Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Argentina
ISSN: 0373-5680
pdellape@fcnym.unlp.edu.ar
Sociedad Entomológica Argentina
Argentina
MUZÓN, Javier
Insecta. La búsqueda de la clasificación perfecta
Revista de la Sociedad Entomológica Argentina, vol. 64, núm. 3, -, 2005, pp. 1-12
Sociedad Entomológica Argentina
Buenos Aires, Argentina
FORO
MUZÓN, Javier
Instituto de Limnología "Dr. Raúl A. Ringuelet", C.C. 712, 1900 La Plata, Argentina;
e-mail: muzon@ilpla.edu.ar
Con el fin de intentar abarcar esta rica diversi- La primera cuestión que surge en la conside-
dad de enfoques y resultados podría establecerse ración de la clasificación de los insectos es res-
un primer eje histórico destacando dos momen- ponder algunas simples preguntas: ¿De qué ha-
tos principales donde se han producido grandes blamos cuando hablamos de insectos? ¿Cómo
cortes o escalonamientos en la "clasificación" de caracterizar a los insectos? ¿Cuál es la diferencia
los insectos. En primer lugar, la época clásica con entre insectos y hexápodos?. El problema se nos
su concepción idealista de arquetipos inmóviles presenta de muchas maneras, pero en ninguno
que produjo, hasta mediados del siglo XIX (que de los casos es simple. Podría ser sencillo respon-
en algunos casos, también se puede rastrear has- der a estas preguntas remitiéndonos al principio
ta la actualidad), la agrupación de entes por sola de autoridad; sin embargo, tomar definiciones
similitud. Luego, con la irrupción del paradigma fuera del contexto histórico donde fueron dichas
darwiniano, comenzó a considerarse como fac- o escritas sería, al menos, riesgoso.
2 Rev. Soc. Entomol. Argent. 64 (3), 2005
¿Dónde surgen todas estas dificultades? Pro- de enorme valor ya que los nuevos paradigmas, y
bablemente se deban en parte a la larga y compleja las revoluciones que los producen, no son otra cosa
historia evolutiva del grupo, sin olvidar que al de- que tomas de conciencia, y la conciencia es el pri-
cir grupo ya hemos clasificado, y entonces cabría mer requisito de toda clasificación.
volver a la primer pregunta: ¿De qué grupo esta-
mos hablando?. Eco (1997) sostiene que "ante el En esta contribución se intentará un breve reco-
fenómeno desconocido, a menudo se relaciona rrido por la clasificación de los insectos, en particular
por aproximación: se busca ese recorte de conte- en los últimos 100 años. Debe destacarse que la bi-
nido, ya presente en nuestra enciclopedia, que de bliografía citada representa sólo una pequeña pro-
alguna manera consiga dar razón del hecho nue- porción de todo aquello que ha sido publicado y
vo". Sin embargo, con todo lo que ello conlleva, la que los conflictos planteados son los más relevantes
sistemática y la taxonomía natural son prácticas desde el punto de vista del autor. Finalmente, y con el
científicas y por tanto de mayor objetividad; pero ánimo de limitar el uso de algunos nombres en esta
aun así debe reconocerse que cualquier práctica contribución, debe aclarase que debido a la falta de
científica se rige por el eje Conciencia – Conoci- consenso, aquí se considerarán a los insectos de un
miento – Ciencia y por lo tanto la respuesta a esta modo coloquial y a Insecta de modo restrictivo (se-
primer pregunta será múltiple y cambiante, ya que gún Kristensen, 1998): Archaeognatha + Dicondylia.
dependerá de quién está respondiendo y también Asimismo, no se mencionará a Hexapoda excepto
de cuándo (Foucault, 1970). cuando el caso lo amerite. Hexapoda, nombre del
taxón que incluye a Ectognatha y "Entognatha" y ca-
La aproximación que propone Eco depende racterizado por agrupar a mandibulados con tres
de la enciclopedia personal de quien hace el re- pares de patas, parece estar por sucumbir frente a
corte, pero esa enciclopedia se rige por la época. nueva evidencia genética y paleontológica.
La época marca los recortes de contenido a ob-
servar según los paradigmas imperantes: a veces
se recorta el componente morfológico, a veces el TAXONES Y NOMBRES
funcional, a veces el ecológico, a veces el fisioló-
gico, recientemente el genético molecular y mu- Si bien existen amplias discusiones acerca de
chas veces varios a la vez. la naturaleza de qué es lo que debe considerarse
un taxón en las Ciencias Naturales (por ejemplo
Por ejemplo, la primer clasificación "oficial" de las perspectivas de clase, individualista y
artrópodos (en esa época donde Insecta nombraba relacional) y qué es lo que debería ser nombrado
a todos los artrópodos conocidos) reproducía as- (ver Pleijel & Hardim, 2003 y la bibliografía allí
pectos morfológicos; Linneo (1735) propuso cuatro citada), es bien sabida la necesidad insoslayable
divisiones para Insecta (i.e., Coleoptera, Angioptera, de nombrar: no podríamos comentar algo sobre
Hemiptera y Aptera) sobre la base de un carácter un taxón sino es a través de su nombre.
