crédito
• Por una parte, responde de la existencia del crédito cambiario, pues es por
su solvencia moral y econ6mica que el banco acept6 descontar el titulo
• Como generalmente la trasmisión del titulo al banco es por endoso, el endo-
satario se convierte en el responsable del pago del titulo, pues se operan de
toda forma las reglas de solidaridad cambiaria que vimos en otra parte (t 1)
• Si no se realiza el pago y el banco levanta el protesto, la acci6n en vía de re-
greso que deduzca contra el descontatario deberá ejecutar la totalidad del
titulo y no solo la cantidad que el banco le entreg6 una vez deducidos los in-
tereses.
El descuento de títulos de crédito puede ser útil para el descontatario (cliente),
si el interés que cobra el banco no es demasiado alto, en relaci6n al tiempo que
debe esperar para obtener el dinero circulante, si cobra él directamente el titulo
en cuesti6n, pues por lo general no se descuentan tltulos a más de 180 dias. Pa-
ra el banco, el descuento deja de ser paulatinamente un negocio tan interesante
como fue en otra época, ya que implica un riesgo alto comprar un titulo cuyo deu-
dor es en general desconocido y, por tanto, en hip6tesis será indispensable la ins-
trumentaci6n de mecanismos costosos como el del protesto, para proteger el
cobro. Sin embargo, este tipo de crédito bancario sigue siendo utilizado.

136 EL DESCUENTO DE CRl:DITOS EN LIBROS


El descuento de la LGTOC
Este contrato de crédito, estrictamente bancario (art 290 LGTOC), en la prácti-
ca ha desaparecido del medio mexicano y el único lugar en que existe es en la ley.
Es decir, este contrato es, en nuestra opini6n, letra muerta. Su teorética es la
814 LOS CONTRATOS DE CRÉDITO BANCARJOS

misma que la del descuento de títulos, con la diferencia de que el banco no le "com-
pra" al comerciante un titulo de crédito, lo que le compra es un crédito que no
está documentado sino que existe sólo registrado en sus libros de comercio.
Sabemos que (art 16, III C Com) todo comerciante está obligado a llevar
cuenta y razón de sus operaciones y sus características, en un libro maestro que
se donomina "mayor" (art 33 C Com) o de concentración, en el que debe anotar,
como mínimo una vez al mes, los nombres o designaciones de las cuentas de su
contabilidad, su saldo al final del periodo de registro inmediato anterior, el total
de los movimientos de cargo o crédito a cada cuenta en el periodo y su saldo fi-
nal (art 35). Es decir, el comerciante debe registrar todos sus movimientos, den-
tro de los cuales, algunos de los más importantes son, desde luego, el dinero que
le deben, es decir, sus créditos. Pues bien, registrada una deuda a favor del co-
merciante, que no fue documentada en un titulo de crédito (art 288 LGTOC proe-
mio), tal crédito puede ser objeto de descuento por un banco como si fuera un
titulo de crédito, esto es, en la modalidad de descuento que acabamos de ver.
Además de cubrir los requisitos de obtención de una linea de crédito (núm
113), el comerciante que solicite el descuento de un crédito en sus libros de co-
mercio debe: (i) llevar físicamente sus libros al local del banco; (ii) comprobar que
el crédito es exigible; {iii) comprobar que el deudor manifestó por escrito su con-
formidad con la existencia del crédito, y (io) entregarle al banco letras giradas
a la orden de éste y a cargo de los deudores en los términos convenidos para ca-
da crédito. Evidentemente, tal como aparece regulado el descuento de crédito
en libros en nuestra ley, es poco probable que los comerciantes la utilicen. No
obstante, la práctica bancaria le dio un giro en extremo eficiente que fue recogi-
do por la ley bancaria y que continúa en la vigente LIC, a saber, la prenda (art 70).

La prenda constituida en créditos en libros de la L/e


En este caso, a diferencia del descuento previsto por la LGTOC, el banco no asu-
me el riesgo del crédito (no se queda con él), lo que le presta es dinero al cliente,
quien como garantía prendaria del pago da, no un bien mueble, sino el derecho
de cobro que tiene contra alguno de sus propios clientes, siempre que esté debí-
damente registrado en sus libros de comercio.
Cuando un banco reciba en prenda un crédito en libros, para que su cliente
pueda recibir dinero prestado basta que
• Se haga constar esa circunstancia en el contrato de apertura de crédito co-
rrespondiente
• Que el crédito dado en prenda se haya especificado en las notas o relaciones
respectivas
• Que esas relaciones o notas hayan sido transcritas por el banco en un libro
especial que debe tener asientos sucesivos y en orden cronológico que expre-
sen el día de la inscripción, que será el día a partir del cual la prenda se en-
tenderá constituida.
Otros contratos bancarios 815

Cumplidos estos requisitos, es importante recordar que el cliente se considera-


rá como mandatario del banco para el cobro del crédito, y respecto de él tendrá
las mismas obligaciones y responsabilidades civiles y penales que corresponden
al mandatario.
Digamos que una empresa necesita liquidez, pero tiene cuentas por cobrar,
es decir, es solvente; entonces acude a su banco y, o bien, firma un contrato de
apertura de crédito en el que se asentará con claridad que, el banco le podrá pres-
tar dinero contra la prenda que signifiquen sus cuentas por cobrar, o si ya tiene
firmado uno y no está asentada esta circunstancia, simplemente se modifica in-
sertándosela de manera expresa. El banco llevará un libro en el cual anotará los
créditos que reciba en prenda, y a partir de cada inscripción se entenderán grao
vados, y la empresa podrá recibir dinero prestado. Al vencimiento de cada cuenta
por cobrar, la empresa se entiende mandataria del banco, pero solo respecto del
cobro. Si la empresa cobra. teóricamente debe acudir al banco a entregarle ese
dinero, pues el dinero que el banco le prestó le permitió la liquidez que, si hubie-
ra cobrado la empresa, hubiera tenido sólo hasta el cobro. Esta operación es mu-
cho más utilizada que el descuento de créditos en libros, pues además de que
aquella es una óptima derivación del mismo, éste simplemente nunca se usó.

137 EL CONTRATO DE REPORTO BANCARIO


En la última parte de este libro (núm 200) estudiaremos el reporto como un neo
gocio que, no obstante estar tipificado como un contrato de crédito por laLGTOC
(art 259), ha sido identificado, para efectos de este trabajo, como un contrato
"auxiliar" del crédito, más por los servicios prácticos que ha prestado en los me-
dios bursátiles y bancarios que por la vocación típicamente crediticia que se ob-
serva en el texto de la LGTOC. Asi, es aconsejable que el lector se refiera al
estudio del reporto como auxiliar del crédito, antes de continuar el estudio del
reporto bancario que hacemos a continuación.
Vimos que (núm 29) en las modificaciones sufridas por la desaparecida
LR8PBC, en diciembre de 1989 (prolegómeno de la modificación constitucional
de mayo de 1990 y de la ulterior reprivatización del verano del mismo afio, que
ciertamente fueron retomadas por la vigente LIC en su art 54) se comprende la
del nuevo reporto bancario, cuyo diseño estuvo destinado a favorecer las opera-
ciones bursátiles en las que los bancos son parte. Según aquella modificación,
que finalmente incluyó al reporto en el parque de instituciones del derecho ban-
cario, incrementó su agilidad, porque tal fue el interés de la modificación; quedó
sujeto a la LGTOC y otras disposiciones como la LMV, la LOBANXICO y las
reglas que emitiera Banxico (núm 50) pues, en efecto, con ese interés se dieron
facultades a Banxico para reglamentar tanto su forma como la prórroga de los
80 días establecidos por la LIC que veremos enseguida.
En principio, debe precisarse que el reporto bancario está diseñado para pres-
tar servicios exclusivamente en operaciones en valores (art 54 LIC proemio), es
816 LOS CONTRATOS DE CRÉDITOBANCARIOS

decir, para operaciones bursátiles. Su régimen legal obedece a diferentes reglas,


según el perfil del negocio que el interprete deba sustentar. Así, por cuanto se
refiere a la intermediación, registro, autorización y demás expedientes corres-
pondientes al mercado de valores, queda sometido a la LMV. Por lo que se refie-
re a su consistencia contractual, una vez más, queda sometido a laLGTOC, pero
de forma supletoria de la LIC, ya que por ejemplo, ésta (art 54, J) a diferencia de
aquella (art 260), previene que el reporto no debe necesariamente constar por
escrito. Por cuanto a la conducta reglamentaria que deben obedecer los bancos
cuando actúen, ya sea como reportados, pero como reportadores, son aplicables
las reglas que Banxico dicte sobre el particular. Y finalmente, el sustento legal
del conjunto del negocio se localiza en la ley bancaria, es decir, en este art 54 LIC.
Los principios más importantes son los siguientes
• Como hemos dicho, el reporto bancario sobre valores no es necesario que
conste por escrito circunstancia que pretende hacer compatible el reporto
bancario con las órdenes contenidas en las transferencias electrónicas de fon-
dos que analizaremos más adelante (núm 181)
• Si el plazo del reporto vence en un dia inhábil, se entenderá prorrogado al
primer dia hábil siguiente, circunstancia de la mayor importancia en las ór·
denes de venta o compra a efectuarse en el piso de remates, cuyas fluctúa-
ciones pueden hacer perder rentabilidad al negocio por el simple atraso de
horas
• El plazo del reporto no puede exceder de 180 dias; sin embargo, ese plazo
se puede prorrogar de conformidad con las reglas de Banxico
• Salvo pacto en contrario, si el dia en que el reporto debe pagarse el reporta-
do no liquida la operación, ni ésta es prorrogada, se tendrá por abandonada
y el reportador podrá exigir al reportado el pago de las diferencias que re-
sulten a su cargo. Esta medida sancionatoria es, a nuestro entender, la me-
jor manera de concluir una operación en la que el reportado incumplió el
contrato, pues el objeto del reporto -la devolución de titulos contra un
premio- no se cumplió.

138 LOS CONTRATOS DE SERVICIO BANCARIO


Clasificación
En los sistemas financieros mexicano y de la mayoria de los paises, los bancos
celebran contratos que están destinados a prestar servicios, de muy diversa ín-
dole, y que por ser servicios no están directamente involucrados en los haceres
pasivos (núm 4) y activos (núm 5) que distinguen la operación bancaria, es de-
cir, no impactan su balance; indistintamente se le denomina operación neutral,
de mediación o, como en nuestro pais, operación de servicio (núm 6).
El más importante de los contratos de servicio bancario en México es, sin
duda, el fideicomiso, que estudiaremos en el siguiente cap de este libro con todo
Otros contratos bancarios 817

el detalle y extensión que su importancia requiere. Pero existen otros que, des-
de la LGICOA de 1941, pero de modo fundamental desde la LRSPBC y, por úl-
timo en la vigente LIC, fueron contemplados de forma directa; de suerte que ya
están integrados expresamente al parque de instituciones legales y contractua-
les de nuestro derecho bancario.
Los contratos de servicio bancario se caracterizan, paradójicamente, por no
ser, con excepción del fideicomiso, contratos que sólo puedan celebrar los ban-
cos; es decir, no son contratos privativos de los bancos, sino que los puede cele-
brar cualquier persona física o moral con la capacidad que requiere cada uno, pero
que el legislador consideró lo suficientemente importantes como para reglamen-
tarIos de manera especial cuando son otorgados por un banco. Se pueden clasi-
ficar en esta forma
1 Servicios desahogados tipicamente por cuenta de terceros
• Mandatos mercantiles
• Mandatos civiles.
2 Servicios prestados en una forma prevista por leyes especiales
• Liquidaciones mercantiles societarias e individuales
• Sindicaturas
• Albaceazgos
• Actos de representación común en materia bursátil
• Avalúos.
3 Servicios puramente empresariales
• Caja
• Tesorería
• Teneduría de Libros.
4 Fideicomisos
Esta figura es tan versátil que, según veremos, puede ser el sustento de cual-
quiera de los negocios que se apuntan en los tres párrafos anteriores, así
como de todos aquellos que imagine un técuico de cualquier especialidad.

Algunas reglas aplicables a todos los contratos de servicio


Tratándose de contratos y negocios que, en la mayoría de los casos, están orga-
nizados en leyes especiales distintas de la LIC, se comprenderá que el régimen
legal de los contratos de servicio bancario debe buscarse en cada caso, como ve-
remos en el siguiente numeral, en las leyes especiales correspondientes. Sin em-
bargo existen reglas que afectan el desempeño de los bancos cuando realizan
alguno de dichos contratos. La más importante, en nuestra opinión, es la que se
contiene en el art 79 LIC, que obedece a un hecho de la mayor trascendencia: en
la generalidad de los casos de servicio bancario, el banco recibe a diferentes tí-
tulos y por distintos conductos, parte o la totalidad del patrimonio de un cliente
818 LOS CONTRATOS DE CRÉDITO BANCARIOS

o de un tercero, por lo que, a pesar de no ser el propietario, debe controlar los


sucesos contables y financieros que sucedan en el patrimonio que recibió.
De conformidad con ese dispositivo, los bancos "deben abrir contabilidades
especiales para cada contrato, debiendo registrar en las mismas y en su propia
contabilidad el dinero y demás bienes, valores o derechos que les confíen, así co-
mo los incrementos o disminuciones, por los productos o gastos respectivos, de
forma que invariablemente coincidan los saldos de las cuentas controladoras
de la contabilidad del banco, con los de las contabilidades especiales".
Esta disposición legal es el origen de uno de los más relevantes asientos con-
tables del sistema financiero, a saber, las cuentas de orden, que como su nom-
bre indica son los registros de dinero, valores, bíenes y derechos que están "a
la orden" de un cliente o de un tercero, y no de la propia institución. En el cua-
dro 5 se puede observar la localización de las cuentas de orden en un balance con-
table tipo. El lector acucioso puede observar en ese balance, como en cualquiera
de los que se publican en periódicos y en el D 0, que el volumen monetario de
las cuentas de orden es siempre muy similar al del volumen registrado en los pro-
pios activos del banco, lo cual no significa, necesariamente, que los bancos ten-
gan siempre una cantidad de valores a la orden, similar al que tienen en propiedad,
sino que en cumplimiento de este art 79 LIC la contabilidad especial "debe coín-
cidir y ser correspondiente" con la contabilidad controladora, por lo que los re-
gistros contables de los contratos de servicios siempre impactarán los registros
de los activos y pasivos de la empresa.
Otra importante regla deriva de la actuación y la responsabilidad del ban-
co. Efectivamente, en los contratos de servicio el banco, como persona moral,
actúa a través de representantes que en la materia se conocen como delegados.
Por otra parte, el banco responde civilmente por los daños y perjuicios que se
causen por el incumplimiento de las condiciones o términos señalados en el con-
trato (art 80 LIC).
Finalmente, otra trascendente regla consiste en que los bancos, a pesar de
la disposición a que se refiere el art 80, no responden ante el cliente o tercero con
el cual se haya propalado el servicio por el incumplimiento en que, a su vez, in-
curran los deudores por los créditos que otorguen; ni por el de los emisores por
los valores que adquieran; en segnimiento de un contrato de servicio bancario
cualquiera (art 106, XIX b! LIC); disposición ésta que debe ser transcrita en to-
dos los contratos de servicios que celebren.

139 MENCION DE ALGUNOS CONTRATOS DE SERVICIO


BANCARIO

Mandatos civiles y mandatos mercantiles (comisiones)


Desde hace más de 100 años el mandato civil, aplicado a actos concretos de co-
mercio, se reputa comisión merantil (art 273 C Com); dicho de forma distinta la
Otros contratos bancarios 819

comisión mercantil es una especie de mandato civil; aquel es a éste, lo que la parte
al todo. ¿Por qué entonces el legislador habla de mandatos y comisiones si am-
bos son lo mismo?
Desde luego, el legislador no desoyó esta dualidad de mandatos sino por el
contrario, a nuestro entender califica con atino de forma diferente la posibilidad
de que los bancos se ubiquen en una de dos categorías: como comisionista (man-
datario mercantil) y como mandatario simple (cuando lo es solo civilmente). Esa
calificación no se debe entender como una contradicción al art 75, XIV C Com,
según el cual, las operaciones de bancos se reputan actos de comercio, y, luego,
todo lo que hagan los bancos, incluidos los mandatos civiles, son actos de comer-
cio y, por tanto, no son mandatos civiles sino comisiones mercantiles, pues el art
273 C Com señala claramente que sólo el mandato civil aplicable a actos concre-
tos de comercio se reputa comisión mercantil. Luego el banco, dependiendo del
acto concreto que realice (puede ser civil, mercantil, administrativo e incluso ju-
dicial) actuará como mandatario o como comisionista, y entonces el contrato co-
rrespondiente se sujetará a reglmenes legales distintos; al civil (arts 2546 y ss
C Civ) o al mercantil (arts 273 y ss).
Entonces es legitimo y concordante con nuestra legislación que la L/C ha-
ble de mandatos y comisiones, a pesar de que esencialmente sean lo mismo: al-
guien realiza por cuenta de otro, los actos jurídicos que éste le encarga. La
diferencia, y su consecuente sometimiento a leyes diferentes, obedece a que el
"acto juridico" encomendado sea un acto civil o un acto de comercio.
Las posibilidades de mandatos y comisiones bancarias son innumerables;
probablemente la más frecuente es la administración de titulos y valores, ya sea
en cuanto al mantenimiento de los derechos que incorporen (voto, cobro, protesto,
etc) o en cuanto a su rendimiento, como es el caso del depósito de efectivo en me-
sa de dinero (núm 107). Pero también es frecuente el mandato en la administra-
ción de inmuebles de arrendamiento y en otros expedientes civiles.

Liquidaciones mercantiles societarias e individuales


La L/C autoriza expresamente a los bancos a que participen como liquidadores
de empresas, negociaciones o establecimientos, tanto de manera judicial como
extrajudicial (art 46, XXI), lo cual no contradice la ley de la materia En efecto,
los arts 235 y 236 LGSM no establecen que los liquidadores deben reunir deter-
minadas características personales o profesionales, por lo que los bancos, in ab-
sentía dispositionis, pueden, desde luego, fungir como tales.
En tal caso, al igual que en el fideicomiso (núm 167) la L/C es redundante
al establecer que los bancos responden por el desempefto del encargo, siendo que
el art 235 LGSM establece lo mismo, pero en el sentido de que el liquidador res-
ponde conforme a ley por los actos que realice en exceso de las facultades lega-
les y estatutarias concedidas, ya sean perjudiciales o no para la sociedad o los
socios.
820 LOS CONTRATOS DE CRÉDITOBANCARIOS

Sindicaturas
Vimos en su oportunidad (t III) que a partir de las reformas sufridas por laLQSP,
en 1986, las únicas entidades que pueden fungir como sindicas de la quiebra en
derecho mexicano son las cámaras de comercio o de la industria, a cuyo sector
corresponda el comerciante y los bancos. AsI, esta facultad expresamente con-
cedida a los bancos por la LIC (art 46, XXI) es la disposición estructural com-
plementária del art 28 LQSP, en él no se autoriza, sino se obliga, la participación
bancaria en el negocio concursal, precisamente como sindicas. Sin embargo, se
precisa que en este caso la participación del banco debe ser, justamente, como
fiduciaria (núm 167), y no como mandatario, comisionista ni mediante otro con-
trato, lo cual no impide que los bancos, al prestar su personalidad moral en el
desempeño de una sindicatura, estén prestando un servicio, pues es evidente que
el objeto social de los bancos no es el de ser sindicas, sino el de captar dinero y
después prestarlo, para incrementar su hacienda, negocio y utilidades, lo cual,
ciertamente, no conseguirlan si sólo se dedicaran a ser sindicas de empresas en
quiebra.

Albaceazgos
El art 1680 C Civ señala el elenco de personas flsicas y morales que no pueden
ser albaceas. En él no aparece la de los bancos, es decir, los bancos pueden, en
tanto que personas morales, fungir como albaceas de sucesiones legitimas o tes-
tamentarias; circunstancia que, una vez más, está expresamente autorizada por
la ley de la materia (art 46, XX LIC).
En nuestra opinión esta disposición, de interés público no por la materia ban-
caria que trata sino por los elementos de derecho de familia que afecta (art 76
bis, V y VI, LAMP), es el complemento estructural necesario de la posibilidad
del fideicomiso con fines testamentarios que, en múltiples casos, necesariamen-
te ubica a la fiduciaria como el albacea institucional de la sucesión. Esta figura
se analiza en detalle un poco más adelante (núm 156).

Otros contratos de servicio


Actos de representación común en materia bursátil Vimos en su oportunidad
(t 1)que la emisión masiva de valores bursátiles obliga la designación de un re-
presentante común, que tiene facultades y deberes especificas, tanto desde un
punto de vista legal (arts 216 y 217 LGTOC, 23 y 78 LMV, etc) COmo contrac-
tual; éstos, los que se finquen al representante común en el acta de emisión. Pues
bien, los bancos están autorizados para fungir como representantes comunes de
los tenedores de titulos de crédito (art 46, XVII LICI, Yen ese caso corresponde
al banco representante actuar, precisamente, como mandatario de los titulares
Otros contratos bancarios 821

de los valores intermediados tanto ante la emisora, el intermediario y el depo-


sitario.
Avalúos La LIC autoriza expresamente a los bancos a practicar avalúos que,
como no precisa si pueden ser sobre inmuebles, muebles, halajas, obras de arte,
plantas industriales o de cierto tipo, se entiende que pueden hacerse sobre cual-
quiera (art 46, XXII). La LIC les concede la misma fuerza probatoria que la ley le
asigna a los avalúos de los corredores públicos o peritos (art 51 C Com). Esta
labor, fuertemente arraigada en la práctica inmobiliaria mexicana y también en
la industrial y la comercial (en consecuencia, a la luz del derecho bancario puro,
más tradicional que lógica), consiste en la posibilidad de darle la misma fuerza
de confianza de que disfruta un banco a los avalúos que levanten los valuadores
que contrate cada banco para esos efectos.
Caja y tesoreria Éste es uno de los más tradicionales servicios que proporcio-
na la banca mexicana. En efecto, desde la vieja ley de 1898, la ley de establecí-
mientosde 1926,laLGICOA de 1941, las LR8PB8 de 1983y 1985, yla vigente
LIC (art 46, XVIII), la caja y la tesoreria son servicios previstos y organizados
con toda amplitud. La legislación posterior a 1982 señala que dicho servicio se
presta en lo especifico sobre titulos de crédito, y que dicho servicio se presta a
las emisoras; sin embargo, su desahogo a permitido que se extienda a otras ne-
cesidades puramente empresariales como la nómina, las órdenes de pago y otras
similares.
Teneduría de libros Esta facultad, que más se antoja un servicio profesional
que uno bancario, también está prevista expresamente por la ley (art 46, XIX
LIC). El estudiante debe recordar que esta autorización, en favor de los bancos,
no está dirigida a facultarlos para prestar servicios similares a los que presta
un despacho de contadores, auditores o abogados, sino que es, una vez más, el
complemento estructural indispensable para que los bancos puedan desaho-
gar, con libertad, otras funciones principales como la sindicatura fiduciaria,
los fideicomisos de administración, la contabilidad de una herencia cuando
está formada por una empresa, etcétera.

El fideicomiso
Este contrato, servicio bancario por excelencia del derecho financiero mexica-
no, se menciona en este numeral simplemente por ser eso, un servicio, y porque
como tal se debe recordar. En el cap siguiente se analiza de acuerdo con la im-
portancia que reviste.
CAPíTULO
3

EL CONTRATO
DE FIDEICOMISO
SUMARIO

PRIMERA SECCION INTRODUCCIÚN AL FIDEICOMISO


MEXICANO Y DE OTROS PAISES
140 El fideicomiso es un contrato universal
141 El fideicomiso en el derecho suizo
142 El fideicomiso en el derecho de algunos paises
de la Comunidad Económica Europea (CEE)
El derecho alemán
El derecho italiano
El derecho francés
143 El derecho de Estados Unidos de América
144 Antecedentes legislativos del fideicomiso en México

SEGUNDA SECCION NATURALEZA JURIDICA


DEL FIDEICOMISO
145 Breve definición y montaje técnico del fideicomiso
146 Ubicación de la teoria del fideicomiso
Marco doctrinal
Primera postura legal sobre la naturaleza
del fideicomiso
Hecho jurídico, acto jurídico, negocio jurídico
y negocio fiduciario; definiciones
147 Tesis del maestro Dominguez Martinez (negocio juridicol
148 Tesis del maestro Barrera Graf (negocio fiduciario)
149 Tesis del maestro Cervantes Ahumada (declaración unilateral)
150 Pero ¿cómo denomina la Ley a los actos y los negocios?
Breve repaso de la teoria general del contrato
Tesis del maestro Batiza (contrato fiduciario)
151 Posturas de la Corte ante la naturaleza del fideicomiso
152 Definición de fideicomiso para efecto de este texto

TERCERA SECCION DIFERENTES TIPOS DE FIDEICOMISO


153 Clasificación para efectos contables de las instituciones
de crédito
154 Algunas aplicaciones prácticas de fideicomiso
155 El fideicomiso de garantia
156 Fideicomiso con fines testamentarios
157 El fideicomiso en zonas turísticas
158 Fideicomiso de colocación bursátil
159 Otras aplicaciones fiduciarias diversas
CUARTA SECCION EL PATRIMONIO FIDEICOMITIDO
160 Diferencia entre objeto y fin del fideicomiso
161 ¿Quién es el propietario de los bienes fideicomitidos?
162 Diferentes formas de titularidad
La propiedad civil
La titularidad fiduciaria
Posturas de la Suprema Corte
163 ¿Cuándo se entienden trasmitidos los bienes?
164 El patrimonio fideicomitido remanente, al término
del contrato

QUINTA SECCION ELEMENTOS DE EXISTENCIA


Y CONDICIONES DE VALIDEZ
DEL FIDEICOMISO
165 Requisitos del objeto y del fin del fideicomiso
Requisitos del objeto
Requisitos del fin
166 Enumeración de las partes del contrato
167 La fiduciaria
Sólo pueden serlo las instituciones de crédito
El delegado fiduciario
Obligaciones y prohibiciones de la fiduciaria
¿La fiduciaria puede ser fideicomisario?
La carga obligacional del delegado
168 Otras posturas de la Corte ante las responsabilidades
de la fiduciaria
169 El fideicomitente
Capacidad
Derechos y facultades
Obligaciones
El comité técnico
170 El fideicomisario
Capacidad
Derechos
Obligaciones
171 Postura de la Suprema Corte respecto de la posición
de fideicomitente y fideicomisario
Fideicomitente
Fideicomisario
172 Formalidades de constitución en el fideicomiso
173 Extinción del fideicomiso
El fideicomiso se extingue (cesa)
El fideicomiso se resuelve (incumplimiento)
174 Prohibición de algunos tipos de fideicomiso

SEXTA SECCION BREVE INTRODUCCiÓN AL FIDEICOMISO


PÚBLICO
175 Su localización en la administración pública
176 Definición. Normatividad
Proceso de constitución
Secuencia de constitución
177 Partes en el fideicomiso público. Obligaciones
El fideicomitente (la SPP)
El fiduciario
Categoria burocrática del delegado fiduciario
El comité técnico
178 Diferencia entre fideicomiso público y fondo de fomento
económico. Opinión del maestro Malpica de la Madrid
179 Clasificación del fideicomiso público. Opinión del maestro
Villagordoa Lozano
180 Cita de algunos ejemplos de fideicomiso público
Introducción al fideicomiso mexicano y de otros países 827

PRIMERA
SECCiÓN

INTRODUCCiÓN AL FIDEICOMISO
MEXICANO Y DE OTROS PAíSES

140 FIDEICOMISO ES UN CONTRATO UNIVERSAL


En el cuadro 7 se muestran los equivalentes idiomáticos de los términos más uti-
lizados en nuestro país, en torno al fideicomiso.

CUADRO 7

Espaftol Inglés Francés Alemán Italiano

fideicomiso trunst fiducie o acte echte Treuhand fideicomesso o


fiduciaire negozio
fiduciario
fiduciario trustee fiduciaire Treuhánder fiduciario

fideicornitente settlor fiduciant Treuhandabsen-


der

fideicomisario beneficiary o bénéficiaire Treuhandbegün- fedecommis-


cestuique trust stingter sario
patrimonio trust fund o trust patrornoine Treuhandvermo- fondo fiduciario
fiduciario propertv fiduciaire gen

A pesar de tener diferentes connotaciones lingüisticas y etimológicas, y por tanto,


denominaciones; el fideicomiso es un negocio sumamente difundido en la mayo-
ría de los paises occidentales. Como veremos, no solo ha tenido gran difusión des-
de hace décadas en Estados Unidos de América, sino también en Suiza y
Alemania.
828 EL CONTRATODE FIDEICOMISO

Las principales -pero muy pocas- diferencias que guardan los sistemas
fiduciarios comunitarios (del Mercado Común Europeo) y de otros paises, con
el mexicano, radican; por una parte, en que México tiene el único sistema en el
que la participación de un banco como fiduciario es indispensable en todos los
casos; y por otra, en que el fideicomiso mexicano no tiene una especialización tan
clara como en todos los paises (por ejemplo, en la CEE se utiliza básicamente
como garantía, como coparticipación de acciones societarias y como operación
bancaria), no obstante que sus posibilidades en nuestro sistema son uníversa-
les, porque no es un negocio en él mismo (préstamo, descuento, prenda, etc) sino
que es, por excelencia, un medio; hay tantos fideicomisos como negocios requie-
ran de un medio especial para su conclusión. En efecto, como primer apuntamíen-
to en tomo a nuestro sistema fiduciario subrayamos que el fideicomiso es, por
excelencia, un medio; no se justifica sino en función de otro negocio.
Bajo los auspicios de la Asociación Luxemburguesa de Juristas de Banca
y Fideicomiso, la Fundación para el Derecho y Los Usos del Comercio Interna-
cional y la Universidad del Sarre, en septiembre de 1984 tuvo lugar, en Luxem-
burgo, un coloquio que se denominó precisamente con el nombre de esa ciudad, que
trató acerca de las operaciones fiduciarias en Europa. A él asistieron connota-
dos juristas representantes de Alemania, Bélgica, Francia, Holanda, Italia, Lu-
xemburgo y Suiza. Los objetivos del coloquio fueron dos: (i) estudiar, discutir
y ponderar las bases de un eventual fideicomiso destinado al Euromarché (mer-
cado europeo), y (ii) mostrar a los asistentes las caracteristicas distintivas del
fideicomiso de los paises representados. Posteriormente, fueron publicados los
trabajos y los resultados del coloquio en un tomo que es de máxima importan-
cia para el estudioso de los asuntos fiduciarios de cualquier país.
Por el interés que representa esta figura en la mayoría de los Estados con
los cuales México comercia, y por la importancia que el comercio internacional
representa para México en la actualidad, a continuación haremos un rápido re-
paso del sistema fiduciario de algunos paises cuya legislación es ilustrativa y no
totalmente desconocida para nuestro sistema y nuestra academia. Se precisa que
la exposición de los sistemas de paises europeos está sostenida en los trabajos
coloquiales antes referenciados.

141 EL FIDEICOMISO EN EL DERECHO SUIZO


Reconocido desde 1905 por una sentencia de la Corte Suprema (Güríng-Dutoít
vs Kappler, ATF, 31 -1905- t 11, pág 105), recogido indubitablemente desde
entonces por los tribunales suizos, y utilizado en los medios y sectores más di-
versos, el fideicomiso juega en el derecho suizo un papel de la mayor importan-
cia; a diferencia del francés o el alemán, su denominación no es fideicomiso sino
acto fiduciario. Sin duda alguna, el derecho suizo junto con el estadounidense
y el mexicano, es el que mayor experiencia comercial, judicial y legal tiene sobre
el fideicomiso.
Introducción al fideicomisomexicano y de otrospaises 829

En opinión de los profesores de la Univesidad de Ginebra, Claude Reymond


y J acques Revaclier (cuya consistencia teórica y doctrinal nos parece claramen-
te concordante con la del profesor mexicano Dominguez Martlnez -núm 147-,
a pesar de que difieren en su conclusión) el fideicomiso (acto fiduciario según el
derecho suizo) se compone de dos elementos: (i) un acto traslativo de derechos
por el cual el fideicomitente transfiere la titularidad de un derecho al fiduciario;
y (ii) un acto convencional (contrato), por el cual el fiduciario se obliga a ejerci-
tar los derechos que le fueron transferidos; ambos, constitutivos a su vez de un
solo acto que el derecho suizo denomina, acto fiduciario. Por haberlo sentencia-
do la Corte Suiza en esta forma, no es permisible la consideración de uno solo
de esos dos actos de manera aislada.
En efecto, en una sentencia de 1960 (Fritschi vs Foheler et Studer, AFT, 86
-1960- t H, pág 221), aquella Corte sostuvo que a pesar de que el Código de
las Obligaciones reconoce, separadamente, el acto traslativo de derechos y el con-
trato y, por tanto, en el caso del fideicomiso, el primero de los actos (el traslati-
vo) resulta ser un acto sin causa, eso no impide que el acto fiduciario (el
convencional) sea la causa perfecta y suficiente del acto traslativo y que enton-
ces los dos formen la misma operación individual. Por otra parte, al igual que
el alemán el derecho suizo reconoce que el régimen supletorio del acto fiducia-
rio, en cualquiera de sus dos momentos principales, son los arts 394 y ss del Có-
digo de las Obligaciones, que versa sobre el contrato de mandato (Feras Anstalt
vs Vallugano, AFT 99 -1973- t 1, pág 588). En el entendido de que el término
mandato tiene en el derecho suizo una connotación mucho más general que en
el mexicano en el cual, por ejemplo, el mandato implica en todo caso una repre-
sentación.
Sin embargo, al igual que el derecho alemán -que enseguida veremos- el
suizo no dispone de una codificación sistemática sobre fideicomiso, y su organi-
zación descansa en distintos ordenamientos dispersos en todo el complejo legal
en los cuales se cita el término de manera especlfica para determinados casos,
circunstancias o negocios; si bien, los autores citados señalan que es fundamen-
talmente en las reglas generales del mandato en las cuales se debe fundar y or-
ganizar toda convención fiduciaria. No obstante, cabe señalar que la frecuencia
del fideicomiso en el medio bancario motivó que la Asociación Suiza de Banque-
ros emitiera, el 23 de agosto de 1979, la circular núm 439-D, en la cual estableció
ciertas recomendaciones (no reglas) que los bancos deben vigilar en su partici-
pación como fiduciarios. Algunas de ellas versan sobre la colocación bursátil, los
préstamos y créditos y la participación societaria en el mercado internacional
de tltulos de ese tipo.
Algunas de las caracteristicas del acto fiduciario suizo, útiles para nuestra
exposición, son las siguientes
• En primer lugar, se precisa que, por las razones antes expuestas, en ese de-
recho el fideicomiso es considerado un contrato. En opinión de los autores
citados, una situación verdaderamente fiduciaria (recuérdese que ese dere-
830 EL CONTRATO DE FIDEICOMISO

cho no dispone de definiciones o tipos legales) se constata, en exclusiva con


la existencia de un contrato fiduciario
• Por otra parte, el alcance obligacional de las partes descansa sólo en su vo-
luntad expresada en el contrato, al paso que, incluso, se puede pactar que
el fiduciario quede liberado de toda responsabilidad relacionada con el cum-
plimiento o ejecución del fin contractual
• En virtud del contrato, el fideicomitente trasmite al fiduciario la titularidad
de ciertos derechos, que incluso pueden ser totales, como la propiedad erga
homnes, o más simples como la compra de un bien, el pago de una deuda,
etc. Se insiste, la amplitud de la convención no tiene otro limite que la vo-
luntad de las partes. Por este motivo el derecho suizo distingue, en el fidei-
comiso, dos posibilidades: {i} la creación de obligaciones y (U) la trasmisión
de un derecho. A diferencia del derecho mexicano, el suizo previene la posi-
bilidad de que un fideicomiso contemple meras órdenes a cumplir por el fi-
duciario y no trasmisión de derechos. Recuérdese que en México, en virtud
del fideicomiso, una persona destina ciertos bienes a un fin licito (art 346
LGTOC), luego, si no hay éstos no hay aquel
• En cambio, a diferencia del derecho alemán -que veremos- el suizo conce-
de absolutas facultades al fiduciario respecto del bien que, en su caso, se ha-
ya trasmitido, al paso que no concede al fideicomitente ni a sus
derechohabientes acción de reivindicación. Es decir, no se opera un desmem-
bramiento de la propiedad puesto que ésta permanece, respecto del bien fi-
deicomitido, intacta, con la diferencia que ya no la detenta el fideicomitente
sino el fiduciario. En efecto, en la quiebra del fiduciario el bien cae en la ma-
sa quebrada y el fideicomitente será un simple acreedor más. Es importan-
te precisar que el derecho suizo no reconoce la teoría del patrimonio
personalidad (fuertemente arraigado en Francia), ni la del patrimonio autó-
nomo ni la del patrimonio afectación; luego, es fácil entender que en aquel
sistema el bien trasmitido sea, en abutendi, propiedad del fiduciario. Desde
el punto de vista del derecho mexicano esto tendría un contrapeso impor-
tante: a diferencia del nuestro, en el suizo el fiduciario responde con la tota-
lidad de su patrimonio de la operación del fideicomiso, a no ser que se haya
previsto de forma diferente en el contrato
• Pero el bien fideicomitido no puede aparecer como activo en la contabilidad
del fiduciario, porque esa información violarla el principio universal de la ve-
racidad del balance en la medida que el fiduciario no puede disponer en su
propio beneficio de dicho bien, sino solo en la medida en que cumpla con los
derechos contratados y trasmitidos por el fideicomitente. AsI, al igual que
en el mexicano, el sistema contable suizo obliga a que los bienes fideicomiti-
dos aparezcan al calce del balance bajo el rubro genérico de activos fiducia-
rios (en México son cuentas de orden)
• A pesar de las reglas anteriores, el bien fideicomitido puede ser objeto de rei-
vindicación judicial, pero no por la naturaleza del fideicomiso, sino por apli-
Introducción al fideicomiso mexicano y de otros paises 831

cacíón de las reglas supletorias de otras disposiciones a las cuales la Corte


Federal ha asimilado el fideicomiso en ciertos casos; por ejemplo, la nulidad
de la asamblea de socios cuando uno de ellos se hizo representar por un fidu-
ciario; la reivindicación en una sucesión intentada por el heredero respecto
del bien fideicomitido al que estime tener derecho; la acción en fraude a acree-
dores planteada por el C6digo de las Obligaciones (art 894), etc; casos en los
cuales la reivindicación es congruente con el acto de suplencia pero no con
el fideicomiso, circunstancia que confirma la naturaleza fuertemente contrac-
tual y discrecional de este negocio.
El fideicomiso del derecho suizo tiene aplicaciones tan especializadas que no per-
mite considerar que su vocación sea la suplencia o la mediación, prácticamente,
de cualquier negocio o contrato, como es el caso del fideicomiso mexicano; al con-
trario, se ha estereotipado como una especie del género mandato en función de
aplicaciones muy concretas. Pero esto no es obstáculo para considerarlo como
una figura semej ante a nuestra institución, pues es coincidente en los expedien-
tes de la trasmisión de un bien (o una orden), la titularidad del fiduciario y, en
nuestra opinión, la naturaleza contractual de nuestro fideicomiso.
En la doctrina europea acerca del tema, el sistema suizo, junto con el italia-
no, se conocen como los más claros seguidores del fideicomiso de tipo románico,
por oposición al de tipo germánico; su principal diferencia consiste, como vere-
mos enseguida, en que en éste la titularidad del fiduciario sobre los bienes tras-
mitidos está limitada, en tanto que en el románico es, como acabamos de ver,
absoluta. En el derecho alemán (principal representante del fideicomiso "germá-
nico") el fiduciario tiene sobre los bienes una propiedad formal, pero no mate-
rial ni económica.

142 EL FIDEICOMISO EN EL DERECHO DE ALGUNOS


PAISES DE LA COMUNIDAD ECONOMICA EUROPEA
(CEE)

El derecho alemán
En opinión del profesor de la Universidad de Gotínga, Uwe Blaurock, en el de-
recho alemán el fideicomiso no está codificado en reglas legales uniformes o sis-
temáticas ni tampoco encuentra una definición precisa en la doctrina. Por tanto,
el término fideicomiso (treuhand) está organizado de forma secundaria y no prin-
cipal, y comprende multitud de aspectos de negocios distintos, algunos de los
cuales se mencionan adelante. Por otra parte, en aquel derecho el término reci-
be connotaciones multivocas; por ejemplo, además de los negocios más o menos
estereotípicos que enseguida se citan, también se utiliza para identificar a las
personas físicas que prestan servicios de máxima especialización y máxima im-
portancia, como los asesores fiscales, los asesores financieros y contables, etc.
832 EL CONTRATO DE FIDEICOMISO

Sin embargo, su uso de manera bien similar al fideicomiso mexicano es innega-


ble, al igual que su importancia en el sistema germano.
Como introducción a su estudio debemos identificar los tres tipos de fidei-
comiso que se utilizan con la misma frecuencia en aquel sistema, porque no ro-
dos tienen la semej anza con el derecho mexicano que se acaba de anticipar
• El fideicomiso en estricto sentido, en el que la trasmisión fiduciaria se reali-
za condicionadamente o no, y en tal caso el negocio se somete al régimen le-
gal (Vollrechstreuhand) que está disperso en diferentes codificaciones
• El fideicomiso que se crea por la delegación del poder de actuar por cuenta
del fiduciario (treuhnder), que en la práctica se conoce como Ermchtigung-
streuhand, y que necesariamente tiene por corolario un fideicomiso como el
señalado en el párrafo anterior
• Las operaciones fiduciarias que descansan en un mandato de cualquier tipo
y entre cualesquiera personas, y que está organizado por las reglas genera-
les del Código Civil (Bürgerliches Gesetzbuch), conocido en la práctica co-
mercial como VollmachtstreuhandlQuiasitreuhand.
La forma fiduciaria más difundida en todas las materias es la primera (Vollrechs-
treuhand); y es, sin duda, la que más semej anza guarda con el fideico¡niso mexi-
cano. Se le designa indistintamente de esa forma O Echte Treuhand, en la medida
en que el contexto requiera una acepción extricta fiduciaria (la primera) o en un
sentido de autenticidad del negocio en cuestión (la segunda); pero como hemos
dicho en ningún caso el fideicomiso está definido de forma expresa, sino que in-
termitentemente se menciona en leyes secundarias como una de las formas en
que determinados negocios se pueden desahogar. En efecto, además de esta di-
ferenciación -de orden técnico- en derecho alemán el fideicomiso se distingue
por el papel que juega la voluntad de las partes de acuerdo con leyes secunda-
rias, aun cuando la mayoría de los fideicomisos están sostenidos en la libre auto-
nomia de la voluntad, hay otros -los menos- que están sometidos a reglas
estáticas no sujetas a negocio.
Ejemplo de las primeras son los párrs del 29 al 34 del Hypothekenbankgestz
y el párrs 70 del Versicherungsaufsichtsgesetz, en los cuales el fideicomiso se
menciona y organiza como una de las maneras de controlar las compañías de se-
guros,las instituciones de préstamos especializados y las de préstamos inmobi-
liarios, cuya carga obligacional, en cuanto a las relaciones entre ellos, queda a
discreción de las partes. Ejemplo de las segundas, son los fideicomisos sobre he-
rederos sucesivos (Vol'-und Nacherbshaft, arts 2100 y ss del Código Civil Ale-
mán), sobre ejecución de testamentos (Testamentsvollstreckung, arts 2197 y ss
del mismo Código), ciertas reglas de extinción de obligaciones (Auflage, arts 2192
Yss); as! como las reglas concernientes a la colocación pública de capitales (Ge-
setz über Kapitalanlagegesellschaften), en donde, a partir de las modificaciones
de 1970 a esta Ley de Colocación de Capital, el derecho alemán dispone de su
más completa reglamentación fiduciaria.
Introducción al fideicomiso mexicanoy de otrospaíses 833

Algunas de las características más importantes del fideicomiso en aquel de-


recho son las siguientes
• Antes que nada, y fundamentalmente, en ese derecho el fideicomiso es cate-
gorizado como un contrato. En efecto, además de que las reglas generales
y específicas que enunciamos antes así lo consideran, de acuerdo con una co-
rriente jurisprudencial constante desde 1970, la Corte de Justicia Federal
ha sostenido que al fideicomiso son aplicables supletoriamente las reglas del
mandato (Auftrag), en las que, por lo demás, está con claridad sostenida la
práctica fiduciaria más frecuente (Geschftsbesorgung)
• Con excepción de las reglas codificadas que antes se señalan, en opinión de
Blaurock, las obligaciones y derechos de las partes derivan, en el fideieomi-
so, de las particulares disposiciones que se hayan establecido en el contra-
to, exclusivamente
• En el fideicomiso alemán las partes fundamentales del contrato son fideico-
mitente y fiduciario. En la generalidad de los negocios susceptibles de con-
cluirse en un fideicomiso, el fideicomisario sólo existe en el caso de los
accionistas de las acciones que se colocan en el gran público bursátil y el acree-
dor en el fideicomiso en garantía. Por otra parte, la capacidad y la naturale-
za de las dos partes contractuales principales no debe ser especifica ni
especial, sino basta que tengan la capacidad comercial general; tampoco exis-
te un régimen de incompatibilidad diferente al del contrato de mandato pa-
ra administración
• Por virtud del fideicomiso el fiduciario adquiere, en independencia del con-
tenido de la convención fiduciaria, plenos poderes de disposición sobre el pa-
trimonio fiduciario sin que se puedan restringir por disposiciones reales de
naturaleza obligatoria respecto de terceros. Es decir, el fideicomitente no tie-
ne derechos reales respecto del patrimonio fiduciario, sino que solo tendrá
derechos personales respecto del fiduciario. La única excepción es que des-
de la firma del contrato el fideicomitente se haya reservado el derecho que
en Alemania se conoce como de expectativa (Anwartschaftsrecht), caso en
el cual continúa teniendo derechos reales sobre el patrimonio, excepto el de
posesión
• No obstante, en todos los casos, si el fideicomitente quiebra, el patrimonio
fiduciario inmediatamente queda comprendido en la masa quebrada; por esta
razón el derecho alemán habla de una propiedad económica más que jurídi-
ca y ni siquiera patrimonial, como la que tiene el fiduciario sobre el bien tras-
ladado. Es ésta, pues, la gran característica del sistema alemán que lo
convierte en toda una corriente en la materia, cuya denominación doctrinal
es, como vimos, fideicomiso germánico
• Como el patrimonio fideicomitido es objeto de reglas especiales cuyo cum-
plimiento está a cargo del fiduciario, persona alguna puede intentar terce-
ría por acciones en contra del fideicomitente (Drittwiderspruchsklage), en
virtud de que, como hemos dicho, en el derecho alemán el fiduciario tiene una
834 EL CONTRATO DE FIDEICOMISO

propiedad formal pero no material ni económica, sobre los bienes; pero para
que esto sea sostenible se deben cumplir ciertos requisitos que pueden ser
asimilados a la presunción de trasmisión perfecta del derecho mexicano (Un-
mittelbarkeitsgrundsatz)
• Que el patrimonio fideicomitido sea una cuenta bancaria que esté alimenta-
da por el fideicomitente
• Que por orden o autorización del fideicomitente, un tercero haya entregado
al fiduciario una cierta cantidad de dinero
• Que el fiduciario esté alimentando una cuenta de banco mediante fondos que
le hayan sido trasmitidos o facilitados por el fideicomitente
• En presencia de estas circunstancias los terceros no pueden intentar terce-
ría contra el fiduciario por deudas contra el fideicomitente
• Sin embargo, por los mismos motivos (el fiduciario tiene la propiedad for-
mal pero no la económica), en caso de quiebra del fiduciario el fideicomitente
o sus derechohabientes pueden reivindicar los bienes (Aussonderungsrecht);
circunstancia prevista desde la Ley de Quiebras de 1877, respecto de la cus-
todia y el depósito a los cuales, en este caso, el fideicomiso se asimila
• Por último toda vez que, como hemos dicho, el fiduciario no necesariamente
debe ser un banco sino cualquier persona con capacidad mercantil, el elenco
de circunstancias anteriores no son sobrentendidas ni tampoco se presumen
con la existencia del contrato, sino que en todo caso deben ser probadas por
el fiduciario. Razón por la cual, la redacción de un contrato de fideicomiso
debe ser altamente clara, pues las obligaciones de las partes no serán otras
que las que se establezcan en su clausulado.
Según se observa, el fideicomiso alemán es un negocio de naturaleza puramente
civil (privada), que a pesar de su enorme difusión no está contemplado dentro
de la amplia gama de reglas de policía, tan frecuentes en el régimen societario
alemán. Por lo demás, la trasmisión germánica del bien fideicomitido convierte
al alemán en un sistema más próximo al mexicano, de lo que están los sistemas
románicos como el suizo y el italiano. Enseguida este último.

El derecho italiano
En opinión del profesor de la Universidad de Génova, Alberto Mazzoni, todo aná-
lisis dedicado a la institución del fideicomiso en Italia se desarrolla a partir de
su noción tradicional. Según ésta -seilala el autor- el fideicomiso se caracteri-
za por dos elementos: (il la desproporción de la operación-medio (transferencia
del bien) en función del fin perseguido (ejercicio ilimitado, por el fiduciario, del
derecho transferido), y (ii) por el poder de abuso del que dispone el fiduciario, en
tanto que titular de los derechos, que no excedan los limites dentro de los cuales
debe ejecutar sus obligaciones. Así, muy bien conocido desde la tradicional dis-
tinción románica entre fiducia cum amico (administración fiduciaria) y fiducia
Introducción al fideicomiso mexicano y de otros países 835

cum creditore (garantia O pago fiduciario), esta institución ha sido ampliamente


analizada por la doctrina italiana del presente siglo, en especial a partir de 1946,
fecha en que la Corte de Casación dictó su primera sentencia sobre la moderna
concepción del fideicomiso italiano.
Es importante no confundir el concepto de fideiussione con el de fedeicomes-
so o el de negozio fiduciario (sinónimos estos dos). E stos últimos son el equiva-
lente al concepto fideicomiso del derecho mexicano, y el primero es el equivalente
al de fianza.
Al igual que en el derecho suizo, en el italiano la naturaleza del fideicomiso
se desarrolla a partir del problema de que el acto de transferencia (el primer im-
pulso fiduciario), en él mismo, aparentemente está desprovisto de causa,lo que,
en opinión de Mazzoni, se justifica en la obligación asumida por el fiduciario. En
efecto -seilala-, toda vez que la legislación italiana admite la existencia de con-
tratos atípicos, se debe reconocer que el contrato fiduciario constituye un con-
trato, sea con efectos reales o de obligación personal, porque se motiva en una
causa propia, la causa fiduciae, que, de ser licita, como cualquier otra debe recio
bir protección. Asl, desde el Código Civil de 1942, esta protección incluso llegs,
en el caso de incumplimiento del fiduciario, hasta la reintegración del bien al fí-
deicomitente (art 2932 Esecuzione specifica dell'obbligo di concludere un con-
trattot.
La realización de operaciones fiduciarias entre personas flsicas o morales,
qua no se hagan a titulo profesional, es considerada como admisible y licita,
sin que sea necesaria una autorización particular. Sin embargo, la realización de fi-
deicomisos de administración si está sujeta, desde antes de la segunda guerra,
a reglas especiales. La Ley núm ¡ 966 (Delia Societ Fiduciaria) del 23 de noviem-
bre de 1939 y la Ley núm 1958 (Intituzione delta amministrazione fiduciaria) del
26 de octubre de 1933, establecieron por primera vez en el derecho italiano cier-
tas reglas obligatorias para las fiduciarias, y formales para los contratos de fi-
deicomiso, que Pqr su ligereza y nulas posibilidades de control tendieron a ser
desatendidas y, en el mejor de los casos, a seguirse de una manera que no permi-
tia pensar en un control oficial real, que era el objetivo perseguido por esos dos
ordenamientos; así fue durante medio siglo.
Por último, la Ley núm 87 del 23 de marzo 1983 iIstitueione e disciplina dei
fondi comuni d'investimento mobiliare) consiguió una mejor transparencia y cla-
ridad, principalmente por el hecho de que a partir de esa fecha las operaciones
fiduciarias quedaron sometidas a la supervisión de la Comisión Nacional para
las Sociedades y la Bolsa (CNSB). Así, desde el punto de vista del control y la
autorización el fideicomiso italiano reconoce tres categorías

• Los fideicomisos celebrados en una forma no profesional (por tal se entien-


de el que no se realiza por una sociedad cuyo objeto social sea precisamente
la celebración de fideicomisos), que no están sujetos a controles de cualquier
tipo
836 EL CONTRATO DE FIDEICOMISO

• Los fideicomisos de administración, que sólo pueden celebrarse por una so-
ciedad autorizada para ello y queda sometida al control de la CNSB
• Los fideicomisos distintos a los de administración, aún celebrados de ma-
nera profesional, que tampoco quedan sujetos a controles públicos.
Algunas de las características del fideicomiso italiano que relevan nuestro es-
tudio son las siguientes
• En derecho italiano, a pesar de los breves problemas de calificación contrac-
tual que vimos antes, por lo demás son puramente doctrinales, no hay du-
da, el fideicomiso es un contrato. Las diferencias legales y doctrinales no se
detienen tanto en la naturaleza del fideicomiso como en la naturaleza del de-
recho que ejerce el fiduciario sobre el bien trasmitido. En opinión del autor
citado, la mejor solución es denominar el derecho ejercido según el bien tras-
ladado, ya sea legitimación en el caso de los valores muebles y las acciones
societarias, ya sea titularidad en el de los inmuebles y otros derechos reales
o personales no cartularizados
• Su régimen legal, como acabamos de ver, es especializado exclusivamente
en los fideicomisos en administración que se celebren de manera profesio-
nal, en los que el fiduciario y los contratos deben obedecer reglas especiales
disefiadas de forma expresa. El régimen legal de los otros fideicomisos (e in-
cluso en los de administración profesional de manera supletoria) está sopor-
tado en el Código Civil, como hemos dicho, principalmente en el contrato de
mandato (arts 1703 y ss) y en la transferencia de bienes (arts 1465 Contrat-
to con effeti traslatiui o constitutivi y ss)
• Pero también existen en el propio Código Civil ciertas disposiciones especi-
ficas de aplicación muy concreta, tal es el caso de la disposición del bien da-
do en fideicomiso en garantía (art 1851 Pegno irregolare a garanzia di
anticipazione); la sustitución de fideicomisarios en el fideicomiso testamen-
tario (art 692 Sostituzione fedecommissaria); la ineficacia del mandato post
mortem (art 1722 Cause di estinzione del mandato), la prohibición de pac-
tos sobre sucesiones futuras (art 458 Diveto di patti successori) (anteceden-
te de nuestro ininteligible art 352, II LGTOq y muchas otras. Pero
insistimos, el régimen legal general es el del mandato, el cual es, desde lue-
go, un contrato en los propios términos. En la inteligencia de que en el dere-
cho italiano, al igual que en el suizo, el mandato no siempre entraña, como
en México, una representación (véase art 1705 Mandato senza rappre-
sentanza)
• Una vez más, de conformidad con el régimen del mandato, resulta que en el
derecho italiano el patrimonio fiduciario no se considera un patrimonio autó-
nomo (que no pertenece ni al fideicomitente ni al fiduciario), sino que perte-
nece, al igual que en el derecho suizo (ambos románicos), al fiduciario en
términos absolutos (art 1707 Creditori del mandatario). Luego, el patrimo-
nio fiduciario no puede ser atacado por los acreedores del fideicomitente. Sin
Introducción al fideicomiso mexicano y de otros pafses 837

embargo, por su caracterlstica puramente contractual, las partes pueden mo-


dificar esta regla en la medida de su conveniencia.
El fideicomiso italiano, como el de todos los paises continentales, está especiali-
zado en las materias bancaria de garantía y de administración, aunque como se
observa también tiene una importante participación, al igual que en nuestro país,
en el derecho sucesorio. En todo caso es un contrato sostenido en la voluntad
de las partes, sin más reglas públicas que las establecidas para el fideicomiso de
administración. Es importante recordar que junto con el suizo, este sistema es
uno de los típicamente románicos, a los que, como veremos a continuación, el fran-
cés sigue de cierta forma.

