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Argumento ontológico

mento analiza el concepto de Dios y afirma que el propio


concepto implica la existencia de Dios. Si podemos con-
cebir un Dios, entonces, razona, este debe existir. Así,
la principal crítica al argumento suele ser que no ofrece
premisa alguna a la demostración más allá de cualidades
inherentes a la proposición no demostrada, conduciendo
a un argumento circular en el que las premisas se basan
en las conclusiones, las cuales a su vez se basan en las pre-
misas, conformando una falacia por petición de principio.
Las principales diferencias entre las distintas versiones
del argumento provienen principalmente de los diferen-
tes conceptos de Dios que se toman como punto de par-
tida. Anselmo, por ejemplo, comienza con la noción de
Dios como un ser tal que nada mayor puede ser conce-
bido, mientras que Descartes comienza con la noción de
Dios como el ser poseedor de todas las perfecciones.

Representación renacentista de Avicena (Gentile da Foligno, Ve-


1 Argumento ontológico de Avice-
necia, 1520). na
El argumento ontológico para la existencia de Dios El primer escrito del que se tiene noticia que recoge una
es un razonamiento apriorístico que pretende probar la versión del argumento ontológico es el que aparece en
existencia de Dios empleando únicamente la razón; esto la sección de Metafísica de El libro de la curación de
es, que se basa únicamente —siguiendo la terminología Avicena (966-1037), que ha venido a conocerse como el
kantiana— en premisas analíticas, a priori y necesarias argumento de la contingencia y de la necesidad (Imakan
para concluir que Dios existe. Dentro del contexto de las wa Wujub).
religiones abrahámicas, el argumento ontológico fue pro-
En dicha sección, Avicena inicia un profundo análisis de
puesto por primera vez por el filósofo medieval Avicena la cuestión del ser, en el que distingue entre la esencia
en El libro de la curación, aunque el planteamiento más
(mahiat) y la existencia (wujud). Propone que el hecho
famoso es el de Anselmo de Canterbury en su Proslo- de la existencia no puede ser inferido de (o ser tenido
gion. Filósofos posteriores como Shahab al-Din Suhra-
en cuenta por) la esencia de las cosas existentes, y que
wardi, René Descartes (muy conocido por aparecer en su la forma y la materia no pueden, por sí mismas, interac-
Discurso del método) o Gottfried Leibniz ofrecieron ver-
tuar y originar el movimiento del universo o la progre-
siones del argumento, e incluso una versión lógico-modal siva renovación de las cosas existentes. Por el contrario,
del mismo fue desarrollada por el lógico y matemático la existencia ha de deberse a alguna Causa o Agente que
Kurt Gödel.[1][2] hace necesaria, imparte, confiere y añade la existencia a
El argumento ontológico ha sido siempre un muy con- la esencia. Para poder hacer esto, la Causa debe ser algo
trovertido tema de la filosofía, no por pretender probar existente y coexistir con sus efectos. Dicha causa va a ser
la existencia de Dios, sino por el modo en que lo hace. identificada con Dios en la segunda parte del argumento.
Muchos filósofos, entre los que se cuentan al-Ghazali, En efecto, de acuerdo con Avicena, el universo consiste
Averroes, David Hume, Immanuel Kant, Bertrand Rus- en una sucesión o concatenación de seres, cada uno de
sell y Gottlob Frege, lo han rechazado frontalmente, sin los cuales confiere existencia al inmediatamente inferior
que necesariamente creyeran que Dios no existe; muchos (jerarquiza, por tanto, el universo) y es responsable de la
de sus críticos, de hecho, han sido destacados religiosos existencia del resto de seres por debajo de él. Dado que
(Santo Tomás de Aquino, Guillermo de Occam, Roger rechaza la infinitud de dicha concatenación, afirma que
Bacon...). dicha sucesión ha de tener un principio, en el que sitúa a
En efecto, esta polémica surge del hecho de que el argu- un único ser cuya esencia es su propia existencia, y que