morfológico: las alas. En la actualidad, puede resul-
tar elemental que haya agrupado dentro de Aptera Ahora bien, los taxones son entes de razón (aque-
(sobre la base de una ausencia) a ácaros, piojos, llo que es y puede dejar de ser) pero los tratamos
pulgas, cangrejos y escolopendras, pero sin dudas como entes materiales (les damos un carácter mate-
es una clasificación que impulsó una rica historia. rial que no poseen). De este tratamiento resulta un
Más de un siglo después, Haeckel (1866) clasificó problema metodológico, si no grave al menos
según un corte de tipo ecológico ambiental: Carides incordioso. Los taxones son entes de razón (por ejem-
reunía a los acuáticos (e.g., Crustacea, Xyphosura, plo hipótesis) pero los tratamos discursivamente como
Trilobita) y Tracheata a los terrestres (e.g., Arachnida, entes materiales, otorgándoles una existencia mate-
Myriapoda, Insecta). Posteriormente, desde fines del rial antes que hipotética. La nomenclatura biológica
siglo XIX y hasta la actualidad, el recorte fue nueva- ha seguido esta tradición, aun más al establecer las
mente morfológico, de acuerdo a los tipos de apén- reglas de prioridad. Un aspecto singular de cualquier
dices y la tagmosis: Unirramia y Schizorramia, o recorrido sistemático de un taxón es que, a diferencia
Mandibulata y Arachnomorpha. de otras disciplinas, la sistemática posee un hilo con-
ductor con recorrido temporal inverso: los sistemáti-
Si la historia de la clasificación, en este caso la de cos, sean del cuño que sean, han (hemos) puesto
los insectos, se rige de acuerdo a este tipo de cortes, nombres a hipótesis, y por prioridad deben elegirse,
donde los contenidos observados cambian o se entre los nombres disponibles, los más antiguos. Es-
suman según los paradigmas y tecnologías tas hipótesis, los taxones, sufren transformaciones
imperantes, se produce permanentemente una re- conceptuales (generalmente de acuerdo al criterio del
evaluación (resignificación) de todos los caracteres taxónomo o a la corriente epistemológica que persi-
utilizados con anterioridad. Este hecho es sin dudas ga), pero deben mantenerse los mismos nombres. Si
MUZON, J. Insecta. La búsqueda de la clasificación perfecta 3
Si bien el nuevo recorte genético brinda infor- Haeckel (1896), quien había considerado sobre
mación contradictoria respecto a algunos arreglos la base de aspectos ambientales (presencia de
en Mandibulata (por ejemplo, Myriapoda apare- tráqueas) a Tracheata y Onychophora en un mis-
ce tanto como grupo hermano de Hexapoda, mo linaje. A partir de varios estudios de corte
Pancrustacea e incluso de Chelicerata), sugiere morfológico Manton concluyó con una hipótesis
mayoritariamente tres hechos de suma importan- polifilética para los artrópodos. De acuerdo a esta
cia respecto de las relaciones externas de los in- hipótesis, los diferentes grupos de artrópodos se
sectos: 1. Mandibulata es un grupo natural, 2. habrían originado independientemente a partir de
Crustacea podría ser considerado parafilético y 3. un stock "anelidiano" mediante el llamado "pro-
Los insectos podrían considerarse "crustáceos te- ceso de artropodización".
rrestres", es decir que junto con aquellos crustá-
ceos reconocidos (Branchiopoda, Maxillopoda, En consecuencia, al considerar a los
Remipedia, Cephalocarida y Malacostraca) cons- atelocerados (Hexapoda + Myriapoda) más
tituyen Pancrustacea. cercanamente emparentados con Onychophora
que con Crustacea, la noción de Mandibulata pier-
Estas conclusiones fueron criticadas por algu- de sustento, y del mismo modo la de Arthropoda.
nos autores (especialmente carcinólogos) pero, sin Uno de los argumentos esgrimidos por Manton
embargo, deberían tenerse en cuenta algunas cues- para desmembrar a Mandibulata es la no-
tiones: 1. Mandibulata sería un grupo primaria- homología de las mandíbulas de Crustacea y
mente marino, 2. Crustacea se caracteriza por una Atelocerata. El "paradigma" polifilético de los ar-
amplia versatilidad de planes de organización (en trópodos (condición en lugar de taxón) fue abo-
particular tagmosis, apéndices y desarrollo), 3. Han nado posteriormente por diversas investigaciones,
sido propuestas sinapomorfías poco convincen- en particular las del embriólogo Anderson (1973,
tes para Crustacea, principalmente el desarrollo 1981), discípulo y tesista de Manton, y perduró
del segundo par de antenas, los apéndices con fuerza aproximadamente por dos décadas
"birrámeos" y la larva nauplius. Considerando hasta la publicación de diversos estudios, princi-
estas cuestiones podría concluirse que las carac- palmente los de J. Kukalová – Peck (1983, 1987,
terísticas diagnósticas de Crustacea pueden 1991, 1992, 1998) y más recientemente por estu-
resignificarse como propias de Mandibulata (en dios embriológicos (Popadic et al., 1998; Schotlz
tanto grupo marino y anamórfico), mientras que et al., 1998; Akam, 2000; Edgecombe et al., 2003).
