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Michel Wieviorka**
Resumen Abstract
En este artículo, el autor explica el racismo In this article, the author explains racism
en general y en Francia en particular. Des- in general and specially in France. After
pués de comentar los cambios del racismo commenting on the changes of racism
de los años 70 a los 90 del siglo XX, explora during the years 70-90 of the Twentieth
las modalidades del mismo, a saber: ins- Century, he explores its modalities, that
titucional, cultural, religiosa, clásica y is: institutional, cultural, religious, classical
científica así como también el neoracis- and scientific as well as neo-racism. With
mo. A partir de ello, el autor se cuestio- these in mind, the author asks himself a
na una serie de preguntas que servirán series of questions that will provide con-
como hilos conductores de su exposi- ducting threads of his exposition. Also,
ción. Además, complementa este análi- he complements this analysis by placing
sis al ubicar al nuevo el racismo como un the new racism as a product of the glo-
producto de los procesos de globaliza- balization process characterized by its
ción caracterizados por sus dimensiones national and international dimensions. He
nacionales e internacionales. Concluye concludes that racism is more problematic
que el racismo es más problemático hoy today than ever before, since it grows in
que antes, ya que crece en función de function of the internal evolution of so-
la evolución interna de las sociedades y cieties and cultural fragmentations of
Palabras clave: racismo, antisemitismo, de las fragmentaciones culturales de gru- different groups with respect to identity,
derechos civiles, movimientos negros, dis- pos diferentes con respecto a identidad, memory, culture, ethnic and religious
criminación, identidades culturales, globa- memoria, cultura, pertenencia étnica y memberships, amongst other factors.
lización. religiosa, entre otros factores.
*
Una primera versión de este artículo fue
publicada en España, como producto de una
conferencia pronunciada en Madrid el 21 de
febrero de 2006. Esta nueva versión precisa
ciertos puntos y deriva de una conferencia
pronunciada en Sao Paulo, el 4 de septiembre
de 2006, en la Pontificia Universidad Católica
(PUC).
Traducción al español de José Luis Velasco
Cruz.
**
Centre d’Analyses et d’Interventions So-
ciologique (CADIS), École des Hautes Études
en Sciences Sociales, 54 Boulevard Raspail
75006, París, Francia.
Perspectivas Teóricas 13
Introducción
Puede parecer excesivo comen- mente se piensa al antisemitismo nalista y cristiano (católico, pro-
zar este inventario considerando no como un racismo entre otros testante u ortodoxo)— hacia el
el antisemitismo, que no es más sino como un fenómeno que de- ‘pueblo elegido’, no ha despare-
que una dimensión particular de be ser abordado en sí mismo, sobre cido totalmente aunque el Conci-
un problema de conjunto y que no todo tomando en cuenta su densi- lio Vaticano II y posteriormente
concierne más que a ciertos países dad histórica— no por eso deja de la actitud del papa Juan Pablo II
—aunque, conviene recordar, el constituir una experiencia con va- hayan contribuido considerable-
antisemitismo no es monopolio de lor paradigmático, en especial (co- mente a debilitarlo entre los ca-
los países donde viven los judíos; mo lo veremos) porque es ‘global’ y tólicos. Se encuentran evidencias
aún más, existe desde hace mucho combina su anclaje en sociedades del racismo en los movimientos de
un “antisemitismo sin judíos”, se- particulares con lógicas de carác- extrema derecha o de derecha ra-
gún la frase del periodista Paul ter planetario. dical, así como en el catolicismo
Lendvaï. Si el problema es parti- Después de la guerra, el odio tradicionalista o integrista, en
cular —a tal punto que frecuente- clásico hacia los judíos —nacio- ciertas variantes del protestantis-
1
Vid. en particular mis obras La France raciste, Paris, Seuil, 1991; Le racisme en Europe, Paris, La Découverte, 1993; y La tentation antisémite,
Paris, Robert Laffont, 2005.
Perspectivas Teóricas 15
va judeofobia’ y que sólo se hable aplica perfectamente la definición de todo tipo de épocas históricas
de ‘antisemitismo’ para el período de la globalización que propone y de todo tipo de países o par-
histórico que alcanzó su apogeo David Harvey como “…una doble tes del mundo y circula, además,
en el nazismo. Y tercero, el carác- compresión del espacio y del tiem- en una escala planetaria de forma
ter mucho más ‘global’ que ha ad- po.” Hoy, el odio a los judíos con- que puede ser instantánea gracias
quirido el antisemitismo al cual se densa elementos que provienen al Internet o a la televisión.
