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SALA CONSTITUCIONAL

Magistrado Ponente: Marcos Tulio Dugarte Padrón


Expediente Nº 08-0223

Mediante Oficio Nº 1959-08, del 19 de febrero de 2008, la Sala Nº 3 de la Corte de


Apelaciones del Circuito Judicial Penal del Área Metropolitana de Caracas, remitió a esta
Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia, el expediente contentivo de la acción
de amparo constitucional interpuesta por los abogados Reynaldo Gadea Pérez y Fabián
Manuel Cazorla Rodríguez, inscritos en el Instituto de Previsión Social del Abogado bajo
los números 7.569 y 103.319, en representación del ciudadano JOSÉ MARÍA
NOGUEROLES LÓPEZ, titular de la cédula de identidad número 2.259.823, con
fundamento en lo establecido en el artículo 27 de la Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela, en concordancia con el artículo 4 de la Ley Orgánica de Amparo
sobre Derechos y Garantías Constitucionales, contra la decisión dictada el 26 de noviembre
de 2007, por el Juzgado Trigésimo Octavo de Control del Circuito Judicial Penal del Área
Metropolitana de Caracas, mediante la cual declaró sin lugar la solicitud de nulidad
interpuesta por el hoy accionante, contra el acto de imputación realizado por la Fiscal
Quincuagésimo Segundo del Ministerio Público con competencia plena a nivel nacional.

Dicha remisión obedece a la apelación interpuesta, el 18 de febrero de 2008, por el


Ministerio Público, contra la decisión dictada el 13 del mismo mes y año, por la Sala Nº 3
de la Corte de Apelaciones del Circuito Judicial Penal del Área Metropolitana de Caracas,
en la que declaró con lugar la pretensión de amparo constitucional.
El 28 de febrero de 2008, se dio cuenta en Sala del presente expediente y se designó
ponente al Magistrado Marcos Tulio Dugarte Padrón, quien, con tal carácter, suscribe el
presente fallo.

Realizado el estudio correspondiente, se pasa a dictar sentencia, previas las


siguientes consideraciones:

ANTECEDENTES

Del escrito libelar presentado por el accionante y de los recaudos contenidos en el


expediente, se desprende:

El 19 de julio de 2007, la Fiscal Quincuagésimo Segundo del Ministerio Público


con competencia plena a nivel nacional, imputó la comisión de los delitos de quiebra
fraudulenta, estafa en grado de complicidad necesaria, apropiación indebida calificada,
previstos y sancionados en los artículo 341 numeral 2, 464, y 470 del Código Penal y
aprovechamiento de fondos públicos en grado de complicidad necesaria, previsto y
sancionado en el artículo 71 numeral 2 de la Ley Orgánica de Salvaguarda del Patrimonio
Público, todos en concordancia con el artículo 84 del Código Penal, al ciudadano José
María Nogueroles López, el cual estuvo asistidos por los abogados Reynaldo Gadea Pérez y
Fabián Manuel Cazorla Rodríguez, hechos relacionados con la investigación signada
F52NN-00079-06, iniciada por el Ministerio Público por las presuntas irregularidades
ocurridas en la empresa Venezolana Internacional de Aviación S.A. (VIASA).

El 29 de noviembre de 2007, el Tribunal Trigésimo Octavo de Control del Circuito


Judicial Penal del Área Metropolitana de Caracas, conociendo de la solicitud de nulidad del
acto de imputación Fiscal formulada por los abogados Reynaldo Gadea Pérez y Fabián
Manuel Cazorla Rodríguez, la declara sin lugar al estimar que no se encontraban llenos los
extremos del artículo 191 del Código Orgánico Procesal Penal.

El 10 de diciembre de 2007, los abogados Reynaldo Gadea Pérez y Fabián Manuel


Cazorla Rodríguez, intentaron, acción de amparo constitucional contra la anterior decisión.
El 7 de enero de 2008, la Sala Nº 3 de la Corte de Apelaciones del Circuito Judicial
Penal del Área Metropolitana de Caracas, admitió la presente acción de amparo.

El 1 de febrero de 2008, se llevó a efecto la audiencia Constitucional ante la referida


Sala Nº 3 de la Corte de Apelaciones, en la cual se declaró con lugar la acción de amparo
propuesta acordando la nulidad de la decisión denunciada como lesiva y, en consecuencia,
la nulidad de la imputación realizada por el Ministerio Público, publicando el 13 de febrero
de 2008 el fallo en extenso.

El 18 de febrero de 2008, el Fiscal Quinto del Ministerio Público de la


Circunscripción Judicial del Área Metropolitana de Caracas, apeló de la decisión supra
indicada.

El 19 de febrero de 2008, la Sala Nº 3 de la Corte de Apelaciones del Circuito


Judicial Penal del Área Metropolitana de Caracas, luego de realizado el cómputo de las
audiencias transcurridas desde la publicación hasta la interposición de la apelación, acordó
la remisión de las actuaciones a esta Sala Constitucional.