aquellos linajes terrestralizados (e.g., Collembola,
Insecta, Myriapoda) podrían haber adquirido in- En lo que respecta a los integrantes de
dependientemente aquellas características utiliza- Mandibulata, Manton clasificó en grupos diferen-
das para diagnosticar Atelocerata. tes a Crustacea y Hexapoda. Con respecto a
Crustacea, propuso, en sucesivos trabajos, la re-
En este sentido, la posibilidad de otros eventos lación con Trilobita y Chelicerata (hipótesis deno-
de terrestrealización no resultaría disparatada en un minada "TCC" o Schizorramia) e incluso forman-
contexto artropodiano. Evidentemente ha habido do un phylum independiente. En tanto los insec-
varios eventos independientes de terrestrealización tos eran clasificados en el phylum Unirramea jun-
en la historia evolutiva de Arthropoda, al menos dos to a Onychophora y Myriapoda.
en Chelicerata (Scorpiones y el resto de los arácni-
dos) y dos en Mandibulata (Atelocerata y parcial-
mente en Isopoda), y en estos procesos el baupläne HEXAPODA: ¿TAXÓN O CONDICIÓN?
artropodiano ha respondido siempre con tenden-
cias similares: internalización de superficies respira- La naturaleza monofilética de los hexápodos
torias (tráqueas, filotráqueas, pseudotráqueas), ha tenido una aceptación generalizada hasta el
vehiculización de productos de excreción por la inicio del siglo XXI. Sin embargo, la comparación
porción final del tubo digestivo y pérdida de la con- de genomas mitocondriales completos (Nardi et
dición "birrámea" en los apéndices. al., 2001, 2003, 2004) sugiere un posible arreglo
parafilético debido a la exclusión de Collembola
Unirramia del clado Crustacea + Hexapoda. De acuerdo a
esta hipótesis, Hexapoda dejaría de ser un taxón
Este taxón fue sostenido principalmente por la para convertirse en una condición: tanto
carcinóloga S. M. Manton en la segunda mitad Collembola como el resto de los grupos reunidos
del siglo pasado (Tiegs & Manton, 1958; Manton en "Hexapoda" habrían alcanzado la hexapodia
1964, 1972, 1977) y se encuentra sustentado ini- independientemente.
cialmente en la segunda hipótesis propuesta por
MUZON, J. Insecta. La búsqueda de la clasificación perfecta 5
Por otra parte, el reciente y fascinante hallaz- apendicular – pleural (i.e., los artejos basales epicoxa,
go de Devonohexapodus bocksbergensis Haas et subcoxa, coxa y trocánter, correspondientes al
al. (Haas et al., 2003), un hexápodo marino del coxopodito, se encuentran formando parte de las
Devónico inferior de Alemania, aporta evidencia pleuras abdominales).
compatible con esta postura parafilética. Del mis-
mo modo, Devonohexapodus pone en duda la Entognatha
mayor parte de lo que fuera sostenido en los últi-
mos dos siglos acerca de los hexápodos: el dise- Los taxones considerados clásicamente como
ño de un mandibulado con tres pares de patas no entognatos son Collembola, Protura y Diplura por
se correlaciona con un evento de terrestrea- compartir el desarrollo de pliegues cefálicos que
lización y, siguiendo con la crisis de la hipótesis cubren las piezas bucales. La discusión sobre la
Atelocerata, una vez más se sugiere que naturaleza de este agrupamiento se centra en el
Myriapoda e Insecta habrían colonizado indepen- origen de los pliegues, es decir si estos pliegues
dientemente el medio terrestre y por lo tanto las estuvieron o no presentes en el antecesor común
características compartidas habrían aparecido in- de estos grupos. Existen al menos tres opciones
dependientemente. que se presentan del siguiente modo: Entognatha
como taxón, como condición o ambos.
tringido a Thysanura. Sin embargo, sobre la base interpretaciones del patrón de nerviación de Odonata
de las notables diferencias en el aparto bucal y estaban equivocadas proponiendo una hipótesis
organización tentorial el taxón Thysanura (= general acerca del origen único de las alas en todos
Apterygota) entró en crisis: Thysanura fue separa- los órdenes de Pterygota.
do en dos taxones: Archaeognatha (=
Microcoryphia) y Zygentoma (= Thysanura s. s.), Si bien la hipótesis monofilética tiene hoy día
caracterizados por presentar una articulación un importante consenso y más allá de las conse-
mandibular monocondiliar (plesiomórfico para cuencias que trae aparejada respecto a la clasifi-
Hexapoda) y dicondiliar respectivamente. La cri- cación, aun no ha respondido a las preguntas más
sis de Apterygota trajo aparejada al nuevo taxón importantes acerca del origen de Pterygota: ¿Cuál
Dicondylia (Zygentoma + Pterygota). ha sido el escenario evolutivo: acuático o terres-
tre? ¿Cuál ha sido el tipo de ala original: lóbulos
Posteriormente, surgen dos hechos importan- paranotales fijos o exitas articuladas? ¿Cómo ha
tes que deben tenerse en cuenta al tratar a surgido la metamorfosis?
