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Biela
Biela
co/
Una de las propiedades más importantes de los metales es su maleabilidad, este término,
indica la propiedad de un metal para ser deformado mecánicamente por encima de su
límite elástico, sin deformarse y sin incremento considerable en la resistencia a la
deformación.
La materia prima (para los procesos de formado) es el acero en lingote, este, con su
estructura cristalina típica gruesa y dendrítica, no es útil para las aplicaciones en las que se
requiera resistencia mecánica. Las partes fabricadas directamente del acero en lingote
pueden estrellarse al recibir fuerzas de trabajo y cargas de impacto. Los granos dendríticos
que contiene un lingote vaciado deben recristalizarse para dar al acero la resistencia
necesaria esto se logra mediante procesos de trabajo en caliente como forjado o
laminación.
Los factores que influyen en el tamaño de grano que se obtiene con la deformación en
caliente son:
Temperatura final del proceso.
Velocidad de enfriamiento.
Tamaño inicial del grano.
Cantidad de la deformación.
Como el metal se encuentra a alta temperatura, los cristales reformados comienzan a crecer
nuevamente, pero estos no son tan grandes e irregulares como antes. AI avanzar el trabajo
en caliente y enfriarse el metal, cada deformación genera cristales mas pequeños,
uniformes y hasta cierto grado aplanados, lo cual da al metal una condición a la que se llama
anisotropía u orientación de grano o fibra, es decir, el metal es más dúctil y deformable en
la dirección de un eje que en la del otro.
Esta condición (anisotropía) nos ayuda a explicar las siguientes ventajas del trabajo en
caliente.
La forja en matriz cerrada se utiliza mucho para alta producción. En el proceso, el metal es
formado prensándose entre un par de dados. El dado superior se fija generalmente al ariete
de una prensa de forja o a un martillo, mientras que el inferior queda sujeto al yunque.
Juntos constituyen la matriz cerrada. El método permite obtener piezas de gran
complejidad y exactitud, así como un buen acabado. Utilizada en la producción de piezas de
peso reducido, de precisión y en lotes de 1000 a 10000 unidades.
Es raro usar las partes forjadas tal y como se les produce, en general se les termina primero
quitándoles las rebabas a las piezas (desbarbado), con una matriz de corte que no siempre
está integrada a la máquina de forja y después se proporciona el acabado requerido
mediante los procesos de maquinado comunes:
Cabe mencionar que existen dos clases de forjado el denominado en caliente, que se
realiza arriba de la temperatura de recristalización y el llamado forjado en frío que se
efectúa por debajo de esta. Las piezas forjados se emplean ampliamente en herramientas
de mano, partes de automóviles, caimanes, ferrocarriles, en la industria aeroespacial y
muchas otras.
Integridad estructural: La forja elimina las bolsas de gas internas y otras inclusiones de
metal, que podrían causar fallas no predecibles en piezas sometidos a esfuerzos o impactos
elevados.
Alta resistencia y tenacidad: Mediante la orientación adecuada de las fibras del metal, la
forja desarrolla la máximo resistencia posible al impacta y a la fatiga, dando a demás a la
pieza la ductilidad necesaria para resistir fallas baja impactos inesperados.
Uniformidad de las piezas: Es posible obtener piezas que exhiban una amplia gama de
propiedades físico mecánicas, dependiendo de los materiales, aleaciones y tratamientos
térmicos.
Ahorro de peso: La alta resistencia que puede ser desarrollada en las piezas forjados por la
adecuada orientación del flujo de fibras, refinamiento de la estructura cristalina y
tratamiento térmico, les permite tener en muchas ocasiones un peso más reducido que las
piezas fabricadas con otros procesos.
Economía al combinar varias partes de una sola forma: Mediante la forja, se pueden
producir piezas de configuración geométrica muy complicada que en otro caso tendrían que
elaborar mediante el ensamble de varias partes. Esto permite tener un considerable ahorro
en la producción al evitar costosas uniones de soldaduras, remaches.
