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Catedral de Milán

Catedral gótica en la ciudad italiana de


Milán

La Catedral de Milán (en italiano, Duomo


di Milano) es una catedral gótica
emplazada en la ciudad homónima. Es la
sede episcopal de la Archidiócesis de
Milán. Es una de las iglesias de culto
católico más grandes del mundo (tiene
157 metros de largo y puede albergar
40.000 personas en su interior) y las
ventanas del coro tienen la reputación de
ser las mayores que se conocen.
Iglesia de Milán
Basilica cattedrale metropolitana di Santa Maria
Nascente

Vista de la fachada
Localización
País  Italia
División  Lombardía
Subdivisión Provincia de Milán
Municipio(s) Milán
Ubicación Piazza del Duomo
Información religiosa
Culto Católica de rito
ambrosiano
Diócesis Archidiócesis de Milán
Acceso público Libre

Uso Iglesia
Estatus Catedral
metropolitana[1]
Patrono Natividad de la
Bienaventurada Virgen
María
Dedicación 1418 y 1577

Arzobispo Mario Delpini


metropolitano
Historia del edificio
Primera piedra 1386
Construcción fue hecha en 1386 y fue
terminada en 1965

A it t ( ) Si d O i
Arquitecto(s) Simone da Orsenigo,
Nicolas de Bonaventure,
Giovanni Antonio
Amadeo, Pellegrino
Tibaldi y Carlo Pellicani
hijo
Datos arquitectónicos
Tipo Planta de crucero, con
cinco naves y ábside
Estilo(s) Gótico, neoclásico y
neogótico
Superficie 11.000 m²
Aforo 40.000 personas
Orientación Oeste (fachada)
Materiales ladrillo y mármol de
Candoglia

Nave principal
• 16.75 m (anchura)
Cúpula
• 65.5 (altura exterior)

• 45 m (altura interior)
Aguja(s) 135

Longitud 158.5 m
Anchura 92 m
Altura 108.5
Planta(s) y mapa(s) del edificio

Planta de la catedral
45°27′51″N 9°11′29″E / 45.464166666667,
9.1913888888889

[editar datos en Wikidata]

Historia
La construcción fue iniciada en 1386 y
terminada en 1965. El plano de la ciudad
de Milán, con sus calles que salen en
forma de radio del Duomo o
circundándolo, revela que éste ya
constituía en la Antigüedad el centro de la
ciudad, denominada Mediolanum. La
Basílica de san Ambrosio fue construida
en este sitio a comienzos del siglo V,
siéndole agregada en 836 otra basílica
próxima. Cuando el fuego dañó ambos
edificios en 1075 fueron reemplazadas por
el Duomo.

El comienzo de la
construcción

Placa conmemorativa de la colocación de la primera


piedra en 1386.

En 1386 el arzobispo Antonio da Saluzzo


comenzó el nuevo proyecto en estilo
gótico radiante; hay en el edificio muchos
aspectos insólitos en Italia, que
pertenecen a la tradición arquitectónica
gótica de Francia, como las dobles naves
laterales. El inicio de la construcción, que
coincidió con el acceso al poder en Milán
de Gian Galeazzo Visconti, primo del
obispo, fue entendido como una forma de
recompensar a la nobleza y a las clases
trabajadoras que habían sido duramente
reprimidas por su tiránico predecesor
Bernabé Visconti.

Antes de que se iniciasen los trabajos de


construcción, se demolieron los palacios
del arzobispo, del ordinari y el Baptisterio
de San Esteban, mientras que la antigua
iglesia de Santa Maria Maggiore fue usada
como cantera de piedra. El entusiasmo
por el nuevo e inmenso edificio pronto se
extendió entre la población, y el astuto
Gian Galeazzo, junto con su primo, el
arzobispo, supieron recabar grandes
donaciones para el progreso del trabajo. El
programa de construcción fue regulado
estrictamente por la Fabbrica del Duomo,
institución conformada por 300
empleados liderados por el arquitecto jefe
Simone da Orsenigo. Galeazzo otorgó a la
Fabbrica el uso exclusivo del mármol de la
cantera de Candoglia y la eximió de
impuestos.
En 1389 se designó como arquitecto jefe
al francés Nicolas de Bonaventure, que dio
a la catedral su fuerte impronta gótica.
Diez años más tarde, otro francés, Jean
Mignot, fue llamado desde París para
evaluar y mejorar el trabajo realizado, ya
que los constructores necesitaban ayuda
técnica para levantar las piedras hasta una
altura sin precedentes. Mignot declaró
todo el trabajo realizado hasta entonces
como en pericolo di ruina ('peligro de
ruina') y hecho sine scienzia ('sin saber').
En los siguientes años se comprobó que
los pronósticos de Mignot fueron
erróneos, pero de cualquier manera
estimularon a los arquitectos de Galeazzo
a mejorar sus instrumentos y técnicas.

El ábside catedralicio, rasgado por grandes ventanales


góticos.