II

FUNDAMENTOS DE LA ACCIÓN DE AMPARO

Señalaron los abogados del accionante, que la decisión dictada el 26 de noviembre


de 2007, por el Juzgado Trigésimo Sexto de Control del Circuito Judicial Penal del Área
Metropolitana de Caracas, vulneró los derechos constitucionales de intervención, asistencia
y representación de su patrocinado así como el debido proceso y el derecho a la defensa,
todos ellos contenidos en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, en tal
sentido, alegaron:

Que el auto recurrido, en criterio de los accionantes, simula decidir el escrito de


solicitud de nulidad -interpuesto por ello contra el acto de imputación fiscal- “…pero en
realidad aparte de citas legales inapropiadas y erróneas omite realizar pronunciamiento
acerca del pedimento fundamental de la solicitud de nulidad…”, referido, a que al
momento de la imputación no se le señaló, indicó o explicó los fundamentos y el por qué se
evidencia algún elemento en su contra.

Que esa actuación de parte de la representante del Ministerio Público incumple, a


decir de los abogados del accionante, lo exigido por el artículo 131 del Código Orgánico
Procesal Penal por cuanto “…no se le indicó en forma alguna, cual es el hecho que se le
atribuye, ni su medio de comisión, ni mucho menos, las circunstancias de tiempo, lugar y
modo en que lo ejecutó…”.

Que en la decisión denunciada como lesiva, se aplica erróneamente el artículo 124


del Código Orgánico Procesal Penal y se inobserva el contenido del artículo 131 eiusdem.

Que en razón de lo expuesto solicitaron “….la NULIDAD ABSOLUTA de dicha


decisión, toda vez que es evidentemente violatoria de los principios constitucionales que
han sido ut supra señalados, de la forma y manera expuesta, y ordene reparar la situación
jurídica infringida…”.

III

EL AUTO ACCIONADO

El fallo objeto de la acción de amparo, dictado el 26 de noviembre de 2007, por el


Juzgado Trigésimo Octavo de Control del Circuito Judicial Penal del Área Metropolitana
de Caracas, declaró sin lugar la solicitud de nulidad del acto de imputación fiscal, sobre la
base de las siguientes consideraciones:

“…advierte este Tribunal que no obstante el artículo 124 del Código


Orgánico Procesal Penal, en su encabezamiento no establece los requisitos que
debe cumplir el Acta de Imputación Fiscal, no es menos cierto que en la
mencionada acta cuestionada, no sólo se deja constancia de la imposición de
los derechos constitucionales que asisten al ciudadano JOSÉ MARÍA
NOGUEROLES LÓPEZ, sino también deja constancia que una vez leídos los
mismos se procedió a poner en conocimiento al referido ciudadano, de cada
uno de los delitos que se le imputan, con los elementos de convicción que lo
sustenta, motivo por el cual se considera que el Acta de Imputación Fiscal, de
fecha 19 de julio de 2007, ante la Fiscalía 52º del Ministerio Público a Nivel
Nacional con Competencia Plena, es clara y precisa al señalar en forma
pormenorizada los delitos por los cuales se imputa al ciudadano
NOGUEROLES LOPEZ JOSE MARIA (sic), quien se encontraba asistido por
sus defensores como precedentemente se explicó.

Por otra parte, los ciudadanos abogados tuvieron y tienen la facultad


procesal de hacer valer todos los derechos y garantías constitucionales y
legales que existen a favor del imputado para enervar o contradecir dichas
imputaciones fiscales, tal y como lo establece (sic) los artículos 125 numeral 5
del Código Orgánico Procesal Penal, en concordancia con el artículo 49
numeral 1 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela,
referente al debido proceso en relación con derecho (sic) de la defensa por
cuanto no consta en el expediente que el Ministerio Público haya hecho reserva
de actas, por lo que todo el expediente ha sido accesible para la defensa y (sic)
imputado, es decir, conocen su alcance y contenido”.

IV

DEL FALLO APELADO

El fallo objeto de la presente apelación dictado el 26 de noviembre de 2007, por la


Sala Nº 3 de la Corte de Apelaciones del Circuito Judicial Penal del Área Metropolitana de
Caracas declaró, con lugar la acción de amparo constitucional interpuesta por los abogados
del accionante, sobre la base de las siguientes consideraciones:

“…de la decisión recurrida en amparo, se expone en criterio de ese


tribunal la negativa a (sic) solicitud de Nulidad Absoluta por no encontrar el
tribunal A quo, violación de los derechos constitucionales al Debido Proceso y
particularmente el derecho a la Defensa, sustentando su decisión en que ‘el
Ministerio Público dio lectura a los derechos constitucionales inherentes al
imputado (…) le informó los delitos imputados en su contra y las disposiciones
legales que los contemplan, en que se le indicaron los datos de la investigación
en que se fundan los delitos imputados y en que el ciudadano JOSÉ MARÍA
NOGUEROLES y sus abogados defensores han tenido y tiene la facultad
procesal de hacer valer todos los derechos y garantías constitucionales y
legales que existen a su favor (…) que no consta en el expediente que el
Ministerio Público haya hecho reserva de actas, por lo que el expediente ha
sido accesible para la defensa y el imputado’.

