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Violacion de Domicilio
Violacion de Domicilio
Violación de domicilio
l. TIPO PENAL
El hecho punible de violación de domicilio aparece debidamente descrito en el
tipo penal del artículo 159 del Código Penal del modo siguiente:
El que, sin derecho, penetra en morada o casa de negocio ajena, en su
dependencia o en el recinto habitado por otro o el que permanece allí rehusando
la intimación que le haga quien tenga derecho a formularla, será reprimido con
pena privativa de libertad no mayor de dos años y con treinta a noventa días
multa.
2. TIPICIDAD OBJETIVA
Del contenido del tipo penal del artículo 159, se evidencia con claridad que
recoge dos supuestos delictivos decididamente diferenciados:
a. El que sin derecho penetra en domicilio ajeno.
Este supuesto de hecho se verifica cuando el agente sin tener derecho alguno
ingresa, penetra, invade o se introduce en morada o casa de negocio ajena, en
su dependencia o en el recinto habitado por otro. Para efectos de evidenciarse
el supuesto típico es indiferente los medios o formas del que se vale el actor para
ingresar o penetrar. Basta constatar el ingreso ilegal a domicilio ajeno para estar
ante la conducta típica.
En tanto que Villa Stein (659) recogiendo conceptos del español Miguel Polaino
Navarrete, enseña que hay penetración en morada cuando se produce una
entrada completa de la persona en el recinto de la morada ajena, no siendo
suficiente asomarse, penetrar parcialmente.
Respecto de este punto, no compartimos posición con Roy Freyre (663), cuando
afirma que para configurarse el delito de violación de domicilio activa sería
necesario que el agraviado habite dicho local. Pues, es evidente que la redacción
del tipo penal no exige tal condición. Por lo demás, el sentido común aconseja
que no es condición sine qua non que el agraviado habite el local, pues basta
que se constate que realiza actividades económicas para que cualquier ingreso
sin su autorización constituya conducta subsumible al supuesto de hecho del tipo
penal en hermenéutica. El propietario o conductor de la casa de negocios muy
bien puede habitar o vivir en otro lugar.
Recinto habitado por otro. A efectos del delito que se comenta, se entiende por
recinto habitado por otro a todo lugar, espacio, superficie, área, ambiente o
escenario que sirve de vivienda a una persona.
Cuando el legislador ha extendido el concepto de domicilio para comprender al
recinto habitado por otro, está poniendo en evidencia que la ratio essendi de la
protección es una realidad topográfica solo en cuanto importa el asiento de una
realidad concreta. Una choza de esteras en una pampa o a la orilla de un río, o
una cabaña de madera sobre un árbol, constituyen domicilio mientras sirvan de
habitación a otra persona. Ni la humildad, circunstancialidad o emergencia del
recinto pueden enervar la importancia traducida en el hecho de ser habitado por
un semejante (666).
Con acierto enseñan Bramont-Arias y García Cantizano (669) que la entrada fue
en su momento consentida. Se configura, en consecuencia, como un
comportamiento subsidiario del primero, pues si se penetra sin la voluntad del
morador, el segundo comportamiento solo será un acto posterior de agotamiento
del primero. Se realiza por omisión.
En otro aspecto, una condición sine qua non para configurar objetivamente el
delito de violación de domicilio, lo constituye la circunstancia que la morada, la
casa de negocios o el recinto esté realmente habitada. En el caso de ocupación
de viviendas deshabitadas, se niega tajantemente la configuración del hecho
punible en la medida en que al estar la vivienda deshabitada se pone de
manifiesto que esta no satisface la función que cumple el bien jurídico protegido
en este delito. No cabe duda que el inmueble al encontrarse deshabitado es
demostrativo que no es el espacio elegido por el sujeto para desarrollar sus
actividades personales. Según LARRACRI PIJOA.'-' , la ocupación de inmueble
deshabitado podrá considerarse como un ataque a la propiedad o a la posesión
del inmueble, pero no a la libertad de la persona (670).
Finalmente, la expresión "sin derecho" significa que el agente penetra o
permanece en el domicilio sin ninguna justificación aparente. Caso contrario, si
de determina que el agente ingreso por razones de sanidad o grave riesgo por
ejemplo, no aparecerá la conducta punible (671).
No obstante, aun cuando en doctrina existe polémica respecto del bien jurídico
protegido con la tipificación del hecho punible de violación de domicilio, y pese a
que la jurisprudencia a tomado una posición discutible, a nuestro entender y
tratando de ser coherentes con la normativa constitucional vigente,
consideramos que el bien jurídico que se tutela con el tipo penal del artículo 159,
10 constituye la inviolabilidad del domicilio debida e imperativamente prescrito
en el inciso 9 del artículo 2 de nuestra Carta Política. Se protege la inviolabilidad
del domicilio con carácter de derecho fundamental, a efectos de garantizar el
espacio en el que la persona ejerce su privacidad y libertad más íntima, frente a
invasiones o agresiones de otras personas o de la autoridad pública. Para ello
debemos entender que el concepto de domicilio encierra o engloba las
definiciones de morada, casa de negocios y recinto habitado por otro. Abona esta
posición el hecho concreto de que la intimidad personal o familiar está
debidamente protegida por los delitos denominados contra la intimidad ya
analizados.
3. TIPICIDAD SUBJETIVA
4. ANTIJURIDICIDAD
5. CULPABILIDAD
6. CONSUMACIÓN Y TENTATIVA
7. PENALIDAD