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DINÁMICAS DE DISTENSION:

1. “EL SEMAFORO”
Materiales:
Semáforo.
Paletas con los colores rojo, naranja y verde.
Música.
Desarrollo:
El facilitador les explicará a los niños: “Vamos a jugar a un juego, que se llama
el juego del semáforo. ¿Recuerdan lo que significan los colores del semáforo?
El color rojo indica que debemos parar, el amarillo que nos preparamos para
continuar y el verde que podemos avanzar. Algo parecido tenemos que hacer
nosotros en este juego”. El facilitador mostrará las paletas con los colores rojo,
naranja y verde. Y dirá “Ahora vamos a comenzar el juego del semáforo. Estas
son las instrucciones, tienen que seguir en todo momento las indicaciones del
semáforo. Cuando el semáforo se ponga en rojo nos detenemos y nos sentamos.
Cuando el semáforo pase a color naranja caminamos lentamente y respiramos
de forma suave, y cuando se ponga en verde caminamos muy rápido”.
El facilitador hará el primer ensayo sin música. Luego la añadirá de acuerdo al
color del semáforo:
cuando la música suene el semáforo está en verde, una música algo más suave
indica semáforo naranja y la ausencia de música el semáforo rojo.
El facilitador hará varias veces el cambio de un color a otro, y cuando finalice el
juego se hará una reflexión conjunta acerca de la importancia de saber
autorregularnos: primero pararnos y pensamos como nos sentimos, luego
reflexionamos sobre que podemos hacer y finalmente lo hacemos.

2. EL CIEMPIÉS

Materiales:
Espacio amplio
Desarrollo:
Se le indicará que cada participante será un pie de un ciempiés y cuando se
mencione un número determinado de pies, ellos se deben agrupar en esa
cantidad. Para esto, los alumnos irán desplazándose por el espacio del aula,
mientras el facilitador entona una canción “Parece que el ciempiés tiene 3 pies,
tiene 3 pies… parece que el ciempiés tiene 3 pies pero tú no los ves”. Las
personas que se queden sin equipo, saldrán al frente y dirán qué es lo que más
les gusta hacer.

3. EL PULPO

Materiales:
Espacio amplio
Desarrollo:
El facilitador pedirá a los participantes que se formen en grupos de 4 a 5
personas. Uno de ellos se colocará en el centro, y los otros lo tocarán con un
dedo. El facilitador les explicará a los alumnos que el centro es la cabeza del
pulpo, que tiene los ojos abiertos y dirige los desplazamientos del animal;
mientras que los que le rodean son los tentáculos (tienen los ojos cerrados y
deben seguir los movimientos de la cabeza, sin perder el contacto físico de la
punta del dedo con el jugador del centro). A la señal que brinde el facilitador, los
niños irán cambiando las posiciones.
Al finalizar la dinámica, los participantes verbalizarán las sensaciones vividas.

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