Dicondylia. Uno es la naturaleza de Monura, un
grupo carbonífero propuesto por Sharov (1966) y Paleoptera
tratado por Kukalová – Peck (1985, 1987, 1991),
en particular la posición sistemática de aquellos La discusión sistemática de Paleoptera es múl-
ejemplares caracterizados por presentar patas tiple y ha ocupado a numerosos autores por va-
cercales asignados inicialmente a este orden rias décadas. En primer lugar deben abordarse
("Dasyleptus" en Kukalová-Peck,1987). El segun- los posibles significados y usos del término
do problema es la retención en Tricholepidion "paleóptera" y establecer si paleóptera es:
gertschi (Lepidotrichidae) de parte del
endoesqueleto cefálico (Wygodzinsky, 1961; - Una condición: tipo articulación alar caracte-
Kristensen, 1998; Staniczek, 2000; Hasenfuss, rizada por la presencia de dos escleritos prin-
2002). Teniendo en cuenta esta información el cipales, el humeral y el axilar, que impide el
arreglo de los grupos basales de Dicondylia re- plegamiento de las alas.
sulta en la actualidad algo confuso: ¿Zygentoma - Un taxón: integrado por Ephemeroptera,
es un grupo mono o parafilético? ¿Representa Odonata y grupos fósiles, como por ejemplo
Tricholepidion el grupo hermano de Zygentoma Permothemistida, Paleodictyoptera,
s. s. + Pterygota? ¿Cuál es la posición de Monura? Megasecoptera, Diaphanopterodea y
Protodonata.
Pterygota - Es condición que justifica un taxón.
- No es ni condición ni taxón.
El taxón Pterygota fue erigido por Brauer (1885)
para incluir a todos los insectos con alas. Pocos Paleóptera como condición. Como condición se
años después, la interpretación del patrón de ner- plantea al menos tres opciones acerca de su origen:
viación alar en Odonata mediante la recapitula- 1. La articulación paleóptera es plesiomórfica y
ción del patrón de traqueación larval (Comstock de ella deriva el tipo neóptero. En este caso
& Needham, 1898, 1899; Needham, 1903) pro- Paleoptera no debería considerarse como
vocaron casi ochenta años de malentendidos acer- taxón ya que estaría basado sobre una
ca del origen de Pterygota. Estos malentendidos simplesiomorfía (ver Metapterygota vs.
desembocaron en posturas mono, di o polifiléticas Opisthoptera).
que intentaban responder la siguiente pregunta: 2. La articulación paleóptera es una simplifica-
¿Son las alas estructuras homólogas en todos los ción derivada de una condición basal
órdenes? neóptera.
3. Ambos tipos de articulación (paleóptero y
Sin entrar en detalles, la interpretación de las ve- neóptero) derivan de un plan básico previo.
nas medianas en Odonata sugirió que las alas apa- Esta hipótesis, propuesta por Kukalová – Peck,
recieron independientemente al menos en dos opor- establece que el aparato de vuelo (alas, articu-
tunidades. Por esta razón Pterygota (definido lación y musculatura relacionada), es homó-
monotéticamente por la presencia de alas) no podía logo en Pterygota. Esta autora también propo-
ser considerado como un grupo monofilético. En la ne que el vuelo no habría tenido un origen
década de 1980, a partir del hallazgo de odonatoideos único, por lo que en algunos grupos se ha-
del Paleozoico superior de la Argentina por parte de brían seleccionado independientemente mo-
S. Archangelsky y R. Leguizamón y la afortunada in- dificaciones a estas estructuras; siguiendo este
tervención de R.A. Ronderos del Museo de La Plata, mismo razonamiento la organización de los
Riek & Kukalová-Peck (1984) demostraron que las escleritos articulares sería una condición al-
MUZON, J. Insecta. La búsqueda de la clasificación perfecta 7
Hemipteroidea y Holometabola. Sin embargo, no considerar, del mismo modo que el Menard de
existe un consenso generalizado respecto a la Borges, que la repetición más exacta y estricta se
posición de algunos órdenes (e.g., Plecoptera, y puede relacionar a veces con el máximo de dife-
Zoraptera). rencia. La utilización de los mismos nombres, re-
petidos una y otra vez en innumerables trabajos,
El sistema de Martynov. Es el sistema superordinal nos remite casi siempre a conceptos diferentes.
