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“AÑO DEL DIALOGO Y LA RECONCILIACIÓN NACIONAL”

CURSO :

CATEDRÀTICO :

ALUMNA :

SECCIÓN :“ ”

1
INTRODUCCIÓN

El presente trabajo monográfico, titulado Policía Nacional del Perú, tiene como
objetivo, desarrollar la importancia que posee esta institución en la seguridad
interna de nuestro país. Asimismo, analizar la historia y el proceso de unificación
como precedentes de la actual situación organizacional de la mencionada
institución; dar a conocer las funciones que cumple, para poder formular el
cuestionamiento de que, si efectivamente se llevan a cabo dichas atribuciones
que se les otorga. Igualmente es relevante comparar en la actualidad las
funciones de los efectivos policiales frente a la aceptación o la conformidad de la
sociedad con dicho actuar, además de realizar y plasmar en este trabajo un
diagnostico general en los distintos ámbitos que abarca esta institución.

La estructura de esta monografía consta de tres capítulos, el primero de ellos data


de la historia y el proceso de unificación que sufrió esta entidad, seguidamente en
el segundo capítulo se desarrollará las generalidades y dentro de este marco se
detallaran las funciones, atribuciones, fines y propiamente la organización
orgánica.

Se acudió a fuentes importantes como las bibliográficas, electrónicas, dispositivos


legales y por añadidura la realización de una pequeña encuesta a efectivos
policiales que actualmente ejercen su profesión.

La finalidad de esta breve introducción es despertar el interés en la lectura que se


efectuará, esperando ser de agrado completo. Y realizo un agradecimiento a los
que colaboraron con la realización de esta investigación monográfica.

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ÍNDICE

PÁG.
INTRODUCCIÓN 02
DEDICATORIA 03
CAPITULO 1: HISTORIA 04
1. En el principio de la Policía Nacional del Perú 04
1.1 En el Orden Incaico 04
1.2 En el Orden Hispano 06
1.3 En el Orden de la Primera Republica 09
1.4 Los primeros Custodios 10
1.5 Los primeros Cuerpos Policiales 12
1.5.1 Creación de la Gendarmería Nacional 12
1.52 La Reforma Policial de 1873 13
1.5.3 En Defensa de la Patria 14
1.6 La Reforma Policial de Leguía 14
1.7 La Policía Moderna 18
1.7.1 El proceso de unificación de las Fuerzas Policiales 22
1.7.2 Nacimiento de la Policía Nacional del Perú 23
CAPITULO II: MARCO GENERAL
2. Objeto 25
2.1 Definición 25
2.1.1 Visión 25
2.1.2 Características 26
2.1.3 Fundamentos 26
2.1.4 Funciones Básicas 27
2.1.5 Finalidad Fundamental 27
2.1.6 Dependencia Orgánica 27
2.1.7 Símbolos y Distintivos 27
2.1.8 Representación ante instituciones y prestación de 27
servicios
2.2 Funciones 28
2.3 Atribuciones 29
2.4 Facultades 30
2.5 Estructura Orgánica 30
2.6 Escalas y Empleos 31
CAPITULO III: DIAGNÓSTICO INSTITUCIONAL
3. Diagnóstico 33
3.1 Doctrina Policial 33
3.2 Sistema Educativo Policial 33
3.3 Marco Normativo 33
3.4 Comisarias 33
3.5 Relaciones con la Comunidad 34
3.6 Política de personal 34
3.7 Bienestar 34
3.8 Salud 35
CONCLUSIONES 36
RECOMENDACIONES 37
BIBLIOGRAFIA 37

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DEDICATORIA:

Agradezco a Dios por


haberme guiado, y dedico
este trabajo a mis padres,
mis compañeros y a nuestro
Docente por darnos las
pautas necesarias y por sus
sabias cátedras que nos
brinda.

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CAPITULO I: HISTORIA

1. En el principio de la Policía Nacional del Perú.


'La historia no sólo nos permite guardar memoria del pasado, nos proporciona
una imagen de quiénes somos y de quiénes queremos ser, pues la historia
no es solo un recuento de hechos ocurridos, es una profunda reflexión
sobre lo que se hizo, para tener mejor perspectiva de lo que se hace y de lo
que se quiere hacer.
Más allá de los avatares de las instituciones policiales del pasado, de sus
circunstancias políticas sociales y culturales en las que tuvieron que
desenvolverse, siempre se mantuvo el continuo compromiso de proporcionar
orden y seguridad al colectivo nacional deseoso de una convivencia
armónica al amparo de la Ley" .
La institución policial peruana tiene larga data en nuestra historia, y es que el
ejercicio de la función policial es necesario en la medida en que los seres
humanos decidieron consumir colectividades como una forma de optimizar
sus posibilidades de supervivencia y obtener la seguridad necesaria para el
tranquilo transcurrir del ciclo vital de cada individuo.
Alrededor de proporcionar seguridad es que se esboza la génesis de la
función policial, que con el paso del tiempo y el consiguiente desarrollo de los
colectivos humanos, se va haciendo más compleja en la medida en que
también la organización de las colectividades humanas se hacen complejas.
No resulta descabellado remontar el ejercicio de la función policial a
tiempos prehispánicos, aunque es atinado decir que su ejercicio es poco
diferenciado, ya que en dichas sociedades se carecía de una institución que
asuma específicamente tal función. El poder desarrollar señoríos
regionales significó el estructurar un sistema de control social en donde lo
policial aparece como un componente funcional de los atributos de poder del
grupo que asumía la conducción de estos estados prehispánicos.
Componente necesario del poder para establecer y mantener un orden entre
los individuos de cada sociedad en función a normas reguladoras de la
convivencia, donde aspectos de carácter religioso y moral tuvieron también
un peso significativo de cara a este objetivo.

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La elocuente iconografía felínica de Chavín nos permite apreciar la magnitud
de lo religioso para garantizar el orden, aspecto que pueden apreciarse en
los demonios voladores que cortando cabezas nos dejaron los textiles
Paracas y siglos después los ceramios Nazca, aspecto terrible que se repite
en la iconografía Moche con sus combates sagrados y vencidos
sacrificados, o las pétreas deidades de Pucará exhibiendo cabezas
degolladas como parte su representación iconográfica. Escenas con terribles
deidades que mantienen un orden sagrado de implicancias vitales para la
subsistencia de dichas sociedades, más aún si se tiene en cuenta que las
características ecológicas y geográficas del territorio peruano no son nada
fáciles. Es una cosmovisión donde el orden es integral y no admite
distinciones entre lo sagrado y lo profano.
Estos Estados regionales ejercían su poder coercitivo a fin de optimizar la
producción agrícola para la consiguiente redistribución además de cohesionar
a las etnias en base a garantizar la reciprocidad como pauta de interrelación
tanto individual como grupal. Ello exigía además de cuestiones
religiosas y morales, el contar con individuos especializados en el uso de la
tuerza, sea para agredir y defenderse de los foráneos como para controlar y
garantizar el orden al interior.
Cuando el desarrollo estatal de las sociedades prehispánicas se hace más
complejo a consecuencia de políticas de corte expansionista que buscaban el
control del recurso hídrico y el dominio absoluto de la economía vertical
(propio del ecosistema andino y sus diferentes pisos altitudinales), con el cual
incrementar su capacidad productiva para redistribuciones a gran escala que
sirvan de soporte a la capacidad de gestión y de dominio del grupo dirigente,
es entonces que aparecen con mayor nitidez los esbozos de funcionarios
policiales, de cara a mantener el orden sobre el que se basa la vigencia de
tales Estados dentro del sistema de control social estructurado.

1.1 En el Orden Incaico


Serían los Incas, los que con su asombrosa organización social darían
pie a perfilar con mayor nitidez y especificidad a quienes van a ejercer la
función policial. Desarrollaron un sistema de control social que
empezaba en el Puric o padre de familia y terminaba en el Curaca o

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señor local, quien a su vez estaba sujeto al control de los Apunchic o
Cápac Apo, gobernadores regionales sujetos a su vez a la vigilancia y
fiscalización de los Tucuyricuy (los que todo lo ven y lo oyen), que
cuidaban por el orden y el cumplimiento de las normas de conducta
social más deseables para una convivencia ideal a base de la
reciprocidad, con miras siempre a obtener una buena producción para
redistribuir.

