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El Programa de Gestión Urbana es una iniciativa del Programa de las Naciones Unidas para el
Desarrollo y de otras agencias de cooperación internacional que ejecuta el Programa de las
Naciones Unidas para los Asentamientos Humanos. Busca fortalecer la contribución de las
ciudades y pueblos del mundo al desarrollo humano.
I. Título. II. Programa de Gestión Urbana / UN-HABITAT. III. IPES. IV. CIID. V. CLAES. VI. Serie
Cuadernos de Trabajo.
Este Cuaderno de Trabajo es publicado en el contexto del Programa de la Red AGUILA y con
el aporte financiero del CIID, CORDAID y ETC- Internacional.
1
Las opiniones vertidas en el presente documento son de exclusiva responsabilidad de sus
autores y no reflejan necesariamente los criterios del Programa de Gestión Urbana, del
Programa de las Naciones Unidas para los Asentamientos Humanos ni del Programa de las
Naciones Unidas para el Desarrollo.
2
CRÉDITOS
Dirección Editorial
Yves Cabannes, Coordinador Regional
Jaime Vásconez, Asesor Regional
PGU-ALC
García Moreno 752 entre Sucre y Bolívar, Quito
Casilla 17-01-25-05
Tel. Fax (593 2) 2 282 361 / 364 / 371
Email: pgu@pgu-ecu.org
Web: www.pgualc.org
Contribuciones
Patricia Palacios
Asesora en Equidad de Género FEMUM-ALC / PGU-ALC
Email: patricia@pgu-ecu.org
Andrea Carrión
PGU –ALC
Email: carrion_a@hotmail.com
Ingrid Bercovich
Unidad de Estadística e Información de Gestión
Intendencia Municipal de Montevideo
Avenida 18 de Julio 1360. Piso 1 1/2-Sector Ejido
3
Montevideo 11.200 - URUGUAY
Tel: (598 2) 902.66.68
Fax: (598 2) 908.23.08
E-mail: uestadis@nirf.imm.gub.uy
Kléver S. Albán
Coordinador Técnico de la Agencia de Cooperación Externa
Municipio del Distrito Metropolitano de Quito
Venezuela 914 y Chile, Edificio Pérez Pallares, 1er piso alto
Quito - ECUADOR
Tel: (593 2) 58-3828, 58-0286
E-mail: kleveralban@hotmail.com
Edición y revisión
Mónica Rhon D. / IPES / PGU – ALC
Email: monica@pgu-ecu.org
Encuadernación / BETTEL
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TABLA DE CONTENIDO
AGRADECIMIENTOS
PRESENTACIÓN
CAPÍTULO I
UNA MIRADA A LOS PROCESOS DE
DIAGNÓSTICO REALIZADOS EN
CURAÇÁ, MONTEVIDEO,
PUERTO CORTÉS Y QUITO
1. Introducción
2. Ubicación y ecosistemas en los que se desarrollan actividades de AU
3. Tipos de prácticas, destinos y sistemas de AU
4. Principales actores
5. Otros temas identificados en los diagnósticos
6. Metodologías utilizadas
7. Observación final
CAPÍTULO II
PRINCIPALES RESULTADOS DE
LOS PROCESOS DE DIAGNÓSTICO
1. Introducción
2. Resultados de Curaçá, Brasil
3. Resultados en Montevideo, Uruguay
4. Resultados en Puerto Cortés, Honduras
5. Resultados en Quito, Ecuador
CAPÍTULO III
PROCESOS DE CONSULTA
Y PARTICIPACIÓN EN LA
GESTIÓN MUNICIPAL:
EL DIAGNÓSTICO DE ESTUDIO
DE BASE COMO ELEMENTO INTEGRAL
1. Introducción
2. Desafíos urbanos en América Latina y El Caribe
3. Consulta Urbana y Plan de Acción del Programa de Gestión Urbana
4. Los Programas de Acciones Prioritarias
5. Observación Final
CAPÍTULO IV
LA AGRICULTURA URBANA
COMO TEMA DEL DIAGNÓSTICO
1. Introducción
2. La agricultura urbana y su relación con otros componentes del sistema urbano
3. Las definiciones utilizadas en los diagnósticos elaborados en la región
4. Desarrollo de la noción de agricultura urbana
5
5. Observación final
CAPÍTULO V
ELEMENTOS DE CONTENIDO A
TENERSE EN CUENTA EN UN
DIAGNÓSTICO PARTICIPATIVO DE AU
1. Aspectos a tener en cuenta
2. Objetivos de los diagnósticos
3. Elementos centrales a considerar
CAPÍTULO VI
LOS QUÉ Y LOS CÓMO EN EL
PROCESO DE DIAGNÓSTICO.
MARCO METODOLÓGICO PARA LOS
DIAGNÓSTICOS PARTICIPATIVOS
EN AGRICULTURA URBANA
1. Introducción
2. Las metodologías participativas de diagnóstico en agricultura urbana
3. Niveles y momentos en los procesos de diagnóstico en agricultura urbana
4. Los actores y su rol en las metodologías participativas de dia gnóstico en AU
5. Los límites de la participación de los actores locales en los procesos de diagnóstico
6. Construyendo un enfoque conceptual integrador para los diagnósticos en AU
CAPÍTULO VII
METODOLOGÍAS PARTICIPATIVAS
DE DIAGNÓSTICO
DIAGÓSTICO VISUAL RÁPIDO
ELABORADO EN MONTEVIDEO:
UNA METODOLOGÍA RÁPIDA,
DE BAJO COSTO Y PARTICIPATIVA
1. Introducción
2. Etapas, objetivos y técnicas usadas en el DVR
METODOLOGÍAS DE INVESTIGACIÓN
DESARROLLADAS PARA EL DIAGNÓSTICO DE AU
EN EL DISTRITO METROPOLITANO DE QUITO
1. Recuperación del proceso vivido
2. Fases del proceso de diagnóstico participativo
3. Técnicas usadas
4. Logros y dificultades
5. Recomendaciones para diagnósticos similares
CAPÍTULO VIII
6
CAJA DE HERRAMIENTAS
TÉCNICAS DE RECOLECCIÓN DE INFORMACIÓN
113
TÉCNICAS DE GRUPO O TÉCNICAS TRASVERSALES
117
PARA ROMPER EL HIELO
1. El Pic Nic
2. Presentación en parejas
3. Formación de grupos testigos
TÉCNICAS DE GRUPO O TÉCNICAS TRASVERSALES
PARA DINAMIZAR EL GRUPO
4. Juego de las sillas (dos versiones)
TÉCNICAS DE GRUPO O TÉCNICAS TRANSVERSALES
PARA MEJORAR LA ESCUCHA Y LA OBSERVACIÓN
5. El mensaje
6. El puente
TÉCNICAS DE GRUPO O TÉCNICAS TRANSVERSALES
PARA EVALUAR
7. Tela de araña
TÉCNICAS PARA DELIMITAR EL PROBLEMA
128
8. Conversando con tarjetas
9. Lluvia de ideas
10. Grupos focales
TÉCNICAS PARA FACILITAR EL DESARROLLO DEL
DIAGNÓSTICO
11. Diagrama de predios
12. Mapas cognitivos, mapas mentales o mapas de recurso por género
13. Granos de maíz
14. Caminata transversal o transecta
15. Percepción y valoración de organizaciones
(Diagrama de VENN o Diagrama de Tortilla)
16. Entrevistas
17. Elaboración participativa de un formulario para censo o encuesta
18. Delphi o Delfi
19. Censo participativo
20. Encuesta participativa
21. El procesamiento de datos relevados mediante encuesta
22. Cómo calcular una muestra representativa
TÉCNICAS DE EVALUACIÓN/PLANIFICACIÓNPARA IDENTIFICAR
Y PRIORIZAR LOS TEMAS EN FORMA PARTICIPATIVA
23. Matriz de fortalezas, oportunidades, debilidades y amenazas (FODA)
24. Flujograma
ÍNDICE DE TABLAS
7
Tabla Nº1
Ubicación, ambiente, clima y ecosistemas de las ciudades de estudio
Tabla Nº2
Superficie Municipal y urbana, población y tasa de urbanización de las
ciudades de estudio
Tabla Nº3
Tipos de prácticas de AU identificadas en las ciudades de estudio
Tabla Nº4
Ubicación de las actividades de AU en las ciudades de estudio
Tabla Nº5
Destino de la producción de AU en las ciudades de estudio
Tabla Nº6
Principales actores y formas asociativas identificadas en las
ciudades de estudio
Tabla Nº7
Metodologías identificadas en las ciudades de estudio
Tabla Nº8
Tipos de actividades de AU identificadas en Curaçá
Tabla Nº10
Principales especies identificadas en la ciudad de Montevideo,
por frecuencia de aparición
Tabla Nº11
Tipo de AU y clasificación en la ciudad de Quito
Tabla Nº12
Resumen de los temas presentes en las definiciones de AU consideradasº
Tabla Nº13
Objetivos, etapas y técnicas utilizadas en el DVR
Tabla Nº14
Principales atributos del DVR
Tabla Nº15
Matriz de conclusiones elaboradas a partir de la aplicación de la técnica
“Lluvia de ideas” en la ciudad de Montevideo (Uruguay)
8
ÍNDICE DE CUADROS
Cuadro Nº1
Las Consultas Urbanas, Planes de Acción y Programas de Acciones Prioritarias:
diálogo para reforzar el cambio en la gestión de las ciudades
Cuadro Nº2
Los sistemas ecológicos
Cuadro Nº3
Comunidad y grupo focal
Cuadro Nº4
Distintos tipos de participación
Cuadro Nº5
Algunas definiciones que permiten incorporar la perspectiva de género
en los diagnósticos de AU
Cuadro Nº6
Determinación de la zona de estudio
Cuadro Nº7
Formato del formulario para aplicar la técnica Delphi
Cuadro Nº8
Diagrama de predio realizado en un asentamiento irregular
en la ciudad de Montevideo (Uruguay)
Cuadro Nº9
Guía de entrevista utilizada en el diagnóstico realizado en Quito (Ecuador)
Cuadro Nº10
Entrevista realizada en la ciudad de Montevideo (Uruguay)
Cuadro Nº11
Formulario de encuesta elaborado en forma participativa
en la ciudad de Montevideo (Uruguay)
Cuadro Nº12
Formulario DELFI aplicado a técnicos municipales en Quito (Ecuador)
Cuadro Nº13
Ventajas y desventajas del procesamiento manual y mediante un paquete estadístico
Cuadro Nº14
Matriz FODA
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ÍNDICE DE FOTOS
Foto Nº1
Diagnóstico Curaçá
Foto Nº2
Huerta familiar para autoconsumo en Montevideo
Foto Nº3
Terrenos vacantes destinados para autoconsumo en Puerto Cortés
Foto Nº4
Huertos comunitarios en el Panecillo, Quito
Foto Nº5
Diagnóstico participativo de AU en Santo André
Foto Nº6
Uso del suelo en Camilo Aldao
Foto Nº7
Identificación de especies en asentamiento irregular en Montevideo
Foto Nº8
Cultivos de maíz en el Panecillo, Quito
Foto Nº9
Un grupo de actores realiza la técnica “Tela de araña” en Villa El Salvador
Foto Nº10
Grupo de vecinos realizan un taller para Encuesta Participativa en Montevideo
Foto Nº11
“Grupo focal” en el Taller realizado en Curaçá
Foto Nº12
Huerta familiar para autoconsumo en Montevideo
Foto Nº13
Barrio “El Panecillo” presenta espacios vacíos que permiten el desarrollo de AU
Foto Nº14
Visitas realizadas por el Equipo de Investigación, técnicos municipales y la comunidad
Foto Nº15
Jornada de trabajo con un grupo de vecinos en “El Panecillo”
10
Foto Nº16
Un grupo de técnicos y estudiantes realizan la técnica “Juego de Sillas”
en un taller participativo en Montevideo
Foto Nº17
Taller con productores, integrantes de organizaciones de base y técnicos
del gobierno local y ONG’s realizado en Villa El Salvador
Foto Nº18
Taller con productores, integrantes de organizaciones de base y técnicos
del gobierno local y ONG’s realiza la técnica “Tela de Araña”
Foto Nº19
Reunión de un “Grupo Focal” como parte del diagnóstico en AU
realizado en Curaçá (Brasil)
Foto Nº20
Un grupo de vecinos elabora un “Mapa Cognitivo” en Montevideo
Foto Nº21
Taller participativo realizado como parte de un diagnóstico en AU en
Villa El Salvador (Perú)
Foto Nº22
Tamaño y escala de la ciudad de Curaçá
Foto Nº23
Un “Grupo Testigo” elabora en forma participativa,
un formulario de encuesta en Montevideo
Foto Nº24
Un vecino aplica el formulario en una encuesta participativa en Montevideo
ÍNDICE DE GRÁFICOS
Gráfico Nº1
Principais frutos da agricultura urbana de Curaçá
Diagrama Nº1
Agricultura urbana: Dimensiones comunes
Diagrama Nº2
Agricultura urbana y otros elementos
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Diagrama Nº3
Articulación del proceso de construcción de conocimiento con los distintos
Momentos del proyecto y con las técnicas utilizadas en el proceso de intervención
Diagrama Nº4
Sistema Sexo-Género
Diagrama Nº5
El DVR dentro del proceso de construcción del conocimiento
Diagrama Nº6
Croquis del uso del suelo en asentamiento irregular en Montevideo
Diagrama Nº7
Esquema del proceso y metodología de la investigación
Diagrama Nº8
Diagrama realizado en un asentamiento irregular en Montevideo
Diagrama Nº9
Mapa elaborado en Quito
Diagrama Nº10
Utilizando la técnica “Granos de Maíz” por un grupo de hombres y mujeres
en Villa El Salvador
Diagrama Nº11
Diagrama de Venn realizados en la ciudad de Montevideo
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AGRADECIMIENTOS
Este Cuaderno de Trabajo es fruto de una construcción colectiva en la que participó todo el
equipo PGU-ALC, sus Instituciones de Anclaje y varios técnicos de los diferentes gobiernos
locales, universidades y ONG’s de distintos países de la Región.
Nuestro agradecimiento también se extiende a los Asesores Regionales del PGU-ALC, y a otros
colegas que aportaron con sus contribuciones, comentarios y puntos de vista: Luc Mougeot
(IDRC, Canadá), Patricia Palacios (IULA-CELCADEL/PGU-ALC, Ecuador), Mary Cuenca
(COPEVI/PGU-ALC, México), Saya Saulière (IPES/PGU-ALC, Ecuador), Andrea Carrión
(PGU-ALC, Ecuador), Ana Ibarra (IPES, Perú), Kléver Albán (Municipio del Distrito
Metropolitano de Quito, Ecuador), Ingrid Bércovich (Intendencia Municipal de Montevideo,
Uruguay), Vivían Basanta (CLAES, Uruguay), Gustavo Castro, y Alejandra Lozano
(Universidad de la República, Uruguay), Silvana Mariani (PRO-HUERTA, Argentina), Raúl
Terrile (CEPAR, Argentina) y Tomas Rodríguez Villasante (Universidad Complutense de
Madrid, España).
Esperamos que el presente Cuaderno de Trabajo les sirva a todos los actores de la Región en su
reflexión sobre aspectos metodológicos y conceptuales de la Agricultura Urbana, con la
esperanza de llegar a ciudades más productivas, más equitativas y más sustentables.
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PRESENTACIÓN
Cada vez es más frecuente encontrar, en distintas ciudades de ALC, quintas, plantíos,
incipientes microempresas o cooperativas, huertas comunitarias o cría de pequeños animales en
traspatios.
Si bien es cierto que en la Región el desarrollo de este tipo de actividades es centenario, sólo
recientemente un creciente número de ciudades han comenzado a desarrollar los primeros
proyectos, programas o planes de Agricultura Urbana (AU). Debido a esto la preocupación de
los distintos actores urbanos para identificar sus potencialidades y limitaciones ha ido creciendo.
Nuestra reflexión comenzó con algunas preguntas: ¿La AU es una herramienta válida para
mejorar la seguridad sanitaria y alimentaria de los pobres urbanos? ¿Qué temas son los que
motivan el desarrollo de la AU en las ciudades de América Latina y El Caribe? ¿La
participación de distintos actores ciudadanos permite obtener mejores resultados en los procesos
de intervención? ¿Cualquier tipo de participación contribuye a un proceso de construcción y
gestión del conocimiento liberador y potenciador de las ciudades y sus habitantes?
Los diagnósticos realizados sirvieron para recoger e interpretar datos cuantitativos y cualitativos
sobre la presencia (dinámicas populares autónomas y proyectos institucionales), importancia e
impactos de la AU en las cuatro ciudades asociadas: Curaçá (Brasil), Montevideo (Uruguay),
Puerto Cortés (Honduras) y Quito (Ecuador). Las ciudades representan una gama de tamaños,
ecosistemas y subregiones, y los criterios de selección incluyen el interés de la ciudad
(ratificado a través de sus autoridades locales) para realizar el diagnóstico e impulsar un
intercambio de experiencias, la apertura del Municipio a la participación ciudadana, la
pertinencia de la problemática a nivel local y de la Región y la capacidad de las ciudades para
capitalizar la experiencia.
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Los datos obtenidos en los diagnósticos permitieron identificar los obstáculos, necesidades,
oportunidades y estrategias para un desarrollo sostenible de AU dentro del manejo urbano. Pero
también pusieron de manifiesto la necesidad de generar programas y políticas en AU.
La realización del proyecto permitió evaluar la importancia que tiene, para los distintos actores
urbanos, la realización de diagnósticos participativos como parte de los procesos de
intervención. Tanto los responsables políticos, como los productores de AU, investigadores,
técnicos municipales y de ONG’s, expresaron la necesidad de generar espacios de reflexión y
encuentro que permitan a las ciudades compartir sus experiencias. No obstante, manifestaron
muy claramente la necesidad de contar con materiales de reflexión y discusión sobre aspectos
metodológicos y conceptuales de la AU. (Declaración de Quito, 2000)
De esta inquietud surgió este texto, que contiene algunas certezas y muchas dudas. Por lo tanto,
se trata de un documento en construcción, abierto al debate de ideas y a su validación mediante
el desarrollo de prácticas participativas, solidarias y creadoras.
El capítulo 3 presenta un marco conceptual abierto a la discusión, que explica las definiciones y
categorías usadas en las cuatro ciudades de la Región, y el rol del diagnóstico dentro de un
programa de intervención y planificación local. Las ciudades en ALC se enfrentan a una serie de
desafíos urbanos que van desde la erradicación de la pobreza hasta la construcción de procesos
de gobernabilidad participativa. Para enfrentar estos desafíos, los gobiernos locales junto a otros
actores urbanos han desarrollado diversas estrategias de consulta y participación. Como forma
de aportar a esta reflexión, luego de ubicarnos brevemente en la situación de las ciudades
latinoamericanas y caribeñas, este capítulo presenta el proceso de Consulta Urbana (CU)
promovido por el PGU-ALC/UN-HABITAT y la vinculación que tienen los diagnósticos o
estudios de base realizados en las ciudades de la Región con dicho procesos
El capítulo 4 intenta definir el enfoque temático central del diagnóstico: la Agricultura Urbana.
Este capítulo se inicia con la reflexión sobre la relación que presenta la AU con otros
componentes del ecosistema urbano. La AU como tema de diagnóstico nos permite incorporar
otros temas como la equidad de género, la gobernabilidad participativa, la superación de la
pobreza y la inclusión social. Algunas ciudades de la Región ya han desarrollado proyectos o
programas que buscan articular estos temas. Posteriormente, se presentan las definiciones
15
construidas en las ciudades de la Región. Finalmente se debate a partir del concepto de AU,
discutiendo especialmente la necesidad de dotarlo de coherencia interna y externa. Si bien, la
AU es un tema de estudio relativamente nuevo en la Región, las definiciones que se presentan
en los diagnósticos aportan al debate importantes elementos, tanto conceptuales como
operativos.
16
pero pueden tornarla poco efectiva en otros. Por este motivo, junto a las técnicas se presenta
información que permite su mejor uso en cada realidad local.
