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LA P1NTROPOLOGIA J'

FISICA

Pierre Mord

EUDEBA Editorial Universitari" de Buenos Aires


T,(mb dt: la obr.1 original:
L'ar¡tl/ropolog,ie physiq11e
Prcs;es Uni"ersitaires de Francc, Pnris, 1962

INTRODUCCióN

Tr¡jch.!cida pOi:
S_,n~j~ B!l,J~lNO

Laantropología física ~s el estudio de las características


L,-t J eVlSlOn técnica estm'o a cargo de
somáticas que permite clasificar ~a ]QS~hOJll¡'re,; cn~1ifcrcnte,
J'-';;'¡CA PA'ITI DE lI'LUlTÍNEZ SOLER
razas. Ei-evRlente qu-e-·este'asi,ecto de h antropologb estática¡
verdadera sistemática, no es DU1S CIUC un estadio preparatoriu
de otra forma de esta cienciü, cIuC debe ser dinúlnica,
Los progTesos de la biología )' de la patología humanas
facilitan en la actualidad el mejor conocimiento de la antro~
pología fisiológica, qne Broca había presentido )'a en 1866 y
de la cual T. Millot sentó las bases fundamentales en su
Biologie des' Taces hUnlaines, en 1952. No obstante, y aun··
que parezca un tanto pasada de mo,b, la antropología física
continúa siendo valiosa porque, como en toda ciencia natural.
representa una primera etapa descriptiva en el estudio de lo::.
mracteres fácilmente observables cid cuerpo humano 8 trav",
de las diferentes razas, Pero, él veces, este mismo ténnim}
l/raza" se confunde con las organizaciones politicas que cons·
tituyen los Estados o las naciones, con las civilizaciones que
forman las etnias, :,C Para el.-._
.",...~
naturalista
.. - la raza
.•.. ,.- ,- .. --una
._._ .•._---_es, - --
su':)divi-
---,-----
siúnJieJa~.espeGie. Deniker la ha definidG como "un coniunto
:~~cteTe,~._sgm;t'o16gkQ~ (lue en otro tielnpo -~e---;~C!;ntr:)­
oon en una reunión rCfil de)!ldiv:.lch1os y que hoy estan ,~spaJ­
c:idos_en _E_'!~~!() v~ria~J~_ entre divcr~g2_grupos étl_ ~i~-º-~,_ de lQs
ellales.llo se los :Plltid~~de2pr~nder_sinoll1edianteun ckieedn
'!Pálísis":--Posteriormente se han propuesto- -niüchas definicio-
nes ae raza humana, fundadas a menudo sobre diversos -':~lréJC­
teTes 111Orfológicos. Por nuestra parte, adoptarelTIOS de buen
© 1964 grado la c$finición <k.JtJYl .;¡i!..llC" para .q~!2.J<k'~~_ce-'
Edi!:orial Universitaria de Buenos Aires -. Florida 656
una variedad aeTa eS]2ecie H..rz!!!!!_ !!!Eie:.~~s, ,\~'p~~pqr
Fur.dada 'por la Ul1h'ersidacl de B11cnos Aires Ú'2---C:Olljllnt".de~ hombresgue se distinguen de otros por un
cOI?plejo de caracteres anatómicos jé. fisiológicos Cy probablc~
He, ho el depósito de ley ~eiite tambiéJ:?_ ps~~uicos), hereditarios y Íecoi1.ocidos ~n VJ-
l'i,\(I'RESO EN LA AnGENTINA - P·RINTED m lillGENTINA
.rias gencracio.nes~· cor:~eXclusión de todo carácter adquirido
por la-eC!ucacióí;'-la tradición o la influencia del medio".

'.< Según IVlontandon, lo etnia es un. agrupamiento hUl11:lno b~­


sado eu caracteres raciales, lingüísticos y culturales. eN.
del T. j
· En '-:':ita ?bl:a nos hemos esforza do por selecci onar ' lo~
¿!spec1.us des~nptH~0S y Jus prin<-:~k::; medida::; Que posibili-
t8?1_ ~,.I e.stuC1.10 de Jas pnrticLdaridHdes _dd ser hUI~ano- ~e-j~- cJ
~;ef _~,: ~,,~ )' en el eS(FH:Jf. ! tO) . Es imposi ble extend erse sobre CAPiTU LO 1
.l,~ S ... ,TI1:U1n e~:·abl es .mediciones e índi'ces que invt'nt aron 10:-
"nt, J['clogo, del sIglo pasado. Por otra parte, la "l1tr01'0loo'8
f.1. ~~C:1 neccs~tJ en SltS _l:j;~:.C;.i_s J~_ c1r:~s_críp<;:!opes de mucl~os tén~lí­ HISTO RIA Y EVOL UCIóN
nos Jll.ltÓmICOS que eXIgen , a menud o, conoci mientos médicm
. DE LA ANTR OPOL OGíA
ml sr.1.8dQs. I~emos tn!t;:HJo ele reducir al máxim o la termin o .
!ogh¡ especializada ¡¡ fin de que este manual sea práctico pa;"
1.0~cs. ? aflueI.1os que, deseen profundizar ciertos capítulo,
po. pa.r,.cc¡]~, que aqm han SIdo tmtados demasiado ';ucint" .
m;n~e, les ~col1sejar~.1Os la lectura del reciente libro de G.
01l1:1~:r P!E-!.urue .3~/.t!!.!!!.rJOlogiqu~(1960) .. -
.' 1] fmal ~le 'este n'aba jo, una suman a bi bliografía pro. Existen dos etapas bien diferentes en la historia del cono-
.~orCW!l" Ull:1 1!sta d" lo:' principales obras a las que podrán cimiento del hombre. Una primera que V8 de.de la <iH!:igüe·
·_cm . tlrsc ,(~Ulene$ se lntcres en por el mejor conocimiento del dad hasta el siglo XVIII y que se ocupó de la modologíLd..is,
aspecto flSlCO de los seres humanos. criptiva, y una segun_d.a etapa , la mor[omé~ric.ª, cJue conoció
su apogeo en la segunda Íl1itad del siglo XIX.
Ya los egipcios habían establecido una discrimlllí1ción de las
diferent es razas que vivían en las inmediaciones l y en las pintu;:as
s,
de las tumbas reales se distingu e a los hombres rojos , los amarillo
de ojos azules_ He~, gran via-
los negros crespos y a los rubios
_~jé~:
jero y gran desc~ptor, hizo una clasificaci6n de los ~.t.íop~~ del
c~~.c l1~~a. Scylax, por su pacte,
~~ Jerjes -· por -el- a~pecto de la .
de
compro b61a- existencia de · grandes hombres mbios en el golfo
Cabes, en contraste con la població n africana , de tinte m,oreno_
Los grandes ~jeros .de los siglos ~ y ~. dieron nu evo im-
la
pulso a estas ideas -que habían pennane cido estancadas durante
Edad Media- al establecer contactos con nuevos h ombres. "Vesalio
señaló que JQ. ~_~.pe~~ _qgJo~ g~}~ov~se~,t-,."!rc?s_y griegos daba la ~,~~a
de
.~!!__gL~~, en conlT3ste con la de los belgas, que era
oblonga. ' Ante
la dive-rs'idad de los seres humanos, los cnsayos de clasificaci6n pro-
liferan y traen consigo In consigu iente noción de .p!1:!~Ii~~ld d~
l'!s
razas, la cual entra en conl:licto con la doctrina cristiana de_la unidad

d.e-o~:n~l siglo xvru 'Surgc, con 'Buff~n·· -~-- Linneo, un concepto nue-
el cual integrará
vo: el de la clasificadQn en las ciencüJs naturale s,
-
al hombre en '-el 'orClen zoológico, en tanto que antes no se conside
raba 'que podía- ser 'un animal.
En 1?58! , ~.il~n:9_ d.ivide a la especie ~uman_~ _.e~l cuatro. grupos
fundam entales: el._.l iombre _. .an.:cn_c?no. el e1J[opeo, el asiático
y . el
A partir de ese momen to muchas clasificaciones trataron
~~~~¡: el cuadro demasiado estrecho . de 10s razas humana
". Blu-
.~ en ...J806, agrega a los cuatro QTUpOS de Linneo la t:p;a-;na:.
~¡;;;ilr,8~2~5"ifesmoú1ins '- eñümerÓ --~ieciséiS"- raza-s-- di ferenti:s. --EI1
!_ Saint-HTIiire reconoce--cuatr o razas principale~: cau-
~'Is~~i~~~'! y 9.9Jentote;- subdivididas en trece __secuii~
1: inten ta una clasificación que toma como punto
de la cabellera. Estn.i subdivisienes, cada vez

7
más y más numerosas, basaclas sobre todo ~!1 la, morfología descrip-
tiva, necesitaron con urpcncia argumentos más- preds'os:
La morfome-_
trí!l. ~,e desarrolló ,muy ~ápidamente. Había sido esbozada-·IiiL_SlTI~.·
'en ).9.~5,; después, por Gamper en ~ 1750, Com?re en ..L83.2 y ~et~ qta diversidad de disciplinas obliga a frecue?tcs conta.ctos
iíiis en 1850. Fue entonces cuando en Francia la Escuela de An-
tropúlogiü:'-cririgida por ~EPSI y luego por ..Q}¿atrefage, ,Topin~Id V
con otras ciencias y principahnente con la g~ne~lca, la .blOlo-
Nla~')Uvrier, para no citar más que a los principales:'- tomó un" impl.1f- gía, la demografía, la geografía, lo meteo:olog w y cJ¡:n~t(:
~Q J'eúráordíIl3rio al multiplicar y precisar las mediciones y los índi- logía, la estadística, la lnedicina y en partIcular la m;:9lC.lD3.
ces. ~~l intercambio intelectual fue posible gracia~ a la fundación de leoal, que en el fondo no es otra cosa que la etnologla vIsta
-la -Sociedad y de la Escuela de Antropología de París. Los Congrc%s desde
b el 'an ouI o nle'd'J.Cq. =.S0.!21a
o. •
.I1
de IV'·:6naco en 1906 y de Ginehra en 1912 se ocuparon de fijar unl1
nomEnclatura internacivnnl, cuya mayor parte se funda en los trab;¡-
Claram~nte se- co~~cibe abora ellu~ar pIepOl:de;'ant~ que
jos de Broca, con las modificaciones aportadas por la escuela alem,¡· la etnología en general y la ,mtropolo~ia. en partICUlar ~el:x2.n
na, eDil R. l\!Iartin. ocupar en la escala de nuestros conOClmlentos. Hay alh mu:
cho trabajo y muchas investigaciOI;es en perspectIva) nluch.o~
. ActJ.:L.:3.Jm.ente la 2~t:¡;ºl?ología ftsica no constituye 1l1ás esfuerzos y también muchas alegnas para aquellos que qUIC
'Iue una débiLlama~de"j'\':"tI)()l"bill, puesto que el hombre ran estudiar mejor el delicado problema. que representa ese
es u, ser aparecido )'a h~ce largo tiempo )' que evoluciona ser todavía poco conocido: el Hamo sapIens.
en un medio geográfico ysocial que puede modificarlo consi-
dera ,Iemente. Se asiste ahora a 11n desarrollo de otras ramas
de b antropología, cada vez mas especializadas. Pero estas
di\'e:':séls disciplinas, que necesitan de frecuentes contactos con
las ciencias anexas, deben trabajar en Íntima relací6n en el
seno de la antropología dinámica, futuro de 1<1 antropoJogia
en geneIflL
Podemos esquematizar las diferentes disciplinas antropoló-
giC'a~ en el siguiente cuadro:

prehist6rica
Antropología física {
actual
Antropología 1> fisiológica
en sentido " patol6gica
estríe ~o
Ecología (efecto biológico del medio y adaptación
del hombre a ese medio)

La antropología se inscribe en el gran cuadro de la etno-


10gb, a la cual los anglosajones designan siempre con el
nombre de antropología en el sentido amplio del término .
.-lfPor consiguiente, la etnología es la ciencía que tiene por
. ~objei:O el estudio completo de los sereS humanos, desde sus
~orígé:nes hasta el presente. S~.~.~;~dc entonces, a -la .antropo~
l~gb en se_n.t~~o estricto, la. etnografía·· o estudio del ('ompor-
tami~nto del hombre en el medio donde vive, la lingüística
y la prehistoria o etnografía de íos hombres prehist06c~". 1 En este punto queremos agra~1eccr al pIOfes~~ L. F~(Kh~.:
que ha cre::\do un importante labora tono de antr?pologt.l. en su In~"
tituto de Ivledicina Legal, y al profesor, A. LerOl-Gourhan. que 11(0.
8 ha hecho conocer y amar la antropologra.

9
CAPíTULO H

, EL CRÁNEO Y LA CABEZA
r·" 13. Pogonion.: punto Inedia situado en la parte nüís
saliente de h1 eminencia mentoniana, cuando la mandibula
(:5t~i orientada según el plano de Francfort.
, } 4. Orbilol: el punto más bajo del borde inferior de
la orblta.
l. Principak~ puntos de referencia del cl'áneo
15. Porio,,: el punto m';s elevado elel contofllo del a9U'
1. Basi.on: el ptlu.tn más anterior del contorno del agu- jero auditivo. -.."'
,ie ro ocd ,oital. 16, Prostion o punto alveolar: cúspide de la eminencia
2. Bregma: el entrecruzamiento de la suttlra coronal )' ósea situada entre los incisivos centrDles superiores.
fa Sa!-,lt<.1l.
'o
¡ 17. Estefanion: punto donde la cresta temporal del fron·
3. Dacrion " punto lagrimal: punto de contacto del tal cruza la sutur8 coronal.
front,¡]) del m"lxibr ~uperior y del unguis. Se encuentra en 18, Zigio,,: el punto lllJS exterior de la cara externa del
h prte ántero-superior de la cavidad orbitaria. arco cigomático.
4. C/abe/a: el phno más anterior de la parte media de
ia región interciHar cU37:ldo el cráneo está orientado en direc-
l
11. Ex,amen tipológico de un n ..'Íneo
ción al plano de Francfurl:. es decir, según el plano horizontal (caracteres no nlénsura bIes)
\lue pasa por c1 porion y el pl1nto orbita1.
5, GlICItioJI o mentón: punto medio s3tuadn en la partE Es el priIner eXfl11lel1 que se pr<Jctica para tener una
rn{ls baja del borde interior de la sínfisis ·mcntoni<lna. impresión general del cráneo y es, a mentIdo, el primer con~
tacto con el .hombre que se quiere estudiar. Se dehe hacer
(), Gonion: el punto luás inferior, más posterior y má~ sin aparatos de D1edición) pero evidentemente exige un cierto
Gxttrno del angu]o m,mdjbuJar , el) la unión de las rama~ conodmÍento de la osteología craneana.
horizontal y ascendente del maxilar inferior o mandíbula.
~1. TYISTA SUPEilIOR o "'NORI\¡LA VERTICAL 1-. "'f'osiolIIta,
7. Inion.: punto m,15 prol11inente de la protuberancü·
(l(:ci pital externa. de un golpe de vista, disting~lir a un dolicocéfnlo de un
meso- o de un braquicéfalo. Pero este análisis, que seril pre·
8. Ltl1nhda: punto de contacto de la sutura sagital y d( cisado muy pronto mediante el cálculo del índice cefálico,
f:t S'Jtura lambdoidca. debe ser precedido por el estudio de la forma de la caloto
9. Nasio,,: punto central ele la sutura del frontal y d, craneana. Se han propuesto lnuchos lnétoc!os, pero p<::nl la
los huesos propios de la 11(1riz. simplicidad de la clasificación, parece preferible adoptar el de
!O. Ofrio,,: ccntr" ele la anchura frontal mínima. A Leroi·Comhan en su estudio sobre los Barbares de Chol<'
11. <Jpistion: el punto nUls posterior del contorno de
e
lat'lS (Lyon). ¡':ste permite seilabr ver fig, 1);

Jgl1jcro occipit::ll. El tipo ovoide) bastante característico de las razas germánica:,


12. Opistocrál1co: el punto del plano medio sagital má. clásicas (burgundios, a]amanes, TI1arCOmanos), se encuentra también
entre los dollcocéfaJos de la Ednd de] Bronce de Europa septentriona1.
·.l.Íej:tCb de la glabeln. Se ~ncuentra, pues, en la regi6n ocd· Este tipo presenta una calota de contorno regular en la quc se bo-
pital. rran las eminencias parietales. Se reconoce también entre los llcgroi-
des de Grimaldi, del Paleolítico superior, y, en menor grado, en
10 el Hombre de Chancelade y en Jos mcsolíticos de AriCge y Téviec
(Morbihan) .
El tipo pent·agonoide es todavía más frecuente que el rr:1tcrior

11
. entr·! los dolicocéfalos. Este i.lSpccto se debe a la forma del occipita;
9ue $Üb~eS8ie pronunciadamcnte hací~ a~ás. Las, eminencias parieta
les, por 10 genera] postenores, se extenOrIzan agUl con mayor nitidc:z
~om,) se observa en el Hombre de Neanelerthal, que present8. Ul dq1fcsentar una deformación ovalada oblicua o plagiocefalía.
frontal .. estrecho, ~ en e! Hombre de Cromagnon,. su sucesor, qw t'n cambio, la trigonocefal:ía es una deformación simétrica de
con~ranalI~ente a el poSelrt un frontal de Homo S(lplenS, Es t.."11lJhic!
el tJ.po Dl"lS frecuente entre los gem1ánicos de las invasiones, ancha base posterior y cuyo ángulo anterior se debe a hl pre-
El ripo. ~sfenoide proviene, indiscutiblemente, de la forma pre sencia de la sutura frontal metópica.
ceden~e modlhcada po~ un proceso de braquicefalizac.ión plogTesiv,} La vista superior permite también estudi.ar las suturas
L~ Joveda craneana tIcnde a acortarse en el sentido longitudinaJ Cf<lneanas, que desempeñan un papel importante en el diag-
mIentras que las eminencias parietales marcan una clara salie~te.
El tipo esferoide exaGera el estrechamiento ántero~posterior. L
nóstico de la edad de un esqueleto.
c.abe:~ se redondea y seílala una evolución hacia la hiperbraquicefa
hZ3ClCm. B

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1 . 2 3 4
P\QPO

FrG. 2. El cráneo, vista lateral.


G-O, longitud máxima del cráneo, partiendo de G (glabela) hasta
O (opistocranio), Plano de Francfort .que pasa por Po (porian),
atrás, y 0.1 (punto orbital inferior), adelante, B, bregma: L, lambda;
N, nasion; D, dacrion; E,N" espina nasal o punto nasoespinal; I,
F'G. 1. B6vcdas craneanas vistas en ltor1)ta superior (según LL:nOl- inion; A, asterion; P, prostio11.; E, este fanio11.,
GOURHAN),
1-:~-3, Pentngonoidcsj 4, Ovoide; 5, Esferoide; 6-7-8, Esfenoide~·.
7 VISTA LATEnAL o "NORMA LATERAL" (fig. 2). Es, se-
gún parece, l~ posición más representativa del aspecto §:eneral
Es Lkil distinguir lnuchos subtipos, tales corno el ovoide de un cráneo. En efecto, de adelante hacia atrás señala:
largo o corto, el ovo-pentagonoide, el romboide, etcéter~l,
. A.dcn~á5 del estudio de la calota, la norma ·vertical pe~­ La prominencia de los huesos nasales, que pueden ser muy pro-
mlk· iLI?reCIar el grado en que sobresalen los arcos cigomiticos. nunciados (nórdicos y tipo masculino habitual), moderadamente pro-
En ]a)I:'.¡-¡oci.gic! son dar31nente yisibles, y éste es, por lo gene- nunciados (tipo femenino cOIriente)) aplastados (raza negr<:.,ide en
ral) el C:ISO de les dolicocéfalos desarmónico..;: la cara' :más particular o eurqpeos mestizos). _
La saliente de los arcos orbit3l"ios, la cual depende de b pared
CGrL que el brgo de b bÓTeda craneana, Por el contn:l1:io. ósea y del volumen de los senos fron~.les; estos dos ~lementos son
dicho~. ~l.l";O~' están ocult.os en la criptocigia. . siempre más voluminosos en el homb(e que en la mUJer,
l'll1~l.1meIltc, se apr'2cíará b simetría del crineo que .F,~Je. La prominencia de la glabelal que puede ser muy marcada y
pronunciada (tipo masculino), moderadamente pronunciada (tipo fe-
menino), débil (tipo adolescente o juvenil) 0 1 finalmente, que puede:
12 no presentar ningún relieve. La exageración conjunta de los relieves

13
sup[[liJrbitales y superciliares tiene como consecuencia la formación
'de la visera frontal o tOrus supraorbitario, característico de los palco-
antropianos y de los nerll1dertalianos: ,mnque moderada, esta saliente
produce correlativamente el hundimiento del nasio-¡¡. tencia de una angulación o carena frontal media, prolonga-
. La .forma de la frente, que puede ser fuertemente comhada, ción de una carena sagital. También deja apreciar la forma
vertrc_l!, h~eral11ente ~ui.diza (tipo masculino habitual) o muy huicliza. general de la órbita y diferenciar a los individuos en aquellos
La <J1tufa del vertlce que señala en general el alto de la calor;'! que tienen órbitas horizontales (J.11UY marcadas en los cromag-
y el cráneo (hipsicefalia o, por el contrario, platicefalin, COmo en e!
Homhre de Neanderthal. noides) y subhorizontales.
.L1 promin~nc~a más o menos marcada de -la región occipital, La forma de la nariz, que se estudiará más tarde por
que puede termmar en un verdadero rodete, frecuente en las razas medio del Índice nasal, revelará una abertura en forma de
me.diter~~neas y :-lltrc los nórcli~os. En cambio, un aplastamiento de corazón de naipe francés en la raza blanca, con una espina
esta ~eglOn, :iemeJ3ntc al produCIdo por un golpe de hacha, es carac- nasal claramente dibujada. Esta abertura será más ancha en
terístl-:') de la raza dináríca Cplatoccipital).
. ~ La sali~nte de la~ apófisis mastoideas, que se examinarán tam-
el negro, can una espina nasal reducida, mientras que el
bIen '~n la VIsta pos tenor, son voluminosas y con fuertes inserciones borde inferior de las fosas nasales, recto en el blanco, tendrá
muscltlares en el hombre, más delgadas y con inserciones menos m:u- una fosita prenasal en el amarillo y una verdadera fosa en
cadas en la mujer. el negro.
El estudio de las fosas caninas hace posible la clasifi-
cación en sujetos can fosas profund~s¡ normales, débiles e
imperceptibles.
Finalmente, en la norma facial se apreciará la saliente
de los pómulos, cuyo ángulo ántero-inferior se proyecta hacia
afuera en el amarillo.

4. VISTA INFERIOR o "NORMA nASAL". Hace factible


el estudio de los huesos malares, que pueden proyectarse
I'
hacía adelante, como en el caso de los amarílIos, ser huidizos
hacia atrás, o tener una posición intermedia, que es lo corrien~
te en la raza humana.
El agujero occipital proporciona más indicaciones por su
posición (claramente posterior en los antropoides, todavía más
FIG. 3. El cráneo visto de frente. hacía atrás en el Hombre de Neanderthal y en los negros,
E, es;-efanion; 0, ofrion en el medio del diámetro frontal mínimo; central en el amarillo y en el blanco) que por sus dimensio-
N, naS/on; D, dacrion; Z, zigion; ZZ' diámetro biciaomático; E.N .. nes, las cuales ofrecen pocas variantes interesantes en antro-
espin<. nasal; P, prostion. La órbita izquierda muestr~ el anch0 y J,~ pología.
altura orbitaria.
En esta norma se observa también la forma del arco den-
tario y de la bóveda palatina, paraboloide, elipsoide, !srgo.
Por último, la dirección del lnaxibr superior puede in di,· corta, abierta o cerrada, que estudiaren10s más en detalle en
enr, antes de. toda me(~icjón) la existencia de Un prognat.ismo el curso de esta obra.
sub!",sal, con prognatlsl11o alveolar o sin él.
5. VISTA POSTERIOR O "NORMA OCCIPITAL". Confirma
). V,STA ANTERlOn O "NOP.MA FACIAL" (fiQ. 3). Un el estudio de la forma de la bóveda croneana, la cunl ;¡ veces
golp" de .vista sobre el hueso frontal permite c~~nprobar la es carei1ada debido a la presencia de una prominencia mediJ)
perSt;tCl1Cla o no de la sutura metópica y la posible eXls-. como en el caso de ciertos australianos primitivos, de los esqui-
males y en el Hombre de Chancelacle, ya en el campo de la
14 paleontología humana. L~l especie humana actual presenta

15

.. _-_•......- .. _---
por 10 general una bóveda craneana pentagonal, angulosa o
"planada, en tanto que las razas negras y en mayor grado el
Hombre · de Neanderthal, muestran un contorno posterior
más circular.
En vista posterior se puede también observar la protu-
herailcia occipital, ya conocida por la norma vertical, espe-
cialmente en lo que concierne a las crestas de inserciones
musculares que parten de esta saliente y que pueden formar
por exageración un verdadero rodete o torus occipitalis, como
en ]¡,s razas muy primitivas.
Por último, se observarán los hu esecillas supernumera-
rios conocidos con el nombre general de huesos wormianos,
J

)' en tre los cuales se distingue el . hueso epactal o del Inca,


;ituado ·en la región de la sutura lamhdoidea.
Éstas son, rápidamente esbozadas, las principales com-
prob:lciones que se pueden hacer en un cráneo al observarlo
por ,;us cuatro lados. Conviene ahora encarar el estudio de
los ·datos métricos que, con ayuda de los índices craneanos,
darán precisión a estas primeras impresiones. .
Cráneo braquicéfalo ( izq .) V1stO en 1forma anterior J' ver·
FrG. 4.
tiea!. Cráneo dolicocéfalo (der.).

IlI. El índice cefálico Por último, conviene hacer notar la diferencia que exis-
(índice craneano horizontal) te entreel índice cefálico medido en el ser VIVO y el índice
Este término fue creado en 1843 por el sueco Retzius craneano calculado en el hueso seco.
para tratar de expresar el hecho de que ciertos cráneos son
Índice craneano índice cefálico
. estrechos y largos (nórdicos, suecos) mientras que otros
son cortos y anchos (lapones). Creó también los términos Clasificación ele P. Broco
x a 75,9
dolic.)céfalo y braq uicéfalo, cuyo uso después se generalizó, Hiperdo1icocéfalos .. . ....... .
77 a 77,9
D olicocéfalos ....... . ...... . x a 75
)' su fórmula para calcular el índice cefálico: 75, 1 a 77,77 78 a 79,9
Sub-dolicocéfalos ... - . - . . ... . 80 a 81,9
Mesaticéfalos ... . . . . . . .. ... . 77,78 a 80
anchura de la cabeza X 100 80,1 a 83,33 82 a 83,9
Sub-braquicéfalos ..... - . . •. .. 84 a 85,9
longitud de la cabeza Braquicéfalos . . .. - . ....•.. -' . 83,84 a x
86 a x
Hiperbraquicéfalos ...... . .. .
e' el más clásico de los caracteres antropológicos, a pesar de
que señala imperfectamente la forma general de un cráneo Clasificación de R. Martin
(ver fig. 4). Ulttadolicocéfalos _. - ........ . x a 64,9
65 a 69,9 x a 70,9
En 1865 P. Broca retomó los trabajos de Retzius y creó Hiperdolicocéfalos _.. .. . - . - .. 71 a 75,9
Dolicocéfalos . . .......... . . . 70 a 74,9
una nueva categoría intermedia, los I/mesa ticéfalos", la cual 75 a 79,9 76 a 80,9
Mesocéfalos ...... " .. ... . - . 81 a 85,4
persi"te actualmente con la denominación de mesocéfalos. Sin BrD.q:uicéfalos ..... . . .... . . . . 80 a 84,9
85 a 89,9 85 .5 a 90.9
embargo, la mayor parte de los antropólogos aceptan hoy)a H iperbraquicéfalos _.... - ..• - . 91 a x
clasificación de R. Martin. . Ultra braquicéfalos .. . ..• . .... 90 a x

17
16
2. VARIACIONES SEGÚN EL SEXO. Por regla gener-al,
La lonGitud ántero'posterior máxima se mide desde, el] para una misma raza el sexo femenino es más braquicéfalo
unto ln/{S '"saliente d e 1a f Ten te, que corresponde
1 genera-
' , que el masculino. COlnúnmente se observa una diferencia
p o . j, olobel.a, hasta el punto más alejado de OCClPUClO, de dos unidades por el hecho de que el cdneo de la mujer

~~:::i;~~~f:J~a~~:;a~lee~~rq~l'i~~~r~~B~(;d;;o;l:ft;~~1p~;~~
unto postenor se encuen '
es a menudo menos largo debido al desarrollo más moderado
de la región gla belar.
de les seno, f ronta]es. El' P be . " 'tal 3. VARIACIONES SEGÚN LA TALLA (LEY DE PITTAnD).
común debajo del 111.t011, centro de la protu ranCla OCC]P~
Los individuos de gran talla por lo general son más dolico-
extelll<l. .' L'" 1 T diInensión céfalos (o menos braquicéfalos) que los más pequeños.