1.2 En el Orden Hispano


La llegada de los españoles trajo consigo el derrumbe del sistema
incaico y la instauración del orden colonial. Serían ellos quienes
introdujeron sus instituciones de control social que en cuanto a lo
policial, diferían enormemente de lo hasta ese entonces desarrollado por
las sociedades prehispánicas.
En principio, el ejercicio de la función policial correspondía más a un
contexto urbano, perfilado con mayor nitidez como respuesta a la
necesidad de regular la convivencia de los cohabitantes del espacio
citadino. En este sentido, los españoles eran herederos y portadores de
una tradición urbana greco romana, la ciudad concebida como un
espacio para el asentamiento humano de individuos que gozaban de
cierta igualdad en su condición de ciudadanos a diferencia de la ciudad
prehispánica que era más un centro administrativo, religioso y de
producción especializada, cuyos habitantes no eran individuos sino
colectivos diferenciados y articulados socialmente.
Ello significó también un orden legal diferente, escrito y complejo en la
medida que era compleja la tradición configurada a partir de la "polis"
griega de la que etimológicamente proviene el término policía, y que
mantuvo su vigencia en la "civitas" romana, para prolongarse en los
"burgos" de fines del medioevo.

El sentido de regular la convivencia encerraba un sentido


individual propio de Occidente, se trataba de gobernar la ciudad y sus
habitantes, de hacer "política" y tener "policía". Si bien había

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diferencias de estatus entre unos y otros, existía un punto de
convergencia como habitantes del espacio urbano. Esta dimensión
secular propiciada por la tradición urbana occidental permitió
desacralizar el ejercicio de la función policial, aunque lo religioso y lo
moral no le eran indiferentes en cuanto al ámbito de su
competencia, pues se trataba de ciudadanos cristianos vasallos de
un Rey Católico.
Estas diferencias explican el sentido de las instituciones policiales
que trajo consigo el orden colonial, asumido inicialmente por el
Cabildo. Los conquistadores a su paso comienzan a fundar
ciudades sobre los antiguos asentamientos nativos. Al erigirse la
Ciudad de los Reyes como capital de la Gobernación de Nueva
Castilla en 1535, el Cabildo invistió como su primer Alguacil Mayor
a Martín Pizarro, deudo del Conquistador Francisco Pizarro, con la
misión de guardar el orden y velar por las buenas costumbres.
Debía también perseguir a los soldados delincuentes, dar cuenta
de las pendencias que por juego o bebida se daban así como dar
fin a los duelos, batir a los negros cimarrones y capturar a los
fugados además de vigilar la cárcel, en suma dar cumplimiento a lo
bandos de carácter policial que emanaban del Cabildo. Para el
ejercicio de sus funciones organizaba y realizaba rondas nocturnas
con la participación obligada de los vecinos de reconocida
honorabilidad. Su labor era secundada por otros
funcionarios como los Alguaciles Menores y Alguaciles de
Campo, éstos con jurisdicción en los caminos, tambos y pueblos
aledaños. La problemática que afectaba a la seguridad y al orden de
la época en que el Perú era una Gobernación española
regentada por los conquistadores encomenderos, obedecía a la
violencia que sirvió de marco a este proceso de instauración del
dominio hispano sobre las sociedades nativas, y que se
constituyó en el marco de la vida cotidiana, el lenguaje recurrente
para la protesta de quienes quedaron al margen de los beneficios de
la conquista, de allí que la soldadesca no pudo avenirse a la vida quieta

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de la ciudad, teniendo en ella y en el campo el espacio donde ejercer su
descontento mediante raterías y pendencias.

El marco violento para una sociedad nacida de la conquista, se dejaba


entrever en la interacción que sobre el eje de la dominación articulaba a
los tres principales grupos humanos que componían el espectro social
de la colonia: españoles, indios y negros. En el caso de la población
negra, la dominación era sumamente abierta y desenfadada en la
medida en que era una situación de larga data, nos referimos a la
esclavitud negra. Los negros llegaron al Perú como esclavos para
servir en la guerra primero, para labores domésticas y agrícolas luego.
Sin embargo su actividad no iba acompañada de contento ni
resignación, de allí sus constantes fugas para en el monte formar
"palenques" desde donde intentaban tener autonomía, cultivando
pequeños huertos y constituyendo bandas de salteadores que
atacaban en los descampados a los viajantes o en los campos a las
haciendas.
La población indígena en su estatus de vasallos tutelados por la
autoridad hispana trataría de asimilar el impacto de la conquista,
impacto que ocasionó desde una reafirmación nativista que rechazaba
todo contacto con lo español, especialmente sus valores religiosos
(como el caso del Taki Onkoy y el Moro Onkoyen el sur andino) hasta
el rechazo a su incorporación como mano de obra disponible para
el sistema productivo colonial, (expresado en las fugas y el
consiguiente vagabundeo además del suicidio). La ciudad les
ofrecería refugio. y en ella sacarían provecho de su condición de
vasallos para quienes existía una paternal legislación a la que
recurrían para maniobrar con mejores posibilidades en la rígida
sociedad colonial, sin embargo no se verían ajenos a protagonizar a
futuro serias revueltas que alteraron en más de una ocasión el orden
del Virreinato.

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Pero los grandes marginados serían las castas que producto del
mestizaje fueron aumentando en número y que asentadas en la
ciudad constituirían la plebe urbana. Los vástagos mestizos de negros,
indios y españoles introdujeron tensiones interétnicas que se
manifestaban violentamente en la vida cotidiana. Los callejones en los
arrabales de la ciudad, las tabernas y chinganas como las pulperías
eran los puntos de encuentro de estos personajes de picaresca:
pandilleros, matones, ladrones, truhanes y prostitutas, vagabundos,
mercachifles y mendigos. La rivalidad interétnica propiciada por la
administración colonial además de la propia condición de
marginalidad y pobreza en la que se encontraban serían el caldo
de cultivo para este mundo lumpenesco.

1.3 En el Orden de la Primera Republica


La independencia sustituye al Orden Colonial con el Orden
Republicano; se quiso convertir a los vasallos en ciudadanos de una
República, el problema es que dicho anhelo parecía un ideal lejano por
lo adverso de las condiciones sociales y políticas del país. Los
principios liberales difícilmente tendrían arraigo en la sociedad peruana
que estructuralmente no cambió como si lo hizo el régimen político. La
anarquía que sucedió a las guerras de independencia con la zozobra del
aparato estatal propiciada por el caudillismo no integró al país ni mucho
menos le brindó la estabilidad suficiente para establecer
instrucciones gubernamentales que garanticen la vigencia de la ley y del
orden. En esas condiciones, el aspecto policial poco pudo evolucionar
institucionalmente, más no por eso su función dejó de ejercerse. Por
el contrario, se hacía más que necesaria en aquellos tiempos.

Luego de la proclamación de la independencia del Perú en 1821 por el


Libertador General Don José de San Martín se crea la "Milicia
Cívica", con la finalidad de mantener el orden público, teniendo como
Inspector General a Don José Bernardo de Tagle y Portocarrero,
Marqués de Torre Tagle, quien posteriormente ejercería el Supremo
Gobierno entre

10
1823 - 1824, con el título de Supremo Delegado (19 de enero al 21 de
agosto de 1822). Posteriormente entre 1822 y 1823 se norma a los
servicios de policía poniéndolos a cargo de "Comisarios" y
"Decuriones", manteniendo como apoyo a los viejos “Alcaldes de
Barrio". También apareció en esta época una policía secreta conocida
como la Brigada Civil, la que tenía como misión dar cuenta de aquellos
que conspiraran contra la causa de la Independencia, con agentes
infiltrados en la administración del nuevo gobierno como en el mismo
Ejército.
En la Constitución Política de 1823, el naciente Estado peruano pone el
ejercicio de la función policial bajo competencia del Ministerio de
Gobierno. Si bien se establecía que para mantener la seguridad y el
orden público, las Municipalidades tuvieran a cargo la •Policía de
Orden", también se aclaraba que "construyen la Fuerza Armada de
Tierra: el Ejército de Línea, la Milicia Cívica y la Guardia de Policía", esta
última debía crearse en todos los Departamentos que lo exijan, conforme
a sus necesidades.

