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03.2000 (1) .Salaberria Borda Amor Echeburua PDF
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definido en el año 1886 por Morselli y Psiquiátrica Americana, 1994), como una
citado en distintos textos a lo largo de los preocupación excesiva por «un defecto
primeros años del siglo XX [cfr. Berrios y corporal» inexistente o de escasa entidad
Kan, 1996). (Tabla 1). Esta preocupación es exagera-
De hecho, siempre han existido perso- da, produce malestar e interfiere grave-
nas más o menos «acomplejadas» por el mente en la vida cotidiana del sujeto,
acné, las gafas, los dientes deformes, las dificultando las relaciones interpersona-
orejas salientes, la baja estatura, la calvi- les (Peruggi, Giannotti, Frare, Di Vaio,
cie, la nariz grande, etc. Todas estas pre- Valori, Maggi, Cassano y Akiskal, 1997;
ocupaciones son, hasta cierto punto, nor- Rosen, Gado, Silberg, Srebnik y Wendt,
males y en la adolescencia emergen con 1990).
toda la fuerza. Pero existe un grupo de Las personas con este trastorno, que se
personas en las que estas preocupaciones adhieren tozudamente a una apreciación
sobre los «defectos» del cuerpo y sobre la no compartida por la mayoría de la gen-
apariencia física, lejos de disminuir con te, tienen miedo a que los demás se den
el tiempo, aumentan o se mantienen, pro- cuenta del supuesto defecto físico, mues-
duciendo un gran malestar e impidiendo tran sentimientos de culpa y vergüenza,
llevar adelante una vida normal. Es se preocupan de modo repetitivo, sobre-
entonces cuando se puede hablar propia- valorado o delirante, evitan las situacio-
mente de trastorno dismórfico corporal. nes sociales y la exposición del cuerpo,
De todos modos, la dismorfofobia, tienen rituales y solicitan tratamiento
entendida como preocupación por la ima- médico y cosmético de forma reiterada
gen corporal, puede ser un síntoma pre- (Neziroglu y Yaryura-Tobias, 1997;
sente en distintos cuadros clínicos, como Rosen, 1995).
la esquizofrenia, la anorexia nerviosa, la Entre las preocupaciones más frecuen-
obesidad, la bulimia, la fobia social, el fras- tes figuran los defectos faciales (referidos
tomo obsesivo-compulsivo, la depresión, a la nariz, la piel, el pelo, etc.), la estruc-
etc. (Birtchnell, 1988; Neziroglu y Yaryu- tura física y los olores corporales (Phi-
ra-Tobias, 1997), pero también puede ser llips, McElroy, Kock, Pope y Hudson,
un trastorno en sí mismo. En este artículo 1993) (Tabla 2). Hay algunas que son más
se hace referencia a esta última condición. específicas de cada sexo, como la preo-
cupación por la forma o el tamaño de las
mamas, en el caso de las mujeres, o la
CONCEPTO Y CARACTERÍSTICAS preocupación por el tamaño del pene, en
DEL TRASTORNO los hombres.
Las quejas sobre la apariencia física
El trastorno dismórfico corporal puede pueden estar relacionadas con partes
definirse, según el DSM-IV (Asociación específicas del cuerpo (nariz, dientes.
Tabla 2. Tipos de quejas sobre la apariencia física (Phillips, 1991; Hollander y Aronowitz, 1999)
Alcance de la queja Contenido de la queja
Defectos faciales — Acné, arrugas, cicatrices, manchas.
— Vello excesivo.
— Pajidez o enrojecimiento.
— Asimetría facial.
Estructura corporal (forma, tamaño, peso, simetría) — Partes de la cara y la cabeza.
— Genitales.
— Extremidades.
Olores corporales — Secreciones, olores, aliento.
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36 Karmele Salaberría, Mercedes Borda, Pedro J. Amor y Enrique Echeburúa
año) (Hollander y Aronowitz, 1999). cen las más útiles (Rosen, 1997). El
No obstante, no se cuenta aún con entrenamiento complementario en per-
investigaciones clínicas controladas que cepción corporal no parece aportar un
permitan comparar la eficacia diferencial beneficio adicional.
de estos fármacos en relación con otros, El programa terapéutico utilizado res-
con el placebo y con los tratamientos psi- ponde habitualmente a un formato gru-
cológicos (Peruggi, Giannotti, Di Vaio, pal, si bien se ha llevado a cabo también
Frare, Saettoni y Cassano, 1996). con éxito en formato de autoayuda (Grant
y Cash, 1995), y consta de 6 a 12 sesiones
de 2 horas con una periodicidad sema-
CONCLUSIONES nal. Los resultados obtenidos son alenta-
dores y oscilan entre un 60% y un 70%
El trastorno dismórfico corporal es un de pacientes mejorados.
cuadro clínico común, pero poco estu- No obstante, el grado de mejoría es
diado (Rosen, 1995). Los criterios diag- inferior al obtenido en el tratamiento de
nósticos del DSM-IV (APA, 1994) han las fobias o del trastorno obsesivo-com-
mejorado respecto a los sistemas de cla- pulsivo (Gómez-Pérez, Marks y Gutié-
sificación anteriores, pero siguen siendo rrez-Fisac, 1994). De hecho, los pacien-
aún poco específicos. En concreto, no se tes, aun con niveles muy mejorados de
precisa la duración de los síntomas, no se adaptación, se siguen sintiendo con fre-
hace una distinción (que, sin embargo, cuencia feos o poco atractivos.
resulta clínicamente significativa) entre En concreto, las variables predictoras
una dismorfofobia global y una dismor- de fracaso son el incumplimiento de las
fobia más específica (referida a una parte prescripciones terapéuticas por parte del
concreta del cuerpo) y, por último, no se paciente o de los familiares, la comorbi-
hace referencia a las conductas de evita- lidad de este cuadro clínico con la depre-
ción y/o rituales, que, sin embargo, están sión o el trastorno de personalidad esqui-
presentes en el 90% de los pacientes zotípico y un insight muy pobre
(Phillips, Hollander, Rasmussen, Arono- (Hollander y Aronowitz, 1999).
witz, De Caria y Goodman, 1997). Por Los tratamientos psicofarmacológicos
otra parte, resulta difícil ubicar, por tra- parecen de interés cuando el paciente
tarse de un problema distinto, los casos está muy deprimido, muestra ideas dis-
que han sufrido mutilaciones o claras mórficas de carácter delirante o presenta
deformaciones y que sufren de malestar tentativas de suicidio.
intenso (Rosen, 1995). No se pueden soslayar, sin embargo,
Los instrumentos de evaluación elabo- los fallos metodológicos presentados por
rados hasta la fecha son aún muy preca- muchos de los estudios publicados hasta
rios y están poco generalizados. Por ello, la fecha: muestras compuestas por estu-
es preciso validar medidas ampliamente diantes y población subclínica; ausencia
utilizadas, así como elaborar instrumen- de unos criterios diagnósticos precisos y
tos más específicos para abordar aspectos del control de la posible comorbilidad;
concretos: los síntomas de distintos tipos, instrumentos de evaluación diferentes en
la ideación delirante, la resistencia de los las distintas investigaciones; falta de cri-
pacientes ante sus creencias, etc. terios operativos de mejoría; seguimien-
Respecto al tratamiento, la información tos muy reducidos (de 4,5 meses, en el
psicoeducativa y las técnicas de exposi- mejor de los casos).
ción con prevención de respuesta, junto Por último, se pueden señalar algunas
con la reestructuración cognitiva, pare- líneas de investigación futuras: la deli-
Tratamiento del trastorno dismórfico corporal 41
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