Profesión Perpetua - Ritual PDF

RELIGIOSOS TERCIARIOS CAPUCHINOS DE
NUESTRA SEÑORA DE LOS DOLORES
FRAY JUAN MANUEL DÍAZ OÑORO

FRAY CARLOS ANDRÉS MURILLO TRUJILLO
FRAY CRISTIAN RÍOS FONTALVO
PROFESIÓN PERPETUA
LITURGIA EUCARÍSTICA
(MANIZALES - CALDAS)
14 DE DICIEMBRE DE 2008
F ray Juan Manuel Díaz Oñoro
F ray Carlos Andrés Murillo Trujillo
Fray Cristian Gerardo Ríos Fontalvo
Profesión Perpetua
Liturgia Eucarística
Oswald Uriel León Enriquez
Superior Provincial
TERCIARIOS CAPUCHINOS
Ceremonia de Profesión
RITOS
INICIALES
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Perpetua
“Religioso Amigoniano Discípulo Misionero de Jesús Testigo del Padre”
ACTO
PENITENCIAL Liturgia Eucarística
Pág. 8
LITURGIA DE
LA PALABRA
Pág. 10
PROFESIÓN
RELIGIOSA
Pág. 15
BENDICIÓN
SOLEMNE
Pág. 25
RITO DE LA PAZ La comunidad es el ámbito adecuado para el

Pág. 11
perfeccionamiento personal del religioso, que
LITURGIA consiste en la realización del plan de Dios sobre él,
DE LA viviendo en plenitud la propia consagración y
EUCARISTÍA
Pág. 28
misión.
(Dir. Cap III - 17).
RITO DE
COMUNIÓN
Pág. 36
Pastoral Juvenil - Casa

Provincial
Tel: 2212620 - ext 107
Bogotá.
Religiosos Terciarios Capuchinos
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Profesión Perpetua
Ritos Iniciales
(El grupo musical entona un canto, mientras se realiza la procesión de entrada)
Antífona de entrada: Sal 65, 13-14
“Entraré en tu casa con holocaustos, te cumpliré mis votos, los que han pronunciado mis
labios.”
Padre Oswald Uriel:

En el nombre del Padre,
y del Hijo,
y del Espíritu Santo.
Todos:
Amén.
Padre Oswald Uriel:

La Paz, la caridad y la fe,
de parte de Dios Padre,
y de Jesucristo, el Señor,
estén con todos vosotros.
Todos:
Y con tu espíritu.
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Monición Inicial
Hermanos y hermanas:
Nosotros somos seguidores de un Dios que nos llama a formar parte de una
comunidad. Hoy Dios sigue llamando a hombres y mujeres para que se integren
a su proyecto de construir un mundo más justo y más humano y una vida más
digna para todos. Celebremos la presencia de Jesús en su comunidad de amor y
servicio y pidámosle que nos conceda descubrirlo y amarlo en nuestros
hermanos. Que esta Eucaristía nos ayude a aceptarnos unos a otros y a
esperarlo todo de la infinita bondad y misericordia de nuestro Dios y Padre;
unámonos con alegría y gozo espiritual a la profesión perpetua de éstos tres
hermanos: Juan Manuel Díaz, Carlos Andrés Murillo y Cristian Gerardo Ríos,
quienes después de haber vivido varios años en fraternidad, en oración y en la
entrega generosa a sus hermanos, desean renovar y para siempre su entrega al
servicio del Señor en los jóvenes necesitados de la misericordia del Buen Pastor.
Con éstos sentimientos continuemos nuestra celebración Eucarística.
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Profesión Perpetua
Acto Penitencial
Padre Oswald Uriel:

Al comenzar ésta celebración Eucarística,
pidamos a Dios que nos conceda
la conversión de nuestros corazones;
así obtendremos la reconciliación
y se acrecentará nuestra comunión
con Dios y con los hermanos.
Se hace una breve pausa en silencio. Después todos hacen en común la confesión de sus pecados, entonando el acto penitencial:
Padre Oswald Uriel:
Dios todopoderoso
tenga misericordia de nosotros,
perdone nuestros pecados
y nos lleve a la vida eterna.
Todos:
Amén.
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Se dice Gloria
ORACIÓN COLECTA
Padre Oswald Uriel:
Señor, Padre santo,

