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Capítulo IV Internalización de las funciones psicológicas superiores

Sin embargo, la relación entre aprendizaje y desarrollo sigue siendo metodológicamente confusa,
porque los estudios que se han realizado hasta hoy han incorporado en su seno postulados,
premisas y soluciones especificas al problema de dicha relación fundamental, que se han revelado
teóricamente vagas, críticamente no evaluadas y, a veces, internamente contradictorias; y ello,
evidentemente, desemboca en una inmensa variedad de errores.

Todas las concepciones corrientes de la relación entre desarrollo y aprendizaje en los niños pueden
reducirse esencialmente a tres posiciones teóricas importantes:

1) La primera de ellas se centra en la suposición de que los procesos del desarrollo del niño
son independientes del aprendizaje, esto se refiere a que es necesario un desarrollo previo
de ciertas funciones mentales para hacer posible determinados aprendizajes, es decir que
el desarrollo no es un resultado del aprendizaje pero si es considerado una condición previa.
2) El aprendizaje es desarrollo, James redujo el proceso de aprendizaje a la formación de
hábitos identificándolos con el desarrollo (teoría de los reflejos). Aprendizaje y desarrollo
son procesos somultaneos, el aprendizaje y desarrollo coinciden en todos los puntos.

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