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El sistema básico de Pischinger

El sistema básico de Pischinger podemos decir que consta de Pulmón, Hígado, los Riñones, el
sistema vascular arterial ,el sistema vascular venoso, el sistema intersticial y la célula. También
hemos agregado la piel.

El Pulmón, el Hígado y el Riñón son filtros que trabajan en cumplimiento de esa tarea las 24 horas
del día, desde que nacemos hasta que morimos. En el día estos órganos filtran aproximadamente
7.200 litros de sangre eliminando todos los residuos metabólicos del sistema celular o lo que
equivale a las «excretas» de las células.

Las células, como organismos vivos, se alimentan y producen excrementos. Las células, cada vez
que se alimentan (respiran) generan residuos metabólicos o «basura» de acuerdo a la naturaleza del
alimento que le suministremos. La sangre arterial, o los capilares arteriales se encargan de llevar el
alimento al sistema (oxigeno, azúcar, grasas, proteínas, minerales).

Cada nutriente que llega a la células, ésta lo usa o lo metaboliza. Cuando este nutriente es degrado
en el proceso de la respiración celular, es tirado por la célula hacia el liquido extracelular. La grasa
que llega a las células es tirada, después de su uso, en forma de colesterol.
Este colesterol, es en consecuencia, parecido a cuando nosotros freímos con aceite de oliva un
huevo en una sartén y cuando el aceite está quemado lo tiramos. Las proteínas , después de
metabolizadas son tiradas por las células hacia afuera de ellas en forma de ácido úrico.

Estos son ejemplos sencillos. Pero sabemos que la bioquímica celular es más compleja. ¿Cuál es el
destino de estos desechos, estando ya en el liquido extracelular?

Estos desechos o toxinas van al sistema linfático y al sistema venoso para en últimas alcanzar el
pulmón, el hígado y el riñón, donde son eliminados. Es de suponer que no hay dificultad para
entender que si nuestros filtros naturales alcanzan a eliminar toda la basura que las células generan,
no hay problemas. El problema comienza, cuando esos filtros se obstruyen , porque nunca nos
ocupamos de limpiarlos o hacerles el mantenimiento debido, porque nadie no los enseñó.

Recordemos que son filtros que trabajan 24 horas al día, todos los días del año y que, al igual que el
filtro de nuestro automóvil, necesitan limpiezas periódicas. Al obstruirse dejarán de eliminar los
residuos metabólicos como el anhídrido carbónico (CO2), los residuos grasos (colesterol) y el ácido
úrico.

De esta manera, el organismo comenzará a luchar para que esos ácidos no lleguen al torrente
sanguíneo y modifiquen el pH de la sangre, lo cual significaría la muerte en minutos. El cuerpo,
jamás puede permitir que el pH de la sangre sea modificado-

Retendrá estos radicales ácidos libres, en el espacio intersticial, «entre la célula y el capilar
venoso», a la espera de poder drenarlos. Pero si este estancamiento de residuos metabólicos se
perpetúa en el tiempo y además sigue incrementándose, empezarán graves problemas.

Cuando estos residuos metabólicos o «endotoxinas» se interponen entre el capilar y la célula, se


presentará:

• Ante todo una seria dificultad en la nutrición celular, ya que la barrera de radicales ácidos libres
acumulados en el espacio intersticial, destruirá los nutrientes e impedirá que el oxigeno llegue a las
células.

• Una agresión física sobre el propio sistema celular. Los «residuos ácidos» (ácido úrico, ácido
oxálico , ácido carbónico, ácidos graos , etc.) son cáusticos y logran quemar a la propia célula
Sabemos que el 70% del cuerpo es agua. Por lo tanto, la célula es como si viviera flotando en una
«piscina», cuyas aguas son cristalinas y transparentes en un cuerpo sano.

Pero cuando los filtros que drenan o se encargan de mantener estas aguas limpias, se obstruyen y el
drenaje no se puede llevar a cabo en un 100%, todo el ecosistema que rodea a la célula se deteriora
y es entonces cuando comienzan a aparecer las «enfermedades».