1
2 2 ARGUMENTO ONTOLÓGICO DE ANSELMO DE CANTERBURY

por tanto es autosuficiente y no necesita de ningún otro la naturaleza de Dios): «Pues creemos que [El Señor] es
ser anterior que le confiera existencia. Dado que la exis- algo tan grande que nada mayor puede ser concebido».
tencia de tal ser, al que llama Dios, no es contingente ni A continuación se pregunta si Dios existe: «¿Entonces,
dependiente de nada, sino necesaria y eterna por sí mis- acaso no existe tal naturaleza, pues algo ha llevado al in-
ma, satisface la condición de ser la causa necesaria de to- sensato a afirmar en su corazón: Dios no hay?».
da la concatenación de entidades que constituyen el mun-
do eterno de los seres contingentes. Por lo tanto, el siste- Para contestar a esto, trata primero de mostrar que Dios
ma ontológico de Avicena descansa en la concepción de existe en el entendimiento:
Dios —que es Causa Primera— como el Wajib al-Wujud
(necesariamente existente), estableciendo una multiplica- Mas, indudablemente, este mismo insensa-
ción gradual de seres a través de una continua emanación to, cuando escucha esto mismo que estoy di-
desde Dios a consecuencia de Su propio conocimiento. ciendo —que hay algo tal que nada más gran-
Este fue el primer intento de emplear un método apriorís- de puede ser imaginado—, comprende lo que
tico para demostrar, con el mero empleo de la intuición y escucha, y lo que comprende está en su enten-
de la razón, la existencia de Dios. Además, el argumento dimiento, incluso aunque no comprenda que lo
es inédito en otro sentido, ya que puede ser clasificado a sea; pues una cosa es que algo esté en el enten-
la vez como un argumento ontológico y argumento cos- dimiento, y otra es comprender que una cosa
mológico. es.

Tras esto, Anselmo trata de justificar su asunción, usando


2 Argumento ontológico de Ansel- la analogía de un pintor:
mo de Canterbury
Pues, cuando un pintor imagina de ante-
mano lo que va a dibujar, alberga en su enten-
dimiento lo que aún no ha hecho pero todavía
no comprende que es. Pero cuando ya lo ha pin-
tado, alberga en su entendimiento tanto lo que
ya ha pintado como el hecho de comprender
que ello es. Por tanto, incluso el más extrava-
gante insensato está obligado a admitir que, al
menos en el entendimiento, existe algo tal que
nada mayor pueda ser imaginado, pues, al es-
cuchar esta afirmación, la entiende, y cualquier
cosa que se entiende está en el entendimiento.

A continuación, desarrolla la base del argumento ontoló-


gico:

Y, ciertamente, algo tan grande que nada


mayor pueda ser pensado no puede estar úni-
camente en el entendimiento, ya que si sólo
estuviera en el entendimiento, también podría
pensársele como parte de la realidad, y en ese
caso sería aún mayor. Esto es, que si algo tal
Anselmo de Canterbury.
que nada mayor pueda ser pensado estuviera
La versión del argumento ontológico de san Anselmo de únicamente en el entendimiento, entonces esa
Canterbury es quizá la más conocida de dicho argumen- misma cosa tal que nada mayor pueda ser pen-
to. Apareció en el segundo capítulo del Proslogion (1078) sado sería algo tal que algo mayor sí pudiera
de dicho autor, en el que, aunque no expone un sistema pensarse, algo que no puede ser.
ontológico, se muestra muy preocupado por la naturaleza
del ser, distinguiendo entre seres necesarios (aquellos que Anselmo da así con la contradicción de la que extrae su
no pueden no existir) y contingentes (aquellos que pueden conclusión: «Ha de existir, por tanto, y más allá de toda
existir, pero no necesariamente). duda, algo tal que nada mayor pueda ser pensado, tanto
Anselmo presentó su argumento ontológico como parte en el entendimiento como en la realidad».
de una oración dirigida a Dios. Comienza con una defi- El argumento en estos pasajes, puede ser sintetizado con
nición del propio Dios (o una necesaria asunción sobre precisión en su forma estándar:
3

