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La Legitima y Porcion Disponible
La Legitima y Porcion Disponible
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HIJOS ALIMENTISTAS: ...................................................................................................................................32
En la sucesión testamentaria: ...........................................................................................................................34
DERECHOS LEGITIMARIOS DEL CÓNYUGUE SUPÉRSTITE ......................................................................37
SITUACIÓN DEL CONCUBINO .......................................................................................................................39
ART. 326 Código Civil .......................................................................................................................................42
Reconocimiento de derechos sucesorios: ..........................................................................................................44
DERECHO DE HABITACIÓN DEL CÓNYUGUE SUPÉRSTITE ......................................................................46
NATURALEZA JURÍDICA DEL DERECHO DE HABITACIÓN DEL CÓNYUGE SUPÉRSTITE .......47
1. DEFINICIÓN:
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su transmisión debe entenderse con los herederos forzosos. Es
intangible, inviolable. Por ellos se le conoce también como reserva
hereditaria (…).
Las reglas que rigen la legítima son de orden público (concepto principios
jurídicos, políticos, morales y económicos obligatorios para conservar el
orden social del pueblo en una época determinada).
Las cuotas de legítima y de libre disposición se nutren del mismo
concepto: el patrimonio hereditario existente al momento de la apertura
de la sucesión. Por ello, más que instituciones complementarias (...), son
excluyentes, en el sentido que en la misma porción que crece la primera,
disminuye la segunda, y viceversa (...).
El carácter de cuota disponible y no disponible es, pues, meramente
técnico, referencial, para efectos de realizar el cálculo correspondiente al
momento del fallecimiento de una persona...‖.
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disposición por testamento por la cual deja como libre disposición una
porción que exceda de lo que la ley permite, es una disposición nula
porque importa en este punto una indebida preterición en favor de
los herederos forzosos‖ .
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Dicha intangibilidad es cualitativa y cuantitativa e indispensable, porque:
2. ANTECEDENTES
A) Antecedentes Generales:
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En una primera etapa del derecho romano, que comprende hasta fines de
la República, la libertad de disponer de los bienes por testamento fue
ilimitada. De aquí proviene la frase: Hable el testador y su palabra
será ley Dentro de tal sistema no pudo existir legítima, que restringe esa
libertad.
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Real, prohibiendo estos dos últimos la disposición de los cuatro quintos
cuando se tiene descendientes. La otra fuente es el derecho romano, que
influyo de manera importante en las Leyes de Partidas, en las de Toro y
en la Novísima Recopilación, donde la legítima es también de cuatro
quintos cuando se tiene descendientes y del tercio cuando se tiene solo
ascendientes. Este sistema es denominado legítima visigoda.
En el Código Civil español de 1889, fue innovado el sistema anterior en
cuanto a la porción de la legítima, señalándose para los hijos y demás
descendientes dos tercios de la herencia, y para los padres y demás
ascendientes, en su caso, la mitad. Tales disposiciones están inspiradas
en el Proyecto García y Goyena de 1851, siendo la nota característica
de la legítima en dicho código la proporción de dos tercios y de la mitad.
Este Sistema se denomina la legítima española.
B) Antecedentes peruanos
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prerrogativa que es propia de los legitimarios, forzosos o necesarios,
consistente en su preterición producía la anulabilidad del testamento en
la parte en que eran omitidos o disminuidos en los derechos que la ley les
concedía, se admitió de esta manera la legitima y se reconoció como
herederos legitimarios a los hijos legítimos y demás descendientes y a
los hijos naturales. La cuota de libre disposición fue señalada en el tercio
habiendo hijos legítimos y en el tercio y el quinto cuando hubiere
ilegítimos. Los ascendientes no podían oponerse a la libre disposición
del testador y en consecuencia no tenían la calidad de herederos
forzosos, pero se les concedió el derecho a exigir alimentos en caso de
necesidad. Entre las normas de la sucesión intestada está la de conceder
la herencia en usufructo a los descendientes y al cónyuge sobreviviente.
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ilegítimos. Además, se propuso conceder al cónyuge, por primera vez en
nuestro derecho, la calidad de heredero forzoso.
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Legítima como parsbonorum en el derecho romano:
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a la herencia, conservaba su derecho a la legítima, porque ésta le
correspondía por causa distinta de la sucesoria. De ahí su
caracterización como parsbonorun‖
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renunciado a la herencia, o declarado indigno, o desheredado,
entonces no podía recibir la legítima. La legítima era un derecho
hereditario.
En general, casi todas las legislaciones modernas, incluida
la nuestra, han sido influidas por el derecho germano
aceptándose el derecho legitimario como parshereditatis a favor
de los hijos y demás descendientes, padres y demás ascendientes
y cónyuge. Como dijimos anteriormente los sistemas jurídicos
anglosajones no reconocen este derecho (Inglaterra y Estados
Unidos).
3. NATURALEZA JURÍDICA
a) Sus normas legales son de orden público, es decir, que son
imperativas, invariablemente necesarias y de valor absoluto; no
pueden ser modificadas por ninguna persona y su transgresión
acarrea la nulidad del acto. Los términos de lo señalado en los
Arts. 723, 724, 725, 726 y 733 del Código Civil son elocuentes.
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La parte restante sí es tangible, lo que significa que el testador tiene
la plena libertad de disposición. Es la llamada cuota de libre
disposición.
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El Art. 1629 tiene evidentemente un propósito: preservar el
futuro derecho legitimario de los herederos forzosos para
evitar su merma o desaparición injustificada.
