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La invasión a Irak y el (re)diseño del Medio

Oriente

Por Pedro Brieger 1

Publicado en el libro Terceras Jornadas Nacionales de Filosofía y Ciencia


Política (AAVV).

Universidad de Mar del Plata, Argentina. Ed. Suarez, 2003.

Este trabajo tiene un hilo conductor de continuidad con el presentado


en las II Jornadas de Filosofía y Ciencia Política organizado por la
Universidad Nacional de Mar del Plata en 2002. En “Guerra y
globalización después del 11 de septiembre” señalábamos que
después de los atentados a las Torres Gemelas la situación mundial
se asemejaba a las cajas chinas que uno va abriendo y a medida que
las abre surgen nuevas sin poder vislumbrarse cómo será la última de
ellas. 2 La invasión estadounidense a Irak en abril 2003 es un eslabón
más de estas cajas que se van abriendo una a una. Señalábamos
también que los atentados a las Torres Gemelas y el Pentágono el 11
de septiembre marcaban “un antes y un después”. A la luz de la
invasión el 19 de marzo 2003 y posterior ocupación de Irak es posible
afirmar que este “después” ha llegado más rápido de lo previsto y
que está marcado por la reafirmación de Estados Unidos como la
potencia hegemónica mundial capaz de desafiar a las Naciones
Unidas para establecer una Pax Americana allí donde sus intereses
políticos y económicos lo consideren necesario. No obstante, es
importante destacar que el horror de los atentados en 2001 no
impidió que millones de personas en todo el mundo salieran a las
calles menos de dos años después en contra de Estados Unidos para
tratar de impedir la invasión de Irak
La desintegración de la Unión Soviética y la Guerra del Golfo en 1991
le permitieron al presidente George Bush (p) lanzar su proyecto del
Nuevo Orden Internacional con el claro objetivo de posicionarse como
la única superpotencia mundial. El discurso oficial norteamericano
sostuvo y sostiene que la guerra contra Irak se hizo para luchar
contra el terrorismo y “liberar al pueblo iraquí de la tiranía” de
Saddam Hussein, aunque muy pocos sigan creyendo en la veracidad
de estos argumentos. Además, si bien es cierto que el 11 de
septiembre de 2001 Estados Unidos fue víctima de un atentado

1
Pedro Brieger es sociólogo y coordinador del Departamento de Medio Oriente del Instituto de
Relaciones Internacionales (IRI) de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP), Argentina. Titular de
“Sociología de Medio Oriente” de la Universidad de Buenos Aires (UBA) y autor de varios libros sobre
temas internacionales y especialmente sobre el Medio Oriente. E-mail: pbrieger@wamani.apc.org
2
Segundas Jornadas Nacionales de Filosofía y Ciencia Política. Ed. Suarez, Mar del Plata 2002; pág. 158
terrorista en su propio territorio, los planes de guerra contra Irak
diseñados por los republicanos son muy anteriores al atentado contra
las Torres Gemelas. 3

La guerra contra Irak es el producto de una conjunción de 4 hechos:


1. La visión imperial norteamericana del Medio Oriente.
2. El acceso al petróleo iraquí.
3. El control estratégico del Medio Oriente,
4. La necesidad de debilitar a la Unión Europea.

