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DEL MESTIZO AL MESTIZAJE: ARQUEOLOGÍA DE UN CONCEPTO

Guillermo Zermeño-Padilla
Doctor en Ciencias Sociales, Universidad de
Frankfurt; Profesor/investigador, Centro de
Estudios Históricos de El Colegio de México.
Correo electrónico: gmoz@colmex.mx

Este artículo es el producto de una estancia


en la Universidad de Toulouse-Le Mirail y
gracias a la Cátedra México (octubre2004-
enero 2005), que hizo posible la elaboracion
de este proyecto, aunado a los apoyos
académicos recibidos por El Colegio de
México.

Abstract Resumen Resumo


This is an essay of intellectual and conceptual Este es un ensayo de historia conceptual Este é um ensaio de história conceitual e
history. It’s constructed in reverse: from e intelectual. Se procede en reversa: del intelectual que parte do presente ao passado.
the present to the past. The objective is to presente al pasado. Su objetivo es mostrar Seu objetivo é mostrar a origem sócio-politico
demonstrate the socio-political origin of el origen sociopolítico de algunas categorías de algumas categorias analíticas utilizadas
some analytic categories employed by the analíticas utilizadas en las ciencias sociales nas ciências sociais e nas humanidades. Na
Social Sciences and Humanities. In the y en las humanidades. En la evolución evolução e transformação do termino mestizo
evolution and transformation of the term y transformación del término mestizo até seu consagração no genérico mestizaje
mestizo to more generic use of the term hasta su consagración en el genérico podem-se observar pelo menos cinco capas
mestizaje, five overlapping semantic layers can mestizaje se pueden observar al menos semánticas superpostas. Mostram-se os
be observed. The article shows the places in cinco capas semánticas superpuestas. Se espaços nos que o termo mestizaje, conceito
which the term mestizaje, a modern concept, muestran los espacios en los que el término moderno, virou progressivamente a partir do
progressively changed beginning at the end mestizaje, concepto moderno, se convirtió fines de século XIX num termo referencial
of the 19th century to a key referential term progresivamente, a partir de fines del siglo chave da identidade nacional de um país
of national identity in Mexico. The diffusion XIX, en un término referencial clave de la como o México. A difusão e consolidação
and consolidation of the notion metizaje identidad nacional de un país como México. da noção mestizaje ocorre paradoxalmente
occurs paradoxically in a moment (during La difusión y consolidación de la noción num momento – primeira parte do século
the first half of the 20th century) when mestizaje ocurre paradójicamente en un XX - no que a humanidade se pensa numa
humanity began to be thought of in global momento –primera parte del siglo XX– en era global ou pos-nacional. A partir disso o
or post-national terms. From then on the use el que la humanidad se piensa en una era uso do termino vai aspirar a designar já não
of the term pretends to designate not only global o posnacional. A partir de entonces, exclusivamente a essência da “mexicanidade”
exclusively the essence of the “Mexicanidad” el uso del término aspirará a designar ya no senão a representar à “latinoamericanidade”.
but also represents Latin American identity. exclusivamente la esencia de la “mexicanidad”
sino a representar a la “latinoamericanidad”.

Key words: Palabras clave: Palavras-chave:


Mestizaje, conceptual history, intellectual Mestizaje, mestizo, historia conceptual, historia Séculos XIX-XX, identidade nacional.
history, XIXth and XXth Centuries, National intelectual, mexicanidad, siglos XIX-XX,
Identity. identidad nacional.

Key words plus: Palabras clave descriptores:


Miscegenation, History, Mexico, Centuries México, Siglos XIX-XX, Mestizaje, Historia,
XIX-XX, Nationalism, History, Mexico, Nacionalismo, Historia, México, Siglos XIX-XX,
Centuries XIX-XX, National identity, Siglos XIX-XX, Identidad nacional, México.
Mexico, Centuries XIX-XX

Mem.soc / Bogotá(Colombia), 12 (24):79-95 / enero-junio 2008 / 79


La cultura en México ha tendido siempre al aprendizaje de resultados, ble hacerlo y hasta deseable en la medida en que
de verdades hechas, sin reproducir el proceso viviente que ha conducido podremos descubrir las deudas no confesadas de
a estas verdades. cada una de las superficies sobre las que se ha
Ramos 102. edificado esta construcción discursiva. Al reali-
zar este trabajo, que va del presente al “pasado
Introducción1 encubierto”, que procede en reversa, que escarba
de la capa más superficial a la más profunda, sin
El objetivo de este ensayo es mostrar la invención misterios, pues la profundidad no depende de
del mestizaje como uno de los ejes conceptuales la hondura de los pensamientos sino del núme-
que articulan la identidad nacional en México 2. ro de capas superpuestas, encontraremos que la
Se trata de una invención moderna que corre a construcción de esta identidad nacional conlleva
lo largo de los años 1850-1950 y que se distin- el confinamiento de la parte más débil de esta
gue fundamentalmente por el desplazamiento cadena discursiva, el del mundo indígena. Con-
semántico del vocablo mestizo –utilizable por finamiento asociado a la representación de un
igual como adjetivo y sustantivo– al de mestiza- indígena en proceso de degradación en el marco
je que nos indica su sustantivación, es decir, la de una teoría del progreso civilizatorio. La in-
transformación de un accidente connotado ra- vención del mestizaje es un fenómeno moderno
cialmente en la esencia de la identidad colectiva con implicaciones negativas para la ubicación y
de un pueblo. Asimismo, la magnificación de la valoración del mundo indígena en el campo de
noción mestizaje se da en un momento –prime- las representaciones.
ra mitad del siglo XX– en el que la humanidad
se piensa en una era global o posnacional. En Historia, ciencias sociales y mestizaje
efecto, el concepto mestizaje, a partir de enton-
ces no designará exclusivamente la esencia de El tema del mestizaje (Race mixture) se introduce
la mexicanidad sino aspirará a representar a la en las ciencias sociales y en la historia en bue-
latinoamericanidad. Como veremos, nadie mejor na parte promovido por instituciones oficiales
para ejemplificar este aserto que José Vasconcelos. como el Instituto Panamericano de Geografía
Para realizar este trabajo arqueológico procedemos e Historia y por instituciones académicas euro-
del presente, a partir de la capa discursiva más peas, como fue el caso del Instituto de Estudios
superficial, aquella que nos constituye como his- Ibero-Americanos de Estocolmo (El mestizaje).
toriadores y científicos sociales, para ir cavando y Es verdad que uno de sus promotores más fer-
descubriendo las capas que le preceden, sobre las vientes, Magnus Mörner, reconoció en su infor-
que indefectiblemente está montada la noción me sobre el estado de la investigación de 1960
actual del mestizaje como esencia de la naciona- las contribuciones de historiadores que le habían
lidad. Cavar en la tierra de los discursos es posi- precedido, como Richard Konetzke (1958), An-
1 Durante el desarrollo de esta investigación recibí valiosos comen- gel Rosenblat (1954), George Kubler (The indian
tarios y sugerencias de Michel Bertrand, Pilar Gonzalbo, Claudia 1952) y John P. Gillin (1949).3 En relación con
Guarisco, Alfonso Mendiola, Nati Planas; Luis Aboites y Juan Pe-
dro Viqueira hicieron una lectura cuidadosa de la última versión la historiografía y antropología mexicana sobre
que me permitió todavía corregir algunas imprecisiones y matizar el mestizaje, estudiosos como Gonzalo Aguirre
algunas afirmaciones. A todos mi reconocimiento y agradecimien-
to. Una versión primaria de esta investigación fue publicada en el
Beltrán (1946) y Silvio Zavala (1946) habían
Anuario IEHS (Instituto de Estudios Histórico-Sociales) 20, de la hecho también importantes contribuciones. No
Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires, obstante, en la relación bibliográfica tan detallada
2005, pp. 43-62.
2 Conviene precisar que el uso del vocablo invención fácilmente entregada por Mörner destaca la ausencia de otra
podría confundirse con el de ficción. De ninguna manera es así. Se clase de trabajos sobre el mestizaje que desde la
trata de invención no en el sentido de imaginación inobservable,
sino del proceso de construcción social visible gracias a los testi-
década de 1920 se habían preocupado de dotar de
monios y comunicaciones conservados en acervos y bibliotecas. fundamento filosófico y antropológico al mestiza-
Así, para dejar ver la fabricación conceptual del mestizaje, nos je como principio articulador de la nacionalidad
hemos servido de una bibliografía y documentación muy amplia
surgida durante y después de la construcción del evento denomi-
nado invención del mestizaje. 3 Todos referidos en el “Informe” de Magnus Mörner (9-51).

