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Perforación A Percusión Suelos
Perforación A Percusión Suelos
Los primeros sistemas de perforación por percusión (China, 4000 AC) consistían
en un balancín contrapesado por un grupo de hombres, que efectuaban el tiro en un
extremo de una cuerda mientras que de otro colgaba la sarta de perforación
construida con cañas de bambú.
Es una técnica válida para cualquier tipo de material, sobre todo rocas
consolidadas.
ELEMENTOS QUE INTERVIENEN EN LA PERCUSIÓN DE UN POZO
Columna o sarta de perforación
Cable que imprime a la sarta el movimiento de
vaivén que le comunica el balancín de la sonda.
Sonda o máquina de perforación que desde la
superficie del terreno proporciona a la sarta (por
medio de un balancín), el movimiento de vaivén.
Columna o sarta de perforación
Está formada por una serie de herramientas o útiles dispuestos, de abajo a arriba, de
la forma siguiente: trépano, barrón, destrabador y montera.
1. Trépano regular
2. Trépano de estrella o cruciforme. Adecuado para
perforar formaciones estratificadas con
buzamiento, donde exista una tendencia a
producirse desviaciones en las perforaciones. En
general con éste tipo de trépano se obtienen
buenos rendimientos en cualquier clase de roca,
independientemente de su utilidad para evitar
desviaciones. Presenta longitudes comprendidas
entre 1,00 y 1,60 metros.
3. Trépano californiano. Presenta hombros
escurridizos y biselados para evitar atranques en
su movimiento hacia arriba.
4. Trépano de hombros rectos. Permite golpear
hacia arriba o escariar.
5. Trépano salomónico. Adecuado para
formaciones blandas, con tendencia al
desprendimiento, sobre todo si son plásticas, pues
las caras del trépano alisan y compactan con su
roce las paredes de la perforación.
Cable
Del cable de perforar pende al sarta, comunicándole a ésta el movimiento de
vaivén, que a su vez le transmite el balancín de la sonda.
Este cable se ve sometido a un duro trabajo debido a las tensiones alternantes que
se producen al elevar y soltar la herramienta, así como por las continuas sacudidas
al tensar. También se produce un desgaste importante por el continuo contacto con
el agua y el lodo, debido a las partículas abrasivas que contienen, que desgastan los
alambres del cable. Y lo mismo ocurre, pero con mayor intensidad, al rozar el cable
con las paredes de la perforación. También produce desgaste el repetido
enrollamiento y desenrollamiento en el tambor del cabrestante en las operaciones
de extracción e introducción de la sarta, así como el rozamiento continuo de las
poleas del balancín y de la torre o castillete, durante el trabajo de perforación.
Para soportar todos los esfuerzos, el cable debe reunir una serie de características
tales como: suficiente resistencia a la tracción, flexibilidad y resistencia al desgaste
por abrasión. Los cables más utilizados, que cumplen razonablemente estas
condiciones, son los del tipo SEALE, de acero sin galvanizar, con alma de cáñamo
o polivinilo de composición 6 x 19 + 1(5) arrollamiento cruzado, con una resistencia
a la tracción de 160 a 180 kg/mm2.
La torsión de estos cables debe ser a la izquierda, para que al ponerse en tensión y
producirse el "descableado" y girar, lo hagan de izquierda a derecha, en el sentido
de apretar las roscas de las herramientas que componen la sarta.
Con carácter general se recomienda que los tambores y las poleas tengan
aproximadamente el diámetro que corresponda con arreglo a lo indicado en la tabla
de abajo:
También es preciso que la garganta de las poleas sea adecuada, puesto que la
duración de los cables es tanto mayor cuanto mejor se adapte a ellas. El diámetro
de la garganta debe ser ligeramente superior al diámetro del cable, pero no
excesivamente, porque entonces el cable no tiene suficiente superficie de apoyo y
se aplasta. Para el ángulo de contacto resultan adecuados valores comprendidos
entre 120-150º.
En las máquinas corrientes para perforar pozos para agua, los dos cables más
usados son los de diámetros de 5/8" y 3/4".
Sonda o máquina perforadora
La sonda o máquina de perforación realiza tres funciones: mueve la sarta de
perforación, extrae los detritus producidos por el trépano y coloca las entubaciones
de revestimiento.
Un tambor, movido también por correas trapezoidales o por cadena a través del eje
central, sujeta el cable de perforar, que pasa por las dos poleas. Cuando el tambor
del cabrestante está frenado y por tanto sujeto al cable, el extremo libre de éste (del
que depende la sarta) queda sometido a un movimiento de bajada y subida al
oscilar el balancín, produciéndose de esta manera el trabajo de la herramienta de
perforación. A medida que esta avanza, se va dejando salir más longitud del cable
enrollado en el tambor.
Los diámetros más usados para el cable de limpieza, con indicación de los pesos
recomendados en su trabajo, se recogen en la tabla siguiente:
Peso
Diámetro
Resistencia (kg) recomendado
(pulgadas)
(kg)
5/16 2800 560
3/8 4000 800
7/16 5400 1100
1/2 7000 1400
9/16 8800 1750
Existen otra cuchara menos usada, que lleva un émbolo interior, que permite hace
runa pequeña succión, resultando más precisa en la limpieza del fondo de la
perforación, pero también es más costosa y su empleo más lento y complicado. Se
usa en materiales aluviales groseros, con grandes gravas, convirtiéndose
prácticamente en la herramienta más importante de la perforación.
Peso
Diámetro (pulgadas) Resistencia (kg) recomendado
(kg)
5/8 12000 2400
3/4 17000 3400
7/8 23000 4600
1/2 7000 1400
SISTEMA DE TRABAJO
El procedimiento a seguir durante la perforación por percusión dependerá del tipo de
terreno.
El golpe del trépano contra el terreno se produce cuando el cable está estirado
(incluyendo la deformación debida a su elasticidad) y el amortiguador de la polea
de la torre (y los de las poleas del balancín, si existen) comprimido. Es decir,
cuando la polea del balancín ha llegado a su punto más alto, el trépano aún no ha
tocado el fondo de la perforación. Es necesario que el balancín empiece su
descenso, para que se ponga en tensión todo el cable, al tirar por un cabo el
balancín y por el otro la sarta. Es entonces cuando el cable se estira y los
amortiguadores de torre y poleas se comprimen, y la suma de estas deformaciones
son las que permiten que el filo del trépano llegue al fondo del taladro.
Inmediatamente después, la recuperación de las deformaciones anteriores, unida al
movimiento descendente del balancín, hace que el trépano inicie su movimiento
ascendente sin tirones bruscos.