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curador de sus bienes, no pudiendo en el futuro, litigar ni
practicar actos que no sean de mera administración de su
patrimonio sin asentimiento especial del curador (Arts. 591
del Código Civil). De esta forma se asegura que no vuelva
a incurrir en actos que afecten dicho patrimonio.
Debe añadirse que con arreglo al Art. 593: Los actos del
pródigo y del mal gestor anteriores al pedido de interdicción
no pueden ser impugnado por esta causa (…)
O sea que la resolución judicial de interdicción para estos
casos no tiene efectos retroactivos.
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5. La legítima está, asimismo, protegida por la ley aun durante
la vida del titular de los bienes.
6. El derecho a la legítima tiene como excepciones: la
desheredación hecha por el testador por alguna de las
causales taxativamente señaladas por la ley; la posible
exclusión por indignidad declarada en sentencia judicial (...).
7. La legítima tiene su fundamento en los derechos y
obligaciones que provienen de la relación familiar debido
a la naturaleza del parentesco consanguíneo o por el
vínculo matrimonial. En esta relación se funda también la
obligación del titular de los bienes de proporcionar alimentos
a sus más cercanos familiares que dependen
económicamente de él o que necesitan de esta ayuda para
subsistir”.
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―pars hereditatis‖, es decir, un derecho sobre la herencia a la
que ha renunciado y con la que ya no tiene nada que hacer. No
puede pues reclamarla ni por vía de acción ni por vía de
excepción. No puede reclamarla por vía de acción contra otros
herederos, porque al renunciar cometió un acto irrevocable. No
puede reclamar por vía de excepción (aunque aquí la doctrina
se divide) y en consecuencia los bienes que ha recibido como
anticipo de herencia deben tomarse como de la parte de la
libre disposición del causante, debiendo devolver la diferencia.
La razón fundamental por la que adoptamos esta posición, es que
si aceptamos
5. FUNDAMENTO JURÍDICO.-
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excepciones quienes forman familia lo hacen con la finalidad de
construir un patrimonio que en su momento serán transmitidos a
sus sucesores.
6. CARACTERISTICAS DE LA LEGÍTIMA
La legítima tiene las siguientes características:
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7. REQUISITOS PARA LA CONFIGURACIÓN DE LA LEGÍTIMA
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la misma proporción. Esto quiere decir que también, `por ejemplo, los hijos
adoptivos de un hijo o de un nieto del causante, son legitimarios respecto
de este.
El cónyuge: a diferencia del código de 1936 donde se le imponía al
cónyuge condiciones para recibir parte de la legitima, en el código de 1984
se encuentra libre de estas, y está calificado como heredero necesario,
aunque en ciertos casos con tratamiento especial que le dispensan los
artículos 731 y 732.
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d) Existencia de la vocación sucesoria de presunto heredero
La vocación sucesoria se le deriva a una persona de la voluntad que ha
expresado el causante, la cual se puede dar por medio de un testamento,
caso en el cual se califica de voluntaria, además puede venir de la ley que
presume la voluntad del causante cuando este no la expresa, dando
lugar a si la vocación legitima, que es la que tienen los sucesibles que
están enumerados, designados por su parentesco con el causante, en
los órdenes de la sucesión intestada.
8. LÍMITES
La protección que la ley da a los herederos forzosos no es a veces igual
para todos. Tratándose de descendientes o cónyuge, la legítima que les
corresponde está constituida por las dos terceras partes de los bienes;
siendo, en consecuencia, solo la tercera parte de libre disposición (artículo
725).
Tratándose de Padres u otros ascendientes, se les otorga legítima
la mitad de los bienes (artículo 726), siendo la otra mitad de libre
disposición.
Debe entenderse la cuota como una parte de la totalidad de la
herencia y no de cada uno de los bienes que la comprenden. Es, pues,
indeterminada. El heredero forzoso debe de recibir en atención al valor
que le corresponda, teniendo el testador el derecho a signar los bienes a
herederos y legatarios respetando la legitima en su valor.
Nuestro código legisla la legítima en forma invariable según los
herederos; vale decir, es igual a las dos terceras partes de la herencia
cuando hay un descendiente o cuando son varios. Es, pues colectiva. Así,
hemos seguido el modelo del código español, que a su vez se inspiró
en el italiano y el portugués. En otro sentido, el código civil francés norma
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la legítima de manera variable entre la misma clase de herederos. En
efecto su artículo 913 dispone que ―los actos de liberalidad, bien por
actos entre vivos, bien por testamento, no podrán exceder de la mitad de
los bienes del disponente si deja a su muerte un hijo legítimo, del tercio
si deja dos y del cuarto si deja tres o más. Solamente la persona que
no tiene descendientes, ascendientes ni cónyuge tiene la libre disposición
de la totalidad de sus bienes.18
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distribución libre (la mejora) y parte para la libre disposición (libertad de
testar) lo siguen Perú, Chile, Colombia y Guatemala (Castán y Tobeñas).
Con estas nociones pasamos a definir la legítima
INGLATERRA
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El derecho inglés de sucesiones se caracteriza por una mayor
simplicidad que los sistemas continentales, por la fuerte tendencia a la
liquidación del caudal relicto por parte de sujetos que no ostentan la
categoría de herederos y por la posición prevalente del cónyuge viudo
en la sucesión intestada, así como por la ausencia de una figura paralela
a la legítima continental.
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ESTADOS UNIDOS
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El cónyuge sobreviviente tiene además derecho a una porción del
patrimonio del causante, independientemente de lo dispuesto en el
testamento. Esta porción, llamada ―elective share‖, varia poco según
cada estado de la Unión: 30% en la Florida; un tercio en Nueva York.
