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LA ACUSACIÓN FISCAL DE ACUERDO AL CODIGO PROCESAL

PENAL DE 2004.

Por: RAMIRO SALINAS SICCHA1

1. ASPECTOS SUSTANCIALES DEL REQUERIMIENTO DE


ACUSACIÓN
De acuerdo al artículo 344° del CPP de 2004, luego que el fiscal
responsable del caso da por concluida la investigación preparatoria, ya
sea debido a que considera que cumplió su objetivo o porque los plazos se
vencieron o, porque el juez de la investigación preparatoria así lo
determinó luego de realizarse el procedimiento especial de control de
plazo, en el lapso no mayor de quince días en los primeros supuestos, o en
un plazo no mayor de diez días en el último, decidirá si formula o no
acusación. Formulará acusación siempre y cuando existan suficientes
elementos de convicción que fundamenten la promoción de la acción
penal pública.
La acusación es una solicitud fundamentada2 que realiza el fiscal a
la autoridad jurisdiccional por la cual le pide que el caso investigado pase
a juicio oral y, por tanto, contiene una especie de promesa en el sentido
que el hecho delictivo investigado, así como la responsabilidad penal del
imputado serán acreditados en el juicio oral público y contradictorio,
luego que se actúe la prueba por las partes3. Por la acusación se hace

1 Magister en Ciencias Penales por la UNMSM, Juez Superior Titular de la Sala Penal Nacional y
profesor de la Academia de la Magistratura.
2 Aquí es importante precisar con Castillo Alva, que la obligación constitucional de motivar no solo es un

deber que se extiende a una determinada clase de funcionarios o de órganos estatales, en especial los
órganos jurisdiccionales y los entes administrativos, sino que se aplica a todos los que ejercen y
desarrollan una labor estatal, entre los que destacan los representantes del Ministerio Público. Cfr.
Proscripción de la arbitrariedad y motivación, Grijley, Lima, 2013, p. 288. En consecuencia, no es de
recibo para el sistema penal adoptado por el Perú, los argumentos del profesor español Nieva Fenoll
cuando afirma que “lo lógico es que la parte acusadora exponga poca información acerca de la acusación,
haciendo constar únicamente la estrictamente imprescindible para centrar el thema debatendi, con una
finalidad táctica que es legítima: no avanzar argumentos de la defensa de la acusación que puedan ser
utilizados por la defensa del imputado. De hecho, el imputado, al elaborar su contestación a la acusación
seguirá exactamente la misma técnica”. Op. Cit., 2012, p. 216. El legislador del Código Procesal Penal de
2004 ha optado por un sistema procesal penal transparente desde el inicio, dejando de lado la opción de
un sistema procesal penal sorpresivo que pretende fundamentar el autor citado.
3 Alberto Binder prefiere señalar que “la acusación es un pedido de apertura a juicio por un hecho

determinado y contra una determinada persona, y contiene una promesa -que deberá ser fundamentada-
de que el hecho podrá ser probado en juicio”. Op. Cit., 2002, p. 60. Por su parte, el profesor San Martín
Castro, citando al español Gómez Colomer, define a la acusación como el acto procesal mediante el cual se
interpone la pretensión procesal penal, consistente en una petición fundada dirigida al órgano
jurisdiccional, para que imponga una pena y una indemnización a una persona por un hecho punible que
realidad el principio de la imputación necesaria4 como una manifestación
del principio de legalidad y del principio de defensa procesal. En virtud
del citado principio, constituye una exigencia ineludible que la acusación
tiene que ser cierta, no implícita, sino precisa, clara y expresa. Tiene que
contener una descripción suficiente y detallada de los hechos
considerados punibles que se imputan al acusado y del material
probatorio en que se fundamenta la pretensión acusatoria5. Esto significa
que la acusación de modo alguno puede ser ambigua, implícita,
desordenada, ilógica o genérica.
El principio de imputación necesaria tiene directa relación con el
derecho de defensa al punto que la Corte Interamericana, en la sentencia
del Caso Fermín Ramírez vs. Guatemala6, precisó que la descripción
material de la conducta imputada recogida en la acusación constituye “la
referencia indispensable para el ejercicio de la defensa del imputado y la
consecuente consideración del juzgador en la sentencia. De ahí que el
imputado tenga derecho a conocer, a través de una descripción clara,
detallada y precisa, los hechos que se le imputan”. En la misma línea,
Julio Maier7 enseña que la imputación correctamente formulada es la
llave que abre la puerta a la posibilidad de defenderse eficientemente,
pues permite negar todos o alguno de sus elementos para evitar o
aminorar la consecuencia jurídico-penal que se pretende o, de otra
manera, agregar los elementos que, combinados con los que son
afirmados, orientan también a evitar las consecuencias graves o, en su
caso, reducirlas.
De modo que sin discusión se acepta que con la acusación se
materializa el principio de imputación necesaria y es deber legal del
órgano jurisdiccional controlar este aspecto. En efecto, la Sala Penal
Permanente de la Corte Suprema ha establecido como precedente
vinculante lo siguiente: a) la imputación necesaria supone la atribución
de un hecho punible, fundado en el factum correspondiente, así como en

se afirma ha cometido. En consecuencia, no puede acusarse a una persona incierta y no identificada. V. I.


Op. Cit., 2003, p. 622.
4 Respecto de la imputación necesaria véase Ávalos Rodríguez, Constante, La decisión fiscal en el nuevo

Código Procesal Penal, Gaceta Penal y Procesal Penal, Lima, 2013, pp. 279-345; del mismo autor, Tutela
judicial de derechos e imputación necesaria. Análisis del Acuerdo Plenario Nº 2-2012/CJ-116, en Rev.
Gaceta penal y procesal Penal, T. 43, enero 2013, pp. 179- 237; además, El principio de imputación
necesaria como garantía procesal y a la vez sustantiva, Peña Cabrera Freyre, Alonso, en Rev. Gaceta
penal y procesal Penal, T. 45, marzo 2013, pp. 13-29; La imputación necesaria y los grados de
conocimiento en el Código Procesal Penal de 2004, Benavente Chorres, Hesbert, en Rev. Gaceta penal y
procesal Penal, T. 45, marzo 2013, pp. 30-42.
5 En parecido sentido, Castillo Alva refiere que “la acusación personal e individualizada debe efectuarse

de manera lógica, congruente y detallada”, Op. Cit., 2013, p. 357.


6 Sentencia del 20 de junio de 2005.
7 Derecho Procesal Penal I. Fundamentos, 3ra. reimpresión de la 2da. edición, Buenos Aires, 2004, p. 553.
la legis atinente y sostenido en la prueba, presupuestos que deben ser
inescrupulosamente verificados por el órgano jurisdiccional que
ejerciendo la facultad de control debe exigir que la labor fiscal sea cabal,
que la presentación de los cargos sea puntual y exhaustiva, que permita
desarrollar juicios razonables. b) No es suficiente la simple anunciación
de los supuestos de hechos contenidos en las normas penales; estos deben
tener su correlato fáctico concreto, debidamente diferenciado y limitado
respecto de cada uno de los encausados, tanto más cuando se trata de
delitos de infracción de deber, donde las conductas están íntimamente
vinculadas al cargo que desempeñan y la función que le es confiada 8. A
diferencia de la disposición de formalización de la investigación
preparatoria, donde se exige una “sospecha inicial simple”, aquí en la
acusación se exige una “sospecha suficiente” plenamente controlable9.
Incluso el control jurisdiccional de la imputación necesaria en la
acusación fiscal fue establecido como precedente normativo en el Acuerdo
Plenario Nº 006-2009/CJ-116. Aquí se precisó que el juez penal tiene el
control de legalidad sobre el ejercicio de la acción penal, por cuanto el
procesamiento de quien resulte emplazado por el fiscal requiere
autorización o decisión judicial, por lo que corresponde al juez evaluar si
la promoción de la acción penal se amolda a los requisitos que establece
la ley procesal10. Como se verá luego, en el control que debe realizar el
juez respecto de la imputación necesaria, de modo alguno utilizará los
mismos parámetros en todos los casos11, pues tendrá que discernir en qué
casos será exigible que el titular de la acción penal realice una narración
detallada y precisa de los hechos, y en qué casos tal exigencia no será tan
rigurosa. Esta es la única forma razonable de hacer un buen control de la
imputación necesaria, caso contrario pueden cometerse graves errores
que al final pueden generar impunidad.
En otro extremo, el profesor español Gimeno Sendra12 enseña con
precisión y coherencia que el fundamento de la acusación descansa en el
principio acusatorio, en la vigencia de las máximas romanas ne procedat
ex officio y nemo iudez sine acusatore. Para la apertura del juicio oral es
necesario, en el proceso contemporáneo, que la pretensión penal sea
8 Ejecutoria Vinculante del 21 de marzo de 2012 en el R.N. Nº 956-2011-Ucayali. Publicado en El Peruano
el 8 de marzo de 2013.
9 Criterio vinculante establecido en el fundamento 9 del Acuerdo Plenario Extraordinario Nº 2-2012/CJ-

116.
10 Acuerdo Plenario del 13 de noviembre de 2009. En idéntico sentido se pronuncia el Acuerdo Plenario

Extraordinario Nº 2-2012/CJ-116
11 Es jurídicamente inaceptable exigir que el titular de la acción penal realice en su acusación, una

narración detallada y precisa del hecho objeto de imputación, en un caso en el cual es imposible
materialmente llegar a conocer todos los detalles del hecho delictivo.
12 Lecciones de Derecho Procesal Penal, Editorial Colex, Madrid, 2001, p. 325.
planteada y mantenida por un sujeto distinto al órgano jurisdiccional,
pues en cualquier otro caso, nos encontraríamos en un proceso
inquisitivo. Mediante la interposición de la pretensión penal por la parte
acusadora se da cumplida respuesta a la exigencia del principio
acusatorio general.
De ahí que el profesor Sánchez Velarde13 enseña que la acusación
fiscal o requerimiento acusatorio constituye uno de los actos procesales
propios del Ministerio Público, en donde ejerce a plenitud su función
acusadora formulando ante el órgano jurisdiccional los cargos de
incriminación contra persona determinada, propone la pena y la
reparación civil, convirtiéndose en parte en sentido estricto.
El fiscal formulará acusación luego que del análisis de los
resultados de la investigación preparatoria (efectuada con el exclusivo
objetivo de buscar, recolectar y reunir los elementos de convicción de
cargo y descargo) llega a las siguientes conclusiones:
1. Existen elementos o medios de prueba (no prueba debido a que esta a
excepción de la prueba anticipada, solo se produce en el juicio oral)
suficientes que determinan o crean convicción en primer término de que
la conducta investigada constituye delito de persecución por acción
pública.
2. Existen elementos o medios de prueba suficientes que sirven para
determinar las circunstancias y móviles de su comisión, así también para
determinar si sirven para identificar en forma fehaciente a los autores y
partícipes, así como a la víctima del delito investigado.
La acusación será debidamente motivada, es decir, se hará una
justificación tanto interna como externa, utilizando para tal efecto los
elementos de convicción con los que cuenta el fiscal responsable del caso.
Esto significa que el deber de motivación de las acusaciones, impone al
fiscal, la obligación de que los requerimientos de acusación que emita
han de ser fundados en derecho. De modo que requiere suficiente
explicación que permita conocer, aun de manera implícita, los criterios
fácticos y jurídicos esenciales que fundamentan la decisión de solicitar
pena y reparación civil para el acusado14. Basta, entonces, que el fiscal
exteriorice su proceso valorativo en términos que permitan conocer las

13 Cfr. Op. Cit., 2009, p. 158.


14 Esto es así debido que en nuestro sistema jurídico tiene plena vigencia el principio de proscripción de la
arbitrariedad de los poderes públicos, por el cual todos los actos del Ministerio Público -como de cualquier
otra entidad estatal- en los que exista un ámbito amplio de discrecionalidad no deben obedecer a la pura
voluntad y al capricho, sino a criterios jurídicos y normativos estrictos. Cfr. Castillo Alva, Op. Cit., 2013,
p. 292.
líneas generales las cuales fundamentan su decisión de acusación. La
extensión de la motivación, en todo caso, está condicionada a la mayor o
menor complejidad de las cuestiones objeto de acusación, esto es, a su
trascendencia15. No hace falta que el fiscal entre a examinar cada uno de
los preceptos o razones jurídicas alegadas por el investigado, solo se
requiere de una argumentación ajustada al tema objeto de investigación,
así como de argumentos de por qué el juez debe condenar al acusado.
En consecuencia, la exigencia del deber de motivación de la
acusación cumple las siguientes finalidades: 1. Controlar la actividad de
titular de la acción penal por parte de la opinión pública, cumpliendo así
con el requisito de publicidad. 2. Hacer patente el sometimiento del fiscal
al imperio de la ley. 3. Lograr el convencimiento del acusado, parte civil o
en su caso, tercero civil responsable, sobre la corrección de la decisión de
solicitar pena y reparación civil, eliminando la sensación de arbitrariedad
al conocer claramente las razones que sustentan la acusación. 4.
Garantizar la posibilidad de control de la acusación que se realizará en la
etapa intermedia16.
De ahí que la motivación de la acusación implica lo siguiente: a)
fundamentación jurídica; que no se satisface con la sola mención de las
normas aplicables al caso concreto, sino la explicación y justificación de
por qué se considera que el caso se encuentra o no dentro de los
supuestos que contemplan las normas invocadas; b) congruencia entre lo
que fue objeto de formalización de investigación preparatoria y lo que es
objeto de acusación; que implica la manifestación de los argumentos que
expresan la conformidad entre el objeto de acusación y los hechos que
fueron objeto de investigación; y c) que por sí misma exprese una
suficiente justificación de la decisión adoptada en contra del o los
investigados17. Si no se procede de tal forma, se da cabida que el

15 Como parámetros para saber qué debemos entender por una acusación debidamente motivada,
consideramos que sirve los lineamientos que nuestra Corte Suprema ha establecido respecto de la
motivación de las resoluciones como doctrina vinculante el Acuerdo Plenario N° 06-2011/CJ-116. En
efecto, allí se ha establecido que “la motivación de las resoluciones es un derecho que integra el contenido
constitucionalmente garantizado de la garantía procesal de tutela jurisdiccional efectiva, que impone al
Juez la obligación de que las decisiones que emita han de ser fundadas en derecho. (…) La motivación…
requerirá que el razonamiento que contenga, constituya lógica y jurídicamente, suficiente explicación que
permita conocer, aun de manera implícita, los criterios fácticos y jurídicos esenciales fundamentadores de
la decisión. Basta, entonces, que el órgano jurisdiccional exteriorice su proceso valorativo en términos que
permitan conocer las líneas generales que fundamentan su decisión. La extensión de la motivación, en
todo caso, está condicionada a la mayor o menor complejidad de las cuestiones objeto de resolución, esto
es, a su trascendencia. No hace falta que el órgano jurisdiccional entre a examinar cada uno de los
preceptos o razones jurídicas alegadas por las partes, sólo se requiere de una argumentación ajustada al
tema en litigio, que proporcione una respuesta al objeto procesal trazado por las partes”.
16 Parafraseando al profesor español Picó y Junoy, quien se refiere a la motivación de resoluciones

judiciales. Cfr. Las Garantías Constitucionales del Proceso. Editorial Bosh, Barcelona, 1997, p. 64.
17 Este aspecto establecido en el artículo 349º del CPP de 2004 tiene su fundamento constitucional en el

derecho a la debida motivación, previsto en el inciso 5, artículo 139 de la Constitución de 1993. Al


imputado y defensor soliciten el sobreseimiento del caso en la audiencia
de control de acusación.
La acusación solo se referirá a hechos y personas incluidas en la
disposición de formalización de la investigación preparatoria18, no
obstante, el fiscal puede efectuar una calificación jurídica diferente.
Situación que no afecta al principio de congruencia procesal. Este
principio se refiere a los hechos y no necesariamente a la calificación
jurídica19. Es más, en la acusación escrita, la calificación jurídica siempre
es provisional20, dado que durante el proceso tal aspecto puede ser
variado ya sea por el mismo titular de la acción penal o por el juez penal.
Esto significa que el fiscal al momento de acusar puede decir, por
ejemplo: los hechos no constituyen estafa como se venía investigando,
sino configuran el delito de apropiación ilícita, o los hechos no configuran
el injusto penal de negociación incompatible como se venía investigando,
sino, constituyen el delito de colusión, etc. De modo que la calificación
jurídica realizada en la disposición de formalización de investigación
preparatoria es provisional o relativa. Pero lo que no puede hacer es
cambiar la realidad de los hechos ni menos a las personas investigadas.
Los hechos objeto de imputación son inmutables. No pueden ser
cambiados ni siquiera por el titular de la acción penal. Ello tiene su
fundamento en la exigencia constitucional de evitar acusaciones
sorpresivas.
Esta es la doctrina legal establecida por nuestra Corte Suprema en
el Acuerdo Plenario Nº 6-2009/CJ-11621. Allí se argumenta que una regla
expresa sobre esa vinculación relativa del fundamento jurídico de la
acusación se encuentra en el artículo 349°.2 CPP, que autoriza un cambio
en la calificación jurídica, siempre -claro está- con pleno respeto del
principio acusatorio, que exige en este nivel, por un lado, identidad
esencial –es decir, total o parcial- entre los hechos de ejecución delictiva
investigados y acusados; y, por otro lado, respeto de la homogeneidad del

