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UNIVERSIDAD PARTICULAR DE CHICLAYO

FACULTAD DE MEDICINA HUMANA

GENÉTICA PRÁCTICA

INTEGRANTES:

 Azabache Yaipen Linda carolina 201710278


 Cotrina Perez Karen 201710399
 García Benavides Haydi 201710392
 Hernandez Loayza Richard 201710007
 Jaramillo Tejada Alexander Guillermo E. 201710916
 Montenegro Vidarte Erick Eduardo 201710295
 Perez Delgado Luiza Janeth 201710138
 Perez Gamonal Alexandra 201610092
 Perez Gamonal Yaneri
2017101449
 Vásquez Loaiza María Fernanda 201710428
 Vásquez Verástegui Rossana 201710009
BIOLOGA:
 Raquel Victoria Loli

CICLO:
 III

PIMENTEL
2018

GENETICA 1
DEDICATORIA

Dedicamos el presente trabajo a la docente del curso, por la


labor académica que cumple en beneficio ser nuestro desarrollo
profesional, también dedicamos este trabajo a nuestros padres,
que sin su apoyo no estuviéramos cumpliendo nuestro sueño de
ser futuros médicos.

GENETICA 2
PRÓLOGO

La Terapia Génica es una metodología que aborda la inserción de material


genético en un individuo para tratar una enfermedad ya sea de forma directa o
indirectamente, a través del uso de células como vehículo de liberación. La
aplicación de este procedimiento conlleva la aparición de riesgos, por lo cual ha
despertado un gran dilema ético. Hasta el momento, en humanos, solo se ha
practicado la terapia somática y a pesar de que se ha avanzado
considerablemente en las investigaciones y ensayos, aún existen problemas que
limitan su uso. Tal es el caso del empleo de vectores virales que pueden causar
inflamación.

El uso de la Terapia Génica puede traer consecuencias beneficiosas, pero


también graves para las personas tratadas y para las futuras generaciones. El
uso de este procedimiento tiene implicaciones sociales y éticas que han generado
gran preocupación al personal médico e investigadores especialistas en el tema.
Para entender los principios propios que rigen la deliberación ética referida a la
Terapia Genética es imprescindible el conocimiento de los aspectos técnicos
generales del procedimiento.

La posibilidad de aplicación de la Terapia Génica depende de múltiples factores


como son: tipo y patrón de herencia, tipo de mutación, tamaño del gen, control
génico y tejido donde se manifieste la enfermedad.

A pesar de las dificultades que aún se presentan, existe un consenso a favor de la


aplicación de este procedimiento, siempre y cuando los beneficios sean mayores
que los riesgos. La terapia germinal ha sido rechazada por muchos científicos
porque sus ventajas no compensan los peligros asociados a la misma, además
de que existen alternativas terapéuticas con el mismo potencial y que no
comparten los mismos riesgos. Hasta el momento, se han realizado varios
protocolos clínicos de Terapia Génica y los resultados han sido prometedores lo
que posibilita la continuación de su aplicación en un futuro inmediato.
ÍNDICE
TEMA PÁG.

CARÁTULA…………………………………………………………………………………………………………………….I
AGRADECIMIENTO……………………………………………………………………………………………………….II
DEDICATORIA………………………………………………………………………………………………………………III
ÍNDICE………………………………………………………………………………………………………………………...IV
INTRODUCCIÓN………………………………………………………………………………………………………….V

CAPÍTULO I

APECTOS GENERALES

1.1 TERAPIA GÉNICA……………………………………………………………………………………………………1


1.2 ACONTECIMIENTOS HISTÓRICOS DE LA TERAPIA GÉNICA……………………………………..2
1.3 REQUISITOS Y CRITERIOS PARA REALIZAR ESTUDIOS………………………………………………5
1.4 NORMAS PARA RECIBIR TERAPIA GÉNICA……………………………………………………………….6
1.5 CONSIDERACIONES ÉTICAS ANTE LA TERAPIA GENÉTICA………………………………………..7

CAPÍTULO II MODALIDADES Y TIPOS DE TERAPIA


GÉNICA

MODALIDADES Y TIPOS DE TERAPIA GÉNICA………………………………………………………………12


2.1 TERAPIA GÉNICA DE CÉLULAS GERMINALES………………………………………………………….14
2.2 TERAPIA GÉNICA DE CÉLULAS SOMÁTICAS……………………………………………………………15
2.3 TERAPIA GÉNICA IN VIVO………………………………………………………………………………………16
2.4 TERAPIA GÉNICA EX VIVO……………………………………………………………………………………..18

CAPÍTULO III TRANSFERENCIA GÉNICA


3.1 GENES INTEGRADOS EN CROMOSOMAS Y GENES NO INTEGRADROS.....................................22
3.1.1 GENES INTEGRADOS EN CROMOSOMAS...............................................................................22
3.1.2 GENES NO INTEGRADOS.........................................................................................................23
3.2 MÉTODOS DE TRANSFERENCIA GÉNICA....................................................................................24
3.2.1 MÉTODOS DE TRANSFERENCIA GÉNICA FÍSICO-QUÍMICOS O NO ............................................
VIRALES............................................................................................................................................24
3.2.1.1 MÉTODOS QUÍMICOS..........................................................................................................25
3.2.1.2 SISTEMAS FÍSICOS...............................................................................................................26
3.2.1.3 VECTORES NO VIRALES........................................................................................................28
3.2.2 MÉTODOS DE TRANSFERENCIA MEDIADA POR VIRUS..........................................................29
3.2.2.1 VECTORES RETROVÍRICOS...................................................................................................31
3.2.2.2 VECTORES ADENOVÍRICOS..................................................................................................34
3.2.2.3 VECTORES BASADOS EN EL VIRUS DEL HERPES..................................................................36
3.2.2.4 VECTORES BASADOS EN EL ADENOVIRUS ASOCIADO.........................................................37
3.3 MARCAJE CELULAR....................................................................................................................38
3.3.1 ESTUDIOS DE MARCAJE..........................................................................................................39

CAPÍTULO IV
TERAPIA GÉNICA UTILIZADA PARA TRATAR
ENFERMEDADES

4.1 ENFERMEDADES GENÉTICAS…………………………………………………………………………………42


4.1.1 INMUNODEFICIENCIA COMBINADA GRAVE o DEFICIENCIA DE ADENOSÍN-
DESAMINASA………………………………………………………………………………………………….43
4.1.2 ENFERMEDAD DE GAUCHER…………………………………………………………………..45
4.1.3 HIPERCOLESTEROLEMIA………………………………………………………………………..47
4.1.4 FIBROSIS QUÍSTICA………………………………………………………………………………..49
4.1.5 ENFERMEDADES DE COAGULACIÓN Y OTRAS ENFERMEDADES QUE IMPLICAN LA
CIRCULACIÓN SANGUÍNEA……………………………………………………………..50
4.2 ENFERMEDADES ADQUIRIDAS………………………………………………………………………………51
4.2.1 TERAPIA GÉNICA DEL CÁNCER………………………………………………………………..51
4.2.2 TERAPIA GÉNICA DE LA INFECCIÓN POR VIH………………………………………….54

CAPÍTULO V ESTADO ACTUAL DE LA TERAPIA GÉNICA

5.1 LOGROS ALCANZADOS EN TERAPIA GÉNICA…………………………………………………………56


5.2 INCONVENIENTES QUE LIMITAN EL ÉXITO DE LA TERAPIA GÉNICA……………………….57
5.3 PERSPECTIVAS FUTURAS………………………………………………………………………………………59
5.4 CONSECUENCIAS DE LA TERAPIA GÉNICA……………………………………………………………..61
CONCLUSIONES………………………………………………………………………………………………………….63
BIBLIOGRAFÍA
INTRODUCCIÓN

Actualmente se estaá n utilizando meá todos para transferir genes a ceá lulas de
mamíáferos, desarrollados originalmente como herramientas de investigacioá n, para
tratar enfermedades geneá ticas, un proceso denominado Terapia Génica.

Durante maá s de dos deá cadas, se han usado productos geá nicos como la insulina
para el tratamiento terapeá utico de enfermedades geneá ticas. La terapia geá nica lleva
a este proceso un paso maá s adelante y persigue modificar el genoma de las ceá lulas
somaá ticas trasfiriendo copias normales de genes para que produzcan cantidades
adecuadas del producto geá nico normal, cuya accioá n corregiraá la enfermedad
geneá tica.

Las ceá lulas pueden ser modificadas ex vivo para su administracioá n posterior, o
bien in vivo mediante productos de terapia geá nica administrados directamente a
los sujetos.

Podemos decir que la terapia geá nica se encuentra en un estado embrionario y auá n
no es una realidad en la praá ctica clíánica. No obstante, el nuá mero de protocolos de
terapia geá nica que son operativos crece de manera notable cada anñ o.

Con respecto a las enfermedades sobre las que se trata de ejercer un efecto
terapeá utico, los estudios clíánicos de terapia geá nica fundamentalmente se orientan
al tratamiento del caá ncer, de enfermedades monogeá nicas, enfermedades vasculares
y el sida.

Conforme mejore la tecnologíáa de la transferencia y se entiendan mejor las


caracteríásticas bioloá gicas causantes de los procesos patoloá gicos, seraá posible
incorporar plenamente la terapia geá nica en la praá ctica clíánica para el tratamiento
de una gran variedad de enfermedades humanas.

A pesar de que la terapia geá nica no estaá cien por ciento desarrollada y todavíáa
sigue en fases de investigacioá n, el presente tema recopila informacioá n valiosa, la
misma que sirve de base para averiguaciones futuras y despierte el deseo de
extender nuevas investigaciones acerca de la Terapia Geá nica.
CAPITULO I
APECTOS
GENERALES
1.1 TERAPIA GÉNICA
La terapia génica consiste en la inserción de copias funcionales ausentes en el genoma
de un individuo. Se realiza en las células y tejidos con el objetivo de tratar una
enfermedad.

La técnica todavía está en desarrollo, motivo por el cual su aplicación se desarrolla


principalmente dentro de ensayos clínicos controlados, y para el tratamiento de
enfermedades severas, bien de tipo hereditario o adquirido.

La terapia génica se sustenta en la práctica fármaco-quirúrgica de la medicina y se


define como la aplicación de principios genéticos para el tratamiento de enfermedades
humanas (Wolf y Lederberg, 1994).

Concretamente el término terapia génica unifica los principios de la farmacología con


los de la genética, pues implica claramente el empleo de ácidos nucleicos como el
agente farmacológico para el tratamiento de estados patológicos, con esto la terapia
génica persigue modificar el genoma de las células somáticas transfiriendo copias
normales de genes para que produzcan cantidades adecuadas del producto génico
normal, cuya acción corregiría la enfermedad genética.

La estrategia general que se utiliza para la terapia génica no es más que una extensión
de la “técnica de selección clonal” por complementación funcional.

Primero, la función ausente en el organismo receptor como consecuencia de la


presencia de un gen defectuoso se introduce en un vector; luego, este vector se inserta
en uno de los cromosomas receptáculos y genera un organismo transgénico que se ha
"curado" genéticamente. Esta técnica tiene un enorme potencial en los seres humanos
porque nos ofrece la esperanza de corregir los desórdenes genéticos.

Aunque dentro de unos años será posible mediante la terapia génica reparar los
errores que existen en un gen y causan la enfermedad, los objetivos actuales son más
modestos.

En primer lugar, la terapia génica trata de complementar o sustituir el defecto en la


función de un gen defectuoso introduciendo otra copia normal de éste en las células.

Por otra parte, en otras situaciones lo que se intenta es lo contrario, es decir, inhibir o
bloquear el funcionamiento de aquellos genes cuya intervención contribuye al
desarrollo de la enfermedad (por ejemplo los oncogenes que intervienen en el cáncer
o los genes de virus que son necesarios para que estos se multipliquen en las células).
Por último, existen otras posibilidades de acción de la terapia génica en la que lo que se
busca no es suplir o inactivar la función de un gen, sino introducir la información que
permita a la célula sintetizar una proteína que tenga un efecto terapéutico nuevo. Este
es el caso de la transferencia de genes para estimular el sistema inmune para que
actúe frente a tumores o enfermedades infecciosas, con ello acelere la reparación de
heridas, fracturas o se produzcan nuevos vasos sanguíneos, etc.

1.2 ACONTECIMIENTOS HISTÓRICOS DE LA TERAPIA GÉNICA


Desde el descubrimiento de las enzimas de restricción en el año de 1970 por Arber y
Hamilton se sentaron las bases para transferir genes entre diferentes células u
organismos, inclusive pertenecientes a diferentes especies.

En 1978 se realizó la primera hormona recombinante insertando el gen de la insulina


en una bacteria E. coli. Desde ese momento se fortalecieron los conocimientos
necesarios para transferir genes a células humanas con el fin de alterar el fenotipo
patológico y generar una nueva forma terapéutica.

La primera transferencia se realizó en el año de 1989 en un paciente que padecía una


enfermedad hereditaria denominada inmunodeficiencia combinada grave. Aunque no
se encontraron efectos clínicos se explicitó que tampoco había efectos mortales como
muchos apocalípticamente habían pronosticado.