más ampliamente utilizado en libros de texto. Estas repeticiones, si bien no modifican en nada el
Martynov (1925), de acuerdo principalmente a la objeto que se repite deberían cambiar en algo al
nerviación de la región anal de las alas posteriores y que las contempla. Por eso es fundamental tener
al número de túbulos de Malpighi, reconoció tres en cuenta la diferencia en cada repetición, cuando
grupos: Polyneoptera, Paraneoptera y se repite el nombre de un taxón en diferentes clasi-
Oligoneoptera. En la actualidad se considera que ficaciones, por ejemplo Tracheata, es necesario te-
no hay sinapomorfías que sostengan a Polyneoptera, ner presente tanto al texto original como a aquel
ya que sus características diagnósticas representa- donde ese se inserta. La multiplicidad de concep-
rían la condición ancestral en Neoptera. tos comunicados con un mismo nombre hace del
estudio de las clasificaciones en las Ciencias Natu-
El sistema de Ross - Hamilton. Estos autores, so- rales una tarea un poco más ardua de lo esperado
bre una base morfológica, propusieron en la se- en cualquier sistemática. Más aun en lo que res-
gunda mitad del siglo XX sólo dos grupos: pecta a los artrópodos y a los insectos, donde la
Pliconeoptera y Planoneoptera (Ross, 1955; cantidad de propuestas clasificatorias parece que-
Hamilton, 1971). Los Pliconeoptera incluyen a los rer estar a la par de su riqueza específica.
mismos órdenes de Polyneoptera, excepto
Plecoptera y Zoraptera, mientras que Por otra parte, al ser las normas nomenclatoriales
Planoneoptera es aproximadamente equivalente en las categorías superiores menos estrictas, tam-
a Paraneoptera + Oligoneoptera de Martynov. El bién se produce el efecto inverso: muchas veces un
taxón Planoneoptera concuerda, en general, con mismo concepto se nos presenta con más de un
Eumetabola soportado por estudios recientes nombre. Por ejemplo el clado (Myriapoda +
(Wheeler et al., 2001) Hexapoda) ha recibido al menos tres nombres que
hacen referencia a la misma característica:
El sistema de Kukalová – Peck. Fue propuesto en la Atelocerata, Monantennata y Antennata. Todos es-
década del 90´ sobre la base de un pormenorizado tos nombres refieren a la presencia de antenas y los
análisis de los distintos patrones de nerviación de dos primeros intentan expresar una diferencia fun-
grupos actuales y de representantes de gupos damental con Crustacea, un par en lugar de dos. A
paleozoicos de afinidad incierta, como por ejemplo estos nombres también podríamos sumarle
"Protorthoptera", Paoliidae y Cacurgidae (Kukalová Tracheata y Unirramia. Si bien todos representan al
– Peck, 1991; Kukalová – Peck & Brauckmann, 1992; mismo taxón, y podrían considerarse sinónimos, el
Kukalová – Peck & Peck, 1993). Reconoce cinco significado de (Myriapoda + Hexapoda) cambia de
grupos: Pleconeoptera, Orthoneoptera, acuerdo al autor y al contexto en que lo utiliza. Aun-
Blattoneoptera, Hemineoptera y Endoneoptera. Este que nos remita al mismo concepto, definitivamente
sistema distingue más linajes que los anteriores de- no es lo mismo Atelocerata en un trabajo de Manton
bido a la división de Polyneoptera en Pleconeoptera, que en uno de Snodgrass. Cada hipótesis está en-
Orthoneoptera y Blattoneoptera. Si bien acuerda con vuelta en un sistema de citas de otros textos como
Hamilton en la diferenciación de Plecoptera y un nudo en una red. El resultado de esta profusión
Polyneoptera, propone un arreglo novedoso al se- taxonómica y nomenclatorial no necesariamente
parar a Blattoneoptera (Blattodea + Isoptera + debe ser visto como un concierto de entes con
Mantodea) de los ortopteroides (Orthoneoptera) por implicancias negativas (como generalmente lo con-
no reconocer sinapomorfías en común. Con res- sideran los alumnos de cursos como Artrópodos y
pecto a Zoraptera, contrariamente a las afinidades Entomología), también podemos elegir pararnos fren-
propuestas con los hemipteroideos (Kristensen, te a esta maravillosa pluralidad bajo el estimulante
1975; Hennig, 1981) ubica a este orden dentro de efecto positivo de la diversidad.
Blattoneoptera.
Finalmente, podría decirse que esta enorme can-
tidad de propuestas y sistemas taxonómicos, con
LA BÚSQUEDA DE LA CLASIFICACIÓN sus innumerables variantes, es consecuencia del tra-
PERFECTA bajo de una gran cantidad de personas que trataron
o tratan de alcanzar la meta de una clasificación
Este brevísimo e incompleto recorrido de la his- perfecta. Una clasificación que nunca se alcanzará.
toria de la clasificación de los insectos nos permite Por esta razón, la taxonomía en las Ciencias Natura-
MUZON, J. Insecta. La búsqueda de la clasificación perfecta 9
les, en tanto lengua vehicular, puede entenderse tam- las cosas, haya dedicado el tiempo o tenido la pa-
bién como un efecto colateral de la búsqueda utó- ciencia o la obsesión suficiente para nombrar a todas
pica de una lengua perfecta. las especies de insectos. Y tal vez, desde esta perspec-
tiva, por simple analogía, pueda aceptarse que la
Quizás, podríamos llegar a considerar la posibili- multiplicidad de propuestas entomológicas de los
dad de que el mítico primer taxónomo, Adán, en esa últimos tres siglos es un esperado resultado de la
época donde el nombre expresaba la naturaleza de confusio linguarum babélica.
