Está en la página 1de 5

La filosofía de la posmodernidad

― Introducción

A grandes rasgos, se puede afirmar que la posmodernidad es un período en la


historia del arte, de la ciencia y del pensamiento de los países occidentales desarrollados
que se inicia a mediados de la década de 1970 en el marco de la deslegitimación de los
grandes relatos inherentes a la modernidad y de la crisis terminal de la Unión Soviética en
cuanto expresión histórica y concreta del marxismo.

― Lyotard

En 1979, el filósofo francés Jean-François Lyotard publica La Condición


Posmoderna, un estudio en torno de la condición del saber en las sociedades más
desarrolladas que se centra en la crisis de los relatos. En este estudio, Lyotard afirma que
“se tiene por posmoderna la incredulidad con respecto a los metarrelatos”; esto es, la
incredulidad con respecto a los grandes discursos de legitimación de la ciencia y de la
historia durante la modernidad, a saber la dialéctica del espíritu, la emancipación del
sujeto razonante o trabajador y la hermenéutica del sentido. En relación con este
particular, en su libro La posmodernidad explicada a los niños de 1989, Lyotard precisa
que estos relatos se identifican con el relato cristiano de la redención del pecado de Adán,
el relato Aufklärer de la emancipación por medio del conocimiento y el igualitarismo, el
relato especulativo de la realización de la idea universal por medio de la dialéctica de lo
concreto, el relato marxista de la liberación de los oprimidos por medio de la
sociabilización del trabajo, y el relato capitalista de la emancipación de la pobreza por
medio del desarrollo tecno-industrial.

Lyotard introduce el concepto de transparencia en la comunicación, que es la


condición sine qua non de la existencia de la sociedad posmoderna, puesto que la
sociedad posmoderna es una sociedad tranparente a raíz de la ponderación de la
comunicación óptima y de los vínculos que ella crea.

Afirma que el Estado aparece como un factor de opacidad y de ruido en el marco


de la transparencia comunicacional de la sociedad posmoderna, lo cual se da juntamente

1
con la comercialización de los saberes y la restructuración de las clases políticas sobre la
base de la figura de los expertos o de los tecnócratas, a quienes él llama decididores.

La incredulidad para con los relatos estriba en que son totalizadores, lo cual, a lo
largo de la modernidad, derivó en un intento de generalización de las identidades
particulares.

Ante la incredulidad para con los relatos, postula, a través de un concepto de la


lingüística de Wittgenstein, los juegos del lenguaje; es decir, una multiplicidad de
identidades que se relacionan horizontalmente las unas con las otras.

― Vattimo

En 1990, el filósofo italiano Gianni Vattimo publica el ensayo En torno a la


posmodernidad en que afirma que la posmodernidad se vincula con las características de
la sociedad de la comunicación generalizada o mass media. Estos medios de
comunicación han disuelto los grandes relatos que Lyotard había señalado, puesto que
han permitido una multiplicación general de las cosmovisiones y de las concepciones del
fmndo, a pesar de la oposición de los monopolios y de las grandes centrales capitalistas.

Asimismo, sostiene que no existe una historia única, sino imágenes del pasado
que se analizan a través de distintos puntos de vista.

Afirma que la modernidad finaliza cuando por múltiples factores ya no se puede


concebir la historia como una entidad unitaria cuyo decurso también es unitario, lo cual es
una representación del pasado construida por los grupos y las clases dominantes. Cita
aquí a Walter Benjamin.

Concluye que la posmodernidad ha disuelto el decurso unitario de la historia en el


marco del final del colonialismo y del imperialismo.

Afirma que la sociedad de la comunicación generalizada deriva en la coexistencia


democrática y pacífica de los dialectos; es decir, de las identidades particulares que
coexisten sin perder su individualidad. Esto conduce al final de las utopías y a la
consagración de las heteropías, puesto que el hombre se fragmenta en los dialectos.

Esta fragmentación del hombre en los dialectos, que excluye necesariamente la


noción de una centralidad, presupone que el hombre y el ser se encuentren en su esencia

2
o ereignis, un concepto de la filosofía de Martin Heidegger que se identifica con aquello
que “pervierte los rasgos metafísicos del ser, haciendo explícita su constitutiva caducidad
y mortalidad”. De esta forma, Vattimo postula la existencia de una realidad aligerada que
deriva en una ontología débil; esto es, en una conceptuación fragmentada del hombre.

Así, en este marco teórico en que el hombre ya no puede fundamentarse, puesto


que la realidad se ha disuelto en la hermenéutica y en las interpretaciones subjetivas, la
ontología débil deriva en el pensiero debole o pensamiento débil: el pensamiento de la
desfundamentación del hombre.

