El desarrollo de los linfocitos T maduros apartir de progenitores comprometidos
implica el reordenamiento secuencial y expresión de genes del TCR, la proliferación celular, la selección inducida por el antígeno y el compromiso en subgrupos con un fenotipo y función distintos (fig. 8-17). De muchas maneras, esto es similar a la maduración del linfocito B. Sin embargo, la maduradón del linfodto T tiene algunas características únicas que reflejan la especificidad de la mayoría de los linfocitos T frente a antígenos peptídicos asociados al MHC propio y la necesidad de un microambiente especial para seleccionar células con esta especificidad.
Papel del timo en la maduración del linfocito T
El timo es el principal lugar de maduración de los linfocitos T.Esta función del
timo se sospechó por primera vez debido a las deficiencias inmunitarias asociadas a la falta del timo. La falta congénita del timo, como ocurre en el síndrome de DiGeorge en los seres humanos o en la cepa de ratones desnudos, se caracteriza por un número bajo de linfocitos T maduros en la circulación y los tejidos linfáticos periféricos y deficiencias graves de la inmunidad mediada por los linfocitos T .Si se extirpa el timo a un ratón recién nacido, este animal no producirá linfocitos T maduros. El primordio tímico se desarrolla a partir del endodermo de la tercera bolsa faríngea y del mesénquima subyacente derivado de la cresta neural y se puebla posteriormente de precursores derivados de la médula ósea. El timo involuciona con la edad y es prácticamente indetectable en los seres humanos después de la pubertad, lo que da lugar a una producción algo reducida de linfocitos T maduros. Sin embargo, la maduración de los linfocitos T continúa a lo largo de la vida adulta, como ha indicado la reconstitución satisfactoria del sistema inmunitario en receptores adultos de trasplantes de médula ósea. Puede que el resto de timo involucionado sea adecuado para la maduración de algunos linfocitos T. Como los linfocitos T memoria tienen una vida larga (quizás mayor de 2 0 años en los seres humanos) y se acumulan con la edad, la necesidad de generar nuevos linfocitos T disminuye a medida que el sujeto envejece.
Los linfocitos T se originan a partir de precursores que surgen en el
hígado fetal y en la médula ósea del adulto y siembran el timo.
Estos precursores son progenitores pluripotentes que entran el timo desde el
torrente sanguíneo atravesando el endotelio de una vénula poscapilar en la región de la unión corticomedular del timo. En los ratones, los linfocitos inmaduros se detectan por primera vez en el timo el undécimo día de la gestación normal de 21 días. Esto corresponde aproximadamente a la semana 7 u 8 de gestación en los seres humanos. Los linfocitos T en desarrollo en el timo se llaman timocitos. Los timocitos más inmaduros se encuentran en el seno subcapsular y la región cortical externa del timo. Desde aquí, los timocitos migran a través de la corteza, donde tienen lugar la mayoría de los acontecimientos madurativos posteriores. Es en la corteza donde los timocitos expresan por primera vez el TCR ᵞᵟ y αβ . Los linfocitos T maduran hasta convertirse en linfocitos T CD4+ restringidos por la clase II del MHC o CD8 + restringidos por la clase I del MHC a medida que abandonan la corteza y entran en la médula. Desde la médula, los timocitos de una sola positividad CD4+ y CD8 + salen del timo a través de la circulación.
El ambiente tímico proporciona estímulos necesarios para la proliferación
y maduración de los timocitos.
Muchos de estos estímulos proceden de células tímicas diferentes a los
linfocitos T en maduración. Dentro de la corteza, las células epiteliales corticales tímicas forman una red de procesos citoplásmicos largos, alrededor de los cuales deben pasar los timocitos hasta alcanzar la médula. También hay en la médula células epiteliales de un tipo distinto conocidas como células epiteliales tímicas medulares, y pueden realizar una función única en la presentación de antígenos propios para la selección negativa de los linfocitos T en desarrollo. Hay células dendríticas derivadas de la médula ósea en la unión corticomedular y dentro de la médula, y hay macrófagos, sobre todo, dentro de la médula. La migración de los timocitos a través de esta disposición anatómica permite que se produzcan interacciones físicas entre los timocitos y estas otras células, que son necesarias para la maduración y la selección de los linfocitos T. Las células epiteliales y dendríticas en el timo expresan moléculas de las clases I y II del MHC. Las interacciones de los timocitos en maduración con estas moléculas del MHC son esenciales para seleccionar el repertorio de linfocitos T maduros, como expondremos más adelante. El movimiento de células al timo y a su través está dirigido por quimiocinas. Los progenitores de los timocitos expresan el receptor para quimiocina CCR9, que se une a la quimiocina CCL25, que se produce en la corteza tímica. La entrada de precursores en el timo depende de CCL25 y CCR9. Las quimiocinas como CCL21 y CCL19, que son reconocidas por el receptor para quimiocinas CCR7 presente en los timocitos, median el movimiento guiado de los linfocitos T en desarrollo desde la corteza a la médula. Finalmente, los linfocitos T recién formados, que expresan un receptor para el 1 -fosfato de esfingosina ,salen de la médula tímica siguiendo un gradiente de 1 -fosfato de esfingosina en el torrente sanguíneo. Las células estromales tímicas, incluidas las células epiteliales,secretan IL-7, que se mencionó antes como un factor de crecimiento Iinfopoyético crucial. La proliferación celular y las muertes apoptósicas son sumamente elevadas en los timocitos corticales. Un solo precursor da lugar a una gran progenie, y el 95% de estas células mueren por apoptosis antes de alcanzar la médula. La muerte celular se debe a una combinación de factores como el que no se reordene de forma productiva el gen de la cadena β del TCR y no se negocie el punto de control selectivo pre-TCR/β descrito antes, el que el linfocito no sea seleccionado de forma positiva por moléculas del MHC propias en el timo y el que se produzca una selección negativa inducida por un antígeno propio.