A finales de los años 60, en grupos enteros es provocada por telectualmente debido a su diferen-
medio del declive del movimiento lógicas en las que nadie se dice cia física, sino de ser incapaces de
por los derechos civiles en Estados racista. Así lo estableció en Fran- adaptarse a los valores de la so-
Unidos y la radicalización hacia la cia, hace algunos años, Philippe ciedad norteamericana debido a
violencia del movimiento negro, Bataille a propósito de una empre- su diferencia cultural, misma que
la constatación de la persisten- sa de seiscientos trabajadores que era irreductible. En el clima libe-
cia del racismo comenzó por una no contrataba ningún inmigrante ral de la era del presidente Ronald
pregunta: ¿cómo es posible que y que operaba en una ciudad víc- Reagan, los negros fueron descri-
el racismo sobreviva frente a los tima del desastre económico. La tos como reacios al ‘credo’ esta-
movimientos negros, cuando na- razón era simplemente que cada dounidense, como personas que
die se declara abiertamente racis- vez que un empleo quedaba va- preferían recurrir a la ayuda so-
ta? Stokely Carmichael y Charles cante, había siempre un obrero de cial antes que trabajar para ele-
Hamilton,2 militantes del Black la empresa que recomendaba a un varse socialmente; tampoco se les
Power, estuvieron entre los prime- conocido, un amigo o un pariente reconocía tener el sentido de la
ros que propusieron una explica- que no era inmigrante.3 familia. Este tipo de discriminación
ción: el racismo es institucional, A principios de los años ochenta, fue analizada en Gran Bretaña por
es decir, constituye una propie- se empezó a constatar una segunda un politólogo, Martin Barker, que,
dad estructural del sistema, inclu- presunción, primero en Estados Uni- casi en los mismos años, habló
so si los actores no se dicen racis- dos, poco después en Gran Bretaña de un ‘nuevo racismo’ para ex-
tas (y se sorprenderían mucho si y después en Francia y Bélgica: plicar la forma en que los inmi-
se les acusara de serlo). En esta el racismo se transforma al impu- grados recientes eran rechazados
perspectiva, en última instancia, tarse a las víctimas ya no rasgos por sus atributos culturales que
nadie es racista; sin embargo, los físicos sino culturales. Así es có- les impedían adaptarse a los va-
negros son siempre víctimas de mo los psicólogos y politólogos de lores de la nación inglesa. Poco
toda suerte de discriminaciones. Norteamérica desarrollaron la no- después, en Francia, Etienne Ba-
El racismo institucional se vuelve ción del ‘racismo simbólico’. Bajo libar e Immanuel Wallerstein des-
a encontrar, por ejemplo, en las esta perspectiva, los negros ya no cribieron un fenómeno del mismo
situaciones donde la exclusión de eran acusados de ser inferiores in- tipo al tiempo que Pierre-André
2
En su libro Black Power: the Politics of Liberation in America, New York, Random House, 1987.
3
Philippe Bataille, Le racisme au travail, Paris, La Découverte, 1999.
Las discriminaciones
En el periodo señalado, cuando plano ideológico y político con- qué estrategias debían oponér-
Europa redescubrió el racismo, és- tra las fuerzas que lo encarnaban, sele. ¿Se debe, por ejemplo, re-
te fue percibido sobre todo como era necesario confrontar todas sus currir a lógicas de ‘discriminación
un fenómeno ideológico-político manifestaciones. Fue así como se positiva’? La novedad aquí no ra-
y eventualmente capitalizado por desarrolló el tema de las discrimi- dica tanto en las discriminaciones
las fuerzas de extrema derecha naciones (que, por lo demás, no como en el lugar central que co-
que entonces renacían tal como se limita al racismo sino que se mienzan a ocupar, visiblemente,
el Frente Nacional en Francia. Por relaciona con otros tópicos como, en la vida pública.
