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1.

Década t/is década se perpe-


tua el deSContento en el i nte-
rior de las insti tuciones edu-
cativas. LOs alumnos de dife-
1ente sexo y condición com-
J ulia Varela
parten la frmpresion de estar
enclaustrados el'\ ghettos en
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Arqiieotogia de la escuela es
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malestar s~ objeto de análisi s.
La finalida<; de estos trabajos
no consi sU, tan to en bucea,
en tos fanfo.sma$· y frv stracto-
li1ls oe 10$ actor&$ sociales
cuanto en, sacar a la lut ro$
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las herwmbrosas píetas de su
mtQuina(la; y sus efectos.
Cuestiona/ , lo incue.sti,o nado
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,. mie:nto, SjrfO también pal'a·de•
tener ·ese molino que bajo fa
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muele los a\,helos de libertad,
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ARQUE OlO GI A.
EN LA ESCUELA
Que dan sentido a las culturas.
juveniles. ~ l'

LA
.. S ED~CIO.N . ~-~
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ttt lDio~W~ 1
«Genealogía del poder»
Colección dirigida pór
Julia Varela y Fernando Alvarez-Uría

Diseño cubierta:
Roberto Turégano
FERNANDO ALVAREZ-URIA
y
JULIA VARELA

ARQ UEOLOGIA
DE LA ESCUELA

© Julia Varela/ Fernando Alvarez-Uría


© de la presente edición: Las ediciones de La Piqueta
© Ediciones Endymion
.C / Cruz Verde. 22 -
1.S.B.N.: 84-7731 - 070 - X
Depósito Legal:
LAS EDICIONES DE Imprime: Gráficas García Rico
C/ María del Carmen, 30 28011 Madrid
La maquinaria escolar*
Referencia de los textos publicados
La universalidad y la pretendida eternidad de la Escuela
«La maquinaria escolar». Témpora. Pasado y presen1e de la s on algo más que una ilusión. Los poderosos buscan en
educación, n.• 8, Santa Cruz de Tenerife 1986, pp. 13-36. épocas remotas y en civiliza.c iones prestigiosas - espe-
«Figuras de infancia». Revista de Educación, n.• 281, Madrid cialmente en la Grecia y la Roma clásicas- el origen de las
1986, pp. 155-191. nuevas instituciones que constituyen los pilares de su
«La Ilustración y su sombra>>. Revista de Educación, n.• Extra posición socialmente hegemónica. De esta forma intentan
sobre la Ilustración, Madrid 1988, pp. 345-372. ocultar las funciones que las inst ituciones escolares cumplen
«La educación popular ilustrada o cómo fabricar sujetos dóciles y en la nueva configuración social al mismo tiempo que
útiles». Revista de Educación, n.• Eitra sobre la Ilustración,
Madrid 1988, pp. 245-276. enmascaran su propio carácter advenedizo en la escena
«La escuela obligatoria, espacio de civilización del niño obrero». socio-politica. Esta hábil estratagema sirve para dotar a
Obra colectiva, editada por J. Varela, Perspectivas actuales en tales instituciones de un carácter inexpugnable ya que son
sociología de la educación, ICE de la UAM, Madrid 1983, naturalizadas al mismo tiempo que el orden burgués o post-
pp, 177-197. burgués se reviste de una aureola de civilización. En todo
«Los niños "anormales". Constitución del campo de la infancia caso, si la Escuela existió siempre y en todas partes, no sólo
deficiente y delincuente». Obra colectiva, editada por C. está justificado que siga existiendo, sino que su universalidad
Lerena, Educación y sociología en España, Akal, Madrid y eternidad la hacen tan natural como la vida misma
1987, pp. 62-78. convirtiendo, de rechazo, su p uesta en cuestión en algo
«La escuela empresa: neotaylorismo y educación». Educación y impensable o antinatural. Esto explica que las críticas más o
Sociedad, n.• 1, Madrid 1983, pp: 167-177. menos radicales a la institución escolar sean inmediatamente
NOTA: Estos artículos dan cuenta de diferentes pro_cesos identificadas con concepciones quiméricas que abocan al
educativos que tuvieron lugar e.n épocas históricas comprendidas caos y al irracionalismo. Los escasos estudios que intentan
entre el siglo XVI y la actualidad. No se analizan aqui las
transformaciones que en el campo educativo se desarrollaron (•) La realiución de este trabajo no hubiese sido posible sin las
durante el siglo XIX. Véase en este sentido el trabajo de discusiones ni las aportaciones'íeóricas que tuvieron lugar en los cursos
J. Vareta, «Elementos para una genealogía de la escuela de Conein, M. Meyer y P. de Gaudemar, profesores del Departamento
primaria>>, Postfacio al libro de Anne Querrien, Trabajos de Sociología de la Universidad de Parls VIII. Sirva este estud io como
e/emen1a/es sobre la escuela primaria, La Piqueta, Madrid muestra de agradecimiento.
1979, pp. 16·9-198, en esta misma colección.
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14 Julia Vare/a - F. Alvarez-Uria

analizar cuáles son las funciones sociales que cumplen las el método genealógico para abordar el pasado desde una
instituciones escolares son aún prácticamente irrelevantes perspectiva que nos ayude a descifrar el presente, a rastrear
frente a historias de la educación y a todo un enjambre de continuidades oscuras por su misma inmediatez, y a
tratados pedagógicos que contribuyen a alimentar la rentable determinar los procesos de montaje de las piezas maestras,
ficción de la condición natural de la Escuela. sus engarces, para qué sirven y a quiénes, a qué sistemas de
En este capitulo, se intentará mostrar que la escuela poder están lígadas, cómo se transforman y dísfraz.an, cómo
primaria, en tanto que forma de socialización privilegiada y contribuyen, en fin, a hacer posibles nuestras condiciones
lugar de paso obligatorio para los niños de las clases actuales de existencia. Proyecto ambicioso sin duda y por
populares, es una institución reciente cuyas bases adminis- tanto sólo abordable en profund idad de forma colectiva con
trativas y legislativas cuentan con poco más de un siglo de la ayuda de todos aquellos que están desarrollando trabajos
existencia'. De hecho, la escuela pública, gratuita y obligatoria paralelos.
ha sido instituida por Romanones a principios del siglo XX Nos limitaremos pues simplemente a esbozar las condi-
convirtiendo a los maestros en funcionarios del Estado y ciones sociales de aparición de una serie de instancias a
adoptando medidas concretas para hacer efectiva la aplicación nues1ro juicio fundamentales que, al coagularse a principios
de la reglamentación que prohibía el trabajo infantil antes de este siglo, permitieron la aparición de la llamada escuela
de los diez años. La escuela no existió siempre, de ahí la nacional:
necesidad de determinar sus condiciones históricas de
existencia en el interior de nuestra formación social. l. la definición de un estatuto de la infancia.
¿Qué caracteriza fundamentalmente a esta institución 2. la emergencia de un espacio especmco destinado a la
que ocupa el tiempo y pret ende inmovilizar en el espacio a educación de los niños.
«todos» los niños comprendidos entre seis y dieciséis años? 3. la aparición de un cuerpo de especialistas de la
En realidad esta maquinaria de gobierno de la infancia no infancia dotados de tecnologías específicas y de
apareció de golpe sino que ensambló e instrumentalizó una «elaborados» códigos teóricos.
serie de dispositivos que emergieron y se configuraron· a 4. la destrucción de otros modos de educación.
partir del siglo XVI. Se trata de conocer cómo se montaron 5. la institucionalización propiamente dicha de la
y afinaron las piezas que posibilitaron su constitución. En escuela: la imposición d e la obligatoriedad escolar
este sentido la utilización de la sociología histórica no decretada por los poderes públicos y sancionada por
tendrá como finalidad ni la idealización romántica del las leyes.
pasado ni el establecimiento de falsas analogías que sirvan
hoy de lección. No se intenta dotar a la historia de un
carácter magistral y pedagógico entre otras cosas porque Definición del estatuto de infancia
una mirada retrospectiva de este tipo es también fruto de las
instituciones escolares. Se pretende, por el contrario, aplicar Al igual que la escuela el ni.ño, tal como lo percibimos
actualmente, no es eterno ni natural, es una institución
social de aparición reciente ligada a prácticas familiares,
' Las clases distinguidas han enviado a sus hijos a establecimientos de modos de educación y, consecuentemente, a clases sociales.
calidad y distinción {colegios, liceos. gimnasios, etc.), y se supone que
seguirán haciéndolo. Nos referimos pues a la escuela nacional en su Los moralistas y hombres de la Iglesia del Renacimiento,
sentido preciso: espacio de gobierno de los hijos de las clases desfavore- en el momento en que comienzan a configurarse los Estados
cidas. administrativos modernos, pondrán en marcha todo un
16 Julia Vare/a• F. Alvarez-Una LA maquinaria escolar 17

conjunto de tácticas cuyo objetivo con_siste en que la Iglesia todo mediante la erección de seminarios en los que desde
pueda seguir conservando, y si es posible acrecentando, su entonces se intentará localizar y. dirigir su formación.
prestigio y sus poderes. En un momento en el que la Europa entera se convierte en tierra de misión de los dos
autoridad de la Iglesia y su influencia política se ve afectada grandes bloques religiosos en pugna: católicos y. protestantes.
no·sólo por el absolutismo de los Monarcas y las exigencias El fanatismo religioso es una de las claves de la modernidad.
del incipiente estamento administrativosino también por las En ese marco parece «natural», desde una perspectica
divergencias y disidencias que surgen en su mismo seno, sus actual, que los individuos de tierna edad se convirties.e n en.
representantes más activos fabricarán nuevos d1spos1t1vos uno de los blancos privilegiados de asimilación a las
de intervención. Su capacidad de inventiva y de reacción respectivas ortodoxias: los lóvenes de hoy son lo.s futur.o s
quedará bien patente en la acción que desarrollarán en católicos o protestantes del mañana, y, además, su propia
distintos frentes. debil idad biológica y su incipiente proceso de socialización
Los Papas, especialmente a partir de Trento, se conver- los hacen especialmente aptos para ser.objeto de inculcación
tirán cada vez más, frente a los Concilios, en la «cabeza» de y de moralización.
la Iglesia apoyados por la Curia que sufrirá entonces - no Los reformadores católicos, sobre todo a partir del
sin fricciones- fuertes modificaciones. Se reestructurarán cisma, al mismo tiempo que utilizan todos los medios a su
asimismo otros organismos y se crearán nuevas congrega- alcance para ocupar puestos de influencia al lado de los
ciones (Congregación de Ritos, de Propaganda de la Fe, de Monarcas (haciendo valer sus saberes en la Corte, erigiéndose
Indulgencias, Reliquias y otras). La lucha contra los herejes en consejeros y confesores reales), pondrán especial empeño
y el mantenimiento de la ortodoxia exigirá una sene de en constituirse en preceptores y maestros de príncipes y más.
remodelaciones en el campo de la teolog1a, la pastoral, la claro está, si son príncipes herederos. intentarán asimismo ·
liturgia, la beneficencia y las.misiones, así como la apanc1on educar a los nuevos «delfines» de las clases disti nguidas en
de \as nuevas órdenes rehg1osas, la reforma de las ya colegios e instituciones fundadas para ellos (destacan en este
existentes, la modernización e incluso la desapanc1on de las sentido los jesuitas que constituyen la «primera legión», la
que no se ajustan a la devoción y religiosidad modernas. Las avanzadilla de la Contrarreforma, a los que siguen los
tácticas aplicadas van a ser diversificadas y comprenderán somascos, los barnabitas y tantos otros); tampoco se
desde la manipulación sutil e individualizada de las almas olvidan de copar puestos en los Colegios Mayores de las
hast a las predicaciones y los gestos masivos y pubhcos para Universidades reformadas. Los hijos de los pobres serán a
la extensión e intensificación de la fe: la confesión, la su vez objeto de <(paternal protección ejercida a través de
dirección espiritual, La producción de catecismos - para instituciones caritativas y benéficas donde serán recogidos y
clérigos, indios, adultos y «niños»,. los tratados de adoctrinados. El Concilio de Trento decreta que deberá
doctrina, espiritualidad y perfección cnst1ana, el culto ª. los existir un canónigo en cada iglesia catedral para instruir al
santos. las asociaciones piadosas, las nu_merosas canoniza- bajo. clero y a los niñ.o s pobres. y que han de fundarse
ciones, coexisten con misiones, procesiones, creac1on de escuelas anexionadas a dichas iglesias destinadas a formar
santuarios, adoración de reliquias, nov7nas,. sermones, jóvenes menores de 12 años -hijos legítimos y preferente-
autos de fe, caza de brujas, tormentos inquisitoriales e mente pobres- a fin de que puedan convertirse en
indices expurgatorios. En todo caso nos interesa subrayar el modélicos p.astores de almas. Nuevas órdenes religiosas
desarrollo de multiformes prácticas educativas que en cierta (Clérigos de la Madre de Dios, Doctrinos, Escolapios,
medida afectan a la reforma del clero mismo a través de Hermanos de las Escuelas Cristianas, etcétera) se encargarán
normas que intentan regular su vida y costumbres, y sobre por su parte del cuidado de jóvenes de las clases populares
18 Julia Vare/a - F. Alvarez- Urla
La maquinaria escolar 19

