Está en la página 1de 5

Fotos y Láminas: Germán Zecenarro Benamu

Panoram a de la meseta
de Saqsayw am an El
paisaje dom inante de la
Meseta de Saqsayw am an
corona por el Norte y
Noreste al contexto
geográfico de la ciudad
del Cusco. De izquierda a
derecha, el poblado de
Yunkaypata (antiguo
lugar denom inado
YUNKAYPANPA),
Qorqenkapata, la
quebrada de
Thanpum ach'ay -s e c to r
Cebollaw ayq’o- planicies
de W ayllarqocha y
alturas de Tam bom achay.

GER M ÁN ■ ZECENARRO BENAVENTE

IN K ILLTA M B O
V C om o parte de los num eroso s del río Cebollawayq'o o Kachimayo. En de sus antepasados; estas necrópolis
contextos arqu eológ icos que hablan ambos márgenes, las expresiones mo­ recibían cada m añana o cada atarde­
sobre el pasado del C usco de los In- numentales hablan de su antiguo es­ cer los vivificadores rayos del Sol,
kas, la quebrada de T h a n p u m a c h ’ a y ( o plendor, cuando se hallaban interco- adem ás de estar interconectadas a un
Tam bom ach ay en la pronunciación nectadas por los seqes antisuyanos, sistem a de ad oratorios cercanos des­
castellan izada), alberga im portantes conformando parte del sistema de wa- de donde se les rendía culto, en una
testim on ios m ateriales preh ispánico s kas de la llaqta del Qosqo. Como testi­ serie de rituales m uy comentados por
que fueron hasta el siglo XVI co m po­ monios de la antigua grandeza de la zo­ los cronistas de los siglos XVI y XVII.
nentes de la anatom ía urbana de la na, evocando a los territorios primige­ Esta vo cación de las quebradas
llaqta del Q osqo. nios de las panakas Inkas S ukso-Awqay- com o repo sitorios de m allkis o mo­
Dentro del C uadrante de Antisuyo, l u , a los primitivos asentamientos Walla m ias, fue ap ro vechada -c o n todas
ubicado al N orte y N oreste de la cabe­ y Ayarmaka. al olvidado «pueblo» de sus c o n n o ta c io n e s - en el tramo me­
cera del valle del Cusco, el m arco Pachatusan y a las tierras de cultivo de dio de la quebrada de Thanpuma­
geográfico de la quebrada de Thanpu­ Luqri-Uqchullo vinculadas a Amaru Tu- c h ’ay, en la zona hoy conocida como
m a ch ’ay expone todavía un variado y paq Inka, destacan todavía Patallaqta, C e b o lla w a y q ’o o I n k i l l t a m b o ; sitio
valioso universo de antiguas m anifes­ Q'enqo, la waka T hanpumach’ay (An. 1:9), donde se em plazó una de las más
taciones arquitectónicas y obras de las fuentes de T ’inpuqpkyo (An. 1:8) cercanas y grandes necrópolis de la
ingeniería. Cam inos, sistem as de an­ (hoy conocidas como Tambomachay), llaqta del Q osqo. Sus orígenes aún
denes -s u q r e s - acueductos, represa- Pukapukara (Kainakunka) (An. 2:7), las están ocultos a falta de estudios de
m ien to s y re s e rv o rio s as o ciad o s , qollqas de Qorqenkapata, Qhari Orqo, antrop ología física, pero posiblemen­
com ponen el paisaje que sirve de es­ Inkilltambo, Tambillo, Wayraqpunku, te sus restos m ás an tiguos corres­
cenario a com plejos arquitectónicos Osqollo, Choqekiraw Pukyo (An. 4:2), pondan a los asentam ientos A y ar m a ­
de vocación ritual, todos ellos orienta­ Kallachaka (An. 4:3), Rumiwasi (Yaka- k a -lo s prim itivos habitantes de la re­
dos y en función a los im presionantes nora), entre otros. gión c u s q u e ñ a - o a los Marcavalle,
contextos funerarios presentes en los evocació n de los legendarios Wallas
afloram ientos calizos de la form ación LA C O N N O T A C IÓ N que vivían en el «pueblo» de Pachatu­
cretácica Yunkaypata. S A G R A D A DE LA san, ubicado detrás y encim a de las
Desde el nacimiento de la quebrada, QUEBRADA laderas de la zona noreste de la ac­
a los pies de la antigua waka K is k a O r - tual ciudad del C usco, bajo la tutela
q o (An. 1:11) hasta la zona de Q o l l q a - Desde tiempos inmemoriales, los de su paqarina la w aka ANTUITURCO
p a n p a (An. 7:4) (hoy plaza principal de taludes y farallones inaccesibles de (An. 1:4), hoy M esa Redonda.
San Sebastián), todas las evidencias ar­ las quebradas y cañones fueron elegi­ Las elevacio n es orógenas por en
quitectónicas se hallan vertebradas por dos por los antiguos peruanos para m edio de las cu ales discurre el río
los restos de la poderosa canalización depositar allí a los mallkis o momias canalizado, presentan en sus flancos

86 A R K IN K A N U M E R O 6 8 / L IM A JULIO 2001
y peñolerías, una serie de co ntexto s ta denom inación está presente en los
fu n erario s la m en ta b le m en te p ro fan a­ relatos de los cam pesinos antiguos de
dos, los cu ales ap ro vechan tan to los San Sebastián'. Debido a la particulari­
diaclasam ien to s y resquicios de las dad de ostentar galerías interiores
aflo racio n es calizas que co nform an -c h in k a n a s - especialm ente dentro de
la hendidura aluvial de Inkilltam bo. una de las afloraciones calizas que ca­
D estacan en to d o el sector una serie racterizan al conjunto arquitectónico,
de cu evas funerarias o m a c h ’ays, y m odernam ente se le colocó el nombre
co n ju n to s de tum b as em p lazad as en de I n k a c á r c e l , aludiendo a un inexacto
los farallo n es de los cerro s Q o r q e n ­ uso de las mismas; igualmente, se le
k a p a t a y R u m i h o r q o n a , ad em ás del atribuye tam bién el nombre de S usur -
aflo ram ien to d e nom in ado Q a q a r u m i . p u k y o , la mítica fuente asociada al en­
A esto se deben ag regar las c a racte­ cuentro del joven Inka Pachakuteq con
rísticas fu n e ra rias asig n ad as a las la m anifestación antropomorfa del Sol,
rocas labradas, cu yos nichos y g a le­ com o lo relatan Bernabé Cobo y Sar­
rías servían para efe ctu a r los rituales miento de Gam boa.
relacio nados con las m om ias de los Inkilltam bo es una sucesión de an-
an tepasado s; todo lo cual puntu aliza denerías y plataform as dispuestas pa­
la vo cación fu n e ra ria del sector. ralelam ente al río canalizado, el cual
O tro elem ento que com plem en ta­ discurre en m edio de todo el conjun­
ba la función funeraria, era el bino­ to; estos elem entos fueron construi­
mio: sistem as de cultivos -a n d e n e s o dos previo trabajo de nivelación, alla­
s u q re s - y los depósitos o qollqas, nam iento y aterrazam iento de la zona,
pues, existía una relación filosófica dem ostrando la gran capacidad de
entre los alm ácigos con las entidades transform ación respetuosa de la to­
«m uertas», adjetivadas tam bién com o pografía y la adaptación de la arqui­
sem illas y en tidades fértilizadoras; el tectura a la naturaleza. Esta colosal
térm ino m a l l k i , conceptualizaba a los obra se evidencia desde 700 metros
cuerpos m uertos de los antepasados, aguas arriba del conjunto principal,
y era aplicable tam bién para las sem i­ en el sector donde el camino de Anti-
Qoliqa de Q orqenkapata. Depósitos construidos en piedra y barro. Ai llas -in c lu s o árboles a n tig u o s -. Esta suyo cruza al río, hasta medio kilóme­
fondo, las planicies de la zona denom inada antiguam ente como co nsideración queda expresada en tro aguas abajo, zona de Tambillo
Yunkaypanpa (Yuncaypam pa). los conjuntos de andenes y platafor­ donde em pieza el tram o final de la