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mexicana e iberoamericana.4 El olvido de estos singular sociológica en un concepto universal de
trabajos “filosóficos” quizás sólo se explique carácter filosófico.6 Obviamente se trata de una
por el interés que había en la historiografía por empresa intelectual gigantesca, pero lo intere-
asimilarse a los métodos y procedimientos de las sante es la manera como el término acuñado por
ciencias sociales. Vasconcelos fue recogido y expandido por filó-
Así, por debajo de la capa tendida por la historia so- sofos e historiadores de la siguiente generación,
cial e institucional de los años sesenta se extendía como Leopoldo Zea y Silvio Zavala.7 La noción
previamente otra superficie más espesa que había de mestizaje, procedente de la filosofía vasconce-
establecido que el rasgo distintivo de las nacio- liana, alimentará especialmente a partir de la dé-
nes iberoamericanas con respecto a las naciones cada de 1960 la imaginación histórica, socioló-
anglosajonas era el mestizaje. Es precisamente en gica y antropológica.8 Sin embargo, la recepción
ese contexto que la obra de José Vasconcelos pu- del término en el ámbito de las ciencias sociales y
blicada en 1925 (“El mestizaje” 13-53) adquiere humanidades no se realizó sin atisbar su carácter
y sigue teniendo relevancia, mucho menos por su problemático, como trataré de explicar.
rigor filosófico y científico que por su capacidad De su carácter ambiguo, por ejemplo, advirtieron
–gracias en parte a su red tejida como escritor, antropólogos como Juan Comas, al señalar que
político y funcionario– para difundir la noción la antropología física tendía a utilizar el térmi-
del mestizaje. El poder de persuasión de ese pe- no enfatizando su carácter racial y biológico. En
queño ensayo La raza cósmica se apoya en otras cambio, para examinar los fenómenos propios de
una antropología cultural el término mestizaje
publicaciones del autor,5 pero sobre todo en el
era inapropiado, haciendo preferible el uso de
hecho de que políticamente la tierra estaba pre-
la noción de “aculturación”, pues la cultura no se
parada para hacer germinar una noción de mesti- hereda, se aprende.9 Estudiosos como Woodrow
zaje que por su carga racial no podía dejar de ser Borah y Sherburne F. Cook también plantearon
una noción problemática. sus reservas durante la misma reunión de 1960
En mi opinión la gran novedad de Vasconcelos en Estocolmo en cuanto a la conveniencia de
consistió en transformar el término mestizo en utilizar el término para analizar fenómenos cul-
el genérico de mestizaje. Transformó una noción turales asociados a la posición social o de clase
4 En pequeño o gran formato se trata de obras como las de José
de los sujetos de estudio (Borah y Cook 67). El
Vasconcelos (La raza cósmica, 1925), Samuel Ramos (El perfil del mismo Mörner, promotor de aquella reunión, fue
hombre y la cultura en México, 1934), Octavio Paz (El laberinto todavía más categórico en su balance ulterior de
de la soledad, 1950), Luis Villoro (Los grandes momentos del in-
digenismo, 1950), Leopoldo Zea (El Occidente y la conciencia de
1990:
México, 1953).
5 Pienso, por ejemplo, en Indología. Una interpretación de la cultu- Claro que por razones analíticas y para evitar confusiones,
ra Ibero-Americana (1926). Apoyado más en las leyes postuladas
por Hugo de Vries que por Darwin, señala Vasconcelos que la se- los procesos paralelos pero no precisamente idénticos de la
gregación “está hoy fuera de las prácticas del tiempo. El porvenir
es hoy de mezclas y combinaciones cada vez más acentuadas y 6 A diferencia de la mera descripción de los historiadores intenta-
múltiples. La población mestiza de la América latina no es más que rá, dice, formular “una teoría vasta y comprensiva”. “Ensayemos,
el primer brote de una manera de mestizaje que las nuevas con- pues, explicaciones, no con fantasía de novelista, pero sí con una
diciones del mundo irán engendrando por todo el planeta” (79). intuición que se apoya en los datos de la historia y la ciencia” (La
El mestizaje es el futuro de la humanidad a nivel planetario; con raza 15).
lo cual, se pone en entredicho la selección natural de las espe- 7 Entre los historiadores, Zea (59-101) retomará a Arnold Toynbee
cies o cualquier intento de segregación nacional o racial. De esa como autoridad para cuestionar la inferioridad racial de los ameri-
manera Vasconcelos deja la puerta abierta a la interpretación del canos promulgada en el siglo XVIII por autores como Buffon.
“mestizaje” como un fenómeno también cultural, es decir, propio 8 Véase, por ejemplo, González (“El mestizaje” 297-307); Gruzinski;
del reino humano en contraste con el reino animal. Una versión Hedrick.
en inglés fue presentada en Estados Unidos con el título “The 9 Juan Comas (96). De la misma opinión era el antropólogo norte-
Latin-American basis of mexican civilization” (Vasconcelos y Ga- americano John P. Gillin (9): “Una cultura es un tipo de actividad
mio Aspects, 3-102). Es interesante que en este texto aparezcan humana especial. Se adquiere y aprende socialmente, se compar-
Vasconcelos al lado de Gamio, cada uno defensor de uno de dos te socialmente y se trasmite socialmente, por un grupo de seres
términos excluyentes: el “mestizaje” presupone la desaparición humanos que puede variar en tamaño, [...] Por ende, la cultura
de los términos que lo originan, uno de éstos es el indigenismo difiere, por un lado, de comportamientos o tendencias innatas a
y el otro el criollismo. Vasconcelos y Gamio son intelectuales del comportamientos trasmitidos a través del germen plasmático y,
régimen de la Revolución mexicana, aunque ambos comparten por otro lado, de comportamientos idiosincráticos que pueden ser
también su desplazamiento del gabinete del entonces presidente aprendidos o adquiridos, pero que no son compartidos socialmen-
Plutarco Elías Calles. te”. Véase también de Mörner (Race).

Del mestizo al mestizaje: arqueología de un concepto / Guillermo Zermeño-Padilla / 81


mezcla biológica y cultural deben mantenerse aparte. La an- en la construcción ideológica del régimen de la
terior categoría, miscegenación o mestizaje en el sentido es- Revolución Mexicana. La mestizofilia –como la de-
tricto de la palabra, eso es de muy limitado interés histórico. nomina Agustín Basave–,término que en primer
Como ya lo recalqué en 1967, lo importante es la aculturación o lugar remite a una observación de carácter bioló-
mezcla de elementos culturales y la asimilación o absorción de gico, se refuerza también en eventos de carácter
gente dentro de otra cultura (“Etnicidad” 29). ritual, no meramente “ideográficos”. Es decir, la
mestizofilia se puede asociar paradójicamente
La llamada sociedad de castas fue simplemente el también a una festividad calculada inicialmen-
resultado de la transferencia al Nuevo Mundo te para celebrar a la hispanidad. Una festividad
de “la sociedad jerárquica, estatal y corporativa de que aparece por primera vez durante la cele-
Castilla a fines del medioevo y su imposición en bración del IV Centenario del Descubrimiento
`una situación colonial multirracial´” (29). Uno de América en 1892 y que se traslada a México
de los primeros estudiosos del fenómeno del para celebrar el día del mestizaje o mezcla de la
mestizaje, el historiador alemán Richard Ko- raza indígena y española. Es transportada no por
netzke había alertado también sobre el peligro el régimen porfirista, sino por el régimen de la
que había en confundir las “etiquetas socio- revolución encabezada por Venustiano Carranza
raciales de los registros eclesiásticos a fines del en 1917 (Miguel Rodríguez).
periodo colonial” con el estatuto sociocultural y 12 de octubre de 1917. Fiesta de la raza es un pe-
económico de los individuos registrados. La dis- queño libro editado para conmemorar el feliz
tribución de la riqueza, privilegios y profesiones encuentro entre dos culturas y el surgimiento
no era un asunto exclusivo ni sobredetermina- de la tercera vía o síntesis superior del antago-
do por el color y origen étnico de la población. nismo librado entre indígenas y españoles. La
Anotó además que la sociedad de castas, como celebración fue auspiciada por el gobierno cons-
modelo de diferenciación del cuerpo social colo- titucionalista en el corazón de la intelectualidad,
nial, era más relevante en los centros urbanos que la Universidad Nacional Autónoma de Mexico, y
en el mundo rural (Konetzke, citado por Mörner con invitación a representantes estudiantiles de
1967, 35). otros países iberoamericanos.11 Además de algu-
En consecuencia, podríamos preguntarnos por nas “piezas literarias” con imágenes fotográficas,
qué, pese a su ambigüedad, se ha mantenido la se muestran algunos de los edificios más llama-
noción de mestizaje como principio heurístico tivos de la ciudad de México, panorámicas de
para entender un sinnúmero de cuestiones10 o algunas ciudades coloniales así como de empre-
para examinar “otras sociedades”, desaparecidas sas mineras, agrícolas e industriales. Se asocia el
o contemporáneas. ¿En dónde se encuentra, de Día de la Raza a la celebración de la modernidad
dónde obtiene su fuerza? ¿Por qué, pese a todas mexicana. Cabe aclarar que la noción de mesti-
sus debilidades teóricas y científicas, se sigue re- zaje sólo está implícita en el recurso a un espacio
curriendo a la noción de mestizaje para dar cuen- semántico que conjunta el elemento americano
ta de los intercambios culturales entre grupos y y el latino o español. Así se expresa Alejandro
comunidades diversas? La respuesta a esta inte- Quijano respecto del contenido de la palabra
rrogación se encuentra, a mi juicio, en la presen- raza:
cia de un tercer sustrato ideológico-político que
subyace a las dos capas discursivas anteriormente He dicho latino-americana. Y cabe aquí una aclaración no
mencionadas, la filosófica y la científico-social. sólo de forma, sino de concepto, a las expresiones con que en
los últimos tiempos viene llamándose a esta incipiente raza:
La fiesta del 12 de octubre indo-latina, indo-española. La raza, que no es, según el pen-
sar de los modernos sociólogos, producto de los solos elementos
El mestizaje como tema de reflexión y de estudio fi-
losófico, histórico y sociológico tiene su sustento 11 Rubén M. Campos aclara que la “Universidad Nacional invitó a
la flor de nuestros intelectuales para celebrar el 425º aniversario
10 Véase, por ejemplo, Gruzinski. También el mestizaje alcanza hasta del descubrimiento del Continente en que florece una raza joven,
las tecnologías, lo cual parece ya excesivo (Florescano y Acosta). digna de cumplir sus destinos” (19).

