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UNIVERSIDAD POPULAR DEL CESAR

FACULTAD DE CIENCIAS BÁSICAS Y EDUCACIÓN


DEPARTAMENTO DE FÍSICA
LABORATORIOS DE FÍSICA “MIGUEL ÁNGEL VARGAS Z.”

GUÍA DE LABORATORIO No. 1


ELECTROMAGNETISMO: Fuerza Electrostática

INTRODUCCIÓN

Existe evidencia arqueológica revelante (pila, plateado de objetos, pararrayos, etc.)


como la encontrada en las orillas del rio Tigris al sur de Bagdad, que fundamenta la
afirmación sobre el conocimiento que se tenía de la electricidad en el imperio
Babilónico, mil o dos mil años antes de los griegos. La propiedad que tienen algunos
materiales de atraer otros cuerpos como pelusas, hilos y trocitos de paja, se conocía muy
bien en la antigüedad en Grecia, Roma y Persia.

Sin embargo, los primeros reportes escritos sobre la atracción del ámbar (resina fósil) se
remonta a los textos antiguos de los griegos. Tales de Mileto en el año 600 A.C sabía
que el ámbar frotado atraía objetos pequeños tales como plumas o pajitas. El ámbar
tenía otra propiedad misteriosa: al frotarlo en la oscuridad producía pequeñísimas
chispas azuladas acompañadas de un leve crujido y un susurro que apenas se oía. De
estos hechos deriva el término electricidad, el cual proviene de elektron, que significa
ámbar (“que atrae”) en griego.

En 1600, William Gibert demostró que muchas sustancias distintas al ámbar adquiere
una propiedad atractiva cuando se frotan, es decir, descubrió que el fenómeno de
electrificación era un fenómeno general y no solamente del ámbar. Introdujo el
término “fuerza eléctrica” para describir la interacción de dos objetos cargados por
fricción y determinó que podría de atracción o repulsión. También inventa un primer
modelo para explicar la electrización de un cuerpo por fricción.

En 1729, Stephen Gray, descubrió que la atracción y la repulsión eléctrica pueden


transferirse de un cuerpo a otro si ambos se conectan mediante determinadas sustancias,
en especial metales. Él observó que un corcho colocado en el extremo de un tubo de
vidrio frotado, atraía objetos livianos. Colocó el clavo por una barra metálica y el efecto
fue el mismo. Usó una barra más larga colgada de cordones de seda y notó que su
extremo aún atraía. Como no tenía más metal, ató a la barra un hilo de cáñamo colgado
de hilos de seda y observó lo mismo. De esta manera logro transmitir la electricidad
hasta 150 metro. Concluyó que la electricidad fluye. Probó que los metales transmiten
muy bien la electricidad y los llamó conductores; y que otros materiales generan
electricidad y los llamó eléctricos.

En 1733 Charles Dufay, descubrió que existían os tipos de electricidad: una se obtiene
al frotar un trozo de cristal y la otra al frotar un trozo de resina. Anunció que la
electricidad consistía de dos fluidos: el “vítreo” (de vidrio) y el “resinoso” (de resina).
Según él, sin electrizar, la materia es neutra y contiene la misma cantidad de los dos
fluidos; por la fricción, éstos se separan produciendo un desbalance en las cantidades de
los fluidos, quedando así electrizada. Se dio cuenta que, los mismos tipos de
electricidad se repelían entre sí y los opuestos se atraían.
En 1752 Benjamin Franklin, presentó la teoría del fluido único para explicar los dos
tipos de electricidad, positiva y negativa. Estableció el uso convencional de positivo y
negativo, en vez de vítreo y resinoso, para distinguir los tipos de electricidad, y encontró
que un cuerpo conductor se puede cargar si se aísla de los que los rodean.

En 1767 Joseph Priestley, estableció que las cargas eléctricas se atraían con una fuerza
inversamente proporcional a la distancia que las separan. En 1776 Charles Coulomb,
inventó la balanza de torsión con la cual, midió con exactitud la fuerza entre las cargas
eléctricas y corroboró que dicha fuerza era proporcional al producto de las cargas
individuales e inversamente proporcional al cuadrado de la distancia que las separa.

1. CONCEPTOS BÁSICOS

Interacción entre cargas eléctricas. Hay muchos experimentos sencillos que


demuestran la existencia de fuerzas electrostáticas. Por ejemplo, después de peinarse el
pelo, puede comprobarse que el peine atrae trocitos de papel. La fuerza de atracción
electrostática es a veces tan intensa que puede suspender los trocitos de papel en el aire.
Se produce el mismo efecto cuando se frotan otros materiales, como el vidrio o el
caucho.

Carga eléctrica. Cuando los materiales se comportan del modo descrito anteriormente,
decimos que están cargados eléctricamente. Puede cargar su propio cuerpo
eléctricamente al caminar sobre una alfombra de lana o deslizarse sobre el asiento de un
carro. Puede entonces sentir y eliminar la carga de su cuerpo tocando a otra persona.
(Este experimento funciona mejor si el tiempo es seco, puesto que, si el aire está
excesivamente húmedo, puede proporcionar un camino para que la carga salga del
cuerpo).

Tipos de carga. Los experimentos demuestran también que hay dos tipos de carga
eléctrica, denominados carga positiva y negativa por Benjamin Franklin. La figura 1
muestra la interacción entre dos tipos de carga. Una varilla de caucho (o plástico) que se
ha frotando con pelo de un animal (o un tejido acrílico) se suspende de un hilo.