mas de cultivo que conform an el sec­ quebrada llam ado Kallachaka-Kachi-
to r central de Inkilltam bo y en las m ayo. En esta extensión de aproxima­
q o l l q a s d e Q o r q e n k a p a t a , vetustas es­ dam ente kilóm etro y medio a través
tructuras de piedra y barro que se le­ del río, se encuentra una constelación
vantan a 3743 m .s.n.m ., encim a del de estructuras arquitectónico-arqueo-
cerro del m ism o nom bre - a l Sur de la lógicas (plataform as, explanadas, ca­
actual población cam pesina de Yun- nalización de riachuelos, acueductos,
kaypata-, cuyos vertiginosos flancos reservorio s, puentes, caminos, es­
suroccidentales albergan los contex­ tru c tu ra s ritu a les -a p a c h e ta s , ma­
tos funerarios ya m encionados. c h ’ays, rocas la b ra d a s - qollqas, tum­
La topografía de Inkilltam bo y los bas), las cuales conform an el contex­
criterios de orientación solar, perm itie­ to general de Inkilltam bo.
ron la edificación de vastas explana­
das cerem oniales destinadas al culto a Las explanadas
las sem enteras y por ende a los m uer­ cerem oniales
tos. De igual form a, estos espacios se A p ro v e c h a n d o las condiciones
com plem entaron con estructuras pira­ del relieve, en los puntos donde los
m idales que aprovecharon de las con­ flancos de la q uebrada se encuen­
figuraciones naturales para adaptarse, tran co n fig u ran d o garg antas pétreas,
y, enigm áticos labrados, entalladuras y se aco n d icio n ó un par de grandes
galerías en los afloram ientos calizos exp lan ad as divididas en dos por la
de la form ación cretácica -arq u itectu ­ ca nalización del río Inkilltam bo. Los
ras com pactas-. Para exaltar aún más an g o sta m ie n to s ostentan paramen­
el carácter sacro del espacio, las con­ tos líticos de piedra caliza, confor­
diciones del relieve de la zona posibili­ m ando los restos de unas estructu­
taron la construcción de colosales es­ ras tran s ve rs ale s tem p o rales para el
tructuras que a m anera de geoglifos rep re sam ien to de las aguas durante
expresaban los sentim ientos religio­ las prácticas del fam o so ritual del
sos, sím bolos dispuestos para ser di­ M a y u q a t i : al ro m p er las presas de los
visados prácticam ente desde el aire, diferentes ríos em balsado s, el agua
tan igual a la expresión urbana zoo- a rra s tra b a co n m u c h a fuerza las
morfa de la llaqta del Qosqo. ofrend as arro jad as, ag ua que se jun­
taba a la de los ríos m ayores hasta
EL C O M P L E JO llegar a las m isteriosas selvas de An-
DE IN K ILL TA M B O tisuyo, donde las «recibían» las gran­
El topónim o Inkilltam bo no aparece des d iv in id a d es2.
Aya Markay Killa Rituales funerarios prehispánicos. Gráfico de Felipe mencionado en los docum entos y cró­ Las e x p la n ad a s de Inklilltambo
Guarnan Poma de Ayala. nicas de los siglos XVI ó XVII, pero es­ presentan form as definidas, siendo la