y de instruirlos preferentemente en la doctrina cristiana y en


tutela; rudeza, siendo entonces precisa su «civilización»;
virtuosas costumbres. flaqueza de juicio, que exige desarrollar la razón, cualidad
Los moralistas elaborarán programas educativos desti• del alma, que distingue al hombre de las bestias; y, en fin,
nados a la instrucción de la juventud formando parte del naturaleza en que se asientan los gérmenes de los vicios y de
nuevo contexto mis ional. En este momento de reestructura- las virtudes -en el caso de los moralistas más severos se
c.ión social se retoman proyectos ya clásicos de Platón, convierte en naturaleza inclinada al mal- que debe, en el
Quintiliano, Aristóteles, Plutarco, Séneca,... leídos ahora a mejor de los casos, ser encauzada y disciplinada. La
la luz de la patrística y de las expenenc1as de la iglesia inocencia infantil es una conquista posterior, efecto, en gran
primitiva. Se configura entonces un catecumenado privile- medida, de la aplicación de toda una ortopedia moral sobre
giado: «la infancia». Y, al igual que en la República de el cuerpo y el alma de los jóvenes. Se configura pues «la
Platón la educación será uno de los instrumentos claves niñez», en el ámbito teórico y abstracto, como una etapa
utilizados para naturalizar una sociedad de clases o esta- especialmente idónea para ser troquelada, marcada, a la vez
mentos: existen diferentes calidades de naturalezas que que se justifica la necesidad de su gobierno específico que
exigen programas educativos diferenciados. En consecuencia dará lugar a la emergencia de dispositivos institucionales
se instituirán, poco a poco, d iferentes infancias que abarcan concretos; y si en último extremo el poderoso arte de la
desde la infancia angélica y nobilísima del Príncipe, pasando educación fracasa, puede echarse la culpa a la mala índole
por la infancia de calidad de los hijos de las clases de los sujetos.
distinguidas, hasta la infancia ruda de las clases populares Será necesario un proceso largo y complejo para que esa
Ni que decir tiene que los eclesiásticos prestarán espec1abs1ma indiferenciada etapa, denominada juventud en latín y moce-
atención a las dos primeras, o infancias de élite, ya que su dad en romance, se subdivida a su vez en estadios precisos
influjo sobre ellas es decisivo para la conservación y dotados de características específicas. Pueden resaltarse tres
extensión de la fe y de sus propios privi.legios. influjos, entre otros, que parecen haber sido decisivos en la
Erasmo Vives, Rabelais, -Lutero, Calvino, Melanch• constitución progresiva de la infancia: la acción educativa
thon, Zwinglio entre los protestantes- definirán en sus institucional ejercida en espacios tales como colegios,
escritos a «la infancia», dotándola de unas propiedades nada hospicios, hospitales, albergues, casas de doctrina, seminarios
ajenas a los intereses de su apostolado, pr_opiedades que, por (no solamente existen seminários de clérigos, sino también
otra parte, pesa rán enormemente en ultenores redefiniciones seminarios de nobles, además de seminarios en los que se
de la misma. Y escribimos «infancia> porque en el siglo XVI instruyen los jóvenes de las clases populares); la acción
se está todavía lejos de su delimitación en tanto que etapa educativa de la recién estrenada familia cristiana; y, por
cronológicamente precisa. Los distintos autores divergen último, una acción educativa difusa que, al menos desde un
notablemente no sólo respecto a los períodos que denominan punto de vista formal, está especialmente vinculada a las
infancia, puericia y mocedad, sino también respecto al prácticas de recristianización.
momento eri que conviene comenzar a enseñar a los Se verá con más detenimiento, cuando nos ocupemos de
pequeños las letras; mayor acuerdo muestran en la necesidad la constitución de los espacios dedicados a la instrucción de
de que desde muy pronto se inicien en el aprendizaje de la fe la infancia, que será en esta especie de laboratorios, donde
y las buenas costumbres. En general, las características que emergerán y se aplicarán prácticas concretas que contribuirán
van a conferir a esta etapa especial de la vida son:
a hacer posible una definición psicobiológica de la infancia
maleabilidad, de donde se deriva su capacidad p.ara ser y de donde, a la vez, se extraerán saberes respecto a cómo
modelada; debilidad (más tarde inmadu rez) que justifica su orientarla y dirigirla haciendo así posible la aparición de la
20 Julia Vare/a F. Alvarez-Urfa La maquinaria escolar 21

«ciencia pedagógica». En los colegios de jesuitas por ejemplo de la familia, en lo que a las clases pudientes se refiere. Los
no funcionaba la separación por edades en un principio: la tratados dirigidos a la institución de la familia moderna,
entrada podía hacerse desde los 6 hasta los 12 ¡¡ijos )'. era el dedicados naturalmente a príncipes y grandes señores de la
nivel de instrucción, marcado sobre todo por el nivel de época como entonces era costumbre, y dirigidos lógicamente
conocimiento del latín, el que servía para agrupar a a los que saben leerlos, señalan los papeles que marido y
pequeños y mayores. Pero, poco a poco, se gradúan más las mujer tendrán que desempeñar respecto a los más variados
enseñanzas y se ·separa a los mayores de los pequeños asuntos: gobierno y administración de La hacienda, criados,
fundamentalmente por razones morales y de disciplina. familiares, relaciones entre esposos, y, por supuesto, nutrición
Asimismo, en el caso de que dichos colegios fuesen y cuidado de los hijos'. A cambio de una custodia y
internados, se admitía, también en sus comienzos, que ·el supervisión permanente, los moralistas ofrecen a los padres
alumno estuviese acompañado de su servidumbre la cual el amor, la obediencia y el respeto de sus hijos. El amor
pronto será acusada de secundar y urdir sus felonías. Al fin, natural entre padres e hijos, puesto especialmente en
el joven distinguido tendrá que hacer frente él solo al evidencia entonces en las luchas fraticidas y parricidas por el
encierro, especialmente cuando a partir del siglo XVIII el poder, será al fin posible si los padres - alejando ayas,
internado se generalice como la institución más apropiada nodrizas y criados, o controlándolos al menos- ejercen su
para su educación: en esta époa el consenso familia-colegio amorosa influencia sobre la prole desde muy pronto.
parece estar ya en marcha en las clases sociales 71evadas. A la madre le oferecen,además, a cambio de su reclusión en el
Será pues en estos espacios donde comiencen las hogar (nada de reuniones literarias, saraos, salidas perniciosas,
graduaciones por edad, paralelamente a una tute!a cada vez lujos y afeites) los poderes de gobernar y regir la casa,
más individualizante: aleccionar a la servidumbre, morigerar al esposo, y sobre
«Sean todos quietos, modestos y bien cristianos, todo nutrir y educar a sus pequeñuelos, su más preciado
hablen en sus conversaciones de Dios o de cosas tesoro: la madre que no da la leche de sus pechos a su hijo
dirigidas a su servicio, busquen buenos compañeros, no es sino media madre, y todav[a menos si no lo educa e
oigan misa todos los días, confiesen cada mes si es instruye en la religión cristiana y en las costumbres que
posible con el mismo confesor, hagan examen de exige su noble naturaleza. En la aristocracia española el
conciencia diario, tengan especial devoción cotidiana peso de los eclesiásticos parece haberse dejado sentir más
al angel custodio, no entren en la escuela con armas, que en otros países donde esa clase fue calificada por ellos
no juren juramento alguno, no jueguen juegos prohibi- en un principio de «disoluta y viciosa». Pero parece ser la
dos, sean obedientes al Rector y a sus maestros; y nueva clase en ascenso, parte de ella ennoblecida, la
sepan que por sus faltas si son muchachos serán burguesía, la que más se identificará con sus máximas y
castigados por el corrector, y si grandes serán repre- consejos. Lentamente se constituirá la verdadera madre, a
hendidos públicamente y si no se enmiendan echados imagen de la Virgen, y en oposición a la bruja que mata y
con ignominia de la escuela»'. chupa la sangre de los niños, a la prostituta que emplea

