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T al vez el pensador más importante en el campo


de la füosofía política marxista de nuestro tiempo
sea Antonio Gramsci. Cuatro hechos significativos
hacen de él un pensador singular.
- Es el único de los grandes teóricos revolucic-
narios que fue de extracción humilde y que vivió
sus primeros aAos al lado de grupos pobres, inclu-
yendo a sectores obreros. Lukács, Korch, Mehring,
Flejanov para citar sólo unos pocos de su genera-
ción, venían de hogares burgueses y acomodados,
cuando no de ricos terratenientes.
- Gramsci, solamente con Lenin, encarna la
perfecta unidad entre la teoría y la práctica. Ellosno

Gramsci: fueron fdósofos universitarios sino que hicieron la


teoría desde el angustiado y cotidiano instante de
la batalla política. Sus luchas prácticas y sus conse-
fAhCl/immIIC)S cuencias teóricas hacen que sean casosúnicos enlos
que los füósofos no se. contentan con pensar el mun-
do sino que se lanzan a la tarea de tra&formarlo.
fiiosofía v
~-
I
- Antonio Gramsci es, con la excepción de
Labriola, el primer marxista que no se inspira sola-

POIít ie a menten en las fuentes de los clásicos, sino que está


profundamente influido porlos pensadores de occi-
dente especialmente de la cultura italiana como
Maquiavelo, Benedetto Croce, Manzoni, etcétera.
Aunque Labriola es un buen antecesor no se dejan
sentir en sus escritos las influencias de la cultura tra-
Francisco Piííón, México, Centro de Estudios dicional italiana, ni mucho menos de sus clásicos.
Sociales Antonio Gramsci, 1987,375 pp. - Finalmente, este autor, en el terreno com-
plejo del materialismo social, piensa a la política
desde su propia interioridad, o lo que es lo mismo,
desde el reino de su especificidad. Los anteriores
fdósofos, tal vez con alguna excepción, reflexiona-
ron el discurso político desde su exterioridad, desde
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la o d i a opuesta del economicismo o del sociologis- vinculada a los hechos objetivos de su tiempo. En
mo, tan en boga en los últimos años del siglo pasa- la segunda parte, PiAón, analiza algunas de las in-
do. El discurso de Gramsci, por el contrario, permi- fluencias m8s protuberantes que influyeron en la
te el posterior desenvolvimiento del materialismo vida intelectual de Gramsci, principalmente desde
histórico porque deja reflexionar el universo politi- la orilla del idealismo representado por Hegel, maes-
co desde el multiforme mundo de las ideologfas, sin tro indiscutible de varias generaciones y especial-
descuidar los fundamentos básicos de las ciencias mente por la de Benedetto Croce a quien tanto debe
sociales. Gramsci no obstante la diferencia de sus pensamien-
Por estas y otras razonesvalederas el pensamien- tos. El autor de los Cuadernos de la cárcel supo
to de Gramsci ha cobrado una enorme actualidad y aprovechar las enseñanzas de Croce, filósofo de la
se puede afirmar que se ha convertido en lectura realidad europea, que por más de medio siglo obser-
indispensable no sólo para los estudiosos de la fdo- vó la historia y la füosofía en los hechos concretos
sofía y la política sino para todos aquellos que tie- de su tiempo. Sin embargo, Gramsci siempre asumió
nen interés en las ciencias sociales. La literatura una actitud crítica contra el pensador idealista
gramsciana ha tenido un desenvolvimiento destacado porque no logró tomar distancia de los intereses
en México a lo largo de las numerosas publicaciones burgueses de su tiempo, ni menos del fascismo que
que se han hecho de libros en las principales edito- acabó por devorar a Italia, con su complicidad y la
riales y en raistas especializadas (Dialécficu) que de muchísimos intelectuales.
se ocupan con cierta periodicidad de la vida y la En la tercera parte, la obra se ocupa de los tra-
obra del gran pensador italiano. bajos que integran el acexvo del ideario gramsciano
Ahora tenemos frente a nosotros un extenso y en donde radica la originalidad de su pensamiento
cuidadoso estudio sobre Gramsci y su obra, hecho y sus grandes aportaciones a la fiiosoffa y a la polí-
por el doctor Francisco PiAón Gaytán, profesor tics. Son analizados con detenimiento la teoría del
titular de la Universidad Autónoma Metropolitana conocimiento, el concepto de totalidad que implica
Iztapalapa, y director del Centro de Estudios So- la unidad de pensamiento y realidad, la fdosofía de
ciales Antonio Gramsci de la ciudad de hl6xico. la práxis, el análisis histórico y los conceptos de in-
El libro tiene 375 páginas y se ocupa de los telectual, hegemonía y sociedad civil.
más variados aspectos de la vida y la obra del italia- Finaliza el trabajo de Francisco PiPlón con la
no. En la primera parte estudia las diversas interpre- sección de Apartados, a manera de epflogo, donde
taciones que se han hecho de su obra, la época aparece un estudio sobre “La sociedad civil en el
cultural e histórica en que transcumó su vida y los pensamiento de Hegel”, “La naci6n de los naciona-
acontecimientos politicos más destacados que le listas y el nacionalismo de Mussolini”, y además, el
tocb vivir; sus luchas con los partidos comunista y moderno prfncipe, la crítica marxista de la religión
socialista, así como sus trabajos en el periodismo y los aspectos en que el pensamiento de Gramsci
polftico o en la vida sindical. Con este marco histó- y las circunstancias italianas parecen coincidir con
rico cultural se hace posible comprender el desarro- el México contemporáneo.
llo teórico de Gramsci cuya iilosoffa estuvo siempre El trabajo del doctor Piííón Gaytán es un estu-

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Gramsci: Roleg6menos fiosoffa y política

dio muy meritorio por el deseo de ordenar de aigu- y ai debate, hecho que habla bien del texto, quisié-
M manera la obra de Gramsci, cosa nada fácil por ramos hacer algunos comentarios.
el estiio peculiar del autor. Las adversas circunstan- A lo largo de todo el libro PiA6n analiza el ori-
cias de la vida de Gramsci dificultaron su labor de gen idealista del pensamiento de Gramsci especiai-
escritor por los accidentados años de su militancia mente en cuanto a Croce se refiere. Se cuida, por
política, y luego por las muy limitadas condiciones io demás, de poner de manifiesto y citar los juicios
en que le tocó trabajar durante los largos años de críticos que Gramsci emite contra su maestro. Este
cautiverio. Sorprende la erudición y la paciencia in- procedimiento nos haría pensar que la única senda
vestigativa del doctor PiRón pues ha consultado para llegar el marxismo es el camino del idealismo,
minuciosamente todo lo que la bibliografía italiana más si se tiene en cuenta la enorme deuda que
ha dicho de Gramsci, que no es poca cosa. Es UM Marx contrajo con Hegel y que fue suscrita igual-
labor altamente loable dedicar varios años a la inves- mente por otros pensadores tan significativos como
tigación de un autor, máxime cuando &te desentra- Luckács o Bloch. Sin embargo no es de los aspectos
fla problemas que tienen significación en nuestro más negativos de la metafísica hegeliana de donde
medio latinoamericano. Además la obra del estudio- descienden los marxistas, sino del Hegel superado
so mexicano tiene un mérito descollante puesto por la crítica certera y constructiva que Carlos Marx
que nos entrega una visión de la obra de Gramsci hace contra la totalidad de su obra. Sin un discípu-
interpretada con gran imparcialidad y pulcritud de lo tan aventajado como Marx la obra de Hegel, para
juicio, cosa difícil en nuestro medio intelectual. E:$ la posteridad, se hubiera perdido en la noche oscura
comente y bien sabido que muchos trabajos fiiosó- de la metaffsica como le ocurrió a Fichte y a Sche-
ficos ejercen violencia conceptual sobre el autor in- liing. Hegel sigue produciendo hondas resonancias
vestigado para acomodar su pensamiento a transito- en nuestra conciencia pero ellas son más bien los
rias e interesadas circunstancias históricas. PifíóIi acentos renovadom de Marx que reniega de la inútil
Gaytán no incune en este vicio. Por el contrario ha y aburrida hipótesis del Espíritu. Aunque Francisco
acallado sus propios intereses con el loable fin de Piñón en el “Prefacio” a f m a que Gramsci “es un
entregarnos un Gramsci verdadero. pensador marxisra para quien los libros de Marx s o n
El nos presenta un Gramsci actualizado y una línea por seguir o una inspiración constante,
completo, borrando las interpretaciones equivo- no una simple letra por interpretar” (p. 5 ) , a io lar-
cadas que hasta hace poco fueron comentes y go del texto olvida la presencia de Marx y vuelve
que negaban la estirpe marxista del pensador sar- una y otra vez sobre las influencias ideaüstas que se
do, o aquellas que le restaban importancia teórica superan en el pensamiento de Gramsci. El idealis-
y conceptual por la fragmentación y desorden de mo tiene un gran peso especifico en la formación
sus escritos. de Gramsci, ai igual que la vieja cultura católica de
Muchas serían lascosasimportantes que podría- Italia, pero desde los años de su juventud, ai termi-
mos decir del cuidadoso trabajo elaborado por Pi- nar sus estudios universitarios en noviembre de 1914,
flón: sin embargo, como se trata de un libro de buena asume la actividad revolucionaria y se hace redac-
envergadura y con asertos que llaman a la reflexión -tor del semanario socialista Grido-del popolo pu-

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blicado en Turín: además multiplica sus contactos encanto por la crisis de valores de la sociedad
con los obreros de las fábricas mostrando que ya burguesa llevó a los intelectuales a acercame al
habfa asimilado las ensmanzas de Carlos Marx. nacionalismo y futurismo, brazos refinados y selec-
Pasando a otra cuestión más adjetiva, estamos tos del fascismo. La ausencia de virtudes en la so-
de acuerdo con Francisco PiAón en destacar con ciedad los arrinconaba a tomar las migajas de una
fuerza que Antonio Gramsci fue leninista por todos ideologfa que desde el principiomostraba los coimi-
y cada uno de los argumentos que el autor presenta llos de la incultura. Pero es oportuno recordar que
(pp. 25-32). Gramsci supo acomodar con talento esos valores relajados del mundo burgués fueron
y creatividad el pensamiento de Lenin a la circuns- los que condujeron desde el conservadurismo a
tancia típica de un país latino tan diferente de Rusia Lukács, Korch y al mismo Gramsci a adoptar las
como la Italia católica. Sin embargo, creemos que posiciones del s~cialismomarxista. La gran -1s
hubiera sido conveniente poner más el acento en la espiritual que acompañó a las depresiones econ6mi-
actitud vital humana que encontramos en Gramsci, cas en los años inmediatamente anteriores a la pri-
que io hermana con Lenin, ya que ellos parecen ser mera Guerra Mundial y luego en el periodo entre
casos únicos, tal vez irrepetibles, en que la acción las dos guerras, explican el surgimiento de obras
práctica, la fuerza que se ejerce sobre el mundo a lo cuya germinación solamente se comprende por su
largo de la lucha polftica, en medio de las vicisitudes espíritu crítico y la vehemencia con que levantaron
de la cotidianidad, se proyectan correctamente en su voz contra un mundo en decadencia. Esta reae
una teoría que renueva cada vez más las nuevas prác- ción no solamente cubrió el territorio, siempreaten-
ticas revolucionarias. Esta actitud vital, humana, to, de la fiosoffa sino que se manifest6 igualmente
independientementede sus desarrollos teóricos-con- en el arte. Si Marinetti y los futuristas se entregaron
ceptuales, cumple con la intención transformadora al retozo fascista ante el desengaño burgués, i n t s
del mundo que ni el propio Marx logró encamar. lectuales más formados y conscientes como Bretón
Aunque Lukács y Karl Korch se comprometieron o Luis Aragón, crearon obras inmortales que se
en acciones política, nunca dejaron de ser profe- alimentaron de un sano moralismo que rechazaba
sores o intelectuales teóricos del marxismo. Es so- la escala de valores de los anibistas italianos. La
lamente con Lenin y Gramsci que la vida política gran novela de nuestro siglo escrita por Joyce y
se hace filosofía y la filosofía se encarna en la polí- Kafka surge de los desencantos y de la conciencia
tica. Ellos consiguen la unión indisoluble entre la atormentada de los artistas ante los valores en crisis.
teoría y la práctica, fenómeno difícilmente repetible Frente al fracaso burgués, los artistas agrupados en
en un mundo en que el marxismo es tarea de los París en la primera posguerra, buscaron fuentes de
filósofos universitarios y la acción de los políticos inspiración que no fueran las tradicionales de la
profesionales. cultura occidental y se preocuparon por la negritud
Cuando Francisco Piirón estudia las condicio- y los vestigios de las culturas americanas. De esta
nes históricoculturales en que se movió Antonio época es la traducción del Popol-Vuh hecha por
Gramsci, hace un análisis en extremo débil del Georges Raynaud, la pintura negra de Picitsso y
fascismo y los intelectuales. Piñón cree que el des- muchas de las mejores expresiones del vanguardis-

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Gramsci: Prolegómenos filosofía y política

mo. La affiación de los intelectuales al fascismo I1


más bien fue un fen6meno de lucha de clases eri
el que el temor a la revolución socialista reunió a
Se podría decir que las fábricas gigantescas
una intelectualidad de derecha bien dibujada. Ellos determinan una zona de silencio de la que el
no eran producto circunstancial del fascismo sino obrero no puede salir y en la que el intelec-
los f m e s soportes de una política que atraía a tual no puede más entrar.
hombres de la derecha como Heidegger, Marinetti, Anfonio Cramsci
Pirandelo, Gentile y al propio Benedetto Croce. Por
eso es cuestionable la afirmación de Piñón de que
“el movimiento fascista respondfa a U M necesidad
real enclavada en lo más profundo de la sociedad
Q uien se proponga escribir unos prolegómenos
ya para esta o aqueila filosofía o aun para la propia,
italiana” (p. 53). El mal en la vida de los pueblos deberá partir de dos presupuestos. El primero es
no es una necesidad real sino una fatalidad que debe tener la f m e convicción de que una fdosofía nun-
ser combatida. Q ca ha sido del todo suficientemente comprendida
aún en íos estrechos círculos de quienes, presuntuo-
samente, se dicen ser los más grandes conocedores
de ella. El segundo radica en la ostentación que
Juan Mora Rubio puede mostrar el prolegomenista al querer señalar
que, una filosofía determinada no es una montaña
escarpada a la cual sólo tienen derecho quienes pre-
tenden asumirse como los herederos legítimos de la
verdad de un filósofo.
De acuerdo con el segundo presupuesto la in-
quietud de establecer unos prolegómenos es doble,
pues implica a su vez un intento de propaganda y
divulgación de una filosofía entre los no especialis-
tas. Intento de propaganda y divulgación en el cual
el prolegomenista deberá cuidar no cometer el pe-
cado de reducir la filosofía que constituye su obje-
to de exposición, a una esquematización burda que
poco la favorezca. Deberá cuidar pues, el no hacer
una caricatura o una vulgarización de dicha fiiloso-
fía. Y deberá, por otro lado, ofrecer una visión par-
ticular, es decir, su punto de vista sobre las proble-
máticas más agudas de la filosofía a tratar.
Para el caso de los Prolegómenos que escribie-
ra Francisco Piíión sobre la Filosofía y la Poli’fica

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de Antonio Gramsci, es posible establecer que su rado al respecto de la teoría revolucionaria de
intención e inquietud van de acuerdo al segundo pre- Gramsci. Y, en otro sentido, el que se acepte el
supuesto aquí señalado para estudios e investigacio- reto que representa la necesidad de emprender a la
nes de este orden; es decir, para un tipo de propuesta vez un balance critico sobre lo que sería (recurrien-
a publicar que se realiza con el objetivo de introdu- do aquí a un término no del todo afortunado), la
cir, especialmente a un público no especializado, a recepción que ha tenido esta teoría a cincuenta
una determinada filosofía. Pero la inquietud de Pi- años de la muerte de su fundador. E s decir, de ha-
ñón, si bien en primera instancia, es la de difundir cer un balance sobre el carácter Fur Ewing del pen-
lo más ampliamente la filosofía política delmiiitan- samiento de Gramsci.
te revolucionario italiano en nuestro país, es posible En este sentido Piñón se echa a cuestas esta-
constatar -a través de la lectura del texto que se blecer un estudio crítico del gramscismo a partir de
comenta- que esa inquietud va mucho más allá de Gramsci. De ahí el por qué de establecer la preocu-
toda limitante introductoria a la temática gramscia- pación de formular una nueva tematización para
na. De ahí la necesidad de enfocar estos comenta- leer a Gramsci a través de Gramsci. De esta forma
rios a un plano totalmente diferente al acre sefíala- diremos que su propuesta es interesante y relevante
miento sobre la validez o no que tendría para este en tanto que es un trabajo crítico, producto de la
momento una publicación de este tipo referida al confrontación de otros planteamientos elaborados
caso Gramsci. para hacer de Gramsci un pensador “accesible”. Es-
De entrada es necesario establecer que para tudios cuya ambición central era de algún modo
nosotros la lectura hecha por Piñón en tomo a la también introducir a los “simples” al marxismo de
Filosofia y la Polirica en el marxismo de Gramsci, Gramsci. Piñón muestra de esta manera, que él no
trasciende a Gramsci mismo en tanto que, esta lec- sólo se remite al pensador y al pensamiento que
tura es más bien la inquietud que nos muestra el constituye su objeto de estudio y de aniilisis, obje-
propio Piñón de querer establecer un debate ai in- to a interpretar de acuerdo a su “texto y contexto”

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ten r de io que se podría denominar el gramscismo así como de acuerdo a su “tiempo histórico y sus
co o lo que es hoy aquí y en otras latitudes del fuentes”, sino buscar a la vez nuevos interlocutores
mundo: un movimiento Qe diversa aceptación te& quienes en algunos casos, digamos la mayoría, de
nca y práctica. E s decir, de establecer una confron- acuerdo con Piñón, desobedecen o prescinden
tación de posiciones en referencia a las lecturas de esta fundamental premisa de interpretación.
existentes sobre el caso Gramsci así como a las prác- Ahora bien, creemos que lo que constituye la
ticas políticas que se justifican a partir de la lectura piedra de toque de la metodología de investigación-
hecha ai marxismo o a la concepción del socialismo exposición que Piñón formula como perspectiva
en Gramsci. En pocas palabras, lo que observamos dialécticafenomenol~gic~ex~tencuil, en efecto pue- I
en este estudio, es que Francisco Piñón propone de ser autosuficiente. Pero para el caso de la fiioso-
que por hoy toda lectura sobre Gramsci implica el fía de Gramsci éste no sería el problema. Creemos
considerar -tomando el distanciamiento pertinen- que no es correcto, al basar una reconstrucción del
te- las diversas interpretaciones que se hayan gene- pensamiento de Gramsci, prescindir de toda pers-

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1 .