La cm. chufa transversal '/lU/Xtl/ta, a TI13) aI 1 b',
,. 1 1 "1 cr'meana en el pano on Pero otros factores modifican estas variaciones clásicas.
tTan~;veTsal InaXllnü e e a ca)~ , . d I ' conducto:.: En primer lugar, la acción del cerebro que tiende a desarro,
zont31, se sitúa comúnmente por en~llna e, 0s forma JeJ liarse de manera regular en todos los sentidos, por lo tanto
.. _ . , los puntos vanan segun 1a
audJtlvos externos, puo l ' ]' , d - de crínco re hacia un índice cefálico de más en más braquicéfalo. Luego,
cráneo: serán lnás anteriores en os IDe lVl UO~ L·
la acción de los músculos temporales que en su crecimiento
dondeado que en los de cráneo alargado.., , . " tienden a aplanar transversalmente el cráneo. Esto es válido
Clásicamente, la diferencia entre el mdl¿\ c'~d¡~~o ¿bt~ sobre todo paTa el cráneo seco porque en el vivo el relieve
. d' , . , s de una unidad en favor e 1 de los músculos temporales neutraliza el aplastamiento de la
In Ice crane,U10 e ¡d d'f 'a ee "ar:~bk
.d ,1 'cr vivo En realic a ,esta 1 'erenCl ". l,~ bóveda craneana. Este relieve de los músculos temporales está
'~' d': e~~de ~e las ~artes blandas. En la longitud influye t. relacionado con el desarrollo de los músculos masticatorios;
}lliel -Xe la reoi6n de la nuca, más gruesa que enhnmgluna (¡~ :' de aquí se deduce la importancia del régimen alimentario
"b" ~ 1 ue conCIerne al anc 0, e espese e Cll1e, cuando por su dureza obliga a una fuerte masticación,
pace, En cam 10, en o q " , 1 d ' 'a iel. N vstrOl 1
de los músculos temporales se agrega a ~' Pd l' 'dolo inHuye también en el aplastamiento del cráneo (esquimales),
d 2 para los craneos o lCOC e ' ,
denostró que en ver d a d es e ( . " loe:. br _ Discutiremos el respectivo valor de estos factores al final de
en tanto que los dos Índices tienden a converg1r en - . esta obra,
,]uicéfalos. '1' f .d ' A veces la influencia sobre la forma del cráneo puede
Durcll1te mucho tiempo el índice ceEa lCO ue CO';51 el " ser voluntaria, como lo ha demostrado Elwin en el caso de
un carácter hereditario estable. En la actualrdad.c los libaneses, cuyos niños permanecen acostados sobre la espal-
d o como l' . , sUJetos de raa
sahe que es relativamente p astlco a~n e:1 da durante muchos meses, con lo que exagera de manera
pura, sin níngún aporte de sangre extranjera. considerable una braquicefalia racia!. Entre nosotros se cono'
ce la defor.mación tolosiana, y entre los incas, el" extrailo
, ' El índice cefáli:<
] VAHIACIONES SEGUN LA EDAD.
-' d 1. " l aspecto de algunas cajas craneanas,
., . QOIcsÍvan1cnte desde el 69 al 99 mes e ~l \1 •
aumenta pr "1 d. ]1 d,l volumen cerebral tiende a , a 4. EL L."'fDICE CEF;\.LICO A 'I'RAVÉS DE LAS RAZAS. En
feral ¡Jorque e esarro o 'f"',.
e , a paltIr
D' ues .' dI .. 'J'
e n,,_
,e
.\ la C'lbeza una forma es eIlea. esp , ' ' d l' . los tiempos prehistóricos la dolicocefalía fue constante hasta
e. t' ha sto la adolescencia, la cabeza se hace mas al, ',' el Mesolitico. El índice cefálico del Pithecanthropus y del
mlen o y . ce , d 1 1b 1 relac O'
céfala por el desarrollo prog;esl:'o S a. g a ·e a, e¿ o \ 'C Sinanthropus oscila alrededor de 72. En el Paleolítico infe-
c(n los senoS frontales. El indlce dlsffiu1uye aSl os rior, los cráneos de Ehringsford y de Stenheim presentan,
respectivamente, 74 y 72. Sus sucesores del Paleolítico medio,
unidades. f '1' .. al Hombre de Neanderthal, se caracterizaban por un cráneo
, 1 . 18 a los 60 años el índice ce a ICO perman,
D e os :\ l ' uede ene ]( alarg3'do (fig. 5), Esta dolicocefalia persistió netamente du-
co;table, Finalmente, en el curso e a ver' l Sf
)os músCl 1, rante el Paleolítico superior, ya que el índice cefálico ele la
llar UIUl dismip.uci6n del ínchce por atro la (e
temporales, 19
10
19 Razas blancas
raza de Grimaldi baja a 68, en tanto que el Hombre de Cro-
magI.'.on tiene un Índice de 73,7 y el de Chancelade, ele 72. r" A) RAZAS E.UROPEAS:
El Mesolítico, aunque conservando un contingente doli- l. Nórdica: débil dolicocefalía o mesocefalía, con el occipucio
cocéfalo, ve aparecer mesocéfalos y también braquicéfalos, si generalmente bien marcado. Abarca dos tercios de los escandinavos,
bien éstos constituyen una excepción. Ya se puede presentir una parte de Finlandia y de los Países Bálticos, Gran Bretafla e
en el IVlesolítico el cuadro ele distribución de las razas actua- Irlanda. Se pueden agregar los mesocéfalos de Dinamarc~, de Ale-
mania Occidental, Bélgica, Holanda y el Norte de Francw.
les,' impresión que se confirmará durante el Neolítico: los
estudios de este período hechos por Salmon en 1862 mues- 2. Est-europea: Báltica del Este 'u. OrientaL Domina la braqui-
cdalía y ocupa toda la mitad oriental de Europa (l.c.: 82-83).
tran la persistencia del 58 % de dolicocráneos sobre el 21 %
3. Mediterránea: dolicocefaIía neta. Abarca a Espafia, las islas
de braquicráneos. Las nuevas razas neolíticas serán entonces:
mediterráneas occidentales, Italia del Norte, Creta y Macedonia e
la at·.antomediterr<Ínea (LC.: 71-72, Piquet)' e! tipo de la invade ampliamente a África del NOIte.
cer<Ímica ele cuerdas de Coan (70-71), el tipo danubiano de
4. Alpina: presenta una marcada braquicefalía, cuyo grado má-
Coon (mesocráneo, 75-80) y el tipo de las Baumes Chaudes, ximo se encuentra en el l\tlacizo Central. Se extiende por Suiza,
Prov''llza, Francia (72). Italia del Norte, Alemania meridional, Bohemia y Hungría. El peque-
ño ~po de los lapones podría ser una rama aislada (LC.: 88,
Valois). .
5. Dinárica: claramente braquicéfala, con el occipital recto (LC.;
88, Valois). Se encuentra en las montañas de los Balcanes y los
Cárpatos.

B) RAZAS DE ASIA:

l. De Auatolla o Arntelloide: según Valois, poco diferente de


FIG. 5. Comparación de un francés actual (izq.) con un Hombre la dinárica por su occipucio aplanado; la braquicefalía es marcad,l
de Neanderthal (der.). (84-85).
2 _ Sudo1'iental (á~abe o semita): pronullciadamcnte dolicocéfala,
con el occipucio prominente.
:La Edad de los Metales afirma la diversidad de las 3. Indoafgana: presenta muchos puntos de compnración con la
actuales razas de Europa: raza dinárica, con una clara bra- mediterránea: dolicocefalía. A veces se incluye en ella a la raza aínu .
quicefalia; raza íbero-insular, mesocéfala, y, por último, raza del Norte del Japón.
nórdica, dólico-mesocéfala.
Conviene ahora esbozar la repartición general de los C) RAZAS DE ÁFRICA DEL NORTE:

Índic·es cefólicos de las poblaciones de! globo. Evidentemente Se distingue la mediterránea dolicocéfala de Marruecos y del
es imposible dar indicaciones precisas porque, aunque los Atlas y la alpina braquicéfala de Túnez.
hechos dominantes permiten afirmar en grueso que la raza
negra es dolicocéfala, las amarillas y blancas, meso- o braqui- 29 Razas amarilh¡s
céfalas, existen excepciones en casi todos los casos que por A) RAZAS DEL ASIA TRANSHIMALAYA:
sí mi:;mas pueden constituir renglones importantes de índices
diferentes. l. Siberiana o Paleosiberiana: esta raza, un poco mezclada
(blancos y amarillos), tiene una mesodolicocefalía comprendida en-
tre 79,3 y 82.
:l La raza nórdica, por los grandes esqueletos dolicocéfalos de
Cfnet, en Baviera; la raza alpina, por los pequeños braquicéhlos 2. l\1ongólicas:
de la misma estación, mientras que las razas mediterráneas se .....en- Nordmongólica: Braquicéfala (84-87).
cuentran en Mugen . (Portugal).
21
20
::;udmongólica CPaleomonoola): presenta una cabeza muy co[~'a
(80-85). o u A) LAs .RAZAS BANTÚS: con los bantús congoleses (mesocéfa·
Centromongólica (o S'iniana): bastante poco individualizada, '" 19-80) y los bantús orientales (dolicocéfalos, 72-76).
tendría una dominante mesocefalía. B) LA RAZA ,ETIÓPICA: dolicocéfala (75-78).
·1. Indonesia o Proto-mo)"yo, dólico-mesocéfala. C) LA RAZA NEGRILLA: mesocéfala, con tendencia a la braquí-
efalía.
B) RAZAS AIVIARILLAS DE AMÉRICA:
D) LA RAZA KIlOISÁN: con los bosquimanos (mesocéfalos: 75~
:.. Esq-ui11lClles: con una dominante dolicocefalía con tendencia 7) Y los hotentotes, netamente dolicocéfala.
a la mesocefalización a medida que se va hacia el Oeste. E) RAZAS DE MADAGASCAn: se distingue la Taza Hova, mezcla
~~. Amerindios: se distinouen las razas: le Jolico y braquicéfalos; la raza Betsimisara]w, cuyo índice cefálico
:$ mal conocido y, por último, la raza Sakalava, netamente delicacé-
Nordpacífica: braquicéfala (85);
Nordatlántica: mesocéfala (78-79); _:ala en los varones (73), pero orientándose hacia la mesocefaHa en el
~iudpacífica: braquicefalía new; ,exo femenino (77,3, Verneau).
~;udatlán tica, mesocéfala (80-81);
Pampásica: braquicefalía neta (85);
Paleoamerindia (Lagoa-Santa), dolicocéfala (76-77). IV. Los índices craneanos y cefálicos de altura
Fácilmente se pueden determinar en el cráneo. pero es
3;' Razas de Oceanía y de Asia Sudhimalaya difícil hacerlo en el ser vivo porque la base del cráneo está
()Culta; de ahí que la medición haya de efectuarse solo hasta
/\) RAZAS DE LA MALASIA:
la altura infra-auricular. Esto explica, como lo dice Sauter,
Negritos o negrillos de Asia: braqui- o mesocéfala; que "periódicamente un antropólogo proponga un nuevo
Proto-malava: mesocéfalos (785}
instrumento para tomar, con el máxilno de exactitud posi-
Iléutero-m~lay" braquicéfala 2S5\ ble, la medida de la altura cefálica". Pero en los cráneos,
B) RAZA AUSTRALrANA, dolicocéfala (72-75). aun en aquellos relativamente antiguos, la base se encuen-
C) MbLANESIA: o neQTOS de Oceanía, muy mezclada, con tra a menudo deteriorada, en cuyo caso se medirá, como en
doininante dolicocefaIía. o el caso viviente, la distancia aurícolo-bregmática.
Comparemos la altura del cráneo en su longitud úntero-
D) POLlliESIA: braquicéfala.
posterior máxima, en el ancho transversal máximo, y, en fin,
E) HINDÚ: se distinguen las razas: en el promedio de las dos. Tendremos así los dos diámetros
l\lelano-hindú o drávida: dolicocéfalos; que sirven para establecer el índice cefálico.
Vedd" dolicocéfala (75); En los cráneos bien conservados es preferible medir la
Indo-afgana: dolicocéfala. altura basio-bregmática, desde el punto de encuentro de las
S(ltmas craneanas coronal y sagital hasta e! punto medio
cl11terior de! agujero occipital o hasion. Si el cráneo está dete-
4 9 Razas del contil'teute afTicano: riorado se medirá la altura aurículo-bregmática tomada en
razas melano-africaJws proyección entre el bregma y los bordes superiores de los
l. S1th-rClza sudanesa: moderadamente dolicocéfala, con excep- conductos auditivos externoS o porion. La altura aurÍculo-
ción d" los sara del Chari, que llegan a 80. bregmátiea corresponde, como promedio, al 85 % de la altura
2. S1.!b-raza g¡lineaHa: moderadamente dolicocéfalos (75-78). basio-bregmática, pero con variaciones bastante amplias con1-
3. S.llbraza collgolesa: dominante mesocefalía (78~80). prendidas entre 79 y 91 % (Olivier). En los cráneos muy
4. SlIb-rnza 1t'ilótica: fuerte dolicocefalía (72). .. deteriorados nos contentaremos COn la altura de la calota
craneana. Para establecerla es indispensable disponer de un
5. Sub-raza sudafricana o de Zambezi: netamente: dolicocéfala.
dibujo preciso, de tamaño natural; Se traza entonces una recta
22
23
qu,e va desde la glabela al inion y después se busca la altul1l tras que para los parisienses contemporáneos los trabajos de
' da.de la perpendicular que parte de est a recta h asta
maXlma
1a bove
Tes.t ut de 1889 daban 72,7. Una serie de mediciones hechas
eri ~ráneos de raza amarilla nos ha proporcionado cifras me·
En d ,ser vivo, la altura de la cabeza es la distancia dias en las que se observa una tendencia a cifras superiores
en rroyeccJOn co.mprendida entre su parte superior (vertex) (en el límite de los hipsicráneos )' acrocráneos). La raza negra
y e balde supenor del tragus auricular o traaion Est ' 1 ' tiene por 10 común el cráneo alto, ya que puede alcanzar ci-
mo t d f . <> • • e u tI-
d 1 pun o e re er~ncla es a veces reemplazado por el techo fras que se aproximan a 100 en el in dice de altura-anchura.
e conducto audItIVO externo. La medición se toma teniendo Comúnmente los hombres prehistóricos tenían el cráneo
cUJda~o de onentar la cabeza según el plano de F f bajo: esto es característico en el Hombre' de Neanderthal.
es deCir d 1 l' ranc ort, La bóveda craneana es todavía baja en e! Hombre de Cro-
. .' cu~n o a mea que une el tragion con el surco al.
pebre! I~fe:lOr es estrictamente horizontal. p magnon, pero un poco más alta en el H ombre de Chance1ade
. E1 "'d;ce de altura-longitud o vértico-10ngitudinal se mielc y en los negroides de Grimaldi. Por regla general, e! graclo
so ble e1 craneo seco y se obtiene: de civilización marcha a la par con la elevación de la bóveda
creaneana.
Cráneos
Altura Altura Cuando se estudia e! índice de la ca10ta se obtienen
basio·bregmática porio-bregmáticn cifras medias de 50 para el hombre actual, mientras que las
Camecráneos (bajos) ....... .
Ortocráneos (medios) . ..... .
x a 69,9 x a 57,9 de! Hombre de Neanderthal son de 42 a 48.
70 a 74,9 58 a 62.9
Hipsicráneos (altos) ........ . 75 a x 63 a x .

E.' índice V. La cara y sus índices


á . de altura-longitud en el vivo . Las d'Imensl.O'
"b so~ pr, ctlcamente las mismas que los índices obtenidos
El estudio del rostro tiene un valor racial importante.
so re el craneo seco. Los camecéfalos llegan hasta 57 6· los
En efecto, un simple golpe de vista muestra al profano que
ortoc~a1,0~~all de 57,7 a 62,5; los hipsicéfa10s, a partir d~ 62,6. existen caras alargadas y otras anchas. Para objetivar bien
in lee de altura-anchura o vértico-transversal indica :
las diferencias tanto en el individuo viviente como en el
Cabeza esqueleto, nos servimos de los índices faciales. Existen dos:
Tapeinccéfalos o Tapeinocrá- Cráneo
el índice facial total, que tiene en cuenta la mandíbula, y el
neos (bajo) .......... . x a 78,9 índice facial superior, que abarca el rostro solo hasta el maxi-
x el 79,9 x a 91,9
Metríoc~Jalos o Metriocráncos
( medios) ............. .
lar superior. Es, sobre todo este último, el que se utiliza en
79 a 84,9 80 a 85,9 92 a 97,9 arqueología porque cuando se trata de cráneos un Po.co anti-
Acrocéfa]os o Acrocráne os
(altos) ............... .. 85 a x guos es corriente que falte el maxilar inferior. El diámetro
86 a x 98 a x
de anchura es idéntico para los dos indices, tanto para el del
Los lüfios presentan, fisiológicamente, un cráneo alto' ser vivo como para el hueso seco: es la anchura bicigomática
en un~ mIsma raza las mujeres tienen, como término medio' de la cara o distancia horizontal m áxima entre los dos arcos
un crar,eo más bajo que los hombres. ' cigomáticos o p6mu10s. La altura total de la cara se mide
Las ,:,ediciones promedio de la raza blanca dan cifra s desde el borde inferior del mentón o gnation, en la parte
comprendIdas ~n la z01;a de los ortocráneos y metriocráneos. baja, hasta el punto medio de la sutura que reúne 10$ huesos
~n ~~ g:~e conClerne al mdlce de altura-anchura, la cifra ideal propios de la nariz con la frente, en la parte superior. Este
/¡ e~ dada por, el normotipo elaborado a partir del estu-
10 e siete mIl craneos de todas las procedencia;, analizados
plllltO es el nas;on, muy fáeil de sefialar en el hueso seco,
pero más difícil de localizar en el vivo. En este caso gene-
P?r LelOl-Gourhan para establecer el perfil "ráfico El . , ralmente se revela como un pequefio relieve que se siente
calculo ¡ l' d I ' d' 1 ",. mIsmo' al remontar la arista nasal con la ufia del índice (Olivier).
" pIca o a lr¡ lce ( e altura-longitud da 75,8, m ien~
24 25
L" altura facial total puede ser llamada altura ·morfol.ágica, mcho frontal mínimo. Los índices dados por Broca y Testut
en oposIcIón a la altura facial fisionómica, que Se extiende ;e s~ntran en alrededor de 66 (66,2 para '250 cráneos pari-
desele la pLInta del .mc:ltón hasta e! límite ele implantación ;ieuses y 66,3 para 27 cráneos saboyanos). Los tasmanios
de lo; cabelI?s o tnqulO11. El largo de la cara, en lenguaje )resentan índices inferiores a 65,5, correspondientes a los
comente, esta sUjeto a l11certldumbres antropológicas debidas, cráneos neolíticos de los dólmenes de la Lozere, mientras
sobre todo, a la regresión progresiva de los cabellos, causada iue, por el contrario, los chinos y los esquimales se distan-
por la edad. :ian de éstos con 71,7 l' 72,2, respectivamente. El Hombre
En el ser vivo la "ltura de la cara debe ser medida le Chancelade parece cerrar el cuadro con 72,8, lo l]Ue lo
con la boca cerraela y con los arcos dentarios superior e infe- Jpone al Hombre de Cromagnon, quien tiene solo 63,6. En
rior en estrecho contacto. Es, por consiguiente, imposible .a actualidad no se utiliza más que el índice facial superior,
medida en los desdentados. )btenido según la fórmula siguiente:
. La altura facial superior tiene siempre como punto supe-
altura facial superior (nllsion--pTOstion) X 100
nor el na:lOn y C0111Q referencia inferior el prostio"n., es decir .
e! borde mferior de la encía entre los dos incisivos centrales, anchura bicigomática
en el ser vivo, o la punta ósea correspondiente en el cráneo
seco. Volvemos a encontrar las lnÍsmas cinco categorías del Índice
I'"cial total, pero con una terminología diferente:
El índice facial total se obtiene mediante la siguiente
fórmula: Cara Cabeza Cráneo
altura total de la cara (nasíon·gnatíon) X 100 .Huy ancha: llipereuricllus ........... . x a 42,9 x a 44,9
Ancha: eurienos ................... . 43 a 47,9 45 a 49,9
anchura bicígomática \1ediana: mesenos ... ............... . 48 a 52,9 50 a 54,9
Estrecha: leptenos .................. . 53 a 56.9 55 a 59,9
Perm:.te distribuir las caras anchas o cortas y estrechas o lar- \rIuy estrecha: hiperleptenos ......... . 57 a x 60 a x
gas en cinco categorías:
Se observa que la variación entre los Índices faciales del
Cara Cabeza Cráneo :>(:'r vivo y del esqueleto aumenta con bastante clmidml a
Muy ancha: hipereuriprosopos o hiperca- medida que la cara es más angosta. La diferencia es de una
meprosopos ...................... . x a 78,9 x a 79,9 unidad para las caras anchas )' de dos para las medianas.
Ancha: euriprosopos o cameprosopos ... . 79 a 83,9 80 a 84,9 Puede llegar a tres para el indice facial superior en las caras
Mediana o mesoprosopos ............ . 84 a 87,9 85 a 89,9
Estrecha o Ieptoprosopos ............. . estrechas.
88 a 92,9 90 a 94,9
Muy estrecha o hiperleptoprosopos .... . 93 a x 95 a x
En el niño el rostro es por lo general bastante corto y el
crecimiento alarga simultáneamente el cráneo y la cara. En
Los autores más antiguos han preferido otro índice facial una misma raza, las mujeres tienen por lo común la cara
superior que el admitielo corrientemente: es el índice facial de más ancha l}Ue los representantes del sexo masculino. La
Broca que se obtiene así: mriación es, por lo menos. de dos unidades con respecto al
índice.
diámetro oErio-alveolar X 100 Los dos principales tipos faciales (euripros0l'0s )' lepto-
diámetro bicigomático prosopos) pueden vincularse con los índices cefálicos corres-
pondientes. Cuando una cara alargada acompaií.a a un cráneo"
En esta fórrr,;ub el l?unto inferior del diámetro vertical parte, igualmente alargado o dolicocéfalo, o también cuando a un
como en e! m~lce fa;lal actual, de! prostion, pero el punto rostro ancho se agrega Un Índice cefálico elevado, por lo tanto
supenor u ofrton esta representado por el punto medio del braquicéfalo, se dice qlle eSaS cabezas o cráneos son annóni-

26 27

...
El índice transverso-cigomático (o índice cráneo-facial
cos (ver fig. 4). En el caso contrario: cara corta y cráne.. transversal o céfalo-facial transverso) se obtiene del siguien-
largo o inversamente, los individuos son desarmónicos, 1, . te ;;odo: ~
cua.! es bastante frecuente en las razas humanas.
Anchura bicigomática X 100
EL íNDICE FACIAL EN LAS RAZAS. En el Paleolítico me Anchura transversa del cráneo
dio el Hombre de Neanderthal presentaba una cara alargada
En el Paleolítico superior se distingue la cara ancha y baj, Se puede obtener una primera impresión observando e! crá-
de la raza de Grimaldi, la cara muy ancha y relativament( neo en norma superior; desde este enfoque, los arcos cigomá-
baja delI-Iombre de Cromagnon y, por último, la cara mu) ticos Son bien visibles (fenocigia) o, al contrario, están más
ancha y bastante alargada del Hombre de Chancelade. Má, o menos escondidos (criptocigia).
tard.e, en el trascurso del Mesolítico y del Neolítico, apare· En los individuos de raza blanca los valores encontrados
cen variaciones que corresponden a las de las razas actuales. oscilan entre 87 )' 92. Los amarillos, por lo común de p6mu-
Entre las razas blancas ettTOpeas, tres tienen rostro alar· los destacados, se sitúan entre 94,5 y 96,5. Este índice alcanza
gado: nórdica, mediterránea y dinárica, y dos, rostro corto: a lO! en esquimales)' australianos (Olivier). La disminu-
la Est-europea y la alpina. En cambio, todas las razas b1on· ción del índice transverso cigomático en la raza blanca pro-
cas de Asia presentan una cara alargada. viene, sobre todo, del aumento de! diámetro transverso del
cráneo, es decir, de su tendencia a la braquicefalizaci6n. El
Las razas amarillas de Asia T ranshin1alaya se caracteri- índice es generalmente más elevado en los cráneos europeos
zan por una cara corta y ancha y solo la raza centro·mongó- prehistóricos. En los esqueletos de las invasione~ bárbaras de
lica tiene un rostro bastante alargado a pesar de los pómulos los siglos v )' VI, los índices son, con frecuenCIa, supenores
salie:ltes. Se reencuentra esta tendencia a la cara larga y a 100 (burgundios y francos). . . .
maciza en la mayor parte de las razas amarillas de América, En el vivo, el índice céfalo-facia! transversa! ob)etwrLa
como también en las de Oceanía y del Asia Sudhimalaya y, e! ancho de la cara en relaci6n con el de la cabeza. Se puede
no obstante un afinamien to, en la raza mela no-hindú V en clasificar así a los hombres en tres categorías:
la p<,linésica. '
Las razas melano-africanas muestran, de igual modo, nn Caras
neto predominio de la cara ancha; con todo, conviene separar Estrechas (mícropsídas) ., ..........•. . ....•....... x a 89,9
Medianas Cmesopsidas) ...... ....• ....•.... . .•.... 90 a 92,9
a las razas nilótica y bantú, que ofrecen una cara alargada Anchas Cmacropsidas) ........................... . 93 a x
( 1. F. sup.: 52). En cambio, los negros inferiores son came-
prosepos (Verneau) y también los bosquimanos (1. F. sup.: Por lo común, este índice es dos unidades menor en la
49,5, Drennan). mujer; generalmente es más fuerte en el negro, mediano
Por tanto )' de modo general, entre las razas actuales en el amarillo, mediana o débil en el blanco.
se encnentran rostros alargados y estrechos en los represen-
tantes de la raza blanca ( 1. F. total: 89), mientras que los
anchos son más comnnes entre los negros y los amarillos': VI. El índice orbitario
algunas variaciones con afinamiento del rostro permiten dis··
tinguir las sub-razas, que provienen en su mayor parte de un Válido únicamente para el esqueleto, trad';lcc la re!aci?n
mestizaje m (t5 o menos importante. que existe entre el ancho y la altura de la caVIdad orb,tana:
Otros índices faciales son de uso menos corriente en
antwpología. No obstan te, pueden tener algún interés en .el 1. O. = altura orbitaria X 100
caso :le razas antiguas, prehistóricas} protohistóricas y h8~t~1 anchura orbitaria
l,..aedievales¡ y para' ciertas r8z8S exóticas.
29
28
La medida de la anchur a orb"t ' h ' Los hombr es prehistóricos presen taban, casi todos por
porc¡ue los autores antiauo s to b lana a sIdo modifi cad, i ;ual, las mismas características: una débil altura orbitarin
el aacr;OI1 situado en b l - mad anencue como referen cia in tem,
, ' e punto e t' d e1 f ron tal, e: ( )11:Un índice orbitario bajo, genera lnlente inferior a 77 para
1agrImal v el maxilar Este 1
, ¡ hombr e)' a 79 para las mujere s, La forma de las órbitas
11 10
,1 d" , a n c 10 era por lo o l' f '
. a. a me Ida actual, que toma e 'f, . ~enera ) In E'noJ
amo re erencla el punto ud ( ra angulo sa o rectang ular, con un gran eje tendie:q.te a la
Xllcrfrontal.
Jorizon tal )' con rebordes salientes o protub erantes , Solo
El punto externo o ecloco n qui 1 ,1 Homb re de Chanc elade presen taba órbitas diferen tes sc-
del preced ente y se lo enCllen't ra So o bes e punto más alejadc
re el reb DI d e Or b'Itane, : ún Testut , peTO Vallois demostró posteri orment e que esta
externo) median te el uso de1 I onside ración equivo cada se
debió a un error de rcconstruc-
metro de la anchur a orbl'ta , compás, de corredera, 1Este diá,
es casI sIempre para e1o a l ,,, ,ión. Por regla general, el índice orbitar io sigue las varia·
ua la
b d es superio r e inferio r de
or órb' ,iones de la cara. A un. rostro alargad o corresp onden freo
menud o, es oblicuo de adel t I ' afuera Ita, por lo que, muy' a altas; a uno ancho, órbitas bajas, Los
" ' . f 1'dro 1aCla L ucntem ente órbitas
ra Or ,
bItar'" ha sido pre en a so re todo<, a nueva
'"
b 1 anchu-
• 1narillos tienen, por 10 común , órbitas altas; lo~. negros de
antl~~lloS) en los cuajes 1 d' . ' para os craneo s tienen lnedian as; las ra~]s negras
. e (/CnOI1 aparec e frecue ntemen te
"-frica y los blancos las
destruido, bajas, con lo que se asemej an a los hombr es
le Oceaní a,
No obstante, dado que e l ' , )remstó ricos. La mujer tiene, genera lmente , un índice orbi-
uti1i~~ado alouna s vece' . anhgu ? metado todavía es
ene mencIo nar la técnica utili- ario I11ás alto que el del hombre, en un.1 misma raza.
zada. Sien¿'~ el diáme~;o cdonvl - 1
" , d acno~e ctoconquio má
vIeJo 111 . ice orbitar io será siem re .' , S pequen o, e
de ceJatro unidad es). l' mdS dItO (en un promed io VII, El ojo.
La altum orbitaria es el d" La abertu ra del ojo, es decir, la hendid ura palpebral,
entre los bordes superio r e inf:~:etro má~in:o compren~ido
larm',n tc al ancho ' evl't 1 I de la orblta, perpen dlcu- liaría según las razas. En los blancos y en los negros es, en
Y ~nc o as escotaduras superiores e
inferiores de los rebo r d es oseas. scneral , horizon tal o ligeram ente oblicua (5° COll10 múxim o).
