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ENSAYO

Tema: Por qué el atraso científico y tecnológico de América Latina

INTRODUCCIÓN
La concepción de cualquier estrategia para superar el atraso científico y tecnológico de
América Latina exige, como prerrequisito indispensable, un diagnóstico correcto de la
situación actual y de sus causas. En este ensayo nos referiremos a la situación actual,
analizándola a través de los dos aspectos que resultan más importantes para interpretarla: las
características de la actividad científica de la región, en cuanto a volumen, calidad, objetivos,
etcétera, y la actitud de la sociedad con respecto a ella, por lo menos en aquellos campos en
que es posible de alguna manera evaluarla o detectarla. El atraso relativo de América Latina
respecto de los países desarrollados, en todo lo que se refiere a creatividad científica y
tecnológica, es bien conocido, pero es difícil de expresar claramente en cifras, debido a la
escasez general de estadísticas confiables en la región

DESARROLLO
Diagnostico
En primer término, es necesario destacar que la diferencia en cantidad y calidad de la
producción científica no es más que un aspecto de la brecha que separa a nuestros países de los
más desarrollados. En los países adelantados, la mayor parte de la investigación científica y
tecnológica se realiza en relación con temas que directa o indirectamente están conectados con
sus objetivos nacionales, ya sean éstos de defensa, de progreso social, de prestigio, etcétera. El
progreso científico se refleja en forma inmediata y espontánea en el funcionamiento de sus
fábricas, en su tecnología agrícola, en su infraestructura y, en general, en el constante
incremento de la producción. En América Latina, por el contrario, la mayor parte de la
investigación científica que se efectúa guarda muy poca relación con las necesidades más
apremiantes de la región.

Se dice muchas veces que la razón de que los países de América Latina destinen una proporción
tan baja de sus recursos a ciencia y tecnología, es que son pobres, con muy bajos ingresos per
capita. Esto puede ser una explicación razonable para algunos países de la región –aunque,
como veremos más adelante, el ser pobres es precisamente una razón fundamental para invertir
más en ciencia– pero no lo es ciertamente para otros.
En la mayoría de los casos, cuando se analiza el problema educacional en relación con la
actividad científica sólo se considera la enseñanza universitaria o de tercer ciclo, sobre la base
de que en esta etapa se forma el personal de alto nivel con el que luego se integran los cuadros
de investigadores. Sin embargo, la eficiencia de la educación en los dos primeros ciclos es tan
importante para el progreso científico y tecnológico como la preparación de universitarios, ya
que para que la creación científica se convierta en uno de los motores del progreso económico
y social es necesario que existan los mecanismos de trasmisión de sus resultados al cuerpo de
la sociedad. La industria exige no sólo personal técnico especializado de alta calidad, sino
también mano de obra de buen nivel educacional, capaz de comprender los complejos métodos
y procesos modernos de producción y de adaptarse fácilmente a sus rápidos cambios. Por otra
parte, la industrialización trae como una de sus consecuencias el crecimiento cuantitativo y
cualitativo del sector de servicios, el que también tiene cada día exigencias más rigurosas del
nivel de instrucción. Otro hecho fundamental, y que está ligado estrechamente con el problema
educacional, es que la proporción de personas con vocación y aptitud potencial para la creación
científica es muy limitada y está repartida uniformemente en todos los niveles sociales. Este
grupo, relativamente reducido, constituye el precioso “capital intelectual” de cuyo
aprovechamiento racional depende en primer lugar la posibilidad del desarrollo científico. En
los países subdesarrollados, la mayor pérdida de este capital intelectual se produce
precisamente en el ciclo de educación primaria, debido a que una alta proporción de la
población escolar perteneciente a los sectores más pobres de la sociedad no tiene acceso al
mismo o no alcanza a completarlo. (Herrera, 2015, págs. 51-72)

La actitud de la sociedad latinoamericana frente a la ciencia


Considerando el panorama que acabamos de esbozar, resulta pertinente preguntarse cuál es la
actitud de la sociedad latinoamericana frente a la ciencia y, en particular, frente a la precariedad
de su desarrollo en la región. Esta pregunta es muy importante, pero muy difícil de contestar,
porque la actitud de la sociedad no puede expresarse fácilmente en cifras, como sucede con la
magnitud del esfuerzo científico o con el estado del sistema educacional. En primer lugar, es
necesario especificar que no nos referiremos a la sociedad en su conjunto, sino a aquellos
sectores que ejercen de manera más o menos directa el poder político y económico. El motivo
de esta selección es bien claro. Se dice a veces que en los países desarrollados, al contrario de
lo que sucede en los países atrasados, el “hombre común” u “hombre medio” es plenamente
consciente del valor de la ciencia y de la tecnología para el progreso social, y eso explica, en
gran medida, el apoyo que esas actividades reciben. La verdad es, sin embargo, que en esos
países la ciencia pudo progresar, no porque el hombre común fuera especialmente lúcido con
respecto a ella sino porque, a la inversa, ese hombre aprendió a valorar la ciencia, y por lo tanto
a apoyarla, a través de los beneficios que recibió de la misma. Hasta fines del siglo xix el
hombre común de los países adelantados no tenía una idea más clara del valor de la ciencia
para la sociedad que la que tiene actualmente el hombre del pueblo en nuestra región. La época
“heroica” de la ciencia europea, en la cual pequeños grupos de científicos trabajaban con la
mayor precariedad de medios, y casi totalmente desvinculados del conjunto de la sociedad, está
demasiado cercana para que sea necesario evocarla en detalle

CONCLUCIÓN
 La conclusión es que no sólo que el aparato científico de América Latina es
extremadamente reducido, sino que, además, trabaja en el vacío, es decir, no recibe
demanda de parte de la sociedad. Esto explica las dos características más salientes de
la actividad científica de la región que hemos visto antes: su pequeño volumen y la
preponderancia de la investigación básica sobre la aplicada.

 Otra conclusión a que hemos llegado indica, sin lugar a dudas, que el atraso científico
de la región no es meramente circunstancial, sino una consecuencia de condiciones
básicas de la sociedad latinoamericana actual.

BIBLIOGRAFÍA
Herrera, A. (2015). Ciencia y Politica en America Latina .

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