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La ética en la Ingeniería Civil

El ingeniero civil ocupa un lugar trascendental en la sociedad actual, su papel en el


desarrollo de la sociedad actual ha sido fundamental. La construcción del mundo, por lo
menos de su infraestructura, ha sido labor de los constructores civiles desde épocas
memorables.

En el Imperio Romano ya se observaba el papel que jugaban los constructores, Por eso
cuando Plinio, que desempeñó varios cargos muy importantes bajo el gobierno de Trajano,
a finales del siglo I d.C., necesitó consejo para un proyecto de construcción solicitó del
Emperador que le enviara “un topógrafo o un ingeniero civil”; con eso, lo que quería decir
era que necesitaba a alguien con experiencia en cualquier tipo de construcciones.1

Ésta posición destacada del Ingeniero Civil en la historia de la cultura y de la humanidad


misma hace resaltar la responsabilidad que ésta profesión conlleva, pues es deber histórico
del Ingeniero Civil contribuir al bien de sus semejantes.
La responsabilidad antes mencionada se ve también reflejada en el concepto mismo de la
Ingeniería: La Ingeniería es la profesión en la cual los conocimientos de las ciencias físicas y
matemáticas adquiridas mediante el estudio, la experiencia y la práctica se aplican con buen
juicio a desarrollar los sistemas para aprovechar económica y ambientalmente los
materiales y las fuerzas de la naturaleza para la creciente prosperidad de la humanidad.2

El concepto de Ingeniería siempre recalca en sus líneas que el fin último de ésta es la
utilización o manipulación de las ciencias y los recursos naturales para “la creciente
prosperidad de la humanidad”, “uso y conveniencia del hombre”3. Por tanto, queda
totalmente de manifiesto que la responsabilidad de un Ingeniero civil es directamente en
pro de su prójimo, y que ésta responsabilidad ésta regida tanto por normas jurídicas como
por normas morales, podemos decir entonces que un Ingeniero civil debe de actuar
conforme a la regulación propia que las leyes establecen en cada país y que además debe
de actuar con ética profesional.

Es necesario conocer a profundidad en qué consiste la ética que debe tener un ingeniero,
para acercarnos a eso, debemos relacionar el concepto de ética y de ingeniería. Las
profesoras María Gabriela Huidobro y María Virginia González de la Pontificia Universidad
Católica de Chile nos hablan al respecto y aclaran que la ingeniería no escapa a la ética:

1
Hamey L.A. y Hamey J.A. <<Los ingenieros en la sociedad romana>>. En: Los Ingenieros Romanos, 5ta
edición. Cambridge University Press: Akal, 1987. Pag 4.
2
<<Artículo 1º. Concepto de ingeniería>>. En: Ley 842. República de Colombia, 9 de octubre de 2003.
3
Extracto, <<Concepto de Ingeniería>>. En: Enciclopeda Larousse.

1
“Si bien suele hablarse de Ética Profesional para todas las áreas del trabajo, existen algunas
para las cuales hablar de moralidad resulta más común o evidente. Así sucede, por ejemplo,
con la profesión de los médicos o de los periodistas. Sin embargo, si consideramos que la
ética implica el comportamiento adecuado con miras a alcanzar un bien, resulta lógico que
ésta puede, y debe, aplicarse a todas las profesiones. Aún más, la ética ayuda a
comportarnos en sociedad, a fin de ser beneficiados no sólo nosotros mismos, sino también
los demás. En este sentido, toda profesión al repercutir de una u otra manera en los otros,
es necesariamente ética.” 4

Podemos definir a la ética, en una manera simple, como el conjunto de normas morales que
rigen la conducta humana.5

El problema de la ética de la ingeniería, así como en otras profesiones, comienza con el


hecho de que el profesional posee un conocimiento especializado que es superior al que
poseen los clientes, los empleadores o el público en general. Con este conocimiento, un
ingeniero responsable y honesto puede ser un miembro muy útil de la sociedad, en tanto
que un ingeniero irresponsable o corrupto puede debilitar la confianza del público en la
profesión de ingeniería e incluso convertirse en un miembro peligroso de la sociedad. Debe

Muchas son las maneras en que un ingeniero civil puede no observar las normas morales
que son aceptadas como tales, y por lo tanto, “no tener ética”, recordemos que cada
decisión, ejecución e invención de un ingeniero no solo lo afecta o beneficia a él como
individuo, también afecta a cada persona inmersa dentro del radio de acción social que tal
decisión o acción haya provocado, por lo que es necesario estudiar los efectos en la relación
Dios – Individuo (Ingeniero) – Sociedad.

Acerca de la relación ético – cristiana.

