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MONOGRAFIA

“LA CONCILIACIÓN”
EN MATERIA CIVIL EN EL CÓDIGO PROCESAL
CIVIL DE BOLIVIA

AUTOR : LUIS HUMBERTO CUSI ALANOCA

LA PAZ – BOLIVIA

2.016
DEDICATORIA

A Dios, por permitirme llegar a este momento tan especial en


mi vida profesional, por las cosas positivas y momentos difíciles
que me enseño valorar cada día en la vida.

A mi señora esposa Alicia Silvia Burgoa Valdez y mis hijos


Rafael Ángel, Luis Eduardo y Mélani Alisson, por su
comprensión y por ser las personas que siempre me acompañan
durante todo mi trayecto de superación y actualización
profesional y de la vida. A mis hermanas por sus sabios
consejos durante este arduo camino para convertirme en el
profesional que ahora soy.

2
INDICE
RESUMEN.
INTRODUCCIÓN.

CAPITULO I. ANTECEDENTES HISTORICOS Y JURIDICOS DE LA CONCILIACION EN


BOLIVIA.

1.- ANTECEDENTES HISTORICOS DE LA CONCILIACIÓN.


1.1.- DEFINICION.
1.2.- MARCO JURIDICO DE LA CONCILIACION EN BOLIVIA.
1.2.1. LA NORMATIVA LEGAL DE LA CONCILIACIÓN EN SEDE JUDICIAL
1.2.2. LEY DEL ORGANO JUDICIAL
1.2.3. CÓDIGOPROCESAL CIVIL:
1.2.4. CÓDIGO DE PROCEDIMIENTO PENAL:
1.2.5. CÓDIGO DE LAS FAMILIAS:
1.2.6. CÓDIGO DE LA NIÑA, NIÑO Y ADOLESCENTE:
1.2.7. LEY N° 348 INTEGRAL PARA GARANTIZAR A LAS MUJERES UNA VIDA LIBRE DE
VIOLENCIA:
1.2.8. LEY DEL SERVICIO NACIONAL DE REFORMA AGRARIA:
1.2.9. LA CONCILIACIÓN EN SEDE ADMINISTRATIVA EN LA NORMATIVA LEGAL BOLIVIANA
A)LEY GENERAL DEL TRABAJO
B)LEY DEL SERVICIO NACIONAL DE REFORMA AGRARIA:
1.2.10. CONCILIACIÓN EN LA JUSTICIA INDÍGENA ORIGINARIA CAMPESINA
1.2.11. CONCILIACIÓN EXTRAJUDICIAL REGULADA POR EL MINISTERIO DE JUSTICIA.

a) LEY N° 708 DE CONCILIACIÓN Y ARBITRAJE:


b) DEFINICIÓN DE CONCILIACIÓN A LOS EFECTOS DE LA LEY N° 708
c) Principios de la Conciliación contenidos en la Ley N° 708.
d) MATERIAS EXCLUIDAS DE LA CONCILIACIÓN
e) RESERVA DE LA INFORMACIÓN Y CONFIDENCIALIDAD DE LA CONCILIACIÓN
f) Eficacia del Acta de Conciliación.
g) Ejecución forzosa del Acta de Conciliación.
h) Ejecución forzosa del Acta de Conciliación.

CAPITULO II. LA CONCILIACION EN SEDE JUDICIAL

2.1. MODALIDADES DE LA CONCILIACIÓN PREVIA.


2.2. PRINCIPIOS QUE RIGEN LA CONCILIACIÓN EN SEDE JUDICIAL
2.3. GENERALIDADES DE LA CONCILIACIÓN EN SEDE JUDICIAL.
2.4. CONCILIACIÓN PARCIAL.
2.5. APROBACIÓN Y VALOR DE COSA JUZGADA.
2.6. INEXISTENCIA DE PREJUZGAMIENTO.

CAPITULO III. LA CONCILIACION PREVIA.

3.1. ASUNTOS EXCLUIDOS DE LA CONCILIACIÓN PREVIA.


3.2. APLICACIÓN OPTATIVA.
3.3. TESTIMONIO O FOTOCOPIA LEGALIZADA
3.4. PROCEDIMIENTO DE LA CONCILIACIÓN PREVIA
3.5. ACTOS PREPARATORIOS DE LA CONCILIACIÓN PREVIA
3.6. COMO EMERGENCIA DE LA PRESENTACIÓN DE UNA DEMANDA
3.7. CONVOCATORIA A LAS PARTES
3.8. INSTALACIÓN Y DESARROLLO DE LA AUDIENCIA
3.9. CONTENIDOS MÍNIMOS DEL ACTA DE CONCILIACIÓN.
3.10. APROBACIÓN DEL ACTA DE CONCILIACIÓN PREVIA
3
RESUMEN

El Estado Plurinacional de Bolivia, afronta actualmente grandes desafíos


y cambios en la administración de justicia, en particular con la implementación
y puesta en vigencia plena el nuevo código procesal civil que incorpora
cambios trascendentales introduciendo la oralidad y la resolución directa de los
conflictos como una forma de acceso directo a la justicia, a través de la
conciliación en sede judicial, con la finalidad de reducir la carga procesal en los
juzgados en materia civil y familiar, erradicando la retardación y corrupción en
la justicia boliviana.
Siendo uno de los pilares fundamentales para lograr los objetivos
planteados a través de la aplicación de la “conciliación previa”. Por lo que, el
problema planteado es: el procedimiento de la conciliación previa, que
viabilicen la eficaz y eficiencia implementación del mismo.
La investigación versa sobre el sustento jurídico documental que
permitirá implementar de forma efectiva y eficaz el nuevo código procesal civil
en nuestro país.

4
INTRODUCCIÓN.

El presente estudio se enmarca y desarrolla dentro de la temática de


los cambios trascendentales en la justicia boliviana, en la actualidad, el mundo
se enfrenta a una serie de cambios sociales, políticos y económicos que
impactan en todos los sectores de la sociedad. Algunos elementos que denotan
esta realidad son: el incremento de la violencia, falta de acceso a la justicia,
crisis en el sistema de justicia, altos índices de desempleo como así también el
crecimiento exponencial de los conflictos sociales y particulares.

La crisis que atraviesa la administración de justicia en Bolivia, que en


verdad podría llamarse un colapso, ha llevado a una mayor reflexión y
profundidad sobre el concepto de la institución de la conciliación, sin perder la
perspectiva de que ésta no es el remedio suficiente para el fin de la crisis. Con
las experiencias realizadas en otros países en los que se ha decidido por la
implementación de mecanismos alternativos como es la conciliación, hacen
prever que la conciliación producirá, a corto plazo, efectos favorables sobre la
carga de trabajo de los jueces, lo que mejorará considerablemente la
efectividad y eficiencia de la administración de justicia en nuestro país a
mediano y largo plazo, si efectivamente se logra un cambio de mentalidad en
la sociedad, especialmente en los manejadores del derecho es posible esperar
un mejor acceso a la justicia, conjuntamente con una baja en el índice de la
litigiosidad, o sea, una reducción en el ingreso de causas en el sistema
jurisdiccional. Así sucede porque solamente llegarán a ella aquellos conflictos
que no hayan sido resueltos por las partes por sí mismas o con la ayuda de un
tercero neutral (conciliador).

En este contexto, la conformación y consolidación de una Cultura de


Paz y de la No Violencia en la que prime el acceso a la justicia y la equidad,
requiere que todas las instituciones y actores sociales y económicos trabajen
de manera coordinada en la resolución de conflictos utilizando distintas
técnicas y herramientas.

En ese marco el presente trabajo de investigación trata sobre la


implementación, de un sistema procesal extremadamente escrito y formal a
otro Sistema Procesal mixto, oral y por audiencias, siendo uno de sus institutos
procesales novedosos la “Conciliación Previa, en sus dos modalidades, como
proceso preliminar o demanda y a través de la solicitud directa de las partes a
una conciliación previa. Requisito indispensable para formalizar en demandas
ordinarias y extraordinarias.

La motivación que origino esta monografía es justamente hacer conocer


a los litigantes y sociedad civil cual será el procedimiento práctico, mediante el
cual se resolverá una determinada controversia, en lo que respecta a la
“conciliación previa” en sede judicial, de ahí que el objetivo principal pretende
analizar el procedimiento de la conciliación previa, que no obstante de contar
con normas generales como la Ley 025 LOJ, Ley 439 NCPC, la situación exige
la uniformización de su aplicación para una eficacia aplicación de la
conciliación previa.

5
Con este trabajo nos proponemos demostrar la eficaz y eficiencia
implementación del nuevo código procesal civil, particularmente la “conciliación
previa”, mediante los datos recogidos y contrastados nos permiten aprender y
tener ideas cada vez más operativas en torno al procedimiento y aplicación
del mismo.

Para su mejor comprensión del tema el estudio se divide en tres


capítulos principales, en el primer capítulo, trata del marco histórico jurídico de
la conciliación en Bolivia, en el segundo capítulo analizaremos la conciliación
en sede judicial y en el tercer capítulo se analizará la “conciliación previa”,
identificando su aplicación y procedimiento.

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CAPITULO I. ANTECEDENTES HISTORICOS Y JURIDICOS DE LA CONCILIACION
EN BOLIVIA.

1.- ANTECEDENTES HISTORICOS DE LA CONCILIACIÓN

El antecedente de la conciliación se encuentra en el origen mismo de las


sociedades las que cansadas del empleo de la autotutela, ejercida con violencia y
con
predominio de la superioridad física, buscan medios más pacíficos de solucionar las
controversias que surgían a su interior; así, intervienen los jefes de familia, los
ancianos, parientes y amigos los que mediante la persuasión hicieron que las partes
en conflicto dirimieran sus diferencias por el empleo de medios pacíficos de
avenencia
y conciliación.

Posteriormente, estos consejos y persuasiones apoyados en el respeto de la


ancianidad, en la influencia de los vínculos de sangre y en los afectos de la
amistad,
se vieron en la necesidad de tener fuerza de ley mediante la afirmación por parte
de la
autoridad judicial que ya obraba como medio de resolución de conflictos impuesto
por
la sociedad. Así, los hebreos apelaban a medios conciliatorios antes de ir a juicio
siendo estos acuerdos plenamente válidos. De igual forma en la antigua Grecia los
thesmotetas daban fuerza de ley a las conciliaciones que se celebraban antes de ir
a
juicio por los llamados a comparecer en él. En la antigua Roma la Ley de las XII
Tablas prescribía a los magistrados que aprobaran el convenio que hubieran hecho
los
litigantes al dirigirse a su tribunal, toda vez que era costumbre intentar la
conciliación
previa a la actuación de los pretores mediante convenio o con la participación de
amigables componedores para evitar litigios mediante medios conciliatorios.

Posteriormente, con el desarrollo del Derecho Canónico, el Papa Honorio


III
prescribe la necesidad de arribar a una conciliación preliminar a todo juicio ya
que la
jurisdicción de la iglesia consistía no tanto en hacer litigar ante ella, cuanto en
impedir
que se litigara, por lo que los tribunales de obispos persuadían a las partes en
conflicto
a transigir amigablemente sus diferencias1. El deber cristiano de evitar litigios
es una
enseñanza y un precepto para nada novedosos; se trata ante todo de conciliar a los
litigantes y ya desde el siglo VII la actividad del procedimiento eclesiástico
propendía
no tanto a una sentencia judicial cuanto a una reconciliación entre las partes. En
la
actualidad, en el ámbito eclesial el juicio debe evitarse siempre –con tal que sea
posible-, bien en su propio inicio, o bien interrumpiendo su curso por la
conciliación de las partes en conflicto, cuya obtención es un deber no
secundario del juez2.

1 Esta filosofía se mantiene contenida en el Canon 1446 del actual Código de


Derecho
Canónico –Códex de 1983-, en los siguientes términos:
“(...)1446 § 1. Todos los fieles, y en primer lugar los Obispos, han de procurar
con diligencia
que, sin perjuicio de la justicia, se eviten en lo posible los litigios en el
pueblo de Dios y se
arreglen pacíficamente cuanto antes.
§2. Al comenzar el litigio, y en cualquier otro momento, siempre que
abrigue alguna
esperanza de éxito, el juez no dejará de exhortar y ayudar a las partes, para que
procuren de
común acuerdo buscar una solución equitativa de su controversia, y les indicará los
medios
oportunos para lograr este fin, recurriendo incluso a personas serias como
mediadoras.(...)”.

2A. MARZOA, J. MIRAS Y R. RODRIGUEZ-OCAÑA. Comentario Exegético al Código de


Derecho Canónico. Instituto Martín de Azpilcueta, Facultad de Derecho Canónico de
la

7
Este ejemplo de atajar la posibilidad de iniciar un juicio mediante
exhortaciones
judiciales prosperó en Europa a lo largo de los siglos XVIII y XIX. Así, en Prusia
se
erige la figura del juez mediador que es escogido de entre los mismos miembros del
tribunal que ha de ver el juicio, lo que hace alusión a la conciliación intra
proceso; de
igual manera el Reino de los Países Bajos estableció en su Código de Procedimientos
que el tribunal podrá en todos los casos y cualquiera fuere el estado del proceso,
mandar a las partes a que comparezcan en persona ante él para el efecto de
conciliarse; de manera similar, una disposición legal de Ginebra preveía que los
jueces
exhorten a las partes en el primer día del pleito a terminar sus diferencias por
medios
amigables y por la intervención de sus parientes.

En España, mediante las Ordenanzas de Bilbao, aprobadas por el Rey Felipe V


en 1737, se ordena que las partes no podrán ser admitidas ni sus demandas ni
peticiones si no intentaban arreglar el pleito de manera previa3. De igual forma,
la
Instrucción de Corregidores del 15 de enero de 1788, expedida por el Rey Carlos III
disponía que los jueces evitaran la realización de juicios y que las partes
solucionen
sus conflictos de manera amistosa mediante la avenencia4. También en las
Ordenanzas de Matrículas, sancionadas por el Rey Carlos IV en 1802, se prevenían a
los Comandantes de Marina que trataran de avenir a las partes en presencia de su
asesor y escribano, debiendo hacerlo constar en autos, y no debiendo dar sin esta
circunstancia curso a segundo pedimento sobre negocios transigibles, bajo su
responsabilidad.

En todos los casos mencionados, se designaba conciliador al mismo juez que


debía juzgar la controversia, pero esta no era la única opción en ese entonces, ya
que
existía la posibilidad de nombrar un juez conciliador independientemente del que
debía
decidir en un juicio posterior, motivado esto en el cuestionamiento que se hacía al
anterior sistema principalmente en el sentido de que al recaer en la misma persona
las
funciones de conciliador y de no prosperar esta, la de juez, se vería afectada de
alguna manera la imparcialidad del juez, razón por la que este sistema cayó en
descrédito y la tendencia posterior fue nombrar jueces especiales para este objeto;
así, por Ley del 24 de agosto de 1790 la Asamblea Constituyente francesa prescribió
que sin hacer constar que se había intentado el medio de la conciliación no se
entablaría pleito alguno, designando a los alcaldes como autoridades especiales
para
ejercer el cargo de conciliadores.

Universidad de Navarra. Volumen IV/1, Segunda edición, Ediciones Universidad de


Navarra,
Pamplona, 1992. p. 918.

3 Ordenanzas de Bilbao. Cap. 7, Num. 6: “Siempre que cualquier persona pareciere en


el
Consulado de Comercio, no se le admitan ni puedan admitir demandas ni peticiones
algunas
por escrito, si ante todas cosas el prior y cónsules hagan parecer ante sí a las
partes, si
buenamente pudiesen ser habidas, y oyéndolas verbalmente sus acciones y
excepciones,
procurarán atajar entre ellas el pleito y diferencia que tuvieren con la mayor
brevedad; y no
pudiéndolo conseguir, les admitan sus peticiones por escrito”.
4 Instrucción de Corregidores. Capítulo 3º: “Los jueces evitarán en cuanto puedan
los pleitos,
procurando que las partes se compongan amistosamente, excusando procesos en todo lo
que
no sea grave, siempre que pueda verificarse sin perjudicar los derechos ´legítimos
de las
partes, para lo cual se valdrán de la persuasión y de todos los medios que les
dictase su
prudencia, haciéndoles ver el interés que a ellas mismas les resulta y los
perjuicios y
dispendios inseparables de los litigios aun cuando ganen”.

8
A su vez, esta disposición fue adoptada por el Código de Procedimientos
Civiles de Napoleón en 1806, que conservó esta institución como obligatoria. Este
precepto fue recogido en la Constitución de Cádiz de 1812, regulándose por primera
vez de manera constitucional a la conciliación. Finalmente, el Código de Comercio
español de 1829 creó la figura del juez avenidor para conciliar a las partes en sus
controversias sobre actos mercantiles.

1.1.- DEFINICION.
La temática de la conciliación, que siempre ha sido una actividad
espontanea
en la convivencia humana. Desde que los hombres han tenido conflictos, fueron
apareciendo figuras que intentaron canalizarlos mediante el uso de la razón y no de
la
violencia.

Caivano, Gobbi y Padilla definen a la conciliación como: "Un método de


gestión de conflictos en el que uno o más terceros imparciales asisten a las partes
para que estas lleguen a un acuerdo recíprocamente aceptable. Al carecer de
autoridad para dirimir la controversia, el conciliador debe aplicar una serie de
técnicas
destinadas a superar las barreras de comunicación". 5

Por su parte, un artículo elaborado a partir del Tratado de Libre Comercio de


América del Norte (TLCAN) establece la siguiente definición:

“La conciliación es un proceso voluntario, una alternativa al litigio donde


un
tercero neutral asiste a las partes en conflicto para que lleguen a una solución.
Dicho
tercero es el conciliador. Más de una persona puede actuar como conciliador según
la
complejidad del caso. Durante un proceso conciliatorio, se le da a cada parte la
oportunidad de presentar su punto de vista sobre el conflicto. El conciliador actúa
como guía y asiste a las partes a dialogar para identificar los puntos de conflicto
y así,
llegar a un acuerdo. A diferencia de los árbitros y los jueces, los conciliadores
no
emiten una decisión. Los conciliadores asisten a las partes ya sea juntos, o por
separado, para auxiliarlos a identificar su propia resolución al conflicto”.

En conclusión, puede decirse que la conciliación consiste en un intento de


llegar voluntariamente a un acuerdo mutuo, con ayuda de un tercero quien interviene
entre las partes. En otras palabras, constituye un mecanismo informal de resolver
conflictos, en el que una persona imparcial ayuda a las partes a identificar
soluciones
al conflicto, plasmándolas en un acuerdo voluntario.

De no encontrar una solución mediante la conciliación, las partes pueden


recurrir a los mecanismos heterocompositivos de resolución de conflictos dentro del
sistema de justicia estatal o arbitral.

Como señala el Prof. Jose Junco, desde una visión judicial, “la
conciliación es
el acto jurídico e instrumento por el que las partes en conflicto, antes de un
proceso o
en el transcurso de este, se someten a un trámite conciliatorio para llegar a una
solución acordada en todo aquello que lo permita la ley”, teniendo como
intermediario
objetivo e imparcial, la autoridad del juez, otro funcionario o particular
debidamente
autorizado para ello, quien previo conocimiento del caso debe procurar por las
fórmulas de arreglo expuestas por las partes o en su defecto proponerlas y
desarrollarlas, a fin de que se llegue a un acuerdo, el que contiene derechos
constituidos y reconocidos con carácter de cosa juzgada.6

5NEGOCIACION Y MEDIACION, Caivano, Gobbi y Padilla, 1997, pag. 209-210


MANUAL DE CONCILIACION JUDICIAL Y EXTRAJUDICIAL, TaramonaJose, 2001, pag. 21

9
En definitiva por conciliación se entiende aquella acción mediante la cual
dos
posturas encontradas se ponen de acuerdo, y llegan a un arreglo beneficioso para
todos.

1.2.- MARCO JURIDICO DE LA CONCILIACION EN BOLIVIA.


La legislación boliviana además de las disposiciones precedentemente
señaladas, ha previsto algunas otras regulaciones en materia de conciliación,
dividiendo la misma en: conciliación en Sede Judicial y extrajudicial.

1.2.1. LA NORMATIVA LEGAL DE LA CONCILIACIÓN EN SEDE JUDICIAL


Al efecto, es pertinente abocarse a la normativa legal orgánica, sustantiva
y
procesal ordinaria que regula a la conciliación y que entró en plena vigente a
partir de
febrero de 2016, salvando el hecho de que la conciliación ha sido previamente
reguladas en anteriores normas legales, tal el caso del Código de Procedimiento
Penal, la Ley N° 1760 de Abreviación Procesal Civil y de Asistencia Familiar, la
Ley de
Arbitraje y Conciliación y otras más.

Al presente y en el marco del futuro ámbito laboral en el que se


desempeñarán
las juezas y jueces, corresponde citar:

1.2.2. LEY DEL ORGANO JUDICIAL:


Fundada en la cultura de paz que reconoce la Constitución Política del
Estado,
la Ley N° 025 del Órgano Judicial, integra a la misma dentro de los principios que
sustentan al Órgano Judicial (Art. 3 -13). El Art. 65 de la Ley N° 025, determina
que “la
conciliación es el medio de solución inmediata de conflictos y de acceso directo a
la
justicia, como primera actuación procesal” Por su parte el Art. 66, establece que
“los
principios que rigen la conciliación son: voluntariedad, gratuidad, oralidad,
simplicidad,
confidencialidad, veracidad, buena fe y ecuanimidad”, mientras que el Art. 67
regula
las disposiciones generales inherentes al trámite de la conciliación.

1.2.3. CÓDIGOPROCESAL CIVIL:


En el Capítulo Segundo del Título V del Libro Primero, (art. 234 sgtes.),
regula
la conciliación en materia procesal civil, al determinar las Reglas Generales de la
Conciliación, así como la clasificación de la conciliación en Previa e
Intraprocesal.
Igualmente dispone con relación a la Conciliación Parcial, la Aprobación de la
Conciliación y la Inexistencia de Prejuzgamiento.
En el Capítulo Primero, del Título I del Libro Segundo,(art. 292 y sgtes) regula
con
precisión a la denominada Conciliación Previa, en lo concerniente a la
Obligatoriedad,
los Asuntos Excluidos de la Conciliación Previa, Alcance y Procedimiento de la
Conciliación Previa.
Finalmente, con relación a la Conciliación Intraprocesal, el mismo Código, en su
Art.
366, dispone que en la denominada Audiencia Preliminar, entre otras actividades,
debe cumplirse con “la tentativa de conciliación que deberá realizar la autoridad
judicial respecto de todos o algunos de los puntos controvertidos.

1.2.4. CÓDIGO DE PROCEDIMIENTO PENAL:


En cuanto se refiere a los Motivos de Extinción de la acción penal, el Art.
27 -7
establece que, entre otros, los mismos se pueden extinguir “por conciliación en los
casos y formas previstos en este Código”, es decir, con relación a delitos de
acción
penal privada, o en el caso de delitos de contenido patrimonial o de culposos que
no
tengan como resultado la muerte.
Con relación al procedimiento por los delitos de acción penal privada, el Art. 377
del
referido Código, establece que “admitida la querella, se convocara a una audiencia
de
conciliación, dentro de los diez días siguientes. Cuando el querellado no
comparezca,

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el procedimiento seguirá su curso. Si en esta oportunidad o en cualquier estado
posterior del juicio, las partes se concilian, se declarara extinguida la acción y
las
costas se impondrán en el orden causado, salvo acuerdo de partes.

1.2.5. CÓDIGO DE LAS FAMILIAS:


Con relación a la conciliación la misma es admitida como excepción con
relación a los procesos familiares. Igualmente el Código se refiere a la
Conciliación
Intraprocesal, cuando en su Art. 427, dispone que en la denominada Audiencia
Preliminar, entre otras actuaciones, deben cumplirse con la “Conciliación instada
de
oficio o a petición de parte, respecto de todos o algunos de los puntos
controvertidos
en los casos permitidos por este Código”, así como con la“Aprobación o rechazo de
la
conciliación. En caso de existir acuerdo total, el acta será aprobada en Auto
Definitivo
poniendo fin al proceso en el mismo acto. Si la conciliación es parcial, será
aprobada
en lo pertinente, debiendo proseguir el proceso sobre los puntos no conciliados”.
Complementa el Código en el Art. 440, con relación a la Audiencia en Proceso
Extraordinario, cuanto dispone que la audiencia, entre otras actuaciones, “se
intentará
la conciliación de oficio o a solicitud de parte, salvo en casos de divorcio”.

1.2.6. CÓDIGO DE LA NIÑA, NIÑO Y ADOLESCENTE:


El Art. 273 del Código, dispone que la Jueza o Juez Público en materia de
Niñez y Adolescencia, tendrá, entre otras atribuciones la de promover la
conciliación,
siempre que sea procedente. Tal es el caso del Proceso Penal del Adolescente, en el
que se admite la conciliación como salida alternativa, a través de la cual se
soluciona
el conflicto, pudiendo realizarse esta, hasta antes de pronunciarse la sentencia.
En los
demás casos, sobre todo vinculados a violencia ejercida sobre niñas, niños y
adolescentes, disposición de su patrimonio y el ejercicio de otros derechos, la
conciliación no es admisible.

1.2.7. LEY N° 348 INTEGRAL PARA GARANTIZAR A LAS MUJERES UNA VIDA
LIBRE DE VIOLENCIA:
Si bien la conciliación está prohibida en cualquier hecho de violencia
contra las
mujeres, que comprometa su vida e integridad sexual, sin embargo, el Art 46 de la
Ley, dispone que excepcionalmente la conciliación podrá ser promovida únicamente
por la víctima, sólo por única vez y no siendo posible en casos de reincidencia.

1.2.8. LEY DEL SERVICIO NACIONAL DE REFORMA AGRARIA:


El art. 81-4 en cuanto al proceso oral agrario establece como una de las
excepciones admisibles en materia agraria a la conciliación. Por su parte, el art.
83 inc.
4 establece que en el desarrollo de las Audiencias en los Procesos Orales Agrarios,
entre otras, se debe cumplir con la “tentativa de conciliación instada por el juez
respecto de todos o algunos de los puntos controvertidos. Si se llegare a un
acuerdo
total, este será homologado en el acto poniendo fin al proceso; empero, si la
conciliación fuere parcial, será aprobado en lo pertinente, debiendo proseguir el
proceso sobre los puntos no conciliados”.
1.2.9. LA CONCILIACIÓN EN SEDE ADMINISTRATIVA EN LA NORMATIVA LEGAL
BOLIVIANA
a. LEY GENERAL DEL TRABAJO: La Ley General del Trabajo de 1942 y su
Decreto Reglamentario de 1943 en sus artículos 105 al 113, y 149 al 158
respectivamente, introducen en Bolivia a la conciliación y el arbitraje. En
ese
sentido, disponen la aplicación de la conciliación y el arbitraje a cargo
del
Ministerio del Trabajo, una vez que se hayan agotado las etapas de
negociación directa. Los preceptos legales otorgan competencia para la
solución de los conflictos al Inspector del Trabajo (conciliación) y al
Inspector
General del Trabajo (arbitraje). En ambos casos, la sumisión a la
conciliación y

11
al arbitraje es obligatoria. Posteriormente, mediante Resoluciones
Ministeriales,
se declara expresamente la plena jurisdicción y competencia al Departamento
de Relaciones de Trabajo y Conflictos Colectivos, en el conocimiento de la
etapa de la conciliación, y del Director General del Trabajo en el arbitraje
laboral.
b. LEY DEL SERVICIO NACIONAL DE REFORMA AGRARIA: El Art. 18-9
dispone como una de las atribuciones del Instituto Nacional de Reforma
Agraria, el promover la conciliación de conflictos emergentes de la posesión y
del derecho de propiedad agraria. Por su parte el Art. 66-3 al hacer
referencia a
las finalidades del saneamiento de la propiedad agraria, establece como una
de ellas a la conciliación de conflictos relacionados con la posesión y
propiedad
agrarias.

1.2.10. CONCILIACIÓN EN LA JUSTICIA INDÍGENA ORIGINARIA CAMPESINA

La Constitución Política del Estado en su Art. 190, establece que las


naciones y pueblos indígena originario campesinos ejercerán sus funciones
jurisdiccionales y de competencia a través de sus autoridades, y aplicaran
sus
principios, valores culturales, normas y procedimientos propios. Por ello se
reconoce los derechos de los pueblos indígenas originarios y campesinos que
habitan en el territorio del Estado a impartir justicia y en esa medida, que
las
autoridades indígena originaria campesinas puedan aplicar medios de
solución alternativa de conflictos, en conformidad a sus principios, valores
y
procedimientos. En materia de violencia contra las mujeres, así lo dispone
el
Art. 52 de la Ley N° 348, al regular la conciliación ejercida por las
autoridades
indígena originario campesinas.

1.2.11. CONCILIACIÓN EXTRAJUDICIAL REGULADA POR


EL
MINISTERIO DE
JUSTICIA.

a) LEY N° 708 DE CONCILIACIÓN Y ARBITRAJE:


Promulgada el 25 de junio de 2015, tiene por objeto regular la
conciliación y el arbitraje como medios alternativos de resolución de
controversias emergentes de una relación contractual o extracontractual.
La norma en cuestión, establece los principios de la conciliación, las
materias excluidas de la conciliación, las reglas procedimentales, el
acta
de conciliación y los requisitos, derechos y deberes de la o el
conciliador, entre otros.
Con relación a los responsables de conciliar, el Art. 14 establece que
las
personas jurídicas podrán constituir administradoras de Conciliación y
Arbitraje, bajo las siguientes modalidades:
1. Centros de Conciliación.
2. Centros de Conciliación y Arbitraje.
3. Centros de Arbitraje.
El Art. 11 de la Ley, dispone que el Ministerio de Justicia es la
autoridad
competente para autorizar el funcionamiento de los Centros de Conciliación,
Centros de Conciliación y Arbitraje, o Centros de Arbitraje y emergente de
ello,
mantiene el registro, la aprobación de los reglamentos y determina la
suspensión temporal o definitiva de dichos Centros.

b) DEFINICIÓN DE CONCILIACIÓN A LOS EFECTOS DE LA LEY N°


708

12
La Ley 708, en su artículo 20, define a la conciliación como un “medio
alternativo de solución de controversias al que las personas naturales o jurídicas,
públicas o privadas, nacionales o extranjeras, acceden libre y voluntariamente,
antes o
durante un proceso judicial o arbitral, con la colaboración de una o un tercero
imparcial
denominado conciliador, que se ejercitará en el marco de la presente Ley”.

Con relación al ámbito material, la Ley dispone, que se podrán someter a


conciliación las controversias derivadas de relaciones jurídicas contractuales o
extracontractuales, que puedan ser resueltas mediante la libre disposición de
derechos
y no contravengan el orden público.

c) Principios de la Conciliación contenidos en la Ley N° 708.


Tanto aplicables para la conciliación, como para el arbitraje, la Ley,
establece
que dichos mecanismos, se sustentan en los siguientes principios:
1. Buena fe. Las partes proceden de manera honesta y leal, con el ánimo de
llegar a un acuerdo y acceder al medio alternativo que ponga fin a la
controversia.
2. Celeridad. Comprende el ejercicio oportuno y sin dilaciones en la solución de
controversias.
3. Cultura de paz. Los medios alternativos de resolución de controversias
contribuyen al Vivir Bien.
4. Economía. Los procedimientos se desarrollarán evitando trámites o diligencias
innecesarias, salvaguardando las garantías jurisdiccionales.
5. Finalidad. Por el que se subordina la validez de los actos procesales en aras
de
la solución de la controversia y no sólo a la simple observancia de las
normas o
requisitos.
6. Flexibilidad. Por el que las actuaciones serán informales, simples y
adaptables
a las particularidades de la controversia.
7. Idoneidad. La o el conciliador y la o el árbitro, legitiman su intervención a
partir
de su aptitud, conocimiento y experiencia en el desarrollo de los medios
alternativos de solución de controversias.
8. Igualdad. Las partes tienen igual oportunidad para hacer valer susderechos y
sus pretensiones.
9. Imparcialidad. La o el conciliador y la o el árbitro, deben permanecer
imparciales durante el procedimiento, sin mantener relación personal,
profesional o comercial alguna con las partes, ni tener interés en el asunto
objeto de controversia.
10. Independencia. Por el que conciliadores y árbitros tienen plena libertad y
autonomía para el ejercicio de sus funciones.
11. Legalidad. La o el conciliador y la o el árbitro, deberán actuar con arreglo
a lo
dispuesto a la Ley y otras normas jurídicas.
12. Oralidad. Como medio que garantiza el diálogo y la comunicación entre las
partes, generando confianza mutua.
13. Voluntariedad. Por el que las partes, de forma libre y de mutuo acuerdo,
acceden a un medio alternativo de solución de controversias.

d) MATERIAS EXCLUIDAS DE LA CONCILIACIÓN


La Ley N° 708, en su Art 4, expresamente dispone que los siguientes asuntos
no podrán ser sometidos a Conciliación ni arbitraje:
1. La propiedad de los recursos naturales. Ello resulta del hecho de que los
recursos naturales son de propiedad del Estado
2. Los títulos otorgados sobre reservas fiscales. Al ser de titularidad del
Estado no
puede conciliarse sobre dichos títulos.
3. Los tributos y regalías. En la medida que son de interés público y general.

13
4. Los contratos administrativos, salvo lo dispuesto en la presente Ley.
5. El acceso a los servicios públicos. Ello por ser de interés colectivo
6. Las licencias, registros y autorizaciones sobre recursos naturales en todos
sus
estados.
7. Cuestiones que afecten al orden público.
8. Las cuestiones sobre las que haya recaído resolución judicial firme y
definitiva,
salvo los aspectos derivados de su ejecución. La resolución ejecutoriada
como
tal no es conciliable, sin embargo, los aspectos emergentes de la misma a
ser
definidos en la ejecución si pueden ser conciliados.
9. Las cuestiones que versen sobre el estado civil y la capacidad de las
personas.
Indudablemente estos aspectos no pueden ser conciliables en razón a que se
trata de derechos personalísimos, que se encuentran fuera del comercio
humano.
10. Las cuestiones referidas a bienes o derechos de incapaces, sin previa
autorización judicial. En la medida que no está presente la manifiesta
voluntariedad autónoma de las personas, no puede conciliarse.
11. Las cuestiones concernientes a las funciones del Estado.
12. Las cuestiones que no sean objeto de transacción.
13. Y cualquier otra determinada por la Constitución Política del Estado o la
Ley.

Al margen de lo anterior, la propia Ley N° 708, establece tres situaciones


sometidas a exclusión expresa, bajo las que no pueden aplicarse dicha Ley, siendo
estas:

1. Las controversias en materia laboral y de seguridad social, por estar


sometidas
a disposiciones legales que le son propias.
2. Los acuerdos comerciales y de integración entre Estados, suscritos por el
Estado Plurinacional de Bolivia, los cuales se regirán por las disposiciones
sobre conciliación y arbitraje que determinen las partes, en el marco de
éstos.
3. Los contratos de financiamiento externo que suscriba el Estado Plurinacional
de Bolivia con organizaciones u organismos financieros internacionales.

e) RESERVA DE LA INFORMACIÓN Y CONFIDENCIALIDAD DE LA


CONCILIACIÓN

En cuanto a la reserva de la información, el Art. 7 de la Ley dispone que


cuando el Estado sea parte de un procedimiento de conciliación o de arbitraje, toda
la
información conocida y producida en dicho procedimiento, tendrá carácter reservado
si
fuera calificada como tal por normativa vigente.

Por su parte, con relación a la confidencialidad, la Ley dispone que:


Toda información conocida y producida por los particulares en un procedimiento de
conciliación o de arbitraje, es confidencial. En conciliación además no tiene
ningún
valor probatorio.
Este elemento es clave, porque si bien no está contemplado como Principio,
la
disposición es taxativa y en esa medida involucra responsabilidades para la o el
conciliador.
Continúa la Ley estableciendo que excepcionalmente, la confidencialidad se
levantará cuando:
1. Estén comprometidos los intereses del Estado, caso en el cual, la
información
será entregada a la Procuraduría General del Estado.
2. Existan indicios de comisión delictiva, caso en el cual, la información será
entregada mediante requerimiento fiscal u orden judicial.

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f) Eficacia del Acta de Conciliación.
La Ley dispone que el Acta de Conciliación desde su suscripción es
vinculante
a las partes, su exigibilidad será inmediata y adquirirá la calidad de cosa
juzgada,
excepto en las materias establecidas por Ley, cuando se requiera la homologación
por
autoridad judicial competente.

g) Ejecución forzosa del Acta de Conciliación.


En caso de incumplimiento del Acta de Conciliación, procede la ejecución
forzosa del Acta de Conciliación, conforme al procedimiento de ejecución de
sentencia
ante la autoridad judicial competente del lugar acordado por las partes. A falta de
acuerdo, la autoridad judicial competente será la del lugar donde se haya celebrado
el
acuerdo.

h) Ejecución forzosa del Acta de Conciliación.


Las actas de conciliación suscritas en el extranjero serán reconocidas y
ejecutadas en el Estado Plurinacional de Bolivia, de conformidad a las normas sobre
cooperación judicial internacional, establecidas en la norma procesal civil
vigente.

CAPITULO II. LA CONCILIACION EN SEDE JUDICIAL

2.1. MODALIDADES DE LA CONCILIACIÓN PREVIA.

No obstante que en el régimen legal anterior ya fue incorporada la


conciliación
a nivel Intraprocesal, la misma no logró mayores resultados en la medida que juezas
y
jueces, en la mayoría de los casos, la consideraron como un formalismo más, sin que
se incidiera en su importancia y el efecto que su aplicación correcta puede
conllevar
en la carga procesal de Tribunales y Juzgados.

En ese sentido y conforme a lo establecido en la Constitución Política del


Estado, con relación al deber de toda boliviana y boliviano de defender, promover y
contribuir al derecho a la paz y fomentar la cultura de paz, la Ley N° 025 del
Órgano
Judicial, incorpora la conciliación en sede judicial, entendiendo a la misma como
el
medio de solución inmediata de conflictos y de acceso directo a la justicia, como
primera actuación procesal.

En un entendimiento cabal de la norma, la conciliación en sede judicial


importa
dos modalidades, la que en su caso, son precisadas con mayor claridad en el Código
Procesal Civil, siendo estas:

1. La Conciliación Previa.
2. La Conciliación Intraprocesal.
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CONCILIACIÓN
EN SEDE
JUDICIAL

CONCILIACIÓN CONCILIACIÓN
PREVIA INTRAPROCESAL

2.2. PRINCIPIOS QUE RIGEN LA CONCILIACIÓN EN SEDE JUDICIAL

El Art. 66 de la Ley N° 025 del Órgano Judicial, establece que los


principios que
rigen a la conciliación en sede judicial son los de:
1. Voluntariedad: La conciliación es un acto obligatorio para el proceso, pero
no
para las partes, es decir procesalmente no se puede prescindir de la
conciliación, sin embargo no se puedo obligar a las partes a conciliar. Es
más,
de acuerdo al Código Procesal Civil, en los procesos ejecutivos y otros
procesos monitorios, la conciliación previa será optativa para la parte
demandante, sin que la o el requerido pueda cuestionar la vía.
2. Gratuidad: Al ser un principio que rige a todo el sistema judicial, la
conciliación
no puede significar de ninguna manera una carga económica a las partes.
3. Oralidad: La conciliación importa la relación directa e inmediata entre las
partes
y con el conciliador, de tal forma que la palabra hablada se constituye en
la
base de la comunicación y el entendimiento.
4. Simplicidad: La conciliación no exige formalismos, ritualismos o pompas
procesales que hagan moroso e inviable el procedimiento.
5. Confidencialidad: La confidencialidad incluye no solo lo expresado
verbalmente, sino también alcanza a los papeles, documentos presentados o
suscritos por las partes. No requiere acuerdo de partes y solo cesa en caso
de
acuerdo expreso de las partes o disposición judicial fundamentada y
finalmente
para impedir se cometa o se consume un delito. En su caso, habría que tomar
en cuenta los límites a la confidencialidad determinados en la Ley N° 708,
los
cuales fueron descritos previamente.
6. Veracidad: La conciliación exige que lo que se refleje en ella sea lo veras
y real
evitando cualquier falacia que la invalide.
7. Buena fe: La lealtad es un elemento esencial, tanto para las partes, como
para
el conciliador.
8. Ecuanimidad: Asociado al principio de igualdad, en el entendido que las
partes
reciben el mismo tratamiento por parte de la o el conciliador.
Al margen de lo establecido previamente, los demás principios generales
asociados a la conciliación y establecidos en la Ley N° 708, son plenamente
aplicables
a la Conciliación en sede judicial.

16
2.3.GENERALIDADES DE LA CONCILIACIÓN EN SEDE JUDICIAL.

El Art. 234 del Código Procesal Civil, en cuanto a las reglas generales,
establece que “todos los derechos susceptibles de disposición por su titular, así
como
los transigibles, podrán ser objeto de conciliación en el proceso”, en esa medida
no
hay mayor limitación a la conciliación que la disponibilidad y transigibilidad de
los
derechos, entendiéndose que en esta última categoría ingresan todas las
prohibiciones expresas contenidas en la Constitución Política del Estado y las
Leyes.

El mismo artículo, establece que la conciliación podrá ser instada por la


autoridad judicial o por las partes, lo cual se complementa cuando dispone que las
partes de mutuo acuerdo podrán acudir directamente al conciliador judicial.
Lo anterior se constituye en una innovación y complementación a la Ley N° 025 del
Órgano Judicial, por cuanto, la conciliación en sede judicial, no solo podría
operarse
de manera previa o intraprocesalmente, como emergencia de una demanda, sino que
abre la posibilidad, de que, sin formalizar una demanda, la o las partes soliciten
o
requieran conciliar un conflicto ante la o el conciliador judicial, a fin de evitar
una
posible y futura demanda judicial. En esa medida, esta figura, se constituye en una
variante más sujeta a conciliación previa.

Al margen de lo anterior, el Código Procesal Civil, dispone, que las partes


podrán conciliar en la audiencia preliminar o en cualquier etapa del proceso, lo
cual es
muy importante, porque intraprocesalmente no debe ser considerada solo como un
intento formal por parte de la jueza o del juez para solucionar el pleito por medio
de la
conciliación. De todas maneras, la propia Ley, establece que en forma obligatoria,
la
autoridad judicial (jueza o juez), en la audiencia preliminar, tiene el deber de
instar a
las partes a conciliación, bajo pena de nulidad.

2.4. CONCILIACIÓN PARCIAL.


La Ley establece que si la conciliación sólo recayere sobre parte del
litigio o se
relacionare con alguno de los sujetos procesales, la causa continuará respecto de
los
puntos no conciliados o de las personas no comprendidas por aquella. En ese
sentido,
es importante reconocer la importancia de la conciliación parcial y por ende de la
conciliación en su integridad, por cuanto la solución de uno o más puntos en
conflicto
que pudieran significar la totalidad de la demanda, significa un ahorro de tiempo y
esfuerzos para la jueza o el juez, por cuanto bajo esa lógica se ha de reducir su
carga
de trabajo. Es como cuando una persona tiene una tarea con cinco preguntas, si le
facilitan la respuesta a tres preguntas, sus esfuerzos se concentrarán solo en
resolver
las dos preguntas restantes, lo cual importará un evidente ahorro de tiempo y menor
desgaste intelectual y emocional.
En ese sentido, debe valorarse la labor de la conciliadora o el conciliador, que
aunque
no pueda consolidar un acuerdo total, el acuerdo parcial es significativo a fin de
evitar
una sobrecarga de trabajo a la autoridad jurisdiccional.

2.5. APROBACIÓN Y VALOR DE COSA JUZGADA.


El Código Procesal Civil en su Art. 237, establece que la conciliación
constara
en acta, la cual será firmada por las partes, la autoridad judicial y refrendada
por la o el
secretario.
En este caso, no hay que limitar la aprobación de la conciliación solo al
cierre
del acta celebrado ante la autoridad jurisdiccional, el cual evidentemente requiere
las
firmas de los intervinientes, sino también a la aprobación que se haga de la
conciliación parcial o total que se efectivice en la conciliación previa, con
intervención
de la o el conciliador. Conforme manda la Ley N° 025 del Órgano Judicial, con
relación
a la competencia de las juezas y los jueces en materia civil y comercial, familiar,
de la

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niñez y adolescencia, trabajo y seguridad social y penal, estas tiene la facultad
de
aprobar el acta de conciliación en las demandas orales o escritas siempre que esto
no
implique la vulneración de derechos constitucionales de las partes, de ahí porque
es
muy importante el análisis que realice la autoridad jurisdiccional de los términos
acordados en el acta, a fin de aprobar o rechazar la conciliación.

Se complementa el artículo determinando que la conciliación aprobada tiene


efectos de cosa juzgada entre las partes y sus sucesores a título universal, lo
cual
implica que tiene los mismos efectos de una sentencia, pero que ha sido lograda sin
tener que atravesar por un traumático proceso judicial, porque hay que entender,
que
aunque el proceso judicial sea expeditivo, no deja de constituirse en un factor de
alta
presión psicológica, familiar y económica sobre las partes.

2.6. INEXISTENCIA DE PREJUZGAMIENTO.


El Código Procesal Civil, establece que cuanto expusiere la autoridad judicial en
la
audiencia de conciliación, no importará prejuzgamiento, aunque estuviere referido
al
fondo de la controversia. Las opiniones vertidas por la autoridad judicial en la
audiencia de conciliación, no son causales de excusa ni recusación. Este es un
punto
importante y que trasunta no solo a la audiencia de conciliación, sino que alcanza
a las
acciones inherentes a la gestión de la conciliación previa o intraprocesal.

En la conciliación previa, se requiere que la jueza o el juez, sea capaz,


de
determinar las causas que serán puestas a conocimiento de la o el conciliador y en
su
caso rechazar las mismas para darle el trámite jurisdiccional, sea porque lo
requerido
no sea claro o porque se pretende conciliar situación no sujetas a conciliación. No
puede confiarse en que un servidor público judicial de la Oficina de Servicios
Comunes
(Antes Plataforma de Atención al Usuario Externo), el que, generalmente es
estudiante
o egresado, tenga la capacidad de discernir tal situación. De la misma manera, la o
el
conciliador, al cual no se exige formación en derecho, pueda precisar ello. En todo
caso, es mejor invertir dos o tres minutos del tiempo de la jueza o del juez en la
revisión y gestión de la documentación, a tener que mover todo el aparato judicial
en
un esfuerzo inútil. En su caso, hay que pensar que esos pocos minutos, a la larga
pueden significar horas o días de trabajo por resolver el inconveniente.

CAPITULO III. LA CONCILIACION PREVIA.

Como se había señalado, la conciliación en sede judicial, se divide en


conciliación previa y conciliación Intraprocesal.

Tal cual indica su nombre, la conciliación previa es la desarrollada antes


de la
tramitación judicial de la demanda y es gestionada por la o el conciliador adscrito
al
Tribunal o Juzgado o en su caso, a una de las o los conciliadores que integran el
equipo de conciliadores cuyas funciones se desarrollan en la sede del Tribunal o
Juzgado correspondiente.
Antes de ingresar al procedimiento inherente a la conciliación previa, es
necesario tomar en cuenta algunos aspectos fundamentales.

3.1. ASUNTOS EXCLUIDOS DE LA CONCILIACIÓN PREVIA.


De acuerdo a lo establecido en el Art. 293 del Código Procesal Civil, los
asuntos excluidos de conciliación previa son:
1. Los procesos en que fueren parte los incapaces de obrar.
2. A quienes expresamente les prohíbe la Ley.
3. En beneficio de gratuidad, diligencias preparatorias y medidas cautelares.

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4. En procesos concursales.
5. En procesos voluntarios, salvo si se suscitaré contienda, caso en el que la
conciliación será obligatoria conforme lo prevé el Artículo 452 del
presente
Código.
6. Cuando la parte demandada tuviere su domicilio en jurisdicción departamental
distinta al lugar donde se promoverá la demanda principal o en el exterior,
o
cuando su domicilio fuera desconocido.
Al margen de lo anterior, se sobreentiende que se excluyen de ser
conciliados,
todos aquellos casos establecidos en la Constitución Política del Estado, la Ley N°
708, el Código Procesal Civil y demás leyes especiales.

3.2. APLICACIÓN OPTATIVA.


Como ya se indicó, en los procesos ejecutivos y otros procesos monitorios,
la
conciliación previa será optativa para la parte demandante, sin que la o el
requerido
pueda cuestionar la vía. Esta es una situación objetiva que podría significar un
innecesario transitar por la conciliación, en la medida de la existencia de un
título o
documento constitutivo, caso en el que la autoridad jurisdiccional, acoge la
demanda
con una sentencia inicial, de ahí porque la renuncia a la conciliación que pudiera
hacer
la o el demandante no puede ser reclamado por la o el demandado.

3.3. TESTIMONIO O FOTOCOPIA LEGALIZADA


El Art. 297 del Código Procesal Civil, establece que el testimonio o
fotocopia
legalizada del acta de conciliación y auto definitivo de aprobación, tendrán valor
de
documento público o auténtico para el ejercicio de los derechos definidos por esta
vía,
así como para su inscripción en el registro que corresponda, en su caso debe
entenderse que la conciliación se perfecciona formalmente con el auto definitivo de
aprobación y no simplemente con el acta de conciliación.

3.4. PROCEDIMIENTO DE LA CONCILIACIÓN PREVIA


En este acápite que es de suma importancia, se irán combinando las
disposiciones contenidas en el Código Procesal Civil con la circular 04/2016 del
TSJ.
Jueces y Servidores de Apoyo Judicial, Servicios Judiciales auxiliares de la labor
jurisdiccional, como Plataforma de Atención al Público e Informaciones, Oficina de
Servicios Comunes y Recepción de Memoriales.
Asimismo, será de aplicación en los demás juzgados de otras materias,
cuando
por las circunstancias y por la exigencia de la Ley, requieran del servicio previo
o
intraprocesal de conciliación, para lo cual la Sala Plena del Tribunal
Departamental de
Justicia, asignará al conciliador de un determinado juzgado público en lo civil y
comercial.

1).Organización.
Se propone que el Sistema Conciliatorio Judicial, se organice en correspondencia a
lo
establecido en la Ley N° 025 del Órgano Judicial, como parte del sistema de apoyo
judicial a los juzgados públicos y de acuerdo a lo establecido en la Ley 439.

En razón a las necesidades y a la disponibilidad de recursos del Organo


Judicial, su conformación (cantidad), estará determinada a partir de la cantidad de
juzgados públicos existentes en cada Tribunal Departamental del Justicia, pudiendo
un
conciliador ser asignado a uno o más juzgados públicos, de igual forma se operará
en
las ciudades intermedias con una estimable carga procesal.

En las Provincias, funcionará como un sistema ambulatorio o itinerante, de


acuerdo a las necesidades de cada asiento judicial.

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2) Apoyo.
Para el efectivo cumplimiento de sus funciones, el sistema conciliatorio judicial
contará
con el apoyo de:

Los servidores de apoyo judicial – Auxiliares y Oficiales de Diligencias -


de los
juzgados públicos, y el Servicio de Plataforma de Atención al Público, en la
recepción, registro y tramitación de las solicitudes de conciliación presentadas en
los
Tribunales Departamentales de Justicia.

Retomando el tema del procedimiento de la Conciliación Previa, como se


precisó, dicho procedimiento se desarrolla a partir de dos supuestos, el primero a
solicitud o requerimiento directo de las partes y el segundo, como emergencia de la
presentación de una demanda judicial:

3.5. ACTOS PREPARATORIOS DE LA CONCILIACIÓN PREVIA


Este aspecto no ha sido precisado por el Código Procesal Civil, de ahí
porque,
ajustado a la gestión de memoriales ante Tribunales y Juzgados, conviene resaltar
la
siguiente propuesta:

Para el caso de la conciliación previa a solicitud o requerimiento directo


de las
partes, la solicitud de intervención de un Conciliador(a) Judicial, deberá ser
presentada
de manera escrita o verbal en la Plataforma de Atención al Público e Informaciones,
(donde exista ésta), o en oficina de Servicios Comunes. En realidad debe entenderse
que debe ser presentada en la Oficina de Servicios Comunes (ex Plataforma de
Atención al Usuario Externo -PAUE).
En las provincias se presentará directamente en Secretaria del Juzgado, la
misma deberá estar dirigida a la autoridad jurisdiccional (Jueza o Juez),
cumpliendo
los requisitos de presentación señalados.La solicitud de conciliación será
debidamente
registrada en el sistema de ingreso, registro y sorteo de causas y, sorteada cual
si
fuera una demanda nueva, derivándose en el día, al juzgado asignado.