Nuestra opción por las metodologías participativas responde a un interés concreto: aportar
nuestra reflexión y experiencia a un debate que permita la construcción y apropiación del
conocimiento por parte del conjunto de actores urbanos. Este esfuerzo nos ha permitido ver que
la preocupación por incorporar la perspectiva de género no es suficiente si no se aplican técnicas
y enfoques específicos. Y que la construcción de políticas de AU necesita reconocer el aporte
que, en forma silenciosa y anónima, desarrollan las/os productores de AU en toda la Región. A
todas/os va dirigido y de todas/os esperamos aportes y comentarios.
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UNA MIRADA A LOS PROCESOS DE DIAGNÓSTICO
REALIZADOS EN CURAÇÁ, MONTEVIDEO,
PUERTO CORTÉS Y QUITO
1. INTRODUCCIÓN
En los últimos años el Programa de Gestión Urbana - Oficina Regional para América Latina y
El Caribe (PGU-ALC/UN-HABITAT), viene impulsando procesos participativos de
construcción de conocimiento e intervención en distintas ciudades de la Región. Una de sus
principales características es que los mismos han sido desarrollados con actores locales y
metodologías propias. Si bien se busca que las ciudades desarrollen procesos participativos, no
se pretende uniformizarlas en el uso de definiciones o metodologías. Por el contrario, la
pluralidad de formas de intervención, técnicas y resultados obtenidos nos demuestran que la
gran riqueza de los procesos descansa precisamente en esta práctica, en el desarrollo de formas
innovadoras tanto de investigación y sistematización como de acción local.
Ejemplo de esto son los diagnósticos de Agricultura Urbana (AU) realizados en la Región como
parte del proyecto “Agricultura Urbana y Alimentación de las Ciudades de América Latina y El
Caribe”, coordinado por el Centro Internacional de Investigaciones para el Desarrollo (CIID-
Canadá), el Instituto de Promoción del Desarrollo Sostenible (IPES-Perú) y el PGU-ALC/UN-
HABITAT.
Los diagnósticos realizados sirvieron para recoger e interpretar datos cuantitativos y cualitativos
sobre la presencia (dinámicas populares autónomas y proyectos institucionales), importancia e
impactos de la Agricultura Urbana (AU) en cuatro ciudades asociadas: Curaçá (Brasil),
Montevideo (Uruguay), Puerto Cortés (Honduras) y Quito (Ecuador). Las ciudades
representaron una gama de tamaños de ciudad, ecosistemas y subregiones; los criterios de
selección incluyeron el interés de la ciudad (ratificado a través de sus autoridades locales) en
torno al tema del diagnóstico; las posibilidades para un intercambio de experiencias; la apertura
del Municipio a la participación ciudadana; la pertinencia de la problemática a nivel local como
regional; y la capacidad local para capitalizar la experiencia.
Una mirada transversal a los diagnósticos, nos muestra que existen experiencias de AU en
ecosistemas diversos y ciudades con tamaños y poblaciones muy diferentes. Esta riqueza de
escenarios ha permitido construir un importante número de definiciones y tipologías; identificar
actores, formas de organización y lugares con actividad; pero también ha generado un conjunto
de técnicas de intervención, algunas de ellas, muy innovadoras.
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¿Pero qué relación tiene el tamaño de las ciudades en el resultado de los diagnósticos? ¿Qué
relación tienen los ecosistemas en los que se asientan las ciudades con el tipo de actividad de
AU que se realiza? ¿Es necesario elaborar definiciones locales de AU? ¿Qué aspectos se debe
tener en cuenta al momento de construir una tipología? ¿La infraestructura con que cuentan las
instituciones locales determina el tipo de técnicas que utilizan? ¿Es útil identificar a los actores
vinculados a las actividades de AU? ¿Es posible incorporar a las comunidades o grupos locales
a los procesos de construcción de conocimiento e intervención? ¿Qué dificultades se encuentran
al hacerlo?
La presencia de AU no parecería verse limitada ni por los ecosistemas en los que se asientan las
ciudades, ni por las características climatológicas y urbanísticas predominantes (altura,
precipitaciones, temperatura, ambiente natural, tamaño de las ciudades, etc.). Es posible
encontrar distintas actividades y formas de AU tanto en ciudades capitales como Montevideo,
asentada en la costa, con tasas de urbanización de más del 90%, o Quito, ubicada en la sierra a
2.890 msnm; en ciudades pequeñas y medias con tasas de urbanización menores al 40%, como
Curaçá, ubicada en pleno Nordeste de Brasil, con una precipitación media anual de 452 mm., o
Puerto Cortés, ubicada en una zona tropical y lluviosa con una precipitación media anual de
2.810 mm.
Tabla Nº1
19
Tabla Nº1 (continuación)
Tabla Nº2
Fuente: Elaboración en base a Albán y Miño. 2000; Mecia del Cid y Chirinos. 2000; Santandreu y Gómez.
2000; y Suzuki, Ordoñez y Medeiros. 2000.
1
En el DMQ se encuentran zonas que se ubican entre los 2.400 y 4.500 msnm.
2
En el Departamento de Montevideo la temperatura media alcanza en verano los 23°C y en invierno los 11,8°C.
3
En el DMQ la temperatura media oscila entre los 12 y 18 °C.
4
En el Departamento de Montevideo las precipitaciones oscilan entre los 266 mm. en invierno y los 300.mm en otoño
(marzo-mayo).
5
En el DMQ las precipitaciones oscilan entre los 500 y 1.5000 mm, dependiendo de la altura.
6
En el Departamento de Montevideo viven 1:338.600 habitantes (1995).
7
Estimación de Sandoval (1996).
20
3. TIPOS DE PRÁCTICAS, DESTINOS Y SISTEMAS DE AU
Si bien todas las ciudades desarrollan actividades de AU, los distintos diagnósticos permitieron
identificar distintos tipos de prácticas y sistemas de producción de AU. En Curaçá y
Montevideo algunas actividades de AU como huertas, cultivo de plantas medicinales y árboles
frutales parecerían encontrarse tanto en barrios populares como medios, con un nivel de
edificación bajo y medio; mientras que la cría de animales junto a las experiencias de Huertas
Comunitarias tiende a desarrollarse en zonas peri-urbanas con niveles de edificación y densidad
de población menores. Sin embargo, es posible identificar cría de animales en zonas con niveles
de edificación y densidad de población alta.
TablaNº3
Fuente: Elaboración en base a Albán y Miño. 2000; Mecia del Cid y Chirinos. 2000; Santandreu y Gómez.
2000; y Suzuki, Ordoñez y Medeiros. 2000.
Por su parte, los estudios en Puerto Cortés y Quito se centraron en la ubicación de las
actividades de agricultura urbana y peri-urbana (zona intra–urbana y peri-urbana, etc.) en el
territorio y en el destino de la producción (autoconsumo o comercialización). Finalmente, en
Curaçá, Montevideo y Quito también se identificó una función educativa y estética como parte
de las actividades de AU.
21
Tabla Nº4
Tabla Nº5:
El análisis deja claro que no hay una única forma de definir la tipología de la AU. Los criterios
que se han tomado para construir las nociones locales de AU son sumamente variadas. Para
garantizar que se torne más útil allí donde se lo necesite, la noción de la AU debe evolucionar
sobre la base de nuestra necesidad de poner en sintonía la experiencia local y regional con un
fenómeno mundial más bien novedoso. Solo con un mayor grado de entendimie nto de su
coherencia interna (¿Qué características tiene la AU? ¿Es suficiente contar con una definición
global de la AU o es necesario desarrollar definiciones locales?) y su funcionalidad externa
(¿Cómo se relaciona la AU con el ecosistema urbano?¿La AU es una actividad estática o
cambia con el crecimiento urbano?) la AU podrá convertirse en una herramienta clara y útil para
ser usada en los procesos de intervención local. El Capítulo 4 profundiza en la reflexión teórica
sobre la noción y definición de la AU.
22
4. PRINCIPALES ACTORES
Como otro tema de interés los diagnósticos identificaron los actores involucrados en la AU. En
todos los estudios se identificaron productores particulares que desarrollan la actividad en sus
casas, ONG’s y gobierno local; mientras que las universidades y otro tipo de instituciones
registraron una baja presencia. En Curaçá se identificó la iglesia y los sindicatos; en Puerto
Cortés actores pertenecientes al gobierno nacional y; en Montevideo, cooperativas de vivienda.
En todas las ciudades, el municipio es un actor central, aunque desarrolla distinto tipo de
actividades. Sólo en Curaçá el gobierno local impulsa un proyecto de Huerta Comunitaria,
mientras que en las demás ciudades mantiene o apoya proyectos puntuales o brinda servicios a
los productores.
Si observamos las formas asociativas, la presencia de productores para auto consumo sin ningún
tipo de organización es una constante en todas las ciudades. Sin embargo, en Curaçá,
Montevideo y Quito se identificaron formas asociativas que van desde la huerta comunitaria a
grupos de productores para comercialización. Sólo en Montevideo se identificaron huertas
orgánicas demostrativas desarrolladas como experiencias educativas en escuelas y colegios.
Tabla Nº6
Ciudad/País Curaçá, Brasil Montevideo, Uruguay Puerto Cortés, Honduras Quito, Ecuador
Forma - Productores - Productores particulares
-Productores particulares en - Productores
asociativa de particulares en en sus casas sin sus casas sin organización. particulares en
la actividad sus casas sin organización.- Productores sus casas sin
organización.- comerciales con bajos organización.-
Existe una niveles de organización.- Apoyo municipal
mínima Apoyo municipal a a experiencias
organización sólo experiencias con bajo nivel con bajo nivel de
en la Huerta de organización (apoyo a organización
Comunitaria. proyectos). (apoyo a
proyectos).
Actores Gobierno Dentro del Estado: Dentro del Estado: Gobierno
identificadas municipal: - Municipio - Representantes de municipal:
en los - Municipio - Universidad instituciones - Departamentos,
diagnósticos Sociedad Civil: - Escuelas y colegios gubernamentales Administraciones
en AU - ONGs, Sociedad Civil: - Municipio sociedad civil: Zonales,
Universidades, - ONG’s - Agricultores, amas de Empresas
organizaciones de - Cooperativas de casa, asalariados, cuenta Municipales.
base, distintas Viviendas propia, vendedores Sociedad Civil:
iglesias, sindicato - Grupos de productores (comerciantes), pescadores - ONG’s.
de trabajadores (floricultura, avícolas, - Representantes de ONG’s
locales y agentes cunicultura, lombricultura, vinculadas al agro- Etnia
de salud ranicultura). garifuna
Fuente: Elaboración en base a Albán y Miño. 2000; Mecia del Cid y Chirinos. 2000; Santandreu y Gómez.
2000; y Suzuki, Ordoñez y Medeiros. 2000.
23
5. OTRAS TEMAS IDENTIFICADOS EN LOS DIAGNÓSTICOS
Dependiendo de los objetivos con los cuales elaboraron sus diagnósticos, cada equipo investigó
en forma más o menos profunda una serie de otras temas de estudio. Tanto en Montevideo como
en Quito se describió extensamente el marco legal en el cual se desarrolla la AU. En Curaçá y
Puerto Cortés se identificó el perfil socio-económico de los productores de AU, su acceso a los
servicios y urbanos y vivienda, sus principales fuentes de ingresos y su nivel educativo. Los
cuatro estudios intentaron identificar ciertos impactos de la AU en cuanto a la gestión ambiental
y el desarrollo económico y formularon una visión para el desarrollo futuro de la AU en su
ciudad. Aunque con limitaciones, también identificaron estrategias de acción para facilitar este
desarrollo utilizando el diagnóstico no sólo como una toma fotográfica de la AU en un tiempo y
espacio definido, sino como un instrumento de planificación local. Una parte de ésta
información se presenta en el Capítulo 2.
En los Capítulos 3 y 5, se reflexiona sobre los objetivos que podría perseguir un diagnóstico, los
temas a ser tomados en cuenta y el rol que juega el diagnóstico dentro de proceso de
intervención y planificación.
6. METODOLOGÍAS UTILIZADAS
En los distintos estudios se identifica una gran riqueza en el uso de las metodologías de
diagnóstico. Con sus particularidades, cada diagnóstico involucró a diferentes actores locales en
la recolección de datos y la formulación de planes y estrategias de acción. En las distintas
ciudades, pueden identificarse diferentes grados de participación de los actores locales en las
diferentes fases del trabajo.
Las técnicas utilizadas en cada estudio parecerían responder a dos grandes criterios: el tamaño y
las características de la ciudad; y los recursos e infraestructura disponibles a nivel local. Si
consideramos el tamaño y las características de las ciudades podemos ver que las estrategias
seguidas por los equipos de investigación no siempre permitieron elaborar diagnósticos que
abarcaran al conjunto de la ciudad. Si bien en todos los casos se utilizaron talleres y encuestas,
es posible identificar el uso de técnicas participativas novedosas. Por ejemplo, en Curaçá, los
lugares y tipos de práctica de AU se identificaron a partir de una caminata transversal. (Ver
Capítulo 8) En ciudades pequeñas y que cuentan con una estructura de edificación que permite
observar desde la calle el interior de los predios, esta técnica permite obtener valiosa
información en poco tiempo y con muy pocos recursos. Otro ejemplo es Montevideo, en donde
se diseñó una metodología denominada Diagnóstico Visual Rápido (DVR) (Ver Capítulo 7),
que permitió identificar en forma participativa los tipos de actividad presentes en un barrio de la
ciudad. Esta metodología combinó el uso de distintas técnicas en un proceso desarrollado con la
comunidad.
24
Por este motivo el uso de encuestas, como técnica para obtener información merece una
mención especial. En todos los diagnósticos las muestras seleccionadas no fueron
representativas lo que impidió sacar conclusiones para el conjunto de las ciudades.
Si bien las encuestas son una herramienta muy útil, su uso debe tener en cuenta no sólo sus
potenciales (contar con información cuantificable) sino también sus dificultades (al calcular la
muestra y procesar la información obtenida). También se debe considerar el costo de
elaboración, la infraestructura necesaria para su procesamiento (computadoras, programas
estadísticos, etc.) y el conocimiento y rigor estadístico con que se debe trabajar.
Mientras que en el Capítulo 7 se busca compartir la experiencia vivida por los equipos de
profesionales en la elaboración de los diagnósticos de AU en el Distrito Metropolitano de Quito
y la Intendencia Municipal de Montevideo, en el Capítulo 8 se presenta un conjunto de técnicas
(Caja de Herramientas) que fueron utilizadas en los cuatro diagnósticos. Toda técnica posee
potencialidades y limitaciones que la vuelven útil en determinados momentos, pero pueden
tornarla poco efectiva en otros. Por este motivo al presentar 24 técnicas probadas en la Región
también se reflexiona sobre su uso atendiendo a cada realidad local.
Tabla Nº7
Asimismo, en el Capítulo 6, se reúne una serie de reflexiones que nos permiten acercarnos al
concepto de “metodologías participativas de diagnóstico” y que pretenden generar un debate
sobre la necesidad de trabajar en la elaboración de un Marco Conceptual Integrador que
incorpore a la acción tanto como a la reflexión conceptual (los qué) como la metodológica (los
cómo y con quién).
7. OBSERVACIÓN FINAL
25
El tipo de ecosistema en el que se asientan las ciudades no parece limitar el desarrollo de
actividades de AU. Se identificaron experiencias en regiones secas como Curaçá en el Nordeste
de Brasil; subtropical húmedo como Puerto Cortés, Honduras; templado y húmedo como es el
caso de Montevideo, Uruguay y en la región andina como Quito, Ecuador.
El tamaño de las ciudades parecería condicionar el alcance de los estudios. En ciudades grandes
como Quito y Montevideo, resulta más difícil obtener información que explique la distribución
de la AU en la ciudad, en cambio en ciudades pequeñas como Curaçá esto parece ser mas fácil.
Sin embargo, las ciudades pequeñas no disponen de infraestructura local para utilizar ciertas
técnicas como las encuestas.
Si bien las técnicas participativas son usadas en la Región desde hace muchos años, su uso no se
encuentra difundido ni en los ámbitos académicos ni entre los técnicos de los gobiernos locales.
Pese a esto, los diagnósticos incorporaron tanto un conjunto de técnicas participativas como
convencionales, identificando diversos problemas en los equipos locales de investigación para
la aplicación y procesamiento de información. Por ejemplo, el uso de encuestas debe considerar
no solo sus posibilidades sino también sus limitaciones, entre las que se encuentran el costo, la
infraestructura necesaria y el rigor estadístico propio de la técnica.
26
Bibliografía consultada
27
PRINCIPALES RESULTADOS DE LOS
PROCESOS DE DIAGNÓSTICO
1. INTRODUCCIÓN
En el capítulo anterior se identificaron y describie ron varios de los temas de estudio que se
presentan en los diagnósticos de AU ejecutados en Curaçá, Montevideo, Puerto Cortés y Quito.
En este capítulo se ilustran los resultados obtenidos con esos diagnósticos. Los datos relevados
permitieron identificar los obstáculos, necesidades, oportunidades y estrategias para un
desarrollo sostenible de AU en las ciudades, poniendo de manifiesto la necesidad de generar
programas y políticas en AU.
El estudio permitió recoger valiosa información sobre el número de familias que practican la
AU, los distintos tipos de práctica de AU y las especies y tipos de animales. Mediante la
aplicación de una encuesta (ver capítulo 8, N°21) se obtuvieron datos sobre las/os productores
urbanos que incluyeron: su distribución por sexo; procedencia y tiempo de residencia en
Curaçá; edad y nivel de educación; niveles de ingreso y principales objetivos para desarrollar
actividades de AU. En la Tabla Nº8, puede apreciarse los distintos tipos de prácticas y su
distribución relevados a partir de una muestra no representativa.
Tabla Nº8
N° de casas %
Casas investigadas 375 100,00
Casas con frutales 299 79,73
Casas con plantas medicinales 254 67,73
Casas con plantas ornamentales 307 81,86
Casas con hortalizas 76 20,26
Fuente: Suzuki, Ordoñez y Medeiros. 2000.
En términos generales, las mismas familias que desarrollan las actividades agrícolas se dedican
a la crianza animales, destacándose las gallinas, cabras y ovejas, aunque también se encontraron
conejos, patos, cerdos y tortugas.
30
Gráfico Nº1
300
247
250
200 178
150
116
100 84
78 76 72
59
50
0
Mamão
Fuente: Suzuki, Acerola
Ordoñez Pinha 2000.
y Medeiros. Goiaba Laranja Coco Banana Manga
Con la información obtenida se puede concluir que en Curaçá, las actividades relacionadas a la
AU absorben un importante número de personas excluidas por el proceso de globalización
(ancianos, jóvenes y mujeres), generando nuevas fuentes de ingreso, garantizando la seguridad
alimentaria y produciendo alimentos para su propia subsistencia y para el mercado.
Varias propuestas han sido formuladas por el gobierno local y la comunidad, para fortalecer la
organización de los actores dedicados a la AU; el uso adecuado de los recursos locales; el
acceso a los créditos a través de un banco de la comunidad y la asistencia técnica.
La tipología revela que las especies más frecuentes son aquellas utilizadas en la dieta de los
hogares medios montevideanos.
31
Tabla Nº10
Si bien no existe normativa específica para la AU, esto no parece haber limitado su desarrollo
actual. Sin embargo, este aspecto se identificó como una de las principales carencias que
podrían transformarse en un obstáculo para acciones futuras de promoción. El diagnóstico
aportó sugerencias para la modificación de una parte de la normativa actual, fundamentalmente
en lo referido a las condiciones de cría de animales (con especial atención en los cerdos) y de
los requisitos de comercialización de productos de AU procesados (dulces, conservas, etc.).
32
El diagnóstico aportó valiosa información sobre el circuito, destino final, tipo de alimento y
formas de crianza de cerdos en asentamientos irregulares, densamente poblados, y ubicados en
suelo urbano; identificándose avances en el tratamiento de los residuos sólidos domiciliarios
para la alimentación de cerdos, a partir de investigaciones desarrolladas por la Facultad de
Veterinaria de la Universidad de la República.
Finalmente, el diagnóstico define los campos de acción que deben considerarse para proyectos y
programas futuros: asistencia técnica y capacitación como apoyo a experiencias en curso y la
elaboración de un marco político y normativo que facilite, por ejemplo a través de estímulos
tributarios y apoyo en servicios, insumos y tierras, el desarrollo de la AU en la ciudad.
33
cabezas por familia. El producto en su mayoría es para el consumo familiar, dejando una
pequeña parte para la venta en Puerto Cortés.