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anatómicos o fisiológicos, sino también y esencialmente de los El ritual de las celebraciones periódicas preparaba el
psicológicos, no tiene, en nuestro caso, ni de origen indio sólo, terreno para un programa de trabajo consistente
ni sólo abolengo latino, o hispano; somos como ya lo hemos en la unión de una doble negación: la del criollis-
apuntado, americanos a través del conquistado indígena, y mo y la del indigenismo. En 1951, Alfonso Pru-
latinos a través del dominador español. Tenemos de aquí, a neda escribe un prólogo a un libro sobre cantos
más de la sangre india, el ambiente de América, y de allá, indígenas en estos términos:
a más de la sangre hispana, el ambiente que, viniendo del
Lacio a la península [...] No somos solamente hijos de Piza- Quienes amamos de veras a México y consideramos que
rro y Cuauhtémoc, de Cortés y Atahualpa, sino frutos de algo nuestra nacionalidad es el fruto de la unión de dos grupos
más amplio y más bello: de la unión, hecha a través de varios humanos, el español y el indígena, con sus naturales defec-
siglos, de la vida americana y de la vida latina (Campos 42- tos y sus también naturales cualidades [...] En las páginas
3).12 que van a leerse se encontrarán palabras de nuestros aborí-
genes, llenas de emoción y, no en raros casos, aún de filosofía.
Unos años después de 1917, ese espacio semánti- [...] No le hace que en alguno de los trozos que se recopilan
co que absorbe “lo indígena” y “lo español” será aparezcan rasgos de mestizaje, ya que en ellos, como lo hace
cubierto por Vasconcelos con la denominación notar la autora de esta valiosa publicación, brilla también el
del neologismo mestizaje. Así, dentro de la serie alma de nuestros aborígenes. De todas maneras, nuestra au-
de celebraciones del Día de la Raza se puede ver téntica mexicanidad se basa en esos dos elementos étnicos, que
que el término mestizaje ha sido ya aceptado e han sabido fundirse sin perder sus esenciales características
incluso se ve como aconsejable. Un funcionario (Concha 7-8).
del gobierno de Lázaro Cárdenas toma la voz en
la celebración de 1935 para promover el uso del Aparece el mestizaje como mito fundador de la
“moderno y atinado concepto del mestizaje” ya nación, que sobrevuela a sus mismos creadores
que “puede y debe contribuir a desterrar odios y operadores. El caso de Vasconcelos es ejemplar
anacrónicos, estériles y, afianzar sobre todo, en al respecto. No obstante caer en desgracia políti-
nuestras clases populares, la convicción del desti- ca frente al grupo representado por la transición
no venturoso de nuestro Continente”. El discur- Calles-Cárdenas, su creación del mestizaje como
so de Luis I. Rodríguez, secretario particular del concepto articulador de la identidad nacional so-
presidente Cárdenas, quería dejar en claro que en brevive, al tiempo que continúa alimentándose
un día de octubre “lejano y maravilloso, se pro- del campo político.
yectó sobre estas regiones la mirada de Europa y
con ella un nuevo destino”. En aquel remoto 12 El Mestizo: ciencia, política e ideología
de octubre de 1492 se establecieron los cimien-
tos Hemos identificado a Vasconcelos con la Revolu-
ción Mexicana, aun cuando haya sido devorado
… de otra humanidad, de un tronco recién aparecido que su- por la Revolución en otro momento, pero reco-
maba dos ramas raciales, la indígena y la española. La sínte- nociendo que el mestizaje en sentido estricto es
sis del mestizaje tuvo entonces su alborada y su hora primera: una creación político-ideológica de la Revolu-
sobre una cultura y una civilización cortadas, y que al decir de ción Mexicana.13 Pero al recordar a Vasconcelos
Spengler fueron barridas como débil tallo por el violento soplo pensamos al mismo tiempo en una posible rela-
de la voluntad occidental, se comenzó a levantar un edificio ción intelectual con un autor que le antecede en
diverso, que incorporaba lo autóctono y lo europeo, lo primi- el tratamiento del “mestizaje”, para descubrir una
tivo americano y lo español. Edificio y templo del que somos cuarta capa que subyace a los estratos estratos
hoy cuerpo y esencia, aunque todavía no logra llevarse a cabo ideológico, filosófico, histórico y sociológico.
como la unidad definitiva (Luis Rodríguez 4-5). Nos referimos a Andrés Molina Enríquez y su
12 En esos mismos años Miguel de Unamuno (591-97) ironiza so-
bre la solemnización de dicha fiesta en España por “real orden” 13 Sobre la devoción de José Vasconcelos a la Revolución represen-
y defiende más que la patria de la “raza” la patria de la “lengua”. tada por Alvaro Obregón, el mismo que lo llevó a la Secretaría de
Agradezco a Pilar Gonzalbo haber llamado mi atención sobre este Educación Pública, antes de caer en desgracia, se puede ver su
material. folleto dedicado “a los niños de las escuelas” (Los últimos).

