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MERCANTIL”
INTRODUCCION.
Ante este escenario, urgió a la necesidad de que el gobierno federal ejerza su autoridad
de manera eficiente y en tiempo, esto con el objetivo de evitar situaciones como las que
viven en este momento Mexicana de Aviación.
Con crisis, Mexicana de Aviación fue obligada a dejar en tierra un avión en Canadá, para
que los acreedores solicitaran aclarar su situación financiera estamos hablando de que los
socios dudaron de la empresa, así tuvo que negociar con diez de sus acreedores
internacionales con el fin de aligerar sus presiones financieras y explicar los problemas en
Canadá. En una asamblea del consejo de administración se quedó en analizar a la
brevedad posible el problema financiero pero aun así no iba a ser un problema fácil de
resolver. La Secretaría de Comunicaciones y Transporte (SCT) descartaba una posible
quiebra, se dijo que la flota de aviones se había renovado y tenían el mejor sistema que
mexicana haya tenido, pero por lo tanto la Administración Federal de Aviones en Estados
Unidos (FFA por sus siglas en ingles) Cambió de calificación a México de categoría 1 a
categoría 2 lo que implica que no pueda aumentar su flota y nuevos destinos a Estados
Unidos. Manuel Borja director general de Compañía Mexicana de aviación dio a conocer
que un total de los ingresos el 20.3 % corresponden a salarios y prestaciones del
personal, dando a entender que también de ahí venían fugaz de dinero, esto se llevaba un
costo de 7600 millones de dólares al año por lo tanto tenían que reducir de 216 a 127 000
dólares al año el salario de los pilotos y de 53 a 32000 dólares anuales la percepción en
los ingresos de las sobrecargos. Por otra parte, se habló de un rechazo por parte de los
trabajadores, en la oferta que les hicieron para venderles la aerolínea fueron rechazadas
principalmente a que en la oferta no se incluía venderles la marca “Mexicana”
México cuenta con una larga tradición en la aviación. Desde el siglo XVIII han existido
aventureros y soñadores que incursionaron en este campo. La historia de la aviación
mexicana se encuentra llega de aciertos pero también de fallas. Hoy, el caso del concurso
mercantil de Mexicana de Aviación es una ocasión más para reflexionar sobre el rumbo y
personalidad que tanto gobierno como empresarios quieren darle a la industria
aeroespacial de nuestro país.
Los primero vuelos realizados en nuestro país están registrados en el siglo XVIII, aún en
época colonial aquí en la Nueva España, hacia el año de 1784, José María Alfaro,
mediante vuelo en globo aerostático de cubierta impermeable e inflado con aire caliente,
logró una asención no tripulada y un año después repite la experiencia Antonio María
Fernández, en Tlaxcala, siendo el primer mexicano que ascendía en el nuevo intento. Los
experimentos se ven interrumpidos por la guerra de independencia y hasta el año de
1825, en conmemoración del cuarto año, en el que el Libertador de México don Agustín
de Iturbide culmina la Guerra de Independencia, y el décimo quinto del su inicio de ésta;
Así, hasta el siglo XIX se realizan diversas ascensiones en globo en ciudades como San
Miguel de Allende, Morelia, etc.
El 8 de enero de 1910, por primera vez en México y Latinoamérica, Alberto Braniff vuela
en un aparato más pesado que el aire. Septiembre. Roland Garros, René Simón, René
Barrier, Edmond Audemars y John Fritsbie dan las primeras exhibiciones aéreas en
México [[ii]]. En este año surge la primera empresa Construcciones Aeronáuticas
dedicada a la construcción y reparación de aviones y que después, en 1912 Villasana
produce los primeros aviones mexicanos, Migue Lebrija en la capital de la República logra
un exitoso vuelo, lo que hace nacer la aviación militar en México. En julio de 1913 Joaquín
Bauche Alcalde, compra en Arizona el avión biplano tipo Martín Pusher de nombre
“Sonora” para el ejército constitucionalista. El 14 de abril de 1914, el “Sonora” bombardea
a la fogata huertista “Guerrero” frente a Topolobampo. Es el primer combate aeronaval.
El 5 de febrero de 1915 tiene lugar la creación de la Fuerza Aérea Mexicana, así como de
los talleres nacionales de aviación. El 15 de noviembre de ese mismo año, comienza a
funcionar oficialmente el Aeródromo Nacional de Balbuena. El 20 de septiembre de 1920.