Los cultivos agroforestales encontrados en la zona son: cacao, café, maíz, frijoles, chile y limón;
mientras que los cultivos introducidos son rambután, nuez moscada, cedro, caoba y pimienta.
En lo que respecta a la tenencia de la tierra, el 87% es de carácter privado y tanto hombres como
mujeres son poseedores de la tierra y participan en la producción.
En la Zona Baja los suelos son profundos y excelentes para cultivos agrícolas. Casi todos los
cultivos fueron destruidos por el Huracán Mitch, y se encuentran en etapa de restauración. Entre
los cultivos actuales tenemos: plátano, yuca, maíz, fréjol, y arroz. La mayoría de las viviendas
tienen aves de corral y muchos cuentan con ganado, en un promedio de cuatro cabezas por
familia.
En la zona intraurbana, los solares tienen un promedio de 400 m2 , los cultivos predominantes
son árboles frutales y en menor medida hortalizas.
En la Zona Garifuna la gente posee tierras de la comunidad y hay disponibilidad de áreas para
cultivo. Entre los cultivos predominantes se encuentra el coco, la yuca y el plátano.
34
5. RESULTADOS EN QUITO, ECUADOR
En la ciudad de Quito se elaboró un diagnóstico participativo sobre AU. Para ello se formó un
Equipo de Investigación integrado por actores municipales y de la Universidad de Ibarra. El
trabajo, permitió obtener valiosa información sobre la presencia actual, los impactos y el
potencial de la AU en el Municipio del Distrito Metropolitano.
El estudio permitió identificar que, a pesar del rápido crecimiento que ha experimentado la
ciudad de Quito, se han preservado prácticas agrícolas en áreas intra-urbanas y peri-urbanas,
merced a las tradiciones y prácticas de sus habitantes, que constituyen un rasgo histórico –
cultural muy importante del mundo andino.
Tabla Nº11
Tipo de AU Clasificación
Intra-Urbano (barrios consolidados) Tamaño de la familia 5 integrantes
Nivel educativo Primario
Nivel económico Medio Bajo
Capacitación Gobierno local
Provisión de agua Potable
Estructura de producción Semillero
Práctica ambiental No identifica
Peri-urbano o Urbano-marginal Tamaño de la familia 6 integrantes
(barrios jóvenes) Nivel educativo Secundario
Nivel económico Bajo
Capacitación Auto formación
Provisión de agua Lluvia
Estructura de producción Ninguna
Práctica ambiental Orgánica
Fuente: Albán y Miño. 2000.
35
intensiva, uso de técnicas innovativas de cultivo como la hidroponía y uso de residuos orgánicos
domiciliarios como fuente de abono.
Dentro del actual marco normativo y legal del Municipio del Distrito Metropolitano de Quito no
existen regulaciones específicas para la incorporación de la agricultura urbana en la
planificación municipal. Únicamente existen leyes y normas para el uso del suelo y agua, y
ciertas facilidades para el arriendo de los terrenos municipales y el uso de solares no edificados.
36
Algunas pre guntas para su reflexión
?? ¿Estos resultados cumplieron con los objetivos planteados? ¿Cuál podría haber sido la
razón?
?? ¿Los resultados se parecen a los arriba descritos? ¿En qué se parecen y en qué se
diferencian? ¿Por qué surgió la diferencia?
Bibliografía consultada
Mecia del Cid, R. y Chirinos, J. (2000). Puerto Cortés: Estudio sobre la Agricultura Urbana,
(Inédito).
37
PROCESOS DE CONSULTA Y PARTICPACIÓN EN LA
GESTIÓN Y PLANIFICACIÓN MUNICIPAL:
EL DIAGNÓSTICO O ESTUDIO DE BASE
COMO ELEMENTO INTEGRAL
1. INTRODUCCIÓN
Las ciudades de América Latina y El Caribe se enfrentan a una serie de desafíos urbanos que
van desde la erradicación de la pobreza hasta la construcción de procesos de gobernabilidad
participativa. Para enfrentar estos desafíos, los gobiernos locales junto a otros actores urbanos
han desarrollado diversas estrategias de consulta y participación, como por ejemplo las
Consultas Urbanas, la Planificación Participativa, los Cabildeos Barriales, los Presupuestos
Participativos, etc. Pero antes de desarrollar procesos de intervención local, es necesario
manejar información que nos permita pensar nuestras estrategias de intervención. Sin embargo,
muchas ciudades no disponen de una información confiable y accesible para todos los actores
urbanos. En estos casos, suelen realizar diagnósticos, poco o nada participativos donde no se
incorpora a los actores locales en el proceso de construcción de conocimiento. El manejo de la
información secundaria o estadística pocas veces responde a los objetivos trazados y buena
parte de los diagnósticos son olvidados al momento de ejecutarse las acciones. Muchos
diagnósticos se parecen más a una fotografía estática, que a una película en constante
movimiento.
Afortunadamente, cada vez son más las ciudades que promueven la planificación y realización
de diagnósticos participativos como parte de los procesos de construcción de conocimiento y
confianza entre los distintos actores urbanos, y no como una fotografía de una situación
específica en un período de tiempo determinado. En muchas ciudades de la Región, los
diagnósticos están comenzando a ser utilizados en forma integral como parte de los procesos de
consulta, intervención y planificación. No olvidemos que, por más importante que nos parezca,
el diagnóstico es sólo una pequeña parte de un proceso mayor de investigación-acción.
¿Para qué y para quién son útiles los diagnósticos? ¿Qué objetivos debería perseguir un
diagnóstico? ¿Qué temas tendrían que ser tomados en cuenta? ¿El diagnóstico es la única
herramienta para cumplir con los objetivos específicos? ¿En qué etapas de un proceso de
intervención se ubica el diagnóstico: en la fase de planificación, programación o acción? ¿Un
buen diagnóstico debería permitirnos rever las hipótesis y los objetivos antes de la acción?
Como una forma de aportar a esta reflexión, luego de ubicarnos brevemente en la situación de
las ciudades latinoamericanas y caribeñas, este capítulo presenta el proceso de Consulta Urbana
(CU) promovido por el Programa de Gestión Urbana para América Latina y El Caribe (PGU-
ALC/ UN-HABITAT) y la vinculación que tienen los diagnósticos o estudios de base realizados
en las ciudades de la Región con dichos procesos.
39
2. DESAFÍOS URBANOS EN AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE
A inicios del nuevo milenio, más del 50 % de los 6 mil millones de habitantes del planeta reside
en las ciudades. Un estudio de Naciones Unidas estima que, para el 2025, los países en
desarrollo concentrarán alrededor del 80 % de la población urbana mundial. El mismo estudio
afirma que el mayor crecimiento poblacional se producirá especialmente en las zonas más
pobres del planeta. El desempleo, la degradación del ambiente urbano, la desintegración social,
los desplazamientos forzados de población, así como la intolerancia, las inequidades sociales y
de género, la violencia y las violaciones de derechos humanos, son factores críticos que afectan
la calidad de vida, tanto de los individuos como de las comunidades.
Atender a las necesidades actuales y futuras de la población y lograr que los asentamientos
humanos sean sostenibles son retos para los gobiernos y las sociedades locales. El Programa de
Gestión Urbana para América Latina y El Caribe del Programa de las Naciones Unidas para los
Asentamientos Humanos (PGU-ALC/UN-HABITAT) busca contribuir a la gestión participativa
de las ciudades apoyando sus esfuerzos tendientes a lograr un desarrollo humano sostenible, que
permita erradicar la pobreza urbana, mejorando el ambiente en las ciudades, reforzando la
equidad entre mujeres y hombres, y promoviendo la gobernabilidad participativa a nivel local.
Si bien es cierto que en las tres últimas décadas el porcentaje de pobres en América Latina y El
Caribe ha disminuido del 40 % al 39 %, debido al aumento de la población, hoy tenemos más
pobres que en la década de 1970. Y aunque en algunos países la pobreza extrema ha descendido,
parecerían estar aumentando los “nuevos pobres”; personas que provienen de los sectores
asalariados y de la clase media recientemente empobrecidas. El porcentaje de pobres en zonas
rurales ha disminuido del 62 % en 1970 a 55 % en 1994, mientras que, en el mismo período, en
40
las ciudades el porcentaje se ha incrementado del 26 % al 34 %. Indígenas y afro-americanos,
junto a las mujeres, jóvenes y niñas/os, son una gran parte de los sectores más empobrecidos.
Por todo ello se ve limitada su participación económica, social y política en la toma de
decisiones y, en la vida urbana. (PGU-ALC/UN-HABITAT. 2001).
A pesar de varias experiencias positivas desarrolladas en ciudades de la Región, la
descentralización no siempre es sinónimo de democracia y la participación pocas veces
acompaña la construcción de gobernabilidad a nivel local. Dentro de estos procesos, las mujeres
continúan sin tener las mismas oportunidades que los hombres. Su acceso tanto a las decisiones
como al control de los recursos es todavía muy limitado y, en este sentido, la mayor parte de las
ciudades continúa sin promover la equidad de género. También debe mejorarse la gestión del
ambiente urbano. En las ciudades de la región, los espacios verdes disminuyen cada vez más, un
90% de los ríos urbanos de la Región están contaminados, el 40 % de la basura no es
recolectada y sólo, el 2% es tratada adecuadamente.
La Consulta Urbana (CU) del PGU es un proceso participativo basado en una evaluación de
problemas y necesidades prioritarios por parte de los distintos actores gubernamentales como
no-gubernamentales, que busca movilizar y articular a un grupo heterogéneo y representativo de
actores urbanos alrededor de un tema/problema urbano. Las CU tienen por objetivo reforzar
procesos locales ya en marcha en las ciudades, diseñando un Plan de Acción (PA) que contenga
estrategias para abordar las problemáticas identificadas.
41
2. Que las ciudades adopten e implementen políticas orientadas a erradicar la pobreza, mejorar
la gestión del ambiente urbano, la gobernabilidad participativa y establecer condiciones de
equidad entre mujeres y hombres.
Pese a sus potencialidades y ventajas, esta es sólo una herramienta más con la que cuentan las
ciudades para una gestión participativa.
La CU del PGU es un proceso flexible que supone distintas etapas de planificación, diagnóstico,
consulta, priorización y programación. Cada etapa suele ser realizada por un equipo
multidisciplinario y multiinstitucional asegurando la participación y el compromiso de los
actores que formarán parte del proceso de Consulta.
Foto Nº6: Camilo Aldao, Córdoba, Argentina (5.302 habitantes - 1996) es una
ciudad rodeada de estancias ganaderas. Para apoyar la actividad productiva y
de autoconsumo de la población pobre urbana y periurbana el gobierno local
con el apoyo del PGU-ALC impulsó estrategias novedosas de uso del suelo
que permitieron incorporar la AU y un programa de microcréditos partir de
actividades de AU buscando la inclusión social. (Mariani y Terrille. 2000)
En la etapa de planificación es esencial definir con todos los actores involucrados el eje
temático de la CU. Se hace esta selección en forma preliminar y se deja abierta la posibilidad de
volver al tema durante el proceso. Para generar esta selección se podrían usar distintas
herramientas, como por ejemplo el análisis de problemas o flujograma, una Matriz FODA o la
realización de talleres participativos. (Ver Capítulo 8) Se debe llegar a un acuerdo sobre la
estructura operativa y la asignación de las responsabilidades y compromisos sobre la
administración e implementación de la CU por parte de los actores gubernamentales y grupos de
la sociedad civil que participan en el proceso. La identificación de los grupos de interés, sus
roles y compromisos se recogen en un Expediente de la Ciudad (Dossier de la Ciudad), en lo
cuál se define, entre otros aspectos:
42
1. El compromiso de la ciudad (Alcalde) hacia el área temática focal
2. El compromiso de co-financiamiento de la CU
3. Los intereses y compromisos de los actores locales, nacionales o internacionales
involucrado
4. Una propuesta de trabajo inicial
5. Un Memorando de Entendimiento entre el gobierno local, la sociedad civil y la oficina del
PGU mediante el cual se formalizan los compromisos y planes (PA).
Para poder definir y analizar en forma más profunda el tema central de la CU y las
estrategias/opciones para desarrollar o potenciar intervenciones futuras se elabora un
diagnóstico o estudio de base. Cada diagnóstico debe contener un análisis de la situación de la
ciudad en el área temática. Por lo tanto, es un documento esencial que servirá para nutrir el
debate y desarrollo del Plan de Acción.
43
Cuadro Nº1:
Las Consultas Urbanas, Planes de Acción y Programas de Acciones Prioritarias: diálogo para
reforzar el cambio en la gestión de las ciudades
Las Consultas Urbanas son la piedra angular d e la estrategia del PGU. Cada Consulta se adapta a las
circunstancias específicas de la ciudad donde se realiza y busca reforzar los cambios en la gestión
municipal, privilegiando dinámicas ya existentes. La especificidad de la metodología de Consultas
Urbanas es de combinar con flexibilidad tres dimensiones, la multiplicidad en cuanto a actores, temas y
escalas de intervención.
Las Consultas Urbanas son procesos que buscan mejorar la forma como las municipalidades gobiernan
las ciudades, para imprimir una gestión más participativa y democrática. Facilitan y fortalecen el diálogo
entre la administración urbana y los sectores interesados de la sociedad en el tratamiento y solución de
problemas prioritarios. En este proceso se involucran además de los gobiernos locales, organismos no
gubernamentales, organizaciones de base, movimientos populares, universidades, centros de
investigación, gremios, asociaciones, sector privado, instituciones gubernamentales descentralizadas, etc.
Los criterios de selección de las ciudades candidatas, garantía de éxito de las Consultas Urbanas son:
El Plan de Acción (PA) marca el paso de una lógica y un proceso de diagnóstico y de definición de
propuestas, a una lógica y un proceso de programación y ejecución de acciones. El PA se expresa en la
adopción concertada de una estrategia, enfoques y líneas de acción, para enfrentar el problema tratado
durante la Consulta. En esta fase se consolidan las voluntades políticas y se identifican instrumentos y
mecanismos para poner en marcha las soluciones identificadas. Esta confluencia de actores permite
elaborar las estrategias, proyectos y políticas que se concretan en los Programas de Acciones Prioritarias.
Los Programas de Acciones Prioritarias (PAP) son un instrumento operativo diseñado por los actores
locales. Los PAP requieren ser avalados por la municipalidad para su implementación y legitimación en la
gestión municipal. Los PAP se ejecutan con recursos locales, nacionales y/o internacionales.
Los PAP, toman diversas formas según las situaciones tales como:
Se espera de los PAP una mejora tangible de las condiciones de vida de los pobres que participan en el
proceso de la consulta. (PGU-ALC/HABITAT. 2001)
44
El proceso de la elaboración del diagnóstico es, ante todo, un proceso de construcción de
conocimiento y confianza entre los distintos actores, ya sean locales, nacionales o
internacionales. (Ver capítulo 6). El diagnóstico tiene como objetivos:
Esto sucedió en Puerto Cortés (Honduras) en donde el diagnóstico o estudio base constituyó el
inicio de un proceso orientado a conocer el desarrollo de la Agricultura Urbana (AU) como
instrumento que fortalezca una cultura de Seguridad Alimentaria en dicho Municipio. El estudio
contempló tres aspectos esenciales vinculados con la AU en la ciudad:
Para obtener la información de base, se hizo una encuesta; “los resultados del estudio fueron
socializados en un taller participativo al que asistieron los representantes comunitarios y
sectoriales, que permitió validar la información recabada por el equipo técnico, a la vez que
bosquejar, en forma participativa, las opciones y estrategias para el desarrollo de la AU”.
(Mencía y Chirinos. 2000).
45
Los resultados y propuestas planteadas en el diagnóstico deben verificarse para llegar a un
consenso con todos los grupos de interés y ser incorporados y descritos en un Plan de Acción.
Por ejemplo en Puerto Cortés, el Plan de Acción incluyó un Plan de Gestión Ambiental Integral;
la Dotación de Servicios de Infraestructura y un Programa de Seguridad y Contingencia con
acciones de sensibilización y prevención. Por su parte, en Lurigancho-Chosica, el Plan de
Acción concertado priorizó temas como el ambiente y la prevención de desastres y viviendas;
los servicios básicos y la seguridad ciudadana, la generación de ingresos y la capacitación.
(CENCA. 1999).
Una vez que los actores involucrados en la CU han adoptado el PA, comienza una fase llamada
Programa de Acciones Prioritarias (PAP). A partir de este momento, las consultas se concretan
en acciones acordadas por los actores y se traducen en iniciativas muy variadas. En algunas
ciudades se ha avanzado en la formulación de proyectos y políticas, como por ejemplo en Villa
El Salvador (340 000 habitantes), que es un distrito ubicado en el cono sur de la ciudad de
Lima, (Perú), en donde a través de una ordenanza municipal, se institucionalizó el mecanismo
de Consulta Ciudadana (PGU-ALC/UN-HABITAT. 2001); o en Curaçá, donde el municipio
aprobó una normativa que incentiva a la población urbana a desarrollar la AU.
En otras ciudades se han redefinido las prioridades presupuestarias; por ejemplo, a través de la
aplicación de Presupuestos Participativos, como en Porto Alegre (Brasil), donde la población
tiene la posibilidad de definir y controlar los recursos públicos (Olegario. 2000; Passos. 2000).
Los PAP también han permitido promover la creación de dispositivos financieros, como sucede
en Quito (Ecuador) donde se viene desarrollando un programa que busca obtener fondos para
micro-crédito (CD-ROM El Panecillo. 2001). La gama de resultados es muy amplia e incluye la
movilización de recursos locales o internacionales, campañas locales de sensibilización y
cambios en la cultura política y ciudadana, entre otras acciones. El alcance de las actividades,
normalmente muy extensivo y amplio en el Plan de Acción, se torna más enfocado y detallado
en el Programa de Acciones Prioritarias.
Si bien es posible identificar dentro del Programa de Acciones Prioritarias distintos momentos
como: su diseño, el proceso de formalización, la aprobación formal por parte de las autoridades
locales, la movilización y destino de los recursos, la ejecución y monitoreo y la evaluación, vale
la pena recordar que esto es sólo un esquema que pretende mostrar, en forma clara, los
momentos y componentes, no una secuencia predeterminada de pasos y acciones.
46
5. OBSERVACIÓN FINAL
?? ¿Cómo se refleja el obje tivo del diagnóstico en los aspectos de contenido a estudiar?
Bibliografía consultada
47
Olegario, A. (2000). “O Orçamento Participativo de Porto Alegre”, En: A cidade Reinventa a
Democracia, 59-65, Becker, Jose (Compilador), Preifetura Municipal de Porto Alegre,
Porto Alegre. Brasil
Passos, A. (2000). “A experiencia do Orçamento Participativo em Porto Alegre: Escola de
Democracia”, En: A cidade Reinventa a Democracia, 65-67, Becker, Jose (Compilador),
Preifetura Municipal de Porto Alegre, Porto Alegre. Brasil.
Lecturas complementarias
Se puede encontrar información complementaria sobre la situación social, económica y
ambiental de la región en:
Mac Donald, J. y Simioni, D. (1999) Consensos urbanos. Aportes del Plan de Acción Regional
de América Latina y el Caribe sobre Asentamientos Humanos. Serie Medio Ambiente y
Desarrollo, CEPAL, 21: 1-78. Santiago. Chile.
Una reflexión sobre los procesos de Diagnóstico y Consultas Urbanas desarrollados por PGU-
ALC/UN-HABITAT puede verse en:
PGU-ALC/UN-HABITAT (1999) Orientaciones para la organización de Consultas Urbanas
PGU. Cuaderno de Trabajo 49, PGU-ALC/HABITAT. Quito. Ecuador.
48
LA AGRICULTURA URBANA
COMO TEMA DEL DIAGNÓSTICO
1. INTRODUCCIÓN
Todo diagnóstico debe responder en forma clara y precisa al tema central de estudio, en nuestro
caso la Agricultura Urbana (AU). Es importante recordar que cada diagnóstico da cuenta de una
realidad ambiental, social y política particular e irrepetible. Por lo tanto, las definiciones,
técnicas y conclusiones a las que se llegue, siempre contendrán un importante grado de
originalidad.
La AU como tema de diagnóstico nos permite incorporar otros temas como la equidad de
género, la gobernabilidad participativa, la superación de la pobreza, y la inclusión social.