En 1990 se trató con terapia génica un paciente que padecía de la deficiencia de la


enzima adenosina-desaminasa (ADA) presentando infecciones bacterianas repetitivas.
Aunque la mejoría fue temporal, con este ensayo se comprobó que la terapia génica
tenía posibilidades terapéuticas reales.

En Enero de 1989 los Institutos Nacionales de la Salud de los Estados Unidos


aprobaban el protocolo clínico presentado por los doctores Anderson, Blaese y
Rosenberg para insertar un gen extraño en las células del sistema inmunitario de
pacientes de cáncer.
Aunque tal protocolo no representaba una terapia génica, sin embargo las técnicas
utilizadas eran idénticas a las requeridas para la terapia génica verdadera. En palabras
del Dr. Anderson, ello significaba realmente que la tecnología para insertar genes en
humanos había llegado.
De hecho, poco después, en Septiembre de 1990, se aprobaba el primer ensayo clínico
de auténtica terapia génica a los doctores Blaese, Anderson y colaboradores: se trataba
de introducir el gen que codifica para la enzima adenosin-desaminasa (ADA) en niños
que padecen una inmunodeficiencia combinada severa (SCID). Son los llamados “niños
burbuja”.

Poco tiempo después (Febrero 1991) se autorizó también el mismo tipo de Terapia
génica en Italia (Dr. Bordignon y colabores en el Hospital San Raffaele de Milán).

En 1995 ambos grupos de investigación publicaban los resultados de su


experimentación clínica poniendo de manifiesto la eficacia de la técnica de Terapia
génica ex vivo en los “niños burbuja”.

FIGRGURA 1Ashanti de Silva fue la primera paciente que recibió la terapia génica ex vivo para combatir la
inmunodeficiencia combinada severa -ADA)
(SCID
cuando tenía cuatro años de edad. Pasó de ser una “niña
burbuja” a vivir con una calidad de
normal.
vida (E
n la imagen, Ashanti a la edad de 9. años)
FUENTE:http://hablemosdeciencia.wordpress.com/20
l-futuo-de-la-teraa-geni/
12/04/24/e r pi ca

Sin embargo, el apoyo a la terapia fue cuestionado cuando algunos niños tratados para
SCID desarrollaron leucemia. Las pruebas clínicas se interrumpieron temporalmente en
el 2002, a causa del impacto que supuso el caso de “Jesse Gelsinger”, la primera
persona reconocida públicamente como fallecida a causa de la terapia génica. Existe
una bibliografía numerosa sobre el tema, y es destacable el informe que la FDA (Food
and Drug Administration: Agencia de Alimentos y Medicamentos o Agencia de Drogas y
Alimentos), emitió señalando el conflicto de intereses de algunos de los médicos
implicados en el caso así como los fallos en el procedimiento.

En el año 2002, cuatro ensayos en marcha de terapia génica se paralizaron al


desarrollarse en un niño tratado una enfermedad similar a la leucemia.
Posteriormente, tras una revisión de los procedimientos, se reanudaron los proyectos
en marcha.

En el año 2003, Un equipo de investigadores de la universidad de California, en Los


Ángeles, insertó genes en un cerebro utilizando liposomas recubiertos de un polímero
llamado polietilen glicol (PEG). La transferencia de genes en este órgano es un logro
significativo porque los vectores virales son demasiado grandes para cruzar la “barrera
hematoencefálica”. Este método tiene el potencial para el tratamiento de la
enfermedad del Parkinson.

También la interferencia por ARN se planteó en éste año para tratar la enfermedad de
Huntington.

En el año 2006, Científicos del NIH (Institutos Nacionales de la Salud), tratan


exitosamente un Melanoma metastásico en dos pacientes, utilizando células T para
atacar a las células cancerosas. Este estudio constituye la primera demostración de que
la terapia génica puede ser efectivamente un tratamiento contra el cáncer.

En Marzo del 2006 un grupo internacional de científicos anunció el uso exitoso de la


terapia génica para el tratamiento de dos pacientes adultos contagiados por una
enfermedad que afecta a las células mieloides. El estudio, publicado en Nature
Medicine, es pionero en mostrar que la terapia génica puede curar enfermedades del
sistema mieloide.

En mayo del 2006, un equipo de científicos dirigidos por el Dr. Luigi Naldini y el Dr.
Brian Brown del Instituto de San Raffaele Telethon para la Terapia Génica (HSR-TIGET)
en Milán, informaron del desarrollo de una forma de prevenir que el sistema inmune
pueda rechazar la entrada de genes. Los investigadores del Dr. Naldini observaron que
se podía utilizar la función natural de los micro-RNA para desactivar selectivamente los
genes terapéuticos en las células del sistema inmunológico. Este trabajo tiene
implicaciones importantes para el tratamiento de la hemofilia y otras enfermedades
genéticas.

En Noviembre del mismo año, Preston Nix de la Universidad de Pensilvania informó


sobre VRX496, una inmunoterapia para el tratamiento del HIV que utiliza un vector
lentiviral para transportar un DNA antisentido contra la envuelta del HIV. Fue la primera
terapia con un vector lentiviral aprobada por la FDA para ensayos clínicos

El 1 de mayo del 2007, el hospital Moorfields Eye y la universidad College London´s


Institute of Ophthalmology anunciaron el primer ensayo de terapia génica para la
enfermedad hereditaria de retina. La primera operación se llevó a cabo en un varón
británico de 23 años de edad, Robert Johnson, a principios de este año. La Amaurosis
congénita de Leber es una enfermedad hereditaria que causa la ceguera por
mutaciones en el gen RPE65. Se investigó la transfección subretiniana por el virus
recombinante adeno-asociado llevando el gen RPE65, y se encontraron resultados
positivos.

Los pacientes mostraron cierto incremento de la visión, y no se presentaron efectos


secundarios aparentes.
En el año 2008, investigadores de la Universidad de Míchigan en Ann Arbor (Estados
Unidos) desarrollaron una terapia genética que ralentiza y recupera las encías ante el
avance de la enfermedad periodontal, la principal causa de pérdida de dientes en
adultos. Los investigadores descubrieron una forma de ayudar a ciertas células
utilizando un virus inactivado para producir más cantidad de una proteína denominada
receptor TNF (factor de necrosis tumoral).

Este factor se encuentra en bajas cantidades en los pacientes con periodontitis. La


proteína administrada permite disminuir los niveles excesivos de TNF (factor de
necrosis tumoral), un compuesto que empeora la destrucción ósea inflamatoria en
pacientes que sufren de artritis, deterioro articular y periodontitis. Los resultados del
trabajo mostraron que entre el 60% y el 80% de los tejidos periodontales se libraban de
la destrucción al utilizar la terapia génica.

En Septiembre de 2009, se publicó en Nature que unos investigadores de la


Universidad de Washington y la Universidad de Florida fueron capaces de proporcionar
visión tricromática a monos ardilla usando terapia génica.

En noviembre de ese mismo año, la revista Science publicó resultados alentadores


sobre el uso de terapia génica en una enfermedad muy grave del cerebro, la
adrenoleucodistrofia, usando un vector retroviral para el tratamiento.

En la actualidad, se sigue investigando y desarrollando las distintas técnicas de Terapia


Génica.
Compañías farmacéuticas y centros de investigación de Europa, Estados Unidos y Japón
ya han apostado a esta nueva posibilidad. De hecho, a principios de los 90 se incluía a
grandes compañías como Sandoz, Cib, Geigy y Rhone Poulenc Rorer. En 1992, el
mercado correspondiente fue estimado en 1,2 billones de dólares. Estimaciones más
recientes.

1.3 REQUISITOS Y CRITERIOS PARA REALIZAR ESTUDIOS


Indudablemente la meta de los estudios que involucran la terapia génica como
alternativa terapéutica es la posibilidad de la utilización en la clínica.
Para ello se requiere cumplir una serie de requisitos que justifiquen estos medios y que
se mencionan a continuación:

La patología no debe tener en la actualidad un tratamiento efectivo para su


cura. Para llegar a una propuesta terapéutica sólida y científicamente viable, se
requiere de una fuerte inversión en recursos humanos y económicos por un
tiempo prolongado. Esto hace que el costo de una o varias líneas de
investigación que conduzcan a la propuesta de alternativas terapéuticas para
determinada patología sea elevada. La inversión de estos recursos debe ser
justificada cuidadosamente y, por ello, es conveniente que la patología
constituya un problema de salud pública que no cuente con cura actualmente.

Se debe conocer en lo posible los detalles del efecto involucrado a nivel


molecular. Es evidente que si se pretende intervenir a nivel molecular, es
indispensable contar con el conocimiento detallado del efecto, o los efectos.

Se debe tener un sustento científico sólido que justifique la intervención a nivel


molecular. Para llegar a la aplicación clínica de la terapia génica, se debe contar con
amplia y sólida evidencia científica que demuestre que la intervención a nivel
molecular podría resultar en la mejoría de la salud el paciente, o en la resolución del
problema en cuestión. Esto se hace evidente mediante la publicación de artículos
científicos que forman el marco teórico que respalda la intervención molecular. Los
protocolos establecidos internacionalmente requieren de una secuencia lógica que
incluye desde la comprobación de cambios celulares fenotípicos in vitro, generados
por el ácido nucleico terapéutico en cuestión, así como la comprobación de los
efectos terapéuticos en modelos animales, la caracterización toxicológica del
procedimiento, hasta llegar finalmente a la propuesta de su aplicación en protocolos
clínicos.

1.4 NORMAS PARA RECIBIR TERAPIA GÉNICA


Las normas para recibir terapia génica están bien establecidas e incluyen varios
requisitos:

El gen debe estar aislado y estar disponible para la transferencia,


normalmente por clonación.

Debe haber un medio efectivo para la transferencia del gen. Por el


momento, muchos ensayos utilizan vectores retrovíricos, aunque también se
emplean otros métodos, como los vectores adenovíricos y las técnicas físicas y
químicas.

El tejido diana debe ser accesible para la transferencia genética. La


primera generación de procesos de terapia génica utiliza glóbulos blancos o sus
precursores como tejido diana.

No debe haber ninguna forma de terapia efectiva disponible, y la terapia


génica no debe dañar al paciente.
Actualmente se están tratando varias enfermedades hereditarias con terapia génica,
como la inmunodeficiencia combinada grave (SCDI, del inglés severe combined
inmunodeficiency), la hipercolesterolemia familiar, la fibrosis quística y la distrofia
muscular, y se están desarrollando procesos para tratar otras enfermedades.

1.5 CONSIDERACIONES ÉTICAS ANTE LA TERAPIA GENÉTICA

Desde el punto de vista ético se pueden hacer las siguientes consideraciones en


relación con la Terapia Génica:

1. La TG sólo debería ser aplicada para tratar pacientes con determinadas


enfermedades genéticas raras y no como instrumento de un programa social
eugenésico que tratara de mejorar el acervo génico humano. La TG, por tanto, no
incluye la estimulación genética de características tales como el comportamiento, la
inteligencia o el aspecto físico.

2. La TG sólo se debería intentar cuando no hay otras alternativas terapéuticas o


cuando, habiéndolas, suponen un mayor riesgo o una menor acción beneficiosa.

3. La aplicación de la TG a una enfermedad humana debería requerir la evidencia


de que es segura, beneficiosa, técnicamente posible y éticamente aceptable.

4. La TG de células somáticas para el tratamiento de enfermedades graves puede


considerarse ética, pues puede ser apoyada por los principios fundamentales de
autonomía, beneficencia y justicia.

5. El tratamiento de células somáticas por medio de la TG no presenta problemas


éticos diferentes a los de cualquier otro tipo de terapia experimental tales como la
utilización de nuevos fármacos o de técnicas quirúrgicas novedosas.
“Friedmann (1989) señalaba que, como sucede con cualquier nuevo procedimiento
que se intenta aplicar en medicina, los estudios terapéuticos de la TG se llevarán a cabo
sin un conocimiento completo siempre que el peso de las necesidades clínicas supere
al de las imperfecciones e incertidumbres técnicas. De hecho el equilibro entre el daño
incierto y los beneficios deseados ha sido examinado y ponderado desde instancias
religiosas, éticas y del interés público, llegándose a la conclusión unánime de que los
estudios y aplicación de la manipulación genética somática realizada con fines
terapéuticos deben proseguir”.
6. Como se indicaba en el punto 1, la intención de la TG es corregir defectos
genéticos desde un punto de vista terapéutico. Por tanto, ¿cuál sería la valoración
ética del uso de una TG cuyo fin no fuera terapéutico sino el de estimular o
perfeccionar fenotipos normales? Algunos autores consideran que esta ingeniería
perfectiva (enhancement engineering) podría tener connotaciones eugenésicas. Por
el momento, el ejemplo más obvio que se podría utilizar es el de transferir el gen
de la hormona de crecimiento de algún determinado animal a un niño normal con
la intención de que aumentara su crecimiento. Con cierta ironía podríamos pensar
que, quizá, a algunos padres les gustaría tener un jugador de baloncesto en la
familia.
El Dr. W. French Anderson (1989) consideraba que es necesario establecer una línea de
separación entre la terapia génica y la ingeniería perfectiva. Su razonamiento se basa
en que la TG somática se considera ética porque está apoyada por el principio
fundamental de beneficencia, siendo por tanto un bien moral, mientras que la
ingeniería perfectiva puede no ser un bien moral cuando su aplicación perjudica, en
vez de contribuir, a la dignidad del hombre. Traspasar esa línea de separación
significaría que valores humanos que nuestra sociedad considera importantes para la
dignidad del hombre podrían verse amenazados principalmente en dos aspectos:
1) el riesgo médico, y 2) la precariedad moral:

1. Introducir un gen en las células de un individuo para que sinteticen más cantidad de un
producto ya existente puede afectar negativamente a muchos otros procesos
bioquímicos. Una cosa es corregir un defecto en el genoma de un individuo (TG) y otra
insertar un gen con la intención de mejorar o alterar selectivamente una característica
pero con el riesgo de poner en peligro el equilibrio metabólico global del individuo. Es
decir, en la ingeniería perfectiva los riesgos aumentarían mientras que los beneficios
serían considerablemente menos claros.