El sobreviviente es libre de escoger los bienes hasta por un valor
equivalente a su porcentaje de asignación forzosa. En lo demás, si el
cónyuge sobreviviente no tiene casa propia, puede reclamar un usufructo
vitalicio (―life estate‖) sobre cualquier casa del causante. Sin embargo,
este usufructo se pierde si el sobreviviente no ha residido en la casa por
un año.
Respecto de los hijos del causante no existen asignaciones
forzosas. El causante puede a su arbitrio desheredar a cualquier hijo, o
inclusive desheredarlos
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Todos, sin necesidad de explicación. En caso de hijos menores de
edad, estos sólo podrían (a través de sus curadores o custodios) reclamar
alimentos contra la herencia, y únicamente hasta la mayoría de edad.
MÉXICO
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momento de la ejecución de la sucesión, con las consecuencias
económicas correspondientes y de tiempo.
Por lo anterior se entiende que en nuestro Derecho sucesorio, el
albaceazgo, no es una institución imprescindible para que se produzca la
transmisión del patrimonio del causante a sus herederos, pues sus
funciones pueden ser cumplidas por estos, a diferencia del Sistema
Anglosajón en que el ejecutor de la herencia es una institución necesaria
para que los herederos adquieran lo que le corresponda, En este sistema
el heredero no liquida la herencia sino que lo hace el aludido ejecutor
testamentario quien luego de satisfacer las deudas con los bienes
hereditarios, distribuye el remanente entre los herederos.
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herederos. En otras, palabras, bastará la presencia de uno solo para
que la porción exista en toda su extensión. En el primer caso, bastará
un hijo o que exista solamente el cónyuge, para que tenga como legitima
las dos terceras partes de los bienes. En el segundo, un solo bisabuelo
tendrá como legitima la mitad de los bienes. Quiere decir que la legitima
señalada de todos los herederos señalados juntos, en cada caso, así como
la de cualquiera de ellos independientemente, es la totalidad de la cuota. O
sea que la legitima de un cónyuge y cinco hijos es igual a las dos terceras
partes de la herencia. De esta forma, nuestro código legisla la legítima en
forma genérica para todos los herederos forzosos, sin especificar que a
cada uno le corresponde, como lo hace, por ejemplo, el código venezolano.
En efecto, este en su artículo 884 declara que ―la legitima de cada
descendiente o ascendiente, legítimos o naturales, y la del cónyuge, será
la mitad de sus respectivos derechos en la sucesión intestada; y concurren
y son excluidos y representados según el orden y reglas establecidas para
dicha sucesión‖. En el mismo sentido, el código civil alemán otorga a cada
heredero forzoso una legítima igual a la mitad del valor de su porción legal
hereditaria.
Lo expuesto nos lleva a discrepar en el sentido de nuestro artículo
729, que a la letra dice: ―la legítima de cada uno de los herederos forzosos
es una cuota igual a las que le corresponde en la sucesión intestada, cuyas
disposiciones rigen, asimismo, su concurrencia, participación o exclusión‖.
Este defecto tiene su antecedente en el primer Proyecto de Código Civil
de Andrés Bello, articulo 5 del título VIII de la parte de la sucesión por
causa de muerte, el cual declaraba que ―la legitima se divide entre los
legitimarios según las reglas de la sucesión intestada: la porción de cada
legitimario es su legítima‖.
De acuerdo a lo expuesto, creemos que la legítima de cada
heredero necesario nada tiene que ver con la cuota que le corresponde
en la sucesión abintestato, para comenzar la cuota en esta se calcula
sobre la totalidad del patrimonio del causante, mientras la legitima es
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solo la parte intangible de esta; o sea, la que no es de libre disposición.
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patrimonio del de cujus eI día del deceso. Ha de fijarse su valor, previa
deducción del pasivo correspondiente.
Se agregan luego a esos bienes existentes todos aquellos que
fueron objeto de donación entre vivos. Se reconstituye el patrimonio en
el estado en que se encontraría si el de cujus no lo hubiera empobrecido
mediante liberalidades entre vivos, luego de lo cual se procede a la
estimación de esos, nuevos elementos computables para agregar la suma
así obtenida al monto neto del valor de los bienes existentes. El total de la
suma sobre la cual se calcula la legítima.
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disposición que debe distribuirse en las asignaciones forzosas y que se
conoce con el nombre de reserva legal (legítima), queda el patrimonio de
libre disposición. Como Io indica la expresión, de este patrimonio puede hacer
el causante lo que quiera. Este patrimonio, junto con el de forzosa
disposición, necesariamente integra todo el patrimonio herencial dejado
por el causante; y Ia cuantía de ambos se determina en el momento de
la apertura de la sucesión"
.
Según el artículo 725 del Código Civil, el que tiene hijos u otros
descendientes, o cónyuge, puede disponer libremente hasta del tercio de
sus bienes.
―Cuando existen descendientes de cualquier grado, o cónyuge, o
unos y otro, la legítima asciende a dos tercios del caudal legitimario del
causante. Consiguientemente, (...) lo máximo que el causante puede
dejar q terceros (por donación o por legado) es de un tercio de la cifra
contable total, y que cualquier exceso de ese tercio tendrá que
reducirse o ajustarse a pedido del o de los legitimarios afectados.
―… Cuando no sea afectada la legítima - por ejemplo cuando las
legítimas han quedado cubiertas con donaciones - el testador puede
disponer como le plazca, aunque con ello exceda el tercio del patrimonio
existente al momento de testar".
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quedan excluidos los ascendientes. En cambio, si hay cónyuge los
ascendientes son legitimarios con éste...‖.