…omissis…

Encuentra esta sala, que el acto de imputación realizado al ciudadano


JOSÉ MARÍA NOGUEROLES, por parte de la Fiscalía Quincuagésima
Segunda del Ministerio Público (…) no cumple con la finalidad de comunicar
adecuada y detalladamente el(os) hecho(s) que se le atribuye y que constituiría
un hecho punible, ni se le informa de su grado y manera de participación,
limitándose esa Representación del Ministerio Público al cumplimiento de una
enunciación general y sistemática de principios constitucionales y tipos penales
y normas que lo consagran, y de pruebas documentales recabadas en la
investigación, pero omite gravemente esa representación del Ministerio Público
el fin primordial del Acto de Imputación Formal, que no es otra (sic) que
haberle comunicado al ciudadano JOSÉ MARÍA NOGUEROLES, el(os)
hecho(s) que se le atribuye como delito, su grado de participación y el medio
participación y el medio de comisión, y las circunstancias de tiempo, lugar y
modo de perpetración de los delitos señalados, causando el Ministerio Público
grave violación a Derechos Constitucionales como resulta a la Tutela Judicial
Efectiva, al Debido Proceso y el Derecho a la Defensa…”.

DE LA COMPETENCIA

Debe previamente esta Sala determinar su competencia para conocer del presente
caso y, a tal efecto, observa:

Conforme a la Disposición Derogatoria, Transitoria y Final, literal b) de la Ley


Orgánica del Tribunal Supremo de Justicia y a la sentencia del 20 de enero de 2000 (Caso:
Emery Mata Millán), esta Sala es competente para conocer de las apelaciones de los fallos
de los Tribunales Superiores que actuasen como primera instancia en los procesos de
amparo ya que, según la norma invocada, hasta tanto se dicten las leyes de la jurisdicción
constitucional, la tramitación de tales medios procesales, como el de apelación, se rige por
las normativas especiales, como la Ley Orgánica de Amparo sobre Derechos y Garantías
Constitucionales, en cuanto sean aplicables, así como por las interpretaciones vinculantes
de esta Sala.

De acuerdo con estas últimas interpretaciones y con lo pautado en la Ley Orgánica


de Amparo sobre Derechos y Garantías Constitucionales (artículo 35), es esta Sala, como
tribunal superior de la primera instancia, cuando ésta corresponda a los Juzgados
Superiores (con excepción de los Contencioso Administrativo), Cortes de Apelaciones y
Cortes de lo Contencioso Administrativo, el tribunal competente para conocer las
apelaciones de sus fallos.
En el presente caso, se somete al conocimiento de la Sala, la apelación de un fallo
de la Sala Nº 3 de la Corte de Apelaciones del Circuito Judicial Penal del Área
Metropolitana de Caracas, que conoció en primera instancia de una acción de amparo
constitucional interpuesta contra la decisión dictada por un juzgado de control de ese
mismo Circuito Judicial Penal, motivo por el cual, esta Sala, congruente con lo reseñado
supra, se declara competente para resolver la presente apelación, y así se decide.

VI

FUNDAMENTOS DE LA APELACIÓN

Señaló el recurrente en su escrito de apelación consignado, tempestivamente, el 18


de febrero de 2008, contra la decisión dictada el 13 de febrero de 2008, por la Sala Nº 3 de
la Corte de Apelaciones del Circuito Judicial Penal del Área Metropolitana de Caracas, los
alegatos siguientes:

Que los apoderados de la parte actora, fundamentan su acción de amparo en la falta


de motivación de parte del Juez Trigésimo Octavo de Control del Circuito Judicial Penal
del Área Metropolitana de Caracas, en su decisión que declaró sin lugar la solicitud de
nulidad del acto de imputación fiscal.

Que ha sido criterio de esta Sala Constitucional, que el hecho que la motivación de
algunos los fallos sea sucinta no significa que haya inexistencia de motivación, ya que en
breves palabras un sentenciador puede manifestar las razones por las cuales acoge o
desecha determinados alegatos de las partes.

Que se evidencia que el juzgado de control, motivó y fundamentó su decisión


aplicando, a su decir, cabalmente las normas de derecho.

Que los apoderados de la parte accionante, a decir del representante del Ministerio
Público, sólo pretendieron con el uso del amparo impugnar el fondo de la decisión del juez
de control logrando revisar su criterio interpretativo, lo que choca con el carácter de
extraordinario de la acción de amparo.
Que nuestro ordenamiento jurídico no consagra un acto que se denomine “acto de
imputación”, que es la práctica forense y la doctrina que ha dado esta calificación al acto de
la declaración del imputado en la fase de la investigación, como una forma de referir el
derecho a ser informado de los hechos por los cuales se le investiga, los preceptos jurídicos
aplicables y otros requisitos a que hace referencia el artículo 131 del Código Orgánico
Procesal Penal.

Que en la referida norma adjetiva penal antes citada, no se hace mención a un acto
de imputación, sino que establece unas formalidades que deben cumplirse previas a la
declaración del imputado.

Que en el caso que nos ocupa, el hoy accionante fue citado para que compareciera
en compañía de sus abogados de confianza, y una vez en el despacho del representante del
Ministerio Público, se impuso del contenido del artículo 49 constitucional y 125 del Código
Orgánico Procesal Penal, luego se le imputó los delitos de quiebra fraudulenta, estafa
agravada y aprovechamiento de fondos públicos, los dos últimos en grado de complicidad
necesaria, indicando los artículos y cuerpos legislativos que los consagran.