― Baudrilliard

En 1996, el filósofo francés Jean Baudrilliard publica El Crimen Perfecto, un libro


en que sostiene que la modernidad ha muerto por un exceso de realidad. Afirma también
que los medios de comunicación masiva o mass media constituyen la única realidad
posible para el hombre posmoderno. De esta forma, la realidad se ha transformado en un
simulacro y en una realidad virtual.

En La Guerra del Golfo de 1991, Baudrilliard sostiene la tesis de que la Guerra del
Golfo, la guerra entre Irak y una coalición de países liderada por los Estados Unidos en
respuesta a la invasión iraquí de Kuwait, no existió realmente. Afirma que la amnesia
constituye una confirmación de la irrealidad de esta guerra, que se ha sobreexpuesto en
los medios de comunicación y subexpuesto en la memoria de los pueblos. En resumen, la
guerra, que produjo más de doscientos mil muertos, solo se conoce a través del
tratamiento parcial y excesivo de los medios de comunicación, lo cual torna irreal los
acontecimientos y libera a la ciudadanía de la responsabilidad por una guerra que
realmente no vio jamás.

Afirma en La Transparencia del Mal de 1993 que si fuera preciso caracterizar el


estado actual de las cosas, se trataría del estado posterior a la orgía moderna de lo
racional, de lo sexual, de lo crítico y de lo anticrítico, del conocimiento y de la crisis del
conocimiento, que conduce a una suerte de pasividad identificable con la nada que él
conceptualiza como la huelga de los acontecimientos: luego de aquella orgía moderna se
ha perdido la gloria del acontecimiento, lo cual ha derivado en la imposibilidad de postular
significaciones y el resultante final de la historia desde una perspectiva racionalista

3
― Lipovetsky

En 1994, el filósofo Gilles Lipovetsky publica El Crepúsculo del Deber, un libro en


que afirma que la posmodernidad es la época de la lógica posmoralista en que los valores
sacrificiales tradicionales han sido reemplazados por una ética mínima y débil en que no
hay obligación ni sanción. Postula la felicidad ligera, que se basa en el reemplazo del
imperativo categórico por el imperativo narcisista de la cultura de la higiene, el deporte, la
estérica y la dietética. La posmodernidad es, entonces, una época en que la culpa se
torna superficial.

― Conclusiones

1) La filosofía posmoderna se forja al calor de la crítica de la razón instrumental


propia de la Ilustración que conduce a la cosificación y a la destrucción del
hombre. Esta crítica no es original, puesto que la encuentran en Friedich Nieztche,
en Martin Heidegger y en las filosofías posmarxistas de la Escuela De Frankfurt,
del estructuralismo y del posestructuralismo.
2) La posmodernidad es un conjunto de premisas que expresa el triunfo hipotético de
la cosmovisión occidental liberal, instrumentada por medio de la economía de
mercado y de la democracia liberal, sobre la cosmovisión marxista.
3) La posmodernidad finaliza con la expansión del terrorismo y el atentado contra las
Torres Gemelas en 2001, puesto que este acontecimiento histórico adquiere
universalidad y niega la vigencia de la mayoría de las premisas posmodernas.

― Texto

En 1977, el periodista español Joaquín Soler Serrano entrevista a Ernesto Sábato en su


programa A Fondo. En esta entrevista, Sábato expresa que “Schopenhauer tiene una
frase muy profunda, que cita Nieztche. Él dice hay épocas en que el progreso es
reaccionario y lo reaccionario es progresista. Hoy, levantar edificios de treinta pisos en
Madrid o en Buenos Aires para que vivan, en esos cubículos de cemento armado y aire
acondicionado, niños que nunca van a ver el nacimiento de un perro, o la forma en que
una gallina pone un huevo, o el nacimiento o la aparición del sol y de la luna; niños que
van a ser futuros drogados, niños alienados y tristes, niños que mañana estarán en
manos de psicoanalistas, esto hoy no es progreso: hoy es reaccionario. Que esté
sucediendo ahora es una falacia: también le crece la barba a un hombre que acaba de

4
morir. Esto ya es mortal. Lo revolucionario es proponer hoy la abolición de los rascacielos.
En las comunidades llamadas primitivas tal vez habría leprosos, dicen que hay muchos
leprosos en el África o en la Polinesia. Habrá leprosos, pero no había psicoanalistas. Y yo
no sé qué es peor: si leprosos o alienados. La lepra al fin de cuentas es una enfermedad
física y puede haber grandes espíritus leprosos; la alienación es una enfermedad
espiritual infinitamente más grave. En fin, esta es la clase de reaccionario que soy yo”.

También podría gustarte