―... La legítima de los ascendientes que concurren sin cónyuge del
causante es la mitad del caudal sobre el que es calculado la legítima.
Corolario, la parte disponible equivale al valor de la mitad de ese caudal.
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habitación, podrá, con autorización judicial, darla en arrendamiento,
percibir para sí la renta y ejercer sobre la diferencia existente entre el
valor del bien y el de sus derechos por concepto de legítima y
gananciales los demás derechos inherentes al usufructuario.
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realmente derecho de habitación o usufructo?
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la ley, excepcionalmente, la atribución de tomar aquellos frutos que sean
necesarios para las necesidades del usuario y de su familia. Finalmente,
sentencia que no puede aprovecharse indirectamente de los frutos
vendiéndolos para subvenir con el producto de la venta otras necesidades
suyas o de la familia; pues, si se permitiera esto, quedaría desdibujada la
diferencia entre el uso y el usufructo.
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sino de la persona obligada. Si era el causante, lo serán los herederos,
proporcionalmente.
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3) Patrimonio familiar
El artículo 732 prescribe que mientras esté afectado por los
derechos de habitación o de usufructo, en su caso, la casa-habitación
tendrá la condición legal de patrimonio familiar; institución que el Código
derogado denominaba hogar de familia. Así, la casa-habitación resulta
inembargable e inalienable conforme lo establece el artículo
488 No se da |a tercera calidad que señala esta norma, o sea, la
transmisibilidad por herencia pues precisamente el derecho de habitación
se extingue con la muerte. Éste no es solamente un derecho preferencial
en relación a los herederos, sino aún más, también respecto de los
acreedores del cónyuge supérstite. El derecho de habitación es una
facultad que el legislador otorga a éste. Opera mortis causa. Pero, como
la casa-habitación de la familia puede ser objeto del patrimonio familiar
(artículo
489, inciso 1), puede constituirse como un acto ínter vivos. La
constitución del patrimonio familiar no transfiere la propiedad de los bienes
del que lo constituye a los beneficiarios, quienes adquieren solo el derecho
de disfrutar de dichos bienes (artículo 490). Como ha quedado señalado,
el derecho de habitación es únicamente sobre el inmueble, no así sobre
los bienes muebles que están en él, los cuales forman parte de la
masa hereditaria, a excepción del menaje ordinario del hogar; que, de
acuerdo con el artículo 320, corresponde al cónyuge sobreviviente.
Es importante concordar estas normas con el artículo 323 del Libro
de Derecho de Familia, que expresa que "cuando la sociedad ha fenecido
por muerte o declaración de ausencia de uno de los cónyuges, el otro
tiene preferencia para la adjudicación de la casa en que habita la familia,
con la obligación de reintegrar el exceso de valor, si lo hubiera". Podría
pensarse que no tiene sentido esta disposición, por cuanto el cónyuge
supérstite se ve obligado a pagar el exceso, mientras el derecho de
habitación que consagra el Derecho Sucesorio es gratuito. Sin embargo,
el ejercicio de aquel derecho puede ser importante para el cónyuge
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supérstite por cuanto consolida la propiedad. Podría ocurrir que siendo los
herederos del causante distintos de los del cónyuge sobreviviente, a éste
le interese que no se produzca a su muerte la copropiedad entre
ambos, sino que más bien pase en propiedad a sus propios herederos.
O también para tener totalmente la libre disposición del bien, sin las
limitaciones del patrimonio familiar, y sin que le sean de aplicación las
causales de pérdida del derecho por muerte, nuevas nupcias o vivir en
concubinato, a que se refiere el último párrafo del artículo 732.
4) Causas de extinción
A) Nuevo matrimonio
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matrimonio como una causal de extinción del derecho de habitación. En
realidad, significa una asignación modal impuesta por la ley, contra la
cual no cabe ni el consentimiento previo del causante
Quizás esta causal de extinción tenga su antecedente en el artículo
636 del Código Civil italiano, que al tratar del legatario de usufructo o de
uso, de habitación o de pensión o de prestación periódica para el caso o
por el tiempo del celibato o de la viudez, expresa que no puede gozar de
ella sino durante el celibato o la viudez. La cuarta marital del Derecho
romano tenía esta misma reserva, ―de modo que si la viuda repetía
matrimonio, perdía el dominio de los bienes en qué consistía, y solo
conservaba el usufructo, caso de existir hijos del matrimonio primero‖.
Su fundamento es discutible. Sorda considera la causal como un
castigo al matrimonio que no tiene justificación alguna. La califica de un
lamentable error, señalando que es posible que esta disposición se haya
incluido en la ley teniendo en mira sobre todo a la mujer viuda. Agrega
"que se ha pensado, quizás, que si bien es natural protegerla, esa
protección debe cesar cuando con motivo de su nuevo matrimonio tiene
ya quien atienda a sus necesidades", olvidando que la ley protege también
al viudo, que generalmente no mejora su situación económica volviéndose
a casar por el contrario, aumentan sus gastos y necesidades"; opinión
con la que concuerda Maffía. En el mismo sentido, Zannoni discrepa de
la solución, señalando que el nuevo matrimonio no tiene por qué hacer
presumir la cesación de las necesidades del habitador, sobre todo cuando
el supérstite es el viudo y no 'a viuda Estamos de acuerdo: no hay razón
alguna para que se extinga este derecho por nuevas nupcias contraídas
por el beneficiario. Y es que la ley no debe por tratar de evitar situaciones
injustas, dar reglas que lleven precisamente a ellas, en otras
circunstancias.