1. La visión imperial norteamericana del Medio Oriente.

Tal cual venimos señalando en una sucesión de trabajos desde la


Guerra del Golfo 4, la visión imperial de los Estados Unidos se basa en
la superioridad moral que tendrían los norteamericanos y que ésta le
permitiría (re)diseñar el mundo a imagen y semejanza. Desaparecida
la Unión Soviética como potencia capaz de contener a Estados Unidos
en algunos puntos conflictivos del planeta la visión autoreferencial ha
crecido de manera notable potenciando todas las imágenes
“orientalistas” propias de los Europeos en su esplendor colonial. “El
orientalismo es un estilo occidental que pretende dominar,
reestructurar y tener autoridad sobre Oriente” 5 escribió Edward Said
en su notable trabajo “Orientalismo” tomando como punto de partida
la relación de Europa con el mundo árabe e islámico a fines del siglo
XVIII y que tres siglos después parece haberse trasladado al
pensamiento y accionar de la primera potencia mundial del siglo XXI.
Y esta visión entronca con la continuidad de formulación teórica de
George Kennan en 1947 de la denominada “contención”. 6 Si bien
esta doctrina implicaba lograr un “equilibrio de poder” con la Unión
Soviética durante la guerra fría, ha conocido actualizaciones y
readaptaciones al contexto del Medio Oriente. Estados Unidos intentó
“contener” a Irak apoyando el régimen del Sha de Irán y después a la
República Islámica de Irán apoyando a Saddam Hussein en la
invasión de 1980. Luego buscó mantener un balance de poder entre
ambos en la década del ochenta y que ninguno pudiera acceder a la
hegemonía regional amenazando los intereses de Estados Unidos. En
la década del noventa, a instancias del ex embajador estadounidense
en Israel, Martin Indyk, la Casa Blanca redefinió la estrategia para
aislar simultáneamente a ambos países y provocar un cambio de

3
Ver especialmente "A Clean Break: A New Strategy for Securing the Realm" de agosto de 1996
(http://www.israeleconomy.org/strat1.htm ) y los textos publicados por el American Enterprise Institute-
AEI (www.aei.org).
4
Ver especialmente Brieger, Pedro; “Guerra Santa o lucha política”. Ed. Biblos, Buenos Aires 1996.
5
Said, Edward; Orientalismo. Ed. Libertarias, Madrid 1990; pag 31.
6
Kenan, George; “The sources of Soviet Conduct”, en Foreign Affairs, vol. 25, julio 1947.
régimen en Bagdad. 7 Esta estrategia pasó a ser conocida
posteriormente como la estrategia de “contención dual”. 8
En 1995 un informe del Departamento de Defensa definía los criterios
de lo que consideraba como vital para su política exterior,
determinado por aquello que amenazaba la supervivencia de Estados
Unidos o de alguno de sus aliados, si amenazaba sus intereses
económicos o si representaba un peligro de una futura amenaza
nuclear. 9 La política de contención dual ya contemplaba una virtual
reorganización del Medio Oriente tomando en cuenta lo que no había
hecho el presidente George Bush (p) en 1991 al dejar en pie el
régimen de Saddam Hussein luego de expulsar el ejército iraquí de
Kuwait.
Los republicanos, tras ocho años de “ostracismo” en los ámbitos
académicos y refugiados en los “think tank” conservadores y pro
israelíes, retornaron al poder preparados para aplicar todo aquello
que estuvieron elaborando en esos años. Según el periodista israelí
Avi Shavit la guerra fue concebida por 25 intelectuales conservadores
de gran influencia en los resortes del poder de la Casa Blanca, la
mayoría de origen judío. Entre ellos Shavit nombra a Richard Perle,
Paul Wolfowitz, Douglas Feith, William Kristol, Eliot Abrams, Charles
Krauthammer. 10 El atentado a las Torres Gemelas el 11 de
septiembre de 2001 sólo fue la chispa que avivó la mecha.

2. El acceso al petróleo iraquí

La necesidad de acceder al petróleo es vital para el funcionamiento de


la economía norteamericana. Estados Unidos es el país que más
petróleo consume en el mundo, alrededor del 25 por ciento de la
producción total, y algunos estudios sostienen que si tuviera que
producir lo que consume sólo tendría petróleo para cuatro años. 11 A
las reservas de petróleo probadas en Irak de 112,5 mil millones de
barriles hay que agregarle 250 mil millones que muchos expertos
señalan como existentes en su territorio aún sin explotar, lo que
igualaría la producción de Arabia Saudita, primer productor mundial
de petróleo. 12

7
Indyk, Martin; “Special Report: Clinton Administration towards the Middle Eas”t, Washington Institute
for Near East Policy, Policywatch Nº 84, Mayo 1993
8
Ver Brieger et al. “Estados Unidos y la contención dual”. Presentado en las Terceras Jornadas de Medio
Oriente del Instituto de Relaciones Internacionales (IRI) de la Universidad Nacional de La Plata,
noviembre 2000.
9
Fuente: Department of Defense, Office of International Security Affairs, United States Security.
Strategy for the Middle East, Washington DC, May 1995, Pág. 5. Citado por Lieber, Robert, "US Middle
East policy in the Clinton second term". En Middle East Review of International Affairs (MERIA) Center
for
Strategic Studies, Bar-Ilan University, Israel, Vol. 1, N° 71, enero 1997.
10
Haaretz, 5 de abril 2003.
11
www.ecoportal.net/noti/notas966.htm
12
Paul, James; “Oil in Irak: the Heart of the crisis”. En Global Policy Forum, Dic. 2002,
www.globalpolicy.org
Esto explica la importancia del control energético del Medio Oriente
donde se encuentran más del 65 por ciento de las reservas de crudo
controlado por los países árabes que forman parte de la Organización
para la Producción y Exportación del Petróleo (OPEP), que es la que
fija los precios del crudo.
Las empresas británicas y norteamericanas controlaron el petróleo
iraquí hasta su nacionalización en 1972 y –desde entonces- bregaron
por retomar su control. La desclasificación de documentos secretos
muestran que en el viaje que Donald Rumsfeld realizó a Irak en
diciembre de 1983 éste le planteó a Saddam Hussein la construcción
por parte de la empresa Bechtel de un oleoducto que fuera hasta el
puerto de Aqaba atravesando Jordania y eludiendo el Golfo Pérsico, y
que Rumsfeld se lo informó al secretario de Estado George Schultz,
que había sido presidente de Bechtel. El tono de los documentos
muestra claramente que los noventa minutos de la reunión entre
Saddam Hussein se desarrollaron en un clima distendido y que le
reunión significaba un “importante punto de inflexión en el desarrollo
de las relaciones entre Irak y Estados Unidos y será de gran beneficio
para la postura de Estados Unidos en la región”. 13 Saddam Hussein
incluso estaba dispuesto a negociar con los israelíes para que
permitieran la construcción del oleoducto a pesar de que éstos habían
destruído su reactor nuclear de Osirak en 1981, lo que fue vivido por
el presidente iraquí como un “cuchillo en la espalda” después de que
éste llevara adelante la guerra contra Irán que era una “amenaza”
para toda la región. 14
Debido al férreo bloqueo contra Irak después de la Guerra del Golfo
de 1991 la posibilidad de realizar negocios con el régimen iraquí eran
escasas. Varias empresas de países competidores tuvieron una
relación comercial con el régimen de Saddam Hussein y su objetivo
era esperar el levantamiento del bloqueo para iniciar un proceso de
desnacionalización del petróleo iraquí. Es así que la rusa Lukoil, la
francesa TotalFinaElf y la Corporación Nacional de Petróleo China
tenían planes de grandes inversiones en la reconstrucción tecnológica
y productiva de Irak. En 1998, Kenneth Derr, uno de los directivos
máximos de Chevron, dijo “Irak posee grandes reservas de petróleo y
gas, reservas que me encantaría que Chevron tuviera acceso a
ellas”. 15 Consciente de la competencia que se abriría en condiciones
“normales” del levantamiento del bloqueo en ese mismo discurso
Derr apoyó su continuidad. Para la época, Condoleeza Rice, la
Asesora de Seguridad Nacional de George Bush, formaba parte del
directorio de Chevron.
En marzo de 1999 se realizó en Nueva York una conferencia sobre los
recursos energéticos de Irán e Irak. Allí, John Fletcher, de la