1.4 Los primeros Custodios


Las guerras de independencia trajeron consigo un desorden que volvió a
la población proclive a la militarización, además de reforzar la
tradición autoritaria, síndrome actitudinal resultante del proceso social
peruano, aspectos que ya venían incubándose desde la época colonial.
No es de extrañar entonces, el ribete castrense que adquirieron estas
fuerzas policiales, más aún si en el imaginario republicano de los
Libertadores, pesaba la imagen de los milicianos franceses
defendiendo la causa de la Revolución frente a la reacción monárquica
del resto de Europa: se buscaba comprometer a los nuevos ciudadanos
en la defensa del nuevo orden, por ello Bolívar mediante decreto del 07
de enero de 1825, convirtió a la Milicia en Guardia Nacional, con el fin de
conservar el orden público en cada una de las regiones y pueblos,
constituyendo también la reserva del Ejército.

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El 9 de diciembre de 1826, se expide la Constitución Vitalicia, que en
uno de sus artículos establecía que la función policial se independizaba
del gobierno municipal (que era rezago de la época virreinal), pasando al
Ministerio de Gobierno por intermedio de las Prefecturas e Intendencias.
El 20 de enero de 1827 se dictó un "Reglamento Provisional de
Policía", manuscrito y rubricado por el propio Presidente del Consejo de
Gobierno de la República Peruana Mariscal Don Andrés de Santa Cruz
Calaumana.
En 1834 reaparecen los "serenos", adecuadamente armados y
uniformados, durante el primer gobierno del Mariscal Luis José de
Orbegoso y Moncada, quienes efectuaban labores de vigilancia durante
el Virreinato. A poco, el "Reglamento de Arequipa" crea los Inspectores y
los Celadores, y las Fuerzas del Orden y Seguridad Interna pasan a
órdenes del Intendente de Policía de Lima y de los Subprefectos de
provincias.

En su segundo gobierno (1836 - 1837), el Mariscal Andrés de Santa


Cruz extendió la acción policial por todo el territorio, implantó la
contribución del Serenazgo; previamente para el pago de los
empleados llamados Serenos que prestaban una vigilancia
permanente.
El Mariscal Agustín Gamarra, promulga en 1839 en Huancayo, un
nuevo Reglamento de Policía, que mantiene al Intendente de Policía a
la cabeza de un reorganizado Cuerpo de Serenos y Vigilantes; se
establecen las categorías de Comandante, Tenientes y Cabos, Serenos
y Vigilantes; se divide Lima en diez distritos y se pormenoriza las
distintas funciones que serán de su competencia.

En 1845, el mariscal Ramón Castilla y Marquesado, en su primer


gobierno (1845 - 1851), dispone de una nueva organización de la
"Guardia Nacional", distribuyéndola en todos los departamentos,
dicta nuevas normas y una reglamentación encaminada a delimitar
funciones de las autoridades Políticas y de la Inspección General de la
expresada Fuerza.

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1.5 Los primeros Cuerpos Policiales
La prosperidad temporal que trajo consigo la explotación del guano
repercutió en una relativa estabilidad política que fortaleció al
Estado, en estas condiciones fue que para la segunda mitad del siglo
XIX es que se hacen los mejores esfuerzos para dotar de una policía
más profesionalizada, a la altura de sus homólogas del viejo continente
o de los Estados de la Unión Norteamericana. Pese a ello, no se
perdió el sesgo castrense.

1.5.1 Creación de la Gendarmería Nacional


En 1851 asume la Presidencia de la República el General don
José Rufino Echenique Benavente quien por Decreto
Supremo del 14 de abril de 185T reorganiza las Fuerzas de
Policía en un solo Cuerpo y crea la "Gendarmería Nacional
del Perú', como Fuerza Policial armada, estableciéndose
Piquetes de Gendarmes a cargo de Oficiales del ejército,
que pasaron a formar los cuadros de estas unidades; se
crearon también los llamados “Cuarteles ambulantes".
El mismo año de su creación (1852) entraron en funciones
8 Compañías de Gendarmes de Infantería y un Regimiento
de Gendarmes de Caballería compuesto de 4 Escuadrones.
Las primeras disposiciones sobre Gendarmería se promulgan
en 1853, y en 1855, el Mariscal Ramón Castilla y
Marquesado, inicia su segundo gobierno (1855 - 1862),
procediendo a reorganizar la Gendarmería, el 7 de abril de
1856: fusionando en ella los Cuerpos de Policía existentes,
estableciendo estrictos requisitos de ingreso e incrementando sus
efectivos.
Sin embargo, las necesidades del servicio, hicieron que en 1856
el Encargado del Gobierno Dr. Juan del Mar, creara una
Compañía de 120 “Celadores” para cuidar Lima.

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El 7 de agosto de 1861, la antigua organización es disuelta y se
forman en su reemplazo dos batallones, que se denominarían:
Batallones de Gendarmes de Infantería Números 1 y 2.
El Batallón de Gendarmes de Infantería N' 1, tomaría como sede
el Cuartel "Sacramentos de Santa Ana', ubicado en la calle del
mismo nombre y aledaño a la Plaza Italia, en Barrios Altos, hoy
convertido en el Centro Educativo Estatal N° 1168 "Héroes del
Cenepa', y sería el batallón que el 7 de agosto de 1919 se
denominaría "Guardia Republicana”'.

1.5.2 La Reforma Policial de 1873


En el gobierno de Manuel Pardo y Lavalle (1872-1876) primer
presidente civil, se decretó el Reglamento de Policía del 31 de
diciembre de 1873, por el que se reorganizan los cuerpos
policiales existentes, cuyos principales Capítulos tratan de la
“Organización del Vecindario”, de los "Comisarlos Urbanos y
Rurales” y de la "Fuerza Regular de Policía”, es así como nace la
Guardia Civil del Perú.

El nuevo Cuerpo Policial denominado "Guardia Civil", tendría la


labor de prestar seguridad y vigilancia a los ciudadanos, mientras
que la Gendarmería mantendría la seguridad y vigilancia de los
edificios públicos, de las cárceles y de los miembros del
gobierno.
El 9 de noviembre de 1874, el Presidente Don Manuel Pardo y
Lavalle creó la Escuela de Instrucción de la Guardia Civil, la
misma que estuvo formada por una Compañía de 50 plazas en
el Batallón de Gendarmes de Infantería de Lima.
Los grados policiales jerárquicos en la Guardia Civil
eran:

Comisario Jefe, Comandante de Guardias, Mayor de


Guardias, Inspector de Guardias, Subinspector de Guardias,
guardia de 1ª de Clase, Guardia de 2ª Clase y Corneta.

14
El 11 de diciembre de 1877, se expidió para la Policía de Lima, un
"Reglamento de Moral Pública, Correccional y Rural de la
Provincia", destinado a "terminar con la delincuencia"

1.5.3 En Defensa de la Patria


Durante la Guerra con Chile, la Guardia Civil del Perú tendría un
papel activo y notable combatiendo junto al Ejército del Perú y es
en la Batalla de Tarapacá donde sobresale el Guardia Civil
Mariano Santos Mateos cuya acción fue decisiva para que el
Ejército del Perú obtenga la victoria en dicha acción de armas.
Mariano Santos Mateos, el Valiente de Tarapacá, perteneció al
Batallón de Infantería "Guardias de Arequipa" N° 25, Unidad
compuesta por 6 Compañías de Guardias Civiles, y en esa
batalla logró capturar, para las armas peruanas, la coronela
regimentaría (bandera) del Regimiento de Infantería "2do. de
Línea" del ejército adversario siendo felicitado por su acción y
ascendido al grado inmediato superior de Inspector de Guardias
de la Guardia Civil del Perú.

