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Revista de Psicopatología y Psicología Clínica O Asociación Española de Psicología Clínica y Psicopatología (AEPCP)

2000, Volumen 5. Número 1, pp. 27-43 ISSN 1136-5420/00

TRATAMIENTO DEL TRASTORNO DISMÓRFICO CORPORAL:


UNA REVISIÓN CRÍTICA
KARMELE SALABERRÍA\ MERCEDES BORDA^ PEDRO J. AMOR^
y ENRIQUE ECHEBURÚA^
' Facultad de Psicología, Universidad del País Vasco
^ Facultad de Psicología, Universidad de Sevilla
(Recibido el 20 de diciembre de 1999)

El trastorno dismórfico corporal o la dismorfofobia es un cuadro clínico definido


recientemente y del que se conoce poco sobre su origen y tratamiento. Esta revisión
tiene por objetivo describir el trastorno y sus características principales, así como seña-
lar las estrategias de tratamiento. Se realiza una descripción de las técnicas cognitivo-
conductuales utilizadas y se revisan los resultados de las investigaciones experimen-
tales llevadas a cabo. Por último, se señalan las limitaciones de los trabajos publicados
y se sugieren líneas de investigación en relación con la metodología, la comparación
de tratamientos y la búsqueda de variables predictoras.
Palabras clave: Dismorfofobia, tratamiento psicológico, terapia cognitivo-conductual,
investigaciones clínicas.
Tteatment of dysmorphophobia: a crítica! review
Dysmorphophobia or body dysmorphic disorder is a newly defined mental disorder.
Little is currently known about its clinical features and treatment. This review is direc-
ted at describing the clinical characteristics and treatment strategies. The results of cli-
nical research are reviewed. Limitations of the existing literature are summarized and
suggestions for future research are offered with respect to methodology, treatments
comparisons and the search of predictors of therapeutic success.
Key words: Dysmorphophobia, psychological treatment, cognitive-behavior therapy,
clinical research.

INTRODUCCIÓN características de la persona que la


posee.
Actualmente la preocupación por la Desear una imagen perfecta no significa
belleza, el aspecto físico y la imagen cor- tener un trastorno psicológico, pero cuan-
poral se ha convertido en una fuente de do la preocupación por el cuerpo y la
consumo y en una industria que mueve insatisfacción con el mismo no se ade-
billones de pesetas al año. Se concede cúan a la realidad, ocupan la mente con
una gran importancia a la belleza. La intensidad y frecuencia en forma de ideas
belleza provoca un efecto de halo que sobrevaloradas y generan malestar, inter-
distorsiona nuestra visión y hace más firiendo negativíimente en la vida cotidia-
positiva nuestra apreciación de otras na, entonces se pueden convertir en un
problema clínico.
• Correspondencia: Departamento de Personalidad, Así, no es extraño que desde hace un
Evaluación y lYatamientos Psicológicos, Facultad tiempo se haya comenzado a estudiar el
de Psicología, Universidad del País Vasco, Avda. de trastorno dismórfico corporal o la dis-
Tolosa 70, 20018 San Sebastián. Fax: 943 311 055.
' TCC: terapia cognitivo-conductual morfofobia, aunque el término fuera ya
28 Karmele Salaberría, Mercedes Borda, Pedro J. Amor y Enrique Echeburúa

definido en el año 1886 por Morselli y Psiquiátrica Americana, 1994), como una
citado en distintos textos a lo largo de los preocupación excesiva por «un defecto
primeros años del siglo XX [cfr. Berrios y corporal» inexistente o de escasa entidad
Kan, 1996). (Tabla 1). Esta preocupación es exagera-
De hecho, siempre han existido perso- da, produce malestar e interfiere grave-
nas más o menos «acomplejadas» por el mente en la vida cotidiana del sujeto,
acné, las gafas, los dientes deformes, las dificultando las relaciones interpersona-
orejas salientes, la baja estatura, la calvi- les (Peruggi, Giannotti, Frare, Di Vaio,
cie, la nariz grande, etc. Todas estas pre- Valori, Maggi, Cassano y Akiskal, 1997;
ocupaciones son, hasta cierto punto, nor- Rosen, Gado, Silberg, Srebnik y Wendt,
males y en la adolescencia emergen con 1990).
toda la fuerza. Pero existe un grupo de Las personas con este trastorno, que se
personas en las que estas preocupaciones adhieren tozudamente a una apreciación
sobre los «defectos» del cuerpo y sobre la no compartida por la mayoría de la gen-
apariencia física, lejos de disminuir con te, tienen miedo a que los demás se den
el tiempo, aumentan o se mantienen, pro- cuenta del supuesto defecto físico, mues-
duciendo un gran malestar e impidiendo tran sentimientos de culpa y vergüenza,
llevar adelante una vida normal. Es se preocupan de modo repetitivo, sobre-
entonces cuando se puede hablar propia- valorado o delirante, evitan las situacio-
mente de trastorno dismórfico corporal. nes sociales y la exposición del cuerpo,
De todos modos, la dismorfofobia, tienen rituales y solicitan tratamiento
entendida como preocupación por la ima- médico y cosmético de forma reiterada
gen corporal, puede ser un síntoma pre- (Neziroglu y Yaryura-Tobias, 1997;
sente en distintos cuadros clínicos, como Rosen, 1995).
la esquizofrenia, la anorexia nerviosa, la Entre las preocupaciones más frecuen-
obesidad, la bulimia, la fobia social, el fras- tes figuran los defectos faciales (referidos
tomo obsesivo-compulsivo, la depresión, a la nariz, la piel, el pelo, etc.), la estruc-
etc. (Birtchnell, 1988; Neziroglu y Yaryu- tura física y los olores corporales (Phi-
ra-Tobias, 1997), pero también puede ser llips, McElroy, Kock, Pope y Hudson,
un trastorno en sí mismo. En este artículo 1993) (Tabla 2). Hay algunas que son más
se hace referencia a esta última condición. específicas de cada sexo, como la preo-
cupación por la forma o el tamaño de las
mamas, en el caso de las mujeres, o la
CONCEPTO Y CARACTERÍSTICAS preocupación por el tamaño del pene, en
DEL TRASTORNO los hombres.
Las quejas sobre la apariencia física
El trastorno dismórfico corporal puede pueden estar relacionadas con partes
definirse, según el DSM-IV (Asociación específicas del cuerpo (nariz, dientes.

