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SÍNTESIS DE LA ENCÍCLICA “FIDES ET RATIO”

Papa Juan Pablo II


Autor: Pedro Sergio Antonio Donoso Brant ocds

INTRODUCCIÓN
Fe y razón, las dos alas para elevarse a la verdad. La fe y la razón (Fides et
Ratio) son como las dos alas con las cuales el espíritu humano se eleva hacia la
contemplación de la verdad. Con esta expresión encabeza en su Encíclica el Papa
Juan Pablo II la encíclica “Fides et Ratio”. Después de leer esta encíclica,
impresiona como en tan pocas palabras es capaz de sintetizar lo medular de su
carta, el tema de la verdad, algo que esencial en la vida y la historia de los
hombres. Es así, como el Papa Juan Pablo II patrocina la capacidad de la razón
humana para estar al tanto de la verdad, y demanda que la fe y la filosofía vuelvan
a encontrar su unidad profunda. El como cabeza de nuestra Iglesia, quiere afirmar
la necesidad de reflexionar sobre la verdad.
No deja de ser menos cierto, que el ser humano a través de los tiempos, se ha
planteado importante preguntas sobre su propia identidad, como también cual es
su origen, como además que es lo que le sucederá después de su muerte, sobre
estos aspectos, en la búsqueda de la verdad misma y cual es su fundamento, la
razón encuentra su apoyo más dotado de hermosura en la fe.
Un aspecto que me llama la atención, entre muchos otros, es que al inicio en el
punto 5, el Papa expone: “La Iglesia, por su parte, aprecia el esfuerzo de la razón
por alcanzar los objetivos que hagan cada vez más digna la existencia personal.
Ella ve en la filosofía el camino para conocer verdades fundamentales
relativas a la existencia del hombre. Al mismo tiempo, considera a la filosofía
como una ayuda indispensable para profundizar la inteligencia de la fe y comunicar
la verdad del Evangelio a cuantos aún no la conocen… y luego escribe: “Me
impulsa a ello el hecho de que, sobre todo en nuestro tiempo, la búsqueda de la
verdad última parece a menudo oscurecida.” Y mi pregunta es ¿Cómo se ha
llegado a ese oscurecimiento?

SÍNTESIS DE LA ENCÍCLICA “FIDES ET RATIO”


