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En ocasiones nos preguntamos cómo podemos retirar un denuncia interpuesta ante la Policía, la Guardia Civil o el
Juzgado y qué repercusiones puede tener su retirada.
Como explica la Ley de Enjuiciamiento Criminal, “la acción penal por delito o falta que de lugar al procedimiento de
oficio no se extingue por la renuncia de la persona ofendida”.
Sí se extinguen cuando se trate de delitos que sólo pueden ser proclamados a instancia de parte y ésta parte es
quien renuncia a la acción penal. También se extinguirá, en todo caso, la acción por responsabilidad civil que pudiera
corresponder.
El caso es que, con las denuncias, se pone en conocimiento de la autoridad unos hechos que nos parecen delictivos,
que pueden tener el carácter de delito público y que pueden ser perseguibles de oficio.
Otra cosa es que queramos retirar una querella. Mediante la querella, informamos a las autoridades de que se ha
cometido un hecho delictivo y le decimos que queremos se parte en la acusación penal.
En estos casos, si usted es el ofendido o el perjudicado por el delito privado (por ejemplo, injurias o calumnias)
puede retirar la querella mediante renuncia a la acción penal.
No obstante, según el delito de que se trate, el Juez ha podido dar traslado al Ministerio Fiscal por si éste decide
continuar con el proceso sin el querellante.
Otra opción que tiene quien ha interpuesto la demanda, el actor, es desistir del juicio. En este caso, el demandado
debe prestar su conformidad en el plazo de 10 días.
La diferencia es que, mediante el desistimiento, se puede volver a ejercitar la acción civil por el mismo motivo y
contra la misma persona, en el futuro, pues no se renuncia al derecho a volver a iniciar acciones civiles.
Eso sí, tanto la renuncia como el desistimiento tienen excepciones en las que la causa puede seguir sin el
demandante: