Está en la página 1de 2

EL AMOR A SÍ MISMO: AUTOESTIMA

AUTOR: JOSÉ LUIS LEAL JIMÉNEZ

“Ama al señor tu Dios con todo tu corazón...y ama a tu prójimo como te amas a ti
mismo” (Lc 10, 27)

Los tres amores cristianos son: Dios, el prójimo y el sí mismo. Este último, es tan
importante como los otros dos.

Por tanto, ama el don que eres. Ámate. Acógete...hemos de amar y amarnos. Amarse es
reconocerse amado, saberse fruto de la vida amorosa de Dios. Ninguno de nosotros
existiésemos si Dios no nos amase por nosotros mismos. Dios llama a la existencia aquello
que quiere y ama, lo que no ama no existe. Y todo lo que crea Dios “es bueno” como dice
el génesis.

Todos somos importes, para Dios, para los demás y para uno mismo. Somos frutos de amor
y estamos amasados de amor, destinados a amarnos y amar profundamente, a estimarnos
como algo precioso: Alguien por quien mereció ser creado el mundo y “por quien Cristo
dio la vida” 1Cor 8,11. Y así, puesto que el otro es precioso para mí, porque Cristo ha
muerto por él, también yo lo soy para el otro y, por tanto, lo soy en mí mismo.

No somos simples criaturas, sino que somos imagen y semejanza del Dios vivo (tenemos
inteligencia, voluntad y amor). Más aún, gracias a Cristo Jesús, somos “hijos de Dios”. De
esto emana nuestra dignidad. Y como tales debemos vivir. Por tanto, áma y valora tu vida y
la vida de los demás.

Mientras la persona no sea capaz de amarse por sí misma, de reconciliarse con sus
limitaciones, de aceptarse con sus luces y sus sombras, con sus vitalidades y con sus
desgastes interiores; tampoco podrá amar al prójimo con sus deficiencias y sus fallos. Por
tanto, implica superar estas deficiencias. ¡Áma el don que eres!

Amarse, como hombre solidario, significa e implica coincidir gozosamente con uno mismo
mientras -continuamente- sales de ti mismo a los demás.

En resumen, el amor a sí mismo bien entendido (no mero egoísmo o narcisismo) es un


valor evangélico, pues sólo cuando uno ha comenzado a amarse a sí mismo, es capaz de
aceptar y amar a los demás...e incluso de aceptar y amar a Dios. Recuerda que hay
verdadera libertad cuando hay autoestima

SABER QUE LOS ERRORES PUEDEN SIGNIFICAR UN CRECIMIENTO

Todos cometemos errores, pero lo importante es saber aprender de estos y saber


sobreponerse ante estos. Hay que saber levantarse, mirar al frente, y continuar caminando.
¡La vida continua! Sin embargo, esto es solo posible, cuando uno sin engañarse o mentirse
a uno mismo y a los demás reconoce sus errores tal y cual son y pide perdón por ellos.
Las dificultades, los problemas existen, pero estos no están para paralizarnos, sino que son
una invitación a hacer nuestra mejor jugada para vencerlos, para salir victoriosos....¡Y
continuar cantando haciendo camino!

Cada uno de nosotros tenemos dones, talentos y valores que Dios nos ha dado. Estos
debemos desarrollarlos y ponerlos al servicio de los demás y de las personas que más
amamos. Ninguno ha nacido sin talento, es tarea de cada uno descubrirlos y acrecentarlos.
Se trata de ser libres y valientes para aceptar el reto de ser mejores cada día para sí mismos,
para los demás y para Dios.

Yo creo que mayor es la gloria cuando mayor es el reto. La vida es hermosa pero hay que
saber vivirla con esperanza, verdad y libertad. Anímate!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

QUE SEAS FELIZ!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

UN AMIGO, José Luis Leal Jiménez

También podría gustarte