Una solución inteligente la encontramos en la Ley 261 de la
Compilación de Navarra de 1973, que al tratar del usufructo de fidelidad,
expresa que se extingue por contraer el usufructuario nuevas nupcias,
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salvo pacto o disposición en contrario del cónyuge premuerto. Es una
solución ecléctica que resulta, quizás, más equitativa.
b) Concubinato
c) Muerte
d) Renuncia
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de herencia futura. Por tanto, nada obsta a que pueda renunciarse a él
antes de su adquisición e, inclusive, anticipadamente en vida del cónyuge.
Según el Art. 816 del Código Civil vigente, los hijos y demás
descendientes están en el primer orden, los padres como los demás
ascendientes en el segundo orden y el conyugue en el tercero, pudiendo
sin embargo, éste coheredar simultáneamente con los del primero o
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segundo órdenes, según los casos.
La familia propiamente dicha esta constituida por los esposos, hijos
y demás descendientes y por extensión también por los padres de los
esposos y demás ascendientes.
La cuota intangible es mayor o menor según la clase de herederos
forzosos que sobreviven al testador, sean de un primer grupo o segundo
grupo. Si son del primer grupo, hijos y demás descendientes, la cuota
alcanzara las dos terceras partes de la herencia; y si son del segundo,
padres y demás ascendientes, entonces corresponderá el 50%. Para el
cónyuge la base del reparto debe hacerse sobre el valor de las dos
terceras partes de la herencia y no sobre el 50 por ciento, porque el
derecho del conyugue sobreviviente se fija de acuerdo con el Art. 725 del
Código Civil, es decir, sobre los dos tercios y esta porción es intangible. Si
se fijara sobre la base del cincuenta por ciento de la herencia, se estaría
recortando su derecho.
La legítima es la parte de la herencia reservada a los herederos
forzosos por mandato imperativo de la ley. No cabe la exclusión sino en
casos taxativos señalados por la ley. Entre nosotros, sólo en los casos
de indignidad y desheredación. El derecho personal y la correspondiente
cuota hereditaria los pierde el heredero en tales casos; pero si tiene hijos
u otros descendientes, éstos no resultan afectados necesariamente, pues
previa aceptación de la herencia del causante, y por derecho propio y no
por facultad delegada del representado, podrán adquirir estos derechos
por representación sucesoria en los casos y condiciones que la ley prevé.
El Art. 729 expresa que: ―La legítima de cada uno de los herederos
forzoso es una cuota igual a la que les corresponde en la sucesión
intestada, cuyas disposiciones rigen, asimismo, su concurrencia,
participación o exclusión‖. Esta norma dispone que la legítima es de
aplicación tanto en la sucesión testamentaria como intestada, ya que la
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legítima es un derecho inherente al heredero forzoso que es impuesta por
una norma de orden público, y que no depende de la voluntad del
testador. Por eso el heredero forzoso se puede dar tanto en la sucesión
testamentaria como en la legal o intestada. En ambas su derecho
legitimario está vigente.
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quedan excluidos de cualquier herencia, ante la presencia de los
ascendientes.
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La existencia de herederos forzosos o legitimarios, que son los
únicos herederos con derecho a la legítima. Estos son: los ascendientes
(padres, abuelos, bisabuelos, etc.), descendientes (hijos, nietos,
biznietos, etc.) y el (la) cónyuge. En cuanto a los hijos, no hay distinción
alguna entre éstos, pueden ser matrimoniales, extramatrimoniales y
adoptivos.
Teniendo en cuenta que respecto de la herencia la legítima es una
parte, que se determina deduciendo de la masa hereditaria en su
integridad las cargas y deudas de la herencia y los gananciales del
cónyuge supérstite, y agregando o sumando el valor de los bienes
colacionables -de haberlos-; una vez determinada la herencia n partible,
la legítima de los herederos forzosos es, en relación con la herencia, la
proporción que fija la ley. Ahora bien, en lo que concierne a la legítima
de los descendientes, ella importa una de las más importantes
innovaciones del vigente Código. En el de 1936, para establecer la
preferencia entre unos y otros herederos necesarios en la sucesión
testamentaria, se recurría a las normas de la sucesión legal.
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Señala que "si el testador estuviese obligado al pago de una
pensión alimenticia conforme al artículo 415°, la porción disponible
quedará gravada hasta donde fuera necesario para cumplirla".
Puntualizamos que el hijo alimentista carece de título para heredar, pero
aquí su derecho no se funda en la legítima sino que afecta la porción
disponible. Es más, el hijo alimentista, tal como lo establece el artículo
417' del CÓDIGO CIVIL., no puede recibir más de lo que le habría
correspondido como heredero si hubiese sido reconocido o declarado
judicialmente como hijo. Dicho de otra manera, no se afecta toda la
porción de libre disponibilidad, sino únicamente la parte que sea
necesario utilizar en beneficio de los hijos alimentistas. Es bueno recalcar
que el gravamen a la porción disponible no impide la partición de la
herencia.
Así, los herederos reciben los bienes y, además, la carga de
satisfacer a los alimentistas hasta donde alcance la cuota ideal de ellos.
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e inclusive después si no puede proveer a su subsistencia por
incapacidad física mental (artículo 415). Este derecho no se extingue
con la muerte del obligado, subsistiendo al amparo del articulo728 citado,
que lo legisla en relación a la sucesión.
La pensión alimenticia se refiere al sustento, habitación, vestido y
asistencia médica, según la situación y sus posibilidades de la familia.
