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2 2 ARGUMENTO ONTOLÓGICO DE ANSELMO DE CANTERBURY
por tanto es autosuficiente y no necesita de ningún otro la naturaleza de Dios): «Pues creemos que [El Señor] es
ser anterior que le confiera existencia. Dado que la exis- algo tan grande que nada mayor puede ser concebido».
tencia de tal ser, al que llama Dios, no es contingente ni A continuación se pregunta si Dios existe: «¿Entonces,
dependiente de nada, sino necesaria y eterna por sí mis- acaso no existe tal naturaleza, pues algo ha llevado al in-
ma, satisface la condición de ser la causa necesaria de to- sensato a afirmar en su corazón: Dios no hay?».
da la concatenación de entidades que constituyen el mun-
do eterno de los seres contingentes. Por lo tanto, el siste- Para contestar a esto, trata primero de mostrar que Dios
ma ontológico de Avicena descansa en la concepción de existe en el entendimiento:
Dios —que es Causa Primera— como el Wajib al-Wujud
(necesariamente existente), estableciendo una multiplica- Mas, indudablemente, este mismo insensa-
ción gradual de seres a través de una continua emanación to, cuando escucha esto mismo que estoy di-
desde Dios a consecuencia de Su propio conocimiento. ciendo —que hay algo tal que nada más gran-
Este fue el primer intento de emplear un método apriorís- de puede ser imaginado—, comprende lo que
tico para demostrar, con el mero empleo de la intuición y escucha, y lo que comprende está en su enten-
de la razón, la existencia de Dios. Además, el argumento dimiento, incluso aunque no comprenda que lo
es inédito en otro sentido, ya que puede ser clasificado a sea; pues una cosa es que algo esté en el enten-
la vez como un argumento ontológico y argumento cos- dimiento, y otra es comprender que una cosa
mológico. es.
1. Es una verdad conceptual (o, por así decir, una ver- 1. Dios es dicho ser tal que nada mayor puede ser con-
dad por definición) que Dios es un ser del que nada cebido.
más grande puede ser pensado (esto es, el ser más
grande que puede ser pensado). 2. Es mayor ser necesario que no serlo.
2. Dios existe como una idea en la mente.
3. Dios debe ser, por tanto, necesario.
3. Un ser que existe como una idea en la mente y existe
en la realidad es, en iguales condiciones, más grande 4. Si Dios es necesario, debe necesariamente existir.
que un ser que existe sólo como una idea en la mente.
2. El concepto de Dios existe en el entendimiento hu- El argumento de Descartes es recurrente en toda su obra.
mano. Aunque aparece por primera vez en la afamada cuarta
parte del Discurso del método (en el que expone su «Pien-
3. Dios existe en la mente de uno mismo, pero no en la so, luego existo»), desarrolló diversas variantes del mis-
realidad. mo que expuso en sus Meditaciones metafísicas (quinta
4. Si Dios existiera en la realidad, sería algo mucho meditación, meditaciones 8 y 10). Generalmente, las ver-
más grandioso que la existencia de Dios en la mente siones que produjo se caracterizaron por ser menos for-
propia. males que las de Anselmo, y más intuitivas. A su vez,
clarificó los atributos de Dios como premisa al hablar de
5. Con base en (1), se sigue de (4) que Dios realmente perfección, en vez de grandeza. Su versión más reconoci-
debe existir. da, ofrecida en su Discurso del método, podría resumirse
en:
Al hablar de grandeza, el argumento pierde fuerza semán-
tica que no obstante recupera si se sigue la línea de ra- 1. Cualquier cosa que percibo clara y distintivamente
zonamientos de Descartes, en los que se propone a Dios contenida en la idea de algo, debe ser cierta (por cla-
como el ser más perfecto que pueda existir, es decir, aquél ra y distintivamente Descartes entiende cosas como
que carece de imperfección. su Cogito, ergo sum, «Pienso, luego existo»).
5 Argumento de Spinoza además debería tener todos los demás atributos de per-
fección y grandeza que se puedan concebir. Aun así, el
La proposición 11 de la primera parte de la Ética de Universo insiste en no albergar tal isla. Y aunque, según
Baruch Spinoza pretende probar la existencia de Dios, Gaunilo, este argumento pueda parecer absurdo y contra-
afirmando que: «Dios, o, en otras palabras, aquella sus- rio a la realidad, no lo es más que el de Anselmo.
tancia constituida por un número infinito de atributos, ca- Este argumento se engloba en las llamadas objeciones por
da uno de los cuales expresa una esencia eterna e infinita, saturación: no pretenden mostrar dónde o cómo falla el
existe necesariamente». argumento, sino que simplemente razonan que si se acep-
Para demostrar esta proposición, Spinoza ofrece tres ta como válida la forma de razonar del argumento on-
pruebas: tológico, entonces se habrán de aceptar las conclusiones
de todos aquellos razonamientos que siendo formalmente
análogos a aquél llevan a conclusiones absurdas e incluso
5.1 Primera prueba contrarias a la más directa experiencia; tales argumentos,
en efecto, saturarían al universo con un número indefini-
La primera demostración es una, según algunos, escurri- damente grande de islas perfectas necesariamente exis-
diza demostración por reducción al absurdo: tentes, lagartijas perfectas, lapiceros perfectos, etcétera.