A esta vigilancia y cuidado continuo y minucioso sobre Entre estos tratados destacan los de: D. Erasmo: Apologfa del
muchachos y-grandes se sumará progresivamente la acción matrimonio (1528), J.L. Vives: y De
oficio (1528). Diego de Avila: del matrimonio (1511). Fray
Padre Nadal, S. pro scholastiás, en Luis de perfecta casada (1583). Pedro de Coloquios
Monumenta paedagogica. S. J. Madrid 1901, T. l., pp. 653-656. 1589).
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abortivos y anticonceptivos•, y a la vagabunda cuya este modo se llega al siglo XVIII con una infancia inocente
promiscuidad sexual y artimañas empleadas para «estropean> y razonable en lo que a las clases distinguidas se refiere. Y si
a sus hijos con el fin de echarlos a pedir limosna tampoco Rousseau puede redefinir la infancia como edad «psicológica»
parecen ser del agrado de los nuevos agentes de la norma. con etapas a 1~ que cor~espondcn necesidades e intereses, y
Los pequeños de las clases pudientes se verán así sometidos en consecuencia susceptibles de una educación diferenciada
a dos tutelas, la de la familia y la del colegio, ejercidas por se debe sin duda a todas estas orientaciones y direccione~
su propio bien. Para los pobres una les basta: la de las sufridas con ante.rioridad por los jóvenes•.
instituciones de caridad. Y para los del incipiente estado U no de los grandes méritos de Philippe Aries es haber
medio, en situación de merecer, los internados asumirán la dem?strado que la infancia, tal como hoy la percibimos, se
función familiar. Sufren así un aislamiento más duro ya que comienza a configurar fundamentalmente a partir del siglo
a la familia en un principio sólo se le da cabida de forma XVI'. En la Edad Media no existía una percepción realista
esporádica. y sentimental de la infancia: «el niño» desde que era capaz de
A estas prácticas educativas familiares e instituciona.les vale~s~ por s[ mism~ se integraba en la comunidad y
se añade una policía multiforme de los jóvenes: dirección parl1c1paba,. en la medtda en que sus fuerzas se lo permitían,
espiritual, imposición de un lenguaje puro y casto, prohibición de sus penaltdades y alegrías. Aries analiza con minuciosidad
de cantares y juegos deshonestos y de azar, prohibición de y paciencia un amplio material histórico: cuadros, retratos,
dormir en el mismo lecho con otros niños o adultos monumentos funerarios, vestigios de juguetes y vestidos,
(costumbre entonces frecuente), alejamiento del vulgo, testimonios literarios, etc. A través de este análisis comprueba
empleo de libros expurgados, impresión de estampas, que durante todo el siglo XVI la categoría de edad
catecismos, instrucciones, -tratados de urbanidad (si bien la privilegiada es la juventud, período amplio y de límites
literatura infantil propiamente dicha no comienza hasta el imprecisos, de la que comienza a desgajarse en el siglo XVll
siglo XVIII), multiplicación y generalización de temas un~ primera_ infa~cia: el bambino o niño pequaño, especie
relacionados con la «infancia»: el niño Jesús, el ángel de la de Juguete d1vcrt1do y agradable para los miembros de las
guarda, los niños modelo, los niños inocentes, los niños clases altas. Una nueva diferenciación, también desde el
santos, el limbo de los niños, y la creación de fiestas punto de vista terminológico, se perfila en el siglo XVIII
religiosas .entre las que sobresale la primera comunión'. De siempre en relación con dichas clases: infancia y adolescencia
se separan definitivamente; y ya en el siglo XIX el bebé
• Los métodos anticonceptivos utilizados por estas mujeres malditas aparece como nueva figura. Estas designaciones lingüísticas
que, por otra parte parecen ser los mismos utilizados entonces por las afectan a la infancia rica y forman parte de su propia
mujeres de la aristocracia, son muy distintos de los empleados por la definición. Las clases populares siguen confiriendo a la
burguesía a partir de ,l a Contrarreforma que se reducen prácticamente al
«coitus interruptus». Ver P. Chaunu: Malthusianisme démografique er
maíchusianisme économique, en Annales, enero-febrero 1971. pp. 1·19. Norbcrt Elías, E/proceso de civilízación. F.C.E. Madrid, 1986 y Erasmo.
; U no de los grandes propagadores del limbo de los niños y del ángel De la urbanidad en /al maneras de los niños. MEC, 1985.
de la guardia fue entre nosotros el jesuita P. Martín de Roa: Beneficios • Las niñas. respondiendo a la imagen modélica forjada para ellas por
del s.a nto ángel de nuesrra guardo. Córdoba 1632. Y Estado de los los reformadores, deberán recibir una educaci6n domhtica. Aparecen sin
bienaventurados en el cielo. de los niñas en el limbo, de los condenados embargo pronto algunas órdenes religiosas para su enseñanza: ursulinas.
en el infierno y de todo este univnso después de la Resurrección y Juieio herm·anas de la caridad y otras que se ocupan de la asistencia a huérfanas
Universal. Sevilla 1624. Esta última obra conoció v¡¡rias recdiciones y y expósitas.
traducciones: Gerona 1627, Huesca 1628. Madrid 1645, y, 1653. Alcalá ' Ph. Aries: L 'enfant et la vie familia/e sous l"Ancien Régime. Ed. du
1663, Milán 1630, Lyon 1631. Sobre los libros de urbanidad véase Seuil, J>ar!s 1973. (Traducdón en Ed . Taurus).
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infancia, como manifiestan en su lenguaje, un carácter innovarán en este campo: no prohibirlos sino canalizarlos,
amplio e impreci.so: se sale de ella cuando se sale de la orientándolos convenientemente; juegos, danzas y represen-
dependencia. taciones teatrales formarán parte de su programa educativo
Las artes plásticas revelan, según el mismo autor, que la sirviendo para cultivar el cuerpo y el. espíritu. También
nueva percepción del niño está en un principio ligada a la sobre el gobierno de los niños se impondrán lentamente las
iconografía religiosa. Desde finales de la Edad Media directrices y los principios relacionados con la práctica y la
comienz.a a aparecer la infancia de Jesús, representándose a teoría jesuítica: han de estar continuamente vigilados y
partir del siglo XI Y otras infancias santas: Virgen, Bautista, cuidados, pero con una vigilancia dulce, no excesivamente
etc. En el siglo XV la iconografía laica presenta niños severa para que así sea aceptada y asumida, en primer lugar,
mezclados con adultos en escenas de fiestas y juegos, que por los mismos niños y, Juego, por sus familias.
poco a poco se destacan en el interior del grupo para llegar Aries nos ayuda a comprender cómo se elabora histórica-
a finales del siglo XVI a hacerse retratos de niños reales, mente el estatuto de infancia, sin embargo la perspectiva de
existentes, retratos que se generalizarán a partir del siglo análisis y el material que utiliza marcan la dirección de su
XYIT. No hace falta explicitar a qué clases sociales trabajo. Relaciona la constitución de la infancia con las clases
pertenecen en su mayoría los niños de tales pinturas, sociales, con la emergencia de la familia moderna, y con una
bajorrelieves y esculturas. El estudio de la vestimenta sirve serie de prácticas educativas aplicadas especialmente en los
asimismo a este historiador para descubrir que hasta finales colegios. Pero relega a un segundo plano un tanto lejano las
de l siglo XVI los pequeños, niños y níñas;utílizan el mismo tácticas empleadas en la recogida y moralización de los
tipo de indumentaria que los adultos de su clase. Será a niños pobres (sin duda el acceso a un material que permita
partir del siglo XVII cuando el niño noble o burgués deje de tal estudio es mucho más complicado). Esta relegación le
vestirse como los adultos iniciándose así una moda particular impide percibir que la constitución de la infancia de calidad
para él, pues son los niños, y no las niñas, los primeros a los forma parte de un programa político de dominación, ya que
que afecta la especialización en el vestir, del mismo modo es evidente que entre los elementos constitutivos de esta
que serán los primeros en frecuentar los colegios. Los niños infancia figuran también, y ocupando un Jugar importante,
artesanos y campesinos, que campean por calles y plazas se los dispositivos de afianzamiento de determinadas clases así
recogen en cocin.as y tabernas, se visten hasta entrado el corno su preparación para mandar•. La infancia «ricai> va a
siglo XIX igual que sus mayores a los que siguen unidos por ser ciertamente gobernada, pero su sumisión a la autoridad
el trabajo y las diversiones. pedagógica y a los reglamentos constituye un paso para
Y precisamente ante juegos y diversiones también asumir «mejon> más tarde funciones de gobierno. La
adoptarán una nueva actitud moral los reformadores: los infancia pobre, por el contrario, no recibirá tantas atenciones
juegos de dinero y azar, las danzas, comedias y demás siendo los hospitales, los hospicios y otros espacios de
espectáculos públicos serán en caso extremo tolerados por correwión los primeros centros-piloto destinados a modelarla,
ellos pero nunca bien vistos•. De nuevo los jesuitas
• Es de in.ter~ a este respecto completar la lectura de Aries con el
número dedicado a «Le-s enfants du capital» en la Revista l.l!s Revoltes
• J . L. Vives será uno· de los primeros en establecer las «reglas" del Lcgiques, n.• 3, otoño de 1976. En lo que a Espaiía se refiere se ha
juego honesto en el diálogo las l.eye;s del juego. A continuació.n, otros intentado mostrar la posición estratégica, . desde un punto de vista
moralistas se ocupar.án del juego y de los espectáculos públicos: uno de político, de las formas educativas instituidas en los siglos XVI y XVII en
los textos más conoddos será el de P. Mariana: Tratado contra los Juegos J. Varela, Modos de educaci6n en la España de la Contrarreforma. E-d.
públicos. La Piqueta, Madrid 1984.
26 Julia Vare/a - F. Alvarez-Urfa /.a maquinaria escolar 27

Y así como la constitución de la infancia de calidad aparece es preciso que surja un espacio de encierro, lugar de
estrechamente vinculada a la familia, prácticamente desde aislamiento, pared de cal y canto que separe a las
sus comienzos - hijos de familia- , la de la infancia generaciones jóvenes del mundo y sus placeres, de la carne y
menesterosa ha sido en sus principios el resultado de un su tiranía, del demonio y sus engaños. El modelo del nuevo
programa de intervención directa del gobierno; en el primer espacio cerrado, el convento, va a constituirse en forma
caso se produce una delegación de poder en la familia que a paradigmática de gobierno. Ideado por los moralistas,
su vez actúa ayudando a su constitución, mientras que en el enemigos recalcitrantes de los regulares, el viejo espacio,
segundo el poder poUtico se abroga todo derecho insertando destinado a transformar la personalidad del novicio mediante
a la infancia pobre en el terreno de lo público. El una reglamentación puntillosa de todas las manifestaciones
sentimiento de infancia - y consiguientemente el sentimiento de su vida, servirá ahora de maquinaria de transformación
de familia- no existirá entre las clases populares hasta bien de la juventud haciendo de los niños, esperanza de la iglesia,
entrado el siglo XIX, siendo la escuela obligatoria uno de buenos cristianos a la vez que súbditos sumisos de la
sus instrumentos cons titutivos y ?ropagadores. autoridad real 11 •
Las nuevas instituciones cerradas, destinadas a la
recogida e instrucción de la juventud, que emergen a partir
Emergencia de un dispositivo institucional: el espacio cerrado del siglo XV[ (colegios, albergues, casas galeras, casas de la
doctrina, casas de misericordia, hospicios, hospitales, semi-
«A partir de un determinado período ( ... ), en narios ...) tienen en común esta funcionalidad ordenadora,
cualquier caso a partir de finales del siglo XVII de una reglamentadora y sobre todo transformadora del espacio
manera definitiva e imperativa, se produce un cambio· conventual. Sin embargo nos interesa particularmente
considerable en el estado de las costumbres que he resaltar que este espacio cerrado no es en absoluto
analizado. Cambio que puede percibirse a través de homogéneo. En virtud de la mayor o menor calidad de
dos aproximaciones distintas. La escuela sustituye al naturaieza de los educandos y corrigendos, determinada por
aprendizaje como medio de educación. Esto significa su posición en la pirámide social, diferirán las disciplinas, se
que el niño dejl!, de e~-iar mezclado con los adultos y flexibilizarán los espacios, se dulcificarán en fin los destinos
deja de conocer la vida directamente en contacto con de los usuarios. Los colegios de los jesuitas tienen poco que
ellos. Pese a muchas reticencias y retrasos se lo aisla de ver con las instituciones de recogida de los niños pobres:
los adultos y se lo mantiene separado en una especie de ,,escuelas» rudas y colegios de nobles que corresponden a
cuarentena, antes de dejarlo en el mundo. Esta naturalezas de bronce y a naturalezas de oro y plata,
cuarentena es la escuela, el colegio. Comienza así un delimitadas por Platón en 1A Repúb{ica y retomadas con
largo proceso de encierro de los niños (semejante al de ahínco por los reformadores de la Reforma y Contrarreforma.
los locos, los pobres y las prostitutas) que no cesará de Se trata de un. Platón integrado por los eclesiásticos en sus
extenderse hasta nuestros días y que se llama «escola- proyectos de reestructuración del espacio social. Al igual
rización» 'º· que en 1A República se pretende de nuevo, como ya hemos