1. Es una verdad conceptual (o, por así decir, una ver- 1. Dios es dicho ser tal que nada mayor puede ser con-
dad por definición) que Dios es un ser del que nada cebido.
más grande puede ser pensado (esto es, el ser más
grande que puede ser pensado). 2. Es mayor ser necesario que no serlo.
2. Dios existe como una idea en la mente.
3. Dios debe ser, por tanto, necesario.
3. Un ser que existe como una idea en la mente y existe
en la realidad es, en iguales condiciones, más grande 4. Si Dios es necesario, debe necesariamente existir.
que un ser que existe sólo como una idea en la mente.

4. Así, si Dios existe sólo como una idea, entonces po-


demos imaginar algo que es más grande que Dios 3 Argumento apagógico de Suhra-
(esto es, otro ser más grande posible que existe). wardi
5. Pero no podemos imaginar algo que es más gran-
de que Dios (es una contradicción suponer que po- Shahab al-Din Suhrawardi (1155–1191) emplea un argu-
demos imaginar un ser aún más grande que lo más mento apagógico (reducción al absurdo) para demostrar
grande posible de lo que podemos imaginar). que todos los seres existentes son seres contingentes. De-
bido a que esto implica que el conjunto de todas las cosas
6. Por lo tanto, Dios existe. debe ser contingente, concluye que dicho conjunto nece-
sita, para poder ser, una causa, y que tal causa no puede
2.1 Versión moderna del argumento de ser ni contingente ni, por tanto, parte del conjunto de to-
das las cosas. Esa causa sería Dios, al que saca, por tanto,
San Anselmo del Universo.
El argumento de Anselmo podría reformularse en las si-
guientes proposiciones:
4 Argumento ontológico de Des-
1. Dios es aquella entidad tal que nada mayor pueda cartes
existir.

2. El concepto de Dios existe en el entendimiento hu- El argumento de Descartes es recurrente en toda su obra.
mano. Aunque aparece por primera vez en la afamada cuarta
parte del Discurso del método (en el que expone su «Pien-
3. Dios existe en la mente de uno mismo, pero no en la so, luego existo»), desarrolló diversas variantes del mis-
realidad. mo que expuso en sus Meditaciones metafísicas (quinta
4. Si Dios existiera en la realidad, sería algo mucho meditación, meditaciones 8 y 10). Generalmente, las ver-
más grandioso que la existencia de Dios en la mente siones que produjo se caracterizaron por ser menos for-
propia. males que las de Anselmo, y más intuitivas. A su vez,
clarificó los atributos de Dios como premisa al hablar de
5. Con base en (1), se sigue de (4) que Dios realmente perfección, en vez de grandeza. Su versión más reconoci-
debe existir. da, ofrecida en su Discurso del método, podría resumirse
en:
Al hablar de grandeza, el argumento pierde fuerza semán-
tica que no obstante recupera si se sigue la línea de ra- 1. Cualquier cosa que percibo clara y distintivamente
zonamientos de Descartes, en los que se propone a Dios contenida en la idea de algo, debe ser cierta (por cla-
como el ser más perfecto que pueda existir, es decir, aquél ra y distintivamente Descartes entiende cosas como
que carece de imperfección. su Cogito, ergo sum, «Pienso, luego existo»).

