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INDICE
INTRODUCCIÓN.............................................................................................................3
MARCO TEORICO..........................................................................................................4
1. Delitos Contra La Tranquilidad Pública....................................................................4
3. Disturbios...................................................................................................................8
5. Apología...................................................................................................................11
6. Organización A Delinquir........................................................................................15
6.1. El Delito De Organización A Delinquir Como Una Figura Penal Autónoma Y/O
Subsidiaria Y La Técnica De Tipificación......................................................................16
CONCLUSIONES...........................................................................................................19
BIBLIOGRAFÍA.............................................................................................................21
ANEXOS.........................................................................................................................22
INTRODUCCIÓN
Los derechos constitucionales En el C.P. Peruano de 1995 se procedió a una regulación
que se inclina por el concepto de “Orden Público”, recogiendo conductas como la
SEDICIÓN, que en nuestro catálogo punitivo esta rotulado como un delito que es
propiamente un acto de cobardía, de quien se aprovecha de las ventajas que le otorga la
agrupación delictiva para atentar contra los bienes jurídicos de personas inocentes e
indefensas. Es por ello que se debe identificar los factores desencadenantes que inciden
en la formación de estas asociaciones delictivas, sobre todo, aquellos conformados por
adolescentes, para incentivar su desmantelamiento.
Nadie puede ser condenado por lo que es, sino por lo que hizo, no por estigmas sociales
o pronósticos de peligrosidad, sino por haber desobedecido las máximas del
ordenamiento jurídico, mediando la infracción de mandatos y/o prohibiciones que el
legislador ha reglado en los preceptos penales especiales.
MARCO TEORICO
La función de los policías es evitar que se turbe la tranquilidad pública; pero los
policías no pueden obrar con leyes arbitrarias, ya que si eso sucediera se abriría una
puerta a la tiranía.
Se deben manejarse con un código que circule entre las manos de todos los
ciudadanos, de modo, que los ciudadanos sepan cuando son culpables, y cuando son
inocentes.
Las lesiones personales leves, o los daños materiales simples realizados en una
acción tumultuaria (delito de Disturbio) se sanciona con pena no menor de 06
años ni mayor de 08 años, contra 2 años de pena máxima que correspondería a
estos delitos realizados independientemente.
3. Disturbios
El que en una reunión tumultuaria, atenta contra la integridad física de las personas
y/o mediante violencia causa grave daño a la propiedad pública o privada, será
reprimido con pena privativa de libertad no menor de seis ni mayor de ocho años.
Será sancionado con la misma pena cuando los actos descritos en el primer párrafo
se produzcan con ocasión de un espectáculo deportivo, o en el área de influencia
deportiva.
Dicho de otro modo: el ejercicio del derecho de reunión será licito siempre y
cuando su concreción se ajusta a los límites que la propia constitución delimita,
con ello, la seguridad ciudadana y el orden público, que no pueden verse
alterados, pretexto de una manifestación democrática, dando lugar a la
preponderancia de los bienes jurídicos de valor superior.
Advertimos que en el artículo 315º del CP, tiende a tutelar una serie de bines
jurídicos de forma omnicomprensiva, al develarse que aparte del interés jurídico
espiritualizado (“Tranquilidad Pública”), también se protege la integridad física
de las personas, así como el patrimonio público y privado, configurándose un
tipo penal pluriofensivo , de modo que la naturaleza de esta figura delictiva, ha
de verse desde el siguiente plano a saber: de que los efectos perjudiciales de la
conducta antijurídica (injusto penal de disturbios) ha de afectar en forma
simultanea el bien jurídico colectivo, así como los intereses jurídicos
personales; si esto no es así, se dará una tentativa de este delito, siempre y
cuando la acción prohibida haya tomado lugar en una “reunión tumultuaria”
3.2. Tipicidad Objetiva
a. Sujeto activo
b. Sujeto pasivo
c. Modalidad típica
Concurrirá el fin de atentar contra la paz pública allí donde esta quede
necesaria o probablemente dañada a consecuencia de los hechos y, sin
embargo, y pese a conocerlo así, se actué.