confirma el propósito de tus hijos Juan Manuel,
Carlos Andrés, y Cristian Gerardo
y haz que la gracia del bautismo,
que quieren fortalecer con el nuevo vínculo
de la profesión perpetua,
crezca y dé en ellos la plenitud de sus frutos
en una vida consagrada a tu alabanza
y a la edificación de tu Reino.
Por nuestro Señor Jesucristo.
Todos:
Amén.
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Profesión Perpetua
Liturgia de la Palabra
Monición a la Primera Lectura:
La vocación del profeta está dirigida hacia realidades muy duras de pobreza, de
tristeza y de cautiverio, por ello, se siente capacitado por Dios para el anuncio de
buenas noticias de esperanza a los marginados del país. Las cosas están
difíciles; pero podemos salir adelante. Dios no nos abandona, parece decir el
profeta. Aunque haya dificultades el Señor ha revestido al pueblo de ropas de
salvación, le ha retornado el don de la tierra, y así como está, hace germinar los
frutos. Quien hace germinar la justicia y la alabanza es el Señor.
Escuchemos atentamente el mensaje de la Palabra de Dios.
PRIMERA LECTURA
Lectura del libro del profeta Isaías
Is. 61,1-2a.10-11
El Espíritu del Señor está sobre mí, porque el Señor me ha ungido. Me ha

enviado para dar la buena noticia a los que sufren, para vendar los corazones
desgarrados, para proclamar la amnistía a los cautivos, y a los prisioneros la
libertad, para proclamar el año de gracia del Señor. Desbordo de gozo con el
Señor, y me alegro con mi Dios: porque me ha vestido un traje de gala y me ha
envuelto en un manto de triunfo, como novio que se pone la corona, o novia que
se adorna con sus joyas. Como el suelo echa sus brotes, como un jardín hace
brotar sus semillas, así el Señor hará brotar la justicia y los himnos ante todos
los pueblos.
Palabra de Dios.
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SALMO RESPONSORIAL
Lucas 1, 46-54
R. Me alegro con mi Dios.
V. Proclama mi alma la grandeza del Señor,

se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador;
porque ha mirado la humillación de su esclava.
Desde ahora me felicitarán todas las generaciones.
V. Porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí:

su nombre es santo,
y su misericordia llega a sus fieles
de generación en generación.
V. A los hambrientos los colma de bienes

y a los ricos los despide vacíos.
Auxilia a Israel, su siervo,
acordándose de la misericordia.
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Profesión Perpetua
Monición a la Segunda Lectura:

En la segunda lectura vemos cómo el apóstol Pablo invita a la comunidad de
Tesalónica a la fidelidad. La vida de la comunidad tenía algunas dificultades:
problemas con los animadores de la comunidad, peleas, desánimo, falta de fe,
fornicación. Es una comunidad que se ha convertido del paganismo al
cristianismo y que ha dejado los ídolos, sus dioses, para seguir al Dios
verdadero, pero que le cuesta desprenderse del todo de sus tradiciones antiguas,
de su legado cultural. Escuchemos.
SEGUNDA LECTURA
Lectura de la primera carta del apóstol San Pablo a los
Tesalonicenses
1Tesalonicenses 5,16-24
Hermanos: Estad siempre alegres. Sed constantes en orar. Dad gracias

en toda ocasión: ésta es la voluntad de Dios en Cristo Jesús respecto de vosotros.
No apaguéis el espíritu, no despreciéis el don de profecía; sino examinadlo todo,
quedándoos con lo bueno. Guardaos de toda forma de maldad. Que el mismo
Dios de la paz os consagre totalmente, y que todo vuestro espíritu, alma y
cuerpo, sea custodiado sin reproche hasta la venida de nuestro Señor Jesucristo.
El que os ha llamado es fiel y cumplirá sus promesas.
Palabra de Dios.
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Monición al Evangelio:
El evangelio de San Juan nos cuenta que de Jerusalén los dirigentes judíos
enviaron delegados para preguntarle a Juan el Bautista si era el Mesías o Elías
que precedería a la llegada del Mesías. La respuesta de Juan es ambigua. Si bien
no se reconoce como Mesías tampoco se reconoce como Elías que ha de venir;
sin embargo, sí se reconoce como la voz que clama en el desierto, que prepara la
venida del Mesías. Escuchemos.
EVANGELIO
Lectura del Santo Evangelio según San Juan
Juan 1,6-8.19-28
Surgió un hombre enviado por Dios, que se llamaba Juan: éste venía como
testigo, para dar testimonio de la luz, para que todos creyeran por él. No era él la
luz, sino testigo de la luz.
Y éste fue el testimonio de Juan, cuando los judíos enviaron desde Jerusalén
sacerdotes y levitas a Juan, a que le preguntaran: "¿Tú quién eres?" Él
confesó sin reservas: "Yo no soy el Mesías." Le preguntaron: "¿Entonces,
qué? ¿Eres tú Elías?" El dijo: "No lo soy." "¿Eres tú el Profeta?"
Respondió: "No." Y le dijeron: "¿Quién eres? Para que podamos dar una
respuesta a los que nos han enviado, ¿qué dices de ti mismo?" Él contestó:
"Yo soy al voz que grita en el desierto: "Allanad el camino del Señor", como dijo
el profeta Isaías." Entre los enviados había fariseos y le preguntaron: "Entonces,
¿por qué bautizas, si tú no eres el Mesías, ni Elías, ni el Profeta?" Juan les
respondió: "Yo bautizo con agua; pero en medio de vosotros hay uno que no
13
Profesión Perpetua
conocéis, el que viene detrás de mí, y al que no soy digno de desatar la correa de
la sandalia."
Esto pasaba en Betania, en la otra orilla del Jordán, donde estaba Juan
bautizando.
Palabra del Señor.
HOMILÍA
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Profesión Religiosa
Después del Evangelio y de la homilía, el superior provincial, y su acólito, se colocan al pie del altar. Los que van a profesar se colocan
delante de todos los presentes.
EL LLAMADO
Ceremoniero:
Pónganse de pie quienes van a hacer la profesión perpetua:
Juan Manuel Díaz Oñoro