El derecho francés
En derecho francés la definición de fideicomiso es, si acaso existiera, puramen-
te doctrinal, porque ni la ley ni la jurisprudencia utilizan esta noción. Y en la doc-
trina, el motivo más frecuente de su estudio obedece, no tanto a su encuadre
técnico legal, sino a su análisis como una figura licita con frecuencia confundi-
ble con la simulación illcita, pero defendida por la doctrina en contra de esa re-
petida confusión. Dicho de forma distinta, el desarrollo doctrinal (luego legal y
luego judicial) del fideicomiso, no se ha realizado en Francia al ritmo de otros pai-
ses porque se ha enfrentado con el importante obstáculo que significa el arrai-
gado principio de protección legal en contra de la simulación, que se observa, aún
más que en el alemán, a todo lo largo del sistema legal francés. Así, es en este
país de la CEE que el fideicomiso tiene la menor importancia, utilidad y presen-
cia relativa.
Es fácil entender que, por el gran número de ficciones técníco-legales que
se contienen en la estructura del asunto fiduciario (transferencia patrimonial par-
cial, titularidad en abutendi absentia, falta de causa propia en el negocio, etc),
no ha encontrado un campo fértil en un sistema que sanciona tan fuerte y fre-
cuentemente la simulación illcita de negocios. Por ejemplo, en ese derecho el fi-
deicomiso de administración simplemente es inexistente, lo que, en opinión del
profesor Claude Witz, no significa que el derecho galo se haya desentendido de
las operaciones que implican la trasmisión de una propiedad a una entididad pa-
ra que se encargue de administrarla, sino que prefiere utilizar las calificaciones
clásicas del derecho comercial por ser mejor conocidas que el concepto teorético
de fideicomiso.
Sin embargo, por ese mismo interés extremo en que las simulaciones de cual-
quier tipo queden anuladas, idealmente, en términos absolutos, aquel derecho
ha desarrollado -como en otras materias- una muy avanzada sistematologia
de solución a los conflictos de leyes que se puedan suscitar en tomo a los nego-
cios fiduciarios, tanto legal como jurísprudencíal, que incluso es la que sigue la
generalidad de las Cortes de los paises de la CCE, as! como la propia Corte de
la Comunidad Europea con sede en Luxemburgo.
838 EL CONTRATO DE FIDEICOMISO

Respecto de la titularidad de los bienes fiduciarios cabe señalar que, en opi-


nión del autor citado, la regla de la indivisibilidad del patrimonio, caracterizada
por la teoría del patrimonio personalidad, impide que los bienes fideicomitidos
puedan escindirse del patrimonio del fideicomitente; simplemente se despren-
den de él para pasar a formar parte del patrimonio del fiduciario, y por la misma
razón teórica, el bien transferido queda sometido al régimen juridico de los otros
bienes del fiduciario. Por esta virtud el sistema francés queda comprendido den-
tro de los llamados sistemas románicos, por oposici6n a los germánicos que tam-
bién hemos visto.
Por último, desde el punto de vista de su consistencia formal, el fideicomi-
so en Francia es, una vez más, un contrato, concretamente atípico pero solucio-
nable mediante la teoría general y de manera principal la del mandato. Cabe
precisar que a pesar de que ni la Corte ni el Conseil d'Etat se han pronunciado
sobre este punto, en opini6n de varios autores, uno de los cuales es el antes cita-
do.Ia posibilidad de aplicaci6n de reglas id6neas no puede ser otra que las de las
6rdenes contractuales de obligaciones de hacer (mandato), con exclusi6n de aque-
llas que versan sobre la representaci6n porque en el francés, al igual que en los
sistemas analizados antes, es posible otorgar un mandato simple sin que nece-
sariamente el mandatario quede facultado en términos de representaci6n.
El fideicomiso francés no se ha desarrollado, en tanto que tal, debido al obs-
táculo legal que significa la fuerte protecci6n impuesta por el sistema a los ac-
tos simulados. Sin embargo el contrato atípico de fiducie, asimilable al
fideicomiso del derecho mexicano y sostenido supletoriamente en el régimen del
mandato, si se ha utilizado con relativa frecuencia en negocios, de manera prin-
cipal, de administraci6n y garantía,

143 EL DERECHO DE ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA


Este derecho es indudablemente, junto con el mexicano, el que más experiencia
tiene en materia fiduciaria y, por lo mismo, es uno de los dos sistemas en los que
el fideicomiso tiene una importancia extrema. En la academia de ese país se es-
tudia como parte de otras materias (sucesiones, impuestos, contratos, bancos
y otros), pero en múltiples universidades es también una materia aut6noma (Law
ofTrusts).
Desde el punto de vista del nacimiento de un derecho nacional de otro igual-
mente nacional, ningún otro ejemplo es tan claro como el de Estados Unidos de
América, que proviene a tal grado del de Inglaterra que podrfa decirse que, in-
cluso que en la actualidad, son el mismo. Sus reglas y métodos son iguales; el
estadounidense es una continuaci6n (sequal) del inglés, que se hizo diferente só-
lo en las sentencias (cases) que debieron resolver sus Cortes en los negocios de
su nueva sociedad. Así, múltiples figuras del moderno derecho estadounidense
tienen antecedente -e incluso siguen estando sometidas a ellas- en las leyes
inglesas centenarias. Tal es el caso del fideicomiso, que en opini6n de múltiples
Introducción al fideicomiso mexicano y de otros paises 839

autores -los citados entre otros-«, tiene sus antecedentes evidentes en los Uses,
el Statue of Uses (Código de las Costumbres) y el Statue of Wills (Código de los
Testamentos); el primero creado en el siglo XIII y los otros dos en el reinado de
Enrique VIII en 1536 y 1540 respectivamente.
Según los Uses un propietario no podia pasar a sus herederos la propiedad
de la tierra, luego, para poderla legar debla primero trasmitirla inter vivos a un
tercero sólo para su uso, y a su muerte ese uso se trasmitía al presunto herede-
ro, quedando la propiedad, en estado perpetuo, en el propietario original. Aun-
que elStatue of Uses intentó disminuir las complejidades derivadas de los Uses,
sólo contemplaba las propiedades que hablan sido embargadas o secuestradas
por razones públicas o privadas, que quedaban sometidas al régimen de un trust.
Finalmente, según el Statue of Wüls todas las personas, excepto los niños, los
idiotas, los hombres con memoria débil y las femes couert podian trasmitir por
testamento escrito o por trust, a quienes desearan, sus derechos, propiedades
y títulos. Nótese que los dos últimos ordenamientos, de más de cinco siglos, son
derecho positivo en Estados Unidos de América, ya sea como regla estatutaria
o como parte del Common Law según cada estado de la unión.
Toda vez que, también, en aquel país el fideicomiso es una figura, de modo
formal, es diferente a todas las que integran el parque contractual del sistema,
su estudio doctrinal se desarrolló básicamente a través del case law (anteceden-
tes jurisprudenciales), al paso que en la práctica la perfección fiduciaria debe obe-
decer a reglas que se han decantado de miles de diferentes cases. Por ejemplo en
su obra Law of Trusts, J Bogert, uno de los más importantes especialistas
en este tema, cita 2750 tesis como parte del derecho positivo aplicable al fidei-
comiso. Sin embargo, a diferencia de otros países de sistema no codificado (In-
glaterra, Japón, Australia, etc) y desde luego a diferencia de los países de derecho
codificado (Francia, Suiza, España o Italia), según veremos Estados Unidos de
América, tiene múltiples leyes y reglamentos (Acts) que contemplan aspectos
tan variados del fideicomiso como su sistema de pruebas, su utilización para efec-
tos fiscales o el célebre Uniform Fiduciaries Act de 1922, que es una de las leyes
a las que deben obedecer los fiduciarios en los negocios que realicen como tales.
Halbach, profesor de Berkeley, considera que en el derecho estadounidense
actual, el fideicomiso se clasifica de acuerdo con los siguientes cuatro criterios,
en que cada uno está sometido a reglas de validez y obligatoriedad distintas pa-
ra cada parte

Según las obligaciones impuestas al fiduciario En (i) fideicomiso activo (aquel


en el que el fiduciario tiene obligaciones "de hacer" concretas), o {ii) pasivo
(aquel en el que el fiduciario no tiene responsabilidades concretas, sino que se
resume a ser receptáculo del titulo legal)
Según sus fines En (i) fideicomiso privado, o (ii) de beneficencia (charitable)
Según su forma de creación En (i) fideicomiso expreso, (ii) resultante (aquel en
el cual la ley presume una intención fiduciaria), o {iii) constructivo (aquel cuya
840 EL CONTRATO DE FIDEICOMISO

constitución es ordenada por un juez respecto de un bien que fue adquirido por
vías ilicitas)
Según el momento de su creación En (i) fideicomiso testamentario, o (ii) inter
vivos (este término latin se utiliza en inglés).
Los requisitos elementales que el fideicomiso debe reunir en el derecho estadou-
nidense son los siguientes

• Debe reunir una cierta forma de expresión, que de acuerdo con la clasifica-
ción anterior, sólo es aplicable al fideicomiso expreso. Como elemento esen-
cial, la única expresión de la voluntad que debe manifestarse es la del
fideicomitente, y puede ser verbal o escrita; pero para cumplir como requi-
sito, la forma debe contener la fecha en que la intención se expresó, así co-
mo que debe surtir efectos inmediatamente, en opinión de Bogert, la forma
fiduciaria debe ser la escrita, porque sólo por escrito se pueden constatar es-
tas dos condiciones
• Respecto de la formación del fideicomiso, es necesario tener presente lo si-
guiente: a pesar de que para su creación es suficiente con la manifestación
de voluntad del fideicomitente,la aceptación del fiduciario se presume has-
ta que, en su caso, se demuestre lo contrario; y a partir de que haga expresa
su aceptación, sus derechos y deberes se retrotraen (relates back) a la fecha
de la creación del fideicomiso; y si su voluntad la expresa en el sentido de
que no acepta ser fiduciario el fideicomiso simplemente nunca existió. Es de-
cir, a pesar de que en los derechos que hemos analizado, la manifestación de
voluntad del fideicomitente es también suficiente, en Estados Unidos de
América para que el fideicomiso se entienda constituido, la contratación bi-
lateral del fiduciario se presume desde la manifestación del fideicomitente,
y actualizada la del fiduciario las cosas se retrotraen al inicio, de suerte que,
aún a pesar de que sea por una presunción la bilateralidad del fideicomiso
existe desde el origen del negocio
• Debe realizarse respecto de un bien, objeto o cosa (res) que debe reunir los
siguientes requisitos: debe existir; debe ser propiedad del fideicomitente; de-
be estar plenamente identificado; y desde luego, debe ser transferible, por-
que a partir de la formación del fideicomiso, el bien o cosa queda trasmitida
al haber del fiduciario. No obstante en este derecho, como en el alemán, es
permitido que el bien fideicomitido no se trasmita en su totalidad sino que
quede sometido a la voluntad del fideicomitente
• Las partes del fideicomiso son elementos indispensables, y son los siguien-
tes: fideicomitente, fiduciario y fideicomisario; para poder serlo deben tener
tan solo la capacidad simple para ejercitar la titularidad de la propiedad, del
uso, la garantía, etc, que se haya trasmitido. Nótese que a diferencia del me-
xicano, el fideicomiso de aquel país requiere de fideicomisario para su per-
fección
Introducción al fideicomisomexicanoy de otrospaises 841

• Por último, el fin o propásito del fideicomiso es también un elemento esen-


cial. Debe ser legal o licito, y además de no contrariar el interés público, de-
be ser apropiado a la intención manifestada por el fideicomitente. Este
derecho tiene interesantes disposiciones respecto de fideicomisos no permi-
tidos, por ejemplo, están prohibidos los que tengan una duración mayor de
21 años, desde la creación del interés fiduciario, el que además debe ser abo
solutamente cierto desde el momento de la creación.
Las reglas fiduciarias del derecho de Estados Unidos de América son muchas
y muy variadas, y su estudio rebasa nuestro interés por compararlo. Baste sólo
mencionar, con el mismo interés, que además de las miles de sentencias (cases)
que en conjunto gobiernan diferentes perfiles de esta figura existen múltiples
leyes (Acts) dentro de las cuales las siguientes pueden considerarse las más im·
portantes
• El Uniform Fiduciaires Act, de 1922
• El Uniform Trusts Act, de 1937
• El Uniform Common Trust Fund Act, de 1938
• El Uniform. Trustees Powers Act, de 1964
• El cap VII del Uniform. Probate Code (del Trust Administration), de 1969.
Indudablemente el derecho de Estados Unidos de América es el más extenso en
materia de fideicomiso, pero carece de experiencia en los fideicomisos conocidos
como públicos en nuestro país (núm 175). Es importante subrayar que las fechas
de publicación de estas y otras leyes concuerdan con la época en que México de-
sarrolló sus primeros esbozos de legislación fiduciaria y, en efecto, observamos
una clara proximidad en algunas reglas de nuestro fideicomiso respecto de al-
gunas del de aquel país; incluso algunas parecen copiadas de manera extralógi-
ca, tal es el caso de el concepto "buen padre de familia" del art 356 LGTOC, o
los de fideicomiso "sucesivo" y "secreto" del art 359 LGTOC, que tienen una
connotación perfecta en el derecho estadounidense, pero que en el nuestro, por
una deficiente traslación idiomática de conceptos, provocan problemas de ínter-
pretación, pues la paternidad, lo sucesivo y lo secreto son circunstancias con-
templadas por nuestra legislación de manera bien diferente a como aparecen en
la LGTOC, que es la que los asimiló del estadounidense. Asimismo, veremos en-
seguida que el primer fideicomiso del que tiene noticia la academia mexicana, que
tuvo efectos en nuestro país, se celebró en Estados Unidos de América aun-
que surtió en México, y obedeció a una forma de fideicomiso que permanece te-
davla en aquel país y se denomina trust deed.

144 ANTECEDENTES LEGISLATIVOS DEL FIDEICOMISO


EN MÉXICO
La afirmación de que el país con más experiencia en la legislación, la jurispru-
dencia, la práctica y la aplicación pública del fideicomiso es México, no admite
842 EL CONTRATO DE FIDEICOMISO

contradicción. Y la afirmación de que en México, aún más que en el banquero,


el profesional sobre el cual descansa la perfección del fideicomiso es el notario
público, tampoco se puede negar. Sin embargo, no se podria decir que en Méxi-
co es donde nace dicha institución; y seria igual de incierto adjudicar su origen
en una nación especifica. Tal vez como acabamos de ver, el primer esbozo fídu-
ciario sucedió en Inglaterra. En su cátedra doctoral el maestro Bruno Oppetit
decia que, el fideicomiso se origina en la necesidad y no en un pals; señalaba que
el soldado moribundo en las trincheras de Lille, que en la guerra de 1870 pide
a su sargento que arrivando a la tierra lejana le entregue sus cosas a su esposa
y le informe que ella será la nueva propietaria, y que parte de ellas las debia en-
tregar a su madre, parte a sus hijos y parte guardarlas, no celebró un testamen-
to, sino un fideicomiso. En efecto, no nos parece que el fideicomiso tenga
nacionalidad, pero si tuviera naturalización tal vez seria la mexicana.
En todo este siglo el fideicomiso ha estado presente en nuestra práctica y
en nuestros sistemas bancarios de una u otra forma, pero como veremos no es
sino hasta 1926 que se publica la primera ley sobre la materia, aunque fue hasta
1932 (10 años después de la revolución) que el fideicomiso inicia su fructlfera la-
bor bancaria que a la fecha continúa y que, una vez más, fue designada ley su-
pletoria por la reciente LIC (art 46, XV). Antes del estudio sistemático de esa
institución es conveniente repasar con rapidez cuáles son los antecedentes de
su organización actual.
En opinión del maestro Batiza, la primera autorización para operar un fi-
deicomiso en México se dio respecto de un trust deed (en inglés deed significa
trasmisión de propiedades inmuebles, o simplemente escritura). El término trust
deed tiene dos acepciones: (i) en un sentido lato es el documento en el cual se crea
un fideicomiso cualquiera; y (ii) en un sentido estricto se entiende el fideicomiso
de garantía, en general hipotecaria, en el cual el bien se trasmite a varios fidu-
ciarios y no solo a uno; ese término es todavia ampliamente utilizado en Esta-
dos Unidos de América. Así, no obstante que un trust deed se otorgó en Estados
Unidos de América, produjo efectos juridicos conforme a las leyes mexicanas
y fue el instrumento con el que se garantizó la emisión de bonos, cuya captación
se destinó a financiar la compra de ferrocarriles y la construcción de vias férreas
(febrero de 1908). Antes, en 1905, se habia enviado a la Cámara una iniciativa
de ley, en virtud de la cual se podrian constituir instituciones comerciales encar-
gadas de desempeñar la función de agentes fiduciarios, que nunca se llegó a
discutir.
En la Convención Bancaria de 1924 (núm 19) se propuso la reglamentación
de cierto tipo de compañías bancarias que tendrian por objeto el de fungir como
fiduciarias, que nunca se realizó. Sin embargo, la Ley General de Instituciones
de Crédito y Establecimientos Bancarios, de diciembre de 1924, que abrogó la
Ley General de Instituciones de Crédito, de 1897, definió las facultades y obli-
gaciones de los bancos de fideicomiso, pero especificó que su funcionamiento se
regirla por la ley especial que habria de expedirse ulteriormente, lo que sucedió
Introducción al fideicomiso mexicano y de otrospaises 843

dos años más tarde. La fuente histórica de esta legislación de 1924, podría ser
el Uniform Fiduciaires Act de 1922, porque al igual que en éste, en la ley mexi-
cana no se contempla el fideicomiso en él mismo, sino solo el funcionamiento de
las fiduciarias.
En un articulado de 86 preceptos la Ley de Bancos de Fideicomiso, de junio
de 1926 organiza, por primera vez de forma modular, el fideicomiso en nuestro
pais. Este ordenamiento le dio expresamente el carácter de mandato irrevoca-
ble, lo que muestra con claridad la influencia de los sistemas románicos que vi-
mos antes. Pero su existencia fue efímera, porque en noviembre de 1926 fue
abrogada con la entrada en vigor de la Ley General de Instituciones de Crédito
y Establecimientos Bancarios; cabe precisar que esta nueva ley adoptó, respec-
to del fideicomiso, casi íntegramente el texto de la primera.
LaLey General de Instituciones de Crédito, de 1932, que una vez más abro-
góla de 1926, considera la actuación fiduciaria como una mera posibilidad, y aun-
que en lo general adopta las disposiciones ya existentes, detalla exhaustiva y
fundamentalmente los fideicomisos de quiebra, el testamentario y el de admi-
nistración. Asimismo, inició la institución del delegado fiduciario, no precisamen-
te con esta denominación, sino como un funcionario especial que en cualquier
tiempo podria ser removido por la Comisión Nacional Bancaria.
Finalmente, el27 de agosto de 1932, se publicó en elD O la LGTOC y entró
en vigor el15 de septiembre del mismo año. Esta ley fue la primera que reguló
el fideicomiso de forma integral y sustantiva no solo en México, sino en todo el
mundo, porque el Uniform Trusts Act se habria de publicar todavía cinco años
después, en 1937. Cuatro años antes -en agosto de 1928- se había publicado
el C6digo Civil que habria de entrar en vigor el l de octubre de 1932, es decir,
un mes después que la LGTOC. Es importante subrayar la probable influencia
que tuvo el nuevo C6digo Civil en el legislador de la LGTOC, porque tal vez, po-
dria explicar el contenido fuertemente contractual y obligacionista de la ínstí-
tución, que permanece hasta la fecha.
LaLey General de Instituciones de Crédito y Organizaciones Auxiliares del
3 de mayo de 1941, fue el ordenamiento encargado de organizar el funcionamiento
de los principales sujetos activos del fideicomiso, las instituciones fiduciarias,
por más de 40 años, -hasta 1982.
Por su carácter de leyes enunciativas y no integrales (núm 39), las LRSPBC
de 1983 y de 1985, y la LIC de 1990, no modificaron la estructura sustantiva del
fideicomiso, sino que lo consideraron como una actividad permitida para los ban-
cos y su organización material descansó y descansa, supletoriamente, en la
LGTOC (art 46, XV LIC).
Así pues, las disposiciones que reglamentan el fideicomiso en nuestro dere-
cho son las siguientes
• Por lo que se refiere a la sustantividad del contrato del fideicomiso,la LGTOC
• Por lo que se refiere a la organización de los sujetos activos del fideicomiso
(fiduciarias): la LIC
844 EL CONTRATO DE FIDEICOMISO

• Por lo que se refiere a los fideicomisos en los que participe como fiduciario
o fideicomitente el gobierno federal. la LFEP y la LOADMONPF
• Por lo que se refiere a los fideicomisos en los que participe la inversión ex-
tranjera: el Reglamento de la Ley de Inversiones Extranjeras. de mayo de
1989
Naturalezajurldica del fideicomiso 845

SEGUNDA
SECCiÓN

NATURALEZA JURíDICA
DEL FIDEICOMISO

145 BREVE DEFINICION y MONTAJE TÉCNICO


DEL FIDEICOMISO
La LGTOC proporciona una aproximación definitoria del fideicomiso de la si-
guiente forma: "en virtud del fideicomiso el fideicomitente destina ciertos bie-
nes a un fin licito determinado, encomendando la realización de ese fin a una
institución fiduciaria" (art 346). "El fideicomiso será válido aunque se consti-
tuya sin señalar fideicomisario" (art 347). Como se observa, de encontrar una
definición en estos dos arts seria una de tipo deductivo, pues no define ni clasifi-
ca el sujeto -el fideicomiso- sino que expone sus consecuencias técnicas in cau-
sam: se destinan ciertos bienes a un fin . . . ", En un derecho tan fuertemente
11 • • •

codificado como el nuestro, la definición tan precisa como posible de una insti-
tución que adquirió -tal vez de forma sorpresiva para el legislador-la impor-
tancia que tiene, hubiera sido muy afortunada; pero en 1932, la ausencia de tal
definición es entendible en la medida que, en esa época el legislador y la práctica
carecían de experiencia en torno al fideicomiso, y además porque fueron los diez
o doce años más fructiferos del quehacer legislativo de nuestro país,
Como sea, de aquella aproximación definitoria se coligen las características
esenciales de la institución, a saber

• Consiste en el desprendimiento y afectación de parte de un patrimonio, a la


realización de un fin
• En consecuencia, implica una trasmisión real de los bienes afectados
• El fin perseguido debe ser licito y determinado (nótese la relación de esta dis-
posición con el art 1795, III del Código Civil, al que regresaremos más tarde)
• La realización del fin no queda a cargo de aquel que se desprendió de los bíe-
846 EL CONTRATO DE FIDEICOMISO

nes, sino de aquel a quien se trasmitieron, en todo caso una institución fídu-
ciaria
• La obtención de tal fin podrá o no tener un destinatario especifico, que en
la materia se denomina fideicomisario.

La mecánica de su funcionamiento puede detallarse así


1 Una persona (fideicomitente) decide unilateralmente desprenderse de parte
o la totalidad de los bienes que forman su patrimonio, para que con ellos se
llegue a un objetivo concreto que también será el que señale su voluntad
2 El objetivo al que el fideicomitente quiere que se llegue con esos bienes sólo
puede ser el de constituir un fiduciario, quien para ello es necesario que se
convierta, no en su propietario en términos del abuso absoluto de la propie-
dad civil, porque "no adquirió" esos bienes, sino en el titular, tanto del pa-
trimonio afectado como de las obligaciones y derechos activos necesarios
para la realización del fin; esto, en la medida en que" alguien" debe agotar
el fin fiduciario y el comitente no puede serlo por haberse desprendido de los
bienes y porque "no es un fiduciario". Es decir
3 Los bienes de los cuales se desprende el comitente formarán, a su vez, otro
patrimonio más (¿autónomo tal vez?), pues ya no forma parte del patrimo·
nio ni del fideicomitente ni formará parte de aquel del fiduciario, sino que
queda sometido a la simple titularidad de éste, porque la persona especiali-
zada en la labor de llevar a cumplimiento en todos los casos los fines de cual-
quier fideicomiso es un fiduciario
4 Constituido el fideicomiso, el fideicomitente suspende su dominio real sobre
los bienes afectados -a no ser que se designe fideicomisario o que se pacten
derechos de esta índole a su favor- y el fiduciario se erige en el nuevo titu-
lar y se avoca él, y solo él, a la ejecución y consecución del fin. Pareciera que,
de manera voluntaria, se creó un patrimonio autónomo, pues por tal se en-
tiende el que no tiene propietario sino solo titular, con facultades tan amo
plias como sean necesarias para ejecutar el fin fiduciario, exclusivamente
5 Por lo general, del cumplimiento del fideicomiso se desprenden beneficios
que, como tales, deben tener un destinatario; es decir, por lo común, del cum-
plimiento de los fines fiduciarios se beneficia un tercero (fideicomisario), quien
también puede ser el fideicomitente, pero no en tanto que tal, sino en tanto
que fideicomisario, ya que, en efecto, puede ser ambas cosas, lo que no impi-
de que en ese caso deba ser, necesariamente, primero una cosa y luego la otra.
En su carácter de beneficiario, en determinados casos el fideicomisario pue-
de exigir al fiduciario el cumplimiento de los fines del fideicomiso, pero no
el fideicomitente, por no ser el beneficiario
6 Cumplido el fin del fideicomiso (si éste no era el de trasmitir al ñdeicomísa-
río, por el motivo que sea, la propiedad del patrimonio) las cosas vuelven a
su estado original tal cual se encontraban antes de constituirse. La mecáni-
ca del fideicomiso se ilustra en el cuadro 8
Naturalezajurldica del fideicomiso 847

1!l1!Jlil j)1II00 8 ~ Montaje del Fideicomiso

o
fiduciaria (S.N.C.)
(Recibe la orden y la
.cumpre: es la titular
'de los derechos
necesarios para ello).
T
o
CJ
t
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de la convergencia

c: ~ # Patrimonio
Fldelcomltldo
cumplimiento de
la orden y el patrimonio.

(;l:) p
OO~rtJ,;~ón_de bienes a la
creación de un patrlmonlo-
'7!fi.( autónomo con fines específicos.
848 EL CONTRATODE FIDEICOMISO

Sumariamente ésta es pues, la mecánica del fideicomiso. Pero ¿técnicamente qué


es esta mecánica?, es decir ¿qué es un fideicomiso?

146 UBICACIÚN DE LA TEORIA DEL FIDEICOMISO


La más importante doctrina de nuestro pros se ha pronunciado sobre la natura-
leza del fideicomiso. Así, se ha asimilado a un mandato, a una subpropiedad, a
un negocio fiduciario, a una declaración unilateral de voluntad y también a un
contrato fiduciario. Adelante veremos cada teoria de acuerdo con los autores que
las han sostenido. En este momento, se puede notar que cualquiera que sea su
definición, naturaleza y marco doctrinal el fideicomiso es y continúa prestando
invaluable utilidad. Es un concepto jus-mercantil relativamente fácil de expli-
car y entender, que al mismo tiempo es dificil ubicar de manera técnica en los
cuadros legales tradicionales, ya sean bonapartistas, germánicos o anglosajo-
nes. Como podremos constatar, entender la mecánica fiduciaria es sencillo, pe-
ro la pregunta, ¿qué es un fideicomiso? desde la óptica de la ley,lajurisprudencia,
e incluso la doctrina mexicanas es un problema irresoluto consensualmente hasta
la fecha, debido tal vez, a la falta de una definición precisa que antes comenta-
mos; lo que (nótese) no ha impedido el desarrollo de la institución.

Marco doctrinal
En los órdenes científicos, cada ciencia tiene un lenguaje propio y diferente com-
puesto de conceptos ideados por cada una, a fin de distinguir y entender adecua-
damente los objetos de su análisis y metodologia. Es así que en nuestra ciencia
existen conceptos como filiación, amparo, domicilio, nacionalidad, letra de cam-
bio, personalidad, interdicto, término, etc, que sólo en el derecho tienen un sig-
nificado tan preciso como el que conocemos.
Tratándose de una ciencia eminentemente normativa, en nuestra materia
la utilidad del diseño de cada concepto es identificar en una sola idea un cierto
número de derechos y obligaciones. Así, los derechos que tiene el padre sobre
el hijo, en virtud de la patria potestad, son diferentes a los que tiene el tomador
sobre el aceptante en razón de la letra, o el Estado sobre el ciudadano en virtud
de los impuestos; basta tan solo enunciar el concepto para que el abogado tenga
una idea bastante clara acerca de en qué consiste cada concepto y de las cargas
de cada parte. La conceptualización en el derecho tiene como principal interés
identificar la obligatoriedad juridica ~ que los individuos están sujetos. En es-
tas condiciones, resulta que el término fideicomiso no permite al técnico diluci-
dar, de inmediato como en otros conceptos, su consistencia y las
cargas-obligaciones de los involucrados; el lector que acude a la ley para saber
qué es un fideicomiso se encuentra conque la ley dice simplemente qué se hace
a través de él, a saber: " ... se destinan ciertos bienes a un fin licito determina-
do . . . .. (art 346 LGTOC).
Naturaleza jurídica del fideicomiso 849

Por otra parte, la mayoría de los conceptos privativos de esta ciencia ínvo-
lucran un claro contenido vincu1atorio, es decir, expresan una relación normati-
va entre dos o más individuos como acreedores, deudores, socios, dependientes,
etc; y existen otros conceptos, como personalidad, minoria de edad, etc, que no
manifiestan una relación de derecho, sino un "estado de derecho", y son en si
mismos suficientes para la localización de sus respectivas cargas legales. Trá-
tese de un concepto que expresa la relación entre dos o más sujetos, o de uno que
manifiesta la individual situación jurídica de un solo centro de imputación, de·
ben estar circunscritos en el marco normativo de las relaciones, pues si no se trata
de una obligación o de un derecho poco o nada tiene que hacer nuestra ciencia
en el negocio que se trate. Como cualquier otro concepto privativo de la ciencia
del derecho, el de fideicomiso busca subsimir un cierto número de derechos y obli-
gaciones a los cuales quedan sometidos los individuos que se ubiquen en la hi-
pótesis de ley que lo organiza. El fideicomiso no es de los conceptos que
manifiestan un simple "estado juridico" no en esencia vinculatorio, sino es un
concepto que manifiesta no solo las relaciones entre dos personas, sino también
las que en ocasiones se suscitan entre cientos de personas, con derechos y oblí-
gaciones más o menos equivalentes y todos concertados por una sola idea y no
de dos, que es precisamente la de fideicomiso. La ubicación de esta institución
es, como se observa, ciertamente compleja.
Como la tarjeta de crédito, la transferencia electrónica de fondos, el crédito
documentario, la banca y, en general, las figuras más importantes del moderno
derecho mercantil, el fideicomiso se origina en un sistema en el cual las clasifi·
caciones y definiciones ocupan un papel secundario y la prioridad corresponde
a la práctica diaria del comercio, que es la que dicta las normas a seguir: el dere·
cho anglosajón, en el que vimos, se arraigó por su utilidad insustituible cualquiera
que sea su naturaleza y definición. No obstante la similitud que en esencia guaro
da con el estadounidense, el fideicomiso se arraigó a tal grado en el derecho y
la práctica mexicanas que se convierte en un puntal del fomento económico co-
mercial tanto público como privado, al paso que es uno de los instrumentos más
útiles del Poder Ejecutivo; esto, a pesar de que en doctrina no hay acuerdo res-
pecto a su naturaleza y definición. El fideicomiso es extraordinario incluso en
ese sentido: permite su estudio y definición como una figura de naturaleza dife-
rente, con el mismo rigor. Veremos algunas de las tesis más importantes sobre
el tema.

Primera postura legal sobre la naturaleza del fideicomiso


Como manera de introducir en el derecho latinoamericano el fideicomiso anglo-
sajón (trust), a principios de siglo el jurista panameño Ricardo Alfaro propuso
adecuarlo a nuestros sistemas literales considerándolo como una especie de man-
dato irrevocable, en virtud del cual se trasmitirian ciertos bienes a una persona
llamada fiduciario, quien haria con ellos lo que le ordenase otro sujeto llamado
850 EL CONTRATO DE FIDEICOMISO

fideicomitente, siempre en beneficio de otro más denominado fideicomisario. Esta


posición doctrinal ciertamente influenció la legislación mexicana de la segunda
década de siglo, al grado de que las leyes de 1924 y de 1926 consideraron al fi-
deicomiso, precisamente, como un mandato.
No obstante el acierto de esta opinión, en el sentido de que tanto en el man-
dato como en el fideicomiso alguien acepta comprometerse a hacer algo que otro
le encomendó; con posterioridad a la LGTOC de 1932, no existe defensa contra
la critica de que en el mandato no hay trasmisión real de bienes (sería una com-
praventa); critica contundente que anula la posibilidad de ver en el fideicomiso
un mandato, no obstante que, esencialmente puedan encontrarse en las dos fi-
guras ciertas intenciones paralelas.
Es de precisarse que la legitimidad de esta posición teórica y legislativa se
refuerza, en tanto que efectivamente la figura del derecho bonapartista con la
que guarda mayor similitud, es el mandato; y por cuanto que la mayoria de los
derechos nacionales de Europa -con exclusión de los anglosajones- designan
el contrato de mandato como el derecho supletorio del asunto fiduciario en la to-
talidad de los casos, tal cual vimos páginas atrás (núms 134 y 135).

Hecho jurídico. acto jurídico. negocio jurídico y negocio


fiduciario; definiciones
Durante la gran actividad doctrinal desplegada en los años cuarenta, en tomo
a los temas más relevantes del derecho mercantil, el fideicomiso se convierte en
el objeto de estudios teóricos que de acuerdo con la metodologia mexicana se ini-
cian partiendo del concepto "hecho jurídico", en todo caso, como el método in-
dicado para localizar, tanto la trasmisión de la propiedad fiduciaria como la
naturaleza misma del fideicomiso -puntos torales de la materia- en nuestro
sistema jurídico general; método que continúa. Siendo que el debate doctrinal
se desarrolla en tomo al eje del hecho jurídico y sus diferentes especies, consi-
deramos conveniente proporcionar al estudiante algunas definiciones tanto del
primero como de las segundas, porque son conceptos que serán muy recurridos
en la exposición de las diferentes tesis sustentadas sobre el particular.
Hecho simple o no juridico (ausencia de participación humana y de consecuen-
cias no prevístas por el derecho) Es el acontecimiento, que no está prevísto en
el derecho como un supuesto normativo. Hechos humanos son caminar, reír y
demás, pero no son juridicos por ser irrelevantes desde la óptica de las tutelas
jurfdicas. Hechos no humanos -naturales o materiales- son el aura, el moví-
miento de las olas y demás, que tampoco son jurídicos porque son irrelevantes
para los intereses que nuestra ciencia organiza.
Hecho juridico en sentido lato (ausencia de participación humana pero con con-
secuencias prevístas por el derecho) Es el acontecimiento no humano que, por
oposícíón al hecho simple o no jurídico, está previsto como un supuesto norma-
Naturalezajurídica del tideicomiso 851

tivo. Los hechos que no están idealizados o previstos. en una norma jurídica de
alguna forma son ajenos al universo coercible del derecho. Un ciclón que surge
a la mitad de la selva es un hecho no humano y no jurídico, pero un ciclón a mi-
tad de la ciudad es un hecho no humano que si puede ser jurídico, porque puede
provocar la pérdida de un inmueble que servía de garantia hipotecaria o la exhi-
bición de vicios ocultos en una edificación que se derrumbó, etc; pues el acree-
dor hipotecario tendría derecho a exigir la reposición de la garantia y el
propietario tendría acciones para fincarle responsabilidades al constructor.
Hecho jurídico en sentido estricto (participación humana con intención ausente
y con impacto en la consecuencia) Estando matizado tan solo por el rigor de
la amplitud, se comprenderá fácilmente que esta especie de hecho es una deri-
vación de la anterior. La diferencia radica en la participación humana en el suce-
so, pero como un hacer simple, ausente y desconocedor de las consecuencias
(jurídicas) que éste producirá. Caminar, por ejemplo, es un hecho privativo del
ser humano, pero no jurídico, porque no está previsto en una hipótesis normati-
va; pero tropezar al caminar y romper un cristal, es un hecho otro tanto huma-
no, que sí es hecho jurídico, por los derechos que se abren en favor del afectado.
Es decir, no obstante que la persona realizó un hecho que tendrá consecuencias
de derecho, y entonces las produce, no lo realizó por ello sino por otras razones.
Fuertemente arraigado en la doctrina francesa, esta especie se clasifica a su vez
en dos subtipos, según sea la clase de consecuencia causada por el hacer huma-
no origen del asunto, que en todo caso genera obligaciones cuyo sustento mate-
rial es la participación humana y su base técnica es la ley
Cuasicontrato (el que obliga al autor hacia otra persona, en una forma lici-
ta) Es el hecho que realiza una persona en virtud del cual, crea una obli-
gación en su contra (la gestión de negocios por ejemplo) o que crea una
obligación a cargo de su correlacionado (la entrega de dinero con error en
la persona), sin que ni una ni otra lo hayan buscado y, por tanto, sin que es-
tén relacionadas en función de un vínculo convencional
Cuasidelito (el que causa un daño o perjuicio ilicito) Siguiendo con la ilus-
tración, caminar es un hecho humano no jurídico, pero tropezar por negli-
gencia al caminar, y romper un cristal, si es un hecho jurídico en estricto
sentido porque sus consecuencias están previstas como hipótesis normati-
va; pero además es un cuasidelito, por la responsabilidad que genera respecto
del daño sufrido que, desde luego, es un supuesto normativoprevisto por
el Cádigo Civil que entraña la obligación de restituir económica y subjeti-
vamente al afectado.
Acto jurídico (deliberada participación humana, tanto en en el acto como en sus
consecuencias) Los actos no son papeles, cosas o hipótesis, son desde luego, con-
ductas humanas. Y el acto jurídico es la conducta que está impreguada de la vo-
luntad del actor en totalidad. Desea realizar el acto, y por ende desea que sus
consecuencias se actualicen; ambos, el acto y sus consecuencias, están tipifica-
852 EL CONTRATODE FIDEICOMISO

dos por el derecho. Una persona requiere dinero, luego, entabla una relación obre-
ropatronal (acto juridico) o vende alguna propiedad (acto juridico), en el primer
caso queda obligado a subordinarse a cambio de su salario (consecuencia) y en
el segundo a entregar el bien contra el precio (consecuencia); pero si alguno de
estos actos o de sus consecuencias suceden imperfectamente, el afectado podrá
exigir, de manera legal, su perfección (consecuencia). Las palabras en parénte-
sis son actos y consecuencias tipificadas por la ley a la cual el actor deliberada-
mente manifestó su voluntad de quedar sometido. Este concepto, origen de la
mayor parte de las relaciones contractuales de nuestro sistema, ha encontrado
una subclasificación en el derecho alemán, que el notario y juris doctor Domín-
guez Martinez sostiene magistralmente
Acto juridico en sentido lato (deliberada participación humana, sólo en el
acto y en las consecuencias del acto) Es aquel en el cual el actor se limita
a su realización, y al sometimiento, por lo mismo, a las consecuencias pro-
pias de dicho acto, que serán sólo las que organice la ley y que son, también
por lo mismo, las únicas que el actor puede y desea generar (el matrimonio,
la autorización de constitución de un banco, etc)
Acto jurídico en sentido estricto, o "negocio juridico" (deliberada partici-
pación humana en el díseño del acto, en su realización y en sus ulteriores con-
secuencias) Es aquel en el que la voluntad del actor no solo se manifiesta
en el sentido de realizar el acto, sino también en el sentido de que las carac-
teristicas de sus consecuencias sean las deseadas, respecto de cuya ampli-
tud, por lo mismo, tiene un grado de libertad que sólo está limitado por la
ley; es decir, deben ser consecuencias, si bien diseñadas por el actor (o acto-
res), licitas por no contrariar la ley.
Negocio y acto juridico fiduciario (una parte trasmite bienes o derechos a otra
parte para que realice con ellos ciertos fines de su conveniencia) Desde luego,
se tratan de "actos juridicos" que concuerdan con la definición anterior, que pue-
den serlo tanto en sentido estricto como amplio, y se distinguen por dos elemen-
tos constitutivos clave, a saber: la trasmisión de bienes o derechos, y la aplicación
de ellos, por el trasmitente, a los fines deseados por el trasmisor. La naturaleza
juridica de esa trasmisión (nuda propiedad, depósito, posesión) y la naturaleza
juridica del acto en él mismo (contrato inominado, mandato, depósito) son el eje
del debate doctrinal en la materia. Pero el fideicomiso no es el único negocio o
acto juridico fiduciario del sistema, también lo son el depósito, la donación, la
garantía, el mutuo y otros que por su estructura tributan simultáneamente las
caracteristicas que presentan las definiciones que se contienen en los tres párra-
fos anteriores. Por esta razón, para efectos de esta exposición pueden señalarse
dos subtipos
Actos juridicos fiduciarios Se trasmite el bien o el derecho a través de un
acto cuyas consecuencias, a pesar de ser las deseadas, no pueden ser modi-
ficadas por la voluntad del trasmisor. Ejemplos son el endoso en garantía
Naturalezajurídica del fideicomiso 853

(t J), los créditos de refacci6n y avío (núm 119), para algunos el contrato de
seguro, y también la hipoteca voluntaria o unilateral
Negocios jurídicos fiduciarios Se transmite el bien o el derecho a través de
un negocio que se desea y se actualiza voluntariamente, y sobre cuyas con-
secuencias el agente activo -trasmisor- tiene un grado de libertad respecto
de su diseño y control, en la medida en que sea licito, es decir, concordante
con la ley. El ejemplo más esclarecido es, por supuesto, el fideicomiso, pero
en nuestra opini6n también puede serlo el contrato de mandato.
A continuaci6n veremos algunas de las opiniones que ha pronunciado nuestra
doctrina tanto respecto de la naturaleza del acto o negocio fiduciario como res-
pecto de la naturaleza de la trasmisi6n de los bienes.

147 TESIS DEL MAESTRO DOMINGUEZ MARTINEZ


(NEGOCIO JURIDICO)
En el más importante de los estudios te6rico-doctrinales recientes acerca del fi-
deicomiso, que desde luego, es vital para el estudioso de cualquier país, el maes-
tro Dominguez Martinez, es el primero en postular con claridad la necesidad de
analizar la naturaleza del fideicomiso como un acontecimiento dotado de juris-
dicidad propia y no aislando su origen o efecto para analizarlos con la preten-
si6n de agotar en el análisis de uno u otro el estudio del fideicomiso. Con este
interés cientifico el autor concluye, en primer lugar, que el fideicomiso es un ne-
gocio juridico de tipología compleja, no agotable con el uso, en su definici6n, de
uno solo de los tipos jurídico/legales organizados por nuestro derecho.
El autor citado, circunscribe la mecánica del fideicomiso en dos tipos lega-
les fundamentales (pues a partir de ellos se desarrollan las actividades que ge-
nera todo fideicomiso), que se identifican en el tiempo en dos momentos de fácil
detección, pero que -a nuestro juicio- no son sucesos diferentes sino el com-
ponente de uno solo, que es el fideicomiso. El autor opina que, implica un nego-
cio unilateral en su constituci6n, pero que respecto de su ejecuci6n implica un
acto de naturaleza contractual. El primer paso en el perfeccionamiento del fidei-
comiso es una declaratoría unilateral de voluntad y acto segundo, un contrato
ciertamente innominado, pero asimilable a la teoria general. Con gran dominio
de nuestra ciencia el autor señala que
el fideicomiso puede concebirse como un todo que se encuentra compuesto de una
fase constitutiva -podrfamos denominarla el animus fiducia -y otra ejecutiva-
que podríamos denominar causa fiduciae; la primera como acto jurídico unilateral
y, la segunda,como contrato, esto es, el elementopsicológico delprimeroloes la ma-
nifestación unilateral de voluntad y el consentimiento del segundo.
Así, en un primer ensayo, el autor define el fideicomiso como
un negocio j urldicoque se constituye mediante declaración unilateral de voluntad
de un sujeto llamado fideicomitente, en virtud de la cual, destina ciertos bienes o de-
854 EL CONTRATO DE FIDEICOMISO

rechos a un fin licito y determinado, y la ejecución de los actos que tiendan a ese fin
deberá realizarse por la institución fiduciaria que se hubiera obligado contractual-
mente a ello.
El autor continúa diciendo que la consecuencia patrimonial del contrato del
fideicomiso es la
trasmisión delderechode disposición de losbienesafectados,perono por ellola tras-
misión del derechode propiedad, la cual se conserva totalmente, pero en estado la-
tente, a favor del fideicomitente.
Diferimos de este autor en dos réplicas principales que no son suficientes
para desvirtuar la tesis ni para aportar otra, sino solo para continuar en favor
de una explicación más abundante del estudio del fideicomiso
1 Los dos momentos diferentes del perfeccionamiento del fideicomiso, que se-
rian la declaratoria unilateral (allimus fiducia) y el contrato que se perfec-
ciona con la aceptación del fiduciario (causa fiduciae), no son distinguibles
en el tiempo pues son coincidentes. indispensables y constitutivos del mis-
mo negocio jurldico y no de dos. En el fideicomiso no se presenta el "com-
promiso unilateral" de afectar parte de un patrimonio a la consecución de
un fin, sino solo la "voluntad individual" de hacerlo manifestada por el co-
mitente. Por el contrario las voluntades indispensables para constituir el fí-
deicomiso están a mitad. y si cualquiera de las dos se manifiesta y la otra
no, no hay fideicomiso. de la misma forma en que habiendo decidido pagar
una cantidad por un automóvil o tal pensión mensual por un local. pero ven-
dedor O casero desearan otra cosa. no habria compraventa o arriendo. Es per-
fecto cuando la otra voluntad necesaria se manifiesta en sentido
compromisorio, pues de lo contrario, el fideicomiso (afectación de bienes a
un fin) no se constituye; el negocio no queda frustrado, sino que se nunca cons-
tituyó un ejemplo.
Cuando una persona decide unilateralmente cambiar el régimen de una
propiedad inmueble de la individual por la de condominio, el número de vo-
luntades que participan en el acto se agotan con la del declarante, quien se
convierte en uno constitutivo mediante declaratoria unilateral de voluntad.
Pero si aporta el inmueble a un fideicomiso, y solicita al fiduciario que modi-
fique su régimen de individual a condominio, estamos en presencia de tres
diferentes manifestaciones: (i) la voluntad del propietario de destinar el bien
a un fideicomiso (animus que no crea obligaciones); (ii) la voluntad del fídu-
ciario de aceptar comprometerse a las cláusulas del negocio (causam que crea
obligaciones para éste y materializa la trasmisión real), y (iii) la voluntad del
fiduciario de modificar el régimen a condominio (contrae tus objetiva). La pri-
mera es policitante, la segunda es compromisoria y la tercera es unilateral.
En el fideicomiso no es suficiente desear afectar bienes pues para ello debe
estar de acuerdo la persona que institucionalmente debe cumplir el fin; asl
pues, como en todo contrato, en el de fideicomiso no basta decidir de mane-
Naturalczajurfdica del fideicomiso 855

ra unilateral por ser necesario que la primera decisión se acepte correlativa-


mente por otra voluntad
2 No puede trasmitirse un bien y dej ar su propiedad latente en manos del pro-
pietario original (10 que puede asimilarse a una nuda propiedad) pues para
ello, estimamos, que tal reserva debiera contenerse expresamente en el con-
trato o negocio constitutivo, y no de forma institucional. Podrta presumir-
se la reserva de una propiedad latente si el fin al que se destina el patrimonio
fuera difuso y por determinarse, lo que darla alternativas de conducción a
los participantes; pero en el caso del fideicomiso, conocer el fin al que se des-
tina el bien es lo que determina su constitución y el que, a su vez, permite
conocer la amplitud de la posesión y la propiedad del objeto; es una afecta-
ción que debe entenderse estrictamente en los términos del acto mediante
el cual se realizó, que puede implicar la trasmisión de la propiedad, la entre-
ga parcial o bien, la venta misma. La naturaleza del fideicomiso no es tras-
mitir la propiedad o el dominio, sino llegar a cierto fin licito mediante la
dotación de bienes para la creación de otro patrimonio autónomo, que no es
la propiedad de una persona especifica (patrimonio/personalidad), sino un cú-
mulo de bienes sujeto a las reglas especiales a las cuales su dueño decidió
someter y su ejecutor consintió en llevar a cabo.

148 TESIS DEL MAESTRO BARRERA GRAF


(NEGOCIO FIDUCIARIO)
Por su parte, el más importante de los jus-mercantilistas mexicanos, sostiene
que el fideicomiso es un negocio fiduciario; primero, porque ha sido acogido ex-
presamente, de manera típica, por la legislación, y, segundo, porque a través de
él se atribuye a alguien un derecho patrimonial en interés de otro, y a nombre
propio. Con energla afirma que
de no aceptarse la explicación del negocio fiduciario tendríamos que admitir que el
fideicomiso es un negocio "sui generis", lo cual es decir nada; es la forma de adecuar
una figura que se origina en un derecho diferente al mexicano y en el que un desdo--
blamiento de la propiedad, que desconcentraria la unicidad indispensable de la pro--
piedad, no es posible. Al contrario -afirma- que el patrimonio afectado en el negocio
fiduciario es precisamente eso: un patrimonio autónomo o de afectación.
En efecto, continúa diciendo, que a pesar de ser un negocio en esencia tras-
lativo, tiene correlativamente la obligación, para el fiduciario, de resumir la am-
plitud de sus derechos sólo a los necesarios para cumplir con el fin señalado por
el fiduciante, para lo cual dispone de una mayor o menor potestad de abuso so-
bre los bienes afectados a él. AsI, sostiene la teorla del patrimonio/afectación des-
tinado exclusivamente al cumplimiento de la finalidad pactada,la cual se impone
al fiduciario -dueño del patrimonio- como obligación y limitación. Sólo en es-
to diferimos de la opinión del maestro. Pensamos que no se opera in perfectum
una trasmisión de propiedad de los bienes fideicomitidos de manera universal
856 EL CONTRATO DE FIDEICOMISO

o erga homnes pues hay casos en los que la enajenación no es la total de tono
civil. Insistimos en que es una trasmisión especial, por tanto, sujeta a reglas es-
peciales que lo mismo involucran una trasmisión perfecta de la propiedad que
la trasmisión sólo de la posesión u otros derechos que dej a sometida la propie-
dad a posibilidades no clasificables en rubros alejados del fideicomiso como ti-
po legal.
El autor incluye en el concepto "negocio fiduciario" el contrato de fideico-
miso. Para él no todo negocio fiduciario es un fideicomiso, pero si todo fideico-
miso es un negocio fiduciario; por otra parte, en su tesis la sola posibilidad de
que el fideicomiso no sea un contrato es la testamentaria y los fideicomisos es-
peciales como la quiebra y la confusión de fideicomitente y fideicomisario. Pero
en todos, las formas de fideicomiso -sefiala- se da la traslación de la propie-
dad y la afectación, es decir, la doble relación; en todas interviene necesariamente
el fiduciante y el fiduciario. Luego, pensamos que la posición contractual, como
forma de explicar la naturaleza del fideicomiso no está (como en otras tesis) to-
talmente excluida de la tesis de nuestro maestro, aunque con certeza no se pro-
nuncia expresamente en su favor como la explicación et e jure del fenómeno
fiduciario.

149 TESIS DEL MAESTRO CERVANTES AHUMADA


(DECLARACIÚN UNILATERAL)
El ilustre mercantilista sostiene que, invariablemente, el fideicomiso es siempre
una declaración unilateral de voluntad, en virtud de que existe la posibilidad de
que se pueda constituir por testamento o por acto intervivos, a lo que es lo mis-
mo, afirma, que sólo es indispensable la participación de una voluntad en su per-
fección. Agrega que
puede ser que el fideicomiso se contenga en un contrato, pero no será el acuerdo de
voluntades lo que constituya el fideicomiso sino que éste se constituirá por la vo-
Juntad-del fideicomítente.
Nos parece que el animus fiducia es, en la tesis del maestro, suficiente para
la perfección del fideicomiso. E stimamos que si en vida una persona afectó en
fideicomiso parte de su patrimonio en favor de otra persona, y a su muerte el fi-
duciario designado o cualquier otro, no manifiestan su voluntad en sentido de
aceptación del compromiso (causa fiduciae), el fideicomisario nunca lo seria y no
recibirá nada, cuando menos no por la via fiduciaria; la intención original del fi-
deicomitente -el animus fiducia- quedaria reducida a simple intención imprac-
ticable y, entonces, para instrumentar la voluntad del cujus o los derechos del
heredero, deberian llevarse a la via sucesora civil.
En tal caso, una vez más, no pensamos que el fideicomiso se haya frustra-
do, sino que simplemente un fideicomiso no existió; de haber existido algo, con
consecuencias jurídicas, hubiera sido sólo el primero de sus momentos indispen-
Naturalezajuridica del fideicomiso 857

sables (1a animus fiducia), pero la causa del negocio (la causa fiduciae) no se hu-
biera materializado jamás. Recuérdese que en el derecho estadounidense (núm
143) el fideicomiso existe desde la declaratoria unilateral del fideicomitente, pe-
ro los efectos del negocio se retrotraen a ese momento desde que el fiduciario acep-
te el compromiso fiduciario (causa fiduciae), al paso que, si no acepta, los efectos
también se retrotraen, pero al segundo inmediato anterior a aquel en que el fi-
deicomitente haya declarado su voluntad, es decir, no hay fideicomiso. Disposi-
ción que, en efecto, no existe en derecho mexicano. Sin embargo, la opinión del
ilustre jurista ha encontrado, una vez más, eco en múltiples tratadistas. Por nues-
tra parte, no somos coincidentes por las razones que señalamos adelante.
Por lo demás, cabe decir que a pesar de las diferencias de opinión del maes-
tro Cervantes, en relación con la multiparticipación en la perfección del fideico-
miso, acepta con claridad los principios del negocio jurídico y el
"patrimonio-afectación" que comentamos párrafos antes. Pero se muestra con-
trario al principio del "negocio fiduciario" por dos motivos teóricos principales:
(i) en tanto que éste es un asunto atipico en nuestro derecho y el fideicomiso es
uno claramente típico, y (U) por cuanto que el primero trata de asuntos reales,
pero que son aparentes porque son destruidos por el negocio oculto, y el segun-
do es un negocio cuyos efectos derivan del acto constitutivo o de la ley y no de
relaciones internas y secretas. Nos parece que la opinión del ilustre maestro, tiene
múltiples puntos de coincidencia con la doctrina francesa sobre fideicomiso, se-
gún vimos (núm 142) es fuertemente repelente a la simulación ilicita.

150 PERO ¿COMO DENOMINA LA LEY A LOS ACTOS


Y LOS NEGOCIOS?
Breve repaso a la teoría general del contrato
Ante este sorprendente elenco de denominaciones tan macisamente técnicas (ne-
gocio juridico, negocio fiduciario, declaratoria unilateral, animus fiducia, causa
fiduciae, etc), el juicioso lector se preguntará: ¿en qué ley busco qué es cada una?
y si tales denominaciones no aparecen en el texto legal (desde luego, no apare-
cen), entonces debe entender que esas denominaciones o figuras son tremendas
lagunas de ley, porque el legislador olvidó incluirlas en el texto? O bien ¿debe
comprender que si están reguladas, pero con una designación diferente?
En efecto, el lector no encontrará esas designaciones sino en los textos de
doctrina y teoría del derecho. Y ¿cuál es su utilidad se preguntará? pues justa-
mente saber, de acuerdo con nuestra ciencia, qué es un fideicomiso, para sabién-
dolo, obtener de él sus mejores posibilidades (t I). La doctrina anterior y la que
enseguida se presenta no pretenden comprometer al lector con una sola tesis ni
con un solo autor, sino mostrarle diferentes opiniones que en conjunto le permi-
tirán, tal vez, comprender mejor el fenómeno fiduciario; cada uno seleccionará
lo más próximo a su criterio. En este momento, es importante hacer notar que
la forma en que la ley asimila a su universo normativo estas y otras desígnacio-
858 EL CONTRATO DE FIDEICOMISO

nes, es mediante una regla tan universal como para poderlas recibir sin que se
fracture la armonia del parque legal existente, a saber, la teoría del contrato.
El Código Civil señala que "convenio es el acuerdo de dos o más personas
para crear, transferir, modificar o extinguir obligaciones" (art 1792);que "los con-
venios que producen o transfieren las obligaciones y derechos toman el nombre de
contratos" (art 1793); Y que para "lo- existencia y validez del contrato se requiere con-
sentimiento, objeto, capacidad; perfección en la expresión del consentimiento, licitud
y formalidad" (arts 1794 y 1795).Ésta es la tipología del género, que tributa tantas
posibilidades de especie como acuerdos se adecuen a este tipo.
Es cierto que hay especies de contratos que la Ley (el C Cio, el C Com, etc)
organiza y designa de manera expresa; pero de ninguna forma debe pensarse que
sólo éstos caen dentro de la tipología genérica establecida por aquellos cuatro
arts fundamentales, sino que también lo serán todos los acuerdos de voluntad
que, estén organizados típicamente o no, concuerden con el tipo de género. Pues
bien, si por una parte (i) se ha buscado mostrar que la forma en que está organi-
zado en la LGTOC el tipo legal "fideicomiso", no es suficiente para determinar
qué es jurídicamente, pero el interprete (principalmente el juzgador) debe acu-
dir a alguna hipótesis ideal que le permita, contrastándola con la realidad, pon-
derar la perfección de los hechos controvertidos con vistas a resolver la absolución
o la condena; y por otra parte {ii) siendo que el fideicomiso es un acuerdo que crea,
transfiere, modifica e incluso extingue obligaciones y para su existencia y vali-
dez se requiere consentimiento, objeto, capacidad, perfección en la expresión del
consentimiento, licitud y formalidad; luego (iii} el fideicomiso, en derecho, toma
el nombre de contrato, trátese de un negocio jurídico, uno fiduciario, una decla-
ratoria unilateral o de otras explicitaciones de orden teórico y doctrinal, cual es
el caso, además de éste, de la franquicia, la mensajería, el factoraje y otros acuer-
dos ampliamente difundidos, que a pesar de que la ley no organiza en cuanto a
la especie, si lo hace en cuanto al genero, la que detallan con claridad los cuatro
arts civiles antes transcritos.
Para el lector, un buen inicio en la comprensión del fideicomiso puede ser
lo anterior; y el estudio obligatorio que debe proseguir es el de las tesis de doc-
trina que, dentro de otros, los citados, han pronunciado los más importantes mer-
cantilistas de nuestro medio, pues así podrá desglozar el fenómeno fiduciario de
manera que se permita obtener de él, como hemos dicho, sus mejores posibilida-
des. Por otra parte, dentro de las importantes tesis que la doctrina ha sostenido
sobre el tema (negocio jurídico, negocio fiduciario, etc) hay autores que como ex-
plicación mantuvieron et e jure precisamente, la teoría contractual. Ésta se
expone a continuación.

Tesis del maestro Batiza (contrato fiduciario)


El jurista de la Universidad de Tulane, considera que la naturaleza de acto uni-
lateral que se ha querido dar al fideicomiso carece de base jurídica, pues la de-
Naturalezajurfdica del fideicomiso 859

claración correspondiente no pasa de ser una simple oferta o policitación que


puede tener carácter de irrevocable, modalidad que no altera de forma radical
los principios de derecho común establecidos por los arts 1804 al 1811 del C Civ
(del consentimiento). Afirma que la naturaleza contractual del fideicomiso me-
xicano, incluso su categoria especifica en el género de contrato bilateral, sina-
lagmático y perfecto, se confirma por la existencia de la condición resolutoria
tácita, según la cual el pacto promisorio se entiende implicito en las obligacío-
nes reciprocas (art 1949 C Civ). Esta excepción non adimpleti contractus se ha-
ce presente con mayor claridad en los arts 80 y 84 LIC, según los cuales la
fiduciaria queda tácitamente obligada, de forma contractual, al cumplimiento
de una obligación cuyo defecto crea responsabilidad de daños y perjuicios, ade-
más de la opción de exigencia de cuentas y en su caso remoción en favor del fi-
deicomisario, que es claramente correlativa al art 355 LGTOC, que permite al
fideicomisario exigir el cumplimiento del fideicomiso. Para varios autores, den-
tro de los que destaca por su conocimiento y dedicación en la materia el maestro
Batíza, el fideicomiso es un contrato.
Este autor es partidario de esta última tendencia, es decir, consideramos que
el fideicomiso es un negocio fiduciario (término que no considera el maestro Ba-
tiza por no estar contemplado en nuestro derecho escrito y por ser tendiente a
confusión) que, en la legislación mexicana, toma el nombre de contrato, por ra-
zones legales, jurisdiccionales y doctrinales. Antes de someterlas al lector con-
sideramos adecuado mostrar algunas de las posturas que ha asumido la Corte
acerca del tema.