respecto, el Tribunal Constitucional ha precisado que el contenido del derecho a la motivación de las
resoluciones judiciales exige que exista lo siguiente: a) fundamentación jurídica; que no implica la sola
mención de las normas a aplicar al caso, sino la explicación y justificación de por qué tal caso se encuentra
o no dentro de los supuestos que contemplan tales normas; b) congruente entre lo pedido y lo resuelto, que
implica la manifestación de los argumentos que expresarán la conformidad entre los pronunciamientos
del fallo y las pretensiones formuladas por las partes; y c) que por sí misma exprese una suficiente
justificación de la decisión adoptada, aun si esta es breve o concisa, o se presenta el supuesto de
motivación por remisión, fundamento 6 de la sentencia del 12 de diciembre de 2012, Exp. 3244-2010-
PHC/TC- Lima-caso Salazar Monrroe.
18 Vid. inciso 2 del artículo 349° del CPP de 2004.
19 Cfr. Neyra Flores, Op. Cit., 2010, p. 310.
20 Nieva Fenoll, Op. Cit., 2012, p. 215.
21 De fecha 13 de noviembre 2009, fundamento 8.
bien jurídico protegido por el ordenamiento sustantivo. En tanto se trata
de un acto de postulación, que es objeto de conocimiento del acusado y
respecto del cual se iniciará el juicio oral, no es de recibo sostener que tal
proceder del fiscal vulnera el principio de contradicción o lesiona la
garantía de defensa procesal.
Igual, luego de la acusación y producido el juicio oral es
perfectamente posible que el juzgador se desvincule de la calificación
jurídica efectuada por el titular de la acción penal. Lo concreto es que
solo los hechos objetos de imputación son inmutables, en tanto que la
calificación jurídica puede ser cambiada en determinados presupuestos.
Así la Corte Interamericana, en la sentencia del caso Fermín Ramírez vs.
Guatemala22, estableció que la calificación jurídica de los hechos puede
ser modificada durante el proceso por el órgano acusador o por el
juzgador, sin que ello lesione o ponga en peligro el derecho de defensa del
imputado, cuando se mantienen sin variación los mismos hechos y se
observen las garantías procesales previstas en la ley para llevar a cabo la
nueva calificación.
Esta posibilidad de modificar la calificación jurídica inicial no
representa problema alguno para el pleno ejercicio del derecho de
defensa, en razón de que la defensa respecto a la calificación jurídica es
fundamentalmente una defensa de alegaciones jurídicas y no una
defensa de participación en los hechos. Por lo que cuando se modifica la
tipificación de un hecho, queda un espacio suficientemente amplio para
poder ejercitar plenamente el derecho a la defensa respecto de la nueva
calificación jurídica efectuada23.
En la acusación, el fiscal responsable del caso también podrá
señalar alternativa o subsidiariamente las circunstancias de hecho que le
permitan calificar la conducta del imputado en un tipo penal distinto al
de la imputación principal. Esto tiene trascendencia para el caso que no
resultare demostrado en el debate los elementos que componen su
calificación jurídica principal, pero si se demuestra la concurrencia de los
elementos del delito que fue objeto de calificación alternativa.
Esta forma de proceder evita que en estos casos, los autores o
partícipes de un hecho punible queden sin sanción, y por otro lado, se
evita la indefensión de los imputados. Una vez que el imputado conoce la
acusación y verifica que hay una calificación principal y otra alternativa
o subsidiaria, estará en la posibilidad concreta de planificar su estrategia
22Sentencia del 20 de junio de 2005.
23Cfr. Tutela judicial de derechos e imputación necesaria. Análisis del Acuerdo Plenario Nº 2-2012/CJ-
116, Ávalos Rodríguez, Constante, en Rev. Gaceta penal y procesal Penal, T. 43, enero 2013, p. 211
de defensa para atacar ambas imputaciones. Se minimiza la posibilidad
de que el imputado pueda alegar indefensión.
El fiscal responsable del caso, de acuerdo al inciso 4, artículo 349°
del CPP de 2004, indicará en la acusación las medidas de coerción
subsistentes dictadas durante la investigación preparatoria; y, en su
caso, podrá solicitar su variación o que se dicten otras según corresponda.
Aquí, muy bien se habilita a los fiscales a solicitar la medida coercitiva
de prisión preventiva para un acusado que tiene comparecencia con
restricciones cuando por ejemplo, las reglas de conducta impuestas las ha
incumplido sin justificación alguna.

2. CONTENIDO DE LA ACUSACIÓN
El inciso 1 del artículo 249° del CPP de 2004, establece en forma
taxativa el contenido que debe tener el escrito de acusación formulado
por el Fiscal responsable del caso. Se prevé que la acusación será
debidamente motivada y en consecuencia, en su estructura contendrá los
siguientes aspectos:

2.1. Generales de ley del imputado. Son los datos específicos que sirven
para identificar o individualizar al acusado. Es común denominar a estos
datos como generales de ley del imputado. Es preciso que el imputado
esté plenamente identificado para evitar errores en la determinación de
la legitimación pasiva y, de esa forma, conferir al acusado la posibilidad
real del ejercicio de su derecho de defensa a lo largo de la etapa
intermedia y de ser el caso, del juzgamiento. No debe obviarse que el
Tribunal Constitucional en reiterada jurisprudencia ha insistido en que
el derecho de defensa tiene una doble dimensión: una material, referida
al derecho del imputado de ejercer su propia defensa desde el mismo
instante en que toma conocimiento que se le atribuye la comisión de
determinado hecho delictivo; y otra formal, que supone el derecho a una
defensa técnica, esto es, al asesoramiento y patrocinio de un abogado
defensor de su elección desde que es citado o detenido por la autoridad y
durante todo el tiempo que dure la investigación y el proceso mismo.
Posición que incluso nuestra Corte Suprema ha establecido como
jurisprudencia vinculante24.

24 Vid. la sentencia de Casación Nº 281-2011-Moquegua, del 16 de agosto de 2012.


2.2. La relación clara y precisa del hecho que se atribuye al imputado Se
entiende que en la investigación cuyo objeto son varios hechos delictivos,
en la acusación, el fiscal deberá precisar todos los hechos en forma
independiente. Todos los hechos deberán estar precisados al detalle.
Este requisito exigible constituye un elemento esencial de la
acusación. Los hechos que se describa deben ser el resultado de la
investigación en los marcos definidos en la formalización de la
investigación preparatoria25. Aquí, se narrarán o describirán en forma
clara la(s) conducta(s) que a decir del fiscal fueron desarrolladas por el
imputado en la comisión del delito26. Si hay varios imputados, en la
acusación habrá varias descripciones de conductas. A cada imputado se
le asignarán los hechos en los cuales participó en la comisión del injusto
penal investigado, ya sea como autor o partícipe27. No es posible efectuar
acusaciones generales, estereotipadas o colectivas que lamentablemente
aún se observa, pese a que en estricta aplicación del modelo procesal
penal previsto en la Constitución de 1993 y desarrollado en el Código
Procesal Penal de 2004, están prohibidas.
Cuando se indica en la norma procesal que se realizará una
relación clara y precisa del hecho que se atribuye al imputado, así como
se indicarán “sus circunstancias”, se entiende que se realizará la
descripción de aquellas que aparezcan conectadas al hecho como suyas,
no de cualquier tipo de circunstancias, por más que hayan coincidido
temporalmente con el hecho principal. De esa forma, las circunstancias
precedentes, concomitantes y posteriores que deben expresarse en la
acusación serán aquellas que conforman el hecho penal y civil, que en
cada caso concreto es objeto del proceso. Aquellas circunstancias al final
dan cuenta o sirven para determinar su gravedad, según las reglas que le
son propias a cada una de las formas de responsabilidad; o que informan

25 Cfr. San Martín Castro, V.I. Op. Cit., 2003, p. 625.


26 Al respecto, véase la doctrina jurisprudencial del Tribunal Constitucional en el Exp. 3390-2005-
PHC/TC-Lima, caso Margarita Toledo Manrique. Aquí el TC argumentó que se transgrede el principio
acusatorio, cuando la beneficiaria no tiene la ocasión de defenderse de todos y cada uno de los elementos
de hecho que componen las modalidades delictivas previstas para el delito que se le instruye, las mismas,
que no pueden convalidarse por la circunstancia que la favorecida está asistida por un abogado defensor.
Parecido argumento aparece en la sentencia del Exp. 1939-2004-HC, caso Gómez Casafranca.
27 En este sentido, Sánchez Velarde enseña que es de exigirse que en el escrito de acusación, la exposición

de los hechos sea narrada con la mayor claridad posible, indicando lo sucedido en forma cronológica, el
lugar, las circunstancias propias de la comisión del delito, la intervención de las personas involucradas, de
la víctima, de los testigos, las armas u objetos utilizados. También si fuera el caso, los hechos anteriores a
la comisión del delito o los actos de preparación así como la conducta sumida con posterioridad al mismo.
Op. Cit., 2009, p. 159.
de los específicos supuestos que sirven para medir o graduar las
consecuencias jurídicas que se debe aplicar al caso concreto28.
Es obvio que la relación clara y concreta del hecho objeto de
imputación, así como sus circunstancias precedentes, concomitantes y
posteriores, se efectuará cuando ello sea materialmente posible. No en
todos los casos se exigirá al titular de la acción penal precise en forma
detallada los hechos imputados, pues la realidad y la experiencia
crudamente nos demuestran que existen casos en los cuales es difícil
identificar determinados aspectos o circunstancias del caso. A este tipo
de casos, los norteamericanos los denominan casos duros. El profesor y
fiscal provincial Ávalos Rodríguez29 pone como ejemplo de estos casos, los
delitos de acceso carnal sexual sobre menores de temprana edad o de
personas sin capacidad de discernimiento, que son descubiertos tiempo
después de su perpetración, en los que la víctima por su misma condición,
no sabe precisar las circunstancias de fecha, lugar, modo y forma en que
se realizó el ataque sexual en su agravio, pero sí atribuye con firmeza tal
hecho al imputado. Son frecuentes este tipo de casos. Pero no ocurre solo
en los delitos sexuales, sino en todos los delitos recogidos en nuestro
Código Penal o leyes penales especiales.
Ocurre por ejemplo también en un homicidio, donde el fiscal luego
de la investigación llega a determinar que la víctima había sido asfixiada
mecánicamente en lugar diferente a donde se encontró el cadáver. Como
investigado se tiene a la persona que los testigos refieren haberla visto
junto a la víctima el día en que esta desapareció. Al declarar el
investigado, se limita a reconocer el hecho afirmando “yo lo mate”, luego
guarda silencio. En consecuencia, no da más detalles del lugar, fecha,
modo y forma en que realizó la asfixia mecánica contra la víctima.
Igual ocurre en los delitos contra la administración pública, pues al
ser clandestinos, es difícil llegar a determinar todos los detalles de su
perpetración. En algunos casos, solo nos acercamos a los detalles del
hecho delictivo, cuando el agente es intervenido en flagrancia delictiva, o
cuando ha sido filmando cometiendo el ilícito o si el investigado se somete
a la confesión sincera. No obstante, en la mayoría de casos, tales
circunstancias no se producen y el fiscal para acusar tiene que recurrir a
la concurrencia de indicios. Cuestión más problemática ocurre en los
delitos cometidos por organizaciones criminales (tráfico ilícito de drogas o
de armas, lavado de activos, trata de personas, etc.).

28Cfr. Ávalos Rodríguez, Op. Cit. 2013, p. 313.


29Véase Op. Cit. 2013, p. 319. También en tutela judicial de derechos e imputación necesaria. Análisis del
Acuerdo Plenario Nº 2-2012/CJ-116, en Rev. Gaceta Penal y Procesal Penal, T. 43, enero 2013, p. 212.
De modo que la exigencia de precisar la relación clara y concreta
del hecho objeto de imputación, así como sus circunstancias precedentes,
concomitantes y posteriores en la acusación es la regla, pero en los casos
difíciles, excepcionalmente tal exigencia se relativiza. Sostener lo
contrario generaría impunidad que de modo alguno puede aceptarse
pacíficamente.
En los casos difíciles en los cuales abiertamente se presenta un
conflicto entre la necesidad de protección a los bienes jurídicos
constitucionalmente reconocidos que han sido afectados con el delito y el
derecho a la imputación necesaria completa, la persecución penal debe
seguir en la búsqueda de una sentencia condenatoria, a pesar de la
imposibilidad de describir la totalidad de las circunstancias del hecho
materia de imputación, ello en tanto exista el pronóstico objetivo y serio
de que la actividad probatoria que se realice en juicio (desde la óptica de
la prueba indiciaria) permitirá demostrar la real comisión del delito, así
como la responsabilidad penal de la persona acusada.
Es de precisar que no es que las exigencias de la imputación
necesaria desparezcan, sino que excepcionalmente se reducen a su
mínima expresión en tanto únicamente se exige la atribución de un hecho
individualizado que se adecue a la descripción de una conducta
penalmente prohibida por la norma penal, sin la consignación de sus
particulares circunstancias30.

2.3. Los elementos de convicción que fundamentan el requerimiento


acusatorio. Aquí el fiscal indicará y expondrá en forma pormenorizada y
detallada todos los elementos de convicción (actos de investigación,
diligencias, medios o elementos de prueba, etc.) que ha recogido en la
investigación preparatoria y generan la necesidad ineludible de acusar al
o los investigados. El titular de la acción penal le asignará determinado
valor probatorio a los elementos de convicción. Expondrá cuáles sirven
para acreditar la comisión del delito investigado y cuáles para vincular al
acusado con los hechos, ya sea como autor o cómplice. Es posible que un
mismo elemento de convicción o elemento probatorio sirva tanto para
acreditar la comisión del hecho punible como para vincular penalmente
al investigado con los hechos objeto de investigación.
Ello importa como argumenta el profesor Sánchez Velarde31, un
razonamiento coherente y lógico sobre la actividad probatoria. La mera

30 Cfr. Ávalos Rodríguez, Op. Cit., enero 2013, p. 214.


31 Cfr. Op. Cit., 2009, p. 160.
relación de los elementos de convicción con ausencia de un contenido
importante de las mismas puede generar que la acusación escrita no pase
el control judicial o haciéndolo no logre una sentencia de condena.
En otros términos, el fiscal debe argumentar y, para ello, tiene que
asignarle un valor probatorio a los elementos de convicción que ha
recogido en la investigación preparatoria. Son los fundamentos mismos
de por qué acusa al imputado.

2.4. La participación que se atribuya al imputado. En la redacción de la


acusación, el fiscal responsable del caso debe establecer en forma
contundente si la participación del acusado en el delito investigado fue a
título de autor, autor mediato, coautor, instigador o cómplice. En el caso
del cómplice, si se trata de un delito común, cuya teoría para identificar a
autores y cómplices es la del dominio del hecho, el titular de la acción
penal tendrá que precisar si el acusado tiene la calidad de cómplice
primario o secundario; en cambio, si se trata de un delito especial como
por ejemplo los delitos contra la administración pública, cuya teoría para
identificar quién es autor o cómplice es la de infracción de deber, el fiscal
tendrá que precisar que el acusado es cómplice simplemente. Esta teoría
no admite la diferencia entre complicidad primaria y secundaria32.
Estos aspectos puntuales tienen por finalidad que el imputado
conozca los hechos concretos que se le atribuyen y pueda construir de esa
forma su estrategia de defensa.
La determinación de la participación es una operación de carácter
estrictamente jurídico que realiza el titular de la acción penal, que
consiste en establecer si la hipótesis incriminatoria convierte al
imputado, según el Derecho penal, en presunto autor o cómplice del
delito investigado33.

