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Análisis del Libro de Gálatas

Autor: El apóstol Pablo.

Fecha: Probablemente año 55 - 60 d.C.

Destinatarios: Las iglesias en Galacia, un distrito de Asia Menor, cuyos límites no


se han determinado con seguridad.

Temas Principales: Una defensa de la doctrina de la justificación por la fe,


advertencias contra la reversión al judaísmo, y la vindicación del apostolado de
Pablo.

La Carta Magna de la Iglesia: Esta carta ha sido llamada así por algunos
escritores. El argumento principal es en favor de la libertad cristiana, en oposición
de las enseñanzas de los judaizantes. Estos falsos maestros insistían en que la
observancia de la ley ceremonial era una parte esencial del plan de salvación.

Texto Clave: 5:1


"Estad,pues, firmes en la libertad con que Cristo nos hizo libres y no estéis otra
vez sujetos al yugo de esclavitud."

Galacia

La Epístola a los Gálatas (=Gl) es una preciosa fuente de información acerca de


los primeros pasos del evangelio en Galacia. Gracias a ella sabemos de la
actividad desplegada por Pablo en una región que cubría gran parte de la zona
central del Asia Menor, y que desde el s. I a.C. estaba anexada al Imperio romano
con la categoría de «provincia».

Poblaban entonces Galacia los descendientes de antiguas tribus celtas (o «galas»,


de donde procede el nombre del país) que tres siglos antes habían emigrado
desde el centro de Europa. Llegadas algunas de ellas hasta Asia Menor, se
establecieron y luego se extendieron poco a poco por los amplios territorios
comprendidos en los límites de la Turquía actual.

Fuera de la epístola, únicamente cinco veces se menciona a Galacia en el NT


(Hch 16.6; 18.23; 1 Co 16.1; 2 Ti 4.10; 1 P 1.1). Sin embargo, a pesar de esta
escasez de noticias, es evidente la importancia que tuvo para la historia de la
iglesia. Sabemos, por el testimonio personal de Pablo, que él anunció allí a
Jesucristo (4.13), y no cabe duda de que también fundó un cierto número de
pequeñas comunidades cristianas dispersas a lo largo y ancho de la provincia.
Para esas iglesias redactó la epístola. Pero no en particular para una sola y
determinada, sino para las de Galacia en general (1.2), formadas por creyentes
que, en su mayoría o, posiblemente, en su totalidad, procedían del paganismo
(4.8).

Propósito

Los creyentes de Galacia mostraron al principio una gran satisfacción a causa del
evangelio; y durante un tiempo habían vivido su fe cristiana con la misma alegría y
confianza con que también habían acogido la presencia del apóstol (4.13–15).
Pero, no mucho después, pareció enfriarse aquel primer gozo y fervor (5.7), lo que
coincidió con la aparición entre ellos de serios problemas doctrinales. Por eso,
Pablo se sintió movido a escribir esta carta, en la que, por una parte, reprocha la
frágil fe de los gálatas y, por otra, denuncia las actividades de ciertos «falsos
hermanos que se habían introducido entre nosotros a escondidas, para espiar
nuestra libertad —la que tenemos en Cristo Jesús» (2.4).

Con esas y otras duras expresiones (cf. 1.8–9; 5.10, 12; 6.12–13) se refiere a
algunos grupos de origen judío que recorrían iglesias recién formadas y las
trastornaban con enseñanzas ajenas y aun opuestas al evangelio, y que, además,
atacaban su autoridad y la legitimidad de su apostolado (1.10–12).

Aquellos a quienes Pablo tacha de «falsos hermanos» intentaban convencer a los


gálatas de que el evangelio de Jesucristo, para ser perfecto, tenía que seguir
sometido a la ley de Moisés y mantener en vigor determinadas prácticas propias
del judaísmo, de manera muy especial la circuncisión (3.11–14; 5.1–6; 6.12–13).
Eran, pues, judaizantes, quienes, pretendiendo perpetuar la vigencia de normas
que en Cristo habían quedado superadas, impulsaban a los creyentes a apartarse
de «la verdad del evangelio» (2.5), que es fundamento de «la libertad con que
Cristo nos hizo libres» (5.1).