Forja en caliente
Con respecto al paso No.1 (cortar y preformar la pieza) es conveniente enfatizar que la
mayoría de las piezas forjadas requieren de un preformado también en caliente, este debe
enfocarse a la formación de "bolsas" de material en las zonas donde el producto final tendrá
mayor sección transversal.
Estampado
El estampado difiere de la forja con martillo en el que se usa más bien una impresión cerrada
que dados de cara abierta. La forja se produce por presión o impacto, lo cual obliga al metal
caliente y flexible a llenar la forma de los dados, en esta operación existe un flujo drástico
del metal en los dados causado por los golpes repetidos sobre el metal. Para asegurar el
flujo propio del metal durante los golpes intermitentes, las operaciones se dividen en un
número de pasos. Cada paso cambia la forma gradualmente, controlando el flujo del metal
hasta que se obtiene la forma final. El número de pasos requeridos varía de acuerdo al
tamaño y forma de la pieza, las cualidades de forja del metal y las tolerancias requeridos.
Para productos de formas grandes y complicadas, puede requerir usar más de un juego de
dados.
Las temperaturas aproximados del forjado son: acero de 1100 a 1250 °C.; cobre y sus
aleaciones de 750 a 925° C.; magnesio 315° C. y aluminio 370 a 450° C. la forja de acero en
dados cerrados varía en tamaño desde unos cuantos gramos hasta 10 mg.
Los dos principales tipos de martillos de estampado son el martinete de vapor y el martinete
de caída libre o martinete de tablón. En el primero, el apisonador y el martillo son
levantados por vapor, y la fuerza del golpe es controlada por el estrangulamiento del vapor.
En el martinete del tipo de caída libre, la presión de impacto es desarrollada por la fuerza
de caída del apisonador y el dado cuando golpea sobre el dado que esta fijo.
Fuente: http://conformadomecanicodepiezasdtc.weebly.com/forjado-en-caliente.html
FORJADO EN CALIENTE
En el caso más simple, el metal es comprimido entre martillo y un yunque y la forma final
se obtiene girando y moviendo la pieza de trabajo entre golpe y golpe. Para producción en
masa y el formado de secciones grandes, el martillo es sustituido por un martinete o dado
deslizante en un bastidor e impulsado por una potencia mecánica, hidráulica o vapor.
El forjado horizontal implica una barra de sección uniforme en medio de los dados y se
aplica una presión sobre el extremo caliente, provocando que sea recalcada o formada
según el dado. La longitud de la barra a ser recalcada no puede ser muy grande, pues si no
el material se doblaría en vez de expandirse para llenar la cavidad del dado.
La forja es el método de formado de metal más antiguo. Al usar la forja Las propiedades
mecánicas de los materiales mejoran sustancialmente debido a que con los golpes y el calor
se afina el grano y se orientan las fibras, sin embargo Se requiere de un calentamiento del
material suave para que sea homogéneo.
Fuente: http://www.quimica.es/enciclopedia/Ti6Al4V.html
Aleación de titanio Ti6Al4V
El Ti6Al4V puede ser mecanizado a forma de acomodar las superficies irregulares de los
huesos, como en el caso de placas para los huesos fracturados, cuando se utiliza para
fabricar prótesis óseas o dentales.
Se trata de una aleación alfa-beta. Esta aleación se produce en diferentes grados, siendo los
más usados los de grado: 5, 23 y 29. La variedad de grados está relacionada con la cantidad
de oxígeno que tiene cada una de ellas y esto hace variar las propiedades mecánicas de la
aleación.