Que igualmente en ese acto, se le expresaron los hechos atribuidos al imputado,


derivados del análisis de los elementos de convicción obtenidos en la investigación.

Que los representantes del accionante, impugnan el acto celebrado ante la Fiscalía
Quincuagésima Segunda del Ministerio Público, de la Circunscripción Judicial del Área
Metropolitana de Caracas, señalando que no cumple con los requisitos exigidos por el
legislador, cuando lo cierto es que en ese acto se llevó a efecto la declaración del imputado,
el cual estuvo debidamente asistido de abogado, y que se le permitió controvertir y ejercer
el derecho a ser oído, el señalamiento de los hechos atribuidos, la calificación jurídica y los
elementos de convicción, todo ello de una general no definitiva, por cuanto el
desenvolvimiento del proceso pudiere determinar modificaciones tanto fácticas como
jurídicas.
En consecuencia, a criterio del recurrente, es desacertada la afirmación que se
violentó derecho alguno al hoy accionante por cuanto el Ministerio Público cumplió con
todas y cada una de las exigencias tanto de orden constitucional, legal y jurisprudencial.

Por los razonamientos expuestos, pide sea declarada: con lugar la presente
apelación, la plena validez de la imputación realizada por el Ministerio Público y en
definitiva se desestimen los argumentos de los abogados del accionante.

VII

MOTIVACIONES PARA DECIDIR

Determinada la competencia, pasa la Sala a pronunciarse sobre la apelación


ejercida por el abogado Víctor Hugo Barreto Tacoronte, en su condición de Fiscal
Quinto del Ministerio Público de la Circunscripción Judicial del Área Metropolitana
de Caracas, y, al respecto observa:

Respecto a la tempestividad del escrito contentivo de los fundamentos de la


apelación, la Sala constata que fue presentado el 18 de febrero de 2008 ante la Sala Nº 3 de
la Corte de Apelaciones del Circuito Judicial Penal del Área Metropolitana de Caracas y el
expediente fue recibido en esta Sala el 25 de febrero de 2008, razón por la cual, aun cuando
fue consignado de forma anticipada, la Sala estima que dicho escrito resulta tempestivo, por
cuanto su consignación, no se excedió del lapso de 30 días, conforme a lo dispuesto en la
sentencia No. 442, del 4 de abril de 2001 (Caso: Estación de Servicios Los Pinos).

Evidencia la Sala que el acto presuntamente lesivo está constituido por la decisión
dictada el 29 de noviembre de 2007, por el Tribunal Trigésimo Octavo de Control del
Circuito Judicial Penal del Área Metropolitana de Caracas, que conociendo de la solicitud
de nulidad del acto de imputación Fiscal formulada por los abogados Reynaldo Gadea
Pérez y Fabián Manuel Cazorla Rodríguez, la declara sin lugar al estimar que no se
encontraban llenos los extremos del artículo 191 del Código Orgánico Procesal Penal.
La mencionada Sala Nº 3 de la Corte de Apelaciones, declaró con lugar la acción de
amparo, al considerar: “(…)que el acto de imputación realizado al ciudadano JOSÉ
MARÍA NOGUEROLES, por parte de la Fiscalía Quincuagésima Segunda del Ministerio
Público (…) no cumple con la finalidad de comunicar adecuada y detalladamente el(os)
hecho(s) que se le atribuye y que constituiría un hecho punible, ni se le informa de su
grado y manera de participación, limitándose esa Representación del Ministerio Público al
cumplimiento de una enunciación general y sistemática de principios constitucionales y
tipos penales y normas que lo consagran, y de pruebas documentales recabadas en la
investigación, pero omite gravemente esa representación del Ministerio Público el fin
primordial del Acto de Imputación Formal, que no es otra (sic) que haberle comunicado al
ciudadano JOSÉ MARÍA NOGUEROLES, el(os) hecho(s) que se le atribuye como delito, su
grado de participación y el medio de participación y el medio de comisión, y las
circunstancias de tiempo, lugar y modo de perpetración de los delitos señalados, causando
el Ministerio Público grave violación a Derechos Constitucionales como resulta a la
Tutela Judicial Efectiva, al Debido Proceso y el Derecho a la Defensa…”.

Ahora bien, de la decisión parcialmente transcrita se desprende que la Sala N° 3 de


la referida Corte de Apelaciones, basa su decisión en la afirmación de que se omite el fin
primordial del acto de imputación fiscal, en este sentido indica esta Sala, conteste con el
argumento expuesto por el representante del Ministerio Público en su escrito contentivo de
los fundamentos de la apelación, que ese acto de imputación fiscal no está consagrado,
como tal, en nuestra legislación, ya que el código adjetivo penal sólo consagra en el artículo
131 del Código Orgánico Procesal Penal, ciertas obligaciones que la vindicta pública debe
cumplir previa a la declaración del imputado, acto este que ha sido denominado tanto por la
doctrina como la jurisprudencia patria, como acto de imputación Fiscal.