Se crea la primera oficina de aviación civil del gobierno de la República, la Sección
Técnica de Navegación Aérea, a cargo de Juan Guillermo Villasana, de corta duración. El
18 de octubre. El diario Oficial publica las “Bases para establecimiento de líneas aéreas
de navegación de servicio público. El 12 de julio de1921, la Compañía Mexicana de
Transportación Aérea recibe la primera ocasión para transportar pasajeros, correo y carga
con las rutas México – Tuxpan – Tampico, México – Tampico – Matamoros y México –
San Luís Potosí – Saltillo – Monterrey. El 12 de abril de 1923, Mexicana inicia su servicio
de correo aéreo México – Tuxpan – Tampico. Algunos autores señalan el 20 de agosto
de 1924 como la fecha en la que se crea en México la Compañía Mexicana de Aviación,
domiciliada en el puerto de Tampico, Tamaulipas, siendo la primera línea aérea en el
Continente Norteamericano, y resulta relevante que en 1939 se realiza el primer vuelo
México-Nueva York por Francisco Sarabia, aquel tuvo un fatal desenlace en su vuelo de
regreso al caer su nave en el Río Potomac. De ahí en adelante, la compañía de Mexicana
de Aviación sufriría transformaciones que la mantendrían en operación. El 4 de julo de
1960, Mexicana de Aviación entra en la era del jet con un De Havilland Comet IV-C, e la
ruta México-Los Ángeles acortando el tiempo de vuelo significativamente, y en 1966
estandariza su flota con aviones Boeing 727. Pasando en 1977 aser la línea aérea más
grande de Latinoamérica [[iii]]. Hasta que el 28 de agosto de 2010 suspende la totalidad
de sus operaciones sumergida en un mar de deudas y problemas sindicales.
El camino a la quiebra
En rutas nacionales, Mexicana de Aviación operaba más de once rutas, las cuales se
complementaban con los vuelos ofrecidos por las filiales Mexicana Click y Mexicana Link
que también suspendieron operaciones. En rutas internacionales, Mexicana operaba una
amplia red desde distintos puntos de México hacia trece ciudades en los Estados Unidos;
Calgary, Toronto y Vancouver en Canadá; Guatemala, Panamá, San Salvador, San José
Costa Rica, Bogotá, Caracas, Buenos Aires, Sao Paulo y La Habana; además vuelos
hacia Madrid, España y Londres Gatwick, en el Reino Unido, como únicos destinos en
Europa. Para atender su plan de expansión Mexicana había realizado en el último tiempo
una progresiva renovación en flota, incorporando progresivamente aviones nuevos en los
segmentos de corto, medio, largo alcance, así como en la flota regional .
Víctima de un crecimiento forzado por la competencia y por una mala administración, los
pasivos con sus proveedores y el pasivo fiscal con el SAT (Servicio de Administración
Tributaria), Mexicana tuvo que verse en la necesidad de solicitar entrar al concurso
mercantil. De acuerdo a la Ley de Concursos Mercantiles (LCM), que es de ámbito federal
en México, para poder entrar a concurso es necesario:
Artículo 10.- Para los efectos de esta Ley, el incumplimiento generalizado en el pago de
las obligaciones de un Comerciante a que se refiere el artículo anterior, consiste en el
incumplimiento en sus obligaciones de pago a dos o más acreedores distintos y se
presenten las siguientes condiciones:
I. Que de aquellas obligaciones vencidas a las que se refiere el párrafo anterior, las que
tengan por lo menos treinta días de haber vencido representen el treinta y cinco por ciento
o más de todas las obligaciones a cargo del Comerciante a la fecha en que se haya
presentado la demanda o solicitud de concurso, y
II. El Comerciante no tenga activos enunciados en el párrafo siguiente, para hacer frente
a por lo menos el ochenta por ciento de sus obligaciones vencidas a la fecha de
presentación de la demanda o solicitud.