, Es marcad amente oblicua en la mayor parte de los amarillos,
En la mayor parte de los casos las' b' La hendid ura es lnuy abierta en los europeos; en cambio . es
Genera lmente se tiende a medir ia ó ~r alt~S sO,n deSIguales,
IZ~ll!erda porque 11 almend rada en los nordaf ricanos y entre alguno s pueblos del
el observador está mirand d f' en er
l~ n: Cercan o Orient e, Entre los amarillos, la oblicui dad de 10
pero Riquet precon iza hac~r : , e craneo estudiado;
l' efectuarse el promed ia: ' edlclOn de las dos órhitas hendid ura (el ángulo exterior es más elevado que el interno )
da una aparien cia triangu lar del ojo, En esta raza en espe-
a índice orbitario dac1'Ío-frontal da las siguien tes ca- cial se nota el replieg ue mongólico, que nace 3 Ó 4 m111 por
tegor:as: encima del borde libre del párpad o superio r y recubre lo
Órbitas carúnc ula)' el ángulo interio r del ojo, El ojo mongólico tiene
Baja: (camecol1cos) ....... . un carckter domin ante en caso de lnestizaje. Se lo puede
MedIanas (mesoco ncos) .... : ....... ..... o •••••• x a 76
compa rar con el pliegue indio o pliegue lnarginal) que es
Altas Chipsiconcos) .... 76 , 84,9
una brida interna debida a la prolongación del borde libre
: : : : : : : o •• o •• o o•••••••
o ••••
••••• ,. o o.
85 a x
del párpad o superior. Finalm en te, es necesario hacer notar
El índice orbitario al docrio'" brinda , por su parte: la adipos idad del párpad o superio r que produc e un pliegue
palpeb ral superio r suplem entario , Se ve entre los amarillos.
Órbitas
Bajas ;) microsemas
en los cuales se asocia con otros caracteres para config urar el
Media:12s o mesosem~~' , .. , ....... , ....... o , ••• , ••
x a 83, ojo mongólico típico (Hg. 6),
Altas () megasemas ...... , .. , . , ...... ......
....... ... , .. .
.. , .... . 83 a 89 En la raza negra el ojo presen ta pocas particu laridad es
... , ..... 90 , x
.30 31
importantes, salvo la conjuntiva que es mucho más vascula- En todo C~.SO) en el vocabulario general, los tintes verdes, amarillos
rizada que la del blanco; tiene un tinte amarillento debido y ~~ules aparecen como secundarios del negro, del blanco )' del rojo.
a la rresencia de una cierta cantidad de pigmento. Además. l\Igunos auto,re,s han }legado a la ~onclusión de que los primeros hom-
la carúncula lagrimal es generalmente más voluminosa. bres no perClblan mas que el roJO y que la sensibilidad a los otros
colores habría ap8recido progresivamente en el curso de muchos mi-
EL COLOR DEL mIs. Varía poco en los xantodermos y lenios, en el mismo orden que los coJores del espectro. De este modo,
los col,ores serían mejor percibidos p'0r los hombres civilizados, pero
en lo!= melanoderrnos, en quienes es uniformemente de color la debIlidad de su visión es cierta. El estudio de la ceguera a los co~
castañ.o oscuro. Es mucho más variable entre los leucoder- lores, ]a acromatopsia, demuestra que es variable. L~s cegueras al
mas. Para estudiarlo conviene referirse siempre a grupos de azul y al amarillo son excepcionales, pero la insensibilidad al rojo
la misma edad porque los ojos del recién nacido son a me- y al verde, con confusión ele ambos (dalionismo), es frecuente y varía
nudo azulados o gris-azulados y en el curso de la vida tien- según los sexos y las razas. Es común en la raza blanca (8 % de
hombres: 1 a 2 % de mujeres)¡ en la r<lza amarillla es un poco me~
den a oscurecerse. En cambio, se vuelven más claros en las nos COmente (6 .a 7 % de hombres; 1,7% de mujeres). En la raza
personas de edad. negra el porcentaje es marcadamente inferior (3 a 4 % de hombres;
Lo mismo que para el color de la piel, se usa una escala 0,8 % de mujeres). Los ameríndios vienen en último término con 2
calorimétrica. La de Broca consta de veinte colores: 5 grises, y 0,7 %, respectivamente.
5 azu:ies, 5 verdes y 5 caSlaños. Se emplean también las tablas La agudeza visual parece ser superior en los hombres primiti~
vos, 10 gue fue notado por los antiguos viajeros, aunque a veces con
de Schultz y la de Mme. Tisserand, más reciente y que dife- un poco de exageración. Con todo, es cierto que los negros de Áfri-
renci" las zonas internas)' externas del iris. En la práctica, ca tienen una agudeza visual superior a la de los blanc~s ~ue viven
desde hace mucho tiempo en la misma reoi6n. Esto se debe a una
tr;asparencia más perfecta de la córnea, d~l cristalino y del humor
Vl~eo, pero tambIén a la pigmentación ocular más abundante que
eVlta 105 fenómenos de reverberación y reflexi6n. Por último, el iris
del negro se contrae menos, lo que le permite recibir más luz sin sQn~
tirse deslumbrado. ....
En cuanto a las anomalias de la vista, son siempre mucho más
FIG. 6. Comparaci6n de un ojo normal (der.) con un ojo mon- fTecuentes en la :aza blanca: es el. caso de la miopía, excepcional en
gólico (izq.). el negro. La fabg~. de acomodacIón del cristalino, que sobrt!viene
con la ~da~ Cpresblc~a) es ~ás precoz y más intensa en los blancos,
10 cual mdica un mejor funCIOnamiento de este órgano en los negros.
una simple inspección permite clasificar los ojos en oscuros,
castaflOS o negros; claros, donde se agrupan los azules y gri-
ses e intennedios] entre los que se encuentran los tintes
mixtos: verde amarillento] etcétera. VIII. La orej a
El ojo de! hombre es generalmente menos oscuro que
Schwalbe estudió los diferentes tipos de orejas en la
e! de la mujer y en él se encuentran con mucha más fre-
escala. zoológica. Comprobó que todos los mamíferos tienen
cuencia los tintes lnixtos. Es necesario considerar aparte a
la oreja con un largo pabellón terminado en punta. A medida
los aI~inos, en quienes falta el pigmento coroideo y en cuyo
i ue nos elevamos en la serie animal se verifica una retrac-
iris aparece un tinte rosado. ción p;ogresiva de dicha punta, en tanto que los bordes del
Los ojos oscuros presentan un carácter dominante en I?abellon se acercan. Se asiste aSÍ, en el caso del mono, a un .
relaó5n con los ojos c1aros o los intermedios. ,nrollamiento del borde, que esboza en forma oradual la evo-
Es interesante destacar que la visión de los colores puede pare~ ución ha~ia la oreja humana, pero conservando ]a punta V
cer di5tinta según las r;:¡zas. Podemos d~rnos cuenta de ello pos- el a ausencJa del lóbulo. Es necesario llegar al hombre par;,
vocabulario, gue a v~ces confunde ciertos colores, como en el caso ener SImultáneamente la desaparición de la punta auricular
de los filipinos, cuyo idioma no diferencia entre el azul y el verde. , la presencia del lóbulo. Pero estas modificaciones son incons

32 33
tan tes p,)rque se trata de una variación regresiva, que consiste
en la persistencia simbólica ele una punta bajo la forma del IX ..El índice lIasal
tubérculo ele Darwin, y ele una variación progresiva, la for- :ranto en el cráneo seco como en el vivo I el']' 1
:1 ne una irn . . 1 lnc Ice nasa
mación del lóbulo. ,. . portancJa raCla considerable por el hecho J
Entre los antropoides, ell6bu lo no está todavía constitui- trem~ vanedad en la raza humana. ( ~ su
do; pere esta ausencia es igualmente frecuente en los negrillos TIene como fórmula :
(70 %). Faltará en un 30 a 60 % de las razas negras_ En los
europeGs, esta ausenc ia se observa en el 20 6 30 %_ anchura de la nariz X 100
Las dimensiones fundam entales de la oreja son la altura longitud de la nariz
y el ancho. La primera se mide con ayuda del compás de
corredera: se coloca verticalmente con sus ramas tangen tes
al pun::o más elevado del hélix en la parte superior, y al
" .no F;;~ r! :~~:~~~o'n~:a~,,~ura de la nariz es el ancho má-
extremo inferior del lóbulo, en la inferior. El ancho es la dis-
1 do entre 23 y 55 mm.' lene un valor absoluto compren-

~~:~: t Ifa ~~¡~r~s ~~edi~~~~t: 1~~ss:!apraorptos


tancia entre dos líneas paralelas al eje mayor de la oreja,
de las cuales una es tangente al borde anterior del hélix y la , pu::a e! '.Ia"]iÓ¡,,-,
r.ca
otra, t2.ngen te a su borde poste.rior.
L¡:s variaciones de la altura auricular según las razas
son b.,;tante considerables, pero desgrac iadamente existen di-
ferencia s individuales que suprimcn su valor general. Para
empezar, hay variaciones sexuales, pues los hombres tienen
siempr ~ orejas más grandes que las mujeres. Tambi
én exis-
ten diferencias de acuerdo con la edad porque su largo
aumenta hasta la vejez por estiramiento del l6bulo. En la FIG. 7. La abertura nasal.
raza negra, la altura promedio es de 6 cm, con solo 5 cm Nariz leptorrina (izq.); nariz platirrina (der.).
para le,s bosquimanos. La raza blanca oscila entre 60 y 65 mm,
la amarilla entre 65 y 75 mm . Hay menos variaciones en el j; ~~iliondel /ronta l, del punto nasospil1nl, virtual, situado en
ancho. o e a tangente a los boreJes inferiores de la abertur a
Se puede calcular el índice auricular: . En el vivo, la anchura de la nariz es la separación má'
anchura de ]a oreja X 100 .; ~~,:ntre sus alas. En cuanto a la altura, se toma desdc cí
a
altura 1 ur:t: 'bstudl¡do para el, diámetro facial Superior. hasta
l ,fque. su nasa, en la umon del labio superi
or)' elel suD-
es de alrededor de 50 para los curopeos y de 60 para los
n egro~;.
El indice nasal brinda esta clasificación:
el Nariz Cráneo Cabcz¿¡
En su tesis, Perrier estudió las variacio nes de la oreja, según
medio socia l ; en todos los países se encuentra una marcada diferen- l'ir~madamente estrecha o u]ttalepto.
cia entre ciudadanos y campesinos. quienes tienen la oreja más
larga nnos .. .. . ... , ..... . . x a 39,9
y más ancha, pero es difícil formular una opinión sobre su estudio [ .y estrecha o alta: hiperlept'o~~~~" 40 a 54,9
acerca de la forma de la oreja según el carácter y las disposic
iones s (~cha: leptorrin os , ...... .,., .. , .. x a 46,9 55 a 69,9
[. diana: mesorrin os 47 a 50,9 70 a 84,9
3rtístkas o criminales.
r :ha o baja: ,plat'Írri~~s' ~. ~~;;e~;i~~~ 51 a 57,9 85 a 99,9
I Iy ancha: hlperpIatirrin os ...... ,. 100 a 1/ 4,9
~ remadaruente ancha: ultrapb tirrin os 115 a "
34 35
En la rC/:z:.a '/legra, platirri na, 1clS (lOS ventaI~as se opunen
i por la cúspid e, y el tabiqu e es mu y reduCIdo. , ,'. '
FORMA DE LA NARIZ Y DE ,LAS FOSAS NASALE S. 1 9 En e En con secuen cia, la abertur a de las 'ventanas es h(Ju~,ün­
óSlf.Jeleto ( fig. 7). En la raza blanca la abertu ra de las fosa en1 0s blancos, oblicua h acia afucra y atrás en los amanl lo'
l1a~lJes tiene la forma de un coraz6 n de naipe francé
s, Cal ransver sal en los negros.
Un2 puntn m ~í.s o menos acentu ada que separa las escotad1.2 Otros caracteres descrip tivos de la nariZ tienen también
ras en su parte in ferior. Esta punta desaparece o se atenú,
u importancié1.
en la raza amarilla, que presen ta fosas nasales en forma d, '- de la !1ari-:- puede ser bastante profund a y ap Ian3(J..
L a fm.
I
- -
per:l, con los bordes redond eados. Los negros, genera lment' :( :respolld e .11 tipo femenin o de todas las raza:; y a1 negrol'd e. P~e de
:>: hun dida, como en el caso del H omhre de Nean~le
de :.1oriz platirri na , a menudo carecen por comple to de espj,,, r thal, qw.: so-
11<.lS11, con fusión de las escotad uras nasales e11 una soja. ; vive en 1(1 actualid ad en ncoc:aledonios y australIa nos. Es ~nch¡~
)(leo pronunc iada entre los amarillos. Entre los e~ropeos es fina
En el Homb re de Neand erthal, el 1!asion se encuen tr: -a tante marcada, salvo en el caso de la nariz griega, en la CUfI!
~
en una profun da depresión. Este mismo aspecto se observ: 1 saliente prácticamente no existe.
e.nt:e los austral ianos actuales, Pero esta concav idad se baH< El dorso puede ser c6nc?vo ( ver Hg. 9), rect?, conve~?, ~aw.~'. '.
bas::ant c rápidam ente )' en el Paleolítico superio r solo sub .6 \ a la cual se agrega la nanz arquead a. En
camblo, la n3nz Sl11U(I
sistirá en la raza negroid e de Grimal di. En cmnbio , en e a se clasifica a veces, entre las recta s.
La base 'de la nariz puede ser arremangada (c.omún ~entc aH'-
HOéJlbrc de Croma gnon la nariz era leptorr ina y se proyec i; J.a a la nariz cóncava ), horizon tal u oblicua h uc
la abajO (por ln
taba hacia adelan te. T ambién lepturr ina era la del Homb n 'E leral asociad a a un dorso convexo ).
La na riz convexa o agu ileña es geile:almen te d,omma.
dL' Chance lade, Progre sivame nte, en el curso de las edades I
nte en H.'·
:;I...~ ~sistc a la extensi ón de yarÍací ones que permit en afirma a i6n a la nariz recta; ésta lo es en relaCIón a la concrlva .
r en
genera] , que los europe os son leptorr inos, la inmens a mayoría
de los negros, platirri nos y que a la anlarilla, n1~sorrina~ SE
tm€:l1 los amerinclios y los 11cgros m estizos.

¿ L ¿¿L
1
" 3 4

Fw. 9 . Fonna del dorso de la nariz.


1, Cóncavo; 2, Hecto; 3, Convexo; 4, Arqueado; ~, Ondula do.
Fre. 8. F orma de las ventana s de la nariz (según TOPINA RD).
1, Nariz estrecha, raza blanca; 2, Nariz median a, raza nmariI1a
; 3,
Nariz aplastada, raza negra.
Variac iones de la nanz en las ra·.Gas nctuah.'~

29 En el V ilo'O (fig. 8). Las fosas nasales ofrecen tam- )9 Raza s bhl1lca s
bié:l variaciones raciales import antes. El tabique q ue separa
las dos alas de la nariz y la posición respect iva de éstas per- A) RAZAS EUROPEAS:
miten reenco ntrar las tres razas características . 1. Nórdica: la nariz es general mente estrecha, saliente , de dor
-
;( recto o ligeram ente convexo .
Eu la raza blanca, leptorr ina, el tabiqu e es largo, en 2. Est-europea: nariz corta, ancha, dorso c6ncavo: base obtU~fl.
forma de c1epsid ra y los dos ventan as Son casi paralel as de 3. MediterrtÍ11.ea: nariz fina, de dorso recto, p.untwg uda.
adelan te hacia atrás. 4. A Lpina: nariz delgada, corta, con frecuen CIa cóncava.
S. Dinárica: nari7. fuerte, promine nte. dorso convexo y dc r:;.íz
En la raza amarilla) mesorr ina, el tabique se asemejf!- a 11 ly alta.
un triángu lo isósceJes y 18s ventan as forman UD ángulo lige-
ra mente obtuso. 37
B) RAZAS DE ASIA, 39 Razas negras: Africanas
l. Anatolia11a; nariz grande, carnosa, rectilínea.
2.. Sudoriental: nariz muy delgada, de nlas comprimidas, dorso r/ A) RAZAS MULANO-AFRJCANAS:
recto o aquilino, r<lÍz alta.
3. Indo-afgana: nariz rect:J, n menudo un poco ensanchada.
1. Sudanesa, nariz aplastada; 1. N., 93 a lO!.
2. Guineana.: nariz aplastada¡ 1. N.: 95.
3. Congo lesa; hiperplatirrina; deprimida en la raíz.
C) RAZAS DE ÁFRICA DEL NORTE:
4. Nilótica: nariz menos ancha, mesoplatirrina.
1. IHediten-állea: nariz delgada, recta o cóncava. 5". Sudafricana: nariz menos ancha, de ventanas estrechas.
2. Alpina: nariz má~ delgada y m<Ís corta, cóncava.
B) RAZA ETIÓPICA: nariz recta o convexa, delgada, saliente, de
tipo europeo, lepto o mesorrina.
29 Razas amarinas
C) RAZAS BANTÚ'
A) HAZAS DE ASIA TRANSHli\-IALAYA: l. Bantú congoleses: hipcrplatirrina, aplastada en la raíz el.
N,:
1. Siberiana: nariz medianamente anch::l. 88,2 a 91).
2. 1WoHgólica; 2. Bantú orientales: platirrinu, a veces tan larga como ancha.
nordmongólico: mesorrin<l, muy deprimida en la raíz.
ceutromoHgólica: nariz más delgada, muy saliente. D) RAZAS DE NEGRILLOS: nariz ultraplatirrina, de raíz profun-
sudmo1'lgólica: nariz con tendencia a la platirrinia, de ven· damente deprimida, que sobrepasa a veces el ancho de la boca.
tanas dilatadas.
3. Indonésica: nariz hastante recta o cóncava, a menudo me- E) RAZAS KIiOISÁN,
sornn.a. bosquimana: biperplatirrina, corta, aplastada.
hotentote: platirrina.
B) RAZAS DE AMÉlUCA:
l. Esquimales: nariz mesorrÍna y bastante prominente. F) RAZAS DE MADAGASCAR'
'J,. Amerindios: l. Hova: nariz recta, mesorrina, corta, aplastada en su extre-
llordatlántica: prominente, aguileña. midad.
sudpacífica: ensanchada, poco prominente, 2. Sakalava: pIatirrina,
s1ldatlántica: bastante fina y recta.
:1'./Xl.O ,de .la}: p1l1,'W¡v:t"-' _'\,;,\lie.D.t.e,_ .<l_lU'..bJl, ye,ÓJJ..'l .B 1,1 p.l.at:in:ixm G) RAZAS MEsnZADAS SUDANO - CAMÍTICAS: rnoros~ tuaregs)
raza paleo-amerinJin: mesorrin3. peuls, etc.: nariz larga, arqueada o recta, que se ensancha por mes-
tizaje con negros en los nómades que van de Fessan al Tchad.
C) RAZAS DE OCEANÍA y DE ASIA SUDIllMALAYENSE:
1. Mala)'a,
negritos: nariz ancha, mcsorrina, bastante saliente, x. El prognatismo
proto-malaya: platirrina.
de1Itero-malaya: mesorrina, muy poco saliente. . Hay prognatismo cuando el macizo facial se proyecta
2. Australiana: nariz hundida en la raíz, hiperplatirrina. haCia adelante en relación al plano anterior del neurocráneo.
3. JWelcmesia: tanto semejante a ]a australiana como convexa Es un estudio difícil de realizar en el vivo y para el cual se
satiente, comparable al tipo semítico. . debe recurrir a la proyección o, mejor aún, a la radiografía
4. Polinesia: nariz recta, saliente, pero de ventanas anchas, gt: (Lefrou). Es un carácter primitivo que se atenúa en el curso
nexalmente mesorrina. de la evolución, pero persiste todavía en algunas razas primi~
5. Hindú:
1nelano-hindú: relativamente delgada, con tendencia a
rivas (negros, australianos). Se puede estudiar el progna-
leptorrinia. rismo total, es decir, la proyección de las dos mandíbulas
vedda: ancha, de ventanas deprimidas. hacia adelante, o bien el prognatismo alvéolo subnasal (ver
inclo-afgand: nariz recta) lepto o mesorrina. fig. 10).
38 39
El primero se estudia fácilnlente por el método de Hivet, tI prognatism.o aLveoLo s'/.U::nwsaL está taImado por la
que consü.;t:e en luedir el úngu]o naso-alvéolo-basilar. Perrnüe in linación de la recta que une el -prostioll con la espina
clasificar ~l Jos individuos en tres cateQorías'
b • '" ;al,sobre la horizontal dada por el plano de' Francfort (pla-
n( aurícula-orbitario); da las siguientes categorías:
IVlaxilares
Salientes Cprognatos) .... , .................... . x a íO" PI .gnatismo alveolar ............................ . a 80"
Poco salientes (mesognatos) 70° a 72",9' M sognatismo alveolar ..... \........ , ... _ ........ . a 84'
No sali.::nte (ortogn8tos) 73 0 a x )) ognatismo alveolar ........................... . a x

Entre las razas blancas, los más ortoanatos


b
se encuentl"dn En cada raza hay una diferencia de más de dos grados
entre los wendes o eslavos de Alemania, pero la mayor parte p:,:a el Sexo femenino. Los negros tienen generalmen te prog-
de los blancos, de los amarillos v un continaente bastante l1; tisma alveolar; los anlarillos, luesognatismo y los blancos,
. d , b
Importante e negros son lTIeSOQTIatos. Entre los proonatos )I ognatismo. Por lo COIl1Ún, los cráneos de caras estrechas
. I I b ~
están os amtra ianos, neo-caledonios y papúas (65 o 6'). Los y alargadas presentan un prognatismo más acentuado que
lo de caras anchas.

XI. La bóveda palatina

Ante todo conviene distinguir el paladar propiamente


:lo :ho del arco alveolar superior.
La anchura del paladar se mide entre 10$ segundos mo-
la es. La longitud se toma a partir elel punto ami (punto
rr ~dio de la línea tangente a los dos incisivos centrales) pOt
:1, lante, hasta el estafilion (punto medio de la tangente ante-
ei· ,r a las concavidades del paladar óseo), por detrús. Con
~: :as TIledidas se obtiene el índice palrlÍ-i11.o:

anchura del paladar X 100


longitud
FIG. 10. El progllatismo.
a , Án~rulo de prognatismo facial superior; B, Ángulo de progna~ E ;te Ílldice distingue tres clases:
tismo a:.véolo-s'lbnasal. (El plano P.-S.O. [porion-suborbital] es el
Paladar
plano de Francfort) (según OLrVJ:ER).
3 trecho (leptoestafilino) x a 80
\t. ediano (rnesoestafilino) 80 a 84,9
indochinos e indonesios están en el límite. Los 111onos antro-- ~ Icho (braquiestafilino) 85 a 'c
poides están claramente seúalado s con 52' para ei oibón y
37 ' pa-,~<1
. e I onmgutan.
' . o . En lo que concierne al arco alveolar, el ancho se mide
El prognatismo varía según la edad. Es más débil en , ltre sus dos bordes externos al nivel del segundo molar.
niúos y ancianos que en el adulto. A los veinte aúos alcanza E . largo se torna desde el prolio12, adelante, hasta el plinto
el grad'J que conservará hasta Jos cincuenta. Los negros son J edio de la tangente a los dos extremos posteriores de los

ortognatos al nacer ~ durante la infancia. ... " :< bordes alveolares. El índice del arco ,llveolar,

40 41
anchura de la arcada dentaria X 100 Es interesante observar }" inclinación del agujero occipital en
!laci6n con el plano facial. En la raza blanca, e~te plano llegél hasta
longitud 1 J:!1itad superior del esgueleto nasal. En la negra, concluye más
bajo, en los alrededores de la espin::t nasal. Generalmente, el en-
lndica tres categorías: uentro del plano del agujero occipital y el de la cara es ~anto más
ftljo cuanto más primitiva sea la especie. Broca ha precIsado esta
Paladar loci6n con el estudio del ángulo 6rbito-occipital, formado por el
Estrecho (dolicuránico) ............... . .. . .... . x a 109,9 ncuentro del plano del agujero occipital con el eje orbitario. Propor-
Mediano (mesuránico) ........ . . . .. . .. . .. .. . . 110 a 114,9 iona los valores promedios de: 0
Ancho (braquiuránico) ........................ . 115 a x _20 0 a 10<) en las razas blancas; 13°9' a _6 en lo. raza negra.
0
En cambio, los monos antropoides tienen de +32° a +45 •
Por regla general se puede decir que el dominante de !.sto significa gue en el hombre el plano del agujero occipital y el
todas las razas, cualquiera sea su color, es braquiuránico. )lano de la mirada se encuentran por delante de dicho agujero.
En lo que concierne a la forma oeneral del arco den-
tario, . el examen del cráneo en 1-Wn~ta inferior posibilita
XIII. Los índices frontales
describir cuatro aspectos diferentes:
Hiperbólico. El hueso frontal presenta dos crestas laterales que se
Parab6Iico, cuando las ramas son divergentes. ,laman crestas temporales del frontal. En la raza blanca, estas
En épsilon, cuando las ramas son paralelas. ios crestas, después de su contacto con la apófisis orbitaria
Elíptico, cuando ellas convergen la una hacia la otra.
iel maxilar superior, se elevan separándose de más en más
El Hombre de Neanderthal presentaba ya una forma hasta llegar al punto de referencia llamado estefanion, donde
parabólica, pero el largo excesivo del arco dentario recuerda [a cresta temporal cruza la sutura coronal. Entre los negros,
un pc,co la forma en U de los grandes monos antropomorfos. y en particular los melanesios, las crestas permanecen para-
Estas mismas características, pero más atenuadas, se encuen- lelas y a veces se van acercando, lo que hace que en estos
tran en el Hombre de Grimaldi. El de Chancelade tenía, cráneos el punto más próximo entre las dos crestas tempora-
en cambio, un arco elíptico. les, en luoar
b de estar situado en la _parte inferior de la frente,
~:egún Topinard, la raza blanca estaría representada, se encuentre varios centÍlnetros por encima.
sobre todo, por los arcoS hiperbólicos o parabólicos. En cam- MEDICIONES FRONTALES. Se tomará el a1lcho frontal
bio, lo raza negra presentaría mejor cantidad de formas en Jlú:nim.o, diámetro menor que une los dos puntos más cerca-
épsilon o elípticas, particularmente entre los hotentotes y bos- noS de las crestas temporales del frontal. Dichos puntos se
quimanos (Abel). . sitúan a menudo por encima de los arcos orbitarios.
El torus palatino o saliente de la bóveda palatina al nivel de El ancho frontal máximo es la distancia entre los pun-
la sut·.lIa media, sería signo de un estadio primitivo. Sin embargo, tos más separados del frontal. Ha remplazado el diámetro
esto no debe tener más que un valor relativo por cuanto Topinard bi-estcfánico, que reunía los dos estefanion.
lo ha encontrado frecuentemente entre los habitantes de Auvemia También se pueden calcular otros índices frontales:
(Francia), y por su parte. Ferreida le atribuye el 3 % entre los por-
tugueses actuales. t'l1dice frontal transversal.:
ancho fron tal mínimo X 100
XII. El agujero occipital
ancho frontal máximo
. ~nmediata~ente. vis~ble en 1to1'1I11l inferioT, el .<:lgujero occipital
es~a sltuado a dlstancJas Iguales de las partes anterior y posterio!J!el
que traduce, al mismo tiempo que la divergencia o el parale-
cranec en la raza blanca. En cambio, ocupa una posici6n más poste- lismo de las crestas temporales, el tipo general de la frente.
rior en el negro, lo mismo gue en el Hombre de Neanderthal.
43
42
debajo ele 80 son diver- borde rojo es más pro-
De 80 ¡ . 99,9 son intermedias; por s; labios med ian os: en los que el
gentes; por encima de 100, parnlela labios · (10 a 15 mm ).
.ull,ciado y equivalente en los dos
nórdicos, japoneses y co-
Índice fronto-pariet171.: ;01i característic a de los blancos
eanos;
ancho frontal mínimo X 100 rojo es muy marcado
labios gruesos: en los cuales el
amarillos, egipcios, in-
)5 mm ) . Son frec uen tem ente los
eo
anch o transverso máximo del crán
de la fren te en relación lios . hin dúes y oceá nicos;
que permite apreciar el desarrollo musculatura mucho
Diferencia tres categorías: labios volu mi.nosos: debidos " una
can e! dc.]a anc hura de! cdn eo. pos (mú sculo de Klein ) ,
uás poderosa que la de los otros gru
Cabcz; rojo violácea . Son pro-
Cráneo .n uestran ampliamente una mucosa
Estenomé:tropos o frentes estrechas
x a 66 x a 68,9 pios de los negros de Africa.
i:l nas . 66 a 68,9 69 a 70,9 ados son recesivos en
M etrio Inf:tropos Q frentes mcd
.... . 69 a x 71 a x Por regla gen eral , los labios delg
Eurirnétr.:>pos o fren tes anch as
relación con los voluminosos.
para la raza blanca,
Este índice oscil ~ alrededor de 69
primitivos dolicocéfalos. ele
pe;o es falsamente elevado en los XV . La len gua
craneos por lo general estrechos.
a y de la bóveda pala-
ólogos estudian t;unhién con inte
Lo:; an trop
rés la cunfa frontal En relación con la forma de la boc
ica a partir del nasio n hasta llega
r al
tina . la leng ua sería más volu
minosa en el negro. Pero los
tota1, tomada con la cinta métr .
europeos un valor med io de 130
br~?Jlla, medición 'lue da p:'lrn loshombres del Paleolítico superior v ient es a este órgano han apu n-
estu dios antropo lógicos con cern s. Esta s
nnltmetros, comparable al de los papilas caliciforme
. tado. sobre todo, al análisis de las
del Neolítico. nes en form a y volum en. Se distin-
presentan grandes variacio
fun giformes y las filifor-
guen, además de las nombradas, las
XIV . Los lab ios voluminosas v las más inte-
mes. Las caliciformes son las más
agrupan en' series lineales
eralmente cuatro tipos resa ntes. En núm ero de 9 a 11, se
En antropología se distinguen gen rta hacia adelante. Ent re
dios que dificultan a me- que toman la form a de una V abie
ele labeos, con caracteres interme de man era irregular y en
r fig. 11) : los monos las papilas se disponen
nud o t .na distinción tipológica (ve varias formas, clasificadas en V, Y
o T. Estas forma s simies-
en porcenta jes dife ren-
cas se enc uen tran entre los hombres
n los trabajos de Loth.
tes segú n las razas, como lo pru eba
v y T
59 41 O
1 3 Eur opeo s . .... . .... .. . ... .