Gramsci: Prolegómenos filosofía y política

pectiva ontológica o materialista. Y cabe recordar Y quizá radique en esto Último el más impor-
que Gramsci fue fiel a la filosofía de Marx al no tante y significativo elemento que permita valorar
abandonar en momento alguno el elemento mate- el esfuerzo de Francisco Piflón de hacer unos Pro-
rialista que caracteriza a la fdosofía de la praxis. legómenos a la Filosofía y la Política de Antonio
Por otro lado, la metodología o perspectiva emplea- Gramsci. Piñón lo que quiere es dibujar a Gramsci
da por Piñón al no decir nada de ella, lleva al lector de cuerpo entero y romper con ello, de una vez por
al infinito universo de la especulación o al presu- todas, aquella aguda sentencia que estableciera
puesto que éste, es decir, que el lector podrá dedu- Giuseppe Fiori en su reconocido estudio biográfico
cir los fundamentos de dicha perspectiva a lo largo del filósofo marxista italiano del que aquí habla-
de estos Prolegómenos. Piñón, pues, al no estable- mos. Es decir, Piñón quiere mostrar que Gramsci es
cer los fundamentos de su método o perspectiva., un pensador que siempre tuvo piernas y cuerpo. Y
como él lo denomina, comete un grave pecado: dejar que por tanto lo que sobre él se escriba debe ser bajo
a’simplesy especialistas enlas áridas arenas del desier- tal consideración y no con la de quererle agregar a
t o de la especulación, pues quienes lean estos Prole- esa cabeza alguna parte faltante de su estructura
gómenos seguramente se preguntarán, y con just;a humana.
razón, qué se quiere decir con esto de perspectiva Para nosotros, y en esto estaríamos de acuer-
dialéctica-fenomenológka-existencial. Debe decirse do con Piñón,los cada vez más numerosos estudios
algo puesto que no es un simple juego de palabras. sobre la teoría y práctica política que desarrollara
Los interlocutores con los cuales discute y po- Gramsci, son trabajos que en cierta medida no han
lemiza Piñón, al prescindir, al no leer a Gramsci dse hecho más que, permitiéndosenos seguir aquí con
acuerdo a su “texto y contexto” y de acuerdo a si1 el juego de la metáfora que formulara Fiori sobre la
“tiempo histórico y sus fuentes”, nos ofrecen, en suerte de Gramsci, agregarle más partes a su cuerpo
algunos casos, una visión sobre la filosofía y la pa- Hemos podido observar cómo se han publicado di-
lítica en Gramsci, curiosamente similar a los pro- versos y variados estudios sobre el pensamiento de
ductos de los artistas que Platón exigía debían ser este militante revolucionario, pero ahora, al pare-
expulsados de su República. Esto es, nos dan inter- cer, vamos encontrando que por lo general éstos
pretaciones de las interpretaciones de las cuales, eii han tenido por pretensión fundamental, el querer
ciertos casos, la suerte de Gramsci no ha sido del aclarar toda la filosofía en cuestión, a través de su
todo afortunada. reducción a un concepto adoptado como central al
La respuesta a esta problemática, es decir, 1;a interior de la tematización gramsciana; concepto
de esa poca fortuna que han sufrido los plantea- que bien podría ser el de “bloque histórico”, “he-
mientos gramscianos, nos la ofrece el propio M ó n gemonía”, “revolución pasiva”, “intelectual” o
al decir que al marxismo de Gramsci no se le puede cualquiera que corresponde a dicha tematización.
reducir a un simple planteamiento conceptual ;a Cabe decir que el grueso de este tipo de estu-
partir del cual, y al igual que las fdosofía monistas, dios e investigaciones se bien fueron o siguen sien-
sea posible deducir el orden bajo el cual se suscribe do en parte relevantes para la bibliografía gramscia-
y desarrolla esta fdosofía política. na, mostraban, justamente por reducir toda la

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atención en un concepto adoptado como central: lista es un hecho inmanente. El pensar la política
alguna parte del cuerpo de Gramsci y no al Gramsci para Gramsci implicó, pues, reflexionar, hacer filo-
de cuerpo entero. En pocas palabras, debemos re- sofía, hacer ciencia política desde una teleología
cordar que Piñón se encuentra en lo justo al propo- revolucionaria. Es decir, encuadrar pensamiento y
ner un recurso metodológico para el estudio de la acción al intenor de una tradición que nace con el
teoría política de Antonio Gramsci: recurso que propio M a x y en donde el llamado devenir históri-
tiene por premisa el no pretender encerrar a la filo- co en todo momento quedará marcado por la fuerza
sofía de Gramsci en conceptos. de un nuevo “mito”; mito que, no podría ser otro
Francisco Piñón conocedor profundo del pen- más que el del “Moderno Príncipe”. “Al proponer
samiento de Gramsci así como de la historia y de la Gramsci -anota PiRbn- al Príncipe de Maquiavelo
cultura italiana, percibe, a través de su libro Grams- como modelo de su nuevo Príncipe, al instruir al
ci: Prolegómenos, Filosofía y Política. esta proble- moderno Príncipe como mito-príncipe, lo hace
mática, y quiere, por tanto, ofrecer un Filósofo conscientemente como instrumento de lucha, de
marxista de cuerpo entero. De ahí que para él nin- acción, de creación de una voluntad colectiva nacio-
gún concepto que forme parte del léxico gramscia- nal popular, que, como el Príncipe de Maquiavelo,
no, por importante y fundamental que llegue a ser, no se debe dejar vencer por la ‘fortuna’, sino por
deberá ser adoptado como la síntesisde su füosofía; su ‘Forza y Buone Leggi’ (coactividad y consenso)
y mucho menos como el punto de Arquimedes a y trate de llegar a huevi ordinamenti’, es decir, a
partir del cual se puede reconstruir tal fiiosofía. E s un orden nuevo.’’
decir, de hacerla, formalmente hablando, sistemáti- Para Gramsci la inmanencia es así sinónimo de
ca. E s pues por esta razón que el autor de estos revolución. Es, en otros términos, punto esencial
Prolegómenos nos advierte desde el Prefacio que del subjetivismo a partir del cual se desarrollará
“Antonio Gramsci no es un pensador de gabinete. toda su concepción sobre la fiiosofía de la praxis.
No se le puede encerrar en moldes fijos. No es un De esto se desprende el por qué de la necesidad de
filósofo de ‘profesión’ que discute ciertas tesis, sino desarrollar dicho punto esencial. Del por qué
un militante filósofo que analizando su realidad Gramsci, cosa que observa Pifíón a lo largo de di-
trata de animar un determinado proceso social en chos Prolegómenos, centrará toda la fundamenta-
orden a ir creando los instrumentos de una nueva ción de su filosofía política en el elemento volunta-
sociedad”. rio “La revolución -escribe Piñón- estaba ya
En otros términos Piñón sugiere, acertada- presente. No había que esperarla. No podía, de nin-
mente, que toda lectura sobre Gramsci debe hacer- guna manera, soslayarse. Las condiciones de lucha
se a partir de ver en él a un “militante filósofo”, a y los diferentes campos estaban dados. El escenario
un hombre de su tiempo que, “inspirado” enlaobra estaba puesto. Pero era un escenario donde los
de Karl Marx, se entrega a la tarea de pensar a la hombres eran los principales actores. Gramsci esta-
Política. De pensar a la política no con la inútil ba consciente de que había que aprovechar el mo-
perspectiva de hacer gimnasia académica, sino con mento. No se podía permanecer en una sola con-
la profunda convicción de que la revolución socia- templación de la realidad. Urgía el elemento volun-