Tabla 1. Criterios diagnósticos del trastorno dismórfico corporal según el DSM-IV


(APA, 1994)
a. Preocupación por algún defecto imaginado del aspecto físico; o cuando hay leves anomalías físicas,
la preocupación del individuo es excesiva.
b. La preocupación provoca malestar o deterioro en el funcionamiento social, laboral o en otras áreas
importantes de la actividad del individuo.
c. La preocupación no se explica mejor por la presencia de otro trastorno mental (por ejemplo: la ano-
rexia nerviosa o la bulimia, el transexualismo, etc.).
"n-atamiento del trastorno dismórfico corporal 29

Tabla 2. Tipos de quejas sobre la apariencia física (Phillips, 1991; Hollander y Aronowitz, 1999)
Alcance de la queja Contenido de la queja
Defectos faciales — Acné, arrugas, cicatrices, manchas.
— Vello excesivo.
— Pajidez o enrojecimiento.
— Asimetría facial.
Estructura corporal (forma, tamaño, peso, simetría) — Partes de la cara y la cabeza.
— Genitales.
— Extremidades.
Olores corporales — Secreciones, olores, aliento.

senos, nalgas, etc.) o pueden referirse a anchas, maquillaje exagerado, etc.) en


aspectos más globales, como sentirse feo, presencia de otras personas. La evitación,
deforme o de aspecto raro (Wilhelm, Otto, en los casos más graves, puede conducir
Lohr y Deckersbach, 1999). Según el a un aislamiento social extremo, que pue-
DSM-IV (APA, 1994), la preocupación de llevar al paciente incluso a intentos de
acerca de la parte del cuerpo puede ser suicidio.
siempre la misma o puede variar a lo lar- En este contexto pueden surgir asimis-
go del tiempo. mo rituales de comprobación, como el
Como en otros cuadros clínicos, los examen reiterado del cuerpo delante del
síntomas se presentan en tres niveles de espejo, y las conductas de reasegura-
respuesta, que se ponen de relieve espe- miento, como la solicitud repetida de
cialmente cuando el paciente se enfrenta información tranquilizadora o la compa-
a situaciones en las que el «defecto» pue- ración constante con los demás. Todo
de ser visualizado o comentado (Rosen, ello tiene por objetivo el control de la
1995) (Tabla 3). preocupación que causa la posible visi-
Las conductas de evitación pueden bilidad del defecto.
referirse a eludir situaciones sociales, Otras consecuencias conductuales del
pero también a rehuir su propia imagen trastorno son el inicio de tratamientos
en el espejo o a negarse a cambiarse de cosméticos, quirúrgicos, dermatológicos,
ropa delante de los demás (en un gimna- capilares, etc., de forma reiterada y con
sio, por ejemplo). Esta evitación puede demandas irracionales (Hollander, Cohén
ser total, cuando el paciente se encierra y Simeón, 1993).
en casa, o parcial, cuando adopta con- A nivel cognitivo pueden aparecer dis-
ductas de camuflaje (determinadas ropas tintas alteraciones:

Tabla 3. Niveles de respuesta alterados en el trastorno dismórfico corporal


Niveles Respuestas
Psicofisiológico Respuestas del Sistema Nervioso Autónomo
(sudor, temblor, dificultades de respiración,
etc.).
Conductual Conductas de evitación y camuflaje.
Rituales de comprobación y tranquilización.
Cognitivo Preocupaciones.
Distorsiones perceptivas.
Creencias irracionales.
Comparaciones con los demás.
30 Karmele Salaberría, Mercedes Borda, Pedro J. Amor y Enrique Echeburúa

