Está en la página 1de 2

GUION HIPNOTICO ANTIESTRES

Al darme cuenta de que estoy profundamente relajado, puedo también lograr


esta sensación en otros momentos y en otros lugares. Cuando tomo algunos
minutos y cierro los ojos, puedo volver a experimentar este sentimiento de
calma cuando yo desee. Al yo practicar esto diariamente, esta tranquilidad,
esta armonía, llega a ser parte de mi vida.
Cuando cierro los ojos por unos minutos y, dando un paso atrás, tomo una
respiración profunda, puedo mentalmente decir y repetir la palabra “Relájate”.
Puedo entonces lograr centrarme y aquietarme internamente, Este simple
ejercicio ayuda a equilibrar mis acciones con mis pensamientos y mis
pensamientos con mis acciones. Y entonces mientras más sean las demandas
que sean puestas en mi, mayor fuerza tendré y cuando abro los ojos, dando un
paso adelante, afronto la situación.
A través de esos momentos de quietud que estoy practicando, me estoy
entendiendo mejor a mí mismo y a otros. Aprendo a salir de las situaciones
estresantes trabajando hacia la mejor solución y evitar quedarme detenido por
el problema o por mis miedos reales o imaginarios. Estoy aprendiendo a
mantener mis ideales y metas siempre en perspectiva enfocándome en el
fabuloso bienestar que conseguiré más allá de los obstáculos.
Estoy experimentando armonía a nivel físico, a nivel mental, a nivel emocional
y a nivel espiritual. Conforme avanzo hacia la paz y satisfacción en cada nivel,
me vuelvo más feliz, saludable, una persona más amorosa -fuerte dentro de mí
mismo- y entonces soy capaz de enfrentar al mundo.
Ciclos para salud y belleza
132
Como ejercicio mental puedo imaginarme a mí mismo como un automóvil.
Puedo arrancar mi día como yo arranco mi auto; luego lenta y cuidadosamente
cambio a una velocidad más alta. Estoy consciente del tráfico y de las
condiciones a mí alrededor. Tomo los mejores caminos hacia mi objetivo diario
y realizo cuidadosas elecciones en las nuevas intersecciones. La mayor parte
del tiempo viajo a alta velocidad pero estoy consciente de que en cualquier
momento puedo bajar la velocidad. Tengo el control del flujo de energía en
todo momento.
Y cuando mi día ha terminado, revierto el proceso y comienzo a ir más lento.
Cuando por la mañana aceleré mí velocidad, ahora me conduzco a un paso
tranquilo. Por ahora mi trabajo está hecho y apago la máquina. Ahora tomo
tiempo para reflexionar acerca del día y estar agradecido de haber hecho lo
mejor que pude.
Me visualizo a mí mismo siempre en completo control, consciente de lo que
estoy haciendo y por qué. Me veo a mí mismo tomando descansos breves
durante las actividades del día. Escucho a amigos y compañeros de trabajo
diciéndome cuan
tranquilo y eficiente he llegado a ser. Me tomo algunos minutos para
detenerme y pensar antes de hacer un nuevo trabajo para evitar desperdiciar
el tiempo o algunos pasos. Doy un paso hacia delante y cuidadosamente.
Utilizo mi tiempo y energía de manera más eficiente.
Ciclos para salud y belleza
133
Siembro en mi mente una imagen vívida o símbolo de mí éxito y experimento
esta imagen de mi meta como sí ya la hubiera alcanzado. Imagino un resultado
final positivo.
Después de tomar descansos diarios para la relajación, estoy mucho más
dinámico y productivo cuando abro los ojos y entro en acción. Entre más se me
pide hacer, más habilidad tengo para hacerlo y hacerlo de manera tranquila,
segura y positiva.

También podría gustarte