Carlos Andrés Murillo Trujillo
Cristian Gerardo Ríos Fontalvo
El maestro de ceremonia llama por su nombre a aquellos que van a hacer la profesión perpetua. A medida que lo hace, cada uno de ellos
se levanta y dice:
Presente.
Padre Oswald Uriel:
Queridos hermanos,
¿Qué le piden a la Iglesia de Dios y a la Congregación de Religiosos Terciarios
Capuchinos?
Responden:
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Profesión Perpetua
Nosotros, conscientes de que ya estamos consagrados por los vínculos de la vida

religiosa, te pedimos, Padre, que nos admitas a la profesión perpetua en esta
Congregación de Religiosos Terciarios Capuchinos de Nuestra Señora de los
Dolores, para alabanza de Dios y servicio de la Iglesia, especialmente en la
educación cristiana de la juventud desviada del camino de la verdad y del bien.
El celebrante luego se dirige a todos los presentes, diciendo:
Hermanos, reunidos aquí en oración, Dios ha llamado a estos hermanos a

seguir a Cristo en nuestra comunidad religiosa, en nuestra alegría, démosle
gracias al Padre por esta señal de Amor Divino.
Todos:
Te damos gracias, Señor.
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INTERROGATORIO
Después del llamado, aquellos que van a profesar los votos perpetuos se ponen de pie y el celebrante les pregunta, con estas palabras u
otras similares, si están listos para dedicarse a Dios por medio de esta profesión final, y para buscar la caridad en todo, de conformidad
con las normas de la Congregación de Religiosos Terciarios Capuchinos.
Padre Oswald Uriel:

Queridos hermanos, ya que por el bautismo han muerto y están consagrados al
Señor, ¿quieren ahora consagrarse más íntimamente a Dios por la profesión
perpetua?
Sí, quiero.
Padre Oswald Uriel:

¿Quieren, con la gracia de Dios, observar siempre la castidad, la obediencia y
la pobreza, a imitación de Jesucristo y de nuestra Madre?
Los que van a profesar:
Sí, quiero.
Padre Oswald Uriel:

¿Quieren esforzarse con firmeza y constancia para alcanzar la caridad perfecta
para con Dios y el prójimo, siguiendo fielmente el Evangelio y observando
nuestra Regla y Constituciones?
Sí, quiero.
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Profesión Perpetua
Padre Oswald Uriel:

¿Quieren, bajo el impulso del Espíritu Santo, gastar generosamente toda la
vida en servicio del pueblo de Dios?
Sí, quiero.
El celebrante confirma las intenciones de aquellos que van a hacer la profesión perpetua con estas palabras o palabras similares:
Te rogamos, Señor, que mires a éstos tus siervos

e infundas en sus corazones el Espíritu de tu amor,
para que, con tu gracia,
puedan mantener el compromiso de vida evangélica.
Por Jesucristo nuestro Señor.
Todos: Amén.
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PETICIÓN DE AYUDA A DIOS
Ceremoniero:
En este momento los aquí reunidos, imploramos la ayuda de Dios en beneficio
de estos hermanos nuestros. Quienes van a profesar, en actitud orante, se
postrarán. Todos los aquí presentes nos unimos a ésta plegaria en igual actitud
de oración y recogimiento.
Padre Oswald Uriel:
Oremos, queridos hermanos, a Dios Padre Todopoderoso, para que derrame su

bendición sobre estos siervos suyos, a quienes ha llamado al perfecto
seguimiento de Cristo, y les confirme piadosamente en su santo propósito.
El celebrante se pone de rodillas delante de su sede; los que van a hacer la profesión perpetua se postran frente al altar mientras son
entonadas las letanías del rito de la profesión religiosa:
Ceremoniero: Nos ponemos de rodillas.
LETANÍAS
Señor, ten piedad. R/. Señor, ten piedad.