a) Preocupaciones intensas sobre la No hay diferencias cualitativas entre la


importancia del defecto y sobre la dismorfobia delirante y la no delirante en
valoración de los demás hacia el cuanto a la psicopatología asociada y a la
mismo (Phillips, 1991). respuesta al tratamiento. El único aspec-
b) Distorsiones perceptivas de la ima- to distintivo es la severidad del trastorno
gen corporal o de alguna parte del (más acentuada en el primer caso)
cuerpo. La persona está convencida (Gómez-Pérez, Marks y Gutiérrez-Fisac,
de la existencia del defecto y lo 1994; Phillips, McElroy, Kock, Hudson,
percibe de modo mayor, más pro- Harrison y Pope, 1994).
nunciado o más desviado de lo que Una variante del trastorno dismórfico
es en realidad. es la vigorexia o dismorfia muscular.
c) Autoverbalizaciones negativas sobre Este cuadro clínico se caracteriza por la
el cuerpo que pueden llevar a un obsesión por obtener un cuerpo hiper-
profundo desprecio de la apariencia musculado, lo que conduce a estas per-
física y, en último término, a un sonas —principalmente hombres— a
déficit de autoestima. pasar horas en el gimnasio y a consumir
d) Creencias irracionales, como que el hormonas y anabolizantes esteroides
defecto es una prueba de la imposi- para aumentar la masa muscular. Este
bilidad de ser queridos o aprecia- tipo de personas se ven excesivamente
dos, o incluso una muestra de debi- delgadas a pesar de tener un cuerpo muy
lidad o de inadecuación personal musculoso, presentan pensamientos rei-
(Raich, Soler y Mora, 1994). terados de preocupación y rituales (dedi-
car horas a los ejercicios de muscula-
No es fácil la categorización de las res- ción, pesarse continuamente, llevar una
puestas cognitivas, principalmente en lo dieta a base de proteínas e hidratos de
referido al grado de convicción de la carbono, etc.), además de evitar situacio-
existencia del defecto. Así, se han carac- nes en donde puede ser observado su
terizado las preocupaciones de los cuerpo. Hay una comorbilidad de estas
pacientes, según los casos, como patoló- conductas anómalas con los trastornos
gicas, como ideas sobrevaloradas o como de la conducta alimentaria, la toxicoma-
ideas delirantes (De León, Bott y Simp- nía, la adicción al ejercicio y el trastorno
son, 1989). obsesivo-compulsivo (Pope, Gruber,
De este modo, existen pacientes que Choi, Olivardia y Phillips, 1997).
son conscientes de la intensidad, dura-
ción y frecuencia excesivas de la idea, así
como de su exageración, pero a veces no DATOS EPIDEMIOLÓGICOS
pueden dejar de pensar en ella [preocu-
pación patológica). En otros pacientes, la Se trata de un cuadro clínico infradiag-
preocupación tiene un carácter de idea nosticado (Phillips, 1991), pero parece
sobrevalorada: está atrincherada en el ser más común de lo que realmente se
sujeto, ocupa un lugar central en su vida cree. La tasa actual de prevalencia del
y cuenta con una gran carga emocional. trastorno se sitúa entre el 1% y el 2% de
Por último, están los pacientes absoluta- la población general (Hollander y Wong,
mente convencidos de la existencia real 1995; Hollander y Aronowitz, 1999). La
del defecto. Se trata, en estos casos, de incidencia en uno y otro sexo es similar
ideas delirantes (dismorfofobia delirante (Rich, Rosen, Orosan y Reiter, 1992), pero
o trastorno delirante de tipo somático) las mujeres tienden a acudir más al ciru-
(Phillips y McElroy, 1993). jano y los hombres al psiquiatra (Hay,
IVatamiento del trastorno dismórfico corporal 31

1970). La edad de los pacientes se sitúa terísticas de estos pacientes (McCarthy,


entre los 15 y 40 años y hay una sobre- 1990).
rrepresentación de personas solteras y sin Ha habido algunos intentos por hacer
pareja (Phillips, 1998). un diagnóstico diferencial entre los
El trastorno comienza en la adolescen- pacientes normales y los dismórficos que
cia, entre los 15 y 20 años, y presenta un recurren a la cirugía estética. Estos últi-
curso crónico (Munro y Stewart, 1991; mos tienden a acudir a más cirujanos y a
Phillips, Átala y Albertini, 1995). La peti- ser intervenidos por problemas múlti-
ción de ayuda terapéutica suele demo- ples. En concreto, se caracterizan por el
rarse entre 10 y 15 años, con la particula- estrés desproporcionado y la preocupa-
ridad de que la demanda se relaciona ción reiterada y por la vaguedad de la
más con las complicaciones psicopatoló- queja y de la petición, así como por las
gicas generadas (depresión, aislamiento expectativas irracionales o mágicas. Ade-
social, etc.) que con el trastorno en sí más presentan una historia de operacio-
mismo (Peruggi, Giannotti, Frare, Di nes previas y un deterioro mayor en
Vaio, Valori, Maggi, Cassano y Akiskal, todas las áreas de su vida, con problemas
1997). Lo que dificulta la búsqueda tem- emocionales y de personalidad (Birtch-
prana y explícita de ayuda son la culpa y nell, 1988; Hollander y Aronov^ritz, 1999;
la vergüenza experimentadas por el con- Neziroglu y Yaryura-Tobias, 1997).
tenido de sus preocupaciones.
Los antecedentes familiares de trastor-
nos mentales no son infrecuentes. En TRATAMIENTO PSICOLÓGICO
concreto, aparecen descritos entre los
familiares de primer grado la depresión, Motivación para ¡a terapia
las conductas adictivas, las psicosis y el
trastorno obsesivo-compulsivo (HoUan- Los pacientes con este trastorno suelen
der, Liebowitz, Winchel, Klumker y estar motivados para el cambio físico de
Klein, 1989; Penasa y Escudero, 1994; su apariencia externa. De este modo, ini-
Phillips, McElroy, Kock, Pope y Hudson, cian con frecuencia tratamientos capila-
1993; Martín Muñoz, Navarro y Martínez, res, dermatológicos, quirúrgicos, de
1985; Thomas, 1984). reducción de peso, etc., como forma de
Por otro lado, hay una comorbilidad eliminar su defecto.
alta entre el trastorno dismórfico corpo- El problema, sin embargo, no está tan-
ral y otros cuadros clínicos del eje I (fobia to en la apariencia exterior como en la
social, depresión, intentos de suicidio, vivencia subjetiva del cuerpo. A pesar de
trastorno obsesivo-compulsivo, abuso de ello, los pacientes se muestran muy rea-
sustancias y, en menor medida, psicosis cios al tratamiento psicológico, porque,
y trastornos de la conducta alimentaria) al no ser conscientes del problema real,
(Hollander, Cohén, Simeón, 1993; Phi- la única alternativa planteada es la modi-
llips, Átala y Albertini, 1995; Wilhem, ficación de la fachada externa.
Otto, Zucker y Pollack, 1997), así como
del eje II (trastorno de personalidad evi-
tadora, obsesivo-compulsiva, dependien- Objetivos terapéuticos
te y borderline principalmente) (Neziro-
glu, McKay, Todaro y Yaryura-Tobias, Las metas prioritarias de la terapia son
1996). Más en general, la introversión, la las siguientes: la modificación de las
baja autoestima, la hipersensibilidad y la autoverbalizaciones negativas sobre el
inseguridad personal son también carac- cuerpo; el cambio de los supuestos irra-
32 Karmele Salaberría, Mercedes Borda, Pedro J. Amor y Enrique Echeburúa