88 A R K IN K A N U M E R O 6 8 / L IM A JULIO 2001
tram os de pisos e incluso algunos
fragm entos de techos, ju n to con ni­
chos y m olduras de co m plicada sig­
nificación, adem ás de algunos suti­
les elem entos que perm itían el ingre­
so de la luz externa o servían para
ventilación3 .
El diseño de la estructura que sir­
vió de co bertura a la cavern a -u n ju e­
go de vigas líticas— adem ás de cu m ­
plir su neta función de techo de la
m ism a, debía tam bién form ar el piso
superior donde se en cuentra el ob­
servatorio astronóm ico: las platafor­
mas del I n t e q t ia n a n , elem ento que re­
quería de una su perficie p erfecta­
mente plana y nivelada.
Para so lucionar el problem a de
cubrir la luz de la ch inkana y form ar La roca sagrada de inkilltam bo. Relieves, m olduras, tianas y nichos, labrados enigm áticos que exhornan a uno de
un piso nivelado en la cim a del aflo­ los afloram ientos calizos que se encuentra conform ando la estructura piramidal de Inklilltam bo.
ram iento rocoso, el diseño co n tem ­
pló el labrado - e n am bas porciones
de la ro c a - de unos elem entos a m a­
nera de protuberancias de gran pe­
ralte (±0.50 m .) y de regu lar vuelo (
entre 0.30 m. y 0.60 m.), cuyos extre­
mos perm iten una distancia m uy co r­
ta, a cu brir (unos ±0.50 m. de luz).
E xactam ente cum plen la función de
una m énsula pero en form a corrida,
es decir que se desarrollan a lo largo
de toda la planta curva de la caverna.
Sobre estas m énsulas corridas se
colocaron los extrem os de las vigas lí­
ticas, labradas a manera de paralelepí­
pedos dispuestos com o tapas, éstas
tenían para su perfecta fijación sendos
alvéolos-tallados -lo s cuales hoy dela­
tan sobre el peralte de las m ism as
(prom edio de 0 .3 0 m .)- encim a todavía
queda la evidencia de un espacio de
0.20 m. que se llenaba con lajas o relle­
nos que form aron el piso de la plata­
forma superior donde se encuentra el
observatorio astronóm ico.
Las v ig as líticas , c o n v e n ie n te ­
m ente ap oyadas sobre esta especie
de m énsulas corridas, se colocarían
ajustadas unas con otras form ando
así un techo plano que so lam ente os- La Roca Sagrada. Aspecto del lado Noroccidental.
tentaba las juntas secas de sus co m ­
ponentes. La prueba objetiva de esta
reconstrucción hipotética se halla en
las G alerías interiores de R um iw asi,
en el nicho cerem o nial de C hoqeki-
raw Pukyo, y en la C hinkana de Q ’aq-
yaqhaw ana en Calca.