Composición química
C < 0,08%
Fe < 0,25%
N2 < 0,05%
O2 < 0,02%
Al 5,5-6,76%
V 3,5-4,5%
Propiedades físicas
Propiedades mecánicas
Dureza Rockwell: C: 36
Biela
La biela se encarga de unir el pistón con el cigüeñal. La función de la biela es transmitir la fuerza
recibida por el pistón en la combustión hasta el cigüeñal. Se trata de una pieza de suma importancia,
tanto para la transmisión de potencia, como para la transformación del movimiento. Durante su
funcionamiento está sometida a esfuerzos de tracción, compresión y flexión por pandeo. Debe tener
una longitud que guarde relación directa con el radio de giro de la muñequilla del cigüeñal y la
magnitud de los esfuerzos a transmitir. Tiene que ser lo suficientemente robusta para que soporte
las solicitaciones mecánicas que se originan.
El material empleado en su fabricación es el acero al carbono aleado con Ni y Cr, con un tratamiento
adecuado para obtener las elevadas características mecánicas que se precisan. Se fabrica por
estampación en caliente y se mecanizan las zonas de amarre al émbolo y al cigüeñal, así como los
elementos de unión y los pasos de aceite.
Las condiciones exigidas en la fabricación de las bielas para su correcto funcionamiento destacan:
Las características constructivas de la biela, en cuanto a forma y dimensiones, están en función del
trabajo a desarrollar.
Pie de biela
Es la parte alta de la biela, por donde ésta se une al émbolo mediante un pasador o bulón. Trabaja,
por tanto, bajo carga alternativa y oscilante, lo que produce un fuerte desgaste en las zonas superior
e inferior del diámetro. Para reducir este desgaste se coloca un cojinete de antifricción entre el bulón
y el alojamiento de la biela. El diámetro interior de este alojamiento (d1) viene determinado por las
condiciones de engrase, de forma que éste se realice en perfectas condiciones bajo carga, sin que
se rebase el límite de fatiga del material. Las demás dimensiones del pie de la biela dependen del
diseño y posterior mecanizado de la misma, siempre orientado a reducir al máximo su peso. La
anchura (A) de la biela suele tener un valor aproximadamente igual a la mitad del diámetro del
émbolo. En la parte superior exterior suele llevar una especie de cresta o saliente, que confiere
rigidez al conjunto y es donde suele ir situado el taladro de engrase para las bielas con montaje de
bulón flotante.
Cabeza de biela
Esta parte de la biela es por donde se una a la muñequilla del cigüeñal. Para facilitar el montaje se
divide en dos partes. La parte llamada semicabeza va unida directamente al cuerpo de la biela y la
otra, llamada sombrerete, queda unida a la biela a través de unos pernos.
En la superficie de unión de ambas piezas hay una serie de estrías de anclaje para asegurar un
posicionado correcto y para dar resistencia a la unión, ya que está sometida a cizallamiento. Otros
modelos de bielas llevan el asiento totalmente plano y la posición se determina par medio de dos
números marcados en la biela y el sombrerete.
Para determinar la anchura (B) y diámetro exterior (d4) se suelen tomar valores que están en función
del diseño y resistencia del material.
El plano de unión entre el sombrerete y la biela puede ser horizontal o inclinado. Esta última
disposición se utiliza cuando las dimensiones de la cabeza son grandes, con objeto de facilitar su
extracción a través del cilindro, o también para reforzar la zona de mayor empuje cuando la cargas
son elevadas, debiendo coincidir en su montaje, el menor ángulo de inclinación por la parte por donde
baja la biela.
Los pernos (tornillos) que unen el sombrerete a la biela, deben fabricarse de material resistente para
que soporten los esfuerzos de tracción y cizalladura a que están sometidos durante su trabajo. Su
tamaño y disposición debe facilitar su montaje y desmontaje. Deben permanecer inmóviles, para eso
en los tornillos pasantes se suele practicar un chaflán sobre la cabeza para sirva de tope en su
asiento, o también se dispone una chapa de freno en los tornillos que van roscados a la parte fija de
la biela.