clónales sobre la apariencia física; y la sesión varía de 60 a 90 minutos, y cada


desaparición (o, cuando menos, reduc- una de ellas va acompañada de tareas
ción) de las conductas rituales y de evi- para casa y de algunos materiales de
tación. Sólo así es posible sentirse mejor autoayuda, como manuales o casetas.
con la propia imagen sin cambiar el
aspecto externo. En último término, se
trata de modificar los hábitos que inter- — Información
fieren negativamente con el funciona-
miento cotidiano, de aprender a tolerar la Un primer componente de la terapia
apariencia propia y de afrontar las situa- es la información proporcionada al
ciones (mirarse al espejo, relacionarse paciente sobre los distintos aspectos
con los demás, etc.) que habitualmente se relacionados con el problema. Así, se le
evitan (Rosen, 1997). explica en qué consiste el trastorno y
La terapia de la imagen corporal utili- cuáles son sus características, así como
zada en la dismorfofobia también puede la diferencia entre lo que es la aparien-
ser aplicada, a modo de ayuda comple- cia física y la imagen corporal (esta últi-
mentaria, en los trastornos de la conduc- ma referida a un constructo psicológico).
ta alimentaria (anorexia, bulimia y obesi- Por ello, la modificación de la aparien-
dad) (Rosen, Reiter y Orosan, 1995; cia física no conduce siempre al cambio
Vandereycken, Probst, Van Bellinghen, de la imagen corporal. De hecho, perso-
1992). nas distintas pueden percibir la apa-
riencia física del paciente (como ocurre
asimismo en relación con la belleza) de
Técnicas terapéuticas modo muy diferente a como la percibe
él mismo.
Los procedimientos terapéuticos utili- En este sentido, se realiza con el
zados son similares a los empleados en el paciente una historia del desarrollo de la
tratamiento cognitivo-conductual de las imagen corporal (en los aspectos percep-
fobias y del trastorno obsesivo-compulsi- tuales, cognitivo-afectivos y conductua-
vo (Rosen, 1997; Raich, Mora, Marroquín, les) y se analiza de qué forma ha ido
Pulido y Soler, 1997) (Tabla 4). modificándose a lo largo del tiempo en
El formato del tratamiento puede ser función de los sucesos personales y las
individual y/o grupal y dura de 2 a 3 influencias sociales.
meses, con un número de sesiones que Los tres componentes de la imagen
oscila entre 6 y 12. La frecuencia de las corporal están íntimamente relacionados
sesiones puede ser variable, desde una a entre sí. De este modo, los pensamientos
varias por semana. La duración de cada negativos inciden sobre las emociones y

Tabla 4. Componentes del tratamiento cognitivo-conductual (Raich, Mora, Marroquín, Pulido y


Soler, 1997; Rosen, 1997)
1. Información sobre:
— Las características del trastorno.
— La apariencia física y la imagen corporal.
— El impacto de los pensamientos sobre las emociones y la percepción del cuerpo.
— El papel de la evitación y de los rituales en el mantenimiento de los síntomas.
2. Exposición con prevención de respuesta.
3. Reestructuración cognitiva.
TVatamiento del trastorno dismórfico corporal 33