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Gramsci: Prolegómenos fdosofla y polltica

tario sobre el elemento objetivo”. Como más adc- ca que pensamos es central en la exposición de Pi-
lante lo escribiría en sus Quaderni: “Prescindir de ñón: la cuestión’ religiosa. En el análisis de Piñón
todo elemento voluntario y calcular solamente la sobre el problema religioso en Gramsci se presenta
intervención de otras voluntades, como elemento un inconveniente: prescindir de todo elemento filo-
objetivo del juego general, mutila la realidad misma”. sófico y por tanto de todo elemento material. Piñón
En resumen, todo el análisis hecho por Fran- afronta y enfoca esta problemática a través de la
cisco Piñón sobre la filosofía y la política en Anto- política en Gramsci, pero como sabemosla cuestión
nio Gramsci, es un remarcamiento de la problemii- religiosa en Gramsci no se agota solamente con
tica del hombre como sujeto de la historia. De ahí cuestionamientos de orden táctico. Es decir, pensa-
que sostenga, enfáticamente que “la filosofía polí- mos que es necesario seguir las deducciones que se
tica de Gramsci parte de sujetos reales, ampiiando desprenden de la concepción materialista que carac-
su mundo operacional e histórico”. De esta mane- teriza a la filosoffa de la praxis en Gramsci; y esto
ra el libro de Piñón se inserta en una polémica que significa el continuar con la tradición del socialis-
en nuestro medio no es posible decir que por hoy, mo crítico. “No vale la pena -escribe Gramsci el
a pesar de su ninguneo, ha concluido del todo. Po- 21 de junio de 1986- recordar que el socialismo
lémica en la cual se define la posición de Piñón a1 critico descansa sobre la roca granítica del idealis-
suscribir como propios los planteamientos grams- mo alemán del siglo XViii, que, aunque no coincida
cianos referentes a esta problemática. Lo que pre- con la moda positivista, ha guillotinado la idea de
tende Piñón es “. . .subrayar, siguiendo el pensa- Dios.”
miento auténtico de Marx, unaunidad muy simple”, Como sabemos, la cuestión religiosa ha adqui-
y tal vez por esto escondida en demasiados subter- rido, a través de los tiempos, múltiples complica-
fugios academicfsticos que le quitan hasta cierto ciones, múltiples debates, así, múltiples enfoques.
punto, su peligrosidad: que es el hombre, en su tra- Piñón, sobre esto Último, al hacer algunas acotacio-
bajo concreto el que construye, al fin de cuentas, la nes en referencia a esta cuestión, las orienta hacia
historia. Y que es “la libertad del hombre”, como la táctica política propuesta por Gramsci como re-
escribe Gramsci, en contra de todos los positivis- sultado de sus análisis y estudios sobre la historia y
mos y economicismos, “la fuerza inmanente de La la cultura popular italiana. Planteamiento tácito
historia que hace saltar todo esquema preestableci- que se puede resumir en lo siguiente: analizar a la
do. Libertad que no está ni por encima ni debajo religión como un fenómeno de hondas raíces cul-
de la historia sino que es esa misma historia en lo turales, populares y nacionales; destierro, por parte
que tiene de ruptura y oposición”. Referencias de comunistas, de toda práctica jacobino-radical, es
como éstas las podemos multiplicar aquf, pero pre- decir, supresión de prácticas anticlericaies y, por
ferimos solamente anotar ésta como ejemplo de la Último, seguir considerando -al igual que Maquia-
directriz que sigue la exposición de Piñón en estos velo- al Vaticano como un enemigo a vencer.
Prolegómenos. No queriendo profundizar más sobre la cues-
Quedará, por Último, hacer dos observaciones tión religiosa en Gramsci de acuerdo a la lectura
finales. La primera de ellas se refiere a una temáti- hecha por Piñón, dejamos abierta una polémica en

