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EL COMPLEJO BCR (RECEPTOR DE LA CÉLULA B)

Las Inmunoglobulinas se presentas en 2 formas diferentes: en solución (sIg) o


anclada en la membrana del linfocito B (mIg, transmembranal). En este último
caso, forma parte de un complejo de proteínas que en su conjunto se
denomina Receptor de la célula B (BcR). El que se expresen de un modo u otro
depende del procesamiento del RNA mensajero de la cadena pesada y se exprese
o no el exón correspondiente a los aminoácidos transmembranales de la proteína.
Cabe destacar, que las formas poliméricas de Ig (pentámeros de IgM y dímeros de
IgA) sólo se van a expresar en su forma soluble. Todas las mIg van a ser
monoméricas.

4.1.1. ESTRUCTURA DEL BCR.

La parte variable del BcR, entre diferentes linfocitos B, la constituye la molécula de


Ig completa (2 cadenas pesadas y 2 ligeras) que se inserta en la membrana a
través de las 2 cadenas pesadas. También hay 2 heterodímeros iguales,
compuestos de 2 cadenas de la la superfamilia de las Igs, denominadas Iga e Igb.
Más recientemente, estas dos moléculas se han denominado CD79-a (varía según
el isotipo de Ig) y CD79-b (común para todas la inmunoglobulinas de superficie).
La mayor parte de los linfocitos B expresan BcR con IgM en superficie (muy a
menudo, de modo simultáneo expresan IgD). Estos linfocitos B IgM+IgD+, son
linfocitos maduros que aún no han sido estimulados por el Ag que reconocen. Una
pequeña proporción de linfocitos B expresan sólo BcR con alguno de los otros
isotipos (G1, G2, G3, G4, A1, A2, E, D); ya han reconocido su antígeno específico
y se han especializado en la síntesis de un isotipo en concreto.

Un tipo especial de linfocitos B, son aquellos que expresan CD5 en su membrana.


Su Ig de superficie es siempre IgM (pero no IgD). Son minoritarios y su expresión
parece restringida. Parecen ser menos evolucionados y ser capaces de reconocer
muchos Ag diferentes (poli-especificos). Además, a diferencia de la mayoría de
linfocitos B, estos linfocitos CD5 tienen capacidad de autorenovación. Debido a
estas características diferenciales, y a su posible función primaria en la respuesta
inmune, a los linfocitos B CD5 se les denomina B1, mientras que a los
convencionales se les denomina B2.
En el BcR, la Ig es la responsable del reconocimiento específico del Ag, en tanto
que las proteínas CD79 median la posterior transducción de la señal hacia el
núcleo celular. Sin embargo, hay otras proteínas implicadas en el proceso de
transducción de señales, constituyen el complejo correceptor.

4.1.2. EL CORRECEPTOR DEL BcR.

Hay una serie de moléculas accesorias que ayudan al linfocito B a activarse, entre
las que desteca el complejo correceptor que se compone de 3 moléculas
asociadas de modo no covalente: CD19, CD21 y CD81. CD21 reconoce a la
molécula CD23 de las células dendríticas foliculares, o alternativamente
fragmentos del componente 3 del complemento (CD21 es también llamado CR2, o
receptor de complemento 2). CD19 se expresa en todos los linfocitos B maduros y
su activación activa a cinasas intracitoplasmáticas. La función de CD81 (TAPA-1)
es hasta el momento desconocida.
Además del complejo correceptor, hay otras moléculas accesorias importantes en
la activación del linfocito B: CD45 (cuya porción intracelular tiene actividad
fosfatasa), CD22, CD40, CD72 y los antígenos HLA de clase II, todas estas
participando en el intercambio de señales entre linfocitos B y T, ya que sus
ligandos más probables se encuentran en los linfocitos T (proteínas sializadas,
CD40L, CD5 y TcR/CD4, respectivamente)