Algunas ciudades de la Región han desarrollado proyectos o programas que buscan articular
estos temas. En Camilo Aldao (Argentina), Brasilia (Brasil) y Quito (Ecuador) existen
interesantes experiencias de financiamiento con micro créditos para la AU que apuntan a la
inclusión social. En La Habana (Cuba) y Cuenca (Ecuador), han comenzado a desarrollarse
trabajos que vinculan el ordenamiento territorial a las actividades de AU (UMP-LAC et all.
2001).
Este capítulo se inicia con la reflexión sobre la relación de la AU con otros componentes del
ecosistema urbano. Luego se presentan las definiciones construidas en las ciudades de la
Región. Finalmente se debate a partir del concepto de AU, discutiendo especialmente la
necesidad de dotarlo de coherencia interna y externa.
49
2.1 Crecimiento urbano y pobreza urbana
Esto puede verse reflejado en los datos presentados en los diagnósticos; como sucede en Quito,
donde un 43% de la población del Distrito Metropolitano se ubica por debajo de la línea de
pobreza. Por este motivo, es vital incorporar este componente al momento de pensar en procesos
de intervención en AU. (Albán y Miño; 2000)
La pobreza urbana se refleja en la inseguridad alimentaria ya que una parte importante de los
ingresos de los hogares pobres son destinados a la alimentación. Según la FAO, a fines de los
años ochenta, de veinte países analizados, siete exhibían un índice de alta inseguridad
alimentaria doméstica. Diez años después ese índice se había deteriorado en 15 de los países
estudiados. Varios factores estructurales y permanentes afectan la calidad, disponibilidad y
posibilidad de la provisión de alimentos para la población urbana. Pero mientras esto sucede, los
pobres desarrollan estrategias innovadoras para enfrentar sus necesidades alimentarias y de
salud (Cabannes y Mougeot. 1999), como sucede en Curaçá donde se identificaron más de 10
variedades de plantas medicinales demostrando que se mantiene la costumbre proveniente de la
cultura indígena de tratar las enfermedades con hojas, cáscaras y raíces. (Suzuki, Ordoñez. y
Medeiros; 2000)
La AU constituye una estrategia que podría fortalecer el desarrollo económico local. Ofrece una
fuente de empleo directo y generación de ingreso que podría ampliarse aún más hacia la
producción de insumos agrícolas (compost, herramientas) y la transformación de productos
(Drescher y Iaquinta. 1999). Tal como sucede en Montevideo, donde los sectores más
desfavorecidos practican la cría de cerdos en zonas urbanas y peri-urbanas con destino a la
industria, generando importantes recursos que les permiten enfrentar sus necesidades
alimentarias. (Santandreu y Gómez; 2000)
50
manejar. En la Región, el 90 % de los ríos urbanos están contaminados, el 40 % de la basura no
es colectada y menos del 2 % es tratada adecuadamente. En muchas ciudades, el espacio verde
es muy limitado y no cubre las zonas más pobres. (PGU-ALC/HABITAT; 2000)
Los criterios que se han tomado para construir las definiciones locales de AU son sumamente
variadas. Tal como puede verse en las definiciones que se presentan a continuación, los temas
abordados van desde el lugar y tipo de actividad desarrollada, hasta a las principales
características de los actores y el destino de la producción.
51
o privados, y por iniciativa individual o colectiva propia de los ciudadanos y/o facilitado por
organizaciones públicas o privadas; con destino al autoconsumo, la comercialización, la mejora
del entorno ambiental y urbano y la promoción y educación; que cultiva, procesa y distribuye
una diversidad de productos alimenticios y no alimenticios, reutilizando recursos humanos y
materiales que se encuentran dentro y en el entorno urbano; y difunde una diversidad de
conocimientos y prácticas.” (Santandreu y Gómez; 2000)
En Puerto Cortés, se trabajó a partir de una definición que toma en cuenta las distintas
modalidades de intervención: “En el concepto de agricultura urbana, se consideran varias
modalidades de intervención:
En Quito la definición toma en cuenta la utilización de recursos locales para la AU; “La práctica
agropecuaria, forestal, de acuicultura y de transformación de productos agropecuarios
(Agroindustrias), presente en los núcleos urbanos y peri-urbanos. En los casos de AU nos
podemos encontrar con: Tierra de propiedad pública o privada; e iniciativas individuales,
colectivas y/o gubernamentales o no gubernamentales. Las prácticas de AU se evidencian con
utilización de recursos locales (mano de obra familiar, agua, suelo, residuos orgánicos,
químicos, capital exiguo) para generar productos encaminados al autoconsumo, al mercado o a
los procesos de transformación agroindustrial”. (Albán y Miño; 2000)
Tabla Nº12
Resumen de los temas presentes en las definiciones de AU consideradas
52
4. DESARROLLO DE LA NOCIÓN DE AGRICULTURA URBANA
Como acertadamente sostiene Mougeot (2001), las nociones son herramientas mentales que nos
permiten entender mejor la realidad que nos rodea, interactuar y modificar nuestras experiencias
en el mundo real. Están histórica y culturalmente vinculadas. Hoy son adecuadas pero quizá
mañana ya no lo sean.
Al hablar de coherencia interna, deberíamos preguntarnos ¿qué entendemos realmente por AU?
En este sentido, la definición global debe ser contrastada con la experiencia práctica, analizando
cuáles son los “ladrillos” que la componen y cómo se vinculan entre sí. Varias experiencias en
la Región (UMP-LAC et all., 2000) demuestran que en concordancia con la realidad, la AU
involucra la producción primaria (vegetales, plantas, medicinales, flores, árboles, cría de
animales y acuacultura) y la transformación y comercialización en el territorio municipal (con
sus respectivas zonas urbanas, periurbanas y rurales). Así, identifican la AU con base en
“ciertos ladrillos”, es decir, el tipo de actividades y los sistemas de producción, las áreas de
ubicación y el destino del producto.
53
?? Actores de la AU (Curaçá, Montevideo y Quito)
?? Aspectos legales (Montevideo)
Una breve explicación de cada uno de ellos puede ayudarnos a avanzar en este debate.
Las definiciones expresadas aquí pueden hacer hincapié tanto en la producción de alimentos
para el consumo, ya sea humano o animal, como en los distintos tipos de cultivo (grano, raíz,
vegetal, hierbas aromáticas y medicinales, plantas ornamentales, árboles y cultivos frutales) y
cría de animales existentes (aves, conejos, cabras, ovejas, ganado vacuno, cerdos, cuyes, peces,
etc.).
54
Diagrama Nº1:
ACTIVIDAD
ECONÓMICA
DESTINO
UBICACIÓN
AGRICULTUR
A
URBANA
PRODUCTOS ÁREAS
ESCALA
Los criterios usados para tipificar estas áreas varían según las ciudades y los autores. Los más
frecuentes incorporan como características: el sitio con respecto a la residencia (en la parcela o
fuera de ella), el nivel de desarrollo del sitio (construido o baldío), la modalidad de
tenencia/usufructo del sitio (cesión, arrendamiento, compartido, autorizado mediante acuerdo
personal o no autorizado, derecho consuetudinario o transacción comercial) y la categoría
oficial de uso del suelo del sector donde se practica (residencial, industrial, institucional, etc.).
Esto puede verse en las definiciones de Curaçá, Montevideo y Quito.
Sin embargo, no es suficiente limitarnos sólo a identificar los tipos de espacios usados. En la
actualidad, las ciudades de ALC han comenzado a desarrollar procesos crecientes de
descentralización municipal. Cada vez son más los municipios que encuentran en su territorio
municipal el principal recurso para generar empleo y riqueza. Este contexto se traduce en un
nuevo paradigma por el que la seguridad alimentaria en las ciudades deberá pasar por el
desarrollo de la agricultura, de la pecuaria y de la pesca a escala local y en el territorio
municipal. Afirmar tal hipótesis tiene como consecuencia que:
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?? Es necesario integrar la AU y seguridad alimentaria en los instrumentos normativos, legales
y operativos de las ciudades: Planes Estratégicos, Planes Zonales, Planes de Desarrollo,
Planes de Ordenamiento Territorial, etc.
Por ende, algunas dimensiones físicas de la planificación deben ser establecidas con mayor
claridad, estableciendo políticas que faciliten:
El elemento más común en las definiciones revisadas es el sitio donde se realiza la actividad.
Este componente aparece en Curaçá, Montevideo, Puerto Cortés y Quito. Sin embargo, pocos
estudios realizan una verdadera distinción entre los sitios intra y peri-urbanos o rurales
municipales, y, si lo hacen, usan criterios muy variados.
Es notorio que esto no aparece en ninguno de los diagnósticos revisados y la pregunta clave es
si esta discusión realmente aportará a una mayor comprensión de la AU y su dinámica. Hasta
ahora, una característica notable de las definiciones es que muy pocas contrastan la AU con la
rural, y menos aún, se refieren a las implicaciones que la una tiene sobre la otra. El Municipio
de Puerto Cortés consideró para el diagnóstico de AU toda la agricultura existente dentro de su
territorio municipal, sin tomar en cuenta su ubicación territorial. En efecto, varios de los
sistemas de producción encontrados podrían haber sido clasificados como rurales (cultivo de
palma africana y de café a gran escala). Lo novedoso de considerarlos como “agricultura
urbana” (o se debería decir ¿agricultura a escala municipal?) es que, por primera vez el gobierno
municipal estudió el impacto de esta agricultura sobre el sistema de abastecimiento y mercadeo
urbano (municipal), la gestión y planificación urbana (municipal) y por ende consideró
importante pensar en una inversión municipal en estas áreas.
Todos los elementos que revisamos anteriormente, excepto el del sitio, se pueden aplicar por
igual a la agricultura rural; no son suficientes para diferenciar la AU y justificar la necesidad de
desarrollarla como algo específico, generando conocimientos y políticas propias. (Mougeot;
2001)
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ecosistema urbano. Esta integración no es captada en las definiciones más usadas de AU, y
menos aún desarrollada en términos operativos.
La mayor parte de las definiciones abarcan la producción agrícola, tanto para autoconsumo
como para comercialización. Generalmente ambos destinos son definidos en diverso grado por
los productores o la población estudiada. Las recientes investigaciones económicas han sido
dirigidas a la producción específica orientada al mercado (exportación) y han ayudado a
entender mejor el desempeño económico de la AU y sus ventajas comparativas en relación con
otras fuentes de abastecimiento, tanto desde el punto de vista del productor como del
consumidor. El estudio realizado en Montevideo demuestra que los sectores más pobres de la
ciudad plantan o crían las especies que consumen y que integran su dieta.
Diagrama Nº2
Agricultura urbana y otros elementos
AGRICULTURA
RURAL
SISTEMA
MANEJO DE S
URBANOS
SUELOS DE
ABASTO
DE
ALIMENTO
S
AGRICULTURA
UR BANA
ESTRATEGIAS DESARROLL
DE O URBAN
SUPERVIVENCI O
A URBANA SOSTENIBL
E
SEGURID
AD
ALIMENTARI
A URBAN
A
57
Los factores que determinan en gran medida si la AU puede tener un impacto importante en la
seguridad alimentaria doméstica y la nutrición en el área urbana son simples: qué se produce,
quién lo produce, y quién lo consume. También es importante determinar la manera en que se
producen los alimentos (¿se producen de una manera segura? ¿Hay un procesamiento de los
productos?) y la temporalidad de la producción de la AU.
Una gran parte de la actividad agrícola (ya sea en producción o comercialización de alimentos)
es realizada informalmente por lo que no está incluida en las estadísticas oficiales. Las políticas
urbanas y los programas de intervención en AU tienen que incorporar una correcta evaluación
de los costos-beneficios (financieros, ambientales, de género y sociales) y de los costos de
oportunidad de tales intervenciones, evidenciándose, cada vez más, la necesidad de contar con
criterios e indicadores específicos para la toma de decisiones. Estas políticas deben tener metas
económicas (eficiencia) y sociales (promover la inclusión social y la seguridad alimentaria de
los sectores de menores recursos). (CD-ROM El Panecillo).
4.1.6 Actores de la AU
Los estudios realizados en la Región, presentan una variedad de actores públicos y privados que
desarrollan actividades de AU. Identificar el tipo de actores y su potencial aporte a los procesos,
puede resultar determinante al momento de implementar procesos participativos de
intervención. En todos los casos se identificaron actores públicos como los municipios o las
universidades y otros de la sociedad civil, que incluyen desde productores individuales hasta
sindicatos. Resulta interesante que en ningún caso se hayan identific ado empresarios como
actores en los procesos de AU.
Al referirse a esta dimensión de la AU, la mayor parte de los autores y todas las definiciones
construidas lo hace sólo en términos generales. Muy pocas veces los estudios usan sus hallazgos
para avanzar en el concepto de AU o analizar cómo se relaciona con otros conceptos del
desarrollo (Ver Diagrama 2). Este es, sin lugar a dudas, uno de los aspectos que merece mayor
énfasis en la Región.
La integración de la AU dentro del ecosistema urbano se caracteriza por el grado en que ésta usa
distintos recursos del sistema urbano (recursos humanos y naturales, productos, insumos y
servicios) y provee productos y servicios al ecosistema urbano. Esta integración se manifiesta en
los distintos procesos que caracterizan a una agricultura de naturaleza más urbana: a partir de la
intensificación y especialización de la producción (Puerto Cortés), por medio de una
combinación de la agricultura con otras actividades (Quito), o hacia una reubicación de la
producción (Montevideo).
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Generalmente, con el crecimiento de la ciudad, la AU evoluciona hacia un estado más urbano.
Por ejemplo, un estudio en 6 ciudades de Kenya demuestra que la intensidad y la productividad
aumentan según el tamaño de la ciudad; de igual modo, el uso de insumos orgánicos y de redes
de intercambio o comercio aumenta con el tamaño de la ciudad. (Mougeot; 2001) Una situación
similar parecería verse si se comparan los estudios realizados en Curaçá donde se aprecia un
desarrollo de la AU más peri urbano y Montevideo con un desarrollo urbano mayor.
También existen tendencias comprobadas a lo largo de varios años con sistemas y áreas
específicas en Dar es Salaam, Dakar, Hong Kong y Cagayan de Oro, donde los sistemas de AU
en parcelas se han reducido, intensificado o especializado, y las actividades agrícolas marginales
han sido sustituidas por otras más rentables; combinándose cada vez más con usos no agrícolas
del suelo, siempre que no hayan sido o no están siendo reubicadas. (Mougeot; 2001)
5. OBSERVACIÓN FINAL
Ya se han iniciado esfuerzos en esa dirección que nos están obligando a distinguir entre
agricultura intra-urbana y peri-urbana, y a examinar el lugar de la AU dentro de marcos
conceptuales más amplios. Debido a que se asume que la AU interactúa con múltiples facetas
del desarrollo urbano, también tiene el potencial de ayudar a diversificar y fortalecer nuestras
estrategias de gestión urbana.
Lo que antecede sirve de base para la siguiente revisión del concepto: La AU está ubicada
dentro (intra-urbana) o en la periferia (peri-urbana) de un pueblo, una ciudad o una metrópoli, y
cultiva o cría, procesa y distribuye una diversidad de productos alimentarios y no alimentarios,
(re)utilizando en gran medida recursos humanos y materiales, productos y servicios que se
encuentran en y alrededor de dicha zona urbana, y a su vez provee recursos humanos y
materiales, productos y servicios en gran parte a esa misma zona urbana. (Mougeot; 2001)
59
Cuadro Nº2
Sistemas ecológicos urbanos: están liderados por los elementos construidos, con notable
predominancia de la especie humana, y tan sólo pequeñas manchas de elementos naturales.
Entendemos por Ambiente Urbano al medio histórico que resulta de la interacción del sistema ambiental y
el sistema humano en un territorio o espacio socialmente producido. El Ambiente Urbano integra
pequeñas manchas de elementos naturales (animales y vegetales) junto a construcciones físicas,
sociales, culturales, políticas y económicas, fruto de las actividades e interacciones de los seres humanos
entre sí y con el ambiente natural (agrosistemas y ecosistemas), otros ambientes urbanos.
Sistemas ecológicos periurbanos: rodean a las grandes ciudades y se caracterizan por la mezcla de
elementos urbanos y rurales, alternando construcciones con ambientes naturales y agropecuarios.
Sistemas ecológicos agropecuarios o agrosistemas: son sistemas ecológicos naturales modificados por
las mujeres y hombres para la producción animal o vegetal, donde se ha alterado el conjunto de especies
presentes, el flujo de energía entre ellas, etc.
Sistemas ecológicos naturales o ecosistemas: Son sistemas ecológicos con nulo o reducido impacto
de las actividades de mujeres y hombres (PGU. 2000; Gudynas y Evia. 1991).
?? ¿Cuál es su fuerte?
?? ¿Es la AU una estrategia válida para el desarrollo urbano en su ciudad? ¿En qué contribuye?
Bibliografía consultada
Drescher, A.W y Iaquinta, D. (1999) “Urban agriculture – Justification and planning guides”,
En www.cityfarmer.org/uajustification.html#justify
60
Mecia del Cid, R. y Chirinos, J. (2000). Puerto Cortés: Estudio sobre la Agricultura Urbana,
(Inédito).
UMP-LAC, IPES, IDRC, FAO and Quito Municipality (2001). Urban agriculture in the cities of
the 21st Century- innovative approaches by local governments from Latin America and the
Caribbean. Urban Management Programme, Quito. Ecuador.
Lecturas complementarias
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ELEMENTOS DE CONTENIDO A
TENERSE EN CUENTA EN UN
UN DIAGNÓSTICO PARTICIPATIVO DE AU
Numerosos gobiernos de ALC buscan a través de sus políticas mejorar las condiciones de vida
de las mujeres, niños, adultos mayores, población indígena o afro-americana (por ser los grupos
más vulnerables), asegurando su acceso a alimentos frescos y baratos. Junto a ello, son cada vez
más las personas que han comenzado a criar pequeños animales, plantar hortalizas, plantas
medicinas o árboles frutales en zonas urbanas y peri-urbanas. Sin embargo, si no se consideran
los impactos en las relaciones sociales entre hombres y mujeres o en la salud y el ambiente,
estas actividades pueden generar más problemas que soluciones.
Por este motivo es necesario incorporar en las políticas municipales, formas innovadoras
desarrolladas por los habitantes de las ciudades para resolver sus problemas de alimentación y
calidad de vida. La necesidad de contar con regulaciones, decretos y/o leyes, así como el
impulso a actividades de promoción y educación, deben partir de estudios o diagnósticos
participativos que integren los problemas sanitarios, ambientales y productivos, a la
preocupación por la gobernabilidad participativa, la superación de la pobreza y la equidad entre
mujeres y hombres. Estas y otras articulaciones de la AU deben ser tomadas en cuenta, tanto en
los diagnósticos como en la formulación de políticas públicas y en la planificación urbana de las
ciudades.
El contenido o los temas a estudiar en un diagnóstico o estudio de base de AU debe partir de sus
objetivos. Como se describe en los Capítulos 3 y 6, los diagnósticos de AU, considerados como
parte de un proceso de intervención, tienen como objetivos:
1. “Saber más” sobre aspectos poco estudiados o desconocidos, recogiendo e interpretando datos
cuantitativos y cualitativos que revelen la presencia, importancia e impactos de la AU en la
ciudad. La construcción de estos datos permitirá identificar los obstáculos, necesidades,
oportunidades y estrategias para un desarrollo sostenible de la AU en las ciudades.
3. Si los diagnósticos son participativos, permiten mejorar la colaboración entre los actores
locales de la AU (los/las productores/as, comerciantes, ONG’s, organizaciones de base, y el
gobierno local), facilitando su interés y compromiso para participar en proyectos concretos de
AU.
Los aspectos mencionados sólo sirven para motivar la reflexión y no pretenden ser limitativos
de nuevas incorporaciones.
3. ELEMENTOS CENTRALES A CONSIDERAR
Como puede verse en los estudios analizados en este Cuaderno, cada diagnóstico analiza
aspectos distintos. Recordamos que la incorporación de los distintos puntos dependerá de la
realidad que se quiere diagnosticar, las características e infraestructura con que se cuente y el
objetivo de cada equipo de trabajo. Los aspectos que se presentan a continuación, aunque con
modificaciones, sirvieron de base para el trabajo realizado en las cuatro ciudades. Debido a esto
se sugiere que en los estudios de base, al menos se tomen en cuenta los siguientes elementos:
64
3.1 La función social de la AU
?? Datos generales del país y la ciudad/municipio: superficie total, población total, población
urbana, densidad poblacional/ha, tasa de crecimiento poblacional, principales fuentes de
ingreso (comercio, industria, agricultura), nivel de pobreza (% de población pobre), tipo de
clima (temperatura máxima y mínima, precipitación pluvial, altitud, tipo de suelo, tipos de
fuentes de agua).