2. Desde el punto de vista de la precariedad moral, hay que tener en cuenta que la
aplicación de la ingeniería perfectiva implicaría una triple problemática: ¿cómo
determinar qué genes se deberían transferir? ¿Cómo determinar a quién hacer la
transferencia génica? ¿Cómo impedir la discriminación contra los individuos que reciban
o no el gen?

A las consideraciones anteriores habría que añadir el hecho cierto de que una vez que
se hubiera autorizado y empezado la ingeniería perfectiva sería muy difícil detener el
proceso, colocándonos posiblemente en un plano inclinado resbaladizo muy peligroso.

7. Una variante de la ingeniería perfectiva sería intentar alterar o mejorar


caracteres humanos complejos tales como la personalidad, la inteligencia, etc. que
resultan de la interacción de muchos genes y de circunstancias ambientales
(ingeniería genética eugenésica). Aunque por tratarse de caracteres poligénicos no
hay posibilidad real de aplicar una terapia génica, no está de más dejar constancia
de la valoración ética negativa de tal ingeniería genética eugenésica.

8. Así como la TG somática ha sido ampliamente aceptada por la comunidad


científica y positivamente valorada desde el punto de vista ético, la terapia génica
germinal se enfrenta, por un lado, con obstáculos técnicos y, por otro, con
disparidad de criterios respecto a su valoración ética. El papel potencial de la
manipulación de la línea germinal para la prevención de enfermedades genéticas es
mucho menos claro que el de la modificación somática. La TG germinal plantea
cuestiones problemáticas como son la propagac efectos a largo plazo que pudieran
cambiar las características genéticas de las poblaciones humanas (esto último en el
supuesto no muy probable de que la utilización de la TG germinal llegara a
“socializarse” a gran escala. En el momento presente, dado que la TG germinal está
llena de incertidumbres técnicas y éticas, no debería llevarse a cabo. Sin embargo,
algunos autores defienden que la TG germinal sería éticamente válida si se cumplen
algunas condiciones, tales como :

1) Que hubiera experiencia previa en la TG somática que estableciera claramente la


efectividad y seguridad del tratamiento de células somáticas,
2) Que existiera estudios adecuados en modelos animales que aseguraran la
reproducibilidad, factibilidad y seguridad de la TG germinal utilizando los mismos
vectores de transferencia génica y procedimientos que se utilizarían en seres humanos,
y
3) Debería haber un conocimiento y aceptación de la técnica por parte de la sociedad.

Aquí podríamos citar como relevantes las posturas de moralistas como Klaus Demmer y
Manuel Cuyás para quienes “el que la intervención tenga lugar en células somáticas o en las
germinales no implicará diferencia alguna esencial” cuando el beneficio sea cierto. Hay autores
como Friedmann, decidido defensor de la TG germinal, que consideran que podría ser necio y
prematuro tomar una postura severa en contra de ella, sugiriendo que la necesidad de un
control eficaz de la enfermedad o de impedir el daño de la misma en las primeras etapas del
desarrollo o la inaccesibilidad de las células a corregir por la TG somática podrían
eventualmente justificar la TG germinal. Este último caso sería, por ejemplo, el de las células
del cerebro implicadas en enfermedades hereditarias del sistema nervioso central. Una
intervención temprana (terapia génica de embrión) que afectara a todas las células del futuro
organismo, incluyendo las células germinales, podría ser el único medio disponible para tratar
células o tejidos que, de otra manera, no sería posible reparar genéticamente después del
nacimiento.
Por su parte, Walters (1986) salía en defensa de la TG germinal frente a la TG somática con la
siguiente argumentación: Si la TG somática llega a curar con éxito enfermedades monogénicas
recesivas de alta incidencia (por ejemplo, anemia falciforme, talasemia, fibrosis quística, etc.),
las personas genéticamente enfermas pero fenotípicamente sanas (porque su defecto genético
ha sido corregido por la introducción del gen en las células somáticas adecuadas) transmitirán
a sus descendientes el gen deletéreo puesto que sus células germinales no habrán sido
corregidas por la terapia génica. Desde el punto de vista de la genética de poblaciones
humanas, las personas curadas por la TG somática
constituyen un nuevo grupo de individuos homocigotos portadores de una enfermedad
genética que, al transmitir sus genes defectuosos a sus descendientes, contribuyen a aumentar
la proporción de genes deletéreos en las poblaciones humanas, deteriorando su acervo génico
desde el punto de vista evolutivo. Conviene indicar aquí que esta situación no es nueva en las
poblaciones humanas actuales donde la curación mediante fármacos de las enfermedades
genéticas permite que las personas genéticamente enfermas pero curadas (genotípicamente
enfermas, fenotípicamente sanas) puedan transmitir sus genes deletéreos a sus descendientes.
La conclusión es obvia: con el avance de la medicina y la farmacología ha descendido
drásticamente la tasa de mortandad por enfermedades genéticas a la vez que ha aumentado
también drásticamente en la población humana la frecuencia de genes causantes de tales
enfermedades. No obstante, como decía Thiessen, “la retención de estos errores genéticos es
un precio pequeño que hay que pagar si el defecto es fácilmente corregido a nivel de
población”.

En el apartado anterior se ha hecho referencia a la terapia génica de embrión en


contraposición a la TG somática normal también denominada terapia génica de paciente que
se entiende aplicada en individuos ya nacidos independientemente de que sean en edad
infantil, juvenil o adulta.
La introducción de genes en la línea germinal se ha llevado a cabo con éxito en diversas
especies animales de laboratorio y domésticas inyectando directamente el ADN en los
pronúcleos de los cigotos. Sin embargo, este método, que constituiría una terapia génica de
embrión puesto que el gen insertado se reproduciría en todas las células del embrión y del
futuro individuo adulto (incluyendo, obviamente, la línea germinal), no parece de utilidad en la
TG humana puesto que en la mayoría de los casos no podría saberse a priori si dicho cigoto era
portador de determinada enfermedad genética. A este respecto, Williamson (1982) criticaba
irónicamente la utilidad de la TG de embrión en los siguientes términos: “¿Es necesaria? Para
llevar a cabo la TG en un embrión temprano se debe estar seguro de que está afectado por la
enfermedad y podría pensarse que los padres, una vez realizada la diagnosis prenatal,
preferirían empezar una nueva concepción que considerar la posibilidad de una manipulación
genética del embrión.
La perspectiva de la TG de embrión me parece a mí -continúa Williamson- una forma ridícula
de terapia clínica para una pareja (ambos heterocigotos portadores de la enfermedad) que
tiene una probabilidad del 75% de tener un hijo normal (o incluso del 100% si aceptan la
diagnosis prenatal y son partidarios del aborto) utilizando los métodos más populares,
aceptables y divertidos de procrear que han estado en boga durante muchos años sin la ayuda
o el consejo de los biólogos moleculares”. Desde el punto de vista ético es evidente que la TG
de embrión lleva añadida toda la problemática que supone la manipulación de embriones.

9. La Declaración Universal de la UNESCO sobre el Genoma Humano y los Derechos


Humanos (1997) en su Artículo 24 invita al Comité Internacional de Bioética de la
UNESCO a la identificación de prácticas que pueden ir en contra de la dignidad
humana, como las intervenciones en la línea germinal, en clara alusión, sin duda, a la T
Biomedicina (Convenio Europeo de Bioética) de 1997 establece en su Artículo 13 que
“únicamente podrá efectuarse una intervención que tenga por objeto modificar el
genoma humano por razones preventivas, diagnósticas o terapéuticas y sólo cuando no
tenga por finalidad la introducción de una modificación en el genoma de la
descendencia”. Por tanto, queda prohibida la TG germinal. En el presente contexto es
interesante volver a mencionar que los NIH obtuvieron en Estados Unidos en 1995 la
patente de la técnica de TG somática ex vivo puesta a punto en 1990 por los Dres.
Anderson, Blaese y Rosenberg. En cambio, la técnica de TG germinal no correrá,
posiblemente, la misma suerte. De hecho, en la Directiva del Parlamento Europeo y del
Consejo, relativa a la protección jurídica de las invenciones biotecnológicas aprobada
en Julio de 1998, se consideran no patentables los “procedimientos de modificación de
la identidad genética germinal del ser humano” por considerar su explotación
“contraria al orden público o a la moralidad”
CAPITULO II
MODALIDADES Y TIPOS DE
TERAPIA GENICA
MODALIDADES Y TIPOS DE TERAPIA GÉNICA
En la actualidad, la dotación genética de una célula puede ser modificada
mediante la introducción de un gen normal en el organismo diana que sustituya
al gen defectuoso en su función; es lo que se denomina terapia génica, lo que se
puede definir como el conjunto de técnicas que permiten vehiculizar secuencias
de ADN o de ARN al interior de células diana, con objeto de modular la expresión
de determinadas proteínas que se encuentran alteradas, revirtiendo así el
trastorno biológico que ello produce.

MODALIDADES Y TIPOS
DE TERAPIA GÉNICA

Modalidades
Estrategia
En función del aplicada
tipo celular diana

2.1 TERAPIA 2.2 TERAPIA


GÉNICA DE GÉNICA DE 2.3 TERAPIA 2.4 TERAPIA
CÉLULAS CÉLULAS GÉNICA IN VIVO GÉNICA EX VIVO
GERMINALES SOMÁTICAS

CUADRO 1.- Modalidades y tipos de terapia génica.


CÉLULAS DIANA

Las células diana se seleccionan en función del tipo de tejido en el que deba
expresarse el gen introducido, y deben ser además células con una vida media
larga, puesto que no tiene sentido transformar células que vayan a morir a los
pocos días. Igualmente, se debe tener en cuenta si la célula diana es una célula
en división o quiescente, porque determinados vectores virales, como los
retrovirus, sólo infectan a células en división.

En función de estas consideraciones, las células diana ideales serían las células
madre, puesto que la inserción de un gen en ellas produciría un efecto a largo
plazo. Debido a la experiencia en trasplante de médula ósea, una de las dianas
celulares más trabajadas son las células madre hematopoyéticas. La terapia
génica en estas células es técnicamente posible y es un tejido muy adecuado para
la transferencia ex vivo. Otras dianas celulares con las que se ha trabajado son:

 Linfocitos: son células de larga vida media y fácil acceso (se


encuentran en la sangre periférica). Constituyen un blanco para terapias
ex vivo de melanomas e inmunodeficiencias.

 Epitelio respiratorio: son células de división muy lenta y en ellas no


es posible la transferencia ex vivo, pero sí su transformación mediante
adenovirus y lipoplexes.

 Hepatocitos: su transformación en posible tanto ex vivo (es factible


cultivar las células y trasplantarlas por la circulación portal) como in vivo
(se están desarrollando receptores proteicos específicos de hepatocitos).

 Fibroblastos dérmicos: son células de fácil acceso y cultivo, y


pueden transformarse tanto ex vivo como in vivo, pero suelen tener
efectos transitorios.

 Células musculares: pueden transformarse mediante inyección in


vivo de ADN y también mediante adenovirus, pero con un éxito muy
limitado en este último caso.

En función del tipo celular diana, existen dos modalidades de terapia génica:
2.1 TERAPIA GÉNICA DE CÉLULAS GERMINALES
Es aquella dirigida a modificar la dotación genética de las células implicadas en la
formación de óvulos y espermatozoides y, por tanto, transmisible a la descendencia.

Este tipo de terapia génica sería la indicada para corregir de forma definitiva las
enfermedades congénitas, una vez que la técnica sea eficaz y segura, situación
que no parece darse en el momento actual.

La terapia génica de la línea germinal humana no ha sido practicada debido a las


limitaciones de la tecnología de manipulación de las células germinales y a
considerandos éticos, en especial el peligro de la modificación del acervo
genético de la especie humana, y el riesgo de potenciación genética, que
derivaría en prácticas de eugenesia por selección artificial de genes que
confiriesen caracteres ventajosos para el individuo.

Células germinales: son que se dividen por mitosis originando la mayor parte de
las células del organismo, esta línea celular es la precursora de los gametos:
óvulos y espermatozoides en los organismos que se reproducen sexualmente.
Estas células contienen el material genético que se va a pasar a la siguiente
generación.