2.5. La relación de las circunstancias modificatorias de la


responsabilidad penal que concurran. Este requisito sustancial de la
acusación se refiere a circunstancias que por disposición legal modifican
la responsabilidad penal a favor del acusado. Esto es, circunstancias que
de concurrir en el hecho concreto, imperativamente el juez penal

32 Al respecto, Vid. Salinas Siccha, Delitos contra la administración pública, Grijley, 3ra. edición, Lima,
2014, pp.15-32.
33 Cfr. Del Río Labarthe, Op. Cit., p. 145.
reducirá, atenuará o disminuirá la pena prudencialmente en el supuesto
que al final del juicio concluya por condenar.
De modo que no es correcto afirmar34 que el artículo 349º del CPP
de 2004 no solo se refiere a las atenuantes, sino también a circunstancias
que perjudican la situación del acusado, como son las agravantes
genéricas.
En efecto, las circunstancias agravantes o atenuantes genéricas
previstas en los artículos 45º y 46º del Código Penal, de modo alguno
modifican la responsabilidad penal del agente del delito. Aquellas solo
sirven o se toman en cuenta luego que se ha establecido la
responsabilidad penal del acusado, para individualizar o graduar la pena
por imponer. Es decir, las circunstancias agravantes entran a tallar
luego que se haya acreditado la responsabilidad penal del acusado.
Nunca antes.
En tal contexto, el fiscal en la acusación debe mencionar si por
ejemplo, concurre un error de prohibición vencible previsto en la última
parte del artículo 14º del Código Penal. Allí se establece que si el error
fuera vencible se atenuará la pena. O concurre un error de prohibición
culturalmente condicionado previsto en el artículo 15º del CP. Allí se
establece que el que por su cultura o costumbres comete un hecho
punible estando disminuida la posibilidad de comprender el carácter
delictuoso de su acto o determinarse de acuerdo a esa comprensión, se
atenuará la pena. O concurre en el caso concreto, alguna de las
eximentes incompletas que se prevé en el artículo 21º del CP. Allí se
establece que en los casos del artículo 20º del Código Penal, cuando no
concurra alguno de los requisitos necesarios para hacer desparecer
totalmente la responsabilidad, el juez podrá disminuir prudencialmente
la pena hasta límites inferiores al mínimo legal. O también, el titular de
la acción penal deberá mencionar si concurre algún supuesto de
responsabilidad restringida por la edad del acusado, casos en los cuales
el juez reducirá prudencialmente la pena señalada para el hecho punible
cometido.

2.6. El tipo penal que tipifica el hecho. En la construcción de la


acusación, el fiscal indicará el o los artículos del Código Penal que
tipifican los hechos objeto de acusación. Pero no significa que el fiscal se
limitará a indicar el tipo penal, sino se entiende que aparte de citarlos
deberá explicarlos brevemente. Se debe precisar cuáles son los elementos
34 Como lo hace el profesor del Río Labarthe, Op. Cit., p. 145
objetivos y subjetivos que exige el tipo penal para perfeccionarse el delito
de que se trate. Luego efectuará la subsunción correspondiente del caso
en concreto.
En caso que se trate de hechos en los cuales concurra una o varias
circunstancias agravantes, se indicará primero el artículo que recoge el
tipo básico del delito y luego se citará el artículo que contiene la
agravante. Como ya se dejó establecido, la calificación jurídica de los
hechos objeto de acusación no siempre va a ser la misma a la que aparece
en la disposición de formalización de investigación preparatoria.
En todo el proceso, la calificación jurídica de los hechos siempre es
relativa o provisional. Puede ser cambiada por el mismo titular de la
acción penal o por el juez. Solo se consolida cuando el juez de juzgamiento
emite su pronunciamiento final luego del juicio oral.

2.7. La cuantía de la pena que se solicita. El fiscal en la acusación deberá


indicar la pena que propone. Sin duda, entre el mínimo y el máximo de
pena que prevén los tipos penales de la parte especial del Código Penal,
el Fiscal tomando en cuenta los criterios expresados en los artículos 45°,
46° y 46A° del citado texto punitivo, propondrá una pena concreta de las
previstas en el artículo 28° del Código Penal como son privativa de
libertad, restrictiva de libertad, limitativa de derechos y multa, según
corresponda.
Para tal efecto, el fiscal responsable del caso tomará en cuenta la
naturaleza de la acción, los medios empleados en la comisión del delito, la
importancia de los deberes infringidos, el daño causado o la extensión del
mismo o el peligro causado, la circunstancia de tiempo, lugar, modo y
ocasión, los móviles, la unidad o pluralidad de los agentes, su edad,
educación, situación económica, medio social, la reparación instantánea
que hubiera hecho el imputado, la confesión sincera antes de haber sido
descubierto, su nivel cultural, costumbres y carencias, del imputado y los
intereses de la víctima y sus familiares35.
Las razones, consideraciones o fundamentos del quantum de la
pena que se solicita deberán ser expresados en la acusación. Es obvio que
la exigencia de que exista la solicitud de una pena específica debe
interpretarse de conformidad con lo previsto en el primer párrafo del
artículo 349º.1 del CPP de 2004 que prevé y exige que la acusación fiscal
esté debidamente motivada36. De modo que no basta ni es suficiente
35 Cfr. Sánchez Velarde, Op. Cit., 2009, p. 161.
36 Cfr. Del Río Labarthe, Op. Cit., p. 146
indicar el quantum de la pena que solicita el fiscal del caso concreto, sino
que se deberán expresar los fundamentos o consideraciones o el
razonamiento lógico que conduce a sostener que la pena solicitada es la
merecida por el acusado.

2.8. El monto de la reparación civil. Es aceptado que la reparación civil


tiene como presupuesto el daño ilícito producido a consecuencia del delito
al titular del bien jurídico tutelado -principio del daño causado- cuya
unidad procesal civil y penal protege el bien jurídico en su totalidad y
garantiza el oportuno derecho indemnizatorio de la víctima; que, por
tanto, no debe fijarse en forma genérica, sino que es necesario
individualizarla y determinarla en forma prudencial y proporcional a la
entidad del daño que se originó con su comisión37. Ello se deriva del
contenido del artículo 92° del CP, donde se prevé que la reparación civil
se determina conjuntamente con la pena, la misma que comprende la
restitución del bien o, si no es posible, el pago de su valor y la
indemnización de los daños y perjuicios ocasionados al agraviado del
delito38.
Asimismo, en aplicación del artículo 95° del Código Penal, la
reparación civil que se solicite es solidaria entre los que resulten
responsables del hecho punible39; de igual forma, si en el proceso penal
existe tercero civil responsable, el fiscal solicitará que el pago de la
reparación civil sea solidaria entre los que resulten responsables del
hecho punible y los terceros civilmente responsables. Esta es la postura
interpretativa asumida por nuestra Corte Suprema.
En la Casación Nº 164-201140, el Supremo Tribunal ha dejado
establecido que “la pretensión del tercero civilmente responsable de
querer evadir el pago solidario conjuntamente con los procesados, no
corresponde a derecho, siendo válida la decisión de la Sala de
Apelaciones en exigir que el pago se efectúe de manera solidaria, toda vez
que el artículo mil novecientos ochenta y tres del Código Civil, estipula
que: “Si varios son responsables del daño, responderán solidariamente

37 Fundamento cuarto de la Ejecutoria Suprema de fecha 18 de octubre de 2012, dictada por la Sala Penal
Transitoria de la Corte Suprema. R. N. Nº 2661-2012.
38 Vid. contenido del artículo 93° del Código Penal.
39 Norma penal que tiene correlato y sustento en el artículo 1983° del Código Civil que prevé: “Si varios

son responsables del daño, responderán solidariamente. Empero, aquel que pagó la totalidad de la
indemnización puede repetir contra los otros, correspondiendo al juez fijar la proporción según la
gravedad de la falta de cada uno de los participantes. Cuando no sea posible discriminar el grado de
responsabilidad de cada uno, la repartición se hará por partes iguales”.
40 Dictada el 14 de agosto de 2012.
(…)”; asimismo, el vinculo normativo que permite fundamentar la
responsabilidad en calidad de solidaria, para el presente caso, viene
determinado por el artículo mil novecientos ochenta y uno del Código
Civil, que señala: “Aquel que tenga a otros bajo sus órdenes responde por
el daño causado por este último, si ese daño se realizó en el ejercicio del
cargo o en cumplimiento del servicio respectivo. El autor directo y el
autor indirecto están sujetos a responsabilidad solidaria”.
Por otro lado, la naturaleza jurídica de la reparación civil es
incuestionablemente civil, pero su aplicación junto a la pretensión penal
(acumulación heterogénea de pretensiones), responde exclusivamente a
la aplicación del principio de economía procesal en el entendido que con
el menor desgaste posible de jurisdicción, se pueda reprimir el daño
público causado por el delito y reparar el daño privado ocasionado por el
mismo hecho41. En el mismo sentido, el profesor español Silva Sánchez42
ha señalado que el fundamento de la institución “responsabilidad civil
derivada de delito” se halla en un criterio de economía procesal,
orientado a evitar el denominado “peregrinaje de jurisdicciones” en busca
de reparación civil por el daño ocasionado por el hecho punible.
En tal contexto, se entiende que el titular de la acción penal, en la
acusación fiscal, solicitará un monto dinerario por concepto de reparación
civil a favor de los agraviados o perjudicados que no se hayan constituido
en actor civil o como se conoce comúnmente, en “parte civil” antes de la
finalización de la investigación preparatoria como lo prevé el artículo 101
del CPP de 2004. En cambio, en los procesos donde hay constitución de
parte civil, el fiscal en su acusación no podrá solicitar monto de
reparación civil en beneficio de aquel agraviado o perjudicado que se
constituyó en actor civil43. En este supuesto, solo al actor civil le
corresponde precisar el quantum indemnizatorio que pretende. Ello
significa que cuando corresponda, el fiscal debe individualizar el tipo y
alcance de los daños cuyo resarcimiento solicita y cuánto corresponde a

41 Cfr. Acuerdo Plenario Nº 5.2011/CJ-116 del 6 de diciembre de 2011. En el mismo sentido, Gimeno
Sendra, Derecho Procesal Penal, 2da. edición, Colex, Madrid, 2007, p. 257; Gómez Colomer, Derecho
Jurisdiccional III. Proceso Penal. Objeto del proceso, 12ma edición, Tirant lo Blanch, Valencia, 2003, p.
110.
42 Cfr. ¿“ex delicto”? Aspectos de la llamada “responsabilidad civil” en el proceso penal, en

www.Indret.com, julio, 2001.


43 A la misma conclusión llega del Río Labarthe cuando interpretando el contenido del artículo 11º.1 del

CPP de 2004 sostiene que “la acusación fiscal sólo se pronuncia sobre aspectos vinculados a la acción civil
cuando no exista un actor civil expresamente constituido en el proceso”. Op. Cit., p. 148. En contra, Peña
Cabrera Freyre, La etapa intermedia en el Código Procesal Penal de 2004. Las funciones del Ministerio
Público y el juez de la investigación preparatoria, en Actualidad jurídica, Nº 157, diciembre de 2006, p.
139.
cada tipo de daño que afirma haber sufrido la víctima44. Este aspecto
jurídico aparece del contenido de la última parte del artículo 11º.1 del
citado Código Procesal que establece en forma contundente: “si el
perjudicado se constituye en actor civil, cesa la legitimación del
Ministerio Público para intervenir en el objeto civil del proceso”. Así ha
sido establecido como doctrina legal vinculante en el Acuerdo Plenario Nº
5-2011/CJ-11645. En efecto, allí se establece que la participación del
Ministerio Público es por sustitución, esto es, representa un interés
privado. Su intervención cesa definitivamente cuando el agraviado se
apersona al proceso y se constituye en actor civil.
Aquí es pertinente precisar lo siguiente: en una investigación
preparatoria donde existe un solo agraviado y este se constituye en actor
civil, el fiscal no tiene razón ni fundamento jurídico alguno para solicitar
monto alguno por concepto de reparación civil. Igual sucederá cuando al
existir varios agraviados, todos se constituyen en actores civiles. En
cambio, en el supuesto que exista más de dos agraviados y no todos se
constituyan en actores civiles, el titular de la acción penal tiene la
obligación jurídica de solicitar un monto de reparación civil a favor de
aquellos agraviados o perjudicados que no se constituyeron en actores
civiles. Es obvio que el pedido será debidamente fundamentado.

2.9. Precisar los bienes embargados o incautados. En este elemento de la


acusación, el fiscal deberá precisar al detalle qué bienes fueron objeto de
embargo o fueron incautados en la investigación preparatoria, ya sea al
investigado o al tercero civil responsable. Se entiende que sólo se
consignará tal aspecto cuando en la investigación preparatoria se haya
trabado algún embargo o incautado bienes al acusado. Esto es
importante, con la finalidad que al final del proceso, si son condenados
los imputados, en la sentencia se resuelva el decomiso definitivo de todos
los bienes incautados en aplicación del artículo 102 del Código Penal.

2.10. Los medios de prueba que se ofrezca. Este aspecto es trascendente


en la redacción de la acusación. Aquí, el fiscal responsable del caso
indicará la lista de testigos y peritos, con indicación del nombre y
domicilio donde serán notificados de ser admitidos para recibirse su
declaración. Asimismo, como requisito importante e ineludible para su

44 Fundamento 15º del Acuerdo Plenario Nº 5.2011/CJ-116.


45 De fecha 6 de diciembre de 2011.Fundamento 7.
admisión, el fiscal deberá precisar los puntos sobre los cuales en su
oportunidad, aquellos serán examinados en el juicio oral.
Aquí volvemos a insistir, el titular de la acción penal ofrecerá los
medios de prueba personales consistentes en testigos y peritos que según
su estrategia considere que es importante recibir su testimonial en
audiencia para acreditar su pretensión penal ante el juez de juzgamiento.
Una vez que en la audiencia preliminar de la etapa intermedia, luego del
debate contradictorio, son admitidos los testigos y/o peritos para que
presten su testimonial en audiencia, estos ingresan automáticamente con
todas sus declaraciones anteriores al tratarse de testigos; así como al
tratarse de peritos, estos ingresan automáticamente con todas sus
declaraciones anteriores y su respectiva pericia.

2.11. Reseña de los demás medios de prueba que ofrezca. Al final de la


acusación, el fiscal hará un recuento o enumeración de los demás medios
probatorios. Se entiende que aquí entran todos los medios probatorios
que sustentan la acusación escrita, los mismos que pueden encontrarse
recogidos en documentos, audios o videos. Consideramos que el
preliminar cuestionamiento que puede hacerse a alguno o todos estos
medios probatorios vía oposición es que hayan sido conseguidos u
obtenidos con violación del contenido esencial de derechos
fundamentales. Ante tal cuestionamiento el juez debe pronunciarse como
corresponda luego del debate, admitiendo el medio probatorio propuesto o
declarando fundada la oposición planteada.