La calidad tumultuaria significa el congestionamiento de una pluralidad de
personas, cuya numerosidad impide la debida identificación de los sujetos
actuantes, así como su captura y persecución.
5. Apología
El que públicamente hace la apología de un delito o de la persona que haya sido
condenada como su autor o partícipe, será reprimido con pena privativa de libertad
no menor de uno ni mayor de cuatro años.
Si la apología se hace de delito previsto en los artículos 152 al 153-A, 200, 273 al
279-D, 296 al 298, 315, 317, 318- A, 325 al 333; 346 al 350 o en la Ley Nº 27765,
Ley Penal contra el Lavado de Activos o de la persona que haya sido condenada
como su autor o partícipe, la pena será no menor de cuatro ni mayor de seis años,
doscientos cincuenta días multa, e inhabilitación conforme a los incisos 2,4 y 8 del
artículo 36 del Código Penal.
Si la apología se hace de delito de terrorismo o de la persona que haya sido
condenada como su autor o partícipe, la pena será no menor de seis ni mayor de
doce años. Si se realiza a través de medios de comunicación social o mediante el uso
de tecnologías de la información y comunicaciones, como Internet u otros análogos,
la pena será no menor de ocho ni mayor de quince años; imponiéndose trescientos
sesenta días multa e inhabilitación conforme a los incisos 2, 4 y 8 del artículo 36 del
Código Penal.
Por “Apología” debemos entender aquel acto, en virtud del cual una persona alaba
y/o enarbola un determinado hecho, mediante la palabra hablada, la escritura o un
discurso apologético, que de ser decepcionado por una cantidad indeterminada de
individuos.
A nuestro entender, la apología, para ser constitutiva de delito, requiere más que una
alabanza a la comisión de un hecho punible determinado, pues es indispensable que
manifieste una incitación a delinquir, una provocación a que otras personas sean
convencidas a cometer determinados delitos, para tal efecto, esta debe llegar a una
serie de destinatarios, debe ser en todo caso publica, suponiendo que le mensaje sea
trasmitido, difundido por un medio de comunicación social; a su vez debe ser
directa, que se oriente a trasmitir un mensaje provocador de la violencia terrorista-
por ejemplo. No tendrá dicho efecto cuando el contenido es confuso, ambiguo donde
lo que expresa su autor es más que una postura ideológica.
Por tanto, todo lo dicho demuestra, además, que mientras pueda afirmarse
con certeza el carácter delictivo del hecho alabado, la circunstancia de la
impunidad de sus autores por causas extrañas a la propia delictuosidad de la
acción (p.ej., que la apología verse sobre un delito cuyo autor no sea punible
por beneficiarse con una excusa absolutoria, o cuya acción haya prescripto o
que haya sido amnistiado) carece de toda importancia en orden a la
exclusión de la tipicidad.
Pero no ocurre así cuando la apología versa sobre un condenado por delito,
puesto que, entonces, así se requiere una declaración jurisdiccional
afirmativa de la responsabilidad penal del exaltado y que, a la vez, contenga
la atribución de una pena que haya pasado en autoridad de cosa juzgada; si
esto último no ocurre, podremos estar ante una apología del delito, si se dan
sus caracteres, pero no ante la de un condenado. Es verdad que alguna
doctrina (Fontán Balestra) sostiene que al no formular la ley distinción
alguna, puede tratarse de "condena pronunciada en cualquier instancia, sin
que sea preciso que se encuentre firme", pero lo que ocurre es que la ley
distingue perfectamente al hablar de condenado, y quien no tiene sobre sí el
peso de la cosa juzgada, no es un condenado, sino un procesado.
6. Organización A Delinquir
Art. 317.- “el que forma parte de una organización de dos o mas personas destinadas
a cometer delito será reprimido por el solo hecho de ser miembro de la misma, con
pena privativa de libertad no menor de tres ni mayor de seis años.
Sin embargo, no siempre el delito es obra de una solo persona, en un mundo regido
por seres humanos imperfectos, ocurre también que los individuos se agrupan, se
asocian no solo para obtener objetivos lícitos, sino para cometer hechos delictivos.
USUAL