sentimientos hacia el cuerpo, así como — Técnicas cognitivas


sobre su percepción y las conductas
hacia el mismo. De la misma manera, las Se ha utilizado el modelo de reestruc-
conductas de evitación y los rituales turación cognitiva, inspirado en las téc-
impiden la habituación y el normal desa- nicas de Beck o de Ellis, cuyas fases son
rrollo de la imagen corporal y están las siguientes:
implicadas en el mantenimiento y agra-
vación del trastorno. 1. Educación e información. En esta
fase se trata de exponer al paciente
el modelo cognitivo-conductual, es
— Exposición con prevención de decir, la relación existente entre el
respuesta pensamiento, la emoción y la con-
ducta.
La exposición supone enfrentarse a las 2. Identificación y registro de pensa-
situaciones provocadoras de ansiedad, de mientos, así como de su relación
modo jerárquico, primero en casa y lue- con las emociones y las conductas.
go en los lugares públicos, sin que se 3. Discusión de los pensamientos y
emitan conductas de evitación o de puesta en duda de los mismos con
camuflaje. El objetivo es que el paciente referencia a los datos de la realidad.
sea capaz de contemplar las distintas par- 4. Sustitución de los pensamientos no
tes de su cuerpo sin malestar significati- adaptativos por otros más adecua-
vo y sin utilizar un lenguaje negativo dos y que produzcan menos sufri-
sobre sí mismo (Rosen, 1997). miento.
El segundo componente de este trata-
miento es la prevención de respuesta (dar El objetivo del trabajo realizado con
un tiempo límite para vestirse, dejar la los pensamientos es enseñar al paciente
cara sin maquillarse, etc.), que se utiliza a aceptar su cuerpo y a sentir satisfac-
para impedir la realización de conductas ción con el mismo. Normalmente se
de comprobación y acicalamiento que solicita al paciente que identifique y
suponen un continuo examen del cuerpo registre los pensamientos que aparecen
con el objetivo de neutralizar la ansiedad durante las exposiciones o durante la
experimentada. realización de las conductas de evita-
Otras técnicas complementarias son el ción o rituales, así como las actitudes
entrenamiento en habilidades sociales y la personales hacia el cuerpo, para que lue-
relajación y respiración, que pueden ser de go puedan ser debatidas en las sesiones
ayuda cuando los pacientes tienen dificul- terapéuticas.
tades con el tratamiento de exposición o Las distorsiones cognitivas que más
reaccionan con llanto y autoverbalizacio- frecuentemente son objeto de tratamien-
nes negativas ante las tareas propuestas to en la dismorfofobia figuran expuestas
(McKay, Neziroglu y Yaryura-Tobias, 1997). en la Tabla 5.

Tabla 5. Distorsiones cognitivas frecuentes en la dismorfofobia


— Suposiciones y pensamientos sobre la importancia de la apariencia física.
— Necesidad de ser perfecto y de tener la aprobación de los demás.
— Comentarios negativos sobre el propio cuerpo, con comparaciones constantes con los demás.
— Percepciones distorsionadas de la apariencia.
34 Kannele Salaberría, Mercedes Borda, Pedro J. Amor y Enrique Echeburúa

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36 Karmele Salaberría, Mercedes Borda, Pedro J. Amor y Enrique Echeburúa

Desde esta misma perspectiva, se han mato individual. En la primera sesión, se


utilizado también las autoinstrucciones proporcionó información sobre la insa-
positivas y el rol-playing racional (Newell tisfacción con la imagen corporal (causas,
y Shrubb, 1994). En esta técnica el pacien- repercusiones en la vida cotidiana, etc.)
te y el terapeuta invierten sus papeles: así, y se expuso la fundamentación del trata-
el terapeuta defiende las creencias del miento, además de realizar un entrena-
paciente sobre su anormalidad y éste debe miento en relajación. En la segunda
presentar argumentos en contra, pero basa- sesión, se solicitó a las pacientes que
dos en datos objetivos y no en meras opi- construyeran una jerarquía de 5 partes
niones personales ni en sensaciones más o del cuerpo o áreas, desde las más satis-
menos confusas sobre su imagen corporal. factorias hasta las menos, y se aplicó la
El objetivo, en último término, es que el desensibilización sistemática. En la ter-
paciente incorpore estos argumentos en su cera sesión, se aplicó la exposición en
repertorio a modo de autoinstrucciones de vivo a diferentes partes del cuerpo delan-
carácter más objetivo y neutral. te del espejo y se entrenó a las pacientes
a detectar los pensamientos automáticos
que podían aparecer durante los ejerci-
INVESTIGACIONES CLÍNICAS cios de exposición. En la cuarta sesión,
se introdujo el esquema de trabajo de la
Las investigaciones clínicas controladas terapia cognitiva (identificar, disputar y
con diseños de grupo sobre el tratamien- ofrecer pensamientos alternativos). En la
to de este trastorno han comenzado a quinta sesión, se planificaron actividades
aumentar a partir de los años 90. Los corporales gratificantes. Y, por último, en
resultados obtenidos con técnicas cogni- la sexta sesión se realizó un balance del
tivo-conductuales son esperanzadores. programa y se ofrecieron estrategias de
En general, las muestras utilizadas en los prevención de recaídas. A lo largo de las
estudios publicados se refieren tanto a sesiones se utilizaron vídeos, material de
pacientes dismórficos con quejas especí- autoayuda y tareas para casa.
ficas como a sujetos que muestran una Los resultados obtenidos en el grupo
insatisfacción global con su cuerpo. En de tratamiento eran superiores al grupo
las Tablas 6 y 7 aparecen las característi- de control al finalizar la terapia y se man-
cas más importantes de cada uno de los tenían a las 7 semanas de seguimiento.
estudios que se comentan más amplia- En concreto, las pacientes mostraban
mente a continuación. mejorías significativas en la imagen cor-
La primera investigación publicada es poral, en las cogniciones desadaptadas
la de Butters y Cash (1987). Este estudio sobre el cuerpo, en la autoestima y en los
se llevó a cabo en una muestra de mujeres sentimientos de adecuación acerca del
con trastornos de la imagen corporal, pero cuerpo y la sexualidad.
sin alteraciones de la conducta alimenta- En el primer estudio de Rosen, Saltz-
ria, que puntuaban por debajo del percen- berg y Srebnik (1989), se comparó un tra-
til 25 en la escala Body Self-Relations tamiento cognitivo-conductual (N=13)
Questionnaire [BSRQ, VVinstead y Cash, con un grupo placebo de atención míni-
1984). Lo que se hizo fue comparar un tra- ma (N=10), que consistió en atención e
tamiento cognitivo-conductual (N=15), información sobre la imagen corporal, la
aplicado en sesiones individuales, con un estimación del cuerpo y los efectos de la
grupo de control de lista de espera (N=16). evaluación sobre el cuerpo, pero sin
La terapia consistió en 6 sesiones incorporar ejercicios específicos de rees-
semanales de 1 hora de duración en for- tructuración cognitiva ni de exposición.
lYatamiento del trastorno dismórfico corporal 37