Más que analizar la relación que existe entre la religión y la ética como ciencia, es necesario
justificar el análisis de la ética del ingeniero civil haciendo uso de la biblia, esto porque
hablar de la ética como una ciencia, debería bloquear automáticamente un nexo con la
religión, sin embargo, desde un punto de vista meramente filosófico, ambas persiguen un
fin común: El correcto comportamiento moral del hombre con la sociedad. También cabe
señalar que la ética estudia a la moral y que la moral implica conceptos como lo bueno y lo
malo, conceptos propios del cristianismo, por lo que surge un lazo incuestionable entre
ambas; es más, la Biblia en sí es una fuente de moral.

4
Huidobro María Gabriela, González María Virginia. <<La ética en la ingeniería>>. En: Manual de Ética para
la Ingeniería. Viña del Mar, 2006. Pag 5.
5
Diccionario de la Real Academia Española de la lengua.

2
Aunque el argumento anterior no sea suficiente para un ateo o para un agnóstico, la idea
de una relación directa entre ética y religión (cristianismo al interés) se refuerza con la
argumentación que propone Jonatban Berg en su ensayo sobre ética y religión:

“Estos argumentos6 no pueden probar a un no teísta que la ética dependa de la religión.


Lo más que podrían probarle es que si Dios existe, con los atributos divinos habituales,
entonces la ética podría (en el caso de los argumentos de congruencia) depender o
dependería (en el caso de los argumentos a partir del teísmo) de la religión.” 7

Concluyo la justificación con la célebre frase de Kierkegaard: “El no creer nada en absoluto
es precisamente la frontera en que empieza la creencia en el mal; porque el bien es el objeto
de la fe, y por esta razón el que no cree absolutamente en nada, comienza ipso facto a creer
en el mal.” 8 y la ética definitivamente no busca el mal.

Acerca de la ética y la praxis de la Ingeniería Civil

En párrafos anteriores se hacía alusión a que en la mayoría de los casos el Ingeniero Civil
tiene un mayor conocimiento técnico – científico que su cliente, al menos en cuanto a
construcción se refiere, por lo que es común en nuestra sociedad actual observar a muchos
Ingenieros aprovecharse de esa “ventaja” para cobrar más de lo debido en utilidades, es
remarcable el caso común de un ingeniero que cobra la dirección de la obra de una casa,
sin siquiera haber hecho un verdadero trabajo técnico y dejando la mayoría de las
decisiones en manos del maestro de obra. Inmediatamente nace una pregunta: ¿Qué vende
el ingeniero civil?; inmediatamente surge una respuesta: servicios de asistencia técnica. El
no brindar dicho servicio equivale a estafar al cliente, tomando en cuenta que la obra de su
casa tendrá una calidad inferior por ser construida sólo en base a los conocimientos
empíricos que los obreros albañiles tengan al alcance, sin la asistencia del ingeniero.

Ésta conducta es altamente reprochable y el apóstol Pablo se refiere al respecto en la


primera carta a los corintios: “¿No sabéis que los injustos no heredarán el reino de Dios? No
sigáis engañados: ni fornicarios ni idólatras ni adúlteros ni afeminados ni homosexuales ni
ladrones ni avaros ni borrachos ni calumniadores ni explotadores heredarán el reino de
Dios.” 9

Lamentablemente, en la profesión de un ingeniero civil también son comunes los casos de


transgresión a los derechos de propiedad intelectual. El plagio es una verdadera plaga
dentro de la ingeniería, pues lamentablemente son muy pocas los que se toman la molestia

6
{Argumentos referentes a los discutidos en el ensayo}
7
Berg Jonatban, << ¿Cómo puede depender la ética de la religión? >>. En: Compendio de Ética. Alianza
Editorial, 2004. Pag 708.
8 En: Ibidem, Segunda Parte. Pag 51.
9
<<Primera carta a los corintios>>. En: La Biblia de nuestro pueblo, edición online. Cap 8: 9 – 11.

3
y la decencia de hacer un proyecto desde cero, tal vez, en nuestra condición humana,
resulta irresistible el hecho de usar planos, diseños, cálculos, revisiones, invenciones de
otros colegas, y más cuando este material es de muy buena calidad. El gusto de aparentar
haber hecho un buen trabajo sin haberlo efectuado realmente, es un plagio en toda la
extensión de la palabra. Pero ¿A quién le hace daño un plagio? Jeremías escribió:

“Por tanto, he aquí yo contra los profetas, dice Jehová, que hurtan mis palabras cada uno
de su más cercano.” 10

En este caso se podría pensar que el daño se hace a un colega de la profesión, por lo que el
radio de acción se limita nada más al colega afectado, sin embargo, hay mucho más que
eso, Dios condena la falsedad de los profetas que aun pudiendo decir palabra y profecía
verdadera, no era a ellos a los que les correspondía dar esa palabra y mucho menos
atribuirse haberla profetizado.