Así las cosas, sin importar la denominación que se la quiera dar a esta formalidad
obligatoria que el Ministerio Público tiene el deber de garantizar, desde los actos iniciales
de la investigación, de la asistencia jurídica al investigado, e imponerlo del precepto
constitucional que lo exime de declarar en causa propia y en caso de consentir prestar
declaración, a no hacerlo bajo juramento; debe comunicarle detalladamente el hecho que se
le atribuye, con las circunstancias de tiempo, lugar y modo de comisión, incluyendo las de
importancia para la calificación jurídica, las disposiciones legales que resultaren aplicables
y los datos que la investigación arroja en su contra; instruirlo respecto de que la declaración
es un medio de defensa y, por consiguiente, el derecho a que se le explique todo cuanto
sirviera para desvirtuar las sospechas que sobre él recaiga y a solicitar la práctica de
diligencias que considerase necesarias. Asimismo, a permitirle el ejercicio de los derechos
previstos en el artículo 125 eiusdem (vid Sent. 1661 del 03 de octubre de 2006 caso: Arturo
Gateaume y otro).

Esta Sala considera oportuno indicar lo explanado en sentencia 1923 del 19 de


octubre de 2007 (caso: Leopoldo López Mendoza), en la cual señaló:

“(…)luego de examinar detenidamente el acta (…) en la que el


Ministerio Público dejó constancia de la imputación que ese mismo día le
efectuare al quejoso de autos (…) esta Sala considera que la misma evidencia,
con meridiana claridad, el cabal cumplimiento por parte ese Órgano del
Estado, de lo dispuesto en el artículo 49.1 de la Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela y 131 del Código Orgánico Procesal Penal, pues
efectivamente le notificó al accionante de autos de los cargos por los cuales se
le investiga, le comunicó detalladamente cuál es el hecho que se le atribuye,
con todas las circunstancias de tiempo, lugar y modo de comisión, incluyendo
aquellas que son de importancia para la calificación jurídica, las disposiciones
legales que resulten aplicables y los datos que la investigación arroja en su
contra.”.

En efecto, en el caso que nos ocupa, a criterio de la Sala, se desprende de la extensa


acta de imputación in commento, que la Fiscalía Quincuagésima Segunda del Ministerio
Público con competencia plena a Nivel Nacional, cumplió con los requerimientos del
artículo 131 del Código Orgánico Procesal Penal, cuando al indicar que actuaba en aras de
garantizar los derechos constitucionales a la defensa y al debido proceso del ciudadano José
María Nogueroles López, le comunicó, entre otras cosas, lo siguiente:

“Visto que fueron leídos los derechos constitucionales en la presente


causa signada con el Nº F52º NN-00079-06, (…) en este auto le imputa la
comisión de los delitos de QUIEBRA FRAUDULENTA, previsto y
sancionado en el artículo 341 numeral 2 del Código Penal, derogado,
CÓMPLICE NECESARIO en los delitos de ESTAFA AGRAVADA, previsto
y sancionado en el artículo 464 y APROPIACIÓN INDEBIDA
CALIFICADA, estipulado en el artículo 470, ambos del Código Penal vigente
para la fecha de los hechos, y CÓMPLICE NECESARIO en el delito de
APROVECHAMIENTO DE FONDOS PÚBLICOS, previsto y sancionado en
el artículo 71, numeral 2º de la Ley Orgánica de Salvaguarda del Patrimonio
Público, todos en concordancia con el artículo 84 del Código Penal.
El Ministerio Público hace de su conocimiento lo siguiente:
En fecha 09 de septiembre de 1991, se suscribió documento de compra
venta, del sesenta por ciento (60%) de las acciones de VIASA, suscrito entre el
consorcio IBERIA (…) BANCO PROVINCIAL (…) y la REPÚBLICA DE
VENEZUELA (…) en el que las partes acordaron los planes de pensión y
jubilación de los pilotos (…).
…omissis…
El Ministerio Público hace del conocimiento que en virtud de que su
persona fue representante del BANCO PROVINCIAL SAICA-SACA, como
presidente del mismo, quien era responsable del 15 % de las acciones de
VIASA y dado que de las investigaciones realizadas por el Ministerio Público,
concretamente de visitas domiciliarias en las cuales, entre otras cosas, se
logró hallar balances contables, documentos y otros. Igualmente,
comunicaciones remitidas por el Director Principal y Representantes de los
Pilotos (…) dirigidas al Presidente del Banco Provincial, concretamente a su
persona, como presidente de la Junta Directiva de VIASA. Así mismo, dado los
informes preliminares, suministrados por los expertos, tanto de la Contraloría
General de la República, como del Seniat, en los cuales se exponen
fundamentos técnicos de gran relevancia en cuanto al estado financiero real de
VIASA para el momento, en que se decide presentar la solicitud del beneficio
de Atraso. Seguidamente se hace del conocimiento del imputado que
igualmente se han ordenado diligencias en las cuales se ha determinado que la
responsabilidad del cierre de la empresa corresponden a quienes fungían como
directivos de la misma, en este caso a su persona quien presidía el Banco
Provincial (…)”.