La enfermedad empieza, entonces, alrededor de la célula. Es el entorno celular el que degradará a la


célula . Así lo dijo el profesor Alfred Pischinger de Viena, padre del sistema básico que lleva su
nombre, al que describió como una sustancia similar a un gel amorfo que ocupa todo el entorno
extracelular.

Describió con lujos de detalles esta estructura de este sistema de intercambio. Es evidente que
Pischinger fue un genio no reconocido en la medicina convencional. Aunque buena parte de sus
investigaciones ya se aceptan en la medicina convencional, raras veces se menciona su nombre en la
bibliografía científica. Este es , y debe ser, un conocimiento básico para la formación en medicina
complementaria.

Retomando el hilo del asunto, hemos dicho que la enfermedad comienza en el entorno celular
saturado de desechos tóxicos ácidos. Todo ácido es corrosivo. En este entorno lleno de excretas
celulares y acidez, la célula como es de esperarse, entra en precariedad.
¿Por qué?

Porque el oxígeno y los nutrientes que deben ir del capilar a la célula tienen que atravesar la barrera
de ácidos – ya mencionada - que se interponen en su camino lo cual a la larga no consiguen, porque
aquí se quedan atacados y descompuestos por los ácidos. En esta forma la célula se queda sin
oxigeno y sin comida, además de ser atacada químicamente por sus propios ácidos.

Ya en estas circunstancias las células tienen una de dos opciones:

1. LA CELULA decide MORIR.

Ante la falta de oxigeno y de alimentos y además atacada químicamente por los ácidos, la célula
«decide morir». Y comienzan a aparecer células muertas en distintos órganos, formando estas
células muertas lo que conocemos como tejido fibroso y hablaremos entonces de fibromas con
nombre especifico de acuerdo al órgano donde se formen:

• Fibroma mamario, si las células muertas forman tejidos en las mamas.

• Fibroma uterino si las células muertas se presentan en el útero.

• Fibrosis prostática si el caso se da en la próstata.

Si se mueren las células del cerebro o de la base del cerebro estaremos hablando de Alzheimer o
Parkinson respectivamente. Si los ácidos corroen la capa aislante que cubre a los nervios (mielina),
entonces hablaremos de esclerosis múltiple, de esclerosis lateral amiotrofica (ELA). Son, en pocas
palabras, las enfermedades esclerosantes que muchas veces llevan el calificativo de «idiopáticas»,
porque aparentemente no existe causa por la cual se explique el por qué se ha fibrosado el órgano.
2. LA CELULA decide defenderse para SOBREVIVIR.

Pero en muchos casos la célula se defiende en un afán de sobrevivir y lo logra, empleando alguno
de los siguientes mecanismos:

1) Elabora un globo de agua y retiene liquido en el espacio


intersticial para diluir los ácidos y permitir el paso de los nutrientes desde el capilar a ella. Es decir,
en parábola, la célula «arma» su mini piscina, desplaza los ácidos y mantiene o conserva un canal
de comunicación con los capilares. De esta manera, sigue recibiendo alimentación y tira sus
excretas afuera. Todas las células que están en las mismas circunstancias comienzan a copiarse .

De esta manera todas las células comienzan a formar su propio globo de agua, con lo cual estaremos
ante una persona que engorda de tal manera que no hay dieta que la haga adelgazar.

2) Otro de los mecanismos que utiliza la célula para sobrevivir en un medio hostil es el de tratar de
convertir el medio acido en básico, utilizando sales reguladoras. Ese mecanismo se conoce en
química como tamponar (de tampón).