3. CONOCIMIENTO DE LA ACUSACIÓN POR LOS SUJETOS


PROCESALES
Una vez que el juez de la investigación preparatoria recibe la
acusación, en forma inmediata notificará el contenido de la misma a las
otras partes del proceso. Se adjuntará a la notificación copia simple de la
acusación fiscal.
Respecto al acusado, el acto procesal de notificarle la acusación es
fundamental para el debido proceso, pues se materializa el derecho de
todo procesado de conocer previamente la acusación. El Tribunal
Constitucional ha precisado que, en buena cuenta, la finalidad de este
derecho es brindarle al acusado en forma oportuna todos los elementos de
hecho y de derecho, así como los medios probatorios que fundamentan la
acusación con el fin de que este pueda ejercer en forma adecuada y
razonable su derecho a la defensa46.
La Corte Interamericana en la sentencia del caso Barreto Leiva vs.
Venezuela47 ha precisado que el ejercicio del citado derecho se satisface
cuando primero, se le informa al interesado no solamente de la causa de
la acusación, esto es, las acciones u omisiones que se le imputan (tiempo,
lugar y circunstancias), sino también las razones que llevan al Estado a
formular la imputación, los fundamentos probatorios de esta y la
caracterización legal que se da a estos hechos; y segundo, tal información
es expresa, clara, integral y suficientemente detallada para permitir que
el acusado ejerza plenamente su derecho a la defensa y muestre al juez
su versión de los hechos.
El derecho a conocer previamente la acusación solo se materializa
cuando la autoridad competente, oficialmente le notifica el contenido de
la acusación. Aquí de modo alguno puede aceptarse el argumento en el
sentido de que este derecho se materializa cuando se tiene pleno
conocimiento de que el imputado conoce la acusación por haber obtenido
una copia de la misma en forma clandestina o porque los medios de
comunicación han propalado el contenido de la acusación. Estas
circunstancias, que en la práctica se dan o pueden darse en los casos
concretos, no eximen al órgano jurisdiccional de su obligación de notificar
el contenido de la acusación, en forma oficial, al acusado.
Tal derecho que se traduce o materializa con la notificación de la
acusación, tiene trascendentes efectos jurídicos al interior del proceso.
Con base en el conocimiento detallado de la acusación, en el plazo
máximo de diez días (1, 350° CPP), las partes como son el imputado, la
parte civil o el tercero civil podrán optar por las siguientes alternativas:
a) Observar la acusación del fiscal por defectos formales, solicitando su
corrección.
b) Deducir excepciones y otros medios de defensa, cuando no hayan sido
planteadas con anterioridad o se funden en hechos nuevos.
c) Solicitar la imposición o revocación de una medida de coerción. Aquí
muy bien la parte civil podrá solicitar la ministración provisional de
posesión en caso de tratarse de un proceso por usurpación. En su caso, el
imputado podrá solicitar se le varíe la medida coercitiva que viene
sufriendo por una menos gravosa. Dependiendo del quantum de pena que
46 Véase: Sentencia del 8 de agosto de 2012, Exp. N° 00156-2012-PHC/TC-Lima, caso César Humberto
Tineo Cabrera.
47 Sentencia del 17 de noviembre de 2009. En igual sentido, en el caso Fermín Ramírez vs. Guatemala en

sentencia del 20 de junio de 2005.


se solicita en la acusación y otras circunstancias, la defensa del imputado
por ejemplo, puede solicitar se le varíe la prisión preventiva por
comparecencia simple o restringida.
d) Solicitar la actuación de prueba anticipada conforme a los artículos
242° y 243° del CPP de 2004.
e) Solicitar el sobreseimiento. Hecho que como es natural podrá
efectuarlo solo el imputado y su abogado defensor. Esta alternativa podrá
efectuarse cuando el imputado y su defensa estén convencidos de que los
medios de prueba recogidos en la investigación preparatoria, apoyan su
posición en el sentido que los hechos que se le imputan no constituyen
delito o que él no es autor ni partícipe del delito investigado, o en su caso,
corroboran la concurrencia de una causa de justificación, inculpabilidad o
no punibilidad plena.
f) Solicitar la aplicación de un criterio de oportunidad.
En este extremo, cabe hacer la precisión siguiente: al inicio de la
reforma procesal penal, se entendió que de acuerdo a esta posibilidad,
podía plantearse el proceso especial de terminación anticipada en la
etapa intermedia. Así se vino trabajando, pese que el artículo 468°.1 del
CPP lo prohíbe expresamente. Allí se prevé que puede plantearse la
terminación anticipada por una sola vez y antes de formularse acusación.
Tal proceder en contra del texto expreso de la ley, dio origen al
Acuerdo Plenario N° 5-2009/CJ-116 del 13 de noviembre de 2009. En sus
fundamentos 17 al 21, la Corte Suprema estableció como doctrina legal
vinculante que el proceso de terminación anticipada no guarda
correspondencia con el proceso común. Es un proceso especial sujeto a
sus propias reglas de iniciación y con una estructura singular -etapas
propias y actuaciones singulares no equiparables con el proceso común,
basado en el principio estructural de contradicción y no en el de consenso
que informa al primero-. Además, el proceso de terminación anticipada se
insta después de expedida la disposición de formalización y continuación
de la investigación preparatoria y hasta antes de formularse la acusación
fiscal, y la audiencia especial y privada está sometida a determinadas
pautas y ritos, muy distintos a los que rigen la audiencia de control de la
acusación, acto de postulación que, a mayor abundamiento, no existe en
la terminación anticipada.
El artículo 350°.1.e) del CPP de 2004 autoriza a las partes
procesales, distintas del fiscal, instar la aplicación, si fuere el caso, de un
criterio de oportunidad, entendido en sentido amplio. Pero no se refiere al
proceso especial de terminación anticipada, pues existen diferencias
sustantivas entre el proceso especial de terminación anticipada y la
etapa intermedia del proceso común. El primero tiene como eje el
principio del consenso y una de sus funciones es la de servir a la
celeridad procesal, mientras que la segunda tiene como elemento nuclear
el principio de contradicción y el cuestionamiento de la pretensión
punitiva del Ministerio Público. El objeto del principio de oportunidad,
entonces, es aquel que busca, en clave material, la dispensa de pena o
una respuesta distinta de la reacción punitiva propia del sistema de
sanciones del Código Penal, y, como tal, según nuestras normas
procesales, sólo puede estar destinada a la aplicación de los supuestos o
“criterios” contemplados en el artículo 2° CPP48. Los mecanismos
alternativos que buscan respuestas basadas en la idea del consenso
(terminación anticipada, conformidad procesal y colaboración eficaz), por
su propia especificidad y singularidad, unido a los controles
jurisdiccionales que corresponde realizar, están sometidos a un
procedimiento determinado, que no tiene las características, alcances y
metodología de la audiencia preliminar de control de la acusación.
Por otro lado, es de acotar -sigue afirmando la doctrina legal- que
cuando el citado artículo 350°.1.e) CPP prescribe que en la etapa
intermedia se puede aplicar un criterio de oportunidad, tal referencia,
sistemáticamente, solo remite al artículo 2° CPP. La confusión se debe a
que el antecedente directo del principio de oportunidad es el artículo 230°
del Código Procesal Penal Modelo para Iberoamérica, que denomina a
este dispositivo “criterios de oportunidad”, los cuales, como se observa de
su tenor, son los supuestos previstos en el mencionado artículo 2° CPP.
Asimismo, la incorporación del proceso de terminación anticipada
en la etapa intermedia del proceso común tergiversa otro eje de su
reconocimiento en el proceso penal nacional: la función de acortar los
tiempos procesales y evitar las etapas procesales comunes intermedia y
de enjuiciamiento, precisamente uno de los fundamentos que permite el
beneficio premial de reducción de la pena de una sexta parte. Si se
realiza en sede de etapa intermedia no podría aplicarse, en sus propios
términos, el artículo 471° CPP por no cumplir su finalidad político-
criminal.
Asimismo, la audiencia preliminar de control de la acusación no
está diseñada para concretar la terminación anticipada del proceso, pues
en la primera solo es obligatoria la asistencia del fiscal y el defensor del
acusado, mientras que la audiencia de terminación anticipada se
instalará con la asistencia obligatoria del fiscal y del imputado y su

48 Su contenido fue modificado por la Ley N° 30076, publicada en El Peruano el 19 de agosto de 2013.
abogado defensor. En caso que no concurra el acusado concernido o los
otros si fueran causas complejas o seguidas contra varios encausados,
sería imposible desarrollar la audiencia de terminación anticipada. Su
aceptación obligaría a fijar otra audiencia, con serio desmedro del
principio de aceleramiento procesal.
Desde la perspectiva de los demás sujetos procesales también se
producen inconvenientes. Al no ser obligatoria la presencia de ellos no se
podrían oponer a la realización de esta audiencia, pues como señala el
artículo 468°.3 CPP el requerimiento fiscal o la solicitud del imputado
será puesta en conocimiento de todas las partes por el plazo de cinco días,
quienes se pronunciarán acerca de la procedencia del proceso de
terminación anticipada y, en su caso, formular sus pretensiones. Empero,
al aplicar la terminación anticipada en la etapa intermedia tal trámite,
indispensable, no será posible49.
En consecuencia, la referencia a criterios de oportunidad que
pueden aplicarse en la etapa intermedia nos lleva a concluir que se
refiere necesariamente a los supuestos previstos en el artículo 2° del CPP
de 200450. De modo que en aplicación del apartado 7 del citado numeral,
el juez de la investigación preparatoria, previa audiencia, podrá a
petición del fiscal, con la aprobación del imputado y citación al agraviado,
dictar auto de sobreseimiento. Procedimiento que puede realizarse así el
fiscal del caso haya formulado acusación. Se entiende que el debate sobre
el pedido de la aplicación del principio de oportunidad, deberá realizarse
antes que se comience al efectivo control de la acusación escrita, esto es,
antes que el fiscal oralice en forma resumida el contenido de la acusación
escrita.
g) Ofrecer medios de prueba de descargo para el juicio, adjuntando la
lista de testigos y peritos que deben ser convocados al debate, con
indicación de nombre, profesión y domicilio, precisando los hechos acerca
de los cuales serán examinados en el curso del debate. Los requisitos son
los mismos a los exigidos al fiscal.
h) Presentar los documentos que no fueron incorporados antes, o señalar
el lugar donde se hallan los que deban ser requeridos.

49 Concluye el citado Acuerdo Plenario sosteniendo que la incorporación pretoriana de la terminación


anticipada en la etapa intermedia afecta gravemente el principio estructural de contradicción procesal,
reconocido en el artículo I.1 del Título Preliminar NCPP, comprendido a su vez en la garantía de defensa
procesal reconocida en el artículo 139°.14 de la Constitución, desarrollada en el artículo IX del Título
Preliminar NCPP. El indicado principio y la garantía procesal aludida integran el programa procesal
penal de la Constitución, que podrían afectarse seriamente si se permite tan insólito proceder, ausente de
base legislativa y sustento jurídico procesal.
50 Como atinadamente lo establece el citado Acuerdo Plenario.
i) Objetar la reparación civil o reclamar su incremento o extensión, para
lo cual se ofrecerán los medios de prueba pertinentes para su actuación
en el juicio oral. Aquí el acusado objetará el monto de la reparación civil,
en tanto que el actor civil es posible que solicite su incremento.
j) Plantear cualquier otra cuestión que tienda a preparar mejor el juicio.
4. LAS OBSERVACIONES A LA ACUSACIÓN SON PLANTEADAS
SOLO EN EL PLAZO LEGAL
Aquí es importante remarcar que el pedido de sobreseimiento y la
deducción de otros medios de defensa técnicos, tendrá que hacerse dentro
de los diez días concedidos luego de notificado el contenido de la
acusación. No puede aceptarse que las observaciones sean formuladas
recién en la audiencia de control de acusación, pues de hacerlo y
aceptarse, se afectaría el derecho a la igualdad de armas respecto de los
actos postulatorios del fiscal; en efecto de ser así, Este no podría tomar
conocimiento previo y oportuno de los cuestionamientos efectuados por
los demás sujetos procesales a su acusación escrita y, por tanto, no podrá
absolver los cuestionamiento por sorpresivos. De aceptarse esta
posibilidad se convertiría a la audiencia de control en un escenario
incierto. No existiría un parámetro de discusión prefijado bajo las
garantías y supervisión del director del debate: el juez de investigación
preparatoria.
Por tanto, con la finalidad de que el fiscal pueda presentar en la
audiencia preliminar, los argumentos que refuercen su tesis acusatoria y,
asimismo, refutar las observaciones planteadas, resulta impostergable
dejar establecido que el plazo de diez días otorgado a los sujetos
procesales para que formulen toda clase de cuestionamientos a la
acusación, es presupuesto legal de obligatorio cumplimiento que
garantiza un trato igualitario a las partes en conflicto51.
De esa forma, una vez que el juez recibe los recursos escritos por
los cuales se deduce alguna defensa técnica, pondrá en conocimiento del
fiscal y le otorgará un plazo razonable para preparar los argumentos que
considere pertinentes para expresarlos en la audiencia de control, cuando
se oralicen las pretensiones planteadas. Cuando se llegue a la audiencia,
no debe existir desconocimiento de tales pretensiones. No debe obviarse
que se promueve un proceso penal transparente. Así se garantiza a las
partes un trato igualitario y las mismas oportunidades de contradecir a
su oponente. Situación que no podrá materializarse si se deja a las partes

51Cfr. Sentencias casatorias: 7 de junio de 2012 en la Casación Nº 53-2010- Piura y del 5 de marzo de
2010 en la Casación Nº 60-2009-La Libertad.
el libre albedrío la forma y oportunidad en que se planteen las
observaciones a la acusación escrita.
Por tales razones, de lege ferenda se propone una modificación
legislativa al inciso primero del artículo 350° del CPP de 2004. Se
propone que en la última parte del citado numeral se agregue lo
siguiente:
“Tales pedidos si no son planteados por escrito y en el término indicado
no podrán ser planteados oralmente en la audiencia preliminar de la
etapa intermedia”.
La propuesta tiene su fundamento además en la circunstancia que
el nuevo proceso penal es totalmente transparente para las partes. No se
admiten pedidos o postulaciones sorpresivas. La trasparencia del proceso
penal común bajo el sistema acusatorio garantista con rasgos
adversariales, exige que cuando las partes sean citadas a cualquier
audiencia, conozcan todas las peticiones para que de esa forma, se
preparen y puedan contradecir en forma razonable de ser el caso. Igual
debe ocurrir cuando son citados a la audiencia preliminar de la etapa
intermedia. No puede admitirse que al fiscal, en plena audiencia, se le
sorprenda con el planteamiento de un medio técnico de defensa por
ejemplo. Seguramente, un buen fiscal podrá absolver el traslado, pero
para ello podrá solicitar un tiempo prudencial mínimo para articular su
contradicción, originando con ello que la audiencia se suspenda por breve
término. Dificultando el desarrollo normal de la audiencia. El principio
de celeridad procesal se ve seriamente perjudicado.
De igual forma, si las partes tienen prueba que ofrecer deberán
hacerlo por escrito y en el término de diez días de notificado el
requerimiento de acusación, con la finalidad de que la otra parte conozca
al testigo y perito ofrecido, y de ser posible, indague sobre su persona o
sobre los temas a declarar, con la finalidad de que cuando en audiencia se
oralice tal ofrecimiento, la otra parte pueda alegar alguna oposición.
Caso contrario, si recién en la audiencia la parte ofrece a sus testigos o
peritos, la otra parte muy poco podrá alegar para oponerse. Como es
natural no habrá tenido tiempo para indagar sobre la persona del testigo
o perito ni menos sobre los temas que pretende declarar.

5. AUDIENCIA DE CONTROL DE ACUSACIÓN


Presentados los escritos y requerimientos de los sujetos procesales,
o vencido el plazo máximo de diez días, el juez de la investigación
preparatoria que dirige esta etapa, mediante auto señalará día y hora
para la realización de la audiencia preliminar de control de acusación.
Esta audiencia se desarrollará dentro de un plazo no menor de cinco ni
mayor de veinte días. Plazo que no se viene cumpliendo por la excesiva
carga procesal que vienen afrontando los juzgados de investigación
preparatoria en todas las Cortes que están aplicando el Código Procesal
Penal de 2004.
De ahí que la Fiscalía de la Nación en el año 2007 dictó una
directiva, que prescribía que en los casos en que los jueces de la
investigación preparatoria no cumplan con citar a la audiencia
preliminar en el término fijado, los fiscales en su rol de defensores del
principio de constitucionalidad y luego de legalidad, en tiempo
prudencial, deben requerir por escrito al juez, cuantas veces sea
necesario, señale día y hora para la audiencia 52. Todo de acuerdo al
principio de celeridad procesal que sustenta el modelo procesal adoptado
por el Código adjetivo penal de 2004.
Para la instalación de la audiencia es obligatoria la presencia del
fiscal y del defensor. La presencia del acusado no es indispensable para
la instalación de la audiencia. Su concurrencia es opcional.
No podrán actuarse diligencias de investigación o de prueba
específicas, salvo el trámite de prueba anticipada y la presentación de
prueba documental. Instalada la audiencia, el juez dará la palabra por
un tiempo breve y por su orden al fiscal, a la defensa del actor civil, así
como del acusado y del tercero civilmente responsable, los que debatirán
sobre la procedencia o admisibilidad de cada una de las cuestiones
planteadas y la pertinencia de la prueba ofrecida. Es obvio que como ya
se expresó, en esta audiencia los sujetos procesales no reproducirán todos
sus planteamientos escritos. Se entiende que cuando el juez les conceda
el uso de la palabra para sustentar oralmente su pretensión, se limitarán
a oralizar los fundamentos centrales de sus pretensiones. Aquí no es
necesario que por ejemplo, el fiscal reproduzca (con su lectura) in extenso
su acusación o que el abogado defensor, reproduzca su escrito por el cual
solicita el sobreseimiento del caso, etc. Si eso observa el juez activo y
dinámico, haciendo pedagogía, les indicará que oralicen las partes más
importantes y pertinentes de sus pretensiones.