2. Clara y distintivamente percibo que la existencia ne-


2.2 Segundo argumento ontológico de San
cesaria está contenida en la idea de Dios.
Anselmo
3. Por tanto, Dios existe.
En el tercer capítulo de su Proslogion, Anselmo ofrece
otro argumento a priori sobre la existencia de Dios, esta
vez basado en la idea de la existencia necesaria. Afirma Posteriormente, Descartes propondrá razonamientos
que si Dios es tal que nada mayor pueda ser imaginado, análogos a los de Anselmo, viniendo a afirmar que de la
es mejor ser necesario que ser contingente, y que por tanto perfección de Dios se deriva su existencia, del mismo mo-
Dios debe existir: do en que una montaña implica necesariamente un valle.
4 6 CONTRAARGUMENTOS

5 Argumento de Spinoza además debería tener todos los demás atributos de per-
fección y grandeza que se puedan concebir. Aun así, el
La proposición 11 de la primera parte de la Ética de Universo insiste en no albergar tal isla. Y aunque, según
Baruch Spinoza pretende probar la existencia de Dios, Gaunilo, este argumento pueda parecer absurdo y contra-
afirmando que: «Dios, o, en otras palabras, aquella sus- rio a la realidad, no lo es más que el de Anselmo.
tancia constituida por un número infinito de atributos, ca- Este argumento se engloba en las llamadas objeciones por
da uno de los cuales expresa una esencia eterna e infinita, saturación: no pretenden mostrar dónde o cómo falla el
existe necesariamente». argumento, sino que simplemente razonan que si se acep-
Para demostrar esta proposición, Spinoza ofrece tres ta como válida la forma de razonar del argumento on-
pruebas: tológico, entonces se habrán de aceptar las conclusiones
de todos aquellos razonamientos que siendo formalmente
análogos a aquél llevan a conclusiones absurdas e incluso
5.1 Primera prueba contrarias a la más directa experiencia; tales argumentos,
en efecto, saturarían al universo con un número indefini-
La primera demostración es una, según algunos, escurri- damente grande de islas perfectas necesariamente exis-
diza demostración por reducción al absurdo: tentes, lagartijas perfectas, lapiceros perfectos, etcétera.
Además, el contraarguumento de Gaunilo viene a señalar
1. Trátese de concebir que Dios no existe. la que se ha visto como principal debilidad del argumento
ontológico, el que algo sea más perfecto existiendo que no
2. Esto implica que Su esencia no acarrea su existen- existiendo, lo cual se ha señalado como escurridizo y ca-
cia, o, de acuerdo con el séptimo axioma de Spino- rente de sentido, ya que supone comparar algo que existe
za: «Todo aquello que pueda ser concebido como con algo que no es.
inexistente implica que su esencia no comprende su Frente a este contraargumento, hay quien contesta que al
existencia». plantearlo se atribuye a los más diversos objetos atributos
3. Sin embargo, esto es absurdo de acuerdo con la pro- propios sólo de Dios. Sin embargo, esta respuesta raya
posición siete: «La naturaleza de una sustancia pre- la herejía, ya que presupondría que Dios se demuestra a
supone su existencia». priori como un constructo de atributos que el hombre le
confiere.

5.2 Segunda prueba


6.2 Contraargumento de Hume
Vendría a afirmar que: «Lo que carece de razón o causa
que impida su existencia necesariamente existe. No hay Uno de los principales ataques contra el argumento on-
razón o causa alguna capaz de impedir la existencia de tológico es su apriorismo: al contrario de, por ejemplo,
Dios, luego Dios existe». las cinco vías de Santo Tomás, el argumento ontológico
parte de la existencia de Dios a priori para demostrarla.
El filósofo escocés David Hume produjo, en ese sentido,
5.3 Tercera prueba una refutación del argumento en virtud de la cual trataba
de demostrar que nada puede probarse como existente a
Nosotros existimos y somos seres finitos. Por tanto, si partir de un argumento racional a priori. En sus Dialo-
Dios, siendo infinito, no existiera, los seres finitos serían gues concerning Natural Religion (Diálogos sobre la reli-
más poderosos que Él, infinito, lo que es absurdo. Por gión natural) escribió:
tanto, Dios existe.
Es un absurdo evidente pretender demos-
trar un hecho como necesario, o pretender de-
6 Contraargumentos mostrarlo con cualesquiera argumentos a prio-
ri. Nada es demostrable salvo si su contrario
6.1 La isla de Gaunilo implica una contradicción. Nada que sea dis-
tintivamente concebible implica una contra-
Una de las primeras refutaciones del argumento de An- dicción. Cualquier cosa que concebimos como
selmo fue planteada por uno de sus contemporáneos, existente igualmente la podemos concebir co-
Gaunilo de Marmoutiers, quien invitó a sus lectores a mo inexistente. No hay, por tanto, ser alguno
concebir la mayor y más perfecta isla. Dicha isla, según cuya inexistencia implique una contradicción.
Gaunilo, es muy probable que no exista. Sin embargo, En consecuencia, no hay ser alguno cuya exis-
de acuerdo con el argumento de Anselmo, en tal caso no tencia sea demostrable a priori.
estaríamos concibiendo la mayor y más perfecta isla con-
cebible, ya que la mayor isla existiría en la realidad, y Este razonamiento podría resumirse en:
5