Así pues, de la simple lectura del acta parcialmente transcrita supra, se desprende
que es absolutamente falsa la afirmación de la parte quejosa, según la cual la imputación
que se le efectuare a su patrocinado, no es explícita y completa, pues, como se puede
apreciar, la misma revela que al prenombrado ciudadano se le notificó de los cargos por los
cuales se le investiga (artículo 49.1 de la Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela), se le comunicó detalladamente cuál es el hecho que se le atribuye, con todas las
circunstancias de tiempo, lugar y modo de comisión incluyendo aquellas que son de
importancia para la calificación jurídica, las disposiciones legales que resulten aplicables y
los datos que la investigación arroja en su contra (artículo 131 del Código Orgánico
Procesal Penal), todo lo cual lleva a la Sala a concluir con el acto realizado por el
Ministerio Público el 19 de julio de 2007, se cumplió notoriamente con los requisitos
formales para la verificación de lo que se ha denominado como el Acto de la Imputación
Fiscal, con el debido acato de los derechos constitucionales a la defensa y al debido
proceso.

Considera este Máximo Tribunal, que la Sala N° 3 de la Corte de Apelaciones del


Circuito Judicial Penal del Área Metropolitana de Caracas, erró en el fundamento de su
decisión, al estimar que no se cumplieron los requisitos de la imputación fiscal y proceder a
establecer con base a ello, que al hoy accionante en amparo se le cercenaron sus derechos
fundamentales y por ello proceder a declarar la nulidad de la decisión dictada el 29 de
noviembre de 2007, por el Tribunal Trigésimo Octavo de Control del Circuito Judicial
Penal del Área Metropolitana de Caracas, así como del acto realizado el 19 de julio de
2007, por la Fiscal Quincuagésima Segunda del Ministerio Público con competencia plena
a nivel nacional.

A criterio de esta Sala Constitucional, la referida Sala N° 3 de la Corte de


Apelaciones del Circuito Judicial Penal del Área Metropolitana de Caracas, quien actuó
como primera instancia constitucional, en el presente caso, debió verificar si al accionante
al momento de imputarle los delitos investigados había estado asistido de abogado de
confianza, si éste estaba sin juramento, si había tenido acceso a la investigación y si le
habían sido informadas aun de forma sucinta, los pormenores de la misma con todas las
circunstancias de tiempo, lugar y modo de comisión, incluyendo aquellas que son de
importancia para la calificación jurídica, las disposiciones legales que resulten aplicables y
los datos que la investigación arroja en su contra.

En consecuencia, la Sala estima que el a quo no debió declarar con lugar la acción
de amparo, por lo que, en razón de los argumentos expuestos, se declara con lugar el
recurso de apelación ejercido; se revoca el fallo dictado el 13 de febrero de 2008, por la
Sala N° 3 de la Corte de Apelaciones del Circuito Judicial Penal del Área Metropolitana de
Caracas y se declara sin lugar la presente acción de amparo. Así se decide.

Al margen de la presente decisión, la Sala no puede pasar por alto la actuación de


los jueces integrantes de la Sala N° 3 de la Corte de Apelaciones del Circuito Judicial Penal
del Área Metropolitana de Caracas, al dictar la decisión objeto de la presente decisión.
No entiende la Sala, los requisitos que debe contener la llamada imputación fiscal
para que a juicio de los integrantes de la referida Sala de la Corte de Apelaciones, se llenen
los extremos contenidos en el artículo 131 del Código Orgánico Procesal Penal.

La Sala pasa a realizar un análisis sobre el cumplimiento de parte del Ministerio


Público de la advertencia preliminar contenida en el referido artículo 131 del Código
Orgánico Procesal Penal

En cuanto a la imposición del precepto constitucional que lo exime de declarar en


causa propia y, aun en caso de consentir a prestar declaración, a no hacerlo bajo juramento
se aprecia claramente que fueron transcritos en el acta los artículo 49 constitucional y 125
de la Ley Adjetiva penal que los consagran.

En relación a la comunicación detallada de cuál es el hecho que se le atribuye, con


todas las circunstancias de tiempo, lugar y modo de comisión, incluyendo aquellas que son
de importancia para la calificación jurídica, se evidencia que se le informó que en el 9 de
septiembre de 1991, se suscribió documento de compra venta, del sesenta por ciento (60%)
de las acciones de VIASA, entre IBERIA, BANCO PROVINCIAL y la REPÚBLICA DE
VENEZUELA.

Asimismo que por cuanto el hoy accionante fue representante del BANCO
PROVINCIAL SAICA-SACA, quien era responsable del 15 % de las acciones de VIASA y
dado que de las investigaciones realizadas por el Ministerio Público, se ha determinado que
la responsabilidad del cierre de la empresa corresponden a quienes fungían como directivos
de la misma, en este caso al accionante quien presidía el Banco Provincial, manifestado que
existen balances contables, informes preliminares, suministrados por los expertos, tanto de
la Contraloría General de la República, como del SENIAT, en los cuales se exponen
fundamentos técnicos de gran relevancia en cuanto al estado financiero real de VIASA para
el momento, en que se decide presentar la solicitud del beneficio de Atraso.

Sobre las disposiciones legales que resulten aplicables se le informó que eran la
quiebra fraudulenta, agravada, apropiación indebida calificada, estafa y aprovechamiento
de fondos públicos, los dos últimos en grado de complicidad necesaria.
Del razonamiento que antecede se evidencia a todas luces que los referidos jueces
de la Sala N° 3 de la Corte de Apelaciones del Circuito Judicial Penal del Área
Metropolitana de Caracas, desconocen abiertamente el contenido de la advertencia
preliminar establecida en el artículo 131 del Código Orgánico Procesal Penal y su
justificación que no es otra que poner en autos al investigado para que ejerza su defensa.