No obstante, debe distinguirse cuando el alimentista es menor de edad
de cuando ha alcanzado la mayoría y no se encuentra en aptitud de
atender a su subsistencia por causas de incapacidad física o mental
debidamente comprobadas. En efecto, en el primer caso, comprende
también su educación, instrucción y capacitación para el trabajo (artículo
472º).en el segundo caso, puede exigir únicamente lo estrictamente
necesario para subsistir si la causa que ha reducido a ese estado fuese
su propia inmoralidad. Claro está que puede cubrir todas estas
necesidades sin trasgredir la parte que les corresponde a los hijos
alimentistas.
La acción es personal y se ejercita por medio de representante
legal del alimentista contra el presunto padre o sus herederos (artículo
417º) Se le reconoce así al hijo alimentista un derecho sobre la herencia,
pero no como heredero forzoso. Su derecho no está amparado en la
legítima. Todo lo contrario: afecta la porción disponible; sea que esté
representada por un tercio, por la mitad o por todo el patrimonio del
causante: en este sentido el código actual ha corregido el error del anterior
al referirse genéricamente a la porción disponible. El código de 1936
remitía la norma al tercio y a la mitad, extendiéndose su aplicación a la
totalidad, cuando era el caso por interpretación.
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está sin exceder la libre disposición. En la sucesión intestada su cuota
podría ser mayor como hijo alimentista, pero esta igual que en la
testamentaria no puede exceder al derecho de los legitimarios.
Para el cálculo de la cuota alimentaria es necesario repartirla
herencia idealmente, incluyendo a los hijos alimentistas como si fuesen
reconocidos por el causante o como si tuviesen sentencia que los declare
como hijos. La parte que les correspondería será el máximo con que
podrán afectar como cargo a la herencia, siempre que esté dentro de la
porción disponible. Si la exceden, el cargo será hasta el límite de ésta. Si
es menor, será hasta el límite de la porción que le corresponderla si tuviese
la condición jurídica de hijo, idealmente calculada.
En la sucesión testamentaria:
Herencia (180)
41
Legitima (120) Libre disposición (60)
60 Se reintegra a la legítima
-
HF(3 HF(3 HF(3 HF(3
O) O) O) O) 30
30
Legitima (150)
En la sucesión intestada:
Herencia (180)
.L
42
Ferrero señala al respecto lo siguiente:
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La pensión viene a ser, por un lado, una restricción a Ia posibilidad
dispositiva del testador similar a la que existe respecto de la legítima pero
que no se equipara a ésta. De otro lado, es deuda del causante -aunque
deuda calificada y de alguna manera preferente- que debe incluirse dentro
de las previstas en el artículo 871 del C.C. cuando la pensión haya sido
judicialmente ordenada antes del fallecimiento del presunto padre, y una
deuda que se impone a los herederos cuando la pensión les sea
demandada a ellos.
36
pudiendo continuar más allá de esta edad, por excepción si estuviera
incapacitado moral o físicamente para poder subvenir a la satisfacción de
sus propias necesidades.
En el caso de una sucesión testamentaria, nunca podría
corresponderle al hijo alimentista más de lo que le tocaría a un heredero
legitimario, articulo 417 del Código Civil, porque la legítima es la base de
la distribución entre los herederos forzosos (hijos).
37
en la sucesión intestada, cuyas disposiciones -reiteramos- rigen su
concurrencia, participación o exclusión.
Art. 730: La legítima del cónyuge es independiente del derecho que
le corresponde por concepto de gananciales provenientes de la
liquidación de la sociedad de bienes del matrimonio.
En el artículo 730 del Código Civil se precisa que la legítima del
cónyuge es independiente del derecho que le corresponde por concepto
de gananciales provenientes de la liquidación de la sociedad de bienes del
matrimonio.
38
Segunda liquidación: Sucesoria
39
Kari 25 Cla 25 25 250
n 0 us 0 0
iguel
38
a poner justicia donde antes no la hubo o al menos le fue regateada.
Por esa norma queda establecido que el derecho del cónyuge a la
legítima es independiente del que le corresponde por concepto de
gananciales. En cambio, el Art. 704 del Código Civil de 1936 tenía tres
reglas diferentes según los casos: 1° reconocía que su derecho a la
legítima es una cuota igual a la que le correspondería como heredero legal;
2° si los gananciales llegan o exceden al monto de la cuota legitimaria, la
perderá; y 3° que la legítima se reducirá hasta lo que sea preciso si los
gananciales fuesen menores.
Este precepto comentado del Código Civil de 1936 (Art. 704) en
concordancia con el Art. 700 reconoció por primera vez en el Perú la
calidad de heredero forzoso que tiene el cónyuge sobreviviente, pero no
mantuvo coherencia porque su derecho fue supeditado a la contingencia
del valor económico del derecho sobre los bienes gananciales,
desconociéndose que entre éstos y la legítima existen diferencias por
razón de su naturaleza jurídica, así como por su origen. Los gananciales
constituyen derecho propio y se encuentra regulado
39
Familia, mientras que la legítima es un derecho derivado que proviene del
patrimonio del causante y está regulado en el Libro de Sucesiones.
El Art. 730 del Código Civil vigente recoge el texto del Art. 72 del
Anteproyecto.
En algunos países no se reconoce el derecho a la legítima del
cónyuge sobreviviente. Así tenemos que le Código Civil Mexicano en el
Art. 1283 dispone que:
El testador puede disponer del todo o de parte de sus bienes. La
parte de que no disponga quedará regida por los preceptos de la sucesión
legítima.
En la sucesión intestada es considerado heredero legal, según el
Art. 1602 de dicho cuerpo legal.