151 POSTURAS DE LA CORTE ANTE LA NATURALEZA


DEL FIDEICOMISO
Durante las últimas dos décadas, la Suprema Corte ha sostenido una postura
jurisprudencial que puede verse como constante, respecto a la forma en que ha
considerado el fideicomiso en sus discursos resolutivos. Es decir, la corriente
constante obedece a la manera en la que hace referencia al fideicomiso como el
eje, tanto del negocio constitucional como del juicio natural. Esa constancia con-
siste en que se refiere a él como un contrato. Por otra parte, en ocasiones se ha
pronunciado respecto de, "qué es un fideicomiso", en las que ha utilizado dos
conceptos diferentes (acto jurídico y negocio jurídico), pero de forma tal que no
ha sido ni sorprendente ni contradictoria, pues en ambos casos, como en todos
aquellos en los cuales califica procesaimente a esta figura como contrato, sus so-
luciones han sido situacionales, es decir, en función del caso concreto planteado
por los litigantes, más que por la sustantividad del asunto. Rápidamente vere-
mos las dos tesis de excepción, y enseguida algunas de las innumerables tesis
en las que la consideración del fideicomiso, como contrato, es constante.
860 EL CONTRATO DE FIDEICOMISO

1 Fideicomiso. Naturaleza del El fideicomiso es un negocio juridico


por medio del cual el fideicomitente constituye un patrimonio autóno-
mo, diverso de los patrimonios propios de las partes que intervienen en
el contrato respectivo, cuya titularidad se concede a la institución fidu-
ciaria para la realización de un fin determinado
(A R 769/84, Pleno, Informe 1986, pág 675).
A pesar de que afirma, en Pleno, que el fideicomiso es un negocio juridico
(tesis de los maestros Dominguez Martinez y Cervantes Ahumada entre
otros), esta excelente sentencia igualmente señala con claridad que este neo
gocio toma el nombre de contrato.
2 Fideicomiso. Concepto del
El fideicomiso es un acto juridico que debe constar por escrito, y por el
cual una persona denominada fideicomitente destina uno o varios bie-
nes a un fin licito determinado, en beneficio de otra persona llamada fi-
deicomisario, encomendando su realización a una institución bancaria
llamada fiduciaria. . .
(A D 45/77, séptima época, Sala Auxiliar, Actualización Civil VI,
1978·1979, pág 256).
Tratándose de una evaluación formal del fideicomiso, es de comprenderse
la razón que tuvo el juzgador para ubicarlo en su discurso resolutivo como
un acto juridico que, por lo demás, como vimos es la especie del género nego-
cio juridico.
3 Fideicomiso. Remate de inmuebles por La fiduciaria
... las partes, al celebrar un contrato de fideicomiso puedan pactar, o
sea convenir entre ellas, que en caso de incumplimiento de determina-
das obligaciones la fiduciaria saque a venta un bien inmueble, en
remate ...
(A D 1564/76, séptima época, Sala Auxiliar, Actualización Civil VIII,
1982·1983, pág 133).
La calificación del fideicomiso como un contrato bilateral, sinalagmático, one-
roso y conmutativo es, en esta tesis, evidente. El impulso de la calificación
proviene del juicio natural, en el que las partes se demandan incumplimien-
tos contractuales sin reparo en la naturaleza del negocio.
Fideicomiso. Nulidad cuandó el fiduciario asume la calidad de fideico-
misario
. . . Además, estableciéndose la referida nulidad como una sanción a los
contratos celebrados contra la prohibición aludida -asumir la calidad
de fideicomisario-, es correcto estimar que se trata de una nulidad ab-
soluta y por lo mismo no susceptible de convalidación por las partes, a
Naturalezajurldica del fideicomiso 861

la luz de lo dispuesto por los arts 80 y 2226 del Código Civil, aplicables
supletoriamentecon apego al art 20, frac IV, de la Ley General de TItu-
las citada
(A D 4391/69, séptima época, Tercera Sala, vol 23, cuarta parte, pág 27).
Esta extraordinaria tesis consiguió traslapar, de manera impecable, la teo-
na general de las nulidades civiles con la teoría fiduciaria, como la forma óp-
tima de resolver el negocio de nulidad planteado por los litigantes; desde
luego, la basificación de la solución es la consideración del fideicomiso, una
vez más, como un contrato, porque, de esta forma, se pudo resolver el asun-
to de nulidad.
Titularidad fiduciaria. Es licito su ejercicio cuando se ciñe a lo pactado en
el fideicomiso
... ni debe estimarse que la fiduciaria ejerce una función jurisdiccional,
dado que dispone de los bienes del patrimonio del fideicomiso de los cua-
les es el titular, lo que de ninguna manera implica que obre en sustitu-
ción de dicha autoridad judicial, sino sólo proceda a la realización de un
acto emanado de la libre voluntad y determinación del fideicomitente
al destinar bienes de su propiedad para la constitución de un fin licito
determinado, de tal suerte que, la fiduciaria no vulneró ninguna norma
legal al ejecutar el fideicomiso, pues obró conforme a los términos esti-
pulados en el mismo contrato
(A D 3551/79, séptima época, Tercera Sala, Informe 1980, segunda par-
te, Sala Civil, pág 85).
La forma en que, una vez más, el juzgador de amparo resolvió el negocio, fue
contrastando la conducta de la fiduciaria con la hipótesis ideal contenida,
por una parte, en las responsabilidades del banco (art 356 LGTOC), Y por
otra, en el tipo genérico del Código Ciuil; esto es, en la especie, la voluntad
de las partes plasmada en un contrato.
TImbre. Impuesto del. No lo causa la cesión de derechos realizada en un
contrato de fideicomiso
Si se celebra un contrato de cesión de derechos del fideicomisario a fa-
vor de una tercera persona, este contrato tiene carácter de mercantil,
por ser su objeto los derechos del fideicomisario en el propio fideicomi-
so, mismos que son cedidos a una tercera persona. . .
(Revisión Fiscal 176/64, séptima época, Sala Auxiliar, vol 21, séptima
parte, pág. 61).
El quid pro qua de esta sentencia no solo consiste en la consideración del fi-
deicomiso como un contrato, precisamente mercantil, por cuyo medio se de-
termina si el acto generador del impuesto es el contrato de fideicomiso o
alguno de los actos desahogados en cumplimiento de alguna de sus cláusulas.
862 EL CONTRATO DE FIDEICOMISO

Fideicomiso. Instituciones de crédito. Remate


Si en la escritura constitutiva del fideicomiso no se pactó que ... , sino
que se convino expresamente que dicha venta se haría conforme a las
bases establecidas en las cláusulas respectivas del contrato de
fideicomiso. . .
lA D 3756175, séptima época, Tercera Sala, vol semestral 115·120, cuarta
parte, pág 47).

Una vez más el telón de fondo que permitió la resolución constitucional fue
considerar el fideicomiso como un contrato, pero además reconociéndole a
las partes una libertad de pacto sólo admisible en los contratos de naturale-
za mercantil.
Y. Fideicomiso. Venta de inmueble conforme a las estipulaciones contrac-
tuales A D 551178, séptima época, Tribunal Colegiado del Cuarto Circuito,
Informe 1979, tercera parte, pág 251).
Fideicomiso de Garantia. El Fin Perseguido Por Las Partes en esta clase
de Fideicomiso Reúne los requisitos establecidos por el Articulo 346 de la
ley de la materia pues dicho fin es licito y determinado (A D 2771/66, sép-
tima época. Sala Auxiliar. Informe 1971. tercera parte. pág. 83); Fideico-
miso, venta de los inmuebles afectos al. No contraviene el art 17
constitucional (A D 3551179, séptima época, Tercera Sala, vol semestral
133-138, cuarta parte, pág 97); dentro de una buena treintena de tesis en las
que la Corte hace evolucionar la figura fiduciaria, en sus resoluciones, como
un contrato en todos los casos, a tal grado que en efecto, en nuestra opinión,
se ha configurado una corriente constante, precisamente, en el sentido de
que el fideicomiso, trátese de un negocio fiduciario, de un negocio jurídico,
de una declaratoria o de un asunto bilateral de perfección subsecuente, es
un contrato mercantil en los propios términos.
Es importante volver a subrayar que la apreciación teórica del fideicomiso, en
la forma propuesta por los ilustres juristas citados, no es contradecida ni me-
nos desvirtu ada por el hecho, real y material, de que la Corte considera el fidei-
comiso como un contrato, pues una cosa no tiene, de forma directa, relación con
la otra. Las posturas doctrinales buscan ubicar el fideicomiso en la ciencia del
derecho; las tesis de la Corte buscan solucionar un caso concreto, cualquiera que
sea su ubicación en la ciencia y la doctrina. La conclusión es clara: en materia
fiduciaria un litigio sólo será eficientemente sentenciable cuando el fideicomiso,
con respeto directo del art 1793 C Ciu, tome el nombre de contrato; en éste, co-
mo en cualquier otro (si bien de manera más complej a) hay dos momentos deter-
minantes que no se excluyen ni se pueden sintetizar aisladamente, sino que son
partes del mismo todo: el animus fiducia y la causa fiduciae; el primero, es la vo-
luntad del fideicomitente y, el segundo, es el acuerdo de voluntades entre él y
el fiduciario; fase constitutiva y ejecutora -en palabras del maestro Dominguez
Naturaleza jurídica del fideicomiso 863

Martinez- que a pesar de que son dos tipos muy claros y estructuralmente in-
dependientes, pierden valor legal si sólo existe uno y el otro no, es decir, si no
coinciden en un solo momento histórico que es la constitución del fideicomiso,
y que la Corte evoluciona en contrato como forma de resolver los asuntos de la
práctica.

152 DEFINICION DE FIDEICOMISO PARA EFECTO


DE ESTE TEXTO
En virtud del fideicomiso, dos personas (cuando menos) quedan vinculadas en
función de un escrito (art 352, segunda parte LGTOCl, que estipula obligacio-
nes y derechos para cada una. La fij ación conceptual de aquello a lo que se con-
cluya, que se quisieron obligar -y más tratándose de un negocio mercantil (art
40 LGTOC)- sólo es accesible con la consideración que se haga de él como un
contrato. No hay normas legales especificas para los negocios, los asuntos ni aún
para los actos; son denominaciones que utiliza la doctrina en la elaboración de
argumentos subjetivos, destinados a explicar la naturaleza de la figura, por lo
que no debe presumirse consenso. Ante un diferendo, es necesario acudir a un
parámetro estructural, general y estático, que permita calificar la buena o mala
celebración del acto, y el único susceptible de serlo en el fideicomiso, es el con-
trato. Por otra parte, del itinerario normal de su celebración se desprende que
la estructura del fideicomiso concuerda con el art 1793 del C Civ respecto a su
consecuenciajuridicainmediata; con el 1796 C Civ y 78 del C Com porlo que se
refiere a la forma de expresión de voluntad; y con los arts 1836 al 39 C Civ por
lo que se refiere al trato que puede dársele al objeto del fideicomiso.
Coincidimos con el maestro Barrera Graf, en el sentido de que el fideicomi-
so es un negocio fiduciario porque se constituye mediante formalidades contrac-
tuales originadas en la obligatoriamente coincidente manifestación de voluntad
que emitan y hagan concordantes fideicomitente y fiduciario (unidad de volun-
tades que reduce a una emisión de parecer sin importancia legal el interés que
informalmente manifieste el fideicomitente de afectar parte de su patrimonio a
un fin, si no se completa con la participación, como aceptante, de la fiduciaria),
respecto de la trasmisión real, en nombre propio, pero para un destino limitante
de las facultades del nuevo titular; pero los interpretes judiciales y privados re-
quieren darle un nombre, "legal" y no doctrinal, al asunto, el cual, de acuerdo
con el art 1793 citado, debe ser el nombre de contrato.
Entonces, para los estrictos efectos de esta exposición, y con base en lo dí-
cho y transcrito en la páginas que anteceden, por fideicomiso se entenderá

• Teóricamente, un negocio fiduciario, porque se opera una trasmisión real de


bienes que formarán un patrimonio autónomo y que la fiduciaria recibe en
nombre propio, pero como lo hace para la realización de un fin, no recepta
su propiedad, sino solo su titularidad y posesión
864 EL CONTRATODE FIDEICOMISO

• Técnicamente, el negocio fiduciario toma el nombre de contrato, porque pa-


ra su perfeccionamiento necesariamente debe presentar características téc-
nicas coincidentes con la teoría general del contrato civil, supletorio de la
LGTOC
• Es un contrato mercantil, en virtud de que así lo determina la ley (art lo, 20
párrLGTOC)
• Un contrato mercantil fiduciario, pues su mecánica descansa en la trasmi-
sión de buena fe que se hace al fiduciario, de parte de los bienes del fideico-
mitente, con un fin cuya vocación es procurar beneficios en favor del
fideicomisario
• Un contrato mercantil fiduciario, institucionalmente bancario, ya que para
su perfeccionamiento legal es indispensable la participación de una institu-
ción de crédito autorizada para fungir como fiduciaria (arts 46, XV LIC y
346LGTOC)
• En breve: el fideicomiso es un negocio fiduciario que toma el nombre de con-
trato mercantil, fiduciario y bancario.
Diferentes tiposde fideicomiso 865

TERCERA
SECCiÓN

DIFERENTES TIPOS
DE FIDEICOMISO

153 CLASIFICACION PARA EFECTOS CONTABLES


DE LAS INSTITUCIONES DE CRÉDITO
Es tan versátil y adaptable la figura del fideicomiso, tanto para las necesidades
civiles como mercantiles e incluso públicas, que en nuestra opinión, una clasifí-
cacíón exhaustiva seria en extremo dificil. Sin embargo, con fines puramente uti-
litarios destinados al control de la contabilidad interna de las fiduciarias, hace
tiempo (Circular 144211751 del 24 de abril 1970) la CNB clasificó el fideicomiso
de acuerdo con sus probables objetos contractuales a fin de facilitar el registro
y coordinación contables y financieros de cada institución. A partir de entonces,
de acuerdo con las particulares necesidades de cada banco se ha realizado una
diferenciación bastante clara, que si bien cambia de uno a otro, son esencialmente
los mismos desde el punto de vista de los criterios de clasificación; es como sigue
I Fideicomisos de garantia
a) Créditos
• Valores de renta fij a o variables
• Inmuebles
• Efectivo
• Otros
b) Depósitos.
11 Fideicomisos de administración
a) Créditos
• Valores de renta fija o variable
• Inmuebles
866 EL CONTRATODE FIDEICOMISO

• Efectivo
• Otros
b) Testamentarías
e) En mandato
• Tesorería. Pago de dividendos, modificaciones de capital, libros socia-
les, etcétera
• De representación común. Emisión de obligaciones, de certificados de
participación, etcétera
eh) Beneficencia o asistencia social.

III Fideicomisos de inversión


a) De crédito
• A instituciones de crédito
• A actividades empresariales y empresas privadas
b) En valores
• En cuenta corriente con el Banxico
• De renta fija
• De renta variable
e) En inmuebles
• Toda clase de situaciones inmobiliarias
• De inversiones extranjeras
eh) De beneficio (para empresas)
• Fondos de ahorro
• Planes de pensiones
• Planes de jubilación
d) Otros
• Sobre contratos de seguro
• Sindicatura de quiebra y suspensión de pagos
• En efectivo.

IV Otros fideicomisos de objetos diversos


No obstante esta detallada clasificación, cabe insistir en que la versatilidad del
fideicomiso significará que haya ocasiones en que alguno pueda salirse de toda
posibilidad de clasificación en función de la anterior. Respecto a clasificaciones
metodológicas de fideicomiso el lector puede referirse con mucho interés a las
que realizan, junto con otros, los maestros Villagordoa y Domínguez Martinez
en sus obras citas en la bibliografía.
Diferentes tipos de fideicomiso 867

154 ALGUNAS APLICACIONES PRÁCTICAS


DEL FIDEICOMISO
Con objeto de propiciar que la exposición de las siguientes páginas sea más cla-
ra, conviene introducir al lector, ya no en la teoría sino en la práctíca del fideico-
miso. Para ello, a continuación citamos algunas de sus aplicaciones más
frecuentes, que pueden ser tantas en la vida comercial y civil, como posibilida-
des tenga la imaginación de un técnico; es decir como veremos, son infinitas. Des-
tinando este numeral a una rápida revisión de las aplicaciones prácticas de esta
institución, se impone la siguiente precisión.
Acabamos de ver que, como tipo legal el fideicomiso, a diferencia de otros,
no tiene un fin predeterminado y preorganizado por la ley. Por ejemplo, la com-
praventa es fij ar cosa, precio y realizar entregas; el arriendo es intercambiar pre-
cio por la posesión temporal; la fianza es garantizar un cumplimiento principal;
la sociedad es la unión de capitales para repartir pérdidas y utilidades; el prés-
tamo es recibir dinero y devolverlo más un premio; el seguro es aceptar un ries-
go a cambio de una prima en efectivo; etc. Pero en el fideicomiso el tipo se reduce
a" ... destinar bienes a un fin licito determinado . . . "(art 346 LGTOC). Entién-
dase que hay tantos fines susceptibles de ser el destino de los bienes, como FI-
NES pueda diseñar la imaginación de un técnico. Dicho de forma distinta, hay
tantos fines como contratos, convenios y operaciones existan en el parque legal;
más aún, tantos como existan sólo en la imaginación, con la condición de que sean
lícitos. De otra manera; el fideicomiso no tiene un fin propio, sino que es el tipo
idóneo para desahogar otro fin más; en teoría su fin es facilitar otro fin. En sín-
tesis, el fideicomiso es, por excelencia (mejor dicho en exclusiva), un medio.
Desde luego, las aplicaciones más recurridas son las que generaron la clasi-
ficación de la CNB, que listamos arriba, para el control contable y financiero de
la fiduciaria (garantía, inversión de capital y administración). Algunos de los más
repetitivos son: el que trasmite el dominio del bien, al fideicomisario, por dife-
rentes motivos; el que se otorga con fines de garantía; el testamentario; los in-
numerables fideicomisos de administración; los destinados a liquidar una
sociedad; a desempeñar una tutela O una curatela; en general, los que permiten
planear y distribuir todo tipo de patrimonios familiares, públicos, industriales
o de cualquier tipo; el de síndico en la quiebra; el llamado "fideicomiso público";
y otros tipos ad infinitum. Con excepción de los dos últimos que se analizan por
separado (t IJI ynúm 175). En cada caso veremos cuáles la figura típica que sus-
tituye y que, de esa forma, se convierte en el fin facilitado o perfeccionado por
el fideicomiso. Durante la siguiente exposición es conveniente que el lector se
refiera al cuadro 8 para una mejor fijación conceptual.

155 EL FIDEICOMISO DE GARANTIA


La figura típica que sustituye es el mutuo con interés y garantía hipotecaria, y
la mejor definición de que se dispone la proporciona la Corte: "En el fideicomiso
868 EL CONTRATODE FIDEICOMISO

en garantía se transfiere. como es necesario por ley, la titularidad de ciertos


bienes a la institución fiduciaria, para que si el fideicomitente deudor, o un tercero,
no cumple con lo pactado, la institución proceda a la venta del inmueble y satis-
faga las prestaciones acordadas en favor del fideicomisario" (Fideicomiso en ga-
rantía, concepto de, A D 45/77, Sala Auxiliar, séptima época, vol semestral
97-102, séptima parte, pág 107). En efecto, el fideicomitente garantiza, preferen-
temente, el pago del crédito solicitado (aunque en general la obligación que se
garantiza es el pago de un crédito, en ocasiones también es útil para garantizar
otras obligaciones como la entrega puntual de mercancía, la conclusión sin vi-
cios de una obra civil, la devolución de un titulo reportado, etc).
Es preferente, en virtud de que no se cumpla con el pago del crédito (o no
cumpla con la prestación garantizada) en el plazo y condiciones estipulados, el
fiduciario ejecuta el fideicomiso previa comprobación del incumplimiento y sin
necesidad de recurrir al órgano jurisdiccional para demandar la ejecución, toda
vez que a presunci6njuris tantum -dice el licenciado Caballero- las partes pac-
taron en detalle la forma en que el fiduciario ejecutaria el fideicomiso, actualiza-
das ciertas condiciones; pacto que fue la suprema voluntad de las partes (art 78
C Com). El montaje seria como sigue

Fideicomitente El propietario del inmueble que se ofrece como garan-


tia, y a la vez el deudor de la prestación garantizada
Fiduciario La institución que recibe la titularidad del bien dado en
garantía. y quien lo ejecutará ya sea trasmitiéndolo al fideicomisario o
subastándolo o vendiéndolo para entregarle su producto
Fideicomiserio El acreedor al cual el fideicomitente le debe alguna
prestación, y en favor del cual redundarán los beneficios del fin del fi-
deicomiso
Objeto El inmueble propiedad del fideicomitente, que se trasmite a
la fiduciaria y que durante el plazo servirán de garantía
Fin Garantizar el cumplimiento de la obligación que tiene el fideico-
mi ten te en favor del fideicomisario. En caso de incumplimiento la fidu-
ciaria lo verifica y, si lo constata, ejecuta el fideicomiso, lo cual puede
ser la trasmisión directa al fideicomisario, o la venta o subasta del
bien para que su producto se trasmita a éste.

La sustitución de fideicomiso por mutuo obedece, dentro de otras razones, a la


invaluable ventaja que tiene sobre éste, principalmente en el sentido de que ob-
via el trámite de la demanda judicial para instrumentar la exigencia, que impli-
ca gran dilación en el cobro o cumplimiento.
Uno de los fideicomisos que más han motivado la intervención judicial ha
sido precisamente el de garantía, en nuestra opinión, por tres razones principa-
les; (i) porque el litigante pretende desvirtuar el fideicomiso haciendo consistir
Diferentes tipos de ñeelcomtso 869

su pretensión en que la garantía "no es un fin determinado o licito"; (ii) porque


el litigante pretende desvirtuar la naturaleza de trasmisión real del fideicomiso,
haciéndola consistir en que el fideicomiso, siendo de garantía, por definición no
puede trasmitir la propiedad al fiduciario sino solo la posesión temporal afecta
a garantizar; y (iii) porque el litigante argumenta que la fiduciaria se excede de
sus facultades al actuar en la ejecución como un órgano judicial. siendo que no
lo es. La Corte ha sostenido excelentes tesis sobre estos temas, algunas de las
cuales transcribimos a continuación

Fideicomiso en garantía. El fin perseguido por las partes en esta clase de fi-
deicomiso reúne los requisitos establecidos por el art 346 de la LGTOC, pues
dicho fin es lícito y determinado ... Este peculiar fideicomiso ha tenido gran
arraigo en la práctica. pues se ha venido utilizando como sustituto del contrato
de hipoteca. y por ello, el fin que se persigue con dicho fideicomiso es el de ga-
rantizar la devolución de un préstamo con un inmueble. entregándose éste pre-
cisamente, en calidad de bien fideicomitido, a una institución fiduciaria ... Por
consiguiente. el fin que se persigue con la celebración de un contrato de fideico-
miso de garantia, por una parte. es un fin determinado. puesto que el fideícomi-
tente que ha intervenido en su realización concreta su voluntad en 'garantizar
la devolución del préstamo respectivo con un bien inmueble'. En estas condicio-
nes, la declaración unilateral del prestatario nada tiene de abstracta o indeter-
minada ... ; sino que por el contrario, el consentimiento otorgado se ha
encaminado a un fin especifico, determinado. Además, el hecho consistente en
que se haga o no efectiva la garantia otorgada. es irrelevante para concluir que
el fin cuestionado sea indeterminado, toda vez que tal hecho es una cuestión ab-
solutamente ajena al fin que se persigue con el fideicomiso en garantía ... una
cosa es 'garantizar la devolución de un préstamo con un inmueble, y otra cosa
muy distinta es realizar o hacer efectiva la garantía otorgada en caso de incum-
plimiento del deudor' ..
lA D 2771166. Tercera Sala, sexta época, Actualización Civil 1971-1973, pág 2621.

Esta formidable tesis establece con nitidez la diferencia entre la determina-


ción del fin fiduciario. y la determinabilidad de otros considerandos como cuan-
tías, ejecuciones, etc. El fin del fideicomiso de garantía no es ejecutar un bien
y, así, desposeer a su dueño, sino que el fin es, simplemente. garantizar lo que
sea; si se ejecuta el bien se cumplió la garantía, y si no se ejecuta también se cum-
plió, porque fue útil. durante todo el plazo del fideicomiso. para sostener garan-
tizada la obligación.
Fideicomíso de garantía. Efectos para el fideicomitente Una vez constitui-
do y registrado un fideicomiso de garantía, el fideicomitente queda privado de
toda acción o derecho de disposición sobre los bienes fideicomitidos
(A D 171/65. Tercera Sala, séptima época, vol 51. cuarta parte, pág 29).
870 EL CONTRATODE FIDEICOMISO

Esta importantisima tesis de precedente consiguió en un pequeño párrafo


cumplir con dos principios de legalidad fundamentales en la materia fiduciaria;
por una parte, sostiene la regla incontestable de la trasmisión real (el fideicomi-
tente carece de derechos sobre los bienes); y por otra, también consagra el affee-
tio garantís de cualquier bien suspendido del comercio por haberse destinado a
garantizar. En efecto, si se hubiese constituido una hipoteca en lugar de un fí-
deicomiso, el dueño de la cosa podría haberla gravado en segundo lugar, incluso
la pudo seguir poseyendo, etc; pero siendo un fideicomiso (hubiera sido de ga-
rantia o no) el fideicomitente no puede hacer nada con los bienes. La trasmisión
de la cosa en el fideicomiso -incluso el de garantia- es in rem yerga homnes;
luego, en los asuntos de garantia tiene un radio de acción infinito, y además pero
fectamente idóneo.
Dentro de las múltiples tesis que la Corte ha sostenido sobre la ejecución, por
la fiduciaria y no por un juez, del bien fídsícomítído, que aparentemente implica
un exceso de facultades por invasión de la esfera judicial, consideramos oportu-
no citar la siguiente, porque en ella la Sala sostuvo a nuestro entender con gran
claridad (a pesar de que la ponencia se aprobó por mayoria de tres contra dos
disidencias], que incluso la subasta pública, como manera de ejecutar un bien
dado en garantía de una obligación que no se cumplió, es un fin perfectamente
determinado y licito, pero además legitimo, ya que, por una parte así se pactó
en el contrato y por otra, porque al haberse pactado se anuló la posibilidad de
aplicar el art 141 de la LGICOA (actual art 72 LIC): Fideicomiso. Instituciones
de Crédito. Remate (Tercera Sala, séptima época, vol semestral 115-120, cuarta
parte, pág 47). Además, otro de los ejes resolutivos de esta tesis giró en tomo
al hecho de que el quejoso
... no impugnó el contrato generador de los derechos y obligaciones, sino
únicamente los actos de ejecución derivados de aquel ... ,
es decir, continúa con una posición constante de la Corte según la cual, cuando
se impugna la validez de una derivación, no procede si no se invalidó la del prin-
cipal, sino al contrario se acepta y reconoce, por el carácter claramente acceso-
rio de la primera.
Pero no solo lo anterior, sino que la Corte ha sostenido directamente que para
la ejecución de un fideicomiso no es necesario solicitar, a no ser que así se haya
convenido en el contrato, la intervención de un órgano judicial
Fideicomiso. no es necesaria la intervención de un órgano [urlsdlccional para
la realización del fin Dada la naturaleza legal del fideicomiso, no es exigible
establecer, para el caso de su ejecución, la intervención de un órgano jurisdic-
cional, si, COmo ya se dejó asentado al analizar su esencia jurídica, se tiene pre-
sente que en este negocio jurídico, se da una afectación patrimonial destinada
a un fin, cuyo logro se confía a las gestiones de una institución fiduciaria,
que será la única titular de los bienes fideicomitidos ...
(A D 45/77, Informe 1977, segunda parte, pág 3~) ...
Diferentes tipos de fideicomiso 871

En suma, el fideicomiso en garantla es alternativa sumamente recurrida en


la práctica, en la que la fiduciaria queda facultada (si as! se estableció en el con-
trato) para ejecutar, incluso en subasta pública, el bien fideicomitido en caso de
incumplimiento de la prestación garantizada.

156 FIDEICOMISO CON FINES TESTAMENTARIOS


La figura típica que este fideicomiso sustituye es, desde luego, el testamento.
El fideicomitente, que es quien dispone de sus bienes para después de su muer-
te, manifiesta su voluntad sucesoria en las cláusulas del fideicomiso, la que será
cumplida por el fiduciario sin necesidad de iniciar diligencias ni de sucesión legi-
tima ni de testamentaria; por lo mismo, a su muerte no se requerirá la interven-
ción ni del órgano jurisdiccional ni de notario público. Lo anterior, no porque se
haya celebrado un testamento (el testamento es eso, y el fideicomiso lo propio,
y lo que se celebró fue el último), sino porque, por la esencia misma de este con-
trato, los bienes del fideicomitente se trasmiten a la fiduciaria para la realiza-
ción de un fin licito y determinado que, en este tipo de fideicomiso, consiste en
hacer con esos bienes lo que el fideicomitente le encomendó que hiciera en favor
de terceros (generalmente sus herederos), que no recibirán los beneficios del fi-
deicomiso en tanto que herederos, sino en tanto que fideicomitentes; al paso que
el fideicomiso se denomina en la práctica "con fines testamentarios" no porque
se trate de un testamento ya que no lo es, sino porque lo sustituye. El montaje
es el siguiente
Fideicomitente La persona fisica propietaria de los bienes y derechos que
a su muerte desea que se trasmitan a ciertas personas
Fiduciaria La que, a la muerte del fideicomitente, recibirá la titularidad de
sus bienes para cumplir respecto de ellos, y en favor de los fideicomisarios,
los deseos que estipuló en las cláusulas del contrato. Hay ocasiones en que
la afectación de bienes se hace desde antes de la muerte, luego, aunque des-
de ese momento se verifica el cambio de titularidad, la ejecución del fideico-
miso se realizará a la muerte
Fideicomisario La o las personas que el fideicomitente desea que, a su muer-
te, reciban los beneficios que diseñó en el contrato respecto de los bienes que
destinó al asunto
Fin Trasmitir a la fiduciaria, a la muerte del fideicomitente, la titularidad
de cierto número de sus bienes y derechos para que ésta, a su vez, los tras-
mita a los fideicomisarios de la forma, términos y condiciones que el propio
comitente estipuló en el contrato
Objeto Los bienes y derechos que a la muerte del fideicomitente serán tras-
mitidos a la fiduciaria, y que a su vez transferirá a los fideicomisarios.
872 EL CONTRATODE FIDEICOMISO

Este tipo de fideicomiso es recomendable sólo en casos especiales y no en lo ge-


neral. Por ejemplo, por la complejidad de la masa de bienes (acciones societarias,
inmuebles sujetos a litigio, sociedades en liquidación, etc); por la falta de homo-
geneidad o afinidad entre los fideicomisarios; por la ausencia de albaceas, tuto-
res o curadores idóneos; porque la cuantía de la masa sea tal, que amerite la
tramitación y costo de un fideicomiso, o por razones similares o equivalentes.

157 EL FIDEICOMISO EN ZONAS TURíSTICAS


A príncipios de los setenta, la prohibición para los extranjeros de adquirir bie-
nes inmuebles en las denominadas zonas prohibidas, que son la franja que se for-
ma a lo largo de 50 kilómetros en costas y 100 en fronteras (art 27, I Constitución),
se convirtió en íncompatible con la necesídad de desarrollo turístico que tenían
una gran cantidad de polos de recreo ubicados, príncipalmente, en las costas del
país. Si se recuerda que a diferencia de la gran mayoría de los países turísticos
con costa, el nuestro dispone de más de 15 ciudades de presencia turística inter-
nacional precisamente en la costa, se aceptará que esta prohibíción constitucio-
nal era un elemento inhibidor determinante para la ínversión turística. La
solución fue, una vez más, el fideicomíso. En 1971, se publicó el primer decreto
que autorizó la constitución de fideicomisos en virtud de los cuales se trasmiti-
ría a los extranjeros, por 30 años (art 359, III LGTDe¡, el uso y goce de la pose-
sión de ínmuebles en zonas prohibidas. El montaje de este tipo de fideicomiso
es el síguiente
Fideicomitente Los propietarios de construcciones, terrenos, derechos de-
rívados de licencias, autorizaciones, concesiones de servicios públicos, cré-
ditos, etc (generalmente una persona es dueña del terreno, otra de los
servicios y otra de las construcciones), que convienen en desarrollar un com-
plejo habitacional, hotelero, comercial o dos o tres cosas a la vez, para lo cual
los transfieren a la fiduciaria. También pueden ser el o los propietarios de
un complejo turístico ya construido, que igualmente transfieren a la fidu-
ciaria
Fiduciaria La que recibe la titularidad de los bienes y derechos aportados,
para que sea ella (sí no lo hicieron antes los fideicomitentes) la que constru-
ya el proyecto, constituya el régimen en condominio o de tiempo comparti-
do según el caso y la que, también, trasmitirá individualmente el uso de cada
habitación o local a extranjeros, o bien la propiedad a mexicanos
Fideicomisarios Las personas extranjeras o mexicanas que podrán adqui-
rir, en el primer caso, el uso de los locales por 30 años, y en el segundo, la
propiedad, contra el pago del precio que, en ambos casos, es generalmente
el mismo
Objeto Las construcciones, terrenos, derechos de servicios públicos, licen-
cias y autorizaciones municipales, permisos de autoridades diversas, mu-
Diferentes tiposde fideicomiso 873

tuos cuyos montos ya estén autorizados y dinero en efectivo, que los


fideicomitentes aportan al fideicomiso para que construya un complejo tu-
ristico de cualquier tipo destinado a ser vendido al público. También es fre-
cuente que lo que se destine al fideicomiso sea el complejo turístico ya
terminado. cuando los promotores realizaron la construcción a su cuenta y
riesgo. En este caso, el objeto no son terrenos, derechos de mutuo y demás,
sino un complejo inmobiliario ya construido
Fin Construir un complejo turistico y, una vez construido, venderlo al pú-
blico, ya sea directamente o a través de corredores profesionales con los cua-
les contrata en su carácter de titular, para que su producto sea entregado,
de acuerdo con el contrato, a los fideicomitentes. Como hemos dicho, tam-
bién puede ser que el objeto no sea construir porque los fideicomitentes ya
lo hayan hecho; en tal caso, el fin es sólo vender el complejo al público de
modo directo o a través de profesionales, y entregar el producto al comiten-
te. En ambos casos la trasmisión de derechos será, en exclusiva: a los ex-
tranjeros, 30 años de uso; a los mexicanos, la propiedad. En el primer caso,
la propiedad del local cuyo uso trasmitió, permanece bajo la titularidad de
la fiduciaria durante los 30 años.
Como se observa, aunque la intervención de la fiduciaria debiera ser optativa (na-
die está obligado a contratar), el Decreto de 1971, la convirtió en indispensable
para poder vender a extranjeros. Toda vez que las fiduciarias cobran por el ser-
vicio fiduciario están, desde luego, satisfechas con la existencia de esa prohibi-
ción constitucional. El importante expediente de la limitación del uso a 30 años
es todo un tema. En la práctica se observa que se ha solucionado en una de tres
formas: (i) en el contrato celebrado con cada extranjero se pacta que a los trein-
ta años la fiduciaria venderá el local, cuyo uso le haya permitido, y el producto
de la venta se entregará al extranjero; (U) se pacta que a los 27 años la fiduciaria
trasmitirá, una vez más, en fideicomiso pero a otra fiduciaria, el local objeto de
uso, para que la segunda fiduciaria igualmente se lo trasmita al extranjero ori-
ginal por 27 años más, o (iii) se pacta una renovación del fideicomiso original por
otros 30 años, y el expediente de la continuidad del mismo contrato que está pro-
hibido por nuestro derecho se salva con la firma de un nuevo fideicomiso, en es-
te caso, siempre que la legislación vigente al término de los primeros 30 años lo
permita.
En entrevistas sostenidas con profesores de universidades e inversionistas
extranjeros, este autor se ha visto impedido de dar respuesta lógica y universal
a tres preguntas: (i) por qué los extranjeros no pueden adquirir inmuebles solo
en zonas prohibidas; (ii) por qué si pueden adquirir su uso irrestricto por 30 años,
y tiii) por qué no pueden adquirir la propiedad. Simplemente no pudo dar respues-
tas lógicas porque no son lógicas sino históricas, y tampoco pudo darlas en sen-
tido universal porque sólo son ponderables a la luz, una vez más, de nuestra
propia historia: su análisis no nos corresponde, pero puede introducirse en los
temas tratados en el numeral 146 anterior.
874 EL CONTRATO DE FIDEICOMiSO

Como sea, es importante hacer notar que este tipo de fideicomiso se convir-
tió en un formidable argumento en favor de la tesis que sustenta la trasmisión
absoluta de la propiedad, de fideicomitente y fiduciario; y en uno de los más im-
portantes en contra de la tesis que sustenta una trasmisión de propiedad técni-
ca y no material, pues queda en el fideicomitente, pero en estado latente. En
efecto, cuando el constructor del proyecto. lo trasmite en fideicomiso a una fidu-
ciaria, y después ésta, a su vez, le trasmite el uso a un extranjero, ni fideicomi-
tente IÚ fideicomisario tendrán la propiedad, sólo porque no es posible en ninguno
de los dos sentidos; pero quien recibe el precio delloca/luso es el fideicomitente
y no la fiduciaria, a pesar de que sea ésta la que lo recibió en un primer momen-
to, ya que tampoco adquirió el inmueble por el hecho evidente de que no pagó
por él. Y al término de los 30 años el bien tampoco regresa al patrimonio del fi-
deicomitente, toda vez que su precio ya le fue pagado. Dijimos que la propiedad
del bien se transfiere a la fiduciaria, pero como ésta no lo compró, y por el con-
trario sólo lo recibe porque es ella la única que puede desahogar el fin pactado,
luego, tampoco es propietaria sino solo titular, más técnicamente, es la propie-
taria fiduciaria. Razones y argumentos que dan origen a la tesis de los negocios
fiduciarios. Acerca del tema de la propiedad del patrimonio fiduciario regresa-
remos más adelante.

158 FIDEICOMISO DE COLOCACiÓN BURSÁTIL


El origen más claro -que no el único- de este tipo de fideicomiso, es el acta de
emisión de los certificados de participación que, según vimos en otra parte (t 1),
deben ser emitidos necesariamente con el sustento de un fideicomiso (art 228 bl.
20 párr LGTOC). Igualmente en otra parte (t 1) vimos que de toda la gama de
títulos bursátiles que en la actualidad sirven al mercado de valores, uno de los
más importantes es el llamado CEPI (certificado de participación), cuyo repre-
sentante más célebre es el PETROBONO. Todos ellos emitibles sólo a través de
una intervención fiduciaria.
Pero los CEPIS y los PETROBONOS -que técnicamente son lo mismo-
no son los únicos títulos que se colocan en la bolsa, a través de un fideicomiso,
sino que la práctica y la ley permiten que sea cualquiera. En efecto, por una par-
te el art 46, X, XVII Y XV autoriza a los bancos, a efectuar operaciones con va-
lores de conformidad con la LMV; a fungir como el representante común de
asambleas de tenedores de obligaciones y otros títulos de emisión masiva; y a
realizar operaciones de fideicomiso. Por otra parte, los técnicos de la colocación
bursátil han encontrado en el fideicomiso un contrato útil para la captación, tanto
porque la colocación y la captación masívas son un fin lícito y determinado (art
346 LGTOC) como por la diversidad de intereses y necesidades que, soluciona
de manera simultánea. Así, nada se opone a que los bancos puedan, actuando
como fiduciarias, recibir la titularidad de bienes y derechos cuyo fin sea la emi-
sión y colocación de títulos bursátiles.
Diferentes tiposde fideicomiso 875

159 OTRAS APLICACIONES FIDUCIARIAS DIVERSAS


Hemos dicho que existen posibilidades infinitas de aplicación fiduciaria, algu-
nas de las más importantes se acaban de exponer. Pero además de éstas pueden
citarse las siguientes
Fideicomiso de inversión Aquel en el que una persona (fideicomitente) destina
cierta cantidad en efectivo o en titulas de crédito, a la constitución de un fidei-
comiso; y la fiduciaria se compromete, durante el plazo del contrato, a invertir-
los en el mercado de valores o en "mesas de dinero" de otras bancas, con objeto
de obtener con ellos un máximo rendimiento. Al término o periódicamente den-
tro de él, el fiduciario entrega parcialidades o la totalidad tanto del capital como
de los rendimientos, al fideicomisario, que en este ejemplo es la misma persona
que el fideicomitente. Este tipo de fideicomiso es el régimen desde el cual fun-
cionan las llamadas "mesas de dinero" de los bancos, los que son fiduciarios de
sus clientes -fideicomitentes y fideicomisarios a la vez- respecto de un fidei-
comiso que es múltiple porque está diseñado para invertir en un solo pul/los di-
neros de múltiples clientes
Pideicomitente Cualquier persona
Objeto Dinero o titulas de crédito
Fin Invertirlos en máximos rendimientos
Fideicomisario El mismo fideicomitente, o sus beneficiarios.
Fideicomiso de pensiones y jubilaciones Es aquel que constituye una empresa
-fideicomitente- mediante aportaciones de dinero especificas y periódicas, para
que la fiduciaria las invierta, reinvierta y administre con objeto de obtener de
ellos el mejor rendimiento; pero en este caso los fideicomisarios no son la empre-
sa sino sus empleados
Fideicomitente Cualquier empresa
Objeto Dinero o titulas de crédito
Fin Invertirlos en máximos rendimientos
Fideicomisarios Los empleados de la empresa.
Fideicomiso para mexicanización de empresas Es aquel mediante el cual los so-
cios extranjeros -fideicomitentes- de una sociedad anónima, endosan y tras-
miten sus acciones a una fiduciaria con objeto de que, durante el plazo del
contrato, las vendan entre personas físicas de nacionalidad mexicana o socieda-
des mexicanas con cláusula de exclusión a extranjeros, quienes al presentarse
ante la fiduciaria, y pagar el precio, se convierten en los socios de la sociedad que,
de esta forma, se "mexicaniza". El precio que paguen los mexicanos a la fidu-
ciaria será entregado por ésta a los socios extranjeros
Fideicomitente Socios extranjeros de una sociedad
Objeto Sus acciones
Fin Venderlas entre mexicanos
Fideicomiserios Los compradores mexicanos.
876 EL CONTRATO DE FIDEICOMISO

Fideicomiso para aseguramiento de pensión alimentaria Es el que constituye


el deudor alimentario -fideicomitente- ya sea convencional o judicialmente,
mediante la aportación en una sola exhibición o en varias, de bienes o más en ge-
neral, de dinero en efectivo, en el que la fiduciaria se compromete, además de in-
vertirlos y reinvertirlos, a administrárselos al alimentando -el o los
fideicomisarios- de conformidad con las reglas pactadas en el convenio
Fideicomitente Deudor alimentario
Objeto Dinero o bienes
Fin Administrarlos y ministrar una pensión mensual al fideicomisario
Fideicomisarios Los acreedores alimentarios.
Insistimos en los anteriores ejemplos dentro de un cúmulo infinito de posibili-
dades fiduciarias que en la práctica se conocerá rápidamente.
El patrimonio fideicomitido 877

CUARTA
SECCiÓN

EL PATRIMONIO FIDEICOMITIDO

160 DIFERENCIA ENTRE OBJETO Y FIN DEL FIDEICOMISO


Constituido el fideicomiso (para lo cual se requiere, como ya vimos, el animus
fiduciae en el fideicomitente y la causa fiducia en el fiduciario, es decir, trasmi-
sión real y compromiso contractual), la parte del patrimonio de la que se despren-
dió el fideicomitente, que es el objeto del fideicomiso, ipso jure se erige como un
patrimonio sujeto a reglas especiales cuyo destino no puede ser otro que el fin
señalado por el fideicomitente en el contrato. El objeto del fideicomiso constitu-
ye una universidad patrimonial; es un patrimonio independiente que, como el de
las sociedades, por una parte está, sometido a la dirección y desarrollo de una
persona fisica con facultades y poderes especificos para hacerlo (los consejeros
en ésta y el delegado fiduciario en aquel), y por otra, está destinado a un único
fin (al objeto social en ésta y el fin en aquel). En otras palabras, los bienes que
forman el objeto del fideicomiso no son el fin licito al que se destinan, pues co-
sas diferentes son, por una parte, el fin del fideicomiso (art 346 LGTOC) y, por
otra, el objeto, que son los bienes y derechos afectados (art 351)
Objeto Cualquier clase de bienes y derechos, propiedad del fideicomiten-
te (art 351 LGTOC)
Fin Aquel al que se destina el objeto, que debe ser licito y determinado,
y al que s610 puede llegar la fiduciaria (art 346).
Respecto de los requisitos que deben reunir los objetos y fines fiduciarios regre-
saremos más adelante (núm 158);en este momento téngase presente la diferencia.

161 ¿QUIÉN ES EL PROPIETARIO DE LOS BIENES


FIDEICOMITIDOS?
El objeto del fideicomiso (los bienes que forman un patrimonio autónomo), a par-
tir de serlo, pasa a integrarse al singular universo de los bienes juridicos que de-
878 EL CONTRATO DE FIDEICOMISO

ben ser vigilados, ya que por diferentes motivos su propietario no puede ejercer
su derecho de propiedad de modo ilimitado como normalmente sucede en los bie-
nes y patrimonios que no están vigilados de manera especial. Dentro de otros
casos citamos los siguientes
• La masa hereditaria todavia no adjudicada, cuyo propietario, el difunto, no
puede ejercer sus derechos de propiedad, sino que lo hace el albacea
• El patrimonio del quebrado antes del convenio, que no puede administrar
el comerciante por estar inhabilitado, sino el sindico y el juez (t III)
• El capital de las sociedades mercantiles, que no se puede destinar sino a los
fines de la constitución que configuran su objeto social, al cual sólo pueden
llegar los gerentes o administradores
• El patrimonio del menor y el interdictado, que a pesar de ser los propieta-
rios universales están impelidos de ejercer esos derechos y sólo pueden de-
sahogarlos sus tutores o curadores; y en general, el conjunto de bienes y
derechos acopiados por un solo centro de imputación que tienen un propie-
tario que, por diferentes motivos, no puede ejercer sobre ellos un derecho ili-
mitado de dominio y propiedad.

Si bien, por razones diferentes la sociedad mercantil, la quiebra, el intestado, la


minoría de edad y el interdicto, tienen un propietario especifico, no puede ser él,
sino una persona distinta, la que se encargue de llevar hasta su total consecu-
ción los fines legales o convencionales de cada caso. Pues bien, a diferencia de
estos casos, en los que el representante, tutor, consejero, etc, no son los propie-
tarios, en el fideicomiso el fiduciario si lo es, pero no en los términos abutendi
del derecho civil, sino en los de los asuntos fiduciarios; de ahi que sea más pro-
pio hablar de titularidad, o simplemente de propiedad fiduciaria, para distinguir
el tipo de manus que ejerce la fiduciaria sobre su propiedad como tal, del que ejer-
ce el propietario sobre su derecho real de propiedad civil.
Entonces, el patrimonio que se creó voluntariamente del desprendimiento
que hizo el fideicomitente de parte del suyo, implica una trasmisión de propie-
dad, pero no en términos civiles, sino fiduciarios; lo que significa que el interés
de dicha trasmisión no es la trasmisión en si misma, sino la consecución de un
fin ulterior, para el cual debe aceptarse que el legislador consideró indispensa-
ble desembarazar al fideicomitente de su propiedad civil directa, y al mismo tiem-
po trasmitirla a un fiduciario para que la sostenga, defienda y desahogue, pero
sólo de manera exclusiva en los términos de las órdenes dictadas por el fideico-
mitente en el acto de creación. Así, el patrimonio de un fideicomiso es autóno-
mo, esto es, en el aspecto jurídico, independiente de cualquier otro -incluidos,
en primer lugar, el del fideicomitente y el fiduciario-; pero se encuentra bajo la
titularidad y dirección exclusiva del último, que es al que se trasmitió su propie-
dad, tan solo con el interés de que llegue a un fin ulterior. La trasmisión de pro-
piedad es sólo un medio para llegar a un fin. E studiar un medio en él mismo, como
manera de entender la totalidad del fenómeno, es un afán incompleto.
El patrimonio fldelcomitido 879

La fiduciaria es pues la titular del patrimonio autónomo conformado por el


objeto -los bienes- del fideicomiso. De acuerdo con lo anterior, resulta que ser
el titular del patrimonio implica, en exclusiva, detentar todos los derechos y ac-
ciones que se requieran para obtener el cumplimiento de los fines pactados (art
356, primera parte LGTOCl, lo cual es comprensible en la medida que, dado el
contenido de confianza y crédito de que está impregnado el fideicomiso mexica-
no.Ia manera más sencilla de obtener una mejor eficiencia en esa titularidad (no
asi en figuras como la curatela, la sindicatura, etc) es trasmitiendo la propiedad
a la fiduciaria, pero no como una trasmisión absoluta entendida en términos del
Código Civil, sino una propiedad de tipo fiduciario que, por lo mismo, está fuer-
temente restringida por las limitaciones y reglas establecidas en el acto consti-
tutivo y cuyo cumplimiento está vigilado por un organismo público como la eNE.
Por otra parte, así como el patrimonio de la quiebra es organizado por el juez
y el sindico, el de la sociedad por el órgano administrativo, la masa hereditaria
por el albacea, el patrimonio del menor y el interdictado por el tutor O el cura-
dor, etc, en efecto el patrimonio fideicometido es organizado y administrado por
la fiduciaria; pero como ésta es una persona moral debe actuar a través de un
representante que, en la materia, se denomina delegado fiduciario; figuras és-
tas sobre las que regresaremos (núm 167).
Finalmente, cabe precisar que, como veremos adelante, es probable que el
propio fideicomitente se designe a si mismo el beneficiario del fideicomiso (fidei-
comisario) y, por tanto, que la propiedad de los bienes fideicomitidos den vuel-
ta, una vez más a su patrimonio después de que al inicio salieron de él. Esta
eventualidad no implica ni debe interpretarse como que el fideicomiso no es -ni
aun en este caso- un contrato traslativo de dominio, ya que como hemos dicho,
aquella alternativa no es más de eso, y en caso de que así se estipulara tendrla
que consistir en una doble trasmisión de propiedad; de fideicomitente a fiducia-
rio primero, y de fiduciario a fideicomisario después, no obstante que el primero
y el último sean la misma persona fisica o moral. Lo cierto es que hay una tras-
misión de propiedad, pero sujeta a las especiales reglas de la propiedad fiduciaria.

162 DIFERENTES FORMAS DE TITULARIDAD


La propiedad civil
De conformidad con el derecho civil "el propietario de una cosa puede gozar y
disponer de ella con las limitaciones y modalidades que fijen las leyes" (art 830
C Civ). Ésta es la definición de propiedad, una vez más deductiva y no directa,
que proporciona el derecho civil. Desde luego, no nos corresponde analizar esta
importante figura, pero es adecuado recordar algunas de las reglas generales que
señala aquel derecho porque de esa forma tendremos una mej or comprensión de
la titularidad fiduciaria.
880 EL CONTRATO DE FIDEICOMISO

En principio, como ya sabemos, en ese derecho los medios de adquirir la pro-


piedad son: Ii) a titulo universal o particular; (ii) a titulo oneroso o gratuito, y (iii)
en forma primitiva o derivada. El primer caso, cuando se trasmite la totalidad
de un patrimonio (en México sólo es posible cuando la trasmisión es hereditaria)
o parte de él; el segundo, cuando la trasmisión implica un costo o no, para las
partes; y el tercero cuando se adquiere de otro o se adquiere desde el origen, há-
blase de la facultad de apropiación. Tratándose incuestionablemente de un acto
jurídico (núm 146), en el fideicomiso no se aplica el último caso sino que, según
el fin que el fideicomitente desee dar a sus bienes, sólo pueden aplicarse alguno
de los dos primeros: a titulo oneroso o gratuito, o de forma particular o univer-
sal, este último sólo en el fideicomiso testamentario (núm 156).
Sin embargo, en su importante estudio de los bienes en el derecho civil el
maestro Rojina Villegas, sostiene que la propiedad de cosas muebles se adquie-
re en alguna de las diez diferentes formas: por sucesión universal; por apropia-
ción de cosas nullius o ajenas; por especificación, incorporación, unión o mezcla
de un inventario; por usucapión; por separación o toma de posesión en virtud de
un derecho a adquirir partes integrantes de una cosa, especialmente frutos; por
efecto del silencio de los propietarios de cosas encontradas, o de cosas arroja-
das por el mar a la playa; por hallazgo de tesoro; en ciertos casos por subroga-
ción real; por actos de Estado; pero también, dice el maestro Rojína, por
trasmisión de la propiedad en virtud de negocio juridico; desde luego, dentro de
otros el fideicomiso en éste último caso. Como quiera que sea, una vez adquirida
la propiedad, el derecho civil autoriza al propietario a que pueda hacer con ella
lo que sigue
• Puede enajenar la cosa (gravarla, donarla, venderla, renunciarla, etc)
• Puede desmembrarla (creando servidumbre, usufructo, copropiedad, régi-
men de condominio, etc), es decir, tiene en éste y el caso anterior, el jus
abutendi
• Puede aprovecharse de ella (rentarla, comodatarla, explotarla, etc), es decir
tiene el jus fruendi
• Puede usarla (habitarla, manej arla, leerla, vestirla, etc), es decir, tiene eljus
utendi
• Puede ejercitar su derecho de propiedad sobre ella de cualquier forma, siem-
pre que su ejercicio no tenga como único resultado perjudicar a un tercero
sin utilidad para el propietario (art 840 C Civ). Importante influencia de la
teoria social de León Duguit, sostenida en Buenos Aires en célebre confe-
rencia de 1913.

A la altura de nuestra exposición ya es evidente que, a partir del dia en que hizo
la afectación de sus bienes al fin fiduciario, el fideicomitente no puede vender,
gravar, usar, aprovechar ni desmembrar la cosa, ya que, a partir de dicho mo-
mento, dejó de ser el propietario. Pero pasa que el fiduciario, a partir de que re-
cibe la cosa, tampoco la puede vender, gravar, usar, aprovechar ni desmembrar,
El patrimonio fideicomitído 881

a no ser que el fideicomitente le haya dado, de manera especifica, ese fin, caso
en el cual la fiduciaria podrá hacer, única y exclusivamente, eso, y nada más; es
decir, tampoco puede hacer lo que, en derecho civil, el propietario puede hacer
con sus cosas, Luego, cabe preguntar ¿quién puede gravar, usar, vender, etc, la
cosa; es decir, quién es el propietario civil de los bienes fideicomitidos?
Si aplicamos con rigor los principios del derecho civil la respuesta, también
rigurosa, seria que dichos bienes no tienen propietario, porque nadie puede ha-
cer con ellos lo que los propietarios civiles pueden hacer con sus cosas. Sobre es-
te punto, esperamos, no debe haber contradicción: nadie es el propietario civil
de los bienes fideicomitidos porque nadie puede ejercer sobre ellos tal género de
dominio. Siendo que por definición los bienes fideicomitidos existen y nadie les
ejerce dominio, la conclusión es que forman una universalidad juridica que, téc-
nicamente calificada, consiste en un patrimonio autónomo.
Este término -patrimonio autónomo- de gran significancia en el derecho
privado mexicano, es incluso utilizado por la propia LGTOe (art 355, 20 párr in
fine) y la Corte, la que lo califica, como autónomo, en esta forma
El fideicomiso es un negocio j uridico por medio del cual el fideicomitente
constituye un Patrimonio fiduciario autónomo, cuya titularidad se conce-
de a la institución fiduciaria para la realización de un fin determinado.
(Fideicomiso, naturaleza, A D 5567/74, Tercera Sala, séptima época. vols
121-126, cuarta parte, pág 43).
Veamos cuál es, entonces, la manus que la fiduciaria ejerce sobre los bienes.

La titularidad fiduciaria
La interpretación conjunta de los arts 351.20 pár y 356. primera parte LGTOe.
establece con suficiente claridad el sustento normativo de la titularidad fiducia-
ria. En efecto
• El primer art dispone que
. sólo podrán ejercitarse respecto de los bienes que se den en fideico-
miso, las acciones y derechos que a ellos se refieran . . .
• El segundo, que
la institución fiduciaria tendrá todos los derechos y acciones que se re-
quieran para el cumplimiento del fideicomiso, salvo las normas o limi-
taciones que se establezcan al efecto. al constituirse el mismo; estará
obligada a cumplir dicho fideicomiso conforme a lo pactado.
La interpretación simultánea de ambos dispositivos permite colegir dos posicio-
nes legislativas que. a su vez, dan forma al circulo de facultades y deberes de la
titularidad que, como acabamos de señalar. juridicamente sustituye a la propie-
dad civil: la primera señala sus derechos y la segunda sus limitaciones.
La primera posición legislativa es clara: el fin de cualquier fideicomiso es lle-
gar al fin que el fideicomitente asignó a ciertos de sus bienes, exclusivamente.
882 EL CONTRATO DE FIDEICOMISO

Causa fiducia por excelencia, para protegerla, el legislador enviste a la fiducia-


ria de todas las facultades necesarias (pero sólo de ellas) para llegar a un fin con
los bienes que, durante todo el tiempo que dilate su consecución, pertenece en
lo civil a nadie y en lo mercantil al fiduciario, por ser ésta la única forma en que
puede disponer de las herramientas técnicas necesarias para ello. Por ejemplo,
si el fiduciario recibiera sólo los derechos necesarios para llegar al fin, y el fidei-
comitente guardará las demás, el desmembramiento real, personal y estructu-
ral de la cosa, que el negocio demandaría, alcanzaría una magnitud monstruosa,
que la titularidad fiduciaria sobre un patrimonio convertido en autónomo, aba-
te; titularidad que la ley define como todos los derechos y acciones que se requie-
ran para el cumplimiento del fideicomiso.
La segunda posición legislativa es de la misma manera clara, pero además
bien conocida por la teoria del contrato mercantil, pues se trata de la regla, se-
gún la cual, cada parte se obliga de la forma y términos que aparezca que quiso
obligarse (art 78 C Com). En efecto, por una parte la fiduciaria queda obligada
conforme a la letra del pacto (art 356), y por otra su titularidad sobre los bienes
está limitada, tanto por las reglas y limitantes establecidas para los efectos del
fideicomiso (art 356) como porque está reducida sólo a los derechos y acciones
que se refieran al fin señalado (art 351). Nótese, sin embargo, que estos cotos no
son en el sentido de que la titularidad debe ser institucionalmente utendi, [ruen-
di o abutendi en forma exclusiva, sino que la limitan a las cláusulas del contra-
to, al fin y a los efectos del fideicomiso; esto permite que el fin contractual pueda
ser cualquiera de estas tres formas de dominio, dos o las tres, y siendo así, se
entenderá que la trasmisión y consecuente titularidad del fiduciario deba ser total
y no parcial, pues la disposición tiene en potencia, para todos los casos, efectos
abutendi.
Dicho de modo gráfico la titularidad de la fiduciaria se compone de tres ele-
mentos: el derecho, la restricción y la trasmisión real, la última, sustento de los
dos primeros.

Derecho Todos los derechos reales y personales, asi como todas las acciones
judiciales, administrativas o de cualquier tipo -pero exclusivamente esos- que
se requieran para el cumplimiento del fideicomiso.
Restricción Las restricciones al ejercicio de todos esos derechos y acciones son:
li) sólo pueden ejercitarse respecto de los bienes fideicomitidos; lii) se sujetan,
en su caso, a las limitaciones y reglas establecidas respecto de dichas acciones
y derechos en el acto de constitución, y IUi) en todo caso queda obligada a cum-
plir con el fideicomiso conforme al acto constitutivo.
Trasmisión real Como la única forma de que la fiduciaria disponga de la liber-
tad, la capacidad y habilidad jurídicas, y en fin del espacio de maniobra que re-
quiere el desahogo de estos derechos y restricciones, se le trasmite el dominio
real de la cosa para que se convierta en su propietaria, pero no civil sino fiduciaria.
El patrimonio fldeicomitldo 883

Posturas de la Suprema Corte


Respecto de la necesidad de la trasmisión real de la cosa, como manera de per-
mitir el desarrollo del fideicomiso, y la distinción entre la propiedad civil y la ti-
tularidad fiduciaria. la Corte ha sostenido múltiples tesis dentro de las cuales
se mencionan. las siguientes dos
Fideicomiso. naturaleza del Según puede advertirse de los arts 346, 351 Y356
de la LGTOe. en nuestra legislación se concibe el fideicomiso como una afecta-
ción patrimonial a un fin, cuyo logro se confía a las gestiones de un fiduciario,
afectación en virtud de la cual el fideicomitente queda privado de toda acción
o derecho de disposición sobre los bienes fideicomitidos, de los que pasa a ser
titular la institución fiduciaria para el exacto y fiel cumplimiento del fin licito
determinado
(A D 4391/69, Tercera Sala. séptima época. vol 23, cuarta parte, pág 77).

La titularidad fiduciaria se justifica. al mismo tiempo que se anula la titu-


laridad civil. por la necesidad en nuestro derecho. de cumplir fielmente el fin
pactado.
Fideicomiso. Titularidad fiduciaria. Su diferencia con la propiedad civil Existe
una gran diferencia entre la propiedad civil y la titularidad fiduciaria, pues en
la primera se tiene la facultad de gozar y disponer de un bien, sólo con las moda-
lidades y limitaciones que fijen las leyes; en cambio. en la segunda, el titular no
tiene el derecho de gozar del bien, porque no puede disponer en su provecho de
la posesión y de los frutos, puesto que por lo norma! ta!es derechos se destinan
a! fideicomisarío, que no lo puede ser la institución fiduciaria; y. por otra parte.
la titularidad fiduciaria sólo puede desarrollarse dentro de los limites fijados en
el contrato de fideicomiso. mas esta circunstancia lleva a establecer que mien-
tras que la fiduciaria desarrolle la titularidad que le fue conferida por el fideico-
mitente. sobre el bien afectado en fideicomiso. su actuación no podrá considerarse
nula por ser contraria al tenor de leyes prohibitivas o de interés público
lA D 2158/76, Tercera Sala, séptima época, vols 139-144, cuarta parte. pág 53).

Podriamos decir que la Corte ha sostenido una corriente jurisprudencia]


constante en el sentido de dar a la titularidad fiduciaria. dentro de las diferen-
tes categorias de manus o dominios susceptibles de ejercerse sobre las cosas ju-
rídicas -en el caso los bienes fideicomitídos-. un rango específico. justamente
en atención a la trasmisión rea! de la cosa y los límites de actuación impuestos
a! nuevo titular por el contrato y la ley; negocio fiduciario perfecto para cuya me-
jor memorización se puede remitir a la tesis del maestro Barrera Graf (núm 1481.
884 EL CONTRATO DE FIDEICOMISO

163 ¿CUÁNDO SE ENTIENDEN TRASMITIDOS LOS BIENES?