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influyente trabajo de 1909 –un año antes de que Para el período prerrevolucionario se puede obser-
estallara la Revolución maderista–. En Los gran- var una triple inscripción del término mestizo:
des problemas nacionales se muestra que no hay primero, dentro de una sociología histórica in-
mestizaje sin mestizos, es decir, se debe a Molina teresada en traspasar el dominio de la propiedad
Enríquez la construcción del mestizo como tipo rural al imperio de la nación; segundo, la inscrip-
ideal de la mexicanidad.14 ción del mestizo en el territorio de una memoria
Nos trasladamos ahora al régimen político que pre- histórica o historiográfica, y, tercero, la inscrip-
cede al de la Revolución para dejar ver hasta qué ción del mestizo como una fuerza dinámica en el
punto la noción filosófica desarrollada por Vas- imperio de la ciencia de la economía política. Se
concelos es deudora de la fabricación del mes- trata de tres tópicos sin los cuales, a pesar de sus
tizo como bastión de la historia nacional. Nos diferencias de matiz, no sería pensable la filosofía
preguntamos entonces por las relaciones entre de la historia desarrollada por Vasconcelos alre-
el mestizaje de Vasconcelos y los mestizos de dedor del concepto de mestizaje.
Andrés Molina Enríquez. Intentamos con ello La excavación de esta cuarta capa discursiva con
atisbar las líneas que los unen o los separan.15 Molina Enríquez es un lugar común porque en
Por lo pronto, hemos visto que propiamente de su propuesta se ciñe básicamente a los plantea-
mestizaje sólo se puede hablar en las ciencias so- mientos de algunos de sus predecesores: Justo
ciales y la historia hasta después del Vasconcelos Sierra, el homólogo de Vasconcelos durante el ré-
de 1925. Pero al hablar de los mestizos como gimen de Porfirio Díaz; Vicente Riva Palacio, el
un sustantivo prototípico de una clase y de una hacedor de la historia oficial de México, conver-
identidad nacional tenemos que remontarnos al tida en clásico en el período de una generación,
período anterior a la Revolución Mexicana. y, finalmente, Francisco Pimentel, el filólogo y
científico social tan admirado por Molina En-
14 Molina (Los grandes). Agustín Basave Benítez (México) ha tra- ríquez. Sierra, Riva Palacio y Pimentel aparecen
bajado con gran detalle este libro, un libro muy leído e influyente
como lo señala Carlos Fuentes en el prólogo, centrado en la “mes-
como referencias explícitas en la formulación de
tizofilia”. Pese a sus indudables méritos y alcances no es la obra de una sociología histórica centrada en el elemento
un historiador. No obstante concentrarse en la obra de Molina En- mestizo como superactor de la mexicanidad. El
ríquez, el autor pretende realizar una historia de la mestizofilia que
arranca desde el mismo momento de la Conquista. La mestizofilia paso del sustantivo mestizo al genérico del mes-
de Molina Enríquez le lleva a revisar sumariamente la historia del tizaje16 se puede dar porque para ambos escrito-
mestizaje como un proceso lineal que alcanza su culminación en
la Revolución mexicana. Así lo dejan ver frases como “Con todo,
res existe un hecho político-militar previo como
en las postrimerías de la Colonia el fruto todavía estaba verde. Ni referente básico de la fundación de la identidad
la perspectiva histórica ni el grado de avance del proceso de mezcla nacional: la Revolución de Ayutla o el triunfo de
racial permitían aún la maduración de un auténtico pensamien-
to mestizófilo” (21). Aún cuando el autor intenta al final del libro la Reforma representada por la figura de Benito
plantear la necesidad de salir al encuentro de México como un Juárez.
país multicultural más que mestizo, queda preso de la mestizofilia
evolucionista de Molina Enríquez. Es un libro finalmente “mestizo-
Tanto Vasconcelos como Molina Enríquez recurren
fílico”. al mismo tiempo modélico, tiempo ideal a partir
15 Una empresa llevada a cabo por David Brading en un conjunto del cual debe ser leída e interpretada la historia
de ensayos englobados en un título del cual se esperarían ma-
yores explicaciones para entender cómo funcionan el mito y la universal de México. Pero en ambos está ade-
profecía en la historiografía moderna de México (“Darwinismo”). más la impronta biologicista de esta lectura. Al
En principio concuerdo con Brading cuando advierte que no hay
que meter en el mismo saco al “mestizaje” de Molina Enríquez y
repudiar el régimen “personalizado” de Porfirio
al de Vasconcelos. El primero es deudor de la economía política Díaz, Vasconcelos afirma: “El Gobierno de Por-
desarrollada por Francisco Pimentel y el segundo está inspirado firio Díaz representa en nuestra historia lo que los
en la Geografía Universal de Elisée Reclus y en la antropología
de Eugène Pittard. Sin embargo, ambos están inspirados en una biólogos llaman un salto atrás de la especie, una
filosofía de la historia de corte racial, una en clave naturalista y la reaparición de los métodos bárbaros de gobierno”.
otra en clave espiritualista, equivalentes a las cuestionadas tesis
del mestizaje racial y/o cultural. Pero, a pesar de las diferencias,
en ambos casos no se modifica sustancialmente la representación 16 Que anularía la posible desavenencia filosófica o de mentalidad
degradada del “indígena” a costa de la revalorización del mestiza- entre Molina Enríquez, como representante todavía de la filosofía
je como una zona semántica intermedia o de transición en espera positivista identificada con el régimen “sanguinario” y “despótico”
de la filosofía del mestizaje creada por Vasconcelos. Véase tam- de Porfirio Díaz, y el purificador de la Revolución mexicana repre-
bién Fell (639-57). sentada por Vasconcelos.

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Por el contrario, “Los hombres de la Reforma principio de la diferenciación racial. Pero leído
eran honrados y demócratas; respetaban la vida el proceso en clave organicista, y no en términos
humana y los derechos ajenos; subieron al poder de historia salvífico-agustiniana, Molina observa
por la voluntad del pueblo y no por la violencia” que esa diferencia racial se cimentaba a su vez en
(Los últimos 3). Quizá Molina Enríquez en su diferentes orígenes y diferentes grados de evolu-
lectura debió haber sido más realista o fue más ción. Por un lado, los españoles, situados en una
atrevido para llamar a las cosas por su nombre. fase más avanzada en el momento de la conquis-
Molina Enríquez ensayó su propuesta de 1909 en ta y, por el otro, los indígenas, en una fase más
un libro anterior escrito en ocasión de la celebra- atrasada. Este desfase “produjo la superposición
ción del centenario del natalicio de Juárez, prócer de la una sobre la otra, de la conquistadora sobre
de la Reforma.17 En dicho libro Molina planteó la conquistada”, quedando la última en un grado
que ni el elemento indígena ni el español solos, de esclavitud (21). Dicho desfase y superposi-
por separado, hubieran podido alcanzar en Amé- ción sólo puede ser resuelto “teóricamente” por
rica el grado de desarrollo o ingreso evolutivo la introducción del mestizo como el elemento de
a la civilización. “Fue necesaria la concurrencia integración y superación de la disgregación.
activa de los dos elementos para que hubiera po- El problema “teórico” que enfrentan los “hombres
dido existir la España colonial, y para que de ella de la Reforma” o surgidos a la sombra de la Re-
pudieran derivarse las nacionalidades hispano- volución de Ayutla es el de la integración del país
americanas”. Para tal fin fue necesaria la obra en un todo homogéneo. Y este elemento integra-
de la dominación española. En su diagnóstico dor de la heterogeneidad social, racial, política y
la presencia extranjera era todavía dominante cultural lo va a conformar la figura del mestizo.
durante la primera mitad del siglo XIX, repre- El mestizo, como una figura o ícono, apropiada
sentada por el elemento criollo sustituto del pe- más por sus “cualidades” que por su fisonomía,
ninsular o español. Esta supremacía “extranjera” vista más como la representación ideal de los va-
terminó, afirma, con la Revolución de Ayutla. lores de la modernidad: un ser dinámico, versátil,
De tal modo que, entonces, en 1854 comienza emprendedor, alegre, jovial y atrevido, deseoso de
propiamente la historia de México. La Revolu- ascenso y abierto a toda clase de deseos, precisa-
ción de Ayutla o rebelión contra Antonio López mente por su falta de raigambre, por representar
de Santa Ana aparece en consecuencia como el más que ningún otro, a la estirpe de los deshere-
acontecimiento político militar que funda a la na- dados o sin-raíces. Estas cualidades no las po-
ción. Así, Molina ofrece una lectura de la historia see ni el indígena sumido en su abatimiento
universal de México en clave mestizo-evolutiva atávico ni el criollo tradicional preocupado por
apoyada en un evento político-militar, no exclu- la conservación de sus privilegios. El mestizo,
sivamente “científico” (La reforma 1-19).18 por el contrario, representa el surgimiento de un
La fusión del análisis político y racial se puntualiza nuevo espíritu empresarial, dinámico tanto en
cuando Molina señala que el edificio construido lo rural como en lo fabril. Así, mestizo es igual
bajo la dominación española y el edificio de la a mexicano, ni indio ni español, sino una nueva
dominación mexicano-nacional tienen en común raza, la raza cósmica de Vasconcelos.
que se realizan sobre una composición racial he- Ahora bien, como hemos visto, esta teoría del mes-
terogénea. Ambos se han levantado sobre el tizaje está sustentada simultáneamente en una
doble verdad: la político-militar y la científica.
17 Andrés Molina Enríquez (La reforma). Trabajo presentado en el Molina Enríquez señala, por ejemplo, que el ele-
Concurso Literario abierto por la Comisión Nacional del Centenario
de Juárez. mento mestizo fue el protagonista de las guerras
18 Este enunciado de 1906 sobrevive a la Revolución y la trasciende, de Reforma. Con ello se sugiere que mientras los
por así decirlo, al ser retomado por miembros de la “generación
revolucionaria”, como Vasconcelos y Daniel Cosío Villegas. Frente
viejos criollos y los indios tendían a desaparecer,
al camino desviado que, según Cosío, ha tomado la Revolución, a la desintegración, los mestizos eran los porta-
Cosío clama en su investigación sobre la historia moderna por dores del futuro de la nación. Así como los espa-
un regreso al momento originario de la Historia de México, que
encuentra, al igual que Molina Enríquez, en la Reforma (Zermeño ñoles criollos habían sucedido a los “gachupines”
209-11).