En el Art. 778 del Código Civil de Panamá, al igual que el anterior,
confiere al testador, libertad de testar con la libre disposición de todos
los bienes, con la única limitación de dejar asegurados los alimentos a
sus hijos, padres y conyugue que careciesen de bienes suficientes. Lo
mismo ocurre en Honduras, Art. 944 del Código Civil.
En otros, se concede al cónyuge una cuota en usufructo, como en
el Código Civil de España, Arts. 807, 834, 837 y 838.
Finalmente, en países como el nuestro, Alemania, Art. 1931; Suiza,
Art. 462; Argentina, Arts. 3570 y 3572, se concede no en usufructo sino en
propiedad.
63
El Dr. Fernández Arce hace referencia a que el art. 9 de la
Constitución Política del Perú se ha recogido como una necesidad social,
pero que sus efectos deben limitarse al régimen de la sociedad de
gananciales, y no extenderse en ningún caso al ámbito hereditario.
Pero nuestra realidad es muy diferente, pues un estudio realizado
determina que en el Perú el 60% de las familias están formadas por
uniones concubinarias que el derecho no puede ignorar, ni marginar porque
crea una incertidumbre para estas parejas, sobre todo después que se
produce el deceso de ellos.
Debido a este injusto que se realizaba al dejar de lado al que convivio
e hizo vida en común con el concubino(a) fallecido es que surgió la ley N°
30007 el cual establece reconocer derechos entre los miembros de
uniones de hecho,
La ley 30007, publicada el 17 de abril de 2013, modifica los artículos
326, 724, 816 y 2030 del Código Civil, el Inciso 4 del Artículo 425 y el
Artículo 831 del Código Procesal Civil y los Artículos 35, 38 y el Inciso 4
del Artículo 39 de la Ley 26662, y tiene por objeto reconocer derechos
sucesorios entre un varón y una mujer, libres de impedimento matrimonial,
que conforman una unión de hecho, es decir, reconoce el derecho
sucesorio del concubinato propio(que se encuentran aptos para asumir el
matrimonio).
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expensas de otro está obligado a la restitución, Por ellos, el precepto citado
es no solo novedoso, sino que constituye un avance significativo en el
reconocimiento de los derechos provenientes de esta situación de hecho.
La carta de 1993 ratifico en su artículo 5 este reconocimiento.
Concordante con él, el código civil ha recogido el mismo principio
en su artículo 326, que dice así: ―La unión de hecho, voluntariamente
realizada y mantenida por un varón y una mujer, libres de impedimento
matrimonial, para alcanzar finalidades y cumplí deberes semejantes a los
del matrimonio, origina una sociedad de bienes que se sujeta al régimen
de sociedad de gananciales, en cuanto le fuere aplicable, siempre que
dicha unión haya durado por lo menos dos años continuos‖.
La posesión constante de estado a partir de fecha aproximada puede
probarse con cualquiera de los medios admitidos por la ley procesal,
siempre que exista un principio de prueba escrita.
La unión de hecho termina por muerte, ausencia (declaración de tal
y no de muerte presunta), mutuo acuerdo o decisión unilateral, En este
último caso, el juez puede conceder, a elección del abandonado, una
cantidad de dinero por concepto de indemnización o una pensión de
alimentos, además de los derechos que le correspondan de conformidad
con el régimen de sociedad de gananciales.
Tratándose de la unión de hecho que no reúna las condiciones
señaladas en este artículo, el interesado tiene expedita, en su caso, la
acción de enriquecimiento indebido.
Respecto a los derechos sucesorios de los concubinos entre sí,
Jack Vigió (88, p. 15) manifestó en la Comisión Revisora que el artículo
1106 del Código Civil boliviano consagraba derechos sucesorios a favor
de los convivientes, similares a los que gozan los casados. ―Expreso que
traía a colación dicho precepto, sin estar de acuerdo con su incorporación,
a fin de conocer la opinión de los demás miembros de la Comisión
Revisora. Agrego que si se optaba por la solución de otorgar derechos
hereditarios a los concubinos, prácticamente se borrarían las diferencias
65
con las personas casadas, a excepción del status matrimonial, el derecho
a llevar el apellido y la posibilidad de adoptar que está limitada a los
casados (artículo 378 del código civil). Argumento que de esa forma se
desalentaría aún más el matrimonio, habida cuenta que los hijos
matrimoniales tienen, conforme al texto constitucional, los mismos
derechos que los nacidos fuera del matrimonio. Por su parte, el doctor
Cesar Fernández Arce manifestó que el artículo 9 de la Constitución
Política del Perú se ha recogido como una necesidad social, pero que sus
efectos deben limitarse al régimen de sociedad de gananciales, y no
extenderse en ningún caso al ámbito hereditario, De otro lado, el doctor
Edmundo Haya de la Torre manifestó que no era conveniente que el
Código Civil otorgará a los integrantes de una unión de hecho mayores
derechos que los que les confiere la Constitución Política del Perú. Expreso
que el artículo 1108 del Código Civil boliviano, tenía sus sustento en
la Constitución Política del Estado boliviano, lo que no ocurría en nuestro
caso, La Comisión Revisora, con el voto unánime de los doctores
Fernández Arce, que presidia la sesión, Haya de la Torre, Zamalloa
Loaiza y BigioChrem, acordó no conferir derechos sucesorios a los
concubinos. Por consiguiente, el concubino no tiene derecho a heredar
al otro, ni le asiste el derecho de habitación contenido en el artículo 731
del Código Civil ni el usufructo legal que le confiere el numeral 732 del
cuerpo civil vigente. Nótese, además, que el articulo 816 y los artículos
724 y 729 del Código Civil, referidos a la sucesión intestada y
testamentaria, respectivamente, no incluyen al concubino como
heredero; sin embargo este puede ser instituido como legatario por el
otro dentro de los límites y formalidades legales‖ (88, p. 15).