Para que exista esta cuarentena física y moral, que Aries 11


Sobre el remodelamiento que en España sufre el ~ .pacio conventual
percibe, dando muestras de una gran sensibilidad histórica, para servir de base a una polltica de control de pobres: Fetnando
Alvarc2-Uría: «De la policía de la pobreza a t·as cárceles del alma», Rcv.
•• Ph. Aries, op. c., prefacio, p. 111. El BasilisC'd. n.0 8. 1979, pp. 64-71.
28 Julia Vare/a - F. Alvarez-Uría La maquinaria escolar 29

señalado, naturalizar las diferencias sociales y en consecuencia ( .. .) los que sean muy a propósito para las ciencias
las nuevas formas de dominación social 12• deténganse en la escuela, para que sean maestros de
Entre el Príncipe niño sometido simplemente a un otros o pasen al seminario de sacerdotes; los demás
encie~o moral y el secuestro de niños y niñas pobres, pasen a aprender oficios, según fuere la inclinación de
expósitos, huérfanos y desamparados, existe una amplia cada uno»"
gama de formas de aislamiento que en último término
reenvían a diferencias de percepción y valoración social. La El programa de gobierno de los pobres propuesto por
máxima represión y mínimo saber transmitido corresponden Vives se pondrá en marcha en los países católicos, sobre
a la menor nobleza, evidentemente la de los pobres. todo tras el edicto dado en Roma el 12 de marzo de 1569 por
el Papa Pío V, con el que se inicia una recogjda y policía de
«Los niños expósitos tengan su hospital, en donde se pobres de uno y otro sexo «así grandes como pequeños» de
alimenten; los que tengan madres ciertas, críenlos ellas una amplitud sin precedentes.
hasta los seis años y sean trasladados después a la Por lo que a España se refiere toda una serie de
escuela pública donde aprendan las primeras letras y «arbitristas» se interesarán por el problema de la pobreza.
buenas costumbres, y sean allí mantenidos. En el interior de sus programas los niños pobres ocuparán
Gobiernen esta escuela varones honesta y cortes- una plaza que progresivamente ganará en importancia.
mente educados en cuanto sea posible, que comuniquen Estos proyectos coinciden cronológicamente con la gran
sus costumbres a esta ruda escuela; porque de ninguna expansión de la novela picaresca en tanto que literatura
cosa nace mayor riesgo a los hijos de los pobres, que de moralizante destinada a neutralizar socialmente a los
la vil, inmunda, incívil,y tosca educación. No perdonen jóvenes vagantes.
gasto alguno los magistrados para adquirir estos El canónigo Giginta, en una perspectiva de aplicación de
maestros; que si lo consiguen, harto provecho harán a las teorías de Vives, afirma que, además de adiestrar a tos
la ciudad que gobiernan, a poca costa. niños pobres en un oficio mecánico, «a los que fueren para
Aprendan los niños a vivir templadamente, pero las letras se les dará dos horas luego por la mañana, para
con limpieza y pureza y a contentarse con poco; aprender a leer y a escribir, hasta contar»". Por su parte el
apártenles de todos los deleites, no se acostumbren a médico Cristóbal Pérez de Herrera dedic•ará un amplio
las delicias y glotonería; no se críen esclavos de. la gula, espacio al <(amparo y ocupación de los niños y niñas pobres
porque cuando falta ésta con que satisfacer su apetito,
desterrado todo su pudor, se dan a mendigar, como
vemos que Jo hacen muchos luego que les falta, no la
" J.L. Vives: De subventione pauperum. Brujas 15•26. Su programa se
comida sino la salsa de mostaza o cosa semejante. inspira direciamente en el expuesto por Lutero en su escrito A los
No aprendan solamente a leer y a escribir, sino, en magistra<!os de todas las ciudades alemanas, para que construyan y
primer Jugar, la piedad cristiana y a formar juicio recto mantenga(! escuelas ( 1523). Al igual que Lutero, Vives es también uno de
de las cosas. los primeros en proponer una cierta secularizadón de la enseñanza que en
el caso de los niños pobres encomienda también a los magistrados. Insiste
" Carlos Lerena en Escuela, ideología y clases sociales en España, Ed. menos que Lutero en que aprendan las lenguas y las a.tes que, en opinión
Ariel, Madrid 1976, especialmente en las páginas 33-35, pone al del ex-agustino, «sirven para la comprensión de la Sagrada Escrimra y
descubierto con agudeza y rigor el trucaje realizado por Platón para para el desempeño del gobierno civil».
escamotear y a la vez hacer inatacables sus planteamientos teóricos " M. Giginta: Tratado de remedio de pobres. C o imbra 1579, cap. 111.
«clasistas». fol. 14 vto.
30 Julia Vare/a• F. Alvarez-Uría Úl maquinaria escolar 31

y huérfanos desamparados»"· En este "higienista» lo que en su paradigmático tratado Sobre el socorro de los pobres:
prima es la necesidad del encierro y de moralización «Doy el nombre de hospitales a aquellas instituciones donde
quedando la instrucción relegada a la minoría selecta. En los enfermos son m.antenidos y curados, donde se sustentan
estos proyectos que se aplicarán parcialmente en el siglo un cierto número de necesitados, donde se educan los niños
XVII comienza ya a ser una realidad la s·eparación de se.~os y las niñas, donde se crían los hijos de nadie, donde se
y edades. El aislamiento se conviene as.í en un dispositivo encierran los locos y donde los ciegos pasan la vida».
que contribuye a la constitución de la infancia a la vez que En cualquier ~aso el adiestramiento para los oficios, la
el propio concepto de infancia quedará asociado de forma moralización y fabricación de súbditos virtuosos son los
casi natural a la demarcación espacio-temporal. Pérez de pilares sobre los que se asienta la política d.e recogida de
Herrera presenta en su citada obra un plan diferenciado en pobres. Una ética rentabilizadora del trabajo y mantertedora
función de la edad y el sexo de los niños: los de temprana del orden tiende a sustituir lentamente a las viejas caridades.
edad serán distribuidos por prelados y corregidores entre Comienzan los primeros esbozos de una nueva gestión de las
gente rica que los críe y los ponga luego a oficios o los utilice poblaciones potenciada más tarde por los ilustrados ya
como sirvientes. Si con esta medida no estuviesen todos en desde la perspectiva de la Economía Política.
pupilaje se criarán en casas de expósitos o en albergues La recogida y educación de los niños pobres en
hasta los 7 u 8 años, momento en el que pasarán a las casas instituciones a las que son destinados poco tiene que ver no
de doctrina o a los seminarios. A los de mayor edad, niños sólo con la educación del Príncipe niño sino también con la
y ni!las, se encargarán las justicias de ponerlos con amos o de los colegiales que además de dedicarse al estudio de
a aprender oficios; conviene acomodar algunas niñas en los materias literarias (gramática, retórica, dialéctica) vedadas
monasterios a fin de que allí se hagan virtuosas y presten para los pobres" y al de distíntas lenguas entre las que
servicios a ancianos y desvalidos. A los niños de 1O a 14 predomina el latín, se entretienen con juegos y espectáculos
años, con buena salud y fuerza, se les darán distintas cultos y adquieren cortesanas maneras mediante la danza, la
aplicaciones: unos irán a la marina, otros trabajarán en esgrima, la equitación y ottos ejercicios de marca que les
armerías, otros aprenderán .a fabricar tapicerfas, paños y proporcionarán lo que Pierre Bourdieu denomina una hexis
telas, ·o tros, en fin, los más hábiles, irán a seminarios de más corporal en consonancia con su categoría social. Pero no se
alto nivel que los ya mencionados en doi:ide se les enseñará (rata únicamente de diferencias de contenidos y actividades
no tanto el latín como las matemáticas a fin de que luego se sino que la dureza del encierro, el rigor de los castigos, el
dediquen a la edificación, la artillería, y otras actividades sometimiento a las órdenes, el distanciamiento de la
necesarias para la fortificación, la conquista y el ataque. Los autoridad, y la autopercepción que se les inculca son el
niños gitanos no quedarán excluidos de estas medidas. Las fruto de la diferencia abismal que existe entre los preceptores
Cortes de Burgos de 1594 prescriben que los menores de 10 domésticos, los colegios y «las escuelas de primeras letras»
años sean separados de sus padres y encerrados en las casas destinadas a los hijos de los pobres.
de los niños de la doctrina, herederas de los hospitales que
el célebre humanista español afincado en Brujas definí-a así
" Respecto a este punto puede verse el Postfacio de J. Va.rela a la
" C. Pérez de Herrera: Discurso dtl amparo de los legítimos pobres obra de A . Qucrrien:.Trabajos elementales sobte la escuela primaria. Ed.
y reducci6_n de los fingidos;., de· lafundaci6n y principio de los albergues de la Piqueta, Madrid 1979, ps. 175 en donde se citan las pragmáticas de
de estos reinos, y amparo de la milicia de ellos, Madrid 1598. Discurso Felipe IV y Carlos III prohibiendo la enseñanza de la gramática a los
111. niños recogidos en la.~ instituciones de caridad.
32 Julia Vare/a - F. Alvarez-Uría La maquinaria· escolar 33

Formación de un cuerpo de especialistas Reali~arán de este. modo Jo imposible: conseguir en los


colegios, donde el numero de alumnos suele ser considerable.
Las órdenes religiosas dedicadas a la educación de la una ~ormación esmerad~: «no basta, ni es suficiente, ejercer
juventud se preocuparán desde muy pronto de proporcionar una 1níluenc1a general e impersonal sobre los alumnos dice
a los retigiosos que se ocupen en tal menester una formación Jouvency, si~o qu~ es preciso graduarla y variarla seg'un la
especial. En el caso concreto de los jesuitas la obra de edad, la mtehgencta y la condición».
Jouvency <<De ratione discendi et docendi» nos informa- Se produce pues una ruptura respecto al maestro de las
sobre cuál ha de ser la imagen del maestro y del discíp ulo. Y universidades e instituciones educativas medievales corno
es que en realidad es preciso señalar que la constitución de señala Durkheim, cuya autoridad se basa!>a funda~ental-
la infancia y la formación de profesionales dedicados a su rn~nte en la posesión y transmisión de determinados saberes
educación son las dos caras de una misma moneda. Se,rá en mientras que el maestro jesuita ha de ser fundamentalmente
los colegios donde se ensayen formas concretas de transmisión ~n m_odel~ de_virtud. Algo similar ocurre con el proceso de
de conocimientos y de moldeamiento de comportamientos md1v~duahz_ac1~n ya que el maestro medieval se dirigía a un
que mediante ajustes, transformaciones y modificaciones a amplio aud1to~10 en el que cada estudiante, sin importar su
lo largo de por lo menos dos siglos, supondrán la edad, era cons1d:rado un s~r con autonomía y no tenía por
adquisición de todo un cúmulo de sa!)eres codificados tanto que ser estimulado ni tutelado; la acción del maestro
acerca de cómo puede resultar más 'eficaz la acción cesaba en el momento en que finalizaba la lec.ción.
educativa. Sólo así podrá hacer su aparición la pedagogía y La. Ratio studiorum reglamenta la ocupación del espacio
sus especialistas. y del tiempo de forma tal que el alumno queda aprisionado
Los jesuitas suponen-desde el momento de su irrupción en una cuadrícula y difícilmente podrá cuestionar la
en la escena de la enseñanza, un cambio considerable sepa~a~ión po_r secciones, los frecuentes ejercicios escritos,
respecto al clásico y arquetípico maestro. Siguiendo las los d1s!1ntos niveles de contenido, los premios, recompensas
teorías pedagógicas de Erasmo, Vives y otros. humanistas dé Y certamenes a los que se ve sometido. Tendrá que estar
menos renombre, sustituirán los métodos · drásticos de permanentemente ocupado y activo. El aprendizaje adoptará
intimidación por intervenciones dulces e individualizad oras"· la forma de un continuo torneo dada la división de los
El castigo fisico tender.á cada vez más a ser reemplazado por alumn~s de cada ~l~se en dos ~ampos opuestos (romanos y
una vigilancia amorosa, una dirección espirifual atenta, una cartagmeses), d1v1d1dos a su vez en dec•urias que rivalizan
organización cuidada del espacio y del tiempo, una seria por oc_upar los primeros puestos. Todo este proceso
programación de los contenidos y una aplicación de compet1t1vo. y. de emulación ~e refuerza con debates y
métodos de enseñanza que además de mantener a los e.xárnenes pubhcos, a los que asisten las autoridades locales
alumnos dentro de los límites correctos los estimulen al Y las ra.rnil!as ?~ los colegiale~. Se comprende fácilmente que
estudio y a convertirse en caballeros católicos perfectos. el mento tn~1v1dual y el éxito escolar encuentren aquí su
caldo de cultivo en contraste con las Utúversidades medievales
" Sobre la «pedagogla jesuítica» han escrito páginas notables: E. ~onde_ el esfuerzo individual no obtenía recompensas
Durkheim: L'Evolution pédagogiqµe en France, PUF, París 1969, 2.• ed . 1nmed1atas y los escasos ex:ámenes eran tan sólo una
cap. V y VI (traducción en Ed. La Piqueta) y M. Foucault: Vigilar y formalidad para los que asistían a los cursos 11•
castigar. Nacimiento de la prisión. Ed. Siglo XXI, en la parte dedicada a
las disciplinas en tanto que «métodos que permiten el control minucioso
del cuerpo, que aseguran el sometimiento constante de sus fuer2as y le " _fsla ética_ del rendimienl~ es coherente con el punto de vista
imponen una relación de docilidad•. molinista que mgemosamente intenta conciliar libertad humana y
34 Julia Vare/a - F. Alvarez-Uría La maquinaria escolar 35