1. Capitulo I LA REVELACION DE LA SABIDURIA DE DIOS.
En este primer capítulo, el Papa nos presenta el conocimiento que viene de la fe,
“la Revelación como conocimiento que Dios mismo ofrece al hombre.” De este
modo, nos hace ver que, "además del conocimiento propio de la razón humana,
capaz por su naturaleza de llegar hasta el Creador, existe un conocimiento que es
peculiar de la fe". En efecto, son dos verdades que no se enredan, ni una hace que
este demás la otra.
2. Capitulo II CREDO UT INTELLEGAM « La sabiduría todo lo sabe y
entiende » (Sb 9, 11)
En este segundo capítulo se destaca que en la Sagrada Escritura está la seguridad
de que hay una intensa unidad entre el discernimiento de la razón y el de la fe y
que ciertamente no podemos prescindir del conocimiento que allí nos entrega Dios
si es nuestro de tener respuestas a sobre nuestra existencia.
3. Capítulo III INTELLEGO UT CREDAM, Caminando en busca de la verdad
En este tercer capítulo, sobre “entender para creer”, el Papa Juan Pablo II,
considera la premisa que el hombre desea conocer la verdad. En efecto, el
hombre, con su razón, desde toda su vida se interroga sobre todas las cosas, y
dice: “Incluso la vida diaria muestra cuán interesado está cada uno en descubrir,
más allá de lo conocido de oídas, cómo están verdaderamente las cosas”. Su
búsqueda tiende hacia una verdad que pueda explicar el sentido de la vida. Esta
verdad también se encuentra en el testimonio de los otros, lo cual forma parte de la
existencia normal de una persona: "En la vida de un hombre, las verdades
simplemente creídas son mucho más numerosas que las adquiridas mediante la
constatación personal".
4. Capitulo IV RELACION ENTRE LA FE Y LA RAZON, Etapas más
significativas en el encuentro entre la fe y la razón
En este capítulo, el Papa expresa que "Los primeros cristianos, para hacerse
comprender por los paganos, no podían referirse sólo a 'Moisés y los Profetas';
debían también apoyarse en el conocimiento natural de Dios y en la voz de la
conciencia moral de cada hombre". También nos presenta el ejemplo de los Padres
de la Iglesia, los cuales, "fueron capaces de sacar a la luz plenamente lo que
todavía permanecía implícito y propedéutico en el pensamiento de los grandes
filósofos antiguos".
5. Capitulo V: INTERVENCIONES DEL MAGISTERIO EN CUESTIONES
FILOSOFICAS
En este capítulo quinto se mencionan diversos pronunciamientos del Magisterio
sobre cuestiones filosóficas. El Papa expone que “El Magisterio eclesiástico puede
y debe, por tanto, ejercer con autoridad, a la luz de la fe, su propio discernimiento
crítico en relación con las filosofías y las afirmaciones que se contraponen a la
doctrina cristiana.”
Se considera desde la idea de que "la Iglesia no propone una filosofía propia ni
canoniza una filosofía particular con menoscabo de otras", pero sí "tiene el deber
de indicar lo que en un sistema filosófico puede ser incompatible con su fe". Está
claro, además, que "ninguna forma histórica de filosofía puede legítimamente
pretender abarcar toda la verdad, ni ser la explicación plena del ser humano, del
mundo y de la relación del hombre con Dios".
6. Capitulo VI: INTERACCION ENTRE TEOLOGIA Y FILOSOFIA. La ciencia
de la fe y las exigencias de la razón filosófica
En este capitulo, tratando de establecer la armonía entre filosofía y teología, el
Papa lo inicia exponiendo: “palabra de Dios se dirige a cada hombre, en todos los
tiempos y lugares de la tierra; y el hombre es naturalmente filósofo. Por su parte, la
teología, en cuanto elaboración refleja y científica de la inteligencia de esta palabra
a la luz de la fe, no puede prescindir de relacionarse con las filosofías elaboradas
de hecho a lo largo de la historia, tanto para algunos de sus procedimientos como
también para lograr sus tareas específicas”.
Con esto, este capítulo está dedicado a las exigencias que las diversas disciplinas
teológicas deben mantener en relación con el saber filosófico. La idea central es
que sin la aportación de la filosofía no se podrían ilustrar determinados contenidos
teológicos.
7. Capítulo VII: EXIGENCIAS Y COMETIDOS ACTUALES. Exigencias
irrenunciables de la palabra de Dios
Comienza este capítulo, diciendo que: “La Sagrada Escritura contiene, de manera
explícita o implícita, una serie de elementos que permiten obtener una visión del
hombre y del mundo de gran valor filosófico. Los cristianos han tomado conciencia
progresivamente de la riqueza contenida en aquellas páginas sagradas.” El tema
en el cual se centra este capítulo, es la revelación como el “punto de referencia y
de confrontación" entre la filosofía y la fe. La Sagrada Escritura contiene una serie
de elementos que permiten obtener una visión del hombre y del mundo de gran
valor filosófico. De ella se deduce que "la realidad que experimentamos no es el
absoluto". La convicción fundamental de esta "filosofía" contenida en la Biblia es
que "la vida humana y el mundo tienen un sentido y están orientados hacia su
cumplimiento, que se realiza en Jesucristo".
8. Ultimo Capítulo: CONCLUSION
Expresa el Papa en su conclusión que: “se ha de tener en cuenta que la negación
del ser comporta inevitablemente la pérdida de contacto con la verdad objetiva y,
por consiguiente, con el fundamento de la dignidad humana. Y agrega más
adelante: "Verdad y libertad, o bien van juntas o juntas perecen miserablemente".
En las páginas de conclusión, el Papa retoma algunas de las ideas desarrolladas
en la Encíclica señalando que: "lo más urgente hoy es llevar a los hombres a
descubrir su capacidad de conocer la verdad". "Una de las mayores amenazas en
este fin de siglo es la tentación de la desesperación".
Término este resumen con otra pregunta: ¿Será que el origen de esa crisis está en
el hecho de que el hombre ya no es capaz de pensar o deliberar como
corresponde?
Pedro Sergio A. Donoso Brant ocds

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