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EL FUTURO DE LA FILOSOFÍA POR JOHN R.

SEARLE

RESUMEN Y COMENTARIO

En líneas generales el texto consta de tres partes I, II y III, esta última se


divide en 1. El tradicional problema mente-cuerpo, 2. La filosofía de la mente y
la ciencia cognitiva, 3. La filosofía del lenguajes, 4. La filosofía de la sociedad, 5.
Ética y razón práctica, 6. La filosofía de la ciencia, y una conclusión.

En la parte I presenta el tema, menciona tres características que poseen


los problemas filosóficos a diferencia de los científicos (cuestiones que aún no
tienen respuestas satisfactorias y sistemática, preguntar referidas a marcos
conceptuales y el abordamiento de problemas conceptuales), qué tipos de
preguntas se hacen, y muestra un caso en el cual un problema filosófico dejó de
serlo para pasar a uno científico. Predice también el final de la filosofía que a su
juicio será cuando exista una forma sistemática y científica de responderlas.

En la parte II nos dice que la lógica y al lenguaje fueron tema central de la


filosofía del siglo XX, para sustentarlo desarrolla un resumido panorama histórico
que parte en Aristóteles y continua hasta épocas recientes con Wittgenstein por
un lado y Chomsky por otro. Por otra parte menciona al recurrente problema en
filosofía que viene desde el s. XVII, el problema del conocimiento y del
escepticismo. Nos narra históricamente quienes la trataron y las disciplinas que
estas generaron y a las disciplinas filosóficas como la ética a la cual permearon
con su problemática.

En la parte III desmenuza los problemas filosóficos actuales y se augura


sus futuros. En 1. Propone anular el abismo entre lo mental y lo físico para evitar
el estancamiento, por último afirma que se debiera buscar correlatos en un
campo unificado de consciencia y no en ladrillos. 2. Aquí señala que en las
últimas dos o tres décadas la filosofía de la mente se ha puesto de moda en las
investigaciones filosóficas desplazando a la filosofía del lenguaje de su puesto
como “filosofía primera”. Señala dos razones del porqué. La primera alude a un
darse cuenta de que a los diversas temáticas que uno puede hallar en filosofía
subyace la comprensión de elementos mentales, la segunda, en cambio, tiene
que ver con la aparición de la ciencia cognitiva. De esta última recalca a la
intencionalidad, la cual incluye a las creencias, deseos, recuerdos, percepciones,
acciones, emociones, en general, a objetos y estados de cosas del mundo, y no
solo meras intenciones. 3. Aquí comenta el fracaso del éxito de la filosofía del
lenguaje. Fracaso porque ha llegado a un punto muerto en cuanto a
planeamientos, y éxito por los buenos resultados que ha tenido en la ciencia
lingüística, lo cual ha generado lo primero. Por último, hace una breve referencia
a la disputa entre “internalistas” y “externalistas” dando una solución que se basa
en una noción más sofisticada de concebir los contenidos mentales. 4. Searle en
este apartado da nombre a una nueva rama de estudio de la filosofía para este
siglo: Filosofía de la sociedad. La cual trabajaría con la ontología de la realidad
social. Así pues, buscaría un campo abstracto, identificando categorías que
permitan evaluar la realidad social, diferenciándola de la filosofía política
trascendental. 5. El estado de la cuestión desde donde parte la ética tradicional
es para Searle un estancamiento, pues, la obsesión con la cuestión de la
objetividad contamina a la filosofía. En cambio, nos dice, deberíamos mirar a la
ética dentro de un campo mucho más grande: la razón práctica y la racionalidad.
De hecho el reemplazo del estudio de la ética tradicional por la racionalidad se
está ya haciendo. 6. Este campo filosófico al igual que el anterior también ha
estado obsesionado, entrampado si se quiere, con la episteme, a este fin se
discutió mucho, el problema de la inducción es un claro ejemplo. Menciona
también y critica los aportes de Popper y Kuhn, de este último se lamenta que
su explicación haya servido a desacreditar la ciencia. En fin, el real problema no
es ese, sino cómo nos adaptamos a las nuevas visiones del mundo que nos
llegan de la ciencia, a la mecánica cuántica, por ejemplo.

Finalizando Searle nos comenta su optimista visión de la realidad


filosófica actual, no hay genio vivo hoy porque no hay solo uno sino muchos, nos
parece decir. Ensalza al talento filosófico en masa que encuentra beneficioso
para tratar los problemas en conjunto. Por último, una vez más nos llama a
alejarnos de la tan embaucadora gnoseología y su problema de la posibilidad del
conocimiento, pues nos llevaría, si siguiésemos su camino, a estancarnos.
Searle nos despide con su esperanza en renunciar al sesgo epistémico en
filosofía del lenguaje, de la mente, de la ciencia, en la ética y en el campo político
para alcanzar una mayor comprensión y desarrollo en lo que va de la historia de
la filosofía.
APRECIACION

Me parece bien que el sr. Searle haya empezado con las diferencias entre
filosofía y ciencia; sin embargo, creo que debió mencionar que ambos eran en
un inicio lo mismo, pues επιστήμη no era otra cosa que φιλοσοφία. Es más, dado
que el público estaba compuesto de científicos este dato es muy pertinente. Así
pues tampoco diferenció la ciencia antigua de la moderna, lo cual lejos de ser
una vana erudición nos ubica en el contexto que nos movemos. Por otro lado, si
bien el tema de la vida en sentido biológico ha llegado a resolverse con la ciencia
moderna, eso no implica que tengamos una respuesta definitiva a lo que es la
vida en sí, en todos sus aspectos. Searle, en este escrito deslumbra por muchas
de las predicciones que realiza, su oráculo es claro, dejemos que la filosofía se
entregue a la ciencia y así habremos terminado de respondernos las grandes
cuestiones que nos llegan como ecos de la Grecia antigua.

La parte II empieza mencionando los alcances y deficiencias tanto de la


lógica como del lenguaje; sin embargo, al hablar de primero comete una falacia
ad verecumdiam al mencionar a Kant y su postura frente a la lógica. Kant es sin
duda un gran filósofo pero no un gran lógico. Sus opiniones en esta disciplina no
deberían ser pues tomadas como opiniones de autoridad. Siguiendo con el tema
considero precisa esta explicación de la obsesión por la epistemología, pues nos
aclara el paisaje de las doctrinas filosóficas de los últimos cuatro siglos.

Las nuevas disciplinas que propone para el estudio actual de la filosofía,


ya en la parte III, las considero válidas, aunque no comparto la idea de estar a la
moda en filosofía, pues no es más que algo pasajero dentro del amplio mundo
filosófico y además uno no debería hacer lo que otro dice sólo porque está siendo
realizado por la mayoría de personas, en este caso investigadores. Así pues, mis
opiniones del debe ser difieren con las de Searle.

Por último, según varios estudios la inteligencia humana desde 1940 ha


disminuido considerablemente, para tal fin véase las afirmaciones del Premio
Nobel de medicina Peter Medwold. Por lo que me parece muy difícil que estemos
en un exceso de genios en filosofía, como afirma el sr. Searle quizá ver la
realidad nos ayudaría a medir nuestras afirmaciones.

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