52 Este es el sentido del artículo tercero de la Directiva N° 001-2007-MP-ETII/CPP, aprobada por


Resolución de la Fiscalía de la Nación N° 243-2007-MP-FN de fecha 20 de febrero de 2007. Directiva que
es de aplicación obligatoria para todos los fiscales de los distritos judiciales en los cuales esté vigente el
Código Procesal Penal de 2004, bajo responsabilidad. En efecto, allí se dispone que “en los casos que el
fiscal hay remitido una acusación al juez de la investigación preparatoria y éste, en tiempo prudencial no
señala fecha de realización de la audiencia preliminar, el fiscal como defensor de la legalidad por escrito y
las veces que sean necesarias, debe solicitar al juez señale día y hora para la realización de la respectiva
audiencia.”
El fiscal debe limitarse a resumir brevemente los hechos
imputados, invocar las normas penales donde aparecen tipificados tales
hechos y señalar los elementos de convicción más relevantes que la
sustentan tal como se hace al inicio de la etapa más importante del
proceso penal: el juzgamiento53. Por el contrario, no hay norma procesal
que exija que en la audiencia de control, deban reproducirse in extenso
los requerimientos fiscales, o las pretensiones de los demás sujetos
procesales como viene ocurriendo en la práctica judicial. Esa dañina
práctica hace que las audiencias previas al juicio oral sean tediosas,
aburridas e interminables. Es más, tal proceder no tiene justificación
alguna desde que los requerimientos escritos son de pleno conocimiento
de todos los sujetos procesales al haber sido notificados con copia de los
mismos.
El fiscal podrá en la misma audiencia en forma oral y presentando
el escrito respectivo, modificar, aclarar o integrar la acusación en lo que
no sea sustancial. Es decir, el fiscal en esta etapa solo puede hacer
correcciones sobres cuestiones de forma, mas no así en cuestiones de
fondo. En este supuesto el juez, en el mismo acto de audiencia correrá
traslado a los demás sujetos procesales concurrentes para su absolución
inmediata.
Bien apunta el profesor Neyra Flores54, podemos decir que es en la
audiencia preliminar donde se va a decidir el curso del proceso.
6. DECISIONES JUDICIALES
Luego que concluye la audiencia de control de la acusación y
resolver los requerimientos efectuados por los demás sujetos procesales,
el juez responsable de la etapa intermedia y siempre dependiendo del
supuesto concreto, podrá proceder del modo siguiente:
6.1. RESOLUCIÓN DE LAS CUESTIONES PLANTEADAS. El juez,
luego del debate producido en audiencia resolverá inmediatamente todas
las cuestiones planteadas. No obstante, por cuestiones de tiempo como
puede ser la hora avanzada, por ejemplo, o la complejidad de los asuntos
por resolver, el juez puede diferir la emisión de su resolución hasta por
cuarenta y ocho horas. Este término es improrrogable. Si la resolución se
difiere, la decisión simplemente se notificará a las partes. Resulta ocioso

53 Vid. inciso 2, artículo 371° del CPP de 2004 que prescribe: “Acto seguido, el fiscal expondrá
resumidamente los hechos objeto de la acusación, la calificación jurídica y las pruebas que ofreció y fueron
admitidas. Posteriormente, en su orden, los abogados del actor civil y del tercero civil expondrán
concisamente sus pretensiones y las pruebas ofrecidas y admitidas. Finalmente, el defensor del acusado
expondrá brevemente sus argumentos de defensa y las pruebas de descargo ofrecidas y admitidas”.
54 Op. Cit., 2010, p. 314.
hacerlos que concurran al lugar de la audiencia para que simplemente se
les notifique lo resuelto por el juez.

6.2. CONTROL SUSTANCIAL DE LA ACUSACIÓN. Si luego del debate


se pone en evidencia que la acusación tiene defectos que requieren un
nuevo análisis de parte del fiscal, suspendiendo la audiencia por cinco
días, el juez dispondrá la devolución de la acusación para efectos que se
la corrija. Corregida la acusación, devuelta y entregada al juez, la
audiencia se reanudará. Esto es lo que se conoce como control sustancial
de la acusación. Solo se instará la suspensión de la audiencia, cuando el
defecto detectado requiera de un nuevo análisis por parte del
representante del Ministerio Público. De no corresponder la suspensión,
siempre será del caso decidirla y proseguir con la audiencia para dar
paso a la discusión de las demás observaciones.
No debe obviarse que el control sustancial de la acusación como ya
se ha señalado ut supra comprende el examen de la concurrencia de cinco
elementos necesarios para su viabilidad: elemento fáctico, elemento
jurídico, elemento personal, presupuestos procesales vinculados a la
vigencia de la acción penal y elementos de convicción suficientes (artículo
344°.1 CPP).
¿Qué sucede cuando transcurridos los cinco días que establece el
artículo 352º.2 del CPP, el fiscal no devuelve la acusación subsanada o
corregida? Simplemente la audiencia continuará con la acusación
defectuosa. No debemos olvidar que la audiencia es única y solo se
suspende para que el titular de la acción penal subsane las omisiones
detectadas en un término no mayor de cinco días hábiles. De modo que al
citarse a las sujetos procesales para continuarla al sexto día, esta se
reanudará independientemente de si se cumplió o no con subsanar la
acusación. En este contexto, el juez se limitará a pedir explicación al
fiscal, quien expondrá lo pertinente.
No obstante, es posible que el fiscal en la audiencia reanudada
justifique razonablemente la demora en subsanar su acusación,
solicitando un tiempo prudencial para presentarla. Situación que
dependiendo de la justificación invocada, el juez tiene la posibilidad de
concederlo. Por ejemplo, el juez con buen criterio concederá un plazo
prudencial para subsanar la acusación, cuando el fiscal que concurre a la
reanudación de la audiencia, solicita el uso de la palabra y expone que un
día antes de la reanudación de la audiencia se ha hecho cargo del caso,
pues el anterior fiscal había sido intervenido por actos de corrupción. O
también, no se distorsiona el procedimiento cuando el fiscal al concurrir a
la reanudación de la audiencia, solicita el uso de la palabra y expone que
por tratarse de un caso complejo se tiene que revisar la acusación de más
de 900 fojas55, circunstancia que ha hecho imposible terminar con la
subsanación de la acusación, por lo que solicita se le conceda un tiempo
de hasta cinco días para concluirla. Nada impide que el juez de
investigación preparatoria conceda el tiempo prudencial solicitado y, por
tanto, suspenda nuevamente la audiencia. Lo importante es que la
acusación tiene que guardar las formas establecidas en las normas
procesales.
El hecho de que el fiscal no cumpla con subsanar la acusación y se
reanude la audiencia de modo alguno constituye un supuesto de
caducidad como sostiene algún juez del distrito judicial de Trujillo 56, pues
simplemente si no se subsana la acusación, al reanudarse la audiencia
donde se comienzan a discutir los términos de la acusación,
materialmente le será imposible que el fiscal presente la subsanación
luego de transcurridos los cinco días, pues será muy tarde. ¿Qué pasará
con el caso? Es probable que finalice con sobreseimiento, pero también es
posible que pase a juicio oral. Esto ocurrirá cuando, por ejemplo, la
omisión incurrida no afecta los hechos delictivos objeto de imputación.
Respecto del control formal, donde la corrección de la acusación no
requiera nuevo análisis, el fiscal, en la misma audiencia podrá hacer las
modificaciones, aclaraciones o subsanaciones que corresponda, con
intervención de los concurrentes. Si no hay observaciones, se tendrá por
modificada, aclarada o saneada la acusación en los términos precisados
por el fiscal; en caso contrario, resolverá lo que corresponda el juez
director de la audiencia mediante resolución inapelable.
Como ya se dijo ut supra, en este punto siempre será necesario
invocar y aplicar la doctrina jurisprudencial vinculante establecida en el
fundamento 15 del Acuerdo Plenario N° 6-2009/CJ-116 del 13 de
noviembre de 2009, donde se prevé que “por la propia naturaleza de
ambos controles: formal y sustancial, no es posible ejercerlos
conjuntamente, sino sucesivamente. El control formal es previo a toda
posibilidad de análisis de mérito de la acusación”.

55 Piénsese en acusaciones voluminosas parecidas a la del caso conocido como el Andahuaylazo, o a la


acusación del conocido como megaproceso signado con Exp. Nº 560-03 - Director de Debates: Dr. Pablo
Talavera Elgüera (Sala Penal Nacional – Lima), del 13 de octubre de 2006, en el cual se juzgó y condenó a
la cúpula de Sendero Luminoso por el delito de terrorismo.
56 Vid. ejemplos en Ore Guardia, Jurisprudencia sobre la aplicación del nuevo Código Procesal Penal, Op.

Cit., p. 81.
6.3. RESOLUCIÓN DE MEDIOS TÉCNICOS DE DEFENSA. De
estimarse cualquier excepción o medio de defensa planteado por la
defensa del acusado, el juez expedirá en la misma audiencia la resolución
que corresponda. Procede recurso de apelación contra la resolución
judicial dictada por parte de sujeto legitimado. Dependiendo de qué tipo
de excepción se trate, el procedimiento continuará o se le pondrá fin. En
efecto, si se declara fundada la excepción de naturaleza de juicio, el juez
dispondrá que el proceso se adecue al trámite que establezca en el
respectivo auto. Por el contrario, si de declara fundada las demás
excepciones previstas en el artículo 6° del CPP de 2004, como por
ejemplo, la de improcedencia de acción o de prescripción deducida, el juez
a la vez declarará concluida la audiencia, disponiendo el sobreseimiento
del proceso en forma definitiva57.
Aquí considero importante precisar respecto de los supuestos de la
excepción de improcedencia de acción, acerca de que el hecho no
constituya delito o que el hecho no sea justiciable penalmente58, se viene
efectuando una interpretación restringida. Se viene interpretando el
supuesto de que “el hecho no constituya delito” como que “el hecho no sea
típico” o que “el hecho sea típico, pero no antijurídico”. No obstante, la
fórmula representa el supuesto de que “el hecho no constituya delito”.
Para tal efecto, el operador jurídico debe tener clara la teoría del delito y
conocerla.
Debe saber perfectamente cuáles son los elementos y subelementos
que deben concurrir en una conducta determinada para tenerla como
delito. En tal sentido, es lugar común en la doctrina y en la
jurisprudencia nacional, considerar a una conducta humana como delito
siempre y cuando concurran en forma progresiva cuatro elementos:
tipicidad, antijuricidad, culpabilidad y punibilidad. Pero además, tales
elementos tienen sub-elementos que es necesario conocer. De modo que
cuando se plantea o deduce el medio técnico de defensa denominado
“improcedencia de acción”, el fiscal primero y luego el juez, deben
verificar si en el hecho objeto de formalización de investigación
preparatoria concurren o no todos los elementos y subelementos del
delito de que se trate. Si luego del análisis correspondiente concluye que
falta alguno de ellos declarará procedente la excepción. Caso contrario, la
declarará improcedente. De esa forma, causales de error de tipo
(tipicidad), legítima defensa, estado de necesidad justificante
(antijuricidad), error de prohibición, estado de necesidad exculpante,

57 Léase el contenido de la última parte del artículo 6° del CPP de 2004.


58 Vid. artículo 6°, inciso 1 y literal b del CPP de 2004.
miedo insuperable (culpabilidad), excusa absolutoria (punibilidad), etc.,
pueden perfectamente fundar una excepción de improcedencia de acción
y, para ello, sin duda, deberá hacerse valoración de los elementos de
convicción que se aleguen en la respectiva audiencia como lo prevé el
artículo 8° del CPP de 200459.
En otro extremo, si el juez por medio de resolución debidamente
fundamentada declara infundado el medio técnico de defensa deducido, el
accionante al no estar de acuerdo con lo decidido también tiene el derecho
de interponer el correspondiente recurso de apelación, el mismo que al
ser concedido, de modo alguno paraliza o impide la continuación del
proceso. Aquí el juez se limitará a disponer se forme la carpeta incidental
respectiva y se eleve a la Sala Penal de Apelaciones correspondiente.
Acto seguido continuará la audiencia hasta llegar a dictar el auto de
enjuiciamiento de ser el caso.

6.4. SOBRESEIMIENTO. El sobreseimiento podrá dictarse de oficio o ha


pedido del acusado o su defensa cuando concurran los supuestos ya
analizados, requisitos que prevé el inciso 2, artículo 344° del CPP de
2004, siempre que resulten evidentes y no exista razonablemente la
posibilidad de incorporar en el juicio oral nuevos elementos de prueba.
Esto es, cuando el juez luego del debate llega a la conclusión de que en el
caso presentado no hay causa probable, de oficio o a petición de la
defensa dispondrá el sobreseimiento.
Puede ser objeto de cuestionamiento que el juez, de oficio, observe
los términos de la acusación, pues se superpondría a la posición del
defensor del acusado, además, habiendo intervenido en la investigación
preparatoria, de alguna manera habría conocido del caso, y, por tanto,
estaría, impedido de pronunciarse sobre el fondo, pues por ello se ha
creado a un juez distinto para el juicio; sin embargo, debe de entenderse
que la postura judicial en esta fase es la de control de la acusación y
ciertamente, si en un caso concreto, luego del amplio debate producido en
la audiencia preliminar, aparecen evidencias fuertes que los hechos
objeto de acusación no constituyen delito o, aparecen indicios razonables
o medios de prueba que evidencian de manera contundente que el
acusado no participó en la comisión del delito objeto de acusación, o peor
que la acción penal del delito prescribió, el juez sin esperar que lo

59 En parecido sentido, Velásquez Delgado, Op. Cit., 2014, p. 205.


soliciten tiene la facultad y constitucional y legal de disponer el
sobreseimiento del caso60.
Así lo tiene asumido como doctrina legal nuestra Corte Suprema en
el Acuerdo Plenario Nº 6-2009/CJ-11561. Aquí se sostiene con toda
propiedad que al juez de la investigación preparatoria le corresponde
decretar el sobreseimiento del caso, cuando la presencia de los requisitos
de aquel instituto procesal es patente y palmario, para tal efecto el juez
en audiencia instará el pronunciamiento de las partes sobre el particular.
Es obvio que el juez no está vinculado por el requerimiento de
acusación del titular de la acción penal. Esta posibilidad de
sobreseimiento de oficio es excepcional y sujeta a reglas bajo el principio
de control judicial62. En otros términos, según el profesor Talavera
Elguera63, la desestimación de la acusación procederá cuando no haya
causa probable o base para el juicio o cuando no se ofrezcan medios de
prueba para su actuación en el juicio oral que sustente la pretensión
acusatoria.
En otro extremo, la resolución que desestima el sobreseimiento
solicitado por el acusado o su abogado defensor, no es apelable
prosiguiendo la audiencia según su estado. El que no sea recurrible la
desestimación del sobreseimiento se fundamenta en la circunstancia
concreta que el acusado y su defensa técnica tiene la oportunidad
trascendental de probar sus dichos o afirmaciones de inocencia que
alegan, en el juicio oral.