Cuerpo de la biela
Constituye el elemento de unión entre el pie y la cabeza de la biela. Su perfil o sección es de doble
T, ya que es la forma constructiva que proporciona mayor resistencia con una menor sección y, al
mismo tiempo, es de fácil estampación. La longitud de la biela es otra de las características
importantes y depende del tipo de motor, de la relación carrera-calibre y del ciclo de funcionamiento
del motor. El número de revoluciones del motor influye sobre la longitud de la biela, en motores más
revolucionados la longitud de la biela se acorta dentro de unos límites admisibles, con el fin de evitar,
en lo posible, los efectos de la inercia.
Las bielas empleadas en estos motores, cuya unión al cigüeñal se realiza de una forma especial,
suelen ser de tres tipos:
Bielas ahorquilladas
Bielas articuladas
Bielas conjugadas
Bielas ahorquilladas
Este sistema emplea un casquillo común para unir las dos bielas que trabajan sobre el mismo codo
del cigüeñal. El casquillo va montado fijo en la biela principal y hace de bulón en la biela secundaria
que tiene dos cabezas.
Las ventajas de este sistema consisten en que se aprovecha al máximo el casquillo de unión y las
carreras se realizan perfectamente, sin que se produzcan esfuerzos adicionales. Tienen el
inconveniente de su elevado costo y que el cojinete de unión soporta mayores esfuerzos, ya que
tiene que sufrir los efectos de inercia y las cargas de ambas bielas.
Bielas articuladas
Este tipo realiza la articulación de la biela secundaria en la parte lateral de la biela principal. Emplea
un cojinete único para ambas bielas y su construcción es más sencilla y económica. Por el contrario,
en este montaje son mayores los esfuerzos laterales que se producen en el émbolo, como
consecuencia de la posición de los ejes de las bielas y también lo son las flexiones a que está
sometida la biela principal debido al empuje que sobre ella realiza la biela secundaria.
Bielas conjugadas
Este tipo de biela es el más empleado en la actualidad para motores en V. Se caracterizan por ser
iguales e independientes en su funcionamiento y se articulan sobre la misma muñequilla del cigüeñal.
Tienen el inconveniente del rozamiento lateral que se produce entre ambas bielas, por lo que
requieren un tratamiento especial en esa zona para que el desgaste sea mínimo.
Cortes, secciones y roturas
Introducción
En ocasiones, debido a la complejidad de los detalles internos de una pieza, su representación
se hace confusa, con gran número de aristas ocultas, y la limitación de no poder acotar sobre
dichas aristas. La solución a este problema son los cortes y secciones, que estudiaremos en
este tema. También en ocasiones, la gran longitud de determinadas piezas, dificultan su
representación a escala en un plano, para resolver dicho problema se hará uso de las roturas,
artificio que nos permitirá añadir claridad y ahorrar espacio.
Las reglas a seguir para la representación de los cortes, secciones y roturas, se recogen en la
norma UNE 1-032-82, “Dibujos técnicos: Principios generales de representación”,
equivalente a la norma ISO 128-82.
Como puede verse en las figuras siguientes, las aristas interiores afectadas por el corte, se
representarán con el mismo espesor que las aristas vistas, y la superficie afectada por el corte,
se representa con un rayado. A continuación en este tema, veremos cómo se representa la
marcha del corte, las normas para el rayado del mismo, etc.
Se denomina sección a la intersección del plano de corte con la pieza (la superficie indicada
de color rojo), como puede apreciarse cuando se representa una sección, a diferencia de un
corte, no se representa el resto de la pieza que queda detrás de la misma. Siempre que sea
posible, se preferirá representar la sección, ya que resulta más clara y sencilla su
representación.
Las normas UNE definen solo dos tipos de roturas (figuras 1 y 2), la primera se indica mediante
una línea fina, como la de los ejes, a mano alzada y ligeramente curvada, la segunda suele utilizarse
en trabajos por ordenador.