Los trabajos continuaron rápidamente y a


la muerte de Gian Galeazzo en 1402, se
había completado casi la mitad de la
catedral. Sin embargo, la construcción
quedó estancada hasta 1480 debido a la
falta de dinero e ideas: los trabajos más
notables de ese período fueron las tumbas
de Marco Carelli y el papa Martín V (1424)
y las ventanas del ábside (hacia 1470). De
las últimas, aún permanecen las que
representan a San Juan Evangelista, obra
de Cristoforo de' Mottis, y las de San Eligio
y San Juan Damasceno, ambas de Niccolò
da Varallo. En 1452, bajo el gobierno de
Francesco Sforza, se completaron la nave
y los pasillos hasta el sexto tramo.

Uno de los hechos más destacados de la


historia de la catedral se dio a finales de la
década de 1480, con la estancia de
Leonardo da Vinci en Milán al servicio del
duque Ludovico Sforza. El gran maestro
del Renacimiento participó en las
reuniones y disputas acerca del avance de
los trabajos, y proyectó varias soluciones
para el cimborrio, que finalmente no
fueron llevadas a cabo. Se conservan
varios dibujos de su mano que muestran
parte de sus propuestas, como la solución
de doble casco para el cimborrio, que
equilibraría fuerzas en la delicada
estructura del edificio. Leonardo
abandonó Milán en 1499.

Entre 1500 y 1510, bajo Ludovico Sforza,


fue completada la cúpula octogonal y se
decoró su interior con cuatro series de
quince estatuas cada una, que
representan a santos, profetas, sibilas y
otros personajes del Antiguo Testamento.
El exterior permaneció en su mayoría sin
decoración, excepto por el Guglietto
dell’Amadeo, cimborrio con una alta aguja
que corona el transepto, construido de
1507 a 1510 por Giovanni Antonio
Amadeo. Es una obra maestra
renacentista que sin embargo armoniza
bien con el aspecto gótico general del
templo.

En 1562 se colocaron el San Bartolomé de


Marco d’Agrate y el famoso candelabro
Trivulzio (s. XII).

El obispo san Carlos Borromeo

El ascenso de Carlo Borromeo al cargo de


obispo significó la eliminación de todos
los monumentos laicos del templo. Estos
incluyeron las tumbas de Giovanni,
Barnabò y Filippo Maria Visconti,
Francesco Sforza y su esposa Bianca,
Galeazzo Maria Sforza y Ludovico. Sin
embargo, la principal intervención de
Borromeo fue la designación, en 1571, de
Pellegrino Tibaldi como arquitecto jefe
(una maniobra discutida que requirió de la
revisión de los estatutos de la Fabbrica).
Borromeo y Pellegrini se esforzaron por
alcanzar un nuevo aspecto renacentista
para la catedral, que acentuaría su
naturaleza italiana en menoscabo del
estilo gótico, considerado extranjero y
pasado de moda en aquella época. Puesto
que la fachada principal permanecía en su
mayor parte incompleta, Pellegrini ideó
una de estilo romano con columnas,
obeliscos y un gran tímpano. Este diseño
nunca fue llevado a cabo, pero la
decoración del interior continuó: en 1575–
1585 el presbiterio fue reconstruido
mientras que se añadían nuevos altares y
el baptisterio a la nave. Un coro de madera
fue construido para el altar principal por
Francesco Brambilla, un trabajo terminado
en 1614.

En 1577, Borromeo consagró finalmente el


edificio completo como un templo nuevo,
distinto a los de Santa Maria Maggiore y
Santa Tecla (que habían sido unificados
en 1549 después de agrias disputas).

Siglo XVII

A comienzos del siglo XVII, el obispo


Federico Borromeo, primo de Carlo,
contaba con las bases de la nueva
fachada realizadas por Francesco Maria
Richini y Fabio Mangone. Los trabajos
continuaron hasta 1638 con la
construcción de los cinco portales y las
dos ventanas centrales. Sin embargo, en
1649, el nuevo arquitecto jefe introdujo
una innovación notable: la fachada
regresó al estilo gótico original, incluyendo
los detalles ya acabados de las grandes
pilastras góticas y los dos enormes
campanarios. Se realizaron otros diseños,
entre otros, por Filippo Juvarra (1733) y
Luigi Vanvitelli (1745) pero ninguno de
ellos se llegó a aplicar. En 1682 se
demolió la fachada de Santa Maria
Maggiore y se terminó de cubrir la azotea
de la catedral.
En 1762 se levantó la aguja Madonnina, de
una altura de 108,5 m, que ahora es uno
de los rasgos principales de la catedral.
Fue diseñada por Francesco Croce y luce
en la cima una famosa estatua dorada que
representa a la Virgen María.

Finalización de la obra

La Piazza del Duomo y la Catedral en 1909.