6.4.1. SOBRESEIMIENTO Y REPARACIÓN CIVIL

6.4.1.1. Sentencia condenatoria y reparación civil. Bien sabemos que la


reparación civil es el resarcimiento del bien o indemnización por quien
como consecuencia de la comisión de un delito ocasionó un daño o
perjuicio que afectó los derechos e intereses legítimos de la víctima.
Según el artículo 93° del Código Penal, la reparación civil comprende la
restitución del bien y si no es posible, el pago de su valor, y la
indemnización de los daños y perjuicios. En el proceso penal, lo que se
60 Roxin, interpretando el Código Procesal Alemán, enseña que se rechazará la apertura del procedimiento
principal cuando por motivos de hecho o de derecho se ha de esperar una absolución, esto es, cuando no
exista una sospecha suficiente sobre la comisión del hecho punible, cuando existe un impedimento
procesal definitivo o cuando el hecho cometido por el procesado no es punible. Op. Cit., p. 351.
61 De fecha 13 de noviembre de 2009.
62 Cfr. Sánchez Velarde, Op. Cit., 2009, p. 169.
63 Comentarios al nuevo Código Procesal Penal, Grijley, Lima, 2004, p. 66.
produce con el ejercicio de la acción civil es una acumulación heterogénea
de procesos -penal y civil- en un procedimiento único, cada uno informado
por sus propios principios, con fundamento en la economía procesal. En
este dictará una única sentencia, la cual contendrá dos
pronunciamientos, uno penal y otro civil64. En el mismo sentido, el
profesor español Silva Sánchez65 ha señalado que el fundamento para
que en el proceso penal se resuelvan cuestiones relativas a la
“responsabilidad civil derivada de delito”, se halla en puras razones o
criterios de economía procesal, orientados a evitar el denominado
“peregrinaje de jurisdicciones” por parte de las víctimas o agraviados.
Jurisprudencialmente, según el fundamento jurídico ocho del
Acuerdo Plenario Nº 5-2011/CJ-116, se ha establecido que la naturaleza
jurídica de la reparación civil es incuestionablemente civil, y que aun
cuando exista la posibilidad legislativamente admitida de que un juez
penal, pueda pronunciarse sobre el daño y su atribución, y en su caso
determinar su quantum indemnizatorio -acumulación heterogénea de
acciones-, ello responde de manera exclusiva al principio de economía
procesal.
En la misma línea, también es doctrina legal impuesta por el
Acuerdo Plenario N° 6-2006/ CJ-116 del 1 de octubre de 2006, lo
siguiente: I. La reparación civil, que legalmente define el ámbito del
objeto civil del proceso penal y está regulada por el artículo 93° del
Código Penal, desde luego, presenta elementos diferenciadores de la
sanción penal; existen notas propias, finalidades y criterios de
imputación distintos entre responsabilidad penal y responsabilidad civil,
aun cuando comparten un mismo presupuesto: el acto ilícito causado por
un hecho antijurídico, a partir del cual surgen las diferencias respecto de
su regulación jurídica y contenido entre el ilícito penal y el ilícito civil.
Así las cosas, se tiene que el fundamento de la responsabilidad civil, que
origina la obligación de reparar, es la existencia de un daño civil causado
por un ilícito penal, el que obviamente no puede identificarse con ofensa
penal -lesión o puesta en peligro de un bien jurídico protegido, cuya base
se encuentra en la culpabilidad del agente; el resultado dañoso y el objeto
sobre el que recae la lesión, son distintos.
II. Desde esta perspectiva, el daño civil debe entenderse como
aquellos efectos negativos que derivan de la lesión de un interés
protegido, lesión que puede originar consecuencias patrimoniales y no
patrimoniales. Una concreta conducta puede ocasionar tantos daños

64Montero Aroca, Juan, Proceso penal y libertad, editorial Thomson Civitas, Madrid, 2008, p. 352.
65Cfr. ¿“ex delicto”? Aspectos de la llamada “responsabilidad civil” en el proceso penal, Barcelona, julio,
2001, en www.Indret.com.
patrimoniales, que consisten en la lesión de derechos de naturaleza
económica, que debe ser reparada, radicada en la disminución de la
esfera patrimonial del dañado y en el no incremento en el patrimonio del
dañado o ganancia patrimonial neta dejada de percibir; cuantos daños no
patrimoniales, circunscritos a la lesión de derechos o legítimos intereses
existenciales -no patrimoniales- tanto de las personas naturales como de
las personas jurídicas. La reparación del daño ocasionado por la comisión
de un delito requiere, siempre que sea posible, la plena restitución
(restitutio in integrum), la cual consiste en el restablecimiento de la
situación anterior. De no ser esto posible cabe al juez determinar una
serie de medidas para, además de garantizar los derechos conculcados,
reparar las consecuencias que los hechos ilícitos produjeron, así como
establecer el pago de una indemnización como compensación por los
daños ocasionados66. Su naturaleza y su monto dependen de las
características del delito y del daño ocasionado en los planos material e
inmaterial67.
El daño material supone la pérdida o detrimento de los ingresos de
las víctimas, los gastos efectuados con motivo de los hechos y las
consecuencias de carácter pecuniario que tengan un nexo causal con los
hechos del caso sub judice, para lo cual, cuando corresponde, el juez fija
un monto indemnizatorio que busque compensar las consecuencias
patrimoniales de los delitos, que han sido declaradas en la sentencia. En
cambio, el daño inmaterial comprende tanto los sufrimientos y las
aflicciones causados a la víctima directa y a sus allegados, el menoscabo
de valores muy significativos para las personas, así como las
alteraciones, de carácter no pecuniario, en las condiciones de existencia
de la víctima o su familia. Dado que no es posible asignar al daño
inmaterial un equivalente monetario preciso, solo puede ser objeto de
compensación, para los fines de la reparación integral a la víctima,
mediante el pago de una cantidad de dinero o la entrega de bienes o
servicios apreciables en dinero, que el juez determine en aplicación
razonable del arbitrio judicial y en términos de equidad. El daño
inmaterial infligido a las víctimas resulta evidente, pues es propio de la
naturaleza humana que, por ejemplo, toda persona sometida a un delito
grave o medianamente grave, experimente un profundo sufrimiento,

66 En parecido sentido, la Corte Interamerica de Derechos Humanos, en el fundamento 189 de la sentencia


de 8 de julio de 2004 en el caso hermanos Gómez Paquiyauri vs. Perú. Así también en la sentencia de 19
de septiembre de 1996, en el caso Neira Alegría y otros vs. Perú.
67 Sobre el enfoque de daño material o inmaterial, véase el fundamento 201 de la sentencia de la Corte

Interamericana de Derechos Humanos del 29 de noviembre de 2006-caso La Cantuta vs. Perú. En


parecido sentido, en los fundamentos 205 y 211 de la sentencia del 8 de julio de 2004 de la citada Corte,
caso de los hermanos Gómez Paquiyauri vs. Perú.
angustia, terror, impotencia e inseguridad, por lo que este daño no
requiere pruebas. Los sufrimientos o muerte acarrean a sus familiares
cercanos un daño inmaterial que no necesita demostrarse68.
Otro aspecto importante en cuanto a la reparación civil es que tal
como lo tiene precisado nuestra Corte Suprema como precedente
vinculante69, el monto de la reparación civil debe guardar relación no con
el bien jurídico abstractamente considerado, “sino con la afectación
concreta sobre dicho bien jurídico”; de igual forma, la fijación de dicho
monto no se regula en razón a la capacidad económica del procesado. El
punto de mira de la reparación civil derivada del delito debe centrarse en
el daño producido y no en el agente o sujeto activo de dicho daño70.

6.4.1.2. Sobreseimiento, absolución y reparación civil. El inciso 3, artículo


12 del CPP de 2004, expresamente prescribe que en caso de sentencia
absolutoria o de emitirse un auto de sobreseimiento, nada impide al
órgano jurisdiccional pronunciarse sobre la acción civil derivada del
hecho punible válidamente ejercida, cuando proceda. Esto significa que
así el juez al final del proceso concluya con una sentencia absolutoria o
un auto de sobreseimiento a favor de un procesado, puede imponer un
monto dinerario por concepto de reparación civil a favor del perjudicado
con el hecho ilícito investigado. Claro está, ello ocurrirá siempre y cuando
el agraviado, actor civil o el titular de la acción penal en ausencia de
actor civil, expresamente le soliciten y acrediten los daños generados a
consecuencia del hecho ilícito realizado. En la acción civil, rige en toda su
magnitud el principio dispositivo. Solo se otorga a pedido de parte
legitimada.
Esto ocurrirá en tres supuestos:
1. Luego de la investigación preparatoria, el fiscal no formula acusación y
más bien decide solicitar al juez, el sobreseimiento del caso. En este
supuesto, luego que se realiza el procedimiento correspondiente incluido
la audiencia preliminar de la etapa intermedia, el juez de la
investigación preparatoria así lo declara, toda vez que llega a la
conclusión que efectivamente tal como lo plantea el titular de la acción
penal se presenta alguno de los supuestos legales sancionado en el

68 Igual en el fundamento 57 de la sentencia del 19 de setiembre de 1996 en el caso Neira Alegría y otros
vs. Perú.
69 Establecido en la sentencia del 7 de junio de 2005, R.N. N° 948-2005-Junín- Sala Penal Permanente.
Reiterado en la Casación Nº 164-2011 del 14 de agosto de 2012.
70 Cfr. García Cavero, La naturaleza y alcance de la reparación civil: A propósito del precedente

vinculante establecido en la Ejecutoria Suprema R. N. 948-2005-Junín, publicado en la revista jurídica Ita


Ius Esto, diciembre, 2012, p. 100, véase en: www.itaiusesto.com.
artículo 344°. 2 del CPP de 2004. No obstante, si el juez advierte que los
hechos investigados han causado un perjuicio no patrimonial o
patrimonial al agraviado, el juez está habilitado a fijar un monto
dinerario por concepto de reparación civil si así lo solicitan. Siempre claro
está, que dicho perjuicio, ya sea como simple agraviado o constituido en
parte civil, se haya invocado y acreditado según la naturaleza del daño,
en el proceso.

2. Otro supuesto se presenta cuando el titular de la acción penal, luego de


la investigación preparatoria, formula acusación. En este supuesto, luego
que se realiza el procedimiento correspondiente, incluida la audiencia
preliminar de la etapa intermedia, el juez llega a la conclusión de que el
caso no merece pasar a juicio oral al ponerse en evidencia, luego del
debate contradictorio, alguno de los supuestos previstos en el artículo
344°.2 del CPP de 2004, disponiendo en consecuencia el sobreseimiento
del caso. Incluso, como ya se ha expresado ut supra, al presentarse
alguno de estos supuestos, el juez sin que lo solicite alguno de los sujetos
procesales, dispondrá el sobreseimiento de oficio.
No obstante, si luego del debate producido en la audiencia
preliminar de la etapa intermedia, el juez llega a la convicción de que el
caso no merece pasar a juicio oral, pero que los hechos objeto de
imputación han ocasionado en forma evidente un perjuicio de carácter
patrimonial o no patrimonial al agraviado, está habilitado legalmente
para imponer un monto dinerario por concepto de reparación civil que
deberá pagar el favorecido con la decisión de sobreseimiento, a favor del
perjudicado con el hecho ilícito objeto de investigación.
Puede ocurrir que el juez luego del correspondiente debate, llegue a
la conclusión de que el hecho objeto de acusación es típico, antijurídico y
culpable, pero no punible, por lo que de acuerdo a ley debe sobreseerse el
caso. Esto ocurre con las excusas absolutorias previstas en nuestro
Código Penal. Como ejemplo cabe citar los artículos 208° y 406° del CP.
En efecto, el primer numeral prescribe: no son punibles, sin perjuicio de
la reparación civil, los hurtos, apropiaciones, defraudaciones o daños que
se causen los cónyuges, concubinos, ascendientes o descendientes y afines
en línea recta. Que se cause el consorte viudo, respecto de los bienes de
su difunto cónyuge, mientas no hayan pasado a poder de tercero. Que se
causen los hermanos o cuñados, si viviesen juntos. En tanto que el
artículo 406° del Código Penal, prescribe que están exentos de pena los
que ejecutan conductas de encubrimiento personal o encubrimiento real,
si sus relaciones con la persona favorecida son tan estrechas como para
excusar su conducta.
En estos casos, si luego del debate se evidencia que en los hechos
investigados concurren supuestos de excusas absolutorias, el juez
resolverá por declarar el sobreseimiento del proceso incluso de oficio, no
obstante, aquel está habilitado a imponer al favorecido con el
sobreseimiento, la obligación de pagar una reparación civil en beneficio
de la víctima o agraviado. De modo que en el proceso penal bajo el modelo
o tipo de acusatorio garantista con rasgos adversariales, de presentarse
estos supuestos siempre habrá lugar al correspondiente pronunciamiento
indemnizatorio, si los sujetos legitimados así lo invocan y exigen.

3. El tercer supuesto se presenta cuando luego de la audiencia


preliminar, el juez de investigación preliminar decide emitir el
correspondiente auto de enjuiciamiento disponiendo que el caso pase al
juez de juzgamiento ya sea unipersonal o colegiado. El juez penal que
recibe el caso, emitirá el auto de citación a juicio y de acuerdo al artículo
136° del Código Procesal Penal dispondrá la formación del expediente
(carpeta) judicial. En el día y hora señalada, se dará inicio al juicio oral,
el mismo que concluirá con sentencia condenatoria o absolutoria. Un
juicio penal, en el cual como mínimo existen dos partes contrapuestas,
jamás concluye en empate. Siempre el acusado es absuelto o condenado.
Lo natural y normal es que el juicio oral concluya o termine con
una sentencia condenatoria, pues si el fiscal no está seguro de ganar el
caso, lo recomendable es que no vaya a juicio. De modo que la excepción
es que el juicio termine con sentencia absolutoria.
De presentarse este último supuesto, el juez penal está habilitado
para imponer un monto dinerario por concepto de reparación civil que el
absuelto debe pagar a favor del agraviado, siempre y cuando claro está,
en el juicio se haya demostrado o haya quedado acreditado que el hecho
objeto de acusación ocurrió en la realidad y que causó perjuicio de
carácter patrimonial o no patrimonial (material o inmaterial) al o los
agraviados.
Se impondrá reparación civil cuando por ejemplo, se haya absuelto
al acusado por duda, esto es, las pruebas que presentó y actuó el titular
de la acción penal en el juicio oral no fueron suficientes para vincular
más allá de toda duda razonable al acusado con el hecho objeto de
acusación. Igual se impondrá reparación civil cuando el juez absuelva
debido a que los hechos no constituyen ilícito penal, sino ilícito civil o en
los hechos concurre una causa de justificación o una causa de
inculpabilidad.
La explicación y justificación de la citada disposición normativa
radica en la responsabilidad extracontractual recogida en nuestro
sistema jurídico. Esta se basa en la responsabilidad objetiva. Teoría que
precisa que una persona responde civilmente cuando ha causado un
resultado dañoso a consecuencia de haber realizado una actividad
riesgosa o a consecuencia de haber utilizado un bien riesgoso. Según esta
teoría para que una persona responda civilmente por un hecho basta con
acreditar el daño y una relación de causalidad. Así lo tiene establecido
nuestra Sala Civil de la Corte Suprema cuando en la Casación N° 1135-
95, estableció “aquel que mediante un bien riesgoso o peligroso o por el
ejercicio de una actividad riesgosa o peligrosa causa un daño a otro está
obligado a repararlo, estableciendo así un supuesto de responsabilidad
por riesgo, entendiéndose que ante la producción de un daño no es
necesario determinar la culpa o dolo en el agente, pudiéndose afirmar
que existe una especie de culpa virtual por el hecho de la utilización de la
actividad riesgosa”.
Ampliando esos conceptos, el primero de diciembre de 2008, la Sala
Civil Transitoria de la Corte Suprema emitió la Casación N°86-08, donde
precisó que “(...) todos los bienes y actividades que se utilizan en la vida
moderna para la satisfacción de las diferentes necesidades existentes
suponen un riesgo ordinario o común para las personas. Sin embargo,
existen también, y cada vez en mayor número, bienes y actividades que
significan un riesgo adicional al ordinario... Para todo este tipo de bienes
y actividades no será necesario examinar la culpabilidad del autor, pues
deberá bastar con acreditar el daño causado, la relación de causalidad y
que se ha tratado de un daño producido mediante un bien o actividad que
supone un riesgo adicional al ordinario y común y que por ello mismo
merecen la calificación de „riesgosos‟. Haya sido el autor culpable o no,
será igualmente responsable por haber causado el daño mediante una
actividad riesgosa o peligrosa”71.