En piezas en cuña y piramidales (figuras 3 y 4), se utiliza la misma línea fina y ligeramente curva.
En estas piezas debe mantenerse la inclinación de las aristas de la pieza.
En piezas de madera, la línea de rotura se indicará con una línea en zig-zag (figura 5).
En piezas cilíndricas macizas, la línea de rotura de indicará mediante las característica lazada
(figura 6).
En piezas cónicas, la línea de rotura se indicará como en el caso anterior, mediante lazadas, si
bien estas resultarán de diferente tamaño (figura 7).
En piezas cilíndricas huecas (tubos), la línea de rotura se indicará mediante una doble lazada,
que patentizarán los diámetros interior y exterior (figura 8).
Cuando las piezas tengan una configuración uniforme, la rotura podrá indicarse con una línea
de trazo y punto fina, como la las líneas de los ejes (figura 9).
En los extremos del plano de corte se situarán dos letras mayusculas, que servirán de referencia
del mismo, estas letras podrán ser repetidas A-A o consecutivas A-B. También en los extremos
se consignan dos flechas, que indican el sentido de observación. Sobre la vista afectada del
corte, se indicarán las letras definidoras del corte.
Un corte puede realizarse por diferentes tipos de planos: un único plano (figura 1), por planos
paralelos (figura 2), por planos sucesivos (figura 3), y por planos concurrentes (figura 4), en este
último caso, uno de ellos se gira antes del abatimiento.
Norma para el rayado de los cortes
Las superficies de una pieza afectadas por un corte, se resaltan mediante una raya de líneas
paralelas, cuyo espesor será el más fino de la serie utilizada. Basándonos en las normas UNE,
podemos establecer las siguientes reglas, para la realización de los rayados:
La inclinación del rayado será de 45º respecto a los ejes de simetría o contorno principal de la
pieza (figura 1).
La separación entre las líneas de rayado dependerá de tamaño de la pieza, pero nunca deberá
ser inferior a 0,7 mm. ni superior a 3 mm. (figura 2).
En piezas de gran tamaño, el rayado puede reducirse a una zona que siga el contorno de la
superficie a rayar (figura 3).
En los casos de cortes parciales o mordeduras, la separación entre la parte seccionada y el resto
de la pieza, se indica con una línea fina a mano alzada, y que no debe coincidir con ninguna arista ni
eje de la pieza (figura 4).
Las diferentes zonas rayadas de una pieza, pertenecientes a un mismo corte, llevarán la misma
inclinación y separación (figura 5), igualmente se mantendrá el mismo rayado cuando se trate de
cortes diferentes sobre una misma pieza (figura 6).
En piezas afectadas por un corte por planos paralelos, se empleará el mismo rayado, pudiendo
desplazarse en la línea de separación, para una mayor comprensión del dibujo (figura 7).
Las superficies delgadas, no se rayan, sino que se ennegrecen. Si hay varias superficies contiguas,
se dejará una pequeña separación entre ellas, que no será inferior a 7 mm. (figura 9).
Debe evitarse la consignación de cotas sobre superficies sobre las superficies rayadas. En caso
de consignarse, se interrumpirá el rayado en la zona de la cifra de cota, pero no en las flechas ni
líneas de cota (figura 10).
No se dibujarán aristas ocultas sobre las superficies rayadas de un corte. Y solo se admitirán
excepcionalmente, si es inevitable, o con ello se contribuye decisivamente a la lectura e
interpretación de la pieza (figura 11).
Tipos de corte
Los diferentes tipos de cortes que podemos realizar, pueden ser clasificados en tres grandes
grupos:
Corte total, es el producido por uno o varios planos, que atraviesan totalmente la pieza, dejando
solamente en vista exterior las aristas de contorno (figuras 1 y 2).