Tabla 1. Algunos ejemplos de nombres que fueron dados a taxones integrados por insectos desde
1735 (las consideraciones s.s. y s.l. corresponden a esta contribución).
TAXONES NOMBRES
Relaciones externas
Coleoptera + Angioptera + Hemiptera + Aptera (incl. Crustacea, Myriapoda y Insecta
Chelicerata)
Onychophora + Myriapoda + Insecta Unirramia s. l.
Arachnida + Myriapoda + Insecta Tracheata s. l.
Crustacea + Myriapoda + Hexapoda Mandibulata
Myriapoda + Hexapoda / “Myriapoda” + Hexapoda Antennata
Atelocerata
Monantennata
Tracheata s. s.
Unirramea s. s.
Diplopoda + Pauropoda + Symphyla + Hexapoda Labiata
Labiophora
Symphyla + Hexapoda Ventrovesiculata
Chilopoda + Hexapoda Opisthogoneata
Crustacea + Hexapoda / “Crustacea” + Hexapoda Panscrustacea
Tetraconata
Relaciones internas
Parainsecta (= Ellipura) + Diplura + Archaeognatha + Dicondylia Hexapoda s. l.
Entognatha + Ectognatha Insecta s. l.
Entognatha s. s. (= Diplura) + Ectognatha Insecta s.l.
Protura + Diplura + Archaeognatha + Dicondylia Hexapoda s. s.
Archaeognatha + Dicondylia Ectognatha
Insecta s. s.
5. ANDERSON, D. T. 1981. Origins and 18. FORTEY, R.A.D.E.G. BRIGGS & M.A. WILLS.
relationships among the animal phyla. Proc. 1997. The Cambrian evolutionary ´explosion´
Lin. Soc. N.S.W. 106: 151-166. recalibrated. BioEssays 19: 429-434.
6. AVEROF, M & M. AKAM. 1995. Insect – 19. FOUCALT, M. 1970. La arqueología del sa-
crustacean relationships: insights from ber. Siglo XXI Editores.
comprative developmental and molecular 20. FRIEDRICH, M. & D. TAUTZ. 1995. Ribosomal
studies. Phil. Trans. R. Soc. London, B, 347: DNA phylogeny of the major extant
293-303. arthropod classes and the evolution of
7. BITSCH, C. & J. BITSCH. 2004. Phylogenetic myriapods. Nature 376: 165-167.
relationships of basal hexapods among 21. FÜRST VON LIEVEN, A. 2000. The
mandibulate arthropods: a cladistic analysis transformation from monocondylous to
based on comparative morphological dicondylous mandibles in the Insecta. Zool.
characters. Zool. Scripta 33: 511-550. Anz. 239: 139-146.
8. BOORE, J.L., T.M. COLLINS, D. STANTON, 22. HAAS, F., D. WALOSECK & R.
L.L. DAEHLER & W.M. BROWN. 1995. HARTENBERGER. 2003. Devonohexapodus
Deducing the pattern of arthropod bocksbergensis, a new marine hexapod from
phylogeny from mitochondrial DNA the Lower Devonian Hunsrück Slates, and
rearrangements. Nature 376: 163-165. the origin of Atelocerata and Hexapoda. Org.
9. BOUDREAUX, H.B. 1979. Arthropod Divers. Evol. 3: 39-54.
Phylogeny with Special Reference to 23. HAECKEL, E. 1866. Generelle Morphologie
Insects. Wiley, New York. der Organismen. Berlín.
10. BRAUER, F. 1885. Systematische – 24. HAECKEL, E. 1896. Systematische Phylogenie
zoologische Studien. Sitzungsberichte der der wirbellosen Thiere. II. Berlín.
(K.) Akademie der Wissenschaften in Wien, 25. HAMILTON, K.G.A. 1971. The insect wing,
mathematische – naturwissenschaftlichen Part I. Origin and development of wings from
Klasse 91: 237-431. notal lobes. J. Kans. Ent. Soc. 44: 421-433.
11. BRUSCA, R. C. 2000. Unraveling the history 26. HASENFUSS, I. 2002. A possible evolutionary
of Arthropod diversification. Ann. Missouri pathway to insect flight starting from
Bot. Gard. 87: 13-25. lepismatid organization. J. Zool. Syst. Evol.
12. COMSTOCK, J.H. & J.G. NEEDHAM. 1898. Research 40: 65-81.
The wings of insects. Am. Nat. 32: 43-48, 27. HENNIG, W. 1953. Kritische Bemerkungen
81-89, 231-257, 335-340, 412-424, 561- zum phylogenetischen System der
565, 769-777, 903-911. Insekten. Beitr. Ent. 3: 1-85.
13. COMSTOCK, J.H. & J.G. NEEDHAM. 1899. 28. HENNIG, W. 1981. Insect Phylogeny.
The wings of insects. Am. Nat. 33: 117- Academic Press, New York.
126, 573-582, 845-860. 29. HOVMÖLLER, R., T. PAPE & M. KÄLLERSJÖ.