ello, aunque las otras formas del por ejemplo, el sexismo) y creció El tema de la discriminación de-
fenómeno —la violencia, los pre- el interés por las luchas concre- be ser visto como la expresión de una
juicios, las discriminaciones— tas contra ellas en todos los do- sensibilidad acrecentada en nues-
no fueron ignoradas, el comba- minios: el empleo, el trabajo, el tras sociedades en general y en
te principal contra el racismo se acceso a la escuela, a la salud, a las ciencias sociales en particular
sostuvo en la arena política y de la vivienda, al esparcimiento, et- hacia la subjetividad de los indi-
forma bastante general. Sin em- cétera. Investigaciones más y más viduos. Por supuesto, ésta no es
bargo, progresivamente, se fue numerosas se ocuparon de este totalmente nueva, fue analizada
imponiendo una idea: si se que- fenómeno destacándolo y pre- en Gran Bretaña y Estados Uni-
ría hacer retroceder el racismo, no cisándolo al mismo tiempo que se dos desde finales de la década de
bastaría una acción frontal en el desarrollaba el debate para saber 1980 por varios trabajos que exa-
4
Sobre todas estas cuestiones, me permito remitir a mi libro Le racisme. Une introduction, Paris, La Découverte, 1998.
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minaron cómo la experiencia del una de ellas aparentemente me- mido, negado, impotente, inca-
racismo afecta a los individuos de nor), afectan la integridad inte- paz de construirse, reaparecen en
forma duradera y traumática, de- lectual y moral de las personas al el dominio más particular del ra-
jando ‘heridas ocultas’ (hidden in- punto de influir sobre su perso- cismo y de su estudio. Esto quiere
juries) y provocando que algunas nalidad. El interés creciente de decir que uno ya no se contenta
conductas posteriores estén do- las ciencias sociales por todo lo con estudiar prioritariamente la
minadas por la angustia. Esta idea que se refiere al sujeto, la adop- producción del racismo o sus fuen-
se encuentra, por ejemplo, en Joe ción —cuando se analiza la vio- tes, también se presta atención a
Feagin y Melvin Sikes.5 El racismo lencia— del punto de vista de las sus efectos lo cual debe facilitar,
cotidiano (everyday racism) y las víctimas y no sólo del Estado y el en contrapartida, la reflexión so-
discriminaciones de rutina (cada interés general en el sujeto opri- bre su producción.
El racismo ‘global’
Los enfoques de la década de con aquellas que se relacionan con de los Estados-nación (comenzando
1980 y 1990 analizaban el racis- especificidades o anclajes locales por Israel, Estados Unidos y Fran-
mo en el marco de las sociedades o nacionales. cia) y lo que los rebasa o desborda
nacionales o los Estados-nación. El antisemitismo siempre ha sido o sin conjugar la atención a los
Así, el ‘racismo simbólico’ era nor- un fenómeno inscrito en una escala elementos locales y a los elemen-
teamericano, el neo-racismo (new planetaria. Desde la antigüedad, se- tos trasnacionales, comenzando
racism), inglés y el ‘racismo dife- gún los trabajos de Francis August por aquellos que conciernen a los
rencialista’, francés. Pero se trate Schaeffer, el antijudaísmo (utilizo contextos del Oriente Próximo o
del fenómeno singular que cons- esta palabra para evitar el anacro- Medio. Para tomar un ejemplo más
tituye el antisemitismo o de otras nismo puesto que el término anti- preciso, puedo evocar la expe-
formas de racismo, hay un punto semitismo no fue utilizado sino a riencia francesa contemporánea:
que en la actualidad debe ser sis- partir de la década de 1880) ope- el antisemitismo conjuga dimen-
temáticamente considerado: ya no raba en tres sitios distintos: Egipto, siones ligadas a la crisis social,
se puede analizar el racismo con- Siria y Roma. El fenómeno fue política, cultural e institucional
finando la reflexión al marco de ‘globalizado’ por el cristianismo del país y a otras más vinculadas
los Estados-nación. El fenómeno, que muy pronto le dio dimensiones a los acontecimientos del Cercano
en efecto, tiende a ser cada vez mundiales. Pero no por eso la glo- Oriente, sin hablar de la incidencia
más ‘global’, es decir, a conjugar balización actual aporta algo me- que tiene en Francia lo que ocurre
(en formas que varían de una ex- nos distintivo. Ahora no se puede en Estados Unidos.
periencia concreta a otra) dimen- analizar seriamente el antisemitis- Algo parecido se observa si se
siones planetarias —en todo caso mo sin pensar siempre en la articu- consideran otros racismos. La ex-
supranacionales o trasnacionales— lación de lo que sucede en el marco periencia francesa reciente po-
5
Joe Feagin y Melvin Sikes, Living with Racism, Boston, Beacon, 1994.