Cristo, ten piedad. R/. Cristo, ten piedad.
Señor, ten piedad. R/. Señor, ten piedad.
Santa María, Madre de Dios, Ruega por nosotros.

San Miguel Ruega por nosotros
Santos Ángeles de Dios Rogad por nosotros
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Profesión Perpetua
San Juan Bautista Ruega por nosotros

San José Ruega por nosotros
San Pedro y San Pablo Rogad por nosotros
San Juan Ruega por nosotros
Santa María Magdalena Ruega por nosotros
San Esteban y San Lorenzo Rogad por nosotros
Santa Inés Ruega por nosotros
San Basilio Ruega por nosotros
San Agustín Ruega por nosotros
San Benedicto Ruega por nosotros
San Bernardo Ruega por nosotros
San Francisco y Santo Domingo Rogad por nosotros
San Ignacio de Loyola Ruega por nosotros
San Vicente de Paúl Ruega por nosotros
San Juan Bosco Ruega por nosotros
Santa Catalina de Siena Ruega por nosotros
Santa Teresa de Jesús Ruega por nosotros
Beatos Mártires amigonianos Rogad por nosotros
Santos y Santas de Dios Rogad por nosotros
Muéstrate propicio Líbranos Señor

De todo mal Líbranos Señor
De todo pecado Líbranos Señor
De la muerte eterna Líbranos Señor
Por tu encarnación Líbranos Señor
Por tu muerte y resurrección Líbranos Señor
Por los dones del Espíritu Santo Líbranos Señor
Nosotros que somos pecadores Te rogamos, óyenos
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Que concedas una vida más abundante

a tu Iglesia por esta ofrenda de tus hijos
y por su apostolado. Te rogamos, óyenos
Que aumentes constantemente los dones

del Espíritu Santo en el Papa Benedicto XVI. y en
en los demás Obispos. Te rogamos, óyenos
Que ordenes la vida y actividad

de los religiosos para el provecho
de la sociedad humana. Te rogamos, óyenos
Que conduzcas a todos los hombres

a la plenitud de la vida cristiana. Te rogamos, óyenos
Que conserves y aumentes en todas

las familias religiosas el amor a Cristo
y el espíritu de su Fundador. Te rogamos, óyenos
Que asocies más plenamente a la obra

de la redención a todos los que profesan
los consejos evangélicos. Te rogamos, óyenos
Que a los padres de estos siervos tuyos,

por la ofenda que te han hecho de sus hijos,
los llenes de tus dones celestiales. Te rogamos, óyenos
Que hagas que estos hijos tuyos se configuren

cada vez más a Cristo, el primogénito entre todos
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Profesión Perpetua
sus hermanos. Te rogamos, óyenos
Que les des a estos hijos tuyos la

virtud de la perseverancia. Te rogamos, óyenos
Que a estos hijos tuyos, hermanos nuestros,

te dignes bendecirlos, santificarlos y
consagrarlos. Te rogamos, óyenos
Jesús, Hijo de Dios vivo. Te rogamos, óyenos

Cristo, óyenos Cristo, óyenos
Señor Jesús, escucha nuestra oración Señor Jesús, escucha nuestra
oración.
Ceremoniero: Nos podemos levantar
Padre Oswald Uriel:

Escucha, Señor, las súplicas de tu pueblo, y con tu gracia prepara los corazones
de tus hijos, para que el fuego del Espíritu Santo purifique los corazones que se
consagran a ti, y los inflame vivamente de caridad. Por Jesucristo Nuestro
Señor.
Todos: Amen.
Ceremoniero:
Concluida la petición de ayuda, cada uno de los que van a profesar se acerca al
Superior Provincial y en sus manos emite la profesión perpetua.
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QUIENES VAN A PROFESAR

Yo, N.N.
Consciente de haber sido llamado por Dios
a la vida religiosa en ésta congregación
de Religiosos Terciarios Capuchinos
de Nuestra Señora de los Dolores,
y decidido a consagrar mi vida a Dios
en el servicio de la Iglesia,
y especialmente en la educación cristiana
de la juventud desviada
del camino de la verdad y del bien,
ante los hermanos aquí presentes
y en vuestras manos, Reverendo Padre Oswald Uriel León Enriquez,
Superior Provincial,
hago voto de vivir perpetuamente
en pobreza, castidad y obediencia
según la Regla y Vida
de los Hermanos y de las Hermanas de la
Tercera Orden Regular de San Francisco
y las Constituciones de esta Congregación.
Dios me conceda por Jesucristo
la fuerza de su Espíritu
para perseverar en mi santo propósito.
Para ello confío en la intercesión
de la Santísima Virgen María,
Nuestra Madre de los Dolores,
de nuestro Padre San Francisco,
y en vuestra ayuda, hermanos.
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Profesión Perpetua
Padre Oswald Uriel:

N.N. Si cumpliereis cabalmente lo que hoy has prometido al Señor, Él te
recompensará con la vida eterna.
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Bendición Solemne
Los religiosos que acaban de hacer profesión perpetua se ponen de rodillas, y el celebrante, con las manos extendidas delante del pecho,
dice la oración de la bendición:
¡Oh Dios!, Fuente y origen de toda santidad, que de tal modo has amado a los
hombres que los has hecho partícipes de tu divinidad, y no has permitido que
este designio de tu amor lo extinguiera el pecado de Adán ni lo cambiaran los
delitos del mundo.
Ya en el comienzo de los tiempos nos diste en Abel un ejemplo de vida inocente;

suscitaste, además, en el pueblo hebreo varones santos y mujeres ilustres en
toda virtud, entre las que sobresale la Hija de Sión, la Santísima Virgen María,
en cuyas entrañas virginales se encarnó para la salvación del mundo, tu
Palabra, Jesucristo nuestro Señor.
Él es la imagen de la santidad querida por ti: se hizo pobre para enriquecernos,

se hizo siervo para devolvernos la libertad. Por su misterio pascual redimió al
mundo con amor inefable y santificó a su Iglesia, a la que prometió los dones del
Espíritu.
Tú, Señor, bajo la inspiración del Paráclito, has atraído innumerables hijos
hacia el seguimiento de Cristo, para que, dejadas todas las cosas y ligados con el
vínculo del amor, se unan a ti con ánimo ferviente y estén al servicio de todos los
hermanos.
Mira, Señor, a éstos hijos tuyos, a quienes has llamado según tu providencia, y
derrama sobre ellos el Espíritu Santo, para que puedan cumplir fielmente con tu
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Profesión Perpetua
ayuda lo que hoy, llenos de alegría, han prometido. Mediten atentamente y

sigan con constancia los ejemplos del Divino Maestro.
(Abunde en ellos una castidad sin mancha, una pobreza alegre, una obediencia
generosa. Te agraden por su humildad, te sirvan con sumiso corazón, te
agraden con caridad ferviente. Sean pacientes en la tribulación, firmes en la fe,
gozosos en la esperanza, activos en el amor.)
Su vida edifique la Iglesia, promueva la salvación del mundo, sea signo preclaro
de los bienes celestes.
Señor, Padre Santo, sé para estos hijos tuyos apoyo y guía, y cuando lleguen al
tribunal de tu Hijo, sé recompensa y premio, para que se alegren de haber
consumado la ofrenda de su vida religiosa; así, afianzados en tu amor,
disfrutarán de la compañía de los santos, con quienes te alabarán
perpetuamente. Por Jesucristo nuestro Señor.
Todos:
Amén.
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Rito de la Paz
Terminada la Bendición Solemne, los nuevos profesos reciben del celebrante el saludo de la paz. A medida que todos los que han
presenciado la profesión de sus hermanos y amigos se preparan para la liturgia de la Eucaristía, es apropiado que se den el saludo de la
paz. El celebrante extiende a todos un saludo de paz, diciendo:
Padre Oswald Uriel:

Juan Manuel, Carlos Andrés y Cristian Gerardo, confirmamos que se han
unido con nosostros para siempre, como miembros de la Congregación de
Religiosos Terciarios Capuchinos, compartiendo todas las cosas en común con
nostros, ahora y en el futuro...
Todos:
Damos gracias a Dios.
El grupo musical entona un canto vocacional...
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Profesión Perpetua
Liturgia de la Eucaristía
Después del Rito de la Paz, continúa la celebración con la liturgia de la Eucaristía; el grupo musical entona un canto para el ofertorio.
Padre Oswald Uriel:
Bendito seas, Señor,

Dios del universo, por este pan,
fruto de la tierra y del trabajo del hombre,
que recibimos de tu generosidad y ahora te presentamos;
él será para nosotros pan de vida.
Todos: Bendito seas por siempre, Señor.
Padre Oswald Uriel:
Bendito seas, Señor,

Dios del universo, por este vino,
fruto de la vid y del trabajo del hombre,
que recibimos de tu generosidad y ahora te presentamos;
él será para nosotros bebida de salvación.
Todos: Bendito seas por siempre, Señor.
(Se inciensan las ofrendas y el altar. A continuación uno de los ministros inciensa al Presidente de la asamblea, a los demás sacerdotes y
al pueblo)
(El sacerdote, de pie a un lado del altar se lava las manos, diciendo en secreto):
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Lava del todo mi delito, Señor,

limpia mi pecado.
Padre Oswald Uriel:
Orad hermanos,
para que este sacrificio, mío y vuestro,
Sea agradable a Dios, Padre Todopoderoso.
Todos:
El Señor reciba de tus manos este sacrificio,

para alabanza y gloria de su nombre,
Para nuestro bien y el de toda su santa Iglesia.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS:
Padre Oswald Uriel:

Acepta, Señor, las ofrendas y los votos
de estos hijos tuyos,
que hoy se han comprometido para siempre
a vivir los consejos evangélicos,
y confírmalos con tu amor.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Todos:
Amén.
29
Profesión Perpetua
PREFACIO
La vida religiosa como servicio a Dios a imitación de Cristo.
V. El Señor esté con vosotros.

R. Y con tu espíritu.
V. Levantemos el corazón.
R. Lo tenemos levantado hacia el Señor.
V. Demos gracias al Señor, nuestro Dios.
R. Es justo y necesario.
En verdad es justo y necesario,

es nuestro deber y salvación
darte gracias siempre y en todo lugar,
Señor, Padre santo,
Dios todopoderoso y eterno,
por Cristo nuestro Señor.
El cual brotó como una flor sin mancha

del seno de la Virgen,
proclamó bienaventurados a los limpios de corazón
y nos mostró con su vida el valor de la castidad.
Eligió siempre hacer tu voluntad

y, haciéndose obediente por nosotros hasta la muerte,
quiso ofrecerse a ti
como una víctima totalmente aceptable.
Y prometió que encontrarían un tesoro en el cielo
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quienes, dejándolo todo por tu amor en este mundo,

se dedicaran con celo a tu servicio.
Por eso, con los ángeles y los santos
te cantamos sin cesar un himno de alabanza:
Santo, Santo, Santo...
PLEGARIA EUCARÍSTICA III
El sacerdote, con las manos extendidas, dice:
CP Santo eres en verdad, Padre,

y con razón te alaban todas tus criaturas,
ya que por Jesucristo, tu Hijo, Señor nuestro,
con la fuerza del Espíritu Santo,
das vida y santificas todo,
y congregas a tu pueblo sin cesar,
para que ofrezca en tu honor
un sacrificio sin mancha
desde donde sale el sol hasta el ocaso.
Junta las manos y, manteniéndolas extendidas sobre las ofrendas, dice:
CC Por eso, Padre, te suplicamos

que santifiques por el mismo Espíritu
estos dones que hemos separado para ti,
Junta las manos y traza el signo de la cruz sobre el pan y el cáliz conjuntamente, diciendo:
31
Profesión Perpetua
de manera que sean

Cuerpo y Sangre de Jesucristo,
Hijo tuyo y Señor nuestro,
Junta las manos.
que nos mandó celebrar estos misterios.
En las fórmulas que siguen, las palabras del Señor han de pronunciarse con claridad, como lo requiere la naturaleza de éstas.
Porque él mismo,
la noche en que iba a ser entregado,
Toma el pan y, sosteniéndolo un poco elevado sobre el altar, posigue:
tomó pan,
y dando gracias te bendijo,
lo partió
y lo dio a sus discípulos, diciendo:
Se inclina un poco.
«TOMAD Y COMED TODOS DE ÉL,

PORQUE ESTO ES MI CUERPO,
QUE SERÁ ENTREGADO POR VOSOTROS».
Muestra el pan consagrado al pueblo, lo deposita luego sobre la patena y lo adora haciendo genuflexión.
Después prosigue.
Del mismo modo, acabada la cena,
Toma el cáliz y, sosteniéndolo un poco elevado sobre el altar, prosigue:
tomó el cáliz,
dando gracias te bendijo,
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y lo pasó a sus discípulos, diciendo:

Se inclina un poco.
«TOMAD Y BEBED TODOS DE ÉL,

PORQUE ÉSTE ES EL CÁLIZ DE MI SANGRE,
SANGRE DE LA ALIANZA NUEVA Y ETERNA,
QUE SERÁ DERRAMADA POR VOSOTROS
Y POR TODOS LOS HOMBRES
PARA EL PERDÓN DE LOS PECADOS.
HACED ESTO EN CONMEMORACIÓN MÍA».
Muestra el cáliz al pueblo, lo deposita luego sobre el corporal y lo adora haciendo genuflexión.
Luego dice una de las siguientes fórmulas:
CP Éste es el Sacramento de nuestra fe.