La muestra estaba compuesta de 23 muje- adicionalmente en estimación corporal


res estudiantes con alteraciones de la ima- realizaron ejercicios de corrección de la
gen corporal, pero sin trastornos de la sobreestimación del tamaño y peso del
conducta alimentaria, que obtuvieron una cuerpo.
puntuación superior a 109 en el cuestio- A tenor de los resultados obtenidos en
nario Body Shape Questionnaire (Cooper, el postratamiento y en el seguimiento de
Taylor, Cooper y Fairburn, 1987). los 3 meses, los sujetos de uno y otro gru-
El tratamiento tuvo una duración de 6 po mejoraron en la estimación del cuer-
semanas, con una sesión semanal de dos po y la satisfacción corporal, así como en
horas, en un formato grupal (3-4 pacien- la evitación de situaciones y en la mejo-
tes). La terapia cognitivo-conductual se ra de la autoestima. Al menos en este
centró en la corrección de las estimacio- caso, el entrenamiento en estimación cor-
nes sobre el tamaño y el peso del cuerpo, poral resultó innecesario ya que no pro-
en la modificación de las distorsiones dujo mejoras adicionales.
cognitivas y de los pensamientos negati- En el estudio de Fisher y Thompson
vos sobre la apariencia física y en expo- (1994) se compararon la terapia cogniti-
siciones a las situaciones que provocaban vo-conductual (N=16) y el tratamiento
esos pensamientos. por medio de ejercicio aeróbico (N=14)
Los resultados del grupo de tratamien- con un grupo de control (N=16). La
to eran superiores al grupo placebo, tan- muestra estaba constituida por mujeres
to en el postratamiento como en el segui- estudiantes con problemas de insatisfac-
miento de los dos meses. De este modo, ción corporal y que tenían una puntua-
las chicas que recibieron la terapia mos- ción por debajo del percentil 25 en la
traban mayores logros en las estimacio- escala Multidimensional Body Self-Rela-
nes corporales, en la satisfacción con el tions Questionnaire [MBSRQ, Brown,
cuerpo y en la evitación conductual. Cash y Mikulka, 1990).
En un estudio posterior de este mismo El tratamiento cognitivo-conductual
grupo (Rosen, Gado, Silberg, Srebnik, estaba basado en la guía terapéutica esta-
Wendt, 1990), se analizó la eficacia de blecida por Butters y Cash (1987). A su
añadir a la terapia cognitivo-conductual vez, el grupo de ejercicio aeróbico, en la
un componente más: el entrenamiento primera sesión, recibió información sobre
específico en estimación corporal. Para la imagen corporal y el ejercicio físico, y
ello, se trató a 27 mujeres con trastorno se fijaron los objetivos de la terapia. En
de la imagen corporal y una puntuación las cinco sesiones restantes se realización
superior a 109 en el cuestionario Body ejercicios físicos que, además, se plante-
Shape Questionnaire (Cooper et al., aban como tareas para casa a realizar dos
1987), pero sin alteraciones de la con- veces por semana. Ambos tratamientos
ducta alimentaria, con una de estas dos tuvieron una duración de seis semanas,
modalidades terapéuticas: terapia cogni- con una sesión semanal de 1 hora de
tivo-conductual (N=12) o terapia cogniti- duración, en un formato grupal.
vo-conductual más entrenamiento espe- Según los datos obtenidos, los sujetos
cífico en estimación corporal (N=15). de los grupos experimentales tuvieron
El tratamiento cognitivo-conductual resultados similares entre sí, pero mejo-
consistió, por una parte, en la modifica- res que los registrados por el grupo de
ción de las distorsiones y pensamientos control. Así, se consiguió reducir la
negativos acerca de la apariencia y, por ansiedad y aumentar la satisfacción cor-
otra, en la exposición a las situaciones poral, pero no hubo cambios, sin embar-
evitadas. A su vez, los sujetos entrenados go, en las conductas de evitación.
38 Karmele Salaberría, Mercedes Borda, Pedro J. Amor y Enrique Echeburúa

El grupo de la profesora Raich en Bar- tos intrusivos y prevención de recaídas.