Figura 1: (a) Una varilla de caucho cargado negativamente, suspendida de


un hilo, es atraída por una varilla de vidrio cargada positivamente. (b) Una
varilla de caucho cargada negativamente es repelida por otra varilla de
caucho cargada negativamente.
Cuando se acerca a la varilla de caucho una varilla de vidrio que se ha frotado con seda,
la varilla de caucho es atraída hacia la de vidrio (figura 1a). Por lo contrario, si se acerca
dos varillas de caucho (o dos varillas de vidrio), como se observa en la figura 1b, la
fuerza que aparece entre ambas es repulsiva. Este hecho experimental demuestra que el
caucho y el vidrio tienen tipos de carga diferentes de carga. Se usa la convención
propuesta por Franklin: la carga eléctrica de la varilla de vidrio se denomina positiva y
la de la varilla de caucho se denomina negativa. A partir de observaciones como ésta,
podemos generalizar diciendo que las cargas del mismo signo se repelen y las cargas
de signo contrario se atraen.

Otra característica importante de la carga eléctrica es que la carga neta de un sistema


aislado siempre se conserva. Cuando dos objetos, inicialmente descargados, se cargan
frotando uno contra el otro, no se crea carga en el proceso. Los objetos se cargan porque
hay una transferencia de electrones de un objeto a otro.

Conductores y aislantes. Las cargas eléctricas pueden también desplazarse de una


posición a otra dentro de un objeto; este desplazamiento de carga se denomina
conducción eléctrica. Es conveniente clasificar las sustancias dependiendo de la
facilidad con la que permiten que la carga se desplace en su interior:

Un conductor es un material en el que la carga puede moverse de manera relativamente


libre; un aislante es un material en el que la carga no puede moverse libremente.

Electroscopio. Es un instrumento de prueba que se usa para comprobar si un cuerpo se


encuentra cargado o no de electricidad, así como también para identificar el tipo de
carga que éste posee.
En particular, en la figura 2 se muestra un modelo
construido por fiel metálico suspendido de un eje
que lo atraviesa perpendicularmente y colocado
cerca de su centro de masa. De esta forma se
mantiene en equilibrio mecánico estable en un
soporte también vertical, y que a su vez, sustenta un
disco colector de carga en su extremo superior.
Toda esta estructura es metálica (conductora) y se
sostiene de un disco de plexiglás (aislante),
montado en una carcasa también de metal. En otra
versión, se sustituye el pitillo por dos láminas
metálicas (aluminio) muy delgadas.
Figura 2: El electroscopio

2. OBJETIVO:

Cargar cuerpos eléctricamente por frotamiento y observar la fuerza entre cuerpos


cargados eléctricamente y además, determinar si un cuerpo posee carga eléctrica
usando el electroscopio.
3. MATERIALES

2 Barras de baquelita o PVC.


2 Barras de vidrio.
2 Barras metálicas.
2 Pivotes para rotación.
2 Paños de seda para frotar.
1 Electroscopio.

4. PROCEDIMIENTO
4.1 Frote 2 barras de baquelita o PVC con el paño de lana y dos barras de vidrio con un
paño de seda. Coloque una de las barras frotadas de PVC sobre uno de los pivotes y
una de las barras de vidrio sobre el otro pivote y acérqueles, a cada una de ellas, primero
la barra de vidrio frotada y luego la otra barra de PVC. Tome nota de lo observado.
4.2 Acerque el plato del electroscopio a cada una de las barras frotadas. Observe si hay
deflexión en su hojilla.
4.3 Reemplace la barra en uno de los pivotes por una barra metálica. Acérquele primero
una de las barras de PVC frotadas, luego una de vidrio frotada y por último otra barra
metálica. Observe el tipo de interacción en cada caso.

PREGUNTAS PARA EL ANÁLISIS


1. Explique a qué se debe la atracción o repulsión de las barras.
2. ¿Qué puede decir sobre los tipos de carga que aparecen sobre las barras de PVC y de
vidrio?
3. ¿De qué tipo es la carga que aparece en la hojilla del electroscopio al acercarle un
cuerpo cargado?
4. ¿Por qué las dos barras metálicas no interaccionan entre ellas, pero si interaccionan
con las barras de baquelita o de vidrio?
5. La teoría afirma que sólo existen dos tipos de carga eléctrica (negativa y positiva),
esto implica que si un cuerpo A atrae eléctricamente a otro cuerpo cargado B y también
atrae a un tercer cuerpo cargado C, entonces los cuerpos B y C deben repelerse
eléctricamente. ¿Cómo se explica entonces, que en el punto 3 del procedimiento, la
barra metálica se atrae con la barra de PVC frotada y con la de vidrio frotada pero las
barras de vidrio y PVC no se repelen si no que se atraen? ¿Falla la teoría?
5. ANÁLISIS Y RESULTADOS

6. BIBLIOGRAFÍA
1. Halliday, D., Resnick, R. y Krane, K. Física, volumen 2, cuarta edición, Editorial
Continental S.A., México D.F. México 1999.
2. Tipler, P. Física, tomo II, segunda edición, Editorial Reverté, Barcelona, España
1985.
3. Escalona, O. y Briceño, M. La electrostática, cuaderno I, III escuela para la
enseñanza de la física, Facultad de ciencias, Universidad de los andes, Mérida,
Venezuela 2004.
4. Serway, R. A. FÍSICA, tomo II, cuarta edición, McGraw-Hill, Bogotá, Colombia
1998.

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