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CASO 96, L.

XXIV (“Radziwill”)

Se transcriben los fallos de fecha 13/05/1993 (vinculado a la competencia originaria


de la Corte) y de fecha 20/12/1994 (sobre sobreseimiento) de la C.S.J.N. y los respectivos
dictámenes del Procurador General de la Nación.

DICTAMEN DE LA PROCURACION GENERAL DE LA NACION

Suprema Corte:

El señor Juez a cargo del Juzgado Nacional en lo Penal Económico n 7 declinó su


competencia, en favor de la originaria de V.E., para seguir conociendo de estas actuaciones
(fs. 57), en las que se investiga la posible comisión del delito de contrabando y/o infracción
aduanera con motivo del despacho a plaza, al amparo de franquicias diplomáticas, de un
examinador de campo visual -perímetro estático automático computarizado- marca
“OCTOPUS”, modelo 500-EZ, llevado a cabo por el Embajador Extraordinario y
Plenipotenciario de la Soberana Orden Militar de Malta, Dn. Carlos Radziwill, para su “uso
exclusivo” (fs. 27).
Ello es así en atención a que ese objeto fue secuestrado, durante el allanamiento de
que da cuenta el acta de fs. 8/9, del consultorio oftalmológico de Héctor Mario Mocorrea,
quien sería Caballero de Gracia Magistral de esa misma Soberana Orden Militar (conf. nota
de fs. 22).
Habida cuenta de tales circunstancias y de que Dn. Carlos Radziwill reviste status
de agente diplomático, en el carácter antes citado (conf. informe fs. 54), soy de la opinión
que V.E. resulta competente para conocer, en forma originaria, de estas actuaciones (art.
101 de la Constitución Nacional).
Corresponde, entonces, librar oficio al Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto
de la Nación, a fin de que, por su intermedio, se requiera la conformidad exigida por el
artículo 32 de la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas y el artículo 24,
inciso 1, último párrafo, del decreto-ley 1285/58, para que el nombrado pueda ser
sometido a juicio.
Sin perjuicio de lo cual, entiendo propicia la oportunidad para señalar la
conveniencia de que se dilucide si la mención de la que sería titular el nombrado Mocorrea
lo investiría de inmunidad, a los efectos de su sometimiento a la jurisdicción.

Buenos Aires, 17 de junio de 1992.


OSCAR LUJAN FAPPIANO

SENTENCIA DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA NACION

Buenos Aires, 13 de mayo de 1993.


Autos y vistos; Considerando:

1°) Que en el presente sumario se investiga la presunta comisión del delito de


contrabando o eventualmente la infracción aduanera -contemplada en los artículos 981 y
982 del Código Aduanero-, con motivo del despacho a plaza, al amparo de franquicias
diplomáticas, de un examinador de campo visual -OCTOPUS 500 EZ-, para uso exclusivo
del embajador extraordinario y plenipotenciario de la Soberana Orden Militar de Malta,
señor Carlos Radziwill.

2°) Que la competencia originaria de esta Corte, de raigambre constitucional es,


conforme reiterada jurisprudencia del Tribunal, de naturaleza restrictiva, no siendo
susceptible de ampliarse, restringirse ni modificarse mediante normas legales (Fallos:
250:774; 270:78; 280:176; 284:20; 302:63).

3°) Que, empero, una interpretación histórica del art. 101 de la Constitución
Nacional, adecuada a las presentes circunstancias de las relaciones internacionales, permite
concluir que, al calificar de “extranjeros” a los embajadores, ministros y cónsules -de cuyos
asuntos conocería la Corte Suprema originariamente- se excluyó sólo a los diplomáticos
que representan al Estado Argentino, mas no a los enviados diplomáticos de organizaciones
internacionales y otros sujetos actuales del derecho internacional, que no tenían entonces
subjetividad internacional
Según “el derecho de gentes, con arreglo al cual la Corte Suprema conoce de las
causas concernientes a embajadores u otros miembros diplomáticos” (Fallos: 191:415), es
innegable que, además de los Estados extranjeros, existen otros sujetos del derecho
internacional con quienes la República Argentina mantiene relaciones diplomáticas y cuyos
agentes, además de gozar inmunidad, tienen rango diplomático.

4°) Que la competencia originaria y exclusiva de la Corte Suprema en los asuntos


concernientes a embajadores extranjeros le ha sido atribuida en razón de ser el más alto
Tribunal de la Nación y de corresponder al gobierno de la misma la dirección de las
relaciones exteriores y todas las cuestiones de carácter internacional (Fallos: 183:156).
Responde a la necesidad de mantener las buenas relaciones entre los sujetos de
derecho internacional; asegurando a sus representantes diplomáticos acreditados en nuestro
país las máximas garantías que, con arreglo a la práctica uniforme de las naciones, debe
reconocérseles para el más eficaz cumplimiento de sus funciones.