Además, el contraarguumento de Gaunilo viene a señalar
1. Trátese de concebir que Dios no existe. la que se ha visto como principal debilidad del argumento
ontológico, el que algo sea más perfecto existiendo que no
2. Esto implica que Su esencia no acarrea su existen- existiendo, lo cual se ha señalado como escurridizo y ca-
cia, o, de acuerdo con el séptimo axioma de Spino- rente de sentido, ya que supone comparar algo que existe
za: «Todo aquello que pueda ser concebido como con algo que no es.
inexistente implica que su esencia no comprende su Frente a este contraargumento, hay quien contesta que al
existencia». plantearlo se atribuye a los más diversos objetos atributos
3. Sin embargo, esto es absurdo de acuerdo con la pro- propios sólo de Dios. Sin embargo, esta respuesta raya
posición siete: «La naturaleza de una sustancia pre- la herejía, ya que presupondría que Dios se demuestra a
supone su existencia». priori como un constructo de atributos que el hombre le
confiere.
1. La única manera de probar algo a priori es si su Segundo, Kant arguye que si incluimos la existencia en la
opuesto implica una contradicción. definición de algo, entonces afirmar que ese algo existe
es una tautología. Si decimos que la existencia es parte
2. Si algo implica una contradicción, entonces es in- de la definición de Dios (lo cual tomamos por un juicio
concebible. analítico), entonces simplemente nos estamos repitiendo
3. Todo puede ser concebido como inexistente. al afirmar que Dios existe, sin aportar juicio sintético al-
guno que pudiera añadir nueva información respecto a la
4. Por tanto, nada puede ser demostrado como existen- existencia de Dios.
te a priori.
Tercero, Kant afirma que «existir no es obviamente una
afirmación real», y que no puede ser parte del concepto
6.3 Razonamiento de Kant de algo. Esto es, que decir que algo es o existe no es decir
algo de un concepto, sino que por el contrario indica que
hay un objeto que se corresponde con el concepto, y que
«el objeto, como realmente existe, no está analíticamente
contenido en mi concepto, sino que se añade al mismo».
Con respecto a los objetos sensibles, decir que algo existe
no implica que tiene una propiedad adicional que es parte
de su concepto, sino que será encontrado fuera de nues-
tros pensamientos y que tenemos la percepción empírica
del mismo en el espacio y el tiempo. Una cosa realmente
existente carece de cualquier propiedad que pudiera pre-
dicarse de ella y que la diferenciara del concepto de la
misma.
Lo que distingue el objeto del concepto es que los experi-
mentamos: tendrá, por ejemplo, una forma, una situación
determinada, y una duración. Como ejemplo de esto, pro-
pone: la razón por la que decimos que los caballos existen
y los unicornios no, no es que el concepto de caballo ten-
ga la propiedad de la existencia y el de unicornio no; no
hay diferencia entre ambos conceptos en este sentido, y
tampoco la hay entre el concepto de un caballo y de un
caballo realmente existente: ambos conceptos son igua-
les. La razón por la que decimos que los caballos existen
es que tenemos una experiencia espacio-temporal de los
mismos: son objetos que se corresponden al concepto.
Así, cualquier demostración de la existencia de algo, in-
cluyendo a Dios, que se base en afirmar (predicar) una
propiedad (en este caso la existencia) de ese algo es falaz:
Immanuel Kant la definición de algo no implica su existencia.
9 Véase también
• Ontología
10 Enlaces externos
• González, Victoria (1950). «El argumento ontoló-
gico en Descartes», en Revista Cubana de Filosofía,
La Habana, vol. 1, nº 6, pp. 42–45 — Filosofia.org.
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11.2 Imágenes
• Archivo:Anselm_of_Canterbury.jpg Fuente: https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/5/59/Anselm_of_Canterbury.jpg
Licencia: Public domain Colaboradores: National Portrait Gallery, Portrait D23949. Donated by Mary Elizabeth Stopford in 1931. Artis-
ta original: Desconocido<a href='//www.wikidata.org/wiki/Q4233718' title='wikidata:Q4233718'><img alt='wikidata:Q4233718'
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data-file-height='590' /></a>
• Archivo:Avicenna_princeps.jpg Fuente: https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/5/56/Avicenna_princeps.jpg Licencia: Pu-
blic domain Colaboradores: M. T. d'Alverny, Avicennisme en Italie, in: Oriente e Occidente nel Medioevo: filosofia e scienze, Roma 1971
(= Accademia Nazionale dei Lincei, Atti dei Convegni, 13), plate I Artista original: Anonimous
• Archivo:Immanuel_Kant_(painted_portrait).jpg Fuente: https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/4/43/Immanuel_Kant_
%28painted_portrait%29.jpg Licencia: Public domain Colaboradores: /History/Carnegie/kant/portrait.html Artista original: Anónimo