1. La única manera de probar algo a priori es si su Segundo, Kant arguye que si incluimos la existencia en la
opuesto implica una contradicción. definición de algo, entonces afirmar que ese algo existe
es una tautología. Si decimos que la existencia es parte
2. Si algo implica una contradicción, entonces es in- de la definición de Dios (lo cual tomamos por un juicio
concebible. analítico), entonces simplemente nos estamos repitiendo
3. Todo puede ser concebido como inexistente. al afirmar que Dios existe, sin aportar juicio sintético al-
guno que pudiera añadir nueva información respecto a la
4. Por tanto, nada puede ser demostrado como existen- existencia de Dios.
te a priori.
Tercero, Kant afirma que «existir no es obviamente una
afirmación real», y que no puede ser parte del concepto
6.3 Razonamiento de Kant de algo. Esto es, que decir que algo es o existe no es decir
algo de un concepto, sino que por el contrario indica que
hay un objeto que se corresponde con el concepto, y que
«el objeto, como realmente existe, no está analíticamente
contenido en mi concepto, sino que se añade al mismo».
Con respecto a los objetos sensibles, decir que algo existe
no implica que tiene una propiedad adicional que es parte
de su concepto, sino que será encontrado fuera de nues-
tros pensamientos y que tenemos la percepción empírica
del mismo en el espacio y el tiempo. Una cosa realmente
existente carece de cualquier propiedad que pudiera pre-
dicarse de ella y que la diferenciara del concepto de la
misma.
Lo que distingue el objeto del concepto es que los experi-
mentamos: tendrá, por ejemplo, una forma, una situación
determinada, y una duración. Como ejemplo de esto, pro-
pone: la razón por la que decimos que los caballos existen
y los unicornios no, no es que el concepto de caballo ten-
ga la propiedad de la existencia y el de unicornio no; no
hay diferencia entre ambos conceptos en este sentido, y
tampoco la hay entre el concepto de un caballo y de un
caballo realmente existente: ambos conceptos son igua-
les. La razón por la que decimos que los caballos existen
es que tenemos una experiencia espacio-temporal de los
mismos: son objetos que se corresponden al concepto.
Así, cualquier demostración de la existencia de algo, in-
cluyendo a Dios, que se base en afirmar (predicar) una
propiedad (en este caso la existencia) de ese algo es falaz:
Immanuel Kant la definición de algo no implica su existencia.