FIGURA 2: Célula germinal FIGURA 3:Célula germinal


Fuente:http://teragenica98.blogsp Fuente:http://teragenica98.blogsp
/
/
ot.com ot.com
2.2 TERAPIA GÉNICA DE CÉLULAS SOMÁTICAS

Es aquella dirigida a modificar la dotación genética de células no germinales, es


decir, de las células somáticas o constituyentes del organismo. Por ello, la
modificación genética no puede transmitirse a la descendencia. Por consenso
general entre los investigadores y con la legislación actual, basada en motivos
éticos y de seguridad, solamente se llevan a cabo protocolos clínicos en este tipo
de terapia génica.

En principio, la terapia génica somática no ha sido motivo de reservas éticas,


salvo las relacionadas con su posible aplicación a la ingeniería genética de
potenciación, es decir, toda manipulación genética cuyo objetivo sea potenciar
algún carácter, como la altura, sin pretender tratar enfermedad alguna.

Células somáticas: son aquellas que forman el crecimiento de tejidos y órganos


de un ser vivo, procedentes de células madre originadas durante el desarrollo
embrionario y que sufren un proceso de proliferación celular y apoptosis.

FIGURA 4: Célula somática. Neurona. FIGURA 5: Célula somática. Conos, bastones.


Por otra parte, y en función de la estrategia aplicada, la terapia génica también
puede clasificarse en:

MANERAS DE REALIZAR TERAPIA GÉNICA

FIGURA 7: Terapia génica in vivo, ex vivo.


FIGURA 6: Tipos de terapia génica.

2.3 TERAPIA GÉNICA IN VIVO

Agrupa las técnicas en las


que el material genético se
introduce directamente en
las células del organismo,
sin que se produzca su
extracción ni manipulación
in vitro. Es decir, la
transformación celular
tiene lugar dentro del
paciente, actuando
como fármaco al
interaccionar con células
específicas del cuerpo y transferirle su contenido genético.
FIGURA 8.- Terapia génica in vivo.

La gran ventaja de las técnicas in vivo sobre la terapia génica in vitro es su mayor
sencillez. Sin embargo, tienen el inconveniente de que el grado de control sobre
todo el proceso de transferencia es menor, la eficiencia global es también menor
(dado que no pueden amplificarse las células transducidas) y, finalmente, es difícil
conseguir un alto grado de especificidad tisular.

FIGURA 9.- Modelo de transferencia genética in vivo mediado por liposomas catiónicos:
introducción del gen q codifica el regulador trasmembrana de la fibrosis quística (CFTR).
FIGURA 10.-Fibrosis quística.

2.4 TERAPIA GÉNICA EX VIVO


Comprende todos aquellos protocolos en los que las células a tratar son extraídas
del paciente, aisladas, crecidas en cultivo y sometidas al proceso de transferencia in
vitro.

FIGURA 11.- Terapia génica ex vivo.


Una vez que se han seleccionado las células que han sido efectivamente
transducidas, se expanden en cultivo y se introducen de nuevo en el paciente.

VENTAJAS

 Sus principales ventajas son el permitir la elección del tipo de célula a


tratar, mantener un estrecho control sobre todo el proceso, y la mayor
eficacia de la transducción genética.

PROBLEMAS

 Los problemas más importantes de esta modalidad son la mayor


complejidad y coste de los protocolos La imposibilidad de transducir aquellos
tejidos que no son susceptibles de crecer en cultivo
 Existe siempre el riesgo inherente a la manipulación de las células en
cuanto a problemas de contaminación.
En las últimas dos décadas aproximadamente, los conceptos y la tecnología de la
ingeniería genética aplicados a la terapéutica han pasado desde la ciencia ficción
al inicio de su experimentación clínica. Esta tecnología ha evolucionado
rápidamente, y en la actualidad hay más de 200 protocolos de terapia génica en
fase de ensayo clínico.

Por ello, si bien la terapia de fundamento genético se encuentra


mayoritariamente en fase de experimentación, estas técnicas se incorporarán al
arsenal terapéutico en un futuro nada lejano para su uso clínico seguro y eficaz.

FIGURA12.- Modelo de transferencia génica ex vivo: introducción del gen que codifica el
receptor de LDL en el tratamiento de la hipercolesterolemia familiar monogénica.
FIGURA 13.- Se extrae
células del paciente con
genes defectuosos y en el
laboratorio, a través de
vectores se les transfieren
los genes deseados.
Finalmente las células
transformadas se
introducen de nuevo en el
paciente.

CÓMO SE UTILIZA

Para introducir un gen en una célula eucariota se utilizan vectores que transportan
normalmente material genético a las células como virus.

El ADN o ARN de estos organismos es cortado con enzimas de restricción con el


fin de quitar las regiones patógenas e insertar en estas zonas de su genoma el
gen de interés médico. Una vez recombinado el genoma del vector con el nuevo
material genético, este se ensambla de forma fisiológica y se le deja “infectar”.

El vector, al realizar sus procesos de incorporación al genoma humano y a sus


mecanismos de trascripción y traducción de proteínas terminará finalmente
generando cantidades de la proteína normal que seguramente va a tener efectos
terapéuticos en el paciente.
FIGURA 14.- Introducción un gen en una célula eucariota

CAPITULO III
TRANSFEREN
CIA GENICA

TRANSFERENCIA GÉNICA
La terapia génica requiere que se transfieran eficientemente los genes
clonados a células enfermas, de manera que los genes introducidos sean
expresados en cantidad adecuada. Tras la transferencia génica, los genes
insertados se pueden llegar a integrar en los cromosomas de la célula, o bien
quedar como elementos genéticos extracromosómicos (episomas).

FIGURA 15.- Trasferencia génica

3.1 GENES INTEGRADOS EN CROMOSOMAS Y


GENES NO INTEGRADROS
3.1.1 GENES INTEGRADOS EN CROMOSOMAS
La ventaja de que el gen se integre en el cromosoma es que puede
perpetuarse por replicación cromosómica tras la división celular.

FIGURA 16
Cromosoma

.-
Fuente
: g
Como las células de la progenie también contienen los genes introducidos, se puede
obtener una expresión estable a largo plazo. Así, en los tejidos formados por células en
división activa, la clave es dirigir la modificación a las células madre (una Población
minoritaria de células precursoras indiferenciadas que dan lugar a las células
diferenciadas maduras del tejido). Además, las células madre no sólo dan lugar a las
células maduras del tejido, sino que al mismo tiempo se renuevan ellas mismas. En
consecuencia, se trata de una población inmortal de células a partir de la cual deriva el
resto de células del tejido.
La transferencia eficiente de genes a las células madre y la posterior expresión del
gen estable ofrece, por tanto, la posibilidad de curar un trastorno genético.

No obstante, la integración cromosómica tiene sus inconvenientes debido a


que la inserción suele ocurrir casi al azar: la localización de los genes insertados
puede variar enormemente entre células. En algunos casos, los genes
insertados pueden no expresarse debido a su inserción en regiones muy
condensadas. En ciertas ocasiones, la integración puede provocar la muerte de
la célula huésped (por ejemplo, por inserción en un gen crucial, inactivándolo).
Este tipo de acontecimientos tiene consecuencias únicamente para la célula en
la que sucede la integración. Una preocupación mayor es el riesgo de cáncer: la
integración puede perturbar los patrones normales de expresión de genes que
controlan la división o la proliferación celular, por ejemplo a través de la
activación de un oncogén o de la inactivación de un gen supresor de tumores o
de un gen implicado en la apoptosis (muerte celular programada).

La terapia génica ex vivo ofrece al menos la oportunidad de seleccionar las


células en las que la integración ha tenido éxito, gracias a que se amplifica a
estas células en cultivo y se comprueba si sus fenotipos presentan alguna
evidencia obvia de transformación neoplásica, como paso previo a su
readministración al paciente.

3.1.2 GENES NO INTEGRADOS


Algunos sistemas de transferencia génica
están diseñados para insertar genes en
células donde pueden quedar como
elementos extracromosómicos (episomas) y
tener una expresión elevada. Si las células
están dividiéndose activamente, el gen
introducido puede no segregar igualmente a
- Trasferencia génica las células hijas, por lo que la expresión a
: FIGURA 17. largo plazo puede ser un problema. El
resultado es que la posibilidad de curar un
trastorno genético puede ser remota: harán falta tratamientos repetidos de
terapia génica. Sin embrago, en algunos casos puede ser que no haga falta una
expresión estable a largo plazo. Por ejemplo, las terapias génicas contra el
cáncer suelen implicar la transferencia y expresión de genes a células
cancerosas con la intención de eliminarlas. Una vez eliminado el tumor, el gen
terapéutico puede no ser necesario nunca más.

3.2 MÉTODOS DE TRANSFERENCIA GÉNICA


Para alcanzar un determinado efecto biológico en terapia génica es necesario
introducir de manera eficaz la secuencia génica de interés en la célula diana y
conseguir su expresión. Estos objetivos suponen contar con un adecuado
sistema de vehiculización o transferencia y, al mismo tiempo, disponer de
promotores adecuados para conseguir la máxima expresión del gen insertado
en la célula.

La introducción en una célula de material genómico foráneo se denomina


transferencia génica, transducción o transfección.

Los principales sistemas de transferencia pueden agruparse en dos tipos: los


métodos físico-químicos y los vectores virales.

3.2.1 MÉTODOS DE TRANSFERENCIA GÉNICA FÍSICO-QUÍMICOS


O NO
VIRALES
Los métodos de transferencia génica físico-químicos o no virales fueron los
primeros en ser desarrollados. En estos métodos el ADN foráneo o exógeno
está integrado en un plásmido, que es una molécula de ADN que puede ser
mantenida de manera episómica, es decir, de forma estable e independiente
del genoma de la célula huésped.

FIGURA 18.- Plásmido


VENTAJAS

En general, presentan las siguientes ventajas:

Son sencillos de preparar, lo que permite su producción de forma industrial


No tienen limitaciones en cuanto al tamaño del ADN que pueden transferir
Son poco tóxicos; y no son inmunogénicos.

INCONVENIENTES

Los inconvenientes de estos métodos son:

Su baja eficacia de transducción de las células diana


Y que algunos de ellos sólo pueden utilizarse in vitro.

3.2.1 MÉTODOS DE TRANSFERENCIA GÉNICA FÍSICO-QUÍMICOS

Microinyección
Precipitación con fosfato cálcico
Electroporación
Inyección directa de ADN “desnudo”

Conjugados ADN-proteínas
Liposomas
CUADRO 2.- Métodos de trasferencia Génica.

3.2.1.1 MÉTODOS QUÍMICOS

 Transferencia con fosfato de calcio

Se empezó a usar esta técnica en los años 60, pero fue en los 70 cuando se
empezó a desarrollar suficientemente para tener buenas eficacias de
transfección. Se basa en la precipitación del DNA exógeno y los iones de calcio,
provocando que la célula, mediante endocitosis, introduzca el DNA en su
interior.

La eficacia de transfección puede llegar al 10% de las células, aunque suele ser
transitoria. No es una técnica que provoque toxicidad en las células pero la
expresión del transgén es muy pequeña. Únicamente se usa en cultivos
celulares, y por lo tanto su aplicación es "ex vivo".

3.2.1.2 SISTEMAS FÍSICOS

Consiste en colocar el DNA mediante una inyección en el núcleo de las células.


Al introducirlo directamente allí, evitamos la degradación citoplasmática y
lisosomal. Se realiza mediante un micromanipulador, microscopio invertido
que permite la visualización.

Las células que sobreviven y han insertado el material genético presentan una
alta eficacia de expresión del mismo. La técnica es muy laboriosa y necesita
células aisladas para su realización. Este sistema se suele utilizar "ex vivo". En
el caso de inyección en embriones se denomina terapia génica germinal siendo
un método "in vivo".

 Microinyección
Los sistemas de microinyección de genes en oocitos, huevos y embriones de
animales permiten el estudio de los genes transferidos durante el desarrollo
embrionario normal. Estos métodos permiten la introducción de cualquier
DNA en cualquier célula sin necesidad de presión selectiva para mantenerlo
si bien se necesita un equipamiento costoso y mucha práctica con la
desventaja de que se pueden tratar un número reducido de células cada vez.
Se utilizan también para introducir vectores plasmídicos en núcleos de
protoplastos vegetales. La microinyección se realiza al microscopio con
capilares de vidrio de diámetro entre 0,1 y 0,5 mm y con ayuda de un
micromanipulador.

FIGURA 19.- Sistema de microinyección.


Electroporación
Sirve tanto para células de mamífero o de plantas como para levaduras y
bacterias. Consiste en un proceso físico que, de modo transitorio y por acción
de un breve pulso eléctrico, permeabiliza las membranas tanto de células
procariotas como eucariotas, al hacer que se formen poros en las mismas,
permitiendo la entrada en la célula de moléculas de DNA grandes e incluso
de partículas víricas.

Es un método bastante ineficaz puesto que de cada 1000 células, sólo una de
ellas recibe el DNA. Según el tamaño de la célula se necesita mayor o menor
voltaje de modo que cuanta más pequeña es la célula, mayor voltaje se
necesita para que se formen los poros en la membrana. Cuando cesa el pulso
eléctrico, los poros se cierran.