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la cual sólo anotamos nuestro punto de vista: no siempre y cuando se guarden las proporciones Y
prescindir del elemento material que es considera- las especificidades de cada realidad social, evi-
do por nosotros como la fundamentación racional tando caer así en un mecanismo burdo. Y, por
de toda filosofía de la praxis de Antonio Gramsci. otro lado, de leer al marxismo de Gramsci ai igul
Pasamos así a nuestro último punto a comentar. que él consideró a la filosofía de la praxis en su
Para Piñón el concepto de “transformismo” puede fundador: como un canon de interpretaci6n his-
ser aplicado al caso mexicano, especialmente para tórica que pretende romper con la “inercia del
el análisis de la relación de los intelectuales y el Es- proletariado”
tado mexicano. Nos da a entender así el autor de Ahora bien, ya para terminar, el transformis-
estos Prolegómenos que toda historia de los intelec- mo al ser aplicado al caso de los intelectuales en
tuales mexicanos debe considerar dicho concepto. México, puede ser productivo para su comprensión.
“En México --observa Piñón- también, como en Pero, debemos decir que en el nexo intelectuales-
Italia, Gramsci l o señalaba, hemos asistido a l o que Estado en México los caminos de dicho transfonnis-
él llamaba el transformismo o sea, la absorción gra- mo son abiertos e infinitos y, por tanto, sujetos a
dual, pero continua, de los intelectuales de las cla- múltiples matices; y que, por otro lado, debemos
ses subalternas y hasta los gmpos adversarios que aceptar la existencia de una “historia oculta” de
parecían irreconciliables a la clase política dirigen- grupos intelectuales en este pais. Ya que en México
te. Muy significativo ha sido en México, la integra- la categoría de intelectual tal y como la entendía
ción a los cuadros del gobierno de varios intelectua- Gramsci, no se agota en la figura del “gran intelec-
les de ‘izquierda’ inclusive en sus años de docencia tual”, es decir, del intelectual preocupado de defen-
universitaria se pasan después a vivir del ‘presupues- der a la libertad por la libertad misma, o del inte-
to’.” lectual que se “arriesga” publicando “polémicas
Las observaciones de Piílón sobre este proble- teóricas” sobre el por qué de la necesidad de pensar
ma -contrastando dos realidades, la de la Italia de la democracia por fuera de toda adjetivación. Acep-
Gramsci y la del México actual- son, en momentos, temos, pues, que existe una “historia oculta” cuyo
sumamente agudas y muestran que es posible -a ejemplo más representativo lo constituye la teoría
través de la filosoffa y la política en Gramsci- em- y práctica de José Revueltas. Es decir, de un tipo
plear (para el análisis de nuestra realidad con base en de intelectual que busca romper ese cerco, esa divi-
ese planteamiento teleológico revolucionario del sión que limita a la “zona del silencio de la que el
que hablábamos con anterioridad) determinados obrero no puede salir y en la que el intelectual no
conceptos y categorías acuñadas por Gramsci. Pero, puede más entrar.’
Q
Jorge Velázquez Delgado

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