A criterio de la Sala, no puede exigírsele al Ministerio Público, en pleno desarrollo


de la investigación una relación clara, precisa y circunstanciada del hecho punible, ni
fundamentos serios de imputación, ya que estos son requisitos de la acusación formal, y no
existe certeza que de un hecho que se investigue resulte una acusación necesariamente ya
que de los elementos probatorios obtenidos en la misma puede conllevar en una solicitud de
sobreseimiento de la causa.

Por ello es que esta Sala estima que retrotraer la causa al estado de que el Ministerio
Público realice una nueva imputación al hoy accionante, por “…no satisfacer los requisitos
consagrados en el artículo 131 del Código Orgánico Procesal Penal…” configura en el
presente caso un exceso de formalismo motivado al desconocimiento de la norma legal
señalada, por lo que visto el desempeño de los abogados Rubén Darío Gutiérrez Rojas,
Manuel Gerardo Rivas Duarte y Juan Carlos Goitía Gómez, integrantes de la Sala N° 3 de
la Corte de Apelaciones del Circuito Judicial Penal del Área Metropolitana de Caracas, esta
Sala ordena remitir copia certificada de la presente decisión a la Inspectoría General de
Tribunales, a los fines de determinar si existe o no responsabilidad disciplinaria, y así se
decide.

DECISIÓN

Por las razones expuestas, esta Sala Constitucional del Tribunal Supremo de
Justicia, administrando justicia en nombre de la República por autoridad de la Ley, declara:

1. CON LUGAR la apelación interpuesta por el Fiscal Quinto del Ministerio


Público de la Circunscripción Judicial del Área Metropolitana de Caracas, contra la
decisión dictada el 13 de febrero de 2008, por la Sala Nº 3 de la Corte de Apelaciones del
Circuito Judicial Penal del Área Metropolitana de Caracas.
2. SIN LUGAR la acción de amparo propuesta por los abogados Reynaldo Gadea
Pérez y Fabián Manuel Cazorla Rodríguez, en representación del ciudadano JOSÉ
MARÍA NOGUEROLES LÓPEZ, contra la decisión dictada el 26 de noviembre de 2007,
por el Juzgado Trigésimo Octavo de Control del Circuito Judicial Penal del Área
Metropolitana de Caracas, mediante la cual declaró sin lugar la solicitud de nulidad,
interpuesta por el hoy accionantes, contra el acto de imputación realizado por la Fiscal
Quincuagésimo Segundo del Ministerio Público con competencia plena a nivel nacional.

3.- ORDENA remitir copia certificada de la presente decisión a la Inspectoría


General de Tribunales, a los fines de determinar si existe o no responsabilidad disciplinaria
de los abogados Rubén Darío Gutiérrez Rojas, Manuel Gerardo Rivas Duarte y Juan Carlos
Goitía Gómez, integrantes de la Sala N° 3 de la Corte de Apelaciones del Circuito Judicial
Penal del Área Metropolitana de Caracas.

Publíquese y regístrese. Remítase el expediente. Cúmplase lo ordenado.

Dada, firmada y sellada, en el Salón de Audiencias del Tribunal Supremo de


Justicia, en Sala Constitucional, en Caracas, a los 24 días del mes de abril de dos mil ocho.
Años: 197º de la Independencia y 149º de la Federación.

La Presidenta,

LUISA ESTELLA MORALES LAMUÑO

El Vicepresidente,

FRANCISCO ANTONIO CARRASQUERO LÓPEZ


Los Magistrados,

JESÚS EDUARDO CABRERA ROMERO

PEDRO RAFAEL RONDÓN HAAZ

MARCOS TULIO DUGARTE PADRÓN


Ponente

CARMEN ZULETA DE MERCHÁN

ARCADIO DELGADO ROSALES

El Secretario,
JOSÉ LEONARDO REQUENA CABELLO

08-0223

MTDP/

El Magistrado Pedro Rafael Rondón Haaz manifiesta su conformidad con la declaración de


improcedencia que contiene el capítulo decisorio de esta sentencia; no obstante, por razón
de discrepancia parcial con los motivos de la misma, según se expondrá a continuación,
expide el presente voto concurrente, en los siguientes términos:

1. En el fallo sobre cuya motivación versa el presente desacuerdo


parcial, la mayoría sentenciadora expresó:

Ahora bien, de la decisión parcialmente transcrita se desprende que la Sala


N° 3 de la referida Corte de Apelaciones bas su decisión en la afirmación de
que se omite el fin primordial del lacto de imputación fiscal, en este sentido
indica la Sala, conteste con el argumento expuesto por el representante del
Ministerio Público en su escrito contentivo de los fundamentos de la
apelación, que ese acto de imputación fiscal no está consagrado, como tal, en
nuestra legislación, ya que el código adjetivo penal sólo consagra en el
artículo 131 del Código Orgánico Procesal Penal, ciertas obligaciones que la
vindicta pública debe cumplir previa (sic) a la declaración del imputado, acto
este que ha sido denominado tanto por la doctrina como la jurisprudencia
patria, como acto de imputación fiscal.