 DNA desnudo

Es aquel ADN desprovisto de cubierta proteínica o lipídica. Para la transferencia


de genes, suele estar constituida por un plásmido bacteriano que contiene el
gen a transferir. Se inyecta directamente en el tejido objetivo donde se expresa
generalmente sin integrarse en el genoma de las células huésped.

El método consiste en la introducción del DNA en una solución salina o sérica,


normalmente mediante inyección intramuscular, para conseguir la expresión
del transgén. Se ha observado actualmente expresión en timo, piel, músculo
cardíaco y músculo esquelético. No se conoce el mecanismo por el que llega a
entrar a la célula aunque se postula que es a través del complejo del poro
nuclear.

Tiene un bajo porcentaje de células transfectadas, no hay integración en el


genoma y una vez inyectado no hay replicación en el genoma. Este es un
sistema utilizado para la realización de la terapia génica "in vivo".
FIGURA 20.- Ejemplo de una vacuna de ADN desnudo.

3.2.1.3 VECTORES NO VIRALES

 Liposomas

En 1965 se descubrió que los liposomas (bolsas rodeadas de una membrana


lipídica a semejanza de una célula eucariota animal) eran capaces de hacer
entrar DNA en la célula, pero hasta 1980 no se consiguió una eficacia de
transfección adecuada. Existen dos tipos de liposomas: liposomas catiónicos
(cargados positivamente) y liposomas aniónicos (cargados negativamente).

Existen muchos lípidos que se usan para formar estos liposomas e incluso se están
probando mezclas de estos. Son recomendables en transfecciones "in vitro".
FIGURA 21.- Estructura del liposoma.

VENTAJAS

Las ventajas de los liposomas es que protegen de la degradación al transgén


hasta su llegada al núcleo. La talla del DNA introducido en ellos no tiene límite.
Podemos hacerlos llegar a tejidos específicos incluyendo receptores en la capa
lipídica. Sin embargo como desventaja presentan la baja eficacia de
transfección, una expresión transitoria, cierto grado de toxicidad celular y
pueden ser inhibidos por componentes séricos.

3.2.2 MÉTODOS DE TRANSFERENCIA MEDIADA POR VIRUS


En la transferencia mediada por virus se sustituyen ciertos genes prescindibles
del vector por aquellos genes que se desea introducir en las células diana. La
región que ocupan estos genes se denomina región para inserción o “cassette”;
su tamaño (número de kilobases: kb) depende del tamaño del virus y de los
genes que puedan ser sustituidos y, obviamente, constituye un factor limitante
a la hora de insertar las secuencias génicas de interés.

Actualmente, los virus constituyen la forma más eficaz de transferir genes


terapéuticos al interior de las células diana, y son los vectores más utilizados
en terapia génica. Los virus están constituidos por pequeños ácidos nucleicos
(ADN o ARN) encapsulados en envolturas proteicas que los protegen y les
permiten entrar en las células. Una vez en el interior de la célula, la
información contenida en el ácido nucleico dirige la síntesis de proteínas
virales, aprovechando el sistema sintetizador (ribosomas) y el aparato
productor de energía (mitocondrias) de la célula huésped; de este modo se
generan nuevos viriones.

Los vectores virales se obtienen por eliminación de uno o más genes


indispensables para la replicación del virus, y su sustitución por el gen
terapéutico. De esta forma, el nuevo virus es defectivo, lo que significa que
mantiene la capacidad de infectar las células pero es incapaz de multiplicarse
en ellas. Es decir, un virus puede ser transformado estructuralmente mediante
diversas técnicas, dando lugar a un vector recombinante relativamente seguro,
siempre y cuando se sustituya los genes responsables de su replicación y
virulencia por los genes terapéuticos, manteniendo su capacidad infectiva
intacta.

VENTAJAS

 Los vectores virales constituyen los sistemas más eficaces para transferir
genes, ya que son capaces de infectar una elevada proporción de las células
diana, es decir, poseen una elevada eficacia de transfección, que en algunos
casos llega a ser incluso del 100 %.

LIMITACIONES

 Existen, sin embargo, importantes limitaciones en el empleo de


virus, derivados de la transferencia y la expresión de secuencias virales.
En consecuencia, la seguridad en el empleo de los vectores virales
constituye una importante preocupación, bien porque puede
producirse una transferencia involuntaria del virus nativo patógeno, o
bien porque pueda activarse un virus patógeno o un oncogén debido a
la posibilidad de recombinación génica al insertarse un gen foráneo en
el genoma del huésped.
 Otro punto clave a considerar en la terapia génica in vivo es la
reacción inmunitaria que el organismo receptor pone en marcha, pudiendo
eliminar el material genético a través de la muerte de las células
genéticamente modificadas. Para contrarrestar esta reacción inmune se
intenta eliminar el mayor número posible de genes víricos del vector, con el
fin de obtener una expresión más estable del gen terapéutico.

3.2.2 MÉTODOS DE TRANSFERENCIA MEDIADA POR VIRUS


Retrovirus

Adenovirus
Herpes virus
Virus Adeno asociados
CUADRO 3.- Métodos de transferencia mediada por virus.

FIGURA 22.- Estructura genómica de los principales virus utilizados para la construcción de vectores víricos de
transferencia génica. En cada caso se muestra la secuencia de ADN del genoma vírico, que para retrovirus y
adenovirus asociados es la forma provírica integrada. Se indican también las características relevantes de cada
sistema, como la secuencia y, necesaria para la encapsidación de los genomas víricos. Asimismo se indica el tamaño
de cada genoma y las principales regiones codificadoras de proteínas víricas (excepto para el virus del herpes
simple). Retrovirus: las regiones LTR se denominan repeticiones terminales largas y contienen secuencias
promotoras, secuencias de poliadenilación y secuencias necesarias para la integración.
Adenovirus: las regiones E1A, E1B y E3 se pueden eliminar o sustituir por un gen recombinante de interés para formar
los vectores adenovíricos. Virus del herpes simple: las regiones a, b y c son repeticiones que se encuentran invertidas
en
a', b' y c'. Adenovirus asociados: las regiones ITR, llamadas repeticiones terminales invertidas, flanquean al gen de
interés en vectores.
3.2.2.1 VECTORES RETROVÍRICOS

FIGURA 23.- Trasferencia a un retrovirus.

Los vectores víricos más estudiados provienen de los retrovirus. Los retrovirus
más estudiados son los oncovirus sencillos, como el virus del sarcoma de Rous
(VSR) y el virus de la leucemia murina de Moloney (Mo-MLV).

Cada partícula retrovírica (virión) contiene dos copias de ARN genómico vírico
empaquetadas dentro de un complejo proteico que, a su vez, está rodeado por
una envuelta proteolipídica.

La propiedad más interesante de los retrovirus es la producción de


transcriptasa inversa, una polimerasa de ADN dependiente de ARN. La mayoría
de ensayos clínicos de terapia génica utilizan actualmente retrovirus murinos
defectuosos, incapaces de replicación.
FIGURA 24.- Estructura del genoma de un retrovirus.

Las principales ventajas de los vectores retrovíricos como vehículos de transferencia


son su extraordinaria eficiencia, que les permite transducir cerca del 100 % de las
células diana, y su capacidad para integrar de manera estable en los cromosomas
celulares el material genético que contienen.

Sin embargo, existen varias limitaciones que dificultan el uso de los vectores
retrovíricos como vehículos generales de transferencia génica. Para que tenga
lugar la integración del provirus recombinante es necesario que la célula diana
se replique. Por lo tanto, no es posible transducir a células posmitóticas, como
neuronas diferenciadas o fibras musculares. La eficiencia de transducción
puede mejorarse significativamente en algunos tejidos, como la médula ósea o
el hígado, cuando se provoca la división celular mediante cultivos ex vivo o
mediante tratamiento con fármacos (5-fluorouracilo en médula ósea y
tetracloruro de carbono en hígado). La concentración de partículas víricas
recombinantes en los sobrenadantes de las líneas celulares productoras es
también un factor limitante.

Los retrovirus recombinantes son relativamente lábiles en comparación con


otros virus. Se ha intentado purificar o concentrar las partículas, aunque ello ha
dado como resultado una pérdida considerable de capacidad de transducción.
Los títulos habituales de 105 a 106 partículas víricas/ml de sobrenadante a
veces resultan insuficientes, en especial para la terapia génica in vivo, ya que
los viriones recombinantes son inactivados rápidamente por el sistema del
complemento. Otra limitación de los vectores retrovíricos está relacionada con
el tamaño de la secuencia que debe insertarse, que no debe superar las 8 kb
para que pueda ser empaquetada eficazmente y no influya negativamente en
el título obtenido.
Ello implica que algunas secuencias de ADN complementario como la del gen de la
distrofina, de 14 kb, no puedan incluirse en vectores retrovíricos.

Finalmente hay que considerar también cuestiones de seguridad en torno al uso


clínico de los vectores retrovíricos.

Existe la posibilidad de que se generen virus «silvestres» con capacidad de replicación


mediante recombinación homóloga de secuencias retrovíricas, principalmente en las líneas
celulares productoras. Además, la integración aleatoria del provirus recombinante en el
genoma celular podría provocar la activación de oncogenes o la inactivación de genes
supresores de tumores. Sin embargo, estudios de toxicidad en modelos animales finalizados
recientemente han indicado que no hay riesgo significativo en el uso de los sistemas
retrovíricos actuales para terapia génica.

FIGURA 25.- Generación de retrovirus


recombinantes para transferencia génica. Los
vectores retrovíricos se obtienen al sustituir
todas las secuencias codificadoras del
genoma de un retrovirus, por secuencias
recombinantes de interés terapéutico. Dichos
vectores se introducen en líneas celulares
empaquetadoras, manipuladas para expresar
constitutivamente los genes gag, poly env. Las
células resultantes, llamadas productoras, son
capaces de encapsidar el ARN derivado de los
vectores retrovíricos produciendo viriones
recombinantes sin capacidad de replicación.
Éstos se recogen en el sobrenadante celular y
servirán como vehículos eficientes de
transferencia y expresión de los genes de
interés.

3.2.2.2 VECTORES ADENOVÍRICOS

FIGURA27.- Estructura del genoma de un adenovirus.

FIGURA 26.- Estructura del genoma de un adenovirus.


Los adenovirus son patógenos débiles que afectan principalmente las vías
respiratorias y no se han asociado a enfermedades malignas. Cada partícula
vírica contiene una molécula de ADN de doble cadena de tamaño considerable
(36 kb) y entra en las células mediante endocitosis mediada por receptores,
seguido de la rotura del correspondiente endosoma y migración del genoma
adenovírico al núcleo donde permanece en forma extracromosómica.

El genoma adenovírico comprende una serie de genes que se expresan al


principio de la infección y codifican proteínas reguladoras, y una serie de genes
tardíos, que codifican proteínas estructurales.

Cuando el genoma vírico entra en la célula, se activan los genes que se


expresan inicialmente (E1). Ellos a su vez activan otros genes reguladores
importantes E2, E3 y E4.

En la segunda fase de replicación se expresan los genes tardíos (L1-L5), produciendo


más virus que finalmente provocan la muerte de la célula.

El actual conocimiento de la genética molecular del adenovirus posibilita su


manipulación como vehículo para terapia génica.
FIGURA 28.- Trasferencia a un adenovirus.

VENTAJAS

 Pueden infectar la mayoría de tipos celulares de mamífero.

 Pueden producirse a títulos elevados (³ 1012 partículas/ml)


mediante su propagación en células 293 y su posterior purificación en
gradientes de cloruro de cesio, por lo cual resultan adecuados para terapia
génica in vivo.

 A diferencia de los vectores retrovíricos, son capaces de transducir


eficientemente células quiescentes como neuronas y hepatocitos.

 El hecho de que los vectores adenovíricos generalmente no se


integran en el genoma de las células transducidas elimina el peligro
potencial de mutagénesis por inserción.

DESVENTAJAS

 La expresión del gen terapéutico es transitoria.

 Producen inducción de una respuesta inmunitaria fuerte en las


células hospedadoras, contra pequeñas cantidades de proteínas víricas
sintetizadas por el vector.

3.2.2.3 VECTORES BASADOS EN EL VIRUS DEL HERPES


FIGURA 29.-Herpesvirus

Basados en el virus del herpes simplex (HSV), que tienen un marcado tropismo
neuronal y por eso se emplean fundamentalmente para la transferencia de
genes al sistema nervioso. Los HSV son virus envueltos con un genoma lineal
de 152 kb de ADN bicatenario, en el que se han identificado más de 80 genes.
El genoma está dividido en dos regiones únicas (Larga y Corta) que están
flanqueadas por repeticiones terminales (TR) y repeticiones internas (IR). El
virus se une a glicosamino-glucanos celulares y a receptores celulares
específicos (por ejemplo, el receptor HveC, que pertenece a la súper familia de
las inmunoglobulinas y se expresa a alto nivel en el sistema nervioso).

Tras la entrada en la célula, el virus avanza por transporte retrógrado y llega al


núcleo, penetrando por los poros nucleares.

Después de entrar en el núcleo se expresan los genes inmediatos tempranos,


que activan la expresión de los genes tempranos (necesarios para la síntesis de
ADN viral) y de los genes tardíos (proteínas estructurales).