4.1.3. TRANSDUCCIÓN DE SEÑALES AL INTERIOR CELULAR.

Para que la respuesta “humoral” (y producción de anticuerpos) se inicie, es


necesario que los linfocitos B se activen. Para ello, tiene que haber contacto
directo con el antígeno y entrecruzamiento de receptores (BcR).
Como consecuencia de este entrecruzamiento, y de la activación del correceptor y
otras moléculas accesorias, se concatenan una serie de procesos, que tienen
como misión última mandar señales al núcleo de que hay que entrar en un
proceso de activación:

a) Hay una primera ronda de fosforilaciones y defosforilaciones, realizadas


por enzimas cinasas (Fyn, Lyn, Lck, Btk, Syk, PI3K) y fosfatasas (CD45). El
resultado final de esta etapa es la activación de la fosfolipasa C (PLC).
b) La PLC hidroliza fosfolípidos de membrana, generando 2 segundos
mensajeros fundamentales: Inositol trifosfato (IP3) y diacil-glicerol (DAG).
c) El DAG activa a una cinasa nueva: la proteín cinasa-C (PKC)
d) El IP3 se une a canales de calcio, activándolos, tanto en la membrana
plasmática como en el retículo endoplásmico: el resultado final es el incremento
del ión calcio en el citoplasma celular. Así se activan una serie de proteínas
dependientes de Ca: calcineurina.
e) Se produce una segunda ronda de fosforilaciones- defosforilaciones,
producto de la activación cinasas (PKC, Raf, Ras, MAPK) y de fosfatasas
(mediada por la calcineurina). El producto final es que determinados factores de
transcripción que estaban inactivos, pasan a su forma activa.
f) Los factores de transcripción activos se translocan al núcleo celular: lo que
conduce finalmente a una modificación en los perfiles de expresión de varios
genes celulares que permitirán al linfocito B desarrollar sus funciones efectoras.
Entre los genes que se activarán, hay genes comunes a otros tipos celulares,
necesarios para la mitosis, y genes específicos de linfocitos B: Inmunoglobulinas,
citocinas y receptores de citocinas.
4.2. RECEPTORES ANTÍGENO-ESPECÍFICO DE LAS CÉLULAS T (TcR).

El TcR es el único Rc de los LT cuya secuencia varia de un individuo a otro, por


lo que dicta la especificidad y la individualidad de los linfocitos T. Hay dos tipos de
Rc de Ag en las células T (TcR), definidos por la naturaleza de las cadenas
heterodiméricas que lo forman (alfa, beta, delta y gamma). Las cadenas proteicas
tienen la misma estructura en los dos tipos de Rc y están unidas por un puente
disulfuro (cerca de la membrana).
Para que este heterodímero llegue a la membrana necesita asociarse de forma no
covalente con una serie de proteínas que forman el complejo CD3 (responsable de
la transmisión de señales al interior de la célula).

4.2.1. TcR.

Cada monómero del TcR esta formado por:

– Dos dominios globulares de tipo C-Ig (90 aminoácidos), con puente disulfuro
intracatenario. El dominio externo es más variable y se une al Ag. Tienen escasez
de Pro y por eso no hay región bisagra.
– Región transmembranal que contiene residuos cargados positivamente
(infrecuente).
– Región citoplasmática en el extremo C-terminal.

Los genes se sitúan en el cromosoma 14 (cadenas alfa y delta) y 7 (cadenas


beta y gamma):
– Los segmentos génicos de beta y gamma son similares a las cadenas pesadas
de las Ig (V, D, J y C).

– Los segmentos génicos alfa y delta tienen sólo genes C, V y J.

Existen menos genes para codificar la región variable que en las Ig, pero sigue
habiendo tres CDR en posiciones análogas.
Hay dos tipos de Rc. Ello hace que los linfocitos T se subdividan en dos
poblaciones excluyentes:

a) TCR-1 (gamma y delta): aparece en el 5% de los LT. En timocitos fetales y en


mucosas (linfocitos intraepiteliales), que son CD3+CD4-CD8- en el timo, pero se
hacen CD8+ al estimularse en los tejidos. Las regiones CDR3 de la región variable
tienen una gran variabilidad y una estructura parecida más a las del CDR3 de las
Ig.
b) TCR-2 (alfa y beta): esta presente en el 95% de los LT. Es el más estudiado y
esta en los LT CD4+ y CD8+.

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