Del mestizo al mestizaje: arqueología de un concepto / Guillermo Zermeño-Padilla / 85


o españoles peninsulares, ahora los mestizos es- en cuenta la teoría de la evolución, en “un paso
taban llamados a suceder al binomio conformado de un estado inferior a uno superior” (Sierra, “Al
por criollos e indígenas. El elemento mestizo en lector” 6).
la visión de Molina Enríquez tendía de manera Por lo menos en el artículo de Agustín Aragón, in-
natural, tras la victoria militar, a absorber a am- cluido en la sección de territorio y población de
bos. El desplazamiento de la dualidad contenida México y su evolución social, aparecen los mesti-
en los dos pilares de la dominación española pre- zos como un “elemento importante de la nacio-
supone así al mestizo como principio articulador nalidad mexicana”, uno de los más abundantes,
de la nueva identidad mexicana. La integración al lado de los criollos e indígenas. Sin embargo,
conseguida por medios coercitivos durante el ré- me parece que el punto decisivo que une el pen-
gimen premoderno es sustituida ahora por la samiento de Sierra con el de Aragón está en la
descentralización federalista del poder, al tiem- consideración propia de la “embriología social”
po que favorece la lucha entre las diversas etnias. que permite descubrir los orígenes del presente
Dentro de esta lucha al mestizo se le atribuyen en el siglo XVI, “porque el estado anterior de-
mayores dotes, más energías, para el triunfo (38- termina el presente”. La fusión “de los elementos
9). La argumentación de Molina Enríquez lo europeo y americano sobrevino y el predominio
conduce hasta el punto de consagrar las dos figu- tenía que decidirse por parte del más activo, del
ras que para él representan esta evolución: la del más fuerte”. “La fusión de los civilizaciones es-
pasado, Benito Juárez, y la del presente, Porfirio pañola y mexicana fue de tal trascendencia, que
Díaz, el gran mestizo. señaló desde entonces los destinos de México”
Molina Enríquez elabora su teoría a partir de los (“El territorio” 25-6). No otra cosa dice Sierra
estudios de Justo Sierra sobre la Evolución so- al cerrar el primer capítulo sobre los “primitivos”
cial de México. Justo Sierra desarrolla su discurso mexicanos: “Los mexicanos somos los hijos de
historiográfico siendo ministro de Instrucción los dos pueblos y de las dos razas; nacimos de la
Pública de Porfirio Díaz para celebrar el adve- conquista; nuestras raíces están en la tierra que
nimiento del siglo XX.19 Justo Sierra se inspira habitaron los pueblos aborígenes y en el suelo
en buena parte en la historia general dirigida por español. Este hecho domina nuestra historia; a él
el general Vicente Riva Palacio, México a través debemos nuestra alma” (“Las civilizaciones” 71).
de los siglos (1884-1889) en la que participan Sin embargo, la originalidad de Sierra no radica
un conjunto heterogéneo de personalidades de la en esta afirmación, que retoma de Riva Palacio.
guerra, la política y la cultura. Justo Sierra no es Riva Palacio a partir del mismo modelo evolu-
ningún ingenuo ni un improvisado al establecer tivo compartido con Sierra y Aragón estableció
en el título el término Evolución. El vocablo se que desde el Virreinato los mestizos –esa “clase
inscribe en una filosofía de la historia, filosofía en intermedia entre españoles e indios”– se destaca-
boga que subordina a la sociología a la episteme ron por ser luchadores eminentes por la justicia y
de las ciencias naturales, pero el término evolu- la igualdad, por ascender en la escala social, hasta
ción incluye también una connotación política llegar a ser los protagonistas de la independencia.
dentro de un discurso histórico que enfatiza el Así Riva Palacio ofrece a sus continuadores el re-
paso de la Revolución de Ayutla a un régimen pertorio de los mestizos conformados como una
de dominación impuesto durante el período de clase social embrionaria, prototípica de lo que
Benito Juárez, proseguido y estabilizado por Por- será México en el futuro (“El virreinato” IX).20 La
firio Díaz. Así, gracias a don Porfirio, México ha
20 Riva Palacio escribe en una página anterior: “Con tan extraños
podido realizar un “salto cualitativo”, tomando elementos formóse en el siglo XVI el embrión de un pueblo que
con el transcurso de los años debía ser una República indepen-
19 Entre 1900-1902, Ballesca publica México: su evolución social, diente. Laboriosa y difícil evolución tenía que consumar aquel in-
obra colectiva dirigida por Justo Sierra, que contribuyó con dos forme agrupamiento de familias, de pueblos y de razas, unidos
monografías: “Historia política” y “La era actual”, reunidas en un repentinamente y al azar por un cataclismo social y político, para
tomo con prólogo de Alfonso Reyes y editadas por el Colegio de organizarse, cohonestando sus tendencias y sus esfuerzos, y
México en 1940 con el título: Evolución política del pueblo mexi- constituir la sociedad de donde debía surgir un pueblo que ni era
cano. México es concebido como un cuerpo vivo, un organismo el conquistado ni el conquistador, pero que de ambos heredaba
sometido a la ley universal de la evolución. virtudes y vicios, glorias y tradiciones, caracteres y temperamen-

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originalidad de Sierra radica más bien en hacer La épica “mestiza” dibujada en estas declaraciones
coincidir el término mestizo con una filosofía de es parte integral de un discurso histórico teleoló-
la evolución que gravita sobre la idea de selección gico similar en el encuadre al utilizado por Mo-
natural y la lógica del más fuerte, en la cual la lina Enríquez, el cual toma como eje divisorio a
raza blanca, y no la mestiza, tiende a sobresalir. los hechos de la Reforma. A partir de este trazo
Justo Sierra esbozó su idea de Evolución social originario se va a dar lectura a la condición del
mexicana en 1889, año en que aparecía el último mestizo, antes y después de la Reforma. Ahora
tomo de la obra dirigida por Riva Palacio. En su bien, llama la atención que la Reforma presupo-
escrito de 1889 se revela a Sierra lector de Riva ne el proceso de desamortización de los bienes
Palacio,21 pero también del filósofo francés Gus- eclesiásticos y la afectación de bienes comuna-
tave Le Bon. Se observa particularmente cómo les indígenas. La Reforma es el período en que
Sierra les da vuelta a los planteamientos etno- se inicia el proceso de apropiación por parte del
centristas de Le Bon para construir otra especie Estado del suelo y subsuelo del territorio nacio-
de etnocentrismo a la mexicana. Mientras el sa- nal. La Reforma es también el marco en el que
bio francés defendía la tesis de que los mestizos Francisco Pimentel, otro “científico social” y po-
jamás habían “hecho progresar una sociedad”, lígrafo, va a trazar los parámetros en los que se
antes bien tendían a degradar la savia original de inscribe la invención del mestizo como el porta-
la raza, ejemplificándolo con las poblaciones his- dor del futuro y esencia de la nacionalidad. Esta
panoamericanas, Sierra defendía exactamente la invención se relaciona directamente con los dos
tesis contraria, basado en “inferencias” históricas. términos subyacentes desplazados: el del criollo y
Siguiendo el mismo método de Le Bon, Sierra el del indígena. Estos dos términos tendrían que
apoyaba su argumentación en hechos supuesta- haber desaparecido al ser presuntamente absor-
mente incontestables de la historia nacional. Sie- bidos por el de mestizaje. Sin embargo, al parecer
rra basaba finalmente su tesis en el triunfo polí- no fue así del todo. Este problema fue advertido
tico militar de los liberales “reformistas”, período por Pimentel, en particular al tratar la cuestión
del cual él mismo formaba parte, destacable por indígena.
los últimos doce años de progreso y estabilidad, Antes de sumergirnos en la siguiente capa tratemos
que comenzaba en 1877 cuando Porfirio Díaz de recapitular lo visto hasta ahora. Con Molina
ascendió al poder. Enríquez hemos visto que la contraposición crio-
Cierto, no hemos logrado aclimatar aquí la libertad llo-indígena ha quedado saldada a favor del mes-
política por completo, aunque gozamos de gran tizo incubado antes en Riva Palacio y Sierra. La
libertad social, por el contrario de los norteame- dualidad étnica ha sido resuelta en los términos
ricanos; pero ¿lo habían logrado hasta hace veinte impuestos por una narrativa historicista. Lo que
años los franceses? La conciliación de la liber- no queda tan claro es si la parte más débil de esta
tad y el orden, ¿no es el gran problema político cadena discursiva –el indígena– ha quedado re-
de nuestro tiempo? [...] Si se estudiase nuestra dimida. Tendrá que llegar la Revolución de 1910,
historia, se vería que su explicación no consiste al convertirse la nación en el gran propietario del
sólo en el carácter de las mayorías mestizas, sino suelo y subsuelo y proseguir la obra de la Reforma
en nuestra educación colonial. Si se estudiase para hacer justicia parcial al indígena con el progra-
nuestra historia se vería que la Independencia ma de la reforma agraria. Una reforma que implica
y la Reforma no son más que actos de inmensa para el Estado jugar el papel de gran patrón que
energía de la “raza bastarda” de México. El hom- administra los bienes comunitarios expropiados
bre más enérgico que haya aparecido en nuestros
breves y trágicos anales, es José María Morelos,
el gran mestizo.22 establecimiento de la continuidad del héroe de la Reforma Benito
Juárez y el “prócer” Porfirio Díaz, del paso sustantivo dado en la
tos…” (VIII). evolución representado por Díaz, véase Sierra (Juárez). Sobre las
21 Su reseña de Riva Palacio publicada en 1989 ha sido recogida en “esperanzas mexicanas” de Sierra depositadas en el mestizo, figu-
Sierra (Obras IX 181-90). ra degenerada en la teoría de Le Bon, véase Rozat (Los orígenes
22 Sierra (Apuntes 8-9), también editado en Obras (125-69). Para el 457-63).