5°) Que, en este sentido, cabe recordar que Naciones Unidas, al igual que otros
sujetos de derecho internacional, puede dar pasaportes a sus funcionarios, los que son
reconocidos por la Argentina, y sus representantes gozan de las mismas inmunidades que se
otorgan “a los enviados diplomáticos de acuerdo con el derecho internacional”
(Convención sobre prerrogativas e inmunidades de las Naciones Unidas, arts. V y VII,
aprobada por decreto-ley N 15.971). Ello aun en los casos en que tales enviados o
delegados diplomáticos sean o no argentinos (Acuerdo de sede suscripto con el Comité
Internacional de la Cruz Roja, aprobado por la ley 21.842).

6°) Que asimismo, el Estado argentino reconoce a sus representantes ante las
organizaciones internacionales el mismo rango diplomático que a los que lo representan
ante otros Estados. Esto es así porque se reconoce “las responsabilidades de las Naciones
Unidas, de sus organismos especializados y de otras organizaciones internacionales de
carácter universal dentro de la comunidad internacional” y se pretende garantizar el
desempeño eficaz de las funciones de los representantes en relación con las organizaciones
y conferencias internacionales (Preámbulo de la Convención de Viena sobre la
representación de los Estados en sus relaciones con las organizaciones internacionales de
carácter universal). En consecuencia, la misión permanente de la República ante las
Naciones Unidas tiene rango de embajada (decreto 17.934/56).

7°) Que en el decreto N 26.588/48 se reconoce a la Soberana Orden Militar de


Malta como entidad internacional independiente y se establecen relaciones diplomáticas
entre ella y la República Argentina.
El carácter de sujeto de derecho internacional de la Orden de Malta es ampliamente
reconocido, pudiendo, entre otras cosas, concluir tratados, establecer relaciones
diplomáticas, extender pasaportes y empleándose para su Gran Maestre el mismo
ceremonial que para un jefe de Estado extranjero (confr. F. Gazzoni, L’Ordine di Malta,
Milán, 1979, pág. 55 y sgtes. y pág. 75 y sgtes.; R. Prantner, Malteserorden und
Völkergemeinschaft, especialmente capítulo 3, Berlín, 1974, pág. 57 y sgtes. y pág. 178 y
sgtes.; J.A. Barberis, Los sujetos del derecho internacional actual, Madrid, 1984, pág. 104 y
sgtes.).

8) Que, del informe del Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto de la Nación,
surge que el señor Carlos Radziwill se encuentra acreditado en carácter de Embajador
Extraordinario y Plenipotenciario de la Soberana Orden Militar de Malta desde el día 21 de
mayo de 1969 (confr. fs. 54).

Por ello, oído el señor Procurador General de la Nación, se declara que la presente
causa es propia de la competencia originaria de la Corte. Líbrese oficio al Ministerio de
Relaciones Exteriores y Culto de la Nación, a fin de que, por su intermedio, se requiera la
conformidad exigida por el artículo 24, inciso 1°, último párrafo, del decreto-ley 1285/58.-

ANTONIO BOGGIANO, RODOLFO C. BARRA, CARLOS S. FAYT (en disidencia),


AUGUSTO CESAR BELLUSCIO (en disidencia), ENRIQUE S. PETRACCHI, JULIO S.
NAZARENO (en disidencia), RICARDO LEVENE (H) y EDUARDO MOLINE
O’CONNOR.

DISIDENCIA DE LOS SEÑORES DOCTORES DON CARLOS S. FAYT, DON


AUGUSTO CESAR BELLUSCIO Y DON JULIO S. NAZARENO.

Considerando:
1°) Que en el presente sumario se investiga la presunta comisión del delito de
contrabando o eventualmente la infracción aduanera -contemplada en los artículos 981 y
982 del Código Aduanero-, con motivo del despacho a plaza, al amparo de franquicias
diplomáticas, de un examinador de campo visual -OCTOPUS 500 EZ-, para uso exclusivo
del Embajador Extraordinario y Plenipotenciario de la Soberana Orden Militar de Malta,
señor Carlos Radziwill (confr. fs. 27), que tiempo después fue secuentrado en el consultorio
del oftalmólogo Martín Honorio Mocorrea (fs. 8/9).

2°) Que del informe del Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto de la Nación,
surge que el señor Carlos Radziwill se encuentra acreditado en carácter de Embajador
Extraordinario y Plenipotenciario de la Soberana Orden Militar de Malta (confr. fs. 54).
3°) Que la competencia originaria de la Corte Suprema, establecida en el artículo
101 de la Constitución Nacional es de interpretación restrictiva (Fallos: 238:288; 285:209;
286:237; 302:63 y 1682; 305:1067 y 1931; 306:105, 515 y 586 y 308:2356, entre otros), y
no cabe extenderla a los casos de personas que, sin revestir el carácter de embajadores,
ministros o cónsules de Estados extranjeros, gozasen de inmunidades o privilegios
“diplomáticos”, lo cual no prejuzga acerca de la existencia y alcance de las inmunidades de
jurisdicción que a ellos les correspondiese, lo que deberá ser resuelto por los jueces
comunes (Fallos: 302:63 y 306:586).