celona —pionero en España en el estudio Según los resultados obtenidos, se
de este tema— ha realizado también algu- apreciaron mejoras significativas en el
nas investigaciones experimentales. La grupo experimental, que se mantuvieron
primera de ellas (Raich, Soler y Mora, en el seguimiento de 1 año (en el caso de
1995) se ha referido a mujeres con tras- los 8 sujetos evaluados), con respecto al
tornos de insatisfacción corporal y dis- grupo de control.
morfofobia, pero sin alteraciones de la Desde el punto de vista de la significa-
conducta alimentaria. En concreto, los ción clínica de estos cambios, la muestra
pimtos de corte establecidos fueron de 60 experimental obtuvo en las medidas
en el cuestionario Body Dysmorphic específicas del trastorno tamaños del
Disorder Examination [BDDE, Rosen y efecto superiores a 1,4 y algo menores en
Reiter, 1996) y de 105 en el cuestionario las medidas generales de ajuste psicoló-
Body Shape Questionnaire [BSQ, Cooper gico, pero también de importancia. A
et al., 1987). tenor de las estimaciones de Jacobson y
El diseño consistió en dos grupos de Truax (1991), las puntuaciones de los
pacientes: uno experimental (N=ll), que pacientes tratados descendieron a un ran-
recibió tratamiento cognitivo-conductual, go de normalidad.
y un grupo de control de lista de espera En otro estudio del grupo de Rosen
(N=6). El tratamiento se realizó en un for- (Rosen, Reiter y Orosan, 1995) se compa-
mato grupal (4-5 pacientes por grupo) ró la terapia cognitivo-conductual (N=27)
durante 8 sesiones semanales de dos con un grupo de control sin tratamiento
horas de duración cada una, con arreglo (N=27) en mujeres diagnosticadas de dis-
a las guías terapéuticas de los grupos de morfofobia según los criterios del DSM-
Cash y Rosen. III-R (American Psychiatric Association,
Según los resultados obtenidos, el tra- 1987). La terapia se llevó a cabo durante
tamiento se mostró efectivo y hubo una 8 sesiones de dos horas, aplicadas en un
superioridad clara del grupo experimen- formato grupal.
tal sobre el grupo de control en los aspec- El tratamiento iba dirigido a la modifi-
tos conductuales, cognitivos y percep- cación de los pensamientos intrusivos
tuales, así como en la autoestima y el sobre la insatisfacción corporal y sobre
ajuste psicológico global. las creencias sobrevaloradas acerca de la
En el segundo estudio de este grupo apariencia física, así como al afronta-
(Raich, Mora, Marroquín, Pulido y Soler, miento de las conductas evitadas y a la
1997) se asignó a 32 estudiantes univer- eliminación de las conductas rituales.
sitarias con preocupaciones intensas Para ello se proporcionó información psi-
sobre su imagen corporal a un grupo de coeducativa y se utilizaron la exposición
tratamiento cognitivo-conductual y a con prevención de respuesta y la rees-
otras 12 a un grupo de lista de espera. En tructuración cognitiva, junto con autoins-
el BDDE y en el BSQ se utilizaron los trucciones positivas.
mismos puntos de corte que en el estudio A nivel cuantitativo, aparecieron dife-
anterior. rencias significativas entre el grupo de
El tratamiento, con un formato grupal control y el experimental. El grupo trata-
y 9 sesiones semanales de dos horas de do mostraba mejorías significativas en
duración, consistió, en líneas generales, todas las medidas entre el pre y postrata-
en información sobre la imagen corporal, miento, que se mantuvieron asimismo en
exposición con prevención de respuesta, el seguimiento de los 4,5 meses. En este
técnicas cognitivas para los pensamien- caso las quejas sobre la apariencia física
Tratamiento del trastorno dismórfico corporal 39

se redujeron y también mejoró la autoes- pacientes mejoraron en los aspectos emo-


tima. cionales, cognitivos y conductuaies de la
Desde el punto de vista clínico, un imagen corporal y en autoestima, así
sujeto se consideró como mejorado sólo como redujeron los síntomas psicopato-
si no cumplía los criterios diagnósticos lógicos previamente existentes (ansiedad
de la dismorfofobia y si obtenía tras el social y depresión). No hubo diferencias
tratamiento una puntuación por debajo significativas entre ambos formatos de
de dos desviaciones típicas en el Body tratamiento.
Dismorphic Disorder Examination Por último, en el estudio de Véale,
[BDDE, Rosen y Reiter, 1996). De acuer- Gournay, Dryden, Boocock, Shah, Will-
do con este criterio, un 82% de las son y Walburn (1996) se comparó un tra-
pacientes tratadas estaba mejorado en el tamiento cognitivo-conductual (N=9) con
postratamiento y un 77% en el segui- un grupo de control de lista de espera
miento de los 4,5 meses. (N=10). La muestra estaba constituida
A modo de sugerencia, en relación con por sujetos diagnosticados de dismorfo-
las pacientes no mejoradas, los autores fobia según el DSM-IV (APA, 1994) y
proponen un tratamiento más largo y más compuesta por un 90% de mujeres, con
intensivo en formato individual, así una media de edad de 35 años.
como una mayor supervisión de la expo- Como en otros casos, el tratamiento
sición con prevención de respuesta. consistió en información y fundamenta-
Ha habido un estudio de Grant y Cash ción del programa, así como en exposi-
(1995) referido a mujeres estudiantes ción con prevención de respuesta y rees-
(media de edad: 24 años) con insatisfac- tructuración cognitiva. A tenor de los
ción corporal, definida operativamente resultados obtenidos, los pacientes trata-
como una puntuación inferior al percen- dos, a diferencia de los del grupo de con-
til 33 en la escala Situational Inventory of trol, experimentaron una clara mejoría en
Body-Image Dysphoría (Cash, 1994). las medidas de dismorfofobia y depre-
Los dos grupos estudiados recibieron sión.
un tratamiento cognitivo-conductual, con Otra línea de interés son los tratamien-
la diferencia de que el formato terapéuti- tos psicofarmacológicos, en concreto los
co fue diferente en uno y otro caso. El antidepresivos inhibidores de la recapta-
primer grupo (N=12 sujetos) recibió un ción de la serotonina y la clomipramina,
tratamiento grupal de 11 sesiones de 90 que se han mostrado eficaces en estudios
minutos de duración; y el segundo (N=ll de casos realizados tanto en la dismorfo-
sujetos), un método de autoayuda, que fobia delirante como en la no delirante
constaba de un manual y de unas casetes (Hollander, Liebowitz, Winchel, Klumker
basadas en la guía de Cash (1991). En y Klein, 1989; Phillips, 1998).
este último caso, las pacientes debían uti- Como también ocurre en el trastorno
lizar el manual y las cintas. Esta tarea era obsesivo-compulsivo, las dosis requeri-
controlada semanalmente (en sesiones de das son más altas (200 mg/día con fluvo-
20 minutos) por el terapeuta, que aclara- xamina, 50 mg/día con fluoxetina y 175
ba dudas, revisaba los ejercicios y refor- mg/día con clomipramina) y la aparición
zaba el cumplimiento de las tareas. de los efectos del fármaco es más tardía
Los resultados obtenidos con el trata- (12-14 semanas) que en el caso de la
miento fueron positivos en uno y otro depresión (Phillips, McElroy, Hudson y
caso —una tasa de mejoría del 65% de Pope, 1995). Asimismo el tratamiento far-
los casos— y se mantuvieron en el segui- macológico de este cuadro clínico requie-
miento de los 2 meses. En concreto, las re de una duración larga (al menos, 1
40 Karmele Salaberría, Mercedes Borda, Pedro J. Amor y Enrique Echeburúa