Para ello, el cuerpo echa mano de las sales de otros órganos en un comportamiento parecido al de
«quitarle a Juan para darle a Pedro», tal cual como lo ilustra el eminente oncólogo Alberto Marti
Bosch. Eso quiere decir, ni más ni menos, que cuando un tejido vital entre en compromiso, el
cuerpo «sacrifica» una estructura para mantener viva a otra.
Así, por ejemplo, si hay ácido úrico en el espacio intersticial, el organismo «roba» minerales de los
huesos (calcio) para neutralizar la acidez, con lo cual ya nos es fácil entender y comprender lo que
es la osteoporosis, la artritis y la artrosis. Así la célula puede sobrevivir porque ha neutralizado el
acido del espacio intersticial.

Pero este mecanismo llevado a cabo a expensas de los huesos, genera otro problema, ya que las
sales precipitan los ácidos hacia los tejidos blandos en los que comienzan a aparecer
calcificaciones . Así tendremos calcificaciones en mamas, pulmones, hígado, vejiga, etc.

3) El tercer mecanismo de defensa que utiliza la célula en su lucha por la supervivencia, es el de


DRENAR por piel o mucosas, por donde abre emuntorios auxiliares para eliminar el exceso de
endotoxinas.

Si el cuerpo decide drenar por la piel todo el exceso de basura que lo afecta, nosotros decidimos
calificar este mecanismo como enfermedad a la que bautizamos con el nombre de psoriasis,
dermatitis, etc. Si el drenaje es hecho por las mucosas, estaremos frente a ulceras o llagas en la
boca, en el estómago, en los intestinos , conocidas también con un nombre particular para cada
cuadro.

Muchas veces nos preguntaremos : ¿porqué


hay personas que drenan por la boca mientras que otras lo hacen por las mucosas? ¿Cuál es el
factor o el órgano que toma esta decisión?

Sencillo, quien elige el punto del cuerpo por donde se drenarán los excesos de endotoxinas es el
Sistema Nervioso Central, que, como bien dice el prestigioso oncólogo español Alberto Marti
Bosch, desempeña en el organismo el papel que desempeña en una ciudad el cabildo municipal.
El sistema nervioso es quien da las ordenes y las células las ejecutan. Así que si el cerebro ordena
drenar por la boca, las células de la boca cumplirán la orden , así como al igual la cumplirán las
células del intestino si la orden va dirigida a ellas.

4) Estamos ante unas células aferradas a sobrevivir, a pesar de la agresividad u hostilidad del
ecosistema en que se desenvuelven. Ante los embates crecientes de los ácidos o desechos, la célula
echa mano de un cuarto (4°) mecanismo de supervivencia: MUTAR (cáncer).

Cuando el medio es extremadamente hostil, las células optan por «mutar», porque tienen que
sobrevivir a toda costa y se vuelven inmortales, con la ayuda de la telomerasa, que es una enzima
que permite el alargamiento de los telómeros permitiendo la prolongación de la vida. Como le
queda la opción de morir o mutar, ella cambia y crea un nuevo entorno donde poder sobrevivir.

Pero para seguir viviendo necesita la energía del ATP (Adenosin Trifosfato) que es producido en las
mitocondrias celulares con utilización del oxigeno (vía oxidativa). Como en el ambiente en que vive
en estas circunstancias no hay oxigeno para fabricar ATP ( energía), entonces la célula, de manera
astuta abre la vía alternativa para elaborar energía sin utilizar oxigeno. En pocas palabras : se vuelve
anaerobia.

Entonces en vez de utilizar oxigeno, que ya no lo hay, utiliza ácido pirúvico con el cual, por la vía
de fermentación, también puede producir ATP (energía), más ácido láctico y alcohol. Esta es la
razón por la cual en todo tumor encontraremos alcohol, ya que esta es una ruta de fermentación para
obtener energía que permita seguir viviendo a la célula.

Para aguantar el ataque de la acidez exterior, la célula tiene que ser muy alcalina en su interior para
lo cual comienza a introducir sodio dentro de ella y a sacar el potasio, invirtiendo el proceso normal
de estos dos minerales. La célula tumoral necesita mucho sodio para alcalinizar su citoplasma y
poder así contrarrestar el ataque ácido externo. En condiciones normales, sabemos que el potasio se
encuentra en el interior de la célula y el sodio fuera de ella.