71 Idéntica interpretación se asume en la Casación Nº 240-2011del 20-09-2012, que precisa: siguiendo la


teoría de la responsabilidad civil objetiva, la noción del riesgo creado señala que todos los bienes y
actividades que se utilizan en la vida moderna para la satisfacción de las diferentes necesidades
existentes suponen un riesgo ordinario o común para las personas. Sin embargo, existen también, y cada
vez en mayor número, bienes y actividades que significan un riesgo adicional al ordinario, tales como los
automotores, bastando solo la acreditación del daño causado, la relación de causalidad y que se ha tratado
de un daño producido mediante un bien o actividad que supone un riesgo adicional al ordinario y común.
De modo que de acuerdo al contenido del inciso 3 del artículo 12° del
CPP de 2004, no es de recibo lo sostenido por el profesor García Cavero72,
en el sentido que “no basta la sola exigencia de un hecho dañoso sin que
sea necesario siquiera un juicio de tipicidad para determinar la
reparación civil, este juicio de tipicidad no tiene que abarcar su vertiente
subjetiva, por lo que bastará con que el juez determine respecto del hecho
su tipicidad objetiva y la ausencia de una justificación objetiva”. Agrega
este autor: “dado que un presupuesto del daño civilmente indemnizable
es su causación por un acto ilícito, esa ilicitud solamente puede ser la que
corresponde determinar al juez penal, es decir, la tipicidad objetiva de la
conducta”, precisando “que no se pretende negar que pueda existir un
ilícito civil que no sea penalmente relevante, sino que, en estos casos, no
hay legitimidad del juez penal para entrar a determinar la
responsabilidad civil”. Consideramos que de acuerdo a la disposición del
Código Procesal Penal de 2004, el Juez penal es competente y tiene
legitimidad suficiente para determinar una responsabilidad civil a
consecuencia de un ilícito civil. No obviemos que esto tiene su
fundamento en el hecho de evitar que el agraviado o perjudicado realice
un peregrinaje de jurisdicciones en busca de reparación civil como
atinadamente enseña el profesor Silva Sánchez.
Finalmente, resulta obvio que el juez de modo alguno impondrá
reparación civil, cuando en la sentencia absolutoria se afirme que ha
quedado demostrado que el hecho objeto de acusación nunca ocurrió en la
realidad o en su caso, que el acusado no realizó ni participó en la
comisión del hecho ilícito objeto de acusación73.

6.5. REQUISITOS PARA ADMITIR MEDIOS PROBATORIOS. El juez


de investigación preparatoria solo admitirá los medios o elementos de
prueba ofrecidos por las partes, siempre y cuando cumplan con los
siguientes requisitos de fondo74:
a) La petición formalizada por la parte interesada debe precisar con toda
claridad el probable aporte a obtener para el mejor esclarecimiento del
caso; y
b) Que el acto probatorio propuesto sea pertinente, conducente y útil. En
este caso, se dispondrá todo lo necesario para que el medio de prueba se
actúe oportunamente en el juicio oral. Se entiende que el sujeto procesal

72 Cfr. La naturaleza y alcance de la reparación civil: A propósito del precedente vinculante establecido en
la Ejecutoria Suprema R. N. 948-2005-Junín, 2012, Op. Cit., p. 93.
73 Parecida conclusión Del Río Labarthe, Op. Cit., 2010, p. 73.
74 Así se precisa en el inciso 5, artículo 352° del CPP de 2004.
que tiene la obligación legal de hacer todo lo necesario para que la prueba
se actúe en juicio oral es el juez penal como único director y responsable
de esta etapa central del proceso penal. Solo al buen juez le interesa que
el proceso penal cumpla su finalidad.
Aquí se debe ser contundente: una vez que el testigo o perito ha
sido admitido para que concurra al juicio oral, deja de ser testigo o perito
de la parte que la ofreció para convertirse automáticamente en testigo o
perito del juicio oral. Es testigo o perito del proceso penal y en
consecuencia, el director del juicio oral tiene la obligación legal de agotar
todos los medios legales a su alcance para hacerlo concurrir cuando sea
citado, ya sea contando con la ayuda, auxilio o colaboración del sujeto
procesal que le ofreció, o sin ella.
Incluso puede ser hasta aceptable que las partes sean un poco
negligentes en su actuación en el juicio oral, pero el juez de juzgamiento
tiene que cumplir su tarea de dirigir el juicio oral siempre en forma
diligente, con el objetivo claro y firme de emitir la resolución final de
acuerdo a Ley y a la Constitución. Esto significa que el juez penal
siempre debe tener claramente establecido que la finalidad del juicio oral
es condenar al que realmente es autor o cómplice culpable de los hechos
objeto de acusación, así como absolver al que realmente es inocente,
independientemente de la calidad de abogado defensor que haya tenido el
acusado.
Por el contrario, si el juez penal no actúa de esta forma, hay
muchas posibilidades de absolver al culpable, imponiéndose de esa forma
la impunidad, o en su caso, condenar al inocente, imponiéndose así la
arbitrariedad75.
En otro extremo, volvemos a insistir: la pertinencia, conducencia y
utilidad de los medios probatorios propuestos, corresponden ser
evaluados por el juez de la investigación preparatoria para decidir si
admite o no el medio probatorio ofrecido. Esta calificación debe hacerse,
aun cuando la otra parte no se oponga. El juez tiene que ser cuidadoso y
activo en esta cuestión, pues no puede aceptarse razonablemente, con el
cuento del sistema acusatorio e imparcialidad del juez, que ante el
ofrecimiento de un medio probatorio evidentemente impertinente e inútil
para el esclarecimiento de los hechos objeto de imputación, el juez
simplemente lo admita con el argumento simple y torpe que la otra parte
no se opone. El juez que tiene comportamiento pasivo respecto de este

75Teniendo claro este aspecto de modo alguno puede aceptarse simple y razonablemente aquello que con
insistencia se escucha y se repite: si las partes no llevan a sus testigos o peritos admitidos al juicio oral, el
juez los tendrá por desistidos y resolverá el caso con lo poco o nada que se haya actuado en el juicio oral.
tema, perjudica al juicio oral. Al admitir todos los medios probatorios que
ofrecen las partes, el juicio oral se vuelve pesado y tedioso al punto que
difícilmente cumple su finalidad.
Para tal efecto, los jueces de investigación preparatoria deben tener
en cuenta que el Tribunal Constitucional76 ha precisado que “en términos
generales, el derecho a la prueba se encuentra sujeto a determinados
principios como son que su ejercicio se realice de conformidad con los
valores de pertinencia, utilidad, oportunidad y licitud. Ellos constituyen
principios que informan la actividad probatoria y, al mismo tiempo,
límites inmanentes a su ejercicio, esto es, derivados de la propia
naturaleza del derecho. Sin embargo, lo anterior no quiere decir que no
pueda establecerse otra clase de límites, derivados esta vez de la
necesidad de armonizarse su ejercicio con otros derechos o bienes
constitucionales, siempre que con ellos no se afecte su contenido esencial
o, en su caso, los principios de razonabilidad y proporcionalidad”.
El pedido de actuación de una testimonial siempre deberá estar
sustentado en la precisión del punto que será materia de interrogatorio y
contra interrogatorio, o mejor, materia sobre la que el testigo aportará
con la información que posee en el esclarecimiento de los hechos objeto de
acusación.
Por otro lado, el pedido de la concurrencia de un perito al juicio oral
o la práctica de un peritaje, siempre deberá estar sustentado en la
especificación del problema o tema que requiere de una explicación
especializada con la finalidad de que el juez unipersonal o colegiado,
adquiera un mejor panorama para mejor resolver la causa.
Estas exigencias deben cumplirse a cabalidad, caso contrario, los
interrogatorios corren el riesgo de tornarse en tediosos e inútiles para los
fines del proceso penal.
c) Se indique el domicilio de los testigos o peritos que se ofrece. Este es
otro requisito importante en el ofrecimiento de los medios probatorios, el
mismo que si no se cumple es causal para no admitir al órgano de prueba
propuesto. Este requisito deviene en fundamental, debido a que el órgano
jurisdiccional al tener la obligación de citarlos para que concurran al
juicio oral, tiene que saber en qué domicilio debe notificarlos. Incluso, el
requisito de indicar el domicilio del testigo o perito tiene también como
objetivo hacer posible el apercibimiento de ser conducido de grado o
fuerza en caso de renuencia a las primeras citaciones.

76 Vid. Sentencia recaída en el Exp. 10-2002-AI/TC -caso Tineo Silva y más de 5,000 ciudadanos.
En otro extremo, la resolución que dicte el juez de investigación
preparatoria en la audiencia preliminar de la etapa intermedia, respecto
de la admisión o no admisión de un medio probatorio propuesto por las
partes, es inimpugnable según el texto expreso y claro del inciso 5,
artículo 352° del CPP de 2004. Esto significa que no es objeto de recurso
impugnatorio alguno. El fundamento de tal disposición normativa, en el
supuesto de que no se admita un medio probatorio propuesto, radica en
que la parte procesal que se crea afectada con la decisión judicial, tiene la
oportunidad de volver a intentar se logre su admisión al inicio del juicio
oral tal como lo prevé el artículo 373°.2 del CPP de 2004, con la única
exigencia de que se realice una especial argumentación. Esto es, se den
mayores argumentos o consideraciones de por qué debe ser admitido el
testigo o perito que se ofrece. Incluso, ante un nuevo rechazo, la parte
afectada tiene nuevamente la oportunidad de volver a intentarlo en el
juicio de segunda instancia tal como lo prevé el artículo 422°.2.b) del CPP
de 2004.
Aquí por ejemplo, es posible que el juez de investigación
preparatoria ante la oposición de la otra parte, declare fundada la
oposición y, en consecuencia, resuelva no admitir el medio probatorio
ofrecido al considerar que ha sido obtenido con violación de derechos
fundamentales, ante lo cual el afectado con tal decisión podrá como se
tiene dicho, volver a intentar su admisión77.
En el supuesto que se admita un medio probatorio pese a la
oposición expresada, la razón por la que tal decisión tenga el carácter de
inimpugnable, radica en el hecho concreto de que la parte que se crea
afectada con el medio probatorio admitido, puede ponerlo a prueba o en
cuestionamiento, en pleno juicio oral, esto es, cuando se concretice el
principio de contradicción o en forma más específica, se verifique el
contra interrogatorio. Si por ejemplo, estamos ante un supuesto medio
probatorio obtenido con violación de derechos fundamentales, en el
contradictorio se pondrá en evidencia tal situación y corresponde al juez
de juzgamiento determinar lo conveniente al respecto. De constatarse
que algún medio probatorio fue obtenido violentando derechos
fundamentales, el juez aplicará la regla de la exclusión, salvo que en el
caso sea posible la aplicación de alguna de las excepciones a la valoración
77 Respecto de este punto, el profesor San Martín Castro enseña que es un tema opinable, pues nada dice
en forma expresa el NCPP, luego con propiedad sostiene que “aunque pereciera que aquí puede
dilucidarse tal pretensión de rechazo liminar (la prueba prohibida tiene asociada la sanción procesal de
inutilización: artículo 159 NCPP), sin perjuicio de que la fiscalía en sede del juicio oral puede internar
incorporar una prueba rechazada (artículo 373.2 NCPP) y que el juez penal en la sentencia muy bien
puede excluir una evidencia obtenida inconstitucionalmente (artículo VIII. 2 TP. NCPP). Cfr. Prólogo del
libro: La Etapa Intermedia en el Nuevo Proceso Penal Acusatorio, Del Río Labarthe, Op. Cit., 2010, p. 17.
a la prueba prohibida como se acepta en la jurisprudencia y en la
doctrina78.

6.6. PRONUNCIAMIENTO SOBRE LAS CONVENCIONES


PROBATORIAS
6.6.1. Acuerdos sobre hechos. En concordancia con el inciso 2, artículo
350° del CPP, luego de notificada la acusación, los demás sujetos
procesales conociendo ya el contenido de la acusación, así como las
propuestas fácticas y peticiones que hace el fiscal, podrán proponer los
hechos que aceptan y que el juez debe darlos por acreditados, obviando su
actuación probatoria en el juicio. Respecto de este tipo de acuerdos, el
juez queda vinculado en forma absoluta en el sentido que no puede dejar
sin efecto tales acuerdos.
Por ejemplo, tanto imputado y su defensa como el fiscal se pueden
poner de acuerdo en el hecho concreto que el imputado causó la muerte
del occiso. En este caso, el juicio solo girará sobre el tema de determinar
los móviles y circunstancias en que el imputado cometió el homicidio, etc.
Seguramente el fiscal alegará que el agente actuó con dolo y sin mediar
causa de justificación alguna, en cambio, la defensa alegará que su
patrocinado actuó en legítima defensa.
En el modelo adoptado por el legislador del CPP de 2004, es
recomendable que el fiscal propicie y busque ponerse de acuerdo con la
defensa del imputado sobre aspectos fácticos que estén suficientemente
acreditados en la investigación y destinar todo su esfuerzo y energías en
los puntos que resultan controvertibles. Un buen fiscal debe saber
ahorrar esfuerzos para dedicarlos a los puntos que considere débiles y,
por tanto, pueden poner en peligro su acusación. Pero todo depende de la
estrategia que se haya trazado al inicio de la investigación preparatoria y
también de la estrategia que pretende desarrollar en el centro o corazón
del proceso penal: el juicio oral.
En idéntica situación, se encuentra el abogado defensor. En un caso
en concreto, no tiene ningún sentido insistir en contradecir hechos en los
cuales evidentemente el fiscal los tiene probados en forma suficiente. El
buen abogado, aquellos hechos debe darlos por acreditados y poner toda

78 Sobre las excepciones a la prueba prohibida véase: Miranda Estrampes, Manuel, La prueba en el
proceso penal acusatorio, reflexiones adaptadas al Código Procesal Penal peruano de 2004, Jurista
editores, Lima, 2012, pp. 65-111. Asimismo, haciendo una comparación entre el modelo norteamericano y
alemán respecto de la teoría del árbol envenenado, véase Kai Ambos, La teoría del efecto extensivo en el
derecho procesal penal estadounidense y su traslado al proceso penal alemán, en Libro homenaje al
profesor José Hurtado Pozo, Idemsa, Lima, 2013, pp. 737-764.
su energía en hechos controvertidos del caso o en su caso, debe dedicar
toda su energía en construir argumentos de defensa respecto de los
hechos tenidos como acreditados.

6.6.2. Acuerdos sobre medios de prueba


Asimismo, los sujetos procesales luego de conocer el contenido de la
acusación y, por tanto, saber qué medios de prueba ofrece el fiscal,
pueden buscar y conversar con este último para proponerle acuerdos
acerca de algunos medios de prueba que son necesarios para que
determinados hechos se estimen probados. Siguiendo el ejemplo citado, el
fiscal y el abogado de la defensa muy bien pueden ponerse de acuerdo en
que el protocolo de autopsia acredita la muerte del occiso por impacto de
bala. Pueden ponerse de acuerdo en que la testigo Juanita Boca Pintada
efectivamente estuvo presente en el lugar de los hechos y vio como es que
el imputado disparó en contra de la víctima.
Se trata de las denominadas “convenciones probatorias”, que no son
otra cosa que acuerdos que realizan voluntariamente los sujetos
procesales respecto de determinados medios probatorios que sirven para
acreditar determinados hechos. Se ponen de acuerdo en que tal medio
probatorio sirve para acreditar determinado hecho del caso investigado y,
en consecuencia, ya no es necesario actuarlo en juicio oral.
Las convenciones probatorias son acuerdos relativamente
vinculantes, pues el juez solo si resultan irrazonables puede
desestimarlos79. En efecto, el juez, exponiendo los motivos que lo
justifiquen, podrá desvincularse de tales acuerdos toda vez que tienen
que ver con la actividad probatoria. Sin embargo, el legislador ha
previsto como exigencia que la desvinculación debe ser debidamente
fundamentada, motivada o, mejor dicho, justificada. Si el juez de la
investigación preparatoria, no cumple con expresar las razones o
fundamentos que le llevan a rechazar el acuerdo de las partes, carecerá
de efecto la decisión que lo desestime80 y, en consecuencia, el acuerdo se
tendrá por aprobado.
En ambos supuestos, en aplicación del artículo 352°.6 del CPP de
2004, la resolución judicial que emita el juez de investigación
preparatoria en audiencia, no es recurrible. En el auto de enjuiciamiento

79 San Martín Castro, Op. Cit., 2003, p. 38.


80 Vid. el contenido de la última parte del inciso 2, artículo 350° del CPP de 2004.
se indicarán de forma precisa y clara los hechos específicos que se dan
por acreditados o los medios de prueba necesarios para considerarlos
probados.

