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Introducción
"Se trataba de una persona que había renunciado al mundo, se había apartado
de él, segregada, recogida, obediente con una obediencia ciega: no pedir nada,
no desechar nada; una persona observante, olvidada de sí, de sus padres,
parientes, patria; una persona sumisa, ejercitando las virtudes pasivas; una
persona sacrificada, asceta, cumplidora del deber, piadosa, personalmente
pobre y casta, reduciendo hasta el extremo todo tipo de relaciones con el otro
sexo.
El servicio pastoral exigía estar con la gente, en el mundo, pero había que
hacerlo según las normas y enseñanzas recibidas: en la forma y tiempo más
abreviado, como de paso, volviendo lo antes posible al propio y adecuado
ambiente: la observancia regular... Estaba bien determinado todo lo que había
que hacer: por quién, cómo, cuándo. El sistema era protector. Había que
defenderse de los peligros del mundo, protegerse con garantías y seguridad
normativas. 1"
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Martínez Mariano Cmf. Los proyectos personales y comunitarios. 2a edición, Publicaciones Claretianas, Madrid, 1994, pg.
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A este estilo respondía un Plan de vida personal, que se componía
fundamentalmente de dos elementos a conjugar: 1) las ocupaciones que había que
desarrollar la persona, cada día, cada semana, cada mes, cada año; y 2) el orden y el
tiempo en que se habían de ejecutar. Todo lo cual era sometido a la aprobación del
director espiritual.
• Que fuera elástico para que diera lugar a otras actividades imprevistas, sin
alterar la paz espiritual.
El PPV no tiene pleno sentido sino como respuesta al Plan de Dios sobre nosotros.
Y este Plan es tan amplio e integral que cada persona lo asume en su propia historia
y en su propia vida, sin tener que copiar o identificarse con nadie.
Pero, ¿cuál es el Plan de Dios sobre nosotros? ¿Qué es lo que Él sueña y desea para
nosotros y que sabe bien nos realiza como personas?
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Podemos, entonces, asumir la oración de los Salmos:
La palabra "Pro yecto" viene del latín: pro-iectus (estar lanzado a...) Asumir la
vida como pro yecto es, entonces, sentirse lanzado hacia delante y con la capacidad de
crear y construir un camino que transforma y da plenitud. El proyecto es camino.
Cada uno lo va haciendo y modificando en su caminar. Nadie lo puede hacer por otro
ni para otro, no serviría. De ahí su carácter estrictamente personal.
El objeto del PPV es, así, descubrir cuál es la dificultad central en nuestra
vida, la ignorancia o la trampa consciente o inconscientemente consentida con
la que no quiero enfrentarme y que está bloqueando mi propio crecimiento
personal y mi despliegue vocacional. Pero es también discernir qué elemento
dinamizador tengo que poner en marcha en mi vida para caminar y salir de mi
pequeño mundo de seguridades que dificultan mi conversión y mi obediencia
de la fe.
E l P r o ye c t o p e r s o n a l d e v i d a e s u n a a yu d a a l c r e c i m i e n t o i n t e g r a l d e l a
persona, una toma de conciencia profunda de la propia identidad y de la
vocación personal. Por eso, supone y exige un análisis y estudio de sí mismo,
en los diversos niveles y dimensiones de la vida, para lograr un diagnóstico
objetivo que posibilite la organización de un plan de crecimiento personal.
Todo lo cual exige honradez consigo mismo, escucha de la realidad,
autodisciplina, compromiso, perseverancia, valores éstos que no son fáciles de
encontrar en la cultura actual.
Luego vienen los medios, que son los elementos que hay que instrumentar
para lograr los objetivos previstos. Los medios están determinados por la
situación personal y los objetivos que se quieren lograr: naturaleza, cantidad,
calidad, funcionalidad.
E l p r o ye c t o e s d i n á m i c o , n o e s t á t i c o y e s t á e n p e r m a n e n t e r e v i s i ó n : l a
evaluación es fundamental, de una manera periódica, para realimentar las
motivaciones y proponer los correctivos del caso.
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5. Presupuestos que lo justifican.
• Una antropología. A la base de todo subyace una visión del hombre como "ser-
en-proyecto", llamado a realizarse plenamente como persona, y sujeto de su
propia transformación y realización.
Elaborar un pro yecto personal no es tan difícil; lo duro es hacerlo con espíritu
evangélico, con realismo y autenticidad personal. Proponemos los siguientes pasos:
El análisis puede hacerse por áreas de la formación y en cada una de ellas tratar
de encontrar el punto neurálgico y más importante para el proceso de formación.