?? La historia del desarrollo de la ciudad (cambio en el uso de la tierra, proceso de
urbanización, pérdida de suelos agrícolas) y cómo esto ha influido en la presencia y tipo de
AU en la ciudad.
?? Información básica de los diferentes barrios (con indicadores de población/área; tipo de
barrio: residencial, industrial; características socioeconómicas generales de los habitantes:
origen, edad, grupo social, género, educación, etc.). Es conveniente usar mapas mostrando
la estructura de la ciudad y la localización de los diferentes sistemas de AU.
?? Estructura de la ciudad: identificación de los espacios vacantes de la ciudad (parques, áreas
de conservación ecológica o ambiental que admitan actividades de AU, espacios privados,
públicos, semi-públicos alrededor de hospitales, escuelas, edificios, espacios al lado de las
calles o bajo los cables del tendido eléctrico).
?? Ubicación de la producción agrícola, la transformación y comercialización.
?? Tendencias y vínculos urbano-rurales: ¿cómo la urbanización influye en el uso de suelo y
cuáles son los cambios actuales y previstos en la relación urbano-rural en términos de
comercio, empleo, residuos, migración?
Marco institucional:
65
producción y comercialización de la AU (de parte del gobierno local, ONG’s,
investigadores, instituciones internacionales o empresas comerciales?
66
?? Descripción de la actividad (¿qué productos AU se comercializan? ¿Dónde compran u
obtienen los productos? ¿Qué precios pagan?, ¿Por qué cantidades? ¿Hay alguna
transformación o almacenamiento? ¿Cuáles son los gastos de transporte?)
?? ¿Dónde comercializan los productos (vecinos, mercado local, mercado internacional). ¿Qué
importancia económica (precios, cantidades) tiene la comercialización para las familias?
?? ¿Qué obstáculos enfrentan para la comercialización (¿necesitan licencia?, posibilidades para
obtener créditos) y qué soluciones proponen para superarlos?
?? Número, tipologías y características de los vendedores y comerciantes involucrados (sexo,
edad, origen, educación, acceso a servicios, fuentes y nivel ingreso).
?? ¿Qué tendencias se observan en cuanto a la presencia de laAU en la ciudad (¿está creciendo
o disminuyendo?) ¿La AU se está desarrollando en zonas/terrenos diferentes a los de antes?
¿Se cambió su enfoque hacia la comercialización o al autoconsumo? ¿Se incluye a otros
grupos de la población? ¿Encuentran cambios en el tipo de cultivos/animales o técnicas
usadas? ¿Por qué?
?? ¿Qué porcentaje de mujeres y hombres desarrollan actividades de AU? ¿De qué tipos? ¿En
qué zonas?
?? ¿Qué acceso y control tienen las mujeres sobre el uso de los recursos (suelo, agua, semilla,
capacitación, crédito, los ingresos obtenidos, toma de decisiones sobre la producción y
comercialización etc.)?
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?? ¿Cómo influye la AU en la carga de trabajo de las mujeres y los hombres? ¿Qué tiempo le
dedica cada miembro de la familia, comunidad o grupo local a las distintas actividades?
?? ¿Cómo contribuye la AU al mejoramiento de los ingresos, estatus, autoestima de las
mujeres y otros grupos vulnerables como los adultos mayores, migrantes y jóvenes?
?? ¿Cómo contribuye la AU a mejorar la dieta de las familias y la comunidad o grupo local y la
calidad de vida de la mujeres?
?? ¿De qué forma la práctica de la AU incide en un cambio en la relación entre mujeres y
hombres?
AU y ambiente urbano
68
3.5 Visión para un desarrollo futuro de la AU
Referencias/literatura/bibliografía
69
MARCO METODOLÓGICO PARA LOS DIAGNÓSTICOS
PARTICIPATIVOS EN AGRICULTURA URBANA
1. INTRODUCCIÓN
En nuestro trabajo, con frecuencia se utilizan terminologías y conceptos sin hacer explícita su
definición. Muchas veces se cree trabajar con "metodologías participativas" al convocar una
reunión vecinal, para presentar los resultados de una investigación, cuando en realidad sólo se
busca validar el trabajo ya realizado. Sin embargo, la opción por las metodologías participativas
supone aplicar técnicas en forma integrada y coherente, con un sentido determinado de
construcción de conocimiento que es necesario exponer.
En este manual hemos optado por el trabajo con metodologías participativas para la realización
de diagnósticos en AU. Esta opción nos lleva a realizar algunas precisiones. En primer lugar, es
necesario definir qué entendemos por metodologías. Generalmente se discute sobre el carácter
cuantitativo o cualitativo de las metodologías cuando en realidad nos estamos refiriendo a
técnicas, sean estas cualitativas (como las entrevistas) o cuantitativas (como las encuestas). Una
técnica nos permite obtener, ordenar y registrar información en forma precisa. Sin embargo,
debemos tener presente que el uso de distintas técnicas no supone trabajar con una metodología.
Para nosotros, una metodología ordena y organiza un conjunto de técnicas, sean estas
70
cuantitativas, cualitativas, participativas o constructivas, y las orienta con un sentido definido de
construcción de conocimiento. (Alberich; 2000).
Cada vez es más frecuente que las ciudades elaboren diagnósticos para planificar y evaluar
acciones enfocadas a su realidad local (Ver también Capítulos 3 y 4). Los diagnósticos permiten
comprender e interpretar la realidad nutriendo nuestro análisis con nuevos elementos. Un
diagnóstico produce, recopila, ordena y presenta, en forma clara, información relevante sobre el
tema que se investiga.
71
El carácter participativo de una metodología de diagnóstico supone incorporar un conjunto
heterogéneo y amplio de actores locales a las etapas de identificación, diseño, ejecución y
evaluación. Por lo tanto, estará dado por el sentido de construcción de conocimiento y no por la
cantidad de personas que participen en el proceso (Villasante. 2000) Si el diseño de la
investigación no incorpora actores locales o si lo hace buscando la legitimación social de los
datos obtenidos por los investigadores, no estaremos en presencia de verdaderos procesos
participativos. También es necesario incluir a los grupos o personas que se hallan marginados o
discriminados de las posiciones de poder. En ocasiones es necesario aplicar estrategias y
emplear herramientas específicas para promover la participación de los grupos o personas
discriminadas como por ejemplo las mujeres, los jóvenes o los adultos mayores. (Programa
Mundial de Alimentos. s/d; HABITAT. 1995)
Ninguno de los diagnósticos revisados desarrolló una metodología participativa, con las
características que se presenta en este Cuaderno. Sin embargo, se identificaron técnicas
participativas en los Talleres de Trabajo con funcionarios municipales e integrantes de la
comunidad implementados en Quito y en el Diagnóstico Visual Rápido (DVR) diseñado en
Montevideo (Ver Capítulo 7). Por otra parte, es frecuente encontrar en los informes, referencias
a la realización de Talleres o Jornadas participativas que tienen como objetivo “validar la
información recabada por el equipo técnico”. Es conveniente reflexionar sobre el carácter
participativo que tienen ese tipo de actividades y su relación con los procesos de intervención y
construcción de conocimiento.
Como sostiene Martínez-Alier (1995) tanto “el conocimiento como la ignorancia se construyen
socialmente”. Por este motivo, el carácter participativo de una metodología de diagnóstico se
define por el sentido de construcción de conocimiento y las técnicas de intervención que se
utilizan, y no por el número de actores involucrados en el proceso.
Desde el punto de vista conceptual, una metodología es eficaz cuando permite obtener
información lo más cercana posible a la realidad que se quiere investigar. Pero la eficacia debe
ir unida a otros atributos. Un buen método de diagnóstico también debe ser rápido, ya que la
fase de diagnóstico puede articularse a la de ejecución; eficiente o de bajo costo considerando
que los recursos materiales generalmente son escasos, y participativo favoreciendo la
incorporación de los grupos y comunidades locales a los procesos de generación de
conocimiento. Sin embargo, es importante tener en cuenta que el carácter participativo de una
metodología de diagnóstico no asegura ni su eficacia ni su eficiencia.
Generalmente, los diagnósticos participativos incorporan a los sectores más organizados de los
grupos o comunidades locales, pero no es frecuente la aplicación de técnicas que permitan
incorporar la opinión, percepción y valoración de los no organizados. La Asociación de
72
Comunicadores Sociales-Calandria, Perú, desarrolló la técnica Sondeo de Opinión como forma
de incorporar al inicio del proceso, la opinión de quienes no participan activamente. La técnica
es sencilla y no difiere sustancialmente de la Encuesta Participativa que se describe en el
capítulo Caja de Herramientas. (Ver Capítulo 8. N°20). Primero se elabora un formulario corto
que es aplicado a una muestra representativa seleccionada en forma aleatoria. La aplicación de
la muestra debe tener en cuenta la perspectiva de género y generacional. El Sondeo de Opinión,
permite incorporar al proceso de diagnóstico la percepción, valoración y opinión de los vecinos
menos comprometidos con el trabajo cotidiano. Aplicada al final del proceso, esta técnica
también puede ser un buen indicador de los cambios operados luego de la intervención. Otra
técnica utilizada para incorporar la opinión de los no organizados es el Mapa Cognitivo, Mental
o de Recursos por Género. (Ver Capítulo 8. N°12)
Diagrama Nº3
Articulación del proceso de construcción de conocimiento con los distintos momentos del
proyecto y con las técnicas utilizadas en el proceso de intervención
PROCESO DE CERRAR
ABRIR ABRIR
CONSTRUCCIÓN
DE
CONOCIMIENTO
MOMENTOS DEL
PROCESO DE DELIMITACIÓN DEL EJECUCIÓN y PLANIFICACIÓN
INTERVENCIÓN PROBLEMA ANÁLISIS
El diagrama muestra la articulación que debe existir entre los distintos niveles y momentos que se
suceden en un proceso participativo de intervención. De este modo, cada momento presente en el nivel
participativo de construcción de conocimiento, se articula con los distintos momentos por los que atraviesa
el proyecto (expresado en su marco lógico) y las técnicas utilizadas en el proceso de intervención.
73
Esta reflexión resulta de especial interés ya que, como sostiene Villasante (2000), muchas veces
la innovación proviene de aquellos que no expresan conductas tradicionales o tienen escaso
nivel de participación y, por lo tanto, no se encuentran integrados a los procesos colectivos o a
las organizaciones permanentes. Una metodología participativa debe utilizar técnicas que
permitan incorporar el mayor número posible de actores al proceso de diagnóstico, sumándolos
a la generación de nuevo conocimiento. Esta apuesta a la creatividad social, unida a un clima de
confianza mutua entre los distintos "expertos" que participan del proceso, facilita el desarrollo
de procesos creativos, innovadores y democráticos.
Cuadro Nº3
Es común definir, en forma indistinta, al grupo humano que vamos a implicar en el proceso de diagnóstico
como una "comunidad" o un "grupo local", sin tener claras las diferencias entre ambos conceptos.
Mientras que una comunidad puede ser considerada como un espacio colectivo basado en un sentimiento
subjetivo de pertenencia mutua que supone que cada una de las partes se encuentra implicada en la
existencia total de las otras partes, un grupo local no necesariamente mantiene lazos ancestrales con el
hábitat en el que habita (Gudynas y Evia. 1991).
En las comunidades la forma de concebir la relación de los individuos entre sí y con el ambiente natural o
construido hace necesario implementar procesos de diagnóstico distintos a los desarrollados con los
grupos locales. Precisamente por esto debemos tener en cuenta que tanto una comunidad como un grupo
local no son entidades homogéneas ya que en su interior, los distintos miembros desempeñan papeles
diversos, mantienen relaciones de poder, definen intereses y prioridades distintas y, por lo general, las
mujeres, los jóvenes y los adultos mayores tienen poco poder de decisión (Programa Mundial de
Alimentos. s/d). En Puerto Cortés se identificó la necesidad de apoyar en forma diferencial a la comunidad
garifuna (comunidad negra) porque sus problemas, cultura, forma de vida, etc., fueron considerados
distintos a los de otros grupos locales que desarrollan actividades de AU en la ciudad. Mientras que en
Quito se identificaron conflictos de intereses entre diferentes grupos que participan en una experiencia
participativa de desarrollo de la AU en el barrio El Panecillo. A diferencia de las comunidades, los grupos
locales actúan como agrupamiento de personas cuyas residencias e intereses se encuentran próximos,
permitiendo una relación fluida y permanente de ayudas mutuas, que favorecen el accionar en red. Por
este motivo debem os tener muy en cuenta que, al aplicar las distintas técnicas de diagnóstico con
productores o migrantes provenientes del medio rural que desarrollan actividades de AU, muchas veces
nos encontramos frente a grupos locales y no a comunidades.
74
En este primer momento es importante aplicar técnicas que incorporen el aporte de los distintos
actores y que, a la vez, permitan identificar los distintos grupos, movimientos e instituciones
que participarán del proceso y las contradicciones que articulan su trabajo cotidiano. El uso de
técnicas como los Mapas Cognitivos, Mentales o de Recursos por Género; Diagramas Venn;
Diagramas de Predios; Granos de Maíz; Caminatas Transversales (o Transectos); etc. permiten
abrir el proceso a la participación activa de los integrantes del grupo o comunidad, se
encuentren o no organizados (Ver Capítulo 8).
Por ejemplo, en Curaçá para colectar la información inicial, se optó por realizar un recorrido
que cubriera todas las calles. Esta técnica denominada Transecto (Ver Capítulo 8. N°14) es muy
útil en ciudades en las que las casas permiten ver la presencia de actividades de AU desde la
calle. De esta manera, se elaboró un mapa identificando los lugares con actividades de AU. Esta
información permitió definir la muestra a la que, posteriormente, se le aplicó una encuesta,
transformándose en un importante insumo para la definición de la tipología. Algo similar
sucedió en el Diagnóstico Visual Rápido (DVR) realizado en Montevideo, que incorporó como
una de sus técnicas la realización de recorridos por la zona de estudio para elaborar Diagramas
de Predios (Ver Capítulo 8, Nº11) que permitieron cuantificar la presencia de AU.
En un segundo momento el uso de otras técnicas como las Entrevistas (Ver Capítulo 8. N° 15),
nos permite incorporar nueva información al proceso de diagnóstico. Las entrevistas aportan
datos muy valiosos que difícilmente surgen con la aplicación de otras técnicas. Para identificar
el universo de personas a entrevistar es posible combinar distintas técnicas como por eje mplo la
Bola de Nieve o consultar a informantes calificados. En Montevideo y Quito se utilizó una
estrategia similar para identificar a los entrevistados.
Una vez abiertos a la complejidad, es necesario pasar a un momento de síntesis. Técnicas como
las Encuestas (Ver Capítulo 8, N°20) resultan sumamente útiles para "cerrar" los procesos.
Además, las Encuestas permiten incorporar información proveniente de los sectores no
organizados. En todos los diagnósticos analizados se utilizó la técnica de encuestas, pero
mientras que en algunas ciudades se calcularon muestras representativas, en otros casos se optó
por muestras teóricas definiendo de antemano el universo.
Finalmente, al utilizar técnicas como la Matriz FODA (Ver Capítulo 8, N°23) o los Flujogramas
(Ver Capítulo 8, N°24) podemos identificar y priorizar, en forma participativa, los principales
temas surgidos en el diagnóstico. De este modo es posible ajustar y re-definir el proyecto
original incorporando los elementos surgidos del diagnóstico participativo. De esta manera se
pueden diseñar nuevos procesos de intervención, como por ejemplo Consultas Urbanas, Planes
de Acción o Programa de Acciones Prioritarias. (Ver Capítulo 3) Es necesario tener especial
cuidado en desagregar la información por género, tanto la información existente como la nueva.
75
4. LOS ACTORES Y SU ROL EN LAS METODOLOGÍAS
PARTICIPATIVAS DE DIAGNÓSTICO EN AU
Otro debate que aparece frecuentemente, alude al rol de los investigadores, consultores, técnicos
o expertos en los procesos de diagnóstico.
“Cuentan que un día, temprano a la mañana llegó una camioneta 4 x 4, último modelo, a un
valle donde se encontraba un pastor con su rebaño de ovejas. Una vez que se hubo detenido en
el camino hizo sonar su bocina. Cuando el pastor se acercó, se bajó el vidrio polarizado y en su
interior, un joven bien vestido con un traje nuevo le preguntó: ¿Si le digo el número exacto de
ovejas que tiene en su rebaño me regalaría una?. El pastor sorprendido aceptó el desafío.
Inmediatamente el joven prendió una computadora portátil y se comunicó desde su teléfono
celular a la NASA. En unos segundos, apareció en la pantalla una página WEB que le permitió
acceder a un programa de información geográfica satelital GIS. Rápidamente, el joven
identificó la ubicación exacta del rebaño y, mediante otro programa, calculó el número exacto
de ovejas. Usted tiene 1.327 ovejas: ¿puedo llevarme el animal?. El pastor sorprendido, asintió
con su cabeza. Mientras el joven cargaba el animal en su camioneta, el pastor le preguntó:
Disculpe pero, si yo adivino cual es su profesión ¿Ud. me devolvería mi animal?. El joven con
una sonrisa en su boca le contestó que sí. Luego de unos segundos, el pastor le respondió: Ud.
es sociólogo y consultor. El joven se sorprendió: ¿cómo se dio usted cuenta?, a lo que el pastor
le respondió: primero, llegó Ud. sin que nadie lo llamara y me propuso realizar un diagnóstico
que yo no pedí; segundo, al finalizar su trabajo me dio una información inútil, puesto que yo ya
sabía cuantas ovejas tiene mi rebaño; y tercero, se nota que no conoce nada de mi oficio
porque se estaba llevando a mi perro labrador”.
Es una creencia extendida, tanto entre los integrantes de los grupos y comunidades locales como
entre los propios técnicos, que los "expertos" deben responder eficazmente a todas las
preguntas. Al fin y al cabo, ¡para eso son expertos! Sin embargo, no deberíamos concebir los
diagnósticos como procesos en los que alguien aporta conocimiento para que otro lo reciba. Por
el contrario, tal como sostiene Paulo Freire (1975) deberíamos fomentar procesos en los que "El
conocimiento no se extienda del que se juzga sabio, hasta aquellos que se juzgan no sabios” ya
que “el conocimiento se construye en las relaciones hombre - mundo, relaciones de
transformación, y se perfecciona en la problematización crítica de estas relaciones".
Todos los diagnósticos estudiados participan de una concepción de “experto” más parecida al
ejemplo relatado en el cuento, que a la afirmación que realiza Paulo Freire. Un ejemplo de esto
es el papel que asumen los investigadores al momento de construir la información secundaria
(datos socio-económicos, ambientales, etc.). Estos datos, presentes en todos los diagnósticos
revisados, corresponden casi exclusivamente a información ya existente y generalmente
agregada por género. Salvo en Curaçá y Montevideo no se utilizan técnicas de auto diagnóstico
ni se utilizan fuentes de información novedosas como fotos o mapas auto construidos por los
actores locale s.
Para nosotros, el trabajo con metodologías participativas debe hacer interactuar, al menos, a tres
tipos de "expertos". Junto a los "expertos/metodólogos" (investigadores que aportan su
conocimiento y experiencia en metodologías de intervención) y a los "expertos/técnicos" (que
aportan su conocimiento y experiencia en los distintos temas de interés para el proceso), se debe
incorporar a los "expertos/convivenciales", es decir, al grupo de actores locales que poseen un
76
saber y conocimiento propio e insustituible muy extendido en las comunidades a las que
pertenecen (Villasante. 1998).
La participación de actores provenientes del grupo o comunidad local ayuda a “deconstruír las
conductas” propias de muchos técnicos y, en algunos casos, también de los líderes locales,
haciendo que surjan formas de trabajo más participativas y menos excluyentes, combinando el
conocimiento popular con el aporte técnico y metodológico.
Sin embargo, debemos recordar que la aplicación de este tipo de metodologías, no asegura una
mejor calidad de vida ni mayores niveles de democracia y ciudadanía. Para que estos procesos
contribuyan a desarrollar espacios de gobernabilidad participativa, equidad de género y
sustentabilidad ambiental, es necesario que el proyecto se articule a los procesos de intervención
y construcción de conocimiento, o dicho de otra forma, que se desarrolle una metodología que
construya conocimiento con la participación amplia de los actores locales.