En el juzgado asignado, se pondrá inmediatamente por Secretaria, a


conocimiento de la autoridad jurisdiccional (Jueza o Juez), la solicitud y toda la
documentación adjuntada a la misma, autoridad que verificando el cumplimiento de
los
requisitos de forma y la viabilidad legal de la conciliación solicitada,
providenciará
mediante decreto, la prosecución del trámite o el rechazo de la solicitud.
Adviértase en
este punto, la importancia de la labor realizada por la jueza o el juez, en la
medida de
advertir, primero si se han cumplido las formalidades y la determinación del asunto
como materia conciliable, valoración que no podría ser realizada por un servidor de
apoyo jurisdiccional que carece de la formación suficiente.

El Juez dispondrá, que mediante el Conciliador asignado a su juzgado, se


realice la conciliación solicitada, debiendo el Conciliador(a), fijar día y hora de
audiencia de conciliación, dispondrá además, se proceda por Secretaria del juzgado
a
citar y emplazar a las partes.

3.6. COMO EMERGENCIA DE LA PRESENTACIÓN DE UNA DEMANDA


Presentada la demanda en Plataforma de Atención al Público e Informaciones,
o en la oficina de Servicios Comunes, será registrada y sorteada por el sistema
informático aprobado y, derivada en el día, al juzgado asignado en el sorteo. Debe
ser
presentada en la Oficina de Servicios Comunes (ex Plataforma de Atención al Usuario
Externo -PAUE).

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Recibida la demanda en secretaria de juzgado, será pasada de manera
inmediata al Juez para su análisis y derivación al conciliador(a) adscrito al
juzgado.

3.7. CONVOCATORIA A LAS PARTES


El Código Procesal Civil, en su Art 296, dispone que la audiencia de
conciliación previa se convocará por la o el conciliador. Para este acto se citará
y
emplazará al futuro demandado con una anticipación no menor a tres días.

El mismo Código, complementa estableciendo que la autoridad (la o el


conciliador) dispondrá se lleve a cabo dicha actuación, con la presencia de las
partes.
La presencia de abogados no es obligatoria.

Al respecto, la circular 04/2016 del TSJ, regula tanto para el caso de la


solicitud o requerimiento directo de las partes o como emergencia de la
presentación
de una demanda:
El Conciliador dará el impulso necesario, cumpliendo con las formalidades
legales a efecto de citar debidamente a las partes, respetando el plazo establecido
en
el Art. 296-I del C.P.C., vale decir, deberán estar citados con tres días de
anticipación
a la fecha de la audiencia conciliatoria, la misma que no podrá ser fijada, más
allá de
los diez días posteriores a la fecha de presentación de la solicitud. Esta última
disposición de la propuesta es muy importante, por cuanto debe activarse
adecuadamente el procedimiento conciliatorio, procurando la solución pronta y ágil
de
los conflictos.

La citación para la audiencia de conciliación será practicada por el


Oficial de
Diligencias del Juzgado, quien deberá realizar dicha actuación dentro de las
veinticuatro horas siguientes al señalamiento de audiencia por parte del
Conciliador(a),
bajo responsabilidad de este funcionario, del Secretario(a) del juzgado y del
Oficial de
Diligencias. Al efecto, es importante tomar en cuenta, que si bien es cierto que al
presente, en la mayoría de los Juzgados, se cuenta con un Oficial de Diligencias,
bajo
la lógica de la Ley N° 025 del Órgano Judicial, se irán consolidando las Centrales
de
Notificaciones multimateria, por lo que más adelante, tendrá que gestionarse la
citación y emplazamiento por esa vía. De todas maneras, al presente para materia
penal y familiar en su caso, es viable la aplicación de la Central de
Notificaciones.

3.8. INSTALACIÓN Y DESARROLLO DE LA AUDIENCIA


El Código Procesal Civil, en su Art. 296 dispone que, instalada la
audiencia por
la o el conciliador, explicará a las partes las ventajas de la conciliación,
utilizando las
técnicas adecuadas para lograr su finalidad.

Al efecto, es importante el uso de las técnicas y herramientas propias de


la
conciliación a fin de generar confianza y respeto en el desarrollo de la audiencia.
Cumplidas las formalidades de citación y emplazamiento a las partes, el
Conciliador(a) instalará la audiencia de conciliación, en la fecha y hora señalada,
con
la presencia o no de las partes. Si una de las partes no pudiere concurrir a la
audiencia, hará conocer el impedimento antes del verificativo y si el conciliador
encontrare justificado, señalará nueva audiencia dentro de los próximos cinco días.
De
no hacerse presentes ninguna de las partes, el Conciliador(a) hará constar en el
Acta
este extremo, así como en el sistema informático de seguimiento de causas, a efecto
de posteriores incidencias.

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En este punto, es importante que el proceso conciliatorio no quede abierto,
es
decir, que ante la reprogramación de la audiencia, la parte que solicitó la misma,
no se
hace presente a la nueva audiencia, la o el conciliador, debe hacer constar
mediante
acta dicho extremo. No debe olvidarse que en los casos de presentación de una
demanda judicial, si bien el proceso conciliatorio es obligatorio, no puede
obligarse a
las partes a asistir o conciliar en la audiencia. En ese sentido, quien presentó la
solicitud de conciliación o en su caso presentó la demanda, tendrá vía libre para
el
desarrollo de las acciones legales que viere conveniente.

Una vez instalada la audiencia, en la cual las partes podrán estar


asistidas por
un profesional Abogado, se someterán a lo establecido en el protocolo de la
conciliación, que recoge lo establecido en el Art. 296 del C.P.C.

Continua el Código, estableciendo que seguidamente la parte que promovió la


conciliación fijará su pretensión con claridad y precisión, a su vez, la otra parte
se
pronunciará sobre la propuesta.

Luego de escuchar a las partes, la o el conciliador podrá proponer


alternativas
de solución, actuando con buena fe y ecuanimidad, que podrá ser aceptada o
desestimada por las partes.

Resalta la importancia de la comunicación que debe haber entre las partes y


con la o el conciliador, de ahí que incluso esta o este último, pueda proponer
alternativas de solución equilibradas.

El Código dispone que la o el conciliador levantará un acta resumida de las


pretensiones de las partes, señalando de manera precisa en que aspectos hubo
acuerdo.

Si se llegare a un acuerdo total o parcial, constará en el acta de conciliación, el


cual
será suscrito por las partes y el conciliador.

Es muy importante que en el acta se precisen con claridad los puntos


acordados. Al efecto, no solo en cuanto se trate de conciliación previa, sino
también de
conciliación Intraprocesal, es importante tomar en cuenta los elementos básicos que
debe contener el acta de conciliación, debiendo en su caso, aplicar lo establecido
por
la Ley N° 708.

3.9. CONTENIDOS MÍNIMOS DEL ACTA DE CONCILIACIÓN.


La Ley no establece limitaciones al acta de conciliación, sin embargo,
determina los contenidos mínimos que deben ser integrados en cualquier acta de
conciliación, siendo estos:
1. La identificación de las partes. Debe identificarse con claridad a las
partes
intervinientes, lo cual implica indicar con precisión nombre completo y
cédula
de identidad vigente.
2. La relación sucinta y precisión de la controversia. Como se indica debe ser
sucinta, es decir resumida, lo cual importa que no sea una transcripción
de
todo lo expresado en la audiencia, pero tampoco signifique una versión
telegráfica.
3. El acuerdo logrado por las partes con indicación de modo, tiempo y lugar de
cumplimiento de las obligaciones pactadas, y en su caso, la cuantía. Este
el
punto determinante del acta, de tal forma que la o el conciliador, debe
ser muy

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claro y exhaustivo en los términos y condiciones del o los acuerdos a los
que
arriben las partes.
4. Las sanciones en caso de incumplimiento, cuando corresponda. El
incumplimiento a todo acuerdo, generalmente acarrea sanciones, en tal caso,
dichas sanciones también deben ser establecidas con claridad
5. Las garantías efectivas o medidas necesarias para garantizar su ejecución,
si
corresponde.En la misma medida que el punto anterior, estos elementos
deben ser precisados con claridad, teniendo cuidado que los mismos se
encuentren en el ámbito del comercio humano.
6. Lugar, fecha y hora de la conciliación.

7. Firma de la o el conciliador y de las partes.

Si se llegase a un acuerdo total, concretará los derechos y obligaciones de


las
partes para luego consignarlos en el Acta; lo mismo hará sobre los puntos objeto de
acuerdo parcial.

Excepcionalmente y a pedido de las partes, se podrá suspender la audiencia,


cuando no se haya alcanzado un acuerdo y las partes precisen de mayores elementos
de valoración, pudiéndose fijar una nueva audiencia dentro de los tres días
siguientes.

Es importante tomar en cuenta que las partes no siempre irán con posiciones
claras a una audiencia o en su caso, requieren evaluar los términos finales del
acuerdo.

