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CURSO DE SAN JUAN

Seminario Mayor de Concepción

+ Felipe Bacarreza Rodríguez


Obispo de Santa María de Los Ángeles

Teología del Cuarto Evangelio

La escatología (I)

1) La escatología realizada

- Los Sinópticos afirman que el Reino de Dios es una realidad presente


y ya operante en el mundo (Mt 11,5; 13,16; Lc 7,22). Pero acentúan,
sobre todo, el aspecto escatológico del Reino de Dios y hablan
repetidamente de los acontecimientos finales.

- "Vida eterna". Para los Sinópticos la vida eterna es un don que se


recibe en el momento del juicio final, es decir, en el tiempo futuro
(Mc 10,30; Mt 18,8-9; 25,46). Juan, en cambio, nos transmite un
dato nuevo, que se ha llamado "la escatología realizada". Se trata de
una escatología presente, una escatología en acto. Con la expresión
"escatología realizada" se quiere afirmar que en Jesús se tiene ya la
salvación prometida para los últimos tiempos y que en él se realiza
ya la salvación última y definitiva. En Jesús, Dios se ha revelado de
modo perfecto y definitivo y en él ha llevado a plenitud el plan de
salvación comunicando a los hombres todos los dones necesarios
para obtener la propia salvación.

- Jn 1,14: En Jesús los hombres han visto la gloria de Dios.


- Jn 3,18: En Jesús los hombres ya han sido juzgados, porque los que no
creen ya están condenados.
- Jn 5,24: Los que creen en Jesús poseen ya la vida eterna y han
escapado de la condenación.
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- Con la venida de Jesús como luz del mundo se opera entre los
hombres una clara separación, la cual anticipa a este tiempo
presente la separación que tendrá lugar en el juicio final
escatológico: los que no acogen ahora a Jesús son hijos de las
tinieblas; en cambio, los que creen en él son hijos de la luz.

- Pero el IV Evangelio conoce también la escatología final o futura y


los datos apocalípticos que la caracterizan: Jn 5,28-29; 6,39-40.44.54;
12,48. Permanece, sin embargo, el hecho que su mayor interés es la
escatología realizada.

- La convivencia de estas dos prospectivas ha llevado a los críticos a


preguntarse cuál de ellas es anterior cronológicamente. La pregunta
es: ¿Cuál de las dos visiones en más arcaica y responde mejor a la
enseñanza original de Jesús? Las opiniones están divididas. Algunos
dan la prioridad a la escatología realizada, diciendo que por medio de
ella Jesús habría librado su enseñanza de los elementos apocalípticos
que había en el ambiente. Pero otros afirman que es más antigua la
escatología final y que la escatología anticipada requiere una
reflexión y, por tanto, es derivada.

- Tal vez sea más exacto decir que la enseñanza de Jesús tenía ambas
prospectivas, aunque en tensión entre ellas. Con las palabras y las
obras de Jesús el Reino de Dios se manifiesta ya presente y
actuando entre los hombres (Mt 11,5; 13,16; Lc 7,22); sin embargo,
Jesús vinculandose a la tradición apocalíptica habló también de una
manifestación futura y última de la potencia de Dios. Los textos
evangélicos permiten concluir que Jesús se expresó de manera
diversa sobre la venida del Reino: en algunos casos afirma que esta
venida ocurrirá en un futuro próximo (Mc 9,1; 13,30; Mt 10,23;
26,64); otras veces parece referirse a una venida distante en el
tiempo (Lc 17,22); otras veces deja impreciso el tiempo de la venida
(Mt 13,32-33). El mismo IV Evangelio tienen duplicados que
contienen ambas visiones:
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Jn 5,26-30: escatología final con datos apocalípticos.


Jn 5,19-25: escatología realizada.

- En el IV Evangelio no se encuentra el problema del retorno de Jesús.


Los lectores no deben estar impacientes en la espera de la Parusía del
Señor; no deben esperar ese momento para tener el premio de su fe
y de su perseverancia. Según el IV Evangelio los creyentes en Cristo
son desde ahora hijos de Dios y poseen la vida eterna adquirida con
la fe y los sacramentos. Los creyentes que mueren no deben esperar
el último día y la resurrección de los muertos para tener la vida
eterna, porque ellos después de su muerte continúan aquella vida de
la cual ya están en posesión. Después de la muerte la misma vida
eterna de que ya se goza ganará en intensidad por una unión más
íntima y total con Jesús y con el Padre.

- Jn 14,8: Felipe tiene la prospectiva de la escatología final; pero Jesús


lo corrige en el sentido de una escatología realizada en él.

- Uno de los problemas del cristianismo primitivo fue el de fijar el


momento de la venida final de Jesús. A medida que transcurría el
tiempo se fue pasando de la convicción de su inminencia a la certeza
de su retardo y de que la Iglesia tendría un prolongado tiempo de
acción en el mundo. Pero esta convicción del tiempo intermedio de
la Iglesia se comenzó a imponer con paz, pues se consideraba que ya
estaban presentes los bienes escatológicos tales como la filiación
divina y la vida eterna y que la Iglesia era la presencia actual y
operante de Cristo: sacramento de Cristo.

2) La venida de Jesús al mundo como evento escatológico

- Para Juan, la encarnación del Hijo de Dios es el hecho escatológico


fundamental con el cual se cumple de modo definitivo la historia de
salvación. Esto explica por qué Jesús usa un lenguaje apropiado a
esta idea: habla de realizar un "tiempo" (Jn 7,6.8), una "hora" (Jn
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2,4; 5,25.28; 7,30; 8,20; 13,1; 16,2.4; 17,1; 1Jn 2,18) establecidos por
el plan divino (8,56; 17,1ss) y determinantes para todos los hombres.

- Los profetas habían anunciado un "día de Yahveh", que señalaría el


fin de los tiempos, día en el cual Dios iba a juzgar el mundo: Sal
96,13; Is 2,2; 27,1; Am 8,9; Sof 3,8.20; Joel 3,1-4.14-18. Con Cristo
ese día llegó (Jn 1,14) y el juicio está en desarrollo. Este juicio no se
posterga hasta el último día de la historia, sino que se realiza ya en el
presente, pues quien no cree en Jesús está ya condenado; en
cambio, quien lo acoge escapa a la condenación escatológica.

- Afirmando las dos formas de escatología (realizada y final), Juan


permanece fiel a los datos de la enseñanza de Jesús sobre la
escatología. Acentuando la escatología realizada quiere asegurar a
los creyentes que los bienes escatológicos no se reservan solamente
para el último día a aquellos que alcanzan la vida eterna futura, sino
que es propiedad de todos los fieles, pues a través de la fe y los
sacramentos se posee ya la vida eterna, es decir, se participa de los
bienes escatológicos por excelencia: ser hijos de Dios y gozar de la
vida a la cual Dios mismo los ha engendrado.

Proceso judicial entre Dios y el mundo

- Una vez demostrada la teoría de la “escatología realizada”, podemos


interpretar el IV Evangelio como un gran proceso judicial entre Dios y
el mundo. Lo que en los Sinópticos es el Juicio Final, en el IV
Evangelio es un Juicio realizado en vida de Jesús y de la Iglesia.

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