1.6 La Reforma Policial de Leguía


El Estado necesitaba presencia y efectividad en cuanto a mantener el
orden y proporcionar seguridad al colectivo nacional. Una nueva reforma
policial fue la respuesta. Esta vez se trataba de una institución mejor
organizada, de mayor cobertura y profesionalizada toda vez que el
campo de lo policial ya ameritaba especialización de conocimientos de
variado tipo de acuerdo a los adelantos científicos de la época.
La determinación de un hombre por fortalecer al Estado,
aunque mediante el ejercicio autoritario del poder y el progreso
económico como norte político, de acuerdo a una particular
visión de la modernidad, inició el camino de la policía
moderna. Controvertido personaje surgido de las canteras políticas de
quienes hicieron posible la denominada República Aristocrática de
principios del siglo XX, en el segundo gobierno de don Augusto
Bernardino Leguía Salcedo se decidió reorganizarla mediante el

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Decreto Ley N° 1163 expedido el 7 de agosto de 1919.5Daba inicio
a una nueva etapa en la evolución institucional de la policía peruana,
tales reformas contemplaban el mandato de establecer una Escuela de
Policía y la creación del Cuerpo de Investigaciones, la conformación de
un nuevo Cuerpo de Guardia Civil y un Cuerpo de Seguridad además
de formar el Regimiento Guardia Republicana en base del Batallón de
Gendarmes N° 1 de Lima.
La idea inicial para "establecer una Escuela de Policía", como base para
la reorganización técnica y científica de la Policía en el Perú, se concretó
y puso en marcha al suscribirse en Madrid, con fecha 01 de octubre de
1921, el acuerdo diplomático por el que se contrataba los servicios de
una Misión de la Benemérita Guardia Civil Española a cargo del
Teniente Coronel D. Pedro Pueyo España.
Esta misión policial española, después de instalarse, se dedicó al
trabajo de planificación y formulación de los proyectos para la reforma de
la policía, entregando, al mes de su llegada, la documentación
respectiva, el 21 de enero de 1922, habiendo presentado al Presidente
Leguía y al Ministro de Gobierno y Policía Germán Leguía y Martínez, 14
proyectos de ley que comprenden el plan completo de reorganización
de los cuerpos de Guardia Civil, Seguridad y Vigilancia de toda la
república. Dicho trabajo fue de la aprobación del presidente Leguía,
quien consideró el plan proyectado en los 14 referidos
proyectos, el único hacedero para la reorganización, por sus excelentes
formas de adaptación y por la economía que, a pesar del mejoramiento
de todos los servicios, suponía.

La Guardia Civil y Policía, era una nueva Institución Policial Peruana de


naturaleza, carácter y organización militar, porque fue creada, con los
mismos principios doctrinarios de la Guardia Civil de España, por la
Misión de la Guardia Civil de España la cual trajo y aplicó los mismos
reglamentos de la Guardia Civil de España, entre estos: La Cartilla del
Guardia Civil, donde en su Art 1° señalaba, que: "El honor ha de ser la
principal divisa del Guardia Civil, debe por consiguiente conservarlo sin
mancha. Una vez perdido no se recobra jamás", así como su

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Reglamento Militar, que estaba, con respecto al Régimen del Personal,
relacionado con su situación, ascensos, beneficios y otros; su
Reglamento para el Servicio en Tiempo de Paz, en el cual la Guardia
Civil de Perú estaba organizada, al igual que la Guardia Civil de
España, en Comandancias, Sectores, Líneas y Puestos, siendo estos
últimos los que realizaban su servicio policial mediante correrías, que
llegaban hasta el último rincón del País; también su Reglamento de
Campaña, su Reglamento Interno para el aspecto disciplinario, sus
Manuales de Criminalística, de Procedimientos en Materia Criminal, de
Documentación Policial y Administrativa (se introdujeron por primera vez
los términos de Atestado, Información Sumaria y otros), la Guardia Civil
del Perú también heredó de la Guardia Civil Española su
monograma con las letras G.C. entrelazadas, pero lo más notable de la
labor de la Misión Española de Policía, fue el aspecto moral y material
que realizó en el personal, el cual fue rigurosamente seleccionado, con
buenos elementos; con presencia; instrucción mínima; porte militar y con
marcada personalidad; sujeto a una severa y rigurosa disciplina militar,
de tal modo que a todos sus integrantes, hasta el último Guardia, se
les pueda dar autoridad; con todas las garantías inherentes a su
autoridad y con estabilidad en el puesto.

Pronto los nuevos cuerpos policiales iniciaron su accionar en beneficio


de la población. Un nuevo concepto del trabajo policial se puso
de manifiesto, un concepto matizado por profesionalismo y disciplina
así como de vocación de servicio.
Como instituciones fueron eficaces agentes de la tarea integradora
del Estado, su presencia se hallaba comprometida con la
tarea de mantener el orden y proporcionar seguridad en el campo y
en la ciudad.
Prueba de ello fue la erradicación del bandolerismo que pervivía aún, y

la contención de los efectos disociadores de las fuerzas políticas


de entonces, además de dar cuenta de las nuevas modalidades
delictivas que en el marco urbano comenzaba a generarse a base de

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incorporar en la labor policial un criterio científico y técnico para su
investigación, también supieron mantener el principio de autoridad
frente al desborde de los movimientos sociales de entonces
como a las todavía persistentes intentonas golpistas, custodiando
la propiedad estatal y afirmando nuestra soberanía en las fronteras
nacionales.
Como consecuencia de la labor llevada a cabo por la Misión
Española, el gobierno dictó el 3 de julio de 1922 un Decreto Supremo
disponiendo en su parte resolutiva la creación de la "Escuela de la
Guardia Civil y Policía de la República". La finalidad fue organizar
un Cuerpo de la Guardia Civil similar a la Benemérita española,
sobre la base de las Gendarmerías de la República. También la
de formar otro Cuerpo llamado de Seguridad o de Orden Público
sobre la base de la antigua Guardia Civil Urbana y Rural así como
de fundar otro Cuerpo más, denominado de Investigación y
Vigilancia (que se encargaría de realizar la investigación de
los delitos), con los elementos aprovechables de la Sección
de Investigaciones de la Intendencia de Policía y los sargentos
primeros, licenciados del Ejército, o de los mismos que
prestaban servicio como oficiales asimilados en las Gendarmerías
existentes.
La Escuela de Policía se inauguró el 1 de noviembre de 1922 y
constaba inicialmente de tres secciones:
La 1ra., Superior de Oficiales, para los tres Cuerpos.
La 2da., de Tropa y Aspirantes a Clase de los tres Cuerpos.
La 3ra. Especial, de Aspirantes a la Sección de Investigación y
Vigilancia y su anexo de dactiloscopia.

La Escuela inicia sus actividades el 4 de noviembre de 1922,


egresando el 3 de septiembre de 1923 la primera promoción de
Guardias Civiles totalizando, hasta el de enero de 1988, 58 promociones
de oficiales.

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Los efectivos egresados de la primera promoción de la Escuela de
Policía, ocuparon las Comisarias de Lima, constituyendo el Cuerpo de
Seguridad.
El carácter dictatorial del régimen leguiísta no pudo distorsionar el
sentido profesional de las nuevas instituciones policiales, de allí que
pese al colapso de dicho gobierno, las instituciones policiales
sobrevivieron a él, superando las veleidades políticas del momento,
pues por encima de cualquier desviación facciosa, la población
reconocía la importancia y necesidad de los servicios prestados por
estas instituciones.