13
Fuente: Departament of State, Secret, AN: 0830753-0374. www.usaid.com
14
Estas novedosas declaraciones de Saddam Hussein fueron hechas por su traductor personal Sa´adun Al-
Zubaidy, diario Haaretz (Israel), 06.11.03
15
Idem.
canadiense Ranger Oil Ltd. señalaba que se necesitaban 30 mil
millones de dólares de inversión en Irak para que este país pudiera
recobrar su producción normal una vez levantadas las sanciones.
Fletcher, quien ya había negociado contratos en Irak daba una clara
señal de quiénes serían aquellos que podrían participar de la
reconstrucción y quiénes quedarían afuera. 16 La lectura que ya se
podía hacer en esa época es que si se levantaba el bloqueo las
empresas estadounidenses y británicas quedarían fuera del negocio
de la reconstrucción y de la reconversión tecnológica. Por esta razón,
la única vía que tenían estas empresas para apoderarse del petróleo
iraquí era por medio de una guerra que destituyera el régimen de
Saddam Hussein y planificara la reconstrucción iraquí sobre nuevas
bases. No es casual que además del presidente Bush, su vice Dick
Cheney y el Secretario de Defensa Donald Rumsfeld varios
funcionarios de primera línea de entorno de Bush estuvieran ligados
en algún momento a empresas vinculadas al rubro energético. Pocos
meses después de finalizada la guerra el ex canciller británico Robin
Cook se preguntaba “por qué las autoridades de la coalición le están
pagando a la Halliburton –con su ya famosa relación con el
vicepresidente Dick Cheney- U$S 1,59 por galón de petróleo si la
compañía nacional iraquí pide 98 centavos” 17 en clara alusión al
negocio que están realizando las empresas estadounidenses al
amparo de la ocupación.

3. El control estratégico del Medio Oriente

El equilibrio regional existente entre Estados Unidos y la Unión


Soviética se quebró mucho antes de la desaparición de la URSS
debido al giro de apertura hacia Occidente realizado por la mayoría
de los estados árabes. 18 Lo que la Guerra del Golfo de 1991 permitió
fue un mayor acercamiento militar estadounidense concreto al Medio
Oriente, acentuado aún más por la invasión a Irak como objetivo
estratégico. Cuando el Secretario de Defensa Donald Rumsfeld dijo a
fines de 2002 que la guerra “tenía nada que ver con el petróleo” 19 en
cierto sentido estaba diciendo la verdad; el objetivo de Estados
Unidos era muchísimo más amplio que el control de las reservas de
petróleo iraquí, aunque lo incluyera. Desde el control del petróleo
pasando por la presencia militar en la región y un acuerdo de paz
entre israelíes y palestinos que claramente favorezca a los primeros,
el proyecto regional de la administración Bush es un rediseño del
Medio Oriente y el mundo islámico en su conjunto.
En septiembre de 2002 en su discurso ante las Naciones Unidas el
presidente Bush fue muy claro al expresar su “visión” del Medio
16
Citado por la Agencia Reuters, 4 de marzo 1999.
17
Cook, Robin; “La salida de Irak”, en Página/12, 07.11.03
18
Ver Brieger, Pedro; Medio Oriente y la Guerra del Golfo, el conflicto árabe-israelí. Ed Letra Buena,
Buenos Aires 1991, pp. 55-61.
19
Citado por CBS News, 14.11.02.
Oriente cuando dijo que “el pueblo de Irak se puede sacar de encima
su cautiverio y un día podrán sumarse a un Afganistán democrático,
una Palestina democrática y las reformas inspiradoras a lo largo del
mundo islámico”. 20
El periodista del New York Times Thomas Friedman, siempre tan claro
al exponer la “visión” norteamericana, escribió un artículo –con el
sugestivo título “Arreglando el mundo”- al comenzar la guerra, que se
“identificaba” con la visión de “terminar con la tiranía de Saddam
Hussein y construir un Irak más democrático y decente”. Y “si se hace
bien –explicaba Friedman- sería muy importante para el futuro del
mundo árabe-musulmán” 21. Quien mejor explicó los motivos globales
de la guerra contra Irak fue el ex presidente Jimmy Carter en un
artículo publicado el 10 de marzo en el New York Times al criticar a la
administración Bush porque su objetivo era “cambiar el régimen y
establecer una Pax Americana en la región, tal vez ocupando el país
por una década”. 22 No cabe la menor duda de que uno de los
objetivos regionales es consolidar la hegemonía norteamericana
apoyada en la solidez de los lazos con el Estado de Israel, gobernado
por un primer ministro de extrema derecha con una visión imperial
similar a la de George Bush 23 y que a principios de la década del
ochenta manifestaba su disposición de atacar a la mismísima Unión
Soviética. Para el intelectual palestino, y miembro del parlamento
israelí, Azmi Bishara “la único “Hoja de Ruta” en la mente de la
administración de Estados Unidos es la que lleva de Bagdad a
Jerusalén pasando por Damasco y Beirut y cualquier ciudad y pueblo
que se oponga a los dictados de Estados Unidos”. 24
El nuevo eje regional de ocupación, Irak-Afganistán, recuerda el
Pacto de defensa multilateral de 1955, también elaborado en Estados
Unidos y conocido como el Pacto de Bagdad, que tenía como principal
objetivo evitar la creciente influencia soviética y estaba estructurado
alrededor del eje Turquía-Irak-Irán y Pakistán. Vale la pena recordar
que la aprobación de ese Pacto por el gobierno de Nuri el Said fue
uno de los motivos que desencadenaron la revolución de 1958 que
derribó la monarquía iraquí.
Derrocado Saddam Hussein, instaladas las tropas norteamericanas en
Irak y Afganistán, la Casa Blanca ha logrado también cercar
militarmente a Irán, un régimen en la mira desde la revolución
islámica de 1979. Más de veinte años han pasado y la Casa Blanca
ha intentado por todos los medios destruir el régimen de los
“ayatolas”: financió la invasión de Saddam Hussein en 1980, buscó
luego que Irak e Irán se destruyeran entre sí, lo ubicó en la lista de
los estados que exportan terrorismo”, y en el “eje del mal” junto con