Conociéndolo y asumiéndolo es más fácil el afrontarlo con miras a una
transformación personal.
Se trata de unos medios eficaces para responder a los objetivos propuestos. Estas
acciones han de ser cuantificables o cualificables para poder ser evaluadas. El
realismo que exigen aconseja que, en su planteamiento, se ponga menos de lo que
realmente uno cree que puede y debe hacer. Igualmente, es importante anotar el
tiempo y los recursos con que se cuenta para realizar estas actividades.
• ¿Qué hacer?
• ¿Cómo hacerlo?
• ¿Cuándo hacerlo?
Para muchos es fundamental encontrar una frase, una idea clave, que a lo
largo del año, o del semestre, mantenga el impulso y sostenga la lucha por
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lograr los objetivos. Generalmente es una frase de la Palabra de Dios (algunos
utilizan un mensaje distinto pero impactante), que puede ser colocada en un
lugar especial del escritorio o de la habitación para ofrecer concretamente
d i c h o a p o yo e n e l e s f u e r z o d e c a m b i o .
Normalmente, para los jóvenes del Curso Propedéutico, la elaboración del PPV
se realiza en el marco de una convivencia de inducción. Esta se lleva a cabo durante
una semana intensa de trabajo, ojalá fuera del ambiente mismo del seminario. Supone
la creación de un ambiente especial
El PPV será una ayuda valiosa para el diálogo con el sicólogo, el director
espiritual, pero sobre todo con el director del Curso Propedéutico, quien es la persona
que más acompaña y conoce en este tiempo a los candidatos. Él orienta al joven para
que pueda dialogar sobre tales o cuales áreas de la formación o sobre determinados
asuntos que interesan ser enfrentados con el sicólogo o el director espiritual.
Todo lo cual supone y exige que haya un verdadero equipo de trabajo entre el
director del Curso Propedéutico, el sicólogo y el director espiritual, en función de la
formación del candidato. La comunicación constante entre ellos, respetando el fuero
interno, será fundamental para una verdadera ayuda formativa.
• Un control permanente del Proyecto, por parte del candidato y del formador;
• Una evaluación al final de cada semestre que apunta a descubrir logros y
fallas y permite motivar para continuar el proceso. En muchos de nuestros
seminarios el candidato realiza o escribe su evaluación personal del semestre;
ésta permite revisar el PPV pero también elaborar, junto con el formador
responsable de su grupo de vida, el informe del estudiante al equipo de
formación y, luego, al obispo o superior respectivo.
• Una reelaboración del PPV, no sólo al comienzo de cada semestre sino durante
él, ya que hay que enderezar a tiempo y cubrir los vacíos que haya en el
proyecto.
A partir de esta experiencia con el Curso Propedéutico, al inicio de cada año
escolar y en el marco de los retiros espirituales, es bueno ofrecer la oportunidad de
espacios amplios de silencio y reflexión para que cada uno reelabore su propio PPV.
Esto mismo nos plantea otra exigencia en el equipo de formación: estar atentos al
proceso global de la comunidad del seminario y asumir en equipo la dirección de los
retiros anuales para acompañar mejor a los jóvenes.
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ELABORACIÓN DEL PROYECTO PERSONAL DE VIDA
(FORMADORES)
Has venido a este encuentro para compartir, para trabajar, para aprender. Y lo
primero es el encuentro contigo mismo, con tu situación personal, con tu trabajo
actual y con el Señor, que da sentido a tu vida
Sugerimos, ahora, que respondas a las siguientes preguntas, ojalá por escrito, con
claridad y con entera sinceridad. Déjate conducir por la primera reacción a la
pregunta y escribe: te encontrarás contigo mismo.
• ¿En qué tónica he venido a este encuentro de formación permanente?
• ¿Cuáles han sido los principales hechos de mi vida en las últimas semanas que
me han marcado?
• ¿Cómo me siento en este momento? ¿Vivo, alegre, feliz, animado... o, por el
contrario, triste, vacío, estéril, desilusionado? ¿Por qué?
• ¿Qué pienso de mí mismo? ¿Cómo me veo? ¿Estoy contento con lo que hago?
• ¿Cómo me sitúo en mi trabajo, en mi servicio, en mi vida consagrada?
• ¿Cuáles son mis características, mis valores, mis debilidades?
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• ¿Qué es lo que más me inquieta ahora, me preocupa o problematiza?
• ¿Qué es lo que con mayor urgencia debo asumir en mi vida para seguir
luchando y trabajando en mi realización personal?
Cuando Pablo enfrentó su vida y se encontró con Jesús en el camino de Damasco, fue
derribado por una presencia y enceguecido por una luz. Brotó, entonces, una
pregunta: "Qué he de hacer, Señor?". Y el Señor respondió: "Levántate, vete a
Damasco!... ¿Qué esperas?" (Hechos 22,10-16).