La LGTDC no señala en qué momento los bienes se entienden trasmitidos a la
fiduciaria; al contrario, sólo establece en detalle los momentos en que la trasmi-
sión surte efectos ante terceros, lo que en algunos casos es suficiente porque, como
veremos, existen bienes que, por su propia naturaleza, su trasmisión se realiza
de manera simultánea ante terceros y entre las partes. Sin embargo, la LGTDC
señala que "la constitución del fideicomiso debe ajustarse a los términos de la
legislación común sobre trasmisión de los derechos o la trasmisión de propiedad
de las cosas" (art 352). Luego, cuando la naturaleza del bien permite diferenciar
el momento de su trasmisión en el cual surte efectos entre las partes, de aquel
en el cual surte ante terceros, es el derecho común el que señala, supletoriamen-
te, el momento a partir del cual la cosa se entiende transferida.
De conformidad con los arts 353 y 354, la trasmisión de los bienes, de fidei-
comitente a fiduciario, surte ante terceros en momentos distintos, según sea dis-
tinto el tipo de bien o derecho de que se trate. Veamos
Inmuebles (art 353) Tratándose de este tipo de bienes, el fideicomiso surtirá efec-
tos ante terceros cuando aquellos queden inscritos en el Registro Público de la
Propiedad del domicilio de su ubicación. Desde luego, en este caso se aplican las
reglas de la forma del contrato civil (arts 2316 y ss C Civ) y, por cuanto a la en-
trega y recepción de la cosa se refiere, las reglas aplicables son las de la entrega
real, juridica o virtual a que se refiere el art 2284 del mismo código.
Titulas nominativos (art 354, ll) Su trasmisión surtirá efectos ante terceros des-
de que se endosen a la fiduciaria y se hagan constar en los registros del emisor,
según el caso; por ejemplo las acciones societarias (art 129 LGSM), los certifica-
dos de depósito no negociables (art 236, 3er párr LGTDC), los CAPS (art 36 LIC),
etc. Como se observa, la trasmisión de estos títulos surte, simultáneamente, en-
tre las partes y ante terceros.
Títulos al portador (art 354, lll) La trasmisión de estos títulos surte ante ter-
ceros desde que estén en poder de la fiduciaria porque, como ya vimos (t 1), se
cumple el requisito físico muscular de portar el documento. Sin embargo, en la
práctica el fiduciario hace constar, en el contrato, la recepción del documento en
forma expresa. Al igual que en los nominativos, en aquellos que son al portador,
la trasmisión surte simultáneamente entre las partes y ante terceros.
Cosas corpóreas (art 354, Ill) La trasmisión de mercancías, alhaj as y en gene-
rallos bienes muebles por su naturaleza(art 753 C Ciu), también surte ante ter-
ceros desde que estén en poder de la fiduciaria, pero en este caso, la trasmisión
entre las partes surte de conformidad con las mismas reglas que se aplican a los
inmuebles. Sin embargo, en el caso de las mercancias, como cosas mercantiles
(art 71, 1 C Ca m) están sujetas a reglas diferentes, en el sentido de que una vez
perfeccionado el contrato, las pérdidas, daños o menoscabos que sobrevinieren
a las mercaderías serán por cuenta del comprador si ya le hubieran sido entre-
Elpatrimonio fideicomitido 885

gadas real, juridica o virtualmente (art 377 C Com), en la inteligencia de que, des-
de que el comprador acepte que las mercancías quedan a su disposición, se tendrá
por recibido de ellas (art 378 C Com). También es práctica común que la entrega
de las cosas corpóreas sea real, y así se asiente en el contrato.
Créditos no negociables (art 354, I] Esta categoría es denominada por el dere-
cho civil: mueble por determinaci6n de la ley (art 754 C Civ). El tipo civil es co-
mo sigue: "son bienes muebles por determinación de la ley las obligaciones y los
derechos o acciones que tengan por objeto cosas muebles, o cantidades exigibles
en virtud de acción personal". Un crédito no negociable puede generarse por múl-
tiples razones (mutuo, sentencia condenatoria que cause estado, los créditos fis-
cales, etc) pero buena parte de ellos se crean por virtud del ejercicio, o la mera
existencia, de una acción personal contra del deudor. Así, el art 354, I LGTOC,
permite colegir: (i) que la referencia directa es a los bienes muebles por determi-
naci6n de ley; y Iii) que los créditos no negociables, en tanto que bienes muebles,
pueden afectarse a la creación de un patrimonio fiduciario. Finalmente, por tra-
tarse de una cesión mercantil (art 390 C Com) la trasmisión de un crédito no ne-
gociable surte ante terceros a partir de que se notifique al deudor; pero cada
cesión debe reunir los requisitos ya civiles (arts 2029 y ss C Civ) ya mercantiles
(art 389 y ss C Com) de cada caso; según se trate de un crédito civil (el que tenga
un arrendador o un prestador, etc) o mercantil (el que tenga una afianzadora, o
el que tenga un obligacionista contra la emisora, etc).
Derechos personales (art 354, I) Al igual que los créditos no negociables, esta
categoría es denominada por el derecho civil "bien mueble por determinación de
la ley", pero en este caso no porque se trate de un crédito que requiere, para su
cobro, de una acción personal (art 754 C Civ), sino porque el derecho, al ser pero
sonal, una vez más, sólo puede hacerse valer mediante una acción personal. Di-
cho de forma distinta, el tipo civil del art 754 C Civ incluye las dos hipótesis de
esta frac I (créditos'no negociables y derechos personales), en la medida en la que
ambos requieren de una acción personal, el uno para el cobro, y el otro para ha-
cerse valer. Sin embargo, cabe precisar que los derechos personales requiere que
involucren una cantidad exigible para que sean considerados bienes muebles y.
entonces, bienes susceptibles de afectarse en fideicomiso (léase otra vez el art
754). Surten efectos ante terceros cuando se notifiquen al deudor, y surten en-
tre las partes en la fecha que señalen las reglas típicas del derecho personal de
que se trate.
En suma, las cosas susceptibles de afectarse en fideicomiso son cualesquie-
ra bienes y derechos, salvo aquellos que conforme a la ley sean estrictamente per-
sonales de su titular (art 351 LGTOC); de manera específica los siguientes
• Bienes inmuebles por naturaleza o por destino
• Cosas corpóreas (bienes muebles por su naturaleza)
• Bienes muebles por determinación de la ley, a saber
• Créditos no negociables
886 EL CONTRATO DE FIDEICOMISO

• Derechos personales
• Títulos nominativos
• Títulos al portador.
Cosas cuya trasmisión a la fiduciaria surte efectos entre las partes. y ante terce-
ros, según las reglas que se acaban de enunciar.

164 PATRIMONIO FIDEICOMITIDO REMANENTE.


Al TÉRMINO DEl CONTRATO
Más adelante veremos cuáles son las formas en las que un fideicomiso se extin-
gue (núm 1661.En este momento sólo revisaremos las consecuencias de la extin-
ción desde el punto de vista de lo que sucede con el remanente del patrimonio
fiduciario; patrimonio que durante la vigencia del contrato fue. como hemos visto.
autónomo. y que. por tanto. debe ser sometido a reglas muy estrictas cuando
deje de serlo y pase a formar parte. una vez más. del universo de las cosas que
están organizadas bajo el principio del patrimonio-personalidad. es decir, de las
cosas que forman parte de la manus dominus de una persona y que. por tanto.
no son autónomos.
Cuando el fin de un fideicomiso fue trasmitir la cosa al fideicomisario, se ve-
rifican dos trasmisiones; (i) la institucional (de fideicomitente a fiduciario), y (ii)
la convencional (de fiduciario a fideicomisario). Cuando esta última sucede. el fi-
deicomiso queda cumplido y, por tanto. se extingue (art 357.1 LGTOC); enton-
ces. el patrimonio autónomo simplemente deja de serlo y pasa a formar parte
del patrimonio del fideicomisario.
Cuando el fin no era la trasmisión real, o cuando habiéndolo sido. el fideico-
miso se suspende por cualesquiera motivos. entonces se aplica la regla del art
358 LGTOC que a la letra dice: "extinguido el fideicomiso, los bienes a él desti-
nados que queden en poder de la fiduciaria serán devueltos por ella al fideicomi-
tente o a sus herederos"; es decir, también en este caso se verifican dos
trasmisiones pero en un sentido regresivo y no de continuidad: (i) la trasmisión
institucional (de fideicomitente a fiduciario). y (iilla convencional o legal (de fi-
duciario. una vez más. a fideicomitente). Cuando esta última sucede. el fideico-
miso queda suspendido y. por tanto. se extingue (art 357. Il, IIl. IV Y VI
LGTOC); entonces. el patrimonio autónomo deja de serlo y regresa a formar parte
del patrimonio del fideicomitente.
Sólo hay dos motivos por los cuales, al extinguirse un fideicomiso. quedan
en poder de la fiduciaria (léase bajo la titularidad de, es decir, continúan siendo
un patrimonio autónomo) bienes o derechos

• Término Porque el fin no haya sido la trasmisión real al fideicomitente (art


357. 1 LGTOC); por ejemplo. un fideicomiso en garantia cuya obligación prin-
cipal se cumplió en tiempo y forma
El patrimonio fldeicomttido 887

• Suspensión Cuando habiendo sido el fin la trasmisión real, dicho fin no se


cumpla, ya sea porque el fideicomiso se convirtió en imposible, porque se ac-
tualice una condición resolutoria o no se actualice una suspensiva, o bien,
porque habiéndose reservado el fideicomitente el derecho de revocación, re-
voque el fideicomiso antes del término (art 357, B, l H, IV Y VI LGTOC).
En cualquiera de estos dos casos, quedan en poder de la fiduciaria bienes o dere-
chos y entonces se aplica la regla del art 358. Nótese que durante todo el tiempo
que el fideicomiso existió, el patrimonio fue autónomo y estuvo sometido a la
titularidad de la fiduciaria; nótese también, que en ambos casos (término O sus-
pensión), al extinguirse el fideicomiso, la fiduciaria todavia tenia la cosa en su
poder. En ese momento, esta debe reintegrarse a la misma persona que la afec-
tó, a saber, al fideicomitente.
Las reglas de la retrasmisión de bienes a que se refiere este art 358, son las
mismas que vimos páginas atrás con ocasión de la trasmisión institucional (núm
156), de fideicomitente a fiduciaria, sólo que en sentido inverso. Por ejemplo, si
la cosa fueron acciones societarias u otros titulos registrables, la trasmisión de-
berá asentarse en el libro de registro de acciones y, por supuesto, deberán endo-
sarse (art 354, B LGTOe); en el caso de inmuebles o derechos reales impuestos
sobre ellos (art 358), del mismo modo deberá inscribirse -tildarse- el asiento
correspondiente en el Registro Público de la Propiedad en el que se asentó la tras-
misión institucional (art 353), etcétera.
888 EL CONTRA ro DE fIDEICOMISO

QUINTA
SECCiÓN

ELEMENTOS DE EXISTENCIA
Y CONDICIONES DE VALIDEZ
DEL FIDEICOMISO

165 REQUISITOS DEL OBJETO y DEL FIN


DEL FIDEICOMISO
Como todo contrato, el de fideicomiso se identifica de cualquier otro, por ciertos
elementos de individualización que son los siguientes
• Objeto
• Licitud en el fin
• Capacidad de las partes
• Expresión del consentimiento
• Forma.
Hecha ya la diferencia entre uno y otro (núm 153), en este numeral veremos su
objeto y su fin; en los siguientes analizaremos la forma y, fundamentalmente,
tanto la capacidad de las partes como las cargas obligacionales de cada una.

Requisitos del objeto


Como ya vimos (núm 160), dos cosas diferentes son el fin del fideicomiso, cuya
realización generalmente beneficia al fideicomisario; y el objeto, que son los bie-
nes y derechos que se afectaron a él. Es decir, el objeto del fideicomiso es el bien
o el conjunto de bienes que el fideicomitente decidió afectar. Para poderse afec-
tar deben reunir los siguientes requisitos

• Deben existir en la naturaleza (art 1825 C Ciu)


• Determinados o determinables en cuanto a su especie (art 1825 C Ciu)
Elementos de existencia y condiciones de validez del fideicomiso 889
--~------------------------

• Ser derechos reales o personales. es decir, pueden ser muebles o inmuebles


de cualquier tipo y también bienes muebles por disposición de ley
• Los bienes deben no ser estrictamente personales de su titular (art 351, 1er
párrLGTOC)
• Deben estar comprendidos en el comercio (art 1825 C Civ).
En efecto, el art 349 LGTOC señala que "sólo pueden ser fideicomitentes las per-
sonas fisicas o jurídicas -léase morales- que tengan la capacidad necesaria para
hacer la afectación de bienes que el fideicomiso implica". En este dispositivo se
observa un error técnico legislativo, incurrido con frecuencia a mediados de es-
te siglo, que en nuestra opinión, obedece a que la teoría de la capacidad de Pjer-
cicio no habia evolucionado como en nuestros dias. En efecto, no es tanto que
este art debiera haber utilizado como parámetro el concepto genérico capacidad,
sino el de habilidad jurídica, pues en este caso es más estricto y consecuenterrente
más claro.
Por ejemplo, el licenciado en derecho que tiene plena capacidad de ejercicio,
no puede trasmitir en fideicomiso los derechos inherentes a su cédula profesio-
nal, toda vez que se trata de un derecho " ... estrictamente personal del titu-
lar. . ~ " (art 351 LGTOC); no es que carezca de capacidad juridica, sino de
habilidad de trasmisión. Otro caso es el del albacea, que a pesar de ser el único
que tiene la capacidad para vender los bienes de la masa (arts 1706, 1758 C Civ
y 841 C Proc C), no tendrá la habilidad para hacerlo si los herederos no autori-
zan la venta (arts 1717 y 1719 CCiv); el mismo caso, cuando el sindico debe ven-
der bienes de la masa quebrada, pero no tiene autorización del juez o la
intervención (art 203 LQSP); o bien, el consejero que dispone ultra vires de al-
guno de los activos de la anónima de manera excedida al objeto social (arts 10
y 152 LGSM), etc. De forma individual tienen capacidad, pero no la habilidad
requerida para afectarlos de forma distinta al destino que tienen.

Requisitos del fin


Por su parte, el fin del fideicomiso es el destino que el fideicomitente escogió darle
al objeto; es decir, a los bienes que afectó. De conformidad con la LGTOC, el fin
del fideicomiso puede ser cualquiera, siempre que
• El fideicomisario tenga la capacidad (léase una vez más habilidad) juridica
necesaria para recibir el provecho que implica (art 348, 1er párr)
• Sea LíCITO (art 346); requisito que es redundante en los convenios legales
• No implique una simulación que defraude a terceros (art 351, 3er párr)
• Esté claramente determinado (art 347)
• Su desahogo no convierta al fiduciario en fideicomisario (art 348, 40 párrl
• No sea secreto (art 359, 1) es decir, no debe ser un fin oculto para la fiducia-
ria, que la dejara reducida a ser titular de un patrimonio cuyo fin desconoce
890 EL CONTRATO DE FIDEICOMISO

• No conceda beneficios a personas que deban sustituirse sucesivamente por


muerte de la anterior (art 359, Il)
• Su desahogo no demande una duración mayor de 30 años (art 359, UI)
• No consista en condiciones y términos que se aparten significativamente DE
LAS prevalecientes en el mercado en la fecha de la celebración, de las poli ti-
cas generales del banco y de las sanas prácticas y usos bancarios (art 106
V LIC)
• Con excepción de su negligencia o culpa grave, siempre que no implique pa-
ra la fiduciaria la obligación de responder ante los fideicomitentes por el in-
cumplimiento de las personas con las que contrate por virtud del fideicomiso
(art 106, XIX, b) LIC), sean deudores de créditos o emisores de los titulos;
ni tampoco implique la garantía del rendimiento de los fondos que se les con-
fíen en los fideicomisos de inversión
• El objeto no sea una finca rústica, con excepción de los fideicomisos con fi-
nes testamentarios; los de garantia en los que la finca sea la garantia; y los
de pago en los que la dación sea la finca; siendo que en los tres la adminis-
tración no puede exceder de dos años (art 106, XIX dl LIC).
Con estos cotos legales. acerca de los que abundaremos más adelante en el aná-
lisís de cada uno de los derechos y obligaciones de las partes. los fines del fidei-
comiso no tienen más límite que la imaginación del técnico.

166 ENUMERACIÚN DE LAS PARTES DEL CONTRATO


Son tres las partes del contrato de fideicomiso de las que sólo dos son indispen-
sables
• Fideicomitente De conformidad con el art 346 LGTOC. es un elemento in-
dispensable
• Fiduciario De conformidad con el mismo art 346, es también un elemento
indispensable. Como la LIC establece (arts 30 y 90) que las fiduciarias de ma-
nera necesaria deben ser una 8NC o una sociedad anónima, es decir, deben
ser personas morales, quedan obligadas indirectamente a ser representadas
por una persona fisica (arts 10 LGSM y 80 LICI en cada fideicomiso, por lo
que la obligatoria participación de una fiduciaria implica, a su vez. la obli-
gatoria participación de otro elemento que en la materia se denomina
• Delegado fiduciario La persona fisica encargada de representar a la fidu-
ciaria. materialmente, en la obtención de cada uno de los fines que pacte de
este tipo
• Fideicomisario De conformidad con el art 347 LGTOC. no es indispensa-
ble. y en efecto. con alguna frecuencia se encontrará esta posibilidad en la
práctica, aunque durante el desahogo del fin fiduciario invariablemente ve-
rá que todo fideicomiso que al constituirse no tenía fideicomisario, siempre
acaba por tenerlo. Un ejemplo claro es el siguiente; el dueño de 10 acciones
Elementos de existencia y condiciones de validezdel fideicomiso 891

de una S A (fideicomitente], las afecta en fideicomiso y pacta con la fiducia-


ria que las venda a un mexicano o una sociedad con cláusula de exclusión
de extranjeros; a pesar de no haberse designado de modo expreso, cuando
el comprador adecuado se presente a comprar se convertirá en el fideicomi-
sario: en la constitución no existía, pero a la obtención del fin necesariamen-
te existió. El mismo caso que en el fideicomiso testamentario de una persona
que todavía no tiene hijos o aquel en el que se afecta un inmueble a zonas
turisticas en el que los compradores (fideicomisariosl todavía no se conocen;
etcétera.
A continuación veremos cuáles son las cargas obligacionales, así como la capa-
cidad y habilidad juridicas, de cada uno de estos cuatro elementos personales.

167 LA FIDUCIARIA

Sólo pueden serlo las instituciones de crédito


En nuestro derecho, los únicos que pueden ser fiduciarios son los bancos; el fun-
damento legal de esta afirmación es como sigue. Por una parte, la LGTOC esta-
blece que (art 350) "sólo pueden ser fiduciarias las instituciones expresamente
autorizadas para ello por la LGIC" (sustituida por la LGICOA, luego por las dos
LRSPBC y finalmente por la actual LIC). Por otra, vimos (núm 541 nuestra vi-
gente LIC sólo reconoce dos tipos de instituciones de crédito, las bancas de de-
sarrollo y las bancas múltiples. Entonces, sólo pueden ser fiduciarias
• Las bancas de desarrollo, que mercantilmente funcionan como sociedades
nacionales de crédito (art 30 LICI
• Las bancas múltiples, que mercantilmen te funcionan como sociedades anó-
nimas con autorización federal (art 90 LIC).
En tanto que instituciones de crédito, ambas están expresamente autorizadas
para actuar como fiduciarias (art 46, XV LIC).
Aunque en algunos paises (núm 140) el fideicomiso no es institucionalmen-
te bancario (pues los particulares también pueden ser fiduciarios], por lo gene-
ral quienes toman ese papel son sociedades cuyo funcionamiento es equivalente
al de las fiduciarias mexicanas; tal es el caso de las Trust Company en Estados
Unidos de América O el del fiduciario profesional en fideicomisos de administra-
ción, en Italia, según vimos (núms 142 y 1431 están sometidos a una vigilancia
tan rigurosa como la que ejerce la CNE en las fiduciaras mexicanas. Como sea,
en México el único que puede ser fiduciario es un banco.
A estas alturas de la exposición cabe señalar lo siguiente: si la fiduciaria no
acepta su designación como tal O por renuncia o remoción cesa en el desempeño
de su encargo, se nombrará otra para que la sustituya, y si no fuere posible esta
sustitución, dice laLGTOC (art 350, 3er tercer párr. in fines, cesará el fideicomi·
892 EL CONTRATO DE FIDEICOMISO

so. De aquí se desprende la necesaria participación de una segunda persona en


la perfección del contrato de fideicomiso. El pensar que de conformidad con un
sílogismo elemental símílar a éste: lo que cesa existia; es decir, por el texto de
este art asumir que a pesar de que nunca hubo fiduciario el fideicomiso existió,
es una mera hipótesis de escuela sobre la cual esta redacción de hace 60 años per-
mite especular: el texto se debe, en nuestra opinión, a que en 1932 el fideicomiso
no tenía la perfección dogmática que en la actualidad, y porque tampoco tenía
-y tal vez nunca se pensó que llegaría a tener- la importancia actual.

El delegado fiduciario
Como las instituciones fiduciarias son sociedades mercantiles, no pueden ser ellas
las que desempeñen de modo personal el cargo, sino a través de un representan-
te (art 10 LGSM). La naturaleza de crédito del fideicomiso requiere que tal re-
presentante sea una institución especial; quien recibe el nombre de delegado
fiduciario y quien es la persona física en la que descansa la responsabilidad de
llevar a cabo, material y fisicamente, los fínes del fideicomiso, es el ejecutor, por
lo que su designación y actuación están sujetas a fuertes requisitos. Se compren-
derá que no cualquier persona puede ser delegado, al grado de que cada fiducia-
ria debe solicitar que sus prospectos sean autorizados por la CNB y solo hasta
que lo sean, adquieren capacidad legal y pueden actuar como tales (arts 24 párrs
50 y 60 Y 25 LIC).
El delegado acredita su personalidad con la simple exhibición de una certi-
ficación de su nombramiento, expedida por el secretario o prosecretario del con-
sejo directivo o de administración, según se trate de una banca de desarrollo o
de una múltiple, respectivamente (art 90, 1er párr LIC), siempre que su nombra-
miento se haya inscrito en el Registro Público de Comercio, previa ratificación
de firmas, ante fedatario público, del documento auténtico en el que conste (art
90, 40 pár LIC).
El carácter representativo del delegado, en términos del compromiso socie-
tario y civíl que entraña para el banco, se constata en la propia LIC: por una parte,
porque cada banco responde civilmente por los daños y perjuicios que se causen
por la falta de cumplimiento en las condiciones o términos señalados en el fidei-
comiso (art 80 20 párr): y por otra, porque el banco es responsable directa e ili-
mitadamente por los actos cometidos por el delegado (art 91 LIC). En efecto, el
incumplimiento, los daños, los perjuicios y los actos de conflicto, en el sentido
material sólo pueden ser cometidos por el delegado; el banco -persona moral-
se resume a responder, porque ella, y no el delegado, es la fiduciaria que contrató.
Por su parte, en el fideicomiso público el delegado fiduciario tiene una di-
mensión de importancia en su totalidad paraestatal y por tanto, sus facultades
y deberes son de esa índole, como tendremos oportunidad de ver (núm 177).
Elementos de existenciay condiciones de validezdel fideicomiso 893

Obligaciones y prohibiciones de la fiduciaria


Como ya vimos, las obligaciones y derechos de la fiduciaria están estrechamen-
te vinculados al concepto de titularidad (núm 162). De conformidad con él-al
que se sugiere regresar y repasar- la fiduciaria tiene todos los derechos yac-
ciones que se requieran para el cumplimiento del fideicomiso; esos derechos y
acciones están restringidos por las normas o limitaciones establecidas en el pacto
y por la regla legal de que sólo se pueden ejercitar en función del fin, del objeto y
de las consecuencias del fideicomiso; para dar sustento a estos derechos y res-
tricciones, la titularidad también se conforma de un tercer elemento que es la
trasmisión real de la cosa.
Respecto de las obligaciones de la fiduciaria, cabe el siguiente comentario:
de acuerdo con laLGTOC "deberá obrar siempre como buen padre de familia . . . ..
(art 356). Este concepto es uno de los más bizarros del derecho mexicano. ¿Qué
es un buen padre de familia y a los ojos de quién, del juez, del ministerio público,
de la madre del perjudicado o del hijo ilegitimo del interesado? Lo que es un buen
padre nada tiene que ver en un contrato comercial; los padres, buenos o no, ac-
túan en función de relaciones sanguineas y espirituales que no tienen relación
alguna con lo que se está hablando y, desde luego, no actúan en función de una
firma; además, como se sabe, las personas morales -las fiduciarias- no pueden
tener hijos. Ese concepto debe desaparecer del texto legal; no debe forzarse una
idea sistematizada en el derecho anglosajón en el que si tiene cabida, a que se
integre al nuestro, en el que un dispositivo legal literal puede ser, de acuerdo con
la regla constitucional de la exacta aplicación de la ley, el origen de una condena
o una absolución en función del nivel de cumplimiento. Basta con firmar un con-
trato licito, y defenderlo ante la autoridad competente.
De conformidad con la LIC y laLGTOC,las principales obligaciones, facul-
tades y prohibiciones de la fiduciaria son las siguientes

• Desde luego, la más importante obligación consiste en el exacto y fiel cum-


plimiento del fin pactado con el fideicomitente en el acto constitutivo (art
356 in fine LGTOC)
• Se pueden designar varias fiduciarias para que conjunta o sucesivamente
desempeñen el fideicomiso, y en ese caso, cada una podrá cumplir por sepa-
rado sus funciones si están delimitadas con claridad (art 350, 3er párr
LGTOC)
• Cuando las instrucciones del fideicomiso no fuesen suficientemente preci-
sas o cuando se hubiere dejado la determinación de la inversión o de la apli-
cación a la discreción de la fiduciaria, está obligada a consultar a los
fideicomisarios (art 348, 3er párr LGTOC), o en su caso al comité técnico (art
80 3er párr LIC)
• Debe realizar su gestión, además de con apego al contrato, la ley y los regla-
mentos aplicables, con apego a prácticas sanas que propicien la seguridad
894 EL CONTRATO DE FIDEICOMISO

del negocio y procuren una adecuada atención. tanto al fideicomitente co-


mo a los fideicomisarios (art 77 LICI
• No puede excusarse ni renunciar su cargo sino por causas graves ajuicio de
un juez de primera instancia del lugar de su domicilio (art 356 LGTOC)
o Debe abrir una contabilidad especial por cada uno de los fideicomisos que
lleve, debiendo registrar en las mismas, en consonancia con su propia con-
tabilidad, el dinero y demás bienes, valores o derechos cuya titularidad se
le haya confiado (art 79, primer pár]
o Debe rendir cuentas, dentro de los 15 dias hábiles siguientes a aquel en el
que se le hayan pedido, respecto de su gestión fiduciaria (art 84 ler párr LIC).
o En ningún caso podrá utilizar las cosas fideicometidas para fines distintos
a los pactados (art 351.20 párr LGTOC)
• El personal que contraten, en función de un fideicomiso, no forma parte de
su propio personal, con la condición de que sólo lo utilice directa y exclusi-
vamente en la realización del fin (art 82 LICI. Sin embargo. las reclamacio-
nes de esa indole que intente el personal del fideicomiso deberán enderezarse
contra la fiduciaria. la que en su caso cubrirá la deuda con los bienes objeto
del contrato; circunstancia ya sostenida por los colegiados (Fideicomiso. re-
laciones entre la institución fiduciaria y sus trabajadores, A R 177/86, Ter-
cer Colegiado en Materia de Trabajo del Primer Circuito, Informe 1986,
tercera parte. pág 276)
• Debe responder por las pérdidas, menoscabos. daños y perjuicios que sufran
los bienes o los fideicomisarios, por su culpa o por su negligencia grave (arts
356 LGTOC y 84, l er párr LICI
• Si a la ex tinción del fideicomiso, la fiduciaria tiene en su poder cosas rema-
nentes del patrimonio fiduciario, deberá trasmitirlas al fideicomitente o a
sus herederos y. en su caso, al fideicomisario (arts 358 LGTOCy 106, XIX
b) 20 párr)
• N o puede celebrar fideicomisos en los que se pacten condiciones y términos
que se aparten significativamente de las condiciones prevalecientes en el mer-
cado en la fecha de la celebración, de las politic as generales del banco y de
las sanas prácticas y usos bancarios (art 106, V LIC). En contravención se
entenderia que el fin del fideicomiso no es licito y, por tanto, incumpliria con
ese requisito de validez (art 347 LGTOC)
• No puede otorgar créditos cuya garantia sean derechos sobre fideicomisos
que tengan por fin; (i) depósitos bancarios de dinero a la vista, a plazo, de
ahorro o retirables en días preestablecidos; (ii) otros préstamos; ni (iii) emi-
sión de obligaciones subordinadas (art 106. XVII. b) LIC)
• No puede utilizar los dineros o valores que se le trasmitan con el fin de otor-
gar créditos. para realizar operaciones de las que puedan resultar deudores
sus delegados fiduciarios; sus miembros del consejo de administración o di-
rectivo; sus empleados y funcionarios; sus auditores externos; los miembros
del comité técnico; o los ascendientes o descendientes en primer grado. los
Elementos de existenciay condiciones dc validezdel fideicomiso 895

cónyuges, o las sociedades en cuyas asambleas tengan mayoria las perso-


nas citadas (art 10G, XIX el LIC)
• No se puede obligar a responder ante los fideicomisarios por las consecuen-
cias de los siguientes asuntos: (i) por el incumplimiento de los deudores de
los créditos que conceda; (ii) por el incumplimiento de los emisores de los ti-
tulos que adquiera; (iii) tampoco puede garantizar el rendimiento de los fon-
dos que se le hayan confiado en fideicomisos de inversión (art lOG, XIX b}
LIC); la única excepción, y entonces responderá, es la negligencia y la culpa
grave
• No puede celebrar fideicomisos en los que el objeto sean fincas rústicas, con
excepción de los fideicomisos con fines testamentarios; los de garantia en
los que la finca sea la garantia, y los traslativos de dominio por pago en los
que el objeto de la dación sea, una vez más, la finca. En cualquiera de estos
tres casos, la administración no puede exceder de dos años (art XIX di LIC)
• Finalmente, dentro de otras prohibiciones, la fiduciaria no puede ser fidei-
comisaria de los fideicomisos en los que sea fiduciaria (art 348, 40 párr
LGTOC).
En los fideicomisos en garantía, la última de estas prohibiciones en la práctica
no se respeta, es decir, en ese tipo de fideicomiso la fiduciaria también es con freo
cuencia la fideicomisaria; esto se debe, en nuestra opinión, dentro de otras por
las razones que se detallan enseguida.

¿La fiduciaria puede ser el fideicomisario?


Hasta la entrada en vigor de la LRSPBC, de 1983, el sistema bancario recono-
cia diferentes tipos de instituciones de acuerdo con su especialidad (ahorro, de-
pósito, fideicomiso, capitalización, lúpotecarias, financieras, etc), a diferencia del
actual, que sólo reconoce dos (de desarrollo y múltiple). Luego, no era extraño
que un mismo grupo de interés dispusiera de una institución especializada en
cada actividad que, de acuerdo con aquella ley, tenían personalidad distinta. Así,
cuando una hipotecaria prestaba dinero a un cliente y la forma de garantía era
justamente un fideicomiso, nada impedía que la fiduciaria que fuera a fungir co-
mo tal, fuera la que perteneciera al mismo grupo al que pertenecia la hipoteca-
ria, ya que por tratarse de dos personas morales diferentes, la prohibición del
art 348 se respetaba. Circunstancia parecida a la que sucedia, por ejemplo, con
el seguro contra incendio del inmueble que se da en garantia, y que se contrata
para proteger el valor garantizado del acreedor, que era asumido por una asegu-
radora que también pertenecia al mismo grupo.
Con la opción generada en 1975 por el reconocimien to de la banca múltiple,
de reunír en un solo centro de imputación a todas las bancas especializadas de
un solo grupo, y que se institucionaliza en 1983, las fiduciarias, hipotecarias. fi-
nancieras, etc, de un grupo se subsimieron en una sola sociedad, pero cada una
continuó operando de manera independiente porque no habia obligación -y tal
896 EL CONTRATO DE FIDEICOMISO

vez tampoco necesidad- de modificarlas, pues de esa forma seguían siendo efi-
cientes. Luego, cada estructura continuó funcionando monoliticamente de acuer-
do a su especialidad, pero bajo la misma personalidad moral. El art 348 de 1932,
que prohibe a la fiduciaria ser la fideicomisaria; desde luego se diseñó en función
de las circunstancias de entonces, cuando habia tantos bancos, y después de tan-
tas personas morales, como las especialidades citadas; pero su evolución a múl-
tiple superó el texto legal. Hemos estado en presencia de fideicomisos de garantia
en los que la prestadora es, al mismo tiempo, la fiduciaria que recibió el inmue-
ble en garantía, y no por eso se rompe el equilibrio de imparcialidad pretendido
por el art 348.
Existiendo tan pocas opciones de bancos (solo dos), y dado que sólo los ban-
cos pueden ser fiduciarias, y que sólo ellos prestan confiablemente, es normal
que un mismo banco se ubique con frecuencia en la instancia de que, siendo fi-
duciario, se convierta en fideicomisario, cuando además de que se le solicite di-
nero prestado se le ofrezca un inmueble en garantia. Esta aparente violación
frontal del art 348 es del mismo modo temperada por el hecho, también de or-
den práctico, de que la banca múltiple tiene tal nivel de especialización y, por tan-
to, de independencia en cada uno de sus departamentos o direcciones (fiduciario,
de crédito al comercio, promoción, etc), que no es una aberración absoluta decir
que en un solo banco o persona moral, hay diferentes bancos o personalidades
de [acto,
Acerca del tema señalamos que una excelente tesis sostuvo que
nada impide que una sociedad, sin perder su unidad actúe en diversos actos
con personalidades jurídicas distintas, como es el caso del fideicomiso, even-
to en que la fiduciaria, independientemente de las obligaciones que le son
inherentes de acuerdo con el contrato social, se sujeta a las derivadas del
fideicomiso conforme al acta constitutiva y la ley, adquiriendo as! una per-
sonalidad juridica distinta y con la que actúa en el fideicomiso
(Sociedades anónimas, personalidad juridica de las. fideicomiso, A D
6747/77, séptima época, Tercera sala, vol Semestral 145-150, cuarta parte,
pág 4631.
La solución de la Corte, consistente en concebir a la sociedad bancaria co-
mo una persona susceptible de desdoblar su personalidad en dos, obedece a que
el mismo banco puede actuar de dos formas distintas utilizando en cada una di-
ferente personalidad, a saber: cuando actúa en nombre propio (como banco) y
cuando actúa respecto de un patrimonio que debe mantener separado del suyo,
es decir, no en nombre propio sino a nombre de un fideicomiso.
No obstante, as! como está redactado el actual art 348 esta circunstancia
(la operación de un fideicomiso en el que la fiduciaria sea a la vez el fideicomisa-
rio) permite intentar la anulación del fideicomiso, como efectivamente ha suce-
dido en la práctica (Fideicomiso. Nulidad cuando el fiduciario asume la calidad
de fideicomisario, A D 4391/69, Tercera Sala, séptima época, vol. 23, cuarta parte,
Elementos de existencia y condiciones de validezdel fideicomiso 897

pág 27). Es decir, existe una clara contradicción de tesis, razón por la cual cuan-
do un banco presta y pacta una garantia fiduciaria, en ocasiones declina ese gé-
nero de participación fiduciaria en favor de otra institución. Este autor opina
que el criterio que debe prevalecer es el de la tesis del párrafo anterior, porque
el patrimonio fiduciario, al ser autónomo, necesariamente obliga a su titular, la
fiduciaria, a que en todo lo relacionado con él actúe de forma autónoma de sus
propios activos, personalidad y responsabilidades societarias.

La carga obligacional del delegado


Como hemos dicho, la fiduciaria no es quien desempeña de manera material su
cometido y quien ejercita sus facultades directamente, sino que lo hace a través
de uno o más funcionarios designados en especial al efecto, y por cuyos actos res-
ponde directa e ilimitadamente sin perjuicio de las responsabilidades civiles o
penales en que pueda incurrir cada uno de ellos en lo personal; funcionarios que,
como vimos, se denominan delegados fiduciarios. Esta institución es de la má-
xima importancia en la materia, ya que el delegado es el encargado de llevar a
término directamente, el fin de creación y contratación del fideicomiso; es el eje-
cutor de la causa difucia que, por tanto, es y debe ser un profesional dedicado
en exclusiva a esas labores.
Por su carácter de representante, las prohibiciones, obligaciones, faculta-
des y derechos del delegado fiduciario son, ni más ni menos, los mismos que los
de la fiduciaria, pues la interacción entre ambos es la que se establece en un sen-
tido ordenador-ejecutor, superior-subordinado y, en fin, entre persona moral-
representante. Por este motivo también existe una diferencia importante: el cum-
plimiento de esa carga obligacional, en términos legales no se desaboga respec-
to del fideicomitente o el fideicomisario, a pesar de que su desempeño impacte
de manera directa la relación sostenida con ellos, sino que juridicamente su cum-
plimiento es con respecto a su patrón, es decir, bacia la fiduciaria. Razón por la
cual las reclamaciones que bagan fideicomisarios o fideicomitentes en torno a
un fideicomiso no pueden ser contra el delegado fiduciario, sino contra la fidu-
ciaria (art 91 LIC). Y si un litigante impugna el desempeño del delegado y no de
la fiduciaria, el juzgador inopinadamente asimila la pretensión contra el delega-
do, como hecha contra la fiduciaria, dentro de otras por las razones de represen-
tación, subordinación patronal y ejecución física que acabamos de citar, tal cual
lo han sostenido los colegiados en diferentes ocasiones (Fideicomiso, venta de
inmueble conforme a las estipulaciones contractuales, 551/78 Tribunal Colegia-
do del Cuarto Circuito. Informe 1979, tercera parte, pág 251).
Sobre este punto 1985, cabe subrayar que, a diferencia de la actual LIC (art
911, las LRSPBC de 1983 y 1985 no señalaban expresamente que los funciona-
rios de los bancos obligan a éstos por el desempeño de sus funciones. Esta omi-
sión, inexplicable por su importancia, en efecto originó problemas en la práctica.
Por ejemplo, cuando un funcionario provocaba acciones en contra del banco por
898 EL CONTRATO DE FIDEICOMISO

incumplimiento o exceso, o defecto en su cumplimiento, no era extraño ver que


el banco pretendía eximirse de responsabilidad desviando la acción hacia el fun-
cionaría en lo personal, arguyendo por ejemplo que tal funcionario no tenia fa-
cultades para realizar los actos que había cometído, a pesar de que había actuado
en uso de las facultades que el propio banco le había asignado. Como sea, a par-
tir de la LIC, esta duda se disipa en favor del criterio del factor y de la gestión
societaria, de conformidad con el cual todo funcionario, cualquiera que sea el po-
der conferido y las facultades delegadas, de modo expreso, obliga al banco con
su actuación, ya que un cliente no se acerca al banco por sus empleados sino que
por ser un banco, y esa confianza virtualmente obligatoria, desde luego, se debe
proteger.

168 Otras posturas de la Corte ante las responsabilidades


de la fiduciaria
Además de las tesis que se han relacionado en páginas anteriores respecto de
la responsabilidad de la fiduciaria, por su importancia singular, a continuación
se citan otras que tienen por objeto fijar conceptos y, en cualquier medida, abun-
dar sobre la materia.
Acción de nulidad o de responsabilidad civil Una importante tesis aborda di-
rectamente el problema de la diferencia entre la acción de daños y perjuicios, y
la de nulidad de la ejecución fiduciaria, cuando la fiduciaria actuó con exceso o
en defecto en la ejecución del fin pactado. Ante esta disyuntiva la Corte ha sos-
tenido que, en seguridad del fin perseguido, la consecuencia del exceso debe ser
la responsabilidad civil, sin dar oportunidad de atacar la validez de la ejecución,
porque así lo sostiene la doctrina yen particular la ley (Fideicomiso responsabi-
lidad civil en caso de incumplimiento del fin del A D 45/77, Sala Auxiliar, sépti-
ma época, Informe 1977, Segunda parte, pág. 36). Es importante recordar que,
por la seguridad del fin perseguido, que esta tesis erige en el quid pro negotium
del fideicomiso, el incumplimiento de una fiduciaria no puede originar la anula-
ción del contrato, sino sólo el pago de daños y perjuicios (art 80 20 párr LIC).
Imputación contra de la actuación del Delegado Algunos colegiados han debi·
do conocer de negocios en los que el quejoso imputa el incumplimiento del fidei-
comiso directamente al delegado y no a la fiduciaria. Una de esas tesis reviste
una importancia singular en el sentido de que la imputación consistió en que el
delegado "no actuó como un buen padre de familia" (Fideicomiso, venta de in-
mueble conforme a las estipulaciones contractuales, 551/78, Tribunal Colegia-
do del Cuarto Circuito, Informe 1979, tercera parte, pág 251). En esta y otras tesis
en las que el eje del conflicto es el delegado y no la fiduciaria, el juzgador inopi-
nadamente considera que el delegado, como representante, es más bien la fidu-
ciaria y no la persona fisica, dada su investidura como el ejecutor material de
un fideicomiso contratado con una persona moral.
Elementos de ~cncia y condiciones de validezdcl fidcicomiso 899

Imposibilidad de agotar un trámite administrativo Es frecuente que el fidei-


comitente o el fideicomisario, según el caso, impugnen la gestión de la fiducia-
ria cuando ésta, debiendo obtener un permiso o una autorización, finalmente no
consigue obtenerlo, a pesar de haber obrado con diligencia y fidelidad. Los cole-
giados han sostenido que, en ese caso, no hay perjuicio para el fideicomitente
sino para la fiduciaria, toda vez que aquel, a diferencia de ésta, no resiente da-
ños, perjuicios económicos ni perjuicios inmediatos y directos en sus intereses
jurídícos (Interés jurídico. La negativa de solicitudes presentadas por la insti-
tución fiduciaria, no afecta el interés jurídico del propietario originario de los bie-
nes fideicomitidos, A en R 381/86, Primer Tribunal Colegiado en Materia
Administrativa del Primer Circuito, Informe 1986, tercera parte, pág 55).

169 EL FIDEICOMITENTE

Capacidad
Como ya vimos (núm 165), uno de los requisitos del objeto fiduciario -los
bienes- es que quien los trasmite debe tener la habilidad jurídica que se requie-
re para realizar la trasmisión. En efecto, el art 349 LGTOe señala que

sólo pueden ser fideicomitentes las personas físicas o jurídicas -léase


morales- que tengan la capacidad necesaria para hacer la afectación de bie-
nes que el fideicomiso implica;

dispositivo que, como vimos, incurrió en un error legislativo consistente en que


debió utilizar el concepto habilidad juridica y no el género capacidad, por ser en
el asunto más estricto y consecuentemente más claro, ya que hay personas que
tienen plena capacidad y más aun capacidades legales especificas (albacea, sin-
dico, etc), que sin embargo no tienen la habilidad jurídica para trasmitir.
Entonces, sólo puede ser fideicomitente la persona física o moral que tenga
la capacidad, no de ejercicio general en materia mercantil a que nos hemos refe-
rido en otros contratos mercantiles, sino la necesaria para afectar los bienes que
el fideicomiso implique, es decir, la habilidad de disposición del derecho a tras-
mitir. Asimismo, se entienden competentes las autoridades judiciales o admi-
nistrativas cuando se trate de la guarda, conservación, administración,
liquidación, reparto o enajenación que corresponda en un caso concreto, o bien
las personas que estas autoridades designen para ello (art 349 LGTOe in fine).
Entiéndase que la capacidad para ser fideicomitente está concatenada a la ha-
bilidadjurúlica que se tenga para disponer, por el conducto legal o convencional
que sea, de los bienes con que se vaya a constituir el patrimonio fiduciario; de
ahí que, en todos los casos que este autor ha conocido, el fideicomitente queda
obligado al saneamiento para el caso de evicción (art 2120 e eiv).
900 EL CONTRAro DE FIDEICOMISO

Derechos y facultades
Las facultades y derechos del fideicomitente pueden distinguirse en dos grupos,
los legales o institucionales, es decir, los que tiene en todos los casos; y los con-
vencionales, es decir, los que se puede reservar en cada contrato según las cir-
cunstancias.
Toda vez que el fideicomiso es un contrato, de toda forma (núm 152), el fi-
deicomitente puede pactar a su favor todo género de facultades y derechos, lue-
go, los que señala expresamente la LGTOC deben entenderse s6lo como los
concedidos de manera institucional, es decir, en todos los casos. El estudiante
debe considerar que en un fideicomiso el fideicomitente puede tener múltiples
derechos no contemplados de manera expresa por la ley que, una vez más, se di-
señan en funci6n de las necesidades del caso concreto en condiciones ad infinitum.
Por cuanto a las facultades legales o institucionales se refiere, a su vez se
distinguen en designatorias y restitutorias. Las designatorias son las siguientes
• A él corresponde designar la fiduciaria que se encargará de ejecutar el fin;
dado el caso no la haya designado, nominalmente, en el contrato, corresponde
al fideicomisario y, en su defecto, al juez de primera instancia del lugar de
los bienes (art 350, 3er párr WTOC)
• A él corresponde designar al o los fideicomisarios (art 348 segundo párr
LGTOC)
• A él corresponde designar los miembros del comité técnico (art 80, 3er párr
LIC), que en la práctica es cada vez más frecuente e importante.
La facultad restitutoria por excelencia consiste en que si a la extinci6n del fidei-
comiso quedan en poder de la fiduciaria todos o parte de los bienes a él destina-
dos, el fideicomitente tiene el derecho legal de que se le restituyan, ya sea
directamente o a sus herederos (art 358 LGTOC). En correspondencia a esta fa-
cultad,laLGTOCtambién concede al fideicomitente la de reservarse el derecho
de revocar el fideicomiso (art 357, VII, con las consecuencias que implica.

Obligaciones
Por la definici6n propia del contrato del fideicomiso la obligaci6n fundamental
del fideicomitente consiste en la trasmisi6n de la propiedad de sus bienes; es de-
cir, se obliga a desprenderse de la totalidad o parte de su patrimonio para cons-
tituir otro, aut6nomo del primero y de cualquier otro, respecto del cual, como
ya se apuntó, queda obligado al saneamiento para el caso de evicci6n en los tér-
minos del derecho privado.
Asimismo, por lo general es a cargo del fideicomitente el pago de los hono-
rarios que cobrará la fiduciaria por fungir como tal. No existe un arancel especi-
fico y, por tanto, cada fiduciaria cobra de manera diferente, pero por la ley de
oferta y demanda las fiduciarias se han aproximado a un promedio de honora-
rios que se determina en base al monto del negocio. En todo caso corresponde
Elementos deexistencia y condiciones devalidez del fideicomiso 901

al fideicomitente su pago, a no ser que se pacte de otra manera en el contrato,


quedando como alternativa que quien pague sea el fideicomisario.
Finalmente, igual consideración que en sus facultades y derechos es aplica-
ble a las obligaciones del fideicomitente, en el sentido de que se pueden pactar
tantas como las necesidades que tenga cadacircunstancia concreta; en ese ca-
so, sólo se hablará de obligaciones convencionales y no de las legales o institu-
cionales que se acaban de citar. Respecto de las obligaciones convencionales cabe
el siguiente comentario.
Por el exorbitado poder y presencia paraestatal que los bancos tuvieron
durante ocho años (desde la estatización en 1982 hasta la LIC en julio de
1990), durante ese lapso fueron muy frecuentes los fideicomisos en los que la
fiduciaria establecia condiciones contractuales altamente gravosas para to-
dos, excepto para ella; por ejemplo, tuvimos conocimiento de que la fiduciaria
establecia que si el fideicomitente no cumplia con todas y cada una de las cláu-
sulas del fideicomiso, la fiduciaria se reservaba el derecho de revocar, rescindir
y ejecutar el fideicomiso siendo que, desde luego, no es posible hacer todo eso
en un solo momento y menos por no haber cumplido alguna -la que sea- de
las cláusulas. El lector estará muy atento a la vigilancia del equilibrio contrac-
tual del fideicomiso.

El comité técnico
Esta figura ya era contemplada desde 1941 por laLGICOA (art 45, IV, 3er párr],
pero lo consideraba un comité de distribución de fondos más que como uno téc-
nico y de atribuciones virtualmente ilimitadas, como lo reconocieron las desa-
parecidas LRSPBC y la actual LIC. Dada la libertad de su constitución y reglas
de funcionamiento, puede decirse que el comité técnico se trajo a la práctica ban-
caria de la práctica societaria paraestal. En efecto, como ya vimos (núm 21), al
inicio de la segunda mitad de este siglo nuestro gobierno recurrió con frecuen-
cia al fideicomiso como forma de solución de algunas necesidades públicas. Du-
rante ese lapso, el gobierno tuvo que enfrentar el importante problema que
significaba que el fideicomiso, a pesar de ser un patrimonio autónomo no tenia
personalidad propia y además, tampoco tenia un órgano de gobierno o de admi-
nistración. Por ese motivo, entre otros, el gobierno hechó mano de aquel art 45
IV, 3er párr. como la solución a su necesidad de un sustento legal para el órgano
de gobierno de una figura que de más en más estaba penetrando el quehacer
público.
AsI, sin haber sido díseñado para ese efecto (fue disefiado para la distribu-
ción de fondos), el comité técnico se convierte en un verdadero órgano de admi-
nistración, importante, a tal grado, que el legislador bancario consideró que si
la fiduciaria hace lo que le ordena, el comité técnico no incurrirá en responsabili-
dad, cualquiera que sea la consecuencia de lo que haya hecho; su responsabili-
dad está cubierta porque obedeció los dictámenes o acuerdos del comité (art 80,
3er párr in fine LIC), regla bancaria que deroga la regla crediticia de que "la fi-
992 EL CONTRATO DE FIDEICOMISO

duciaria está obligada a cumplir el fideicomiso conforme al acto constitutivo ..


(art 356 LGTOCl. Además, como órgano de gobierno o administración el comité
técnico es más versátil y cómodo que los órganos institucionales, ya sean de de-
recho público o privado, porque a diferencia de éstos, el comité puede ser, ni más
ni menos, tal como lo quieran los interesados.
El comité técnico consiste en la posibilidad, por lo general en favor del fí-
deicomitente, aunque también puede serlo en favor del fideicomisario (art 80, 3er
párr LICI, de participar directamente en la conducción del fideicomiso, no como
titular del patrimonio pues éste sólo puede serlo la fiduciaria, sino como un ór-
gano de administración investido de facultades de dictamen y acuerdo sobre la
forma en que se desahogue el fin. Se comprenderá que si tiene tales facultades,
el comité tiene una importancia formidable, por lo que el estudiante debe estar
atento a ellas.
Virtualmente en la totalidad de los fideicomisos en los que el fideicomiten-
te se reserva derechos de cualquier tipo, existe un comité técnico controlado por
su interés; asimismo, en la virtual totalidad de los fideicomisos cuyo desahogo
demanda un plazo largo, también existe un comité, pero controlado por el inte-
rés de los fideicomisarios. La caracteristica más relevante del comité es que su
creación, integración, operación y extinción es la discreción de los interesados.
En efecto

• No debe integrarse necesariamente ni por el fideicomitente ni por el fideico-


misario, sino por las personas -las que sean- designadas por la persona
a la que se haya conferido dicha facultad en el contrato
• El número de miembros, facultades, plazos de reunión, quórum, etc, no de-
ben ser otros que los que ordene la persona que haya constituido el comité
• El comité puede crearse desde la constitución del fideicomiso o a la ocasión
de sus reformas; una vez más, por la persona que tenga tal derecho de crea-
ción o de modificación, según el contrato.

Pongamos como ejemplo un fideicomiso en zonas turísticas, cuyo fin es la


construcción de un conjunto habitacional: el fideicomitente (pensemos que es el
propietario de un terreno y además el promotor que aportará el dinero para la
edificación) destina el terreno y el dinero al fideicomiso, y conviene con la fidu-
ciaria que sea la constructora X, SA la que edifique. Entonces crea un comité
técnico cuyos miembros serán los que él mismo señale, y cuyas facultades serán
el diseño del proyecto y de ingeniería y la supervisión tanto del avance de la obra
como de su pago, el que no realiza el comité sino la titular, es decir,la fiduciaria;
el comité se convirtió en un órgano de administración. Siguiendo con el mismo
ejemplo, pensemos ahora que una vez construido y vendido el conjunto, la ma-
yoria de los adquirentes son extranjeros y, por tanto, el fiduciario debe conti-
nuar con la titularidad de la propiedad; nada impide que los fideicomitentes (los
extranjeros) constituyan un comité técnico cuyas facultades sean las de admí-
Elementos de existencia y condiciones de validez del fideicomiso 903

nistrar el conjunto, durante ciertas épocas del año, como un hotel. Y los ejem-
plos que el lector imagine.
Esta figura, como la mayoría de las del fideicomiso, tiene posibilidades ab
infinitum. La abrumadora mayoría de los fideicomisos en los que este autor ha
participado tienen un comité técnico. Finalmente, cabe señalar que al igual que
el delegado fiduciario, el comité técnico tiene un rango de la mayor importancia
en el fideicomiso paraestatal, que veremos después (núm 1751.

170 EL FIDEICOMI5ARIO

Capacidad
Puede ser fideicomisario toda persona física o moral que tenga la capacidad (dí-
gase una vez más habilidad), no del ejercicio normal de los contratos a que nos
hemos referido, sino la necesaria para poder recibir el provecho que el fideicomi-
so implica (art 348, 1er párr LGTOC,. Es decir una persona que tenga plena ca-
pacidad para contratar mercantilmente, si no tiene la habilidad jurídica para
ejercer los derechos inherentes al beneficio que conlleva el cumplimiento del fi-
deicomiso, no puede ser fideicomisario. El ejemplo más claro es el del extranje-
ro que se designa fideicomisario respecto del derecho real de propiedad de un
inmueble ubicado en zonas prohibidas, pues de conformidad con el art 27, 1cons-
titucional, no tiene la habilidad jurídica para serlo, por más que tenga el pleno
ejercicio de su capacidad.
Como ya dijimos (núm 165), del cumplimiento del fideicomiso por lo gene-
ral se derivan beneficios en favor de un tercero, y de ser así, el único que los pue-
de recibir se denomina fideicomisario. Como en el fideicomitente y en el fiducia-
rio, las obligaciones y derechos del fideicomisario pueden ser. tanto legales o
institucionales (aplicables a todos) como convencionales (s6lo aplicables al caso
concreto en funci6n del contrato). Pero por su papel de beneficiario por natura-
leza, la carga obligacional de fideicomisario es básicamente continente de dere-
chos, aunque también debe cumplir ciertas obligaciones que, en todo caso, son
convencionales.

Derechos
Los derechos legales o institucionales del fideicomisario son muy importantes
• Desde luego, es él quien tiene los derechos que concede el acto constitutivo
del fideicomiso (art 355 LGTOC,
• S6lo él tiene el derecho de exigir el cumplimiento a la fiduciaria; el de atacar
la validez de los actos que ésta cometa en su perjuicio, de mala fe o en exce-
so de las facultades que le conceda el acto constitutivo o la ley; y también,
cuando proceda, el de reivindicar los bienes que a consecuencia de esos ac-
tos hayan salido del patrimonio fiduciario (art 355 LGTOC,. La reivindica-
904 EL CONTRATODE FIDEICOMISO

ción sería en favor de la fiduciaria, a la que, una vez reivindicada del bien,
se le exige la entrega
• Cuando el fideícomitente no haya designado fiduciaria, corresponde al fidei-
comisario esa facultad de designación (art 350, 20 párr LGTOC)
• En todo lo no previsto en el fideicomiso, se debe consultar la voluntad del
fideicomisario; y cuando sean dos o más, se consultará su voluntad y las de-
cisiones se tomarán por mayoría de votos computados por representación
y no por persona (art 348, 3er párr LGTOC).
Por cuanto a los derechos convencionales se refiere, desde luego consisten, en
los beneficios que el fideicomiso procura que, necesariamente, son diferentes
en cada contrato. También es frecuente que se pacte de manera convencional algu-
nos derechos que anteriormente eran considerados institucionales; es decir, es-
taban expresamente conferidos por la ley, a saber: toda reforma al contrato de
fideicomiso requiere de consentimiento del fideicomisario; y es necesario su con-
sentimiento para la formación de un comité técnico o de distribución de fondos,
reglas de operación y facultades del mismo.

Obligaciones
El fideicomisario no tiene obligaciones institucionales. Pero en lo convencional
generalmente sí tiene obligaciones concretas. Las condiciones suspensivas o re-
solutorias a las que se refiere la LGTOe (art 357, 111 Y IV) como formas de ex-
tinción, son algunas de las obligaciones convencionales que puede tener el
fideicomisario y que, por tanto, son de diseño caso por caso; ejemplos. Puede que-
dar obligado con la fiduciaria -más específicamente con el patrimonio autóno-
mo del fideicomiso- cuando por virtud del contrato dicho patrimonio se debe
distribuir entre terceros en atención a modalidades concretas; en el fideicomiso
de colocación bursátil (núm 158) el fideicomisario está obligado a pagar el mono
to del título que se le expedirá; en el fideicomiso testamentario se le pueden fin·
car obligaciones al fideicomisario (heredero virtual), tales como el pago de
impuestos, o condiciones como la protección de determinada persona, la distri-
bución de cierta cantidad entre un grupo de gente, el arreglo de un finca, etcétera.
Cabe, finalmente señalar que, como vimos, el fideicomitente puede también
ser el fideicomisario. De ser así, la carga obligacional que tendrá la persona con-
cernida es doble: tanto la que tiene una como la otra figura y que analizamos,
respectivamente, en este y en el anterior numeral.

171 Posturas de la Suprema Corte respecto de la posición


de fideicomitente y fideicomisario

Fideicomitente
Dentro de muchas otras, consideramos que por su particular importancia las si-
guientes seis tesis, tres de ellas respecto de la posición del fideicomitente, y tres
Elementos deexistencia y condiciones de validezdel fideicomiso 90S

respecto de la del fideicomisario, deben mencionarse a manera de que el lector


abunde sobre la situación de estas dos figuras, y de sus obligaciones emanantes
y remanentes una vez constituido el fideicomiso.
Fideicomiso sin fideicomitente Una ya célebre aunque reciente tesis de los co-
legiados (asunto Franz Mayer), se pronuncia de manera impecable sobre el fidei-
comiso en que el fideicomitente designa a la fiduciaria, por testamento, su
heredera universal, siendo que el fin fiduciario no era testamentario sino la me-
ra administración del bien afectado, durante vida del fiduciante. Es decir, toma
postura ante un asunto con dos negocios diferentes: un fideicomiso de adminis-
tración y un testamento en el que la fiduciaria es la heredera universal del fídu-
ciante. ¿Qué pasa con el patrimonio a la muerte de éste? y ¿cómo adquirió la
fiduciaria el bien? El tribunal sentenció que en la última trasmisión del bien no
hubo fideicomitente, por dos motivos: el fin del fideicomiso era administrar el
bien; dicho fin se cumplió; el plazo era la muerte del fideicomitente; al plazo -la
muerte- los bienes en poder de la fiduciaria regresan al fideicomitente -el de
cujus- y como el heredero era la fiduciaria, pero como persona moral, sólo se
le adjudican testamentariamente; luego, la fiduciaria tuvo la propiedad en dos
ocasiones por motivos distintos: en el primero, fue la titular fiduciaria; y en el
segundo, fue la propietaria, por herencia universal (Fideicomiso. Obligaciones
fiscales a cargo del autor. La muerte del fideicomitente no transfiere tal carác-
ter a la institución fiduciaria nombrada heredera universal del patrimonio fidei-
comitido, A D 1306/84, Tercer Tribunal del Primer Circuito en Materia
Administrativa, séptima época, Informe 1987, tercera parte, pág 114).
Los empleados del fideicomiso El personal que contrate la fiduciaria, para asig-
narlos de modo directo O exclusivo al fideicomiso, no son sus empleados, pero
tampoco lo son del fideicomitente pues a partir de la afectación ya nada tiene
que ver con los bienes. Sin embargo, los laudos que se dicten sobre esa relación
laboral, necesariamente iniciada y sostenida por el fiduciario, afectarán en la me-
dida que se reqnieran los bienes materia del fideicomiso. Una muy importante
tesis se pronunció en ese sentido y fue calcada al carbón primero por el art 63
LRSPBC y, finalmente, por el art 82 LIC que vimos antes (núm 160). (Fideico-
miso. Relaciones laborales en caso de un, 6145/76, A D, séptima época, Cuarta
Sala, Informe 1977, segunda parte, pág 50).
Continuidad por el fideicomitente, de los actos iniciados por la fiduciaria. La
Tercera Sala se pronunció respecto a la obligación que tiene el fideicomitente,
a la.extinción del fideicomiso, de continuar con aquello que la fiduciaria haya he-
cho durante el plazo del fideicomiso, en cumplimiento del fin. La pregunta seria,
¿debe continuar, o tal responsabilidad es y seguirá siendo de la fiduciaria por ha-
ber sido ella quien lo inició? Concluido el fideicomiso, y reintegrados los bienes
al fideicomitente, éste y la fiduciaria quedan vinculados en función de una rela-
ción de causahabiencia, luego, el fideicomitente está obligado a cumplir o per-
feccionar los actos que hubiese realizado la fiduciaria en el desempeño del
906 EL CONTRATO DE FIDEICOMISO

fideicomiso (Fideicomitente, obligaciones del, A D 171766, Tercera Sala, sexta


época, vol CXXVI, cuarta parte, pág 21).