Una característica importante es que uno de los genes inmediatos tempranos


(ICP4) es absolutamente necesario para la replicación viral, por lo que basta
eliminarlo del genoma para obtener virus defectivos. En los vectores
actualmente en uso se han delecionado todos los genes inmediatos
tempranos, por lo que son totalmente apatogénicos.

Otra característica importante de estos virus es que cuando no se replican


entran en un periodo de latencia en el que se transcriben únicamente unos
transcritos asociados a latencia (LATs), aunque no se expresen los genes
inmediatos tempranos. Por tanto, incluyendo la unidad transcripcional en la
región de latencia se pueden obtener virus defectivos que expresan de forma
persistente un gen terapéutico. Además, se trata de vectores de gran
capacidad porque permiten acomodar hasta 50 kb de ADN exógeno.

FIGURA 30.- Estructura del genoma de un herpes virus

3.2.2.4 VECTORES BASADOS EN EL ADENOVIRUS ASOCIADO


Los adenovirus asociados (AAV) son miembros de la familia de los parvovirus y
no se han relacionado con ninguna enfermedad humana. Dichos virus son
relativamente pequeños (4,7 kb), estables y pueden infectar también una gran
variedad de células humanas. Pueden propagarse como virus líticos o
mantenerse como provirus, que se integran en el ADN de la célula
hospedadora. En un proceso de infección, para una replicación eficiente, el
adenovirus asociado requiere co-infección con adenovirus o virus del herpes
simple; de ahí la clasificación del AAV como un virus defectuoso.

La integración del genoma de los adenovirus asociados en el ADN del


hospedador es menos eficiente y precisa que la integración retrovírica, puesto
que en dicho proceso se producen frecuentemente pequeñas deleciones y/o
reordenamientos. Sin embargo, los genomas integrados de AAV son estables.
Una propiedad característica de los adenovirus asociados es que la integración
de su genoma vírico se produce dentro de una pequeña región del cromosoma
19. No obstante, no parece que ninguno de los adenovectores asociados,
construidos hasta la fecha, conserve dicha propiedad. Otra limitación de los
vectores AAV es la restricción en el tamaño de las secuencias transgénicas que
deben acomodarse, que no puede superar las 4,5 kb.

Recientemente, experimentos in vivo han demostrado que los vectores AAV


pueden persistir y expresar el transgén en células de crecimiento lento o
incluso quiescentes, sin que se observen respuestas inflamatorias o
inmunológicas tóxicas.

3.3 MARCAJE CELULAR


Consiste en introducir, junto con el gen terapéutico, uno o más genes que permitirán
identificar y seleccionar aquellas células diana que hayan incorporado el transgén

Así, por ejemplo, el marcaje con un gen que confiere resistencia a neomicina
permite la detección selectiva de las células cuando se hacen crecer en un
medio que contiene dicho antibiótico.

Por otra parte, un riesgo potencial de la terapia génica es la posibilidad de aparición


de complicaciones que requirieran la suspensión del tratamiento.

Es por ello que se ha desarrollado una alternativa consistente en el doble marcaje de


la célula con genes distintos de la secuencia de interés, es decir, la célula marcada
lleva un gen foráneo que nos sirve de marcador, como el de resistencia a neomicina,
que permite seleccionar in vitro las células que han tomado el ADN exógeno o
conocer in vivo el grado de transfección, y el otro gen, como el de la enzima
timidinacinasa del virus del herpes simplex, que permite hacer una selección negativa
in vivo de las células marcadas, mediante la administración de ganciclovir, el cual es
fosforilado por la enzima y activado, provocando la muerte celular; de este modo se
elimina las células modificadas si la situación lo requiere debido a la toxicidad del
tratamiento u otras complicaciones.
FIGURA 31.- Procedimiento regulador del marcaje fenotípico para células humanas.

3.3.1 ESTUDIOS DE MARCAJE

El marcaje genético de células hemopoyéticas no produce un beneficio


inmediato a los pacientes, pero la información obtenida de dichos estudios
ayuda a mejorar los resultados de terapias que emplean el trasplante de
precursores hemopoyéticas (HSC) con el fin de erradicar tumores. También
ayuda a conocer con mayor profundidad la biología de los HSC y a mejorar la
eficiencia de la transferencia y expresión génicas.

Marcaje de linfocitos infiltradores de tumores

El marcaje de linfocitos aislados de tumores sólidos (TIL) fue el primer experimento


de transferencia génica a seres humanos aprobado en Estados Unidos en 1989.

En dicho experimento se marcaron ex vivo TIL aislados de pacientes con cáncer


en estadios avanzados mediante transducción con un vector retrovírico que
contenía el gen de la resistencia a la neomicina (neo) como marcador selectivo
y se reinfundieron al paciente. Los resultados obtenidos demostraron que las
células manipuladas podían ser devueltas al paciente sin ningún riesgo y
posteriormente se podían detectar in vivo.
Marcaje de células hemopoyéticas

Para diferentes enfermedades malignas, la recuperación de precursores


hemopoyéticos puede mejorar la esperanza de vida de los pacientes sometidos
a radioterapia o quimioterapia. Sin embargo, la recidiva es la causa principal
por la cual dicho tratamiento suele ser ineficaz.

La posibilidad de que las células reinfundidas al paciente pudieran contribuir a


la recidiva condujo a una evaluación exhaustiva de las técnicas utilizadas para
«limpiar» la médula ósea con el fin de eliminar las células malignas.

Ello se realizó marcando la médula ósea recogida del paciente y analizando


posteriormente la presencia del gen marcador en células malignas cuando se
producía la recidiva.

Dichos estudios empezaron en 1991 e incluían pacientes con leucemia


mieloide aguda y con neuroblastoma. La médula ósea de dichos pacientes se
transdujo ex vivo con vectores retrovíricos análogos a los empleados en el
estudio de marcaje de TIL. Los datos recogidos demostraron que la médula
ósea obtenida después de los tratamientos de limpieza puede contener aún
células tumorales residuales que contribuyen a la recidiva de la enfermedad.

Así pues, será necesario mejorar los métodos de limpieza para mayor eficiencia
en el trasplante autólogo de médula ósea. Asimismo, otros estudios de
marcaje para analizar la causa de la recidiva en la leucemia aguda, cáncer de
mama y mieloma no han mostrado hasta el momento recidivas en las que se
encuentre células hemopoyéticas marcadas con el gen neo, probablemente
porque las técnicas actuales de marcaje aún son ineficientes.

Actualmente existe mayor interés en los estudios de marcaje con retrovirus


para analizar la eficiencia de transducción de las células hemopoyéticas
precursoras antes de utilizarlas para trasplante. Estudios en la población
infantil han demostrado que el gen marcador neo se detecta en el 2-15 % de
las células precursoras después del trasplante autólogo de médula ósea y se
expresa durante más de 3 años en la población hemopoyética descendiente.

Dichos experimentos de marcaje permitirán valorar el efecto de la


administración de factores de crecimiento sobre la capacidad de colonización
de las células hemopoyéticas precursoras a corto y largo plazo, y sobre su
transducibilidad. Asimismo servirán para identificar fenotípicamente a dichas
células con el fin de estudiar con mayor profundidad su biología.
PROTEINAS VIRALES MARCADAS

FIRUGA 32.- Proteínas virales marcadas.

4.1 TERAPIA GÉNICA UTILIZADA PARA TRATAR ENFERMEDADES

4.1 ENFERMEDADES GENÉTICAS


De la multitud de enfermedades genéticas que no existen actualmente tratamientos
satisfactorios, sólo unas pocas han sido seleccionadas para ensayos clínicos de
terapia génica. Entre ellas se encuentran enfermedades que afectan a células
hemopoyéticas, como el déficit de adenosín-desaminasa y la enfermedad de
Gaucher; enfermedades q afectan a la sangre, como la hemofilia; enfermedades que
afectan el hígado, como la hipercolesterolemia familiar, y enfermedades que afectan
el pulmón, como la fibrosis quística.

FIGURA 33.- Terapia génica ex vivo para el tratamiento de enfermedades que afectan células hemopoyéticas.
Las células hemopoyéticas se extraen a partir de sangre o médula ósea del paciente.
Después de ser sometidas a un proceso de purificación para enriquecer a la población de interés, las células
resultantes se tratan con retrovirus recombinantes que contienen el gen terapéutico. Finalmente, las células
corregidas se reintroducen al paciente mediante transfusión sanguínea.

4.1.1 INMUNODEFICIENCIA COMBINADA GRAVE o DEFICIENCIA DE


ADENOSÍN-DESAMINASA
La inmunodeficiencia combinada grave (llamada en inglés SCID, severe combined
immunodeficiency) es un trastorno de inmunodeficiencia. Esta enfermedad se
caracteriza por una deficiencia grave o por la mala función de los linfocitos B y de
anticuerpos, y en ciertos casos de linfocitos T, debido a la deficiencia en la enzima
adenosina desaminasa.

La adenosina desaminasa (ADA), es una enzima esencial para el metabolismo de


ciertos tipos de células del organismo, en especial, de las células que se ocupan del
desarrollo del sistema inmune, como por ejemplo de los linfocitos T.

Su ausencia, produce una enfermedad poco frecuente llamada deficiencia de ADA y


los niños que nacen con este defecto genético tendrán una forma de la llamada
Inmunodeficiencia Combinada Grave.

La deficiencia de adenosin desaminasa se observa en un 25% de los casos con


inmunodeficiencia severa combinada.

Esta enfermedad es un fenotipo clínico el cual


afecta niños que muestran ausencia de
específicos de los linfocitos T y B, diarrea e
infecciones recurrentes, llevando a la muerte
a los niños afectados durante los primeros
meses de vida, a causa de infecciones severas,
si no es tratada adecuadamente (Niños
burbuja). FIGURA 34.- Inmunodeficiencia Combinada Grave.

En septiembre de 1990, una niña de 4 años que sufría deficiencia de ADA recibió una
infusión de sus propios linfocitos T que habían sido manipulados ex vivo para
introducirles una copia normal del gen de la ADA. Se escogió esta deficiencia de ADA
como la primera enfermedad susceptible para terapia génica por varias razones:

 El gen había sido clonado y su correspondiente ADN complementario era del


tamaño adecuado para insertarse fácilmente en un vector retrovírico.

 Estudios previos de trasplante de médula ósea sugerían que solamente era


necesario corregir los linfocitos T para curar la enfermedad. La cantidad de
enzima necesaria para mantener la función del sistema inmunológico en
determinados casos puede ser el 5-10 % del nivel normal.
 Las células T corregidas tienen una ventaja selectiva sobre las células
deficientes en ADA.

FIGURA 35.- Para tratar la SCID (inmunodeficiencia combina grave), usando terapia génica, se transfiere un gen ADA
humano clonado a un vector vírico, que entonces se utiliza para infectar glóbulos blancos extraídos del paciente. El gen
ADA trasferido se incorpora en un cromosoma y se activa. Después de hacer crecer estas células para incrementar en el
paciente, donde produce ADA, lo que permite el desarrollo de la respuesta inmunitaria.

A partir de dicho protocolo se demostró que los linfocitos de un paciente con


inmunodeficiencia se pueden aislar, pueden crecer en el laboratorio, manipularse
genéticamente y ser devueltos al propio paciente sin mayor riesgo.

Los dos primeros pacientes han respondido positivamente a la terapia. El número


total de linfocitos en su sangre ascendió a niveles normales y en el primer niño
tratado la cantidad de enzima ADA en sus linfocitos T ascendió hasta el 25 % de los
niveles normales.

Además, durante una pausa de 6 meses y medio en su tratamiento, tanto el número


de linfocitos manipulados genéticamente como los niveles de enzima ADA se
mantuvieron constantes. Ello sugería que la vida media de los linfocitos corregidos
era mayor de 6 meses y medio, y que dichos linfocitos proliferaban creando un nivel
terapéutico de células corregidas.

Sin embargo, es posible que las pocas células T corregidas no abarquen


completamente el repertorio de un sistema inmunitario normal, por lo cual se ha
iniciado ya una modificación al anterior protocolo en que células hemopoyéticas
precursoras de sangre periférica se
modifican mediante transducción con el
mismo vector retrovírico empleado en el
primer protocolo, para proporcionar una
protección extraordinaria al sistema
inmunitario del paciente.

FIGURA 36.- Enfermedad de Gaucher

4.1.2 ENFERMEDAD DE GAUCHER


La enfermedad de Gaucher (GD) es una enfermedad de almacenamiento lisosómico,
de herencia autosómica recesiva, debida a la acumulación de
glucocerebrósido (un tipo de esfingolípido) por déficit de la enzima
glucocerebrosidasa. La acumulación de dicho glucolípido se produce
principalmente en los macrófagos del sistema
reticuloendotelial, lo cual produce esplenomegalia, lesiones dolorosas en los huesos
y en determinados casos lesiones neurológicas.

Las células que acumulan el


glucocerebrósido se muestran grandes, con
aspecto mesenquimatoso, núcleo no
desplazado y citoplasma con aspecto de
"celofán arrugado" (células de Gaucher). Las
podemos ver sobre todo en
médula ósea, hígado, bazo y ganglios
linfáticos.