El Inteqtianan
y los nichos
cerem oniales
La cim a de la R oca sagrada se ca­
racteriza por la presencia de m oldu­
ras tipo « tia n a» o «asien tos del Inka»,
una serie de planos horizontales y
verticales, los cuales intersectados
form an un sistem a que funciona en
base caras ilu m inadas y som bras
arrojadas.
C om o es com ún en los labrados
presentes en todas las arqu itectu ras Inteqtianan de inkilltam bo. M olduras tipo «tiana»
labradas en la cim a de afloram iento calizo de la
Roca Sagrada. Las som bras proyectadas por esta
N UM ER O 6 8 / LIMA JULIO 2001 m oldura durante el medio día del 21 de junio (Inti
Raymi), perm iten calcular el ángulo de Altura solar
más bajo para la latitud del Cusco.
Interpretación del
uso y función de la
Explanada
Cerem onial.
D esconocem os hasta el momento
la rela ció n to p o n ím ic a que debió
existir en tre el grupo arqueológico de
Inkilltam bo con alguna de las wakas
m encionadas en la Relación de ado-
ratorios recogida por Bernabé Cobo;
pero, es factib le establecer relacio­
nes espaciales y funcionales de la
E xplanada cerem onial con dos wa­
kas pertenecientes a los seqes terce­
ro y cuarto de Antisuyo.
Si el nom bre de M a n t o k a l l a co­
rresp onde a las crestas y faldas de
R um ihorqona y C h ’illkapukyo, y el
a n tig u o to p ó n im o Q h a r i involucra
geográficam ente a Inkilltam bo, la wa­
ka Qharipukyo (A n .3 :7 ) se coloca
frente y en una cota superior al grupo
arqu eológ ico de Inkilltam bo, sector
del caserío de la hacienda Chilcapu-
cro -e n la banda derecha del río - wa­
ka m anante posiblem ente relaciona­
da con el p u k yo que se halla cercano
a las ruinas de la hacienda. De esta
form a la explanada cerem onial man­
tend ría vínculos visuales con esta
w aka por en contrarse dentro de su
cam po perceptivo.
El cuarto seqe al A ntisuyo, llama­
do Q ollana, bajo el cuidado del ayllu
Awqaylli Panaka, tenía com o primera
w aka a Qhari O rqo (A n. 4:1) una ele­
vación orógena donde se hallaban al­
gunas rocas sagradas y se inmola­
ban au quénidos m anchados, detalle
por el cual se puede identificar a esta
w aka con el culto a I l l a p a (el rayo) de
acuerdo a las referencias de fray Mar­
tín de M urúa, pues estos anim ales le
estaban dedicados.
Q hari O rqo necesariamente debió
corresponder a una conformación to­
pográfica bastante elevada para te­
ner tal jerarquía, además de que en
estas cimas sagradas se daba culto
al rayo. Es muy probable que en es­
trecha relación con Qhari Orqo (An.
4:1) se encuentre Q orqenkapata, sec­
tor donde se hallan las qollqas, ele­
FOTO S.A.N., 1956 mentos considerados sagrados por
Inkilltam bo. la función que desempeñan dentro
Aerofotografía de la
com pactas, o aquellas que ap ro ve­ m ente, estos datos se co rrob oran de la economía andina prehispánica;
chan de afloram ientos rocosos para con la función astronóm ica asignada no podemos descartar que en estas
zona. Es evidente el
adaptarse, estos planos labrados que a dos grandes nichos co nstruido s qollqas también se hayan almacena­
cam ino real al Antisuyo,
constituyen el sector superior de es­ con vista al Norte; pues, al m edio día do tejidos, los cuales eran ofrenda­
en sentido paralelo al rio
ta roca, tienen la característica de del solsticio, los jam bajes de am bos dos a esta w aka como asevera Cobo.
Inkilltam bo canalizado. presentar form as y án gulos d efin i­ no arrojan som bra alguna sobre sus El sacrificar au quénidos m ancha­
Igualm ente destacan las dos, cuyas som bras arrojadas varían respectivos fondos. Las palabras de dos -c u lto a I llapa (el rayo) de acuer­
explanadas de acuerdo a las diversas posiciones G arcilaso, al referirse a los nichos o do a M u rú a - la posible relación de
cerem oniales que que el Sol tom a durante su recorrido «tabernáculos» orientados astronó­ las qollqas con el alm acenam iento de
constituyen este anual. m icam ente del Q orikancha, y su fu n ­ tejidos, y los rituales en la cim a de un
m isterioso conjunto Por las m ediciones obtenidas en ción com o verdaderos asientos del cerro, vinculados tam bién con el ra­
arquitectónico. Inkilltam bo, es factible calcu lar el án ­ Inka , perm iten interpretar la función yo; perm iten identificar una razón de
gulo de la altura Solar en el m edio día de estos nichos, dond e posiblem ente ser de las an denerías en zigzag en
del so lsticio de invierno, gracias a los se colocaban a las m om ias para reci­ que devienen las plataform as orien­
trián gulos form ados en uno de los bir la luz solar en esta fecha tan esp e­ tales de Inkilltam bo antes de confor­
grupos de tianas del conjunto. Igual­ cial: el I n t i R a y m i m ar la estructura piram idal.