Fideicomisario
Acciones del fideicomisario en protección del bien fiduciario A pesar de que el
fideicomisario es el beneficiario del fideicomiso, el único que tiene las acciones
necesarias para defender al patrimonio es la titular, es decir, la fiduciaria. Las
acciones que tiene el fideicomisario son, la de exigirle a la fiduciaria que cumpla
adecuadamente con el fin. Así, en caso de que la autoridad cause perjuicio per-
sonal y directo al patrimonio (respecto de él no puede causar perjuicio a persona
alguna porque el patrimonio es autónomo), la acción de amparo corresponde a
la fiduciaria (Fideicomisaria. Carece de legitimación para promover el juicio de
amparo en representación del fideicomiso, Pleno, séptima época, Informe 1986,
Sección Pleno, pág 674).
Expropiación de un bien fideicomitido En este caso, por más que la fideicomi-
saria haya sido designada la beneficiaria del derecho real de propiedad, si dicha
trasmisión no se había realizado, y el bien es expropiado, la persona afectada es
la fiduciaria por ser ella la titular, y no la fideicomisaria; y por ser aquella, en-
tonces, quien tiene todos los derechos que requiere para la realización del fin, que
en esa especie seria la obtención del amparo y protección federal consistente en
la anulación de la expropiación y la reivindicación del bien, para que una vez con-
seguidos se cumpla con el fin que es trasmitirlo a la fideicomisaria (Fideicomi-
saria. La ley de expropiación y decreto expropiatorio, no afectan directamente
su interés juridico, A.R. 769/84, Pleno, séptima época, Informe 1986, Sección Ple-
no, pág 674).
Cuando el fideicomisario es un gobierno En una tesis formidable la Segunda
Sala sostuvo que, en este caso, el gobierno federal o la entidad federativa que
actúe en ese papel, no están actuando como entidades soberanas dotadas de im-
perio, sino como personas morales suj etos de derechos y obligaciones en los tér-
minos de la frac 1 del art 25 C Civ y, por tanto, sus actos, aun desposesorios, no
son reclamables en juicio de garantías por no constituir actos de autoridad (Con-
trato de fideicomiso irrevocable traslativo de dominio celebrado por autorida-
des federales y locales como personas de derecho privado y no con el carácter
de autoridad. Amparo improcedente contra actos desposesorios originados por
el mismo, A R 144178, Segunda sala, séptima época, vol semestral 145-150, ter-
cera parte, pág. 1431. El estudiante debe notar que el juzgador no incrementó
artificialmente la categoria juridica del fideicomiso, sino que disminuyó de esa
forma la del gobierno federal, como manera de hacer respetar el interés juridico
tutelado por la ley fiduciaria, a saber, el fin perseguido por las partes en un con-
trato de organización federal, quienesquiera que sean los contratantes, por el he-
cho simple de haberlo celebrado.
Elementos de existenciay condiciones de validez del fideicomiso 907

172 FORMALIDADES DE CONSTITUCION


EN EL FIDEICOMISO
La regla general es que el acto constitutivo debe constar por escrito (art 352, se-
gunda parte LGTae¡. Luego, en materia fiduciaria no hay pactos tácitos ni
verbales.
Por otra parte, como ya vimos (núm 163), cada fideicomiso debe cumplir, ade-
más de la regla genérica de forma escrita, con los requisitos que cada género de
trasmisión debe agotar de conformidad con la legislación común sobre trasmi-
sión de derechos o de propiedad (art 352, tercera parte LGTae¡. Las reglas es-
peciales de forma varian pues, según el tipo de bienes objeto del contrato.
Acerca de este tema debe tenerse presente que el fideicomiso no solo debe
cumplir con las formalidades que establece el derecho común sobre trasmisión
de derechos y propiedad, sino también respecto de las formidades taxativas de
orden público que se pudieran violar de manera indirecta. Por ejemplo, de con-
formidad con los arts 20, IV, 50 Y 80 de la Ley de Inversiones Extranjeras, nin-
guna empresa mexicana puede ser controlada por voto de accionistas o consejeros
en más de 49%. Pues bien, si en una sociedad 49% es propiedad de extranjeros,
26% es propiedad de mexicanos, y el restante 25% son acciones emitidas, pero
no suscritas ni pagadas, y están en fideicomiso destinado a venderlas entre me-
xicanos, debe reconocerse que dicho fideicomiso fue el vehiculo que no permitió
el exacto cumplimiento de los arts 20, 50 Y 80, arriba mencionados, porque ese
25% del haber fiduciario, como participación societaria y empresarial, pertene-
ce a nadie, y entonces esa sociedad está controlada por extranjeros a pesar de
que sólo detenten 49% del capital, tal cual sostuvieron los colegiados en impor-
tante tesis (Inversiones extranjeras. Acciones dadas en fideicomiso, A R 562179,
Segundo Colegiado en Materia Administrativa del Primer Circuito, Informe de
1979, tercera parte, pág 80). Dada la amplitud de posibilidades que tiene y por
tanto, la dificultad para controlar las consecuencias que irradia, las formalida-
des del fideicomiso deben ser tales que con ellas se respete la forma del asunto
que, generará una vez constituido.
Respecto de estos efectos ante terceros (incluida la autoridad) que se siguen
de la constitución de un fideicomiso, es importante señalar que la LGTaC esta-
blece la posibilidad de que el fideicomiso constituido en fraude de terceros pue-
de en todo tiempo ser atacado de nulidad por los interesados (art 351, 3er párr).
En efecto, debido a su naturaleza traslativa el fideicomitente podria, actuando
de mala fe, sustraer sus bienes de una responsabilidad especifica (deuda perso-
nal, requisitos de inversión extranjera, etc) aportándolos a la constitución de un
fideicomiso. Nótese que el texto legal permite concluir que la acción de nulidad
está eximida de término de prescripción, ya que es intentable en cualquier tiempo.
Finalmente, respecto de las formalidades del fideicomiso debe señalarse que
puede ser constituido por acto entre vivos o por testamento (art 352, primera
parte LGTaC). En caso de testamento el fideicomiso debe celebrarse, como ya
90S EL CONTRATODE FIDEICOMISO

se dijo, en la forma y términos en que se celebra el testamento de acuerdo con


el Código Civil.
Como se observa, al igual que los fines, las facultades de las partes, la exis-
tencia de un comité técnico y, en fin al igual que en cualquiera de los componen-
tes del material fiduciario, la forma del fideicomiso puede ser la que sea,
precisamente la que deba respetarse en atención al tipo de bien y el negocio que
será su consecuencia. El único requisito formal establecido por la leyes que conste
por escrito.

173 EXTINCiÓN DEL FIDEICOMISO


El fideicomiso se extinge (cesa)
El fideicomiso cesa, es decir se extingue (no rescinde), por alguna de las siguien-
tes causas (art 357 LGTOC)
• Porque la fiduciaria llegue y obtenga el fin para el que fue constituido y ce-
lebrado, es decir por cumplimiento
• Porque el fin del fideicomiso se convierta en uno de ejecución imposible, hi-
pótesis concordante con la teoria general del contrato (art 1827, 1 C Civ); por
ejemplo cuando el fin sea la modificación de un inmueble que se derrumbó
• Porque la ejecución de la condición suspensiva de que dependa el fin del fi-
deicomiso, no se actualice; porque no se verifique dentro del término seña-
lado en el contrato; y en defecto de plazo para la condición, porque no se
realice dentro de los 20 años desde la celebración. Por ejemplo, cuando la mo-
dificación del inmueble depende de que se obtenga autorización municipal
de uso de suelo
• Porque la condición resolutoria a que haya quedado sujeto el fideicomiso se
cumpla; por ejemplo, cuando se pactó que la modificación no se realizará si
la zona dej aba de ser residencial y se convertia en comercial
• Porque fideicomitente y fideicomisario convengan la extinción del contra-
to, caso en el que necesariamente debe hacerse un convenio expreso que cum-
pla las mismas formalidades que se hayan agotado para la constitución
• Porque el fideicomitente revoque el contrato; hipótesis que sólo puede ma-
terializarse cuando se haya reservado expresamente ese derecho al consti-
tuir el fideicomiso
• Porque habiendo renunciado el fiduciario a su cargo, o habiendo sido remo-
vido, no sea posible su sustitución (art 350 LGTOC). En este caso, la excusa
o renuncia sólo podrá hacerse por causas graves a juicio del juez de primera
instancia del lugar de su domicilio.
Extinguido el fideicomiso (affectio cessantis), vimos (núm 164) que los bienes a
él destinados que queden en poder de la fiduciaria deben ser devueltos al fídei-
comitente y, en su defecto, a sus herederos. La restitución de los bienes que si-
Elementos de existencia 'Y condiciones de validezdelfideicomiso 989

gue a la extinción debe realizarse, como ya se dijo (núm 163), de la misma forma
que produjo efectos ante terceros cuando se constituyó; es decir, deben cance-
larse las inscripciones del caso en el Registro Público de la Propiedad o en el re-
gistro de la emisora tratándose de títulos registrables, y desde luego, debe
entregarse el derecho de propiedad y la posesión de la cosa en términos de la ley.

El fideicomiso se resuelve (incumplimiento)


Por otra parte, el fideicomiso se resuelve por alguna de las siguientes causas
• Por acción de nulidad, por ejemplo, en el caso del art 348 40 párr LGTOe,
o violación al 3er párr inciso b frac XIX, art 106 L/e
• Por acción de rescisión, por incumplimiento del contrato en cualquiera de
las partes (art 2107 e eiv)
• Por resolución administrativa; por ejemplo, cuando en una visita la CNB de-
tecte irregularidades graves en un fideicomiso (art 12 Reglamento de Insepc-
ción y Vigilancia de la CNB)
• Las causas civiles de terminación de contrato, como la compensación, la con-
fusión de derechos, la remisión de deuda o la novación, sucedida entre la ca-
lidad de deudor y de acreedor en fideicomitente y fideicomisario, son en el
fideicomiso las mismas que en cualquier otra convención y, por tanto, son
conducentes.

174 PROHIBICiÓN DE ALGUNOS TIPOS DE FIDEICOMISO


En nuestro derecho está prohibida la celebración de los siguientes tipos de fi-
deicomiso
• Secretos
• Sucesivos
• Que tengan una duración mayor de 30 años
• Ilicitos
Los fideicomisos no pueden tener un fin secreto (art 359 LGTOC). Nótese que
la contravención a este dispositivo no acarrea una simple nulidad, sino la res-
ponsabilidad que se deriva de haber incumplido una prohibición expresa impuesta
por un no hacer. El fideicomiso secreto no se debe confundir con el secreto pro-
fesional a que está obligada toda institución de crédito (art 117 L/C); aquel con-
siste en el deliberado ocultamiento del bien o del fin del fideicomiso, y que queda
desconocido para la fiduciaria; es decir, el secreto es de fideicomitente a fíducía-
ria y se prohibe en favor de la seguridad del negocio. En el secreto profesional
se determina no proporcionar información acerca de un caso particular a nadie
que no sea el directamente interesado, con excepción de la CNB, la SHCP y en
su caso de la autoridad judicial; es decir, el secreto en este caso es del banco ha-
910 EL CONTRATO DE FIDEICOMISO

cia terceros y existe en favor del usuario. El primer tipo de secreto está prohibi-
do y el segundo es una obligación.
El fideicomiso sucesivo es el que desde la constitución designa beneficiarios
(fideicomisarios) seriados uno tras otro, que pasarán a ser beneficiarios sólo al
fallecimiento del anterior. Este tipo de designación fideicomisaria está prohibi-
do cuando los que deben sustituir todavia no nacen en la fecha de la constitu-
ción (art 359, n LGTOC); pero en materia sucesoria sí se permite el pacto sucesivo
cuando las personas designadas de manera sucesiva como fideicomisarias (unas
después de otras) ya estén vivas, es decir concebidas civilmente, al momento de
la constitución.
En nuestro derecho están prohibidos los fideicomisos que tengan una dura-
ción mayor a 30 años, cuando el beneficiario (fideicomisario) sea una persona ju-
ridica que no sea de orden público O de beneficencia. De esta premisa se desdoblan
tres importantes conclusiones

• Dentro del concepto persona juridica en nuestra opinión, debieran entenderse


comprendidas tanto la persona física como la moral, porque el art 25 C Civ
utiliza el término persona moral-no jurídica-; sin embargo, ilustres mer-
cantilistas, como Cervantes Ahumada, consideran que persona jurídica es
sinónimo de persona moral, afirmación que es legitima en la medida en que
la propia LGTOC, en su art 348, establece la diferencia de personas, entre
las físicas y las juridicas -no morales-. Entonces, a la luz del universo tex-
tual de la LGTOC, cuando el fideicomisario sea una persona fisica el contra-
to podría tener un plazo mayor a los 30 años, y sólo las morales -jurídicas
de acuerdo con la LGTOC- quedarían sujetas a esa limitación; pero en la
práctica este autor no ha conocido fideicomisos. ni de personas morales ni
de fisicas, con un plazo mayor a ese; realmente el uso del término persona
juridica fue poco afortunado
• Un fideicomiso sin fideicomisarío puede tener un plazo indefinido, en todo
caso superior a 30 años
• Cuando el fideicomisario sea una persona de orden público O de beneficen-
cia,la regla general de un plazo menor de 30 años se deroga en favor de cual-
quier plazo
• Asimismo, la LGTOC establece una regla especial en favor de los fideicomi-
sos, cuyo fin sea de carácter científico o artístico, cuando no tengan fines de
lucro O cuando estén dedicados al mantenimiento de museos (art 359, LlI),
los que también podrán tener un plazo mayor a 30 años.

Finalmente, existe toda una gama de fideicomisos que están prohibidos en la medi-
da que son ilícitos. entendiendo por ilícito "el hecho que es contrario a las leyes de
orden público o a las buenas costumbres" (art 1830 C Civ). Así por ejemplo, el fidei-
comiso que cede la propiedad de un inmueble en zonas prohibidas a un extranjero:
Elementos de existencia y condiciones de validezdel fideicomiso 911

el que concede el uso de una patente sin la autorización del titular; el que contiene
la renuncia de un derecho privado que perjudique los derechos de un tercero; el que
tiene' por objeto la explotación de una finca rústica, etc, etc, son fideicomisos prohi-
bidos porque sus fines son ilícitos, es decir, contravienen leyes de orden público,
912 EL CONTRATO DE FIDEICOMISO

'.

SEXTA
SECCiÓN

BREVE INTRODUCCiÓN
AL FIDEICOMISO PUBLICO

175 SU LOCALlZACION EN LA ADMINISTRACION PÚBLICA


Como laRegie para el derecho francés o el Department para el derecho estadou-
nidense, por mencionar sólo algunos, el fideicomiso público es una figura que sólo
existe, y en consecuencia sólo se puede comprender en su totalidad, en los tér-
minos del derecho mexicano. Sin abundar en ello, diremos que prácticamente sus
ventajas fueron reconocidas de inmediato por la Administración tanto a su pri-
mera concepción legal (dictaminada en 1926) ni de su primera utilización (efec-
tuada en 1935), sino desde que el Estado estuvo lo suficientemente organizado
y fuerte en valores financieros (digamos al inicio de los sesenta) como para com-
pactar en un solo centro de imputación diferentes recursos monetarios prove-
nientes de diversas fuentes para destinarlos a varios y, en ocasiones, miles de
beneficiarios, limitando la aplicación de los recursos en un texto tan claro y tan
a la medida como un contrato; todo ello merced a un solo acto como es justamente
el fideicomiso público.
Dentro de los muchos fideicomisos públicos de los que se ha beneficiado la
sociedad mexicana, algunos de los cuales se citan más adelante (núm 180), exis-
ten los llamados de fomento económico, como el FOMEX, el FOGAIN, el FO-
GA, el FOMIN, el FIDEIN o el FONATUR; y aquellos denominados
fideicomisos públicos simples, como el FOVI e incluso el FICORCA, que desa-
rrolla actividades en momentos tan coyunturales como las que siguieron a la de-
valuación de 1982, o el fideicomiso de creación judicial que en 1988 permitió, en
el sector de la aviación comercial, la relocalización de los activos y pasivos de
una empresa estatal quebrada. Las diferencias entre fondo de fomento y fidei-
comiso se analizan adelante (núm 178), pero antes veamos brevemente cual es
su situación dentro de la administración pública.
Breve introducción al fideicomiso público 913

La división de soberanía que reconoce nuestro sistema constitucional pre-


viene la existencia de tres poderes, cuyas funciones principales son de fácil de-
tección. Sinópticamente son las siguientes
• Crear, aprobar o negar que se realicen, situaciones que afectan a la sociedad
en su conjunto; cuyo resultado es la fuente formal del derecho por excelen-
cia: la ley (Poder Legislativo)
• Proveer y procurar que las leyes y las órdenes creadas y dictadas por el Po-
der Legislativo se cumplan. ya sea que para ello se deba disponer de elemen·
tos personales o se deba crear una normatividad especial que permita, en la
práctica, el cumplimiento de la ley, que se denomina reglamento (Poder Eje-
cutivo)
• Interpretar tanto la ley como los actos de los individuos y de la autoridad,
a fin de determinar si realmente se cumplió con la primera (Poder Judicial).
El más complejo y diversificado de los tres es el segundo. Como es sabido. el Po-
der Ejecutivo está representado por el presidente de la República. el cual deriva
el cumplimiento de las responsabilidades administrativas que le competen, de
acuerdo con un estricto criterio de jerarquías, delegación de obligaciones y es-
pecialización, en diferentes entidades que se localizan en alguno de los siguien-
tes tres grandes grupos de instituciones que se diferencian entre sí, no solo por
el tipo de responsabilidad que reciben, sino también por el volumen de autono-
mía administrativa que el Ejecutivo les trasmite para su desahogo, y que obe-
dece al mayor o menor control. vigilancia, especialización, temporalidad.
flexibilidad y libertad de acción que el propio Ejecutivo considere que debe asig-
nar a cada una de las entidades que vayan a desahogar su cumplimiento direc-
tamente
• La organización centralizada. que está formada por las secretarias de Esta-
do y los departamentos administrativos (art 20 LOADMONPF)
• La organización paraestatal o descentralizada que está formada por (i) los
organismos descentralizados (entidades con personalidad y patrimonio pro-
pios creados con el objetivo de cumplir con un fin social o público especifico
y. en todo caso, creados por una ley ad-hoc); (ii) las empresas de participa-
ción estatal mayoritaria o minoritaria (sociedades mercantiles diseftadas para
recibir en su capital o administración determinada inversión del gobierno fe-
deral) (art 30, 1 Y JI LOADMONPF)
• (iii) también en la administración paraestatal, la organización del cumplimien-
to de ciertas responsabilidades del gobierno, a través de fideicomisos públi-
cos (art 30. JII LOADMONPF).
Como se observa. los dos últimos grupos están aglutinados en una sola denomi·
nación legal que es la de administración pública paraestatal (art 30 LOAD-
MONPF). En sentido decreciente los primeros son aquellos que requieren un
mayor control y vigilancia y cuya especialización es muy diversa, por lo que no
necesitan libertad o agilidad de actuación económica y social; por su parte. del
914 EL CONTRATODE FIDEICOMISO

mismo modo en sentido decreciente, los últimos son los que, por su alta especia-
lización, requieren mayor libertad y agilidad de actuación y cuyo control y vigi-
lancia se puede ejercer intermitentemente (para la autonomia de gestión de las
entidades paraestatales léase el art 11 LFEPl. En el último caso se localizan, pues,
los fideicomisos.
La justificación socioeconómica del fideicomiso público, como aparato pa-
raestatal (es decir, de soporte a la actividad central del Estado) se materializa
cuando ciertas necesidades sociales o económicas necesitan un tipo de solución
O apoyo que reúna las siguientes características

• Por la naturaleza propia del fideicomiso, su utilización es por lo general apli-


cable a actividades temporales, fáciles de identificar y de aislar de cualquier
otro tipo de relación administrativa, pues, por tratarse de un contrato, per-
mite centrar la actividad a desarrollar con la especificación de su plazo y ob-
jeto, en el texto mismo de la convención
• Por la misma razón, el fideicomiso permite como ninguna otra figura con-
centrar e independizar los bienes que la administración pública dispone y
afecta a la realización de un objetivo que, como dijimos, es temporal
• Por el carácter de patrimonio autónomo sujeto a reglas diferentes que ad-
quiere la masa de bienes fideicomitidos y, por lo mismo, su fácil considera-
ción en un presupuesto de egresos e ingresos, los fines de los fideicomisos
públicos son principalmente de financiamiento y en algunos casos de aseso-
ría respecto a la aplicación que debe darse a dicho financiamiento
• Por último, por la estructura del fideicomiso, la responsabilidad del cumpli-
miento del objetivo que tuvo la administración pública al crearlo es exclusi-
vamente de la fiduciaria y no del sector central.
De lo anterior, puede colegirse que los públicos son fideicomisos como otros, ema-
nados, como ya sabemos, del derecho mercantil, pero que por sus ventajas y ca-
racterísticas ya institucionalizadas, le permite al Ejecutivo una solución óptima
para necesidades sociales y económicas que por diversas razones no puede aco-
meter ni de modo directo por la via centralizada ni con un organismo descentra-
lizado o una empresa de participación estatal. Es decir, el fideicomiso público
es un recurso.

176 DEFINICION. NORMATIVIDAD


La definición de fideicomiso público se encuentra en la ley (art 47 LOADMONPp):
es
aquel que el gobierno federal o alguna de las demás entidades paraestatales
constituyen, con el propósito de auxiliar al Ejecutivo Federal en las atribu-
ciones del Estado para impulsar las áreas prioritarias del desarrollo, que
cuenten con una estructura análoga a las otras entidades y que tengan co-
mités técnicos.
Breveintroducción al fideicomiso público 915

De conformidad con esta definición los elementos del fideicomiso público son
los siguientes
• Otra vez la definición de fideicomiso se sobrentiende y omite, lo que convierte
a la LOADMONPF, por cuanto a esta figura se refiere, en una ley enuncia-
tiva y no integral. Como sea debe ser un fideicomiso que obedezca al régi-
men previsto en la LGTOe
• Su estructura debe ser análoga a la de las otras entidades paraestatales, es
decir, a la de los organismos descentralizados y sociedades de participación
estatal (esa analogia sólo puede apreciarse, desde el punto de vista del go-
bierno federal)
• Debe ser constituido por el gobierno federal o por otra entidad paraestatal.
En la técnica fiduciaria el término constituir debe entenderse como el acto
de afectación que realiza el fideicomitente y el control que ejerce sobre ia con-
secución del fin
• Su constitución debe obedecer a fines de auxilio al gobierno federal
• Respecto de las atribuciones que éste tiene para impulsar las áreas priorita-
rias de desarrollo, que en derecho administrativo se establecen de acuerdo
con la Ley General de Planeación.
Como se observa, este último elemento de la definición obligaria, en principio,
a que todos los fideicomisos públicos fueran de fomento económico o social, pe-
ro como veremos, el maestro Luis Malpica aporta una precisión importante que
recordaremos en su oportunidad. Los fideicomisos públicos están organizados,
a partir de la publicación de laLFEP (DO 14 de mayo de 1986), por la legislación
orgánica de las entidades paraestatales. Como manera de introducir al estudiante
en la normatividad del fideicomiso público, a continuación mostramos sinópti-
camente el itinerario que debe seguirse en su constitución para concluir con un
ejemplo concreto.

Proceso de constitución
La secuencia cronológica en la constitución y desarrollo del fideicomiso público
es la siguiente. El Ejecutivo Federal, por conducto de la SPP, es a quien corres-
ponde establecer los objetivos y características generales de los fideicomisos pú-
blicos, y corresponde a la misma secretaria ser el fideicomitente único del
gobierno federal (art 47, 20. párr LOADMONPF). Asimismo, en general, a la SPP
compete el macrocontrol de las actividades de los fideicomisos públicos en su
conjunto, lo cual es concordante con las facultades de acopio y elaboración de
datos y planes nacionales, sectoriales y regionales de desarrollo económico que
le corresponden (art 32 LOADMONPF).
Como en toda la materia paraestatal, los fideicomisos públicos están some-
tidos, por cuanto a las politicas de desarrollo de cada actividad y rendición de
cuentas se refiere, a las secretarias de Estado encargadas del sector en cuyo ám-
916 EL CONTRATODE FIDEICOMISO

bito se desarrollen las actividades de cada uno (arts 70, 10 Y 46 LFEP). En ese
contexto la secretaria de Estado correspondiente por lo general se designa ca-
becera de sector. Por ejemplo, la cabecera de sector del FONATUR es la Secre-
taria de Turismo, etcétera.
Por parte del fideicomitente, en virtud de que la creación de un fideicomiso
tiene como corolario la afectación de parte de un patrimonio para la creación de
otro autónomo, debe ser homologado por el ministerio autorizado para disponer
de los recursos de la nación a saber, la SHCP (arts 31, IX LOADMONPF y 54
LFEP). De lo anterior se desprende que los fideicomisos públicos están sujetos
a una vigilancia cuyo ejercicio debe coordinarse con la CNB y, en su caso, con
la CNV: están sujetos a dos tipos de fiscalizaciones y vigilancia: (i) la dirigida
a que se desarrollen de acuerdo con los principios elementales de la institución
(por la CNB, la CNV y la SGCF) y (ii} la vigilancia de tipo financiero que ejercen
la SHCP y la SPP, a grado que, como veremos, ambas secretarias deben tener
un representante en los órganos de gobierno de cada fideicomiso.
Generalmente, el objeto del fideicomiso -los bienes- que se afectará al pa-
trimonio autónomo es capital monetario suministrado por las propias fiducia-
rias, por lo que deben presentar un programa financiero general en el que se
presupuesten dichas cantidades, que deben formularse de conformidad con los
lineamientos que establezca la SHCP (art 53 LFEP). Es decir, cuando un fidei-
comiso público requiere financiamiento (que es lo que en general requiere) debe
obtener autorización de la SHCP para gestionar y contratar dicho financiamien-
to, siempre que tal egreso esté considerado en el presupuesto de egresos de la
federación. Ese financiamiento lo otorgan las instituciones de crédito faculta-
das para realizar estas actividades, en particular Nafinsa (art 60, VI LONAFIN)
y las otras bancas de desarrollo.
Sobre esto, cabe recordar que mediante su delegado fiduciario general, las
fiduciarias deben someter a consideración de la coordinadora del sector corres-
pondiente sus proyectos de estructura administrativa o las modificaciones que
se requieran en su opinión, dentro de los seis meses siguientes a la modificación
(art 42 LFEP).
Finalmente, la conclusión o revocación de cada fideicomiso público es una
facultad exclusiva del gobierno federal, salvo que se trate de fideicomisos cons-
tituidos por mandato de ley o que la naturaleza de sus fines no lo permita (art
45 LFEP), casos en los cuales el Congreso es el que debe votar su desaparición.

Secuencia de constitución
Utilicemos como ejemplo para ilustrar la mecánica del fideicomiso público un
caso de particular importancia en esta época, a saber, el Fondo Nacional de Fo-
mento Industrial (FOMIN, abril 1972). Sus caracteristicas son las siguientes
Fideicomitente SPP
Fiduciaria Nafinsa
Breve introducción al fideicomiso público 917

Objeto fiduciario Dinero en efectivo respaldado por el gobierno federal. En


este fideicomiso el importe inicial del patrimonio fideicomitido fue de 500
millones de pesos aportados por el gobierno federal.
Fin fiduciario Asociarse hasta en 49% con nuevo capital, a una empresa,
mediante la aportación temporal de recursos como capital de riesgo, suscrí-
biendo acciones comunes o preferentes que venderá, una vez que la empre-
sa ya no requiera su apoyo
Fideicomiserios Aquellas medianas y pequeñas empresas que reúnan los
requisitos para convertirse en beneficiarios y puedan aspirar al beneficio se-
ñalado (presentar un estudio económico de viabilidad, as! como uno técnico
y financiero, que para el personal de FüMIN sea susceptible de abordar a
fin de procurar un beneficio a la sociedád económica)
Ampliación del patrimonio eventualmente se puede presentar la necesi-
dad de que FüMIN necesite más recursos porque se agoten los iniciales;
en tal caso, de estar contemplado en el presupuesto de egresos tan solo
solicita a la SHCP autorización para obtenerlo y de no estar previsto, de-
be solicitar autorización a la SPP.

1n PARTES EN EL FIDEICOMISO PÚBLICO.


OBLIGACIONES
De lo anterior se desprende que los elementos personales que participan en el
fideicomiso público son los siguientes
• La SPP, como fideicomitente único del gobierno federal y, además, la en-
cargada de autorizar todos los fideicomisos por ser la facultada para pro-
gramar, administrar y autorizar las inversiones del gobierno federal
• La SHCP, que es la encargada de autorizar financiamiento a las fiducia-
rias de fomento
• La fiduciaria, que es generalmente una institución de banca de desarrollo
(Nañnsa, Banobras, etc) o una banca múltiple con participación mayorita-
ria del Estado (Banco Somex, Internacional, etc), de la que se desprenden
otros dos elementos personales
• El comité técnico
• El delegado fiduciario especial, que se conoce en la práctica como di-
rector general del fideicomiso
• Los fideicomisarios, que son los sectores geográficos económicos o los agen-
tes económicos personalizados, a los que el gobierno federal consideró ne-
cesario apoyar por diferentes motivos.

El fideicomitente (la SPPI


Este ministerio es el encargado de autorizar la celebración de los fideicomisos
públicos. A ella corresponde la proposición de extinción, modificación y consti-
918 EL CONTRATO DE FIDEICOMISO

tución de los fideicomisos públicos, previa opírñón de la SHCP. Por lo mismo,


esta secretaria es el receptáculo de los estudios y proyectos que se realicen en
tomo a las posibilidades de constitución modificación y extinción, así como de
los proyectos anuales de presupuesto que se haya elaborado para cada fideico-
miso. En su caso, es la competente para aprobar las inversiones que llegaren
a necesitar y que no estén contempladas en el presupuesto de egresos de la Fe-
deración.
Como fideicomitente, en el contrato correspondiente esta secretaria debe
precisar los fines del fideicomiso, asi como sus condiciones y términos, siguien-
do las instrucciones que el Ejecutivo Federal haya dictado. También compete
a este ministerio cuidar que en los contratos queden debidamente precisados
los bienes fideicomitidos, así como las limitaciones, reservas, facultades y de-
rechos especiales que se finquen al comité técnico (art 41 LFEp).
Asimismo, debe precisar en cada contrato qué facultades son susceptibles
de trasmitirse de la fiduciaria a las personas que deban auxiliarla para el buen
cumplimiento de sus funciones, cuidando que las mismas no incluyan poderes
de expresión de voluntad, mando o decisión. En ningún poder se otorgarán fa-
cultades a los madatarios para sustituir los poderes que se les confieran, salvo
que se trate de mandatos para pleitos y cobranzas.
Por último, de manera obligatoria debe incluir un representante en los co-
mités técnicos de todos los fideicomisos públicos, y debe fijar con precisión en
cada contrato, las facultades, reservas y derechos que competerán a dicho co-
mité (arts 90 y 44 LFEP).

El fiduciario
Fundamentalmente, la fiduciaria es la responsable de realizar los fines del fi-
deicomiso y de asumir el cumplimiento directo de las obligaciones legales y de
las estipulaciones contractuales (arts 356 LGTOe y 91 LIC), que estudiamos
en las secs anteriores de este cap.
La fiduciaria, a través del delegado fiduciario general, debe someter a la
consideración de la cabecera de sector los proyectos de estructura administra-
tiva o las modificaciones que se requieran para cada fideicomiso dentro de los
seis meses siguientes a la constitución 'o modificación de los mismos (art 42
LFEp). En el mismo sentido, toda contratación de personal que haga directa-
mente la fiduciaria o el delegado fiduciario, debe contratarlo previa opinión del
comité técnico.
Las limitaciones que se impongan al comité técnico, en el que siempre ha-
brá un representante de la fiduciaria, constituyen limitaciones para la propia
institución (art 44, 1er párr in fine LFEP). No obstante, la fiduciaria debe abs-
tenerse de cumplir la resolución que el comité técnico dicte, cuando ésta sea
en exceso de facultades fijadas de modo expreso por el fideicomitente o en vio-
lación a las cláusulas del contrato de fideicomiso que se trate (art 44, 20 párr).
Breve introducción al fideicomiso público 919

Asimismo, en caso de urgencia o imposibilidad de que se reúna el comité técni-


co, la fiduciaria queda limitada en su actuación, y para poder hacerlo debe con-
sultar al gobierno federal a través del coordinador del sector, y sólo cuando
se autorice podrá actuar en consecuencia (art 44, 3er párr],
Debe presentar a la SPP los proyectos anuales de presupuesto y en su ca-
so, debe solicitar las contrataciones de financiamiento que se hayan previsto
en el programa financiero general que para ello cada fiduciaria elaboró de con-
formidad con los lineamientos establecidos por esa secretaria (art 51 LFEP);
en caso de financiamiento externo debe procurar la aprobación, pero de la SHCP
(art 54 LFEP¡. Con objeto de facilitar este proceso de fiscalización, las institu-
ciones fiduciarias establecen los sistemas de auditoría interna que consideren
adecuados (art 63 LFEP).

Categorfa burocrática del delegado fiduciario


El responsable de la materialización y concreción de las responsabilidades fin-
cadas a la fiduciaria es el delegado fiduciario especial que debe existir necesa-
riamente en cada fideicomiso público (arts 40, ler párr y 54 LFEp¡. En la
práctica, es conocido como el Director General del fideicomiso o del fondo, se-
gún el caso.
Además de que debe producir y manejar los registros, efectuar los gastos
de inversiones (art 52 LFEPI, contraer obligaciones, cumplir con las obligacio-
nes institucionales especificadas por la LGTOC y principalmente la L/e y, en
general, además de ejercitar los derechos y acciones que correspondan con apego
a las determinaciones del banco que desempeñe el cargo de fiduciaria, los dele-
gados fiduciarios están obligados, y tienen facultades para (art 59 LFEP)
• Administrar y representar legalmente al fideicomiso
• Formular sus programas de corto, mediano y largo plazo; los presupues-
tos y presentarlos para aprobación al Comité; as! como los programas de
organización
• Establecerlos métodos que permitan el óptimo aprovechamiento de sus
bienes muebles e inmuebles
• Tomar las medidas pertinentes para que sus funciones se realicen de ma-
nera articulada, congruente y eficaz
• Proponer al comité el nombramiento o remoción de los dos primeros nive-
les de sus servidores, la fijación de sueldos y demás prestaciones conforme
a las asignaciones globales del presupuesto de gasto corriente aprobado
por el propio comité
• Recabar información y elementos estadísticos que reflejen el estado de sus
funciones para mejorar su gestión
• Establecer los sistemas de control necesarios para alcanzar las metas u ob-
jetivos propuestos
920 EL CONTRATODE FIDEICOMISO

• Presentar periódicamente al comité un informe de sus actividades, inclui-


do el ejercicio de los presupuestos de ingresos, y egresos y los estados fi-
nancieros correspondientes
• Establecer los mecanismos de evaluación que destaquen la eficiencia y la
eficacia con que se desempeñe, y presentar al comité, por lo menos dos ve-
ces al afio, la evaluación de gestión con el detalle que previamente se acuerde
con el comité, escuchando a su comisario
• Ejecutar los acuerdos que dicte el comité.

El comité técnico
Como tada entidad paraestatal, el fideicomiso público dispone de un órgano de
gobierno que es, justamente, el comité técnico (art 40, 20 párr LFEp). Es de
hacerse notar que por cuanto a la organización de los órganos de gobierno se re-
fiere la LFEP les otorga un trato uniforme, por este mismo motivo, se in-
cluye tanto a los organismos descentralizados, las sociedades de participación
estatal como a los fideicomisos mismos. Es conveniente destacar que el comité
técnico es el encargado de elaborar las reglas de conducta a las que debe suje-
tarse el apoyo o servicio que brinde cada fideicomiso.
El comité debe estar integrado por miembros propietarios y suplentes re-
presentantes, cuando menos de las siguientes entidades: uno del coordinador
del sector, otro de la SHCP, otro de la SPP y otro de la propia fiduciaria, que
mantendrá un representante permanente en el citado cuerpo colegiado. En los
casos en que la autorización de creación no determine a quién corresponde la
presidencia del comité técnico, se entenderá conferida a uno de los represen-
tantes de la dependencia que actúe como coordinador de sector.
Debe sesionar con periodicidad (cada mes) y sus decisiones se toman por
mayoría de votos. No obstante la importancia del comité técnico en el desarro-
llo de los fideicomisos públicos, como ya dijimos, no puede actuar con exceso
de las facultades expresamente conferidas por el fideicomitente y en caso de
así suceder, la fiduciaria queda liberada de toda obligación de obedecer la or-
den dada de forma excedente al contrato.
Como órgano de gobierno, el comité técnico de los fideicomisos paraesta-
tales tiene las siguientes atribuciones indelegables (art 58 LFEP)
• Establece, en congruencia con los programas sectoriales, las pol1ticas ge-
nerales del fideicomiso y le define las prioridades a que debe sujetarse,
relativas a producción, productividad, comercialización, investigación, de-
sarrollo tecnológico y administración general
• Aprueba los programas y presupuestos del fideicomiso, así como sus mo-
dificaciones, en los términos de las leyes aplicables. En lo tocante a los pre-
supuestos y a los programas financieros, con excepción de aquellos incluidos
en el Presupuesto de Egresos de la Federación o del DDF, basta con la apro-
bación del comité
Breve introducción al fideicomiso público 921

• Aprueba la concertación de préstamos para financiar el fideicomiso, con


créditos internos y externos, pero debe observar los lineamientos que dic-
ten las autoridades en materia de manejo de disponibilidades financieras
• Aprueba, previo informe del comisario y dictamen de los auditores exter-
nos, los estados financieros anuales del fideicomiso, y autoriza la produc-
ción de los mismos
• Aprueba, de acuerdo con las normas aplicables, las políticas, bases y pro-
gramas generales que regulen los convenios, contratos, pedidos o acuer-
dos que deba celebrar el fideicomiso con terceros en obras públicas,
adquisiciones, arrendamientos y prestación de servicios relacionados con
bienes muebles
• Aprueba la estructura básica de la organización del fideicomiso y las modi-
ficaciones que procedan a la misma
• Propone al Ejecutivo Federal, por conducto de la SPP, los convenios de
fusión con otras entidades
• Autoriza la creación de comités de apoyo (art 56 LFEP)
• Nombra y remueve a propuesta del director general, a los servidores del
fideicomiso que ocupen cargos con las dos jerarquias inferiores a la de aquel;
aprueba la fijación de sus sueldos y prestaciones; y a los demás que seña-
len los estatutos
• Nombra y remueve a propuesta de su presidente, entre terceros, al secre-
tario, quien podrá ser miembro o no del comité; y designa o remueve a pro-
puesta del director general, al prosecretario del comité, quien podrá ser o
no su miembro
• Establece, con sujeción a las disposiciones legales relativas, y sin interven-
ción de cualquier otra dependencia, las normas y bases para la adquisición,
arrendamiento y enajenación de inmuebles que el fideicomiso requiera pa-
ra la prestación de sus servicios
• Analiza y aprueba, en su caso, los informes periódicos que rinda el director
general, con la intervención que corresponda a los comisarios
• Acuerda, con sujeción a la normatividad aplicable, los donativos o pagos
extraordinarios y verifica que los mismos se apliquen a los fines señalados
en las instrucciones de la coordinadora del sector
• Aprueba las normas y bases para cancelar adeudos a cargo de terceros y
a favor del fideicomiso, cuando fuere notoria la imposibilidad práctica de
su cobro, informándolo a la SPP por conducto de la coordinadora de sector.

178 DIFERENCIA ENTRE FIDEICOMISO PÚBLICO Y FONDO


DE FOMENTO ECONOMICO. OPINION DEL MAESTRO
MALPICA DE LA MADRID
Dentro de esta nota introductoria al fideicomiso público, se considera adecua-
do incluir la importante diferenciación que hace el maestro Luis Malpíca, entre
922 EL CONTRATO DE FIDEICOMISO

fideicomiso público y fondo de fomento económico, porque de esa manera, pen-


samos, el carácter funcional de esta institución será con facilidad retenido por
el lector.
El autor citado considera, como primer apunte, que no todos los fideicomi-
sos públicos instituidos por el gobierno federal tienen como función la de fo-
mentar alguna actividad económica, cual es el caso del FICORCA (Fideicomiso
para la cobertura de riesgos cambiarios) y más aún el caso de fondos que no
son administrados bajo la figura del fideicomiso público y que, desde luego,
no son de fomento económico, como sucede con el FOVI (Fondo Nacional de
la Vivienda) que es administrado por el INFONAVIT. En efecto, los de fomen-
to económico y los demás, desde el punto de vista del derecho mercantil son
fideicomisos, pero con propiedad sólo debiera aplicarse el término fondo a los
que se instituyen con el objeto fiduciario de fomentar una actividad o sector
económico.
Otra diferencia establecida por el autor es que en los fideicomisos públicos
simples, las fiduciarias deben ajustarse a los lineamientos establecidos en los
contratos correspondientes, en tanto que en los fondos de fomento económico,
además del contrato como regla central, las fiduciarias establecen los criterios
en la aplicación de sus recursos, elaborando para ello las reglas de operación
para cada fondo. Sutil diferencia que, por ella misma, permite discriminar por
aparte una categoria completa.
Otra diferencia adicional -continúa el autor- es que en los fondos de fo-
mento económico, la fiduciaria debe presentar un informe de actividades con
una periodicidad minima anual. Finalmente, señala con acierto que, como el
fideicomiso no tiene personalidad propia, la desiguación casi coloquial que se
hace de cada fondo (FONATUR, FOGAIN, FOIR, etc) es incorrecta, pues con
propiedad debieran denominarse bajo el indicativo Nacional Financiera Fidu-
ciaria de. .. o Banobras Fiduciaria de . .. respectivamente. etc; por ser cada
fiduciaria quien hace frente, con su personalidad juridica, a la gestión del fin
fiduciario.
Como se observa, estas diferencias permiten recordar que los fideicomisos
públicos no siempre se constituyen con el interés de fomentar un sector o una
actividad económica, sino también, como señalamos antes, con intereses bien
diversos; pero cuando esto es así, la difusión de ese género de fideicomiso ha
sido tal que permite ponderar la posibilidad de que se hayan conformado en
nuestro medio dos tipos fácilmente contrastables, a saber, los fideicomisos pú-
blicos simples o de diferente fin, y los fondos de fomento económico.

179 CLASIFICACION DEL FIDEICOMISO PÚBLICO.


OPINION DEL MAESTRO VILLAGORDOA LOZANO
Con dominio no solo del derecho mercantil, sino de la teoria del acto y la auto-
ridad administrativos, en una de las más claras aportaciones teóricas a la ma-
Breve introducción al fideicomiso público 923

teria, el maestro Villagordoa Lozano, hace un estudio sobre el fideicomiso


público, a la ocasión del fideicomiso en general, que es de la mayor importancia
para el estudioso. En su doctrina, el maestro establece una doble diferencia que
a continuación se cita porque pensamos que de esta forma se puede establecer,
para efectos de este trabajo, el indice necesario para la clasificación del fideico-
miso paraestatal.
Desde el punto de vista del fin fiduciario el maestro distingue los fideico-
misos públicos en
• Fideicomisos para encargos específicos
• Fideicomisos de fomento, que a su vez pueden ser
• de finalidad temporal
• de finalidad permanente. Pero además, pueden ser
• de redescuento (banca de segundo piso)
• de fomento simple que no implica redescuento.
Por otra parte, desde el punto de vista de los derechohabientes del fideicomi-
so, es decir, de los fídeicomisarios, el maestro hace las siguientes diferencias
• Los fideicomisos en los que los fideicomisarios -citando al maestro Cer-
vantes Altamirano- no están específicamente designados, sino que son
grupos sociales en los que el Estado cree tener el deber de intervenir para
resolver problemas de desarrollo
• Los fideicomisos en los que los fideicomisarios son otras entidades del go-
bierno federal
• Los fideicomisos en los que el fideicomisario es el propio fideicomitente.
Con base en las anteriores diferenciaciones podemos intentar el siguiente en-
sayo de doble clasificación
1 Fideicomisos para encargos específicos A su vez pueden estar destina-
dos a lo siguiente: (i) al desarrollo de un proyecto municipal, estatal o fede-
ral; (ii) a la garantía y protección del nivel de vida de un cierto sector social
o de la sociedad en su conjunto, y (iii) a la difusión o salvaguarda de un
valor social, cultural o histórico
2 Fideicomisos de fomento o fondos A su vez pueden estar destinados a
lo siguiente: (i) al apoyo de agentes económicos alienados del desarrollo del
país: (ii) al apoyo de regiones geográficas alienadas del desarrollo; (iii) al
apoyo de sectores y regiones económicos con posibilidad de desarrollo, pe-
ro sin capacidad de autofinanciamiento, y (iu) al apoyo de agentes econó-
micos precisos con posibilidad de desarrollo, pero sin capacidad de
autofinanciamiento.
Por la amplitud y falta de precisión categórica de la clasificación anterior, debe
tenerse presente la opinión de autor citado, en el sentido de que el fin de un fidei-
comiso público puede ser cualquier actividad licita, determinada y de
interés público; luego, no debe extrañar al alumno que algún fideicomiso o fon-
924 EL CONTRATODE FIDEICOMISO

do no caiga dentro de alguna de las clasificaciones anteriores, las cuales se le


ofrecen, una vez más, con el único fin de introducirlo al tema.

18D CITA DE ALGUNOS EJEMPLOS DE FIDEICOMISO


PÚBLICO
Como acabamos de señalar, son básicamente dos los tipos de fideicomiso que
se agrupan con base en la distinción de fideicomiso simple y fondo de fomento
económico. Pero, además vimos que cada tipo tributa la posibilidad de otras
subclasificaciones. AsI, los ejemplos de cada tipo y subtipo de fideicomiso que
podemos mencionar a manera de simple ilustración son los siguientes. Antes,
cabe subrayar que algunos de estos fideicomisos públicos desapareceran en su
oportunidad, debido a la política de simplificación que ha distinguido a los úl-
timos años de nuestra administración, que sin embargo se mencionan, insisti-
mos, con ánimo de ilustración
1 Fideicomisos para encargos especificos A su vez presentan los siguien-
tes subtipos
• Los que se constituyen para desarrollar un proyecto municipal, esta-
tal o federal: Fondo Fiduciario Federal de Fomento Municipal (FO-
MUN); Fideicomiso Submetrópoli de Tijuana; Fideicomiso para el
Desarrollo Urbano de la Ciudad Lázaro Cárdenas Las Truchas; Fidei-
comiso para Caminos y Puentes Federales de Ingresos y Servicios Co-
nexos; Fideicomiso para Apoyo a la Ganaderia de los Estados de Sonora
y Baja California; etcétera
• Los que se constituyen para garantizar y proteger el nivel de vida de
un cierto sector social o de la sociedad en su conjunto: Fondo de Ope-
ración y Descuento Bancario a la Vivienda (FOVI); Fondo de Fomento
y Garantía para el Consumo de los Trabajadores (FONACOT); Fondo
Nacional para Prevenir y Controlar la Contaminación Ambiental; et-
cétera
• Los que se constituyen para difundir o salvaguardar un valor social,
cultural o histórico: Fondo Nacional para el Fomento de las Artesa-
nías (FONART); Fideicomiso para la Cineteca Nacional; Fondo de la
Amistad México-J apón; Fondo de Cultura Económica; Fideicomiso para
el Sostenimiento del Patrimonío Indígena del Valle del Mezquital, et-
cétera.
2 Fideicomisos de fomento o fondos A su vez presentan los siguientes
subtipos
• Los que se constituyen como apoyo de agentes económicos alienados
del desarrollo del pais: Fondo de Garantía y de Apoyo para la Vivien-
da de Interés Social (FOG A); Fideicomiso del Fondo de las Habitacio-
Breve introducción al fideicomiso público 925

nes Populares; Fideicomiso para Siembras de Maiz, Frijol y Cacahuate;


etcétera
• Los que se constituyen como apoyo de regiones geográficas alienadas
del desarrollo: Fideicomiso para Rehabilitación de Avicultores de la Co-
marca Lagunera; Fideicomiso para el Otorgamiento de Crédito a los
Ejidatarios y Pequeños Propietarios de áreas de Riego; Fideicomiso
de Riesgo Compartido (FIRCO), etcétera
• Los que se constituyen como apoyo de sectores y regiones económicos
con posibilidad de desarrollo, pero sin capacidad de autofinanciamien-
to: Fideicomiso para Obras de Infraestructura Rural (FOIR); Fondo
Especial de Asistencia Técnica y Garantía para Créditos Agropecua-
rios (FIRA); Fondo Nacional de Fomento al Turismo (FONATUR); Fi-
deicomiso para el Desarrollo Económico y Social de Acapulco; etcétera
• Los que se constituyen como apoyo de agentes económicos precisos
con posibilidad de desarrollo, pero sin capacidad de autofinanciamien-
to: Fondo de Equipamiento Industrial (FONEI); Fondo de Garantía y
Fomento a la Industria Mediana y Pequeña (FOGAIN); Fondo Nacio-
nal de Fomento Industrial (FOMIN); Fideicomiso de Conjuntos, Par-
ques, Ciudades Industriales y Centros Comerciales (FIDEIN), etcétera.
CAPíTULO
4

NUEVAS MODALIDADES
DE CONTRATACiÓN
BANCARIA
SUMARIO

PRIMERA SECCION LA TRANSfERENCIA ELECTRONICA


DE fONDOS
181 Instituciones internacionales
Introducción
Las organizaciones internacionales abocadas al tema
182 Descripción de una transferencia electrónica
Definición
El quid pro qua: la posibilidad de error
183 Posibilidades más elementales de fraude
Prácticas deshonestas de los empleados
del cliente
Fraudes cometidos en las terminales operadas
por el cliente
Fraude cometido por empleados del banco
Fraude por intervención al sistema
de telecomunicación
Utilidad. mayor que el riesgo
184 Fuente legal de las obligaciones electrónicas
Precisión previa
Las fuentes tradicionales de las obligaciones
Reglas de Banxico sobre tarjeta de crédito, arts 52
y 87 t.tc
La responsabilidad de las partes
Las autoridades competentes
185 El problema de la pobranza
Medios de identificación electrónica sustitutos
de la firma
Prueba en favor de los bancos que hace
su contabilidad
Documentos generados por impresoras
de computación
186 Algunos comentarios criticas

SEGUNDA SECCION LA TARJETA DE CRf:DITO BANCARIA,


TARJETAS ASIMILABLES
187 Tarjeta de crédito bancaria
Introducción
Breve contraste con los titulas de crédito
Definición
188 Montaje del aparato contractual
189 Normatividad
Fundamentos legales
Algunas deficiencias con impacto en la práctica
Características y requisitos literales de la tarjeta
190 Obligaciones y derechos del banco emisor
Obligaciones
Las empresas operadoras de sistema de tarjetas
de crédito
191 Obligaciones y derechos del tarjetahabiente
192 Obligaciones y derechos de los proveedores
193 Otras tarjetas semejantes
La tarjeta de crédito comercial
La tarjeta de servicios financieros

TERCERA SECCION ALGUNOS CONTRATOS AUXILIARES


DEL CRI:DITO
Precisión general
194 El contrato uniforme de comisión bursátil
195 Defensa del cliente contra actos de la casa de bolsa
196 Antecedentes del arrendamiento financiero. Montaje
197 Régimen legal del arrendamiento financiero
198 Algunos ejemplos prácticos de arrendamiento financiero
199 El contrato de compraventa profesional de divisas
200 El contrato de reporto
Definición y funcionamiento
Objeto
Obligaciones de las partes. Capacidad
Requisitos formales
Algunas de sus utilidades
201 El contrato de factoraje financiero o factoring
Definición y antecedentes
Reglas generales de funcionamiento
Diferentes tipos y modalidades
930 NUEVAS MODALIDADES DE CONTRATApÓN EN EL CRÉDITO

PRIMERA
SECCiÓN

LA TRANSfERENCIA ELECTRÓNICA
DE fONDOS

181 INSTITUCIONES INTERNACIONALES


Introducción
Cualquier grupo social tiene, como el eje principal de la mayor parte de sus
actividades, el pago de dinero (t I), En lo que va del siglo ese eje ha evoluciona-
do, de manera insólita, mediante cinco pasos fundamentales
• El pago con moneda metálica Entrega de determinada medida de metal
precioso
• El pago con moneda bancaria Entrega de billetes de papel avalados por
bancos fuertes o bancas centrales
• El pago con moneda cartular El que se realiza con cheque
• El pago con moneda plástica El que se hace mediante tarjetas de crédito
de usos múltiples, desde la identificación de su portador como sujeto de
crédito hasta la transferencia generalizada de fondos y contracargos
• El pago sin moneda Es decir, la disposición que una persona hace de su
dinero puramente verbal, que está sostenida en la dotación lógica de un
sistema computarizado que un banco o una institución auxiliar de crédito
pone a su servicio.
Esta abanico de posibilidades sigue entrañando en esencia lo mismo: un pago;
y aunque dejarla sorprendidos a los analistas de otras épocas con imaginación
más temeraria, no significa sino la evolución dialéctica del pago primitivo. Vis-
to así, resulta que los adelantos técnicos de las formas en que se paga, y que
evolucionan en su ejemplo más claro, la computadora que se referencia en la
quinta forma de pago, más que permitir hacer cosas nuevas propicia que las
cosas viejas se hagan mejor, más rápido y con menos personas y problemas,
Latransferencia electrónica de fondos 931

lo que no debe distraer la atención acerca de que también ha planteado proble-


mas novedosos, como hemos dicho, no de fondo sino de forma, que ni nuestro
derecho ni tal vez ningún otro están preparados para organizar con la eficien-
cia con que lo vinieron haciendo, por cuanto al pago de dinero se refiere, duran-
te muchos años de banca moderna.
La idea de la transferencia electrónica de fondos, vaga hasta hace pocos
años por tener mucha más afinidad con ciencias exactas que con ciencias nor-
mativas, entraña un pago en todos los casos. Esta secc está destinada a intro-
ducir al lector en este novedoso fenómeno, respecto del cual se le sugiere no
perder de vista que se trata de lo anterior: un pago por medios electrónicos,
pero un pago al fin y al cabo. La transferencia que se hace un solo dueño, de
una plaza o de un país a otro, en el plano económico no es un pago, pero banca-
riamente si, porque la transferencia se hizo de un banco a otro; es decir, un banco
pagó a otro a pesar de tratarse de cuentas del mismo dueño.

Las organizaciones internacionales abocadas al tema


UNCITRAL. En primer lugar, debemos mencionar la Comisión de la ONU pa-
ra el derecho mercantil (UNCITRALI, que desde 1964 se avocó a la elabora-
ción y perfeccionamiento de un Proyecto de Guia J uridica Sobre las
Transferencias Electrónicas de Fondos. Recuérdese (t 1) que además de ésta,
la comisión ha realizado otras importantes tareas como la Ley Modelo sobre
Arbitraje Comercial Internacional y la Convención sobre Letras de Cambio In-
ternacionales y Pagarés Internacionales de 1988; en cuya aprobación, el profe-
sor mexicano José Maria Abascal, tuvo una participación que ya comentamos
(t 1). Además de la guia, estos dos textos contienen importantes reglas acerca
de la organización cibernética de las transferencias de fondos.
En Europa También en la ONU, pero en la Comisión Económica Para Euro-
pa, El Grupo de Trabajo sobre Facilitación de los Procedimientos Comerciales
Internacionales fomentó en los setenta, con magnificos resultados, la sustitu-
ción de los documentos tradicionales sobre papel, por métodos que permitan
un intercambio de información más rápido mediante telex y otros sistemas de
electrónica espacial. Cabe decir que del protocolo de Montreal núm 4 al conve-
nio de Varsovia de 1975, se inspiró casi textualmente en los trabajos de este
grupo, que en la actualidad tiene pleno vigor. También, el Grupo de Trabajo
para la Facilitación de los Procedimientos Comerciales Internacionales, órga-
no de la misma comisión, desde mediados de los setenta está al frente del Pro-
grama Especial para Facilitación del Comercio de la UNCTAD. Finalmente,
el Consejo de Europa aprobó en 1981 la Convención para la protección de las
personas en relación con el proceso automático de datos personales, que se ha
convertido en la directriz sobre la protección de la vida privada y la transfron-
teriza, de datos personales.
932 NUEVAS MODALIDADES DE CONTRATACIÓN EN EL CRÉDITO

Publicaciones Marco La OCDE también de la ONU, publicó en 1983 una rno-


nograf!a de JRS Revell titulada Banking and electronic fund trans fer que des-
cribe los sistemas de transferencia electrónica de los paises miembros del OCDE.
Por su parte el Banco de Pagos Internacionales publicó en 1980 una monogra-
fia titulada Payment sistems in eleven developement countries en la que se exa-
minan, a través del método de elementos persistentes, los sistemas de pago.
as! como las posibilidades de organización uniforme en los medios cíbemétieos
de los 11 paises más avanzados en el tema.
Otras organizaciones Se pueden mencionar la organización de aviación civil
internacional, en cuyo protocolo de Guatemala, modificativo del convenio de
Chícago de 1944, organiza medios de traferencias electrónicas de ínformacíea,
reservación, boletaje e inclusive trasmisión de dinero para esos efectos; el Co-
mité Internacional de Transportes Ferroviarios, que aprobó un convenio sobre
su materia en mayo de 1985, que al igual que en el caso de la aviación interna-
cional, organiza el sistema de transferencia electrónica de este tipo de informa-
ción; El Consejo de Cooperación Aduanera (órgano estrechamente vinculado
al GA TT), que estableció reglas de recomendación general en las cuales por su'
puesto considera de manera importante ciertas reglas de transferencia electró-
nica de información y fondos; la Conferencia de La Haya de Derecho
Internacional Privado, la Cámara de Comercio Internacional, el Comité Técni-
co Bancario de la Organización Internacional de Normalización y Normativí-
dad; etcétera
Estados Unidos de América Contra lo que se podria suponer del elenco de oro
ganizaciones mencionadas, no correspondió a la comunidad internacional, ni
aún a la europea, el establecimiento de las reglas básicas sobre las cuales se
orienta la esfera jurldica de la cibernética bancaria; a nuestro entender talla-
bor correspondió a Estados Unidos de América. En efecto, la comisión de no-
tables designada por el Congreso para la redacción de un Uniform code ofnew
means ofpayments, que deberla redactarse en concordancia con el Uniform Co-
mercial Code, ha establecido las reglas que de una u otra forma son la guia de
la organización legal en el mundo. Se precisa que la comisión, que ha venido
trabajando durante los últimos 15 años y que está formada por abogados, re-
presentantes de bancos, profesores y jueces, se constituyó apenas en 1980.