Al desarrollar procesos de diagnóstico debemos tener en cuenta los límites propios de las
metodologías participativas. Esto es especialmente importante al referirnos a procesos de
intervención que suponen un importante grado de implicación, entre los integrantes del Equipo
de Investigación y los miembros del grupo o comunidad local. Entendemos por implicación el
“tomar parte” en el proceso de diagnóstico.
77
Es frecuente que los grupos que actúan localmente pretendan resolver sus conflictos con la
presencia de actores externos. Nuestra implicación en los procesos de diagnóstico no debe
hacernos perder de vista que muchas veces, las tendencias que se expresan en los espacios
locales terminan por anularse mutuamente o apuestan a procesos alternativos apoyados desde
fuera, lo que no siempre fortalece las capacidades y potencialidades locales. En este sentido,
nuestro trabajo debe aportar metodologías que construyan y potencien los saberes y
conocimientos locales (Gudynas y Evia. 1991). No olvidemos que el diagnóstico es un episodio
más en la vida del grupo o comunidad local. Por este motivo nuestra preocupación debe estar
puesta en el fortalecimiento del proceso, tomando parte pero no partido. Para superar las
dificultades que supone un trabajo de este tipo, muchos equipos de investigación optan por
realizar diagnósticos tradicionales.
Sin embargo, como puede verse en el estudio de Montevideo, es posible desarrollar procesos
que generen un compromiso intenso de los investigadores con el trabajo local.
Por otra parte, debemos recordar que los ritmos y urgencias de los grupos y comunidades
locales no siempre coinciden con el tiempo de los proyectos. Por este motivo, quienes llevan
adelante diagnósticos convencionales suelen ver la participación social como un obstáculo en
lugar de como un potencial. Pero “ir al ritmo del más lento”, no lleva necesariamente mucho
más tiempo. Es posible utilizar técnicas adecuadas a cada momento del proceso, que permitan
incorporar múltiples puntos de vista que difícilmente afloren en un proceso de diagnóstico
tradicional. Esto puede observarse en el capítulo que describe las metodologías empleadas en
Montevideo y Quito. Sólo con la construcción de confianzas mutuas entre los distintos actores
que "toman parte" del proceso, es posible llegar a buen puerto. Los ejemplos de diagnósticos
participativos analizados demuestran que se pueden incorporar distintos actores locales sin que
por esto el proceso pierda eficacia (aumentando los costos) o eficiencia (extendiendo a los
tiempos acordados).
78
Cuadro Nº4
Debemos reconocer que existe gran ambigüedad en lo que significa el concepto “participación”. En el
trabajo cotidiano nos encontramos frente a una variedad de procedimientos de participación impulsado
tanto por los gobiernos locales como por los distintos actores de la sociedad civil, que, aún sin
proponérselo, constituyen verdaderos frenos a la participación, entendida como el “tomar parte” en los
procesos que se gestan (Gudynas y Evia 1992).
Muchas veces, los gobiernos locales apelan a la “participación testimonial”, procedimiento mediante el
cual convocan a distintos actores de la sociedad civil a integrar comisiones de trabajo en las que el
gobierno mantiene la potestad d e la resolución final. Este tipo de participación busca legitimar decisiones
y acciones pero sin incorporar nuevos puntos de vista ni la opinión de la población en la constitución y/o
gestión de las agencias locales.
Un mecanismo que presenta un nivel mayor de “participación consultiva” o “deliberativa”, por la que un
actor (que puede ser un gobierno o una ONG) abre una instancia de consulta a diferentes sectores de la
sociedad civil, enfatizando la necesidad de lograr la explicitación de los distintos argumentos en disputa.
Generalmente existe la posibilidad de modificar las posiciones preestablecidas, aunque la mayor parte de
las veces, la dinámica que se establece no lo permite, ya que los tiempos de consultas son breves y los
procedimientos complejos, obligados a los grupos y comunidades locales a realizar un enorme esfuerzo
para organizarse y poder participar.
Por otra parte, algunas organizaciones ciudadanas expresan un tipo de participación que denominamos
“participación resistente” apoyada en lo que autores como Girardi (1999) o Rebellato (1996) denominan
“cultura de resistencia”. La participación así entendida prioriza el momento de confrontación al consenso,
generando una fuerte identidad comunitaria aunque no siempre contribuye el desarrollo de procesos de
gobernabilidad participativa (Santandreu y Gudynas 1997).
La variedad de formas, tipos y estilos de participación es enorme. Para el caso que nos ocupa, y de
acuerdo a los objetivos del PGU -ALC, algunas características sobre la participación ciudadana que se
pueden resaltar en estos conceptos son:
La participación ciudadana se funda en la idea de la redistribución del poder. Se privilegia el territorio local
como espacio de actuación, donde se propicia la participación real de la población para proponer,
fiscalizar y controlar las acciones del gobierno. La participación ciudadana debe estar en torno a
actividades públicas de interés social. La participación ciudadana forma parte en la preparación de
decisiones en forma directa y en la ejecución de los asuntos que se relacionan con sus intereses.
Debe ser una participación individual y/o colectiva, con un proyecto común. Como contraparte, la
participación ciudadana no debe reducirse a:
Las experiencias analizadas, cuya práctica concreta se ha venido construyendo y desarrollando los
actores locales, ha permitido tener claridad en su quehacer cotidiano y en su visión estratégica, y ello los
ha llevado a familiarizarse con los conceptos de participación ciudadana, ciudadanía, ámbito público,
descentralización, democracia integral, etc. y forman parte integrante del lenguaje utilizado para escribir
no sólo los contextos, sino las metas, los procesos e instrumentos empleados. Estos conceptos han sido
elaborados tomando en cuenta las elecciones aprendidas en el trabajo en distintas ciudades de ALC.
Superar estas prácticas, como parte de los procesos de diagnóstico participativo en AU, constituye un
verdadero desafío tanto para los gobiernos como para los grupos, organizaciones y comunidades locales,
a la vez que permite identificar los límites propios de los procesos participativos (Cuenca 2001).
79
6. CONSTRUYENDO UN ENFOQUE CONCEPTUAL INTEGRADOR
PARA LOS DIAGNÓSTICOS EN AU
Si consideramos los casos que se presentan en este documento, los diagnósticos de AU, han
abordado dicha actividad casi exclusivamente en lo que respecta al tipo, ubicación, destino y
actores. En ningún caso han dado cuenta del impacto la AU sobre los roles y relaciones sociales
tanto de las mujeres como de los hombres de diversas edades que desempeñan este tipo de
actividades. Tampoco aparecen referencias a cómo su actividad incidió en el acceso, uso y
control que tienen los distintos actores tanto sobre los recursos naturales y culturales cuanto
sobre el producto de dicha actividad.
Gran parte de las experiencias colectivas de AU en las ciudades de América Latina y El Caribe,
han sido originadas o han contado con una amplia participación de mujeres. En numerosas
ciudades, debido al cumplimiento de las responsabilidades domésticas que tradicionalmente les
han sido asignadas, las mujeres han tenido que garantizar, no solo la alimentación y la salud de
los miembros de la familia sino también, dependiendo de la situación económica de los hogares,
los ingresos necesarios para la subsistencia del conjunto familiar. Por todo esto la AU responde
efectivamente a varias de las necesidades prácticas de las mujeres.
Sin embargo, dicha constatación no da cuenta de lo que supone la práctica de AU, tanto en la
vida de las mujeres como en la del resto de miembros familiares. Por todo esto, es necesario
preguntarse: ¿Cuánto tiempo invierte cada miembro en las tareas que desarrolla? ¿Quién se
ocupa de garantizar el rie go? ¿Quién prepara los suelos? ¿Quién procesa los desechos orgánicos
y los convierte en abono? ¿Cuál es el destino de la producción? ¿Quién accede y quién controla
los ingresos por comercialización de los productos? ¿Quién es y no reconocido social o
económicamente por este trabajo?
80
Si en los diagnósticos no desagregamos los datos por género, obtendremos una visión
universalizante que niega las diferencias y que sugiere respuestas comunes a problemas que, en
la práctica, son distintos, profundizando de esa manera las diferencias y las inequidades.
¿Cómo?
1. Reconocer las diferencias de sexo, edad y etnia de la población involucrada en las prácticas
de la AU.
2. Reconocer que las mujeres y los hombres tienen diferentes necesidades debido a los
diferentes roles que desempeñan en la sociedad.
3. Incorporar la perspectiva de género a los diagnósticos participativos, a fin de que den cuenta
de manera diferencial de los aspectos básicos de la situación, participación, demandas y
propuestas de mujeres y hombres, estableciendo los mecanismos que mantienen a las
mujeres en desventaja.
Muchos de estos aspectos pueden identificarse con claridad en el Diagrama 4, que muestra las
diferencias existentes entre sexo y género.
81
Diagrama Nº4
En uno de sus libros, el escritor Eduardo Galeano (1992) cuenta que un día tres ciegos se
enfrentaron a un elefante. "Uno de ellos le palpó el rabo y dijo: Es una cuerda. Otro ciego
acarició una pata y opinó: Es una columna. El tercer ciego apoyó la mano en el cuerpo y
advirtió: Es una pared".
Algo similar le sucede a muchos técnicos que, enfrentados al desafío de realizar un diagnóstico
en AU, sólo consideran la información secundaria existente, sin incorporar al proceso el
conocimiento de la población ("expertos/convivenciales").
En el mejor de los casos, los diagnósticos sólo consideran los aspectos ambientales vinculados a
la gestión de los recursos naturales y la provisión de servicios urbanos (agua potable,
saneamiento, disposición de residuos sólidos, etc.), olvidándose por ejemplo, de vincular el
ambiente percibido con las prácticas de AU desarrolladas por los grupos y comunidades locales.
Sin embargo, es necesario tener en cuenta la percepción que dichos grupos tienen del ambiente,
no sólo al momento de realizar diagnósticos participativos, sino también al formular y ejecutar
los Planes de Acción derivados de ellos.
Todo diagnóstico en AU debe reconocer que tanto la percepción y valoración del ambiente
natural y construido, así como las experiencias de vida, expectativas y necesidades que tienen
mujeres y hombres, jóvenes y adultos mayores es distinta. La experiencia ha demostrado que sin
la incorporación de este conocimiento, los procesos de diagnóstico pueden contribuir a generar
políticas que impacten negativamente , en el ambiente empeorando la situación de las mujeres,
los jóvenes y los adultos mayores, transformando a los "potenciales beneficiarios” en “seguros
perjudicados”.
82
Pero no sólo la percepción y valoración del ambiente son diferentes para mujeres y hombres de
distintas edades. También sus necesidades y prioridades son distintas debido a que unos y otras
desempeñan diferentes papeles en el hogar, los grupos, comunidades y movimientos sociales a
las que pertenecen; tienen acceso y control diferenciado sobre los recursos y se enfrentan con
limitaciones distintas al momento de desarrollar sus actividades de AU.
Ya sea al realizar Talleres Participativos como al aplicar otras técnicas (encuestas o entrevistas),
los diagnósticos realizados consideraron que los miembros de un hogar tienen las mismas
necesidades, cuando en realidad las necesidades de las mujeres, los jóvenes o los adultos
mayores no fueron expresadas. Por este motivo, se deben considerar los distintos papeles y
funciones que desempeñan las mujeres y los hombres, los jóvenes y adultos mayores y los
integrantes de culturas y etnias minoritarias en la división del trabajo, el acceso y control a los
recursos, en el desarrollo de actividades de AU y en la conservación del ambiente.
Un Enfoque Conceptual Integrador debe incorporar otros temas, tales como el ordenamiento
urbano; la reutilización de residuos orgánicos para compost y alimento de animales; el re-uso de
aguas residuales tratadas para riego; la estética y el cuidado del paisaje; el rescate de la
biodiversidad agrícola urbana; la seguridad alimentaria; la generación de empleo y la mejora de
la calidad de vida.
83
embargo, muchas veces estos programas se desarrollan desconectados unos de otros,
evidenciando la falta de un Enfoque Conceptual Integrador.
Todos los diagnósticos revisados incorporaron un conjunto de temas mucho más amplio que los
específicamente referidos a la AU. Por ejemplo, en Puerto Cortés, la AU se consolidó como una
estrategia eficiente para enfrentar los daños ocasionados por el Huracán Mitch. En esta ciudad,
el gobierno local incorporó la preocupación por la seguridad alimentaria y la producción de
alimentos junto a la conservación de la zona proveedora de agua para la ciudad. Algo similar
sucedió en Curaçá, donde el gobierno local consolidó una experiencia de Huerta Comunitaria,
como parte de una estrategia de inclusión social.
Por este motivo, los diagnósticos y planes de intervención en AU deben incorporar aspectos y
actores relacionados a temas tales como: residuos sólidos, contaminación de aguas, situación de
las viviendas, seguridad alimentaria, normativa, ordenamiento territorial, comercialización y
políticas de inclusión social.
Los diagnósticos en AU deben ayudar a planificar en forma integral la gestión del ambiente
urbano, minimizando los impactos ambientales negativos, incorporando la perspectiva de
género y generacional en la construcción de políticas públicas, ordenamiento territorial y
provisión de infraestructura urbana. La incorporación de estos y otros aspectos a los procesos de
diagnóstico facilita la elaboración y puesta en marcha de otras acciones, como por ejemplo
Planes de Acción Participativos o Programas de Acciones Prioritarias.
Como puede verse, la mayor parte de los diagnósticos realizados en la Región han incorporado
técnicas participativas, aunque no siempre como parte de metodologías de intervención. La
construcción de procesos participativos es poco frecuente aún. Si bien, se han incorporado
diversos temas, que no siempre se relacionan a las actividades de AU, la dimensión ambiental y
la perspectiva de género y generacional siguen estando ausentes en la mayor parte de los
estudios analizados. Pese a esto, es posible identificar herramientas innovadoras que hacen
pensar que es posible desarrollar técnicas rápidas, participativas y de bajo costo para la
realización de diagnósticos en AU.
84
Cuadro Nº5
Es necesario incorporar la perspectiva de género a lo largo de todo el proceso de diagnóstico en AU. Por
este motivo, vale la pena precisar algunos conceptos que deberemos incorporar a nuestro marco
conceptual y metodológico. A continuación presentamos algunas de los más importantes (Programa
Mundial de Alimentos. S/d; Moser. 1993; HABITAT. 1995).
?? Análisis de género: Examen de los procesos sociales que considera los papeles y funciones que
desempeñan las mujeres y los hombres, incluyendo temas tales como la división del trabajo y el
acceso a los recursos y su control, así como los factores socioeconómicos y sociales que afectan a
mujeres y hombres. El análisis de género también implica la investigación sistemática del impacto
diferente que tiene el desarrollo en las mujeres y en los hombres.
?? Ceguera de género: Actitud que hace que pasen desapercibidas y desatendidas las relaciones
sociales entre mujeres y hombres.
?? Conciencia de género: Ver y entender la diferencia entre las necesidades, deseos, visión, roles, etc.
de las mujeres y los hombres.
?? Conciencia de los temas de género: capacidad de percibir que las experiencias de vida, las
expectativas y las necesidades de mujeres y hombres son diferentes, lo que a menudo comporta
desigualdades que pueden ser corregidas. En los proyectos de desarrollo, la conciencia en los temas
de género significa percibir y conocer las diferentes maneras en que los hombres y mujeres
participan en el proceso de desarrollo y en que éste afecta y beneficia a unos y otras. La experiencia
ha demostrado que sin este reconocimiento las intervenciones de desarrollo no solamente no logran
satisfacer las necesidades de las personas a las que se pretende ayudar, sino que además pueden
empeorar la situación de las mujeres.
?? Género: Se relaciona con las diferencias sociales, económicas y políticas existentes entre las
mujeres y hombres.
85
Cuadro Nº5 (continuación)
?? Necesidades Prácticas: Son las necesidades identificadas por las mujeres y los hombres que
surgen a partir de la tradicional división del trabajo por género. Las NPG son una respuesta a la
necesidad que se percibe material y concretamente en un contexto específico. Normalmente estas
tienen que ver con deficiencias en las condiciones de vida como la provisión de agua, el cuidado de
la salud y el trabajo.
?? Perspectiva de género: Enfoque que introduce un marco de análisis que ha de utilizarse para
determinar, en las intervenciones de desarrollo, cómo influyen las mujeres y los hombres en las
políticas, programas, proyectos y actividades, y de qué manera son afectados por éstos.
?? Sexo: Se relaciona con las diferencias biológicas existentes entre las mujeres y hombres.
2. ¿Es posible realizar diagnósticos participativos en AU en todas las ciudades? ¿Qué aspectos
pueden dificultar esto?
4. ¿Es posible incorporar al trabajo de diagnóstico a los sectores no organizados? ¿Es útil
hacerlo?
8. ¿Es posible articular el marco lógico del proyecto con los procesos de intervención y
construcción de conocimiento? ¿Es útil? ¿Por qué?
86
Bibliografía citada
87
Lecturas complementarias
88
DIAGNÓSTICO VISUAL RÁPIDO
ELABORADO EN MONTEVIDEO:
UNA METODOLOGÍA RÁPIDA,
DE BAJO COSTO Y PARTICIPATIVA
1. INTRODUCCIÓN
En la ciudad de Montevideo tanto el gobierno local como los ciudadanos y las organizaciones
de la sociedad civil promueven la elaboración de planes y diagnósticos participativos y la
implementación solidaria de programas de AU dedicados tanto el autoconsumo como a la
comercialización.
El diagnóstico identificó las principales prácticas que se registran en la ciudad, así como su
distribución primaria en el suelo urbano. El trabajo de campo permitió avanzar en la
comprensión de las características más relevantes de los productores, así como las experiencias
llevadas adelante por organismos públicos (IMM, escuelas, universidad, etc.) y de la sociedad
civil (productores, ONG’s, etc.). Paralelamente, se revisó el estado alimentario y el marco
normativo vigente en la ciudad. Como metodología principal del trabajo, el equipo de
investigadores utilizó el Diagnóstico Visual Rápido (DVR); una metodología participativa de
Diagnóstico en Agricultura Urbana (AU), desarrollado por el Centro Latino Americano de
Ecología Social - CLAES (Montevideo, Uruguay), que permite incorporar a los grupos y
comunidades locales a un proceso participativo de construcción de conocimiento "de abajo
hacia arriba".
89
En Los Bulevares, un barrio ubicado en el oeste de la ciudad, se aplicó el DVR como parte de
un diagnóstico en AU, que incorporó al estudio la cría de cerdos en asentamientos irregulares
(también conocidos como cantegriles, favelas, callampas, pueblos jóvenes, etc.) y la presencia
de actividades de AU en otras zonas de la ciudad. El DVR se realizó en el período entre
noviembre 1999 y enero 2000. Su aplicación permitió identificar en poco tiempo y con escasos
recursos, los componentes ambientales, naturales y construidos; los tipos de actividades de AU
y su vinculación con la seguridad alimentaria y la mejora del ambiente urbano y el paisaje.
El DVR permite realizar diagnósticos en zonas urbanas y peri - urbanas con densidad de
población baja o media y nivel de edificación bajo o medio. Sus distintas etapas combinan
trabajo de campo y de escritorio (o gabinete) y se presentan en la Tabla 13.
Tabla Nº13
Fuente:Elaborado por Santandreu (2000) en b ase a Villasante. (2000); Martí. (2000) y Gudynas y Evia.
(1991)
90
El DVR utiliza un variado grupo de técnicas como parte de su proceso participativo de
construcción.
Diagrama Nº5
CE
RR
AR
RIR RIR
AB AB
Una mirada al proceso seguido en la ciudad de Montevideo permite ver la aplicación concreta
del DVR.
91
2.1.2 Conformación del Grupo Interactuante (GI)
Para realizar el diagnóstico, se formó un Grupo Interactuante (GI) con los miembros del EI y
vecinos del Barrio Los Bulevares. El GI funcionó como el espacio de referencia local que se
incorporó en forma permanente al trabajo y participó en todas las etapas del proceso de
diagnóstico. De esta forma los vecinos aportaron sus distintos puntos de vista al proceso de
construcción de conocimiento e información.