En este tipo de procesos, la ley mexicana prevé que aparte del juez de distrito que
conozca del asunto, participen en el mismo un conciliador para la etapa denominada de
conciliación, un síndico y un interventor por parte de los acreedores. Además debe
conocer del concurso el Instituto Federal de Especialistas de Concursos Mercantiles
(IFECOM); un organismo perteneciente al Poder Judicial de la Federación que auxilia al
juez rector del concurso mercantil. Entre otras funciones, éste instituto es quien designa
un visitador, al conciliador y al síndico en el caso de que sea declarada la quiebra. Según
la lista del IFECOM, Mexicana tiene veinticuatro mil trescientos setenta y cuatro
acreedores (24,374) [[vi]] y se estima que cuenta con un pasivo mayor a los once mil
millones de pesos ($11, 000, 000,000 M.X.N.) y un requerimiento de capacidad financiera
para retomar operaciones exigido en doscientos cincuenta millones de dólares
($250,000,000 U.S.D.)
Actualmente, la polémica sobre el proceso reside en la actuación del juez rector del
concurso mercantil, el Sr. Felipe Consuelo Soto, bajo el reclamo de que éste funcionario
judicial había alargado y violentado las fechas establecidas en (LCM), toda vez que ésta
señala en su artículo 145 que en ningún caso el plazo de la etapa de conciliación y su
prórroga podrá exceder de trescientos sesenta y cinco días naturales contados a partir de
la fecha en que se hubiese realizado la última publicación de la sentencia de concurso
mercantil en el Diario Oficial de la Federación. Además, el artículo siete de la LCM
establece que el juez es el rector del procedimiento de concurso mercantil y tendrá las
facultades necesarias para dar cumplimiento a lo que esta Ley establece. Será causa de
responsabilidad imputable al juez o al IFECOM la falta de cumplimiento de sus
respectivas obligaciones en los plazos previstos en esta Ley, salvo por causas de fuerza
mayor o caso fortuito.
Sin embargo, recientemente (3 de abril de 2012), el mismo IFECOM negó que el juez
haya violentado fechas en el proceso y dijo que el magistrado ha actuado con estricto
apego a la ley, en defensa de los trabajadores y la preservación de la empresa. Gricelda
Nieblas Aldana, directora general del IFECOM explicó que en la Ley de Concursos
Mercantiles no hay un texto que insinúe siquiera cuánto deba durar el proceso:
Es cierto que las etapas que conforman al concurso mercantil sí tienen un plazo, como la
de conciliación que dura un año, también es cierto que la misma ley establece la
posibilidad de que el juez ejerza facultades discrecionales cuando él considere que se
pueda salvar a la compañía, esto encuentra sustento en lo señalado por los artículos 1°,
2° y 3° de la LCM que establecen que es de interés público conservar las empresas y
evitar que el incumplimiento generalizado de las obligaciones de pago ponga en riesgo la
viabilidad de las mismas y de las demás con las que mantenga una relación de negocios.
Además se señala que el concurso mercantil consta de dos etapas sucesivas,
denominadas conciliación y quiebra. La finalidad de la conciliación es lograr la
conservación de la empresa del Comerciante mediante el convenio que suscriba con sus
Acreedores Reconocidos. La finalidad de la quiebra es la venta de la empresa del
Comerciante, de sus unidades productivas o de los bienes que la integran para el pago a
los Acreedores Reconocidos. No obstante lo anterior, existen versiones que acusan a
Felipe Consuelo Soto de haber tomado partido en favor del grupo de inversionistas de
Med Atlántica, empresa que participa de capital español y capital mexicano que ofertó la
compra de Mexicana de Aviación a Nuevo Grupo Aeronáutico (NGA).
A este respecto, resulta muy interesante la posición manifestada por el Lic. Manuel Meján
Carrer, especialista en la materia, nacionalmente reconocido, quien en un breve artículo
señaló un concurso mercantil ha de resolverse con rapidez y economía, por lo que no es
admisible la suspensión del plazo de la conciliación, como han determinado algunos
jueces, según Meján, en la mente de doctrinistas y practicantes del Derecho concursal
siempre ha estado la idea de que un procedimiento que se ocupa de la insolvencia de las
personas —físicas o morales— debe agotarse con agilidad y presteza y que debe ser
universal (atrae a todas las relaciones jurídicas del involucrado) y excepcional (regula
situaciones sustantivas y adjetivas en forma extraordinaria, diferente a las soluciones
ordinarias). Por eso, pensar que puedan establecerse interrupciones al desarrollo de
dicho procedimiento está fuera de cuestionamiento.