20
Citado por Cirincione, Joseph; “The New American Colonialism”. En San Francisco Chronicle,
23.02.03
21
Friedman, Thomas; “Arreglando el mundo”, New York Times, 16-03-03
22
Jimmy Carter, “Just war, or a Just war? New York Times, 10.03.03
23
Martín Muñoz, Gema; Irak, un fracaso de Occidente. Ed. Tusquets, Barcelona 2003. Página 271.
24
Diario Al Ahram (El Cairo), 10-16 de abril, 2003.
Cuba, Irak y Corea del Norte. Ahora está dispuesto a utilizar la
fórmula que ha implementado contra Irak, la “guerra preventiva”,
que le permite atacar un país si considera que éste representa una
amenaza a sus intereses. Sin embargo, el Irán de hoy no es el
mismo de 1979. Jumeiní murió hace varios años y las luchas por su
sucesión desgastaron al régimen. La efervescencia revolucionaria
dejó lugar a un lenguaje moderado y las pintadas “antiimperialistas”
que se podían ver en pleno centro de Teherán desaparecieron. Lejos
quedan los días de noviembre de 1979 cuando los estudiantes
revolucionarios tomaron la embajada de Estados Unidos durante 444
días para denunciar la intervención de la CIA. La nueva generación
de jóvenes crece buscando el mundo por internet, se rebela contra la
tutoría de los clérigos, conoce al Sha sólo por fotos y ha pasado por
un lento proceso de despolitización. Por eso en la Casa Blanca
sueñan con llevar de regreso al hijo del Sha depuesto en 1979. Si
volvió el rey de Afganistán después de 40 años de exilio de la mano
de las tropas norteamericanas porqué no podría repetirse un
escenario similar en Irán, se preguntan en la Casa Blanca. En este
sentido la guerra también ha sido un éxito porque
Estados Unidos ha logrado instalar sus tropas en las fronteras de
Irán, y estando en Irak y Afganistán tiene casi cercado al gobierno de
Teherán.
Los países árabes -a pesar de su rechazo al régimen de Saddam
Hussein- pasaron de posturas ambivalentes a una condena a la
invasión y posterior ocupación de Irak. Después de más de diez años
de bloqueo los gobiernos árabes no podían aceptar la guerra contra
Irak. Primero, porque implicaba un ataque a un país árabe.
Segundo, porque los planes estadounidenses para un
reordenamiento regional del Medio Oriente contemplan los intereses
norteamericanos y del Estado de Israel, y relegan otra vez la
aspiración palestina a un Estado independiente. Tercero, porque la
afinidad ideológica entre un gobierno republicano poblado de
representantes de lobbies y organizaciones pro israelíes y el gobierno
de Ariel Sharon son tan estrechas que el mundo árabe y musulmán
está convencido de que detrás de la guerra está la mano del Estado
de Israel. Cuarto, porque en el mundo árabe-islámico nadie duda
que Estados Unidos está detrás del control del petróleo iraquí, lo que
seguramente afectará a los otros países productores y exportadores
de petróleo.