El 20 de mayo de 1805 Napoleón
Bonaparte, a punto de ser coronado rey de
Italia, ordenó que la fachada fuera
terminada por Carlo Pellicani. En su
entusiasmo, aseguró que todos los gastos
recaerían sobre el tesoro francés, que
reembolsaría a la Fabbrica por todos los
inmuebles que ésta tuviera que vender.
Aunque jamás se pagó este reembolso,
ello ayudó a que finalmente, en solo siete
años, la catedral tuviera su fachada
terminada por el nuevo arquitecto, Carlo
Pellicani hijo. En gratitud, se colocó una
estatua de Napoleón en la cima de uno de
los pináculos.
En los siguientes años se construyeron la
mayoría de los arcos y chapiteles. Se
terminaron las estatuas de la pared sur,
mientras que entre 1829 y 1858 unas
nuevas vidrieras reemplazaron las
preexistentes con resultados menos
expresivos. Los detalles finales de la
catedral fueron terminados ya en el siglo
XX: la última puerta fue inaugurada el 6 de
enero de 1965. Esta fecha es considerada
como el término del proceso que ha
durado muchas generaciones, aunque
todavía quedan algunos bloques sin
esculpir esperando ser convertidos en
estatuas.
Los trabajos de renovación que cubrían la
fachada principal de la catedral
terminaron en diciembre de 2008.
Además, uno de los principales
arquitectos que llevo a cabo estos
trabajos, era descendiente directo del
importante escultor y arquitecto Carlo
Pellicani, que, junto a su hijo, fueron los
principales finalizadores de la obra de la
catedral.

Arquitectura y arte
Interior de la catedral.

La catedral de Milán es un templo de


grandes dimensiones, de cinco naves, una
central y cuatro naves laterales, con al
menos cuarenta pilares, atravesada por un
transepto seguido por el coro y el ábside.
La nave central tiene una altura de 45
metros, sólo superada en un edificio
similar por la incompleta nave central de la
catedral de Beauvais, con una altura de 48
metros. La construcción es de ladrillo,
recubierto de mármol.

Destacan en el interior los grandes pilares


fasciculados, de grandes dimensiones y
extraña forma, pues se rematan en una
especie de dosel esculpido que alberga
estatuas. Los arcos ojivales de separación
entre las naves se refuerzan mediante
tirantes metálicos. Las bóvedas, de
crucería sencilla, están decoradas en
algunos tramos por complicados motivos
de tracería.
Al exterior, los tejados permiten una
observación cercana de algunas
esculturas de gran calidad. Es muy
destacado el bosque de pináculos,
chapiteles y cresterías que se puede
observar desde los mismos. El punto más
alto del templo es la La Madonnina, obra
en cobre dorado, de Carlo Pellicani,
inaugurada en 1774.

Principales monumentos
Estatua de San Bartolomé, por Marco da Agrate.

En el interior del templo pueden admirarse


gran número de altares, estatuas, pinturas
y retablos, así como un elevado número de
monumentos funerarios, como:

Sarcófagos de los arzobispos Ottone y


Giovanni Visconti, construidos en el
siglo XIV.
Sarcófago de Marco Carelli, que donó
una importante suma para la
construcción de la catedral.
Monumento a Gian Giacomo Medici di
Marignano, llamado «Meneghino», obra
maestra del escultor renacentista Leone
Leoni, con figuras en bronce de pátina
oscura y relieves y columnas en
mármoles de diversos colores, en la
parte derecha del transepto.
La estatua de San Bartolomé de Marco
da Agrate (1562), la más renombrada
obra de arte de la catedral. Representa
al Apóstol, que fue desollado vivo, sin
piel, la cual le cuelga de los hombros y
cae por delante como si fuera un manto.
En la base se lee la inscripción: "NON
ME PRAXITELES SED MARCO FINXIT
AGRAT." (No me hizo Praxíteles, sino
Marco da Agrate).
El presbiterio es una tardía obra maestra
del Renacimiento, compuesta por el
coro, dos púlpitos con grandes
telamones realizados en cobre y bronce
y dos grandes órganos. Alrededor del
coro se encuentran las puertas de las
dos sacristías, algunos frescos y una
estatua papa Martín V, del siglo XV, obra
de Jacopino da Tradate.
Candelabro Trivulzio, en el transepto,
formado por dos piezas, la base
(atribuida a Nicolás de Verdún, del siglo
XII), caracterizada por un fantástico
conjunto de vides, vegetales y animales
imaginarios; y los brazos, de mediados
del siglo XVI.
Monumento sepulcral del cardenal
Marino Caracciolo, en el deambulatorio,
obra de Agostino Busti, Il Bambaia,
destacado escultor renacentista; del
mismo autor es el retablo del transepto
derecho, que muestra un relieve de La
Presentación de María (1543) y otras
figuras de santos.
Notas
1. Véase en la entrada «Cattedrale di S.
Maria Nascente» del sitio GCatholic.org,
disponible en: [1] .

Enlaces externos
Wikimedia Commons alberga una
galería multimedia sobre Catedral de
Milán.
Imágenes y descripciones de la catedral
de Milán (en inglés)

Obtenido de
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title=Catedral_de_Milán&oldid=108736820»
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