182 DESCRIPCiÓN DE UNA TRANSFERENCIA


ELECTRÓNICA
Definición
El UNCITRAL la define como toda
transferencia de fondos en la que una o más de las operaciones del proceso
que antes se desarrollaba sobre la base de técnicas documentales, se efec-
túa ahora mediante técnicas electrónicas.
La transferencia electrónicade fondos 933

La novedad más conspicua consiste en la sustitución, tanto del traslado


físico de una persona como de la presentación física y documental de un papel,
por una orden contenida en cifras, a su vez contenida en mensajes electrónicos
que no se van a obedecer en el lugar en que inicien, sino en otro situado a miles
de kilómetros de distancia, y lo serán por un desconocido. Por definición, el
primer problema, la seguridad de que lo ordenado o solicitado electrónicamen-
te en realidad se cumpla, sólo puede minimizarse, desde el punto de vista del
público, con el prestigio de la institución bancaria con la que trate.
En un sentido lato, la transferencia electrónica de fondos se podría definir
como la forma en que los bancos se han facilitado, de manera contundente, aque-
llas cosas que han venido haciendo durante siglos, en detrimento de la partici-
pación de la decisión de sus clientes. Esto en sí mismo no entrañaría problemas
sustanciales si no fuera porque esas novedades y adelantos llevaron a la nueva
situación consistente en que, de manera súbita, permitió que el número de clien-
tes de cada banco aumentara de forma insólita, sin que por ello el servicio en
él mismo se viera disminuido. Es decir, en nuestra opinión, no es tanto el siste-
ma el que tiende a provocar problemas jurídicos no contemplados por la ley,
sino el casi astronómico número de clientes y operaciones que tal sistema le
permitió al banco atender y realizar, porque para ello los bancos debieron apo-
yarse en elementos -éstos sí- no contemplados por la ley.
Entonces, la transferencia electrónica de fondos no es una nueva opera-
ción bancaria, sino una nueva modalidad mediante la cual los bancos
realizan con mayor facilidad operaciones que tienen siglos de realizar.

El quid pro quo: la posibilidad de error


Como ninguna otra actividad de la posguerra, la transferencia electrónica de
fondos bancarios sufrió en sus inicios tal cantidad de errores que se vio próxi-
ma a desaparecer por falta de rentabilidad. Sin embargo, merced al avance que
tuvo la computación, pero en actividades paralelas diferentes a las bancarias,
relativamente en poco tiempo el equipo físico y la dotación lógica para el servi-
cio bancario llegó a un punto rentable de perfección. No obstante, aún persiste
la posibilidad de errores que provocan pérdidas a bancos o clientes, aunque no
en la magnitud que otrora hizo suponer la desaparición del sistema computa-
rizado.
Uno de los más graves problemas, ya razonablemente solucionados, es el
siguiente: el establecer un centro general de proceso de datos, separado tanto
de manera funcional como física de los departamentos operativos, provocó, con
objeto de hacerlo rentable, una pérdida de tiempo, una falta de uniformidad
y una mortificación, en su totalidad contrarias al espíritu de servicio de cual-
quier empresa. Otro error provenia de las descomposturas de los sistemas, tanto
de las terminales como de los centros de datos; desde el punto de vista del cliente
era en la práctica imposible ubicar al empleado del banco que pudiera resolver
934 NUEVAS MODALIDADES DE CONTRATACiÓN EN EL CREDlTO

un problema de computación de cualquier magnitud; los procedimientos, tan-


to para prevenir y solucionar errores como de doble seguridad, no recibieron
en absoluto el mismo grado de atención que la instalación de nuevos equipos,
etc, etc. Por último, algunos de los problemas que subsisten son los siguientes

• Hasta la fecha es muy dificil para los bancos tramitar una tranferencia in-
ternacional sin error, principalmente por la falta de convenios o tratados
internacionales sobre los procedimientos adecuados. En cada tranferen-
cia leen con cautela el mensaje para cerciorarse de la verdadera intención
del origen, ya que podria resultar oscura desde el punto de vista de los cri-
terios del destinatario; confusión que se acrecienta cuando las prácticas del
banco destinatario son diferentes a las del de origen. En la actualidad tie-
ne particular importancia la fecha en que estará lista la provisión del fon-
do, así como la disposición a favor del cliente, pues hay paises en los que
es necesario realizar asientos más dilatados que en otros, o bien, paises en
los que la verificación para la entrega es por entero manual o cuando me-
nos diferente. Por supuesto, el origen de este error no es el sistema compu-
tarizado, sino la falta del acuerdo internacional que caracteriza el fenómeno
• Aún no existe un formato estandarizado para las órdenes de transferencia
que se reconozca a nivel mundial, lo que aumenta la posibilidad de error
en la composición del mensaje por el expedidor, o en su interpretación por
el destinatario
• Detectado un error por la razón anterior, se debe solicitar su repetición,
la que a su vez debe reteclearse en el origen; retecleamiento que lleva inhe-
rente la posibilidad de que se introduzca un error por el simple hecho de
haberse duplicado el trabajo
• Las actividades destinadas a minimizar tales errores, que en ese medio con-
sisten en introducir nuevos métodos disminuyendo la participación huma-
na, también tienen inherente la posibilidad de que el desarrollo del sistema,
iniciado por un cliente o por una sucursal, distante tal vez a cientos de ki-
lómetros, se salga de la esfera de dominio del ser humano, de manera que
incluso impotentemente se reduzca a ser testigo de una operación que, por
la razón que sea, viene equivocada de origen y no la puede ni la podrá dete-
ner; sólo informará tanto al remitente COmo a su cliente que todo lo que
está pasando en la pantalla se debe anular, y repetir
• Para concluir, y parece poco probable que sean disminuidos en totalidad,
deben considerarse las fallas de las computadoras, asi como los errores de
la dotación lógica en el sistema, por ser tipicos de cualquier actividad
humana.

Si bien de una manera casi vertiginosa los índices de error por estas causas
disminuyen, no será eficiente la ponderación técnica que no incluya cuando me-
nos con el minimo margen las posibilidades de error de máquina o dotación.
Latransferencia electrónica de fondos 935

Como acabamos de ver, sea por un error o por un fraude, el sistema com-
putacional bancario se presenta más o menos vulnerable, según el tipo de acti-
vidad, sin que simultáneamente distribuya de modo adecuado la cantidad de
responsabilidad de cada participante, de manera indudable y a priori del con-
flicto.

183 POSIBILIDADES MÁS ELEMENTALES DE FRAUDE


Las formas en que se puede presentar el fraude con más frecuencia, por la vul-
nerabilidad intrinseca del sistema de transferencia electrónica de fondos, son
las siguientes.

Prácticas deshonestas de los empleados del cliente


El empleado encargado de preparar la nómina, el comprobante que le ordene
al banco le pague a un proveedor, o cualquier otra disposición, puede falsificar
cualquiera de esos documentos, de modo que el pago se haga a la persona de-
signada por el empleado. Si el pago se hace por transferencia electrónica los
fondos, en su oportunidad se acredita a la cuenta de una persona ficticia o de-
signada. El fraude se consuma mediante el retiro correspondiente. Si el empleado
sólo está facultado para autorizar la transferencia electrónica en nombre del
patrón, pero no así para preparar la documentación, simplemente ordenará la
transferencia del mismo modo, a una cuenta de titular ficticio y consumará el
fraude retirando los fondos transferidos.
En ambos casos, la orden de transferencia se presenta ante el banco como
una orden genuina y autorizada, aun cuando se trate de una fraudulenta. Ante
esta posibilidad no hay nada que hacer; o bien el banco no acepta que se autori-
ce otra firma o código que el del dueño, o bien el dueño no autoriza otros que
los de él. Como sea, el fraude no es provocado por el sistema electrónico, pero
si lo facilita.

Fraudes cometidos en las terminales operadas por el cliente


Otra posibilidad de alta probabilidad de fraude es la que se deriva de la locali-
zación, en los establecimientos del cliente, de terminales de computadora. Si
el empleado deshonesto tiene acceso a la terminal, y se entera de cómo hay que
hacer para emitir una orden de transferencia, incluida la palabra de paso nece-
saria para ello, así como otras medidas de seguridad, la orden lisa y llanamente
será ejecutada por el banco. El comentario obligado es que, así como con ante-
rioridad los patrones tenian bajo las más estrictas normas de seguridad, sus
valores, en cajas fuertes, así en la actualidad deben tener bajo las más estric-
tas medidas de seguridad tanto la terminal de computadora como las órdenes
y demás medidas de operación de la terminal.
936 NUEVAS MODALIDADES DE CONTRATACIÓN EN EL CRÉDITO

Una de las más importantes características del sistema electrónico de trans-


ferencia es que las terminales, trátese de aquellas en los establecimientos del
cliente, de los expedidores automáticos de billetes, o de las terminales de tele-
pago, son activadas en verdad por el cliente; esta innovación, que tiene por ob-
jeto convertir en innecesaria la intervención humana del banquero, está dirigida
a reducir la probabilidad de error, no tanto en la operación en su conjunto sino
en el actuar correspondiente al banco. Esto, que en verdad se ha consegnido,
ha provocado que desafortunadamente también se faciliten las posibilidades
de fraude. Por ejemplo, el robo de las tarjetas de activación; la alteración de
las bancas electrónicas de las tarjetas destinadas a aumentar los limites de
disposición; el desciframiento de la codificación respecto de otros clientes, et-
cétera.

Fraude cometido por empleados del banco


La posibilidad de que un empleado deshonesto programe la computadora para
acreditar a su cuenta y borre todo rastro de la transacción, ha sido objeto de
amplia publicidad. Sin embargo, ello no debiera ser posible pues las computa-
doras de los bancos se pueden programar para dejar una pista de verificación
completa de toda actividad, incluida la orden de borrar las transacciones re-
cién hechas. Para que esto funcione eficazmente, la pista de verificación debe
programarla una persona distinta de las que preparan los programas de apli-
cación, y ha de someterse a una auditoria independiente. Visto así, debe enten-
derse que las instituciones que carezcan de tales programas enfrentarán, con
frecuencia, distracciones monetarias fraudulentas por su propio personal.

Fraude por intervención en el sistema de telecomunicación


La seguridad física absoluta de un sistema de trasmisión por telecomunica-
ción (teléfono, télex, fax, etc) supone un costo final que seria en suma inoperan-
te para fines comerciales. Desafortunadamente la relativa facilidad con la que
puede intervenirse una comunicación telefónica radiada o tele/trasmitida con-
vierte a este sistema en uno de los más vulnerables. La única medida de pro-
tección, pero sólo en caso de ser bien implementada y con frecuencia renovada,
es la codificación. Sin embargo, como sucedió en la segunda guerra mundial
yen la posguerra, sólo los códigos son susceptibles de descifrarse de modo frau-
dulento. Al igual que en el caso del sistema que minimiza la posibilidad de fraude
en los expedidores de billetes, también la terminal recipiente y expedidora de
orden y transferencia por teléfono o telecomunicación puede disponer de un sis-
tema codificado que tendría por interés detectar, y en su caso, seguir las órde-
nes que se supongan fraudulentas porque sean discordantes con la modalidad
del código asignado al cliente.
Latransferencia electrónica de fondos 937

Utilidad. mayor que el riesgo


Finalmente, como dijimos antes, la comunidad internacional ha reconocido la
necesídad de que, de momento, sean los contratos los encargados de organizar
las relaciones entre cliente y banco, respecto de sus relaciones cibernéticas. Se
ha pretendido que mediante el contrato se distribuya la responsabilidad de ca-
da parte, ya sea imponiendo al banco la carga de probar la negligencia del cliente,
o sea imponiendo al cliente la carga de la prueba de la ineficacia del sis-
tema diseñado por el banco. Esto como en obvio provoca litigios que, como tam-
bién dijimos, no disponen de un arquetipo legal que permita decir categórica-
mente quien tiene la razón. El expediente de salvar la pérdida mediante la
contratación, a priori, de un seguro, podría motivar, si éste no tuviera limites,
que las pérdidas ingentes o reiteradas se tradujesen al poco tiempo en primas
demasiado elevadas que, una vez más, harían perder rentabilidad al sistema.
De la panorámica de posibilidades de fraude que acabamos de ver se des-
prende fundamentalmente, entre otras premisas, que uno de los elementos prin-
cipales de la operatividad y eficacia del sistema electrónico es que las partes
están dispuestas a correr el riesgo. Por otra parte, algunos estudios de crímí-
nologia permiten demostrar que el indice de fraude no se ha incrementado a
partir de que el sistema electrónico se ha comercializado y difundido en todo
el mundo, por lo cual es de presumirse que el fraude existiria con o sin sistema
electrónico. Como sea, por las bondades propias del sistema electrónico no es
insensato suponer que de él mismo pueden desdoblarse las posibles soluciones
al problema de la distribución de responsabilidad, pero fundamentalmente, al
de la disminución del riesgo y la seguridad del dinero de los clientes.

184 FUENTE LEGAL DE LAS OBLIGACIONES


ELECTRÓNICAS

Precisión previa
Una ley tiene la virtud, no tanto de resolver o evitar a voluntad problemas en-
tre los individuos, sino más bien la de decirle a cada quien lo que debe hacer
(t 1). Así, cuando un individuo no sabe lo que puede o lo que tiene que hacer,
porque la ley no se lo dice, resulta que para empezar, él no será el único que
se encuentre en esa incertidumbre, y por lógica es probable que como cada uno
hará lo que quiera, se van a rozar intereses diferentes. Este comentario preten-
de subrayar simplemente que los problemas legales son
• Los que debe resolver un tercero distinto a los involucrados: precisamente
un juez
• Con frecuencia obedecen a una falta de precisión, o una omisión total, en
las leyes a cuyo cargo está la organización del fenómeno que provocó el
problema.
938 NUEVAS MODALIDADES DE CONTRATACiÓN EN EL CRÉDITO

Sucedido lo anterior, y llevado a conocimiento de un juez la instrucción de un


problema cualquiera, lo que hará será contrastarlo, mediante los medios pro-
batorios utilizados para ello por las partes, con el tipo o arquetipo legal, o hipó-
tesis de conducta perfecta, que sea de evaluación idónea, a fin de decidir quién
la realizó igual, o cuando menos quién se aproximó más a ella, y darle la razón
absolviéndolo o condenando a su contrario. Dicho de otra forma, para resolver
un juez debe contrastar el caso real con el tipo ideal que se contenga en la ley.
Pero si ésta no preve un tipo contra el que se pueda contrastar el caso concre-
to, evidentemente el juez está metido en un problema: deberá recurrir a la su-
pletoriedad, en su caso a la analogia, y si tampoco es posible a los principios
generales del derecho; expedientes que cuando menos son inexactos. Conside-
ramos que no se deberia llegar a tanto, pero no todos los problemas están pre-
vistos por la ley, como es el caso de la transferencia electrónica de fondos en
nuestro pais.
Si bien, como veremos adelante, los arts 52 y 87,40 Y 50 párrs LIC, contie-
nen lineamientos generales de conducta, tanto respecto de las obligaciones de
las partes como de los medios de prueba, también veremos que por las postu-
ras de la Corte anteriores a esa disposición como por la imperfección del texto
legal, lo más posible es que el juez no dispondrá del arquetipo ideal contra el
cual contrastar varios casos prácticos. Lej os de criticar al legislador mexica-
no, este comentario pretende la reflexión en torno al hecho de que en esta si-
tuación se encuentra la mayoría de los países, con excepción de Estados Unidos
de América, que apenas se avocó sistemáticamente a establecer reglas legales
en 1980. Es claro que en esta materia resta casi todo por hacer.

Las fuentes tradicionales de las obligaciones


Sin embargo, nuestro sistema legal ofrece al juzgador dos arquetipos, no espe-
ciales sino generales, que se podrían aplicar a los conflictos de la transferencia
electrónica por la frecuente posibilidad de que sean sus fuentes de obligación
a saber, el acto ilicito y el contrato. En efecto, como inclusive se ha reconocido
internacionalmente, dentro de otros por Vasseur, con tada deliberación los
legisladores nacionales han dejado a la voluntad de las partes, es decir, a los con-
tratos diseñados expre, la tarea de organizar cada relación concreta. Visto así,
resulta que la responsabilidad de cada parte en un asunto de transferencia elec-
trónica dependerá de los cumplimientos o incumplimientos contractuales que se
logren probar en un proceso judicial ordinario. Pero el caso del acto ilicito plan-
tea problemas más dificultosos.
Por acto ilicito, la doctrina mexicana entiende el que se realiza en contra-
vención a una ley de orden público, con un necesario contenido volitivo, daño-
so y perjudicial, y con un nexo causal entre la voluntad actora y el daño causado.
De no presentarse estos cuatro elementos no hay acto ilicito y, por tanto, no
hay responsabilidad de pago. Ahora bien, ¿de qué manera se puede determinar
La transferencia electrónica de fondos 939

que un acto es ilícito si no hay una ley que haya sido violada y así se tipifique
la ilicitud de la conducta? Por ejemplo, los casos fortuitos o de negligencia, pro-
blemas potencialmente frecuentes en la transferencia electrónica, no pueden
constituirse como actos ilicitos pues no contravienen una ley, ya que no hay
ley que organice el caso. Por lo demás, es conocido y en ocasiones criticado,
que los contratos base de operaciones continentes de transferencia electrónica
son de adhesión y están elaborados por experimentados banqueros que dísmi·
nuyen, aún de modo artificioso, las de por si remotas posibilidades de fincar
responsabilidad al banco.
En suma, ni por contrato y tanto menos por el tipo acto ilícito, es probable
responsabilizar al banco, a no ser que, como veremos más adelante, se recurra
para ello a las reglas generales del derecho mercantil, tanto el de 1889 como
el de 1931 (C Com y la LGTOC respectivamente). Con objeto de tomar postu-
ra, desde el punto de vista de la legislación y la jurisprudencia mexicanas ante
el problema práctico de la transferencia electrónica de fondos, en los síguien-
tes dos numerales veremos cuáles son las formas en que, con más frecuencia,
puede suscitarse un problema en este tema, ya sea por fraude o por error. An-
tes veremos cuáles son las reglas textuales de nuestro derecho respecto al tema

Reglas de Banxico sobre tarjeta de crédito, arts 52 y 87 L/e


El texto conducente de estos arts y reglas es el siguiente
Art 52 Las instituciones de crédito podrán pactar la celebración de sus
operaciones y la prestacián de servicios con el público, mediante el uso de
equipos y sistemas automatizados, estableciendo en los contratos respec-
tivos las bases para determinar lo siguiente
I Las operaciones y servicios cuya prestación se pacte
II Los medios de identificación del usuario y las responsabilidades corres·
pondeintes a su uso
III Los medios por los que se hagan constar la creación, transmisión, mo-
dificación o extinción de derechos y obligaciones inherentes a las ope-
raciones y servicios de que se trate.
El uso de los medíos de identificación que se establezcan, por lo previsto
en este art, en sustitución de la firma autógrafa, producirá los mismos efectos
que las leyes otorgan a los documentos correspondíentes y, en consecuencia,
tendrán el mismo valor probatorio.
Art 87 . La instalación y el uso de equipos y sistemas automatizados,
que se destinen a la celebración de operaciones y a la prestación especiali-
zada de servicios directos al público, se sujetarán a las reglas generales que
dicte la citada Secretaria. (la SHCP).
Por su parte las reglas cuarta, novena y onceava de las Reglas del Banxi-
co, a las que habrán de sujetarse las instituciones de crédíto en la emisión y
940 NUEVAS MODALIDADES DE CONTRATAC¡ÓN EN EL CRÉDITO

operación de tarjetas de crédito bancarias (D O 9 marzo 1990) en lo conducente


establecen
Regla cuarta, 3er párr:
· .. Asimismo, la institución acreditante podrá obligarse a pagar, por cuenta
del acreditado, las órdenes de compra de bienes y servicios que el tarjeta-
habiente solicite telefónicamente a dichos proveedores, previa identifica-
ción con la clave confidencial que se convenga . . .
40 párr
· ..El tarjetahabiente también podrá disponer de dinero en efectivo . . . a
través de equipos o sistemas automatizados
Regla novena; inciso b
· .. Las instituciones sólo podrán cargar a los acreditados: b) las disposi-
ciones de efectivo; ...
Regla treceava, 20 párr:
... La acreditado tendra un plazo de 45 dias contados a partir del corte, para
objetar su estado de cuenta. . . Transcurriendo dicho plazo sin haberse he-
cho objeción a la cuenta, los asientos que figuren en la contabilidad de la ins-
titución harán prueba a favor de ésta.
Del texto de los cinco dispositivos anteriores se coligen dos importantes
premisas.
En primer lugar, es claro que el sistema automatizado es una opción para
los bancos, y no una obligación ni para el cliente ni para el banco; pero es tam-
bién claro que si el banco opta por ello, el sistema que utilice es a su estricta
discreción, con la sola obligación de que lo organice en un contrato. No obstan-
te la claridad de esta deducción, el art 87, por una parte, señala que si un banco
opta por ofrecer este servicio debe sujetarse a las reglas generales (núm 40)
que se emitan para tal efecto; y por otra que es la SHCP quien tiene esa impor-
tante facultad reglamentaria. Pues bien, a pesar de la claridad del art 87, resul-
ta que las reglas generales emitidas, no de manera directa sino indirecta, pero
aplicables a una operación electrónica, la cual es la disposición de dinero por
cajeros automatizados, no lo fueron por la SHCP sino por Banxico, como se
desprende del texto de las tres reglas arriba transcritas. Así pues, el ente fa-
cultado para reglamentar el servicio bancario computarizado no ha hecho na-
da sobre el particular, y las reglas existentes, de aplicación indirecta, las ha
publicado un ente que no tiene facultades: Banxico.
En segundo lugar, del art 52 se colige que, de optar por el servicio compu-
tarizado, éste sólo debe agotar el requisito legal del contenerse en un contrato
innominado; y además, un contrato que debe contener cláusulas cuya ampli-
tud obligacional queda al arbitrio del banco, con excepción de los siguientes
expedientes que necesariamente sí debe contemplar; sin embargo, nótese que
La transferencia electrónica de fondos 941

la LIC señala, lo que el contrato debe especificar, pero no establece cotos o li-
mitantes en favor de parte alguna
• Debe especificar las operaciones que se prestarán en el servicio automa-
tizado
• Debe especificar la forma en que el usuario se identificará ante el robot (ca-
be la importante precisión de que ese medio de identificación legalmente
sustituye a la firma autógrafa del usuario, al grado que tal medio tendrá
la misma fuerza que las leyes conceden a la firma; situación que analiza-
mos adelante)
• Debe determinar qué responsabilidad corresponde al banco y al usuario por
virtud del contrato y la operación efectuada con base en el servicio
• Debe determinar la forma en que se harán constar la creación, trasmisión,
modificación y extinción, tanto de los derechos como de las obligaciones
concernientes a las operaciones contratadas.
Lo anterior genera dos importantes preguntas: (i) ¿es concordante con el siste-
ma mercantil, económico y bancario que en la emisión de títulos de crédito se
sustituya la firma autógrafa por un medio que se va pactar de manera conven-
cional? y (ii) ¿es congruente con cualquier sistema juridico que la amplitud de
la obligatoriedad de las partes se deje sólo al diseño de cláusulas de adhesión
que por definición serán redactadas por una sola, en un convenio que involucra
dotaciones lógicas y componentes tan sofisticados? Como en ninguna otra ma-
teria mercantil, el art 52 LIC virtualmente eleva el contrato a categoría de ley,
que será la ley de la transferencia electrónica de fondos. Adelante indagare-
mos la consonancia de aquellos cinco dispositivos con nuestro sistema legal,
jurisprudencial y comercial,
De momento nótese que el art 52 implica para el banco una sola obliga-
ción, a saber, la celebración de un contrato que contenga ciertas cláusulas que,
en la práctica, se insertan en los contratos de servicios de todo tipo. Pero no
establece obligaciones imperativas destinadas a garantizar la seguridad jurí-
dica del usuario, omisión que también es en detrimento del banco mismo. Co-
mo veremos, esta situación es omissionis deliberatum, toda vez que, por una
parte, el sistema automatizado ha funcionado impecablemente con el sólo sus-
tento legal del art 52; y por otra, porque no hay manera, todavía, de evaluar
el fenómeno cibernético como uno estático, que le permita al legislador metodi-
zarlo como a cualquier otra operación bancaria.

La responsabilidad de las partes


Como se desprende de lo comentado, cualquiera que sea la responsabilidad de
las partes por motivo de una transferencia electrónica de fondos, la regla gene-
ral será que derive del incumplimiento de un contrato y no de una ley, porque
el art 52 LIC señala qué debe decir el contrato, pero no cómo ni en favor de
942 NUEVAS MODALIDADES DE CONTRATACIÓN EN EL CRÉDITO

quién; es decir, no establece reglas contractuales de contenido sino solo de con-


tinente. Luego, el problema jurídico de la calificación del incumplimiento des-
dobla dos argumentos fundamentales.

Una sola obligación u obligaciones sucesivas En un contrato de tracto suce-


sivo, la expresión de la voluntad que manifiesta el deseo de obligarse es la fir-
ma inicial que se estampa sin formalidades públicas; pero podría pensarse que,
de manera formal, a la contracción de cada una de las obligaciones subsiguien-
tes (disposiciones, acreditamientos, etc) el adherido debiera del mismo modo
estampar su firma como prueba de su participación (cual es el caso del cheque),
tanto más cuanto si la primera, a diferencia de todas subsiguientes, es la única
ocasión en la que no habrá contraprestación tangible. Sin embargo, es de la
propia naturaleza de los contratos de servicio computarizado que la única fir-
ma que aparece en toda la relación es la de la contracción inicial, con la que
se inicia una relación que no se volverá a homologar con firma sino, tácitamen-
te, mediante la no objeción de los estados de cuenta; esta discordancia se pre-
senta con mayor claridad en los acreditamientos y disposiciones en expedidores
de billetes.

Conocimiento de la obligación contraída El obligatorio conocimiento del ob-


jeto de la contratación que debe tener cada parte en cualquier contrato, en este
tema no solo debiera incluir la de saber que se pueden hacer cargos y contra-
cargos monetarios, sino el cabal conocimiento de la loglstica del sistema sobre
el que se fundamentará la relación, los riesgos que implica, el momento a par-
tir del cual los asume cada parte y, sobre todo, cómo va a responder en caso
de incumplimiento, error o caso fortuito; pero esto jamás es del todo conocido,
ya no digamos por el cliente, sino incluso por la mayoría de los empleados del
banco. Dicho de otra manera, con la firma de un contrato de prestación de ser-
vicio automatizado, el cliente sólo quedaría perfectamente obligado a cumplir-
lo (en términos de la teoría del contrato), en la medida en que conociera con
exactitud el funcionamiento, esto es, la dotación loglstica del sistema, que le
permitiera seguir el cumplimiento de la convención; es decir, en nuestra opi-
nión, sólo queda obligado aquel que sabe a qué se obligó.
Las deficiencias en el perfeccionamiento de estos contratos (que son indis-
pensables desde el punto de vista de su eficiencia) consistentes en la incongruen-
cia entre la manifestación de la voluntad inicial de querer obligarse y las
subsiguientes manifestaciones, que sí crean obligación; y la imposibilidad de
que el cliente conozca en qué consiste el sistema que dará forma a sus obliga-
ciones y derechos, y así se ubique en la posibilidad de saber si eso es lo que
le conviene, teóricamente podrían ubicar al banco en una posición en sentido
procesal incómoda, por un evidente desequilibrio contractual a su favor, pero
en la práctica esa incomodidad se recarga más bien en el cliente, dentro de otras,
por las siguientes razones
La transferencia electrónicade fondos 943

• Por lo general las cuantías nunca llegan a ser las sufícientes como para in-
tentar acción de justicia en los juzgados de primera instancia, sino en los
mixtos de paz
• El costo de la prueba que presupone un litigio de esta magnitud, que de-
manda un alto nivel de conocimientos y de concentración en todos los par-
ticipantes (juez y colitigantes), minimiza su rentabilidad
• Nuestro medio no tiene experiencia, ni aún tangencial, en soluciones judi-
ciales a negocios de este tipo; todo será nuevo
• Como quiera que sea, se trata de un contrato, que de conformidad con el
capítulo correspondiente a la interpretación civil y las posturas de la Coro
te, inclinan en favor del banco su interpretación global, pues en esta espe-
cie consiste, desde luego, en aprovechar las bondades de los sistemas
computarizados con los riesgos que puedan implicar
• Como en todo proceso judicial de cualquier materia y país, la solución radi-
ca fundamentalmente en el renglón de la probanza: en particular en este
tipo de litigios la probatoria alcanzará indices de dificultad de la mayor mag-
nitud. A guiza de ejemplo se menciona la pericial necesaria para probar la
idoneidad de un sistema, su costo y desahogo.
Enseguida se analiza brevemente esta problemática de probanza. Antes de ello,
cabe subrayar que las dificultades que el ejercicio de una acción supone para
el litigante en operaciones meramente nacionales, se pueden aumentar en las
internacionales, aunque la más importante de las razones que invitan a un cliente
a abandonar un litigio -falta de rentabilidad- por lo general no se presenta
en ese evento; tal vez por esto mismo, es de pensarse que la primera postura
de la Corte se presente a la ocasión de un negocio en el que se ventilen intere-
ses de conflicto de ley, o bien intereses simplemente extranacionales.

Las autoridades competentes


Corresponde ahora abordar el tema de las autoridades que gobíernan las acti-
vidades que involucran las transferencias electrónicas bancarias. Son cuatro
los perfiles de este fenómeno susceptibles de ser organizados por la autoridad
• La transferencia electrónica como operación bancaria
• La vigilancia de su cumplimiento
• El juzgamiento de sus incumplimientos
• Su sanción.
La autoridad que reglamenta la transferencia electrónica como operación ban-
caria Como ya vimos, el art 87, 40 párr LIC, declina esa facultad en favor de
la SHCP. Pero también vimos que la SHCP ha guardado silencio al respecto
declinando la revelación de las obligaciones a cumplir, al igual que en la mayo-
ría de los países, en favor del contrato (art 52 LIC). Por otra parte, la constitu-
cionalidad de las reglas de operación de las tarjetas de crédito se ve, por virtud
de este art 87, comprometida, aunque cabe señalar que las reglas de 1990 se
944 NUEVAS MODALIDADES DE CONTRATACIÓN EN EL CRÉDITO

perfeccionaron en relación a las de 1986, de forma que su constitucionalidad


se salva, en el sentido de que las de 1990 se reducen a contemplar el sistema
automatizado como una operación permitida para los bancos, y ya no las re-
glamenta como las de 1986. Como sea, al igual que en la mayoría de las reglas
generales, en éstas el juicio de amparo se presenta incómodo (núm 40), pues
el particular que viera disminuido un derecho individual por el incumplimiento
de dichas reglas, no tiene perjuicios directos por actos de autoridad, sino por
actos de una sociedad mercantil; además, no existe disposición que obligue a
las bancas múltiples a someterse a las reglas que emita Banxico acerca del te-
ma de la cibernética.

La autoridad que vigila el cumplimiento Creemos que debe ser, tanto la mis-
ma autoridad que está facultada para regularlo (SHCP) como la autoridad co-
misarial especializada (CNB). No obstante, una vez más la SHCP guarda silencio
y sólo se declina en su favor la facultad de formular y proponer las disposicio-
nes tendientes a la modernización de las bancas múltiples (art 79, V Reglamen-
to Interior). Ahora bien, la facultad general que le concede la LIC a la CNB
(art 125, J) hace suponer su facultad para vigilar el cumplimiento de las reglas
que acerca de éste como de cualquier otro tema, involucre a los bancos. Sin
embargo, como ya se dijo, la banca múltiple no obedece regla alguna en torno
a transferencias electrónicas porque no existe; obedecen los contratos celebra-
dos entre ellos y sus clientes. De lo anterior, resultarla que la vigilancia de la
CNB a este respecto seria sobre la perfección civil de los contratos en ella mis-
ma, que significarla que dejara de ser, en este tema concreto, una autoridad
comisaria para convertirse en juzgadora, lo que no incumbe el arbitraje a que
se refiere el art 120 LIC, pues en este caso se trata de una opción de las partes
y en aquel de una obligación legal. En suma, no existe una autoridad que esté
facultada idóneamente para vigilar el cumplimiento de disposiciones sobre trans-
ferencia electrónica, toda vez que, por una parte, no existen tales disposicio-
nes, y por otra, ninguna autoridad ha recibido tal investidura de forma expresa.
En ambos casos sólo llegamos a argumentos sólidos con interpretaciones muy
forzadas.

La autoridad que juzga las infracciones En este sentido pensamos que es apli-
cable la regla general de derecho procesal mercantil, según la cual en los con-
tratos mercantiles es juez competente aquel al que los litigantes se hubieran
sometido expresa o tácitamente (art 1092 C Com), y en su caso, el del lugar
del requerimiento, el del cumplimiento o el del domicilio del demandado (arts
1104 y 1105 C Com), toda vez que el único sustento de las relación cibernética
es, como hemos dicho, un contrato. Es decir, a nuestro entender no hay otra
autoridad que pueda juzgar conductas concernientes a este tema que no sea
un juez profesional y, en su defecto, la CNB actuando en arbitraje, tal como
lo define el art 120 ya mencionado.
La transferencia electrónica de fondos 945

La autoridad sancionadora En este tema, una vez más, caemos en la necesi-


dad de interpretar disposiciones generales y no especificas. En el elenco de hi-
pótesis de infracción e ilicitud contenidas en los arts del 111 al 116 LIC, no
se comprenden las que podrían hacerse contra los arts 52, 87 o cualquier otro
concerniente a la automatización. Mediante una interpretación simple esta-
riamos a que si no está previsto como infracción específica, entonces, tal in-
cumplimiento no puede ser sancionado específicamente. En efecto, los arts 109
y 115, 3er párr LIC, organizan la hipótesis de contravención general a cual-
quiera de las disposiciones de esa Ley, castigándola con multa. Como sea, de
la interpretación del conjunto legal y reglamentario de la banca se des-
prende que las autoridades facultadas para sancionar las infracciones de los
bancos en la materia son la SHCP y la CNB, con excepción de la sentencia de
un procedimiento que juzgue un contrato, en el que la autoridad será el juez
natural o sus superiores.

185 EL PROBLEMA DE LA PROBANZA


En el fenómeno de la transferencia electrónica de fondos, el problema de la pro-
banza puede observarse en tres niveles diferentes
• La fuerza probatoria que tiene el medio electrónico de identificación, sustí-
tutivo de la firma
• La facultad probatoria en favor de los bancos, que tiene su propia conta-
bilidad
• La fuerza probatoria que tienen los documentos emitidos por robots o im-
presoras automatizadas.
Hablar de medios de prueba y probanzas tiene como corolario la existencia de
un juicio; una prueba no tiene razón de existir sino exclusivamente en un pro-
cedimiento que, por definición, asimila dos intereses encontrados que con apa-
riencia no fue posible disminuir por la vía de la conciliación. Hecha esta precisión,
se procede al breve análisis de cada uno de estos tres problemas de probanza.

Medios de identificación electrónica sustitutos de la firma


El Ultimo pár del art 52 LIe
el uso de los medios de identificación que se establezcan conforme a lo pre-
visto en ese art, en sustitución de la firma autógrafa, producirá los mis-
mos efectos que las leyes otorgan a los documentos correspondientes y,
en consecuencia, tendrán el mismo valor probatorio
mueve a las siguientes reflexiones
• De acuerdo con una realidad analizada no de manera elemental sino en de-
talle, se desprende, en nuestra opinión, que una firma sólo se estampa, por
946 NUEVAS MODALIDADES DE CONTRATACiÓN EN EL CRÉDITO

lo general, en uno de tres casos: (i) en la suscripción de un titulo de crédito,


lii} en el perfeccionamiento de un contrato, y (iii) en un recibo de documen-
tos o dinero
• Como hemos dicho, una prueba sólo justifica su diseño en un juicio; siendo
así, ¿de qué manera podria darse, realmente, un evento en el que debiera
juzgarse la fuerza probatoria de un valor electrónico sustituto de la firma,
en alguno de estos tres documentos?
• Sin ahondar en el tema, se antoja poco probable que el actor vaya a utili-
zar como prueba a su favor, el medio electrónico que sustituya su firma
respecto de un titulo, un contrato o un recibo litigioso, con excepción que
esté exigiendo la devolución de un dinero que el robot niega haber recibido,
o cuando esté exigiendo la declaración de que el robot miente al decir que
recibió un dinero que nunca vio
• Es decir, en términos creíbles y no de hipótesis extremas o de escuela, una
firma, como medio de prueba y no como manifestación de voluntad, es im-
probable que sea utilizada por su propio titular (que por lo demás, es el cri-
terio adoptado por el legislador en el art 1296 C Com), y es improbable que
se utilice respecto de otros documentos que no sean títulos de crédito, con-
tratos o recibos (acéptese que un contrato no se firma electrónicamente).
En tales condiciones, en nuestra opinión, el problema de falta de aplicabilidad
e idoneidad de la prueba de un elemento electrónico como sustituto de la firma,
no será tan marcado en un contrato de crédito como en un recibo de dinero o
en un titulo de crédito, toda vez que en el primero, a diferencia del último, se
pueden oponer excepciones personales contra cualquiera de los que interven-
gan en el asunto (t I); Y porque las excepciones oponibles en la demanda con-
tractual, a diferencia de la cambiaria, no son exclusivamente literales y
cartulares, sino pueden extenderse a otros indicios de perfeccionamiento tanto
del contrato como de su cumplimiento. Por cuanto se refiere a los titulos de
crédito, la más cara de las incompatibilidades del art 52 con el resto de nuestra
legislación cambiariaestá representada por el art 80, 11 LGTOC Veamos.
El art 52 L/C permite suponer que ciertos documentos sin firma autógra-
fa, pero calificados como un sistema de identificación electrónica convencio-
nal, tendrán la misma fuerza probatoria que da la Ley a los documentos
correspondientes en caso de estar firmados. Pensemos ahora que contra el di-
nero que un cliente le pide al robot expedidor de dinero, éste le entrega un reci-
bo que el banco, ulteriormente, pretende ejecutar como título de crédito. Estos
títulos, que de conformidad con excelentes definiciones de la Corte (t I) constí-
tuyen una prueba confesional preconstituida de la existencia de la acción cam-
biarla contra una deuda liquida y vencida, son pruebas que, por definición y
como hemos venido diciendo, sólo prueban en contra de su titular; es decir, el
deudor confiesa, a priori del juicio, que debe. Tan es distinto el universo del
derecho cambiario a todos los demás, que el art 80 LGTOC (el que de modo
limitado define las excepciones oponibles a la acción cambiaria) establece en
La transferencia electrónicade fondos 947

su frac II que procede la excepción "que se funde en el hecho de no haber sido


el demandado quien firmó el documento ",
¿A qué fuerza probatoria legal se habrá referido el legislador bancario en
el art 52, a la fuerza cartular de la firma impresa en el titulo (firma autógrafa),
o a esa fuerza probatoria evocada en sentido contrario (falta de firma), como
una de las pocas posibilidades de excepción a la acción cambiaria cuando el de-
mandado prueba, precisamente, que su firma no aparece en el documento? Las
dos son pruebas, la una de la existencia de una obligación y la otra de su ine-
xistencia.
Respecto de este problema especifico, todo aquello que no sea una tesis
jurisprudencial en forma, son meras elucubraciones que, de no hacerse con cau-
tela, sólo confundirán el problema. Consideramos que en el derecho cambiario
no es solo relevante, desde el punto de vista de la contracción de la obligación,
el estampamiento de una firma, sino también la voluntad y la convicción del
deudor de contraer tal obligación cambiaria (t 1); si el deudor, ya sea mediante
una flrma o mediante un sistema electrónico cualquiera, tuvo la convicción de
contraer una obligación cambiarla, esa obligación debe ejecutarse por la vía
del caso. Una vez más, enfrentamos la necesidad de informar a los participan-
tes la amplitud de las obligaciones que contraen. Los contratos debieran seíla-
lar, expresamente, que los recibos y disposiciones implican, et e jure la emisión
de titulos de crédito, y hacer la salvedad textual en el mencionado art 80
LGTOC; de lo contrario, no pueden ser, en el estado actual de nuestro derecho,
títulos de crédito.
Aunque la Corte no se ha pronunciado sobre el particular, existen algunas
tesis que pueden tener aplicación extensiva a esta especie; por ejemplo,
la obligación que tiene el banco de cotejar la firma de manera que quede
fehacientemente convencido de que quien cobre el cheque es precisamente
el beneficiario
(sentenciada en diferentes tesis desde 1959 a 1977 suficientes para juris-
prudencia)
y que podría interpretarse como que los bancos deben, para no incurrir en res-
ponsabilidad, cerciorarse de que el beneficiario es el que está ordenando desde
su establecimiento el depósito de dinero en determinada cuenta. O bien la ex-
traordinaria tesis del Primer Colegiado en materia administrativa del Primer
Circuito de noviembre de 1976, según la cual, con argumentos de lógica
aplastante,
es indispensable el recibo sellado para comprobar fehacientemente el acto
jurídico de depósito a cuenta corriente de cheques,
que son los recibos, tal vez, que toma el cliente del expedidor de billetes al reti-
rar o depositar, pero no así en la transferencia por órdenes telefónicas. Y en
fin, algunas otras tesis más.
948 NUEVAS MODALIDADES DE CONTRATACIÓN EN EL CRÉDITO

Prueba en favor de los bancos que hace su contabilidad


Esta hipótesis de comprometida constitucionalidad por la falta de respeto a
la garantía de audiencia en la que incurre, era aplicada desde el art 108 de la
antigua LO/COA, que repite en el art 68, II Yotros de la L/C actual. Para efec-
tos de este libro debe notarse fundamentalmente que también se organiza en
la treceava de las reglas sobre tarjeta de crédito que emitió Banxico en 1990.
El problema de derecho es determinar si los estados de cuenta resultantes de
retiros y cargos electrónicos probarán en contra del cliente y a favor del banco,
transcurridos los plazos fatales que reglamentaria y no legalmente Banxico con-
cede a los clientes para objetar su contenido; por ejemplo, en el caso de que
el banco cargue un retiro por orden telefónica, que en realidad no se efectuó.
Con extraordinaria elocuencia, en tesis de 1982, el ministro Palacios Var-
gas sentenció que
el plazo de 15 días transcurridos para objetar los estados de cuenta no pre-
supone la caducidad de los derechos del depositante para impugnar el erró-
neo o malicioso proceder de un banco, y que escuetamente queda reflejada
en números ... ya que de lo contrario se llegarla al absurdo de establecer
un privilegio a favor de las instituciones bancarias que de manera alguna
podría explicarse.
Es decir, no debe asumirse que el usuario quedó tristemente derrotado y aniqui-
lada su esperanza simplemente porque no objetó durante cierto plazo la infor-
mación contenida en estados de cuenta que, en principio son revisados por los
contables de las empresas, llegando a manos del facultado para objetarlo sólo
varios dias después. En el mismo sentido, el ministro Azuela Guitrón, en sen-
tencia de 1984, asume el mismo criterio, pero especifica que
el carácter ejecutivo de la certificación del contador del banco es totalmen-
te impersonal, institucional y no pericial,
y aunque no hace referencia a las inscripciones como destino de la objeción, el
sentido de su tesis es la misma, siendo así suficiente para jurisprudencia.
En suma, la regla legal y reglamentaria según la cual el que no objeta den-
tro de un plazo pierde su derecho, debe interpretarse con extrema cautela ya que
la Corte, en las condiciones reales de causas que ha debido conocer en la prácti-
ca, ha derogado el aparente contenido nitido de esos dispositivos.

Documentos generados por impresoras de computación


Antes del análisis de este tema se considera prudente recordar cuál era la pos-
tura de la Corte ante los documentos producidos por máquinas como medios de
prueba en el derecho antiguo. En la tesis de 1937, la Tercera Sala sentenció que
"los sellos fechadores carecen, en totalidad, de cualquier volumen de prueba".
Asimismo, en dos sentencias similares, de 1978 y de 1979, el ministro Sánchez
La transferencia electrónica de fondos 949

Vargas negó categóricamente cualquier valor probatorio a las copias fotostátí-


cas o a las copias o documentos en los cuales no apareciera la impresión de la fir-
ma autógrafa del presunto obligado incumplidor. Y para concluir, en una
interesante tesis de 1982, la ministro León Orantes, aproxima la Corte a lo que,
a nuestro entender, debiera ser el criterio global de interpretación de las prue-
bas computarizadas, consistente en la obligación de supeditar su valor proba-
torio, incluso en las pruebas públicas, a la evaluación conjunta de otras pruebas
ofrecidas o en su caso solicitadas en ejercicio de autonomia de jurisdicción, a fin
de mej or proveer.
Por otra parte, estimamos que la regla general de evaluación de pruebas del
antiquísimo art 1296 C Com; según la cual los documentos privados sólo harán
prueba plena contra su actor cuando fueran reconocidos legalmente, a excepción
de la firma en los títulos de crédito, bien puede ser otro hito de solución en los
problemas de la documentación computarizada impresa. Dicho de otra forma,
si los documentos (ya sean pagarés, contratos o estados de cuenta) emitidos por
impresoras computarizadas son calificados en tanto que pruebas, como documsn-
tos privados, sólo harían prueba plena, en derogación de las disposiciones lega-
les y reglamentarias que lo contradigan, cuando los reconozca la persona que
tenga facultad e interés legitimo para hacerlo. Para ello, primero tendría que de-
terminarse si los documentos emitidos por las SNC a partir de septiembre de 1982
y hasta julio de 1990, son o no documentos públicos, calificados así por la natu-
raleza pública que pudiera haberle dado nuestro sistema a la personalidad de los
bancos durante esos ocho años.
En dos ocasiones la Corte ha sostenido con toda claridad, en una ocasión por
la Segunda Sala y en otra por la Tercera, que las sociedades nacionales de crédi-
to no eran autoridades, cuando menos no para efectos de amparo; efectos que
serían los que nos interesarían en este momento a fin de saber si su papelería es
documento público. En suma, nuestra opinión es que los documentos generados
por impresoras automatizadas de los bancos no son prueba plena y sólo pueden
tender a constituirse como otros más de los elementos de prueba que evaluará
el juez para dictar sentencia.

186 ALGUNOS COMENTARIOS CRITICaS


Dada la novedad de este fenómeno, y con el interés de abundar en él y así buscar
su mejor comprensión, a continuación se esbozan algunas posibilidades desti-
nadas a procurar la concordancia de nuestro orden legal con la realidad del es-
pectro bancario.
Es altamente recomendable que la SHCP acometa la reglamentación de la
forma en que los bancos deben prestar servicios automatizados a sus clientes,
que ya estaba prevista en el art 67 LRSPBC yen la actualidad lo está en el art
87, 40 párr LIC. De ser así, seria recomendable la proyección de cuatro reglas
950 NUEVAS MODALIDADES DE CONTRATACIÓN EN EL CRÉDITO

• Sobre el funcionamiento de la dotación lógica de las tarjetas de crédito ban-


carias
• Sobre la transferencia de fondos no cambiarlos en territorio nacional
• Sobre el funcionamiento de ordenadores o terminales en ventanillas de su-
cursales, en expedidores de billetes, en los establecimientos de clientes, et-
cétera
• Reglas uniformes para los bancos mexicanos y extranjeros radicados en el
país sobre la transferencia internacional de fondos, la información general
de obligaciones contractuales (cartas de crédito, proformas), etcétera.
Es recomendable que los trabajos realizados por la UNCITRAL de la ONU so-
bre la transferencia electrónica se haga del conocimiento masivo en el sector ban-
cario, pues es legitimo suponer que vayan a fincar las bases de una uniformización
creíble, esto ya ha sucedido en otros ámbitos como el arbitraje y el derecho cam-
biario.
Por la naturaleza inestable del seguimiento de los contratos correspondien-
tes, sería recomendable que al alcance normativo de las reglas generales que se
emitiesen sobre el particular contemplasen, como obligaciones ineludibles para
las partes, las siguientes
• Fundamentalmente pensamos que sólo debieran incluirse las que puedan ser
objeto de una ponderación no forzada, pero incluirlas todas
• En las hipótesis que puedan ponderarse con simpleza y no simplemente evo-
carse o teorizarse, pensamos que la responsabilidad debiera fincarse en la
parte técnicamente más próxima al origen del daño o la pérdida
• Podría establecerse algún género de responsabilidad para el banco presta-
dor del servicio por el atraso que motive la descompostura del sistema que,
evidentemente, nunca es causada por el cliente
• Podria pactarse que ambas partes acepten los riesgos implicitos a la compu-
tación, por ejemplo, compartiendo los daños fortuitos con excepción de la
descompostura.

En la uniformización de los sistemas automatizados que se organicen en reglas


generales se podrían utilizar como modelo tres sistemas actualmente en funcio-
namiento en la Unión Americana
• FED (Federal Wire Reserva Banks) Se distingue por no estar sujeto a po-
sibilidad de derogación contractual por las partes, organiza en totalidad las
relaciones que tienen los bancos con la banca central y en virtud de los rebo-
tes automáticos es imposible que trate con cuentas deudoras
• CHIPS (Clearing House Interbank Payment Sistem} En tanto que cáma-
ra de compensación, organiza la totalidad de los bancos del área de Nueva
York. Su particularidad más conspicua radica en que el CHIPS está integra-
do a la contabilidad interna de los bancos afiliados, de manera que la com-
Latransferencia etectrónlca de fondos 951

pensación es automática, simultánea e inmediatamente a cada depósito y


cargo
• El sistema SWIFT (Society For Worlwide Interbank Financial Telecomu-
nication} Podría definirse como un receptáculo gigante de las operaciones
internacionales que habrán de realizarse con otros bancos, que actualmen-
te afilia 900 bancos de la Unión Americana y tributa servicio a bancos de
Japón, Europa, Canadá, Asia, medio oriente y ciertos paises de América La-
tina, incluido México.
Por supuesto debe impulsarse la celebración de un convenio internacional que
permita la mayor seguridad posible, por uniformización, en la transferencia elec-
trónica de fondos y en la información de las relación interbancaria. Podría tam-
bién ser recomendable que algunas instituciones recibieran el monopolio de la
uníformízacíón de las reglas generales, como sucede con Banca Cremi y PRO-
SA, Bancomer y Banamex que gozan del monopolio de la venta de metales, y
del oligopolio del control de ciertas tarjetas de crédito por grupos de bancos afi-
liados, respectivamente. Por último, cabe señalar que la regulación de este fe-
nómeno sea legal o a través de reglas generales, no es tan apremiante como en
otras materias administrativas, ya que como sucede en todo el material mercantil
ha funcionado con relativa eficiencia simplemente por las bondades que le son
propias, más que por lo atinado de su reglamentación; sin embargo, por la im-
portancia que tiene en la actualidad la optimización de la seguridad de los usua-
rios es aconsejable.
952 NUEVAS MODALIDADES DE CONTRATACiÓN EN EL CRÉDITO

SEGUNDA
SECCiÓN

LA TARJETA DE CRÉDITO BANCARIA


TARJETAS ASIMILABLES

187 LA TARJETA DE CRÉDITO BANCARIO

Introducción
El negocio jurídico, mercantil y crediticio de la tarjeta de crédito no está regula-
do en la ley mexicana; como veremos. sólo ha sido objeto de reglamentación por
parte de la SHCP y del Banxico, este último en aplicación de facultades bastan-
te latas que culminan en las recientes reglas de marzo de 1990. Su aparición en
nuestro país, como la mayor parte de las figuras mercantiles. ocurrió antes de
que fuera regulada por el gobierno. y mucho antes de que fueran incluidas en una
ley; situación ésta en la que todavia permanece. pues. en efecto. a pesar de su
importancia (en 1989 existian poco menos de 7 millones de ciudadanos con taro
jeta de crédito). el Congreso no ha asumido la responsabilidad de organizarlas
en una legislación general.
Poco después de su aparición. al final de los sesenta, debido a la difusión que
adquirió se hizo necesaria su reglamentación. siendo la autoridad hacendaria la
que se avocó a ello. Así, la en aquel entonces todavia CNBS dirigió a los bancos
de depósito una circular que transcribia el oficio núm 305-39455. de noviembre de
1967. en el cual la SHCP daba a conocer las reglas a las que deberian sujetar-
se los bancos de depósito, por primera vez, en la expedición y manej o de dichas
tarjetas. Casi 15 años después. en agosto de 1981,la SHCP expidió otras reglas
generales destinadas a reorganizar su funcionamiento; ulteriormente, en septiem-
bre de 1986. se expidieron las reglas sobre las cuales funcionó la banca monopo-
lizada por el Estado, en cuanto a tarjeta de crédito se refiere, pero dichas reglas
ya no fueron emitidas por la SHCP, sino por Banxico; y finalmente. el9 de mar-
zo de 1990, una vez más, Banxico expidió las Reglas generales a las que deben
ajustarse las instituciones de crédito en la emisi6n y operaci6n de las Tarjetas
La tarjeta de crédito bancaria, tarjetas asimilables 953

de crédito bancarias que siguen en vigor. Desde su reconocimiento por la auto-


ridad y cada vez más, los pagos de servicios y bienes al menudeo e incluso múl-
tiples bienes de capital, se hacen con tarjeta de crédito.
Antes de proceder al análisis de esta figura, se debe precisar su naturaleza
jurídica, con objeto de determinar si se trata de un titulo de crédito, de un con-
trato o de otra figura atípica no encuadrable en un marco legal preexistente.

Breve contraste con los títulos de crédito


Para utilizar una tarjeta de crédito, esto es, para poder adquirir un bien o un ser-
vicio con la simple firma de un papel y con la exhibición de un plástico, es nece-
sario llevar la tarjeta consigo y mostrarla al proveedor. Lo que se hace con la
tarjeta no es pagar, sino que mediante ella el proveedor identifica al portador
como acreedor de confianza, y acepta vender a crédito con base en el aparato con-
tractual que la respalda. Entonces, resulta evidente que hay un derecho incor-
porado en la tarjeta, pues sin ella el tarjetahabiente no puede cumplimentar su
personal interés; pero ese derecho no es de crédito ni de pago ya que, por una par-
te, al retirarse no se le queda a deber al establecimiento que vendió el servicio
o el producto, y más aún, probablemente nunca más se le vuelva a ver; y por otra,
tampoco es un derecho de pago protegido como es el caso del cheque, pues el bien
o servicio que se recibe se sigue debiendo; ¿entonces cuál es el derecho que está
incorporado en el plástico?
La respuesta es simple: el derecho que incorpora es el derecho de uso; en ella
se porta la posibilidad de utilizar el crédito que otorgó un banco. Resulta enton-
ces que si hay una incorporación en la tarjeta: la del derecho de uso de crédito.
Pero ésta no es la única semejanza de los elementos de la tarjeta con los del títu-
lo de crédito que analizamos en otra parte (t JI. Veamos.
Para poder hacer uso de la tarjeta, el titular se debe legitimar; es decir, no
es una tarjeta que pueda utilizar cualquier persona. Esta legitimación consiste
en la verificación de la firma que hace el proveedor, comparando la que figura en
la tarjeta con la que se imprime en el documento que se firma en compromiso
de pago. Entonces, la tarjeta es un titulo cuyo uso obliga legitimación; sólo el
titular de la tarjeta puede beneficiarse del derecho de uso de crédito que en ella
se incorpora. Asimismo, al igual que los títulos de crédito, la tarjeta debe tener
una literalidad estricta en cuya omisión el titular no puede beneficiarse de su uso;
incluso, dentro de esta literalidad obligada existe la de insertar la mención de
ser tarjeta de crédito. Finalmente, la tarjeta de crédito es intransferible y se ex-
pide siempre a nombre de una persona ñsica.
Asi, la tarjeta, como también el titulo de crédito, incorpora un derecho, sus
beneficios requieren legitimación y presenta la modalidad cambiaria de no ser
negociable, ¿será entonces que la tarjeta es un titulo de crédito? Por supuesto
que no. En primer lugar, en su literalidad debe contenerse
954 NUEVAS MODALIDADES DE CONTRATACIÓN EN EL CRÉDITO

la mención de que su uso está sujeto a las condiciones establecidas en el con-


trato de apertura de crédito correspondiente
y, por tanto, carece de la autonomia indispensable para considerarla titulo de
crédito. Por otro lado, la tarjeta no vale dinero o bienes, sino que es el plástico
que prueba la firma, necesariamente anterior, de una apertura de crédito; luego,
no es negociable porque una apertura de crédito no se puede negociar. Éstas den-
tro de múltiples diferencias que la hacen incompatible con los titulos de crédito;
son figuras mercantiles diferentes. La pregunta obligada es, ¿si no son titulos
de crédito, pero tampoco son contratos como se desprende de una revisión ocu-
lar simple, entonces qué son?

Definición
La tarjeta de crédito es uno de los inventos más extraordinarios de finales de
siglo, que no se originó ni creció apoyándose en el edificio de la legislación exis-
tente. Probablemente fue inventada por alguien cuya premisa fundamental era
la de hacer dinero. El efectivo que tiene la gente normalmente no lo lleva consi-
go sino que lo tiene guardado en el banco o en su casa. Pero en la actualidad cual-
quier persona puede comprar lo que guste sin utilizar dinero en efectivo gracias
a la tarjeta de crédito. Si no existieran las tarjetas ocho de cada diez articulos
vendidos no lo hubieran sido, y el comercio y la industria no hubieran experimen-
tado el desarrollo que ha tenido en los últimos años: no es un titulo de crédito,
en los términos del art 50, LGTae, y tampoco es un contrato mercantil. Es una
figura juridico mercantil novedosa cuya naturaleza técnica se inicia y agota en
ella misma; son una prueba clara de que no todo está inventado en el comercio
ni en el derecho mercantil. Es en fin una figura juridico mercantil atipica no re-
gulada por la ley y de una difusión insólita en la República Mexicana.
Técnicamente se puede definir como el plástico que legitima al titular como
el acreditado de un contrato de apertura de crédito bancario, cuya aceptación
por un proveedor lo identifica como uno de los miembros del grupo de comercian-
tes ante los cuales el tarjetahabiente puede obligar al banco acreditante, haciendo
uso del monto disponible a su favor.

188 MONTAJE DEL APARATO CONTRACTUAL


En el aparato contractual de la tarjeta de crédito participan tres elementos per-
sonales
• Un banco
• El tarjetahabiente
• Los proveedores.
Asimismo, en el aparato de la tarjeta de crédito se conjugan cuatro elementos
convencionales diferentes:
La tarjeta de crédito bancaria, tarjetas asimilables 955

• La tarjeta de crédito (expedida por el banco y usada por el tarjetahabiente


ante los proveedores)
• El contrato de apertura de crédito en cuenta corriente (celebrado entre el ban-
co como acreditante y el tarjetahabiente como acreditado), por un limite fi-
jado convencionalmente
• Un Pagaré (que firma el tarjetahabiente a favor del banco, sólo contra el con-
sumo del servicio o bien de que se trate, y que entrega a los proveedores);
aunque a partir de las reglas de marzo de 1990, también pueden ser notas
de compra, recibos e incluso claves telefónicas
• El contrato de proveedores (celebrado entre el banco y los proveedores
-restaurantes, tiendas, almacenes- quienes se comprometen a recabar los
pagarés que firmen los tarjetahabientes y a entregarlos a los bancos contra
su pago en efectivo).
El montaje de la tarjeta de crédito se ilustra en el cuadro núm 9.

189 NORMATlVIDAD
Fundamentos legales
En principo, se señala que sólo los bancos pueden expedir tarjetas de crédito ban-
carias (art 46, VII LIC); de acuerdo con este dispositivo sólo podrán expedir tar-
jetas con base en contratos de apertura de crédito en cuenta corriente. Vista así
la tarjeta, como operación bancaria, resulta ser una activa (núm 5);es decir, im-
plica un préstamo del banco a sus clientes; pero desafortunadamente en el cap
111del Titulo Tercero de la LIC (De las operaciones activas) una vez más, el con-
cepto tarjeta de crédito o algún otro que la permitiera evocar, no aparece. Lue-
go, siguiendo al pie de letra la legislación mercantil aplicable al aparato
contractual que se menciona párrafos antes, resulta que cada uno de los que lo
forman debe organizarse en función de su ley especial, a saber: la apertura de
crédito por el art 291 LGTOC; el pagaré por el art 176LGTOC; el contrato a pro-
veedores, como convención mercantil innominada, por el art 78 C Com; pero la
tarjeta de crédito en ella misma, como el eje del complejo convencional del con-
junto del negocio, no está contemplada por la ley, a pesar de que, como con faci-
lidad se comprenderá a esta altura de la exposición, es un plástico que sólo pueden
emitir los bancos. Surge la duda: ¿quién debe regularla en cuanto a literalidad,
amplitud, funcionalidad, etc, para hacerla consonante con los otros tres elemen-
tos convencionales?
En efecto, la respuesta a esta pregunta conlleva la afirmación de que en nues-
tro medio la regulación de la tarjeta de crédito tiene deficiencias constituciona-
les. En principio, se introduce y organiza en el derecho mexicano mediante una
circular girada por la CNBS, cuando entonces ésta era sólo una institución de
apoyo de la SHCP, que no debió arrogarse facultades casi de legislación y me-
956 NUEVAS MODALIDADES DE CONTRATACiÓN EN EL CRÉD!TO

rnl!Jill[j)lllúJ 9 ~ Montaje de la Tarjeta de Crédito


Contrato de apertura de crédito
y entrega de la tarjeta.