14. DOHLE, W. 2001. Are the insects terrestrial 2002. The Paleoptera problem: basal
crustaceans? A discussion on some new pterygote phylogeny inferred from 18S and
facts and arguments and the proposal of 28S rDNA sequences. Cladistics 18: 313-323.
the proper name ´Tetraconata´ for the 30. KRISTENSEN, N.P. 1975. The phylogeny of the
monophylic unit Crustacea + Hexapoda. hexapod "orders": A critical review of recent
Ann. Soc. Ent. Fr. (NS) 37: 85-103. accounts. Z. Zool. Syst. Evol. 13: 1-44.
15. ECO, U. 1997. Kant y el ornitorrinco. Edito- 31. KRISTENSEN, N.P. 1998. The groundplan and
rial Lumen, Barcelona. basal diversification of the hexapods. En:
16. EDGECOMBE, G.D., S. RICHTER & G.D.F. R.A. Fortey & R.H. Thomas (eds.), Arthropod
WILSON. 2003. The mandibular gnathal Relationships. Chapman & Hall, Londres,
edges: homologous structures throughout pp. 281-294.
Mandibulata? En: M. Hamer (ed.) 32. KUKALOVÁ – PECK, J. 1978. Origin and
Procceedings of the 12 th International evolution of insects wings and their relation
Congress of Myriapodology, African to metamorphosis, as documented by the
Invertebrates 44, pp. 115-135. fossil record. J. Morphol. 156: 53-126.
17. EMERSON, M.J. & F.R. SCHRAM. 1998. 33. KUKALOVÁ – PECK, J. 1983. Origin of the
Theories, patterns, and reality: game plan insect wing and wing articulation from the
for arthropod phylogeny. En: R.A. Fortey & arthropodan leg. Can J. Zool. 61 (7): 1618-
R.H. Thomas (eds.), Ar thropod 1983.
Relationships. Chapman & Hall, Londres,
pp. 67-86.
MUZON, J. Insecta. La búsqueda de la clasificación perfecta 11
34. KUKALOVÁ – PECK, J. 1985. Ephemeroid 46. MANTON, S.M. 1977. The Arthropoda:
wing venation based upon new gigantic Habits, Functional Morphology and
Carboniferous mayflies and basic Evolution. Clarendon Press, Oxford.
morphology, phylogeny, and metamor- 47. MARTYNOV, A.V. 1925. Über zwei
phosis of pterygote insects (Insecta, Grundtypen der Flügel bei den Insekten
Ephemerida). Can. J. Zool. 63: 933-955. und ihre Evolution. Z. Morphol. Oekol. 4:
35. KUKALOVÁ – PECK, J. 1987. New 465-501.
Carboniferous Diplura, Monura and 48. MAYR, E. & W.J. BOCK. 2002. Classifications
Thysanuyra, the hexapod ground plan, and other ordering systems. J. Zool. Syst.
and the role of thoracic side lobes in the Evol. Research 40: 169-194.
origin of wings (Insecta). Can J. Zool. 65: 49. NARDI, F. A. CARAPELLI, P.P. FANCIULLI, R.
2327-2345. DALLAI & F. FRATI. 2001. The complete
36. KUKALOVÁ – PECK, J. 1991. Fossil history mitochondrial DNA sequence of the basal
and the evolution of hexapod structures. Hexapod Tetrodontophora bielanensis:
En: The Insects of Australia, 2nd Ed., CSIRO, Evidence for heteroplasmy and tRNA
Melbourne University Press, Carlton. translocations. Mol. Biol. Evol. 18: 1293-1304.
37. KUKALOVÁ – PECK, J. 1992. The "Unirramia" 50. NARDI, F., G. SPINSANTI, J.L. BOORE, A.
do not exist: The ground plan of the Pterygota CARAPELLI, R. DALLAI & F. FRATI. 2003.
as revealed by Permian Diaphanopterodea Hexapod Origins: Monophyletic or
from Russia (Insecta: Paleodictyopteroidea). Paraphyletic? Science 299: 1887-1889.
Can. J. Zool. 70: 236-255. 51. NARDI, F., G. SPINSANTI, J.L. BOORE, A.
38. KUKALOVÁ – PECK, J. 1998. Arthropod CARAPELLI, R. DALLAI & F. FRATI. 2004.
phylogeny and "basal" morphological Response to Comment on "Hexapod
structures. En: R.A. Fortey & R.H. Thomas Origins: Monophyletic or Paraphyletic?".
(eds.), Arthropod Relationships. Chapman Science 301: 1482.
& Hall, Londres, pp. 249-268. 52. NEEDHAM, J.G. 1903. A genealogic study
39. KUKALOVÁ – PECK, J. & C. BRAUCKMANN. of dragonfly wing venation. Proc. U. S. Nat.
1992. Most Paleozoic Protorthoptera are Mus. 26: 703-764.
ancestral hemipteroids: major wing braces 53. ODGEN, T.H. & M.F. WHITING 2003. The
as clues to a new phylogeny of Neoptera problem with "the Paleoptera Problem": sense
(Insecta). Can. J. Zool. 70: 2452-2473. and sensitivity. Cladistics 19: 432-442.