1.7 La Policía Moderna


El proceso de cambio de la sociedad peruana se inició, pese a que los
cuartelazos y las conjuras de partidos políticos amenazaron el sistema,
alternando dictaduras con gobiernos democráticos, luchas políticas de
las que no pudo librarse las instituciones policiales, como parte de los
conjurados o como parte de la represión de los gobernantes. La ciudad
creció desproporcionadamente y la integración del mundo rural se hizo
mayor con el proceso de migración interna experimentado, las
estructuras sociales de viejo cuño dejaban paso a una nueva sociedad
emergente, aunque ello no significó eliminar las contradicciones
sociales, en cierta forma ellas se alimentaban de la propia estructura de
exclusión social como del proceso de integración al orden económico
mundial en forma desventajosa. Ello repercutió en nuevas formas para la
delincuencia y en nuevas fuentes para generar el malestar social.
Sin llegar al caos de la primera mitad del siglo XIX, las condiciones no
eran las más estables para la fortaleza de las instituciones
democráticas de allí que el orden y la seguridad exigían cada vez más
una mayor eficacia de las instituciones policiales. Sin embargo la
policía actuó con diligencia ante los nuevos retos.
El decreto del 31 de diciembre de 1923 disolvió los Escuadrones (de
Gendarmes de Caballería) de la "Guardia de Lima" (con sede en la
"Quinta de Presa"), el "Rural de Lima" y el "Escuadrón Provincial" para
que sus efectivos pasasen voluntariamente a la Escuela a adquirir la

19
instrucción policial española que los capacitara para formar los
Escuadrones (de Caballería) de la nueva Guardia Civil.
Con el paso del tiempo, la sobre especialización marcaría la
diferenciación interna que posteriormente se institucionalizaría. Surgiría
así la Policía de Investigaciones del Perú, a partir del Cuerpo de
Investigación y Vigilancia, autonomía lograda en 1948. El regimiento
Guardia Republicana, se institucionaliza a partir de 1934. De corte
castrense, pese a su función orientada al orden interno y la seguridad
del Estado, sería comandada por oficiales provenientes del Ejército
hasta después de transcurrida la primera mitad del siglo XX. En 1944 se
unificarían la Guardia Civil y el Cuerpo de Seguridad. Se evolucionaba
de cara a brindar un mejor servicio policial.

Al igual que los defensores policiales de la Patria en la Guerra del


Pacífico, los policías de las nuevas instituciones respondieron
valientemente cuando la defensa de la soberanía nacional necesitó de
sus vidas. Durante el conflicto con el Ecuador en 1941, se dieron por
entero a la causa nacional, protagonizando hazañas en el teatro de
operaciones militares, como la toma del puesto de Carcabón y
Huabillos, y la defensa del PV Puerto Moreno, llegando al sacrificio en
aras de la Patria, corno el valiente adalid policial, el hoy Héroe Nacional
A1ipioPonce Vásquez (1906-1941).

El Decreto Supremo N° 38 del 30 de agosto de 1957, en su artículo


único, proclama a Santa Rosa de Lima, Patrona de las Fuerzas de
Policía del Perú.
El 23 de diciembre de 1969, el Gobierno Revolucionario de las Fuerzas
Armadas dictó los Decretos Leyes Nros. 18069, 18070, 18071 Y 18072,
Leyes Orgánicas de la Guardia Civil del Perú, Guardia Republicana del
Perú, Policía de Investigaciones del Perú y Servicio de Sanidad de las
Fuerzas Policiales, en los cuales se precisaban la Misión, Funciones,
Situación del Personal, Jerarquía, Régimen disciplinario y las
relaciones de cada institución policial oon los organismos públicos y
privados.

20
La Guardia Civil del Perú tenía como Misión: mantener el Orden
Público, mientras no se requiera el empleo de la Fuerza Armada, y la
prevención de los delitos y las faltas.
La Guardia Republicana del Perú tenía como Misión: vigilar las
fronteras, sujetándose a los planes de la Fuerza Armada, la seguridad
de los establecimientos penales y la seguridad de los establecimientos y
servicios públicos.
La Policía de Investigaciones del Perú tenía como Misión: investigar y
denunciar los delitos e identificar a las personas naturales.
El 30 de diciembre de 1969 se aprueba el Estatuto de las Fuerzas
Policiales integradas por la Guardia Civil del Perú, la Guardia
Republicana del Perú, la Policía de Investigaciones del Perú y el
Servicio de Sanidad de las Fuerzas Policiales. El Estatuto definía y
garantizaba los derechos y obligaciones del personal de las Fuerzas
Policiales y determinaba su situación en relación al servicio. Cada una
de las Fuerzas Policiales se desarrolló en forma autónoma e
independiente.
Por Decreto Supremo N° 003-74-IN, se crea la Dirección de Control de
Tránsito, dependiente de la Dirección General de la Guardia Civil del
Perú, como órgano doctrinario, técnico y normativo en materia de
control de tránsito pero sin mando sobre las 30 y 49 Comandancias de
la Guardia Civil del Perú - Tránsito, que estaban subordinadas a la
Segunda Región de la Guardia Civil del Perú.

Por Decreto Ley N' 21929 del 13 de septiembre de 1977 el Gobierno


Revolucionario de las Fuerzas Armadas del Perú autoriza a la Guardia
Civil del Perú establecer la Policía Femenina de la Guardia Civil del
Perú.
Mediante el Decreto Supremo N' 038-77-IN del 7 de octubre de 1977 se
crea la Policía Femenina de la Guardia Civil del Perú con la finalidad de
que, inicialmente, cumpla labores de protección al menor y para que de
apoyo a las Unidades de Policía de Tránsito y de Policía de Turismo
pertenecientes a la Guardia Civil del Perú.

21
La Resolución Directoral N' 3222-77-GCdeI28 de noviembre de 1977
autoriza el funcionamiento de la Escuela de Policía Femenina de la
Guardia Civil del Perú, fijando su sede en el balneario de San Bartolo, la
cual se inauguró el 21 de abril de 1978, habiendo egresado, hasta 1985,
ocho promociones de Guardias PF-GC.

A partir de la segunda mitad del siglo XX, las instituciones policiales se


habían perfilado diferencialmente, la Guardia Republicana encargada de
la seguridad del Estado, la custodia de establecimientos penales y la
seguridad de nuestras fronteras; la Policía de Investigaciones en
cuanto a lo que es investigar técnica y científicamente los delitos para
una mejor administración de justicia y la Guardia Civil que daba
seguridad en la ciudad como en el campo, además de mantener el
orden. Se desarrolló un respectivo sentido de identidad que generó una
competitividad por el celo profesional con que se actuaba, situación que
significó más de un problema en su eficacia operativa cuando las
instituciones policiales comenzaron a desarrollar organismos de
funciones análogas".

Por otro lado el explosivo desarrollo urbano de las ciudades de la costa


especialmente de Lima, con la sobrepoblación y marginalización de
gran parte de sus habitantes en medio de la crisis económica,
repercutió en niveles de pobreza más acentuados, caldo de cultivo
propició para la delincuencia y el crimen como para la anomia, el
arribismo y la amoralidad. Todo ello se manifestó en la aparición de
nuevas modalidades delictivas y criminales que marcaron la pauta de la
evolución de los institutos policiales, pero que estructuralmente los iba
llevando hacia el camino de una necesaria unificación.

A esto debe agregarse la incapacidad del Estado para responder a una


masa poblacional urbana cada vez más consciente de su ciudadanía y
que en virtud de ello exigía sus derechos. Esta incapacidad serviría para
que fanatizados y errados peruanos comenzaran a engendrar la
violencia más irracional y genocida que el Perú haya experimentado:

22
surgió así Sendero Luminoso y el Movimiento Revolucionario Túpac
Amaru quienes iniciaron su loca carrera de luto y sangre en 1980.

Las fuerzas policiales dieron la cara a este nuevo enemigo de la


sociedad, con el valiente sacrificio de muchos de sus miembros que
cayeron en cumplimiento del deber en más de un atentado o
enfrentamiento artero. Combatir a un enemigo tan ubicuo y sanguinario y
seguir cumpliendo con el servicio policial hizo necesario un cambio
estructural de los institutos policiales, quienes ya comenzaban a sufrir el
desgaste de la lucha contrasubversiva.