No obstante, al concubino que sobrevive le corresponde el menaje
del hogar de conformidad con lo dispuesto en el artículo 320, y el derecho
de preferencia para la adjudicación de la casa en que habita la familia y
del establecimiento agrícola, artesanal, industrial o comercial de carácter
familiar, con la obligación de reintegrar el exceso de valor, si lo hubiera, a
66
que se refiere el artículo 323; derecho que ratifica la Exposición de Motivos
de la Comisión Revisora (88, p. 15). Igualmente, son de aplicación los
artículos correspondientes del Código Civil para la liquidación de la
sociedad de gananciales.
Lo expuesto es aplicable al concubinato propiamente dicho. El
legislador de 1984 ha distinguido a este, el cual da lugar a un régimen
parecido al de la sociedad de gananciales, del concubinato impropio,
que queda circunscrito tan solo a la comentada acción de
enriquecimiento indebido.
Hoy, debe reconocerse que el concubinato more uxorio esta en
camino a conferir derecho hereditario al concubino en la sucesión de su
amante.
A) Fundamento:
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sucesorios:
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en los términos en que se aplicarían al cónyuge.‖
69
abandonada puede solicitar indemnización o pensión alimenticia [art. 326
CC].
-La unión de hecho genera una dinámica a partir de la cual se
originan dependencias entre los convivientes. Por ejemplo, el varón trabaja
y trae dinero y la mujer desarrolla labores del hogar.
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3. Declaración expresa de los solicitantes que se encuentran libres
de impedimento matrimonial y que ninguno tiene vida en común con otro
varón o mujer, según sea el caso.
4. Certificado domiciliario de los solicitantes.
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peruano la norma sustantiva exige la existencia de la prueba escrita–
segundo párrafo del artículo 326º C.C.-, este principio requiere de la
probanza de la posesión de estado en la forma y mecanismos establecidos
en el artículo 238º del Código Procesal Civil, siendo ése un medio verosímil
para crear convicción que el juzgador busca a efecto de declarar
judicialmente la existencia de la unión de hecho; ésta declaración
jurisdiccional operará de manera retroactiva desde el inicio de la
convivencia intersexual hasta la emisión de la sentencia, decisión
susceptible de anotarse en el Registro Personal de la SUNARP.
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Artículo 725.- El que tiene hijos u otros descendientes, o cónyuge,
puede disponer libremente hasta del tercio de sus bienes.
Por ende si el testador solo tiene como familiar un concubino solo
podrá disponer un tercio de sus bienes.
Artículo 727.- El que no tiene cónyuge ni parientes de los indicados
en los artículos 725 y 726, tiene la libre disposición de la totalidad de sus
bienes.
Además de no tener cónyuge también aplicaría al hecho de no tener
concubino(a)
Artículo 730.- La legítima del cónyuge es independiente del
derecho que le corresponde por concepto de gananciales provenientes de
la liquidación de la sociedad de bienes del matrimonio.
Esto también aplica al concubinato si este se encuentra en régimen
de sociedad de gananciales.
Según la ley N°30007 el concubino supérstite tendrá los mismos
beneficios que el cónyuge supérstite respecto a los artículos 731 y 732 con
respecto al Derecho de habitación vitalicia del cónyuge supérstite y
Derecho de usufructo del cónyuge supérstite, respectivamente.
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En su caso, los otros bienes se dividen entre los demás herederos,
con exclusión del cónyuge sobreviviente.
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a título personal.
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Jorge Mafia, en su citada obra, señala que hay varias corrientes de
opinión, a saber:
a) El derecho de habitación viudal constituye “un derecho
propio”. No se adquiere a titulo hereditario, se adquiere con
motivo de la muerte de uno de ellos. Borda, en esta línea, de
pensamiento, expresa que es como el seguro de vida.
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Hernández y Ugarte, en cuánto a la naturaleza jurídica del
derecho de habitación del cónyuge supérstite, expresan Io siguiente:
―Se ha planteado el problema respecto de la naturaleza jurídica del
derecho de habitación reconocido al cónyuge supérstite (…)
principalmente si puede asimilárselo al derecho real de habitación (…).
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persona física no puede pasar de la vida del habitador (...). El
derecho de habitación del cónyuge, en cambio, es vitalicio porque
así lo declara expresamente la ley, sin perjuicio de que el viudo
pueda renunciar.
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transmite a sus herederos.
No puede cederse ni embargarse: dado que se trata de un derecho
otorgado a la persona del cónyuge y su carácter es netamente
asistencial; no puede ser cedido ni tampoco embargado por los
acreedores del habitador.
Es renunciable: El cónyuge puede renunciar a este derecho
después de la muerte del, causante, en forma expresa o a través de
actos incompatibles con el beneficio.
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de los coherederos que reviste el carácter de condómino por un título
anterior al deceso del causante.
2. La segunda condición es que el inmueble hubiera constituido el hogar
conyugal.
No cabe duda que la ley se refiere al lugar donde estaba constituido
el hogar conyugal en el momento de la muerte del causante. Con
esta interpretación quedaría descartado del beneficio el supuesto en
que mediara divorcio o separación de hecho anterior al deceso porque
en esos casos y en ese momento, no existiría hogar conyugal.
3. Tercera condición: El valor del inmueble no debe pasar el indicado como
límite máximo a las viviendas para ser declaradas bien de familia (...).
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Por no uso (...).
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