año) (Hollander y Aronowitz, 1999). cen las más útiles (Rosen, 1997). El
No obstante, no se cuenta aún con entrenamiento complementario en per-
investigaciones clínicas controladas que cepción corporal no parece aportar un
permitan comparar la eficacia diferencial beneficio adicional.
de estos fármacos en relación con otros, El programa terapéutico utilizado res-
con el placebo y con los tratamientos psi- ponde habitualmente a un formato gru-
cológicos (Peruggi, Giannotti, Di Vaio, pal, si bien se ha llevado a cabo también
Frare, Saettoni y Cassano, 1996). con éxito en formato de autoayuda (Grant
y Cash, 1995), y consta de 6 a 12 sesiones
de 2 horas con una periodicidad sema-
CONCLUSIONES nal. Los resultados obtenidos son alenta-
dores y oscilan entre un 60% y un 70%
El trastorno dismórfico corporal es un de pacientes mejorados.
cuadro clínico común, pero poco estu- No obstante, el grado de mejoría es
diado (Rosen, 1995). Los criterios diag- inferior al obtenido en el tratamiento de
nósticos del DSM-IV (APA, 1994) han las fobias o del trastorno obsesivo-com-
mejorado respecto a los sistemas de cla- pulsivo (Gómez-Pérez, Marks y Gutié-
sificación anteriores, pero siguen siendo rrez-Fisac, 1994). De hecho, los pacien-
aún poco específicos. En concreto, no se tes, aun con niveles muy mejorados de
precisa la duración de los síntomas, no se adaptación, se siguen sintiendo con fre-
hace una distinción (que, sin embargo, cuencia feos o poco atractivos.
resulta clínicamente significativa) entre En concreto, las variables predictoras
una dismorfofobia global y una dismor- de fracaso son el incumplimiento de las
fobia más específica (referida a una parte prescripciones terapéuticas por parte del
concreta del cuerpo) y, por último, no se paciente o de los familiares, la comorbi-
hace referencia a las conductas de evita- lidad de este cuadro clínico con la depre-
ción y/o rituales, que, sin embargo, están sión o el trastorno de personalidad esqui-
presentes en el 90% de los pacientes zotípico y un insight muy pobre
(Phillips, Hollander, Rasmussen, Arono- (Hollander y Aronowitz, 1999).
witz, De Caria y Goodman, 1997). Por Los tratamientos psicofarmacológicos
otra parte, resulta difícil ubicar, por tra- parecen de interés cuando el paciente
tarse de un problema distinto, los casos está muy deprimido, muestra ideas dis-
que han sufrido mutilaciones o claras mórficas de carácter delirante o presenta
deformaciones y que sufren de malestar tentativas de suicidio.
intenso (Rosen, 1995). No se pueden soslayar, sin embargo,
Los instrumentos de evaluación elabo- los fallos metodológicos presentados por
rados hasta la fecha son aún muy preca- muchos de los estudios publicados hasta
rios y están poco generalizados. Por ello, la fecha: muestras compuestas por estu-
es preciso validar medidas ampliamente diantes y población subclínica; ausencia
utilizadas, así como elaborar instrumen- de unos criterios diagnósticos precisos y
tos más específicos para abordar aspectos del control de la posible comorbilidad;
concretos: los síntomas de distintos tipos, instrumentos de evaluación diferentes en
la ideación delirante, la resistencia de los las distintas investigaciones; falta de cri-
pacientes ante sus creencias, etc. terios operativos de mejoría; seguimien-
Respecto al tratamiento, la información tos muy reducidos (de 4,5 meses, en el
psicoeducativa y las técnicas de exposi- mejor de los casos).
ción con prevención de respuesta, junto Por último, se pueden señalar algunas
con la reestructuración cognitiva, pare- líneas de investigación futuras: la deli-
Tratamiento del trastorno dismórfico corporal 41

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