Cuando estamos en una situación tumoral, la medicina académica propone 3 vías de solución:
la cirugía, la radioterapia y la quimioterapia. Pero es conveniente saber que hay una cuarta
vía para afrontar todas las enfermedades, incluido el cáncer : la biológica u holística,
mencionada por el Dr. Alberto Marti Bosch como EL ASEDIO, que básicamente es la
siguiente:
1. ALCALINIZAR al Paciente

Después de todo lo que hemos reseñado, habremos entendido lo que es la enfermedad pudiendo, por
consiguiente, resolver el problema.

Sabiendo que el entorno ácido que rodea la célula es el origen del problema, es lógico afirmar que
es perentorio alcalinizar todo ese «ecosistema» y limpiarlo de la basura toxica que lo satura y lo
hace biológicamente incompatible. Esa limpieza se debe hacer, ante todo, consumiendo abundante
agua alcalina electrolitica , que al tener un potencial redox negativo «arrasará» con todos los
radicales ácidos libres al tiempo que ayuda a desatascar a los filtros naturales del cuerpo.

Debe hacerse una ingesta diaria de al menos dos litros de agua alcalina
mineralizada. Debemos además, limpiar y restablecer las funciones de los órganos que desde
el comienzo dijimos eran los filtros del cuerpo, encargados de la eliminación de endotoxinas :
el hígado, los pulmones y los riñones.

Si estos órganos recuperan sus funciones mediante una limpieza adecuada, la carga ácida del
sistema básico mermará hasta desaparecer. Una efectiva manera de recuperar las funciones del
hígado, es mediante la limpieza recomendada por Andreas Moritz a la que nosotros le hemos hecho
algunas modificaciones y hemos renombrado como SOMADREN.

Para recuperar las funciones de los riñones, debemos emplear plantas que tengan mucho
poder diurético para favorecer la eliminación de ácidos. Para nosotros el diente de león o
«mea camas» (taraxacum officinale) en preparación espagírica es de amplia
recomendación. Para el pulmón, las plantas que mas ayuda en la eliminación de CO2 es el
llantén en preparación espagírica.

2. Baños de AGUAS TERMALES y SALADAS

Otra manera de extraer los ácidos retenidos en el interior del organismo se hace a través de la piel
mediante la aplicación diaria de baños de agua caliente («termales») con sal marina. La
concentración de las aguas debe ser de 30 gramos por litro de agua, mientras que la concentración
del plasma de nuestro cuerpo es de 9 gramos por litro.

Esto configura una diferencia (o gradiente) osmótica ya que en el agua del baño hay 3 veces
mas concentración salina que en el plasma de nuestro cuerpo y esto «obliga» a que las toxinas
salgan por los poros de la piel, ensanchados por efecto del agua caliente.
3. Dieta depurativa e Hiposódica

Eliminar en la dieta todos los alimentos a los que se sea sensible o intolerante (hay que hacerse un
test); eliminar también todo alimento acidificante como el café, el azúcar, los hidratos de carbono
refinados y sobre todo, las carnes.

Como sustituto del azúcar refinada, recomendamos ampliamente la Stevia o la panela ( conocida
también como papelón, rapadura, piloncillo, empanizao, chancaca ). De la stevia vale la pena tener
en cuenta que generalmente la que se consume se adquiere en presentaciones que no son mas que
productos con un alto nivel de «procesamiento a nivel indus-trial» que la desnaturalizan.

Lo conveniente es adquirir hojas secas de Stevia o cultivar noso-tros mismos la planta para emplear
directamente las hojas para endulzar. Nosotros mismos podemos preparar un endulzante «natural»
con las hojas conservando todas sus propiedades medicinales, de la siguiente manera:

En una olla con 5 litros de agua hirviendo se ponen 100 gramos de hoja seca de Stevia. Se cierra el
fuego, dejando en reposo hasta enfriamiento. Luego filtramos el agua para separar las hojas que
podemos utilizar para una nueva extracción. Este líquido resultante se somete a fuego lento o
utilizando el calor del sol ,para conseguir una reducción casi total en la que solo quede un líquido
oscuro parecido a una miel que la utilizaremos para endulzar.