TIrJellhlblenls ~ ~
O

K:
CDCDC DCDCD C~

...•
Pago mensual según
, ., estado de cuenta ($)

<> ••
a-
Compras y con-
sumos contra la
Contrato de nua-
ción de los pro- O.•
veedores.
firma de pagarés O·
a favor del banco.

O.

Proveedorlls
o:



DD n
V DD n
\7
Entrega al banco
delos pagarés,
contra su pag9 ($)
O•


0000000000000000.
$
.. $
.
..••••••••••••••••••••••••
.. .. ..$ $ $ $ •
Latarjeta de crédito bancaria, tarjetas asimilables 957

nos de hipótesis jurídicas que afectaban la mayor parte de los asalariados. En


nuestra opinión, es y era una materia de la competencia exclusiva del Congreso.
Pero además, en 1986 y una vez más en 1990, las reglas generales de la tarjeta
se emitieron ya no por la SHCP, sino por Banxico, con fundamento, de acuerdo
con el decreto, en dos arts de dos leyes diferentes que no mencionan de forma
alguna las palabras tarjeta de crédito, proveedor, triangulación, compraventa al
menudeo ni aquellas que permitieran entender a estos dos arts como la fuente
específica de facultades en favor de Banxico. Desde luego, el concepto bien arrai-
gado en materia bancaria: "corresponderá a Banxico establecer, mediante reglas
de carácter general, el manejo y operación de tarjetas de crédito" (núm 40), no
aparece en parte alguna. Estos dos arts son el32 LRSPBC (textualmente el ac-
tual art 48 L/C) y el 14 LOBANX/CO, que a la letra dicen
Art 32, actualart 48 Las tasas de interés, comisiones, premios, descuentos,
u otros conceptos análogos, montos, plazos y demás características de las
operaciones activas, pasivas y de servicios, así como las operaciones con oro,
plata, y divisas, que realicen las instituciones de crédito y la inversión obli-
gatoria de su pasivo exigible, se sujetarán a lo dispuesto por la Ley Orgáni·
ca del Banco de México, con el propósito de atender necesidades de
regulación monetaria y crediticia.
En todo caso, las medidas que dicte el Banco de México se apegarán a
las disposiciones legales aplicables y a las directrices de política monetaria
y crediticia que determine la Secretaria de Hacienda y Crédito Público en
el ejercicio de las atribuciones que le asignan las leyes respecto a la direc-
ción de dicha politica, así como para planear, coordinar, evaluar y vigilar el
Sistema Bancario Mexicano.
Art 14 Las tasas de interés, comisiones, premios, descuentos u otros con-
ceptos análogos, montos, plazos y demás características de las operaciones
activas, pasivas y de servicios, que realicen las instituciones de crédito, con
residentes en el país y en el extranjero, se sujetarán a las disposiciones que
dicte el Banco de México.
E stas disposiciones tendrán carácter de general, pero podrán aplicar-
se a determinado tipo de instituciones o a ciertas clases de operaciones.
De la lectura simple de estos dos arts (los dos únicos fundamentos de las reglas
de marzo de 1990) se colige que Banxico no tiene, cuando menos no en estos dis-
positivos, facultades para reglamentar la tarjeta de crédito. Por supuesto, es claro
que tiene facultades para
dictar medidas en torno a tasas de interés, comisiones, premios, descuen-
tos-u otros conceptos análogos, montos, plazos y demás características de
las operaciones activas, pasivas y de servicios,
pero en ningún sentido se desprende de estos dos arts, ni de las facultades ex-
presamente concedidas por ellos, que Banxico esté facultado para dictar reglas
958 NUEVAS MODALIDADES DE CONTRATAC¡ÓN EN EL CREDlTO

de conducta a las que quedarán sometidos millones de ciudadanos, que en el ca-


so de requerir una tarjeta carecerán de alternativa. Recuérdese (núm 51) que las
funciones de Banxico (arts 20, 60, 80; etc LOBANXICO) son estrictamente de
regulación de la emisión y circulación de la moneda, de tesorería a la Federación,
de representación financiera internacional y en fin de atender necesidades de re-
gulación monetaria y crediticia, como bien señala el art 32 LRSPBC (actual art
48 LIC) arriba transcrito, pero esas facultades nada tienen que ver con la forma
en que los hoteleros, restauranteros y marchantes van a cobrar sus ventas, y me-
nos aun la forma en que los usuarios deben aplicar sus ingresos y, en caso de error
o abuso, defenderlos.
En opinión nuestra, es una lástima que uno de los mejores ordenamientos
reglamentarios de nuestro derecho actual, como en efecto son las reglas de mar-
zo de 1990, que logran reunir de manera impecable la experiencia bancaria y mer-
cantil de dos décadas, haya sido expedido por un organismo que por la claridad
de sus importantes facultades, precisamente no las tenia para ello.

Algunas deficiencias con impacto en la práctica


A pesar de que las reglas de 1990 rectificaron atinadamente la organización de
la transferencia electrónica de fondos y la estructura de los sistemas de seguri-
dad en favor del público, todavía tiene deficiencias y omisiones que ocasionan
problemas prácticos. Por ejemplo, la más importante sigue siendo la falta de fo-
tografía de identificación, que evitaría quebrantos por extravíos y sustraccio-
nes de mala fe. De la misma manera las reglas son omisas en el renglón de las
garantías minimas que debe someter el tarjetahabiente a favor del contrato de
apertura de crédito, que presuponen la aplicación de la regla general del art 65
LIC según la cual, los bancos deben ponderar la viabilidad y situación económi-
ca de los acreditados.
Aunque las reglas establecen claramente (Regla 10) que los intereses que se
causen se calcularán sobre el promedio de saldos diarios del periodo, que haya
mantenido el tarjetahabiente, continúa la falta de coincidencia entre el plazo y
época de pago por el banco (15 días después de la presentación que le haga el pro-
veedor: Regla 14a) con el del tarjetahabiente, en relación al día del consumo. El
proveedor no cobra los pagarés por día sino que los presenta hasta que haya acu-
mulado una cantidad rentable; pero el interés que cubre el tarjetahabiente en caso
de no pagar en el mes siguiente al día del consumo se causa a partir de la fecha
de firma del pagaré, lo que provoca un gasto adicional pues el banco no paga in-
tereses al proveedor por los dfas que sí cobró a su cliente. Esta aparente falta
de proporcionalidad se justifica por el importante beneficio que implica para el
tarjetahabiente el tener un crédito permanente en cuenta corriente, que confun-
de de manera revolvente todos los consumos o compras que, indiscriminadamen·
te, haya realizado.
La tarjeta de crédito bancaria, tarjetas asimilables 959

Con excepción de los comentarios que se hacen en este numeral, considera-


mos que las reglas de marzo de 1990, que a continuación se relacionan, permi-
ten un formidable sustento estructural a la operación y manejo de la tarjeta de
crédito bancaria.

Características y requisitos literales de la tarjeta


De conformidad con las reglas citadas, la tarjeta bancaria reúne las siguientes
características, y debe presentar la siguiente literalidad
• La primera característica de la tarjeta es que es intransferible (Regla 3a)
• Por otra parte, debe reunir la siguiente literalidad (Regla 3a)
• La mención de ser tarjeta de crédito y de que su uso está restringido al te-
rritorio nacional, o bien, que su uso podrá hacerse tanto en el territorio na-
cional como en el extranjero
• La denominación de la institución que la expida
• Su número seriado para efectos de control
• El nombre del titular y una muestra de su firma visual o codificada electró-
nicamente
• La mención de que su uso sujeta al tarjetahabiente a las disposiciones esta-
blecidas en el contrato de apertura de crédito correspondiente
• La mención de ser intransferible
• La fecha de vencimiento de la tarjeta
• Como se observa, puede utilizarse, tanto en territorio nacional como en el
extranjero indistintamente, pero en cada caso debe especificarse si es lo uno
o lo otro (regla la); es decir, el complejo contractual y crediticio puesto al ser-
vicio del tarjetahabiente se puede utilizar tanto en México y en el extranje-
ro, O bien sólo en México
• Invariablemente debe emitirse con base en un contrato de apertura de cré-
dito en cuenta corriente (núm 116) en moneda nacional (regla 4a), en virtud
del cual, el banco se obliga con el acreditado a pagar por cuenta de él bienes,
servicios, impuestos y otros conceptos, cargando los importes respectivos
en la cuenta corriente que el banco siga al tarjetahabiente (regla 8a)
• El contrato puede celebrarse entre el banco y tanto personas físicas como
morales (regla 5a), pero en todo caso la o las tarjetas que se emitan deben
expedirse siempre a nombre de una persona física (regla 3a)
• Como las tarjetas pueden utilizarse en México y en el extranjero, pero los
contratos sólo pueden firmarse en moneda nacional, los consumos hechos
fuera de México deben corresponderse invariablemente con un cargo en
moneda nacional al tipo de cambio libre vigente en la fecha de presentación
de los comprobantes del proveedor; entendiendo por tal tipo, el cambio
libre de venta al que el banco emisor haya iniciado operaciones al público,
en la fecha en que le hubieran sido presentados los comprobantes que amo
paren los consumos o compras (regla Sa)
(

960 NUEVAS MODALIDADES DE CONTRATACIÓN EN EL CRÉDITO

• Finalmente, otra importante característica de la tarjeta es que, cuando se


expide, no se puede enviar por correo ni entregarse a otra persona que no
sea el titular, con excepción de que éste autorice por escrito a otra persona
con el único fin de recogerla (regla 20a).

190 OBLIGACIONES Y DERECHOS DEL BANCO EMISOR


Obligaciones
Como vimos (art 46, VII LIC), el emisor de la tarjeta de crédito bancaria debe
ser un banco que actúe como el acreditante en un contrato de apertura de crédi-
to en cuenta corriente; así, el requisito fundamenta!, además de la emisión de la
tarjeta de crédito, es la firma de un contrato con estas características. Las obli-
gaciones del banco son las siguientes
• No puede expedir y menos aún entregar una tarjeta, sin que previamente
se haya firmado con el prospecto de tarjetahabiente ese contrato de apertu-
ra de crédito en cuenta corriente (reglas 4a, primer párr y 20a, primer párr)
• En ese contrato, el banco queda obligado a pagar por cuenta del acreditado
los bienes, servicios y, en su caso, dinero en efectivo que proporcionen a los
tarjetahabientes los proveedores que previamente hayan firmado con el ban-
co otro contrato que se llama de proveedores (regla 4a, primer párr) asimis-
mo puede quedar obligado en el contrato a pagar por cuenta del acreditado
no solo bienes y servicios, sino también impuestos y otros conceptos, car-
gándole a su cuenta los montos pagados (regla 8a)
• Puede también quedar obligado en el contrato a pagar las órdenes de com-
pra de bienes y servicios que el tarjetahabiente solicite telefónicamente a los
proveedores afiliados, previa identificación con la clave confidencia! que se
convenga; en este caso, siempre que los bienes adquiridos sean entregados
a! tarjetahabiente en su propio domicilio (regla 4a segundo párr). Nótese la
clara organización de transferencia electrónica de fondos que Banxico se arro-
ga en esta regla 4a
• Por cuanto a los plazos de vigencia de los contratos y sus prórrogas se refie-
re, el banco queda obligado en los términos de la LIC (regla 7a). Nótese que
los arts en que se fundamenta el decreto de marzo de 1990 conceden facul-
tades a Banxico para establecer reglas, precisamente, en torno a plazos, in-
terses, etc; pero en esa regla 7a el propio Banxico envía a! interprete a la LIC.
La incongruencia es clara
• Los únicas disposiciones que los bancos pueden cargar a! tarjetahabiente
son las siguientes (regla 9a)
• Los pagarés suscritos a su favor en cada disposición
• Las disposiciones en efectivo
• Los pagos de bienes, servicios, impuestos y otros conceptos que reali-
cen por su cuenta
Latarjeta de crédito bancaria, tarjetas asimilables 961

• Los intereses pactados en el contrato


• Las comisiones que se pacten en el contrato por la apertura de crédito,
por las prórrogas de su vigencia, por el uso de la tarjeta y por las entre-
gas en efectivo
• Inexplicablemente (porque como hemos dicho, Banxico no tiene potestades
para autorizar este género de facuitades), los bancos quedan autorizados para
establecer, libremente y a su entero arbitrio (regla lOa)
• Los plazos de amortización e intereses de los créditos otorgados por la
expedición de la tarjeta
• El monto y condiciones de la comisión que cobrarán a los tarjetahabien-
tes por el uso de la tarjeta
• El limite del crédito a que habrá de sujetarse cada tarjetahabiente
• Los periodos en los cuales no se causarán intereses y/o no se pagarán
comisiones
• Pero además (regla Ha), los bancos quedan obligados a reservarse el dere-
cho de
• Denunciar (léase rescindir) los contratos de apertura de crédito en cual-
quier tiempo, así como de cancelar, en el mismo tiempo, las tarjetas
• Modificar las comisiones y los intereses pactados, así como las caracte-
rístícas del contrato respectivo, previo aviso enviado al tarjetahabiente
• En la inteligencia de que las modificaciones surtirán efectos hasta la fe-
cha limite de pago del estado de cuenta con el que se envie el aviso
• Esta última aparente concesión no puede ocultar la clara violación den-
tro de muchas otras, de la garantía constitucional de audiencia. Banxi-
ca no tiene facultades para ubicar a 10 o 15 millones de ciudadanos en
este estado de indefensión
• Quedan obligados a enviar un estado de cuenta mensual a sus tarjetahabien-
tes, dentro de los cinco días siguientes a cada cierre, indicando las cantida-
des cargadas y abonadas en cada periodo, salvo que el propio tarjetahabiente
exima al banco de esta obligación, por escrito (regla 12a)
• Los bancos están obligados a celebrar con los proveedores que lo deseen, con-
tratos denominados de proveedores, en virtud de los cuales éstos recabarán,
contra la exhibición de la tarjeta, pagarés o recibos que el banco, a su vez,
les pagará dentro de los 15 días siguientes a aquel en el que se los presenten
(regla 14a)
• En caso de robo o extravío, los bancos deben a su vez dar a aviso a los pro-
veedores para efectos de anular la posibilidad de uso o abuso de la tarjeta
extraviada (regla 16a)
• Finalmente, los bancos deben contratar un seguro a favor de sus tarjetaha-
hientes, que ampare los riesgos del robo o extravío (regla 17al.

-
962 NUEVAS MODALIDADES DE CONTRATACiÓN EN EL CRI~D1TO

Las empresas operadoras de sistema de tarjetas de crédito


Antes de la estatización de la banca, cuando los banqueros se percataron del in-
teresante negocio que representaba la tarjeta de crédito, cada uno tendió a emi-
tir su propia tarjeta; así, llegaron a existir múltiples tarjetas que buscaban
penetrar el mercado de acuerdo con los recursos y politicas de cada banco emi-
sor. Pero diferentes problemas de orden práctico y administrativo, como la gran
diversidad de máquinas repasadoras que cada establecimiento debla tener; la con-
fusión que esto implicaba en el empleado de mostrador del propio proveedor; la
imposibilidad de atender todas las zonas geográficas potencialmente influencia-
bles por cada banco; el control que las autoridades comisaria y hacendarla de-
blan ejercer sobre cada uno, etc, llevaron a que, de manera paulatina, se aceptara
la necesidad de que los bancos, aunque emisores de su propia tarjeta, no fueran
ellos mismos quienes la operaran, sino una empresa más que no tendría otro ob-
jeto que el de servir de enlace entre los proveedores y el banco emisor, dando ori-
gen a una sola tarjeta tipo, pero con el emblema de cada banco para identificarlo
como a cada banco acreditante. AsI por ejemplo, la tarjeta CARNET engloba-
ba a múltiples bancos y, en cada caso, además del término CARNET aparecía
la denominación del banco afiliado.
La primera de esas empresas fue Promoción y Servicios, S A (PROSA); que
precisamente emitió la tarjeta CARNET y que afilió a la mayoría de las bancas
medianas y pequefias anteriores a la estatización, pero otros bancos mayores con-
tinuaron manejando su propia tarjeta. A partir de 1984 los bancos emisores, por
cuanto al manejo y operación de tarjeta se refiere, quedaron agrupados en tres
grupos que son PROSA, y otras dos instituciones más que actuaron, además de
como bancos en toda forma, como empresas operadoras: Bancomer y Banamex.
Entonces los bancos que forman el sistema financiero tienen tarjetas de crédito
que en efecto contratan con sus propios clientes, pero en cuanto a la relación con
proveedores y al control de activos y pasivos se refiere, no son ellas directamen-
te quienes la sostienen, sino la empresa operadora a la que estén afiliadas. Cre-
mi por ejemplo está afiliada a Banamex, Comermex a PROSA, Atlántico a
Bancomer, etc. El usuario puede revisar cada tarjeta de crédito bancaria, en la
cual aparecerá el emblema de alguna de estas tres instituciones que es a la cual
pertenece de esa forma.
En la lectura de las reglas de marzo de 1990, el lector debe estar atento al
concepto empresa operadora, porque con él Banxico está haciendo referencia pre-
cisamente a alguna de esas tres. AsI pues, las obligaciones y derechos que se aca-
ban de enlistar a cargo del banco emisor pueden ser tanto para éste como para
la empresa operadora, según el caso.

191 OBLIGACIONES Y DERECHOS


DEL TARJETAHABIENTE
En esta importante figura del derecho bancario actual, la persona que es más
La tarjeta de crédito bancaria, tarjetas asimilables 963

beneficiada, pero que paradójicamente es también la más desprotegida, es el tar-


jetahabiente.
En efecto, ha tenido tal desarrollo e importancia que incluso para algunos
comerciantes, profesionistas y empresas la tarjeta es, sin duda, un verdadero
utensilio de trabajo. Sin embargo, es bastante probable que cuando menos la ma-
yoría de los lectores haya tenido que enfrentar, a lo menos una vez, alguno de
los siguientes problemas: (i) el cargo de alguna compra o consumo que nunca rea-
lizó; (ii) la ausencia en el estado de cuenta de algún pago que sí realizó y, por tan-
to, el cargo de intereses que nunca se causaron; (iii) el atraso del estado de cuenta
que muestre el saldo a pagar, de acuerdo con los promedios; (iv) el rechazo de su
tarjeta por algún establecimiento, que por error el banco boletinó como robada
o cancelada; (u) la aparición en el estado de cuenta de misteriosos cargos por co-
misiones, intereses sobre intereses y otras grandes o pequeñas cantidades que
lo único que tienen de claro es que el banco las cobró. Además de las anteriores,
dentro de muchas otras hipótesis, el tarjetahabiente se enfrenta al tortuoso ca-
mino que debe recorrer para aclarar el asunto, que a no ser que se trate de una
cantidad verdaderamente importante, por el tedio y poca rentabilidad que im-
plica, por lo general decide abandonar.
No es menos cierto que, en número, la mayor parte de la cartera vencida de
las bancas múltiples está representada, precisamente, por tarjetas no pagadas;
pero su avance y desarrollo ya se encuentra en punto de no retorno y ambos, ban-
cas y clientes, seguirán recurriendo a ella porque no parece fácil que las venta-
j as que ha procurado a ambos ni se puedan abandonar ni se puedan obtener de
otra forma. Asi pues, constituye un fenómeno que tal vez la práctica, la imagi-
nación de banqueros, legisladores y abogados, o ambos, deberán solucionar óp-
timamente en un futuro no predesible. Como sea, en el estado actual de nuestra
legislación no existe un método de reclamo y cobro por los errores e incluso abu-
sos que los bancos puedan cometer, que sea en correspondencia tan rápido co-
mo la que la tarjeta le permite al comercio. Al contrario, la norma idónea (las
reglas de marzo de 1990) son omisas en ese sentido (no dispone una sola regla
que organice responsabilidad del banco por éstos u otros conceptos y menos un
sistema de reclamo o responsabilidad idóneo), y ofrece a los bancos instancias
de privilegio excesivas de las que debieran pensarse en un contrato equilibrado,
como las que aparecen en párrafos anteriores. Como sea, las principales obliga-
ciones y derechos del tarjetahabiente son los siguientes

• La más importante de los derechos del tarjetahabiente es, desde luego, la


posibilidad de utilizar el aparato convencional que sostiene a la tarjeta, que
será mayor en la medida en que el banco tenga afiliados un mayor número
de proveedores, y el tarjetahabiente tenga una mayor limite de crédito
• Debe solicitar por escrito la tarjeta de crédito y firmar con el banco acredi-
tante un contrato de apertura de crédito en cuenta corriente (núm 112) cu-
yos cargos se instrumentarán a partir de la suscripción de pagarés, notas
964 NUEVAS MODALIDADES DE CONTRATACIÓN EN EL CRÉDITO

de venta, fichas de compra u otros documentos que para tales efectos se acep-
ten por el banco, y que siempre estarán precisamente a su orden (regla 4a)
• Por supuesto está obligado a hacer buen uso de la tarjeta y a exhibirla al pro-
veedor en cada caso de disposición (regla 4a)
• De la misma forma, el tarjetababiente tiene derecho de disponer del crédito
bancario a su favor, por virtud del contrato (regla 4a, segundo párr)
• Bajo pena de cancelación, el tarjetababiente no puede utilizar cantidades su-
periores al crédito autorizado en el contrato de apertura y establecido en clave
en la propia tarjeta. Esto se conseguirá cubriendo las cantidades necesarias
tanto en capital como en accesorios, en cualquier tiempo pero antes de so-
brepasar la fecha limite, a fin de que el crédito autorizado no sea rebasado
por el adeudo (regla 6a)
• En caso de extravío o robo, notificar de inmediato al banco que le haya ex-
pedido la tarjeta, para que éste la cancele inmediatamente y avise a los pro-
veedores a fin de que rechacen todo consumo intentado por quien se haya
hecho de la tarjeta extraviada
• En caso de reclamaciones, debe acudir a las instancias administrativas ge-
nerales establecidas por la LIC (art 119)

192 OBLIGACIONES Y DERECHOS DE LOS PROVEEDORES


Los proveedores de la tarjeta de crédito no tienen una relación deudor/acreedor
con el tarjetababiente, sino con el banco; con aquel sólo los relaciona el momen-
to de la entrega de un bien o servicio por la confianza que tiene el proveedor en
que el tarjetababiente está disponiendo de un crédito otorgado por un banco, que
es quien le pagará su dinero. Los proveedores tienen la siguiente carga obliga-
ciona!
• Tienen obligación de firmar un contrato, denominado de proveedores, con
el banco emisor (regla 14a)
• Están obligados, por virtud de ese contrato, a recibir pagarés, notas de ven-
ta, fichas de compra u otros documentos, e incluso órdenes de compra que el
tarjetahabiente solicite telefónicamente, a favor del banco, pero sólo por
el limite al que, en su caso, esté sujeta cada operación (regla 14a)
• Tienen el derecho de, una vez presentadas esas facturas, pagarés, etc, cobrar
a! banco el importe de cada una, en una fecha que no podrá exceder de 15
dias a partir de que se le presenten al banco (regla 14a in fine)
• Igualmente por virtud del contrato de proveedores, éstos quedan obligados
(regla 15a) a
• Verificar que la tarjeta se encuentre vigente
• Comprobar que la firma del tarjetababiente corresponda a la que apa-
rece en la tarjeta; y tratándose de órdenes de compra, la clave confiden-
cial corresponda a la que el banco le haya otorgado al tarjetahabiente
Latarjeta de crédito bancaria, tarjetas asimilables 965

• Sujetar al limite que para cada operación haya pactado con el banco en
el contrato respectivo
• Tratándose de consumos o disposiciones en territorio nacional, el pro-
veedor queda obligado a no recibir pagarés suscritos en moneda ex-
tranjera.

193 OTRAS TARJETAS SEMEJANTES


La tarjeta de crédito comercial
A la sombra de la experiencia obtenida en la tarjeta de crédito bancaria, en el
medio mexicano han proliferado otras tarjetas de crédito que no son bancarias
sino simplemente comerciales, y que el maestro Cervantes Ahumada califica co-
mo tarjetas de crédito directas, por oposición a las indirectas -las bancarias en
las que el crédito lo otorga el restaurante o almacén y se le paga de modo indi-
recto a través del banco; en aquellas, es el establecimiento quien da crédito y es
a él a quien se paga. El mecanismo es igual al de la tarjeta de crédito bancaria
con la diferencia de que no existe triangulación (tarjetahabiente, banco, provee-
dores) ni tampoco multitud de proveedores, sino que sólo existe un proveedor
que es justamente el comercio emisor, y el tarjetahabiente.
El aparato de convenciones de la tarjeta de crédito comercial involucra los
siguientes
• Un contrato de apertura de crédito en cuenta corriente
• Un pagaré
• La tarjeta de crédito.
Por lo que se refiere a los elementos personales participantes son solo dos
• La empresa comercial emisora
• El tarjetahabiente.
Si la tarjeta de crédito bancaria tiene una reglamentación deficiente, la tarjeta
de crédito comercial carece en absoluto de reglamentación. No obstante, al igual
que en la bancaria la comercial debe organizarse de acuerdo con las leyes gene-
rales según el documento, a saber: el pagaré, de acuerdo con el art 176 LGTOC,
y el contrato de apertura de crédito de acuerdo con el art 291 LGTOC. Como sea,
los rasgos de constitución y funcionamiento de ésta son similares a los de aque-
lla, con la importante diferencia de que, en las tarjetas comerciales emisor y pro-
veedor se funden en el mismo sujeto y las posibilidades de compra, por parte del
tarjetahabiente, se resumen exclusivamente a los locales y sucursales de la em-
presa comercial emisora (Palacio de Hierro, Suburbia, etc).

La tarjeta de servicios financieros


Finalmente, existen tarjetas de crédito de funcionamiento nacional o internacio-
nal, que son emitidas por empresas denominadas buró de crédito y que dan nom-
966 NUEVAS MODALIDADES DE CONTRATACiÓN EN EL CRÉDITO

bre a las tarjetas que emiten (American Express, Carte Blanche, Dinners Club,
etc). En el funcionamiento de esta tarjeta, por as! decir, los burós de crédito asu-
men el mismo papel que los bancos en la tarjeta bancaria: expiden la tarjeta a
su cliente y celebran contratos de filiaci6n con los proveedores que deseen el ser-
vicio, a quienes cubren el monto del pagaré que firme el tarjetahabiente en cada
compra o disposici6n, menos un determinado por ciento que es en lo que consis-
te su negocio, pues estos burós no tienen la habilidad juridica de prestar dinero
con objetos puramente financieros. Es decir, en estas tarjetas el tarjetahabien-
te no paga interés, en la medida en que pague antes de la fecha señalada como
el limite de! pago. En caso de que no sea así, pagará interés pero no por uso de
dinero, sino por incumplimiento de pago. El costo s6lo existe para el proveedor,
que con objeto de ampliar sus ventas se afilia al buró aceptando, por ello, entre-
garle una comisi6n por cada venta que realice con base en la tarjeta.
Los elementos personales participantes en la tarjeta de servicios financie-
ros son, al igual que en la bancaria, tres
• La empresa buró de servicios
• El tarjetahabiente
• Los proveedores.
Por lo que se refiere al aparato de convenciones, la tarjeta de servicios financie-
ros involucra los siguientes
• Un contrato de apertura de crédito en cuenta corriente, que celebra el buró
con cada tarjetahabiente
• Un contrato de proveedores que celebra cada buró con los proveedores que
deseen afiliarse
• Un pagaré, que firma el tarjetahabiente en cada consumo o disposici6n
• La tarjeta de crédito.
Al igual que en la bancaria y la comercial, la tarj eta de servicios financieros de-
be organizarse de acuerdo con las leyes generales según el documento, ya sea
la LGTOC, o el C Com en el contrato con proveedores. La importancia de la par-
ticipaci6n de estas empresas en la economia mexicana puede evaluarse por e! ran-
go que tuvo una de ellas, como la número 10, en la lista de las 500 empresas más
importantes del país, por volumen de facturaci6n en 1989.
Algunoscontratos auxiliares del crédito 967

TERCERA
SECCiÓN

ALGUNOS CONTRATOS AUXILIARES


DEL CRÉDITO

Precisión general
No corresponde a la materia que trata este libro, que son la banca y los contra-
tos de crédito, el estudio del derecho bursátil, uno de cuyos más importantes ca-
pitulas es justamente la relación inversionsita-casa de bolsa; ni tampoco nos
corresponde el estudio del moderno sistema financiero, algunas de cuyas más
preclaras manifestaciones son nuevas y eficientes formas de financiar capitales
mediante leasings y {actorings. Sin embargo, este autor consideró adecuado in-
cluir una rápida revisión tanto de esa relación contractual bursátil, Como del
arrendamiento financiero, la compraventa profesional de divisas, el reporto y el
factoraje financiero, porque considera que de esa manera el lector tendrá una ade-
cuada perspectiva del espectro financiero de nuestro pals y tal vez también una
guia rápida de investigación y consulta.

194 EL CONTRATO UNIFORME DE COMISiÓN BURSATIL


Los escándalos bursátiles, con dolo o sin él, son una constante en la historia de
los mercados de valores de occidente y, en general, del mundo entero. Insistimos,
no es nuestro tema, pero esta afirmación se hace a manera de exponer que la ad-
ministración pública, desde hace varios años, dentro de otras medidas preven-
tivas tom6la de uniformizar las relacionescontractuales que guardan las casas de bolsa
con sus clientes. Así, en 1986 (D O 31 de julio) se publicó la circular 10-91 de la CNV,
"Por la que se da a conocer el nuevo modelo de contrato de comisión
mercantil que las casas de bolsa deben celebrar con los clientes", que estuvo vi-
gente desde esa fecha hasta los inicios de 1991 (en noviembre de 1990, la CNV
estaba preparando un nuevo modelo de contrato, que este libro no alcanzó a con-
siderar por haber entrado a la imprenta en esa fecha), lo que convierte a este con-
968 NUEVAS MODALIDADES DE CONTRATACiÓN EN EL CRÉDITO

trato en el único de todo el sistema financiero y bancario del país, que debe
contener ciertas cláusulas idénticas, con excepción de los datos de cada cliente
y cada casa de bolsa.
En efecto, dicho contrato uniforme debe incluir el texto de los dos antece-
dentes y las 18 cláusulas que se publicaron en la circular de referencia, de mane-
ra exacta. Recoge la abundante experiencia mexicana en la materia de los tres
años anteriores a esa fecha, pues sustituyó al que estuvo vigente desde 1983.
No obstante que es un buen contrato con múltiples ventajas y aciertos, las im-
portantes modificaciones sufridas por la LMV en enero de 1990, que principal-
mente afectaron la transferencia electrónica de fondos, lo sobrepasaron. Como
sea, a partir de su publicación las casas de bolsa del país deben, en toda relación
con un cliente, celebrar un contrato semej ante a éste.
Cuando una persona decide invertir en la bolsa de valores, sólo puede ha-
cerlo mediante la participación de una casa de bolsa como intermediario bursá-
til (art 12 LMV). Es decir, una persona no se puede presentar en la sala de remates
a ofrecer tal cantidad por tal titulo, acción o certificado; lo único que nuestro de-
recho -como el de cualquier otro país- le permite, es acudir a una Casa de bol-
sa, relacionarse con ella, y entonces pedirle que coloque su dinero en los titulos
o acciones que le ordene. Pues bien, la forma en que ese cliente se relaciona con
la casa de bolsa es a través de este contrato uniforme. Dentro de las disposicio-
nes clausulares más importantes de este contrato uniforme están las siguientes
• Se trata de una comisión mercantil, en la que el comisionista es la casa de
bolsa y el comitente es el cliente
• La comisión (objeto del mandato) consiste en la celebración por la casa de
bolsa, por cuenta del cliente, de operaciones bursátiles a futuro
• Las instrucciones del cliente a la casa de bolsa deben ser precisas y pueden
ser por escrito, verbales o telefónicas
• El cliente se obliga a proporcionar a la casa de bolsa los recursos y garan-
tias necesarias para el cumplimiento de la instrucción; en defecto, la casa de
bolsa no queda obligada a cumplir las instrucciones de su cliente en opera-
ciones a futuro, y queda automáticamente autorizada para vender las posi-
ciones del cliente y pagar con su producto los adeudos que existan
• El cliente faculta expresamente a la casa de bolsa para compensar saldos dia-
rios, asi como para utilizar, con el mismo fin, las garantias que haya colocado
• El cliente se obliga a pagar a la casa de bolsa, como remuneración por los
servicios pactados en el contrato, la cantidad que señale el arancel que for-
mule la CNV y apruebe la SHCP (aranceles publicados en las circulares de
la CNV 10-62, 10-78 ylO-78 bis en los D O del 5 de agosto 1983, 18 de sep-
tiembre 1985 y 14 de enero de 1986 respectivamente, y sus modificaciones
del 10 julio 1986 y el 23 de febrero 1989)
• Por su parte, la casa de bolsa se obliga con el cliente a entregarle o a abonar-
le en su cuenta los rendimientos de las garantías en efectivo que haya colo-
cado, conforme al contrato. Y asimismo se obliga a ejecutar, el mismo día,
Algunos contratos auxiliares del crédito 969

las instrucciones del cliente, y a notificarle de manera telefónica la ejecución,


asi como los saldos a su favor o en su contra; notificación que, ulteriormen-
te, debe ratificar por escrito
• Por último, la casa de bolsa queda facultada para suspender las instruccio-
nes a futuro si a su juicio pueden derivarse perjuicios contra su cliente.

195 DEFENSA DEL CLIENTE CONTRA ACTOS DE LA CASA


DE BOLSA
En lo general, las casas de bolsa están sometidas a una fuerte vigilancia tanto
por parte del instituto paraestatal especializado -la CNV - como del ministe-
rio central que es la SHCP (núm 44). Pero por cuanto se refiere a la operación
bursátil, es decir a la compra y a la venta en la sala de remates, las casas de bol-
sa están sometidas a dos principios básicos, el uno económico y el otro reglamen-
tario, a saber: (i)las reglas de la oferta y la demanda; y (ii) el Reglamento General
Interior de la Bolsa Mexicana de Valores, SA de CV, que menciona con frecuen-
cia en su clausulado el contrato uniforme que acabamos de citar.
En caso de incumplimiento del contrato o de alguna de las disposiciones a
su cargo que se desprendan de la extensa normatividad legal y reglamentaria
que existe en esta materia, la casa de bolsa origina la posibilidad, para el cliente
perjudicado,de iniciar las diligencias de orden administrativo previstas en de-
talle en la LMV (arts 87 y ss], que incluso pueden derivar en sanciones en extre-
mo delicadas. Ese procedimiento es también el que la casa de bolsa debe seguir
en caso de que sea el cliente el incumplidor. Panorámicamente dicho procedimien-
to consiste en lo siguiente
• El cliente tiene la opción de acudir directamente a los tribunales profesio-
nales competentes o acudir en via de reclamación administrativa ante la
CNV; pero en caso de que la reclamación la presente la casa de bolsa, ésta
tiene la obligación de acudir a la via de la reclamación antes de las acciones
procesales profesionales
• En caso de que el cliente decida ventilar su litigio en un tribunal profesio-
nal, la demanda la presenta en los términos de la legislación correpondiente
y en la via y en ejercicio de la acción que sean las adecuadas en función del
titulo, el contrato y el objeto del incumplimiento que se trate
• En caso de que el cliente decida la via de reclamación administrativa, o en
caso de que sea una casa de bolsa la reclamante, la reclamación se desahoga
en las siguientes fases: (i) se presenta la reclamación por escrito y en dupli-
cado ante la CNV; {ii} se notifica a la otra parte para que produzca su con-
testación en el término de nueve dias; Iiii} hecho lo anterior la CNV cita a las
partes a una audiencia de aveniencia, dentro de los 30 dias contados a par-
tir de la presentación de la reclamación inicial; (iv) la aveniencia se entiende
abandonada si alguna de las partes no se presenta a la audiencia; (v) si la
970 NUEVAS MODALIDADES DE CONTRATACiÓN EN EL CRÉDiTO

audiencia se verifica la CNV buscará, en lo posible, una conciliación; (vi) de


no ser posible las partes podrán decidir un juicio arbitral de estricto dere-
cho o un juicio arbitral en amigable composición
• En el juicio arbitral en amigable composición las cuestiones que serán obje-
to de arbitraje se fijan ante el árbitro: no permite incidentes y la resolución
sólo admite aclaración a instancia de parte, solicitada dentro de los tres dias
siguientes a su notificación. El árbitro resolverá "en conciencia, a verdad sa-
bida y buena fe guardada" (art 87, n, 3er pár LMV)
• El juicio arbitral de estricto derecho se apegará, como en toda la materia mer-
cantil, al procedimiento que de manera convencional señalen las partes en
un compromiso arbitral, pero se aplicará supletoriamente el C Com con ex-
cepción de su art 1419, y a falta de disposición expresa el C Proc C
para el DF. Los términos son: nueve dias para presentar la demanda; nueve
para producir la contestación; nueve para abrir el periodo de pruebas; el ár-
bitro determina el plazo que durará dicho periodo; diez dias para formular
alegatos a partir de que cierren las pruebas; y diez dias para los demás ca-
sos. Finalmente, cabe precisar que el arbitraje de estricto derecho no admi-
te más recurso que el de aclaración de laudo y el de revocación
• Si el laudo condena a una casa de bolsa, el árbitro le otorga 15 dias hábiles
para su cumplimiento a partir de la notificación y, en caso de desacato, se
impondrá multa administrativa a juicio de la CNV.
Como se observa en materia bursátil, al igual que en la de seguros, la bancaria,
la de fianzas y la de protección al consumidor, el procedimiento ha quedado es-
tandarizado en el sentido de que la reclamación se presenta, a discreción del par-
ticular, ante la autoridad administrativa idónea o ante los tribunales
profesionales; y de ser ante la autoridad administrativa se abre la segunda op-
ción, consistente en el arbitraje de amigable composición o el de estricto dere-
cho. En la práctica se observa que los arbitrajes arrojan resultados positivos sólo
en ciertos casos y no en todos.

196 ANTECEDENTES DEL ARRENDAMIENTO FINANCIERO.


MONTAJE
Como ya vimos (núm 70), las arrendadoras financieras son, de conformidad con
nuestra legislación, un tipo de sociedad auxiliar del crédito, pero virtualmente
son verdaderas financieras, pues permiten a sus clientes el uso y goce de ciertos
bienes que adquirieron con el único fin de permitir ese uso y goce, de esos bie-
nes, a esos clientes. A pesar de inútil este desdoblamiento, no debe pensarse que
el arrendamiento financiero es una simulación de acto, lo aparentemente pues
su objeto consiste en eso: permitir la adquisición de un bien que, de otra mane-
ra, o no seria posible o lo seria pero de una forma que el arrendatario distraería
recursos monetarios que de este modo aplica óptimamente.
Algunos contratos auxiliares del crédito 971

Por lo mismo, vimos los dos mayores beneficios que los medios industria-
les, comerciales y de servicios han encontrado en este contrato son, por una par-
te (i), de orden financiero, pues su capital monetario lo están aplicando en la
operación de su negocio y no en la compra de bienes inmovilizados que son por
lo general los que requieren mayor cantidad de capital; y por otra (ii) de orden
fiscal, pues la totalidad del pago periódico que el cliente hace a la arrendadora
es integramente deducible de impuesto, en tanto que si hubiera adquirido el bien
de manera directa sólo se podría hacer deducible cada año, como depreciación,
un cierto porcentaje de su precio que varía según el tipo de bien.
El arrendamiento financiero, como concepto de derecho, consiste en una tra-
ducción idiomática, más o menos forzada, del commerciallease, estadouniden-
se, y más concretamente en su modalidad de leaseback, que con variaciones -en
algunos casos importantes- es con claridad semejante a su derivación mexica-
na. En efecto, en opinión del profesor de la Universidad de Nueva York Charles
Knapp, nada impide que el arriendo de bienes pueda concluir en una compraven-
ta, cuyo precio esté formado por las cantidades entregadas durante el arriendo,
si esa fue la voluntad de las partes y en ambas hubo conocimiento y buena fe.
De conformidad con la ley mexicana (art 25 LGOAAC) el arrendamiento fi-
nanciero es
el contrato en virtud del cual la arrendadora financiera se obliga a adquirir
determinados bienes y a conceder su uso o goce temporal, a plazo forzoso,
a una persona física o moral; obligándose ésta a pagar como contrapresta-
ción, que se liquidará en pagos parciales, según se convenga, una cantidad
de dinero determinada o determinable, que cubra el valor de adquisición de
los bienes, las cargas financieras y los demás accesorios, así como a adoptar
al vencimiento del contrato alguna de las siguientes opciones terminales
(art 27 LGOAAC)
• La compra del bien a un precio inferior al de adquisición
• La prórroga del plazo del arriendo financiero, pero pagando una cantidad in-
ferior a la del término original
• La participación con la arrendadora, en el precio de la venta de los bienes
a un tercero."
Es decir, el arrendamiento financiero debe concluir, porque asi lo dispone la ley
(art 27), en alguna de las opciones anteriores que quedan a la convención de las
partes.

197 RÉGIMEN LEGAL DEL ARRENDAMIENTO FINANCIERO


Desde luego, la normatividad básica de este contrato la encontramos en los 15
arts del cap II (De las arrendadoras financieras) del titulo segundo (De las orga-
nizaciones auxiliares del crédito) de la LGOAAC (arts 24 y ssl; pero igualmente
en las Reglas Básicas para la Operación de las Arrendadoras Financieras que,
972 NUEVAS MODALIDADES DE CONTRATACIÓN EN EL CRÉDITO

con fundamento en los arts 8, 1; 24, IV; 36 Y78 de la propia LGOAAG, expidió
la SHCP en 1989 (D O 31 de julio); reglas que son más bien aplicables al funcio-
namiento de las arrendadoras que a la operación de los contratos. De conformi-
dad con esa normatividad el contrato de arrendamiento financiero debe reunir
las características principales que enseguida se enlistan.
Antes, debemos precisar que dicha normatividad no obliga, como en el ca-
so del contrato de comisión bursátil, una cierta literalidad o clausulado, sino que
tal queda, con excepción de las siguientes reglas, sujeto a la voluntad de las par-
tes, dentro de la cual la más importante libertad consiste en que el arriendo fi-
nanciero no está limitado a cierto tipo de bienes, sino que puede celebrarse
respecto de cualquier mueble o inmueble a excepción de dos: (i) los intangibles,
como las patentes, marcas, derechos de autor y similares, toda vez que la defini-
ción del art 25 antes transcrita, en relación con los requisitos del art 28 a conti-
nuación, permiten interpretar la intención del legislador en el sentido de que sólo
pueden ser bienes en los cuales se opere una entrega fisica y material; y (ii) los
bienes fungibles, pues la naturaleza del arriendo financiero -y no tanto la ley-
no lo permite, pues entonces no tendría aplicación el art 27 anterior, en el que
se establecen las opciones terminales, es decir, el destino que se le dará al bien
una vez concluido el contrato. Las reglas principales son

• Los contratos de arrendamiento financiero sólo pueden ser celebrados, co-


mo arrendadoras, por una arrendadora financiera autorizada para tal efec-
to por la SHCP (núm 70)
• Cada contrato debe estar soportado por los estudios que necesariamente la
arrendadora debió realizar con objeto de constatar la solvencia moral yeco-
nómica del acreditado, así como la viabilidad y rentabilidad de la inversión
(art 60, reglas de 1989)
• Deben otorgarse por escrito y ratificarse ante notario público, corredor pú-
blico o cualquier otro fedatario igualmente público (art 25, 3er párr
LGOAAC)
• Se pueden inscribir en el Registro Público de Comercio a solicitud de los con-
tratantes, sin perjuicio de que se inscriban en otros régistros que las leyes
determinen (art 25, 3er párr LGOAAC)
• Al igual que en el crédito refaccionario o de avío (núm 126) y de otros con-
tratos bancarios, el arrendamiento puede, a conveniencia de las partes, do-
cumentarse en pagarés cuya literalidad identifique claramente su vinculación
con el contrato, que el arrendatario suscribe a nombre de la arrendadora, pero
siempre que los vencimientos no sean posteriores al del contrato (art 26
LGOAAC)
• En el contrato podrá pactarse cuando la entrega material de los bienes se
realice directamente del proveedor al arrendatario (art 28 LGOAAC); en el
entendido de que el pago del arrendamiento se inicia a partir de la firma del
contrato aunque no se haya hecho la entrega material de los bienes, entrega
Algunos contratos auxiliares del crédito 973

en la que, por la naturaleza de este contrato, no se aplican las reglas del de-
recho civil (art 2284 C Civ)
• En el contrato se debe establecer la obligación de que cuente con un seguro
o garantía que cubra, en los términos que se convengan, por lo menos los ríes-
gos de construcción, transporte, recepción e instalación, de daño o pérdida
de los bienes, así como de responsabilidad; seguro cuya primera beneficia-
ria debe ser la arrendadora. De la misma manera, debe pactarse que si el se-
guro no cubre la totalidad del daño o pérdida, el faltante será cubierto por
la arrendatario (art 34 LGOAAC)
• Por último, cuando sea exigible la obligación en un arrendamiento financie-
ro y el arrendatario incumpla, la arrendadora puede pedir judicialmente la
posesión del bien objeto del arriendo (art 33 LGOAA C).
Por la doble naturaleza financiera y usufructuaria de este contrato, los riesgos
del bien arrendado están organizados por reglas bien singulares. En efecto, sal-
vo pacto en contrario, son a riesgo de la arrendataria los vicios ocultos de cual-
quier tipo que presente el bien, pero en tal caso la arrendadora debe trasmitir
al arrendatario los derechos que le correponden como propietaria, para que los
ejercite contra el proveedor (art 31,1 LGOAAC); igual circunstancia en el caso
de despojo, perturbación o cualquier acto de tercero que afecte el uso o goce de
los bienes, su posesión e incluso su propiedad, en los que el arrendatario es quien
tiene la carga de la defensa, aunque igualmente la arrendadora queda obligada
a legitimarlo para que, en su representación, ejercite dichas acciones y defensas
(art 32 LGOAAC). Finalmente, es a riesgo del arrendatario la pérdida total o par-
cial, aun causada por fuerza mayor o caso fortuito; eventualidades que, además,
no liberan al arrendatario del pago de las prestaciones periódicas a las que se obli-
gó en el contrato (art 31, JI Y 50 párr LGOAAC).

198 ALGUNOS EJEMPLOS PRACTICOS


DE ARRENDAMIENTO FINANCIERO
Como ya dijimos, el hecho de que el arrendamiento financiero no tenga limita-
ciones en cuanto al tipo de bien sobre el que se puede otorgar, con la sola
excepción de los bienes intangibles, ha permitido que su uso se haya extendido a las
actividades más variadas. A ello también ha cooperado el que el arrendatario pue-
de ser una persona fisica o moral, no necesariamente comerciante. AsI, hay ca-
sos en los que un profesíonísta utiliza el arrendamiento financiero para hacerse
de un automóvil o de un condominio en una playa de recreo, para que una como
pañía de transporte renueve su flota vehicular o para que un despacho de conta-
dores adquiera equipo de cómputo, etcétera.
Sin embargo, como también señalamos la naturaleza del arriendo financie-
ro, que no la Ley, no permite que los bienes objeto del contrato puedan ser fun-
gibles, pues entonces no tendría aplicación el art 27 en el que se establecen las
974 NUEVAS MODALIDADES DE CONTRATACiÓN EN EL CREDlTO

opciones terminales, es decir, el destino que se le dará al bien una vez concluido
el contrato. Por ese motivo el arriendo financiero no es útil para la compra de
mercancias, de materia prima, de insumos y en general de bienes fungibles con-
sumibles a cualquier plazo.

199 EL CONTRATO DE COMPRAVENTA PROFESIONAL


DE DIVISAS
En otro lugar (núm 73), analizamos con rapidez el funcionamiento de las socie-
dades anónimas que disponen de autorización para realizar operaciones con di-
visas, que Banxico denomina casas de cambio. El único contrato que pueden
celebrar esas sociedades en desahogo de su objeto social (regla 6a de las reglas
Banxico de 1988) es el de compra y venta; no es el de trueque porque a través
de él no se está intercambiando un peso por otro, sino que se está adquiriendo
una divisa, o una moneda acuñada, por su precio, el que se ilustra con su valor
en moneda nacional. Dicho contrato, necesariamente un acto de comercio (art
75, 1 C Com), como veremos está sometido a reglas bastante ligeras, pero no asi
las sociedades agentes, que están sometidas a rigurosos controles, incluso al gra-
do de que, en compromiso de su constitucionalidad por cuanto a la garantia de
audiencia se refiere, pueden ejercerse mediante visitas de la autoridad sin pre-
vio aviso (art 85 LGOAAC).
El contrato de compraventa de valores y efectos negociables, al que deno-
minaremos contrato de cambio, está sometido a las Reglas a las que se Sujeta-
rán las Casas de Cambio en sus Operaciones con Divisas, Oro y Plata que, con
fundamento en el art 84, V de la propia LGOACC, Banxico expidió en 1988 (D
O 25 de marzo). Las caracteristicas más importantes de este contrato son las si-
guientes
• Sólo pueden celebrarse respecto de compra y venta de billetes, piezas acu-
fiadas en metales comunes con curso legal en el pals de la emisión, cheques
de viajero, giros, órdenes de pago y otros documentos a la vista denomina-
dos y pagaderos en moneda extranjera, y piezas acuñadas en oro y plata den-
tro de la República Mexicana
• Las casas de cambio que tengan sucursales pueden celebrar, además de las
operaciones anteriores, la venta al público: de giros, órdenes de pago y otros
documentos a la vista denominados y pagaderos en moneda extranjera, que
deberán ser a cargo de bancos mexicanos o extranjeros; y de divisas, median-
te transferencias de fondos sobre cuentas bancarias
• Las compras y ventas deben realizarse al contado
• Para efectos de las compras y las ventas, las casas de cambio deben infor-
mar al público, mediante carteles, pizarrones o tableros dispuestos en el ex-
terior de sus oficinas, las cotizaciones respectivas a las divisas y monedas
que estén en posibilidad de intercambiar.
Algunos contratos auxiliares del crédito 975

De lo anterior se deduce que el contrato de cambio en el derecho mexicano, co-


mo en el de cualquier otro país con una libertad cambiaria relativa, es por exce-
lencia, un contrato verbal. Lo anterior no impide que, como en efecto sucede en
la práctica, una casa de cambio celebre con uno o más clientes, un contrato que
formalice sus relaciones de intercambio cuando éstas tengan una vocación per-
manente o cuando menos duradera, que necesariamente es innominado y atipi-
co pero que concuerda con las características del contrato de cuenta corriente
que analizamos en otra parte (núm 80).
Finalmente, cabe decir que a pesar de que el contrato de cambio es tan sim-
ple como se acaba de exponer, las casas de cambio están sujetas a rigurosísimos
controles; pero lo que es más importante en estos negocios, a saber.Ia cuantifi-
cación, especificación de las reglas de paridad y demás circunstancias propias
de la operación de cambio en ella misma, está sometida a uno de los regímenes
más complejos y dilatados del derecho administrativo mexicano, cuya normatí-
vidad fundamental tanto legal como reglamentaria se encuentra en la Ley Mo-
netaria de los Estados Unidos Mexicanos del 27 de julio de 1931; en el Decreto
de Control de Cambios expedido por el presidente de la República en 1982 (D O
13 de diciembre); y en un documento maestro que reviste la mayor importancia
en la materia que se denomina Disposiciones Complementarias de Control de
Cambios, que fue expedido conjuntamente por la SHCP,la SCOFIN y el Banxi-
coen 1987 (D O 11 de mayo). En este numeral nos remitimos a repasar con rapi-
dez las características contractuales del cambio de divisas, exclusivamente.

200 EL CONTRATO DE REPORTO


Definición y funcionamiento
Como señala Saldaña Álvarez.Ia denominación de este contrato no es descripti-
va de su objeto y, por tanto, es frecuente encontrar que aún en el medio banca-
rio se le desconoce, o cuando menos, aunque se le haya oído mencionar, no se sabe
con exactitud los fines concretos a los que puede aplicarse. Más aún, la defini-
ción legal es poco afortunada
En virtud del reporto, el reportadoradquiere por una suma de dinero la pro-
piedad de titulas de crédito, y se obliga a transferir al reportado la propie-
dad de otros tantos titulas de la misma especie en el plazo conuenido y contra
el reembolso del mismo precio; más un premio (art 259 LGTOC).
Esta definición puede desdoblarse en las siguientes premisas
• Se trata de una trasmisión temporal, en todo caso de titulos de crédito ex-
clusivamente
• Quien entrega los títulos se llama reportado, y es el deudor en el contrato;
y quien los recibe se denomina reportador, y es el acreedor
976 NUEVAS MODALIDADES DE CONTRATACIÓN EN EL CREDlTO

• Durante el plazo, por tratarse de un contrato de crédito traslativo de pro-


piedad, el reportador no tiene limite en el uso y dominio de los titulos trans-
feridos.

• Al término del contrato el reportador se obliga a regresar al reportado otros


tantos titulos de la misma especie, o bien los mismos, y contra ellos el re-
portado se obliga a dar el precio que tengan, más un premio (un porcenta-
je, una cantidad fijada convencionalmente, etc); es decir, aquel que entregó
los titulos tiene el derecho de volver a recibirlos, pero al volver a recibirlos
debe pagar su precio, más un premio.
Este funcionamiento puede ilustrarse en el cuadro núm 10.
Como todo contrato de crédito el reporto debe reunir ciertos elementos y re-
quisitos que lo identifican como un contrato de naturaleza propia.

Objeto
El objeto del reporto es permitir al reportador el uso y aprovechamiento indis-
criminado, temporalmente, de ciertos titulos de crédito, lo que, como veremos,
puede tener aplicación en actividades bursátiles, financieras o corporativas.
El premio que el reportador obtiene al reintegrar los títulos no es, por lo gene-
ral, el interés primordial de las personas que celebran este contrato, sino más
bien el uso temporal de los títulos de que se trate.
Por su parte las ventajas, es decir el objetivo, que tiene el reporto para
el reportado, es la seguridad en la estabilidad del precio de sus títulos, lo que
puede ser de gran valor en materia bursátil y financiera.

Obligaciones de la parte. Capacidad


Como se desprende de lo dicho con anterioridad, en el contrato de reporto son
dos las partes que intervienen
• El reportador Adquiere los titulos de crédito pagando su precio, y los po-
drá utilizar como guste durante el plazo del contrato; después, deberá rein-
tegrarlos contra el pago del mismo precio más un premio
• El reportado Quien originalmente entrega los titulos a cambio de su pre-
cio, y al término del contrato, cuando se le regresen los títulos, deberá reem-
bolsar su precio, más un premio.
Toda persona que no esté disminuida para ejercer el comercio tiene capacidad
jurídica para firmar y obligarse en términos del contrato de reporto (art 30
LGTOCl.
El reportador tiene básicamente las siguientes obligaciones; a la firma del
contrato, contra la recepción de los titulos de crédito, debe pagar el precio que
rnlIJffi[DlllOO10 ~ Reporto
o < Títulos, por ejemplo: 100 acciones de Tolmex
I ~ J:::::::::; '-', 1
10. de Junio de 199x
~I Su valor, por ejemplo $ 50.00 c/u
>
Reportador Reportado
<:
Las mismas 100 acciones o similares 1
10 de Junio de 199x
I > i
< El mismo valor, más un premio
por ejemplo $1.00 por acción
I ~
~.

!1:
~
5'

j
978 NCEVAS MODALIDADES DE CONTRATACIÓN EN EL CRÉDITO

se les haya fijado. Si los títulos de que se trate, atribuyen un derecho de opción
que debe ser ejercitado durante el término del contrato, el reportador está obli-
gado a ejercitarlo por cuenta del reportado, pero éste debe proveerlo de los fon-
dos suficientes para ello cuando menos dos días antes del vencimiento señalado
para el ejercicio del derecho opcional (art 261 LGTOC).
Asimismo, cuando los titulos de que se trate tengan derechos accesorios, el
reportador está obligado a ejercitarlos por cuenta del reportado, y los dividen-
dos o intereses que se paguen sobre ellos durante el reporto serán entregados
al reportado al vencimiento de la operación (art 262 LGTOC). Finalmente, al tér-
mino del contrato el reportador está obligado a reintegrar al reportado los mis-
mos titulos, u otros, pero de la misma especie, contra el cumplimiento de las
obligaciones del reportado.
Por su parte, las obligaciones principales del reportado son las siguientes.
Al inicio del contrato debe entregar al reportador los títulos de que trate el con-
venio. Cuando en el término del reporto se deba pagar alguna cantidad por con-
cepto de los títulos, el reportado debe proporcionar al reportador los fondos
necesarios a más tardar dos días antes de la fecha en que la exhibición deba
de ser pagada; de no hacerlo el reportador, desde luego, puede liquidar el con-
trato (art 263 LGTOC).
Asimismo, cuando el reportador deba ejercitar un derecho opcional en nom-
bre del reportado, éste debe proveerlo de los fondos suficientes cuando menos
dos días antes del vencimiento para ejercer ese derecho. Y por último, al térrni-
no del contrato, contra la entrega que le haga el reportador de los títulos obje-
to del negocio, el reportado pagará exactamente el mismo precio que aquel pagó
a la firma, pero además debe entregarle un premio que se pacta de manera con-
vencional.
Por lo demás, la carga obligacional del reporto que no esté especificamen-
te prevista y diseñada en la ley, queda al arbitrio de los contratantes (arts 78
C Com y 20 LGTOC).

Requisitos formales
El reporto debe constar por escrito, expresándose el nombre completo del re-
portador y del reportado; la clase de títulos dados en reporto y los datos nece-
sarios para su identificación; el término fijado para el vencimiento de la
operación; el precio y el premio pactado y la manera de calcularlo (art 260
LGTOC).
El reporto sólo se perfecciona por la entrega de los títulos y su endoso,
ya que desde 1983 todos son nominativos (art 259, 20 párr LGTOC).
A falta de plazo señalado expresamente, el reporto se entiende pactado,
para liquidarse, el último día hábil del mismo mes en que la operación se hubie-
re celebrado, a menos que la fecha de celebración sea posterior al día 20 (vein-
Algunos contratos auxiliares del crédito 979

te) del mes, en cuyo caso se entenderá pactado para liquidarse el último dia
hábil del mes siguiente (art 264 LGTOe¡.
En ningún caso el plazo del reporto se extenderá a más de 45 dias; toda
cláusula en contrario se tendrá por no puesta. La operación podrá ser prorro-
gada una o más veces sin que la prórroga importe celebración de nuevo contra-
to y para ello bastará simplemente la mención prorrogado suscrita por las partes
en el documento en que haya constado la operación primitiva (art 265 LGTOe¡.
Si el primer dia hábil, siguiente al de la expiración del plazo en que el re-
porto debe liquidarse, el reportado no liquida la operación ni ésta es prorroga-
da, se tendrá por abandonada y el reportador podrá exigir, desde luego, al
reportado el pago de las diferencias que resulten a su cargo (art 266 LGTOe¡.