Semicorte o corte al cuarto (figura 3). Se utilizan en piezas que tienen un eje de simetría,
representándose media pieza en sección y la otra mitad en vista exterior. En este tipo de corte no
se representarán aristas ocultas, con objeto de que la representación sea más clara. En ocasiones
coincide una arista con el eje de simetría, en dicho caso prevalecerá la arista. En este tipo de corte,
siempre que sea posible, se acotarán los elementos exteriores de la pieza a un lado, y los interiores
al otro.
Corte parcial o mordedura (figura 4). En ocasiones solo necesitamos poder representar
pequeños detalles interiores de una pieza, en estos casos no será necesario un corte total o al
cuarto, y será suficiente con este tipo de corte. El corte parcial se delimitará mediante una línea fina
y ligeramente sinuosa.
Secciones abatidas
Este tipo de secciones se utilizan siempre que no obstaculicen la claridad de la representación.
Están producidas por planos perpendiculares a los de proyección, y se representan girándolas
90º sobre su eje, hasta colocarlas sobre el mismo plano del dibujo. Podremos utilizar los
siguientes tipos:
Secciones abatidas sin desplazamiento. Se representarán delimitadas por una línea fina
(figuras 1 y 2).
Secciones abatidas con desplazamiento. Se representarán delimitadas por una línea gruesa.
La sección desplazada puede colocarse en la posición de proyección normal, cerca de la pieza y unida
a esta mediante una línea fina de trazo y punto (figura 3), o bien desplazada a una posición
cualquiera, en este caso se indicará el plano de corte y el nombre de la sección (figura 4).
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Para ensayar un motor es necesario instalarlo en un banco de pruebas o de ensayos. El dinamómetro
es uno de los elementos que lo forman pero no el único. El banco consta básicamente de los
siguientes elementos:
Una base firme donde realizar las pruebas. Se emplea para ello un bloque de cimentación que
absorbe las vibraciones que se producen debido a la existencia en el motor de fuerzas de inercia no
equilibradas.
Una bancada, cuya misión es soportar el motor. Para ello se emplean unos soportes para montar
y fijar el motor en la bancada, así como regular la altura y alinear el motor con el freno.
Freno dinamométrico que absorba la potencia desarrollada por el motor, ofreciendo una
resistencia al giro de éste, y que esté provisto de un dispositivo para medir el par motor.
Transmisión que permita la conexión freno-motor con una cierta elasticidad y capacidad de
absorber desalineaciones.
Una red de agua. Este elemento es imprescindible ya que los frenos dinamométricos transforman
toda la energía mecánica que reciben del motor en calor. Este calor es eliminado por el sistema de
refrigeración del freno que suele ser mediante un abastecimiento continuo de agua.
En los frenos hidráulicos se ha de mantener la presión del agua dentro de unos límites, ya que por
ser el agua el elemento frenante, cualquier variación de presión provocaría una variación en el par
resistente y por tanto una variación en la medida
Estos son los elementos básicos necesarios para soportar, anclar y medir los valores del motor pero
no servirían de nada si no podemos hacerla funcionar. Para ello es necesario conectar al motor todos
los componentes que permiten su puesta en marcha como puede ser el sistema de alimentación de
combustible que contarán con una serie de instrumentos que medirán el consumo, los dos sistemas
de refrigeración del motor (agua y aceite) para evitar el sobrecalentamiento del mismo y por último
el sistema de evacuación de los gases de escape que serán enviados a la atmósfera tras pasar por
un silenciador.
La sala de ensayos suele ser una habitación cerrada y aislada al exterior. El calor generado en su
interior es muy alto cuando el motor está en funcionamiento de ahí que cuenten con una serie de
ventiladores que evitan el sobrecalentamiento del local.
Los responsables de realizar las pruebas se sitúan normalmente en otra sala donde disponen de un
pupitre con instrumentos mediante los cuales controlan los órganos de puesta en marcha y de
gobierno del motor y el freno dinamométrico, así como los instrumentos de control y registro de datos.