Y el pueblo prosigue, aclamando:
Anunciamos tu muerte,
proclamamos tu resurrección.
¡Ven, Señor Jesús!
Después el sacerdote, con las manos extendidas, dice:
CC Así, pues, Padre,

al celebrar ahora el memorial
de la pasión salvadora de tu Hijo,
de su admirable resurrección y ascensión al cielo,
mientras esperamos su venida gloriosa,
te ofrecemos, en esta acción de gracias,
el sacrificio vivo y santo.
33
Profesión Perpetua
Dirige tu mirada sobre la ofrenda de tu Iglesia,

y reconoce en ella la Víctima
por cuya inmolación
quisiste devolvernos tu amistad,
para que, fortalecidos
con el Cuerpo y la Sangre de tu Hijo
y llenos de su Espíritu Santo,
formemos en Cristo
un solo cuerpo y un solo espíritu.
C1 Que él nos transforme en ofrenda permanente,

para que gocemos de tu heredad
junto con tus elegidos:
con María, la Virgen Madre de Dios,
los apóstoles y los mártires,
San Francisco
y todos los santos,
por cuya intercesión
confiamos obtener siempre tu ayuda.
C2 Te pedimos, Padre,
que esta Víctima de reconciliación
traiga la paz y la salvación al mundo entero.
Confirma en la fe y en la caridad
a tu Iglesia, peregrina en la tierra:
a tu servidor, el Papa N.,
a nuestro Obispo N.,
al orden episcopal, a los presbíteros y diáconos,
y a todo el pueblo redimido por ti.
34
Confirma también en su santo propósito

a estos hijos tuyos que hoy se han ligado a ti para siempre
con los sagrados vínculos de los votos religiosos,
y haz que manifiesten en tu Iglesia
la vida nueva y eterna adquirida por la redención de Cristo.
Atiende los deseos y súplicas de esta familia

que has congregado en tu presencia.
Reúne en torno a ti, Padre misericordioso,
a todos tus hijos dispersos por el mundo.
+ A nuestros hermanos difuntos

y a cuantos murieron en tu amistad
recíbelos en tu reino,
donde esperamos gozar todos juntos
de la plenitud eterna de tu gloria,
Junta las manos.
por Cristo, Señor nuestro,

por quien concedes al mundo todos los bienes.
Toma la patena con el pan consagrado y el cáliz y, sosteniéndolos elevados, dice:
Por Cristo, con él y en él,

a ti, Dios Padre omnipotente,
en la unidad del Espíritu Santo,
todo honor y toda gloria
por los siglos de los siglos.
Amén.
35
Profesión Perpetua
Rito de la Comunión
Una vez que ha dejado el cáliz y la patena, el sacerdote, con las manos juntas, dice:
Padre Oswald Uriel:

Antes de participar en el banquete de la Eucaristía,
signo de reconciliación
y vínculo de unión fraterna;
oremos juntos como el Señor nos ha enseñado.
Padre Nuestro...
El sacerdote, con las manos extendidas, dice en voz alta:
Líbranos de todos los males, Señor,

y concédenos la paz en nuestros días,
para que, ayudados por tu misericordia,
vivamos siempre libres de pecado
y protegidos de toda perturbación,
mientras esperamos la gloriosa venida
De nuestro salvador Jesucristo.
El pueblo concluye la oración aclamando:
Tuyo es el reino,
Tuyo el poder y la gloria, por siempre, Señor.
Después el sacerdote, con las manos extendidas dice en voz alta:
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Señor, Jesucristo,
que dijiste a tus apóstoles:
“La paz os dejo, mi paz os doy”,
no tengas en cuenta nuestros pecados,
sino la fe de tu Iglesia
y, conforme a tu palabra,
concédele la paz y la unidad,
Junta las manos.
Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Todos:
Amén.
Padre Oswald Uriel:
La paz del Señor esté con vosotros.
Todos:
Y con tu Espíritu.
Padre Oswald Uriel:
Daos fraternalmente la paz.
37
Profesión Perpetua
Después el sacerdote toma el pan consagrado, lo parte y deja caer una parte del mismo sobre el cáliz, diciendo en secreto:
El Cuerpo y la Sangre de nuestro Señor Jesucristo,

unidos en este cáliz,
sean para nosotros
Alimento de vida eterna.
A continuación el sacerdote con las manos juntas, dice en secreto:
Señor Jesucristo, Hijo de Dios vivo,

que por voluntad del Padre,
cooperando el Espíritu Santo,
diste con tu muerte la vida al mundo,
líbrame, por la recepción de tu Cuerpo y de tu Sangre,
de todas mis culpas y de todo mal.
Concédeme cumplir siempre tus mandamientos
Y jamás permitas que me separe de ti.
El sacerdote hace genuflexión, toma el pan consagrado y, sosteniéndolo un poco elevado sobre la patena, lo muestra al pueblo diciendo:
Este es el cordero de Dios,