Del mestizo al mestizaje: arqueología de un concepto / Guillermo Zermeño-Padilla / 87


a las comunidades indígenas, convertidos sus in- frente a la raza blanca europea y norteamericana,
tegrantes en “ejidatarios” o “comuneros”.23 pero también como la superación de la contra-
La visión mestiza asociada a la cuestión agraria de posición clásica de la dualidad tradición-moder-
Molina Enríquez adquiere por eso una relevan- nidad. La disolución de las viejas instituciones
cia especial durante la Revolución, en compa- coloniales presupone su reelaboración a partir de
ración con la visión historiográfica desarrollada instrumentos conceptuales proporcionados por
por Sierra y Riva Palacio. Sin embargo, en los la economía política liberal y el énfasis dado a
tres autores mencionados la representación del una teoría de la evolución con bases raciales. Una
indígena como sinónimo de atraso y resistencia teoría de la evolución que tendrá gran relevancia
al progreso se mantendrá y tenderá a profundi- a partir de autores como Comte, pero sobre todo
zarse. Es decir, conforme la ideología del mes- Spencer y Gabriel Le Bon.
tizaje avanzaba y se desarrollaba en el ámbito El libro de Francisco Pimentel La economía polí-
de la opinión pública y de los rituales cívicos, la tica aplicada a la propiedad territorial en Méxi-
mirada al mundo indígena tendía a endurecerse co (1866) se relaciona con la Memoria sobre las
o folclorizarse. La representación de la degrada- causas que han originado la situación actual de la
ción del mundo indígena era sólo el correlato de raza indígena de México y medios para remediarla
la esperanza depositada en el ensalzamiento del (1864). A partir de la ciencia de la economía po-
ideograma del mestizaje. lítica Pimentel realiza su diagnóstico de la “raza
Molina Enríquez se había inspirado en la obra de indígena” describiéndola como una raza en pro-
Riva Palacio, pero, como veremos, ambos habían ceso de degradación. Sus causas se encuentran en
asumido algunos de los planteamientos de Fran- la antigua civilización de los indios, en el mal-
cisco Pimentel. A partir de Pimentel se puede trato que recibieron por los españoles durante
ver cómo el término mestizo no aparece todavía la colonia, en la falta de una religión ilustrada y
connotado con los atributos positivos de Riva en los “defectos del Código de Indias” (Memoria
Palacio o Molina Enríquez (como un individuo 183). Al igual que en Sierra, el diagnóstico de
emprendedor, rebelde, inquieto, levadura de la fu- Pimentel tiene su anclaje presuntamente en la
tura sociedad),24 ni tampoco el indígena atisbado historia. Pero si se mira más de cerca tiene sus
por Sierra es sujeto de educación y civilización. raíces en el lenguaje político y jurídico surgido
durante las Cortes de Cádiz, en el lenguaje de las
Mestizos e indios bajo la lupa de una nueva primeras constituciones del período de la inde-
economía política pendencia de los antiguos dominios americanos
de la monarquía española.25 Al respecto cabría
Existen dos escritos de Francisco Pimentel (1832- pensar además en el lenguaje de personajes de
1893) en los que se puede rastrear lo dicho ante- la insurgencia, como Bolívar y Morelos, y en los
riormente. Pimentel es un liberal convencido, es miembros de la siguiente generación, como
decir, su economía política no es la de un socia- Lucas Alemán.26
lista. Por eso para comprender la denominación En ese sentido, pienso que la invención del mesti-
moderna del mestizaje se requiere tener a la vis- zaje como concepto articulador de la identidad
ta el medio intelectual en el que aparece como nacional es producto tanto de conservadores
un correlato de la contraposición criollo/indio, como de liberales, en cuanto que forma parte de
república de indios/república de españoles. El un proceso que trasciende a ambos: la formula-
mestizaje se plantea como la solución a la bús- ción de una teoría de la identidad nacional que
queda de la singularidad de las nuevas naciones presupone la distancia creciente entre el pasado
y el futuro. El pasado funciona como la imagen
23 Véase el interesante estudio crítico de las aseveraciones de Mo-
lina Enríquez luego asumidas como ciertas por La Revolución en
negativa de un presente que se mira a sí mismo
Kourí (“Interpreting” 69-117). Agradezco a Juan Pedro Viqueira como distinto. Dentro de esta concepción de la
haber llamado mi atención sobre este artículo. temporalidad la economía política de Pimentel
24 Dicha imagen del “mestizo”, contrastada con la del “aborigen (in-
dio)” ya se encuentra en un visitante y negociante alemán de la 25 Véase Guarisco (125-92).
mitad del siglo XIX, Carl Christian Sartorius (México 137-89). 26 Véase el ensayo de Michel Bertrand en este mismo libro.

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se encuentra con la cuestión de qué hacer con el presente y a nombre de S.E., hago público y
los antiguos pobladores forjados en relaciones de notorio a todos los moradores de esta América y
vasallaje que por definición frenan las aspiracio- establecimientos, del nuevo gobierno, por el cual,
nes de una sociedad liberal-individualista y em- a excepción de los europeos, todos los demás ha-
presarial.27 Así pensamos que la emergencia con- bitantes no se nombrarán en calidad de indios,
ceptual del mestizaje se presenta en el marco de mulatos, ni otras castas, sino todos generalmente
la emergencia de formas económicas y políticas americanos”.30 También Morelos, sobre la Malin-
que conocemos hoy en día. Excluido el indio del che, intercesora-traductora entre el español y el
sistema binario tradicional, quedan el blanco y el indio:
mestizo frente a frente como posibles palancas
del progreso. Los indios, después de la indepen- La historia de la conquista de estos reynos echa un borrón al
dencia, afirma Pimentel, “sólo por la fuerza, por la sexo nacional: es indubitable que en ella tuvieron gran parte
leva, entran en el ejército; se baten sin saber por las damas mexicanas: una sirvió de intérprete y prodigó in-
qué, y con la misma facilidad pelean hoy por un mensos cuidados al decantado héroe español, y las demás se
partido y mañana por otro, sin participar de las dexaron llevar de pasiones amorosas, o acaso de estudiados
opiniones que discuten los blancos y mestizos”.28 disimulos, hijos del miedo que les supo imponer la barbarie;
Así la apuesta de autores como Pimentel está del pero es cierto que comenzaron a entregarles su fidelidad, per-
lado de la promoción del mestizaje entre indios sonas y caudales, haciendo causa propia, consiguieron por sus
y blancos. Hay un medio, dice, “con el cual no importantes influxos y servicios que se afirmara la domina-
se destruye una raza sino que solo se modifica, y ción europea.31
ese medio es la transformación: para conseguir la
transformación de los indios lo lograremos con Finalmente, Morelos decreta y anuncia:
la inmigración europea”. Pero Pimentel conci-
be a esta “raza mixta” como una “raza de tran- Que quede abolida la hermosísima jerigonza de calidades
sición; después de poco tiempo todos llegarían indio, mulato o mestizo, tente en el aire, etcétera, y sólo se
a ser blancos. Además, los europeos desde luego distinga la regional, nombrándolos todos generalmente ame-
se mezclarían no sólo con los indios sino con los ricanos, con cuyo epíteto nos distinguimos del inglés, francés,
mestizos que ya existen, y forman la mayor parte o más bien del europeo que nos perjudica, del africano y del
de la población” (234). asiático que ocupan las otras partes del mundo. En consecuen-
El nexo entre mestizaje, como categoría sociológi- cia, nadie más deberá pagar tributos y los “naturales” serán
ca, y discurso jurídico-político se puede advertir dueños de sus rentas y de sus tierras.32
tempranamente si se entienden las implicaciones
del establecimiento de un punto cero formulado Los jefes de la Insurgencia decretan en ese sentido
en términos constitucionales. Este “punto cero la necesidad de abandonar el imaginario colonial
constitucional” ayuda a imaginar nuevas posibi- centrado en las castas. Ellos no pueden prescin-
lidades futuras, señala un corte entre lo que fue dir de ese encuadre como criollos, mestizos, et-
y lo que puede ser, y puede prestarse, en fin, al cétera. Pero sí pueden imaginar, a la luz de los
delirio o a la imaginación política creativa, todo eventos políticos y sociales en los que participan,
cabe en la medida en que los temas se posesionen otras posibilidades, sin saber exactamente cómo
en el ámbito de la opinión pública, sostenida no quedarán encuadrados en el futuro. No disponen
sólo por movimientos intelectuales sino también
sociales. 1961, p. 11.
30 Bando de Morelos, 17 de noviembre de 1810 (La independencia
Por ejemplo, Simón Bolívar: “No somos europeos, 111).
no somos indios sino una especie media entre los 31 Morelos, “A las damas de México”, 22 y 29 de noviembre de 1812,
Semanario Patriótico Americano, p. 404 (La independencia): “15º
aborígenes y los españoles”.29 O Morelos: “Por Que la esclavitud se proscriba para siempre y lo mismo la distin-
ción de castas, quedando todos iguales y sólo distinguirá a un
27 Véase cita de Humboldt en Pimentel (Memoria 184-5). americano de otro el vicio y la virtud”. Sentimientos de la Nación,
28 “Los indios después de la independencia, su estado actual” (Pi- Chilpancingo, 14 de sept. 1813 (Morelos, Independencia Nacional
mentel, Memoria 195). 91).
29 Bolívar en Angostura, 15 de febrero de 1819. Citado por Mörner, 32 Morelos, Oaxaca, 29 de enero de 1813 (La independencia 76).