Finalmente, agotada la negociación, con acuerdo conciliatorio, total o


parcial, o
sin acuerdo, el Conciliador(a) agradecerá a las partes su participación, los
ilustrará
sobre los efectos del resultado al que llegaron; señalará que lo acordado se dejará
por
escrito en un acta, y si no se concilió se expedirán las constancias de ley.

Concluida la audiencia, el Conciliador(a) levantará un Acta resumida de


todo lo
acontecido señalando de manera precisa el acuerdo o acuerdos alcanzados, si éste
fue total o parcial detallando aquello en el acta.

Una vez labrada y leída en audiencia el Acta de conciliación o, la


constancia de
conciliación fallida, el Acta será firmada por el conciliador(a) y por las partes,
si no se
hubiera alcanzado un acuerdo, la constancia la firmará el conciliador y las partes
si así
lo quisieran.

En su caso, es saludable que las partes también suscriban el documento


cuando no se haya podido llegar a un acuerdo conciliatorio.
En cuanto se refiere al desarrollo de la audiencia, el Código Procesal Civil, hace
notar
que:
En caso de litisconsorcio facultativo, la conciliación podrá llevarse a cabo
inclusive con
uno o algunos de los litisconsortes. En caso de litisconsorcio necesario, la
conciliación
deberá llevarse a cabo con la concurrencia o el emplazamiento de todos los
litisconsortes.

Lo anterior se funda en el hecho de que la listisconsorcio facultativo, es


decir,
cuando dos o más personas litigan en forma conjunta como demandantes o
demandados en el mismo proceso, cuando sus pretensiones fueren conexas por su
causa u objeto. En este caso, los litisconsortes facultativos, son tenidos como
sujetos
procesales independientes.

23
Por su parte, la litisconsorcio necesario se da cuando por la naturaleza
de la
relación jurídica substancial, objeto del proceso, no pudiere pronunciarse
sentencia,
sin la concurrencia o el emplazamiento de todos los interesados, según se trate del
litisconsorcio activo o pasivo, respectivamente, todos los litisconsortes activos
deberán
comparecer y todos los pasivos deberán ser emplazados en forma legal.
En este último caso, los recursos y actuaciones procesales de uno de los
litisconsortes
favorecerán a los otros. Sin embargo, los actos que impliquen disposición del
derecho
en litigio sólo tendrán eficacia si fueren consentidos por todos los
litisconsortes.

3.10. APROBACIÓN DEL ACTA DE CONCILIACIÓN PREVIA


El Código Procesal Civil, dispone que: Inmediatamente de concluida la
audiencia, la o el conciliador pondrá en conocimiento de la autoridad judicial, el
contenido del acta.
La autoridad judicial aprobará la conciliación, sin condenación en costas y
costos, siempre que verse sobre derechos disponibles, mediante auto definitivo con
efecto de sentencia y valor de cosa juzgada, no admitiendo recurso alguno.

Si la conciliación recayere sobre una parte del litigio, será aprobada


parcialmente, salvando derechos respecto de los puntos no conciliados.

Si la conciliación fuere desestimada, el procedimiento se tendrá por


concluido.

Es decir, recibida el Acta de Conciliación, el Juez aprobará o desestimará


la
misma mediante Auto Definitivo; en el caso de aprobación tendrá efecto de sentencia
y
valor de cosa juzgada. Si la conciliación fuere parcial, será aprobada también
parcialmente dejando subsistentes los derechos sobre los puntos no conciliados. Si
la
conciliación fuere desestimada por el Juez se tendrá por concluido el proceso
conciliatorio.

Por Secretaria de Juzgado será entregada el Acta de la Conciliación, así


como
la resolución de aprobación o desestimación de conciliación. Para el caso de
Conciliación Fallida, la constancia podrá ser entregada directamente por el
conciliador(a) a las partes.

El Juez que haya aprobado la conciliación, será competente para la ejecución


de los acuerdos arribados en el acta de conciliación.

De no ser alcanzada una conciliación, con la constancia de conciliación


fallida
se devolverá al juez para la prosecución del trámite de la causa. Ello significa
que el
proceso judicial deberá seguir su curso normal.

24
CONCLUSIONES.

La conciliación, es tan antigua en la solución de conflictos entre las


personas y
se encuentra íntimamente arraigada al sistema jurídico boliviano, tanto histórica
como
jurídicamente.

La conciliación debe constituirse en un agente activo de cambio, en la


aplicación del nuevo Sistema Jurídico Plural boliviano. En el marco de una nueva
cultura de paz. En el contexto de la aplicación de una justicia preventiva. En el
ejercicio de la abogacía de amigables y pacíficos mediadores de resolución de
controversias.

Todo ello con la finalidad de desjudicializar la administración de justicia,


reduciendo la sobre carga procesal, aminorando la retardación de justicia,
garantizando así la resolución de los conflictos o controversias.

Así también, la formación ortodoxa de los profesionales abogados hace que


todos los conflictos se pretenda solucionarlos por la vía judicial y no apliquen
medios
alternativos de solución de conflictos que son más rápidos y económicos y que
beneficiarían a las partes en conflicto.

Ante estas falencias, se pone en vigencia el nuevo código procesal civil,


para
responder a las demandas insatisfechas de justicia de la población vulnerable en
nuestro país.

El análisis del procedimiento de la conciliación previa en el presente


trabajo
significa la información de criterios para una eficaz y eficiente aplicación de la
misma
a nivel nacional.

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BIBLIOGRAFIA

A. MARZOA, J. MIRAS Y R. RODRIGUEZ-OCAÑA. Comentario Exegético al Código


de Derecho Canónico. Instituto Martín de Azpilcueta, Facultad de Derecho Canónico
de la Universidad de Navarra. Volumen IV/1, Segunda edición, Ediciones Universidad
de Navarra, Pamplona, 1992. p. 918.

BLANCO CARRASCO, M., Mediación y sistemas alternativos de resolución de


conflictos. Una visión jurídica, Madrid 2009

CALCATERRA, R.A., La Mediación como proceso grupal, 12º Congreso Internacional


de Psicoterapia de Grupo, “Los Grupos en el Umbral del Nuevo Siglo”, trabajo
presentado en el Foro Area Comunidad, Buenos Aires, 1995

FAIREN GUILLEN, VÍCTOR, la Audiencia Previa. consideraciones teórico- prácticas.


CIVITAS, 2000

MONTERO AROCA, Juan,”et al.” Derecho Jurisdiccional II, proceso civil, 17ª Edición,
Valencia, 2009.

MORENO CATENA, Víctor, “et al”.Derecho Procesal Civil Volumen I, Parte General, 6ª
Edición. Tirant Lo Blanch, Valencia, 2004,

MANUAL DE CONCILIACION JUDICIAL Y EXTRAJUDICIAL, Taramona Jose, 2001,


pag. 21.

JORGE OMAR MOSTAJO BARRIOS y otros, Curso sobre el Código Procesal Civil,
Pag. 26 – 49, Editorial Hebdo, LaPaz Bolivia, 2016.

GACETA OFICIAL DE BOLIVIA, Ley No. 439 de 25 de noviembre de 2013, Nuevo


Código Procesal Civil, La Paz, Bolivia, 2013.

TRIBUNAL SUPREMO DE JUSTICA, Circular No. 04/2016, Criterios Rectores para


Uniformar el Procedimiento de la Conciliación Previa, 03-02-2016, Sucre Bolivia.

CAIVANO, GOBBI Y PADILLA, NEGOCIACION Y MEDIACION, 1997, pag. 209-210

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ANEXOS

1. Modelo de Solicitud de Conciliación Previa

SEÑOR JUEZ PUBLICO EN MATERIA CIVIL Y COMERCIAL DE TURNO DE LA


CAPITAL

Suma
Conciliación Previa

Identificación
del
solicitante……………………………………………………………………..
(Si es persona jurídica, se menciona el nombre o razón social, su representación
legal
y demás datos para su identificación. En caso de ser apoderado el que solicite la
conciliación, se deberá hacer constar este hecho y acompañar la documentación
respaldatoria)

Objeto……………
(La solicitud tendrá por objeto la convocatoria a la otra parte, para que acuda a
la
audiencia de conciliación solicitada, para lo cual deberá consignarse el nombre si
es
persona natural, su denominación o razón social si es persona jurídica, la
dirección de
su domicilio real.

Hechos……………
Un relato pormenorizado de los hechos que dan origen a la controversia, la cita de
documentos que respaldan su solicitud.

Petitorio……………
Con el fundamento en los hechos expuestos, se solicita se efectué audiencia de
conciliación, para lo que deberá disponerse por la autoridad del Juez, una vez
cumplidos los requisitos legales, la citación y emplazamiento de la persona
señalada,
a objeto de que se señale día y hora de audiencia de conciliación.

Anexos………….
Se podrán anexar documentos probatorios y todo aquello que contribuya a la
conciliación pretendida.

Fecha de presentación.

Firma solicitante

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