Este nuevo estatuto del maestro en tanto que autoridad Mención especial merecen los escolapios que presentan
moral implica que además de poseer conocimientos sólo él semejanzas, al menos formales, con los jesuitas. Sus puntos
tiene las claves de una correcta interpretación de la infancia comunes podrian explicarse en la medida en que los
así como del programa que los colegiales-han de seguir para discjpulos de S. José de Calasanz adoptaron la Ratio
adquirir los comportamientos y los principios que corres- s1udiorum como guía de su práctica educativa. Las diferencias
ponden a su condición y edad. provienen, entre otros factores, del distinto público al que se
Todo un conjunto de saberes van a ser extraídos del dirigen: en el momento de su fundación se limitan al
trato directo y continuo con est-os seres encer.rados desde sus adoctrinamiento de los niños pobres, evitan especialmente
cortos años que, día a día, se van convirtiendo cada vez más los roces con los jesuitas. Pero poco a poco sus ambiciones
en niños; saberes relacionados con el mantenimiento se acrecientan y se asientan en ciudades y villas en donde
del orden y la disciplina en las clases, el establecimiento gene ralmente no existen otras órdenes religiosas dedicadas a
de niveles de contenido, la invención de nuevos métodos de la instrucción de la juventud. Intentan entonces extender su
enseñanza y, en suma, conocimiento de lo que hoy se radio de acción, lo que a veces da lugar a fricciones con los
denomina organización escolar, didáctica, técnicas de en- maestros pagados por los ayuntamientos, pero para ello
señanza y otras ciencias sutiles de carácter pedagógico que tienen que resolver el problema que les plantean sus mismas
tuvieron sus comienzos en la gestión y el gobierno de los Constituciones. Lo hacen empleando una hábil estratagema:
jóvenes. Al igual que el encierro estas acciqnes educativas de las Constituciones dicen que deben dedicarse al adoctrina-
los maestros serán aplicadas diferencialmente según la miento de los niños pobres pero no se oponen explícitamente
calidad de los usuarios. La acción individualizadora cons- a que puedan instruir a los niños ricos, y, naturalmente,
tante, que tiende al sostenimiento, estímulo y valoración todos son hij.os de Dios.
positiva del alumno, no forma parte de las actividades de los Los escolapios se preocuparán también por la formación
guardianes de las casas de doctrina donde se recoge a los de sus maestros, por los libros en que han de leer sus
huérfanos ni de los seminarios donde los niños pobres se alumnos, por los métodos y técnicas de enseñanza. Sin
adíestran en oficios. Y ello es lógico ya que un autor como embargo su sistema de disciplina y penalidad pedagógica
Pedro Fernández Navarrete dice que los muchachos expósitos difiere del de los jesuitas: serán más severos, si bien tampoco
y desamparados «son lo más bajo y abatido del mundo, son partidarios de que la letra con sangre entra. Son los
hijos de la escoria, y hez de la república>>"· únicos en los pa[ses católicos que recogen y depositan a los
niños en sus casas, los- -acompañan formando filas y
predestinación. De hecho los colegios guardan una cierta proporcionalidad cantando cánticos religiosos con el fin de sustraerlos a los
con la teoría de la gracia: en ellos se trata inútilmente de conciliar la pciigros de la calle y realizan al mismo tiempo una labor de
libertad individual del alumno con la autoridad predeterminante del apostolado con sus «familias». Son más estrictos con las
maestro sirviéndose d·e una especial vía media: la pedagogía jesuítica.
Pcdagoiía y moral convertirán lóg.i c3mente a los jesultas en los
representaciones teatrales y los juegos que sólo se permiten
verdaderos maestros de la sutileza. en casos excepcionales -carnavales, fiestas locales- en los
'' P. Fernánde1. Navarretc: Conser\'atión de Mrmarquía y Di.fturs,>s que la prohibición no sería suficiente para contener a los
polítil'OS sabre la gran consulra qut> el Consejo hito al Sr. Rty D. Fe/fpe alumnos. Difieren asimismo en el tipo de premios "', en la
fil, al Prtsidenre y Consejo Supremo di! Costilla. Madrid 1626. Discurso
47, en donde especifica además que «en buena razón de Estado sería más
1
conveniente y mayor beneficio para la república criar todos estos " A. Amain: $. J.: Historia de la Compañia de Jesús en la asistencia
muchachos, enseñándoles los oficios más bajos y más abatidO's, a que no d, España. Madrid 1905, t. 11. p. 58 1, refiere cómo en Sevilla en 1562 uno
se inclinan los que ticn·en caudal para as·pirar a ocupaciones maycrcsn. de sus brillantes alumnos fue prcmiacjo con d .o cc pares de guantes y olíO
36 Julia Vare/a - F. Alvarez-Uria La maquinaria escolar 37

mayor frecuencia e intensidad de los ejercicios piadosos, en los deberes ciudadanos, y la propagación del nuevo sistema
los contenidos y en las materias de enseñanza. Y aunque tra~ métrico decimal indispensable para la formación de un
la expulsión de los jesuitas llegaron a regentar colegios de mercado nacional. La ide.a de patria y unidad politica estará
nobles, las artes caballerescas no tuvieron cabida en sus a su vez cimentada en la enseñanza de una geografía y una
centros. historia singulares. Esta enseñanza rudimentaria para gente
Esta especificidad de las actividades de enseñanza en ruda e ignorante no tiene por finalidad facilitar el acceso a
función del origen social de los alumnos se hará patente en la cultura, sino inculcar estereotipos y valores morales en
el momento en que el Estado pretenda, de acuerdo con los oposición abierta a las formas de vida de las clases
intereses de la burguesía, generalizar e imponer una populares, y sobre todo, imponerles hábitos de limpieza,
formación para los hijos de las clases populares. Los nuevos regularidad, compostura, obediencia, diligencia, respeto a la
especialistas recibirán ahora una formación controlada por autoridad, amor al trabajo y espíritu de ahorro. El maestro
el Estado e impartida en instituciones especiales, las no posee tanto un saber cuanto técnicas de domesticaci.ón,
Escuelas Normales. El objetivo primordial es que desempeñen métodos para condicionar y mantener el orden; no transmite
funciones acordes con la nueva sociedad en vías de tanto conocimientos corno una moral adquirida en su
industrialización. propia carne a su paso por la Normal. De ahí ese carácter
En 1839 empieza a funcionar la Escuela Normal de rutinario, repet itivo e insustancial de los cursos escolares.
Madrid. Al año siguiente una Real Orden estat;,lece su La Normal hará del maestro un ser desclasado en perpetua
extensión a las capitales de provincia. 'En 1843, Gil de aspiración de reclasamiento. Reclutados de estamentos
Zárate elabora un reglamento uniforme para todas ellas en sociales lo suficientemente elevados como para no sentirse
cuyo preámbulo destaca la enorme importancia del carácter pertenecientes a las clases populares y lo suficientemente
educativo de las disciplinas a que deben someterse los bajos como para aspirar a una profesión nueva, que aparece
maestros. Disciplina~ que les harán acatar la autoridad como una vía de promoción social, los maestros, salvo
establecida además de apren~er obedeciendo «a mantener excepciones, menospreciarán la cultura de las clases humildes,
cuando sean maestros la subordinación .Y la regularidad sus h.ábitos y cos tumbres, desprecio potenciado y justificado
enire sus discípulos». Los aprendices de inaestro sufrirán un por los cursos de la Normal, e intentarán transmitir su
proceso intensivo de transformación y vigilancia de forma admiración por la cultura burguesa en la que no están
que su vida privada se inmole en aras de su futura entrega y completamente integrados y en la que desean infructuosa-
abnegación a la vida pública. Esta policía del magisterio fue mente integrarse".
hasta tal punto efectiva que no escasearon las depuraciones La posición social del maestro, las características institu-
de los díscolos y los quiméricos. cionales de la escuela obligatoria, los intereses del Estado,
El Estado espera del maestro que se integre en una los métodos y técn icas de transmisión del saber y el propio
política de control encaminada a establecer las bases de la saber escolar contribuyen a modelar un nuevo tipo de
nueva configuración social a través de la imposición del individuo, desclasado en parte, dividido, individualizado,
castellano como lengua nacional, el empleo de técnicas para
que los niños aprendan los rudimentos de la lectura, la
" Las generalmente estériles aspiraciones de los maestrós para
escritura y el cálculo que los capacite para conocer y cumplir integrarse en la alta cultura conduce en numcroso.s casos a la pedant-: ria
y a la cursilería. formas comunes de comportamientQ entre estos
con un bonete. Los escolapios no solían ser tan refinados, sus premios profesionales que se ven obligados a secre1ar continuamente imágenes de
consistían en estampas y libritos piadosos. ,1marca» para hacerse va.lec
38 Julia Vare/a· F. Alvarez-Uría la maquinaria escvlar 39