1.7.1 El proceso de unificación de las Fuerzas Policiales


Ante esta situación, a partir de 1986 se inicia una serie de
reformas que decantaron en la unificación de los institutos
policiales de entonces. La evolución de las formas delictivas y
criminales y las necesidades de orden y seguridad de la población
exigían una institución policial moderna y eficiente.
El presidente Alan García Pérez, en su primer gobierno, (1985 -
1990), inició el 14 de septiembre de 1985, al amparo de la ley
24294 aprobada por el Congreso de la República, un proceso de
reorganización de las Fuerzas Policiales.
El 4 de febrero de 1986, continuando con el proyecto
emprendido, se expidieron los Decretos Legislativos Nros. 370,
371, 372 Y 373 referentes a la Ley Orgánica del Ministerio del
Interior, la Ley de Bases de las Fuerzas Policiales, Leyes
Orgánicas de la Guardia Civil, Policía de Investigaciones y de la
Guardia Republicana.
El Decreto Legislativo N~ 371 "Ley de Bases de las Fuerzas
Policiales" sentó los pilares para la creación definitiva de la
Policía Nacional del Perú.

La citada ley establece un comando único (esto es la Dirección


General de las Fuerzas Policiales) y la formación también de un
solo centro de estudios para la preparación de los oficiales

23
policías (denominado Escuela de Oficiales de las Fuerzas
Policiales con sede en el antiguo Centro de Instrucción de la
Guardia Civil "Mariano Santos" en La campiña - Chorrillos) y de
una escuela nacional para los guardias y agentes (denominada
Escuela Nacional de Policía con sede en el antiguo Centro de
Instrucción de la Guardia Republicana en Puente Piedra).

1.7.2 Nacimiento de la Policía Nacional del Perú

El 7 de diciembre de 1988 fue promulgada la Ley 24949 del 6 de


diciembre de 1988 que modificando los artículos pertinentes de la
Constitución Política del Perú de 1979 crea definitivamente la
Policía Nacional del Perú.
Los objetivos que se buscaron fueron, entre otros, integrar las tres
Fuerzas Policiales, hacer un mejor uso de los recursos
económicos, desaparecer los conflictos que existían entre ellas
originados por "dualidad de funciones" y, sobre todo, ofrecer un
mejor servicio a la sociedad".
Con motivo de la unificación de las Fuerzas Policiales la Guardia
Civil, la Policía de Investigaciones, y la Guardia Republicana
pasaron a denominarse “Policía General", “Policía Técnica" y
"Policía de Seguridad' hasta 1991.

En 1995 Santa Rosa de Lima fue condecorada con la Orden al


Mérito de la Policía Nacional en el grado de Gran
Cruz otorgándosele además la Banda Honorífica de Generala
de la Policía Nacional del Perú, en su condición de
Patrona del instituto. En el Calendario Anual de Festividades
Institucionales de la Policía Nacional del Perú, se designó al 30
de agosto de cada año como el "Día de Santa Rosa de lima
y de la “Virtud Policial”, conforme a lo establecido en el
Decreto Supremo Nº 0027-89 Y la Resolución Directoral N°
355092 del 6 de agosto de 1992.

24
La criminalidad había también evolucionado de tal forma
que hada poco adecuado mantener dividida a la fuerza
policial, se necesitaba contundencia en la respuesta y ello
requería de unidad en el trabajo policial. Esta situación se vio
apremiada con la aparición del narcotráfico y de los fenómenos
terroristas. Se requería de una respuesta policial basada
en unidad de comando, unidad de doctrina y unidad de acción.
Hoy la Policía Nacional del Perú es una fuerza policial moderna y
eficiente, en cuanto a la realización de las operaciones
policiales, experimentada en más de 20 años de guerra
contrainsurgente y en el combate contra el tráfico ilícito de
drogas, con más de 140 mil efectivos.
El 29 de diciembre de 1999 se le da a la Policía Nacional del
Perú su Ley Orgánica. Esta institución unificada es la que
unida pudo vencer al terrorismo demencial de Sendero Luminoso
y el MRTA y que ha conseguido enfrentar con éxito el
narcotráfico, y que busca orientar su accionar dentro de un marco
democrático y de respeto a los derechos humanos, aspectos que
han sido el norte del proceso social peruano y de la región en los
últimos años.
Es una de las mayores de Latinoamérica, cuenta con importantes
unidades terrestres, aéreas y acuáticas, así como con fuerzas
especiales y comandos paracaidistas (como "Los Sinchis" de la
antigua 48' Comandancia de la Guardia Civil del Perú),
presentes en todo el territorio peruano.

25
CAPITULO II: MARCO GENERAL
2. Objeto
Según la ley Nº 27238, ley orgánica de la policía nacional del Perú, que se
fundamenta en el "artículo 166° de la Constitución Política del Perú"!! y
comprende la definición, finalidad, las funciones, atribuciones, facultades, la
organización básica, las especialidades y los regímenes de personal,
Instrucción y económico de la Policía Nacional del Perú. Los aspectos
específicos se rigen por sus respectivas leyes y reglamentos.

2.1 Definición
La Policía Nacional del Perú es una institución del Estado creada para
garantizar el orden interno, el libre ejercicio de los derechos
fundamentales de las personas y el normal desarrollo de las actividades
ciudadanas. Es profesional y jerarquizada. Sus integrantes representan
la ley, el orden y la seguridad en toda la República y tienen competencia
para intervenir en todos los asuntos que se relacionan con el
cumplimiento de su finalidad fundamental.

2.1.1 Visión
La Policía Nacional del Perú tiene como visión ser reconocida
como una institución moderna, disciplinada y eficiente al servicio
de la sociedad, con prestigio nacional e institucional:
a) Por su respeto y defensa a los derechos humanos, la
Constitución y las leyes, vocación democrática y compromiso
por fomentar una cultura de paz.
b) Por la vocación de servicio, honestidad, capacidad,
profesionalismo y liderazgo de sus integrantes.
c) Por su acercamiento e integración con la comunidad a la que
sirve y su relación y colaboración con otras instituciones del
Perú y el mundo.
d) Por su estructura flexible y versátil, así como la incorporación
y aplicación de tecnología de punta en su accionar.

26
2.1.2 Características
El Estado es la organización fundamental para la vida social
estructurada, que materializa en lo cotidiano tanto al orden como
a la justicia, a través de un marco legal por el que se regula la
convivencia entre los miembros de una sociedad.
El Estado crea a la Policía como Institución ejecutora de la
facultad de coerción estatal, de acuerdo a las leyes dictadas en
función del interés social; por lo que su actividad, función y
finalidad deben ejecutarse dentro del marco de la ley, la doctrina
y los principios generales del Derecho y de la Constitución, la
cual se orienta hacia la persona humana como fin supremo del
Estado.
2.1.3 Fundamentos
Según el Artículo 1660 de la Constitución Política del Perú, la
policía Nacional tiene por finalidad fundamental garantizar,
mantener y restablecer el orden interno. Presta protección y
ayuda a las personas y a la Sociedad. Garantiza el cumplimiento
de las leyes y la seguridad de los patrimonios públicos y
privados. Previene, investiga y combate la delincuencia. Vigila y
controla las fronteras nacionales.

2.1.4 Funciones Básicas

 PREVENTIVA para garantizar la seguridad y tranquilidad


pública.
 INVESTIGATlVA frente a la conexión de delitos y faltas.
 PROTECTORA de los derechos y patrimonios públicos y
privados.
 AUXILIO frente a pedidos de las actividades.
 CONCILIADORA frente a conflictos menores que se
constituyen infracciones legales.
 Otra que la Constitución y las leyes le asignen.

27
2.1.5 Finalidad Fundamental
La finalidad fundamental de la Policía Nacional del Perú
es garantizar, mantener y restablecer el orden interno.
Presta protección y ayuda a las personas ya la comunidad.
Garantiza el cumplimiento de las leyes y la seguridad del
patrimonio público y del privado. Previene, investiga y combate
la delincuencia. Vigila y controla las fronteras.