Algunas de sus utilidades


El reporto puede prestar útiles servicios. Por ejemplo, a las personas que de-
seen participar mayoritariamente en una asamblea de accionistas de manera
temporal. Si un socio que posee 25% de las acciones de una sociedad y desea
tener mayoria en una próxima asamblea, adquiere de modo temporal de otro
u otros accionistas las acciones suficientes, el contrato idóneo es el reporto.
Al término del cual, después de haber emitido voto mayoritario, le reintegra
al reportado sus acciones contra el reembolso del mismo precio que pagó en
el principio, más un premio, que en el caso de grandes consorcios o sociedades
puede ser verdaderamente enorme. Asimismo, es de mencionarse la posibili-
dad de financiamiento que permite el reporto a la persona que detenta la pro-
piedad de titulos, mediante su reporto a otra persona, quien al recibirlos le
trasmite al reportador una cierta cantidad de dinero fij ada, convencionalmen-
te, de acuerdo con el valor de mercado de los titulos objeto de la operación.
Es también de gran utilidad en las operaciones bursátiles, pues permite
a los participantes mantener una estabilidad relativa en los precios de las ac-
ciones, que por operarse en bolsa están sujetos a alzas y baj as continuas deter-
minadas por el indice de oferta y demanda que tenga el papel (acción o titulo)
en dicho mercado.
En resumen, la utilidad que el reporto puede prestar a una persona es pro-
porcionarle la propiedad temporal de un titulo de crédito que por diferentes
razones considera le es importante tener. El beneficio económico no es especi·
ficamente el premio o el precio ya que, como hemos visto, al término del con-
trato debe pagar el mismo precio que recibió al inicio del mismo: la utilidad
o beneficio se ubica en las ventajas que le puedan proporcionar al reportador,
y en algunos casos al reportado, las variaciones de precio que puedan sufrir
las acciones objeto de la convención.
Caso aparte es el reporto bancario que analizamos en su oportunidad (núm
137).
980 NUEVAS MODALIDADES DE CONTRATACIÓN EN EL CREDlTO

201 EL CONTRATO DE FACTORAJE FINANCIERO O


FACTORING

Definición y antecedentes
Como vimos a la ocasión del análisis de las empresas de factoraje financiero
(núm 72), este negocio auxiliar del crédito se origina, hace más de un siglo, en
el derecho anglosajón, y apenas fue reconocido por nuestro derecho positivo
en enero de 1990. En efecto, a pesar de que ese contrato se operaba desde hace
tiempo tanto por empresas asimiladas al sistema financiero (bancos, casas de
bolsa, etc), pero principalmente por empresas particulares y no sujetas a regu-
laciones de cualquier tipo, no fue sino hasta enero de 1990, con la adición de
un injerto bis al cap III de la LGOAAG, De las Empresas de Factoraje Finan-
ciero, que se reconoció por primera vez, de manera integral, el contrato que nos
ocupa (D O 3 de enero).
Para efectos de esa ley, por contrato de factoraje financiero se entiende
aquella actividad mediante la cual el contrato que celebre la empresa de facto-
raje financiero con sus clientes, personas morales o personas físicas que reali-
cen actividades empresariales, la primera adquiera de los segundos derechos
de crédito relacionados a proveeduria de bienes, de servicios o de ambos, con
recursos provenientes de las operaciones pasivas a que se refiere este art; y
de conformidad con su art 45-bJ, el contrato de factoraje
es aquel por virtud del cualla empresa de factoraje financiero conviene con
el cliente en adquirir derechos de crédito que éste tenga a su favor por un
precio determinado o determinable, en moneda nacional o extranjera, inde-
pendientemente de la fecba y la forma en que se pague.
Es decir, en este contrato se trata, de acuerdo con la ley, de la adquisición de
una deuda.
Este contrato auxiliar del crédito está estrechamente emparentado con el
descuento de titulos de crédito (núm 135) y, de cierta forma, con el descuento
de créditos en libros (núm 136), pero no así con la prenda bancaria sobre crédi-
tos en libros (núm 136) pues en los dos primeros el descontador adquiere el cré-
dito y en ésta el banco sólo presta dinero contra la prenda que implica el registro
de una deuda a favor del acreditado.

Reglas generales de funcionamiento


El funcionamiento de un factoraje puede resumirse con la siguiente ilustración;
pongamos como ejemplo una empresa que se dedica a fabricar ropa, cuyos clien-
tes principales son las grandes cadenas de autoservicio. Levantado un pedido,
por lo general, el repartidor de la empresa entrega la ropa en el almacén de la
tienda, el almacenista la verifica, y la factura que lleva consigo el repartidor
Algunos contratos auxiliares del crédito 981

se la sella como mercancla recibida; posteriormente el repartidor acude a la ven-


tanilla de las oficinas de pagaduria de la tienda y mete la factura sellada a revi-
sión, y contra ella el ventanillero le entrega, a su vez, un contrarecibo, en el
que se indica la fecha en que el repartidor puede pasar a recoger el cheque co-
rrespondiente una vez que la factura haya sido revisada en términos de pre-
cios y otras condiciones; asl
• La empresa fabricante de r.opa puede acudir a una empresa de factoraje
financiero, con la que haya celebrado, previamente, un contrato de este tipo
• Le hace entrega del contrarecibo y, contra él, la empresa de factoraje le
hace entrega de un cheque o efectivo por el monto del contrarecibo, menos
la cantidad que se haya pactado convencionalmente en el contrato
• En la fecha del vencimiento del contrarecibo la empresa de factoraje, en
tanto que su nueva propietaria, es la que debe acudir a las oficinas de pa-
gaduria de la cadena de autoservicio a realizar el cobro (art 45 b), último
párr LGOAAC).

Este montaje muestra con evidencia los beneficios que este contrato le procu-
ra a cada parte: (i) al cliente factorado le permite liquidez, contra el precio que
se haya pactado con anterioridad; y {ii} a la empresa de factoraje, precisamen-
te el precio que cobra a su cliente por factorar sus contrarecíbos u otros docu-
mentos que prueben la deuda. Este contrato está llamado a ser uno de los más
utilizados por el comercio y la industria organizados. Algunas de sus principa-
les caracteristicas son las siguientes
• Sólo pueden celebrarlo las empresas de factoraje financiero expresamente
autorizadas por la 8HCP. En efecto el art 50 transitorio del Decreto de Re-
formas de Enero de 1990, señala que las empresas que ya venían desarro-
llando el factoraje deblan acudir a la 8HCP a obtener su autorización y
de no ser posible deblan proceder a su liquidación. Luego, a pesar de la gran
difusión que tuvo en empresas no concesíonadas, a partir de entonces el
factoraje sólo puede operarse por empresas autorizadas
• Opera en favor de personas fisicas o morales siempre que realicen activi-
dades empresariales
• Sólo se pueden factorar créditos relacionados con la proveeduria de bienes,
de servicios o de ambos, con recursos provenientes de las operaciones pasi-
vas a que se refiere el art 45 a)
• Sólo pueden ser objeto de factoraje los derechos de cobro no vencidos, que
se encuentren documentados en facturas, contrarecibos, títulos de crédito
o cualquier otro documento, denominado en moneda nacional o extranje-
ra, que acredite la existencia de dichos derechos de crédito y que los mis-
mos sean resultado, como hemos dicho, de la proveeduria de bienes, de
servicios o de ambos, sean proporcionados por personas nacionales o ex-
tranjeras (art 45 dl
I

982 NUEVAS MODALIDADES DE CONTRATACIÓN EN EL CRÉDITO

• La trasmisión de los derechos de crédito que se realicen por virtud del con-
trato a la empresa de factoraje, comprende la de todos los derechos acceso-
rios a ellos salvo convenio en contrario (arts 45 LGOAAC y 18 LGTOC¡
• Dicha trasmisión surtirá efectos ante terceros desde la fecha en que haya
sido notificada al deudor, sin que deba ser inscrita en registros de cualquier
tipo ni de que sea otorgada ante fedatario público (art 45 i)
• Sin embargo, el deudor del crédito trasmitido se libera de su obligación si
le paga al acreedor original, siempre que la empresa de factoraje no le haya
notificado la trasmisión de la forma que se dice en el pár anterior (art 45 j)
• La trasmisión de la deuda se entiende notificada al deudor: li) mediante la
entrega de documento en que conste por sello u otra forma de contraseña
inequivoca, la trasmisión; IU) por correo certificado; o lUi) por notificación
hecha ante fedatario público (art 45 k).

Diferentes tipos y modalidades


Son dos las modalidades en que puede pactarse el factoraje financiero (art 45 b)
• Que el cliente no quede obligado a responder por el pago de los derechos
de crédito trasmitidos a la empresa de factoraje financiero; sin embargo,
si se pacta esta modalidad el cliente responde del detrimento en el valor
del derecho trasmitido que sea consecuencia del acto juridico que le dio orí-
gen, con la única excepción de que el documento trasmitido sea un titulo
de crédito (art 45 ti
• Que el cliente quede obligado solidariamente con el deudor a responder del
pago puntual y oportuno de los derechos de crédito trasmitidos a la em-
presa; en este caso los clientes pueden suscribir a favor de la empresa de
factoraje, pagarés por el importe total de las obligaciones asumidas; de ser
así, los pagarés podrán ser negociados a la orden (art 45 g).
Por último cabe señalar que, como sucede con frecuencia, previo a la celebra-
ción del contrato de factoraje con un cliente, la empresa puede celebrar uno
de dos contratos que, en perspectiva, pueden observarse como los complemen-
tos idóneos del primero, a saber: {i) un contrato de promesa de factoraje con
alguna persona que, potencialmente, pueda convertirse en su cliente, y (ji) un
contrato de vinculación complementaria, con los deudores potenciales de los
derechos de crédito (en el ejemplo, la cadena de autoservicio), en los que la em-
presa de factoraje puede quedar obligada a adquirir sus titulos o contrarecibos
cuando se los presente alguno de sus proveedores que, en ese momento, se con-
vertirá un nuevo cliente (art 45 C).
Insistimos, el contrato de factoraje tiende a asumir una difusión y utili-
dad sin parangón, principalmente por la facilidad y la agilidad de su operación
así como por los evidentes beneficios que permite de forma inmediata. Para
conocer el régimen legal de las empresas de factoraje financiero el lector puede
referirse al núm 72.
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íNDICE ONOMÁSTICO

Abascal Zamora, J M, 931 Díaz Bravo, 686, 698, 707, 732, 733,
Acosta Romero, M, 483, 484, 491, 513, 734, 738
566,584,612,753,789 Dínz Ruiz y Trigueros, 491
AImoute, Juan Nepomuceno, 503 Doria, 488
Alfara, Ricardo, 849 Domínguez Martínez, 829, 853, 854,
Aragón, Soldado, 485 860,862,863,866
Bardi,488 Duguit, León, 880
Barrera Graf 585, 611, 650, 651, 654, Escriche, 706
855,856,863,883 Eugenio IV, 487
Bauche Oarciadiego, M, 485, 488, 753
Blarock Uwe, 831 Factor, 691, 692
Broker, 691 Factorage, 691, 692
Bogert. ,T, 839 Factoring, 691
Fouquet, 491
Calvo, Octavio, 722 Franckfort, Bolsa de Valores de, 491
Canalizo, Valentín, 500 Fugger. 488, 489
Carnegie, 488
Cervantes Ahumada, 491, 612, 613, Gentíle, 636, 706
707,708,710,722,753,856,857, Oil Valdivia, O, 657
860,910,965 Grant, Ulíses, 505
Cervantes Altarnírano. 923 Grimaldi, 488
Glyton Act, 557 Guadalupe Hidalgo, Tratado de, 501
Coeur, Jacobo, 487, 489 Guzmán Cosp, 706
Cossio Villegas, 514
Habsburgo,488
De Pina, 706, 753 Halbach, 839
De la Peña y Peña, Manuel, 500, 501 Hale John, R, 487
Deffaudis, 500 Herrejón, 513
Di Vecci, Giovanni, 488 Huerta. Victoriano, 496, 509, 510
996 DERECHO BANCARIO Y CONTRATOS DE CRÉDITO

Iglesias, Ley, 502 París, Comuna de, 504


Imperio Mexicano, Código Civil del, 504 Passi,488
Pee1,491
Jannin, P, 636
Pereznieto Castro, Leonel, 801
Juárez. Ley, 502
Peruzzi, 488
Keru, Universidad de, 796 Phillips Olmedo, 665
Knapp, Charles, 951 Pijoan José, 487
Pittman Act, 557
La Haya, Conferencia de, 932 Puente, Arturo, 722
La Mesilla, Tratados de, 502 Polk, James K, 500
Lafragua, Ley, 502
Lares, Código de, 502 Reforma, Leyes de, 503
Lares, Teodcsio, 504 Revaclier, Jacques, 829
Law, John, 491 Revell, J, 932
Lerdo, Ley, 502 Reymond, Claude, 829
Limantur, Yves, 507 Risorgimento, 504
Lloyd's, 490 Rocco,Aln'edo, 708, 709
López Rosado, 496 Rockefeller, 488
Lovett, VV,636, 706 Rodríguez, 485
Luxemburgo, Asociación de Derecho Rojina Villegas, 788, 880
Privado de, 828 Rowet, G, 636

MacNamara, Robert, 493 Salas, José Mariano, 500


Mairata Laviña, 706 Saldaña Álvarez, 764, 785, 812, 975
Malpica, de la Madrid, L, 915, 921, 922 Samuelson, P, 479, 492, 764
Maximiliano de Habsburgo, 503, 504, 507 Sánchez González, 706, 948
Mayer, Franz, 805 Barre, Universidad del, 828
Mazzoni, Alberto, 834, 835, 836 Sechi Vázquez, 706
Médicis, Cósimo de, 487, 488 Sheridan, 505
Mercadal, B, 636, 689 Sherman Act, 557
México, Colegio de, 498 Soldado y Aragón, 468
Mexligth, 516 Spinola, 488
Meyer, Lorenzo, 512, 514 Spinelli, M, 636, 706
Montagu, Norman, 491 Tacubaya, Plan de, 502
Monte de Piedad, 498, 500, 501, 505 Taules de Cauví, 488
Morelce y Pavón, José María, 503 Tena, Felipe de J, 707
Munn, Glenn, 559
Muñoz, Luis, 765, 812 Dria,710
Napoleón, 491, 500, 501, 504 Vasseur, 587, 938, 949
Newton, Issac, 489, 491 Vázquez, Josefina, 499
Villagordoa Lozano, 866, 922, 923
Oppetit, Bruno, 585,842
Orange. Casa de, 490 VVeslel', 488, 491
Ortiz Mena, Antonio, 495 Wilson, 492
Oso, República del, 500 VVitz, Cleude. 837
Zuluaga, 502
Palacios Vargas, 948
Índice onomástico 997

Bancos e instituciones Banco del Estado de San Luis Potosí,


de importancia histórica o actual 508
Banco del Estado de Sinaloa, 508
Banamex, 497, 506
Banco del Estado de Sonora, 508
Banca Central, 497
Banco del Estado de Veracruz, 508
Banca Serfin, 504
Banco di San Giorgio, 489
Banca Universal, 558
Banco Franco Egipcio de París, 505
Banco Agrícola e Hipotecario de
Banco Internacional, 497
México, 508
Banco Internacional e Hipotecario, 506
Banco Central Mexicano, 508
Banco Interamericano de Desarrollo,
Banco Comercial, 504
492, 494, 495, 508, 516, 611
Banco Comercial Mexicano, 504
Banco Mercantil, 505
Banco de Amberes, 489
Banco Mercantil Agrícola y Ganadero,
Banco de Amsterdan, 489
506
Banco de Amortización de la Moneda de
Banco Mexicano. 505
Cobre, 496, 499
Banco Mexicano Somex, 497
Banco de Avío para Fomento
Banco Minero de Chihuahua, 506
Industrial, 499
Banco Mundial, 492, 493, 494, 495, 515,
Banco de Brietol, 489
531, 611
Banco de Chihuahua, 508
Banco Nacional Cinematográfico, SA,
Banco de Durango, 508
514
Banco de Empleados, 506
Banco Nacional de Crédito Agrícola,
Banco de Estocolmo, 489
SA,512
Banco de Francia, 491, 501
Banco Nacional de Crédito Agrícola y
Banco de Hamburgo, 489
Ganadero, 515
Banco de la Reserva Federal, 492
Banco Nacional de Crédito Ejidal, 513
Banco de Liverpool, 489
Banco Nacional de Fomento
Banco de Londres, 489
Cooperativo, 514
Banco de Londres, México y
Banco Nacional Mexicano, 505, 506
Sudamérica, 503, 504
Banco Nacional Obrero de Fomento
Banco de Londres y México, 504, 505,
Industrial, 513
506
Banco Panamericano, 508
Banco de Manchester, 489
Bancomer, 497
Banca de Medina del Campo, 488
Banco Yugoslavo de Cooperación
Banco de México, SA, 1? 11
Económica Internacional, 561
Banco de Monterrey, 508
Banking and Finance Encyclopedia, 559
Banco de Nuevo León, 508
Banques D'Affaires, 557
Banco de Nurenberg, 489
Banques Populaires, 5"58
Banco de Prusia, 491, 505
Barclay's Bank, 496, 499
Banco de Santa Eulalia, 504
Banrural, 497
Banco de Venecia, 488
Bolsa de Valores de Franckfurt, 491
Banco de Yucatán, 508
Bretoii woods, 492, 515
Banco de Zacatecas, 508
Banco del Estado de Coahuila, 508 Cajas de Préstamos para Obras de
Banco del Estado de México, 508 Irrigación y Fomento de la
Banco del Estado de Puebla, 508 Agricultura, 508
998 DERECHOBANCAlUO y CONTRATOS DE CRÉDITO

Cámara de Comercio Internacional, Multibanco Comcrmex, 504


803,804,809,828,932
Oede, 832
City Bank, 501, 535
Organización de las Naciones Unidas,
Comermex, 497
494, 831, 950
Comisión Económica para Europa, 931
Organización de Estados Americanos,
Comisión Federal de Electricidad, 512,
516
513
Comisión Federal de Planificación Paribas, 558
Económica, 515 Petróleos Mexicanos, 514
Comisión Nacional Bancaria y de
Reiehsbank, 491, 492, 505
Seguros, 511, 620
Reserva Federal, 509
Comisión Nacional de Inversiones, 515
Comisión Nacional para las Sociedades Stroybank, 560
y la Bolsa, 835
Uneitral, 931, 950
Comisión Reguladora e Inspectora de
Unetad, 931, 932
Instituciones de Crédito, 510
Uniform Federal Reserve Requiremerus,
Comité Tecnobancario de la
556
Organización Internacional de
Normalización y Normatividad, 832 Vnesktorgbank, 560
Comunidad Económica Europea, 837
Consejo de Cooperación Aduanera, 932 Leyes y decretos
Consejo Nacional de Economía, 515 de importancia histórica
Convención Bancaria, 511
Bases Orgánicas, 500, 502
Credit Mutuels, 558
Credit Nationat, 558 Decreto de Devolución a sus
Representantes, de los Bancos y
Deregulouon: atui Monelary Control Act,
Bienes Incautados, 510
556
Decreto de Moratoria, 509
Etablissemerüs de Credit, 558
Ley de Abogados, 504
Federal Reserve Act, 492 Ley de Bancos Ejidales Agrícolas, 511
Fondo Monetario Internacional, 492, Ley de Crédito Agrícola, 511, 513, 515,
493,515,531,532,561,614 516
Fondo de Crédito Popular, 513 Ley de Crédito para Ejidatarios y
Agricultores en Pequeño, 512
Gatt,932 Ley de Establecimientos de
Guide to Documeníarv Credit Fideicomiso, 511, 512
Operations, 804 Ley de Pagos de Deuda Pública, 511
Gosbank, 559, 560 Ley de Pensiones, 504
Ice Banhing Comission en Queries Ley de Venta de Bienes en Manos
Relating to Utuform Customs and Muertas, 501
Practice for Documentary Credits, Ley General de Crédito Rural, 664
Ley General de Instituciones de
804
Crédito, 508, 842
Indo Zues, 558
Ley General de Instituciones de Crédito
London Bank 01 Mexico and South y Establecimientos Bancarios, 511,
America, 503 842
Índice onomástico 999

Ley Monetaria, 512 Comonfort, Ignacio, 502


Ley Orgánica de los Tribunales y del COITO, J usto, 499
Ministerio Público, 504
De la Madrid, Miguel, 519, 520, 521
Ley Orgánica del Banco de México, SA,
512,515 Díaz Ordaz, Gustavo, 517
Diaz, Porfirio, 505, 506,507,508
Ley Orgánica del Banco Único de
Emisión, 510 Echeverria, Lnis, 517, 518
Ley sobre los Trabajadores, 504
Leyes de Desamortización de los Bienes Fernández, Manuel (véase Victoria,
del Clero, 503 Guadalupe)

Ordenanzas de Bilbao, 502 Gómez Farías, Valentín, 501


González, Manuel, 505, 506
Segunda Conferencia Panamericana,
508 Herrera, Joaquín, 501
Siete Leyes, 499, 500 -Iuáree, Benito, 502, 503, 504, 507
Tribunal de Comercio, 504 Lerdo de Tejada, Sebastián, 504
López de Santa Anna, Antonio, 500,
Presidentes citados de los Estados 501, 502
U nidos Mexicanos López Mateoa, Adolfo, 516
López Portillo, José, 518
Alemán Valdéz, 515, 516
Anaya, Pedro M, 500 Obregón, Álvaro, 510, 511
Arista, Mariano, 501 Ortiz Rubio, Pascual, 512
Ávila Camechc, M,514, 515 Paredes y Arrillaga, Mariano, 500
Bravo Nicolás, 500 Rodriguez, Abelardo L, 512, 513
Bustamante, 499, 500 Ruiz Cortinez, Adolfo, 516, 547
Calles, Plutarco, 497, 511, 512 Salinas de Gortari, Carlos, 522
Cárdenas, Lázaro, 513
Carranza, Venustiano. 509, 510 Victoria, Guadalupe, 499
íNDICE DE MATERIAS

Acto fiduciario, en derecho suizo, 828 regulación de la. 522


Agrupamientos financieros, 593, 679 requisitos de constitución de la,
administración de los, 680 686
antecedentes históricos de los, 517, régimen de funcionamiento de la,
676, 679 687,688,689
convenio de responsabilidades en Arrendamiento financiero,
los, 680 definición de, 971
reglas de funcionamiento de los, diferentes contratos de, 972, 973
525,593,678,679 régimen general, 972, 973
Ahorro, diferencia con la inversión, 527 Asociación Mexicana de Bancos, 618
Almacén general de depósito, Balance contable, 467, 468, 469, 474,
régimen general, 521, 523, 679, 475
682,683,684,685 Banca, antecedentes históricos de la,
diferentes tipos de, 685 486,487,488
como recinto fiscal, 685 Banca central, antecedentes de la, 505,
Apertura de crédito (véase contrato de 508,509
apertura de crédito) Banca comercial, antecedentes de la
Apertura de crédito, 955 privatización de la, 523, 542, 543,
diferencia con el mutuo, 770, 771 618, 637
en el descuento, 812 Banca de desarrollo.
Apertura de crédito bancario, antecedentes históricos de la, 512,
definición, 770 514
Apoderado bancario, 577 capital de la, 600
Artículo 28 Constitucional, modificación características y funcionamiento de
del, 547 la, 600, 650
Arrendadora financiera, 521, 522, 679, como autoridad, 669, 670, 671
683 creación de la, 521
prohibiciones legales a la, 687 definición de, 648
1002 DERECHO BANCARIO Y CONTRATOS DE CRÉDITO

diferencia con la banca múltiple. como tesorero de la Federación, 615


653 facultades de compensación en el,
ejecutabilidad de los títulos 683, 684
emitidos por la, 672 facultades generales del, 495, 521,
generalidades, 490, 497, 510, 515, 584, 585, 595, 613, 614, 615,
553,592,593,604,606,607, 677, 680, 688, 759, 760, 763,
608 773, 774, 780, 789, 815, 939
justificación de la existencia de la, facultades reglamentarias del, 948,
655,656 957, 960, 975
obligaciones de la, 628 funciones del, 613
régimen general de la, 916 órganos de gobierno del, 618, 619
reglas de supletoriedad en la, 574, representación del, 577
578 Banco de Primer Piso, 782
Banca, Banco Nacional de Comercio Exterior,
expropiación de la, 497 513, 656, 664, 665, 666
importancia de la, como rector Banco Nacional de Crédito Rural, 656,
socioeconómico, 525 664
monopolio constitucional de la, 478, Banco Nacional de Obras y Servicios
520, 529 Públicos, 512, 513, 661, 662, 663
Banca mexicana, historia de la, 496 Banco Nacional del Pequeño Comercio,
Banca múltiple, 668
antecedentes históricos de la, 517, Banco Nacional Pesquero y Portuario,
51~,677 656,668
capital de la, 597,598,626,652 Banco Obrero, 535
consejeros de la, 627 Bancos,
características del funcionamiento constitución de los, 506
de la, 574, 6,18, 649 depósitos a la vista en los, 752
como modalidad de banca y crédito, fusión de los, 500, 599
649 inversión privada en los, 520 (véase
creación de la, 521 privatización)
control de la, 608 obligaciones de los, en el préstamo
diferencias con la banca de de dinero, 774, 775
desarrollo, 653 obligaciones de los, en la tarjeta de
definición de, 646 crédito, 960, 961
funciones en la, 594 prohibiciones y sanciones a los, 553
obligaciones de la, 617, 625, 626, prueba en su favor, de su
627 contabilidad, 948
regulación de la, 60S representantes de los, 784
supletoriedad en la, 579 responsabilidades de los, 761, 762,
Banca y crédito, servicio público de, 464 941
Banco de depósito, 748 reservas de capital en 108, 667
Banca de México, antecedentes del, sólo ellos pueden emitir tarjetas de
508,514,515 crédito bancario, 934
antecedentes de su Ley Orgánica, su responsabilidad en mesa de
612 dinero, 760
como organismo descentralizado, sucursales de, 487, 756
520, 52J,613,615,618 solvencia de los, 617, 628
Índice de materias 1003

tipos de. antes de la expropiación reclamaciones en contra de, 9ml,


bancaria, 637 970
Bancos extranjeros, 592, 594, 595, 597, sanciones a, 610
608,627,667,749 Casa de cambio,
sanciones a los, 609 generalidades de la, 521, 610, 679,
Banquero, definición de, 464 683,974
orfebre, 466 régimen legal de la, 695, 696, 697
Bolsa de Valores, 682 requisitos de autorización para la,
Bonos. 696
bancarios, 627 revocación de la autorización de
de prenda, 684. 685 una,697,698
de vivienda, 571 Certificado de depósito, 684, 685, 749.
Buen padre de familia, 841, 893 765
Cabecera de sector, en los fideicomisos Certificado de vivienda, antecedentes,
públicos, 916, 918 516
Caja de seguridad (véase depósito en Cheque,
caja de seguridad) como título de crédito. 753
Cajeros automáticos, 941 sin fondos, 627, 675, 676
Cajón bancario, definición de, 773 Cheques, depósito en cuenta de,
Cámara de compensación, 682 clasificación doctrinal del, 752
Cambio de divisas, 530 Comisión bancaria, diferentes tipos de.
CAP (Certificado de Aportación 819, 820, 821
Patrimonial), Comisión consultiva. 547, 642
circulación del, 520, 533 Comisión de crédito y cambios, G18
generalidades del, 579, 592, 628 Comisión mercantil, 759, 968
supletoriedad en el, 575 Comisión Nacional Bancaria,
CAP A, 596, 597, 642, 650, 653, 660, antecedentes de la, 514, 521, 620
663, 667, 775 facultades generales de la, 584,
CAP S, 546. 597, 642, 660, 663, 667, 775 596, 684, 687, 688, 755, 759,
adquisición de, 594 773, 774, 780, 789, 891, 892.
de bancas de desarrollo, 909, 914, 945
desaparición de los, 522 facult.ades de su presidente, 622.
propiedad de, 594 623
CAP e, 597 facultades presuntivas de la.
Capital, préstamos de, 470 577
Capitalización, porcentaje de, 592 facultades reglamentarias de la,
Carta ele crédito, 675 952,95n
Carta de crédito (véase crédito generalidades sobre la, 553, 572,
documentarlo) 589,624,625,626,627,628,
Carta de crédito convencional (véase 629,630,819
contrato de carta de crédito) órganos de gobierno de la, 621
Casa de bolsa. junta de gobierno de la, 597, 598,
generalidades sobre, 600, 609, 610, 601
615, 616, 625, 967, 968, 969 reclamaciones ante la, 630
regulación de, 523, 524, 677, 679, Reglamento Interior de la, 596
759, 762 supresión de facultades a la, 547
1004 DERECHO BANCARIO Y CONTRATOS DE CRÉDITO

Comisión Nacional de Valores, Contrato de cuenta corriente de cheque,


generalidades sobre la, 572, 589, definición del, 754, 756
631,632 cláusulas, 755
facultades de la, 593, 692, 968, 969, definiciones, 753
970, 815, 916 Contrato de fideicomiso,
Comité técnico, en el fideicomiso. en derecho alemán, 833
régimen general, 901, 902 en derecho estadounidense, 836
Comité técnico, en los fideicomisos en derecho italiano, 836
públicos, 918, 920, 921 en derecho suizo, 830
Compraventa de divisas, régimen Contrato de íntermediación bursátil,
general, 974, 975 967,968
Compraventa profesional de divisas Contrato de servicios bancarios,
(véase casa de cambio) régimen general del, 817, 818
Consejo directo, nuevas facultades del, Contratos bancarios, organización legal
546 de los, 569
Consejos directivos, 592 Control de cambios, 522, 523, 531, 532,
Contrarrecibo, valor del, en el factoraje, 620, 975
981 Control de crédito, 571
Contrato de apertura de crédito, 717 Control hacendario, 571
definición del, 712 Crédito con garantía,
diferentes tipos de, 712, 713 en depósitos, 546
objeto del, 709 hipotecaria, 775
partes del contrato, 714 propia, 775
obligaciones del acreditante del, 714 Crédito de habilitación o avío, 575, 627,
obligaciones del acreditado, en el, 735,777
715,716 definición del, 786
cláusulas del, 715, 716 diferencias con el refaccionario, 786
como forma de prestar dinero, 719 formalidades en el, 787, 788
conclusión del, 717 funciones del, 785
su diferencia con el consensual, 710 garantías en el, 788, 790
Contrato de crédito, naturaleza del, 786
clasificación del, 708, 709, 710 régimen especial del, 790
capacidad, en el, 714 reglas generales de otorgamiento,
como negocio jurídico, 709 788, 789
consensual, su diferencia con el Crédito documentario, 777, 780
contrato bancario, 710 definición del, 797
tradicional, definición, 711 diferentes tipos de, 799, 800, 801
Contrato de carta de crédito, definición, incumplimiento del, 807
727 provisión de fondos, en el, 802
Contrato de cuenta corriente, reglamentación internacional del,
definición, 720 803,804,805
criterio de compensación, en el, 721 Crédito hipotecario, 571
formas de terminación del, 725 Crédito preferente, 868
funcionamiento del, 728, 729 Crédito puente, 780
obligaciones de las partes, en el, Crédito quirografario, aplicaciones, 718
722,723,724 Crédito refaccionario, 575, 579, 627,
reciprocidad en el, 723 735,777
Índice ele materias 1005

acción ejecutiva en el, 794 clasificación doctrinal del, 766


definición del, 786 en administración, 766
diferencia con el de habilitación o para conservación, 766
avío, 786 definición del, 745
formalidades en el. 787, 788 en caja de seguridad, 746, 767
funciones del, 785 clasificación doctrinal del, 767
garantías en el, 788, 790 en consignación, 746
naturaleza del, 786 formalidades en el, 749
régimen especial sobre el, 789 irregular, definición del, 753
reglas generales de otorgamiento para inversión, 746
de, 788, 789 pruebas del, 749, 751, 760, 761
Crédito, registro de los, 735 Depósito bancarío de dinero, 751, 757
Crédito rural, 607 Derecho común, supletoriedad del, 581
Crédito con garantía, facultades de los Derecho bancario,
bancos, 783 codificación del, 585, 586
Créditos, autonomía del, 585
personales, 791 Derecho real de posesión, privación del, 740
en libros, 735 Desarrollo económico, sistemas de, 529,
vencidos, cargos automáticos en 530
los, 755 Descuento,
Cuenta corriente (uéase contrato de de créditos en libros, 813, 814
cuenta corriente) de títulos de crédito, 811, 812, 813
Cuenta de ahorro (véase depósito de Deeregulación, 546
ahorro) Deuda pública, 529, 605, 615
Cuenta de orden, 477, 830 Deuda externa, 531, 611
Deudor hipotecario, sustitución del, 780
Delegado fiduciario, régimen general, Dirección general de auditoría fiscal,
892, 897, 898 602,603,604,605
en los fideicomisos públicos, 916, Dirección general de planeación
918,919,920 Hacendaría, 604
Depósito a la vista, 470, 472, 475, 730, Dirección general de banca de
757 desarrollo, 605, 606
en cuenta de cheques, 746 Dirección general de banca múltiple,
Depósito, 607, 608, 609
a plazo, 475, 749, 758 Dirección general de seguros y valores,
autonomía del, 760 609,610, 611
clasificación doctrinal del, 746 Divisas, compraventa de, régimen legal,
de ahorro, generalidades sobre el, 974,975
475,U6
clasificación doctrinal del, 763 Ejecución
reglamento del, 763 de garantías, 579
como institución de orden reales. 58]
público, 763 Emisión de moneda, monopolio de la,
interés capitalizado en el, 763 491,501,504,505,506,614
naturaleza jurídica del, 765 Empresa de factoraje financiero, 679,
de bienes, 735 683,980,981
de títulos, 746 antecedentes, 691
1006 DERECHO BANCARIO Y CONTRATOS DE CRÉDITO

Encaje legal, 615 definición, del fin del, 877


Estatización, definición de, 517, 533 requisitos de su fin, 889, 890
de la banca comercial, 554 definición, del objeto del, 877
Expropiación de la banca, antecedentes, requisitos de su objeto, 888, 889
517,518 en garantía, 865
exposición de motivos de la, 519 ventajas del, 868
constitucionalidad de la, 533, 534, en zonas turísticas, definición, 872
535,536 formación teórica del, 854, 855
decreto de la, 532 nomenclatura internacional del,
827
Factoraje financiero (véa.se empresa de para aseguramiento de pensión
factoraje financiero) alimentaria, 876
Factoraje financiero, para mexicanización de empresas,
definición, 980 875,907
régimen de funcionamiento, 692, partes del, 890, 891
693, 694, 981, 982 prohibición de algunos tipos de,
Fiado, intercambios a, 726 909,910
Fideicomisario,617 régimen de constitución de, 907
derechos legales del, 903, 904, 905 su relación con otros contratos,
obligaciones legales del, 904, 906 477, 573, 575, 577, 579, 601,
Fideicomiso, 676, 677, 817 617, 709
antecedentes históricos del, 511, sucesivo, noción del, 710
841, 842, 843 supletoriedad en el, 576
aplicaciones del, en mesa de testamentario, 866
dinero, 757, 759 definición de, 871
bursátil, 87·1 teleología del, 867
causas de extinción, del, 908, 909 titularidad de los bienes en el, 878,
clasificación del, de la Comisión 893
Nacional Bancaria, 865 trasmisión,
como negocio fiduciario, 855, 856 de cosas corpóreas, en el, 887
como acto unilateral, 856, 857 de créditos no negociables, en
como contrato, 859 el, 885
con fines testamentarios, 907 de derechos personales, en el,
de administración, 865 885
de fomento, 604, 605, 607, 658, 662, de inmuebles, en el, 884
665, 676, 780, 781, 912, 923, de los bienes, en el, 884, 88ó
924, 925 de los bienes, a su término, 886
de garantía, 740 de títulos nominativos, en el,
definición del, 867, 868 884
de inversión, 866, 875 de títulos al portador, en el, 884
de pensiones y jubilaciones, 875 Fideicomisos públicos, 575
definición de. 845 antecedentes de sector, en los, 916,
doctrina' del, 853, 863, 864 918
naturaleza jurídica del, 845, creación de los, 916, 917
846, 847, 848 clasificación doctrinal de los, 922
noción judicial del, 859, 860, definición de los, 914, 915
861,862 fideicomitente en los, 917, 918
Índice de materias 1007

fiduciario en los, 918, 919 Institución nacional de crédito, como


para encargos específicos, 923, 924 antecedente de la banca de
ubicación de los, en la desarrollo, 650
administración pública, 913, Instituciones de fianzas, 679, 698
914 Instituciones de seguro, 679, 698
Pidcícomitente. régimen general, 899, Interés, tasa de, 471, 473, &20, 575.
900 600,615,764,773,782
Fiduciaria, Intercambio de divisas. 531
responsabilidades de la, 762 Intermediación bursátil, 968
a la vez fideicomisaria, en el Inversión, diferencias con ahorro, 527
fideicomiso en garantía, 895 Inversionista institucional, definición
prohibiciones legales a la, 893, 894 del,699
quienes lo pueden ser, 891, 892
responsabilidades de la, 898, 899 Junta de gobierno, 547, 622, 627
Ficha, Legislación bancaria, carácter
de retiro, 751 administrativo de la, 539, 540
de depósito, 765 Ley enunciativa, 540, 573, 583
Financiera Nacional Azucarera, 656, 667 Ley bancaria, antecedentes en la, 508
Financiero, definición de, 464 régimen de supletoziedad en la. 573
Fondo Preventivo y de Protección al Ley integral, definición de, 573
Ahorro, 575, 593, 598, 617, 628, 644 Leyes orgánicas, 580
Garantías. Leyes bancarias,
bancarias, 575 antecedentes históricos de las, 506,
derechos del acreedor sobre las, 509
783, 784 interpretación de las, por la
ejecución de las, 794 Secretaría de Hacienda, 599
fiduciarias, ejecución de las, 545, federalidad de las, 502, 506
869,870 vocación de las, 523, 586, 588
hipotecarias, 876 Leyes orgánicas, antecedentes de las,
prendarias, ejecución de las, 738, 512
739, 740 Libreta de ahorro, 749, 764
reales, 576 LIC, Exposición de motivos de la, 523,
ejecución de las, 783, 784 550, 551, 552
régimen de las, en el crédito índice de la, 552, 553
refaccionario y en el de Línea de crédito, 730, 771, 772
habilitación y avío, 791. 792 Mandatos civiles (véase comisión)
Gremios de joyeros y orfebres, 465 Mandatos mercantiles (véase comisión)
Grupo financiero (véase agrupamiento Maquiladoras, 726
financiero) Mesa de dinero, 767
Habilidad jurídica del fideicomieáric clasificación doctrinal de la, 757
depósito de riesgo en la, 758, 759
(véase capacidad de)
reglas de supletoriedad en la, 760
Herederos del titular, retiros hechos
Mexdólar,531
por Jos, 750
Moneda (véase emisión de) bancaria,
Historia de la banca, etapas de la, 498
471,930
Incoterma, 80G cartular. 930
/
1008 DERECHO BANCARIO Y CONTRATOS DE CRÉDITO

electrónica, 930 Patrimonio autónomo, en el


metálica, 471, 930 fideicomiso, 878, 881
plástica, 471, 930 Patrimonio fiduciario, 878, 879
Monopolio de la banca, Plan Nacional de Desarrollo, 604, 606,
organización legal del, 514, 536 608
desaparición del, 524 Prenda,
Mutuo, constituida en favor de un banco,
diferencia con la apertura de 736
crédito, 770, 771 definición, 733
bancario, definición de, 770 formas en las que se constituyen,
con garantía prendaria, 777 733, 734, 735
naturaleza jurídica, 732
Nación más favorecida, cláusula de, 506
presunción de la, 734, 735
Nacional Financiera, 512, 513, 656,
régimen de supletoriedad de la, 736
657,658,659,660
sobre créditos en libros,
corno fiduciaria, 916
generalidades, 814, 815
como fiduciaria en los fideicomisos
supletoriedad en la, 576
públicos, 917
sustitución de la, 739
Negocio fiduciario, definición de. 852
Préstamo (véase mutuo y apertura de
Negocio jurídico, 880
crédito)
definición de, 850
con interés, prohibición del, 485
plurilateral, 709
de interés social, 780
unilateral. 708
régimen general, 781
Obligación mercantil, diferencias con la tramitación del, 782
civil, 707 hipotecario,
Operación bancaria, generalidades del, 778, 779
activa, generalidades, 769 diferentes tipos de, 779
enumeración de las, 490 Previa audiencia, garantía de, 739
pasiva, generalidades, 745 Privatización de la banca comercial,
enumeración de las, 475, 476 exposición de motivos de la, 547,
de servicio, definición de, 816 548, 549
sistemas de regulación de, 567 Propiedad fiduciaria, 878
sistema de vigilancia de, 567 Procuraduría General de la República,
Operaciones de crédito, son contratos 589
mercantiles, 706, 734 Reglas generales,
Obligaciones bancarias, enumeración de las, 522, 580, 581,
responsabilidades solidadas en la, 582, 583, 584, 587, 588, 615,
603 616,667,676,677,688,689
Obligaciones subordinadas, 627 sobre control de cambios, 522
Organizaciones auxiliares de crédito, emitidas por la Secretaría de
521 Hacienda, 582, 583, 584, 591,
definición de, 682 592, 593, 694
requisitos de constitución de las, constitucionalidad de las, 583
683
Remesas, 749, 758, 759, 760
Partida doble, 466, 467, 468, 469 validez de las, en el contrato de
importancia, 468 cuenta corriente, 723
índice de materias 1009

Renta, Sociedad Anónima bancaria,


fija, 472 diferencias con la Sociedad
variable, 472 Nacional de Crédito, 652
Reporto, generalidades, 520, 567, 568, 619,
bancario generalidades, 815, 816 635,636,637,638
de valores, 616 no privatizada, 645
Retiro automático, al fallecimiento del órganos de administración en la,
depositante, 750 644, 645
prohibiciones legales a la, 673
Sanciones, 617, 628
requisitos de su constitución, 64;}
administrativas, 607, 608, 617, 629
Sociedad de inversión, 523, 524, 609,
Secretaría de Comercio y Fomento
610, 679, 698, 699
Industrial, 975
Sociedad Nacional de Crédito,
Secretaría de Hacienda y Crédito
capital de la, 642
Público
creación de la, 518
designaciones hechas por la, 618
definición de la, 640
direcciones generales de la, 601
diferencias con la Sociedad
facultades de la, 546, 572, 589, 590,
Anónima bancaria, 652
626, 628, 650, 652, 790,
documentos electrónicos emitidos,
909, 916, 920, 981
por la, 949
de tipo estructural, 599, 600,
estructura de la, 639, 640, 641, 642
601
facultades de la, 540
para dar autorizaciones, 594, 595,
generalidades sobre la, 520, 567,
596
568,636
para reglamentar, 517, 591, 592,
prohibiciones legales a la, 673, 674,
593, 674, 675, 684, 692, 774,
675,676
939,940,944,952,968
su patrimonio es de la Federación,
para imponer sanciones, 597, 598,
672
599
Supletoriedad,
Secretaría de la Contraloría de la
Bancaria, dos diferentes regímenes
Federación, facultades, 589, 631
de, 579
Secretaría de Programación y
en las organizaciones auxiliares de
Presupuesto, facultades de la,
crédito, 684
594,630,917,919,921
reglas vigentes de, 5 f!O, 541, 574,
Sector económico, definición de, 655
575, 576, 577, 578, 579, 580,
Servicio,
581
bancario, características del. 483
de banca, 465 Tarjeta de crédito, 517, 521, 524, 585,
de préstamo, 465 936
Servicio público, Bancaria,
generalidades del, 477, 533, 552, antecedentes legislativos, 518
646, 662 derechos del titular, 962, 963
definición de, 479, 480, 519, 520 definición de, 954
requisitos que debe reunir un, 481 empresas operadoras de la, 962
justificación de un; 478 proveedores en la, 964
la banca como un, 481, 520, 647 comercial, 965
Servicios automatizados, 545 de servicios. 962. 963
/,---

1010 DERECHO BANCARIO Y CONTRATOS DE CRÉDITO

forma de uso, 618 Titulos de deuda pública, 580


importancia de la, 952 Títulos, en administración, 477
régimen legal, 954 Transferencia electrónica de fondos,
requisitos de la, 959 585, 588, 930, 968
Tarjeta de servicios financieros, 965, definición de la, 932
966 entidades con autoridad sobre la,
Tasa de interés, 471, 520, 575, 600, 615, 943, 944, 945
764, 773, 782, 957 facultades del Banco de México en
Titularidad, en el fideicomiso, 881, 882, la, 939, 940, 943
883 fraude en la, 935, 936
Títulos de crédito, medios de prueba en la, 945, 946,
aplicaciones contractuales de los, 947, 948, 949
676, 773, 776 regulación internacional de la, 931.
aval en los, 675 932
bancarios, organización legal de régimen legal de la, 937, 938, 939,
los, 569 940
como documentos complementarios, regulación internacional de la, 950,
793 951
como prueba preconstruida de la
acción, 793 Unión de Crédito, 521, 682, 683
documentación del crédito antecedentes de la, 689
refaccionario con, 792, 793, 794 diferentes tipos de, 689
excepciones en los, 945, 946 Vivienda de interés social (véase interés
pago con, en un contrato de social)
apertura de crédito, 717 Visita domiciliaria, 602, 603, 623, 909,
su diferencia con la tarjeta de
970
crédito, 953
suscripción con garantía de, 776 Zona prohibida, 872
prenda sobre, 734, 735, 737 Zonas turísticas (véase fideicomiso en
trasmitidos por reporto, 976 zonas turísticas)
íNDICE DE TESIS DE
JURISPRUDENCIA Y PRECEDENTE

Apertura de crédito, pagarés emitidos jurídica y patrimonio propios


con motivo de las disposiciones (AV distintos de los de la Federación
5024171, Tercera Sala, séptima (CC 78/68, Tercera Sala, séptima
época, vol 62, cuarta parte, P 16), época, vol 15, cuarta parle, p 15),
793 671 Y 672
Autoridad para efectos del juicio de
Cambios, decreto de control
amparo, caso en el cual un
generalizado de, el director general
organismo descentralizado
de Banco de México, es autoridad
resuelve una controversia
ejecutora, falta de legitimación
administrativa entre particulares
para recurrir (AR 5754/83, séptima
(AR 1551186, Informe 1987, tercera
época, Segunda Sala, Apéndice
parte, p 48), 619
Avío, crédito de, la garantía la 1975),620
Competencia local o federal, cuando se
constituyen los frutos obtenidos
trata de una sociedad nacional de
durante el ciclo agrícola para el
crédito se surte indistintamente,
cual fue otorgado (AD 7816/60,
(Competencia 53/81, Tercera Sala,
Tercera Sala, sexta época, vol LXI,
corrección de tesis publicadas en el
cuarta parte. p.84), 792
Informe de 1987, segunda parte,
Banco Nacional de Obras y Servicios p 309), 784
Públicos, SA, competencia las Contrato de fideicomiso irrevocable
acciones intentadas en su contra, translativo de dominio celebrado
afectan bienes de propiedad por autoridades federales y locales
nacional (Competencia 80/71, como personas de derecho privado
séptima época, Tercera Sala, vol y no con el carácter de autoridad,
39, cuarta pa.rte, p 27), 672 amparo improcedente contra actos
Banco Nacional de Obras y Servicios desposesorios originados por el
Públicos, SA, tiene personalidad mismo (AR 144/78, Segunda Sala,
1012 DERECHO BANCARIO Y CONTRATOS DE CRÉDITO

séptima época, vol semestral Feras Anstalt vs Vallugano, (AFT, 99


145·150 tercera parte, P 143), 906 -1973- t 1, p 588; derecho suizo),
Crédito confirmado, irrevocabilidad del 829
(AD 5465/56, Tercera Sala. sexta Fideicomiso, naturaleza del (AR 769/84,
época, Boletín de 1958, p 563), 802 Pleno, Informe 1986, p 675), 860
Créditos refaccionarics, naturaleza de Fideicomiso, coucepto del (AD 45/77.
los (Tercera Sala, quinta época, séptima época, Sala Auxiliar,
t XLIII, p 1966), 786 Actualización Civil VI, 1978·1979,
Créditos refaccionarios con garantía P 256), 860
hipotecaria del acreditado y fianza Fideicomiso, remate de inmuebles por
de un tercero que además otorga la fiduciaria (AD 1564176, séptima
época, Sala Auxiliar, ActuQ,lizaóón
hipoteca (AD 4690/71, Tercera
Cívil VIII, 1982·1,983, P 133),860
Sala, séptima época, cuarta parte,
Fideicomiso, nulidad, cuando el
vol 71, p 21), 788
fiduciario asume la calidad de
Crédito refacciona rio, prescripción de la
fldeicomisario (AD 4391169,
acción ejecutiva mercantil séptima época, Tercera Sala,
ejercitada con base en el contrato vol 23, cuarta parte, p 27), 861
de (AD 2590/70, Tercera Sala, Fideicomiso, instituciones de crédito,
séptima época, vol 62, cuarta parte, remate (AD 3756/75, séptima
p 18),794 época, Tercera Sala, vol semestral
Cuenta de cheques, cargos autorizados, 115·120, cuarta parte, p 47), 862
en las (Tercera Sala, quinta época, Fideicomiso, venta de inmueble
t CN, p 596), 755 conforme a las estipulaciones
contractuales (AD 551178, séptima
Depósito Bancario a la vista, derechos
época, Tribunal Colegíado del
del depositante (Tercera Sala,
Cuarto Circuito, Informe 1979,
qui.nta época, t XLIV, p 3953), 753 tercera parte, p 251), 862
Depositario, caso en que se estima que Fideicomiso de garautía (AD 2771/66,
recibe los bienes depositados séptima época, Sala Auxiliar,
aunque no se exprese en el Informe 1971, tercera parte, p 83),
contra to que 105 recibe (AD 862
4478/72, Tercera Sala, séptima Fideicomiso, venta de los inmuebles
época, vol 67, cuarta parte, p 93), afectos al, no contraviene el art 17
761 Constitucional (AD 3551179,
Depósito en cuenta de ahorros, séptíma época, Tercera Sala, vol
coutratos de (AD 2867/62, Tercera semestral 133-138, cuarta parte,
Sala, sexta época, vol XCIX, p 12), p 97), 862
763 Fideicomiso en garantía, concepto de
Depositario, responde de los actos de (AD 45177, Sala Auxiliar, séptima
sus auxiliares (AD 3893/52, época, vol semestral 97-102,
Tercera Sala, quinta época, séptima parte, p 107), 868
Suplemento 1956, p 193), 761 Fideicomiso en garantía, el fin
perseguido por las partes en esta
Fritsclrí vs Fcheler et Studer, (AFT,86 clase de fideicomiso reúne los
-1960---- t Il, p 221; derecho suizo), requisitos establecidos por el art
829 346 de la LGTOC, pues dicho fin es
Índice de tesis de jurisprudencia y precedente 1013

lícito y determinado (AD 2771/66, (AD 45177, Sala Auxiliar, séptima


Tercera Sala, sexta época, época, Informe 1977, segunda
Actltalizacián Civil 1971·1973, parte, p 36), 898
p 262), 869 Fideicomiso, obligaciones fiscales o
Fideicomiso de garantía, efectos para el cargo del autor, la muerte del
fideicomitente (AD 171/65, Tercera fideiccrnitente no transfiere tal
Sala, séptima época, vol 51, cuarta carácter a la institución fiduciaria
parte, p 29), 869 nombrada heredera universal del
Fideicomiso, instituciones de crédito, patrimonio fideicom.itidc (.4D
remate (Tercera Sala, séptima 1306/84, Tercer Tribunal del Primer
época, vol semestral 115·120, Circuito en Materia Administrativa,
cuarta parte, p 47), 870 séptima época, Informe 1987,
Fideicomiso, no es necesaria la tercera parte, p 114).905
intervención de un órgano Fideicomiso, relaciones laborales en
jurisdiccional para la realización caso de un (AD 6145/76, séptima
del fin (AD 45177, Informe 1977, época, Cuarta Sala, Informe 1977,
segunda parte, p 36), 870 segunda parte, p 50), 905
Fideicomiso, naturaleza (AD 5567/74, Fideicomitente, obligaciones del (AD
Tercera Sala, séptima época, vals 1717/66, Tercera Sala, sexta época,
121-126, cuarta parte, 43), 881 vol CXXVI, cuarta parte, p 21), 906
Fideicomiso, naturaleza del (AD Ftdeicomisaria. carece de legitimación
4391/69, Tercera Saja, séptima
para promover el juicio de amparo
época, vol 23, cuarta parte, 77), 883
en representación del fideicomiso
Fideicomiso, titularidad fiduciaria, su
(Pleno, séptima época, Informe
diferencia con la propiedad civil AD
1986, sección Pleno, p 674), 906
2158/76, Tercera Sala, séptima
Pideicomisaria, la ley de expropiación y
época, vela 139-144, cuarta parte,
decreto expropiatorio, no afectan
p 53), 883
directamente su interés jurídico
Fideicomiso, relaciones entre la
(AR 769/8 /1, Pleno, séptima época.
institución fiduciaria y sus
trabajadores (AR 177/86, Tercer Informe 1986, sección Pleno,
p 674), 906
Colegiado en Materia de Trabajo
del Primer Circuito, Informe 1986, Güring Dutoit vs Kappler (ATF, 31
Tercera parte, p 276), 894 -1905--- t Il. p 105; derecho suizo),
Fideicomiso, nulidad cuando el 828
fiduciario asume la calidad de
fideicomisario (AD 4,'391/69, Habilitación o avío, alcance del contrato
Tercera Sala, séptima época, de (AD 1253/60, Tercera Sala,
vol 23, cuarta parte, p 27), 896 sexta época, t XLIX, p 59), 786
Fideicomiso, venta de inmueble Habilitación y avío, formalidades del
conforme a las estipulaciones contrato de, cuando lo celebran
contractuales (551/78, Tribunal instituciones de crédito (AD
Colegiado del Cuarto Circuito, 1253/60, Tercera Sala, sexta época,
Informe J979, tercera parte, p 251), t XLIX, p 103), 788
897 Y898 Habilitación o avío, los inmuebles
Fideicomiso, responsabilidad civil err sujetos al gravamen hipotecario
caso de incumplimiento del fin del han de ser determinados
1014 DERECHO BANCARIO Y CONTRATOS DE CRÉDITO

(AD 493/62, Tercera Sala, sexta 2405171, Tercera Sala, séptima


época, vol LXXXIII, cuarta parte, época, cuarta parle, vol 37, p 25), 793
p 12), 789 Habilitación o avío, pagarés derivados
Habilitación y avío, registro de las del contrato de (AD 98991767,
garantías constituidas para los Tercera Sala, séptima época, vol 1,
contratos de (AD 170/58, Tercera cuarta parte, p 43), 793
Sala, sexta época, t XXV, p 175), Habilitación o avío, contrato de crédito
789 de, cuando trae aparejada
Habilitación o avío, los inmuebles ejecución (AD 7891180, Tercera
sujetos al gravamen hipotecario Sala, séptima época, vol 169-174,
han de ser determinados (AD cuarta parte, p 89), 793, 794
493/62, Tercera Sala, sexta época,
vol LXXXIII, cuarta parte, p 12), Interés jurídico, la negativa de
789 solicitudes presentadas por la
Habilitación y avío, registro de las institución fiduciaria, no afecta el
garantías constituidas para los interés jurídico del propietario
contratos de (AD 170/58, Tercera originario de los bienes
Sala, sexta época, t XXV, p 175), fideicomitidos (AR 381/86, Primer
789 Tribunal Colegiado en Materia
Habilitación o avío, alcance del contrato Administrativa del Primer
de (AD 1253/60, Tercera Sala, Circuito, Informe 1986, tercera
sexta época, t XLIX, p 59), 790 parte, p 55), 899
Habilitación o avío. Pruebas que Inversiones extranjeras, acciones dadas
demuestran que el acreditante en fideicomiso (AR 562179, Segundo
cumplió con su obligación de Colegiado en Materia
entregar a la acreditada del dinero Administrativa del Primer
base del contrato (AD 6496179, Circuito, Informe 1979, tercera
Tercera Sala, séptima época, vol parte, p 80), 907
semestral 133-138, cuarta parte, Personalidad jurídica que los
p 139), 790 representantes de las sociedades
Habilitación o avío, gastos de nacionales de crédito tienen (AD
inspección y vigilancia (AD 968/87, Tribunal Colegiado del
2596/61, Tercera Sala, sexta época, Décimo sexto Circuito, Informe
vol LVIII, cuarta parte, p 139), 791 1988, tercera parte, p 1028), 671
Habilitación o avío, preferencia de los Personalidad jurídica que los
créditos de, respecto de los créditos representantes de las sociedades
personales (AD 170/58, Tercera nacionales de crédito tienen (AD
Sala, sexta época, vol XXV, cuarta 968/87, Colegiado del Décimo sexto
parte, p 147),791 Circuito, Informe 1988, tercera
Habilitación ° avío, las disposiciones parte, p 1028), 784
del crédito pueden representarse Prenda, constitucionalidad del art 341
no sólo mediante pagaré en el de la LGTOC que establece el
contrato de (AD 4825172 Tercera procedimiento para la venta (AR
Sala, séptima época, vol 67, cuarta 1435/83, Informe 1984, primera
parte, p 35), 793 parte, p 366), 739
Habilitación o avío, pagarés derivados o Prenda, constitucionalidad del art 341,
relacionados con el contrato de (AD LGTOe que establece el
Índice de tesis de jurisprudencia y precedente 1015

procedimiento para la venta (AR herederos del coacreedor fallecido


821/88, Pleno, séptima época, vals (AD 5565172, Tercera Sala, séptima
181·186, p 147), 739 época, vol 86, séptima parte, p 463),
Prenda, solicitud de la venta de los 750
bienes dados en. No constituye un
acto que pueda reclamarse en el Timbre, impuesto del, no lo causa la
juicio de amparo indirecto (AR cesión de derechos realizada en un
372/88, Tribunal Colegiado del contrato de fideicomiso (Revisión
Octavo Circuito, Informe 1989, Fiscal 176/64, séptima época. Sala
tercera parte, p 900), 740 Auxiliar, vol 21, séptima parte,
Prenda constituida en favor de un p 61), 861
banco pero que permanece en Títulos de crédito, responsabilidades
poder del deudor (AD 475/56, por la devolución.de los, recibidos
Tercera Sala, quinta época), 778 en depósito (AD 3404/58. Tercera
Prenda, venta de bienes o títulos dados Sala, sexta época, vol XX, cuarta
en, efectos (AD 512/68, Tercera parte, p 237), 761
Sala, séptima época, cuarta parte, Titularidad fiduciaria, es licito su
p 73), 737 ejercicio cuando se ciñe a lo
Préstamo refaccionario. contrato de, si pactado en el fideicomiso (AD
se otorga con los requisitos de la 3551179, séptima época, Tercera
ley ante el registrador de crédito Sala, Informe 1980, segunda parte,
agrícola en funciones de notario, Sala Civil 43, p 85), 861
constituye en documento público
que trae aparejado ejecución (AD Vías en que el acreedor puede resolver
4962170, Tercera Sala, séptima los conflictos de incumplimiento de
época, cuarta parte), 787 servicios y operaciones. Las señala
la Ley Reglamentaria del Servicio
Quiebras, acumulación improcedente a Público de Banca y Crédito (AD
las, tratándose de juicios 2275/87, Tercera Sala, Informe
hipotecarios (AD 5236/67. Tercera 1987, p 221), 784
Sala, séptima época, vol 4, cuarta Vía especial hipotecaria, es procedente
parte, p 75), 795 si se ejercita por instituciones de
Sociedades anónimas, personalidad crédito para obtener el pago <le un
jurídica de las, fideicomiso (AV contrato de crédito refeccionario,
6747/77, séptima época, Tercera garantizado con inmuebles, aunque
Sala, vol semestral 145-150. cuarta no se haya hecho constar en
parte, p 463), 896 escritura pública (AD 1351178,
Solidaridad activa, no existe mandato Primer Colegiado Civil del Primer
tácito entre acreedores tratándose Circuito, Informe 1979, tercera
de, Código Civil del Distrito parte, p 168), 795
Federal (AD 5565172, Sala Venta dél bien dado en prenda,
Auxiliar. séptima época, vol 86, oposición a los conceptos de
séptima parte, p 54), 760 violación, inoperantes (AD 372/86,
Solidaridad activa, responsabilidad del Colegiado del Quinto Circuito,
acreedor ylo que cobra el importe Informe 1987, tercera parte, p 529),
total de la obligación, frente a los 738
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