Es importante recordar que los criterios para determinar la zona de estudio deben considerar una
valoración tanto técnica como social y política que responde al nivel de información disponible
y a los intereses que tienen los distintos actores en el diagnóstico o intervención: gobiernos
locales (criterios políticos); grupos o comunidades locales (criterios sociales y ambientales) e
integrantes del equipo de investigación (criterios técnicos).
Todo diagnóstico debe partir de una definición y tipología que incorporen el conjunto de casos
que se prevén encontrar en el trabajo de campo. Por este motivo, como parte del proceso de
conceptualización se debe adoptar una definición de AU que responda a la realidad en la que se
va a trabajar (Ver Capítulo 4). La definición y tipologías elaboradas en Montevideo se presentan
en los Capítulos 1 y 2.
92
necesario realizar talleres participativos incorporando vecinos que no participaban en el GI. Es
importante tener en cuenta que las tipologías definidas deben estar sujetas a revisión a lo largo
del proceso de diagnóstico.
Cuadro Nº6
En los bulevares la zona de estudio se definió a partir de la evaluación positiva de un proyecto de huertas
con mujeres, implementando entre 1993 y 1995 por una ONG local (Grupo de Estudios sobre la Condición
de la Mujer – Gremcu).
Para la identificación de los datos de contexto se aplicaron distintas técnicas. Por ejemplo, para
conocer las organizaciones sociales y sus relaciones, se utilizó el Diagrama de Venn (Ver
Capítulo 8. N16), mientras que para obtener información básica se usaron técnicas como los
Mapas Cognitivos (Ver Capítulo 8. N11), la Lluvia de Ideas (Ver capítulo 8. N9) y el FODA
(Ver Capítulo 8. Nº22). Esta información obtenida en campo, se complementó con datos
93
estadísticos e información histórica obtenida a través de diversas técnicas (revisión
bibliográfica, etc.).
El proceso de conceptualización del contexto permitió construir, a escala local y con una mirada
histórica, una matriz de datos sociales, culturales y ambientales. En esta etapa se identificó el
contexto organizativo en el que se desarrolló el diagnóstico, así como las fortalezas y
debilidades del grupo o comunidad local. Al identificar la evolución de los componentes
naturales se incorporaron datos sobre el clima, principales tipos de suelo, paisaje dominante,
principales especies animales y vegetales, etc. Los componentes construidos permitieron
identificar la variación en el número de construcciones, su distribución, la presencia de obras de
infraestructura urbana como puentes, calles, carreteras, etc.
Diagrama Nº6: Croquis de realizado por los vecinos del barrio Los Bulevares
(Montevideo), en el que se aprecia el uso del suelo en el predio y actividades
de AU identificadas, (hierbas medicinales, árboles para sombra).
94
2.4.2 Diagrama de Predio
Para realizar los Diagramas de Predio (Ver Capítulo 8. N°11) se seleccionó una muestra
representativa tomando como base la información obtenida con las fichas de diagnóstico. Para
facilitar la participación de la comunidad fue necesario realizar un entrenamiento mínimo.
Los Diagramas de Predios permitieron obtener, en poco tiempo, valiosa información sobre el
ambiente natural y construido, listados de especies y presencia de AU en la zona de estudio. En
este caso, la información aportada por el DV permitió calcular, con mayor exactitud, la
representatividad de la muestra a la que posteriormente se le aplicó la Encuesta. (Ver Capítulo
8. N°21)
2.5 Entrevistas
95
2.6 Encuesta participativa
En el barrio Los Bulevares, tanto el proceso de elaboración del formulario, como la aplicación
de una encuesta fue realizado por los miembros de la comunidad incorporados al GI. Para su
ejecución, fue necesario realizar un taller de entrenamiento. De esta forma, se elaboró un
formulario conteniendo los principales temas de interés para los actores locales, presentados en
un lenguaje sencillo. La Encuesta (Ver Capítulo 8. N°21) es una técnica que permitió obtener
información cuantificable. En el proceso de elaboración participativa del formulario se
utilizaron técnicas como la Lluvia de Ideas (Ver Capítulo 8. N°9) y Conversando con Tarjetas
(Ver Capítulo 8. N°8). Se formaron Grupos Testigo (Ver Capítulo 8. N°3) que identificaron los
principales temas y preguntas a ser incorporadas en el formulario.
En el informe final del Estudio de Base realizado en el Barrio Los Bulevares se incorporaron
cuadros y diagramas; mapas (cartografía ya existente y mapas auto construidos por los
miembros de la comunidad local); diagramas de predios (elaborados como parte del DV), etc.
A partir de la información relevada, y como paso final del DVR, fue posible construir un Plan
de Acción en AU con la participación de los distintos actores locales, hayan o no trabajado en el
diagnóstico. En la ciudad de Montevideo se realizó un FODA (Ver Capítulo 8. N°24), con el
que se identificaron las fortalezas, oportunidades, debilidades y amenazas a las que se enfrenta
el grupo o comunidad local en su trabajo. Sin embargo, esta etapa no pudo finalizarse,
obteniéndose sólo una Matriz FODA.
3. OBSERVACIÓN FINAL
El DVR es una metodología que permite realizar diagnósticos en AU en zonas urbanas y peri -
urbanas de ciudades de ALC con densidad de población baja y media y nivel de edificación bajo
y medio. El DVR se realiza en escala micro y determina los componentes que un observador
puede identificar. El eje de la metodología lo constituye el Diagnóstico Visual (DV) que permite
96
obtener en forma rápida y participativa mediante la realización de Diagramas de Predios y la
obtención de información de contexto, datos básicos sobre el ambiente natural, construido y la
presencia de actividades de AU. La información obtenida con la aplicación del DV se
complementa con la realización de encuestas, entrevistas y el procesamiento de información
secundaria e histórica.
Tabla Nº14
Características Atributo
Fácilmente apropiable Evitando la dependencia de los actores locales en relación con los
técnicos externos (consultores), facilitando a los procesos de gestión
ambiental la incorporación de conocimientos y saberes generados por
los grupos y comunidades locales.
Rápida Permitiendo generar bases de datos locales en un tiempo relativamente
breve (3 a 6 meses), como insumo previo a la planificación territorial y
ambiental y al diseño de políticas de gestión ambiental urbana.
Económica Disminuyendo la dependencia de los gobiernos locales de las
financiaciones provenientes de los gobiernos centrales y las agencias
internacionales.
Participativa Facilitando la incorporación de las comunidades locales en los procesos
de formulación, ejecución, evaluación y gestión.
Confiable Generando datos propios y adaptados a las necesidades locales.
Sustentable En tanto apuesta a generar espacios de intercambio socialmente
aceptados por los distintos actores locales.
Fuente: Elaboración propia
El DVR es, por lo tanto una metodología sustentable y fácilmente apropiable por los actores
locales (gobiernos, técnicos y comunidades), es rápida, económica y participativa; genera
información confiable, aportando elementos de diagnóstico útiles tanto para quienes toman
decisiones como para el trabajo de grupos o comunidades locales.
Bibliografía consultada
97
Martí, J. (2000) “La investigación – Acción – Participativa. Estructura y fases”, En: Villasante,
T.; Montañes, M. y Martín, P. (2000) La investigación social participativa.
Construyendo ciudadanía/1. 73-117. El viejo Topo. España.
Moss, W. y Mazikana, P. (1986) Crónica de la Historia oral y la tradición oral. En: “Los
archivos, la historia oral y la tradición oral”, UNESCO, París.
Santandreu, A y Gómez, A. 2000. La agricultura urbana en la ciudad de Montevideo. PGU-ALC
(en prensa).
Villasante, T. (2000) "Síntomas/paradigmas y estilos éticos/creativos" En: Villasante, T.;
Montañes, M. y Martín, P. (2000) La investigación social participativa. Construyendo
ciudadanía/1. 73-117. El viejo Topo. España.
98
METODOLOGÍA DE INVESTIGACIÓN
DESARROLLADA PARA EL DIAGNÓSTICO DE AU
EN EL DISTRITO METROPOLITANO DE QUITO
La ciudad de Quito (capital del Ecuador) se levanta a una altura de 2.810 msnm. Quito fue
declarada como Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO en 1979 y hasta hoy se
puede percibir el aire tradicional y antiguo de las calles, plazas e iglesias en el Centro Histórico
de la Ciudad. Junto a esto se encuentran los servicios, la infraestructura y la industria propias de
una ciudad de más de un millón de habitantes.
A pesar del rápido crecimiento que ha experimentado la ciudad, aún se han preservado prácticas
agrícolas en las áreas intra-urbanas y peri-urbanas, debido a las tradiciones y prácticas de sus
habitantes, que constituyen un rasgo histórico – cultural muy importante dentro del mundo
andino.
99
2. FASES DEL PROCESO DE DIAGNÓSTICO PARTICIPATIVO
Diagrama Nº7
Reconocimiento de Campo
Estudio Bibliográfico
Preparación y validación de la
encuesta metodológica
Codificación, depuración
y análisis
Fase de Síntesis (IV)
Síntesis
Documento Final
100
2.1 Fase Preparatoria y de Organización
El primer paso de esta fase fue la conformación de un equipo multidisciplinario con experiencia
en temas relacionados con agricultura y en aspectos sociales. El equipo fue constituido por dos
funcionarios municipales, un agrónomo privado y dos pasantes de apoyo. La primera labor del
equipo fue la construcción de un plan de acción con estrategias de planificación, organización y
evaluación, para determinar los objetivos específicos y concretar las actividades. Esta fase
delimitó responsabilidades, la secuencia de actividades a seguir en las siguientes fases y su
delimitación temporal.
Foto Nº14: Las zonas de estudio se definieron a partir de visitas realizadas por
el Equipo de Investigación, técnicos municipales y la comunidad (Dubbeling.
2000).
101
La información se obtuvo hablando con la gente de los proyectos y visitando las experiencias.
Dentro de las visitas se tomaron fotografías para la documentación de los proyectos visitados y
apuntes escritos de las informaciones obtenidas. En todos los casos, las experiencias visitadas
fueron discutidas por el equipo después de las visitas.
Con el universo de barrios y parroquias visitadas, se priorizaron y determinaron los barrios con
los que se iba a trabajar en la siguiente fase; En base a los siguientes criterios: interés municipal,
nivel de organización, percepción urbana y ubicación.
Una vez seleccionados los barrios con los que se iba a trabajar, se aplicó una encuesta básica
proporcionada por el Programa de Gestión Urbana (PGU-ALC/UN-HABITAT) y reformulada y
validada por el equipo de investigación (se desarrolla más al respecto, en la Fase de Ejecución
Específica).
Una vez determinados los barrios en los que se iba a trabajar en esta fase, los siguientes pasos
fueron la preparación (adaptación del formato de encuesta entregado por el PGU-ALC/UN-
HABITAT, a la realidad del proceso de investigación),prueba y validación del formulario de
encuesta o instrumento a ser utilizado en el levantamiento de la información primaria.
Cuadro Nº7
Formato del formulario para aplicar la técnica Delphi
1. Favor, sugerir 5 barrios o parroquias en las que existen prácticas de agricultura urbana
---------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
---------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
2. ¿Qué criterios utilizaron para seleccionar a los barrios o parroquias arriba indicados?
---------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
---------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
3. Favor, definir qué entiende por “urbano”
---------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
------------------------------------------------------------------------
4. ¿Qué previsión tiene su administración o agencia zonal, en el campo de la agricultura urbana?
----------------------------------------------------------------------------------------------------------
----------------------------------------------------------------------------------------------------------
Utilizando la técnica Delphi (Ver Capítulo 8. N°19) se envió este formulario a distintos técnicos
municipales de las Administraciones Zonales en las que se desarrolló el diagnóstico, con el objetivo de
conocer su opinión con respecto a la presencia e importancia de la AU en el DMQ.
102
Para la aplicación de las Encuestas (Ver Capítulo 8. N°21) la estrategia fue convocar a los
actores de determinados barrios, vinculados o no con la actividad, a través de las
administraciones zonales. Si los actores no estaban haciendo prácticas de AU, eran invitados por
su interés para realizar este tipo de actividades.
3. TÉCNICAS USADAS
3.1 Talleres de trabajo
Foto Nº15: Un grupo de vecinos participa de una jornada de trabajo como parte
del diagnóstico en AU en el barrio El Panecillo ( Quito). (Dubbeling 2000)
3.2 Entrevistas
103
consultó al PGU-ALC/UN-HABITAT, la RED AGUILA y sobre todo se consiguió información
de los departamentos municipales del MDMQ. Más contactos se encontraron por medio de
sugerencias de los/as entrevistados/as en las instituciones visitadas. No todas las instituciones
visitadas tenían relación con el tema de la AU, es decir, no trabajaban en esta temática ni tenían
información.
3.3 Encuesta
El seguimiento al proceso contempló reuniones semanales del equipo de trabajo, en las que se
evaluó los resultados que cada miembro estaba alcanzando y se planificó las actividades
siguientes. Este proceso permitió flexibilizar la metodología a medida que se iban incorporando
nuevos argumentos al trabajo del Diagnóstico. Durante este mismo proceso, se contempló un
ejercicio de confrontación de la teoría con la práctica, lo que permitió, entre otras cosas,
elaborar una herramienta metodológica de difusión para otras ciudades involucradas en
Diagnósticos de AU.
3.5 Video
104
4. LOGROS Y DIFICULTADES
4.1 Logros
4.2 Dificultades
?? Que no existe en Quito bibliografía relacionada con la AU; dos miembros del equipo de
trabajo para el Diagnóstico de AU se desplazaron a la Ciudad de Cuenca, con la finalidad de
conocer la experiencia de AU en esa ciudad, y obtener información documentada al respecto.
?? Que no existe documentación o sistematizaciones de experiencias de AU, en el ámbito
municipal o externos.
105
5. RECOMENDACIONES PARA DIAGNÓSTICOS SIMILARES
Al menos uno de los miembros que constituye el equipo de investigación para un diagnóstico,
deben ser miembro de la Municipalidad donde se implementará el diagnóstico; esto facilita la
comunicación interdepartamental y la obtención de información, así como sugerencias para la
mejor estrategia de entrada a su jurisdicción, a través de las dinámicas internas municipales.
Bibliografía consultada
106
CAJA DE HERRAMIENTAS
Todo diagnóstico debe utilizar las técnicas más adecuadas para recabar la información
necesaria. Si el diagnóstico es participativo, es necesario tener en cuenta que las técnicas que se
utilicen deben permitirnos desarrollar un proceso de intervención y construcción de
conocimiento que incorpore los distintos puntos de vista propios de los grupos y comunidades
locales.
En el presente capítulo se incluyen las principales técnicas que fueron utilizadas en los
diagnósticos que sirvieron de base para la elaboración de este manual. Su estructura es
sumamente sencilla. Al presentar cada técnica se describe su objetivo, los materiales necesarios
para su realización, los ejecutores y participantes así como los pasos a seguir para su
implementación. Para las menos frecuentes, se incorporó una breve descripción de los
principales criterios que deben ser tenidos en cuanta al realizar el análisis. Como muchas de las
técnicas que presentamos son conocidas en distintos países de la Región con diferentes
nombres, al pie de cada ficha se identifica la ciudad en la que fue utilizada y la o las fuentes
bibliográficas consultadas para su elaboración. Para quienes tengan interés en ampliar su
conjunto de técnicas, se incluye una bibliografía.
Con el objetivo de lograr una mejor comprensión tanto de su utilidad como pertinencia, las
técnicas que se presentan a continuación se organizaron siguiendo los criterios de intervención
presentados en el Capítulo 5.
107
El primer grupo denominado Técnicas de grupo o técnicas transversales (1 a 7) suelen ser
utilizadas al inicio del proceso. Algunas nos permiten romper el hielo y generar espacios de
confianza y seguridad entre los participantes, mejorando su capacidad de escucha y observación.
Otro grupo nos ayudan a formar y dinamizar grupos. Finalmente, presentamos técnicas para
realizar evaluaciones rápidas del trabajo realizado. El uso de técnicas transversales facilita la
reflexión colectiva al inicio del proceso de intervención.
Un segundo grupo son las denominadas Técnicas para la delimitación del problema (8 a 10)
que nos permiten identificar, con mayor precisión, los temas y problemas que se abordarán en el
proceso participativo de intervención. La mayor parte de estas técnicas suelen ser utilizadas en
los los talleres o asociadas a las técnicas destinadas a obtener información cuantitativa,
cualitativa, etc. La incorporación de la percepción y valoración de género y ambiente, se ven
facilitadas utilizando técnicas como las que aquí se presentan.
Un tercer grupo son las Técnicas para facilitar el desarrollo del diagnóstico (11 a 22). Aquí
presentamos técnicas útiles para obtener información cuantitativa y cualitativa identificando los
distintos grupos e instituciones que participan del proceso. También nos permiten identificar las
contradicciones presentes, tanto al interior de los grupos locales, como del equipo de
investigación. Recordemos que, a lo largo del proceso participativo de intervención es
importante utilizar técnicas que permitan incorporar el conocimiento de los no organizados. En
este grupo, también se detallan algunas técnicas útiles para procesar una encuesta y calcular una
muestra representativa.
108
III. TÉCNICAS PARA FACILITAR EL DESARROLLO DEL DIAGNÓSTICO
11. Diagrama de predios
12. Mapas cognitivos, mapas mentales o mapas de recursos por género
13. Granos de maíz
14. Caminata transversal o transecta
15. Percepción y valoración de organizaciones. Diagrama VENN o Diagrama de tortilla
16. Entrevistas
17. Elaboración participativa de un formulario para censo o encuesta
18. Delphi o Delfi
19. Censo participativo
20. Encuesta participativa
21. Cómo procesar datos obtenidos mediante la técnica de encuesta
22. Cómo calcular una muestra representativa
109
TÉCNICAS DE GRUPO O TÉCNICAS TRANSVERSALES
PARA ROMPER EL HIELO
1. EL PIC NIC
Con el PIC NIC los participantes pueden conocerse en forma rápida y divertida. Por otra parte,
ayuda a reflexionar sobre la necesidad de participar en un proceso de diagnóstico sin pre-
conceptos.
MATERIALES Ninguno
110
2. PRESENTACIÓN EN PAREJAS
Esta técnica permite, en forma rápida y dinámica, que los participantes de un taller se conozcan
y generen confianzas mutuas para el trabajo.
MATERIALES Ninguno
111
TÉCNICAS DE GRUPO O TÉCNICAS TRANSVERSALES
PARA FORMAR GRUPOS
3. FORMACIÓN DE GRUPOS TESTIGOS
En el trabajo con metodologías participativas, frecuentemente se deben formar grupos con los
que se desarrollan distintas técnicas. Los Grupos Testigos permiten comparar los resultados que
se obtienen al aplicar otras técnicas como por ejemplo la “Lluvia de ideas” o “Conversando con
tarjetas”.
MATERIALES Ninguno
112
TÉCNICAS DE GRUPO O TÉCNICAS TRANSVERSALES
PARA DINAMIZAR EL GRUPO
4. JUEGO DE LA SILLA (DOS VERSIONES)
Esta técnica permite motivar y dinamizar al grupo que participa de un taller. Un diagnóstico
participativo se apoya en la incorporación de actores y en la confianza generada entre los
mismos. Con esta técnica es posible comparar una actividad que elimina con una que integra
participantes. Mientras que en la versión clásica, en cada vuelta aumenta en número de
participantes excluidos; en la versión cooperativa, el objetivo del juego pasa a ser el desarrollo
de estrategias colectivas que permitan incorporar a todos los participantes.
113
En la versión clásica, una vez que la música se
detiene por cada silla solo hay un participante.
114
TÉCNICAS DE GRUPO O TÉCNICAS TRANSVERSALES
PARA MEJORAR LA ESCUCHA Y LA OBSERVACIÓN
5. EL MENSAJE
El Mensaje resulta sumamente útil para identificar las dificultades que se presentan en un
diagnóstico al momento de seleccionar y recoger información.
115
Posteriormente se le pide que dibuje sobre la
espalda de quien se ha ubicado antes en la fila
con su dedo índice la misma figura que ha
dibujado en el papel. A medida que cada
participante va recibiendo el mensaje, debe
trasmitirlo a quien tiene al frente.
116
6. EL PUENTE
Con El Puente los participantes se relacionan generando espacios de confianza mutua; encuentro
y proximidad como forma de superar el desafío propuesto. Es muy útil para identificar aquellos
participantes que enfrentan temores o reticencias al acercamiento y trabajo con otros.