4. La necesidad de debilitar a la Unión Europea

En agosto de 2000 el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, visitó


Irak para darle un nuevo impulso a la OPEP y evitar las presiones de
Estados Unidos para bajar el precio del crudo que en ese momento
orillaba los 30 dólares. El petróleo se compra y se vende en el
mundo en dólares. Sin embargo, la mitad de las exportaciones de
gas ruso ya se realizan en euros y varios países miembros de OPEP
analizaban antes de la guerra el paso de sus transacciones al euro,
suficiente alarma como para revertir una situación desfavorable a la
economía estadounidense. Casi todas las transacciones
internacionales, la mitad de las exportaciones y dos tercios de las
reservas globales en divisas se hacen y están en dólares 25. El
comercio petrolero en dólares es un pilar básico de ese sistema
internacional. Después de la ampliación del 2004, la Unión Europea
tendrá 450 millones de habitantes y comprará más de la mitad del
crudo de la OPEP, e Irak fue uno de los primeros países en realizar
sus transacciones en euros aprovechando la disparidad de la moneda
a favor del euro, al igual que Irán. China ya ha comenzado a
diversificar sus monedas y –según la revista Business Week también
el Banco Central de Rusia incrementó sus reservas en euros 26
Frente a esta situación no alcanza con la recuperación
macroeconómica de la economía estadounidense para revertir la
tendencia que pueda significar un gradual traspaso al euro.
Olga Butorina, del Instituto de Europa de la Academia de Ciencias de
Moscú afirma que “es más que probable que Estados Unidos hará uso
de los numerosos medios de que dispone, incluido los
extraeconómicos, para impedir un paso masivo de la utilización del
dólar a favor del euro”. 27 En este contexto la guerra era una
excelente manera de reafirmar su hegemonía militar y política como
paso para la recuperación económica aunque el euro, que llegó a
estar por debajo de los 85 centavos de dólar a mediados de 2001 y a
comienzos de noviembre 2003 se situaba a 1,15 dólares 28.
La enorme ventaja militar de Estados Unidos sobre las demás
potencias no debe ocultar el hecho de que la competencia económica,
en particular con la UE, está mucho más equilibrada. Disipada la
euforia que rodeó el boom norteamericano de fines de los 90, y al
salir a la luz sus componentes de especulación y de fraude liso y llano
(como en el caso Enron), los elogios a la “Nueva Economía”
norteamericana —cuyo rendimiento, al decir de Alan Greenspan,
presidente de la Junta de Reserva Nacional, le permitía “trascender la
historia” — se han desinflado junto con la burbuja de Wall Street.
No es casual que la Casa Blanca haya otorgado por vía de la Agencia
Internacional para el Desarrollo (AID) la reconstrucción de
aeropuertos, centrales eléctricas, caminos, puentes, infraestructura
de trenes, puertos, agua potable, cloacas, escuelas y centros
médicos, sistema de irrigación y los edificios gubernamentales
semanas antes del comienzo de los bombardeos y mientras las
Naciones Unidas debatían la manera de evitar la guerra. 29 La
economía y la guerra, como siempre, van de la mano.

25
Poch, Rafael; La Vanguardia, febrero 2003. En El Economista de Cuba,
www.eleconomista.cubaweb.cu
26
Business Week , 17 de febrero 2003.
27
Citado por Poch, Rafael (cita 25).
28
La Jornada, México, 9 de noviembre 2003.
29
Ver toda la documentación de las licitaciones para la reconstrucción de Irak en www.usaid.com
El panorama que se abre en el Medio Oriente a raíz de la invasión y
posterior ocupación de Irak es sumamente complejo y conflictivo, y
seguramente la permanencia de las tropas anglo-norteamericanas en
Irak incrementará el rechazo a toda la política de Estados Unidos
convertida, ahora también, en una potencia colonial.

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