Nefa°s ... . . ... .. . .... .. .. 59 41 O
O
65 45
FrG. JI. Los labi os. Me anesios .. . . . . ... . ... . . 29
sos; 3, Labios voluminoso:,-. .... _ .... 47 24
1, I.,abios delgados; 2, Labios grue Hot entotes

ros tienen la misma


te roja está mu y poco ,"IsÍ pues, si los blan cos y los neg
l~biOS finos: en Jos cu.ales la par entr e los hote ntotes una
labi o superior ( menos de disposición papilar, se compru eba
extenClda, en especwl al lllV el del da solamente en ellos.
en tre los nórdicos V en formación primitiva en T , que se
10 mm ). Se enc uen tran sobre todo - ..,.....
parte ·~ntre los ame rind ios;
45
44
XVI. Caracteres sexuales del cráneo r forma vertÍCnl a partir de los arcos superciliares; después?
1 nivel de las pTotuberancias frontales, toma bruscamente u~
La diferenciación sexual del cráneo es, por lo común E aoroblicuo: las dos partes del frontal, ascendentes y obh-
l

tardía y se hace nmable sobre todo en la pubertad. A partir 1 1S," forman entre eIIas "un angu , Io ob tusa muy a t·enua d"
o
de esta época del crecimiento humano, los caracteres dife- '] roca). El frontal masculino es menos vertical en su ca-
renciale!i serán más marcados en las razas civilizadas que en ;, enza, donde toma una forma huidiza, más regular y sin
las primitivas. No tienen un valor absoluto, pero forman un II gulación neta.

haz de argumentos que harán factible optar con exactitud, Las órbitas ferueninas son más altas y más redondeadas
en un 75 a 80 % de los casos, por un sexo u otro. En el 20 % , el reborde orbitario es más delgado, casi cortante. En el
de los casos habría, como decía COn justicia Manouvrier, una l' mbre, por el contrario, este reborde es más romo. El ancho
zona mutra, la de los casos límites, donde nada permitirú II la escotadura nasal es relativamente mayor en la rnllJer;
arribar a una conclusión. ,. r lo tanto tiene un índice nasal más elevado (Pittard).
Esta aproximación que dificulta una investigación mé- El sistema muscular de! hombre, más poderoso, deja
dico-legal, ha sido mejorada con el uso de radiografías que ;( bre los huesos las huellas de las inserciones, más proEnn-
llegan a una estimaciÓn justa en el 90 % de los casos. I s más ruaosas que en particular modifican e! aspecto de
Al primer golpe de vista se puede obtener una impresión , b'. ' 1 dI
~ región iriial, donde se Insertan lo~ I?uscu os e a ?uca.
válida por el hecho de que el cráneo femenino es más fino, :: 1 todas las razas, dice Broca, un ¡.11wn muy vohllnmoso~
más pe':¡ueilo, más redondeado que el masculino. Menos l ompañado de una línea occipital en for',"a de cresta,. seilala
robusto, presenta en comparación con el de! hombre una ;; ,mpre al sexo masculino; por e! cOl;trano, la ausenCla :otal
apariencia infantil. l, prominencia en e! inion y el debrl reheve de la llIlea
El peso absoluto del cdneo femenino es menor que el del ) cipital en un sujeto adulto, esta~lece una muy g;a?d~
hombre (80 a 82 %, Broca, Pittard, Manouvrier), no solo r 'obabilidad en favor d~l sexo fememno .. Estas caractenstlcas
porque es 111;1S pequeño sino P()f ser n1enos grueso, en cspe- ;, n válidas salvo para Clertos pueblos pnmltlvos, en l~s. cua-
ci"al al nivel de los parietales. [, s los trabajos penosos ponen en Igualdad de condiclOnes
En la mujer, la región craneana más desarrollada en 1 los dos sexos v aumentan la musculatura fememna de ma-
comparación con otras, es la frontal; la mellaS desarrollada r era notable. '
es la parietal, pero de modo absoluto la capacidad del fron- La apófisis mastoidea, que puede ser considerada co,,:o
tal femenino es sensiblemente igual a la de su homólogo l [la prominencia de inserciones musculares, presenta la~ mIS-
masc111i~o (216 cm' contra 215). I las variaciones. Si un cráneo puesto de plano y exmnlnado
El diámetro ántero-posterior es generalmente más peque- l)r su cara posterior reposa sobre esas salientes se pu~d.e
l

ilo en h mujer)' esto se debe a la menor prominencia de la (iagnosticar casi con certeza que pertenece a~ se.xo mas~~-
glabela, adelante, y al aplastamiento del vértex, atrás. La 1 no. Si, por el contrario, descans~ sobre las concilIos occll":
mujer es, por lo común, más braquicéfala que el hombre. t Lles, si rueda cuando se lo empup lrgeran;ente, hay fllerte~
La altura del cráneo femenino es igualmente menor. ] robabilidades de que sea femenino. Del mlsmo modo, Broca
El examen de la parte facial del cráneo aporta impor- ( )nsidera que la presenCla de una cresta supra-mastOldea muy
tantes crgumentos para el diagnÓstico sexual. Como la gla- } laIeada entre la región mastoidea y la escama temporat pro··
bela, los arcos superciliares son poco marcados en la nmier ] orCÍona grandes probabilidades en favor del sexo mascuhno.
y los pómulos menoS macizos. , ~n la mujer, esta línea degenera muy a menudo en un Slm-
La curva del frontal, estudiada por Broca, es también , le trazo, apenas visible.
interesante: en el sexo femenino está modificada por una , La apófisis estiloide también ha sido estudiada 'por Broca"
saliente, generalmente nítida a veces marcada por las pr9::
l " 'll base, en particular, será más pequeila en la mUjer que en
tuberancias frontales.·De perfil, el cráneo femenino comienza
47
46
el hombre, pero las mediciones promedio realizadas por T es- 94 % de los cráneos femeninos son iguales o inferiores a
tut dan 4 mm en el hombre y 3,5 en la mujer. La diferencia 8,125; 95 % de los cráneos masculinos 'son iguales o supe-
no plIece, en realidad, muy significativa, más aún porque nóres a 8,8.
estas apófisis a menudo aparecen rotas en los cráneos un poco Gracias a esta clasificación, los criterios femeninos son
antig'Jos. exactos en el 88 % de los casos y los masculinos, en el 91 %.
La bóveda palatina es de dimensiones menores en la el método radiológico permite, por lo tanto, ganar un 10 %
muje"C', mientras que el prognatismo alveolar es 111ás ¡nareado sobre el método ordinario, que estaba obligado a admitir su
CMaI10Uvrier). ignorancia en un 20 a 25 % de los casos.
. El peso de! cníneo comparado con el del esqueleto es, a La mandíbula ofrece también variaciones sexuales im-
veces, difícil de establecer. Generalmente se prefiere e! Índice portantes. En conjunto, las mandíbulas femeninas son más
cráneo-femoral (relación entre el peso de los dos fémures y óníciles, La anchura bicondilia es netamente más marcada en
el del cráneo). En el 81 % el peso de los fémures sobrepasa el ~l hombre que en la mujer: un ancho que sobrepase los
de! croneo en el sexo masculino, y en el 83 % el cráneo 125 mm es con probabilidad masculino; inferior a 105 mm
supera el peso de los fémures en el sexo masculino, Esto es es femenino (para la raza blanca),
válido únicamente para In raza blanca, en la cual el mar- Las TClmas ascendentes son más gráciles en la mujer;
gen de seguridad necesario para afirmar que se trata de un son también menos divergentes, Por último, las huellas de
sexo masculino exige que el peso de los fémures sobrepase los músculos masticadores están más marcadas en el hombre
en 30 g al menos el del cráneo. En la raza negra, los fému- que en la mujer,
res superan siempre el peso del cráneo, sea cual fuere el Las diferencias sexuales pueden señalarse de la siguien-
sexo : el margen de seguridad demanda aquí una diferencia
te manera para la raza blanca:
de E,O g para determinar el sexo masculino.
Sexo femenino Sexo masculino
La apro::\;mación al 80 % para el diagnóstico seALlal del cráneo
puede ser mejorada mediante la ra diografía, como lo demuestran los Longitud total ... por debajo de 95 mm por encima de 112 mm
trabajos de J. L. CebaIlos y de E. H. Rentsehler en 1958, Las radio- Longitud bigoníaca 87 mm 103 mm
Peso ........... " " " 38 g " " 80 g
grafíaf son tomadas de frente, con la boca cerrada. Las seis medidas " " " " "
indica:;l:
J. El diámetro sagital medido entre la cúspide de la silueta de El índice cráneo-mandibular es la relación entre el peso'
la bóveda y el contorno inferior del maxilar inferior. de la mandíbula con sus dientes y el del cráneo. El índice
~;. Las dos alturas mastoideas, derecha e izquierda, comprendi- es de 14,4 en el hombre y de 13,3 en la mujer. Olivier
das er..trc los extremos de cada una de las porciones mastoideas y la encuentra, según su cálculo personal, 10,6 y 8, respectiva-
sombra lineal intcrcraneana del contorno superior del peñasco. 111ente.
:,. El ancho mandibular, medido entre los contornos externos
de cada una de las ramas ascendentes del maxilar inferior, en el
plano de los extremos de las porciones mastoideas. XVll. El maxilar inferior ó mandíbula
4·. La anchura de cada uno de los ángulos mandibulares, yendo
desde el pUllto más saliente del ángulo de la mandlbula hasta la ter- Es particularmente interesante, tanto desde el punto de
minación posterior del arco alveolar, por ]0 tanto) en el encuentro de
las siluetas del contorno interno de la rama ascendente y de la pro- vista de la antropología prehistórica como para la antropolo-
yección terminal del contorno superior ele la rama horizonta1. gía racial.
La longitud total se mide con la planchuela ostcométrica
La suma de estas mediciones se divide por seis paya desde la avanzada mentoniana o pogonio hasta el plano tan-
obtener una cifra .promedio. La zona neutra en la qué" el gente a la parte posterior del cóndilo.
diagnóstico es imposible. estú comprendida entre 8,125 Y 8,8:
49
4R
la anchura bicondília se toma entre las partes exter-
nas de los cóndilos. Estas dos medidas posibilitan el estudio noides más baja que el c6ndílo, que se dirige hacía atr~s, una rama
del índice mandibular: ~ndente especialmente ancha, un mentón poco dibujado, una esco-
t?dur~ ~gmoidea .rn~y abierta y un cuerpo del maxilar muy larga. En
longitud X 100 fin, el t1po amermdiO, que presenta una apófisis coronoides más <lIta.
y más voluminos.a que el cóndilo, una rama ascendente mediana, COID-
anchura bicondilia parable a la de los negroides y el mentón netamente dibujado,

los maxilares inferiores se clasifican: Las variaciones del cíngulo posterior son en especial sig-
nificativas desde el punto de vista étnico porque indican la
Mandíbula inclinación del borde superior de la rama ascendente del
Ancha o braquignatos ........................... . x a 84)9 maxilar inferior en relación con el plano alveolar. Este ángulo
Mediana o mesognatos .......................... , 85 a 89,9 hace posible esta clasificación:
Estrecha o dolicognatos .......................... . 90 a x

~
Los negros y los blancos tienen alrededor de 90, mien-
tras que los amarmos poseen mandíbulas más anchas (85).
::"a rama ascendente ofrece también su interés. En espe-
cial, se puede estudiar su altura, que es la tangente que va

.~
desde la cúspide del cóndilo al plano donde reposa el maxi-
lar, y su ancho, que es el mínimo encontrado entre los bordes
de esta parte del maxilar, tomado perpendicularmente n la
altura; se obtiene así el índice de la rama:
longitud X 100
anchura FIG. 12. Comparaci6n de maxilares inferiores.
~,
~
De arriba hacia abajo: Francés, Negro, Hom-
que es bajo en la raza blanca (50) y mediano entre los ama bre de Neanderthal.
. rillo,; (50 a 60). Por último, esquimales y negros oscilan entre Mandíbula de Mauc:t, Chimpancé (según
56 y 63. Este índice es todavía más elevado entre los hombre BOULB).

~~
del Paleolítico medio v, sobre todo, del Paleolítico inferior
La descripción deÍ maxilar inferior de Puccioni (l9l {
guarda todavía tocIo su valor. Clasifica las mandíbulas el ~-,-_../ ¡
siete categorías:

Tipo caucásico: ap6fisis coronoides más fuerte que el c6ndil( oxígonos, con un ángulo agudo de ~: ti 65°5' (caucasiano, mon-
esco.adura sigmoidea profunda; ángulo posterior agudo; rama a..<>eer· goloide); .
mes6gonos, entre 6'5°5' y 75°5' (australoides, negros, arnerindios);
dente delgada, mentón prominente.
ort6gonos, de 75°5' a x (Hombre de Neanderthal, mandíbula de
Tipo negroide; apófisis coronoides más baja que el cóndilo; e - Mauer, monos).
cot:dura sigmoidea profunda; ángulo posterior medianamente agud ~ En el seno de touas las razas, el sexo femenino tiene una ram(l
ran)) ascendente mediana; mentón apenas mediano. tlscendente más inclinada que la del11ombre.
Tipo hotentote: apófisis coronoides igual al cóndilo; escotadu 1
poco profunda; ángulo- posterior mediano; rama rechoncha y haj ; El ángulo anterior es el que forma el plano alveolar con
cue::po del maxilar, delgado con mentón mediano. /..!
El mismo autor señala el tipo australiano, con una ap6fisis COl la linea que une el punto mentoniano y el punto alveolar.
Clasifica los mentones en cuatro categorías: x a 64 o mentón
50
51
simiesco, con los hotentotes en el límite superior. De 66 a
0
prehistórico. Falta en un 3 % de los europeos y en 1 % de
los,. negros. En el mono se puede enconttar una ausencia de
79 0 mandíbulas opistóoenas, que agrupan a la mayor parte
de los ~eoros. De 80 ~ 89°, las mandíbulas ortógenas, que
0 M 3, pero esto es excepcional en los hombres prehistóricos.
Falta en los negros de África en el 5,3 % de los C8S0S. La
~e enClle;tran entre 10$ 111ongoles, los amerindios y algun~s
frecuencia atnncnta al 40 % entre los europeos, en particular
negros. Por fin, a partir de 90°, las prógenas~ donde se claSI-
en el sexo femenÍno; por el contrario, esta siempre presente en
ficar todos los europeos. ., .' . los australianos.
El peso mandibular inter~sa tambren. Manou;,ner lo ha
comparado' con el del femur. Encuentra una re!acJOn de II ,5 La articH.lación dental. ofrece también f'randes vari8cio-
para el blanco y de 14 para el neg;o. Estas drferencras se nes. En la raza blanca, los dientes superi~res cierran por
relacionan con e! desarrollo de los musculos m,astrcadores. delante de los dientes de abajo, y producen un desgaste en
El lnentón es, indiscutiblemente, caractenStlCil del hom· bisel que es de! 100 % entre los europeos, de 50 % en los
bre evolucionado. El maxilar inferior de! Hombre de Nean amarillos; 40 % en los negros y del 6 % en los amerindios.
derthal se ubica, por la falta d~ mentón, entre l?s mono' En las razas primitivas la articulación dental se hace de extre-
antropomorfos y los hombres pnmJtrvos actuales ~frg. 12) mo a extremo, con desgaste horizontal (lOO % de australia'lOs.
93 % de indios, 60 % de negros).
También existen muchas variedades en los tubérculo;-;
XVIII. Los diente de los molares, cuyas supetficies presentan surcos articulares
generalmente en forma de cruz, pero pueden formar también
Son de gran importancia en antropología general y e e escalones o estar dispuestos en Y (gabarit antiguo o del Drio-
antropología prehistórica en partIcular porque ,con frecuenc) l pitécido).
~ conservan mejor que cualqUIer otra parte úel cuerpo .. Conviene señalar, además, dos anomalías interesantes:
El hombre tiene una dentición precoz y tem!,~rana , el taurodontismo de los Hombres de Neanclerthal, que Con-
utra definitiva. El primer diente que aparec~ en el 111110 es I siste en el agrandamiento de la cavidad pul paria, con aclel-
incisivo inferior D1Cdío, ,1lrededor de los seIS rne~es de cda l • gazamiento de la pared y extensión de la cavidad mús allú
A los dos años ya tiene su dentición temporana compIet" de la línea del cuello, yel incisivo en.ro!a, can engrosamiento
faenada por 4 incisivos, '2 caninos y 4. molares en cada .UI a semicircular periférico al nivel de la cara lingual, que deli-
Je las mandíbulas. Más tarde, a los sers anos, sale el prrm r mita una zona central hueca. Es muy común entre los ame-
cliente definitivo (lec molar) y progresivamente aparec' n rindios y tendría el valor de un cárácter mongoloide, que
los 4 incisivos, '2 canÍlws, '2 premolares y el 2 9 mol~r. ~I 3, , Sauter ha estudiado recientemente entre los burgundios.
mclar o "muela del juicio" sale entre los 18 y los '24 anos' ;'
la raza blanca. Parece ser que los dientes aparecen tanto r: ,I~
tardíamente cuanto más evolucionada es la r~1z~ .. Esto ha SI l(
XIX. Evaluación de la capacidad craneana
estudiado en particular para la muela ~e1 JUICIO, que CH :t
en los neo ros de Oceanía a los trece anos, en tnnto que )( La medición directa de la capacidad craneana ha sido
cxteríoríz; entre los catorce y los dieciséis en el negro l( cuidadosamente ajustada por Broca, quien utilizó perdigones
Arrica. 1 ., '. n 9 8. Pese a su simplicidad aparente, sigue siendo todavía
Por otra parte, en el cursO de la evo UClOn se aSIstí un método difícil porque h"ce entrar en juego muchas cau-
UIta tendencia a la reducción del número y e! volumen el sas de error, lo cual, en último término, lo convierte en un
lo.:; dientes. Las ausencias más frecuentes en el. l:o:nbrc¡ ~ método bastante subjetivo. Otros autores utilizan granos de
la, de! 29 incisivo (12) v lo de de la muela del JUlcro..~i\I , mostaza o de lino, preferibles al plomo, sobre todo cual1do
La ausencia de 12 es lin hecho caracterí:tico de la natl r: se exmninan cráneos frágiles.
leza humana en evolución porque no e:tustc en el hom)]
Las mediciones europeas actuales oscilan alrededor de reajustado. a 1,14 para los cráneos masculinos y a 1,08 para
1.550 cm 3 • Los prehomínidos y el Pithecanthropus tenían los /;,memnos). Sin embargo, los autores actuales prefieren
una:apacidad de solo 90 cm 3 . la lOrmula de Lee l' Pearson, para quienes la capacidad
El Sinanthropus, por su parte, llegaba a los 960 cm". masculma es de:
Pero ya e! cráneo preaustraliano de Cohuna Fresenta un
volumen de 1.260 cm", casi lo mismo que e! de Broken-Hill. 359,34 X 0,000363 (longitud X anchura '< altura auricular) o de
Es ~;orprendcnte encontrar entre los ncandcrtalenses una 524,6 X 0,000266 (longitud X anchura X altura basio-bregmática, y
.jmpresio~ante capacidad de 1.600 cm", superior a la de Jos para la capacidad femenina es de:
franceses actuales.
La raza negroide de Grimaldi del Paleolítico superior 296,4 X 0,000375 (longitud X anchura X altura auricular), o de
812 X 0,000156 (longitud X anchura X altura basio-bregmática).
tenía buena capacidad craneana puesto que e! hombre joven
presentaba 1.580 cm" contra 1.375 cn la mujer vieja. El . Cuando la base de! cráneo está destruida, se puede uti-
Hombre de Cromagnon tenía también un cerebro volumi· lIzar. e! volumen de la calota, que da el volumen craneano
!lose 0.590 cm"); pero fue el Hombre de Chancelade el gracIas a la fórmula de Jorgensen: capacidad craneana = O 8
'{ue batió los récords con 1.710 cm". +
volumen de la calota 280 cm 3 +
K 80 cm 3 • '
En el Mesolítico se encuentran las cifras medias d,
L550 cm3 entre los Hombres de Téviec. Existen tam?ién las f6nnulas propuestas por Mi1let y de Welc-
~er.Pero cualqUIera sea la que se adopte, siempre hay diferencias
Entre las razas actuales o históricas aparecen en arder Importantes en. el .c,álculo de la capacidad de un cráneo, evaluada
creciente: hotentotes, 1.317; australianos, 1.347; tasmanios ~ sea por cublcaclOD o por métodos indirectos (se puede llegar a
1.4:2; neocaledonios, 1.460; negros de Africa, 1.477; chi _ 10 cm S )" En general, la fórmula de Manouvrier da cifras neta-
nos, 1.518; esquimales, 1.539; parisienses, 1.558; habitante mente supenores a las obtenidas por el método de Pearson o de
de Auvergne, 1.585; galos, 1.592; galo-bretones, 1.600. Esta Welcker. Se .J:Odría, como lo han propuesto las Sras. Dellenbach y
Kaufmdan, unlizar con ¡referencia las fórmulas de Pearson en crá~
cifras corresponden al sexo masculino; los cráneos femenino neos e débil capacida .
tienen en general una capacidad menor, de! orden del 10 rc
Broca repartió las capacidades de la manera siguiente Pearson ha brindado también una fórmula para evaluar
el volumen cerebral en el individuo vivo:
Microcefalia ........... . x a 1.149
Pequeña capacidad ...... . l.l50 a 1.449 masculino: C = (0,000337 (longitud - 11) (anchu-
Mediana capacidad ...... . 1.450 a 1.649 ra - 11) (altura auricular - 11)
Gran c3:pacidad ......... .
l'vlacrocefalía , ........... .
1.650
1.950
a
a
1.949
x + 406,11);
femenino: C - (0,000400 (longitud - 11) (anchu-
Es necesario hacer notar que no parece haber un par- ra - 11) (altura auricular - 11)
¡elismo estrecho entre capacidad craneana e inteligencia pe- + 206,06).
que en una serie de hombres contemporáneos, elegidos ent e
3
los más eminentes por Vallois, se encuentran 1.294 cm pa o (JI corresponde al espesor de los tegumentos y de los
Cambetta, contra 1.830 en CuvÍer y 2.012 en Turguenie " ~ucsos craneanos).., Por último, e! peso de! cerebro puede
Por otra parte, el volumen craneano se puede calcul 1 evaluarse en relaclOn con la capacidad multiplicando ésta
indirectamente. Se han propuesto muchas fórmulas, la mI' por 0,87 (Manouvrier). '
antigua de las cuajes es In de Manouvrier: capacidad Cl 1
neona = Y, longitud máxima del cráneo X anchura máxir,
X altura basio-bregmática X 1,11 (el parámetro 1,ll se "

55

...
XX. Las suturas craneanas nas ele los hombres prehistóricos y ha mostrado sus diferencias
S irven para apreciar la edad de un esqueleto. Dejando COJl -los contemporáneos.
a un lado la sutura.J!l~!B¡:'¡ca, que reúne los dos _huesos han- Durante cierto tiempo se sospechó una relación entre el
tales "/ que . desaparece durante~_ infancl.", las prInCIpales estado de las suturas yJa_ actividad intelectual elel individuo.
Topina_re! pensaba que en los idiotas las suturas se cerraban
suturas craneanas so"il":"-
niós pronto que en los su jetos normales. Broca, por su parte,
la coronal., que une el frontal con los parietales; pretendía que los ejercicios intelectuales repetidos retardaban
la sagita!, que une los dos parietales sobre la línea media; las sínostosis craneanas. Estos argumentos no han sido confir-
la temparal, que une tres huesos: temporal, occipital y mados, pero, en cambio, existen profundas perturbaciones
causadas por enfermedad en las leyes que rigen las suturas
pariet,l; .
y cuando se estudian cráneos de individuos muertos precoz-
h lambdoidea, que une el occipital con los panetales y
mente, a continuación de una enfermedad crónica) se percibe
las p(,rciones mastoideas; . que el estado de sus suturas está muy avanzado en relacióJi
. la esfeno-parietal, que une la parte exterior del esfenOI- con la edad que tenían.
des on el parietal. tstas Son las reglas clásicas enunciadas al respecto;
Si la parte posterior de la sagital está soldada, el sujeto
Frontal tiene cuarenta años. Si la parte anterior de la sagital y la

~ ')2
c<'"" coronal, cerca del bregma, han hecho su sinostosis, el indi-
viduo tiene cincuenta años. Por último, si la sutura temporal

¡ --el
Coronol

SI
está cerrada¡ el sujeto tiene más de setenta años.
Para que este estudio sea más preciso, se dividen las
suturas en varias partes (ver Hg. 13). Las partes derecha e

ti¡
152
izquierda de la coronal serán divididas en el, e2 y e3,
a partir del bregrna. La sagital, en SI, S2, S3 y S4, igual-
Temporal
Psrl,t.al
mente a partir del bregma. La sutura lambdoidea, en Ll,
o 63 L2 Y L3, a partir del lambda. Se ve así que las suturas cra-
s: 84-
neanas en realidad se cierran con notables variaciones indi-
viduales y una aproximación de diez años es el máximo de
~ ""'lombdoideo precisión que se puede esperar.
~ Occipital "",- l;- Los trabajos más recientes se oponen a los antiguos y
muestran que las sinos tasi s son más precoces de lo gue se
creía. Los principales estudios han sido hechos por .R. Mar:
FIG. 13. Las sutluas craneanas y sus divisiones. ti!;>, luego por Todd y Lyon, en 1925.·Es interesante comparar
los resultados éle autores que presentan grandes divergencias
y demuestran que el n1étodo es un poco aleatorio.
En el curso de la vida hay un aporte progresivo de su:.
tandas óseas entre los bordes dentadQs, cuyas uregulandad, ' Vallois
van desapareciendo pa:iTatína:nente. Se dice entonces ql:le ha ~ R. Martin Todcl y Lyun y Olivier
una sinostosis. Una SlnostoslS total llega a, borrar P?I COIl . Sagital SI 40 a 50 aflos 20 él 60 años
pJeD una sutura. Parece ser que en los craneos reclen~es . S2 30 a 40 22 a 35 años 20 a 60
(J en :.ndividuos sanos, las suturas se cierran unas despues d ~ S3 20 a 30 20 a 45
otras. Valloisha estudiado en particular las suturas crane, - S4 30 a 40 " 20 a 60 "

57

...
Coronal el 40 a 50 años 24 a 38 años 25 a 70 año 'fa formada por las cifras 5 y 6, es decir, .por las mediciones
C2 muy tarde 24 a 38 30 a 70 efectuadas para obtener el índice facial superior. La tercera
C3 30 a 40 años 26 a 41 25 a 55 "
" línea, con los números 9 y 10, corresponde al índice orbita-
f.a·m.hdoiden LI después de 50 alíos 26 a 42 años 25 a 70 año rio; por último, la cuarta línea, con los diámetros 13 V 14,
L2 50 años 26 a 47 30 a 60
L3 muy t3rde 26 a 50 60 a x
seilalará el índice nasal. ~
" " Los puntos de la serie impar 1, 5, 9 Y 13 se representan
Témporo-parietal muy tarde 31 a 64 años 65 a x año
cun CÍrculos y se unen entre sí mediante un doble trazo; los
de la serie par se representan con puntos y se unen con un
trazo lleno.