Si esta miel de Stevia la secamos del todo a fuego lento, nos quedará una costra oscura que
podemos

pulverizar moliéndola para obtener un edulcorante 80 veces mas dulce que el azúcar.

La ventaja de hacer nosotros mismos este edulcorante es que, a diferencia de los polvos refinados
de Stevia que conseguimos en el mercado, se conservarán las propiedades medicinales de la
planta. De todas maneras, sea con panela o sea con Stvevia, que endulcemos nuestros ali-mentos, es
importante saber que se debe erradicar para siempre el uso del azúcar refinado.

La alimentación debe estar basada en verduras y frutas , que alcalinizará al cuerpo y lo


hidratará.
4. AYUNO TERAPEUTICO

Consiste en proporcionar al aparato digestivo un descanso fisiológico con el objetivo de disminuir


la toxemia o toxinas acumuladas en el cuerpo. Es abstenerse del consumo de alimentos
sólidos. Precisamente, el ayuno se realiza ingiriendo únicamente jugos vegetales, zumos de frutas, o
caldos de verduras con el fin de depurar y desinflamar. El ayuno se debe hacer , al comienzo por 1
día, dos veces por semana, tiempo durante el cual, además de lo anteriormente mencionado se debe
ingerir al menos 2 litros de agua alcalina electrolítica.

A partir de la tercera semana, el ayuno se puede prolongar a 48 horas.

5. HIPEROXIGENACIÓN

Sabemos, como ya se ha dicho, que la célula necesita oxigeno para vivir, sin el cual , el
metabolismo celular se altera con las consecuencias que ya hemos descrito, traducidas en una sola
palabra : «enfermedad» Por consiguiente si aportamos oxigeno al organismo, estaremos
suministrándole una oportunidad de vida a las células. El simple drenaje de las toxinas (vía renal,
hepática o pulmonar) hará que llegue oxigeno a los tejidos.

Pero además del drenaje, es conveniente y recomendable, hacer uso de las terapias bioxidantes
ya sea con MMS, con ozonoterapia o con Peróxido de hidrógeno ( grado alimenticio), que lo que
hacen es aportar oxígeno extra al organismo. A la terapia bioxidativas la podemos acompañar
del rábano para aprovechar la peroxidasa de este último y catalizar o acelerar la reacción de
ruptura del peróxido de hidrogeno que da como resultado agua y oxigeno.

6. LA TERAPIA BUDWIG

No menos importante que las anteriores, es el protocolo recomendado por la Dra. Johanna
Budwig, para aportarle al organismo y especialmente a su estructura celular los aceites omega 3
y 6 , que como sabemos deben ir acompañados de proteínas azufradas que se consiguen en el
requesón , el queso cottage y más que todo en el suero de la leche, o lactosuero. A la mezcla del
requesón con el aceite de linaza ( que tiene el omega 3 y el 6 en partes iguales), se le conoce con
el nombre de Crema Budwig.

Nosotros hemos implementado un sustituto de esa crema, utilizando la mezcla de dos cucharadas
de linaza, 3 cucharadas de suero de leche en polvo, licuados en un vado de agua (8 onzas). Se
tiene así un delicioso y agradable refresco rico en todas la proteínas presentes en el suero de la
leche, entre ellas las azufradas, a las que tanto recomendó la Dra. Budwig para conseguir la
efectividad terapeuta de los aceites omegas presentes en la linaza. Con la ventaja adicional de
que se supera el poco agradable sabor cuando se combina con el requesón.

COMO AFRONTAR LAS ENFERMEDADES DE MANERA BIOLOGICA y HOLISTICA

Joaquín Teherán Lora.

(Trabajo basado en las exposiciones del Dr. Alberto Martínez Bosch)

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