Que quita el pecado del mundo.
Dichosos los invitados a la cena del Señor.
Y, juntamente con el pueblo añade:
Señor, yo no soy digno

de que entres en mi casa,
pero una palabra tuya
Bastará para sanarme.
38
Antífona de Comunión: Gál 2, 19-20
“Estoy crucificado con Cristo. Y ya no vivo yo; es Cristo el que vive en mí.”
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Que la recepción del Cuerpo y Sangre de tu Hijo

y este solemne rito de la profesión religiosa,
alegren, Señor, nuestro corazón
e impulsen a estos hermanos nuestros
a entregarse con amorosa generosidad
al servicio de tu Iglesia y de los hombres.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Se hace la invitación al pueblo de inclinar la cabeza para recibir la bendición.
Padre Oswald Uriel:

Dios, que
inspira y lleva a término todo santo propósito,
os proteja con su gracia,
para que podáis cumplir con fidelidad
las responsabilidades de vuestra vocación.
Todos: Amén.
Que él os conceda ser entre los hombres,

signo y testimonio del amor de Dios.
39
Profesión Perpetua
Todos: Amén.
Que él perpetúe en el cielo los vínculos de caridad

que os unen con Cristo aquí en la tierra.
Todos: Amén.
Y que a todos vosotros, aquí presentes,

os bendiga Dios todopoderoso,
Padre, Hijo y Espíritu Santo.
Todos: Amén.
Luego el sacerdote con las manos juntas, despide al pueblo:
Podéis ir en paz.
Todos: Demos gracias a Dios.
Después el sacerdote besa con veneración el altar, como al comienzo, y, hecha la debida reverencia con los ministros, se retira a la
sacristía en el mismo orden con el cual inició la celebración.
40

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RELIGIOSOS TERCIARIOS CAPUCHINOS DE

NUESTRA SEÑORA DE LOS DOLORES

FRAY JUAN MANUEL DÍAZ OÑORO

F ray Carlos Andrés Murillo Trujillo

Fray Cristian Gerardo Ríos Fontalvo

RITO DE LA PAZ La comunidad es el ámbito adecuado para el

Pastoral Juvenil - Casa

(El grupo musical entona un canto, mientras se realiza la procesión de entrada)

Antífona de entrada: Sal 65, 13-14

Padre Oswald Uriel:

Padre Oswald Uriel:

Padre Oswald Uriel:

Padre Oswald Uriel:

Padre Oswald Uriel:

Señor, Padre santo,

Monición a la Primera Lectura:

El Espíritu del Señor está sobre mí, porque el Señor me ha ungido. Me ha

V. Proclama mi alma la grandeza del Señor,

R. Me alegro con mi Dios.

V. Porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí:

R. Me alegro con mi Dios.

V. A los hambrientos los colma de bienes

R. Me alegro con mi Dios.

Monición a la Segunda Lectura:

Hermanos: Estad siempre alegres. Sed constantes en orar. Dad gracias

Palabra del Señor.

Juan Manuel Díaz Oñoro

Padre Oswald Uriel:

Nosotros, conscientes de que ya estamos consagrados por los vínculos de la vida

Hermanos, reunidos aquí en oración, Dios ha llamado a estos hermanos a

Te damos gracias, Señor.

Padre Oswald Uriel:

Padre Oswald Uriel:

Los que van a profesar:

Padre Oswald Uriel:

Padre Oswald Uriel:

Te rogamos, Señor, que mires a éstos tus siervos

PETICIÓN DE AYUDA A DIOS

Padre Oswald Uriel:

Oremos, queridos hermanos, a Dios Padre Todopoderoso, para que derrame su

Ceremoniero: Nos ponemos de rodillas.

Señor, ten piedad. R/. Señor, ten piedad.

Santa María, Madre de Dios, Ruega por nosotros.

San Juan Bautista Ruega por nosotros

Muéstrate propicio Líbranos Señor

Nosotros que somos pecadores Te rogamos, óyenos

Que concedas una vida más abundante

Que aumentes constantemente los dones

Que ordenes la vida y actividad

Que conduzcas a todos los hombres

Que conserves y aumentes en todas

Que asocies más plenamente a la obra

Que a los padres de estos siervos tuyos,

Que hagas que estos hijos tuyos se configuren

sus hermanos. Te rogamos, óyenos

Que les des a estos hijos tuyos la

Que a estos hijos tuyos, hermanos nuestros,

Jesús, Hijo de Dios vivo. Te rogamos, óyenos

Ceremoniero: Nos podemos levantar

Padre Oswald Uriel:

QUIENES VAN A PROFESAR

Padre Oswald Uriel:

Ya en el comienzo de los tiempos nos diste en Abel un ejemplo de vida inocente;