XXI. Los perfiles gTáfico, Las diferencias entre los diversos puntos se representan
arbitrariamente con las cifras 1 y 3 para los valores positivos
Los datos anatómicos hacen posible el estudio preciso d , y negativos, con el número 2 para los resultados eguívalentes.
las "aracterísticas de un cráneo, pero resultan difíciles de m[ . Solo la primera línea, que corresponde al índice cefálico.
nejar cuando es necesario estimar las relaciones entre tal l tiene como símbolo la letra A para las relaciones positivas.
cual serie de cráneos. Las cOlnparaciones de cifras debe l e Fara las negativas y B para las equivalentes.
entonces ceder el paso a los métodos sintéticos, entre los cu: - Éstos son los diferentes valores encontrados:
tes el más exacto es el preconizado por Leroi-Gourhan e 1
¡948. Consiste en referir las mediciones a un normotipo cr. - n(·I(//~i01tes fundame11.tales
aeano establecido sohre 7.000 cráneos de todas las proc>- < 2 '" e
1 > 2 '" A I 2 - B 1
der.cias, repartidos en series numéricas equívalentes. s > 6 1 5 '" 106 = 22 5 < 6 '" 3
Los gráficos se establecen mediante la medición sob!, 9 > 10 '" I 9
'" 2 9 < 10 = 3
d calvarium de dieciséis diámetros, los cuales permiten cale,- I3 > 14 I 13 14
'" I3 < 14 '" 3
lar una fórmula de base y otra complementaria. La fórmu 1
Relaciones verticales impares (longitud-altuta)
básica más simple se calcula a partir de solo ocho medicioné ;, .,
a las que se añaden los coeficientes siguientes: 5 > I 1 5 '" 15 '" 22 5 < I '" ,o
9 > 5 '"
I . 9 ,- 9 < 5 = .,
13 > 9 '" 1 13 '" 9 2 13 < 9 3
Diámetro NOTIllOtipo Coeficier. e
l. Antero-posterior-máximo 178 mm l,n Relaciones verticales pares (anchura)
2. Transverso-máximo .................. 140 1,3~ 6 > 2 1 6 2 2 6 < 2 3
5. Naso-alveolar .............................. 70 " X 1,4' 10 > 6 '" 1 10
'" 6
'" 2 10 < 6 3
.
6, Bicigomático .. .. .. . . .. . .. .. .. .. .. .. .. .. .. " '" '"
9 Altura orbitaria ..........................
130
33,5 " X 3
1,3( 14 > 10 1 14 10 =2 14 < 10 =3
10, Anchura orbitaria ........ , ............... 37 " X 2,7
" Se obtiene así una fórmula básica compuesta de una letra
13. Altura nasal ............................... 48,5 X 2,O¡
14 Anchura nasal .............................. 24,5 " X 4,0: jide nueve cifras, por ejemplo: A 121.131.313, e 333.312.231,
etcétera. Si dos cráneos tienen los diez signos iguales, hay
El gráfico de esta fórmula de base se compone de lín< 1: grandes posibilidades de que se parezcan en las mediciones
verticales que corresponden a las medidas divididas o m tI detalladas. Una comparación de 9/10 es igualmente válida.
tiplicadas por los coeficientes. La línea central, valor ]( O Gracias a este método se pueden acumular las representacio-'
co.:responde a un cráneo humano idealmente medio. La I ci nes de gran cantidad de cráneos en un volumen en extremo
mera línea horizontal contendrá los puntos 1 y 2, que,.orr " reducido, las cuales luego sirven para comparaciones particll
pon den respectivamente a los diámetros ántero-posterioI : larmente apreciadas por los antropólogos.
transverso, es decir, al índice cefálico. La segunda línea c, :8
59
CAPíT ULO ID y señala clavículas C011:

Extrem idad externa


EL ESQU ELET O POSC RANE ANO Estrecha ...... ...... ...... .. , ...... ...... ..... . x a 14,9

~:~~~n~ .~ :::~ :: :::::::: ::::::::::::::::::::::::


15 a 15,9
16 a x

~ Lo~ negros ~ienen :.xtremidades estrechas; los bbncos anchas;


lo., amar:-llos, ~edJanas. Fmalme nte, existen variaciones sexuales
, con
frecuenc lU válidas, que veremos más adelante .
l. La clavícu la
indice cleidohumeral
El largo de la da vícula se mide de una extrem idad a la longitud de clavícul a X 100
otra, mientr as que su períme tro se toma en la parte media,
con a'lllda de una cinta milime trada. longitud del húmero
(,a anchura extern a máxim a se mide perpen dicular men- Señala:
te al eje medio del hueso a ese nivel. Estas medida s demue s-
tran que la davícu la izquier da es más larga que la derech a, Hombre s Mujeres
pero ésta es genera lmente más robusta (l mm más en el Frances es ...... ...... ...... ...... ..... . 44,42 40,04
períme tro del medio ). Negros (Pastea u) ...... ...... ...... ... . 44,67 46,38
Griegos (lordan idis) ...... ...... ...... . . 45,95 46,l!
Para los hombre s de la raza blanca se obtiene una cifra media
que
de 14S mm en el largo. En los pueblos históricos St! puede ver Parecer ía que la cifra francesa femenin a dada por Pasteau 110
COID~
los burgund ios tenían un promed io débil (139,8, Sauter) en e~cuadra Con el ,resto de, las observaciones_ Como Jo indica Iordani-
norue~
paració n con los francos de Bélgica (149 mm, Houzé) y los ~s,. correspO!~dena a una talla femenin a de 1,77 m. En cambio, el
gos protohistóricos (! 52,6, Schrein er), mdlce femenm o parece siempre más elevado q1.1C el masculino,
Los pigmeos estudiad os por Sauter y Bouvier dan 129 mm,
bosqui-
comparables a las medidas de los negritos (128 mm). Los
mano~, por su parte miden 13S,5.
Por 10 general la clavícul a es más larga en el negro que en
II. El estern ón
el bl&nco.
Las principa les medidas permite n calcular diversos índices. , Es un hueso desdeñ ado frecuen tement e por los antro-
pologos. Pero en ~u descargo es necesario decir que es Un
llldice de robustez:
perímet ro X 100 hu~so que ,se deteno ra COn facilidad en los esgueletos un poco
antiguo s. Se puede medir el ancho y la altura del manub rio
longitud máxima el ,alto total ?e.l hueso, la altura del cuerpo y sus di3metro~
ma:X'lmo y rnmlrn o.
)' da la siguien te clasificaci6n:
En lo que concie rne a la raza blanca, Iordan idis ofrece
Clavícu las los resulta dos siguien tes:
Gráciles ,. . ..... , ..... , ... , . x a 23 1'
Median as " . . . , ...... , , ...... ' . , .. , ... , . 2.3,5 a 25,'
Altura Hombre s rVIujeres
25,5 a x
Robustas " " " " ' . ' .. '., ... ' .. '. Total ...... ...... ...... ..... 16,25
....... .. . 18,8
Del manubr io .. ,.. ...... ....... ...... . , ..
Índice de anc1wra externa de Teny: 5 4,79
anchura externa X 100
.J Del cuerpo ... ,., .. , ...... ...... ...... . , 10,8 8,9

longitud máxima

61
JI!. El omóplaw IV. Las vértebras

Ha sido muy bien estudiado por Vallois en 1929. Las . , La altura d e las vértebras se mide sobre las caras ante·
lllcdici')nes propuestas para el hueso escapular son muchas l.)Jres y postenores, También se pueden medir los dos dil,·
debido a su conformación un tanto complicada, Podemos ~ etros del canal medular. Las dos primeras vértebras ccrvi-
~. :les, el atlas y el aXl~, presentan caracteres sexuales ue
' ,.remos más adel,"l;te, En~retanto conviene medir los diá~e­
considerar la s siguientes:
1e Altura escapular: es la distancia lIláxima entre el vértice oe tl3S transverso maXllTIO y antero-posterior de esos dos hueso5
los ángulos superior e inferior; según esto los omóplatos se clasi- ~ los q~e se agreg~ la altura máxima del axis, que C<)mprend~
fican e:l.: " apófISIS odontoldes y el pico ántero-inferior. -
bajos ....... "" ., ... . x a 140 mm
Para el atlas se puede calcular:
medianos ... . • . ...•.... 140 a 150 JI
altos ........... . " 150 a x
" el índice atloideo e.xter'110:
2<' Allch14ra escapular: es más difícil de evaluar. El punto diámetro transverso máximo X 100
externo se sitúa sobre el borde dorsal, al nivel del labio inferior oe
la espina; el punto interno está dado por la prolongación de la bAse diámetro ántero-postcrior máximo
de la !;:spin:l sobre el eje longitudinal de la cavidad glenoidea.
el indice atloideo interno (o del canal medular):
3'l Longit1ld de la envidad glenoiJea o longitud máxima de
. esta cavidad: es generalmente oblicua en relación con el plano del diámetro transverso máximo del canal X 100
'ln\6pla to. diámetro ántero-posterior máximo del canal
4~ Anchura del omóplato; es el :mcho máximo tomado perpen-·
rlicularmente ::l la longinld. Para .el axis se estudiará el índice ,', xo¡'dco externo
cr n las mIsmas relaciones. e interno
Se puede csnldiar el índice escapular También se puede estudiar el índice lumbar de CU1l11ingham:
anchura del omóplato X 100
altura cara posterior X 100
alrora
altura de la cara anterior
Clasifica los omóplatos en:
Estrec:aos o dolicomorfos .. " .. ".". " ." •......•.. . ... x a 63,9
dl.l cuerpo vertebral
lu mbares, las que s~ :¡;ue"vidirán
traduce la forma v ed
en tres clases:
as ' bras
Iyerte
¡';."D '·C·,l

Medianos o mesomorfos .... " ... •. . ... . • . •..... "." 64 a 66,~


Anchc.s o braquímorfos ". "".""" .. "" ....... "" ... " .. . 67 a x
Vértebras
Los omóplatos estrechos se encuentran entre lapon es, esquima- C:meiformes de base anterior (citorraquíJeas) x a 97,9
les, fueguinos. Los medianos en los europeos, amarillos elel centro R ~:cta?gulares Cortorraquídeos ) ." ......... "., ... ". 98 • IOJ,9
y Sur de Asia. Los anchos comprenden a la raza en general (69, Gmclformes de base posterior (coelorra(luídeas) 102 a. x
Broca). Los pigmeos son. marcadamente braquimorfos ( 73,8).
Normalmedte, el raquis humano presen ta en su n acimiento
:El Íl'ldice glc ,¡oideo se calc ub como sigue: d dcurvatura orsaI y una sacra, cónca.\'a h acia adelante Luego
J

d e q~e se mantie?,e en pie, adquiere la curvatura cervical 'y cuan:


t!S
anchura de la cavidad X 100
longitud de cavidad
h~dCla
' .comd,enlza a camInar, la curvatura lumbar. Ambas son cdn\'exa~
a e ante. '
El índice lumbar de Dremum da ..
tUl ," • lca
H d e las variaci(m ~s
Entre los franceses varones, la media es de 78,6. Los n~gro~ df · l a curvatura lumbar según las razas:
tienen cifras inferiores o medianas, que Olivier sitúa entre 77 i¡ 80.
Como para la clavícub, existen yariaciones se".'uales importantes.
63
'lue hace posible clasificar los húmeros en: plat braquia, de
suma de 1os espesores po steriores X 100
76,6 Y en euribraquia, de 76,6 a x,
;\' '.1
suma de los espesores anteriores La longitud fisiológica humeral permite calc ,lar el índi-
. . 98 ara los europeos, oscila entre 98 el! clávico-l111meral de Broca:
Este índice es mfenor a P, . es mayor de 102 en 10$
.
y 102 para 1os esquIro. - nle" y d A' f . -a La curvatura 1um b al
bosqUImanos, longitud de la clavícula X 100
. d 106 1 s neo-ros e ne, 1
australianos, e en o ái::J cusada en los negros que en m
es por lo tanto, netamente ro s a longitud fisiológica humeral
hl~n,:os. . H robre de Neanderthal es probabl~
La curvatura cervICal del o d I ' debía prolonoarse eh con sus tres categorías:
ta parte e raqms b
que estuviera austente y es d 1 amo sucede en los monoS antre
recwmente en. la Cluvatura OIsa J e Clavícula
poides. , obre todo para las vértebras dOl Corta .................... . x a 45,')
, ] vértebras vnna s '
El numero (e < 17 Estas variaciones son ID,; Mediana .................. . 46 a 47. ,
so-htmbares, que nonnalm~nte sOles se' encontrarán 18 vértebras e': Larga 48 a x
neH:S entre los negros, en lOS eua blanca} por otra parte, el 9,3 ~ .
un 9,3 % (contra 2,6 6en , a baz~ dorso-lU1~bares contra 6,2 % en l( .; Los blancos y los negros tienen generalmente un euribraquia
de los negros tienen 1 verte ras (82), la que es propia también de los invasores gem,ánicos (bur-
blancos. gundios, 80), El indice es más débil entre los amerin Uos, los pig-
meos del ex Congo Belga, donde M. R. Sauter encont1 .) una fuerte
V. El húme1 e diferencia sexual, porque el hombre tiene una media d, 82,4, mien-
tras la mujer es platibraquia, con 71,3.
, . u e va desde la cabeza del húme ( El ángulo de torsión, cuya media puede ser ce lsiderada de
La longitud maxJln~, qd 1 '1 a no debe ser confu 1 160°, también varía mucho según las razas: Broca h, dado 134 0

1 '- nfenor e a trae e , d


hasta a parte ma~ 1 d -f' . l' o' a que se mide siguien a 1 1 para los esquimales, 141° para los melanesios, 143° pa 'a los austra-
dida con la long¡tl~ ']510 °f~cc~beza humeral al cóndilo.
0
lianos; en cambio, los franceses tienen 164 Por regh general, los

eje central ~mf¡s¡ano ,d:sde del húmero se toma baJO la \


negros tienen un húmero de menor torsión que los bh ncos. En las
razas prehistóricas, el Hombre de Chancelade tenía 14)0 (Testut).
El penmetro lTIlmmO j' d l.. diáfisis. Los diámet e La pe.rforación olecmninna: independientemente de la raza, esta
ddtoidea y en la parte. lInee ra l: p~rte media del hueso, , perforación es más frecuente en la mujer que en el 1 ombre, y es
máximo y mínimo se ml( en en ' más común a la izquierda que a la derecha. En el el rapeo actual
c113lquie~a de sus planos. es rara: 6 %. Es más frecuente entre los amarillos (l %) Y toda-
d' el án( '1 vía más entre los negros (15 a 22 %). Su frecuencia !.! puede cla-
, d ser interesantes de me H; .t sificar en orden creciente: blancos estadounidenses, 3,:; parisienses
Alounos angulas pue en. 'secundario De preferenCIa
;:¡, t ler un lnteres . I1).edievales, 4,1 a 5,5; bajuvares, 15,3; su abas y alamn'les, 23; pig~
J!~ divergenc13 parece el-
meas del lturi, 23,9 (Sauter); neolíticos franceses, 25 francos de
evaluará: .' él 1 e.llo es decir el ángulo r Champagne, 27,9; negritos, 30,9; bosquimanos y hote iltotes, 34,6;
1) El <Í1'lg111o de iHcHnnctolln ,e Ct~ 'c~ y el ej~ de la diá i amerindios, 36,2; veddas, 41,5. Parece ser más frecuente en los hom~
, 1 . lel cue o ana amI
fonnan entre SI e eje l bres prehistóricos pospaleolíticos y, en todo caso, en 1 \s razas pri-
(promedio: 130°). 1 ' oulo formado entre el ,1 mitivas. Es más frecuente todavía entre los monos antrc Imides.
2) El ángtl,lo de tOJ'StOH, qüe es
. 1 de la caben y del Clle o y
:1 :~b transversal de la ar II
J
vertlca < - -
hci6n cóndilo-trocleana.
Vl. El radio
Entre los í.ndiccs se estudia en general: La longitud máxima está comprendida entre a cabeza y
el ·índice diafis1ario: la punta de la apófisis estiloides. La longitud fi, iológica va
diámetro mínimo X 100 del interior de la cúpula radial a la superfic '" articular
interna:
diálnetro máximo
65
La cin unfercncia IDllllma se toma en la parte superior El índice de robustez:
de la diáfi, s, justo por debajo de la tuberosidad donde se
'inser,:a el 1::ce1'5. circunferencia mínima X 100
Los di .metros diafisiarios máximo y mínimo se miden longitud máxima
come para d húmero.
':$ de 12 en el negro (14 en los pigmeos, 15 en los bosquimano~,
~iauter) y de 14,5' en el blanco y los amarillos. Es bastante fuerte
,:ntre los burgundios y los nórdicos de la Edad del Hierro (16,2).
circunferencia TIÚnima X 100 El diámetro transversal se mide al nivel del borde inferior de
la incisión radial, así corno el diámetro .íntero-posterior.
longitud má..x:ima El ;l1dice de platolenia de Verttemt se calcula COn la fómwJa
~.:guicnte:

es de 16,5 e',\.. los negros, 19 en los blancos y 20,) en los amaIillos


(Olivier). E de 16,8 entre los pigmeos, 17 en los bosquimanos. diámetro transversal X 100
17,2 entre k; negritos y) en cambio, de 15,5 en los veddas, diámetro ántero-posterior
El indi,-e radio-humeral (o fndice braquial) es: Se pueden clasificar en:
longitud máxima del radio X 100 Cúbito
longitud máxima del húmero ,'plaSlado (platolenia) ......... . ......... . x a 79,9
l'1ediano (eurolenia) ............ , .......... , ... , 80 a 99,9
que da: lledondeado (hipereurolenia) .................... . 100 a x
Radios relativamente Entre los franceses, el índice medio se sitúa alrededor de 91,
(~ortos ......... ", ..... . x a 74,9 lJ.ientras que en el Hombre de Neanderthal se nota una hipere\..l.
~"1edianos ... ,., .. , ........ . 75 a 79,9 xolenía,
,argos ............. , .. , 80 a x

El pro] ledío de este índice es de 74 en el blanco, 77 en el VIII. Esqueleto de la mano


amarillo, 78 en el negro (con 77,5 entre los pigmeos, 77,6 en 105
veddas, 77,E entre los bosquimanos y 78,1 en los negritos). Ha sido estudiado por Sarasin en las diversas razas huma-
Cuante más largo es el radio más se acerca a las características las. Es interesante analizar el largo y el ancho de los huesos
~imiescas, p rque entre los monos antropoides la desigualdad entre ,le! carpo en relación con el largo de! tercer metacarpiano.
el bnzo y el antebrazo disminuye. En el orangután el largo del radio
y del húme: o son práctiCamente iguales. El indice de longitud da lugar a esta clasificación:
carpos cortos (microcarpo): negros, negrillos, negritos;
carpos medianos (mesocarpo): bosquimanos, hotentotes, ftl~·
VII. El cúbito ~nos;
carpos largos (macIOcarpo): polinesios, mongoles, esquimales,
Su lo, 19itud maJoma va desde el olécranon a la punta ,!uropeos.
El Índice de anchura ofrece resultados equivalentes:
de ~a apó' isis estiloides. La longitud fisiológica está com- carpos estrechos (estenocarpo): negros, negrillos, negritos;
preLdicla ([ltre e! punto más bajo de la cresta mediana y carpos medianos (metriocarpo): melanesios, australianos, fuc-
superior d, la apófisis coronoides y la superficie articular suinos;
inferior de este hueso. carpos anchos (euriocarpo): mongoles 1 esquimales, hotentotes,
~uropeos.
La ci cunferencia mínima se mide alrededor del terc.io
inferior d, hueso.

66
67
IX. El hueso coxal lndice isquio-pnbiano:

Es fácil compre nder que la complicada anatom ía de este longitud del pubis X 100'
hues:> haya dado lugar a gran cantida d de mediciones. He longitud del isquion
aquí las principales:
altura total, la compre ndida entre la cúspide de la crest, Tiene un e;xecelente valor sexual. Es de 8 3,5 para el hombre blanco
y d e 99,5 para la mujer blanca.
ilíaca) ' el punto de mayor declive del isquion;
. ancho del ala ilíaca, la que une las dos espinas ilíaca: índice de altllra de la pelvis:
superiores (anteri or y superio r);
altura de la pelvis X 100
anchura máxim a de la pelvis, la inea que une los do:,
bordes externos de las crestas ilíacas; anchura de.la pelvis

lnd1'ce del canal superior:


índice de a1lchura coxal:
ancbo ciel ala ilíaca X 100 diámetr o sagital del canal superior X 100

altura diámetr o transversal

el cual, según Topina rd da las siguientes cifras:


que brinda cifras comprendidas entre 70 y 74; es elevado e1
el blanco. HOIn:bres !VIujeres
Europeos ...... ...... ... . 80
Según Olivier, las otras medicio nes de los tres element os dl·l ....... , -, . : . - .
Melana ·african os "., ..............
79
" . " .. 89 81
lmeso coxal son: 1
al.tura del ilion se ton~a desde la cúspide de la cresta ilíaca ha-;-
:.o Índice ilic-pelviano:
ta el punto cotiloide o hasta la parte lateral del diámetr o transver
del canal superior , sobre la linea arquead a;
longitud del isqui01t¡ la distanci a en línea recta entre el pun-o diámetro transverso del canal superior X 100
A y el punto donde el eje del isquion cruza su tuberosidad; extJc- anchura de la pelvis
longitud del pubis, la que va desde el punto A hasta la '!
midad superior de la carilla sinfisiaria del pubis. fndice general pelviano:
El canal superior ofrece dos medidas : el diámetro transver~o,
'distancia máxima entre las líneas arquead as, y el diámetr
o sa._;i-
y
anchura total de la pelvis X 100
.tal, distancia mínima entre los puntos medios del borde anterior
del sacro, y el punto medio de la cara posterio r de la si n- altura total
superior
fisis pubiana .
Estas medidas , a menudo un tanto complicadas, permite n cal! u· con las cifras de T opinard :
~ar gran número de índíce.~:
Hombre s Mujeres
índice de anchllra del ilion: Europeo s ...... ...... .... " .. ....... ... . 126,9 136,9
Melano -african os
121,3 134,2
ancho del ala ilíaca X 100
Negros de Oceaní~'::::::::::::::::: 122,7 129
altura del ilion.
Este índice muestra que 1a pelVIS' d I '
ella que la de lo bl e os negros es mas estre-
Los tres element os del hueso coxal se unen en el punto ¡
1 d 1 s ancas, sea cual fuere el sexo. Encontr amos más
ac,'o'l,'
de Schultz, situado en el encuent ro de la superfic ie articula
~ y 1: a e an] te otros detalles de este hueso al estudiar su díferenci
sCJ.."Ua •
\c:
prolong ación inFerior del borde anterior del hueso. Se nota titiá--'rnl
ca articula r a este nivel.

.fU!
69
X. El fémm ¡nilica la saliente de la línea áspera y facilita la siguiente clasifi-
caci6n:
La longitud sc mide en poslclOn fisiológica. Es la pero ~

pendicular que une dos planos paralelos: el inferior esti " PHastru
repr,esentado por los dos cóndilos apoyados sobre una plan Nula ........ x a 100
Débil ..... ....... 100 a 109,9
chuela, y el superior es el que pasa por la cúspide de 1, Mediana .... , .. .......... 110 a 119,9
cabeza femoral. Según Pearson, se puede obtener rebajandc Fuerte ... . ............... 120 a
algunos milímetros de la longitud total: 3,2 mm en el hom "
bre y 3 mm en la mujer. El perímetro, medido en la part' Los negros y los blancos son equivalentes 007,6 a 107,9).
Sauter da las siguientes cifras: tiroleses, 105; alpinos, 100; neolí-
media del hueso, permite estudiar el Índice de robustez: ticos de Suiza, 104,2; burgunc.1ios, 112,7.
perímetro X 100 3) Índice de platimeria: se construye con los diámetros ántero-
posterior y transverso tomados sobre el trocánter meDor:
longitud fisiológica
diámetro .lutero-posterior X IDO
que es de alrededor de 20 para la raza blanca.
diámetro transverso
Los diámetros de la parte media del hueso proporcionan e.
clasifica los fémures en;
diám'~tro ántero~posterior máximo y el diámetro transversal, perpen·
dícuhr al anterior. Se puede medir también la anchura máxima df hiperplatimeria ............ . x a 75
la cabeza femoral y la del cuello femoral. platimeria ................ . 75 a 84,9
El eje del cuello va desde el medio de la cabeza femoral a eurimeria ................ . 85 a 99,9
gran trocánter. El eje del cuerpo femoral se determina mediante Uf estenomeria ... _ .. , ........ . 100 a x
hilo ,~xtendido entre el punto medio superior de la diáfisis y el cen·
tro ae la fosa intertroc1eana, en la extremidad inferior del hueso Los bosquimanos tienen 80,5, los negros 82,2, los blancos, 85,3.
Estos dos ejes detenninan el ángulo del cuello, ángulo de inc1inaciór El aspecto general del fémur ha sido estudiado en la tesis de Bello
o ánt,rulo colo-diafisiario. y 'Rodríguez, quien distingue tres tipos:
El ángulo de torsión se toma en vista superior, cuando el ejt! tipo blanco: robustez y cabeza medianamente voluminos8s, con
de la cabeza y del cuello femoral forman un ángulo con el plan<' platirneria nula. El Índice tibio-femoral es medi8no;
posterior de los cóndilos femorales.
tipo negro: fémur grácil} cabeza pequeña y redonda, cuello cor-
to que forma un ángulo ampliamente abierto; el Índice pilástrico es
elevado. La platimeria es nula y el Índice tibio-femoral es elevado;
1..Q8 índice!
tipo japonés: fémur robusto y rechoncho, cabeza vo]umino~a,
alargada en sentido vertical. El cuello es muy largo y fonna un án,..
1) f ndice de robustez:
gula poco abierto con la diMisis, que se redondea en la parte media,
diámetro transversal + diám. ántero-post. X 100 mientras que se advierte una platimeria subtrocantcrian:1. El índice
tibio-femoral es bajo.
longitud fisiológica

Es de 11,8 f':n el neQTO y de 12,5 en el b1anco (Lefrou); sería má!: XI. La tihia
elevado en la raza a~nari11a y en el Hombre de Neanderthal. La longitud lnaX1ll1,-1 se n1ide desde la extremidad del
maléolo hasta el plano ele las superficies articulares ele la
2) índice pilástrico:
extremidad superior, SÜ1 tener en cuent:1 la espina. Los diá-
diámetro ántero~posterior X 100 metros diafisiarios se toman al nivel del agujero nutricio del
diámetro transversal
hueso. El diámetro ántero-posterior máximo se mide a partir
de lo cresta tibial. El diámetro transversal le es perpendicular.

70 71

......
Jlldice cI:émico: La concavidad del sacro exige la medición de la longitud tOma -
da desde la parte anterior del promontorio hasta el vértice del sacro,
diámetro transversal X 100 f) ~uerdaJ y la de la profundidad máxima, es decir, la mayor per-

peúdíc.ular a la línea precedente. Se obtiene así: el índice de CO"neo-


diámetro ántero-posterior ,,¡dad del sacro;
que revela la mayor o menor tendencia al aplastamiento de la tibia: profundidad 0 flecha del sacro X 100
Tibias longitud o cuerda
Muy aplanadas (hipercnemía) ..... . . . . . •...•. . .... x a 54,9
Aplanadas (platicnemia) ...... .. .... . .... • .• .• . . .. 55 a 62,9 Los blancos y los amarillos dan cifras de alrededor de 20,
Poco aplanadas (mesocnemia) .......•. . ....•.. , ... 63 a 69,9 mientras que los negros tienen 15.
Aplan:3mjento nulo (euricnemia) ....•. . ... . •... . .. 70 a x También se puede estudiar el índice de (l1Ich.ttra del sacro o
Í:ndice hiérico:
lndicc cr1lral o tibio-femoral:
anchura máxima X 100
longitud máxima de la tibia X 100
longitud
longitud oblicua del fémur
Este índice será de 90 en los negros, de 100 en los amarillos \'
indica el largo de la pierna en relación con el muslo. Es más .dépi! sob:repasará 110 en los blancos. Los suizos actuales tienen 113; lós
en las razas blancas y amarillas que en la negra. Topinard ha daclc burgundios, 112,4; los neolíticos suizos, 111, y, por último, los ahl~
una relación tibio-femoral de 67,5 para los annamitas; 76, los ainus: manes, llO.
76,9, australianos; 80, europeos; 81,8, indígenas de las islas Anda· El estudío de la basHlidad del sacro se funda en la posición de
manes; 83,5, bosquimanos, y 84,3 para los tasmanios. En prehisto- la cara , superior de la primera vértebra sacra en relaci6n con el nivel
ria, los mesolíticos de Téviec dan 83,4; el Hombre de Afalou, 84,1. de las aletas. Si 14S 1" está al nivel de Jas aletas, el sacro es homo-
, El plano de la cara tibial interna forma con la perpendiculaJ basal. Si "SI" está por encima, es hipobasal. En cambio, si las ale-
al eje anatómico de la tibia un :ángulo de retroversión. En cambio, tas dominan "S] ", es hiperbasal. La forma más primitiva parece S'er
delimita el ángulo de inc1in<lción con la perpendicular al eje mecá· la hipobasal; la hiperbasalidad es el patrimonio de la raza blanca
nico, que pasa por los centros de las extremidades articulares sup~' masculina; la homobasalidad, el de la raza blanca femenina y de la
ríor e inferior, mientras que el eje anat6mico es dado por e1 eJf negra en general. .
medio de la mitad inferior de la tibia. El áng:llo de retroversión e~
débil ~ntre los europeos ( 10°), pero es marcadamente alto entre lo~
negros y llega a 20° en el Hombre de Neanderthal. XIII. La rótula
Es importante establecer la platienemia: parece nulo er
Como el estetnón, este hueso es poco estudiado. No obstante,
la raza blanca, que tiene un promedio de 71,4, así como en L Martin ha propuesto el estudio del índice rotalúmo;
neora (72,3). No obstante, la platienemia es clara en Jas raza:·
ne~lítieas, en particular de la Ardeehe (62). Existe tambiér altura X 100
entre los hotentotes y los bosquimanos. La platicnemia, frc anchura
cuente en la prehistoria, no desaparece prácticamente sino ~
partir de nuestra era.
que da una media de 97,5 para los europeos. MUe. Kaufmann pro··
pone la re1ación inversa:
anch ura X 100
XII. El sa~n ,
altura
Su longitud abarca desde el borde anterior de Ja primer: ;
vértebra sacra o promontorio hasta eJ centro del bórde ante con lo cual los índices son de 101,1 a 102,2. Según Sauter, los bur-
gundios teman 103,4.
riar de la quinta vértebra sacra. La anchura máxima se ..tom;
en lo alto, al nivel de las aletas.