Existe un cierto consenso en que fue Kant el que vino a


clarificar la polémica que rodea al argumento ontológico. 7 Notas
A lo largo de su Crítica de la razón pura, Kant ofreció
una serie de argumentos separados pero interconectados [1] Oppy, Graham. «Ontological Arguments». En Edward
en contra del argumento ontológico, apoyándose en los N. Zalta. Stanford Encyclopedia of Philosophy (en inglés)
conceptos de juicios sintéticos y analíticos. En un jui- (Winter 2012 Edition).
cio analítico, el predicado expresa de un concepto algo
que ya está contenido en el concepto, y por tanto es una [2] Christoph Benzmüller, Bruno Woltzenlogel Paleo.
tautología (ej: un triángulo tiene tres lados); en un juicio Formalization, Mechanization and Automation of
sintético, el predicado liga el concepto con algo externo Gödel’s Proof of God’s Existence. 10 Sep 2013
a él que no se colegía lógicamente del mismo (ej: la Tie-
rra es un esferoide): el conocimiento nuevo se construye
a partir de juicios sintéticos. 8 Bibliografía adicional
Primeramente, Kant razona que no está nada claro que la
idea de un ser absolutamente necesario signifique algo en • Raul Isea (2015). El argumento ontológico sobre la
realidad: señala como escurridiza la afirmación de que la existencia de Dios, Parte I. Revista RYPC. Blog Na-
existencia es mejor que la inexistencia. turaleza y Transcendencia.
6 10 ENLACES EXTERNOS

• Raul Isea (2015). El argumento ontológico


sobre la existencia de Dios, Parte II. Re-
vista RYPC. Blog Naturaleza y Transcen-
dencia. http://www.revista-rypc.org/2015/03/
el-argumento-ontologico-sobre-la.html

• Raul Isea (2015). El argumento ontológico sobre la


existencia de Dios, Parte III. Revista RYPC. Blog
Naturaleza y Transcendencia.
• Rogelio Rovira (1991). La fuga del no ser: el
argumento ontológico de la existencia de Dios y
los problemas de la metafísica. Encuentro. ISBN
9788474902747.

• Yujin Nagasawa (2011). The Existence of God:


A Philosophical Introduction. Routledge. ISBN
9781136737466.

9 Véase también
• Ontología

• Immanuel Kant, Crítica de la razón pura


• Tomás de Aquino, Summa Theologiae

• René Descartes, Meditaciones metafísicas


• Bertrand Russell, Por qué no soy cristiano

10 Enlaces externos
• González, Victoria (1950). «El argumento ontoló-
gico en Descartes», en Revista Cubana de Filosofía,
La Habana, vol. 1, nº 6, pp. 42–45 — Filosofia.org.
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11 Origen del texto y las imágenes, colaboradores y licencias


11.1 Texto
• Argumento ontológico Fuente: https://es.wikipedia.org/wiki/Argumento_ontol%C3%B3gico?oldid=88730503 Colaboradores: Oblongo,
Juan Manuel, Rsg, Chichipio, BOT-Superzerocool, FlaBot, Ketamino, Boja, CEM-bot, Celiapgt, Ángel Luis Alfaro, Isha, El loko, VanKlei-
nen, Kved, Rafa3040, Marinna, TXiKiBoT, Hidoy kukyo, Chris-navi:, Rei-bot, Gerwoman, Technopat, Jotego, Synthebot, Lucien leGrey,
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6, Tesla91, Lando91, Waka Waka, Hiperfelix, Antonorsi, MetroBot, NoeHernandez767, Elvisor, Eyetheunlord, Lautaro 97, Addbot, Fest,
Germansosa y Anónimos: 56

11.2 Imágenes
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Licencia: Public domain Colaboradores: National Portrait Gallery, Portrait D23949. Donated by Mary Elizabeth Stopford in 1931. Artis-
ta original: Desconocido<a href='//www.wikidata.org/wiki/Q4233718' title='wikidata:Q4233718'><img alt='wikidata:Q4233718'
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• Archivo:Avicenna_princeps.jpg Fuente: https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/5/56/Avicenna_princeps.jpg Licencia: Pu-
blic domain Colaboradores: M. T. d'Alverny, Avicennisme en Italie, in: Oriente e Occidente nel Medioevo: filosofia e scienze, Roma 1971
(= Accademia Nazionale dei Lincei, Atti dei Convegni, 13), plate I Artista original: Anonimous
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11.3 Licencia del contenido


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