117
Ningún participante puede abandonar la fila
mientras el grupo está desarrollando la consigna
propuesta. Todos los participantes deben
ayudarse.
118
PARA EVALUAR
7. TELA DE ARAÑA
Esta técnica es útil tanto para la presentación, como para la evaluación del trabajo realizado en
el taller. En algunos casos puede utilizarse como técnica de identificación de los líderes y las
redes locales. Si se aplica como dinámica de presentación, ayuda a que los participantes se
conozcan de una forma rápida y divertida. Usada como dinámica de evaluación permite que
cada participante pueda compartir su valoración de la actividad expresándose libremente. Como
dinámica de identificación facilita la identificación grupal de los líderes naturales. Esta técnica
ayuda a identificar en forma clara y gráfica las distintas redes sociales que se mueven en el
barrio.
119
3.Una vez que todos los participantes tienen un
extremo del hilo, puede verse formada la tela
de araña. En este momento, es posible
reflexionar sobre la necesidad de trabajo en red
como una estrategia participativa de
intervención.
120
TÉCNICAS PARA DELIMITAR EL PROBLEMA
8. CONVERSANDO CON TARJETAS
Esta técnica puede ser utilizada tanto al inicio como al final del diagnóstico de AU. Permite
identificar actores, temas, preguntas y posibles soluciones, ayudando a que se vean los acuerdos
y desacuerdos obtenidos en el grupo o comunidad local. Frecuentemente se combina con otras
técnicas, por ejemplo suele ser el paso previo a la elaboración del formulario de la encuesta.
(Ver elaboración participativa de un formulario para censo o encuesta)
121
Cada integrante del grupo o comunidad local
escribe sus respuestas utilizando una tarjeta
para cada respuesta.
122
9. LLUVIA DE IDEAS
Esta técnica puede ser utilizada tanto al inicio como al final del diagnóstico de AU. Permite
identificar actores, temas, preguntas y posibles soluciones, ayudando a identificar los acuerdos y
desacuerdos obtenidos en el grupo o comunidad local. Frecuentemente se combina con otras
técnicas, por ejemplo, suele ser el paso previo a la elaboración del formulario de la encuesta
123
Posteriormente se realiza una discusión
colectiva en la que cada grupo testigo realiza
una presentación de sus conclusiones.
124
Tabla Nº15
SEGURIDAD ALIMENTARIA
1. Tipo de comidas
PLAGAS PLAGAS
1. Existencia de plagas 1. Existencia de plagas (hormigas,
(hormigas, roedores, roedores, cucarachas, etc.)
cucarachas, etc.)
AMBIENTE
1. Cuidado del monte
Para aplicar esta técnica se formaron Grupos Testigos integrados por los miembros de la
comunidad local. En cada grupo, un Integrante del Equipo de Investigación asumió el rol de
facilitador, llevando el registro de los temas y moderando la discusión. Una vez finalizado el
trabajo en grupos, se elaboró la matriz que fue discutida en el plenario.
En la matriz pueden observarse los temas que se repiten y aquellos que sólo aparecen en un
grupo. Esta técnica sirvió como base para elaborar el Formulario Participativo para la Encuesta.
125
10. GRUPOS FOCALES
Los grupos focales son conjuntos más o menos homogéneos de personas que se identifican
alrededor de intereses y objetivos comunes, alcanzables mediante el trabajo colectivo.
126
integrante del Equipo de Investigación registra
las conclusiones. Para incorporar la perspectiva
de género y generacional es conveniente formar
grupos de hombres y mujeres, jóvenes y adultos
mayores por separado.
127
TÉCNICAS PARA FACILITAR
EL DESARROLLO DEL DIAGNÓSTICO
11. DIAGRAMA DE PREDIOS
Los Diagramas de Predios son una herramienta utilizada frecuentemente en las metodologías de
Investigación Rural Participativa y la Ecología del Paisaje. Los diagramas pueden ser realizados
tanto por los investigadores como por los integrantes del grupo o comunidad local que
participan del diagnóstico y permiten obtener, en forma rápida y participativa, valiosa
información sobre los componentes naturales, construidos, y humanos, y las actividades de AU
presentes en la zona a estudio.
128
los criterios definidos por el grupo, por ejemplo,
predios con actividad, predios sin actividad,
etc.) como representativa (calculada basándose
en una formula estadística sobre el tamaño de la
muestra).
129
PROCESAMIENTO DE
LA INFORMACIÓN En el análisis de los Diagramas de Predios se
discute con los participantes del taller. En un
primer momento se identifican los elementos
naturales y construidos presentes en el
Diagrama. Por ejemplo, puede identificarse la
distribución y el tamaño de las casas,
cobertizos, galpones, viveros, etc. (elementos
construidos) con relación a los cultivos,
árboles, etc. (elementos naturales) presentes en
cada predio.
130
Cuadro Nº8:
En este diagrama pueden observarse los elementos construidos: dos casas, el vivero, el camino y
las cercas; y los elementos naturales: los distintos cultivos y árboles. También puede verse la
distribución de dichos elementos en el terreno. El espacio dedicado a las construcciones es más
pequeño que el que se utiliza para las actividades de AU. Esta técnica permite elaborar un
listado de las especies identificadas por quien realiza el Diagrama.
131
12. MAPAS COGNITIVOS, MAPAS MENTALES O
MAPAS DE RECURSOS POR GÉNERO
Los Mapas Cognitivos, Mentales o de Recursos por Género son la expresión, generalmente
gráfica, de los componentes de género y generacional, naturales y construidos, sociales y
culturales que son percibidos y valorados como más relevantes por los integrantes de los grupos
o comunidades locales. Los mapas pueden ser realizados tanto por los investigadores, a partir de
un relato individual o colectivo, como por los propios integrantes del grupo o comunidad local.
(La definición de componente “natural” y “construido” puede verse en el Capítulo 5). Es
importante tener presente que al elaborarse un mapa de este tipo también se hacen evidentes los
elementos no presentes.
132
provincia, región, etc. (macro). Esta definición
debe realizarse con el conjunto de los
participantes en el taller.
PROCESAMIENTO DE
LA INFORMACIÓN Para el análisis de los mapas se discute con los
participantes del taller. En un primer momento
se identifican los elementos naturales y
construidos presentes en el mapa. La lectura se
realiza con la presencia de todos los integrantes
133
de los grupos. Esta lectura de los mapas debe
centrarse en el significado y los valores que
cada grupo le asigna a los dibujos. Es necesario
incorporar al análisis la dimensión ambiental y
la perspectiva de género y generacional. Por
ejemplo, en el mapa de los hombres mayores de
35 no aparecen algunas instituciones
comunitarias como la escuela que sí figuran en
el mapa elaborado por las mujeres menores de
35.
134
Diagrama Nº9
Este mapa fue construido en Quito, por un grupo de mujeres provenientes de grupos ciudadanos
de base y ambientalistas que identifican los principales elementos presentes en el Distrito
Metropolitano de Quito. (DMQ). En el mapa pueden verse los elementos naturales y construidos
percibidos y valorados por los actores que dibujan los mapas. La técnica permite realizar mapas
de escala de la comunidad (micro) y del distrito, provincia, región, etc. (macro).
135
13. GRANOS DE MAÍZ
136
Por ejemplo puede medirse el número de
predios con actividad de AU, número de
personas que practican la AU, etc.
137
Diagrama Nº10
Elaborados con la técnica Granos de Maíz por un grupo de hombres y mujeres en Villa El
Salvador (Perú)
138
14. CAMINATA TRANSVERSAL O TRANSECTA
139
PROCESAMIENTO DE
LA INFORMACIÓN Al regresar deben juntarse los mapas para su
análisis. Antes de iniciar el análisis es
conveniente estar seguros que todos los grupos
elaboraron su mapa siguiendo el mismo criterio.
140
Foto Nº22: En la foto puede verse el tamaño y la escala de la ciudad de Curaçá. (Brasil)
141
15. PERCEPCIÓN Y VALORACIÓN DE ORGANIZACIONES
(DIAGRAMA VENN O DIAGRAMA DE TORTILLA)
Los distintos integrantes del grupo o comunidad local que realizan el diagnóstico participativo
en AU, generalmente tienen distintas valoraciones con respecto a la relación de la comunidad
con las instituciones locales, regionales o internacionales con las que se vinculan. Muchas
veces, las mujeres privilegian su relación con instituciones que los hombres no consideran y
viceversa. Incorporar estos aspectos en el diagnóstico permite identificar distintas posibilidades
y oportunidades en lo que respecta al manejo y control de los recursos y actividades de AU. La
información obtenida con el Diagrama de VENN ayuda a identificar y elaborar las preguntas a
ser incorporadas en las entrevistas o formularios de encuestas.
142
provenientes de distintos ámbitos (grupos
heterogéneos).
143
Diagrama Nº11
En este diagrama puede verse cómo hombres y mujeres identificaron distintas instituciones con
cuales se relacionan. En este ejemplo, en el centro no se colocó el grupo al que pertenecen, sino
el lugar desde el que se desarrollaban las actividades de AU.
144
16. ENTREVISTAS
145
Una vez identificados los informantes
calificados, se acuerda con ellos el momento en
el que se realizará la entrevista, que puede durar
entre 45 minutos y una hora. De ser posible,
debe asegurarse que la relación entre
entrevistador y entrevistado se de en un
ambiente de tranquilidad. Entre los
entrevistados es conveniente seleccionar
mujeres y hombres, jóvenes y adultos mayores
y realizar preguntas específicas destinadas a
incorporar la dimensión ambiental y la
perspectiva de género y generacional.
146
1. ¿Qué se dice? Es el primer análisis del texto
y permite identificar los titulares y una primera
transcripción de la entrevista.
147
Cuadro Nº9
GUÍA DE ENTREVISTA
Cargo:
ONG’s Individuos
Videos Tesis
Individuales Familiares
Comunitarias Barriales
148
Cuadro Nº10
149
17. ELABORACIÓN PARTICIPATIVA DE UN FORMULARIO
PARA CENSO O ENCUESTA
150
registro de la discusión elaborando una "Matriz
de conclusiones”. Es necesario tener en cuenta
que la elaboración de formularios participativos
debe incorporar preguntas sobre personas,
hogares, viviendas y AU, incorporando la
dimensión ambiental (ambiente natural y
construido) y la perspectiva de género y
generacional. Los temas y preguntas deben
presentarse en un lenguaje familiar al grupo o
comunidad local.
151
Cuadro Nº11
Datos de la familia
Solar:____________________________________________________
2.1. ¿Usted tiene huerta, yuyos, árboles frutales o animales? SI CONTESTA NO PASE A HOJA 7
Huerta / yuyos Frutales Animales
SI
NO
152
18. DELPHI O DELFI
El Delfi es una técnica que permite obtener valiosa información de informantes clave o expertos
con relación a los temas de diagnóstico. Su aplicación permite individualizar los aportes. Se
basa en el envío de cuestionarios a un grupo seleccionado de personas que deben responder
rápidamente. Existen adaptaciones de esta técnica que la combinan con la realización de
talleres, o que sustituyen el formulario por el trabajo exclusivamente en taller con tarjetas.
También es posible elaborar el Formulario Delphi o Delfi en forma participativa (Ver
Elaboración participativa de un formulario para censo o encuesta).
153
Este procedimiento puede repetirse hasta tres
veces.
154
Cuadro Nº12
2. ¿Qué criterios utilizaron para seleccionar a los barrios o parroquias que se están
sugiriendo?
155
19. CENSO PARTICIPATIVO
156
Cada predio censado debe quedar registrado en
el mapa de ruta.
Levantamiento de información
157
20. ENCUESTA PARTICIPATIVA
158
muestra intencional no permite la
generalización de los datos.
159
Foto Nº23: Un “Grupo Testigo” elabora en forma participativa, un formulario
de encuesta en Montevideo (Uruguay)
Montevideo (Uruguay)
160
21. EL PROCESAMIENTO DE DATOS RELEVADOS MEDIANTE
ENCUESTA
?? Un plan de análisis
1. Plan de análisis: Para realizar el Plan de Análisis es necesario definir con cierta precisión el
tipo de información que se pretende obtener del análisis de los datos.
Por ejemplo: frecuencia con la que ocurren determinados fenómenos, los porcentajes, relaciones
entre variables, etc.
Valor Código
Hombre 1
Mujer 2
Fuente: La técnica de encuesta fue utilizada en los diagnósticos realizados en las ciudades de Puerto
Cortés, Quito, Montevideo y Curaçá. Elaborado por Ingrid Bércovich, Unidad de Estadística e Información
de Gestión, Intendencia Municipal de Montevideo (Uruguay).
161
3. Procesamiento: El procesamiento de la información puede realizarse en forma manual o
mediante la aplicación de programas estadísticos específicamente diseñados para el análisis de
datos cuantitativos.
Formas de procesamiento
1. Sexo de la persona
Masculino 1
Femenino 2
Sin dato 99
Capital 1
Interior del país 2
Exterior 3
Sin dato 99
Se incluye la opción “Exterior” para cubrir el caso en que alguien viva en el país pero haya
nacido en el exterior. La opción “Sin dato” corresponderá en aquellos casos en que la persona
no conteste, o por error se haya omitido la pregunta.
Sí 1
No 2
Sin dato 99
162
Etapas del procesamiento de los datos
Cantidad Porcentajes
Hombres 42 56,8
Mujeres 30 40,5
Sin dato 2 2,7
Total 74 100
Para calcular los porcentajes, se toma cada valor, y se realiza la siguiente operación:
Hombres: 42
Total: 74
%hombres sobre el total (42*100)/74 = 56,8
Esto quiere decir que los hombres son el 56,8 % del total de personas entrevistadas. El mismo
procedimiento se realizará para las mujeres y para los “sin dato”. La suma del porcentaje de
mujeres + el porcentaje de hombres + el porcentaje de “sin dato” deberá ser igual a 100. Este
análisis se denomina “análisis univariado”, pues toma en cuenta una sola variable.
163
c) Para conocer cuántas mujeres y hombres cultivan hortalizas debemos relacionar las
variables “Sexo” y “Cultivo de hortalizas”. Este análisis se denomina bivariado, y permite
observar de qué forma se relacionan las dos variables.
El total por filas indica la cantidad de hombres y mujeres. El total por columnas indica la
cantidad de personas que cultivan y que no cultivan hortalizas.
Luego de construida la Base de Datos, se deberá trabajar con el software seleccionado para el
procesamiento. Los productos que pueden obtenerse de este modo son muy variados:
frecuencias, porcentajes, cuadros de doble entrada, correlaciones entre variables, gráficos, etc.
Procesar los datos con un paquete estadístico permite realizar un análisis más detalla do y en un
lapso de tiempo menor.
164
Cuadro Nº13
Puede ser realizado por personas con conocimientos Para utilizarlos se necesita una capacitación
matemáticos y estadísticos mínimos específica en el Software con el que se trabaja.
Información que se pueden obtener:
- nº de casos Información que se puede obtener:
- frecuencias simples (cantidad de veces que ocurre - análisis univariado (nº de casos, frecuencias
determinado fenómeno) simples, porcentajes, Media, Desvío Standard,
- porcentajes Varianza, etc.)
- frecuencias simples para determinados grupos - análisis bivariado (tablas de contingencia que
(cantidad de veces que ocurre un fenómeno analizando presentan asociación entre dos variables,
sólo un grupo particular de casos) correlaciones, etc.)
- análisis bivariado (ocurrencia de dos fenómenos y su - análisis multivariado (regresiones, etc.)
asociación) - gráficos
No es recomendado si la muestra es mayor a 80 casos Puede realizarse con facilidad cualquiera que sea
(aprox.), pues el proceso se torna dificultoso y lento la cantidad de casos
165
22. CÓMO CALCULAR UNA MUESTRA REPRESENTATIVA
A continuación se trata de delinear los conceptos básicos que se requieren para el cálculo de una
muestra representativa. Sin embargo, tanto los conceptos que se desarrollan como la fórmula de
cálculo que se presenta, son simplificaciones didácticas para dar una idea de lo que implica el
cálculo de una muestra representativa.
Definición de componentes
Para obtener una muestra representativa debemos considerar los siguientes componentes:
1. La población de estudio.
2. El tamaño de la muestra
3. La varianza poblacional
4. El error de la muestra.
5. El nivel de confianza y riesgo
1. La población del estudio está formada por el conjunto de elementos que se desean investigar
y que se ubica en la zona de estudio. Por ejemplo, si queremos diagnosticar la presencia de
personas con actividad de AU en un determinado barrio, la población a estudio será el total
de habitantes de dicho barrio.
4. Error de la muestra siempre que midamos una cualidad utilizando una muestra, los datos
obtenidos tendrán un determinado error. El error se comete por el hecho de extraer un grupo
pequeño (muestra) de un grupo mayor (universo o población). El error se puede fijar de
antemano. Obviamente cuanto mayor será el error menor será el número de encuestas, y
viceversa. El error de la muestra es la diferencia entre la media de la muestra y la media de
la población o universo.
166
5. El nivel de confianza nos permite conocer en qué medida los resultados que obtenemos
pueden corresponder a la realidad. O dicho con otras palabras: cuán cerca pueden estar los
datos medidos de lo que en realidad sucede. El nivel de confianza se expresa en porcentaje.
Es necesario tener en cuenta que a mayor nivel de confianza, mayor resultará la muestra que
se calcule. Para determinar el Nivel de Confianza, existe un concepto estadístico que se
denomina Z o unidades estándar que se calcula a partir de una fórmula. Z es la relación
entre el error de la muestra y el error estándar.
Una vez que se han definido los factores que intervienen en el cálculo de la muestra, podemos
proceder a definir el tamaño de la muestra aplicando la siguiente fórmula:
Z2 x ? 2 x N
n=
N x e2 + Z 2 x ? 2
En donde:
n = es el tamaño de la muestra
Z2 = es el cuadrado de las unidades estándar
? 2 = es el cuadrado de la varianza
e2 = es el cuadrado del error de la muestra
N = el tamaño de la población
La determinación de la muestra
Una vez que hemos determinado el tamaño de la muestra es preciso indicar el criterio que se va
seguir para distribuir las encuestas. En la terminología estadística esta etapa suele llamarse la
determinación de la muestra.
Tipos de muestreo
167
Muestreo por conglomerados. Este tipo de muestreo parte de un supuesto teórico inverso al
anterior. Todos los conglomerados son similares entre sí y heterogéneos en su interior.
168
TÉCNICAS DE EVALUACIÓN/PLANIFICACIÓN
PARA IDENTIFICAR Y PRIORIZAR LOS TEMAS
EN FORMA PARTICIPATIVA
La Matriz FODA permite construir una matriz cuadricular conteniendo las opiniones de la
comunidad en cuatro aspectos relacionados a las actividades de AU, que son:
?? Fortalezas
?? Oportunidades
?? Debilidades
?? Amenazas
169
Posteriormente, se le pide a cada grupo que
ordene los temas identificados como fortalezas,
oportunidades, debilidades y amenazas,
conformando la Matriz FODA.
Es necesario recordar que la Matriz FODA
permite clasificar la información aportada
identificando aquellos aspectos que dependen
de la actividad del grupo local (fortalezas y
debilidades) y los que dependen de aspectos
externos al grupo (oportunidades y amenazas).
Matriz FODA
FORTALEZAS DEBILIDADES
?? Interés del grupo local ?? Falta de trabajo conjunto, la gente apoya pero no
?? Ya existen huertas participa
?? Trabajo de la Comisión del asentamiento ?? Falta de semillas y herramientas
OPORTUNIDADES AMENAZAS
?? Posible apoyo de ONG ?? El barrio no tiene saneamiento (se pueden
?? Tenemos terrenos grandes contaminar los cultivos)
Matriz FODA elaborada en la ciudad de Montevideo, por un grupo de vecinos en el barrio Los Bulevares.
En la misma se identifican fortalezas, oportunidades, debilidades y amenazas para la formulación de un
proyecto participativo en AU.
170
24. FLUJOGRAMA
El flujograma es una técnica que puede ser utilizada tanto al inicio como al final de un
diagnóstico. Permite visualizar y comprender las relaciones que tienen los integrantes del grupo
o comunidad local, ya sea con otros actores e instituciones locales, regionales o internacionales,
como con los temas y/o problemas identificados.
171
esto se pueden utilizar distintas técnicas, como
la "Lluvia de ideas" (9), la elaboración de
"Tarjetas" (8).
172