73
72
El índice de anchura:
XIV. El astrágal(J anchura X 100

Su lonaitud puede ser máxima e incluir entonces el longitud máxima


wbérculo ~sterior. Pero el largo de este hueso puede part~I varía, según la anchura utilizada por los autores (mínima, mediana
del surco del f1exor largo del dedo gordo hasta el punto ma, o máxima), de 34 a 53 para las razas blancas. Conviene, por 10
anterior de la supc.rficíe articular -anterior. tanto, indicar siempre el método empleado. El índice de altura se
calcula dividiendo la altura mínima por cien por el largo rnáximo.
El ancho se mide estando el hueso apoyado de plano; es la dis- En la raza blanca oscila alrededor de 53.
tanci::.. máxima en proyección entre la cara lat~ral externa e i~tern~i La longitud del calcáneo indica por su alargamiento una ma-
medida en el plano transversal (Olivier). Tambié? se pu~den medll yor prominencia del talón. El del negro es netamente más largo que
sobre esta línea los anchos respectivos de las canllas artlculares del el del blanco Cde 7 a 5, según Marey).
maléclo externo e interno.

El índice de ctnchllra del ast.rágalo: XVI. Caracteres sexuales del


esqueleto poscraneano
anchura X· 100
!Las diferencias sexuales se hacen notar, sobre todo, en
longitud la pelvis y en el atlas. En los otros huesos es interesante seña-
lar algunos caracteres métricos o ponderables. Se los resumirá
da, p:ua las razas actuales, cifras comprendidas entre ?S y 80. Lm en un cuadro al final de este parágrafo.
burgr,ndios de Sauter han dado 76,3; los alamanes teman 81. En el
Hombre de Neanderthal el astrágalo era particulannente corto, aIte La clavícula es más voluminosa, más maciza y encurvada en
y ane:ho, con Índice de anchura que podía llegar hasta 92. el hombre. Estas diferencias son todavía más acentuadas en los trn-
La altura del astrágalo es la distancia entre la garganta de la bajadores manuales, con pectorales y deltoideos desarrollados.
téóclel y el plano sobre el cual el hueso está apoyado de plano. Con El estern6n. Sí la altura del manubrio es la misma en los dos
ella se obtiene el tndice ele aIt.m·a: sexos, en el hombre el cuerpo del esternón es al menos dos veces
el largo del manubrio, mientras que en la mujer, éste sobrepasa la
altura X 100 mitad del largo del cuerpo.
longitud El húmero y el omóplato presentan pocas diferencias entre los
dos sexos si se dejan de lado su peso y talla. Para el radio, la asi-
(burgundios, 59,8; alamanes, 50,1; Hombre de Neandert?aI¡ 61). metría con predominio del lado deredlO, que es muy neta en el
El ángulo de declinación comprendido entre los ejes d~ la hombre (puede llegar hasta 28 nun) , desciende en promedio a 19
trócle 1 y de la cabeza es de 1 7° e~ la raza blanca y co~e5pon.de. <1 eu la mujer. Se encontrarán estas mismas tendencias a la igualdad
un Ji e cóncavo. Es de más de 20 en los negros. Vall0l5 ha l11~lS: femenina al nivel del cúbito. El sacro presenta una hipobasalidad
rido ~:obre el valor de la desviación de la cabeza del astrágalo en en la mujer, mientras que In hiperbasalidad aparece cn el sexo mas-
el Hombre de Neanderthal, y hace notar una separación del deelc culino,
~ordo en relación con los otros dedos.
.:c"
los índices femorales pueden ofrecer variaciones sexuales valío-
sas. El índice de robustez ele la diáfisis femoral es más elevado en el
hombre: 12,40 contra 12,01. El índice de robustez de la cabeza
XV. El calcáneo femoral presenta las mismas variaciones (21,27 contra 19,93), así
como también el índice pilástrico (107,57 contra 106,70). En cam-
La lonoitud está comprendida entre el punto más salien· bio, la platimeria es más pronunciada en la mujer. La relación entre
te del l1Ues~ hacia adelante y hacia atrás, siguiendo el gran la longitud del cuello y la longitud total del fémur j)arecc tener un
buen valor sexual: es de 17,43 en el hombre y ce 16,66 en 18
eje e.e1 hueso. El ancho mínimo se toma por detras de la, mUJer.
superficies articulares. Igualmente se puede estudIar el anche En lo que concierne a la tibia, el índice cnémico es mayor en
máximo, la altlu8 111ínima, medida también por detrás de ..·la~ el hombre que en la mujer: 71,65 contra 70,77.
carillas articulares.

74
l. EL ATLAS. Especialmente al nivel de la primer"\ vér- los· arcos puhianos forman un ángulo abierto en su parte supe-
tebra c·"vical es donde las diferencias sexuales aparecen con rior (110 0 en la mujer contra solo 70° en el hombre);
,_ las cavidades cotiloideas son más separadas entre sí en la mu-
mayor claridad. Ella fue calificada por Baudoin como "la ier l lo que importa una mayor oblicuidad de los fémures;
vértebra sexual por excelencia". Pero estas variaciones recaen - la gran escotadttra ciática es mucho más abierta en la mUJer.
en particular sobre la anchura y muy en especial sobre las La perpendicular llevada al borde de la espina il~aca poslerior. e
apófisis transversas, que en el hombre tienen 18 mm, como inferior, en el reborde inferior de la escotadura, medlda en la mUjer
blanca da 50,7 coma promedio (de 41 a 67). Para el hombre es
promec'io, contra solo 13 en la mujer. Además, en elsex"
de 41,4 (de 30 aSO, Sauter).
femeniDO, las crestas y salientes óseas son casi jnexistentes, El mismo autor ha propuesto el estudio de la anchura cótilo-
en tanto que en el hombre son aplastadas, con una cara ·ántc- ciática, dimensión que va perpendicularmente desde el reborde del
ro-superior rugosa, donde se insertan los músculos de la nuca
y del omóplato, )' con una cara póstero-superior cavad':i en
forma de fosa.
El índice sexual de Battdoillí
anchura del atlas - anchura del canal raquídeo
anchura del atlas

muestra claramente las variaciones sexuales que, además, serán ~Il~


fluidas por la estatura del sujeto pues el cráneo aumenta en función
de ésta y trae como consecuencia músculos más robustos e insercio-
nes más marcadas para sostener la cabeza. El modo de vida inf1l:lirá
también en estas variaciones y es interesante subrayar que en los FrG. 14. Comparación de la pelvis femenina (izq.) y la pelvis mas-
pueblos primitivos donde hombres y mujeres realizan un trabajo culina (der.).
semejan-::e y penoso, las diferenci8s sc),."Uales al nivel del atlas dismi-
nuyen de manera notable. Es el caso de los hotentotes, oosqtiima1.10s,
griquas y japoneses de] pueblo (Germaíne Duparc). acctabulum hasta el punto medio de la depresión inferior de la gran
esc;otadura ciática. El promedio es de 38,6 mm en el hombre (33 a
2. LA PELvrs. La tesis de Verneau es siempre válida 48) y de 33,4 en la mujer (26 a 40).
Fara la, características del hueso coxal. En general, la peh~s El índice cótilo-ciático es igualmente válido:
masculina es más alta)' menos ancha que la de la mujer.
Los detalles que marcan esta diferencia son muchos (ver anchura cótila-ciática X 100
fig. 14): abertura de la escotadura 2

las fosas ilíacas internas son más anchas, más abiertas y más Para el blanco este índice es de 107,5 (83 a 127) en el hombre y
incIinad3s hacia afuera en la mujer; de 1527 en 1; mujer (125 a 209). Como lo seüala Olivier, la uti-
las crestas iHacas son menos sinuosas que las del hombre, más lizacíól; conjunta de los :índices isquio-pubiano y cótilo-ciático debe-
contorneadas en S; ría permitir un 98 % de detemünación exacta del sexo.
La altllra total del coxal da una diferencia sexual de 20 % en
el ángulo sacro-vertebm1. es más pronunciado y más saliente ha-
favor del hombre. El índice de anchura coxal es más alto en la
cia adelante en la mujer; en cambio, la curvatura del sacro no es mujer, pero la diferencia disminuye en las razas infeliores. El índ.ice
pronunciada; de altura de la pelvis es de 79 en el hombre y de 74 en la mUJer.
la peh>is menor es más espaciosa fOil la mujer, quien tiene, por
el contr:Hio, una slnfisis púbica menos elevada (45 mm contra 50 2 Medida en el borde inferior de la espina ilíaca posterior e
en el hombre); en cuanto al cuerpo del pubis, en el sexo feme'-
nino es más ancho y con las espinas separadas; infetior.

77
76
Agreguemos a estas caracte~sticas c,l hecho de ~ue los hues?s
elviant)s masculinos son en cODJunto mas grue:~s, Imentras q~e. en
I h mujer son delgados, finos y, a veces, las alas IImcas son trasluCIdas
XVIII. La talla según el esqueleto
La apreciación de la talla a partir de un esqueleto entero incum-
y aun :~Iforadas.
be 'ya raramente a la antropología médico-Iegal, que se ocupa por lo
.'omún de restos óseos recientes. Cuando nos ocupamos de esqueletos
1111 poco antiguos faltan casi siempre una o más piezas 6seas. Si se tiene
XVII. Caracteres métricos y ponderable. );1 Sllt:rte de contar con todo~ los huesos, se podrá emplear el método
del esqueleto poscrancano :le Fully y Pineau, que agrega a la talla esquelética: 108 ± 2,05 cm
para compensar la ausencia de las partes bJandas y de Jas curvaturas
~aquídcas.
---_._---,-------,------,--_ .. ----
Longitud
I La talla del esqueleto se establece mediante la suma ele la.::
;iguicntes medidas: altura basio-bregmátca, altura del raquis, largo
en mm Peso fresco Peso seco-
Jd fémur en posición, largo de la tibia desde la extremidad superior
II maléolo y, por último, altura· eJe] Bstrágalo y del calcáneo embu-
MI H MI H
idos. Para la altura del raquis, Olivier aconseja medir el axis desde
a cúspide del diente hasta su pico inferior, de no tener en cuenta el
.Itlas, pero tomar la altura de la primera vértebra sacra. Este método
Clavícltla ?crmitc una excelente apreciación de la talla del esqueleto, aunque
Longitud máx. 138 150 36 18 ·!n la mayor parte de los casos nos veremos forzados a establecerla a
:)artír de los huesos largos, más resistentes que los otros, mediante
Anchura ext. 30,5 25,5 4livcrsas tablas métricas (Etiel1ne Rol1et, Manouvrier, Pearson).
Esternón En Francia, la tabla de Manouvrier parece ser la más frecuentt'-
mente utilizada, aunque acarrea errores que pueden llegar hasta 4
Longitud del cuetpo 10,3 Jl 4i 5 cm.
Omóplato
Altura 144 157 38,5 61,5 XIX. Determinación de la talla
Longitud de la espina 128 141 por la tabla de ManouYri~r
Húmero 280 330 98 136 73 100 (Esta tabla se entiende únicamente para la raza blanca)
HOMIl.RES
Radio 215 250 31 44 24 34,5 Húmero Radio Cúbito Talla Fénulr Tibia Peroné
Cúbito 295 213 227 1,530 392
298 319 318
230 265 40,5 54 31,5 4'J,5 216 231 1,552 398 324 323
Longitud máx. 302 219 235 1,571 404 330 328
Longitud fisiol. 205 240 306 222 239 1,590 410 335 333
309 225 243 1,605 416
Atlas 340 338
313 229 246 1,625 422 346
Diám. transo máx. 70 80 6,8 9 316 344
232 249 1,634 428 351 349
320 236 253 1,644 434
A\.-is
324 357 353
239 257 1,654 440 362 358
Diám. transo máx. 40,5 60 8 10 328 243 260 1,666 446 368 363
336 249
Fémur
Longitud lisiol. 398 460 270 1375
I209 291
340 252
266
270
1,686
1,697
460
467
378
383
373
378
344 255 273 1,716 475
348 389 383
258 276 1,730 482 394
352 388
Tibia
Longitud máx. 320 380
156 234
I1116 174 356
261
264
280
283
1,754
1,767
490
497
400
405
393
398
70 125 360 267 287 1,785 504
Sacro_ _ _ _ _ _-'--_----'-_ _ ;__----'_ _ ~ _ _ _L." 364 270 290 1,812 512
410
415
403
408
368 273 293 1,830 519 420 413
78
79
MUJERES
CAPÍTULO IV

263 193 203 1,400 363 284 283


26E· 195 206 1,420 368 289 288 LA ESTATURA, LA CORPULENCIA
270 197 209 1,440 373 294 293 Y LAS IVIEDICIONES SEGMENTARlAS
273 199 212 1,455 378 299 298
276 201 215 1,470 383 304 303
27~' 203 2\7 1,480 388 309 307
28;; 205 219 1,497 393 314 311
28: 207 222 1,513 398 319 316
289 209 225 1,528 403 324 320
292 211 228 1,543 408 329 325
297 214 231 1,556 415 334 330 l. La cslatura
302 218 235 1,568 422 340 336
30:' 222 239 1,582 429 346 341 Una vez alcanzado el m3X.llno de su crecimiento, la estatura
313 226 243 1,595 436 352 346 -que es la altura del hombre de pie- es un carácter antropológico
313 230 247 1,612 443 358 351 propio de la raza humana.
32'1 234 251 1,63() 450 364 356 El má.'rimo de crecimiento se nlcanza hacia los 25 años; después
329 238 255 1,650 457 370 361 la estatura permanece constante durante 25 años para el hombre y
33-1 242 258 1,670 464 376 366 20 para la mujer; posteriormente disminuye como consecuencia del
339 246 26\ 1,692 471 382 371 aplastamiento del arco plantar, de los cartílagos intervertebrales y por
34+ 250 264 1,715 478 388 376 disminución del ángulo femoral. De esta m,mcm se pierde de 2 a
3 cm en la vejez. La mayor parte de las estadísticas se basan en 1<l·
talla de los reclutas en el Consejo de Revisión, por consiguiente;
en hombres de 21 años. Inicialmente h<ly, por lo tanto, una posibi-
lidad ele error pues no han finalizado la etapa de crecimicntc. Ade-
más, para obtener estadísticas válidas conviene eliminar los extremos
patológicos:. enanismo (por debajo de 1.25 m) y gigantismo (más
de 2 m).
El promedio de la talla humana es de 1,65 m; la de los fran-
c~es, estudiada en medio millón de sujetos, dio 1,646 m. La c1asi-
fictlc~ón simplificada de H. V .. ValIois se distribuye de la siguiente
manera:
l. Estatura elevada o hipsisomia: 1,70 a 1,99;
2. Estatura mediana o mesosomia: 1,60 a 1,699; $e puede di-
vidir en dos categorías: sobre mediana, ele 1,65 a 1,699; Laja mediana,
de 1,60 a 1,649;
3, Estatura pequeña o ctlmaesomia: de. 1,25 a 1,599.

1, LA TALLA DE LOS HOI\UmES PH.EHISTÓRlCOS. El Hombre ele


N~<mderthal era de reducida estnturn 0,54 para el Hombre de La
Chapelle-aux-Saints). Los esqueletos ele la Fémssie permite.n estimar
l. talla del hombre en 1,60 y la de la mujer en 1,45.
En cambio, el invasor de la época del reno -el Hombre de
CroOlagnon- tenía una taHa notoriamente superior al promedio de la
hum<lnidad actual (1,85 a 2,05 111 seoún Rivicre; 1,87 de promedio
!icgún Verneau). ¡:,

La raza negroide de Grimaldi ha dado 1,60 111 p::lra la mujer


vic.ia y 1,56 para el adolescente. El Hombre de Chancebde lubrÍa

81
80
....
contrario, los polinesios, que se diferencian por muchos caracteres
sido el más pequeño de los hombres del Paleolítico superior: Tcstut de otras razas del mundo oceánico, son de alta talla (1,72 m).
estima su estatura en 1,50 m. Alrededor de esa cifra se ubictm los
:-/ 4 9 Las razas melallo·africanas: la subraza sudanesa sobrepasa
mesolíticos de Tévíec. generalmente el ],70 m, con tallas marcadamente elevadas entre los
En el Neolítico la diversidad es grande y R. Riquet cita entre uolofs y, sob:e todo, los saras (1,80 m). La estatura disminuye en
los tipos humanos que aparecen en esta época de razas de gran talla, la subraza.gu~neana, la cual mide entre 1,64 y 1,68 m. En cambio, la
el tipo atlanto·mediterráneo, el megalítico de Coon y el tipo de la subraza mlótIca alcanz?. las más altas estaturas humanas (l 80 m
cerámi,:a de cuerdas de Coon, en oposición a las pequeñas talJas de de promedio, pudiendo llegar hasta 2 m). '
los tipJS danubiano y de las Baumes Chaudes (1,62 m). A partir Lo~ ba~tú congoleses .son bajo medianos (1,60 a 1,63 m), pero
de este momento nacen las razas nctuales, pero el aumento del mes· los bantu onentales son sobre medianos (l J 67 a 1,69 m). Los negri-
tizaje, la uniformidad del género de vida, ell.-plican la diversidad de llos, con ~,48 m, se acercan a los negritos de las islas Andamanes.
estaturas encontradas actualmente en In humanidad. Los bosqUImanos son, ta~bién pe.queños 0,52 111), en tanto que los
hotentotes llegan al IImlte de baJO medianos O ,60 m).
2.. DISTIUHUCIÓN DE LAS T.\LLAS SECÚN LAS RAZAS. a) Euro- La estatura de las razas de 1'vIadagascar ha sido estudiada por
pa: lo~, europeos son generalmente de ta1la mediana, con islotes bien Pales y. Chippal1x en 1943. El Centro y el Este de la isla (Hova
definieras de pequeñas y grandes tallas: la raza n6rdica es de elevada Y, Betmlsaraka) están poblados por individuos bajo medianos, mien·
estatura 0,73 ro); la europea oriental entra en la categoría de sobre tras que los sakalavos de la costa occidental son sobre medianos.
mediana y, según los lugares, varía entre 1,66 y 1,69 m. En cambio, Pe,ro I~ estatura, como muchos de los caracteres antropométri-
]a raza alpina es de talla bajo mecliana 0,63 a 1,64 m). La diná- c~s, .esta. sUjeta a muchas varia~iones qu.e modifican poco a poco In
rica alcanza a la raza nórdica: de 1,68 a 1,72 m. Los mediterrnncos d.lstnhucIón de las tallas. ConVIene conSIderar rápidamente las varia·
son como los alpinos: talla bajo mediana (1,63). Clones sexuales, diari~s,. y las del crecimiento; pero existen también,
h) Asia Sudoccidental: la raza de Anatolia, que Vallois ha
y s?bre todo, las vanaClOnes en función del medio geográfico y del
SOCIal que encararemos al final de esta obra en un capítulo más
comparado preferentemente con la dinárica, antes que con la alpina, general que trate de las variaciones antropológicas.
ofrece una estatura intermedia comprendida entre 1,65 m y 1,67 Jn.
La raza sudoriental presenta las mismas características. La indo·
afgana, que desempeña un papel importante en la composicl6T1 3. VAruACIONES SEXUALES. Por rcola general la estatura de
l · es un 7 ~
a mUjer o '
YO menor que la del hombre; se puede, entonces,
racial de la India, es de talla elevada (Sik: 1,72 m), en tanto qU(
las otras razas de la India, de piel o~cura, presentan estaturas má: calcular una diferencia media:
moderad¡:¡s (1,62 los melano·indos: 1,55 105 veddas).
12 a 13 cm para las razas hipsisomas;
e) La f(/za amarilla: ] f.1 Asia Transhimaláyica: ofrece tallas mu~ ' lOa 11 cm para las mesosomas;
pequeñas en sus representantes siberianos (vogul, 1,56 m; yacuto$, 9 cm para las camcsomas.
],62 m). Las razas mongólicas dan 1,63 m para Mongolia del Norte;
1,68 ID para Mongolia Central y 1,59 ID para Mongolia del SUJ.
Una estatura todavía menor se encuentra entre indonesios y jape- . . 4. V ~R~ACIONES DIARIAS. El sueco Baalmann estudió las V¡k
!laCIoneS dIanas, que llegan a una diferencia de 2 cm entre el levan-
neses (1,58 m). tarse y las doce horas de vigilia. Es conveniente medir al individuo
2f.1 América: la estatura de los esquimales disminuye del Est~ algunas hora~ ~espués de que se haya levantado. Lo ideal sería efec-
hacia el Ot!ste 0,58 a 1,64 m). En general entran en la categorl:L tuar las medICIones cuatro horas después porque durante ese tiem
de bajo medianos. En cuanto a los amerindios son de talla bastante la disminució~ d~ la talla es regular, l~egose acelera durante k
elevada (Pacífico Norte, 1,67 m; Atlántico Norte, 1,70·1,72 m). Le:- cuatro h~ras slgmentes para retornar una caída paralela a la de las
iDdio~; Pampas son los más altos pues miden de 1,68 a 1,80 m. E.'l cuatro pIlI?eras horas. Durante el sueño, en cambio, la recuperación
oposici6n, la raza sudpadfica cae por debajo de 1,60 m, así como es progreSIVa y regular.
los indios sudatlánticos, que oscilan entre 1,55 a 1,60 m, y t>l.lll ·
bién los indios paleo-americanos. 5. V ABlACIONES EN EL CRECIMIENTO. La irreoulmidad duran·
30 La raza (le Oce{mifl JI de Asia. SHdhimaláyica: son en gcn'.~­ te el crecimi<:nto es una regla zoo16gica general. Du:;nte la infancia
tal, de tnlla pequeña. Los negritos son conocidos por su escasa estatu"a y adolescenCIa humanas existen períodos mucho más activos que
0,47 a 1,50) y entran en la categoría de los pigmeos. Los protl- otros y que varían según las razas. Los franceses crecen mucho más.
mala:tos son también pequeños (1,55 a 1,60 m), mientras 9,9-...e hs entre los ~iete años y medio y los quince que desde el nacimiento
deutcro-malayos sobrepasan el promedio (1,62 m). La raza 3ustr:·!- hasta los slete años y medio¡ lo inverso se produce en la raza amarilla.
liana :\lcanza 1,65 m, como también ]05 negros de Oceanía. Por el
(peso X 100)
También se encontrarán diferencias en el crecnTIlento según el
sexo g,Je se considere: en el curso de la segunda infancia, las niñas estatura
tienen un impulso de ,crecimiento netamente superior a los varones,
que akanzan con lentitud y las sobrepasan hacia los 13 Ó 15 años. cuyo valor medio está comprendido entre 1 y 1)5 son más- válidos
E,sta d ¡fel'encia sexual cambia también de acuerdo con la raza: por (en ellos, el peso se expresa en kg y la talla en m). En las líneas
ej~mph, en la raza. judía la diferencia a la edad de 12·13 años es que siguen se ven algunos resultados.
notable porque las niñas son extremadamente precoces, al conn:ario
que lo, varones, quienes están atrasados con respecto a otras razas; Hombres j\·Iujeres
Por últlmo, existen también variadones raciales en el creci- Livi Roehrer Livi Roehrer
miento parcial de diferentes segmentos del cuerpo. Los neoros cre-
cen, "Sohre todo, por los miembros inferiores durante la prime~a infan- Europeos ............... . 23,4 1,3 24 1,4
cia, en tanto que los bbncos se desarrollan por el tronco. Lo inverso Negros ................. . 23,2 1,24 23 1,28
sucede durante la segunda infanc:ia.
Se ve con claridad) aunque solo sea a través de las valiaciones Chinos ................. . 22,6 1,16 23,6 1,32
q)Je acabamos de enumerar rápidamente, la complejidad que presen- Bosquimanos 22,1 1 22,4 1,13
ta el f:studio de la talb humana. Pero la influencia del medio geo-
gráfico y de los factores sociales intervienen a su turno v modifican Se comprueba así que la mujer, sea cual fuere la raza, pesa
la estatura, que así se alejB de ]a talla ancestral. ~ relativamente más que el hnmbre y que entre los bosquimanos la
diferencia sexual es reducidd.
El índice de Pignet figura entre los más clásicos y se utiliza
en Francia para el servicio militar. Se obtiene restando de la talla
U. El peso)' los índices de l'obuste, (en cm) la suma del peso (en kg) y el perímetro torácico (en cm)1
medido éste en reposo respiratorio. Pennite clasificar a los hombres
Desde el punto de vista antropológico, el peso prcsent¡: en siete categorías: muy fuertes, hasta 10 19; fuertes, ele 11 a 15,9;
mucho menos interés cluC ~a estatura porque ofrece variZl.cio-· buenos, de 16 a 20,9; medianos, de 21 a 25,9; débiles, de 26 a
nes individuales considerables. Durante el día presenw "aria 30,9; muy débiles, de 3l a 39,5; los muy mediocres a partir de ~6.
done.'; fisiológicas (lue llegan n 2 ];:g de aumento. Lefrou, habiendo observado que algunos negros serían rechazados
con el Índice Pignet, a pesar de tener una constitución apta tanto
Es evidente que los factore:s sociales 10 influyen poderosamen para el trabajo civil corno para el servicio militar l modificó el índice
te, sea por el trabajo .o, sobre todo, por la alimentación. El pese' para los individuos de tronco corto y piernas largas. El índice de
vada ':ambié.n con la edad. Aur:lf!nta hasta cerca de los treinta año~. Lefrou es: 1 = (perímetro torácico + peso) - talla sentado.
y se €-stabiliza durante la edad adulta. En la mujer aumenta a me· En realidad, estos índices que estudian más la corpulencia que
nudo después del silencio hormonal de la menopausia. Además e:tis· la robustez de un sujeto deben ser utilizados con prudencia, sobre
ten v.8daciones raciales: los europeos tienen un peso medio de 65 kg todo para los individuos de gran estatura, relativamente menos pesa-
norma en la que entra el francés, que oscila entre 60 y 70 kg. Lr dos y a menudo con capacidad torácica menor que la de un indivi-
francesa de la misma edad pesa l como promedio, 56 kg. Las otta~. du.o de talla mediana.
razas prácticamente tienen siempre un peso inferior a la bIancl
(NegIOs del África Ecuatorial Francesa, 59; chinos, 50; bosquima
nos, 40). IlI. Las mediciones segmentarías
lV[llchos Índices ponderales h,lll sido propuestos a los antropó
~ogos. El más conocido es e] ~c Broca: peso (en kg) = talla (en cm:
-- lOO. l\'lág wrde aparece el -índice ele Quételet, que intenta como
l. LA TALLA SENTADO. De muchos modos distintos se
parar directamente el pe:.o y 1::1 estatura, es decir, un valor cúbic(1 puede tomar la talla del hombre sentado, pero la más corrien-
y uno lineal. En la práctiCi.l 110 se utiliza. En cambio, los Índice~, te es la que utiliza un taburete de 30 cm para las pequeñas
de Livi estaturas y de 40 cm para las grandes, a fin de que el sujeto
(1 = P X 1000) descanse convenientemente sobre los iSlluiones. La columna
vertebral debe enduezarse al máximo; .las piernas deben estar
est<ltura
verticales y los muslos perfectamente horizontales.
que oscilan entre 20 y 25, Y el ele Roehrer
85
R4
También se puede estudiar el índice de longitud del brazo:
Esta medición permite evaluar el fndice córmico:
longitud del brazo X 100
talla sentado X 100 I=
estatura
estatura
y el índice de lottgitud del- aH febmzo;
q lIe SE'gún Vallois da:
1 = __
lonnitud del antebrazo X 100
0_ _ _ _ _ _ _ _ __

hraquicormios x a 50,9 estatura


metriocormios 51 a 52,9
macrocormios 53 n. x 9.ue son menos interesantes desde el punto de vista racial que el
mdice de longirud del miembro superior en general.
Los negros tienen el bmto más corto (SI) que los blan-
cos (S3). Son los amHl:illos quicnes poseen el busto más laroo. El índice braquial, en cmnbio:
con un Índice de. 54. b .

longitud del antebrazo X 100


2. EL MIEl\'IBno SUP.EHlOIl. Las mediciones del lníem- longitud del brazo
bro superior y de sus diversos segmentos, se toman en posición
de pic, con el miembro superior colgando a lo largo del cuer- es utilizado por los antropólogos porque pone en evid(:llcia la
po. Pr.::;Ferentemente se utilizadl la toesa, pero se podrá usar mayor longitud del antebrazo de los melanodermos alTicanos
también una cinta métrica metálica. en contraste con la brevcdad dd antebrazo de los blancos.