2. La razón de la discrepancia con el pronunciamiento que acaba de ser


reproducido es que, por el contrario y tal como se afirma, a continuación, en el mismo
veredicto, la Ley sí exige que el Ministerio Público, inmediatamente a la conclusión de que
existen fundados elementos de convicción de que una persona podría haber participado en
la comisión del delito o los delitos que son objeto de la investigación, debe citar a quien
haya incorporado a la investigación, como sujeto pasivo de la misma (imputado); ello, no
sólo por las razones que fueron enumerados en la sentencia sino, además, por la no menos
importante razón, vinculada estrechamente con el derecho fundamental a la defensa y a la
asistencia jurídica, de que dicho imputado sea “asistido, desde los actos iniciales de la
investigación, por un defensor que designe él o sus parientes y, en su defecto, por un
defensor público” (artículo 125.3 del Código Orgánico Procesal Penal) ¿Y cómo podría
proveer dicho imputado a su defensa si no ha sido llamado por el Ministerio Público y, por
consecuencia, éste no le ha informado adecuadamente en relación con los hechos que se le
imputan?.

3. Así las cosas, como quiera denominarse a esta formalidad,


obligatoria para el Ministerio Público –tal como se reconoce en este mismo fallo-, lo cierto
es que el contenido de la misma coincide con lo que, doctrinariamente, se conoce como
acto fiscal de imputación, en cuanto al deber esencial que tiene el Ministerio Público,
inmediatamente después de asumir la convicción de que una persona tiene la cualidad de
imputada, en relación con los hechos que son objeto de la investigación penal, de llamarla,
de informarle adecuadamente sobre dichos hechos y, en consecuencia, se materialice el
derecho fundamental a la defensa y la asistencia jurídica, desde los momentos iniciales de
la investigación y a la procuración de todas las diligencias que estime pertinentes para su
defensa (artículo 125.5 del Código Orgánico Procesal Penal); asimismo, para que, una vez
sea puesto en conocimiento de la imputación que le haya hecho el Ministerio Público, tenga
acceso a las actas de la investigación que le garantiza el artículo 304 eiusdem y pueda
solicitar la evacuación anticipada de pruebas, de conformidad con el artículo 307 del mismo
texto legal. De allí que, una vez que, dentro de la investigación el Ministerio Público
atribuye a una persona la cualidad de imputado, debe hacerlo del conocimiento inmediato
del mismo, para que éste pueda incorporarse a la investigación y ejercer los derechos que la
Ley le reconoce en esta fase del proceso; de lo contrario, éste pasaría a ser tramitado a
espaldas del imputado, lo cual es contrario no sólo a la letra sino al espíritu de la Ley
(véase, al respecto, la exposición de Motivos del Código Orgánico Procesal Penal-1998) y
resultaría un grave e ilegítimo menoscabo al derecho fundamental a la defensa.

4. Tan pertinente es el acto de comparecencia del imputado ante el


Ministerio Público, en el término y para los fines que han sido explicados anteriormente,
que dicha formalidad constituye, incluso, uno de los actos de interrupción de la acción
penal, de acuerdo con el artículo 110 del Código Penal.

5. Con base en las precedentes consideraciones, quien suscribe estima


que la Sala no debió expresar su coincidencia con el alegato del Fiscal apelante, en el
sentido de que el acto de imputación fiscal es una formalidad que no exige la Ley, ya que,
por el contrario y como, a continuación del párrafo respecto del cual se manifiesta el
presente disentimiento, se afirmó en este fallo, dicho acto es un deber del Ministerio
Público, por las razones que, en el mismo, fueron indicadas, a las cuales estimamos
debieron ser agregadas las que hemos señalado en el presente voto.

6. Ahora bien, en la fundamentación del acto jurisdiccional respecto


del cual se expide el presente voto, se dejó constancia de que, contrariamente a lo que alegó
el quejoso, éste sí fue debidamente enterado, por el Ministerio Público, a cuyo despacho
aquél compareció, por citación que le extendió el titular de la acción penal pública, de los
pormenores que, respecto de la imputación, la Ley exige que sea informada la persona que
ha sido sometida a la investigación. Así las cosas, el cumplimiento con la referida
formalidad dio la oportunidad al actual accionante, de nombramiento de su Defensor, de
acceso a las actas de dicha investigación y el ejercicio de las demás potestades –como las
que, en este voto fueron enumeradas- para su mejor defensa, razón por la cual la Sala
declaró, con plena conformidad jurídica, la improcedencia de la pretensión de tutela.

Queda en estos términos expresado el criterio del Magistrado concurrente.

Fecha retro.

La Presidenta,

LUISA ESTELLA MORALES LAMUÑO


El Vicepresidente,

FRANCISCO ANTONIO CARRASQUERO LÓPEZ

Los Magistrados,

JESÚS EDUARDO CABRERA ROMERO

PEDRO RAFAEL RONDÓN HAAZ

Concurrente

MARCOS TULIO DUGARTE PADRÓN

…/


CARMEN ZULETA DE MERCHÁN

ARCADIO DE JESÚS DELGADO ROSALES

El Secretario,

JOSÉ LEONARDO REQUENA CABELLO


PRRH.sn.ar

Exp. 08-0223

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