Pablo advirtió en seguida lo serio del peligro que corrían las congregaciones
cristianas visitadas por los judaizantes. Comprendió que se trataba de un peligro
real, que afectaba a cuestiones básicas para la fe y la vida de la iglesia y que
venía a perturbar el sentido del evangelio único (1.7–10) de la salvación por Cristo.

Contenido y estructura

La Epístola a los Gálatas está temáticamente relacionada con Romanos (véase la


Introducción a los Romanos). Comienza con una presentación del asunto de que
va a tratar (1.1–10) y, contrariamente a lo acostumbrado por Pablo, no contiene
acción de gracias ni expresión alguna que dé testimonio de un sentimiento de
gozoso afecto. Consta simplemente de un escueto encabezamiento y unas
palabras de bendición y doxología seguidas del enunciado principal de la carta: No
hay más evangelio que el de Jesucristo.
La epístola está dividida en tres secciones: En la primera (1.11–2.21), Pablo
defiende la autenticidad del mensaje evangélico que había predicado en las
iglesias de Galacia (1.11–12). De este modo reivindica la legitimidad de su labor
de apóstol llamado y enviado por Dios a anunciar a Jesucristo entre los gentiles
(1.15–16). Refiere también algunos aspectos de su vida y conducta: su anterior
fanatismo judío, que le llevó a perseguir «sobremanera a la iglesia de Dios» (1.13–
14); el reconocimiento de su ministerio por parte de los apóstoles de Jerusalén
(2.1–9), y su enfrentamiento con Pedro en Antioquía de Siria (2.11–14).
Finalmente, pone de relieve el valor de la fe, por la cual Dios justifica al pecador
(2.15–21).

La segunda sección (3.1–5.12) comienza con una amonestación a quienes habían


caído en la trampa del cumplimiento externo de la Ley y menospreciaban así la
gracia de Dios (3.1–5). Sigue una consideración acerca de la fe de Abraham (3.6),
de cómo la bendición y las promesas que Dios le hizo alcanzan a los gentiles
(3.14, 28–29), y de cuál es la vigencia actual de la ley mosaica (3.19–24; 4.1–7).
El resto de la sección (4.8–5.12) es una invitación a permanecer «firmes en la
libertad con que Cristo nos hizo libres» (5.1).

La tercera parte de la epístola (5.13–6.10) consiste en una exhortación a hacer


buen uso de esa misma libertad, la cual debe configurar la vida del cristiano
conforme a la norma del amor: servirse «por amor los unos a los otros» (5.13) y
sobrellevar «los unos las cargas de los otros» (6.2). Esta es la ley de Cristo (6.2) y
el camino por donde el Espíritu de Dios conduce a la iglesia (5.16–18, 25). En esta
sección se incluye el catálogo de vicios y virtudes mejor conocido como "las obras
de la carne y el fruto del Espíritu".

La conclusión de la epístola incluye algunas observaciones a modo de resumen


(6.12–17), una nota de Pablo escrita de su propio puño y letra (6.11) y una breve
bendición final (6.18).

Fecha y lugar de redacción

Pablo redactó la Epístola a los Gálatas probablemente en Corinto, entre los años
55 y 60, poco antes o poco después de haber escrito a los cristianos de Roma
(véase Introducción a la epístola a los Romanos).

Esquema del contenido:

Prólogo (1.1–9)

1. El evangelio anunciado por Pablo (1.10–2.21)

2. Fe y libertad cristiana (3.1–5.12)

3. El uso de la libertad (5.13–6.10)


Epílogo (6.11–18)

Reina-Valera 1995—Edición de Estudio, (Estados Unidos de América: Sociedades Bíblicas


Unidas) 1998.

La Biblia de Referencia Thompson, Versión Reina-Valera 1960, Referencia Temática # 4256.

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