Bien, ya hemos visto todos los elementos que forman un banco de pruebas y sólo nos queda analizar
las diferentes pruebas a las que son sometidas los motores para obtener mayores rendimientos y
mejorar su eficacia.
TIPOS DE ENSAYOS.
A. Ensayos de investigación y desarrollo.
En esta fase siempre se utilizan prototipos de los futuros motores y su objetivo es desarrollar el
propulsor o algunos de los componentes que lo forman, o bien el análisis de alguno de los procesos
que tienen lugar en el mismo, por lo que en general se precisa una instrumentación sofisticada.
Las principales pruebas experimentales son aquellas que sirven para determinar los valores de par
motor, potencia, potencia absorbida por rozamiento, consumo de combustible, rendimientos, etc.
También se efectúan otras pruebas con el objeto de investigar el desarrollo de los fenómenos físicos
y químicos, como puede ser la evolución de las presiones en el cilindro, pérdidas de calor, etc.
Cualquier proyecto nuevo debe ser sometido a una larga serie de pruebas experimentales, hasta
alcanzar los valores previstos. En esta fase se "maltrata" a las piezas para buscar los límites del
diseño y así poder encontrar posibles fallos. Los motores se someten a niveles tanto de carga como
de duración extremos. Así, por ejemplo, el prototipo de un motor para un utilitario se le llega a
mantener durante 500 horas seguidas a máximo régimen para conocer sus límites. Lo mismo sucede
en la F1.
Estas pruebas se realizan sólo al motor o se pueden acoplar la caja de cambios y los componentes
del ERS para ser testados en su totalidad. En esta ocasión se monta todo el tren motriz, ruedas
incluidas sobre un banco de rodillos, igual al utilizado en las inspecciones técnicas que pasan
nuestros vehículos con periodicidad.
En caso de que aparezcan taras o las prestaciones no sean las previstas inmediatamente se vuelve
a iniciar el proceso de diseño y fabricación para poder corregirlas. Un desarrollo adecuado evita
problemas en plena temporada.
Una vez comprobado que todo parece ir bien en el diseño, se inicia la producción de los motores.
B. Ensayos de producción.
Los ensayos de producción son aquellos que se realizan a los motores ya fabricados en serie, y que
sirven para controlar que sus características corresponden a las de los prototipos y al mismo tiempo
efectuar un periodo de rodaje o asentamiento del motor y por tanto la instrumentación necesaria es
relativamente simple.
En esta ocasión no se maltrata a las piezas, sólo se realizan las comprobaciones oportunas, sin más.
Hay que tener en cuenta que la vida útil de un motor de F1 es limitada. Más ensayos, menos vueltas
en la pista.
Bueno amigos, espero que os haya interesado este repaso al proceso de creación, fabricación y
ensayo de un motor de F1. Dicen que una imagen vale más que mil palabras y este es un claro
ejemplo. Os dejo con un extraordinario vídeo creado por Ferrari donde podréis repasarlo al completo.
Para concluir es conveniente recordar que los sistemas de simulación son eso, sistemas de
simulación y no hay nada como las pruebas reales para determina si una pieza está bien o mal
diseñada y construida. Los datos recogidos tras años de experiencia, la mejora en los sistemas
informáticos, la capacidad de los procesadores hacen que los sistemas cada día estén más afinados
y los márgenes de error se vayan reduciendo pero siempre será la pista quién tenga la última
palabra. Las vibraciones producidas por un piano, las fuerzas G generadas en las continuas
aceleraciones, los continuos pasos por cuerva y fuertes frenadas nunca podrán ser fielmente
reproducidas en un banco de pruebas por muy avanzado que esté. La brecha que separa la
simulación con la realidad es cada día será más estrecha. Es posible que en el futuro se termine
cerrando por completo y los procesos se simplifiquen, pero eso será otra historia.