Por ello, habiendo dictaminado el señor Procurador General, se declara que la


presente causa es ajena a la competencia originaria del Tribunal, por lo que deberá
proseguir su trámite el Juzgado Nacional de Primera Instancia en lo Penal Económico N
4, al que se le remitirá.-

CARLOS S. FAYT, AUGUSTO CESAR BELLUSCIO y JULIO S. NAZARENO.

DICTAMEN DE LA PROCURACION GENERAL DE LA NACION

Suprema Corte:

No paso por alto, a esta altura del trámite, las razones invocadas por los presentantes
en autos para justificar que el examinador de campo visual –OCTOPUS 500 EZ- se
encontrara instalado en el consultorio del Dr. Héctor Mario Mocorrea (conf. acta de fs. 2/3).
Ni tampoco la causa sobre la que reposaría la importación de autos: esto es, para la
atención de pacientes del Hospital Nacional “Baldomero Sommer” afectados por el Mal de
Hansen (fs. 17 y 21vta.) dentro de las actividades de asistencia hospitalaria que lleva a cabo
esa Orden Militar en el país y que incluiría una subvención a ese Instituto (conf. fs. 75/76).
Empero, advierto que aún no se ha acreditado la alegada adquisición por donación
(conf. fs. 6 y 76) ni que, pese a que el despacho a plaza fue solicitado libre de derechos y
servicios aduaneros para “uso exclusivo” del Embajador Radziwill (fs. 27) su instalación en
el consultorio oftalmológico mencionado resulta compatible con la invocación de ingreso
del aparato óptico.
Habida cuenta de lo cual y a reserva de lo que V.E. resuelva en punto a su
jurisdicción para seguir conociendo del hecho en lo que respecta al Embajador Radziwill
(conf. dictamen de fs. 73), aconsejo mantener viva la acción a fin de que, por quien
corresponda, se practiquen las respectivas pruebas de informes tendientes a acreditar las
circunstancias de hecho alegadas en autos, entre las que considero de especial relevancia
que el Hospital nacional antes citado corrobore si el aparato óptico fue donado a ese
establecimiento asistencial o afectado al servicio por él prestado y, en su caso, instalado en
el consultorio oftalmológico del profesional mencionado para la atención de pacientes de
ese instituto.
Buenos Aires, 30 de mayo de 1994.

LUIS SANTIAGO GONZÁLEZ WARCALDE.


SENTENCIA DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA NACION

Buenos Aires, 20 de diciembre de 1994.


Autos y vistos; Considerando:

1°) Que la presente causa se inició a raíz de la posible comisión del delito de
contrabando con motivo del ingreso al país bajo el amparo de franquicias diplomáticas de
un examinador de campo visual marca Octopus, modelo 500-EZ que había sido instalado
en el consultorio del doctor Héctor Mario Mocorrea para uso exclusivo del embajador
extraordinario y plenipotenciario de la Soberana Orden de Malta, señor Carlos Radziwill y
con el fin de destinarlo a la atención de pacientes afectados de lepra del Hospital Nacional
Baldomero Sommer.

2°) Que según surge de las constancias de autos la necesidad de conectar el


perímetro estático a una computadora para su funcionamiento –lo que requiere un
entrenamiento especial para su operación- impuso la necesidad de instalarlo en el
consultorio antes mencionado para ser manejado por parte del doctor Mocorrea, prestador
de servicios gratuitos para el Hospital Sommer y miembro de la Soberana Orden de Malta.

3°) Que si bien el examinador visual estaba en un consultorio particular, se hallaba a


disposición de los enfermos del Hospital Sommer, tal como expresan las autoridades del
nosocomio (fs. 83), por lo que, al no surgir de autos la comisión de delito alguno
corresponde adoptar en la presente causa el criterio definitivo previsto en el art. 434, inciso
2°, del Código de Procedimientos en Materia Penal.

Por ello, de conformidad con lo dictaminado por el señor Procurador General de la


Nación, se resuelve sobreseer definitivamente en la presente causa, en la que no se procesó
a persona alguna (art. 434, inciso 2°, del Código de Procedimientos en Materia Penal).
Hágase saber y archívese.-

JULIO S. NAZARENO – EDUARDO MOLINÉ O’CONNOR – AUGUSTO CÉSAR


BELLUSCIO – ENRIQUE SANTIAGO PETRACCHI – RICARDO LEVENE (H) –
ANTONIO BOGGIANO – GUILLERMO A. F. LÓPEZ – GUSTAVO A. BOSSERT.

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