un sujeto «esquizoide», que ha roto los lazos de unión y nobleza de armas frente a la realeza y a los representantes de
solidaridad con su grupo de origen y que, no puede los recién constituidos estamentos administrativos ligados a
integrarse en otros grupos dominantes, entre otras cosas su vez a los reformadores eclesiásticos. La nobleza se ve así
porque el carácter elemental de las conductas y de los constreñida cada vez más, y a medida que avanza el siglo
conocimientos aprendidos en la escuela se lo imp.iden. El XVII. a sustituir a los preceptores de sus hijos por los
pago que el maestro recibe por contribuir a producir seres colegios de nobles regentados por la Compañía de Jesús. En
híbridos y soportar su propia ambivalencia posicional no este sentido esta remodelación política presenta una serie de
será de orden material - su retribución eco nómica ha sido puntos de referencia que pueden ayudarnos a entender los
siempre baja y más todavía en el siglo XIX- sino de tipo cambios que se producirán más tarde en el momento de la
simbólico: se lo comparará al sacerdote (como él ha recibido imposición de la escuela obligatoria.
de Dios la vocación para una misión evangelizadora), y se lo Los colegios inaugurarán una nueva forma de socializa-
investirá de autoridad, dignidad y respetuosidad. falsas ción que rompe la relación ex.istente entre aprendizaje y
imágenes a las que deberá adecuarse no sin dificultades. Y formación; relación que existía tanto en los oficios manuales
para que cumpla mejor sus funciones, o por si rechazase como en el oficio de las armas e incluso en otras
abiertamente tal modelo, habrá inspectores que se encargarán ,,ocupaciones liberales» tales como: medicina, arquitectura y
de recordarle las pautas correctas a que ha de ajustarse, y de artes. En d caso de los nobles los que se dedicaban a la
penalizarlo en caso de que las infrinja. . milicia se incorporaban desde muy pronto al mundo de las
armas. No es ext raño encontra r en los siglos XV y XVI
capitanes de 12 años y aún más jóvenes. El mismo Fernando
Destrucción de otras fornías de socialización el Católico, según el cronista real Marineo Sículo, «aún no
habiendo diez años comenzó a traer las armas y oficio
La escuela no es sólo un lugar de aislamiento en el que se militar. Y criado así entre caballeros y hombres de guerra y
va a experimentar, sobre una gran parte de la población siendo yá grande y no pudiendo darse a la ciencia de las
infantil. métodos y técnicas avalados por el maestro. en letras careció de ellas•"·
tanto que «especialista competente» o mejor, declarado Los reformadores católicos y los que refuerzan en la
como tal por autoridades legitimadoras de sus saberes y práctica sus teorías educativas instauran en los colegios un
poderes; es también una institución social que emerge modo específico y particular de educación que rompe con
enfrentándose a otras formas de socialización y de transmisión las prácticas habituales de formación de la nobleza y, mucho
de saberes que se verán relegadas y descalificadas por su más aún , con el aprendizaje de los oficios de las clases
puesta en marcha. populares. Formación y aprendii.aje, gracias a estas institu-
El largo proceso de destrucción y desvalorización ciones y más tarde a la escuela, se distanc.iarán cada vez más
intensiva de formas de vida diferentes y relativamente contribuyendo a establecer la ruptura que persiste en la
autónomas respecto al poder político se inicia eon la actualidad entre trabajo manual y «trabajo» intelectua.l,
aparición de los cokgios de jesuitas. Estos, en tanto que ruptura que no lograrán colmar ni las declaracio.nes de
formas institucionalizadas de transmisión de saberes y
• formación de voluntades suponen una transformación de " L. Marineo Sículo: Sumoriu Úi' lo darisimo vida _v heróicos hechos
los modos de ed.ucación propios de las clases dominantes del úe los Cotólkos Reyes D. Fernando y Dilo. Isabel. de inmortal memoria.
Antiguo Régimen; esta novedad responde en realidad a una Sacado d~ la Obra grande d11 las co:w.,· memt>rahlei de Espatla, Madrid
cierta pérdida de poder polltíco y territorial por parte de la 1587. fol. 7.
40 Julia Vare/a - F. Alvarez-Uría La maquinaria escolar 41

principios de los ilustrados, destinadas a prestigiar el trabajo mecanismos que han desvinculado el saber escolar y
ni la aparición de las escuelas de arres y oficios. universitario de la vida política y social.
,.Et colegio jesuítico se er•ge en gran medida en pugna con Estas corpo·raciones universitarias medievales se caracte-
las<instituciones educativas medievales a semejanza de la rizan también por la mezcla de edades de los estudiantes, la
manufactura que emerge en oposición al taller artesanal que simultaneidad de las enseñanzas, la casi ausencia de
durante largo tiempo gozó de los beneficios y prerrogativas exámenes, y la inexistenc:ia de prácticas disciplinarias
de toda corporación gremial. Las Universidades medievales entendidas en sentido moderno y aplicadas por los maestros.
eran asimismo corporaciones estrechamente vinculadas a la En ellas fundamentalmente se adquirían los conocimientos
comunidad, formaban parte del aparato eclesiástico y tenían necesarios para ejercer de clérigo: ceremonial litúrgico,
una clara dimensión política, con un poder de decisión y de textos sagrados, salmos y cánticos religiosos, comentarios
intervención en las cuestiones públicas; no es raro, por de la Escritura, y elementos de derecho eclesiástico. En este
ejemplo, que el Claustro de las Universidades gestionara en sentido eran pues una especie de gremios en los que
épocas de carestía y escasez el abastecimiento de cereales aprendizaje y formación estaban unidos; de estas «escuelas»
para su distribución con el fin de hacer descender los precios medievales se pasa a instituciones modernas, colegios y
de estas materias básicas. Los estudiantes en tanto que Universidades reformadas, que además de conferir un nuevo
miembros de tal corporación gozaban de una serie de estatuto al saber ejercerán so bre los estudiantes funciones de
privilegios entre los que figuraban la elección de las control moral y de individualización psicológica. La fabrica-
autoridades académicas, el derecho de uso de armas. el ción del alma infantil, a la cual contribuyen de forma
derecho de asilo, la exención de impuestos, su «tumultuosa» especial los colegios, tendrá como contrapartida el someti-
participación en la provisi.ón de cátedras, tribunales especiales. miento de los cuerpos y la educación de las voluntades en los
etc. Esta presencia y capacidad de decisión de los estudiantes que tanto insisten los educadores religiosos. Con razón
en la gestión y administración de la vida universitaria afirma Michel Foucault que la cantinela humanista consiste
empieza a perderse en el momento en que los humanistas y en hacernos creer que somos más libres cuanto más
el propio Pontífice impone n sus directrices a estas corpora- sometidos estamos: sometimiento de las pasiones a la razón,
ciones. En el caso español la Universidad modelo de Alcalá, sometimiento del cuerpo al espíritu, sometimiento de la
patrocinada pO'I' Cisneros, significa el comienzo de esta libertad a la obediencia, sometimiento de la conciencia al
nueva política~•. Evidentemente no se trata de idealizar una confesor y director espiritual, de los hijos a los padres, de la
historia pasada que no estaba exenta de conflictos e mujer al marido, y de los súbditos al monarca.
intereses partidistas sino simplemente de poner de relieve los Los colegios de jesuitas comienzan por estar separados
del poder político: los colegiales desgajados de la comunidad
e individualizados pierden prácticamente sus privilegios
" Sobre la Universidad española en tanlo que comunidad científica. corporativos y quedan excluidos del derecho a ejercer el
económica y religi.o sa, asi como acerca de las libertades y coslUmbres de control de la institución. Durkheim afirma muy acertada-
sus estudiantes ofrece una serie de dalos la obra de A. Bonilla de San mente la importancia de -esta desposesión: «cuando los
Marl¡n: D1s('urso leido en la solemnt' i11aug11raci6n del Curso Académico colegios se fundaron, y desde entonces, los alumnos fueron
/914-15. la vida ,·orpora1iva de los es1udiantes españoles en su reladú11
con la hiswria de las Universidades. Madrid 1914. E!! un sentido más
tratados en ellos como colegiales y ya nunca más como
general véanse las obras clás:icas de: H. Rashdall: The U11iversi1ies of estudiahtes»". Señala con ello que los jesuitas dan comienzo
Europe in the Middle Ages. Londres 1936. 3 T .. y J. Le Goff: Les
intellectutls du Moyen Age, París, 1957. 14 E. Durkhcim: op. c .. p. 187 .
4.l JUlltJ Y Uft'IU . , . '1llo'!Hl .. · 1., .. ..i