La longitud 'fatal- del vra::.o $l! mide desde el centro del acro- El ancho de la mano puede compararse con su longitud para
TIlion hasta el extremo del dedo mayor (en oeneral sobre el miembro establecer el índice ele la mano, que es ancha y corta en los blancos
izquierdo, más peguei10 en 1 cm que el d:recho). y en los amarillos, larga y estrecha en los negros. (El rmcho de la
La longitud del lJ1"GZO se mide desde el centro del acromion mano se mide del costado izquierdo entre 13s cabezas del segundo y
hasta la interlínea radio-humeralj la longitud de.l antebrazo, desde la quinto metacarpianos.)
interlínea precedente hasta la cúspide del estiloide radial. Finalmen- Por último, la medida de la gran enverga~h,ra) dislanciJ. com-
te, la longit1ld de la memo va desde el cstiloide radial a la extremi- prendida entre las extremida.des distales d~ los dedos mayor~s: estan:
dad del dedo mayor. do los brazos en cruz y estnctClmente honzontales, no se tItlhza caSl
Gracias a estas mediciones se puede estudiar el índice de 7011-- nunca. Si es teóricamente igual a la talla, presenta muchas mús va-
git1td del miembro superior: riaciones individuales que raciales y pierde así tma gnm parte de
su interés.
longitud en cm del m. s. X 100
estatura en cm 3. EL i\UEi\1BRO lNrElllon. Su lnedición total ofrece
mús dificultades que la del miembro superior pore¡ uc el pun-
que permite obtener la~ tres divisiones siguientes: to de referencia de su extreu10 superior, es decir) la cabeza
femor:ll, es un poco imp.recisa en el ser vivo. Entre los mu-
lVliembro superior
chos lnétodos propuestos se puede elegir el g uc toma como
Corto ..................... . x a 44,9
Mediano .................. .
referencia la espina ilíaca (¡ntero-superior CElAS), cluC ofre-
45 a 46,9
Largo .............. . 47 a x ce menos posibilidad de error 'l"c la búsqueda del borde
superior del 9Tan trocánter o dd pubis. Se medirú el miem-
Los amarillos y los blancos tienen generalmente un miembro bro izquierdo~ generalmente un Clll más largo llue el derecho.
superior corto. Los negros 10 tienen n1ediano o largo. Por otra part~,
sea cual fuere la raza, el .Índice remenino es inferior en una unichíd
al Índice masculino.
87
86
de la :)~D~~di~áa~t~U~isivale~lte: la lo~gitud del miembro' inferior de;- que distingue:
la . t 1 ! · sue 0, la longttud del 111-1l5l0 de la EIAS Pies
In '~Il.mea mterna de la rodilla- la Ion itud d '. :1
interlínea de la rodilla hast., 1 " 'd gd I e la. pterna, desde h Estrechos ................ , x a 37,9
ú1 ' < a CUSpl e e ma1é 1 . Medianos ........... ,' ... '. 38 a 40,9
tlm~" ]~ alt1/fa del pie, desde el maléolo interno hOa~tal~~ernol y, por Largos •....•..•.•. ,.", .. " 41 a x
con e, pIe no medido a o aclo 1 b sue 0, per,)
la
retracción. Se podrá tam~é~ lrecti~ s?o,~ei la punta. en posición d,:
1
poste::rior del calcáneo hasta la' extremida! ~~d e1 ple, desde la car.!
de otr'l dedo, si éste fuera más largo nlle el lst~ del)dedo gordo el'
Pero el estudio del pie es interesante sobre todo por su
superficie de 'apoyo, en la que Chippaux ha insistido particu-
< -1 pnmero .
lamlente. La huella tomada ,sobre una hoja blanca, por medio
El índice de longttu
' d d el miembro inferior: de ,una solución de mercurio-cromo con la cual se pinta la
planta del pie, se completa con el contorno del pie, dibujado
longitud e1el m. i. >; 100 con un lápiz plano que se lleva por todo su borde. La huella
estatura plantar distingue tres categorías (fig. 15):
pennit(· dh'idir:

Los miembros lnferiores en


Cortos ." .. ,.
M cli " " " " " " " x a 54,9
La~go~n~s. , ~ : : : : : ' , . -' .. , ..... . 55 a 56,9
, .. ...
, ,., .. 57 a x
j

Fra, 15. Las huellas plantares.


De ·iUJ.' a de.r.: pie cóncavo; pie cóncavo normal de la raza blanca; pie
plano de ler. grado; pie plano de 2 9 grado; pie plano de 3er. grado.

longitud de la pierna X 100


longitud del IDmlo tipo 1: pie cóncavo, que se apoya sobre las cabezas metatarsi¡-¡-
nas y el calcáneo y deja UD vacío completo en el centro;
es elevado en el ne5,!IO, mediano "'11 el 1 tipo 2: pie Hormal (para la raza blanca), en el cual los dos
~ ,amarí lo y débil en el blanco;
apoyos precedentes se unen sobre el borde externo del pie por una
El índice de lon.gitud del pie: banda más o menos ancha, que no alcanza la mitad del ancho de la
proyección del pie en su parte más retraída;
longitud del pie X 100 tipo 3: pie plano: a) de ler. grado, en el cual el apoyo externo
estatura del pie sobrepasa la mitad de su ancho; b) ele 2do. grado, donde
toda la planta reposa sobre el suelo; c) de 3er. grado, en el cual
sufre EVlariacihones importantes en relación Con la talla el borde interno del pie, por lo general c6ncavo, es convexo.
anc o del . , . La raza blanca tiene cOIT~entemente un pie nonnal. aunque
tarsianos 19 y SQ ple, 7omprendd,ido en:re las cabezas de 105 meta- puede presentarlo cóncavo o plano del ler, grado fisiológico, pero
, permite estu lar el mdice de longitud del pie: con más frecuencia patológico. La raza amarilla tiene un pie plano
de ler. grado, La negra presenta igualmente un tipo 3 predominante,
anchura.X 100 pero el pie plano de 3er. grado no es raro.
longitud El contorno del pie es ovoide en el blanco, de extremidad án-
tero·intema porque el dedo gordo es prácticamente siempre el más

88 89
largo. El amarillo tiene téUubién esta forma 1 pero C?U extremi CAl'iTU LO V
dad
mterior e interna redondeada pues el dedo gordo esta por lo gene-
ral separado de los otros ( dedo prensil) , mientras ,que el, segundo
dedo es. POI el contrario, el más largo. El negro afncano tIene LA PIEL Y LOS l'ELO S
muy
a menu"do el pie en founa de pala rectangul~I, ~on un ded?
i~al al segundo, en tanto que los neocaledomos tIenen un
g~rdo
pIe tnan-
lar con un vértice medio que corresponde al segundo dedo, .neta-
~ent~ más largo que los otros. Por último, el estudio del perfil del
pie muestra que en los negros es más hundid~ y que su dorso
tiene la acentuación convexa del blanco. Ademas, .el talón del
no
negro
es más saliente hacia ntrás a causa del de!'bocdarntento de la planta.
1. El l'cvestinliento cutáne o
D c todos los canlc teres que disting uen a las raza~ huma-
nas, el color de la piel es, probablemente, el más evidente )'
sobre él reposa la clasificación elemental de los grandes tipos
human os. Su color es debido a un pigmento, la melanina,
que se encuentra en la capa profun da de la epiderm is. Ape-
nas presente en la rrlza blanca, es ligeram ente más densa eil
los amarill os; en los negros, su abundancia produce el color
I110rCno oscuro o negro. Por otra parte, en ellos la melanina
desbor da la capa profun da para invadir otras capas do. la epi-
dermis. T ambién se extiend e en profundidad, en la dermis,
donde se encontrarán células pigmen tadas, los melanáforos .
Además de la melanina existe otro pigmen to, el carote-
'NO, de origen alimen tario, situado en la dermis y en la parte
profunda, pero que solo juega un rol menor en la coloración
cutáne a. Antes de encar~lf las variaciones l·aciales, convien
e
ver rápidamente :las variaciones genera les.

l. VARIAC IONES GENERA LES. En todos los primat es la


cara dorsal es más pigmentada que la ven tral; de igual modo,
la superficie de extensi ón de los miembros es más oscura
que la de flexión . El máxim o de pigmentación se encuentra
a nivel de los mamel ones y de los órganos genital es; el míni-
mo, al nivel de las plantas de los pies y de las palmas de Ins
manos. Para estudiar las variaciones raciales convenclr3 , por
consig uiente, examinar regione s idénticas. Preferentemen te
se compararán la frente, el pecho y las zonas escapulares.
En todas las razas, el hombre es un poco más oscuro que
la mujer, menos rica en lnelanina y más en caroteno. Al nacer,
pese al comienzo de la pigmentación que se produce in utero
desde e! 5 ~ mes, el color es siempre menOS pigment2do que
01 de! adulto. Tal es el caso de los be.bés negros que nacen de

90 91
color rojo ladrillo y que reClen comienzan a oscurecerse al explicar las vanaCloncs raciales es necesario encarar la teoría mono
39 Ó 4" día, al nivel de los mamelones y de la nuca. Llegan a, R<;lligenista.
a ser uniformemente negros al cabo de una semana. ~ La teorJa monogenista. asigna un mismo origen a todos los
hombres, quienes provendrían de una sola p::ueja. ExpliC,-L 185 varia-
2. VARIACIONES RACIALES. La diferenciación del géne- ciones raciales ¡:¡ partir del hecho de que el oscurecimiento progre-
sivo de la piel se observa desde el Norte de Europa hacia el África!
ro humano en tres razas -blanca, amarilla y negra- es vá- Central y de los chinos del Norte a los melancsíos: la piel se oscu-,
lida, poro en ella caben muchos matices que se ha ensayado rece, por consiguiente, a medida que nos acercamos al Ecuadol'.
clasificar por medio de la escala calorimétrica. Hay varios Pero esto resultl\ falso para los indios americanos, los negros del
tipos: desde la de Broca, que propone 37 tintes hasta la de A.O.F., más oscuros que los de A.E.F., o para los lapones, más oscu-
Hintscne (358 matices). En general, diez categorías son sufi- ros que los nórdicos. La teoría poligenista elimina la acción del me-
dio y admite tres razas desde el comienzo.
cientes, como lo preconizó Deniker en alguna oportunidad: En realidad, parece ser que la cuestión es más complcj~ y hao'
3 paIn la raza blanca, 3 para la amarilla y 4 para la negra. brÚl que encarar, con Vallois, la existencia de una pigmentación pIi-.
maria, estable, racial y hereditaria, y otra secundaria debida al me-
a) La raza blanca o leucoderma, que se puede subdividir: dio y que cambia según las razas. Estos dos caracteres hacen qtH;
blanco pálido o blanco sucio: raza del Este europeo; los nórdicos enrojezcan al sol, en tanto que Jos mediterráneos se:
blanco rosado de las razas nórdicas; broncean. Puede ser también que las tres razLls hayan aparecido'
durante un período en el que las mutaciones y las ,'ariaciones se
blanco moreno, que comprende a los dináricos, alpinos, pi:oducían más fácilmente}' que los individuos provistos de una pig-
mediterráneos (más acentuado todavía en los norclafricanos), 1;Ut:;fltación más acentuada hayan resistido mejor la insolación y sobre-
los asi(¡ticos oc~dentales v los insulares. Se acercan a los leu- vIvido"asÍ a e:x:pensas 'ele otros menos adaptados.
codcrmos los aínus, cie;tos polinesios y algunas tribus de
indios americanos. 3. Los ANDXQS DE LA PIEL: LAS GLANDULAS slTDoníPA-
RAs, Juegan un rol importan"te en la regulación térmica y
b) La raza atlUfrilla o xantoderma, que se diferencia en: permiten a los negros soportar los grandes calores, los cuales'
amarillo pálido (queso): en los chinos del Norte; no les impiden efectuar tmbajos rudos. En realidad, los es tu'
amarillo denso (cuero nuevo): en los chinos del Sur, dios han mostrado que los negros no se acaloran luenos sino'
esquimales y una parte de indios americanos; que se refrescan lUcís rápidamente, gracias a un mayur fun-
amarillo oscuro (hoja seca): indonesios, malayos y el cionamiento de sus gLínclulas sudoríparas, que producen por.
resto de los indios americanos. Para las razas blancas y ama· evaporación un enfrimniento más intenso. La densidad ele las
rillas f¡e verifica un oscurecimiento progresivo a medida que glándulas sudoríparas varía en función de la raza. Es débil
se va del Norte al Sur. en los esquimales y en los amarillos, mediana en los europeos
e.intensa en las diversas razas lTopicales. Por otra parte, para-
c) La raza 11egra o mela11oderma, que se subdivide en lelamente a un gran número de glándulas sudoríparas (738
rojiza: los peuls; por mm' para los hindúes contra 558 en los europeos), la
chocolate: melanesios, australianos, melano-hindúes ; piel de los habitantes de las regiones cálidas es muy vascu-
cierto~, nordafricanos; larizada. Una gran cantidad de sangre proveniente de las
muy oscuros; que engloba la mayor ya~te del .Áfric:: regiones profundas, las más cálidas del cuerpo, pasa a la super-
negra: los nilóticos, algunos negros de1 Afnca OCCldenta t ficie para refrescarse, abandonando así muchas calorías en el
Francesa y los insulares de las islas Andamanes. interior.
A menudo se pregunta cuál es 1a causa de estas. variacione.;
raciales. Ciertamente, existe un factor climático indíscunble que S'~ 4. LA l\{ANCHA MONGÓLICA. Es una característica cutá-
basa en el hecho evidente ele que un blanco se broncea al sol y~.que, nea de origen racial y aunque sea temporaria presenta un
a la Jarga, un negro palidece en un país menos soleado. Pero par; I indiscntible interés.

92 93'
prOInedio. Conviene señalar que su frecuencia en las distin-
Se trata de una mancha, de color por lo general pizarro- tas razas es muv variable v alcanza al 77 % entre los andria-
so o negruzco, que se asienta habitualmente en la región nr~;, 36 % en 1ds sakalavns·, 10 % en los bara.
sacra, en el extremo superior del pliegue Ínteglúteo. A veces
gana la región lumbar, en la parte baja de la región glútea. Es interesante destacar que los dos últimos pueblos han
Manchas aniÍlogas se han señalado en el h()mbro, la nuca y sufrido en otro tiempo una importante influencia árabe.
en las .extremidades de los miembros. Su forma es tanto geo- Entre los blancos la mancha lllongólica es muy rara y
lnétrica: triangular o redondeada, como irregular o polícíclica, se ve solo en un 2 ó 3 % de los europeos. Habría dos excep-
pero este caso es más r81:o. El tamaño puede variar entre algu- ciones: entre los portugueses sería frecuente (160 %), lo cual
nos milímetros y la superficie de la palma de una mano. El se explicaría por los grandes mestizajes de los siglos XIII y XIV.
origen de esta mancha se debe a la presencia de células melá- \' entre los turcos, donde oscila entrc el 2 Y 5 %.
nicas, no solo localizadas en la epidermis sino también en las
capas profundas de la dermis (melanocitos). InteTpretaci6n. Deniker crey() que la mancha mong6lica es pro~
pia de la raza amarilla. Pero entre 1920 Y 1940 muchos autores han
El carácter esencial de esta mancha pigmentaria congé- creído discernir allí un carácter propio de la raza oceánica y su exis-
nita e~ el de atenuarse progresivamente y desapareer con tencia en todo el mundo se debería a las repetidas migraciones de
la edad. esta raza. Esta teoría se apoyaba !ambiéll en argumentos culturales.
Pero antropo16gic31l1cnte hablando, parece imposible aceptar esta hi-
Su porcentaje es muy elevado en las poblaciones de raza pótesis porque los negros, los portugueses y los turcos no presentan
mongólica. Se encuentra en un 99 % hasta la edad de un ningún carácter oceánico. Sería necesario buscar su origen en la ana-
año. w Pero a los diez años el porcentaje no es más que del tomía comparada, porque Adachi ha demostrado que entre los gran-
10 %: esta mancha ha sido considerada durante largo tiempo des monos el pigmento está situado en la dermis, mientras que en
COlno el patrimonio exclusivo de la raza mongólica. el hombre lo está en la epidermis, salvo al nivel de la mancha mon-
gólica. Nos inclinaríamos entonces a pensar que el pigmento dérmico
En Jos amarillos de América es un poco menos cons- de esta mancha sería vestigia!.
tante, pero todavía marcadamente frecucnte porque los esqui-
Inales la tienen en un 60 3 80 %; los mexicanos, por su parte, 5. EL ALBINISMO. Es una varülción hereditaria debida
a]canz~1n un 94 % al nacer y todavía, a los dos míos, llegan <)la falta de genes crOlllosómicos de la pigmentación. En los
al 78 %. La frecuencia disminuye a 52 % en los mestizos de blancos, esta anomalía solo es visible cn los ojos JI el sistema
indios y blancos. Entre los blanéos de México existe un 19 %, piloso, pero entre los negros es visible en todo el cuerpo, cuy"
lo cuai representa un porcentaje mucho más elevado que el piel toma un tinte blanco rosado muy particular.
de Europa y señala un indiscutible mestizaje. Su frecuencia en Europa es de 1/10.000 a 1/20.000. En
Entre los negros su descubrimiento fue mucho más tar- África negra es de 1/4.000. Es más corriente entre los indios
dío: se la señaló primeramente en la Costa de Marfil (1920). de América Central: 1/200 a 1/300.
En el Cmnerón, entre los yaundas, su frecuencia alcanza al En África, los albinos son considerados seres anormales
67,7 % de los recién nacidos; en general se encuentra en y puestos al margen de la sociedad: se les prohibe el matIÍ-
el 509ó de toelas jas razas negras CAE.F., 47 %; ubanghi, lllonio. Si la lnedida fuera respetada, se asistiría a una dismi-
60 %), pero en ellas la mancha es muy fugaz y no puede nución del porcentaje de esta anomalía.
verse sino en los recién nacidos porque a los tres días la
En América Central, los albinos son cOlnpletamente ex-
pigmentación general resulta suficiente para disimulada. cluidos de la sociedad)' se los obliga a vivir en pueblos que
Esto explica el descubrimiento tardío ele la mancha les están reservados. Este hecho sorprendió considerablemente
mongólica en los pueblos africanos, donde 10$ niños eran a los exploradores, quienes creyeron encontrar poblaciones de
examinados a la edad de un año () más. raza blanca, a los que se llamó darienos y a los que se consi-
Esta mancha ha sido objeto de una vasta investigaci1;'., deraron en un principio como descendientes de los primeros
en l\1actagascar, doncle fue cl1contr~1da en un 33 %, como
95
94
Se puede concebü un Índice:
blancos que poblaron América. Finalmente, en ciertos casos
el albinismo es incompleto y aparece en manchas, debidas a la r '· arco X 100
falta de pigmentación, en los pies de los negros. torbellino

que es de 81 , 1 para los pigmeos y de 1,1 para los esquimales. Es


II. Los dermatoglifos evidente el interés que tendría el proseguir estos estudios que no han
!'ido aplicados en las razas europeas. En cuanto a las huellas palma~
res, que comprenden los surcos transversales bien conocidos (línea
Son los trazos del relieve de la piel de los dedos y de de la vida, de la cabeza y del corazón), y las crestas papilmes trans-
los pliegues de flexión de la palma de las manos. Desde los versales e íncurvadas que se encuentran generalmente en las bases
estudios de Bertillon, las impresiones digitales son utilizadas digitales, no parecen presentar valiaciones raciales importantes en
en la identificación judicial debido a las grandes diferencias el estado actual de nuestros conocimientos.
que se presentan en los individuos. También tienen un inte-
rés genético y racial porque representan ' variaciones e'~nicas:
susceptibles de compararse paralelamente con otros canlcteres III. Los cahellos y los pelos
(Calton, 1888).
En particular interesan los dibujos de las últimas' falan- Para ciertos antrop610gos (Deniker, 1926), la naturaleza
ges, que generalmente se clasifican en tres categorías: arcos, del cabello ha sido un elemento de clasificación racial. Sin
presilla; y torbellinos. La presilla puede tener dos orientacio- llegar a ese punto, es indiscutiblemente interesante pasar
nes diferentes, según que su base se dirija al lado radial o revista a los principales tipos de cabellera que se pueden
cubital. Este estudio es. en realidad, bastante complejo por- encontrar en la raza humana.
q lle las leyes de la herencia hacen que cada dedo sea · inde-
¡Jendiente de los otros. . l. FORMA DE LOS CABELLOS. Generalmente se distin-
guen tres formas principales (Hg. 16): a) los cabellos lisos
Mme. Leschi )' Mlle. de Lestrange han prescntado resul-
(Iisotricos o leiotricos), que se dividen en dos categorías:
tados interesantes, pero parecería que aún no se han obtenido
de este estudio todos los frutos esperados. En príi1cipio, el cabellos gruesos y rígidos, por lo común largos y clue
arco, CJue es el dibujo más simple, sería el más primitivo; en presentan un carácter dominante con respecto a los flexibles,
general se puede decir que es más frecuente en las mujeres lisos u ondulados. Este tipo es patrimonio de la raza amarilla;
que en los hombres, cualquiera sea la raza considerada. Los además, su corte presentan una secci6n redonda;
negros tienen más arcos que los blancos y los amarillos. La cabellos flexibles y finos, lisos y sedosos, de sección más
presilla es más frecuente entTe los blancos (60 a 70 %) que elíptica, que son los de la raza blanca, pero también aparecen
entre negros y amarillos (40 a 50 %). Entre éstos el torbellino en gran número de representantes de la raza amarilla. Tie-
es común (40 a 50 %), contrariamente a los blancos (20 nen un carácter recesivo con respecto a los cabellos ondulados.
a 30 %). Los cabellos lisos en general pueden alcanzar de 40 a 60 cm
en el hombre y de 65 a 80 cm en la mujer.
Cuando se comparan pohlaciones particulares, se nota que las
diferencias pueden ser más importantes que en los grandes grüpos. b) Los cabellos ondulados, rizados o crespos ( cimotricos):
P. ej.:
cabellos ondulados: tienen sinusidades a todo lo largo,
Arco Presilla Torbellino ~ pero jamás presentan una vuelta completa sobre sí mismos.

Pigmeos eré ........... . 15.9 % 64,4% 19,6%


Se los puede dividir en dos categorías, según scan débilmente
Esqllim<lles de Groenbndill 0,8 % 26,9 % 72,1 %J ondulados (blancos europeos, dejando aparte a la raza nór-
dica) o fuertemente ondulados (blancos de Asia o nordafri-

97
96
tates y bosquimanos, reunidos en peguefios mechones que
C ~ncs"
( 1 .....
Son dominantes en relación con los cabellos lisc~ y
1 . "'sos )7 rectos , 6nza· sJejan entre sí partes lalnpiúas.
finos pero rccesi vos C011 respecto a 05 grll _ ,-
(~los ~ crespo~. Pueden alcanzar 35 cm en el hombre y ) J • La sección de estos cabellos es fu ertemen te apb,tach
Son dominantes con respecto a todos los otros tipos. lo cual
80 en la l11U jer; , . es importante para el diagnóstico de mestizaje. Alcanza 15
c,bellos ,-'¡cados: se rizan normalmente sobre SI mismos cm en los australianos y solo 5 cm en los bosquimanos.
fom1ando un rizo completo en su extremIdad . Son frecue~~te,~
en tre los blancos, pero raros entrE: los negros y 10$ aman o.:
2, IMPLANTACIÓN DE LOS CABELLOS. El ángulo de im-
CC'bc1Jos crespos: se enrollan en vurics rizos de un elent:- plantación del cabello en relación con la superficie cutánea
,..,..,LrO por lo menos. Se encuentran en los blanc?s, T~ ane- varía según las razas. Es de 70° entre los europeos, de 90'
:;.~; (l"avü::b s o negros de la India, etíopes y nublOSo lenen en los amarillos; entre los negros es, a menudo, inferior a 45 o .
~~n 'c~'t-ácter rcccsivo en relación con los cabellos encrespados . Bajo la piel del cuero cabelludo, el cabello nace en un folícu-
-
Por reg1a .::.o0"1',01',1,
.... ~ ",
1',1 sección de los cabellos cimotrieo:; lo que es vertical en la raza blanca y, por el contrario, encor-
vado como la hoja de un sable en el negro. En este caso, el
,
es dÍlJtica.
pelo tendd desde el comienzo una tendencia a la forma circu'
_... ,....." . .........- .- : - - - - - - Re<to y ::rv\}~o
lar )' espiralada. Este carácter no se adquiere sino al cabo de
algunas semanas o meses después dd nacimiento, 10 que ha
_ . - - - -_ ____ liso y ¡il!':' motivado la manifestación de Sarrazin en el sen tido de que
- - - - . . . _ - - ' -........ ' O I;du lCldo la cabellera encrespada debe ser considerada como una adqui-
sición secundaria de la human idad.
0 -.. . . .. '...----- Rizo!.!"
Se ha buscado la explicació!1 de la natlllaleza crespa
del cabello alegando que la piel rle los negros es más gruesa
que la elel blanco y que el cabello se encorva ante la dificul-
tad que tiene para atravesar el cuero cabelludo, Se ha apelado
también al grado higrométrico dd aire. También se puede
pensar en una mutación que haya tenido un carácter domi-
~ En Srono de pill'''!n1co
nante. En todo caso, si se juzga por los pelos de los antropoi-
des que jamás son crespos, la forma primaria de la cabellera
, Los di ferentes tipos de cabellos. humana ha debido ser lisa u ondulada.
F'10, 1b, •
Los cabellos se extienden sobre el triquiOH, que va desde
la parte an terior de la frente hasta el nacimi., nto de la nuca,
) Los cahello, encrespados (ulotricos) . se earacteóz,' n Aparece a la vista después de la caída del cabello porq ue la
e l" - ( menos de 1 cm). Se unC1 piel presenta a su nivel un aspecto diíerente . L os cabellos
pOl: rizos de (ltlmetro pequeno a la
entIe sí pera formar mechones que se parecen un poc~, ' 1~s aparecen desde el nacimiento y desaparecen de modo varia-
1an~1. de cordero. No se ven SInO en la raza ,negra o en re ble por la calvicie, mucho más frecuente en el hombre que
me~ tizos . Se pueden distinguir tres categorHls, en la mujer y entre los civilizados más que entre los primi-
los caueIJos encrespados l.argos, qUe se ven entre los I {\- tivos. Parece ser totalmente desconocida entre los amerindios.
púas en los cuales forman un casca;
3, EL COLOR DE LOS CABELLOS. Se estudia sobre todo
los mhellos encrespaclos cortos de los mebnodermos ;n en los blancos porque los ca bellos de las otras razas son siem-
s>e.neral, en quienes forn1an vellones; /"-' pre castaños o negros, con reducidas variantes. El color depen-
" l.os' c,.,be.l1os en /lO-
,,~ .:;, mHo de pimienta", propios ele los hot{'n-
de de la presencia o au sencia de pigmento negro, rojo y de la sensible, sobre todo, entre los 12 )' 14 afios en los varones
parte hueca que contiene aire. v l~§ 7 )' 10 en las niüas, es decir, en la pubertad .
El pigmento negro se encuentra en ~odos los cab~lIo.s, . En 1931 Conitzer estudió el pigmento roju. S~~ú n la
salvo en los albinos. Es poco denso y repartido en la penfena mezcla de pigmento negro)' rojo se pueden distingui;':
en el caso de los rubios. Es más denso y distribuido a la
los casos en los que la melanina se encuentra en poca
vez ell las zonas profundas y superficiales en los cabellos
cantidad y que producen: los rubios fuego, los rubi"s color
cas tai1 ·JS o negros. zanahoria, los rubias venecianos;
El pigmento rojo es más inconstante y difuso: Final-
men te, la parte hueca se desarrolla con la edad, ranflcand? aquellos casos en los cuales la melanina es un poco fuer-
el pigmento melánico, C?I? 10_ que se !lega al emblanq ueCi- te y que dan: los pardos ébano)' los pardos rojizos:
miento del cabello o caNICIe . Esta es mas precoz en el blanco los casos en los que la melanina es muy fuerte)' produ-
que en el negro, es rara en el amarillo y excepcional en los L:cn los cabellos neboros con reflejos
.
rOJ'izas. Se puede ~1oreO
D b
(lr
amerindios. una cuarta ca tegoría: los pelirrojos, quienes provendrían del
Asia Central, donde quedarían aún trazos diseminados. Pero
Clasificación del tono de los cabellos. A partir de tres ]0 cierto es que el color rojizo no existe en Asia y es incon-
tonos fundamentales: rubio, castaño y pardo, se distinguen cebible que haya desaparecido totalmen te allí donde fue
diez sLlbclases según las tablas cromáticas de Broca, lu~go de originario.
Schultz: 5 rubios, l pelirrojo, 3 pardos, 1 negro. Flsch~r­
Saller propone, por su parte, 32 tonos. La escala .de Mme. Tls- El color de los cabellos está en correlación 110 solo con
serancl·Perrier, más recient~, se limita a 16 matIces: 3 rublOS, el de la piel sino, sobre todo, con el de los ojos: los factores
pardos y rojos san dominantes con respecto a los !libios.
3 cenicientos, 4 castaños y pardos, 3 pelirrojos y 3 negros.