2.1.6 Dependencia Orgánica


La Policía Nacional del Perú forma parte de la
estructura orgánica del Ministerio del Interior.
2.1.7 Símbolos y Distintivos
a) Son símbolos de la policía Nacional del Perú su Estandarte,
Emblema e Himno Institucional.
b) El uniforme reglamentario y el carnet de identidad de
la Policía Nacional del Perú son distintivos de autoridad y
mando de uso exclusivo del personal policial.
c)
2.1.8 Representación ante instituciones y prestación de
servicios
La Policía Nacional del Perú puede acreditar su representación
ante organismos internacionales y suscribir convenios de
intercambio académico, científico y tecnológico de aplicación
policial, así como para la prestación de servicios a personas
jurídicas, públicas y privadas, previa autorización del Titular del
Sector.

2.2 Funciones
Son funciones de la Policía Nacional del Perú las siguientes:
a. Mantener la seguridad y tranquilidad públicas para permitir el libre
ejercicio de los derechos fundamentales de la persona consagrados
en la Constitución Policía del Perú
b. Prevenir, combatir, investigar y denunciar los delitos y faltas
previstos en el Código Penal y leyes especiales, perseguibles de

28
oficio; así como aplicar las sanciones que señale el Código
Administrativo de Contravenciones de Policía.
c. Garantizar la seguridad ciudadana. Capacita en esta materia a
las entidades vecinales organizadas.
d. Brindar protección al niño, al adolescente, al anciano y a la mujer
que se encuentran en situación de riesgo de su libertad e integridad
personal, previniendo las infracciones penales y colaborando en
la ejecución de las medidas socio-educativas correspondientes.
e. Investigar la desaparición de personas naturales.
f. Garantizar y controlar la libre circulación vehicular y peatonal en la
vía pública y en las carreteras, asegurar el transporte automotor y
ferroviario, investigar y denunciar los accidentes de tránsito, así
como llevar los registros del parque automotor con fines policiales, en
coordinación con la autoridad competente.
g. Intervenir en el transporte aéreo, marítimo, fluvial y lacustre en
acciones de su competencia.
h. Vigilar y controlar las fronteras, así como velar por el cumplimiento de
las disposiciones le9ales sobre control migratorio de nacionales y
extranjeros.
i. Brindar seguridad al Presidente de la República en ejercicio o electo,
a los Jefes de Estado en visita oficial, a los Presidentes de los
Poderes Públicos y de los organismos constitucionalmente
autónomos, a los Congresistas de la República, Ministros de Estado,
así como a diplomáticos, dignatarios y otras personalidades que
determine el reglamento de la presente Ley.
j. Cumplir con los mandatos escritos del Poder Judicial, Tribunal
Constitucional, Jurado Nacional de Elecciones, Ministerio Público y
de la Oficina Nacional de Procesos Electorales, en el ejercicio de sus
funciones.
k. Participar en la seguridad de los establecimientos penitenciarios, así
como en el traslado de los procesados y sentenciados de
conformidad con la ley.
l. Participar en el cumplimiento de las disposiciones relativas a la
protección y conservación de los recursos naturales y del medio

29
ambiente, la seguridad del patrimonio arqueológico y cultural de la
Nación.
m. Velar por la seguridad de los bienes y servicios públicos, en
coordinación con las entidades estatales correspondientes.
n. Participar en la Defensa Nacional, Defensa Civil y en el desarrollo
económico y social del país.
o. Ejercer la identificación de las personas con fines policiales.
p. Ejercer las demás funciones que le señalen la Constitución y las
leyes.

2.3 Atribuciones
Son atribuciones de la Policía Nacional del Perú las siguientes:
 Intervenir en toda circunstancia, cuando el ejercicio de la función
policial así lo requiera. por considerarse permanentemente en
servicio.
 Requerir la presentación de documentos de identidad personal
cuando el caso lo amerite.
 Registrar y centralizar los antecedentes policiales de las personas,
así como las requisitorias judiciales.
 Expedir certificados de antecedentes policiales, domiciliarios, de
supervivencia y otros derivados del cumplimiento de sus funciones.
 Realizar peritajes criminalísticas, técnico-vehiculares y otros
relacionados con sus funciones.
 Obtener, custodiar, asegurar y procesar indicios, evidencias y
elementos probatorios relacionados con la investigación policial,
poniéndolos oportunamente a disposición de la autoridad
competente.
 Coordinar y cooperar con los organismos internacionales e
instituciones de policía en la prevención y represión de la
delincuencia, de conformidad con los convenios suscritos.
 Ejercer las demás atribuciones que le señalen la Constitución y las
leyes.

30
2.4 Facultades
Son facultades de la Policía Nacional del Perú las siguientes:
a. Realizar registros de personas e inspecciones de domicilios,
instalaciones y vehículos, naves, aeronaves y objetos, de acuerdo a
la Constitución y la ley.
b. Ingresar gratuitamente a los espectáculos públicos y tener pase libre
en vehículos de transporte público masivo, cuando sea necesario
para el cumplimiento de sus funciones.
c. Poseer, portar y usar armas de fuego de conformidad con la
Constitución y la ley.
d. Intervenir, citar y detener a las personas de conformidad con la
Constitución y la ley.
e. Intervenir como conciliador en los casos de conflicto que no
constituyan delitos o faltas que alteren el orden y la tranquilidad
pública.
f. Ejercer las demás facultades que le señalen la Constitución y las
leyes.

2.5 Estructura Orgánica


La Policía Nacional del Perú tiene la siguiente estructura orgánica:
 Órgano de Dirección
Dirección General
 Órgano de Asesoramiento
Estado Mayor General
 Órgano de Control
Inspectoría General
 Órganos Consultivos Comisión Consultiva Consejo Superior Consejo
Económico Consejo de Calificación
Consejos de Investigación
 Órganos de Apoyo
 Órgano de Instrucción y Doctrina
Dirección de Instrucción y Doctrina Policial.
 Órganos de Ejecución

31
Direcciones Especializadas
Regiones Policiales

2.6 Escalas y Empleos


a. Oficiales Policías
a.1.Oficiales Generales:
General de policía.
Teniente General.
General.
a.2. Oficiales Superiores: Coronel.
Comandante. Mayor.
a.3. Oficiales Subalternos:
Capitán. Teniente. Alférez.
a.4. Cadetes de la Escuela de Oficiales
Cadete de 5to Año
Cadete de 4to Año
Cadete de 3er Año
Cadete de 2do Año
Cadete de 1er Año
b. Oficiales de Servicios
b.1. Oficiales Generales
General.
b.2 Oficiales Superiores: Coronel. Comandante.
Mayor.
b.3 Oficiales Subalternos:
Capitán. Teniente. Alférez.
c. Personal con Estatus de Oficial:
c.1. Oficiales Superiores: Comandante Maestro Armero Mayor
Maestro Armero
c.2 Oficiales Subalternos:
Capitán Maestro Armero
Teniente Maestro Armero
Alférez Maestro Armero.

32
d. Suboficiales Policías:
d.1. Suboficial Superiores:
Suboficial Superior.
Suboficial Brigadier.
d.2. Suboficiales Técnicos:
Suboficial Técnico de 1ra. Suboficial Técnico de 2da. Suboficial
Técnico de 3ra.
d.3. Suboficiales:
Suboficial de 1ra. Suboficial de 2da. Suboficial de 3ra.
d.4. Alumnos de las Escuelas Técnicas Superiores de la PNP
(Escuelas para la formación de Suboficiales):
Alumno de 3er Ario Alumno de 2do Año Alumno de 1er Año

e. Personal Subalterno de los Servicios (Especialistas):16


e.1. Especialistas Superiores:
Especialista Superior.
Especialista Brigadier.
e.2. Especialistas Técnicos:
Especialista Técnico de 1ra.
Especialista Técnico de 2da.
Especialista Técnico de 3ra.
e.3. Especialistas:
Especialista de 1ra. Especialista de 2da. Especialista de 3ra.