El robo de material no es común en la Ingeniería, siendo un hecho comúnmente atribuido


a la mano de obra encargada de erigir el proyecto en cuestión, sin embargo, la práctica
común del Ingeniero de “ahorrar material” es altamente cuestionable desde un punto de
vista ético. Es necesario aclarar en este punto, que en la ingeniería civil, la mayoría de los
procesos son especializados y con especificaciones muy detalladas, pudiendo alterar
totalmente un proceso o material con sólo “alterar un poco” sus especificaciones originales.
Resulta lógico entonces que este ahorro no beneficia al cliente, es más, lo perjudica, y el
que resulta suciamente beneficiado de ésta artimaña es el propio Ingeniero que hace tan
bajo acto moral.

Casos comunes como el de suministrar de una menor cantidad de cemento de la necesaria


a la mezcla de concreto, usar materiales de menor calidad, presupuestar una obra en un
valor mucho mayor del justo, acelerar el proceso de construcción para tardar menos tiempo
en detrimento de la calidad, ¿no son acaso robo?. El séptimo mandamiento de la ley dada
a Moisés prohíbe el robo11, es un mandamiento dado por Dios a los hombres y que además
trasciende a la cristiandad, siendo pues el robo un hecho mal visto en todo el mundo, y
siempre, en toda cultura, ha sido castigado como un delito, por lo que su existencia siempre
ha sido vista como un incumplimiento a las normas morales inherentes a la naturaleza
humana sin importar raza, religión ni cultura.

Hablar de la no ética en la ingeniería civil abarca muchas situaciones que calan a la sociedad
en general y no a un individuo como hemos mencionado en situaciones anteriores. Un
ejemplo de falta de ética son las licitaciones y contratos amañados, y más cuando éstas son
de carácter estatal, ya que los afectados directos son los que pagan los tributos: El Pueblo.

10
<<Jeremías>>. En: Biblia Reina Valera 1960. Cap. 23:30.
11
<<Éxodo>>. En: Biblia Reina Valera 1960. Cap. 20:15.

4
Sobre la ingeniería civil y la importancia del cuidado de la vida.

“Con frecuencia se ha externado la opinión de que no se justifica el empleo de los refinados


métodos de diseño a los que se suele recurrir en la actualidad, dado que sin ellos se pudieron
realizar estructuras extraordinariamente eficientes y que han durado siglos, bastando para
ello únicamente la intuición, el buen sentido estructural y la experiencia del comportamiento
de estructuras previas. De lo expuesto anteriormente debe parecer evidente que el
procedimiento empírico tiene la grave limitación de que es confiable sólo si se trata de
estructuras esencialmente similares a otras ya existentes y comprobadas y que resulta muy
peligroso extrapolar la experiencia a condiciones diferentes a las previas. El empleo del
procedimiento de prueba y error es una forma muy costosa de ir afinando el diseño de
estructuras reales. La intuición y el buen sentido estructural son bases esenciales de un buen
diseño, pero sólo la justificación teórica de lo que se ha imaginado por ese medio, puede dar
lugar a una estructura confiable. La experimentación en estructuras debe dejarse para el
laboratorio o para el estudio de prototipos y no hacerse en las construcciones.” 12

El hecho de realizar obras haciendo uso de plagios de planos, cálculos y diseños, de “ahorros
de material” que debilitan la estructura, sólo puede justificarse con ignorancia del mal que
se está haciendo, cosa que no puede sostener de ninguna manera un Ingeniero civil por el
alto grado de conocimiento técnico – científico que debería tener. Lo más preocupante es,
sin embargo, que realizar obras recurriendo a acciones tan faltas de ética no sólo representa
un agravio de índole material al cliente, también puede atentar contra su propia vida, ya
que una estructura sólo será segura si el Ingeniero la diseño y construyo de acuerdo a
situaciones muy específicas de cada obra en particular. Éste atentado contra la vida que un
ingeniero realiza, con alevosía (por su conocimiento) es altamente condenado en el código
Hammurabi, un texto babilónico que data del año 1760 a.C. del cual cito:

“Si un constructor hace una casa para otro hombre y no hace que su construcción sea firme
y la casa que ha construido se derrumba y provoca la muerte del propietario de la casa, el
constructor será condenado a muerte.” 13

La citación anterior no quiere decir que la negligencia deba castigarse con la muerte, pero
si destaca lo importante que es tener una fuerte base moral para que cada acción y decisión
a la que se deba de enfrentar un Ingeniero sea realizada con ética profesional. Aunque la
CHICHO ha desarrollado un código ético y tenemos leyes que regulan el ámbito de la
construcción, el ingeniero no debe basar sus acciones por temor a las consecuencias legales,
si no, más bien, basarles en el fruto que su esfuerzo y dedicación puedan brindar a la
sociedad.

12
Piralla Meli. <<Las Herramientas del Diseño>>. En: Diseño Estructural, 2da edición. México, Limusa. Pag.
29.
13
<<Código Hammurabi>>. Ley 229.

5
Moises Antonio Lobo.

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