a una expropiación que sienta las bases para una tutela y en servicios desinteresados a los alumnos. El colegial se verá
una infantilización que no ha dejado de agrandarse hasta de este modo excluido del saber y de los medios e
nuestros días. Evidentemente este proceso no se producirá instrumentos que permiten el acceso a él. El saber es
sin resistencias en las Universidades como . muestra el propiedad personal del maestro, sólo él realiza la interpreta-
número de prágmaticas y cédulas reales encaminadas a ción correcta de los autores, conoce y expurga las fuentes,
contener los motines y algaradas estudiantiles. Para neutra- adecúa conocimientos a capacidades, y decide quién es et
liz.ar el peligro estudiantil se prohibirá a los estudiantes el buen alumno. Pero ¿qué saberes detenta tan omnipotente
derecho de llevar armas a las aulas, tendrán que someterse a especialista? Saberes «neutros», «inmateriales», es decir,
tribunales civiles y sufrir las «vejaciones)> que les impone la saberes separados de la vida social y política que no sólo
administración universitaria convertida a partir de las l ienen la virtud de convertir en no saber los conocimientos
reformas de los ilustrados en estamento independiente, vulgares de las clases populares, sino que además, a través
autónomo, en el interior de la institución. En proporción de mecanismos de exclusión, censura, ritualizaci6n y canali-
inversa a la pérdida de poder estudiantil se incrementan las zación de los mismos, impondrán una distancia entre la
funciones rese-rvadas al maestro que, como hemos visto. verdad y el error. Para [as clases distinguidas, que son
además de impartir nuevos saberes inventa y aplica técnicas sie mpre las clases instruidas, se acuña la verdad del poder,
didácticas y pedagógicas encaminadas a estimular y norma- verdad luminosa alejada de las plazas públicas y del
lizar a los colegiales. contacto contaminante de las masas. Los c,0legios de jesuitas
Respecto al saber, el colegio ~e convie,rte en un lugar en son precisamente una preservación del contagio de las
el que se enseñan y aprenden un cúmulo de «banalidades» multitudes. Desde ahora la memoria de los pueblos, los
desconex ionadas de la práctica, del mismo n1odo que, más saberes adquiridos en el trabajo, sus producciones culturales,
tarde. la escuela y el «trabajo escolar» preceden y sustituyen sus luchas, quedarán marcadas con el estigma del error y
al trabajo productivo. Esta fisura con la vida real favorecerá desterradas del campo de la cultura, la única legítima
todo tipo de formalismos que se ponen de relieve no sólo en porque está legitimada por el mito de la neutralidad y de la
la impor.tancia que los jesuitas confieren al aprendizaje y «objetividad» de la ciencia. Esta relación entre el saber
manipulación de las lenguas - especialmente del latín --, dom inante y los saberes sometidos se reproduce de algún
sino también en la repetición de ejercicios de urbanidad y modo en la relación maestro-alumno que no es, estrictamente
buenas maneras. Formalismos que por otra parte no deben hablando, ni una relación interpersonal ni una relación a
ser infravalorados o ignorados ya que juegan un importante saberes que den cuen ta de las realidades· circundai1tes sino
papel de distinción y valoración de las clases distinguidas ' 5• que es una relación social, de carácter desigual, marcada por
La adquisición de estas habilidades presenta una nota el poder y avalada por el estatuto de verdad conferido a los
diferencial: no implica la cooperación entre maestros y nuevos saberes.
alumnos, sino que, por el contrario, su organización y Pero los jesuitas, y más tarde los escolapios y otros
planificación será misión exclusiva del maestro que se grupos dedicados a la enseñanza, no sólo verán con malos
servirá de las propias teorías pedagógicas para enmascarar ojos las condiciones en que se desenvuelve la enseñanza
sus monopolios, pudiendo así convertir estas imposiciones tradicional (los denuestos se dejarán oír particularmente
al referirse a la vida licenciosa, inmoral, desordenada y
" Sobre las estrategias de distinción ha escrito páginas notables P. revoltosa de los estudiantes), sino que despreciarán muy
8ourélieu, la distinction. Critique socia/e du jugement. Minui1, Paris. especialmente el sistema de transmisión de saberes que
1979. (Traducción en Ed. Taurus). su pone el aprendizaje propiamente dicho o aprendizaje de
44 Julia Var.ela - F. Alvarez-Uría La maquinaria escolar 45
~}: ')• .,
oficiosf"el cual; dejará entonces de ser una función noble Edad Antiguo Sociedad
l?~l~: ~onyef ~Írse en el desprestigiado trabajo n:ia~u~ o Media Régimen Burguesa
mecámcm Por supuesto las formas de saber y de soc1ahzación
del campesinado, y en general las dé las clases populares, Comunidad Familia Familia
serán calificadas sin piedad por los nuevos propagandistas conyugal
de la verdad legítima de «necios principios», «vulgares Socialiiación
opiniones» y «mentecatas supersticiones». Aprendizaje Colegios Escuela
Los artesanos se socializaban en la misma comunidad de de oficios
pertenencia, formaban gremios, hermandades o corporaciones
dotadas de determinados privilegios y usaban sus derechos
para intervenir en la cosa pública al igual que las Universi- La peligrosidad social, prisma a través del cual la
dades medievales. El aprendizaje imp.licaba en este caso un burguesía percibirá desde el siglo XIX casi exclusivamente a
sistema de transmisión del saber que se hacía de forma las clases populares"', servirá de cobertura a una multiforme
jerarquizada en el taller el cual además de ser lugar de lluvia de intromisiones destinadas a destruir su cohesión así
trabajo. era lugar de educación, instrucción y hábitat: en él como sus formas de parentesco asociadas por los filántropos
coexistían transmisión de saberes y trabajo productivo. En y reformadores sociales al vicio, la inmoralidad y, más
el taller, maestros y oficiales eran autoridad para los tarde, la degeneración. La escuela servirá para preservar a la
aprendices, entre otras cosas, porque poseían un saber que infancia pobre de este ambiente de corrupción, librarla del
era además un saber hacer, una maestría técnica. una pericia con tagio y de los efectos nocivos de la miseria, desclasarla
que se alcanzaba tras largos años de participación en un en fin e individualizarla situándola en un no man s land
trabajo en cooperación. Los aprendices vivían mezclados social donde es más fácil manipularla, por su propio bien, y
con los adultos, intervenían en sus luchas y reivindicaciones, convertirla en punta de lanza de la propagación de la nueva
tomaban parte en sus debates, iban con ellos a la taberna y instit ución familiar y del orden social burgués. Est-e gran
al cabaret. tenían su puesto en fiestas y celebraciones. encierro de los hijos de los artesanos, obreros y, más tarde,
aprendían, en contacto con la realidad que los rodeaba, un campesinos romperá los lazos de sangre, .de amistad, la
oficio que no dejaba de tener dificultades ni carecía de relación con el barrio, con la comunidad, con los adultos,
dureza y penalidades. co n el trabajo, con la tierra 11. El niño popular nace en gran
La imposición de la escueia obligatoria romperá de medida de esta violencia legal que lo arranca de su medio, de
forma definitiva estos lazos lo que supondrá un impulso su clase, de su cultura, para convertirlo en una mercancía de
para la aparición de la infancia popular asociada a la la escuela, un geranio, una planta domést.ica.
inculcación del moderno sentimiento familiar en las clases La escuela, al igual que el colegio de jesuitas, hará suya la
trabajadoras. En términos generales se puede representar concepción platónica de los dones y las aptitudes: si el niño
con el siguiente esquema el cambio que se produce entre el fracasa se debe a que es incapaz de asimilar esos conocí-
Antiguo Régimen y la Sociedad Burguesa en las formas de
socialización de sus miembros jóvenes: " L. Chcvalier analiza cómo se produce este proceso en: C/asses
laborieuses el Classes dangereusses. &l. Pion, Paós, 1968.
" K. Marx: Grundrisse, cap. del Capital: •Formas a.nteriores a la
producción capitalista», muestra con precisión lo qu.c implica la
deslruc~i~n del trabajo ce las corporaciones y, en general, la disolución
de las v1eJas relaciones de producción.
46 Julia Vare/a - F. Alvarez-Uría La maquinaria escolar 47

mientos y hábitos tan distantes de los de su entorno, por Institucionalización de la escuela obligatoria y control social
tanto la, culpa es s ólo suya, y el maestro no dudará en
recordárselo, lo que a veces significa enviarlo a una escuela La educació.n de las clases populares y, más concreta-
especial para deficientes. En 'todo caso lentamente la mente , la instrucción y formación sistemática de sus hijos en
maquinaria escolar irá produciendo sus efectos transformando la escuela nacional, forman parte en la segunda mitad del
esta fuerza incipiente, esta tabla rasa, en un buen obre-r o. s iglo XIX y a principios del XX de las medidas generales del
Los consejos, las historias ejemplares, la recitación en voz buen gobierno: « ... el obrero es pobre y fuerza es socorrerle
alta, el reglamento, la caligrafía, el trabajo escolar... son el y ay udarle; el obrero es ignorante y se hace urgencia
yunque sobre el que e l maestro depositará estas naturalezas instruirle y educarle; el obrero tiene ins1intos aviesos, y no
de hierro para forjar con paciencia y obstinación al tuturo hay más recurso que moralizarle si se quiere que las
ejército del trabaj o . Pero la rentabilidad de la escuela n o se Sociedad es o los Estados tengan paz y armonía, salud y
circunscríbe pura y simplemente al campo de la economía, pro.speridad»". He aquí, en resumen el programa político
pues como afirma Alvaro Flórez Estrada: destinado a resolver la cuestiqn social, la lucha de clases.
e n el interior d e la cual la educación ocupa un papel
«Las ventajas que a la sociedad resultan de que se primordial.
difunda la instrucción entre las clases menesterosas no No st: entend erán t'n su justo término las funciones
se limitan a promover la industria y a perfeccionar los desempeñadas por la naciente escuela nacional si no se la
artículos que hacen placentera nuestra existencia inserta en este conte xto de integración de las clases
material. Se extienden a mejorar nuestras costumbres trabajadoras, de conversión al orden social burgués. Filán-
y consolidar las instituciones que son la fuente de la tropos, higienistas, reformadores sociales y educadores se
civilización y refinam iento de la sociedad, no existiendo afanán por ayudar ((desinteresadamente» a obreros y, al
bien alguno que no proceda del saller ni mal que no igual que con anteriorid·ad los eclesiásticos, estos nuevos
d imane de la ignorancia o el error. Gananciosas )as moralizadores de masas se abrogarán el derecho a la verdad
masas en gozar de los beneficios que el orden les a la que naturalmente las ignorantes clases han de someterse.
asegura, y convencidas de que su bienestar es debido El mismo Ministro de la Gobernación en una Exposición
exclusivamente a este arreglo, ellas, si el gobierno no es dirigida al Rey (Gaceta del 31 de agosto de 1881), asegura
hostil , se manifestarán siempre prontas a auxiliarlo, y que <<la experieneia nos enseña que el poderío de las
en vez de combatirlo y de propender a trastornar la naciones no depende exclusivamente de la fuerza material,
tranquilidad, trabajarán por robustecerla y mejorarla. sino que antes al contrario, las verdaderas conquistas de los
La educación de los trabajadores es el único medio tiempos modernos, los triunfos y las glorias en todas sus
seguro de precaver las agitaciones tormentosas y de
hacer desaparecer los crímenes que en pos de sí
" P.F, Monlau: Elementos de higiene pública o Arre de conservar la
arrastra la mendicidad, siempre desmoralizadora» 11• salud delos pueblas, Madrid, 1·871 , 3: ed, p. 171. Después de semejante
caracterización del o~rero no es extraño que desee emplear todos los
" A. Flórez Estrada: Curso de economla política, p. 93, T. CXII de la medios para educarlo: «no lo dude el Gobierno: la 1opografia de la
BAE. Nótese que en lo referente al saber la dcsposesión que sufreo estos población, su limpieza y buen orden, las fuentes monumentales, las
,niños es totalme.nte diferente a la sufrida por los hijos de la nobleza y de estatuas, las instituciones civi.lcs, políticas y religiosas, los regocijos
la burguesia en los colegios ya que para los niños pobres la cultura que se públicos, las calamidades públicas, etc., todo, todo educa a los pueblos:
pone en cuestión es su propia socialización. sus "ªlores cultu.rales y su hágase pues de suerte que todo, absolutamente lodo, contribuya a su
identidad como grupo social. buena educación» (P- 353) .
48 Julia Vare/a - F. Alvarez- Uria la maquinaria escolar 49

esferas, se alcanzan con el ordenado desarrollo de la primer atractivo 9el hogar doméstico, es la. salvaguarda de
instrucción y de la educacióm>. la familia, es el orden y la moralidad de todos sus
-,,1, 1, TJnaiserie multiforme· de medidas des.t inadas al control individuos»·'°. Se impone así la necesidad de instrumentalizar
de· las clases populares comienza a aplicarse, especialmente medios contra la imprevisión de los trabajadores haciéndoles
a partir de la Restauración, como complemento eficaz de adquirir el hábito del ahorro y de la previsión. La sana
transformación de las clases peligrosa$ y de sus cotidianas economía, y tener presentes las necesidades futuras son
formas de existencia que La escuela contribuye a reforzar. asimismo compañeras inseparables de l orden y la morali-
Entre ellas pueden subrayarse las siguientes: dad 11•
Todos estos hábitos son difíciles de arraigar en los que
Construcción de casas baratas para obreros. han vivido durante tiempo en la «promiscuidad», el «derro-
Reglamentación del trabajo de mujeres y niños. che» y el «desorden» de todos los excesos, por ello el niño
Creación de Cajas de ahorro, Sociedades mutuas, obrero constituirá un blanco privilegiado de esta política de
Cooper-ativas y Casas de seguros. transformación de los sujetos. El niño, como si se tratase de
Fundación de Casas cuna, casas-asilo, gotas de leche un capital en potencia, debe ser cuidado, protegido y
y consultorios de puericultura. educado para obtener de él más adelante los máximos
lnauguración de dispensarios contra la tuberculosis, beneficios económicos y sociales. De su educación se
dispensarios antialcohólicos y emisión de cartillas esperan los mayores y mejores frutos. Monlau resume con
higiénicas. fidelidad las preocupaciones humanitarias que en tal sentido
Remodelación de barrios y extensión de la vigilancia muestran los más prestigiosos filántropos de la época: La
y la policía. Sagra, Montesino, Gi.l de. Zárate ...
Construcción de cárceles y manicomios para el
tratamiento de presos y alienados.
1<l. Toda educación ha de fundarse en la religión y la
Nacimiento de la asistencia social y de sociedades
moral( ...) ¿en qué vais a fundaros para encargar a
vuestro educando que sea humúre pruúu y de
para la protección de la infancia en peligro y
buenas costumbres?
peligrosa.
2. Toda educación ha de tener por base esencial la
Creación de escuelas dominiéales y de adultos.
autoridad. Si el educando no obedece, pronto será
él quien mande»".
Todos estos dispositivos tienen por finalidad tutelar al
obrero, moralizarle, convertirle en honrado productor; La educación del niño obrero no tiene pues como
intentan asimismo neutralizar e impedir que la lucha social objetivo principal el enseñarle a mandar sino a obedecer, no
se desborde poniendo en peligro la estabilidad política. No pretende hacer de él un hombre instruido y culto sino
es casual que las intervenciones conducentes a instaurar en inculcarle la virtud de la obediencia y la sumisión a la
las clases laboriosas el sentimiento de familia conyugal autoridad y la cultura legítima. Pero además, y como en el
coincidan precisamente con la promulgación de la obligato-
riedad escolar. El obrero que pacientemente ha de hacerse ,. P.f. Monlau: op. c., p. 279.
propietario de su casa y preocuparse por el bienestar de su " Sobre las funciones edu.cativas de la previsión puede verse el
trabajo de J. Varela «Técn·icas de control social en la Restauración>J en El
familia estará inmunizado contra los virus de la disolución cura Galeote asesino del obispo de Madrid-Alcalá. Ed. de la Piqueta,
social. Pues como afirma Monlau «La casa propia y cómoda Mad rid 1979, pp. 210-236.
es, en efecto, el principio de la vida bien ordenada, es el ll P.F. Monlau: op. c., p. 345.
50 Julia Vare/a - F. Alvarez-Uría la maquinaria esc<>lar 51