40. KUKALOVÁ – PECK, J. & S.B. PECK. 1993. 54. PLEIJEL, F. & M. HARLIN. 2003. Phylogenetic
Zoraptera wing structures: evidence for nomenclature is compatible with diverse
new genera and relationship with the philosophical perspectives. Zool. Scripta
blattoid orders (Insecta: Blattoneoptera). 33: 587-591.
Syst. Ent. 18: 333-350. 55. POPADIC, A., A. ABZHANOV, D. ROUSCH
41. KUKALOVÁ – PECK, J. & E.S. RICHARDSON. & T.C. KAUFMAN. 1998. Understanding
1983. New Homoiopteridae (Insecta: the genetic basis of morphological
Paleodictyoptera) with wing articulation evolution: the role of homeotic genes in
from Upper Carboniferous strata of Mazon the diversification of the arthropod
Creek, Illinois. Can. J. Zool. 61: 1670-1687. bauplan. Int. J. Dev. Biol. 42: 453-461.
42. LEMCHE, D. 1940. The origin of winged 56. RASNITSYN, A.P. 1976. On the early evolution
insects. Vidensk. Medd. Dan. Naturhist. of insect and the origin of Pterygota.
Foren. 104: 127-168. Zhurnal Obshchey Biologii 37: 543-555.
43. LINNEO, C. 1735. Systema naturae, sive 57. RASNITSYN, A.P. 1998. Problem of the basal
regna tria naturae systematica proposita dichotomy of the winged insects. En: R.A.
per classes, ordines, genera et species. Pri- Fortey & R.H. Thomas (eds.), Arthropod
mera edición. Relationships. Chapman & Hall, Londres,
44. MANTON, S.M. 1964. Mandibular pp. 237-248.
mechanisms and the evolution of 58. RIEK, E.F. & J. KUKALOVÁ – PECK. 1984. A
arthropods. Phil. Trans. R. Soc. London, B, new interpretation of dragonfly venation
24: 1-183. based upon Early Upper Carboniferous
45. MANTON, S.M. 1972. The evolution of fossils from Argentina (Insecta:
arthropodan locomotory mechanisms. Part Odonatoidea) and basic character states
10. Locomotory habits, morphology and in pterygote wings. Can J. Zool. 62 (6):
the evolution of the hexapod classes. Zool. 1150-1166.
J. Linn. Soc. 51: 203-400.
12 Rev. Soc. Entomol. Argent. 64 (3), 2005
59. ROSS, H.H. 1955. Evolution of the insect 67. WHEELER, W.C., M. WHITING, Q.D.
orders. Ent. News 66: 197-208. WHEELER & J.M. CARPENTER. 2001. The
60. SCHOTLZ, G., B. MITTMANN & M. phylogeny of the extant hexapod orders.
GERBERDING. 1998. The pattern of Distal- Cladistics 17: 113-169.
less expression in the mouthparts of 68. WILLMANN, R. 1998. Advances and
crustaceans, myriapods and insects: new problems in insect phylogeny. En: R.A.
evidence for a gnathobasic mandible and Fortey & R.H. Thomas (eds.), Arthropod
the common origin of Mandibulata. Int. J. Relationships. Chapman & Hall, Londres,
Dev. Biol. 42: 801-910. pp. 269-280.
61. SHAROV, A.G. 1966. Basic arthropodan 69. WILSON, K., V. CAHILL, E. BALLMENT & J.
stock. Pergamon Press, New York. BENZIE. 2000. The complete sequence of
62. SNODGRASS, R.E. 1938. Evolution of the the mitochondrial genome of the
Annelida, Onychophora and Arthropoda. crustacean Penaeus monodon: are
Smithson. Misc. Coll. 97: 1-159. malacostracan crustaceans more closely
63. STANICZEK, A.H. 2000. The mandible of related to insects than to branchiopods?
silverfish (Insecta: Zygentoma) and mayflies Mol. Biol. Evol. 17: 863-874.
(Ephemeroptera): its morphology and 70. WYGODZINSKY, P. 1961. On a surviving
phylogenetic significance. Zool. Anz. 239: representative of the Lepidotrichidae
147-178. (Thysanura). Ann. Ent. Soc. Am. 54: 621-627.
64. TELFORD, M.J. & R.H. THOMAS. 1995. 71. ZRZAVY, J. & P. ŠTYS. 1997. The basic body
Demise of the Atelocerata? Nature 376: plan of arthropods: insights from
123-124. evolutionary morphology and
65. TIEGS, O.W. & S.M. MANTON. 1958. The developmental biology. J. Evol. Biol. 10:
evolution of the Arthropoda. Biol. Rev. 33: 353-367.
255-337.
66. WALOSSEK, D. & K.J. MÜLLER. 1998.
Cambrian ´Orsten´- type arthropods and
the phylogeny of Crustacea. En: R.A. Fortey
Recibido: 10-XI-2005
& R.H. Thomas (eds.), Ar thropod
Aceptado: 25-XI-2005
Relationships. Chapman & Hall, Londres,
pp. 139-154.