Por regla genero!, la pigmentación roja disminuye de
4. LA PlLOSIDAD. La rilosidad facial y corporal presen-
Norte a Sur. A partir de un punto central s!tuado en Escan-
ta talnbién variaciones raciales. Es marcada en tre los primiti-
dinavia del Norte se constatan bandas concentncas con :
vos y los blancos; en cambio, es moderada o mínima entre
IIna zona de rubios puros; amarillos y negros. Y si a menudo se ha insistido en el
una zon a de rubios y castaños mezclados (dc:jando de aspecto lampiño de ciertos pueblos prímitivos es porque no
lado a los lapones, bávaros y valones, mucho más oscuros); ,e ha tomado en cuenta e.l hecho de las prácticas depilato-
una zona de predominio de los castaños ( Francia); rias, que pueden intensificar este carácter, como es el caso
de los amerindios.
una zona discontinua de las penínsulas mediterráneas, Las razas blancas son, generz: Imente, más o menos vcllu~
dond" domina el pardo can algunos vestigios de rubios; das. En las otras dos razas los pelos del cuerpo aparecen de
una zona d" G' bell os pardos predominantes. manera moderada y localizados en aquellos lugares sometidos
a la acción hormonal y que constituyen los caract·eres sexuale.s
En este esquema general conviene d~stacar bastantes secundarios.
excepciones: en particular, los rubios de Af~ica del Norte
Los diferentes tipos de pilosidad facial y corpotol han
(Kabilia, T ripolitania, guanches de las Cananas), donde 1?,
"ido analizados en los trabajos de Khenllnial1 (1948) y de
kabilias eran ya conocidos por ser rubIOS antes de la II1vaSlOn
Vassal (1952). De ellos se desprende que para la raza blanca
de les vándalos nórdicos. Se puede así hacer el cálculo de la
los braquicéfalos y en particular los armenios presentan la
inva~ión más antigua, probablemente neolítica (":a l~ois) . En
mayor pilosidad. En cuanto a los aÍnus, el largo legendario
Fran·: ia se nota de manera muy clara un oscureCimiento del
de sus pelos es conocido desde hace mucho tiempo.
color del Norte hacia el Sur. ..;
El oscurecimien to del cabello aumenta con la edad y es

100 101
CAPíTULO V'. Es evidente que un grupo no puede contener 18 agluti-
nina que haria imposihle la vida. Por ello:
,
LOS CARACTERES SEROLóGICOS 81 grupo A contiene la aglutinina p 7
el grupo B contiene la aghninina (j. j
(Los grupos sanguineosl el grupo AB no contiene ninguna aglutínina;
el grupo O contiene a la vez u. y [J.

Esto explica que las transfusiones se hagan preferente-


mente ele lnanera isogrupal, pero en casos de necesidad se
puede utilizar el grupo U, dador universal, porque las solas
reacciones a temer son las producidas por las aglutinin;\s del
AUl1Clue no vinculados directamente Con el análisis de
los C:1r8cteres fisicos del cuerpo humano, actualmente es impo-
receptor sobre los ag]utinógenos de los dadores. Pero
contiene aglutinógenos.
no°
sible ignorar los diversos grupos sanguíneos del hOll1bre. Es Estas propiedades Son de una notable estabilidad, ¡mes
posible gue los trabajos estadísticos más importantes sobr., no se modifican ni por la edad ni por las condiciones fisioló-
este tema permitan una 111cjor comprensión de las razas y es gicas, y los cambios de grupos sanguíneos son de extrema
por esto que J. Millot ha .escrito Hque ningún examen antrc- rareza y se producen siempre bajo la influencia de condicio-
poMgico serlo puede omitir este estudio". nes altamente patológicas (Jeucosis aguda). Por otra parte,
Después de los trabajos fundamentales ele Landsteiner, estos caracteres son muy precoces y los aglutinógenos apa-
los diferentes sistemas de grupos han sido objeto de ?randes recerían antes del tercer mes de la vida fetal. Los gwpos
invc:.stigaciones. Sin embargo, para la mejor compl.'en~ión el:· sanguíneos se transmiten según las leyes de la herencia y dos
esta obra, nos limitaremos a un resumen antrorológico de Jc.s padres del mismo grupo tendrán hijos de! mismo grupo. En
Grupos ABO, del factor Rhesus )' del sistema l\1N. cambio, si los padres San unO A puro y el otro B puro, los
ni110s podrán ser A, B o AB. En realidad, desde el punto
de vista genético pueden existir seis combinaciones dc aglu-
l. El sistema ABO tinógenos y no cuatro, según que los padres tengan un grupo
puro o uno por dominancia. Esto l-Jace que los hijos puecfdD
La aglutinación de los glóbulos es la consecuencia de la tener como símbolo genético: AA, BB, AO, BO, AB )' O.
acción recíproca de dos sustancias: el agl-uti11ógeno contenido Estos hechos tienen aplicación práctica en la invesUgación
en Jos hematíes y la aglutil1ina, de origen sérico. Existen deIS
aglutinógenos diferentes, A V B, que pueden estar contenidos
s~pmadamente en los glóhulos, estar juntos 0, por el contr~~
acusar a un hombre del grupo A u °
de paternidad. Por ejemplo, una madre del grupo A pu~de
de ser padre de su hIJO,
pero si éste es del grupo B o AB, la acusación es seguramente
no, faltar por completo. Se llega así, por convención, a cuatro falsa, por cuanto e! verdadero padre contiene forzosamente el
grupos humanos diferentes: '- . aglutinógeno B.

el grupo A Cgue contiene el aglutinógeno A); Las primeras aplicaciones raciales ho.11 sido renlizadas durante
la guerra 1914-1918 por Hirszfeld en los ejércitos de Oriente. Ac-
el grupo B (que contiene el aglutinógeno B); tualmente se sabe que en el hombre la repmtición de los cu<ltro
el grupo AB (gire contiene los ag]urinógenos A y B); grupos es siempre desigual y varía de una población a otra. Esto es
el grupo O (que no contiene ni A ni B). lo que Hüszfeld trató de establecer con su índice bioquímico:
A + AB
Las aglutininas se presentan convencionahnente p-ór a
Canti A) y por f3 Canti B). B + AB

102
103
La mutación A habría aparecido primero y luego el aglutinógeno B
Pmterionnente se propusieron otros índices, pero en último téIDlino habría surgido en Asia.
fueron los cuadros comparativos los que permitieron el mejor estudio r··- Entre los otros sistemas más recientes, pero todavía no total-
antropológico de Jos grupos sanguíneos. lVlillot estableció varios tipos mente utilizados, es~án el factor Rhesus y el grupo MN, de los que
sero-étnicos, como él los llamó. Hay un tipo amerindio que ctlm- nos ocuparemos rápIdamente.
prende a los indios de Améric8, con excepción ele los yaganes de
Tierra del Fuego y los pies negros de América. Está formarto casi
exclusivamente por representantes del grupo O. Viene luego el tipo
GlIstrolo-pacífico, que agrupa a los australianos, neocelandeses, poli- ll. El factor Rhesus
nesics no mestizados, esquimales e indios pies-negros. Este grupo está
desprovisto de B pero es todavía rico en O con ± de A. El tipo e'tlro- Se dice que un suero es Rhesus positivo (Rh+ ) cuando
peo es rico en A y pobre en B, El tipo africano, con negros, mela- reacciona a. U~1 allti~uerpo anti-Rhesus positivo de la sangre
neslos, malgaches y negritos equilibra casi los A y los B. El tipo
de un coneJo InmunIzado con la ele 11n mOnO macaco (l\!Iaccr-
1I1C11ClSio comprende a los sud-asiáticos (annamitas, javaneses, chinos
del Sur): es un poco más rico en B que en A. El tipo inte1"med'io ca Hhes1.~~), por la. presencia de un aglutinógeno. En el caso
abarca las razas del cercano Oriente (turcos, persas, armenios, flra- de rc~ccIOn negatIvas, el suero humano será Rhesus nCOa-
bes) y los finlandeses, TUsas y checos tienen una tasa media de B tivo (Rh-). b

y un porcentaje elevado de A. El tipo hunán está constituido }Jor .~n la raza blanca, con excepción de los vascos, la pro-
los chinos de la provincia de Hu-Nan, japoneses, coreanos, egipcios
poreJon de Rh+ es de 85 % Y de 15 % para los Rh-, mien-
y, en Europa, por los polacos, ucranianos y húngaros. En él se 8lía
una tasa muy fuerte de A con una notable proporción de B. Por tras que los Rhesus neoativos caen a I ó 2 % entre negros o
último el tipo i-ndo-mGnc!wriclHo, pobre en A pero rico en B, engloba amarillos. Parece ser ql~e el factor Rh- es propio de la raza
a ICI5 hindúes, chinos del Norte, manchúes y, en Europa, los cíngaros. blanca, lo que explicaría que el 8 % encontrado en los negros
Es bien evidente que esta clasificación general no tiene un valor de América y el 5 a 6 % en los hindúes se debe a impur~zas
deLnitivo porque ciertas poblaciones reunidas bajo un mismo rótulo raCIales. Entre los vascos 1<1 frecuencia de Rh -- es considera-
nacional y racial pueden éstar fuertemente mezc13das y modificar así ble (30 %).
los grupos sanguíneos.
En Francia, Vallois ha distinguido tres tipos: el de la mitad
Norte del país, donde A = O; el de la mitad Sur, de tipo mediterrá-
III. El sistema MN
neo, donde A es un poco 1111.15 frecuente que O; finalmente el tercero
(1\1acizo Central y regiones atlánticas), donde O es más freCuen-
te {lue A. Fue descubierto en 1927 por Landsteiner )' Lévine, quie-
Los grupos sanguíneos tienen, por consiguiente, un indiscutible nes alslaron.d~ la sangre humana dos 3g1utinógenos diferc.ntes
vaJor étnico y deben facilitar el descubrimiento del mestizaje o la de las aglutmma,s A )' B. Los llamaron M y N. Los hematíes
pureza de los rnzClS pues son hereditarios e independientes de la del ~ombre pueden contener 1\1, N o MN, pero no se conoce
influencia del medio. También se ha intentado deducir, a partir de en. el nInguna aglutinina anti 1\1 o anti N, que en cambio
esta distribución, el origen de las razas humanas. Hirszfcld descubrió
C~"\(lstcn en nlgun~s anim81es, el conejo en particular. Este
con asombro que el aglutinógeno A disminuye progresivamente de
Oeste a Este, en tanto que el B aumenta. En efecto, se pasa de 45 % SIstema se transmIte hereditaria mente y si, por ejemplo, los
de A entre los noruegos a 27 % entre los mallchúes. Por su l)arte, el dos padres Son M, el lú jo no podní ser N.
aglutinógeno B pasa de 12 % en Europa occidental a 20 % en los La distribución racial del grupo MN es menos conocida
Bakancs, 25 % en turcos y árabes y alcanza casi 50 % entre algunos que la del sistema ABO. En cambio, se sabe que la asociación
pueblos amarillos. De está se concluyó que existen dos capas hurna- N[N domma en el ncuro D •y en el blanco , N predomina entre
nns: el grupo A, proveniente de Europa nórdica y occidental y el 1os austra1ianos autóctonos, en tanto que los arnerindios Son 1\11
gruI'0 B, de origen oriental, que se habría introducido en EUIClpa dOlnínante.
dunnte la Alta Edad Media.
Otros antropólogos, aunque comprobando diferencias indiscu- Poco a poco, lluevas factores y subgrupos son descubier-
tibles en los grupos sanguíneos, admiten, por el contrario, u~,~: capa tos por los serólogos ..Su aplicación antropológica facilitará,
única, modificada por mutaciones a partir de una especie única (i es- probablemente, el meJor conocimiento de razas y subrazas.
pro'¡ista de aglutinógeno. El grupo O sería, entonces, el primitivo.
105
104
CONCLUSIóN
Pero, por desgracia, la colaboración entre los I~borat(;tfshque
estuóan los grupos sanguíneos y los aspectos flS~COS e om
bre está lejos de realizarse en todas partes. Por cler~~ qu~ e~t,,'. EVOLUCIóN DE LOS CARACTERES
unión sería muy fructusoa y ~~ría poner en ~~l en~18 al~ HUMANOS
.'
~SOClaCl0ne
s de los caracteres sencos y morfológIcos (hnkag.
o ligamento factorial).l

Si los antropólogos del ~iglo último han triunfado al precisar


los caracteres e índices de las diferentes partes del esqueleto y del
cuerpo humano, también han creído aportar con ellos dOCllmentos
definitivos. Pero hoy se sabe con seguridad que ciertos caracteres
considerados como fijos, porque en principio solo dependen de las
leyes de la herencia, están, a pesar de todo, sometidos a variaciones
y se aproximan así a los caracteres adaptativos.

El índice cefálico, que a menudo sirve de base para la


clasificación de las razas humanas, presenta modificaciones
considerables. En la raza blanca, en particular, se asiste a
una braquicefalización progresiva. Pero si ha llegado a esta
comprobación, las explicaciones dadas al fenómeno no son
siempre satisfactorias. La civilización ejercería una doble
influencia sobre la forma de la bóveda craneana. Por una
parte, la acción interior del cerebro; por otra, la acción exte-
rior de los músculos y en particular, de los masticadores.
El funcionamiento intelect>tal intenso haría crecer la
masa cerebral total, que tornaría así la forma esférica, la cual
representa la mayor capacidad posible. El cráneo, al sufrir
esta influencia, tendería hacia la braquicefalización progre-
siva. Además, la civilización desarrollaría, sobre todo, la zona
fronto-parietal, asiento de la inteligencia y de la motricidad,
en detrÍmento de las zonas témpora-occipitales, con funciones
sensoriales. Los sujetos civilizados se convertirían en braqui-
céfalos en tanto que los primitivos -que utilizan mucho más
sus órganos sensoriales- tendrían un cráneo alargado, estre-
cho y huidizo en la zona frontal, alargado hacia atrás, del
tipo dolicocéfalo. Estas teorías son, ciertamente, seductoras y,
en general, coincidentes con lo que sabemos acerca del índice
1 11me Leschi asocia los 0;105 claros con el aglutin6gleél10. A cefálico a través de las diferentes razas del globo. Pero con-
• .] • • 1. ABO con los fen6menos a rg¡.cos tra estas hipótesis existe el hecho de que el cerebro. contra-
.A demás se admIte a asooacw n ,] I f 1 .f ' v 1·
• d MN con la anemia drepanocítica o en ce u as a 51 ol11l:es',., ' riamente a otros órganos, contiene desde el nacimiento el
la e ] .
adherencia del lóbulo de a orep.
107
1(;6
número definitivO de células nerviosas, las neuronas, y es Las ra.,:as dolicocéfalas, tales como sicilianos y escoceses, tic··
incapaz de modificaciones cuantitativas importantes. Por otra nen hlJos con cabezas menos alargadas (1. C. que cambia de
parte. no parece que el índice cefálico se modifique por el 77,7 a 81,5), en tanto que los de los inmigrantes braquicéfa-
esfuerzo intelectual de los estudiantes o de los candidatos a los provementes de Europa Central tienen la cabeza menos
concursOS superiores) quienes se sitúan entre los 20 y 30 años corta. I-Iay allí, por consiguiente, una tendencia a la lneSQ-
de edad. cefalización, tanto mas 8centuad,1 cuanto m8s b.roo es el
La -infl-uel1ciu de los ·músculos masticadores encuentra tiempo transcurrid~ entre la llegada de los padres ;" Estados
ejemplos válidos a primera vista. El desarrollo de los múscu· Umdos y el n8Clmlento de los hiios.
los temporales tiende a aplanar transversalmente e! cráneo. . D~l. mi:;no modo se asiste t~llnbién él un proceso de bm-
,{ue se iría convirtiendo en dolicocéfalo. Los esquimales, doli· qUlcefJllZ~clOn. Tal es el caso de los descendientes de japone-
cocéfalos con cráneos cnrenndos, cmnen mucha carne, por le, ses mesocefalos emIgrados a las islas l-Ia\vai,
generol dura, y además usan a menudo las mandíbulas par," Se podría dar muchos ejemplos de la influencia del medio
realizar ciertos trabajos. Por el contrario, los mongoles SOE sobr~ la forma del c;:r~neo. Esta influencia es incontestable, pero des-
braquicéfalos y mastican poco por su peculiar alimentación. graCIadamente no actua siempre en el mismo sentido pues gran nú-
La braquicefalización, que es manifiesta en las ciudades, se mero de factores pueden intervenir. Pero neoar toelo valor al índice
cefálico, como 113 querido hacerlo HootOll, e~ una posici6n- excesiva
debería por lo tanto a la alimentación de los ciudadanos, que que no se puede adoptar puesto que el índice cefálico permite váli-
utilizan alimentos en conserva o muy cocidos. Pero contra damente separar los grupos raciales y también tiene un c8rácter here-
esta hipótesis existe el hecho de que entre los esquimales son ditario, al menos por un período dado.
sobre todo las mujeres los que USan más las mandíbulas para
suavizar las pides de foca, mientras que su cráneo es menos Otra 1110dificación SOD1átíca parece también evidente: el
característico que el de! sexo masculino. Además, ciertas tri- aumento de la estatura h:unmna, especialmente desde "hace un
hus de esquimales, los de Groenlandia, por ejemplo, que centenar de Jiios. Parece ser que aqui el medio ejerce Una
viven en las mismas condiciones que los demás, no tienen acción compleja. Se ha querido atribuir una parte preponde·
el cráneo transversalmente aplanado ni carenado. rante a la alimentación. Ivanowski señaló una importante dis-
minución ele la estatura durante los períodos de hambre de
La influencia del medio social sobre el cuerpo humano, 1925-1927, tanto más interesante por cuanto las tallas volvían
influencia excesivamente compleja, también parece jugar un a la normalidad casi inmediatamente despltés de recibir Una
rol en las modificaciones de la forma de la cabeza. Hacia alimentación suficiente. Pero se ha concluido con demasia-
1900 De Laponge estudió el índice cefálico de los estudian- da rapidez que el crecimiento de la talla proviene de Una
tes secundarios de las ciudades en relación COn el de ks alimentación más rica. En realidad, los regímenes alimentarios
campesinos de los alrededores, y se evidenció que el índice tienen por defecto Una acción limitati,," indiscutible, pero el
cefálico aumentaba al pasar de las ciudades a la campaña. exceso de alimentación jamás ha hecho crecer a los adolescen-
Quiso establecer entonces la ley de atracción de los dolic',- tes. Además, la etnografía nos da gran cantidad de ejemplos
céfalos hacia las ciudades. Pero como lo ha destacado Ma- de pueblos que VIven próximos .y en las mismas condiciones
nouvrier, es difícil comparar dos poblaciones diferentes: d alimentarias y presentan estaturas muy diferentes, tal COlno
de la campaña, estable. )' e! de las ciudades, mezclado con los saras (l,82 m) y los pigmeos.
elementos muy variados y a menudo de procedencia lejara
o ignorada. El modo de trabajar parece ser de importancia porqllc,
Más interesantes parecen las comprobaciones de Bo"s después de los estudios de Pittard, se sabe clue los trabajos
(1912) sobre la in11úgración americana. Este autor concluye penosos, el peso de grandes fardos desde temprana edad, la
falta de descanso, doblegan los cartílagos) encorvan los f-'éll1u-
de modo cierto que los hijos de inmigrantes, nacidos cn··Amé-
rica, presentan un Índice cefálico diferente del de sus padres. res y pueden trabal: el crecimiento. Los estudios que trataD

10R 109
sobre las diferentes clases sociales abundan en este sentido. toninos. Los tasmanios, Gue viven en condiciones climá.ticas parecidas
Los ciudadanos son más grandes que los campesinos, y los a ,~s de E~ro~a, tienen.la nariz ancha y aplastada y, en cambio,
mtelectuales, más que los obreros. Al maquinismo de los Es- ciertos amenndios que Vlven en un clima tipo centro-africano, no
son sino m~sorrinos. Tambitn se quiere hacer depender el cabello
tados Unidos, que es más marcado que en otros lugares, crespo del n::o tenor de humedad de los climas tropicales. Pero los
corresponde una elevación muy importante de la estatura; negros que VIven desde hace un cierto tiempo en América conservan
el deporte puede desempeñar igualmente un papel destacado. de manera indefectible ese carácter altamente dominante. Además,
Pero el clima también ha sido incriminado y se ha querido los habitantes de Insulandia o de la Malasia, que viven en climas
extremadamente húmedos, tienen 105 cabellos rectos y lacios.
ver U113 correlación entre las pequeñas tallas y el frío: la alti-
tud y el aislamiento insular (esquimales, alpinos, corsos).
La influencia del medio es inegable y compleja porque
Pero, (~n contraste, se conocen también estaturas elevadas en
parece actuar indirectmnente sobre la morfolooÍa humana.
los países fríos (nórdicos europeos y chinos del Norte). En lo
Como dice Millot: b
que concierne a la altitud, la raza dinárica es ,grande y, en
los Pirineos, los hombres que viven cerca de la frontera espa- '~lla actúa indirectamente por intermedio de la fisioloolfl y del
ñola son más altos que los que viven en la llanura. Por últi- metabolismo. Todas las variaciones del medio resuenan más /:lo menos
mo, 105 insulares pueden ser de alta estatura. tal es el caso sobre el quimismo de un ser y estas modificaciones químicas pueden
s.~cundariamente provocar cambios de formas y de estructura en las
de los islandeses, por ejemplo. En realidad, la influencia del dlVersa: partes del cuerpo. Pero éstos no corresponden a nada útil,
clima ,interviene en los mamíferos en general (ley de Berg- conrranamente a lo que se ha querido creer durante largo tiempo."
mann_', pero el hombre ha logrado liberarse de ella mediante
el vestido y el confort. La antropología física conserva, por lo tanto, un valor
Un último argumento ha sido proporcionado por e111teS- indiscutible, pues estudia la forma humana en el pasado y
tizaje. En efecto, la mezcla de sangres trae una innegable en el presente. Es capaz de verificar las variaciones actuales
yitalid,d corporal. Tenemos excelentes ejemplos en los Esta- que parecen acelerarse desde hace algún tiempo, pero es inca-
dos Unidos y en los ciudadanos. Sin embargo, ha)' pese a paz de prever las variaciones futuras. Es verosímil pensar que
todo excepciones importantes, como por ejemplo los escandi- a pesar de las variaciones, las mezclas de razas, los trasplan-
navos, que con ser mucho lnenos lnezclados que otros pue- tes humanos, la adaptación a ciertos climas inhabitables hace
blos, presentan un aumento de la talla. cien años, los nuevos regímenes de trabajo, de alimentación
Se debe reconocer entonces que, COTIla sucede con el y de vida. en general, el cuerpo lIumano conserva cierta ó'ta-
índice cefálico, si el aumento de la estatura es un hecho evi- hilidad. Pero para saber lo que será el hombre de mañana,
dente que se puede relacionar casi con seguridad con la civi- o ln~í.s bien para tratar de esbozado, será necesario desarro-
lización en general, los factores parecen ser muchos y no llar la antropología fisiológica, la cual estudia justamente el
actuar aisladamente. Es imposible querer disociarlos a todo aspecto químico, hormonal o celular de nuestro complejo
organismo. Una estrecha colaboración entre estas dos ramas
precio.
de una misma ciencia permitirá prever las variaciones huma-
nas y facilitará la eclosión de una antropología adaptativa, la
El siglo XIX vio en los caracteres somáticos que estudiaba una
antropologia social, que todavía se encuentra en los estadios
estabilidad sometida a la herencia. Las observaciones posteriores mos-
traron, en cambio, variaciones importantes y para explicarlas se ha que- preliminares y que verosímilmente será una de las ciencias
rido encontrar influencias sociales o climáticas. Por ejemplo, Tbom- fundamentales del porvenir.
son en 1913, habiendo comprobado que las narices estrechas coinci-
den con los clima~ frias y vicev:rsa, pensó que .105 leptorrinos habian
estrechado su caVIdad nasal a fm de que el alIe frío pudiera calen-
tar~e al penetrar sua,,~mente. Est~ hi1'6tesis seductora y en genf;ral
váhda, presenta excepCIOnes. Por eJemp10, los lapones son mesorrinos,
en tanto que los noruegos que viven más al Sur son fr3camente lep~
111
110
BIBLIOGRAFíA SUMARIA

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drid, 1962.

113
Instnll llental swnar io

PIC>ponemos los instrum entos básicos que permite n practica r las


mediciones descritas en esta obra:
pero
T,Jeza de 1\1fartin: graduada en milímetros, indefon nable, precisa
de costo relativa mente alto. Puede ser remplaz ada POI una de
madera, de precio menor, pero graduad a de 5 en 5 mm, lo cnal
puede ser causa de errores_
íNDI CE
COrIJ-l'ás de espesor: modelo grande y pequeño , bastante difícil de
COll-

seguir y que puede ser remplaz ado por el compás obstétric o de


Balldelocque.
Cinta. métrica: graduada en milímetros, que en rigor puede rempla-
-
zar a la toesa y que sínre igualme nte para medir las circunfe
rencias del tórax, de los miembros y de los huesos.
Compás de corredera: modelo pequeñ o y grande, relativa mente cos-
tOSJ pero fácil de obtener.
la
Planchuela ostaométrica de BroCll: que presta grandes servicios en
medición de los huesos largos. Es (Ufícil de conseguir.
INTROD UCCIÓN ...... ..... . ...... ...... ...... . . 5

CM'ÍTU LO 1. - Histor ia y evoluc ión de la antrop o-


logia ... '" ..... . ...... ...... ...... .... 7

CAPÍTU LO n. - El cráneo y la cabeza 10

1. Principa les punto:; de rd"ercncia de la cabeza y el crá-


neo, 10. - n. E.""{amcll tipológico de un cráneo. 11. _
In. El Índice cefálico, 16. - IV. Los índices craneanos y
cdálico s de altura, 23. - V. La cara y SllS índices, 25. ~
VI. El índice orbitario, 29. - VII. El ojo, 31. _ VIII. L1
ureja, 33. - IX. El Índice nasa], 35. - X. El prognatismo,
39. - XI. La b6veda palatina . 41. - XII. El agujero occi-
pital, 42. - XIII. Los índices frontales, 43. _ XIV. L)s
labios, 44. - XV. La lengua, 45. - XVI. Caracteres se,'Ua-
les del cráneo, 46. - XVII. El maxilar. inferior o mandí-

114
bU: <1, 49. - XVI1L Los djent~~, 52. -, XIX. Evaluación de CAPÍTULO VI. - Los caracteres serológicos ..... 102
la capacld:ld craneana, ?3. - XX. Las suturas craneanas:
56 - XXI. Los perfiles gráflcos, 58. l. El sistema ABO, 102. - 11. El factor Hhesus, ¡05.
nI. El sistema IvlN, 105.

CAPÍTULO 1lI. - El esqueleto pOSCrlUleanO ........ . 60 OlNCLusrÓN .............. , ..........•......... 107

1. La clavícub, 60. - II. El esternón, 61. - IJI. El omó· BmLIoGRAFfA SUMARIA . . . . . . . . . . . '" . . . . . . . . . . . . . 113
pkto" 62. - IV. Líls vértebra!', 63. - V. El húmero, 64. -
V1. El mdio, 65. - VII. El cúbito. 66. - VIII. Esqueleto
de la mano, 67. - IX. El hueso coxal, 68. - X. El fémur~
70. - Xl. La tibia, 71. - XII. El sacro, 72. - XIII. La
rótula, 73. -. XIV. El astrágalo, 74. - XV. El calcáneo,
74. - XVI. Caracteres sexuales <-lcl esqueleto poscranea·
n(;, 75. - XVII. Caracteres métrico:> y ponderables del
eS'lueleto poscruneano, 78. -- XVIII. La talla según el es-
queleto, 79. - XIX. Deteml'lnación de la talla por la tab13
ele: Manouvricr, 79.

CAPÍTULO IV. - La estatura, la corpulencia y las me-


• diciones segmentarias 81

1. La estatura, 81. - n. El peso' y los índices de IObu~­


tez, 84. - rIl. L3S mediciones segmentarías, 85.

CAP hu LO V. - La piel y los pelos 91

l. El re.vestjmiento culiÍneo, 91. - n. Los dermatoglifos)


96. - III. Los cabellos y los pe:lOS, 97.
LA MHROPOLOGiA FiSICA
Pierre More'
El autor de es.t o · obra ub ico o la antropol ogía físico
en e l or,~p li o : cuad ro de la etnología Y, 0 1 seña lor
seme jom:os : y :diferenCios físicos entre las distintos
rozos y :;cxos, relaci ono causas 'y factores biológicos
co n otros de naturaleza social y a mbiental. Sin apor-
tarse de . lo objetividad científico aclaro errores y
prejuicim" acerco de l concep to de roza, por ejemplo,
o de los fases .de la evolución. Y explico con est; lo
sencillo ~' acce sible, el contenido especifico de la
a,n,Úopok'gio físico: descripción y mediciones de {os
cátacteres físicos del hombre, variables según las
" razos y lo s épocas bj,stó ricQ s, exponiendo, a lo vez,
les métodos que utili zo e l antropólogo paro conocer
lo larg a trayectoria del hambre desde sus remoto s
oríge nes de ontropoide ha sto su estado -octuo1. .
Le onrt oi)ologio físico pone al a lcance áel lector los
elementos necesarios poro profundizar en el temo,
lo terminc logia especiolitado que se utilizo en lo
materia y, tambié n,.! conocimientos sobre anatam ío ,
serologio . y o'ntr opo logía ge nerol.
Pierre Morel es direc tor del Departamento de Antro-
po logía de l Instituto Un iversi ta ri o de Medicino Legal
y Cri~jnolog¡o Clínico de Francia .

ALGU~WS TITULOS DE ESTA COLECCióN


LAS RAZAS HUMANAS I H. v. Vallois .
LA EDAD DE LA PIEDRA I D. de Sonneville-Sordes.
LA HER .E NCIA HUMANA ! J. Rostand .
LA GÉNESIS DE LA HUM ANIDAD I C. Arambourg.
HiSTOR iA DE ·LOS PRIMATES I W . .E. Le Gros Clark.
LOS FUt.DAMENTOS DE LA EVOLUCióN HUMANA
I W. E. Le Gros·-Clark.
LA SIOMETRfA l E: · Schreider.
LAS BAS ES FfSICAS y QUfMICAS DE LA HERENCIA
! .c. W. Seodle.
LA INV ESTIGACióN CIENTfFICA ! V. Kourganoff .
OVOLUCIÓN y . GEOGRAFíA I G. G. Simpson.

CUADiERNOS DE EUDEBA

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