6.7. PRONUNCIAMIENTO SOBRE PRUEBA ANTICIPADA


En el derecho procesal penal moderno, es lugar común sostener que
la prueba solo se produce en el juicio oral público y contradictorio. Antes
de esta fundamental etapa, no existe prueba. Antes de esta etapa
procesal, solo existen elementos de convicción, elementos de prueba,
medios de prueba, actos de investigación o medios de prueba
preconstituidos recogidos o realizados en la investigación preparatoria
por el titular de la acción penal. Ellos solo sirven para fundamentar la
acusación.
Solo después de que estos actos de investigación o medios de
prueba son sometidos a la fase procesal de actuación probatoria o en su
caso, oralización de documentos, audición de audios o visualización de
videos, en el juicio oral, podemos hablar con propiedad de que se ha
producido o nacido la prueba penal, que sirva luego para fundar una
sentencia condenatoria. En efecto, luego que el testigo declara en el juicio
oral, estamos ante la prueba testimonial. Luego que el perito en juicio
oral se ratifica de su dictamen pericial y responde el interrogatorio y
contra interrogatorio que le hacen los sujetos procesales, recién
estaremos ante la prueba pericial. Luego que el documento es oralizado y
debatido en el juicio oral, recién estaremos ante la prueba documental,
etc. Solo cuando el medio de prueba o acto de investigación es sometido al
debate contradictorio bajo el principio de inmediación, muta o cambia a
prueba penal.
Esa es la regla. La excepción en el proceso penal y en nuestro
Código Procesal de 2004, lo constituye la prueba anticipada. La misma
que consiste en la actuación de la prueba con anterioridad al juicio oral
por la imposibilidad justificada de su realización en dicha etapa procesal,
con la finalidad de asegurar su valoración con las demás pruebas que se
produzcan en el juicio oral81.
Con razón, el profesor Asencio Mellado82 enseña que la prueba
anticipada es estrictamente excepcional de forma que su práctica debe
realizarse en atención a este carácter sin posibilidad de ampliarse su
operatividad más allá de su propia justificación. En tal sentido, no es
81 Cfr. Sánchez Velarde, Op. Cit., 2004, p. 659.
82 Cfr. Prueba prohibida y prueba preconstituida, INPECCP, Lima, 2008, p. 273.
posible practicar como anticipado lo que en sí no lo es por razones del tipo
que sea o por simple comodidad de los sujetos procesales. En tal línea, si
la prueba anticipada recae sobre elementos o fuentes de prueba que no
corren ningún riesgo, peligro actual o futuro, y por tanto, tienen la
calidad de ser reproducidos en el juicio oral, la consecuencia perentoria
debería ser la no valoración probatoria, o en su caso, deberá valorarse
luego de debatirse las razones por las cuales se solicitó la prueba
anticipada sobre un elemento probatorio que muy bien y en forma normal
pudo realizarse en juicio oral.
No se discute en doctrina que el presupuesto básico de la prueba
anticipada es la irrepetibilidad, pues comprende los actos que por su
naturaleza pueden reproducirse en el juicio oral, pero resulta que no son
repetibles por la existencia o concurrencia de determinadas
circunstancias de riesgo como la posibilidad de muerte, incapacidad física
o intelectual del testigo o perito, violencia, amenazas, ofertas o promesas
de dinero al testigo o perito para que no declare o lo haga deslealmente.
En efecto, el legislador del CPP de 2004, en el numeral 242°, ha precisado
que ya sea en la investigación preparatoria o en la etapa intermedia 83,
cualquiera de los sujetos procesales, por petición debidamente
fundamentada de acuerdo al artículo 243° del código adjetivo, podrán
instar o solicitar al juez de la investigación preparatoria correspondiente,
la actuación de prueba anticipada, en los casos siguientes:
1. Testimonial y examen de perito, cuando se tengan motivos fundados de
que el testigo o perito no podrá concurrir al juicio oral debido a
enfermedad u otro grave impedimento, o que ha sido expuesto a
violencia, amenaza, ofertas o promesa de dinero u otra utilidad para que
no declare o lo haga falsamente. Cuando sea pertinente, el interrogatorio
al perito incluye el debate pericial.
2. Careo entre las personas que han declarado, cuando concurran las
circunstancias antes indicadas, siempre y cuando entre lo declarado por
un imputado y lo declarado por otro imputado, testigo o el agraviado
existan contradicciones importantes, cuyo esclarecimiento requiera oír a
ambos. Igual procede careo entre agraviados, entre testigos, o entre
testigos y agraviados, siempre que existan contradicciones importantes
en sus dichos y sea necesario ser esclarecidos84.

83 Vid. el inciso 2 del artículo 242° del CPP de 2004.


84 Vid. el contenido del artículo 182° del CPP de 2004. Allí se precisa que no procede el careo entre el
imputado y la víctima menor de catorce años de edad, salvo que quien represente a la víctima o su defensa
lo solicite expresamente.
3. Reconocimiento, inspecciones o reconstrucciones, que por su
naturaleza y características deben ser considerados actos definitivos e
irreproducibles y no sea posible postergar su realización hasta el juicio
oral.
Ante la solicitud fundamentada de realización de prueba
anticipada, el juez decidirá si la acoge o la desestima mediante resolución
motivada. La misma que en aplicación del artículo 246° del CPP de 2004,
puede ser objeto de apelación con efecto devolutivo. En caso que la
declare ha lugar, emitirá la correspondiente resolución judicial
fundamentada. Allí especificará el objeto de la prueba, las personas
interesadas en su práctica, y la fecha y hora de la audiencia, disponiendo
se citen a todos los sujetos procesales sin exclusión alguna85. En caso de
tratarse de la realización de varias pruebas anticipadas, todas se
realizaron en una sola audiencia, salvo que su materialización resulte
manifiestamente imposible y sea necesario fijar otra audiencia aparte.
En el supuesto de que el pedido de prueba anticipada se haya
efectuado en la acusación u otro sujeto procesal lo haya planteado al ser
notificada la acusación, en la audiencia preliminar de la etapa
intermedia, luego del debate correspondiente, el juez decidirá mediante
decisión fundamentada e irrecurrible si la acepta o rechaza86. Si se
dispone su actuación, esta se realizará en acto aparte conforme a lo
dispuesto en el artículo 245°, sin perjuicio de dictarse el auto de
enjuiciamiento que corresponda. Podrá dirigirla solo un juez si se trata
de juzgado penal colegiado.
Respecto a la impugnación debe precisarse lo siguiente: si el pedido
de la prueba anticipada se ha efectuado en plena investigación
preparatoria, la decisión judicial, aceptando o rechazando la petición
puede ser objeto del recurso impugnatorio de apelación con efecto
diferido, sin embargo, si el pedido se realiza con la acusación escrita o
después de producida ella, la decisión del juez de investigación
preparatoria que se pronuncia en la audiencia de la etapa intermedia, es
irrecurrible.
6.7.1. Actuación de la prueba anticipada. La prueba anticipada requiere
siempre, por su propia naturaleza, que su práctica se realice dentro o
respetando los parámetros de los principios sustanciales de la prueba
como son la inmediación y la contradicción. El valor probatorio que se le
asigna, se fundamenta en la presencia del juez independiente de las

85 Vid. Los incisos 5 y 6, artículo 244° del CPP de 2004.


86 Vid. el contenido del inciso 7, artículo 352° del CPP de 2004.
pretensiones de las partes, quien asegura su rectitud formal y material, y
la posición siempre activa, similar a la del juicio oral, que ocupan la parte
acusadora por un lado y la acusada por el otro87.
En tal contexto, el juez que decida realizar la prueba anticipada,
señalará día y hora para llevarse a cabo la audiencia, disponiendo se cite
obligatoriamente a todos los sujetos procesales, quienes tienen derecho a
estar presentes en el acto y participar si lo consideran pertinente a sus
pretensiones. Es de precisar que es obligatoria la concurrencia del fiscal y
del abogado defensor para materializarse la audiencia. Si el defensor no
comparece se nombrará en ese acto a uno de oficio, salvo que por la
naturaleza de la prueba pueda esperar su práctica. En este supuesto, la
audiencia podrá reiniciarse dentro del quinto día siguiente, sin
posibilidad de aplazamiento88.
En cambio, la concurrencia de los demás sujetos procesales como
tercero civil o parte civil, es opcional. Su inconcurrencia no frustra la
audiencia.
La audiencia de prueba anticipada es pública. La actuación de la
prueba se hace respetando las formalidades establecidas para el juicio
oral. Esto significa que si se trata de un testigo, por ejemplo, la parte que
realizará el interrogatorio directo será la que solicitó la realización de la
testimonial como prueba anticipada. Acto seguido, el juez dará el uso de
la palabra a la parte oponente, con la finalidad de que realice el
contrainterrogatorio. El juez, al final, podrá realizar alguna pregunta de
aclaración. Si la práctica de la prueba no se concluye en la misma sesión
de audiencia, puede ser suspendida para continuarla al día siguiente
hábil o dependiendo de la complejidad de la prueba o el número de
pruebas a practicarse, podrá realizarse en sesiones de audiencia
sucesivas.
De la audiencia se levantará el acta correspondiente donde
constará lo sucedido en audiencia. No hay forma de evitar que en el acta
aparezcan todas las preguntas y respuestas brindadas por el testigo o
perito o, en su caso, el acto de reconocimiento, el acto de inspección o el
acto mismo de reconstrucción. Es perfectamente posible que la actuación
de la prueba anticipada se perennice mediante audio y video. Luego, el
acta y demás cosas y documentos que se hayan exhibido en la audiencia,
se agregarán al cuaderno de prueba anticipada. Este cuaderno luego será
remitido al fiscal para los fines pertinentes. Sin duda los defensores

87 Cfr. Asencio Mellado, Op. Cit., 2008, p. 278.


88 Vid. el contenido del artículo 245° del CPP de 2005.
tendrán derecho a conocerlo y a obtener copias si así lo consideran
pertinente para su estrategia de defensa.

7. EL AUTO DE ENJUICIAMIENTO
Una vez que en la audiencia preliminar de la etapa intermedia se
han resuelto todas las cuestiones planteadas, el juez dictará el auto de
enjuiciamiento, el mismo que se constituye en una resolución judicial no
recurrible por expresa disposición del artículo 353°1 del CPP de 2004. El
fundamento para no ser recurrible radica en el hecho que si alguna de las
partes del proceso tiene algún reparo u objeción al citado auto, existe la
posibilidad de ponerlo en conocimiento al juez de juzgamiento al inicio
del juicio oral, quien si lo considera necesario previo debate, resolverá lo
pertinente89. En el mismo sentido, San Martín Castro90, citando a Ernst
Berling, enseña que el auto de enjuiciamiento es irrevocable sobre el cual
el imputado no tiene derecho impugnativo alguno.
El auto de enjuiciamiento se constituye en una resolución judicial
por la cual la autoridad jurisdiccional encargada de la etapa intermedia
resuelve que la acusación tiene fundamento fáctico y jurídico, y en
consecuencia, dispone que el caso pase a la etapa estelar del proceso
penal: el juicio oral. El juez adopta tal decisión toda vez que luego de lo
debatido en audiencia, llega a la clara conclusión de que existen serios
elementos de prueba que acreditan el hecho delictivo objeto de acusación
y que sobre el acusado existen suficientes sospechas de haber cometido el
delito que se le atribuye y, por tanto, existe una fuerte probabilidad que
será condenado luego del juicio oral.
La posición especial que adopta el juez, luego de la audiencia de
control de acusación, de estar convencido de que existen suficientes
sospechas sobre el acusado, es decir, está prejuiciado e incluso
identificado con la acusación, se constituye en fundamento ineludible en
un sistema acusatorio garantista, para que el juzgamiento se encargue a
otro juez con la finalidad de garantizar la imparcialidad del juez de fallo.
Tal como aparece previsto en nuestro Código Procesal Penal. Una vez que
el juez de investigación preparatoria emite el auto de enjuiciamiento,
dispone en el mismo auto, que el caso pase al despacho del juez
unipersonal o colegiado, quien dirigirá el juzgamiento.

89 Roxin, interpretando el Código Procesal Alemán, afirma que en principio, el auto de apertura no puede
ser recurrido por el acusado ni por la Fiscalía. Una nueva demora -después de los procedimientos
preliminar e intermedio, de larga duración- ya no sería razonable; en el juicio oral, ambos (acusado y
fiscal) tienen oportunidad suficiente para hacer oír su punto de vista. Op. Cit., p. 352.
90 Derecho Procesal Penal, v. I, 2da. edición actualizada y aumentada, Grijley, 2003, p. 629.
La resolución que resuelve pasar el caso a juicio oral, bajo sanción
de nulidad (353° CPP) deberá contener los siguientes aspectos:
1. El nombre completo de los acusados y de los agraviados. Tanto
acusados como agraviados deben estar debidamente individualizados.
Esa es labor exclusiva del titular de la acción penal. No hay forma de
acusar a una persona, por ejemplo, con apellidos incompletos. Ya hemos
expuesto que uno de los fines de la investigación preparatoria es
individualizar a los procesados así como a los agraviados.
2. El delito o delitos materia de la acusación fiscal, indicando el tipo
penal respectivo y de ser el caso que se hubieran planteado, las
tipificaciones alternativas o subsidiarias. Se entiende que en el auto de
enjuiciamiento, el juez de investigación preparatoria, expondrá o narrará
con la mayor claridad posible los hechos objeto de acusación. Los mismos
que no podrán ser cambiados por las partes ni por el juez de juzgamiento
al emitir su resolución final. Esos hechos son inmutables. Otra opción
razonable que han adoptado algunos jueces es indicar que los hechos
objetos de imputación son los narrados y precisados en la acusación
escrita. Este mecanismo sirve en los casos en los cuales luego del debate
oral, no haya sufrido modificación alguna la parte fáctica de la acusación.
Sin embargo, este mecanismo no es el más adecuado ni razonable, si
luego del debate de control de acusación, los hechos objetos de
imputación han sido objeto de modificación, se entiende, por parte del
fiscal. No debe obviarse que el juez no tiene injerencia alguna para
establecer los hechos que plantea la fiscalía, salvo que por deficiencia en
los medios de prueba se restrinjan algunos hechos.
Todo el debate del juicio oral girará en torno a ellos. De ahí la
importancia de tenerlos precisados en forma adecuada desde antes del
juicio oral. Estos hechos son la brújula del juez para observar la actividad
probatoria y luego resolver como corresponda. Caso contrario, si no tiene
claros los hechos objeto de imputación, el juez de juzgamiento no podrá
controlar ni conducir el debate y por otro lado, el imputado tendrá menos
posibilidades de armar una estrategia de defensa adecuada y coherente.
3. La enumeración de los elementos o medios de prueba ofrecidos por las
partes y admitidos por el juez para ser actuados en el juicio oral. Aquí, el
juez de la investigación preparatoria precisará cuáles son los medios u
órganos de prueba que ha admitido y que serán actuados a nivel de juicio
oral. De igual modo, indicará los medios u órganos de prueba que fueron
rechazados y que la parte que los propuso planteó la reserva
correspondiente.
4. El ámbito de las convenciones probatorias. Se expondrán si han
existido y de ser así, se narrará en qué consisten esas convenciones
probatorias. Es obvio que de acuerdo al inciso 2, artículo 350° del CPP de
2004, las partes en audiencia pueden proponer acuerdos acerca de los
medios de prueba que serán necesarios para que determinados hechos se
estimen probados o también respecto de hechos, ante tal propuesta si el
juez lo acepta, así lo expondrá en el auto de enjuiciamiento.
5. La indicación de las partes constituidas en la causa.
6. La orden de remisión, es decir, la disposición que el caso pasa al
despacho del juez unipersonal o colegiado de juzgamiento, ello
dependiendo del caso, quién será el responsable de la realización del
juicio oral.
El auto de enjuiciamiento al constituir una decisión judicial por la
cual se admite el pedido del fiscal que el acusado sea sometido a juicio
oral, público y contradictorio, cumple función trascendente en el proceso
penal. En él se determina el contenido preciso del juicio, delimitando su
objeto y, por ello, se precisa que se describa en forma clara el hecho
justiciable91.
Esta determinación tiene su leif motiv en el principio procesal de
congruencia entre los hechos narrados en la acusación y los hechos de la
sentencia, según lo cual la sentencia que se dicte al final del proceso solo
podrá versar sobre los hechos que originaron el inicio del juzgamiento.
Ello tiene por finalidad evitar acusaciones sorpresivas y, por otro lado,
garantizar una adecuada defensa del acusado.
Luego, el auto de enjuiciamiento será notificado al fiscal y los demás
sujetos procesales tal como lo establece en forma taxativa el inciso 1,
artículo 354° del CPP. Acto seguido, en un plazo máximo de 48 horas se
producirán la remisión o traslado material del caso al juez unipersonal o
colegiado responsable del juicio oral, adjuntando los documentos y los
objetos incautados. Se pondrá a su disposición a todos los acusados que
tengan medida coercitiva de prisión preventiva92
.

91 Vid. Binder, Op. Cit., 2002, p. 65.


92
TODO CONSTITUYE UN CAPÍTULO DE MI LIBRO “LA ETAPA INTERMEDIA Y RESOLUCIONES
JUDICIALES SEGÚN EL CÓDIGO PROCESAL PENAL DE 2004”, ed. Grijley, 2014.

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