92 ARKINKA N U M E R O 6 8 / L IM A JU LIO 2001


Los arqueólogos están de acuerdo
en relacionar el rayo con el diseño en
planta de la w aka Saqsayw am an , cri­
terio que puede ser valido tam bién en
Inkilltam bo, de tal form a que las ande-
nerías orientales de este conjunto ar­
quitectónico pudieron haber sim boli­
zado a I l l a p a . deidad a quien se rendía
culto en la cim a cercana de Q orqenka­
pata, la cual visualm ente tiene relación
directa con la explanada cerem onial,
cuyo eje señala directam ente el sector
de las tum bas; igualm ente, esta cum ­
bre vista desde Inkilltam bo se convier­
te en un punto focal predom inante.
Si esta hipótesis es correcta, el
área geográfica donde está Inkilltam -
bo estuvo regentada por el ayllu Aw-
q a y l l i P a n a k a , linaje de Yaw ar W aqaq
Inka; el seqe Q o l l a n a avanzaría hacia
el Este y Sureste abarcando a Choqe-
kiraw Pukyo y Kallachaka, y esta es la
razón de ser del nom bre de un antiguo
canal de regadío que lleva el vital lí­
quido desde la zona alta de Thanpum -
ch’ay a las tierras de cultivo de San
Sebastián: el canal S u k s o - A w q a y l l i .
Basados en lo expuesto, la Expla­
nada cerem onial pudo ser el escenario
de concentraciones rituales multitudi­
narias enfocadas a la elevación topo­
gráfica de Q orqenkapata, en cuya cima
se practicaba el culto al dios I l l a p a ; pe­
ro, la presencia y abundancia de con­
textos funerarios en la zona es la evi­
dencia material más im portante que
permite relacionar los rituales practica­
dos sobre esta superficie con el culto a
los muertos y su relación con los terre­
nos agrícolas y su fertilidad.
El uso de esta explanada con to ­
dos los elem entos p ertenecientes a
la infraestructura ag rícola de la zona,
pudo haber co rrespond ido a un lugar
de co ncentració n periódica, donde la
gen te se reu n ía en d e te rm in a d a s
oportun idades llevando a sus m allkis
y w ankas para efectuar cerem o nias
vinculadas a la actividad agraria; se
estaría operando aq u í el ritual tan co ­
m entado por los cronistas, es p ec ial­
m ente por Pedro Pizarro y Bernabé
C obo, donde las antiguas en tidades La Roca Sagrada.
-la s m o m ia s - eran llevadas proce­
sionalm ente y paseadas por las ex­
planadas sacras y sem enteras. Durante los períodos del tiem po nalizado; y recíprocam ente, división
Este ritual necesariam ente debe agrícola, la gran explanada debió ha­ que en el caso de Inkilltam bo perm ite
vincularse a las actividades desarrolla­ ber sido cultivada dando la m ism a im­ h ipo tetizar la partición dual de Ha-
das por los Sacerdotes en la Roca sa­ presión que hoy se puede observar nan, al Este, y Urin al O este.
grada; éstos posiblem ente se dirigían cuando los cam pesinos de la zona la­
a la multitud, concentrada en la expla­ bran ciertos sectores de ésta. En cuan­ La Estructura
nada durante la cerem onia, em plaza­ to a esta última función, en este gran Ornitom orfa
dos en la cima de la estructura pirami­ espacio debieron estar hincados los de Tam billo
dal a la cual se puede calificar de Usnu. m onolitos o w ankas llam ados c h a q r a - Los testim onios m ateriales prehis-
Pero, con carácter reservado com o lo y o q , entidades tutelares agrícolas. pánicos, en su concepción filosófica
sugieren sus Galerías interiores, la Ro­ Finalm ente, esta explanada sirve y d is p o sició n es p ac ial, d e notan y
ca sagrada cum plió otras funciones de referente para com prend er el uso co nnotan a una serie de elem entos
bajo el protagonism o de los Sacerdo­ y la form a del espacio de la gran ex­ que expresan la íntim a relación de los
tes y H am aw t’as (am autas), cerem o­ planada A w k a y p a t a de la llaqta del hom bres con la naturaleza o Pacha­
nias ligadas al culto a los muertos y a Q osqo, un gran espacio sagrado seg­ m am a. M uchas de las grandes obras
las entidades de Ukhupacha. m entado en dos por el río Saphy ca­ de arquitectura o ingeniería tienen la

N U M E R O 6 8 / L IM A JU LIO 2001 A R K IN K A 9 3

También podría gustarte