Es importante clarificar los pasos a dar, las acciones y las experiencias que hay que
realizar, los ajustes, la aceptación de una realidad y del marco temporal para
construir un pro yecto real y efectivo. Tres preguntas claves te ayudarán:
La Palabra llama, convoca, mueve, trasfor ma Si cae en tierra abonada, produce fruto ( Me.
4,8).
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• "No temas , que estoy contigo!" (Is. 41,10)
• "Tú eres precioso a mi s ojos, eres estimado, y Yo te amo!" (Is. 43,4)
• "He aquí que Yo renuevo todo. Ya está en marcha. ¿No lo reconocen?" (Is. 43,19).
• "Les daré un corazón para conocer me... Y s erán mi pueblo y Yo seré su Dios !"
(Jer. 24,7).
• "Sólo en Dios encuent ro paz, porque de Él viene mi salvación!" (Sal 62,2).
• "Si os mantenéis en mi Palabra, seréis verdaderamente mis discípulos " (Jn. 8,31).
• "Si el Hijo os da la libertad, seréis realmente libres!" (Jn. 8,36).
• "Separados de mí, no podéis hacer nada!" (Jn. 15,5).
• "Si Dios está por nosotros, ¿quién contra nosotros?" (Rom. 8,31).
• "¿Quién nos separará del amor de Cristo?" (Rom. 8,35).
• "Habéis sido bien comprados. No os hagáis esclavos de los hombr es!" (1 Cor. 7,27).
• "Por la gracia de Dios soy lo que soy; y la gracia de Dios no ha si do estéril en mí"
(1 Cor. 15,10).
• "Mi gracia te basta. Que mi Fuerza se realiz a en la debilidad" (2 Cor. 12,9).
• "No nos cansemos de obrar el bien!" (Gal. 6,9).
• "Olvido lo que dejé at rás y me lanzo a lo que está por delante...al premio en Cristo
Jesús" (Fil. 3,14-15).
• "Todo lo puedo en Aquel que me conforta!" (Fil. 4,13).
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MODELO DE PROYECTO PERSONAL DE VIDA
Nombre: Edad:
Escribe, al estilo de una carta (con destinatario concreto) el desarrollo de los siguientes
puntos:
1. ¿Cuáles son los propósitos o metas que pret endes lograr en tu vi da?
2. Describe las diferentes acciones que vas a r ealizar para lograrlo ( ten en cuenta cada una
de las áreas de formación: humano-afectiva, comunitaria, es piritual, intelectual,
apostólica)
3. ¿Qué vas a hacer para saber si lo que estás haciendo es consistente con tus metas
( medios y for mas de evaluación)
4. Para este semestre, en concreto, ¿qué te propones lograr al ter minarlo?
5. Describe una experiencia pasada que apoye t us metas
6. Ahora, de una manera esquemática, realiza tu Proyecto Personal de Vida. El siguiente
esquema te puede ayudar.
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LOS INFORMES, SU ELABORACIÓN Y MANEJO
Es necesario elaborar un informe, sea semestral o anual, de cada uno de los candidatos para acompañarlos
seriamente en su proceso formativo.
En la elaboración del informe, sea semestral o anual, se debe aprovechar la información obtenida por los
diversos medios que se hayan empleado durante el semestre o año (las entrevistas personales y las notas tomadas
a partir de ellas; los cuestionarios aplicados y las observaciones sobre ellos; los "tests" y sus reportes; los
resultados de las evaluaciones realizadas en las diversas dimensiones de la formación, etc...).
La "Pastores dabo vobis" ha logrado una muy buena síntesis de las experiencias y avances de la formación a lo
largo de los últimos años. A partir de ella se puede afirmar que un Seminario serio y bien estructurado gira
alrededor de las cuatro dimensiones: humana, espiritual, intelectual y pastoral. Estas cuatro dimensiones han de
dar estructura básica a los contenidos del informe, el cual ha de concluir con la apreciación respecto a la
pertinencia de que el alumno pase o no a la siguiente etapa de formación.
Es conveniente, desde la experiencia, que el informe sea elaborado según los siguientes pasos:
El informe final pasa a formar parte del expediente del alumno en secretaría y se entrega una copia al asesor de
la siguiente etapa a fin de favorecer la continuidad en la formación. En cuanto al manejo del informe,
recordemos que estos Informes son confidenciales y sólo deben enviarse al obispo (o superior mayor) y a los
rectores de seminarios o casas de formación que lo soliciten.
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