Perspectivas Teóricas 19
danés y después en varios otros racismo de los países receptores ro que en gran medida lo son bajo
periódicos europeos, han desta- se apoye en muchas ocasiones en formas veladas, ‘sutiles’, por ejem-
cado lo que había de condenable políticas de inmigración que en cier- plo, reemplazando el término ‘razas’
en estas caricaturas, un despre- tos casos pueden revestir una gran por el de etnia que es mucho más
cio con connotaciones racistas. violencia. Todo el mundo recuerda la correcto políticamente. Todo esto
Las protestas adquirieron un cariz forma en que Marruecos ha trata- no es necesariamente nuevo, pe-
violento en ciertos países y más do a los migrantes que intentan ro conlleva elementos novedosos
moderado en otros, especialmente dirigirse hacia el norte desde el que se deben a que, actualmen-
en Europa; en contrapartida, en- África subsahariana abandonándo- te, ya no es posible distinguir cla-
durecieron a ciertos grupos, entre los en el desierto. El rechazo, más ramente los juegos internos y los
ellos los de extrema derecha, que o menos racista (pero un racismo no externos, el interior y el exterior,
han encontrado ahí alimento para dicho), de los países del norte pue- pues todo se entremezcla rápida-
su odio racista a los árabes y el de, en casos como éste, apoyar- mente.
Islam. De esta forma, se ha evo- se en las medidas aplicadas lejos El marco espacial del análi-
cado en Francia la hipótesis de de ellos, en los países del sur. En sis se transforma entonces con la
que el Frente Nacional, un partido las sociedades receptoras, ocurre que globalización. En lugar de decir
racista, diera un salto hacia arriba grupos que también sufren el racis- que el racismo tiene dimensiones
en la opinión pública. mo contra los negros rechazan a los nacionales, complementadas even-
El racismo dirigido a los negros recién llegados, precisamente a tualmente por dimensiones inter-
tampoco puede comprenderse si causa de sus sociedades de origen. nacionales, se necesita entenderlo
su análisis se ubica solamente en En Estados Unidos, los descendien- de ahora en adelante como el re-
el marco de los Estados-nación. tes de los esclavos no siempre son sultado de juegos complejos donde
Actualmente, la comprensión de amables con los nuevos migrantes permanentemente se conjugan y
este fenómeno obliga a considerar, provenientes del África subsaha- desplazan interacciones internas
por una parte, la historia que ha riana; en Francia, los negros anti- y externas, lógicas interiores y su-
conducido a la segregación, a los llanos pueden mostrar una inmensa pranacionales (exteriores). Por lo
estereotipos y a las discriminacio- hostilidad a los migrantes del sur del tanto, el paisaje del racismo pa-
nes actuales; por otra, la circula- Sahara. Digamos, en una palabra, rece hoy mucho más problemático
ción planetaria y las migraciones que a medida que las poblaciones que en el pasado. Por una parte,
actuales de grupos numerosos de hacia las que se dirige el racismo en las sociedades occidentales, el
negros. Más adelante volveré sobre se caracterizan no solamente por fenómeno se desarrolla en función
el primer punto, las dimensiones su pertenencia a una ‘raza’ sino de la evolución interna de ellas y,
históricas. Antes, me gustaría in- también por su participación en especialmente, de su fragmenta-
dicar cómo actualmente también la migración y en los fenómenos ción cultural y social que causa que
se globalizan las manifestaciones migratorios contemporáneos, más grupos numerosos —cada uno de
del racismo contra los negros. En se debe comprender al racismo ellos caracterizado por una identi-
ciertos casos, los negros forman ‘globalmente’, puesto que mezcla dad, una memoria, una cultura, una
parte de una diáspora —por ejem- aspectos internos de las socie- pertenencia étnica, religiosa, et-
plo, el Black Atlantic, del que ha- dades receptoras y aspectos más cétera— puedan ser, simultánea-
bla Paul Gilroy— y circulan entre amplios. En particular, los deba- mente, víctimas y culpables del
varios países (aunque, a veces, no es tes sobre la inmigración se cargan racismo. En otras palabras, el ra-
fácil operar tal circulación ni salirse de consideraciones que no siem- cismo también se fragmenta y se
de un país africano); de ahí que el pre se dicen racistas o raciales pe- multiplica, entre otras cosas, pa-
6
Michael R. Marrus y Robert Paxton, Vichy France and the Jews, New York, Basic Books, 1981. N.E.