Las manifestaciones de la enfermedad de


Gaucher incluyen anemia, trombocitopenia,
hepatoesplenomegalia y lesiones óseas.
FIGURA 38.- Manifestaciones clínicas de la enfermedad de Gaucher.

Más del 90 % de los pacientes sufren trastornos óseos. El malestar, el dolor


característico y la incapacidad producidos por estos trastornos óseos afectan
gravemente a la calidad de vida de quienes la padecen.
Se puede manifestar en cualquier momento de la vida: niños, jóvenes, adultos o
ancianos pueden presentar la enfermedad, pero resulta importante hacer un rápido
diagnóstico e instaurar la terapia específica para dicha enfermedad, ya que con ello
radica la pronta mejoría de los síntomas y las deficiencias que presenta el paciente.

Esporádicamente se ha utilizado con éxito el trasplante alogénico de médula ósea


como modalidad terapéutica.

Al igual que para la deficiencia de ADA, conocer la secuencia de ADN


complementario del gen que codifica la glucocerebrosidasa y el hecho de que el
principal tipo celular afectado derive del sistema hemopoyético, ha llevado a
proponer a la terapia génica ex vivo utilizando vectores retrovíricos como
tratamiento alternativo.
FIGURA 39.- la terapia génica ex vivo utilizando vectores retrovíricos como tratamiento
alternativo.

En este caso, las células diana son también las células hemopoyéticas precursoras
con capacidad de producir macrófagos corregidos en el paciente.

4.1.3 HIPERCOLESTEROLEMIA
El hipercolesterolemia familiar (HF) es una enfermedad genética autosómica
dominante causada por mutaciones en el gen que codifica el receptor de LDL
(colesterol LDL o "malo") localizado en el cromosoma 19.

La consecuencia de este
trastorno es una reducción
importante en el número de
receptores funcionales para
las LDL a nivel hepático, por
lo que se produce un
aumento en las
concentraciones plasmáticas
de colesterol transportado
en las lipoproteínas de baja
densidad, asociado
FIGURA 40.-Hipercolesterolemia
al
depósito de colesterol en los
cardiopatía isquémica. tendones y al desarrollo de
enfermedad cardiovascular
prematura, especialmente
La afección se transmite de manera característica de padres a hijos en forma
autosómica dominante, lo cual significa que sólo se necesita recibir el gen anormal
de uno de los padres para heredar la enfermedad.

En casos excepcionales, un niño puede heredar el gen de ambos padres. Cuando


esto ocurre, el incremento en los niveles de colesterol es mucho más severo,
aumentando enormemente el riesgo de cardiopatía y ataques cardíacos.

Los individuos afectados por dicha enfermedad genética


tienen niveles extremadamente elevados de colesterol, lo cual predispone a
enfermedades cardiovasculares prematuras.

Para tratar a individuos con esta


deficiencia se ha iniciado
un programa de terapia
génica ex vivo en que se
realiza una lobectomía
hepática (extirpación quirúrgica
de un lóbulo del
hígado) a los pacientes. El lóbulo
extraído se procesa
con colagenasa para
obtener los
hepatocitos deficientes, que se FIGURA 41 Terapia génica ex vivo.
transducen mediante un vector .-
retrovírico que contiene el gen del e: l
receptor de LDL.

Finalmente, los hepatocitos transducidos se devuelven al paciente mediante


inyección en el bazo y/o la vena porta.

Los hepatocitos corregidos tienen la capacidad de eliminar el colesterol de la sangre,


lo cual ayuda a prevenir la progresión de la enfermedad cardiovascular.

Dicho procedimiento había sido realizado previamente con éxito en un modelo


animal de la enfermedad, el conejo hiperlipidémico Watanabe. Estudios aún en fase
experimental están evaluando la eficiencia de otros sistemas de transferencia, como
la terapia génica in vivo mediante retrovirus o adenovirus recombinantes.
4.1.4 FIBROSIS QUÍSTICA
La fibrosis quística (abreviatura FQ), es una enfermedad genética recesiva que afecta
mayormente a los pulmones, y también en menor medida
al páncreas, hígado e intestino.

FIGURA 42.-Fibrosis quística.

Se caracteriza por un defecto en la estimulación de la secreción de cloruros en el


epitelio pulmonar debido a la alteración de una proteína reguladora transmembrana
de conductancia de la fibrosis quística (CFTR), lo que provoca infecciones
pulmonares frecuentes, que pueden llegar a ser letales.

Es una de las enfermedades genéticas más frecuentes en la raza blanca con una
incidencia en la población española, según recientes estudios de cribado neonatal,
de aproximadamente 1/5.000 nacidos vivos. Al presentar una herencia autosómica
recesiva, se calcula que un 4-5% de la población general son portadores de esta
entidad en la raza blanca.

En su forma más común, una mutación de un


aminoácido (falta una fenilalanina en la posición FIG. 4.- Localización del gen
CFTR
508) conduce a un fallo del transporte celular y 3 ica
localización en la membrana celular de la
proteína CFTR. Se han descrito más de 1.800
mutaciones, siendo la mayoría de ellas pequeñas
deleciones, aunque con diferentes efectos, como
cambios en el marco de lectura, cambios de
aminoácidos, terminación prematura de la
proteína o alteraciones en el splicing.
Para el tratamiento de esta
enfermedad se ha considerado
principalmente la terapia génica in
vivo. Se ha demostrado la capacidad
de los vectores adenovíricos para
introducir genes en el epitelio
pulmonar de modelos animales y
ello ha promovido el inicio de
ensayos clínicos para pacientes con
fibrosis quística.
FIGURA 44
.- Terapia génica in vivo usando un vector adenovirus.

Asimismo, se han iniciado ensayos clínicos utilizando transferencia génica por


liposomas. Dado que ambas técnicas tienen como limitación el hecho de que la
expresión génica es solamente transitoria, será importante evaluar las consecuencias
de su uso repetido.

FIGURA 45.- Transferencia génica por liposomas.


/

4.1.5 ENFERMEDADES DE COAGULACIÓN Y OTRAS ENFERMEDADES QUE

IMPLICAN LA CIRCULACIÓN SANGUÍNEA


En estudios preclínicos se ha estudiado el desarrollo de métodos para aportar
productos génicos a la circulación sanguínea.

Se han realizado diversos estudios de transducción de tejidos primarios, como


queratinocitos, mioblastos y fibroblastos. Algunos de estos experimentos han
indicado que es posible la expresión génica a largo plazo in vivo después de
trasplantar las células transducidas ex vivo.
En el caso de los queratinocitos, se han utilizado satisfactoriamente vectores
retrovíricos y métodos de trasplante establecidos, aunque ningún producto génico
expresado por dichos vectores se secretó a la circulación durante largo tiempo.

Experimentos con mioblastos y fibroblastos han demostrado expresión génica


prolongada después de su trasplante.

Para el tratamiento de la
hemofilia B, después
de inyectar por vía
intramuscular mioblastos
primarios transducidos
con el gen que codifica
al factor de
coagulación IX humano, dicha
proteína fue
sintetizada
eficientemente y excretada a
la circulación durante más de 6 meses.
FIGURA 46.- Mioblastos primarios transducidos con el gen que codifica al factor de coagulación IX humana.

En cuanto a los fibroblastos, se ha conseguido la expresión de b-glucuronidasa


durante más de 5 meses y la corrección del defecto de acumulación lisosómica en
ratones deficientes en dicha enzima. Sin embargo, en ambos estudios se tuvo que
utilizar vectores que contenían promotores no víricos, ya que las regiones
promotoras víricas (LTR) resultaron inactivas

4.2 ENFERMEDADES ADQUIRIDAS


4.2.1 TERAPIA GÉNICA DEL CÁNCER
En la actualidad se considera que las alteraciones genéticas desempeñan un papel
esencial en la patogenia del cáncer. Por una parte, los oncogenes son genes que
pueden producir transformación maligna cuando se expresan de forma inadecuada
debido a mutación, a ampliación, o a nueva disposición.

Los protooncogenes son los genes normales que desempeñan un importante papel
en la proliferación y diferenciaciones celulares normales, pero que son susceptibles
de ser mutados y convertirse en oncogenes, provocando la aparición de cáncer.
En la mayor parte de los casos codifican factores de crecimiento, receptores, u otras
moléculas implicadas en las vías de transducción de la señal, o factores de
transcripción que regulan la expresión génica. El número de protooncogenes
identificados hasta ahora sobrepasa los 50, y se cree que podría alcanzar los 100.

Por otra parte, los antioncogenes o genes supresores de tumores actúan inhibiendo
el crecimiento celular, y una categoría relacionada de genes están implicados en la
génesis tumoral cuando se pierden o se inactivan.

El número de genes supresores de tumores identificados y clonados molecularmente


hasta ahora es pequeño, alrededor de diez; no obstante, se espera un incremento
sustancial en los próximos años. Los más conocidos son: Rb, p53, FAP, DCC, NF1,
NF2, WT1 y p16. 5.1.

ESTRATEGIAS EN TERAPIA GÉNICA DEL CÁNCER

En el cáncer, no se trata de corregir un defecto genético como ocurre en las


enfermedades genéticas, sino de utilizar la manipulación génica para dotar de una
nueva propiedad a las células, que permite aprovecharlas en algún aspecto de la
patología oncológica con fines terapéuticos.

En la actualidad, se han
desarrollado distintas estrategias en
terapia génica del cáncer, y se están
realizando diversos ensayos clínicos
para tratar diferentes tipos de
cáncer: de mama, ovario, cabeza y
cuello, pulmón, próstata, células
renales, tumor cerebral, leucemia
mieloide aguda, leucemia mieloide
crónica, linfomas, melanoma,
mieloma múltiple y neuroblastoma.

4.2.2 TERAPIA GÉNICA DE LA


INFECCIÓN POR VIH
Actualmente, la infección por el Virus de la Inmunodeficiencia Humana (VIH) se
considera una enfermedad genética de carácter adquirido, ya que el virus
retrotranscribe su ARN genómico e integra el ADN de doble hélice resultante en el
cromosoma de la célula huésped, de modo que es capaz de modular las funciones
de la célula para, finalmente, suprimir el sistema inmune. Por ello, el SIDA es en la
actualidad un claro objetivo de la terapia génica.

Se han realizado ya numerosos estudios sobre el tratamiento de la infección por el


VIH mediante terapia génica, tanto in vitro en diferentes líneas celulares como in
vivo en animales de experimentación. Asimismo, en la actualidad se están
ensayando diversos protocolos clínicos de terapia génica para el tratamiento del
SIDA.

Los ensayos clínicos en desarrollo utilizan


mayoritariamente técnicas ex vivo. Se aíslan
células del paciente, las cuales se utilizan como
vehículos celulares de los genes terapéuticos.
Mediante vectores víricos o por inyección directa
de ADN, se introduce un gen terapéutico en
estas células diana. A continuación, las células
transducidas, es decir, aquellas que han
incorporado y expresado el transgén, son
reintroducidas en el paciente
por vía intravenosa. En algunos
protocolos, las células transducidas, previamente
a su administración al paciente, son expandidas
FIGURA 49.- terapia génica para el VIH.
en un cultivo celular
para aumentar su número.

A continuación se enumeran las diferentes estrategias aplicadas en los ensayos clínicos


realizados en terapia génica de la infección por VIH:

Transferir un gen del virus VIH, para así estimular la respuesta inmune
del paciente en cuanto dicho gen sea expresado.

Introducir genes de inhibidores celulares de la replicación vírica


(interferón-a) en líneas celulares de linfocitos T y monocitos, y con la
subsiguiente inhibición de la producción de VIH.

Transferir genes de proteínas mutantes del VIH, las cuales compiten


con las proteínas víricas nativas, dificultando el ensamblaje del virus o
inhibiendo su replicación.
Retener proteínas víricas reguladoras mediante señuelos de ARN,
sobreexpresados en la célula a partir de genes transferidos, los cuales
impiden la unión de estas proteínas a sus verdaderos puntos de acción.

Oligonucleótidos antisentido, que son hebras cortas de ARN


químicamente modificado y no funcional, complementarias de las secuencias
genéticas del VIH. La formación de parejas (“dúplex”) sentido: antisentido
bloquea la traducción y promueve la degradación de los complejos de ARN
inestables.

Manejo de ribozimas, que son ARN con propiedades catalíticas. Al


igual que los ARN antisentido, los ribozimas se unen a secuencias
complementarias del ARN diana con la propiedad adicional de su actividad
enzimática ribonucleasa, que rompe catalíticamente el ARN sustrato. Esto les
exime de las limitaciones estequiométricas que afectan a los ARN
antisentido. Además, no parecen inducir respuesta inmunológica. En el caso
de los virus ARN, los ribozimas resultan particularmente interesantes, ya que
pueden degradar al ARN genómico vírico antes de su integración, así como a
los ARN mensajeros y al ARN genómico destinado al ensamblaje y la
generación de nuevos viriones.

Introducción en las células diana de genes que codifican anticuerpos


de cadena única frente a proteínas del VIH, de manera que la expresión de
tales anticuerpos neutraliza las proteínas víricas dentro de las células
infectadas, incluso antes de que se produzca el ensamblaje del virus,
tratándose pues de una verdadera “inmunización intracelular”.