El espíritu que anima a la ley, cabe concluir de esas normas, es que el concurso
mercantil es un procedimiento que no se suspende. Por otro lado, los plazos fijados en la
ley se entienden genéricamente establecidos en días hábiles (artículo 6°) y sólo por
excepción se fijan en días naturales. El caso específico de excepción es el de la duración
de la conciliación que será “de 185 días naturales… pudiéndose acordar una prórroga de
hasta por 90 días naturales… y una ampliación de hasta por 90 días naturales más… —
llenándose determinados requisitos— y en ningún caso la conciliación podrá exceder de
365 días naturales contados a partir de la publicación en el Diario Oficial de la Federación
de la sentencia que declara el concurso” (artículo 145) [[ix]].
Luis Manuel Meján por su parte hace ver la necesidad de hacer las siguientes
consideraciones respecto al caso: No es correcto interpretar el artículo 7° de la ley como
una justificación para contravenir otras disposiciones expresas que tiene la ley. El juez,
como rector del procedimiento, tiene facultades “para dar cumplimiento a lo que esta ley
establece”, pero no para contradecir lo que establece en letra muy clara. El propio artículo
7° exige al juez responsabilidad por “la falta de cumplimiento de sus [...] obligaciones en
los plazos previstos en esta ley, salvo por causas de fuerza mayor o caso fortuito”.
Tampoco es cierto que dar más tiempo pueda ayudar a maximizar el valor de la empresa.
Una prolongación de la conciliación puede traer consigo el deterioro del valor de los
activos y aumentar la posibilidad de que el negocio ya no pueda funcionar ni aun vendido
en etapa de quiebra. Ésa es la razón por la cual la ley, además de fijar plazos perentorios
a la conciliación, permite al propio comerciante y al conciliador solicitar el vencimiento
anticipado de la etapa de conciliación (artículos 20 y 150). De acuerdo con esto, el interés
público no se atiende mejor necesariamente por la prolongación de plazos de la
conciliación (por suspensiones o asignación de días hábiles en lugar de naturales), tanto
por el deterioro del valor de los activos citado en el párrafo que antecede, como por la
inseguridad jurídica que ocasiona el que la letra de la ley no se respete.
Seguimos pendientes del derrotero que puedan tomar las acciones del juez y de la
efectiva solvencia económica de los inversionistas que al parecer se quedarán con la
compañía. Por una parte es una luz el que logre sobrevivir la compañía aérea más
antigua de Latinoamérica, pero por otra resulta sombrío que una ley concebida para
agiliza procesos y brindar seguridad jurídica a los acreedores quede en el limbo de la
aplicación ante una interpretación social con miras a salvaguardar el orden público, lo
cual, todo parece indicar, se volverá más frecuente en México dada las recientes reformas
constitucionales en materia de derechos humanos y la ya asentada aplicación del artículo
133 constitucional dónde los tratados internacionales son Ley Suprema de la Unión, por
encima de las leyes federales según lo estableció la Suprema Corte en tesis aislada
discutida en el pleno.
Conclusion
Ávalos Guzmán, Sergio. “La aviación mexicana frente al mercado internacional: retos,
oportunidades y propuestas para una mayor participación del sector”. México, Secretaría
de Comunicaciones y Transportes, 2010.
http://sotorisolve.com/blog/el-caso-compania-mexicana-de-aviacion-y-su-proceso-de-
concurso-mercantil-luces-y-sombras/
Ávalos Marcos y Víctor Valdés. “Regulación de aerolíneas en México”. México DF, Centro
de Investigación para el Desarrollo A.C, 2006.
Bourdieu, Pierre. “Elementos para una sociología del campo jurídico”. Bourdieu, Pierre y
Gunter Teubner. La fuerza del derecho. Bogotá, Siglo del Hombre Editores, Facultad de
Derecho de la Universidad de los Andes, Ediciones Uniandes, Instituto Pensar, 2000.
Casas Lias, Pablo. “La aviación mexicana en los sexenios panistas (2000-2012)”. México
DF., Instituto Nacional de Investigaciones Jurídico-Aeronáuticas S.C., 2012.
https://rei.iteso.mx/bitstream/handle/11117/746/AP%202010-
2%20SEM_6_Cronolog%C3%ADa%20del%20caso%20mexicana%20de%20aviaci%C3%
B3n.pdf?sequence=2