siglo XIX las intenciones se ocultan menos que en el su integración en los puestos de decisión política.
presente, puede leerse con frecuencia que «cuestan menos las Las piezas cuya lógica hemos intentado esbozar en los
escuélas que las rebeliones»" con lo cual quedan suficiente- cuatro puntos anteriorc.s se reorganizan, afianzan y adquieren
mente explicitados los beneficios que las instituciones nuevas dimensiones con la institucionalización de la escuela.
educativas de pobres reportan a las clases en el poder. El maestro, junto con nuevos especialistas entre los qlle
J;merge pues la escuela fundamentalmente como un sobresale el higienista y el médico puericultor», aplicará a
espacio nuevo de tratamiento moral en el interior de los partir sobre todo de finales del siglo XIX a las clases obreras.
antagonismos de clase que durante todo el siglo XIX y artesanas y, más tarde, a la campesina (la escuela es
enfrentan a la burguesía y a las clases proletarias; escuela originariamente urbana), las nociones de sjngul~ridad y
que no era posible al comienzo del capitalismo en virtud de especificidad infantil. La imagen <le la infancia que los
una imposibilidad material en la época del laissez faire: el refo rmadores sociales del siglo XIX han intentado imponer
trabajo infantil. La imposición de la escuela pública es. el a dichas clases presentará rasgos específicos y será plles
resultado de estas luchas y supone cerrar el paso a modos de diferente de la acuñada y a.similáda con anterioridad por las
educación gestionados por las propias clases trabajadoras. clase~ altas. El maestro al sentirse superior a las masas
La burguesía impide así la realización de programas de ignorantes no admitirá sus formas de vida familiar, higiénica,
autoins:trucción obrera que atacaban ta división y la ni, por supuesto, educativa. No se produce en consecuencia
organización capitalista del trabajo al exigir una formación una relación de igualdad, de enteodimiento y -refueno entre
polivalente y una instrucción unida al trabajo e impartida <1familia» y escuela, sino que la escuela se pone en marcha
por tos mismos trabajadores con una proyección política para su plantar la acción socializadora de estas: menesterosas
destinada a su emancipación. Estos programas eran también clases consideradas desde un punto de vista fundame ntal-
un ataque directo tanto a los «saberes burgueses» (especial- mente negativo. Todo ello contribuye a que los discursos
mente la historia, la literatura, la filosofía), considerados pedagógicos y médicos dirigidos a dichas clases adopten
burdas mistificaciones, como a su modo de transmisiónµ_ esencialmente la forma de prohibic.:iones mientras que, por
La sanción jurídico-política del secuestro escolar de la el contra.río, para las clases pudientes tendrán un sentido
infancia ruda resp.o nde a los intereses de las clases en el positivo. significativo. Se desarrollan así prácticas médico-
poder que., al intentar reproducir las relaciones capitalistas pedagógicas que cumplen funciones diferenciales desde el
.de producción, jerarquizarán y dividirán a las clases punto de vista social.
populares en diferentes estamentos ofreciéndoles a cambio Higienistas, filántrop.os y educadores de forma clara
pequeñas parcelas de saber y de poder sin que ello signifique desde principios del siglo XX pondrán- en práctica un
conjunto sistemático de reglas para domesticar a los hijos de
" M. Fernández y Gonz.ález encabeza asl su artículo: El Fomento de los obreros cuyos efectos van a depender no sólo de las
las arres. Ilustración Española y Americana, 30 sep. 1881, p. 187.
" M. ;Foucault: Microrisica del poder. Ed. de la Piqueta, Madrid condiciones de existencia de dichos niños y, en consecuencia,
1978, va más allá al afirmar que «el saber oficial ha neprcsentado siem~re del significado que para ellos tienen, sino también de cómo
al poder pol!tico como el centro de una lucha dentro de una clase social los agentes directos de la integración social, y entre ellos los
(querellas dinásticas en l;i aristocracia, conflictos parlameot_arios e~ la maestros, perciben sus condiciones de vida.
burgues{a); o incluso como el centro de una lucha entre la aristocracia y
. la burguesía. En cuanto a los movimientos populares se los ha presentado
como producidos por el hambre, los impuestos, el paro, nunca como una '' l.. Boltanski: Puericu//ura y moral de clase. Ed. Laia, Barcelona
lucha por el poder como si las masas pudier·an soñar con comer bien pero 1974. explica las diferentes funcrones QUe cumplen ,.. rosl= do.
no con ejercer el poder» (pp. 32-33). · pucricullura en relación a las clases sociaJe-s a las que van dirigidas.
52 Julia Vare/a - t-·. Alvarez-Uria 1.a nwqu,naria escolar 53

El aislamiento presenta asimismo formas diferenciadas En este espacio de domesticación una masa de niño.s. va
en el caso de la escuela primaria ya que, para los niños a esrar sujeta a la autoridad de quien rige, durante una parte
pop.ulares, esta institución no tiene p-rácticamente ninguna imnorta_nte de sus vidas, sus pensamientos, palabras y obras.
conexión con su entorno familiar y social. Ni sus padres ni El maestro, al igual que otros técnicos de multitudes, se verá
ellos perciben sus tan alabadas virtudes en función de una o bligado para gobernar a romper los lazos de compañerismo,
actividad profesional ulterior. Pero lo que sí perciben de amis tad y solidaridad entre sus subo rdinados inculcando la
forma inmediata es la oposición y ruptura que la escuela delación. la competitividad, las odiosas comparaciones, la
supone respecto a su espacio cotidiano de vida, a su forma rivalidad en las notas, la separación entre buenos y malos
habitual de estar, hablar, moverse y actuar. En ellas.e verán alumnos. De este modo cualq uier tipo de resistencia
sometidos a toda una gimnástica continua que les es colectiva o grupal queda descartada, y la ·clase se convierte
extraña: saludar con deferencia al maestro, sentarse correc- en una pequeña república platónica en la que la minoría
tamente, permanecer en silencio e inmóviles, hablar bajo y absoluta del sabio se impone sobre la mayoría inútil de los
después de haberlo solicitado, levantarse y salir ordenada- 4ue ~on incapaces de regirse por sí mismos. Esta mayoría
mente ... Física corporal y moral que deja al descubierto las silenciosa y segmentada deberá reproducir el modelo de la
funciones qu.e la escuela cumple en tanto que arma de soeicdad burguesa compuesta por la suma de los individuos.
gestión política de las clases populares. El espacio escolar, A los métodos de ind iv idualización característicos de
rígidamente ordenado y reglamentado, tratará de inculcarles instituciones cerradas (cuarteles, fábricas, hospitales, cárceles
que el tiempo es oro y el trabajo disciplina y, que para ser y manicomios) y que constituyen la mejor arma de disuasión
hombres y mujeres de principios y provecho, han de contra cualquier intento de réplica de los que soportan el
renunciar a sus hábitos d¡: clase y, en el mejor de los casos peso del poder, emerge en el interior de la escuela, en el
avergonzarse de pertenecer a ella. No se trata, como sucedía preciso momento de su institucionalización un dispositivo
antes con la infancia distinguida de los colegios, o, en el fundamen tal: el pupitre. La invención del pupitre frente al
mismo siglo XIX, con la que asiste a las numerosas banco supone una distancia física y simbólica entre los
instituciones escolares privadas, de reforzar y afianzar el alumnos de la clase y, por tanto, una victoria sobre la
sentimiento del propio valor y los hábitos de clase. ind isciplina. Este artefacto destinado al aislamiento, inmo-
La autoridad pedagógica se verá ahora reforzada al ser vilidad corporal, rigidez. y máxima individualización permitirá
el maestro un funcionario público. A su poder de represen- la emerg_encia de técnicas complementarias destinadas a
tante del Estado se suma la posesión de la «ciencia multiplicar la sumisión del alumno. Entre ellas debe figurar
pedagógica» adquirida en las Escuelas Normales. Todo un ocupando un puesto de honor la psicología escolar. Esta
saber técnico de cómo mantener el buen orden y la nueva ciencia se encargará de fabricar el mapa de la mente
disciplina en clase: lo más importante sigue siendo la infantil para asegurar de forma definitiva la conquista de la
educación de la voluntad; y todo un saber teórico, próximo infancia. A la colonización ejercida por la escuela de unos
a la teología y a la metafísica acerca de la educación y sus niños aprisionados en el pupitre se añade entonces una
principios, el niño y sus progresos, la instrucción y sus auténtica camisa de fuerza psicopedagógica que inaugura
formas. La pedag,o gía como ciencia se verá a su vez una neocolonización sin precedentes que no ha hecho sino
potenciada de modo inusitado gracias a la entrada cada vez comenzar 3'.
más intensa de la psicología en el campo educativo,
afluencia que ha servido, al menos, para dota.ria de una '' Véase sobre éste tema F. Alvarez-Uria y J. Varela: I.As redes de la
«doble cientificidad» más difícil de poner en cuestión. psicologfa. Ediciones Libcrtárias, Madrid. 1986.
Ju/la Varela - F. A lvarez- Uria

Por último, en la esc1,1el1:1 se descalifican de forma directa


y frontal otros modos de socializ:ación y de instrucción
sustituidos por la integración en una rr.icrosociedad anónima
y anómica, un purgatorio, antesala obligatoria dei trabajo
manual. No se debe ai azar qu·~ la escuela haya procurado,
y conseguido en parte, transmitir una visión idílica e
idealizada dei campesino, dei campo y de su vida, ni
tampoco que sus bases legales e institucionales se hayan
puesto coincidiendo con la promulgación de las últimas
medidas destinadas a abolir definitivamente los g.remios n. Y
es que las piezas que hemos intentado presentar en este
recorrido se fueron perfilando con el tiempo para ser
finalmente retomadas y readaptadas en un nuevo contexto
histórico por los nuevos grupos sociales dominantes. No se
trata pues de una simple reproducción sino de una auténtica
invención de la burguesía para «civilizar» a los hijos de los
trabajadores. Tal violencia, que no es exclusivamente
simbólica, se asienta en un pretendido derecho: el derecho
de todos a la edu.cación.

" En las Cortes de Cádiz cl proyecto de abolici6n de los gremios es


defendido por cl Conde de Toreno (31 de mayo de 1813). En este mismo
aõo escribe Quintana su Tnforme para fa reforma de la lnstrucción
Pública. En el Trienio Líberal se proclama la l.ibertad de industria ai
mismo tiempo que ~urge el Primer Reglamento General de lnstrucci6n
Pública. EI decreto dei 20 de enero de 1834 ·1iquida los g.remios. Y en 1836
se restablece la Constituci6n de 1812 asi como la legislación sobre la
enseõanza promulgada en el Trienio Liberal. Finalmente en 1838 se
promulga la Ley de instrucción primaria elemental y superior así como el
Regla~ento de escuelas públicas.


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