Del mestizo al mestizaje: arqueología de un concepto / Guillermo Zermeño-Padilla / 89


en ese sentido de la economía política o de la so- La noción pureza de sangre es sólo una metáfora
ciología que será desarrollada por una generación para asegurar –no hay manera de medir los por-
posterior, por los hijos y nietos de la indepen- centajes de tipo de sangre– que los individuos
dencia. Y esto se refleja en el hecho de que mes- posean los rasgos de calidad y de linaje necesa-
tizo o mestizaje no aparecen propiamente en las rios para ocupar el lugar que les pertenece en la
primeras Constituciones; el mestizaje no emer- sociedad, una sociedad estratificada de acuerdo
ge como un elemento necesario de legislación con criterios mucho más sutiles que los actuales,
precisamente porque su vieja acepción tiende a en la medida en que la riqueza o la economía
desaparecer desde ese instante. No encuentra un política han dispuesto la medida de las cosas. En
lugar propio en la legislación, pero sí en los en- aquella sociedad la religión, basada en criterios
cuadres que historiadores, funcionarios, políticos, teológico-jurídicos, tiene un mayor peso para es-
planificadores, sociólogos, filósofos le van a otor- tablecer las medidas de la “pureza de sangre”.
gar después. Edmundo O’Gorman da a entender los móviles
Llegados a este punto me parece que es necesario sutiles de un sistema de segregación basado en
marcar la línea que separa el uso del término un doble principio militar y religioso, de cruz y
mestizaje durante la modernidad nacionalista del espada. El primero se refiere a una política de
uso prestado durante el período virreinal. seguridad de sí mismos como españoles y con-
quistadores y el segundo es de orden religioso,
El mestizaje como una zona de frontera para asegurar el proceso de evangelización o
incorporación al occidente cristiano de la po-
En la recuperación del sentido del vocablo mestizo/ blación conquistada o indios. Al plasmar la tra-
mestizaje para el período virreinal es invaluable za urbana de las poblaciones, el conquistador y
el trabajo historiográfico hecho desde 1930. Ahí evangelizador, el guerrero y el colono piensan en
están trabajos como los de Konetzke, Kubler, sí mismos, en su seguridad frente a la amenaza
Rosenblat, O‘Gorman y, más recientemente, de latente de la población subyugada y, simultánea-
carácter antropológico, los de Claudio Esteva mente, piensan en el otro para asegurar su incor-
Fabregat. A diferencia del reduccionismo mo- poración a su cosmovisión. Una franja tenue, un
dernista que entiende el mestizaje como fusión límite frágil, separa esta doble operación, que se
integral de horizontes, que impide ver la singu- hace visible precisamente por la mezcla de razas
laridad de cada una de las partes; a diferencia inevitable y por el intercambio de bienes y ser-
del reduccionismo político y científico, durante vicios. El tercer elemento se hace presente en los
el período premoderno la dimensión mestiza se registros legales como amenaza latente en contra
comprende más como una zona de frontera, mó- del edificio construido sobre la base de las dos
vil, constantemente inestable que no pertenece a ciudades agustinianas, la del bien contra la del
ninguna de las dos partes que le dan origen –in- mal. De esta consideración moral no están exen-
dios/españoles– y que tiende a desaparecer en la tos los mismos españoles, ni tampoco la amenaza
medida de su asimilación a alguna de sus partes. que representan los pardos o los negros. Es en
Así, más que hablar de un melting polt, el espacio esa zona intermedia donde quedan registradas
del mestizaje durante ese período nos refiere a las castas o población fluctuante, producto de
una situación de invisibilidad que da lugar a la es- la interacción racial de las dos ciudades. De los
tratificación social colonial centrada alrededor de mestizos, negros... preocupa no tanto su color
cuestiones de “cultura” más que “raciales”. “Cul- de piel –se está acostumbrado en la empresa de
tura”, en el sentido de que la religión y la moral la reconquista y de la colonia al contacto entre
funcionan como medios simbólicos que influyen culturas, lenguas y razas diversas–, sino el riesgo
en la selección social de la inclusión-exclusión. de la desintegración social sostenida en valores
Los criterios de fama y estima social tienen un más relacionados con cuestiones culturales de
mayor peso en los procesos de integración domi- calidad, categoría social, curriculum vitae, de qué
nantes que los propiamente raciales. familia, de qué padre y madre, de qué parroquia,

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valores sostenidos en la fama pública, que pro- cla de Oriente y de Occidente, de sofisticación,
piamente del color de la piel. De pronto puede pero también de simplicidad, sinónimo de atra-
suceder que este equilibrio dinámico tienda a so, una sociedad englobada en la necesidad de
romperse –como el motín de la ciudad de Méxi- abrirse al progreso y la civilidad. Y en este cuadro
co de 169233– al percatarse del grado de “fusión diagnóstico científico aparecerán ya los gérmenes
íntima que ya existía entre españoles e indios”. de una nueva valoración de la imagen del indio.
La reacción fue volver al principio de separación Incluso se ve que el indio aparece por primera vez
de origen en el sentido espacial y temporal, para denominado también como indígena. Está desde
remediar la crisis. Pero O’Gorman demuestra luego en la visión de Humboldt el peso de con-
que era un recurso inviable en la medida en que sideraciones sobre territorio, geografía, botánica,
la fusión racial era un hecho que contradecía al historia, aunadas a la de población, enmarcadas
principio de separación. por una filosofía del progreso secularizada, sin
De ahí que, para comprender el fenómeno de la referencia religiosa, es decir, científica (Ensayo).
interacción social, el elemento racial sea el me- Menciono a Humboldt por el peso intelectual que
nos relevante frente al fenómeno de la interac- tendrá en la construcción de la representación de
ción entre culturas diversas. Después de 1692 la la nación después de la Independencia. Su obra
cuestión de seguridad interna o de policía co- se reproduce, se difunde, se lee y se completa por
brará todavía una mayor relevancia junto con la lo menos hasta que emerge la necesidad de los
necesidad de profundizar la labor de conversión neomexicanos –como los denomina Sierra, ni
de los indios hacia la civilización cristiano-oc- indios ni españoles, aunque sí criollos y mesti-
cidental. Y dentro de esta perspectiva están in- zos– de formular por cuenta propia una nueva
cluidos en principio los indios, pero también los economía política, como lo realizó Guillermo
mestizos, mulatos, negros y españoles. “Fue –nos Prieto y Francisco Pimentel.36 Y aquí me parece
dice O’Gorman– una ilusión creer que una sim- que la emergencia de la ideología del mestizaje,
ple línea más imaginaria que real, fuera suficiente o mestizofilia que denomina Basave, presupone
para evitar la unión de dos pueblos vecinos de la degradación de las denominaciones sobre las
una misma ciudad, sobre todo, cuando a la vez se que se sostenía el edificio hispánico virreinal:
intentaba, por todos los medios, [...] asimilarlos los españoles identificados parcialmente con los
y colocarlos bajo el signo de una misma cultura” criollos de la Independencia, del tipo Lucas Ala-
(29-30).34 mán, y los indios progresivamente caracteriza-
Quizás el reconocimiento de la imposibilidad de dos como indígenas, término que profundizaba
regular el mestizaje dio pie al surgimiento de la la depreciación de su representación realmente
pintura de castas en el siglo XVIII. Una produc- activa en el presente.37 Al mismo tiempo que su
ción más orientada por el interés en satisfacer el imagen tendía a degradarse a partir de las me-
gusto de un público ávido de folclor y pintores- didas impuestas por una filosofía del progreso,
quismo.35 El éxito de estas colecciones puede ser se construía una representación idealizada de la
equiparable al éxito editorial de las Cartas Edifi- antigüedad india.
cantes y Curiosas de los jesuitas que comenzaron Esta doble visión del indio-indígena tenía lugar
a circular entre los mismos ilustrados de la época, cuando se asentaba el régimen liberal. A fines del
entre ellos el primer viajero total de la América siglo XIX se hace la distinción entre un país en
española, Alejandro de Humboldt. En la visión el que legalmente a nadie se le puede impedir su
de Humboldt aparece una sociedad abigarrada
36 Ignacio Ramírez: “La nación mexicana no puede organizarse con
cargada de color y de secretos por descifrar, mez- los elementos de la antigua ciencia política, porque ellos son la
expresión de la esclavitud y de preocupaciones; necesita una
33 Para profundizar en el evento, Silva (“Estrategias” 5-63). Constitución que le organice el progreso, que ponga en orden el
34 Para un estudio detallado sobre la mezcla racial durante la Colonia movimiento” (García 7).
a partir de libros parroquiales, véase Gonzalbo (Familia II y III; 37 En el contexto de la política de atracción de una clase especial
“La vida” 201-17). de inmigración y propiedad de las tierras, existen algunos testi-
35 Una muestra de la atracción que siguen teniendo esta clase de monios sobre la idea de lastre adjudicado al indígena o de “razas
pinturas es la reciente publicación de Ilona Katsew La pintura de aborígenes”, vistas como obstáculo para la industrialización o ci-
castas, México, Conaculta/Turner, 2004. vilización (González “México” 150-53, 177, 208).