Perspectivas Teóricas 21
se ha visto con los análisis pro- ser eficaz. Retomemos, en senti- nes. Debe oponer, a quienes ven
puestos desde la década de 1980 do inverso, los puntos principa- en las ‘razas peligrosas’ una ame-
sobre el new racism o el symbolic les de este texto. Cada vez más naza para la cultura o los valo-
racism—, sino también una fuerte la acción antirracista debe luchar res dominantes, toda una visión
carga histórica en la que se con- para imponer cambios en materia alternativa en la que los grupos
jugan olvidos, por un lado, y pro- histórica, hacer entrar el devenir dominados aparezcan, simultánea-
posiciones que desnaturalizan el de las víctimas y el de los venci- mente, como portadores de una
pasado, por el otro. Y este lugar dos en el relato histórico, lo cual cultura, dotados de una identidad
que ocupa la historia en el racismo puede plantear problemas adicio- y deseosos de compartir los valo-
(y, como se verá inmediatamente, nales y suscitar debates importan- res universales, guiándose por el
también en el antirracismo) es en tes, en especial sobre la relación derecho y la razón. Debe, por úl-
gran medida el de una disciplina entre historia y memorias. Ella timo, enfrentar directamente la
que tiende, ella también (por lo también debe y puede ‘globalizar- cuestión del racismo institucional,
menos en algunas de sus corrien- se’, es decir, ser pensada y orga- lo cual requiere acciones concretas
tes) a volverse global. Hablar de nizada en una escala planetaria para modificar el funcionamiento de
la trata de negros, por ejemplo, al mismo tiempo que debe estar las organizaciones que, sin darse
como lo hace el historiador Olivier anclada en los combates locales cuenta, reproducen en su interior
Pétré-Grenouilleau7, es introducir o nacionales, tal como lo hacen la discriminación; requiere, en es-
la imagen de un fenómeno ‘global’ las mejores variantes del alter- pecial, esfuerzos conscientes y
que concierne a numerosas socie- mundismo; asimismo, debe tener sostenidos, por ejemplo, acciones
dades en el punto de salida, en el en cuenta la fragmentación cultural y que sigan el modelo de la ‘discri-
destino y entre los dos. social. Necesita enfrentar no sólo minación positiva’8, una noción
En este paisaje nuevo, la ac- las dimensiones ideológico-políti- que también suscita debates.
ción antirracista —más allá de sus cas del fenómeno, sino también
dimensiones clásicas, jurídicas y, sus formas concretas diversifica-
en especial, represivas— también das y múltiples, por ejemplo, en Recibido el 6 de noviembre del 2006
está llamada a evolucionar para la lucha contra las discriminacio- Aceptado el 13 de diciembre del 2006
7
Vid. La traite des Noirs, Paris, P.U.F, 1997 (Que sais-je?); Les traites négrières, Paris, La Documentation Française, 2003; Les traites négrières.
Essai d’histoire globale, Paris, Gallimard, 2004 (Bibliothèque des Histoires); y From Slave Trade to Empire. Europe and the Colonisation of Black
Africa (1780s-1880s), London, Routledge, 2004. N.E.
8
Se entiende por discriminación positiva —también conocida como acción afirmativa (affirmative action)— toda acción que busca establecer
políticas preferenciales para aquellos grupos sociales que, históricamente, han sido marginados, despreciados o discriminados ya sea por sus
orígenes étnicos, de género o de minoría. Dichas políticas pretenden facilitarles el acceso a recursos y servicios así como a determinados bienes
con el fin de mejorar su calidad de vida y compensarlos por los perjuicios de los que fueron víctima en el pasado. Vid. la entrada de “Affirmative
Action’, del Stanford Encyclopedia of Philosophy en http://plato.stanford.edu/entries/affirmative-action N.E.
Feagin, Joe y Melvin Sikes, Living with Racism, Boston, Beacon, 1994.
Marrus, Michael R. y Robert Paxton, Vichy France and the Jews, New York,
Basic Books, 1981.
Pétré-Grenouilleau, Olivier, From Slave Trade to Empire. Europe and the Coloni-
sation of Black Africa (1780s-1880s), London, Routledge, 2004.
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