33
CAPITULO III: DIAGNÓSTICO INSTITUCIONAL
3. Diagnóstico
3.1 Doctrina Policial
 El proceso de unificación policial no ha logrado la plena integración
institucional que se propuso.
 Se ha determinado que no se comparte una misma visión, ni se
tiene claramente definida la misión institucional.
 La finalidad fundamental que señala la Constitución de 1993 se hizo
sobre la base de sumar algunas funciones de las ex instituciones:
Guardia Civil, Guardia Republicana y Policía de Investigaciones.
 Todo esto no sólo crea confusión al interior de la Institución, sino
también entre la ciudadanía, y daña la imagen institucional.
3.2 Sistema Educativo Policial
 Limitada relación con otras entidades educativas.
 Débil plantilla de instructores, catedráticos y profesores.
 Inadecuados procesos de selección, falta de transparencia y
equidad.
 Régimen de internado excesivamente castrense en las Escuelas de
Formación

3.3 Marco Normativo


 Las Constituciones Políticas no han diferenciado claramente las
funciones de las FF AA Y de la PNP, generando confusión entre la
ciudadanía que las considera instituciones similares.
 La legislación que regula a la PNP es ampulosa y está dispersa y
desactualizada.
 El Código de Contravenciones de Policía no se aplica en la práctica.

3.4 Comisarias
 Unidades orgánicas policiales: Personal, infraestructura y
equipamiento inadecuados.
 Bajos niveles de satisfacción de los usuarios.
 Exceso de tiempo perdido por el personal en la ejecución de sus
tareas.

34
 Desperdicio de recursos escasos.
 Falta de adecuado soporte tecnológico.

3.5 Relaciones con la Comunidad


 Ha aumentado la sensación de inseguridad en la sociedad peruana.
 Los comportamientos delictivos que más preocupan son: robos a
domicilio, robos a personas, pandillerismo y micro comercialización de
drogas, contrabando y otros.
 Es necesario encontrar una respuesta adecuada a los actos de
criminalidad menor y pandillerismo.
 Durante los últimos gobiernos se han distanciado las relaciones de la
Policía con los Alcaldes, sobre todo de oposición.
 A raíz del repliegue policial durante la época terrorista aparecieron los
serenazgos municipales como servicios alternativos, los que le han
quitado un peso social a la institución policial.
 La normatividad que regula la actuación de los serenazgos y su relación
con la policía es confusa e incompleta.

3.6 Política de personal


 Carencia de una normatividad única y actualizada.
 Desigual distribución del personal en la estructura.
 No existe un plan de carrera para el personal, lo que origina: problemas
en los ascensos, en los cambios de colocación, y en la calificación del
desempeño (discrecionalidad y subjetividad que ocasionan
favoritismos).
 No se respeta la especialización;
 Problemas para la re categorización del personal

3.7 Bienestar
 Los esfuerzos por dar bienestar a los policías son aislados e
inconexos, generándose duplicidad de esfuerzos y desperdicio de
recursos.

35
 Los servicios que recibe el personal son más caros y deficientes que los
que proporcionan entidades privadas.
 Existen evidencias de malos manejos en los fondos de bienestar
policiales.
 Los fondos más cuestionados son: FOVIPOL (Fondo de Vivienda
Policial) y FOSPOLl (Fondo de Salud Policial).
 Hay muchos conflictos individuales al interior de la Institución que no
encuentran cauces de solución.
 La Caja Militar Policial atraviesa graves problemas económicos
financieros, estimándose en cerca de 5 mil millones de soles la
brecha. Se calcula que los malos manejos han ocasionado una
pérdida de 250 millones de dólares.

3.8 Salud
 Se estima que la Policía Nacional del Perú. brinda servicios entre 450,000
y 550,000 personas entre titulares y beneficiarios, distribuidos
50% en Lima y 500/0 en provincias.
 No existe un verdadero sistema de salud para la PNP. la Dirección de
Sanidad sólo tiene a su cargo 3 hospitales en Lima, en el resto del país
los hospitales están a cargo de los Jefes de Región y las Farmacias a
cargo de la Dirección de Bienestar.
 Hay duplicidad de funciones, dispersión y desarticulación de
esfuerzos y desperdicio de recursos escasos.
 Hasta el 2001 la Sanidad no era unidad ejecutora de presupuesto.
 La Sanidad Policial, cuenta con 11,604 efectivos (120/0del total PNP) de
los cuales sólo 764 son médicos. Del total de efectivos de Sanidad el
55% trabajan en Lima y en el caso de los médicos el porcentaje llega al
69010.
 Los hospitales de la PNP, cuentan con 969 camas de las cuales 70% se
ubican en Lima, existiendo un déficit de 500 camas.
 De los equipos médicos 47% exceden los 10 años de antigüedad y 280/0
están imperativos;

36
 FOSPOLl ha sido mal administrado y genera malestar y
desconfianza entre el personal. Los usuarios del servicio se quejan de un
servicio deficiente. No hay disponibilidad d€ medicinas.
 El Personal se queja de discriminación en la atención, sobre todo €n las
jerarquías de Suboficiales.

CONCLUSIONES
1. Sin duda alguna, la evolución de esta institución desde épocas
prehispánicas, fueron acontecimientos importantes para las posteriores
evoluciones y la consecuente creación de esta entidad que resguarda
nuestro orden interno.
2. En cuanto a las funciones y servicios que brindan los miembros de la policía
nacional del Perú, se ve claramente una deficiencia, pues necesita respuestas
efectivas ante los distintos fenómenos delictivos que se presentan en nuestra
sociedad.
3. Como bien sabemos la policía presenta una detallada organización, pero, en
la actualidad no se plasma esa organización con resultados positivos, como
una consecuencia de pésimos manejos institucionales y una baja inversión
que el Estado efectúa.
4. En el diagnóstico, se puede apreciar las irregularidades que se aprecian en
los distintos ámbitos que son regulados por esta institución y producto de ello
es la realidad social, política, que hoy vemos en nuestro querido Perú.
5. El diagnostico nos proporciona también, a tener en cuenta las dificultades que
posee, para así, pronosticar posibilidades de solución en un futuro
sobresaliente para la Policía Nacional del Perú.

37
RECOMENDACIONES

a) Teniendo en consideración que esté presente trabajo es un desarrollo general


de la policía nacional del Perú, por lo tanto se recomienda tener conocimiento
y analizar algunas funciones que no es muy difundido en la sociedad, para así
tener claro las atribuciones que deben cumplir.
b) La policía Nacional del Perú, puede ganarse la confianza de la sociedad
Incorporando a sus programas de acción, mecanismos concretos para
examinar sus actividades como el diagnóstico que se presenta en esta
monografía.
c) Para efectos de optimizar el gobierno institucional de la PNP, es necesario
aplicar, ciertos criterios que se dan a conocer y erradicar los problemas.

BIBLIOGRAFÍA

1. Constitución Política del Perú


2. Coronel Zapata Cesti, Víctor. Historia de la Policía del Perú. Lima, Dirección
General de la Guardia Civil y Policía, 1949.
3. CANEVARO Bocanegra, Nicolás (2004) Auditoría Integral. Lima.
Escuela Nacional de Control.
4. Historia de la Policía del Perú en el siglo XX por el General GC Ernesto
Delhonte Tijero.
5. Revista de la Guardia Civil del Perú, Año LVI, NO434, noviembre-diciembre
de 1988, artículo: Historia de la Guardia Civil del Perú refleja abnegación,
sacrificio, patriotismo y heroicidad a la patria y a la sociedad, que la cubre
de gloria e inmortalidad, páginas 10-20.
6. Revista de la Policía Nacional del Perú, Mo 14, N° 82, abril-mayo-junio de
2002, articulo: Caballeros de la ley, Custodios de la paz, Parte Final,
páginas 67-83.

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