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incorporación a la nación en razón de su color de el concepto mestizaje del período nacional. Una
piel, y las “leyes científicas” que supuestamente línea trazada por políticos y funcionarios como
demuestran que hay razas más inteligentes, ac- José María Luis Mora o Justo Sierra, escritores
tivas y civilizadas, en suma, más “progresistas”, y e historiadores como el general Vicente Riva Pa-
razas más atrasadas, como las de los aborígenes lacio o Molina Enríquez y polígrafos y empresa-
australianos. Se habla de “diferencias naturales”. rios como Francisco Pimentel, que culmina en la
De tal modo, como se recoge un testimonio du- celebración del Día de la Raza en 1917, año en el
rante el régimen porfirista, que “las leyes por muy que se consuma también el triunfo de la facción
liberales y demócratas que sean, no pueden des- carrancista durante la Revolución Mexicana.
truir, como nunca una ley escrita podrá destruir La emergencia del mestizaje como esencia de la
una ley científica de la gravedad o de la atracción mexicanidad se construyó en México durante
universal”.38 la segunda mitad del siglo XIX e implicó hacerlo
Esta visión “liberal” quedó plasmada en el discurso a costa de la desvalorización y reclusión de las
del “conservador” Francisco Pimentel, temeroso poblaciones indígenas. Al tiempo que se magni-
de las asechanzas socialistas de entonces. El tér- ficó la imagen del mestizo como metáfora de la
mino sustitutivo de la dualidad indio-español fue nación, se produjo la fabricación de una imagen
la invención del mestizaje como prototipo de la del indio “realmente existente” como una etnia o
mexicanidad nacionalista englobada en una filo- raza en proceso de desvalorización. La línea di-
sofía racial del progreso humano. visoria trazada entre el uso del vocablo mestizo
Así, la modernidad mexicana nacionalista heredó la en la sociedad colonial y su conceptualización
terminología del antiguo régimen colonial, pero moderna es esencialmente de índole filosófica, es
realizó solamente una inversión de términos. La decir, su transformación semántica ocurre en el
situación del límite que dividía a indios de espa- pensamiento filosófico y teológico, por un lado,
ñoles pasó a ser el centro de una edificación ci- y en la aparición de una nueva forma de enten-
mentada en una noción organicista y racial de lo der el razonamiento económico-político y en la
social. Se obligó así a tener que explicar los nexos apreciación del mundo social y natural. La trans-
que podría haber entre lo racial y lo cultural den- formación del mestizo en la noción de mestizaje
tro de una teoría general de la evolución. La cul- desarrollada por Vasconcelos se inscribe en la na-
minación de este proceso político-ideológico con rración del progreso civilizatorio. Es una noción
repercusiones en la esfera económica y cultural envuelta en una concepción biologicista de la
es la celebración del 12 de octubre como Día de evolución humana. Es decir, sin el factor Darwin,
la Raza. Poco después llegarán los estudiosos en Gustave Le Bon, Herbert Spencer, la emergencia
su búsqueda de dotar de fundamento filosófico a del mestizaje como idea reguladora de la com-
esta fabricación identitaria, para dejar abierto el prensión de las naciones iberoamericanas no hu-
campo poco después a los estudiosos de la histo- biera sido posible. La importancia de este factor
ria en su afán de captar la dimensión social. fue apuntada por David Brading (“Darwinismo”;
Vargas 159-78), pero sus implicaciones sociocul-
A manera de conclusión turales sólo han sido sugeridas en México, hasta
donde sé, por Guy Rozat.39
Regresamos al presente desde donde han surgido La invención del mestizaje como signo distintivo de
estas reflexiones buscando rastrear la emergen- la nación tuvo lugar entre 1850 y 1950. Su sostén
cia de la palabra mestizo y mestizaje hasta verla se encuentra en un conjunto de discursos que le
convertida en un concepto estructurante de la
identidad nacional moderna. 39 “El presente estudio pretende ayudar a esclarecer cómo en el
siglo XIX la identidad nacional, al no poder integrar al indio, por-
Se ha podido trazar una línea que deja ver la transfor- que esa figura colonial pertenecía al paradigma de una historia
mación del vocablo mestizo del período colonial en prohispana, salvífica, apoyada en la teología cristiana, se fue poco
a poco constituyendo al margen de esa antigua figura, para llegar
38 Argumento en contra de la inmigración de la raza negra. Testimo- finalmente a la elaboración de la figura del `mestizo´, construida
nio de 1889 recogido por González Navarro, op. cit. (“México”) y según el nuevo paradigma de la historiografía científica y nacio-
“El mestizaje” (173). nal” (Rozat 15 y ss).

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dan origen y lo reciclan. En cambio, el discurso Aragón, Agustín. “El territorio de México y sus
indigenista encontró además un soporte institu- habitantes”. México: su evolución social. Aragón,
cional en la formación del Instituto Indigenis- Agustín et ál. México, J. Ballescá, 1900-1902.
ta Interamericano a raíz del Primer Congreso Basave Benítez, Agustín. México mestizo. Análisis
Indigenista Interamericano de 1940 ( Jiménez del nacionalismo mexicano en torno a la mestizofilia
IX, LXIII).40 El mestizaje, a su vez, es un con- de Andrés Molina Enríquez. Prol. Carlos Fuentes.
cepto transdisciplinario relacionado con diver- México: FCE, 1992.
sos campos disciplinarios, incluido el artístico; Borah, Woodrow y Sherburne F. Cook, “Sobre las
en cambio, el discurso indigenista/indigenismo posibilidades de hacer el estudio histórico del mes-
quedó encapsulado en un ámbito institucional tizaje sobre una base demográfica”. El mestizaje
enmarcado por una política social asistencialista. en la historia de Ibero-América. México: Editorial
Curiosamente, es dentro del ámbito institucio- Cultura, 1961.
nal indigenista en donde también va a aparecer el Brading, David, “Darwinismo social e idealismo
tema del mestizaje. Un ejemplo es la publicación, romántico. Andrés Molina Enríquez y José Vas-
coordinada por Alfonso Caso, Métodos y resulta- concelos en la Revolución Mexicana”. Mito y
dos de la política indigenista en México (176-7). profecía en la historia de México. Tr. Tomás Sego-
Así, antes de que se inicie la investigación filosófi- via. México: Vuelta, 1988 [1984].
ca y sociohistórica sobre el mestizaje, este tema Campos, Rubén M. 12 de octubre de 1917. Fiesta de
ya se ha conformado en México como ideología la raza. Piezas literarias pronunciadas en la cere-
oficial del régimen de la Revolución Mexicana, monia con que la Universidad Nacional de México
de tal manera que la observación científica, his- celebró el CDXXV aniversario del descubrimiento
tórica y filosófica sólo vino a ampliar o enrique- de América. México: Secretaría de Gobernación,
cer dicha ideología. Con tal fuerza que, además 1917.
de servir para establecer la morfología social de Clifford, James. Itinerarios transculturales. Tr. Mire-
Molina Enríquez con base en la propiedad, ser- ya Reilly de Fayard. Barcelona: Gedisa, 1999.
virá durante el largo período ideológico-cultural Comas, Juan. El mestizaje en la historia de Ibero-
de la Revolución Mexicana para examinar los fe- América. México: Editorial Cultura, 1961.
nómenos culturales e incluso artísticos. Sin em- Esteva Fabregat, Claudio. El mestizaje en Iberoamé-
bargo, esta forma de observar los fenómenos cul- rica. México: Alhambra, 1988.
turales y sus relaciones con lo étnico actualmente Fell, Claude. José Vasconcelos. Los años del águila.
se ha vuelto cuestionable a la luz del desarrollo de México: UNAM, 1989.
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40 El Instituto Nacional Indigenista mexicano comenzó a funcionar
en febrero de 1949.
Colegio de México, 1998. II-III.
41 Para un análisis acerca del desfase de los métodos del historiador ___. “La vida familiar y las movibles fronteras so-
para examinar el pasado en relación con la evolución de la ciencia
ciales en el siglo XVIII novohispano”. La familia
en general, se puede consultar a John L. Gaddis. Para la cuestión
biológica, a Carlos López Beltrán, en particular, “La palabra raza y
sus fantasmas” (190-202). En la antropología, a James Clifford.

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