CAPITULO V

ESTADO ACTUAL DE LA TERAPIA GENICA


5.1 LOGROS ALCANZADOS EN TERAPIA GÉNICA
Probablemente, la conclusión más importante de los ensayos clínicos de terapia
génica hasta el momento es que la transferencia génica a seres humanos es factible.

La mayoría de estudios han demostrado que los genes pueden ser transferidos a
individuos, tanto ex vivo como in vivo, y que todos los vectores utilizados han
funcionado como se esperaba.

FIGURA 50.- Terapia Génica In Vivo y Ex Vivo.

Además, varios estudios han demostrado que genes terapéuticos transferidos a


seres humanos mediante vectores retrovíricos, vectores adenovíricos y complejos
plásmidoliposoma, pueden producir respuestas biológicas a partir del producto
génico que generan. La mayoría de dichos estudios se han centrado en anomalías
hereditarias monogénicas, donde el fenotipo biológico anormal podría corregirse si
el producto génico normal se expresara de forma apropiada en el lugar adecuado.

La experiencia de los estudios de marcaje ha mostrado que la transferencia génica a


seres humanos puede aportar conocimientos importantes de biología humana al
hacer posible el seguimiento de células genéticamente marcadas en el individuo
receptor. En este sentido, se ha observado que la contaminación de médula ósea
autóloga con células tumorales es bastante común, por lo que estudios actuales se
están centrando en mejorar los métodos de limpieza para eliminar totalmente
dichas células malignas.

Otros estudios terapéuticos apoyan el concepto biológico de que la corrección


mínima de un genotipo puede tener consecuencias significativas en el fenotipo.
Finalmente, teniendo en cuenta el número total de individuos que ha sido sometido
a ensayos de transferencia génica, han sido muy pocos los efectos adversos.
Además, éstos principalmente han sido debidos a la dosis y a la forma de
administración de los vectores, como la inducción de inflamación en el epitelio
pulmonar debido a la administración de vectores adenovíricos.

5.2 INCONVENIENTES QUE LIMITAN EL ÉXITO DE LA TERAPIA


GÉNICA
Algunos de los problemas surgidos en los ensayos de terapia génica son genéricos de
dicha metodología, mientras que otros son específicos del vector de transferencia
utilizado.

La mayoría de estudios de terapia o transferencia génica se han visto afectados por


resultados inconsistentes, con variaciones inexplicables entre individuos.
Por ejemplo, en los ensayos de fibrosis quística, vectores adenovíricos y complejos
plásmido-liposoma pudieron transferir el gen CFTR al epitelio respiratorio, pero su
expresión se produjo solamente en menos del 5 % de las células diana y no se
observó en todos los pacientes. Asimismo, en la mayoría de ensayos de marcaje de
médula ósea realizados ex vivo, la transferencia génica se observó de manera
intermitente.

FIGURA 51.- La transferencia génica.


También ha habido varios ejemplos en los cuales las predicciones basadas en estudios
de transferencia génica utilizando modelos animales no se han traducido en estudios
seguros y eficaces aplicados a seres humanos. Por ejemplo, en los estudios realizados
con vacunas antitumorales para intentar generar una respuesta inmunitaria
antitumoral específica, no ha habido prueba concluyente de regresión de los tumores,
contrariamente a los resultados obtenidos en modelos animales.

Asimismo, existen problemas en la producción de vectores que habría que resolver


antes que se puedan iniciar ensayos clínicos a gran escala. Se ha observado la
generación de vectores retrovíricos y adenovíricos capaces de replicación cuando se
producen los respectivos stocks para aplicarse clínicamente.
También, la producción de stocks de complejos plásmido-liposoma se ha visto
afectada por falta de reproducibilidad, agregación y contaminación con endotoxinas.

Finalmente, la experiencia clínica acumulada hasta la fecha sugiere que todos los
vectores utilizados para terapia génica necesitan mejoras, aunque cada uno en
particular puede resultar relativamente adecuado para los tejidos a los cuales se ha
dirigido. Las características que se han de mejorar en todos los vectores son:

• Un incremento en la eficiencia de transferencia génica.

• Un incremento en especificidad.

• La posibilidad de regulación de la expresión génica.

• La posibilidad de producción de grandes stocks de vector puro.

Son también obstáculos específicos del tipo de vector utilizado el riesgo de


mutagénesis por inserción en vectores retrovíricos, la inmunidad e inflamación
desarrolladas por los vectores adenovíricos, y la ineficiencia de translocación del
transgén al núcleo por los complejos plásmido-liposoma.
No será posible encontrar el vector ideal, debido a la diversidad de aplicaciones
humanas de transferencia génica; para cada una de ellas, el vector ideal tendrá que
ser diferente.

5.3 PERSPECTIVAS FUTURAS


El proyecto del genoma humano
proveerá alrededor de 100.000 genes
que podrán incluirse en vectores de
expresión para terapia génica. Por lo
tanto, el futuro de dicha terapia
innovadora es prometedor.

Sin embargo, en la actualidad se


ensaya mayoritariamente la terapia
génica ex vivo.

FIGURA 52.-Genoma humano

Este procedimiento utiliza tecnologías muy especializadas y es demasiado caro para


aplicarse rutinariamente en cualquier centro médico.
Para que la terapia génica humana tenga un impacto real en el área de la salud, será
necesario desarrollar vectores que puedan ser administrados con seguridad y
eficacia directamente a los pacientes, tal y como se ha conseguido con los fármacos
actuales.

El diseño de nuevos vectores (víricos, sintéticos o una combinación de ambos)


comportará la posibilidad de actuar sobre tipos celulares específicos, la inserción o el
mantenimiento de la información genética en un lugar seguro dentro del núcleo
celular y la regulación mediante estímulos fisiológicos.

Junto con los métodos de diagnóstico, la terapia génica también podrá aplicarse para
prevenir estados patológicos al suministrar genes protectores antes que dichas
enfermedades se manifiesten.

Actualmente se encuentra en un período de implantación y experimentación clínica


que incluye a más de 1.000 pacientes en todo el mundo, aunque todavía existen
pocos resultados publicados.

Conforme mejore la tecnología de la transferencia génica (hecho que se está


produciendo con rapidez) y se entiendan mejor las características biológicas
causantes de los procesos patológicos, será posible incorporar plenamente la terapia
génica en la práctica clínica para el tratamiento de una gran variedad de
enfermedades humanas.
 PORCENTAJES DE ENSAYOS DE TERAPIA GÉNICA EN LA ACTUALIDAD

FIGURA 53.- Ensayos de terapia génica por enfermedades. FIGURA 54.- Ensayos de terapia génica por países.

e e:

FIGURA 55.ensayos de terapia según el vector utilizado.

COSTOS ECONOMICOS

Es sensato preguntarse si la terapia génica será otra tecnología cara a medio plazo. Si
se emplea en transplantes de médula ósea, en la terapia génica humana será
trabajada intensamente y supondría unos considerables costes iniciales.

Pero aun cuando nadie asigna un valor económico en el mejoramiento de la calidad de


vida de los pacientes curados, lo más seguro es que algún día la terapia génica costará
considerablemente menos que la hospitalización repetitiva por enfermedades como la
anemia falciforme o la fibrosis quística. La terapia génica se puede convertir en un
método de cura bastante costoso, para pacientes que sufran alguna enfermedad
genética causado por el defecto en un gen.
En un futuro más lejano, las perspectivas para la terapia génica en humanos todavía
no están claras. Pero si se rompiese el eslabón entre el transplante de médula ósea y
la terapia génica, ésta se podría aplicar a un círculo de pacientes más extensos.

Por ejemplo, si vectores específicos para un particular tipo de célula diana se pudiera
desarrollar, la combinación vector/gen, quizá pueda ser administrada de forma
intravenosa. A este nivel, si alguna vez se alcanza, la medicina estará en el umbral de
una nueva era para el tratamiento de más de 3.000 desórdenes genéticos que
afecten a nuestra especie.

5.4 CONSECUENCIAS DE LA TERAPIA GÉNICA


La modificación del material genético de una célula afecta tanto a la célula como a
sus descendientes.

Hay un gran debate de los peligros potenciales del uso de un tratamiento que diseña
premeditadamente cambios genéticos que son potencialmente propagables.

Estos miedos se centran sobre todo en las alteraciones genéticas de la línea


germinal. Se cree que los riesgos de estos tratamientos son:

MUTAGÉNESIS.- Todas las integraciones cromosómicas, aparte de los cambios


homólogos, poseen el potencial de alteración de locis endógenos fortuitos y por lo
tanto producir mutagénesis, que puede derivar en oncogénesis.

Si realizamos la terapia génica en células somáticas nosotros no transmitiremos los


genes manipulados en esas células somáticas a las futuras generaciones pero
alteramos la línea genética del individuo. La intervención directa en las células
somáticas difiere del tratamiento médico convencional sólo en que aquí hay una
clara y directa conexión entre la terapia y la selección genética.

En el caso de síndromes causados por locis dominantes el conjunto completo de


genes está representado por los individuos afectados. Su éxito reproductivo por lo
tanto influye directamente en el tamaño de este conjunto en la siguiente
generación. Si los individuos llevan alelos no reproductivos, la frecuencia del gen en
la población está mantenida por que ocurran nuevas mutaciones.

En las enfermedades genéticas ligadas al sexo, recesivo en la mujer y dominante en


el hombre. Como el número de afectados es mucho mayor (todos los machos que
lleven el alelo se verán afectados) la influencia del éxito de la terapia en la frecuencia
génica será también mayor. La modificación deliberada de la línea germinal tendría
efecto sobre la estructura de la población sólo por una transformación genética a
gran escala o alternativamente donde el genoma mutado tenga una alta ventaja
selectiva. Un hecho preocupante sería la introducción de resistencia a una
enfermedad patógena. Si sólo "los elegidos" son protegidos de la enfermedad podría
existir la posibilidad de un gran cambio genético en la población por ello es
ineludible preguntarse si: ¿Sería la terapia génica en la línea germinal realmente
necesaria?

La terapia génica somática, tiene un efecto directo sobre el paciente individual pero
alguna transformación génica de la línea germinal puede sólo tener efectos sobre la
descendencia aún no nacida. Esto por lo tanto no afectará al paciente que está
siendo tratado. Con las posibilidades de investigación de prenatales de la
preimplantación tanto como de la donación de esperma, óvulos y adopción es muy
difícil ver como la intervención deliberada en la línea germinal puede ser éticamente
justificable.

FIGURA 56.- Genética.

Cómo avanzará la ciencia en pos de lograr nuevas


herramientas diagnósticas y terapéuticas. Se nutrirá de la
biología molecular y la genética. Habrá curas a la medida
de cada paciente. Sin embargo, no se olvidará el rol básico
de la prevención.
6.-CONCLUSIONES:

 La terapia génica presenta y siempre presentará mucha polémica, tanto si sus


problemas y riesgos se solucionan como si no, no sólo por la problemática
ética, sino por los prejuicios de la sociedad. Sin embargo, el futuro de los
tratamientos de muchas enfermedades, incurables en la actualidad, se
encuentra en la biotecnología y las terapias genéticas.

 Existen muchas esperanzas depositadas en la terapia génica para la lucha contra


un buen número de enfermedades genéticas, sin embargo su desarrollo todavía
es pobre y sus logros, escasos, así que de momento esta terapia curativa no
puede considerarse un remedio definitivo contra todas estas enfermedades.

 La terapia génica se elige en la actualidad médica como una de las formas más
promisorias de terapéutica pero todavía hace falta encontrar a respuesta a
muchos interrogantes conceptuales y técnicos para que esta sea un arma útil
contra la amplia gama de enfermedades que enfrentamos los seres humanos.
Los avances en genoma humano y en regulación génica seguramente van a
traer los elementos necesarios para hacer de la terapia génica la nueva forma
de manejar la salud en el mundo.

 La terapia génica debe considerar cada estrategia y adaptarla al tipo celular


que debe ser modificado. No existe una estrategia universal para todos los
tipos celulares y todas las condiciones. Es muy importante regular la actividad
precisa del gen en el contexto tisular y momento necesario. En el caso de
producir moléculas nuevas desde un vector de expresión, ya sean éstas las
proteínas terapéuticas o cualquier otra fabricada a partir del mismo vector, es
importante evitar las defensas celulares de inactivación de proteínas extrañas.
7.-BIBLIOGRAFIA
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KLUG, W. CUMMINGS, M Y SPENCER, C. Conceptos de Genética. Editorial
Pearson. 8.ª edición. 2002.
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CARRASCO, L. Y ALMENDRAL DEL RÍO, J. M. Virus patógenos. Editorial
Hélice. 2005.
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Korthof G. "The implications of Steele's soma-to-germline feedback for
human gene therapy". Ed Panamericana. 2010.

Disponible en: http://home.planet.nl/~gkorthof/kortho39a.htm.

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BAKER D.L., SCHUETTE J.L., UHLMANN W.R. A Guide to
Genetic Counseling. Wiley-Liss. 1998.

Disponible en:

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NUSSBAUM., MCINNES., WILLARD. Thompson & Thompson
Genetics In Medicine. W.B. Saunders. 2010.

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